La tenacidad como fundamento básico para afrontar la presión de los compañeros y

otras formas de manipulación social.

Cómo las respuestas involuntarias e irreflexivas a la manipulación pueden llegar a ser voluntarias
y reflexivas.

¿Qué se hace después de que hayas aprendido a reconocer la manipulación? No tiene mucho
sentido limitarse a decir «¡Déjate de manipularme!» a la persona que intenta hacerte sentir culpable,
ignorante o estúpido. La persona no tendrá ni la más remota idea de lo que quieres decirle. Tus
derechos asertivos son conceptos, ideas que te liberan de aceptar automáticamente una culpa
artificial. No hacen otra cosa que permitirte tomar conciencia de la manipulación y de cómo has
reaccionado automáticamente a ella. Para defender tus derechos asertivos e impedir que los demás
los violen, necesitaras un conjunto de habilidades verbales asertivas, que no son ideas, sino
comportamientos específicos que puedes usar para hacer frente a la manipulación. Aprender estas
habilidades verbales asertivas tiene el sentido de cambiar tus pautas de comportamiento,
consistentes en respuestas involuntarias y automáticas, por un modelo de respuesta voluntario y
reflexivo. Dicho de otra manera, que si quieres seguirle el juego al manipulador, perfecto, pero
hacerlo así será una decisión que tú tomes y no algo a lo que te veas obligatoriamente inducido.

Los tres comportamientos característicos de las personas no asertivas.

Si recurriéramos a diez expertos en diagnóstico clínico y les preguntásemos a qué prestan

más atención para determinar si una persona es o no asertiva, enumerarían una serie de
comportamientos contraproducentes que causan los problemas de la gente no asertiva. Las tres
características conductuales negativas más comunes en la persona no asertiva típica son:

1) Falta de tenacidad en aferrarse a su objetivo frente a la oposición.

2) Excesiva sensibilidad emocional y/o reacción conductual a las críticas, ya sean éstas
constructivas o destructivas.
3) Una reacción excesiva de angustia y culpa cada vez que se comete un error.

Las habilidades verbales asertivas están pensadas específicamente para corregir estos
problemas. En este texto analizaremos la primera de estas características negativas y ofreceremos
una habilidad verbal asertiva fácil que ayuda a superarla.

Libre Información y Autorrevelación: la base de la conversación social para los tímidos

La Autorrevelación Asertiva, unida a la Libre Información, puede ayudar a que dejes de ser
tímido con los niños y hagas nuevos amigos. Libre información es lo que la gente te da
gratuitamente cuando hablas con ella; es cualquier cosa que recibas además de lo que pediste. Por
ejemplo, si yo te pregunto si vives aquí y tú te limitas a responderme con un monosílabo, no me has
dado ninguna información «libre» (o gratuita), sino que has respondido sólo a lo que yo te
preguntaba. Por otra parte, si me contestas: «No, antes vivía aquí pero el año pasado me mudé a
Menorca con mi mujer, mis tres hijos y dos Terranovas, porque a los chicos les encanta nadar en el
mar», me has dado abundante información gratuita que me sirve de base para ir sabiendo algo más
de ti, tus intereses, tu familia y tus perros.

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 A menos que sencillamente no nos interese comunicarnos, por lo común damos a la persona
con la que estamos hablando libre información sobre cualquier cosa que en ese momento acierte a
ser importante para nosotros. Según cual sea la época del año, es probable que la gente te hable de
los problemas que tiene con la declaración de renta o de sus expectativas para las vacaciones. Si han
tenido un niño, te hablarán de eso, y si esperan un ascenso, te enterarás. Si alguien está preocupado
o angustiado, te hablará de lo que le preocupa, y tus hijos oirán hablar de las mismas cosas a sus
amigos: de vacaciones, de hermanitos, de regalos, de problemas escolares y de conflictos con otros
chicos.

Reconocer y estar atento a la información que te dan gratuitamente te ayuda a evitar

silencios incómodos cuando estás con gente nueva, ya que tendréis siempre algo interesante para
contar, y también podéis seguir haciendo preguntas sobre lo que le pasa a la otra persona y sobre sus
preocupaciones, proyectos e intereses. Para dominar así la conversación social, podéis practicar la
manera de reconocer la libre información que da la gente en sus conversaciones, y aprender a sacar
partido de ella.

DIÁLOGO 12
Una colega y yo demostramos el uso de la Libre Información.
Escena: Estamos esperando el ascensor en el vestíbulo de un edificio de oficinas. Yo me dirijo a ella
y me presento.
Yo: Hola. La he visto a usted muchas veces en el edificio, pero nunca con el tiempo necesario para
presentarme. Soy José Rodríguez.
COLEGA: Hola.
Yo: ¿Usted trabaja en el edificio?
COLEGA: Sí.
Yo: ¿En el segundo piso?
COLEGA: No.
Yo: ¿En el tercero?
COLEGA: No.
Yo: ¿En el quinto?
COLEGA: No.
Yo: ¿En el sexto?
COLEGA: Sí.
Yo: Encantado de conocerla.

Como podéis ver, mi colega no me dio ninguna libre información. Ahora veremos la misma
situación, en la que ella me la ofrece en abundancia.

Yo: Hola. La he visto a usted muchas veces en el edificio, pero nunca con el tiempo necesario para
presentarme. Soy José Rodríguez.
COLEGA: Hola. Yo soy Maribel. Encantada de conocerle.
Yo: ¿Trabaja usted en el edificio?
COLEGA: Sí. Trabajo en el sexto piso, en un despacho jurídico. (LIBRE INFORMACIÓN)
Yo: Ah. Entonces, ¿es abogada? (Seguimiento de la LIBRE INFORMACIÓN)
COLEGA: No. Tengo un trabajo de dedicación parcial como secretaria, pero en realidad estoy
estudiando en la Autónoma. (LIBRE INFORMACIÓN)
Yo: ¡Qué casualidad! Yo también estoy en la Autónoma. (AUTORRJEVELACIÓN)
COLEGA: ¿De veras? ¿En qué departamento?
Yo: Psicología.

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COLEGA: ¡Qué pequeño es el mundo! Mi novio, Ricardo, es fisioterapeuta y hace prácticas en el
laboratorio del departamento de psicología. (LIBRE INFORMACIÓN) ¿Lo conoce usted?
Yo: Pues no. Y ahora, perdone; tengo un poco deprisa. Espero que volvamos a vernos. Encantado de
conocerla.

Tal como puede verse, al conocer a alguien nuevo uno puede conseguir toda clase de Libre
Información que puede ser importante.

En el diálogo anterior se usó también la «revelación de sí mismo» o autorrevelación. Aunque

ambos procedimientos son muy similares, entre ellos hay una diferencia importante. La libre
información se puede considerar, casi siempre, como algo que la gente nos da sin que tengamos que
pedírselo, y sin pensar mucho en lo que dicen. La Autorrevelación, por otra parte, requiere cierta
reflexión. Su importancia reside en que le facilita el diálogo a la otra persona, que puede participar
en la conversación haciéndose eco de tus comentarios personales e imprimiéndole un sentido
bidireccional. Si tú no revelas ninguna información sobre ti mismo, la conversación empezara a
sonar como las palabras de un fiscal que interroga a un testigo, y la otra persona no tardará en dejar
de compartir información personal.

Con frecuencia, otras personas también son tímidas y se les hace difícil hablar de sí mismos,
así que hará bien en preguntar a un amigo nuevo cosas que no pueda responder simplemente con
monosílabos. Con eso animará al otro a que le dé información más sustanciosa, que le permita
profundizar en la conversación. Practique haciendo preguntas que comiencen con «quien», «qué»,
«dónde», «cuándo» o «por qué».