Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Salmos 19
Los cielos pueden declarar el poder y la gloria de Dios pero no nos declaran Su
voluntad, Su plan y Su promesa de salvación. Dios ha comunicado esas
maravillosas verdades únicamente en su Palabra, la Biblia. David, repentinamente,
cambia de perspectiva y en vez de hablar de la evidencia general del poder
creativo de Dios comienza a hablar de la evidencia específica del deseo de Dios
por tener una relación con su pueblo.
La ley del Señor es perfecta; restaura el alma. El testimonio del Señor es fiel; hace
sabio al ingenuo. Los preceptos del Señor son rectos; alegran el corazón.
El mandamiento del Señor es puro; alumbra los ojos. El temor del Señor es limpio;
permanece para siempre. Los juicios del Señor son verdad; son todos justos. Son
más deseables que el oro; más que mucho oro fino. Son más dulces que la miel
que destila del panal. Además, con ellos es amonestado tu siervo; en guardarlos
hay grande galardón. ¿Quién entenderá los errores? ¡Líbrame de los que me son
ocultos! Asimismo, guarda a tu siervo de los arrogantes;
que ellos no se enseñoreen de mí. Entonces seré íntegro y limpio de gran rebelión.
(Salmo 19:7-13)
Note el cambio que David hace al utilizar la palabra «Señor» en los versículos 7 al
14, a diferencia de la palabra «Dios» que utilizó en los versículos 1 al 6.
En la primera sección del salmo, David utiliza la palabra hebrea «El» la cual es el
título genérico de Dios. Significa: «Dios, poderoso, fortaleza».
Adaptado del libro, Viviendo los Salmos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2013). Con permiso de la
Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc.
Reservados mundialmente todos los derechos.
Salmos 19
David comprimió una gran cantidad de teología en un espacio muy pequeño del
Salmo 19. Desafortunadamente, solo podemos enfatizar algunos aspectos
importantes de estos catorce versículos ya que el tiempo o el espacio no nos
permiten profundizar en cada uno de ellos. Sin embargo, le sugiero que tome el
bosquejo y lo utilice como una guía personal, un estudio individual de este
magnífica composición. Ciertamente es un tesoro de verdad.
Por seis versículos, David mira hacia el cielo. Medita en el vasto universo que
rodea nuestro pequeño globo, esa parte que nosotros llamamos el espacio
exterior.
David celebra el poder y la majestad de Dios, diciendo que Dios utiliza «los cielos»
y «el firmamento» para declarar su grandeza (v. 1). Luego el poeta rey nos
recuerda que esta enunciación es (1) consistente — «día a día… noche a noche»;
(2) silenciosa — «no es un lenguaje de palabras ni se escucha su voz»; y es (3)
universal — «por toda la tierra. . . hasta el extremo del mundo». Según esta
canción, el universo majestuoso de Dios contiene un mensaje. De hecho, es un
anuncio monumental. A pesar de la hora, el lugar o nuestro idioma, si miramos
hacia arriba, podemos «oír» su mensaje.
Pues la ira de Dios se manifiesta desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de
los hombres que con injusticia detienen la verdad. Porque lo que de Dios se
conoce es evidente entre ellos pues Dios hizo que fuese evidente. Porque lo
invisible de él —su eterno poder y deidad— se deja ver desde la creación del
mundo, siendo entendido en las cosas creadas de modo que no tienen
excusa. (Romanos 1:18-20)
¿Comprendió eso? Dios revela «Su eterno poder y deidad» tan claramente de
modo que nadie «tiene excusa». No permita que nadie le diga que Dios se ha
escondido del mundo. Todo ser inteligente vive cada momento que está despierto
bajo el constante recordatorio de la presencia, la soberanía y el poder de Dios. La
incredulidad obstinada hace que la humanidad pase por alto el mensaje
persistente de Dios. Cualquiera que lucha con el misterio de silencio divino, ya sea
mientras se recupera tras un desastre, la pérdida de un ser querido o el dolor de
un divorcio solo necesita mirar hacia arriba. Dios está hablando.
Adaptado del libro, Viviendo los Salmos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2013). Con permiso de la
Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc.
Reservados mundialmente todos los derechos.