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MAcSHANE: Creo que la forma más simple de comenzar

es pedirle a Borges que haga algunos comentarios generales


acerca de la escritura de su propia poesía.

BoRGES: Sí, por qué no. Desde luego, predicar es desa­


consejable. "Esas cosas pasaron, también pasarán éstas", sí,
las cosas corresponden al pasado bastante rápido. Bueno,
creo que voy a empezar por hacer algunas observaciones
muy evidentes y baladíes sobre el tema. Después de todo,
todos nosotros estamos tratando de ser poetas. A pesar
de mis fracasos, yo todavía trato de ser un poeta, y en
cualquier momento habré cumplido setenta y dos años.
Creo que los poetas jóvenes tienden a empezar con lo
que es en realidad lo más difícil: el verso libre. Este es un
grave error. Recurriré a lo que el poeta argentino Leopoldo
Lugones dijo hace ya mucho tiempo, en 1909, en un libro
que sigue siendo revolucionario, el Lunario sentimental.
En el prólogo, Lugones señaló que él estaba ensayando
experimentos en verso, que trataba de inventar nuevos
metros y nuevas combinaciones de los metros, digamos,
antiguos, tales como el verso octosílabo, el verso endeca­
sílabo, el verso alejandrino, y tantos otros. Él sabía que lo
que trataba de hacer era imprudente y muy probablemente
un fracaso, pero quiso recordar a sus lectores que él ya
había demostrado que podía manejar las formas clásicas

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del verso. Agregó que uno no puede empezar por las inno­ resultara ser Walt Whitman, tendrá el ímpetu íntimo, o la
vaciones, pero que en su caso sintió que ya había ganado el urgencia íntima, que lo haga capaz y digno del verso libre,
derecho a experimentar, de modo que él ya había publicado pero no todos tenemos esa suerte.
varios volúmenes de buena poesía, o al menos de tolerable Yo cometí ese error cuando publiqué el primer poemario
verso clásico. Yo creo que esa es una afirmación honesta, mío, Fervor de Buenos Aires, hace ya mucho tiempo, en
pero es meramente un argumento ético. el año 1923. Escribí ese libro en verso libre -había leído
Podría encontrarse un argumento mejor, si fuera nece­ a W hitman, desde luego- porque creí que era más fácil.
sario. Si uno intentara componer un soneto, por ejemplo, Ahora sé que es ciertamente más difícil. Si yo tuviera que
uno cree en la ilusión de que realmente tiene algo delante, escribir algo en el momento, si tuviera que fabricar algo
y eso es el marco del soneto, ya sea que uno elija la forma en apuros, recurriría a una forma convencional, ya que es
italiana o la forma isabelina. Esa forma existe desde antes más fácil para mí. De modo que mi consejo a los poetas
de que uno haya escrito un solo verso. Luego uno tiene que jóvenes es el de empezar por las formas clásicas del verso
descubrir palabras que rimen. Esas palabras limitan lo que y sólo después de eso ensayar posibles innovaciones. Re­
uno esté haciendo y facilitan entonces el trabajo. Ahora, cuerdo una observación de Osear Wilde, una observación
esto no significa que yo prefiera un soneto a una pieza en profética. Él dijo: "Were it not for the sonnet, the set forms
verso libre. Ambas formas me gustan. Si alguien tomara of verse, we should all be at the merey of genius" (cuando
algunas de las mejores páginas de Leaves ofGrass (Hojas de no sea para el soneto, las formas cerradas del verso, todos
hierba) de Walt Whitman y me preguntara si las encuentro habremos de estar a merced de la genialidad). Esto es lo que
o no mejores que un soneto de Shakespeare o Wordsworth está ocurriendo actualmente; al menos esto es lo que está
o Keats o Yeats, yo contestaría que la pregunta no tiene ocurriendo en mi país. Casi todos los días recibo libros de
sentido. No hay necesidad de preferir una forma y des­ versos que me ponen a merced de la genialidad; es decir,
cartar la otra, de modo que se pueden conservar ambas. libros que me parecen bastante sin sentido. Ni siquiera las
Sin embargo, hay una diferencia, y es ésta: si uno trata de metáforas en ellos son discernibles. Se supone que la metá­
componer un soneto, uno ya tiene algo de antemano, y el fora es el contacto momentáneo de dos imágenes, pero en
lector puede anticipar la forma; en cambio, si uno intenta estos libros yo no veo tales contactos. Tengo la impresión
escribir en verso libre, todo depende íntimamente de uno. de que todo ha sido hecho de un modo azaroso, como por
Uno tiene que ser técnicamente mucho más hábil para una especie de computadora desquiciada. ¡Y se espera que
intentar el verso libre que para intentar lo que ustedes yo sienta o disfrute algo! Yo cometí ese error de genialidad
quizá reconozcan como anticuado. Desde luego, si alguno en ese primer libro mío (creo que en el segundo también;

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acaso también en el tercero), y luego descubrí que hay Pero no tengo la sensación de inventarlo; las cosas son
algo realmente mágico e inexplicable en los sonetos. Esta así. Son así, pero están escondidas y mi deber de poeta es
forma, que en sí misma parece ser parcialmente azarosa encontrarlas. Por eso, en el debido momento, si no me he
con sus varios patrones y esquemas de rima -el italiano, estado engañando, me será dada una línea, o quizá alguna
el shakespierano, el spenseriano- es capaz de producir vaga noción -acaso una imagen- de un poema, todavía
muy diversos tipos de poemas. lejano. A veces, apenas puedo descifrarlo; luego esa forma
Lo que digo es que, a la larga, para romper las reglas, borrosa, esa vaga nube, cobra forma, y entonces oigo mi
uno debe conocer las reglas antes. Ahora, todo esto es muy voz interna que me dice algo. Desde el ritmo de lo primero
evidente, pero a pesar de su obviedad, no parece haber que oigo, eso me deja sospechar si voy a escribir un poema
sido comprendido por la mayoría de los jóvenes, para no blanco o un soneto. Esta es una de las formas de hacerlo.
mencionar a los adultos, como es mi caso. En un momento La otra forma, que yo no creo conveniente, es tener el
podemos leer algunos de mis versos, que, para probar que argumento de antemano. El argumento, sin embargo, a
no estoy muy seguro de lo que he estado diciendo, estarán, mí me es dado también. Por ejemplo, hace dos o tres días,
lo temo, en verso libre. Pero yo he vuelto al verso libre de pronto, me di cuenta de que tenía una idea para el ar­
después de haber ensayado otras formas del verso. gumento de un poema. Pero es todavía muy pronto para
Esto nos lleva a otro tema interesante: ¿Por qué a veces mí para hacer nada con él; tiene que esperar el momento
escribo en verso libre y en otras escribo sonetos? Esta oportuno, y a su debido tiempo seguirá su curso. Una vez
es una especie de misterio central: cómo se escriben mis que me he comprometido con dos o tres líneas, conozco
poemas. Puedo estar caminando por la calle o subiendo y la forma general de la totalidad del poema, y sé si será en
bajando las escaleras de la BibliotecaNacional y, de pronto, verso libre o en alguna forma convencional. Todo esto se
siento que algo va a ocurrir. Entonces, trato de situarme reduce a un simple enunciado: la poesía le es dada al poe­
en actitud pasiva. Tengo que estar atento a lo que está ta. El escritor vive, la tarea de ser poeta no se cumple en
por ocurrir. Y luego surge algo, que puede ser un cuento determinado horario. Quien es poeta lo es siempre, y se
o puede ser un poema, ya sea en verso libre o en alguna ve asaltado por la poesía continuamente. Yo no creo que
forma cerrada. Lo importante en este punto es no falsear. un poeta pueda sentarse deliberadamente y escribir. Si lo
Debemos, a fin de no ser ambiciosos, dejar que el Espíritu hiciera, nada que valga la pena puede resultar de eso. Yo
Santo o la musa o el inconsciente -si prefieren la mitología hago lo posible por resistir esa tentación. ¡En ocasiones
moderna- hagan lo suyo con nosotros. Ya que cuando yo me pregunto cómo he llegado a escribir varios poema­
escribo algo, tengo la sensación de que ese algo preexiste. rios! Sin embargo, yo dejo que los poemas insistan, y a

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veces son tan obstinados y tenaces que consiguen abrirse ESTUDIANTE: Con respecto a escribir en formas cerra­
camino conmigo. Es entonces que pienso: si no escribo das, ¿no cree que depende del tipo de poesía con la que
esto, seguirá insistiendo y preocupándome; lo mejor que uno haya crecido? Por ejemplo, yo no puedo imaginarme
puedo hacer es escribirlo. Una vez escrito, sigo el consejo escribiendo sonetos o coplas rimadas.
de Horacio y lo hago a un lado por una semana o diez días. BoRGES: Yo lo lamento mucho. Pero creo que es bastan­
Y luego, por supuesto, descubro que he cometido muchos te raro que usted sienta tan poca curiosidad por el pasado.
errores flagrantes, de modo que los pulo. Luego de tres o Si usted escribe en inglés, usted sigue una tradición. El
cuatro intentos, me doy cuenta de que no puedo hacerlo lenguaje mismo es una tradición. ¿Por qué no seguir esa
mejor y que cualquier otra variación podría arruinarlo. larga e ilustre tradición de sonetistas, por ejemplo? Yo
Es, pues, entonces que lo publico. Ahora, ¿por qué lo encuentro muy extraña la ignorancia de la forma. Después
publico? Alfonso Reyes, el gran escritor mejicano, y en de todo, no hay muchos poetas que escriban en buen verso
ocasiones el máximo poeta mejicano, me dijo: "tenemos libre, pero son muchos los escritores que han domina­
que publicar lo que escribimos porque si no lo hacemos, do las otras formas. Incluso Cummings escribió muchos
probando todas las posibles variaciones, no paramos de buenos sonetos; yo recuerdo algunos de ellos de memo­
modificarlo y no vamos más allá de eso; publicamos para ria. Yo no creo que sea posible descartar todo el pasado.
no pasarnos la vida corrigiendo borradores, para librarnos Si lo hiciera, usted correría el riesgo de descubrir cosas
de un texto". De modo que lo mejor es publicarlo y pasar que ya han sido descubiertas. Yo creo que eso se debe a
a otra cosa. la falta de curiosidad. ¿No siente usted curiosidad por el
Yo sé muy poco de mi propia obra de memoria, por­ pasado? ¿No siente curiosidad por sus compañeros poetas
que no me gusta lo que escribo. De hecho, me encuentro de este siglo? ¿Y del último siglo? ¿Y del siglo dieciocho?
personalmente expresado mucho mejor en la escritura de ¿John Donne no significa nada para usted? ¿O Milton?
otros poetas que en la mía propia, ya que conozco todos Realmente, yo no puedo ni siquiera empezar a contestar
mis errores; conozco todas las fisuras y todos los rellenos, esa pregunta suya.
sé que una línea particular es débil, y así. Yo leo a otros
EsTUDIANTE: Uno puede leer a los poetas del pasado e
poetas de manera diferente; no los examino muy de cerca.
interpretar lo aprendido en el verso libre.
Y ahora, antes de que leamos uno de los poemas míos,
¿hay alguna pregunta? Yo soy sumamente agradecido de BoRGES: Lo que yo no consigo entender es por qué uno
las preguntas, y quizá agregue que no me gusta la confor­ debería empezar por tratar de hacer algo que es tan difícil,
midad. Me gusta que me corrijan. como lo es el verso libre.

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ESTUDIANTE: Pero yo no lo encuentro difícil. cosa como la prosa; toda vez que uno se preocupa por el
estilo, hay versificación). Esto iría con lo que dijo Steven­
BoRGES: Bueno, yo no conozco su escritura, de modo
son: "The difference between verse and prose líes in the
que en realidad no puedo juzgarlo. Acaso escribir sea fácil
fact that when you are reading you expect something, and
y leer sea difícil. Sin embargo, yo diría que, en la mayoría
you get it" (la diferencia entre el verso y la prosa reside
de los casos, eso tiene algo que ver con la haraganería. Hay,
en el hecho de que cuando uno está leyendo -él se refe­
desde luego, excepciones, tales como Whitman, Sandburg,
ría a las formas clásicas del verso- uno espera algo, y lo
Edgar Lee Masters. Yo pienso que un argumento en favor
obtiene). Pero también dijo de la prosa que una frase tiene
del verso libre es que el lector sabe que no se espera de él
que terminar de manera inesperada y grata a la vez, y eso
que obtenga ninguna información del poema o que sea
es, muchas veces, bastante difícil. En cambio, Monsieur
persuadido de algo, a diferencia de una página de prosa,
Jourdain dijo que pasó su vida hablando en prosa sin sa­
que puede pertenecer a lo que De Quincey llamó la "lite­
berlo, y estaba equivocado. Uno no habla en prosa, uno
ratura de conocimiento" y no a la "literatura de poder".
trata de hacerse entender. Si yo quisiera escribir ahora lo
El lector espera emocionarse con el verso libre, sentirse que he dicho, estaría tratando de prosificar, y tendría, sin
elevado y revivido, sentirse conmovido por las emociones. duda, diversos problemas que resolver.
Quiero decir que en el verso libre hay algo que lo afecta­ Todo esto, en suma, significa que la diferencia entre,
rá físicamente. Incluso cuando no fuera muy eufónico, y digamos, un soneto de Keats y una página en verso libre
generalmente no lo es, el lector conoce aún el ánimo que de Whitman radica en el hecho de que en el caso del soneto
el poeta quiere que tenga cuando lea el poema. la estructura es evidente -de modo que es más fácil de
ESTUDIANTE: Yo pienso que es difícil relacionarse con hacer- mientras que si uno trata de escribir algo como
formas antiguas y frecuentemente desconocidas. ¿Cree us­ "Children of Adam" ("Los hijos de Adán" ) o "Song of
ted que es posible crear nuevas formas en las que escribir? Myself" ("Canto a mí mismo" ), uno tiene que inventarse su
propia estructura. Sin estructura, el poema sería informe,
BoRGES: Bueno, supongo que teóricamente puede ser y yo no creo que un poema pueda permitirse eso.
posible. Pero lo que en realidad quería decir, y no lo he Pasemos, pues, a un poema ahora. Quizá debamos em­
dicho todavía, es que siempre hay una estructura, y empe­ pezar con "Junio 1968". Es un poema autobiográfico, al
zar con una estructura evidente es ciertamente más fácil. menos yo pensé que lo era. Me sentía feliz cuando lo escri­
Tiene que haber una estructura. Creo que Mallarmé dijo: bí, pero quizá no me sentía tan feliz como creía. Mi amigo
"En vérité, il n'y a pas de prose. Toutes les fois qu'il y a Norman Thomas di Giovanni leerá el poema, y podemos
effort au style, il y a versification" (en realidad, no hay tal detenernos para discutirlo en diferentes puntos.

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Junio 1968 Dr GrovANNI: En la tarde de oro
o en una serenidad cuyo símbolo
En 1a tarde de oro
o en una serenidad cuyo símbolo podría ser la tarde de oro
podría ser la tarde de oro, BoRGES: Todo el asunto del poema es esa rara feli­
el hombre dispone los libros cidad que sentí, ,aunque estaba ciego, de regresar a mis
en los anaqueles que aguardan
libros y disponerlos en los anaqueles. Me sentí bastante
y siente el pergamino, el cuero, la tela
lúcido cuando lo hice. El hecho de que el hombre (que
y el agrado que dan
soy yo) sea ciego está sugerido a lo largo de todo el
la previsión de un hábito
y el establecimiento de un orden. poema.
Stevenson y el otro escocés, Andrew Lang, Dr GrovANNI: Puedo recordarle que ese episodio tuvo
reanudarán aquí, de manera mágica, lugar justo después de que regresara de pasar un año en
la lenta discusión que interrumpieron
Harvard, usted se estaba mudando a un departamento nue­
los mares y la muerte
vo. Regresar a sus libros después de una larga ausencia fue
y a Reyes no le desagradará ciertamente
tanto más placentero.
la cercanía de Virgilio.
(Ordenar bibliotecas es ejercer, BoRGES: Naturalmente, yo había regresado hacía poco
de un modo silencioso y modesto, tiempo a Buenos Aires. Yo estaba tocando esos libros otra
el arte de la crítica.) vez; estaba sintiéndolos, aunque ya no podía leerlos.
El hombre, que está ciego,
sabe que ya no podrá descifrar Dr GrovANNI: En la tarde de oro
los hermosos volúmenes que maneja o en una serenidad cuyo símbolo
y que no le ayudarán a escribir podría ser la tarde de oro
el libro que lo justificará ante los otros,
pero en la tarde que es acaso de oro BoRGES: Ahí es donde se sugiere la ceguera. Yo no sé
sonríe ante el curioso destino si la tarde era dorada, de modo que no podía verla. Estoy
y siente esa felicidad peculiar insinuando la ceguera. La felicidad y la ceguera son los
de las viejas cosas queridas. temas centrales del poema. Vean, es "en una serenidad
cuyo símbolo/ podría ser la tarde de oro". Tanto es así que
el tiempo pudo haber estado sombrío.
D1 GIOVANNI: el hombre dispone los libros él en un libro llamado Adventures Among Books (Aventu­
en los anaqueles que aguardan ras entre libros). Ellos fueron leales amigos y supongo que
y siente el pergamino, el cuero, la tela compartieron muchas buenas discusiones literarias. Estos
son dos hombres por quienes siento un afecto personal,
BoRGES: Aquí, otra vez, el lector recibe la sugerencia de como si los hubiera conocido. Si yo tuviera que hacer una
que el hombre está ciego. Sin embargo, no la recibe de una lista de amigos, yo incluiría no sólo a mis amigos persona­
manera muy evidente. Nada se dice sobre los textos o la les, a mis amigos físicos, también incluiría a Stevenson y a
tipografía de los libros. Él está disfrutando de los libros, Andrew Lang. Aunque ellos quizá no habrían aprobado
no con sus ojos sino con sus dedos. mi trabajo, creo que les habría gustado la idea de que un
D1 GmvANNI: y el agrado que dan mero sudamericano, separado de ellos por el tiempo y el
la previsión de un hábito espacio, los admirara por sus obras.
y el establecimiento de un orden. D1 GmvANNI: y a Reyes no le desagradará ciertamente
BoRGES: Mientras disponía esos libros en los anaqueles, la cercanía de Virgilio.
sabía que recordaría dónde los había dispuesto, de modo BoRGES: He mencionado a Alfonso Reyes porque él fue
que ese día perduraría felizmente por mucho tiempo. Tam­ uno de los mejores amigos que tuve. Cuando yo era sólo un
bién está involucrada aquí la idea de que eso era sólo un joven muchacho en Buenos Aires, cuando no era nadie en
principio, la idea de que lo que estaba haciendo en ese mo­ particular salvo el hijo de Leonorcita Acevedo o el nieto del
mento continuaría y administraría un posible o, incluso, Coronel Borges, Reyes intuyó, de algún modo, que yo sería
verosímil futuro. un poeta. Recordemos que él era bastante famoso; había
renovado la prosa en castellano y era un muy buen escritor.
D1 GmvANNI: Stevenson y el otro escocés, Andrew Lang
Recuerdo que yo solía mandarle mis manuscritos, y él leía
BoRGES: Ellos son dos de mis escritores favoritos, y no lo que yacía en la superficie del manuscrito sino lo que
amigos. yo había intentado hacer. Luego, él le decía a la gente: qué
buen poema ha escrito este joven muchacho Borges. Pero
D1 GIOVANNI: reanudarán aquí, de manera mágica,
al examinar el poema, ya lejos del mágico poder de Reyes,
la lenta discusión que interrumpieron
ellos no veían otra cosa que la mera torpeza de mis ensayos
los mares y la muerte
de versificación. Reyes, yo no sé cómo, adivinaba lo que
BoRGES: Porque Stevenson murió antes que Andrew yo me había propuesto hacer y lo que mi inexperiencia
Lang. Andrew Lang escribió un muy buen artículo sobre literaria me había impedido hacer.
Incluí a Virgilio ya que, para mí, Virgilio representa ferente. Uno tiene que ir administrando la información a
la poesía. Chesterton, que era un hombre muy ingenioso medida que avanza.
y muy sabio, dijo de alguien quien había sido acusado
Di GIOVANNI: sabe que ya no podrá descifrar
de imitar a Virgilio que tener una deuda con Virgilio es
los hermosos volúmenes que maneja
como tener una deuda con la naturaleza. No es un caso de
y que no le ayudarán a escribir
plagio. Virgilio está aquí para todos los tiempos. Tanto es
el libro que lo justificará ante los otros
así que si tomáramos una línea de Virgilio, bien podría­
mos decir que tomamos una línea de la luna o del cielo o BoRGES: En aquel tiempo, tenía muchos planes para es­
de los árboles. Y yo, desde luego, sabía que a Reyes, en cribir libros. Tenía la esperanza de poder escribir un libro
su propio paraíso secreto, le habría gustado encontrarse sobre la poesía del inglés antiguo y, quizá, una novela o
cerca de Virgilio. En fin, pienso que ordenar libros en una un libro de cuentos. Al mismo tiempo, dudaba si sería de
biblioteca -de un modo silencioso y modesto- es una hecho capaz de hacerlo. De cualquier modo, esos libros
forma de la crítica literaria. estaban ahí amistosamente, eran una forma de amistoso
aliento.
Di GIOVANNI: Esas son las próximas tres líneas, Borges.
(Ordenar bibliotecas es ejercer, D1 GIOVANNI: Pero usted ya ha escrito dos libros desde
de un modo silencioso y modesto, que escribió este poema.
el arte de la crítica.) BoRGES: Y bueno, qué vamos a hacer. Debo disculparme
BoRGES: Sí, soy bastante incapaz de invención. Y debo con ustedes. No puedo evitar escribir: ¡es un mal hábito!
recurrir a ese escritor menor sudamericano, Borges. Tengo una anécdota que puedo contarles, ya que, después
de todo, no les estoy hablando a todos ustedes -eso es una
Di GmvANNI: El hombre, que está ciego
abstracción- sino a cada uno de ustedes, en confidencia.
BoRGES: Ahora vemos el hecho de que el hombre está Pues bien, recuerdo que una vez yo le estaba hablando a
ciego. Podríamos llamar a esa la frase clave, el hecho cen­ un antiguo amor mío. Ella había sido la mujer más her­
tral: la idea de felicidad en la ceguera. Lo digo de manera mosa de Buenos Aires. Yo he estado enamorado de ella,
no premeditada. No digo "el hombre es ciego", porque pero ella nunca me hizo caso. La primera vez que me vio,
ese sería un enunciado algo amplio, sería muy afirmativo. ella hizo un gesto, cuyo significado es éste: "¡No, no me
Digo, en cambio, "El hombre, quien, dicho sea de paso, proponga casamiento, no!". Pero después de que todo eso
es ciego", y eso lo hace, creo, más eficaz. Es una voz di- terminara, hemos tenido una especie de broma fija entre

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nosotros. Una vez le dije: "Bueno, nos conocemos hace el lector casual los dos poemas no sean el mismo. Pero yo
tanto tiempo, y aquí estamos los dos..." y yo estaba, desde sé que lo son; les doy mi palabra de honor.
luego, a punto de ponerme sentimental. Entonces ella me
dijo (ella era irlandesa-noruega): "No, yo soy sólo un mal
hábito". Y yo tengo ese mal hábito de escribir. No logro El guardián de los libros
detenerme. Ahí están los jardines, los templos, y la justificación de los
templos,
Dr GrovANNI: pero en la tarde que es acaso de oro
la recta música y las rectas palabras,
BoRGEs: Otro recordatorio de su ceguera. los sesenta y cuatro hexagramas,
los ritos que son la única sabiduría
Dr GrovANNI: sonríe ante el curioso destino que otorga el Firmamento a los hombres,
y siente esa felicidad peculiar el decoro de aquel emperador
cuya serenidad fue reflejada por el mundo, su espejo,
BoRGEs: Porque ser ciego y que la posesión de los libros
de suerte que los campos daban sus frutos
le deparara placer es un destino peculiar. Además, yo ha­
y los torrentes respetaban sus márgenes,
bía tomado un nuevo hogar, y anhelaba diversas formas
el unicornio herido que regresa para marcar el fin,
de felicidad. las secretas leyes eternas,
Dr GrovANNI: de las viejas cosas queridas. el concierto del orbe;
esas cosas o su memoria están en los libros
BoRGES: El poema es en su totalidad autobiográfico. que custodio en la torre.
Pensé, entonces, que algo más podía intentarse basándo­
Los tártaros vinieron del Norte
me en esa misma experiencia. Pero cuando lo intenté por
en crinados potros pequeños;
segunda vez, dije: "Seré más inventivo y me olvidaré de
aniquilaron los ejércitos
mí mismo; escribiré una especie de historia fabulosa o una
que el Hijo del Cielo mandó para castigar su impiedad,
parábola, quizá kafkiana". Yo era muy ambicioso, y acaso erigieron pirámides de fuego y cortaron gargantas,
todavía lo sea. De cualquier modo, finalmente terminé mataron al perverso y al justo,
escribiendo un fingido poema chino. Uno reconoce que mataron al esclavo encadenado que vigila la puerta,
es chino por la cantidad de detalles. Sin embargo, el poe­ usaron y olvidaron a las mujeres
ma es de hecho una forma de transmutación. Es la misma y siguieron al Sur,
experiencia que "Junio 1968", transfigurada. Quizá para inocentes como animales de presa,

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crueles como cuchillos. BoRGES: Los jardines y los templos nos hacen pensar
En el alba dudosa en algo pagano y antiguo.
el padre de mi padre salvó los libros.
Aquí están en la torre donde yazgo, D1 GIOVANNI: la recta música y las rectas palabras,
recordando los días que fueron de otros, los sesenta y cuatro hexagramas
los ajenos y antiguos.
BoRGES: Ahí estaba pensando en el / Ching, o libro de
En mis ojos no hay días. Los anaqueles las mutaciones chino, y en los sesenta y cuatro hexagramas,
están muy altos y no los alcanzan mis años. que están compuestos de sesenta y cuatro líneas enteras o
Leguas de polvo y sueño cercan la torre. partidas, combinadas de los sesenta y cuatro modos po­
¿A qué engañarme? sibles.
La verdad es que nunca he sabido leer,
pero me consuelo pensando D1 G10vANN1: los ritos que son la única sabiduría
que lo imaginado y lo pasado ya son lo mismo que otorga el Firmamento a los hombres
para un hombre que ha sido
y que contempla lo que fue la ciudad BoRGES: Ahí estaba haciendo lo posible por ser chino.
y ahora vuelve a ser el desierto. Tenemos hexagramas, ritos y un Firmamento. Yo estaba
¿Qué me impide soñar que alguna vez tratando de ser tan chino como debería serlo un buen es­
descifré la sabiduría tudiante de Arthur Waley.
y dibujé con aplicada mano los símbolos?
Mi nombre es Hsiang. Soy el que custodia los libros, D1 GIOVANNI: el decoro de aquel emperador
que acaso son los últimos, cuya serenidad fue reflejada por el mundo, su espejo
porque nada sabemos del Imperio
BoRGES: Eso fue plagiado de Confucio, y vertido al
y del Hijo del Cielo.
castellano, desde luego.
Ahí están en los altos anaqueles,
cercanos y lejanos a un tiempo, D1 GmvANNI: de suerte que los campos daban sus frutos
secretos y visibles como los astros. y los torrentes respetaban sus márgenes,
Ahí están los jardines, los templos. el unicornio herido. . .
BoRGES: Eso se refiere a alguna biografía o leyenda de
D1 G1ovANN1: Ahí están los jardines, los templos, y Confucio. Parece que cuando su madre estaba a punto de
la justificación de los templos dar a luz apareció un unicornio -yo v i un retrato de ese

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unicornio - y un río empezó desde el cuerno. El tiempo DI GIOVANNI: aniquilaron los ejércitos
pasó, el unicorn io regresó y Conf ucio supo entonces que que el Hijo del Cielo mandó para castigar su impiedad
su vida había terminado. También nos recuerda a Mark
BoRGES: Aquí estaba tratando de que el lector sintiera
Twain y al cometa Halley. De modo que éstas son dos co­
pena por el H ijo del Cielo, quien env ía ejércitos para cas­
sas maravillosas que aparecen y desaparecen a un tiempo:
tigar a estos mongoles pero es, en cambio, vencido.
el unicorn io y Confucio, el cometa y Mark Twain.
DI GIOVANNI: erigieron pirámides de fuego y cortaron
D1 G10vANN1: . . . que regresa para marcar el fin
gargantas
B oRGES: "Que regresa para marcar el f in" puede ser
BoRGES: Tengo que d isculparme con ustedes por las
muy contemporáneo. Cuando uno llega a mi edad tiende
a pensar que el campo se está desmoronando. De hecho, el gargantas cortadas. Estaba meramente siendo argentino;
campo está siempre desmoronándose, y, de algún modo, sí, tengo esa costumbre. De hecho, uno de mis antepasados
siempre se salva. fue degollado. Se lo hicieron muy diestramente y muy rápi­
do. Yo creo que es ciertamente mejor que la silla eléctrica.
D1 G10VA N N I :las secretas leyes eternas,
el concierto del orbe DI GIOVANNI: mataron al perverso y al justo,
mataron al esclavo encadenado que vigila la puerta
BoRGES: Eso es ser chino y profético, yo supongo.
BoRGEs: Parece que eso era una costumbre en las na-
D1 G10VANNI: esas cosas o su memoria están en los libros
ciones de Oriente. Hay algo en Chuang Tzu acerca de un
que custodio en la torre. vigilante encadenado a una puerta. Y luego en Salammbó
BoRGES: Aquí regreso al primer poema mío disfrazado de Flaubert, cuando Hannibal entra a ver sus tesoros, hay
de chino. también ahí un esclavo encadenado.

Los tártaros vinieron del Norte


D1 G10VA N N I : D1 G10VANNI: usaron y olvidaron a las mujeres
en crinados potros pequeños y siguieron al Sur,
inocentes como animales de presa,
B oRGES: Los potros tenían que ser pequeños, porque
crueles como cuchillos.
si hubiera dicho "en cr inados potros altos" hubiera sido
muy grandilocuente. Los mantuve de poca alzada para B oRGEs: Sí, los imagino más como lobos que como
estar en lo seguro. hombres.

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D1 GIOVANNI: En el alba dudosa paso a algo todavía peor, paso al hecho de que es iletrado
el padre de mi padre salvó los libros. y que nunca ha sabido leer. Su destino, en un sentido, era
Aquí están en la torre donde yazgo, 0 es -no sé que palabra debería usar, de modo que todo

recordando los días que fueron de otros, esto es imag inario - peor que el mío. Yo, al menos, he
los ajenos y antiguos. leído a Stevenson; él, en cambio, no pudo leer sus libros
de sabiduría.
B oRGES: Tenía que ser una torre, ya que verosímilmente
podía permanecer erguida después de que el resto de la D1 GIOVANNI: para un hombre que ha sido
aldea fuera desbastada. De lo alto de la torre él hubiera y que contempla lo que fue la ciudad
podido ver muchas cosas. Y ahora me avengo al hecho de y ahora vuelve a ser el desierto.
que él no podía ver.
B oRGES : Él supo esto, aunque en realidad no la haya
D1 G1ovANNI: En mis ojos no hay días. Los anaqueles visto.
B oRGES: Como ven, estuvo mintiendo desde el prin­ D1 G1ovAN N I: ¿ Qué me impide soñar que alguna vez
c1p10. descifré la sabiduría
y dibujé con aplicada mano los símbolos?
D1 G1ovANNI: están muy altos y no los alcanzan
Mi nombre es Hsiang.
mis años.
Leguas de polvo y sueño cercan la torre. BoRGES: Tomé el nombre de Chuang Tzu, pero no tengo
idea de cómo se pronuncia.
BoRGES: Originalmente, escribí ese verso -"leguas de
polvo y sueño" - en la estancia de Alicia Jurado. Ella des­ D1 GmvANNI: Soy el que custodia los libros,
pués lo usó como título de un libro suyo. que acaso son los últimos,
porque nada sabemos del Imperio
D1 GIOVANNI: ¿A qué engañarme?
y del Hijo del Cielo.
La verdad es que nunca he sabido leer,
pero me consuelo pensando B oRGES : Aquí, otra vez, la idea de la civilización que
que lo imaginado y lo pasado ya son lo mismo declina.
B oRGES: Ahí estoy, para ser anticuado, enumerando Dr GrovANNI: Ahí están en los altos anaqueles,
agonías. Hablo del hombre como si fuera ciego, como si cercanos y lejanos a un tiempo,
hubiera perdido la capacidad de leer los l ibros, y luego secretos y visibles como los astros.

94 95
BoRGES: Otra vez, me estoy refi riendo a la secreta pre­ tip o de cosas en la Edad Media, con el latín, por ejemplo.
sencia de los libros que encontramos también en el pri mer Podemos explorar el caso de Eliot. N o estoy seguro de
poema. Este segundo poema puede pensarse como una que Eliot -un prosista ejemplar- sea un poeta mayor,
especie de fábula o de paráb ola; sin embargo, todavía estoy pero estoy bastante seguro de que sus poemas en francés
escribi endo a parti r de mi experiencia personal. son bastante flojos. Recuerdo otro caso, y es éste: cuando
D1 GIOVANNI: Y la última línea: Rub én Darío, que tenía un conocimiento muy refinado
Ahí están los jardines, los templos. y sensible del francés, intentó versificar en francés, el re­
sultado fue por debajo de lo desdeñable. G eorge Moore
BoRGES: Para sorpresa mía, me parece un poema b as­ pensó que era un buen catedrático del francés; yo no creo
tante bueno, aunque yo lo haya escrito. Me pregunto qué que lo fuera, y sus versos en francés no figuran en nin­
piensan ustedes. guna parte. Son una suerte de broma, b ueno, no diría
ESTUDIANTE: ¿Todavía puede ver jardi nes y templos una broma, pero una afección literaria b astante torpe.
desde adentro de la torre? Milton, por lo demás, fue un gran poeta inglés, pero yo
considero lo que escribió en italiano como meros ejerci­
BoRGES: No, no puede. Todo el pueblo ha sido devas­ cios de versificación.
tado. La idea es que dentro de los libros todavía puede
encontrarse un orden perdido, ese orden es la civili zación. ESTUDIANTE: Me pregunto si tiene algo para decir acer­
En este poema, pi enso en la civilización como si hubiera ca de la influencia del surrealismo en los poetas más jóve­
sido destruida por los mongoles. Y aun así, el orden -esa nes en América.
civilización asi áti ca donde ocurrió todo, digamos, un si ­ BoRGES: Yo sé muy poco sobre surrealismo, pero he
glo atrás o más- todavía está ahí en los libros, salvo que sido un asiduo lector de los expresionistas alemanes, que
nadi e puede descifrarla, ya que este hombre es el úni co escribieron antes que los surrealistas. He intentado tra­
sobreviviente, y él está ci ego. ducciones de poetas como Wilhelm Klemm, Johannes
EsTUDIANTE: ¿Cree usted que sea posible escribir poesía Becher y August Stramm; los poetas que escribieron en
mayor en más de una lengua? la revista pacifista Die Aktion. Pero, desde luego, no ha
podido hacerse. La b elleza de esos poemas depende de
BoRGES: Me pregunto si se habrá hecho. Yo pi enso las palabras compuestas, y eso no puede hacerse en cas­
que ya es muy difícil escribi r poesía mayor en una sola tellano. El resultado fue un miserable fracaso. Lo mismo
lengua, aunque qui zá hub o qui enes pudi eron hacer ese ocurre, en otro idioma, cuando se lo traduce aJoyce. Pero

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para volver a la pregunta, supongo que cuando usted se luego, la frase "sedulous ape" ya es prueba de la origina­
refiere al surrealismo, usted está pensando en un tipo lidad de Stevenson. Yo no creo que Hazlitt hubiera usado
de poesía que va, acaso, más allá de la realidad. ¿Está la expresión "sedulous ape".
usted al tanto de que se han hecho intentos anteriores a D1 GIOVANNI: ¿Borges, quiere decir algo acerca de cómo
los surrealistas, y que algunos de ellos son ciertamente escribe usted los poemas? Los poemas que acabamos de
mejores? A/ice in Wonderland (Alicia en el país de las leer fueron originalmente dictados en español. ¿Cuánto
maravillas) y Through the Looking Glass (A través del tiempo elabora un poema en su cabeza antes de comenzar
espejo) son ejemplos de ello. También hay algunos versos a dictarlo? ¿Qué es lo que evalúa?
en los poemas de Yeats. Y uno es éste: "That dolphin­
torn, that gong-tormented sea" (ese delfín-rasgado, ese BoRGES: Naturalmente, hago borradores mentales que
gong-atormentado mar). Él no está pensando en ningún voy probando. Yo leí en Something of Myself (Algo de mí
mar de la geografía ni de la imaginación, ni siquiera de mismo) de Kipling que él probaba cada línea y que sólo
la tierra de los sueños. Yeats muchas veces crea nuevos cuando las había purificado de errores, las escribía. Yo
objetos, y eso -si funciona- es legítimo. Desde el punto hago lo mismo. Mis primeros borradores los hago siempre
de vista teórico, todos los experimentos deberían ensa­ caminando por la calle, como ya he dicho antes. Cuando
yarse y todo es posible. Los primeros comentarios míos me doy cuenta de que estoy por olvidarlo, dicto lo que
se refieren meramente al hecho de que quizá sea más fácil tenga. Si no lo hago, me veo obstaculizado por el hecho
usar las formas convencionales que tratar de inventar de tener que retenerlo en la memoria. Luego continúo,
nuevas; y que, en cualquier caso, es más seguro saber puliendo y repuliendo.
todo sobre tales formas que empezar por romper las re­ MAcSHANE: Me gustaría saber sobre la próxima etapa.
glas. Todo joven poeta se siente un Adán que nombra las ¿Cómo revisa las líneas que ha dictado?
cosas. Pero lo cierto es que un poeta no es Adán y que
D1 GIOVANNI: Borges a mí no me dicta en español.
tiene una larga tradición detrás de él. Esa tradición es el
lenguaje en el que escribe y la literatura que ha leído. Yo BoRGES: Una de las razones por las que no lo hago -y
creo que es más prudente para un joven escritor demo­ aquí puedo decirlo a salvo- es que tengo una secretaria
rar la invención y la irreverencia por un tiempo y tratar muy eficiente -eficiente en el sentido de que ella es com­
meramente de escribir como algún buen escritor a quien pletamente necia. Supongamos, por ejemplo, que en vez de
admire. Stevenson dijo que él empezó encarnando un decir "yo soy", cometí el error de decir "yo es". Ella escri­
"sedulous ape" (un remedo diligente) de Hazlitt. Desde biría eso último. Y mi amigo di Giovanni puede atestiguar

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tengo una idea. �Por ,�ué
el hecho de que leyendo manuscritos míos se encuentra cernos las traducciones. Borges, .
a menudo y bastante de golpe con las palabras "coma" o no probamos ese poe
ma nuevo titulado "El centinela
"punto y coma". P�ro me siento bastante seguro con ella
BoRGES: Sí, por qué no.
y no puedo engañarme. Ella es una mujer muy agradable
y me tiene mucho cariño, lo que hace que todo sea más
fácil. En cambi o, cuando trato de dictarle a mi madre, El centinela
s á.
todo es bastante más difícil. Ella dice, "¡No, esto no va! " Entra la luz y me. recuerdo; ahí e t .
i me u m b re, q ue e s (ya s e e ntie nde)
o "¡Cómo pudiste escribir eso! ". Esa aguda anciana tiene Empieza por dec r s no

apenas noventa y cinco años. el mío. .


ado má s de s iete vece
Vuelvo a la e sclavitud que ha dur
s

Dr G10VANNI: Y hay otra razón: yo no puedo tomar


diez años .
Me impone su memon a.
dictado y hacer también el otro trabajo que debo hacer,
. .,
e i de c ad a día, l a condicion
hu�ana .
así que tiene que haber esta división del trabajo. Me imp one las mi s r as
a a que le lave _los e .
Soy su viej o enfermero; me oblig r�
BoRGES: ¿Por qué dice que no puede tomar dictado? b a, en los cnsta e s e
Me acecha en los espej os, en la cao
D1 GIOVANNI: Porque mientras usted está dictando en las tie nd as . .
z ado y debo comp art ir
su
la mañana, yo estoy en mi casa preparando el trabajo que Una u otra mu je r lo h a r ech a

haremos juntos esa misma tarde. congo¡ a .


me gusta . .,
Me dicta ahora este poema, que no
e diz je del terc nglosa¡ on .
BoRGE S: Por supuesto, el error es mío. Él prepara todo Me exige el nebuloso ap r n a ��
,
'd 1 cu to id átri c o de militare s mue rtos
durante la mañana y luego traducimos juntos durante la Me h a conver tl o a l ol
iar u na sola . P 1 b .
con los que acaso no podr ía camb
ª a ra
tarde. Bueno, él es quien hace todo el trabajo en realidad.
sie nto que e stá a mi la
do .
E n el último tramo de la escalera
D1 GIOVANNI: Pero ocasionalmente, en viajes, cuando
Está en mis pasos, en mi vo z.
Minuciosamente lo o dio .
esa maravi llosa mujer no está con nosotros, sí le tomo
ve.
Advierto con fruición que casi no
dictado. Yo estoy a mitad de camino entre esa mujer y
nfinit o muro se e s tre_
cha .
la madre: yo escribo los puntos y comas como puntos y E stoy en u na celda circular y el i
, pero los dos me t os . im
Ninguno de los dos engaña al otro
n
comas, y no lo critico directamente.
ep arab�e hermano .
Nos conocemos demasiado, ins
BoRGES: Mi madre es muy crítica de mi trabajo. s mi p an . ,
Bebes el agua de mi copa y devora .
e á bie r , pe los te ologos afirma n
La puert a del suicid t a s a t a ro
D1 GmvANNI: Yo hago todas mis críticas cuando ha-
IOI
100
que en la sombra ulterior del otro reino, estaré yo, cuando dormimos- y ser meramente el señor Borges en
esp erándome. Nueva York.
En fin, querría hacer una observación final. A lo largo
del poema, hay siempre una suerte de alternancia entre el
BoRGES: Bueno, eso es todo.
hecho de que soy dos y el hecho de que soy uno. Por ejem­
D1 GmvANNI: ¿Quiere hablar sobre la otra pieza auto­ plo, en ocasiones hablo de "él", y luego, en otros momen­
biográfica? tos en el poema, estoy bastante solo, rodeado y encerrado
BoRGES: Escri bí otra pieza autobiográfica tit ulada por un i li mitado mundo circular. Y luego, al final, me
"B orges y yo", y esos d os poemas son aparentemente e1 encuentro conmigo mismo. Está siempre esta idea de la
mismo. Sin embargo, hay algunas diferencias. Y son és­ personalidad dividida. En ocasiones recurro a la metáfora
t as: en "Borges y yo" me preocupa la divisi ón entre el del otro, del "centinela"; en otras, él me está esperando en
hombre privado y el· hombre público. En "El centinela" lo alto de las escaleras, y luego, en el verso siguiente, él está
me interesa la sensación que tengo cada mañana cuando dentro de mí, él es mi voz o está en mi rostro. Esta espe­
me despierto y descubro que soy Borges. Lo primero que cie de juego se mantiene hasta el final. Luego digo que la
hago es pensar en mis muchas preocupaciones. Antes de puerta del suicidio está abierta -Stevenson escribió sobre
despertarme, no era nadie o, acaso, todos y todo -sa­ la puerta abierta del suicidio en una de las novelas de él,
bemos tan poco sobre el sueño-; pero al despertar, me y eso lo usó también Asturias-, pero suicidarse es inútil.
siento acalambrado, y tengo que regresar al pesado trabajo Si soy inmortal, el suicidio no tiene caso.
de ser Borges. De modo que éste es un contraste de dis­ D1 G1ovANNI: ¿Quiere hacer algún comentario sobre el
tinto tipo. Tiene que ver con algo muy profundo dentro cambio que hizo en la última línea respecto de la versión
de mí: el hecho de que me siento consternado por ser un origi nal?
individuo particular, viviendo en una ciudad particular,
en un tiempo particular, y así. Esto podría pensarse como BoRGES: Al principio, escribí ". . . estarás ahí, esperándo­
una variación del tema dejekyll y Hyde. Stevenson pensó me". Luego pensé que sería ciertamente más eficaz decir:
en la división en térmi nos éticos, pero aquí la divisi ón "estaré yo, esperándome". Refuerza la idea, como lo creían
es difícilmente ética. Está entre la elevada y sucinta idea los escoceses, de la búsqueda, de un hombre viéndose a sí
de ser todas las cosas o nada en particular y el hecho de mismo. Creo que en la superstición judía la idea era que
haberse convertido en un solo hombre. Es la diferencia si un hombre se encontraba consigo mismo -su Doppel­
entre el pant eísmo - por lo que sabemos, somos Dios ganger, como lo llaman los alemanes-, ese hombre vería

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a Dios. En la similar superstición escocesa, la idea es que
si uno se encuentra consigo mismo, se encuentra con su
yo real, y este otro yo vendrá a buscarlo para Ilevárselo.
Es por eso que en escocés "Doppelganger" se dice " fetch"
(buscar y traer). Creo que podemos encontrar algo como
eso en la religión egipcia, donde el doble se llama el " ka", Tercera Parte
pero yo soy bastante inseguro sobre mitología egipcia.
TRADUCCIÓN


Di GmvANNI: Me gustaría decir una cosa más acerca
de esa última línea. El poema fue impreso y publicado en
su primera versión. La idea nueva se le ocurrió a Borges
cuando trabajábamos en la traducción del poema, así que
cambiamos esa línea en la versión en inglés. Antes de que
el poema salga . . .
BoRGES: O se escape . . .
D1 GmvANNI: . . . en formato libro en español, hare­
mos, pues, otra lectura, y luego Borges puede decidir qué
versión prefiere.
BoRGES: Sí, y ya he decidido: " . . . estaré yo, esperán­
dome".

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