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FACULTAD DE INGENIERÍA
PROGRAMA DE INGENIERÍA ELECTRÓNICA
INTRODUCCIÓN
La Física del estado sólido es una de las partes más importantes de la ciencia moderna. Gracias a los
éxitos alcanzados por la física del solido han sido posibles los grandes adelantos en la electrónica
cuántica, en la física de los semiconductores, en la física de las nanoestructuras, y en general en la
física de la creación de materiales con propiedades únicas, los cuales han sido determinantes en el
progreso de la nanotecnología.
La física del estado sólido es la ciencia de la estructura y propiedades de los sólidos así como también
de los fenómenos que en ellos ocurren. Las presentes notas introductorias tiene como objeto servir de
apoyo o de guía para que los estudiantes de Ingeniería Electrónica de la Universidad del Magdalena,
tengan una noción de las ideas generales sobre la estructura de los cristales y de las sustancias amorfas,
los métodos de investigación de la estructura de los sólidos y sus diversas propiedades: mecánicas,
térmicas, magnéticas, ópticas, etc.
Este documento ha sido elaborado tratando de que contenga los tópicos básicos que se pueden
encontrar en cualquier texto sobre nociones clásica de la materia condensada, dándole una orientación
acorde en primer lugar, con la naturaleza del estudiante, que es un estudiante de ingeniería y no de
Ciencias puras, y en segundo lugar teniendo presente las necesidades actuales, para un ingeniero
electrónico, de manejar con rigor científico conocimientos y experiencias derivadas de la física del
estado sólido, los cuales son indispensables en la investigación y la innovación tecnológica.
CONTENIDO
1.1 Red cristalina.
1.1.1 Clasificación de los cristales.
1.1.2 Tipos de enlaces: iónica, metálica, covalente y molecular.
1.1.3 Defectos en los cristales
1.1.4 Índices de dirección e índices de Miller
1.1.5 Ejercicios resueltos y propuestos
1.2 Modelo clásico del gas de electrones de conducción
2.1.1 Modelo clásicos de gases ideales
2.1.2 Distribución de Boltzmann
Mediante la teoría de grupos se ha demostrado que sólo existe una única red de Bravais
unidimensional, 5 redes bidimensionales y 14 modelos distintos de redes tridimensionales.
La red unidimensional es elemental, siendo ésta una simple secuencia de nodos equidistantes entre sí.
En dos o tres dimensiones las cosas se complican más y la variabilidad de formas obliga a definir
ciertas estructuras patrones para trabajar cómodamente con las redes. Para generar éstas normalmente
se usa el concepto de celda primitiva. Las celdas primitivas pueden contener uno o más átomos, pero
la celda primitiva con menor multiplicidad se denomina celda unitarias, las cuales son paralelogramos
(2D) o paralelepípedos (3D) que constituyen la menor subdivisión de una red cristalina que conserva
las características generales de toda la red, de modo que por simple traslación de la misma, puede
reconstruirse la red por completo en cualquier punto. Una red típica 𝑅 en un espacio de n dimensiones
ℝ𝑛 tiene la forma:𝑅 = {∑𝑛𝑖=1 𝑣𝑖 𝑎⃗𝑖 |𝑣𝑖 ∈ ℤ} donde {𝑎⃗1 , … 𝑎⃗𝑛 } es una base de ℝ𝑛 . Puede haber diferentes
bases que generen la misma red pero el valor absoluto del determinante de los vectores 𝑎⃗𝑖 (cuyo valor
absoluto define el volumen de la celda primitiva) vendrá siempre determinado por la red, por lo que
se le puede representar como d(R).
Las celdas unitarias se pueden definir de forma muy simple a partir de dos (2D) o tres vectores (3D).
La construcción de la celda se realiza trazando las paralelas de estos vectores desde sus extremos hasta
el punto en el que se cruzan. Existe un tipo de celda unitaria que se construye de un modo distinto y
que presenta ciertas ventajas en la visualización de la red, ya que posee la misma simetría que la red,
es la celda de Wigner-Seitz. Una celda unitaria se caracteriza principalmente por contener un único
nodo de la red de ahí el adjetivo de "unitaria". Si bien en muchos casos existen distintas formas para
las celdas unitarias de una determinada red el volumen de toda celda unitaria es siempre el mismo.
En ocasiones resulta más sencillo construir otro tipo de celdas que sin ser unitarias describen mejor la
estructura de la red que tratamos. Este tipo de celdas se denominan celdas convencionales. Éstas
tienen, a su vez, sus propios parámetros de red y un volumen determinado. Todas estas celdas se
consideran celdas primitivas ya que son capaces de cubrir todo el espacio mediante traslaciones sin
que queden huecos ni solapamientos. Sus diferencias o características son las siguientes:
Empaquetamiento compacto: Esto es cuando los átomos de la celda están en contacto unos con
otros. No siempre será así y en muchos casos mediará una distancia mínima entre las nubes
electrónicas de los diferentes átomos.
Parámetro de red: Es la longitud de los lados de la celda unitaria. Puede haber uno, dos o hasta tres
parámetros de red distintos dependiendo del tipo de red de Bravais que tratemos. En las estructuras
más comunes se representa con la letra a, b y c.
En realidad, como puede demostrarse, sólo existen 14 configuraciones básicas, pudiéndose obtener el
resto obtener a partir de ellas. Estas estructuras se denominan redes de Bravais.
En orden de simetría creciente, los sistemas cristalográficos se disponen del modo siguiente.
2. Sistema monoclínico. Dos ángulos son rectos, el tercero (que, por regla, es el ángulo 𝛽 se distingue
del recto. Por lo tanto. 𝑎 ≠ 𝑏 ≠ 𝑐; 𝛼 = 𝛾 = 900 ; 𝛽 ≠ 900 . La celda elemental tiene la forma de un
prisma recto, cuya base es un paralelogramo (es decir, la forma de un paralelepípedo recto).
3. Sistema rómbico. Todos los ángulos son rectos, todas las aristas, diferentes: 𝑎 ≠ 𝑏 ≠ 𝑐; 𝛼 = 𝛽 =
𝛾 = 900 la célula elemental tiene la forma de un paralelepípedo rectangular.
4. Sistema tetragonal. Todos los ángulos son rectos, dos aristas, iguales: 𝑎 = 𝑏 ≠ 𝑐; 𝛼 = 𝛽 = 𝛾 =
900 : La celda elemental tiene la forma de un prisma recto de base cuadrada.
5. Sistema romboédrico (o trigonal). Todas las aristas son iguales, los ángulos también son iguales y
distintos del ángulo recto: 𝑎 = 𝑏 = 𝑐; 𝛼 = 𝛽 = 𝛾 ≠ 900 . La célula elemental tiene la forma de un
cubo, deformado por su diagonal por la compresión o la tracción.
6. Sistema hexagonal. Las aristas y los ángulos entre ellas satisfacen las condiciones: 𝑎 = 𝑏 ≠ 𝑐; 𝛼 =
𝛽 = 900 ; 𝛾 = 1200 . Si las ponemos juntas las celdas eleméntales son de la forma de un prisma
hexagonal regular.
7. Sistema cúbico. Todas las aristas son iguales, todos los ángulos son rectos: 𝑎 = 𝑏 = 𝑐; 𝛼 = 𝛽 =
𝛾 = 900 . La célula elemental tiene la forma de un cubo.
Los correspondientes sistemas cristalinos se presentan en las Tabla 1.1 y 1.2 a continuación
1. Cristales Iónicos. En los nudos de la red cristalina se disponen iones de diferentes signos. Las
fuerzas de interacción entre ellos son, fundamentalmente, electrostáticas (Coulombianas). El enlace
condicionado por las fuerzas electrostáticas de atracción entre los iones cargados de diferente signo,
recibe el nombre do heteropolar (o bien iónico). El ejemplo típico de una red iónica es el Cloruro de
Sodio (NaCl), popularmente denominado sal común, sal de mesa,
representada en la Fig. 1.5. Dicha red pertenece al sistema cúbico. Con
esferitas de color naranja se representan los iones de sodio de carga
positiva, con las verdes, los iones negativos de cloro. Como vemos en la
figura, los vecinos más próximos del ión del signo dado serán los iones de
signo opuesto. En estado gaseoso, el NaCl consta de moléculas en las que
se unen a pares los iones de sodio y cloro. La agrupación del ión de Na y
el de Cl, que forma lo molécula, pierde en el cristal su existencia por
separado. El cristal iónico no consta de moléculas, sino que de iones. En
su totalidad, el cristal puede ser considerado como una gigantesca Fig.1.5 Estructura
molécula. cristalina del NaCl
2. Cristales covalentes. En los nudos de la red cristalina están situados átomos neutros. El enlace que
reúne los átomos neutros en el cristal (así como en la molécula recibe el nombre de homopolar (o
covalente). Con el enlace homopolar las fuerzas de interacción también tienen carácter eléctrico (pero
no Coulombiano). La naturaleza de estas fuerzas sólo puede ser explicada basándose en la mecánica
cuántica. El enlace covalente se efectúa por pares electrónicos. Esto quiere decir que en el
aseguramiento del enlace entre dos átomos toma parte un electrón de cada átomo. Por esta causa, el
enlace homopolar tiene carácter dirigido. Durante este enlace, cada ión actúa sobre todos los iones que
están suficientemente cerca de él. El enlace homopolar sólo puede ser realizado con los electrones de
valencia, es decir, con aquellos que están ligados con el átomo en menor grado. Como cada electrón
sólo puede asegurar el enlace con un átomo, el número de enlaces, en los que es posible que tome
parte el átomo dado (número de vecinos con los que él puede tener enlace), es igual a su valencia.
3. Cristales metálicos. En todos los nudos de la red cristalina se encuentran los iones positivos del
metal. Como las moléculas de un gas, entre ellos se mueven en desorden los electrones, que se
separaron de los átomos al formarse los iones. Dichos electrones juegan el papel de «pegante o
cemento» que retiene a los iones positivos juntos; en caso contrario la red se destruiría por efecto de
las fuerzas de repulsión entre los iones. Al mismo tiempo, los electrones son rete-nidos por los iones
en los márgenes de la red cristalina y no la pueden abandonar.
La mayoría de los metales tienen redes de uno de los
tres siguientes tipos: cúbica centrada en el cuerpo (Fig.
1.7 a), cúbica centrada en las caras (Fig. 1.7 b) y la
llamada hexagonal compacta (Fig. 1.7 c). Esta última es
una red hexagonal con la razón 𝑐 ⁄𝑎 igual a √8⁄3. Las
redes cúbica centradas en las caras y hexagonal
compacta corresponden al empaquetamiento más
Fig.1.7 Redes cristalinas típicas para
compacto de bolas iguales y tienen el mayor factor de
enlaces metálicos
empaquetamiento como se puede ver en la Tabla 1.3.
Defectos puntuales
Vacancias
Constituye el defecto puntual más simple. Es un hueco creado por la
pérdida de un átomo que se encontraba en esa posición. Puede producirse
durante la solidificación por perturbaciones locales durante el crecimiento
de los cristales. También puede producirse por reordenamientos atómicos
en el cristal ya formado como consecuencia de la movilidad de los átomos.
(Fig. 1.9) Son las imperfecciones más comunes en los cristales. Se dan
hasta una por cada 10000 átomos. Las vacantes de no equilibrio tienen
tendencia a agruparse formando clusters, que forman divacantes o
trivacantes. Las vacantes pueden trasladarse cambiando su posición con
sus vecinos. Este proceso es importante en la migración o difusión de los Fig.1.9 Vacancia
átomos en el estado sólido, sobre todo a altas temperaturas donde la
movilidad de los átomos es mayor.
Defectos intersticiales
Algunas veces, un átomo extra se inserta dentro de la estructura de la red
en una posición que normalmente no está ocupada formando un defecto
llamado “Defecto intersticial”. Generalmente este tipo de defecto
introduce relativamente grandes distorsiones en los alrededores puesto que
normalmente el átomo es sustancialmente más grande que la posición
intersticial en la que se sitúa. Consecuentemente la formación de este Fig.1.10 Defecto intersticial
defecto no es muy probable. Se pueden introducir en una
estructura por radiación. (Fig. 1.10)
Impurezas
Este defecto se introduce cuando un átomo es
reemplazado por un átomo diferente. El átomo
sustituyente puede ser más grande que el átomo original
y en ese caso los átomos alrededor están a compresión Fig.1.11 Defecto de sustitución o Impurezas
ó puede ser más pequeño que el átomo original y en este
caso los átomos circundantes estarán a tensión. Este defecto puede presentarse como una impureza o
como una adición deliberada en una aleación. (Fig. 1.11). Dependiendo de la clase de impureza que
Nota: A veces no es necesario multiplicar o dividir esos tres recíprocos por un factor común, tal que
los tres números resultantes sean los menores enteros posibles.
̅ 11), (11
Nota: Una familia de planos, como por ejemplo (1 ̅ 1), (111
̅ ), (1
̅1̅ 1), (11
̅1̅ ), (1
̅ 11
̅ ), (1
̅1̅1
̅) y
(111) es representada por {111}
Elaborado por: Cra 32 N° 22 – 08 Sector San Pedro Alejandrino DOCUMENTO Nº 1
JOSÉ SIERRA ORTEGA Ph.D. Bloque 8 Segundo Piso
Grupo de investigación en Teoría de la Materia
FECHA
08 – 03 --- 2018 Condensada PAGINA 13 DE 44
1.1.5 Ejercicios resueltos y propuestos
Ejercicios Resueltos
1. Considere un material monocristalino cuya red cristalina es cubica
centrada en el cuerpo (ver figura de la derecha) con constante de red 𝑎 =
5 Å = 5 × 10−8 𝑐𝑚, determine la densidad volumétrica de átomos en esta
red.
Solución.
En un sólido como este se tiene que cada átomo de la esquina (vértice) es compartido por ocho celdas
unitarias como la mostrada en la figura, de manera que cada átomo de la esquina solo contribuye con
un octavo (1/8) a una celda en particular. Los ocho átomos de las ocho esquina contribuyen con el
equivalente a un átomo a la celda, si a esto le adicionamos el átomo centrado en el cuerpo, entonces
la celda contiene el equivalente de dos átomos. De manera que la densidad volumétrica será:
2 𝐴𝑡𝑜𝑚𝑜𝑠
𝜌= = 1.6 × 1022 𝑎𝑡𝑜𝑚𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑐𝑚3
(5 × 10−8 𝑐𝑚)3
Nota: La densidad volumétrica de átomos que acabamos de calcular representa el orden de magnitud
de la densidad de mayoría de los materiales.
Solución.
Como se puede ver en la figura, los intercepto de este plano con los ejes
definidos por los vectores de la red 𝑎⃗, 𝑏⃗⃗, 𝑐⃗, son 3, 2 y 1 respectivamente. La terna de los recíprocos de
1 1 1
estos números será (3 , 2 , 1). Ahora multiplicamos por el mínimo común múltiplo, que en este caso es
6, y se obtiene (2,3,6). De manera que los índices de Miller para este plano son (236).
Nota: Se puede demostrar que cualquier plano paralelo al mostrado en la figura tendrá los mismos
índices de Miller. Es decir que cualquier plano paralelo es completamente equivalente a cualquier otro.
2 𝐴𝑡𝑜𝑚𝑜𝑠 2 𝐴𝑡𝑜𝑚𝑜𝑠
𝜎= = = 5.66 × 1014 𝑎𝑡𝑜𝑚𝑜𝑠/𝑐𝑚2
(𝑎1 )(𝑎1 √2) (5 × 10−8 𝑐𝑚)2 (√2)
Nota: La densidad superficial de átomos es una función que generalmente varia de un plano del cristal
a otro.
Ejercicios Propuestos
1. Si la constante de red de una estructura cubica centrada en las caras es 4.75 Å. Determine la
densidad volumétrica de átomos.
2. La densidad volumétrica de átomos para una red cubica simple es 3 × 1022 𝑐𝑚−3 , asumiendo que
los átomos son esferas rígidas y que cada átomo toca a sus vecinos más cercanos, determinar la
constante de red y el radio de los átomos.
3. Determine la distancia entre los planos más cercanos (110) en una red cubica simple con constante
de red 𝑎 = 4.83 Å.
4. La constante de red de una red cubica centrada en las caras es 4.75 Å. Calcule la densidad
superficial de átomos para (a) un plano (100) y (b) un plano (110).
5. La constante de red del GaAs es 5.65 Å. Determine el numero de átomos de Ga y de átomos de As
por centímetro cubico.
6. Asumiendo que los átomos son esferas rígidas y que cada átomo toca a sus vecinos más cercanos,
determinar el factor de empaquetamiento (fracción de volumen ocupado) en: (a) una red cubica
simple, (b) una red cubica centrada en las caras, (c) una red cubica centrada en el cuerpo y (d) una
red estructura de diamante.
Ejemplo 1. Consideremos que hay 2 × 1020 electrones con energía 0.01 eV, 5 × 1020 electrones con
energía 0.02 eV, 1021 electrones con energía 0.03 eV, 2 × 1021 electrones con energía 0.04 eV, y 3 ×
1020 electrones con energía 0.05 eV. ¿Cuáles son las probabilidades de encontrar los electrones con
las respectivas energías? Encuéntrese también el valor promedio, la varianza y desviación estándar
para la energía
Solución.
Aquí la variable aleatoria es la energía E, que puede tener los valores 𝑬 = {𝐸1 , 𝐸2 , 𝐸3 , 𝐸4 , 𝐸5 }
i 𝐸𝑖 (𝑒𝑉) 𝑛𝑖 𝑝𝑖 = 𝑃(𝐸𝑖 ) = 𝑛𝑖 ⁄𝑁 𝑝𝑖 𝐸𝑖 𝑝𝑖 𝐸𝑖2
1 0.01 2 × 1020 0.05 0.00050 5 × 10−6
2 0.02 5 × 1020 0.125 0.00250 50 × 10−6
3 0.03 1021 0.25 0.00750 225 × 10−6
4 0.04 2 × 1021 0.5 0.02000 800 × 10−6
5 0.05 3 × 1020 0.075 0.00375 187.5 × 10−6
SUMA 𝑁 = 40 × 1020 1.0 ∑ 𝑝𝑖 𝐴𝑖 = 34.25 × 10−3 ∑ 𝑝𝑖 𝐴2𝑖 = 1267.5 × 10−6
Solución.
i 𝐸𝑖 (𝑒𝑉) 𝑝𝑖 𝑝𝑖 𝐸𝑖 𝑝𝑖 𝐸𝑖2
1 1 0.3 0.3 0.3
2 3 0.7 2.1 6.3
SUMA 4 1.0 2.4 6.6
La Distribución de probabilidades es un modelo teórico que describe la forma en que varían los
resultados de medición de una variable aleatoria. En el caso de las variables aleatorias discretas la
distribución se da a través de una lista de resultados de un experimento con las probabilidades
correspondientes que se esperarían ver asociadas con cada resultado, así como se mostró en los
ejemplos anteriores. También la distribución de la variable discreta puede presentarse en forma gráfica
de un histograma o un polígono.
Una Función de distribución de probabilidades F(x) se define como una probabilidad de que en el
resultado de una medición al azar la variable X acepte un valor, que está ubicado en el eje X al lado
izquierdo respecto el punto x: 𝐹(𝑥) = 𝑃(𝑋 ≤ 𝑥).
Aquí y en adelante la letra P se lee como “la
probabilidad”. Se cumplen las siguientes cuatro
condiciones para la función de distribución:
1) 𝐹(−∞) = 0; 𝐹(∞) = 1
2) Es continua por la derecha.
3) Es monótona no decreciente Fig. 1 Forma típica de función de distribución de
4) 𝑃(𝑥1 < 𝑋 ≤ 𝑥2 ) = 𝐹(𝑥2 ) − 𝐹(𝑥1 ) probabilidad
La distribución normal Entre todas las curvas de densidad es más conocida la curva de densidad
normal (de Gauss) dada por
1 2 2
𝑓 (𝑥 ) = 𝑒 −𝑥 ⁄2𝜎
√2𝜋𝜎
donde 𝜎 es el valor de la desviación estándar
Las características numéricas de las variables continuas aleatorias, tales como el promedio y la
varianza se calculan a través de las siguientes integrales:
El promedio
∞
𝑋̅ = 〈𝑋〉 = ∫ 𝑥𝑓(𝑥 )𝑑𝑥
−∞
La varianza
∞
𝐷 = 〈(𝑋 − 〈𝑋〉)2 〉 = ∫ (𝑋 − 〈𝑋〉)2 𝑓(𝑥 )𝑑𝑥
−∞
La desviación estándar
𝜎 = √𝐷
Ejemplo 3. Dada la densidad de distribución para las energías (en eV), 𝑓 (𝐸) = 0.1 cuando 10 < 𝐸 <
20 y 𝑓 (𝐸) = 0 en otros casos, calculese la energía promedio y la desviación estándar (en eV)
Solución.
La energía promedio es:
20 20
𝐸2
〈𝐸〉 = ∫ 0.1𝐸𝑑𝐸 = 0.1 | = 15 𝑒𝑉
10 2 10
Solución.
La energía promedio es:
1
〈𝐸〉 = ∫ 𝐸𝑓 (𝐸)𝑑𝐸 = ∫ 𝐸2(1 − 𝐸)𝑑𝐸𝑑𝐸 = (𝐸2 − 2𝐸3 ⁄3)|10 ≈ 0.333 𝑒𝑉
0
La dispersión es:
1
1
1 2 1
2𝐸 3 𝐸4 1
〈𝐷𝐸 〉 = 〈𝐸 2 〉 − (〈𝐸〉)2 =∫ 𝐸2 ∙ 𝑓(𝐸)𝑑𝐸 − ( ) = ∫ 𝐸2 ∙ 2(1 − 𝐸)𝑑𝐸 = ( − )| = ≈ 0.1673
0 3 0 3 2 0 6
La desviación estándar es:
𝜎𝐸 = √𝐷𝐸 ≈ 0.41 𝑒𝑉
Si un gas (molecular o electrónico) está en equilibrio, sus partículas se mueven en absoluto desorden,
de manera caótica. Todas las direcciones de movimiento son equiprobables, a ninguna de ellas se
puede dar preferencia con relación a las demás direcciones. Por su magnitud, las velocidades de las
partículas pueden ser muy diferentes. Después de cada choque con otras partículas, la magnitud de la
velocidad de cada partícula y la dirección del movimiento tiene que variar de manera arbitraria y no-
predecible. Estas variaciones después de los choques ocurren de forma casual. Puede ocurrir que una
partícula en una gran serie de choques sucesivos reciba una energía que superará considerablemente
el valor de la energía promedio 〈𝐸〉. No obstante, podemos afirmar que velocidades con valores mucho
mayores en comparación con el valor promedio de las velocidades pueden realizarse muy rara vez. De
este mismo modo, está prácticamente excluido que como resultado de los choques, la velocidad de
una partícula se haga con exactitud igual a cero. Es decir, son poco probables tanto velocidades muy
grandes como muy pequeñas en comparación con el valor promedio de las velocidades. Las
velocidades fundamentalmente se agrupan alrededor del su valor promedio. En su movimiento caótico
un gas de partículas sometido a un recipiente además produce unos choques contra las paredes,
ocasionando una presión contra ellas. El número de choques de las moléculas de un gas contra la
unidad de área de superficie de la pared en unidad del tiempo se estima como:
𝑛〈V〉
𝑣= (1.1)
6
donde 〈𝜀〉 es la energía térmica promedio de las partículas. Por otra parte de la teoría clásica para los
gases ideales se cumple una relación lineal entre la presión P y la temperatura T:
𝑃 = 𝑛 ∙ 𝐾𝐵 𝑇 (1.3)
donde 𝐾𝐵 = 1.38 × 1023 𝐽/𝐾 es la constante de Boltzmann. Comparando las formulas (1.2) y (1.3) se
puede concluir que la energía promedio correspondiente a un movimiento traslacional de las partículas
es proporcional a la temperatura
3
〈𝜀〉 = 𝐾𝐵 𝑇 (1.4)
2
Hay que tener en cuenta que al movimiento traslacional de las partículas le corresponden 3 grados de
libertad, uno a lo largo de cada eje X, Y, y Z. De aquí surge la ley de la termodinámica DE
EQUIPARTICION DE LA ENERGIA según la cual a cada grado de libertad de un movimiento
traslacional en estado de equilibrio termodinámico le corresponde la misma energía promedio,
igual a 𝐾𝐵 𝑇 ⁄2. Por otro lado, la energía total de un movimiento vibratorio tiene dos partes, una energía
cinética y otra energía potencial. Por esta razón ley de termodinámica DE EQUIPARTICION DE LA
ENERGIA para los movimientos oscilatorios se formula de manera diferente: a cada grado de libertad
de un movimiento vibratorio en el estado de equilibrio termodinámico le corresponde la misma
energía promedia igual a 𝐾𝐵 𝑇 dos veces mayor que un grado de libertad del movimiento
traslacional.
El resultado anterior para un movimiento traslacional nos permite encontrar la fórmula para el
promedio del cuadrado de la velocidad térmica de las partículas, ya que la energía promedia en este
caso es 〈𝜀〉 = 〈𝑚V2 ⁄2〉 = 𝑚〈V2 〉⁄2. Comparando este resultado con la formula (1.4) se encuentra la
velocidad cuadrática media:
V𝑐𝑚 = √〈V2 〉 = √3𝐾𝐵 𝑇 ⁄𝑚 (1.5)
Además, según la ecuación (1.3) 𝑃(𝑧) = 𝑛(𝑧) ∙ 𝐾𝐵 𝑇, la variación de la presión en la dirección vertical
esta relacionada con el cambio de la concentración de las moléculas que conduce a la siguiente
ecuación diferencial:
𝑑𝑃(𝑧) 𝑚g
=− 𝑃(𝑧)
𝑑𝑧 𝐾𝐵 𝑇
cuya solución es:
𝑃 (𝑧) = 𝑃(0)exp(− 𝑚g𝑧⁄𝐾𝐵 𝑇) ⟹ 𝑛(𝑧) = 𝑛(0)exp(− 𝑚g𝑧⁄𝐾𝐵 𝑇) (1.6)
a esta ecuación (1.6) se le conoce como la formula barométrica y describe la variación de la presión
y de la concentración de moléculas en una columna atmosférica.
Por otro lado, considerando la altura de la molécula Z como una variable aleatoria la ecuación (1.6) se
puede utilizar para encontrar la densidad de la distribución de probabilidades de encontrar una
molécula en la altura Z. En una capa de grosor dz y área A, en la altura z el número de moléculas es
𝑑𝑁(𝑧) = 𝑛(𝑧)𝐴𝑑𝑧 = 𝐴𝑛(0)𝑒𝑥𝑝(− 𝑚g𝑧⁄𝑘𝐵 𝑇 )𝑑𝑧 . El número total en una columna atmosférica es la
suma de todas las capas:
∞ ∞
𝑁𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙 = ∫ 𝑑𝑁(𝑧) = ∫ 𝐴𝑛(0)𝑒𝑥𝑝(− 𝑚g𝑧⁄𝑘𝐵 𝑇)𝑑𝑧 = 𝐴𝑛(0) 𝑘𝐵 𝑇⁄𝑚g
0 0
y la densidad de probabilidad 𝑓(𝑧) de encontrar una molécula dentro de la capa analizada satisface la
relación:
𝑑𝑁(𝑧) 𝑚g 𝑒𝑥𝑝(− 𝑚g𝑧⁄𝑘𝐵 𝑇)𝑑𝑧
𝑓 (𝑧)𝑑𝑧 = =
𝑁𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙 𝑘𝐵 𝑇
y por eso
𝑚g
𝑓 (𝑧 ) = 𝑒𝑥𝑝(− 𝑚g𝑧⁄𝑘𝐵 𝑇) (1.7)
𝑘𝐵 𝑇
Por eso para T=100°K, 𝑍 ≈ 5300 𝑚 = 5.3 𝑘𝑚, para T=200°K, 𝑍 ≈ 10.6 𝑘𝑚, T=300°K, 𝑍 ≈
15.9 𝑘𝑚. Es decir a mayor temperatura mayor es la altura promedio de las moléculas. Este resultado
es natural, puesto que el crecimiento de la temperatura aumenta la velocidad promedio de las
moléculas y por tanto ellas son capaces de subir a mayor altura.
La formula barométrica (1.6) como hemos visto anteriormente se transforma en una densidad de
distribución de moléculas en la dirección vertical (1.7). Es mucho más importante transformarla en
una densidad de distribución de las energías de las moléculas E. Esto puede obtenerse teniendo en
cuenta que la energía potencial U de las moléculas que están en una capa ubicada en la altura z es igual
a 𝑈 = 𝑚g𝑧, de manera que la formula barométrica se puede reescribir en la forma
𝑛(𝑈) = 𝑛(0)𝑒𝑥𝑝(−𝑈/𝑘𝐵 𝑇) ,
Donde 𝑛(0) es la concentración de las moléculas con energía potencial U=0. Esta fórmula aplicada a
cualquier tipo de energías E, se llama la Ley de Distribución de Boltzmann;
𝐸
𝑛(𝐸) = 𝑛(0)𝑒𝑥𝑝 (− 𝑘 𝑇) (1.8)
𝐵
Segú esta ley: la probabilidad de encontrar las partículas en un estado particular de energía varia
exponencialmente como el negativo de la energía dividida por 𝒌𝑩 𝑻
Ejemplo 1 Calcularemos esta función para un gas clásico de partículas idénticas con masa m, para las
cuales la energía 𝐸 = 𝑚𝑣 2 ⁄2 = 𝑚(𝑣𝑥2 + 𝑣𝑦2 + 𝑣𝑧2 )⁄2. Anotemos que las partículas con energías
inferiores a E deben cumplir la condición 𝑣𝑥2 + 𝑣𝑦2 + 𝑣𝑧2 ≤ 2𝐸 ⁄𝑚. En el espacio (imaginario) de
velocidades a esta condición la satisface un conjunto de puntos ubicados dentro de una esfera de radio
𝑅 = √2𝐸 ⁄𝑚 = (2𝐸 ⁄𝑚)1⁄2. El número de estados con energías menores a E es proporcional al
volumen de esta esfera 𝑁(𝐸) = 𝑛 ∙ 4𝜋𝑅3 ⁄3 = 4𝜋(2𝐸 ⁄𝑚)3⁄2⁄3, donde n es la concentración de
partículas.
Ejemplo 2. Consideremos ¿Cómo cambiaría la función 𝑁(𝐸) para un gas ideal de partículas en unos
espacios bí- y unidimensionales? Hoy en día estos problemas son importantes para analizar
nanoestructuras, tales como pozos e hilos cuánticos donde el movimiento de los portadores de carga
está restringido prácticamente dentro de un plano o una línea respectivamente.
En el caso bidimensional las partículas con energías inferiores a E deben cumplir la condición 𝑣𝑥2 +
𝑣𝑦2 ≤ 2𝐸 ⁄𝑚. En el espacio (imaginario) de velocidades a esta condición la satisface un conjunto de
puntos ubicados dentro de un círculo de radio 𝑅 = √2𝐸 ⁄𝑚 = (2𝐸 ⁄𝑚)1⁄2. El número de estados con
energías menores a E es proporcional al área de este círculo 𝑁(𝐸) = 𝑛 ∙ 𝜋𝑅2 = 𝜋𝑛(2𝐸 ⁄𝑚) =
2𝜋𝑛𝐸 ⁄𝑚.
En el caso unidimensional las partículas con energías inferiores a E deben cumplir la condición 𝑣𝑥2 ≤
2𝐸 ⁄𝑚. En el espacio (imaginario) de velocidades a esta condición la satisface un conjunto de puntos
ubicados dentro de un intervalo −(2𝐸 ⁄𝑚)1⁄2 ≤ 𝑣𝑥 ≤ (2𝐸 ⁄𝑚 )1⁄2. El número de estados con energías
menores a E es proporcional a la longitud de este intervalo 𝑁(𝐸) = 2𝑛 ∙ (2𝐸 ⁄𝑚)1⁄2.
Resumiendo los resultados de estos dos últimos ejemplos podemos escribir la densidad de estados en
un gas clásico de partículas en la siguiente forma:
2𝑛 ∙ (2𝐸 ⁄𝑚 )1⁄2~𝐸1⁄2 𝑒𝑛 1𝐷
𝑁(𝐸) = { 2𝜋𝑛𝐸 ⁄𝑚 ~ 𝐸 1
𝑒𝑛 2𝐷 (1.9)
3 ⁄ 2 3 ⁄ 2
4𝜋(2𝐸 ⁄𝑚) ⁄3 ~𝐸 𝑒𝑛 3𝐷
Ahora para definir la densidad de estados calcularemos el número de estados 𝑑𝑁 dentro de un intervalo
infinitesimal entre las energías 𝐸 y 𝐸 + 𝑑𝐸. Es evidente que para encontrar este valor hay que restar
dos funciones 𝑁(𝐸 + 𝑑𝐸) y 𝑁(𝐸), es decir 𝑑𝑁 = 𝑁(𝐸 + 𝑑𝐸) − 𝑁(𝐸) y hallar el diferencial de la
función 𝑁(𝐸 ) en el punto 𝐸, o sea:
𝑑𝑁(𝐸)
𝑑𝑁 = g(𝐸)𝑑𝐸, g (𝐸 ) = (1.10)
𝑑𝐸
La densidad de estados 𝐠(𝑬) es la derivada de la función del número de estados respecto a la energía
y es proporcional al número de estados dentro de un intervalo infinitesimal de las energías entre 𝑬
y 𝑬 + 𝒅𝑬.
Finalmente, para encontrar la función de densidad de las distribuciones de las energías uno debe
multiplicar la probabilidad de ocupación del estado con energía E dada a través de la distribución de
Boltzmann (1.8) por la densidad de los estados g (E) definida a través de la relación (1.10)
Como para un gas ideal monoatómico la energía de las partículas es solamente cinética 𝐸 = 𝑚𝑣 2 /2
la fórmula para la densidad de distribución respecto a las energías se puede transformar a una similar
respecto a las velocidades. Con este fin, solo hay que modificar un poco la ecuación (1.12) para la
densidad de estados, teniendo en cuenta que el número de estados dentro de un intervalo infinitésimo
es:
𝑑𝑁(𝐸) = g(𝐸)𝑑𝐸 = g(𝑚𝑣 2 ⁄2)𝑑(𝑚𝑣 2 ⁄2) = 𝑚𝑣 ∙ g(𝑚𝑣 2 ⁄2)𝑑𝑣
= 𝐴𝐷 𝑚𝑣 ∙ (𝑚𝑣 2 ⁄2)𝐷⁄2−1 = 𝐵𝐷 𝑣 𝐷−1 𝑑𝑣 = g(𝑣 )𝑑𝑣
De aquí se ve que la densidad de estados respecto a las velocidades tiene la forma: g(V) = 𝐵𝐷 V𝐷−1
mientras que la ley de distribución de Boltzmann respecto a las velocidades se escribe como 𝑛(𝐸) =
𝑛(𝑚V2 ⁄2) ~𝑒𝑥𝑝(− 𝑚V2 ⁄2𝑘𝐵 𝑇 ) y la función de la densidad de distribución de velocidades es un
producto de estas dos funciones, es decir: 𝑓 (v) = 𝐹𝐷 v𝐷−1 𝑒𝑥𝑝(− 𝑚v2 ⁄2𝑘𝐵 𝑇 ). Aquí igual como antes
∞ −1
𝐹𝐷 es una constante de normalización es 𝐹𝐷 = (∫0 v𝐷−1 𝑒𝑥𝑝(− 𝑚v2 ⁄2𝑘𝐵 𝑇)𝑑v) . Para analizar las
velocidades térmicas de las partículas necesitaremos aprender a calcular las integrales de este tipo.
Siempre se utiliza la sustitución 𝑚v2 ⁄2𝑘𝐵 𝑇 = 𝑥 2 ⟹ 𝑑v = 𝑑𝑥√𝑘𝐵 𝑇⁄2𝑚, de manera que:
∞ −1 ∞ −1
𝐹𝐷 = (∫0 v 𝐷−1 𝑒𝑥𝑝(− 𝑚v 2 ⁄2𝑘𝐵 𝑇) 𝑑v) = (𝑚⁄2𝑘𝐵 𝑇)𝐷⁄2 (∫0 𝑥 𝐷−1 𝑒𝑥𝑝(−𝑥 2 )𝑑𝑥 ) = 𝛽𝐷−1 (𝑚⁄2𝑘𝐵 𝑇)𝐷⁄2
Ejemplo 7. Considerando a los electrones de conducción en un metal como un gas ideal clásico y
encontraremos la distribución de Maxwell para ellos en una forma explícita.
En la figura 5 se muestran gráficos de esta distribución para tres temperaturas diferentes. Se ve que la
densidad de distribución tiende a cero tanto para velocidades
muy grandes como para muy pequeñas. También en la figura 5
se ve que las posiciones de los máximos en todas las tres curvas
corresponden a velocidades térmicas de electrones que se
ubican entre 50 y 100 km/s y además que la posición del
máximo se desplaza hacia velocidades más altas a medida que
la temperatura crece. A la velocidad de las partículas
correspondientes a la posición del máximo de la densidad de
distribución se le llama la velocidad más probable v𝑝 y su
valor se encuentra de la condición que la derivada de la Fig. 5 densidades de distribución de
densidad de distribución en el punto correspondiente se anula velocidades
𝑓 ′(v𝑝 ) = 0. De esta condición para la función se encuentra
v𝑝 = √2𝑘𝐵 𝑇⁄𝑚 (1.17)
Además, se introducen otras dos características para las velocidades térmicas de las partículas, la
velocidad media 〈v〉 , definida como
∞
〈v〉 = ∫ v ∙ 𝑓 (v)𝑑v = √8 𝑘𝐵 𝑇⁄𝜋𝑚 (1.18)
0
y la velocidad cuadrática media, definida como:
∞
2〉
v𝑚𝑐 = √〈v2 〉 = √3𝑘𝐵 𝑇⁄𝑚 ; 〈v = ∫ v2 ∙ 𝑓 (v)𝑑v (1.19)
0
Si comparamos las expresiones (1.17)-(1.19) llegamos a:
Las dos nubes, la exterior e interior forman una capa eléctrica doble, análoga al condensador plano
paralelo como se puede ver en la Fig. 7. El grosor de esta capa 𝑑 es muy pequeño, del orden de la
constante de la red cristalina (𝑑~0.5 𝑛𝑚 = 5. 10−10 𝑚). Como la distancia entre las cargas de
diferentes signos es extraordinariamente pequeña el campo eléctrico que ellas producen es
suficientemente fuerte. El conductor debido al escape de una parte de los electrones desde la región
interior esta cargado positivamente y su potencial es positivo con respecto a la región exterior (vea en
la Fig. 7), mientras que en las fronteras aparecen saltos de potencial. Los saltos de potencial que surgen
en las superficies de los sólidos juegan un papel importante para toda la microelectrónica y se llaman
las diferencias de potencial de contacto, que aparecen en las fronteras metal-vacio, metal-metal, metal-
semiconductor, semiconductores tipos n y p.
Para estimar el orden del salto de potencial realizamos un cálculo simple. Imaginemos que un electrón
ha salido del conductor, entonces simultáneamente surgió una carga imagen de signo contrario, que lo
atrae hacia atrás. La diferencia de potenciales entre los puntos de localización de las cargas positiva y
𝑒 1.6.10−19
negativa se define a través de Ley de Coulomb ∆𝜑 ≈ ≈ 9. 109 ≈ 2.9𝑉. Para que
4𝜋𝜀0 𝑑 5.10−10
un electrón que se encuentra en el conductor pueda salir de sus límites es necesario que realice trabajo
contra las fuerzas de atracción de cargas imágenes y contra las fuerzas de repulsión de la “nube”
electrónica ubicados alrededor de superficie. El trabajo mínimo necesario para que el electrón
abandone el interior de un conductor se llama LA FUNCION DE TRABAJO que es igual al producto
de la carga del electrón con la diferencia potenciales de contacto en la frontera conductor-vacio:
Φ = 𝑒. ∆𝜑 (1.22)
Teoría de Drude-Lorentz
En el siglo XIX Drude propuso y posteriormente Lorentz perfeccionó la teoría clásica de conducción
en metales en la cual los electrones de conducción en el metal se consideraron como un gas ideal de
las partículas, las cuales en los intervalos entre las colisiones entre sí o con los iones de la red cristalina
se mueven en completa libertad recorriendo en promedio cierta distancia 𝜆, llamada el promedio del
recorrido libre. Estas colisiones hacen que se establezca el equilibrio térmico entre gas electrónico y
la red cristalina (se igualan sus temperaturas). El tiempo promedio 𝜏, necesario para realizar el
recorrido libre calculado como 𝜏 = 𝜆⁄〈v〉 v se llama el tiempo de relajamiento de electrones de
conducción.
Cuando se conecta el campo al movimiento térmico caótico que se efectúa con la velocidad promedio
v (la cual es de orden 100km/s, como hemos visto anteriormente), se superpone el movimiento
ordenado de los electrones con una velocidad promedia 〈𝑢〉 llamada velocidad de deriva o arrastre.
La dirección de este movimiento ordenado coincide estrictamente con la dirección de campo eléctrico
externo y la magnitud de velocidad correspondiente a este movimiento es fácil de calcular partiendo
de la relación entre la densidad de la corriente 𝑗 = 𝐼 ⁄𝑆 (I es la corriente en A, S el área de la sección
transversal de conductor), la concentración n de los electrones y la velocidad de arrastre: 𝑗 = 𝑛𝑒 〈𝑢〉
La densidad de corriente máxima que permiten las normas técnicas para los conductores de cobre es,
aproximadamente de 107 A/m2 =10 A/mm2. Tomando para n el valor 1029m-3 obtenemos:
〈𝑢〉 = 𝑗⁄𝑛𝑒 = 107 ⁄(1029 ∙ 1.6 ∙ 10−19 ) ≈ 10−3 𝑚/𝑠. De este modo, incluso si las densidades de
corriente son muy grandes, la velocidad media de arrastre 〈𝑢〉 es aproximadamente 108 (cien millones)
veces menor que la velocidad media del movimiento térmico 〈v〉. Por eso, al hacer cálculos en los
cuales se necesita una velocidad de electrón resultante o su energía total el aporte de la velocidad de
arrastre se puede despreciar y tener en la cuenta solo el aporte del movimiento térmico. Al contrario
si se analiza un movimiento ordenado, relacionado con la corriente, el aporte del movimiento térmico
se desprecia, ya que esto es un movimiento caótico para el cual todas las direcciones son equivalentes
y ninguna de ellas es preferible.
La teoría de los fenómenos de transporte, en general, estudia las transferencias que suceden en
diferentes campos, de temperaturas, de concentración, de carga, etc. Un campo es la dependencia de
una magnitud física P del vector de posición 𝑟⃗ en el espacio, 𝑃(𝑟⃗). Esto puede ser, por ejemplo, el
potencial de campo eléctrico 𝜑(𝑟⃗), el campo de temperaturas 𝑇(𝑟⃗), campo de distribución de masa
definido a través de la concentración local de partículas 𝑛(𝑟⃗) o el campo de distribución de carga
𝜌(𝑟⃗) = 𝑑𝑞(𝑟⃗)⁄𝑑𝑣, etc.
A continuación consideremos por separado los fenómenos de transporte, importantes para la parte de
física del estado sólido: difusión, conductividades térmica y eléctrica.
DIFUSION
Se llama difusión el fenómeno de penetración mutua y mezcla espontánea de las partículas de los
gases, líquidos y sólidos en contacto. La difusión se produce como consecuencia de la desigualdad de
la densidad de la materia en distintas partes de un volumen. Un campo de las densidades describe la
⃗⃗𝜌(𝑟⃗⃗), muestra como cambia
distribución de masa (o concentración) 𝜌(𝑟⃗), mientras que su gradiente ∇
la masa (o concentración) en diferentes direcciones. Cuando la distribución de la materia es
homogénea, el gradiente de la densidad en todas partes es igual a cero. Pero cuando el gradiente es
diferente de cero aparece el transporte de masa desde un punto, donde la densidad es mayor, a otro
donde la densidad es menor, el cual se describe a través de la densidad de flujo de difusión
∆𝜌
𝐽⃗𝑀 = ⃗⃗
∙𝒏
∆𝑆 ∙ ∆𝑡
aquí el subíndice M se refiere a la transferencia de masa.
La relación lineal (1.23) entre el gradiente del campo de la densidad de materia y el flujo de difusión
se llama la ley de Fick:
𝑗⃗𝒑 = −𝐷∇⃗⃗ρ (1.24)
Aquí D es el coeficiente de difusión, que es igual a la densidad del flujo de masa por gradiente unitario
de densidad. Otra forma de la ley de Fick permite utilizar en lugar de la densidad de masa utilizar la
concentración de las partículas n:
𝑗⃗𝒄 = −𝐷∇⃗⃗𝑛 (1.25)
⃗⃗
donde ∇𝑛 es el gradiente de concentración de las partículas y 𝑗⃗𝒄 = ∆𝑛⁄(∆S ∙ ∆t) ∙ 𝒏⃗⃗ es la densidad de
flujo de concertación. Entre la densidad de las partículas de masa m y la concentración n existe una
relación evidente 𝜌 = 𝑚 ∙ 𝑛.
En la teoría clásica de los gases ideales se demuestra que el coeficiente de difusión D esta relacionado
con la velocidad promedio 〈𝑣 〉 de las partículas y el recorrido libre 𝜆(la distancia promedio entre dos
choques consecutivos) a través de la siguiente fórmula:
1
𝐷 = 3 〈𝑣 〉 ∙ 𝜆 (1.26)
Hay que anotar que la ecuación de Fick adquiere una forma más simple cuando el flujo es
unidireccional. Por ejemplo si solo existe el gradiente de concentración en la dirección x, entonces la
ecuación de Fick tiene la forma:
𝑑𝑛
𝑗𝑥 = −𝐷 𝑑𝑥 (1.27)
Aquí 𝑗𝑥 es la densidad de flujo de concentración a lo largo de eje X.
La conductividad calorífica se efectúa con la condición de que exista una diferencia de temperaturas
en diferentes partes de un cuerpo, un gas o un líquido formando un campo térmico, 𝑇(𝑟⃗), que describe
⃗⃗𝑇(𝑟⃗) muestra como cambia
la distribución de la temperatura en el espacio, mientras que su gradiente ∇
la temperatura en diferentes direcciones. En condiciones de equilibrio térmico, la temperatura en todas
partes es la misma y el gradiente de temperatura en todas partes es igual a cero. Pero cuando el
gradiente es diferente de cero aparece la transferencia de calor Q definido por la densidad de flujo
térmico de calor
∆𝑄
𝐽⃗𝑄 = ⃗⃗
∙𝒏
∆𝑆 ∙ ∆𝑡
Por ejemplo, si dos partes de un volumen tienen distintas temperaturas, mantenidas por fuentes
externas, las partículas que se encuentran en diferentes partes del volumen tendrán distintas energías
cinéticas medias. En estas condiciones el movimiento térmico caótico de partículas originará un
transporte dirigido de energía en forma de calor. La parte de energía cinética que ceden las partículas
que pasan de las partes calientes del volumen a las partes más frías, en el proceso de las colisiones
entre partículas es mayor que la parte de la energía similar que ceden partículas desde regiones frías.
La relación lineal (1.23) entre el gradiente de campo de temperaturas y el flujo térmico se llama la ley
de Fourier:
⃗⃗𝑇
𝑗⃗𝑄 = −𝐾∇ (1.28)
De acuerdo con la teoría clásica de los gases el coeficiente de conductividad térmica es:
1
𝐾 = 𝐷 ∙ 𝐶𝑉 ∙ 𝜌 = 〈𝑣 〉 ∙ 𝜆 ∙ 𝐶𝑉 ∙ 𝜌
3
La ecuación de Fourier adquiere una forma más simple cuando el flujo térmico es unidireccional. Por
ejemplo, si solo existe el gradiente de temperaturas en la dirección x, entonces la ecuación de Fourier
tiene la forma:
𝑑𝑇
𝑗𝑥 = −𝐾 𝑑𝑥 (129)
La conductividad eléctrica se efectúa con la condición de que exista una diferencia de potenciales en
diferentes partes de un conductor con un gas de electrones libres formando un campo eléctrico, que
describe la distribución de los potenciales en el espacio 𝜑(𝑟⃗), mientras que su gradiente ∇𝜑(𝑟⃗) = −𝐸⃗⃗
que esta relacionada con la intensidad de campo eléctrico 𝐸⃗⃗ , muestra cómo cambia el potencial en
cada punto en diferentes direcciones. En condiciones de ausencia de campos eléctricos externos todo
el volumen de conductor es equipotencial y el gradiente del potencial en todas las partes es igual a
cero. Pero cuando el gradiente es diferente de cero aparece la transferencia de carga q definida por la
densidad del flujo eléctrico o la densidad de corriente
∆𝑞
𝐽⃗𝑞 = ⃗⃗
∙𝒏
∆𝑆 ∙ ∆𝑡
Si dos partes del volumen de conductor tienen distintos potenciales, mantenidos por las fuentes
externas, los portadores de carga eléctrica que se encuentran en diferentes partes de volumen en un
movimiento térmico caótico adquieren una velocidad adicional que se llama la velocidad de arrastre
originando un transporte de la carga dirigido desde el punto con el potencial superior hacia otro punto
con el potencial inferior.
La relación lineal (1.23) entre el gradiente del potencial eléctrico y el flujo de carga o densidad de
corriente se llama la ley de Ohm:
⃗⃗𝜑 = 𝜎𝐸⃗⃗
𝑗⃗𝑞 = −𝜎∇ (1.30)
La magnitud s se llama el coeficiente de conductividad eléctrica o simplemente la conductividad.
Numéricamente la conductividad es igual a la densidad de corriente eléctrica por gradiente unitario de
potencial. El signo menos en esta ecuación muestra que el transporte esta dirigido desde el punto con
mayor potencial hacia el punto con menor potencial 𝜑 (en la dirección contraria al crecimiento del
potencial). De acuerdo con la teoría clásica de los gases la conductividad eléctrica como
demostraremos más adelante es:
𝑛𝑒 2 𝜆
𝜎 = 2𝑚〈𝑣〉 (1.31)
donde 𝑛 es la concentración de portadores de carga
Las tres leyes correspondientes a los fenómenos de transporte pueden ser escritos en una forma
diferente. Presentémoslas para el caso de transporte unidireccional a lo largo de eje X en forma de una
tabla
Suponiendo que al gas electrónico se pueden extender los resultados de la teoría cinética de los gases,
se puede evaluar la velocidad media del movimiento térmico de los electrones para la temperatura
ambiente usando la formula deducida anteriormente para un gas clásico de partículas:
〈𝑣 〉 = √8𝑘𝐵 𝑇 ⁄𝜋𝑚 ≈ √8 ∙ 1.38 × 10−23 ∙ 300⁄3.14 ∙ 9.1 × 10−31 ≈ 1.08 × 105 𝑚⁄𝑠 = 108 𝑘𝑚⁄𝑠
Cuando se conecta el campo, al movimiento térmico caótico, que se efectúa con velocidad 〈𝑣⃗ 〉 se
superpone el movimiento ordenado de los electrones, con cierta velocidad media 〈𝑢 ⃗⃗ 〉, que en adelante
la llamaremos la velocidad de arrastre o de deriva. La magnitud de esta última velocidad es fácil de
evaluar partiendo de la fórmula que relaciona esta velocidad con la concentración de los portadores de
carga y la densidad de la corriente eléctrica:
𝑗⃗ = 𝑛 ∙ 𝑒 ∙ 〈𝑢
⃗⃗〉 (1.32)
La fórmula (1.32) nos permite estimar aproximadamente el valor razonable de las velocidades de
arrastre. La densidad de corriente máxima que permiten las normas técnicas para los conductores de
cobre es, aproximadamente, do 107 A/m2 (10A/mm2). Tomando para n el valor 1029m-3, obtenemos
𝑗 107
〈 𝑢〉 = ≈ ≈ 6 × 10−4 𝑚⁄𝑠 = 0.06 𝑐𝑚⁄𝑠
𝑒 ∙ 𝑛 1.6 × 10−19 ∙ 1029
De este modo, incluso si las densidades de corriente son muy grandes, la velocidad media del
movimiento ordenado de las cargas 〈𝑢〉 es aproximadamente 108 veces menor que la velocidad media
del movimiento térmico 〈𝑣〉 . Por eso, al hacer los cálculos, el módulo de la velocidad resultante
|𝑣⃗ + 𝑢
⃗⃗| se puede sustituir por el módulo de la velocidad del movimiento térmico |𝑣⃗ |.
Hallemos la variación del valor medio de la energía cinética de los electrones producido por el campo.
El cuadrado medio de la velocidad resultante es 〈(𝑣⃗ + 𝑢 ⃗⃗)2 〉 = 〈𝑣⃗ 2 〉 + 2〈𝑣⃗ ∙ 𝑢⃗⃗〉 + 〈𝑢⃗⃗2 〉. Dos sucesos,
consistentes en que la velocidad del movimiento térmico del electrón toma el valor 𝑣⃗ y la velocidad
del movimiento ordenado, el valor 𝑢 ⃗⃗ son independientes estadísticamente. Por lo tanto, de acuerdo
con el teorema de la multiplicación de probabilidades 〈𝑣⃗ ∙ 𝑢 ⃗⃗〉 = 〈𝑣⃗ 〉 ∙ 〈𝑢
⃗⃗ 〉. Pero 〈𝑣⃗ 〉 es igual a cero, de
manera que el segundo sumando en la formula anterior desaparece y la fórmula adquiere la forma
⃗⃗)2 〉 = 〈𝑣⃗ 2〉 + 〈𝑢
〈(𝑣⃗ + 𝑢 ⃗⃗2 〉. De aquí se infiere que el movimiento ordenado aumenta la energía cinética
de los electrones en un valor medio de
⃗⃗2 〉
𝑚 〈𝑢
〈∆𝐸𝑘 〉 = (1.33)
2
Drude consideró que al chocar un electrón con un ión de la red cristalina, la energía adicional (1.33)
adquirida por el electrón bajo la influencia de campo eléctrico 𝛦⃗⃗ externo se transmite al ión y, por
consiguiente, la velocidad 𝑢⃗⃗ se pierde a consecuencia del choque. Supongamos que el campo que
acelera los electrones es homogéneo. Entonces, bajo la acción de este campo, el electrón recibe una
aceleración constante igual a 𝑎⃗ = 𝐹⃗ / 𝑚 = 𝑒 ∙ 𝛦⃗⃗ / 𝑚 y al final del recorrido libre la velocidad del
movimiento ordenado alcanza en promedio el valor
𝑢𝑚𝑎𝑥 = 𝑎 ∙ 𝑡 = 𝑒 ∙ 𝛦⃗⃗ ∙ 𝑡 / 𝑚 (1.34)
donde t es el tiempo medio entre dos choques consecutivos del electrón con los iones de la red, se
llama el tiempo medio de recorrido libre o el tiempo de relajamiento. Drude no tenía en cuenta lo
distribución de los electrones por velocidades y atribuía a todos ellos un mismo valor 〈𝑣〉 de la
velocidad. En esta aproximación
𝜆
𝑡 = 〈𝑣〉 (1.35)
(Recordamos que 〈𝑣⃗ + 𝑢 ⃗⃗〉 es prácticamente igual a 〈𝑣⃗〉). Sustituyendo este valor en la formula (1.35)
y teniendo en cuenta que la velocidad de arrastre crece linealmente durante el tiempo que dura el
recorrido libre encontraremos su valor medio que es igual a la mitad del máximo:
La magnitud Qespecifico no es más que la potencia térmica específica (magnitud de calor producida por
unidad de volumen y por unidad del tiempo) y la formula (1.39) expresa la ley de Joule-Lenz. Se ve
que la potencia térmica específica depende de la intensidad de campo eléctrico en forma cuadrática a
diferencia con la ley de Ohm, donde esta dependencia es lineal, pero el coeficiente de proporcionalidad
es el mismo, en ambos casos el coeficiente de conductividad 𝜎.
Al final de esta sección recordaremos la relación de las formulas (1.36), 81.37) y (1.39) para sistemas
microscópicos con las leyes correspondientes en forma macroscópica. La ley de Ohm en la forma
macroscópica que relaciona la corriente I, la diferencia potenciales V y la resistencia R:
I =V/R . Si aplicaremos esta ley a un alambre de la longitud L con una sección transversal de área S
entonces, en la ley de Ohm podemos hacer las sustituciones: 𝐼 = 𝑗 ∙ 𝑆 y 𝑉 = 𝛦 𝐿 y obtener:
1 1 𝑅𝑆 𝜌𝐿 1 𝐿
𝑗⃗ = 𝑅𝑆⁄𝐿 𝐸⃗⃗ = 𝜌 𝐸⃗⃗ = 𝜎𝐸⃗⃗ ; 𝜌= ; 𝑅= , 𝜎 = 𝜌 = 𝑅𝑆 (1.40)
𝐿 𝑆
Aquí 𝜌 es la resistividad (valor inverso a la conductividad) una característica de cada material, entre
mayor sea la resistividad, peor es el conductor, y la formulas (1.40) muestran las relaciones entre las
características micro- y macroscópicas.
Se puede también de manera similar establecer la relación entre los coeficientes de conductividad y
de difusión. En realidad, utilizando las formulas (1.26) y (1.37) se obtiene:
𝐷 2 𝑚 ∙ 〈𝑣〉2 2 𝑚 ∙ 〈𝑣 2 〉 𝑘𝑇
= ≈ = 2
𝜎 3 𝑛𝑒 2 3 𝑛𝑒 2 𝑛𝑒 2
𝑘𝑇
𝐷 = 𝑛𝑒 2 𝜎 (1.43)
No existe ningún fundamento para suponer que en los metales la concentración de los electrones n y
el recorrido libre 𝜆 dependan de alguna manera notable de la temperatura. En cambio, la velocidad del
movimiento térmico es proporcional a la raíz cuadrada de T y por eso 𝜌~√𝑇. Esta conclusión de la
teoría contradice los datos experimentales, según los cuales la resistividad eléctrica de los metales para
temperaturas muy bajas aumenta como función cúbica de la temperatura, 𝜌~𝑇 3 , y después para las
temperaturas más altas a la primera potencia de T, 𝜌~𝑇, como se muestra esquemáticamente en la
figura de la derecha.
Una de las consecuencias del proceso de difusión es la formación de una capa doble en la frontera
entre los dos metales (como se puede ver en la Fig.13) con un campo eléctrico dentro de esta capa en
dirección tal que impide el incremento del flujo de difusión, creando una corriente eléctrica en la
dirección contraria a este flujo. El flujo de difusión desde el metal con mayor concentración de
electrones a través del contacto cesará, cuando la diferencia de potenciales dentro la capa doble crearé
una FEM que produzca una corriente eléctrica en dirección contraria igual a la corriente de difusión.
Según la ley de Ohm la diferencia de potenciales en la capa doble Δ𝜑 es igual al producto de la
corriente por la resistencia de las capas en contacto:
En el estado de equilibrio la corriente eléctrica i debe coincidir con la corriente de difusión y por eso:
𝑚〈𝑣 〉2(𝑛1 − 𝑛2 ) 1 1
Δ𝜑 = 𝑖𝑅 = ( + )
3𝑒 𝑛1 𝑛2
Igual como en los cálculos anteriores utilizaremos la aproximación 𝑚〈𝑣 〉2 ≈ 𝑚〈𝑣 2〉 = 3𝑘𝑇 que nos
permite obtener una formula simple para la diferencia de potencial en el contacto
𝑘𝑇 𝑛1 𝑛
Δ𝜑 = ( − 𝑛2 ) (1.45)
𝑒 𝑛2 1
Se puede ver que la diferencia de potencial en un contacto sólo depende
de la temperatura y la composición de los metales. Entre mayor es la
temperatura del contacto y la diferencia de las concentraciones en los
metales mayor es la diferencia de potencial en el contacto. Con el fin
de aprovechar este efecto primero construyamos un circuito cerrado
compuesto por dos metales y mantengamos la misma temperatura en
todos los puntos del circuito como se muestra Fig. 15. Como los flujos
de la corriente de difusión desde el metal B hacia el metal A (hay que
tener en cuenta que según el convenio la dirección de la corriente es
contraria a la dirección del desplazamiento de los electrones) son
iguales entre sí, resulta que no puede surgir corriente en el circuito, ya
que los saltos de potencial en los dos contactos son iguales y tienen
direcciones contrarias. En este caso la FEM producida por dos
contactos es nula:
𝑘𝑇 𝑛1 𝑛2 𝑘𝑇 𝑛2 𝑛1 Fig. 15 Circuito cerrado de
ℰ = Δ𝜑12 + Δ𝜑21 = ( − )+ ( − )=0 dos metales con igual
𝑒 𝑛2 𝑛1 𝑒 𝑛1 𝑛2 temperatura en los contactos
𝑘 𝑛 𝑛
ℰ = Δ𝜑12 + Δ𝜑21 = 𝑒 (𝑛1 − 𝑛2 ) (𝑇1 − 𝑇2 ) (1.46) Fig. 16 Circuito cerrado de dos metales
2 1 con diferentes temperaturas en los
contactos
Aquí vemos que la FEM no es igual a cero y por esta causa en el circuito surge una corriente
termoeléctrica. Este fenómeno fue descubierto por Thomas Johann Seebeck en 1821 y consiste en la
conversión de un gradiente de temperatura en electricidad. Se crea un voltaje en presencia de una
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JOSÉ SIERRA ORTEGA Ph.D. Bloque 8 Segundo Piso
Grupo de investigación en Teoría de la Materia
FECHA
08 – 03 --- 2018 Condensada PAGINA 41 DE 44
diferencia de temperatura entre dos metales o semiconductores diferentes. La expresión (1.46) se
puede reescribir así:
𝑘 𝑛1 𝑛
ℰ = α(𝑇1 − 𝑇2 ) = 𝛼Δ𝑇 ∴ 𝛼= ( − 𝑛2 ) (1.47)
𝑒 𝑛2 1
Para hallar la diferencia de potenciales que surge entre los puntos de las dos superficies de la placa
hay que multiplicar la distancia L entre ellos por la intensidad EH:
𝑈𝐻 = 𝐸𝐻 𝐿 = 𝑢𝐵𝐿 (1.49)
Por otro lado, la velocidad de arrastre correspondiente a la corriente i se calcula como:
𝑗 𝑖
𝑢 = 𝑛𝑒 = 𝑛𝑒𝐿𝑑 (1.50)
Al sustituir (1.50) en (1.49) se obtiene la formula (1.48) con la expresión explícita para coeficiente de
Hall:
1
𝑅𝐻 = 𝑛𝑒 (151)
Midiendo la constante Hall se puede hallar la concentración de portadores de corriente en una muestra
correspondiente. El efecto Hall se observa no sólo en los metales, sino también en los semiconductores,
pudiéndose deducir por el signo del efecto la pertenencia del semiconductor al tipo n o p. Con el efecto
Hall se relaciona otro fenómeno galvanomagnético llamado magnetorresistencia. La
magnetorresistencia es una propiedad que tienen ciertos materiales de variar su resistencia eléctrica
cuando son sometidos a un campo magnético. Este efecto fue descubierto por William Thomson en el
1857 quien encontró que la resistencia de los metales se incrementa en presencia de un campo
magnético, aunque no fue capaz de aumentar la resistencia en más de un 5% (Hoy en día se llega hasta
el 600%). La teoría clásica explica el pequeño incremento de la resistencia de los conductores,
basándose en la hipótesis de que la trayectoria de los portadores de carga que transfieren la corriente
eléctrica se transforma de rectilínea en una espiral y por eso los portadores para llevar la carga deben
realizar un recorrido más largo.
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Grupo de investigación en Teoría de la Materia
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Investigaciones recientes han permitido descubrir materiales que presentan magnetorresistencia
gigante (Giant Magnetoresistance Effect o GMR), magnetorresistencia colosal (Colossal
MagnetoResistance o CMR) y magnetorresistencia de efecto túnel (Tunnel Magnetoresistance Effect
o TMR). Todas estas cosas están su su computadora de mesa, a menos que sea muy antiguo. Los discos
duros utilizan o bien Magnetoresistencia, o bien Magnetoresistencia Gigante. Tanto la MR como la
GMR se basan en el espín de los electrones y por eso forman parte de la espintrónica. Las cabezas
lectoras de los discos duros están compuestas por un sandwich de elementos tal que su resistencia
eléctrica depende del campo magnético. Los “bits” en un disco duro se guardan como un pequeño
imán. La cabeza de lectura magnetoresistiva (MR) tiene una resistencia eléctrica que varía cuando
pasa por encima del “pequeño imán” que es un bit. Por tanto, cuando un bit pasa por debajo de la
cabeza lectora hay una variación de la resistencia que puede detectarse fácilmente.
Bibliografía Recomendada
Los temas tratados en este documento se pueden ampliar o reforzar en los siguientes textos:
[1]. Jaime Rodríguez Lara, Departamento de Física U. N. Notas de Física del estado Sólido,
Programa Ingeniería Electrónica. Capítulo II (Complementos sobre “fundamentos de
cristalografía física”)
[2]. José Rogan, Gonzalo Gutiérrez y Eduardo Menéndez. Apuntes de un curso de Introducción
a la Física de Sólidos, Departamento de Física, Facultad de Ciencias, Universidad de Chile.
Capítulo 4 (La red cristalina) y Capítulo 5 (La red reciproca)
[3]. P. V. Pavplov. Física del estado Sólido, Editorial Mir Moscú (1987). Capítulo 1 (Estructura de
los cristales y procedimientos para determinarla)
[4]. Sergio M. Rezende, A FÍSICA DE MATERIAIS A DISPOSITIVOS ELETRÔNICOS,
Departamento de Física, Universidade Federal de Pernambuco (1996). Capítulo 1 (Materiais
para eletrônica)
[5]. Jaime Rodríguez Lara, Departamento de Física U. N. Notas de Física del estado Sólido,
Programa Ingeniería Electrónica. Capítulo III (Estados electrónicos en sólidos)
[6]. José Rogan, Gonzalo Gutiérrez y Eduardo Menéndez. Apuntes de un curso de Introducción
a la Física de Sólidos, Departamento de Física, Facultad de Ciencias, Universidad de Chile.
Capítulo 1 (Modelo de Drude de los metales), Capítulo 2 (Teoría de Sommerfeld de los metales)
y Capítulo 3 (Fallas del modelo de electrón libre)
Lecturas Complementarías
[7]. Jasprit Singh; Electronic and Optoelectronic Properties of Semiconductor Structures,
Cambridge University Press (2003). Chapter 1 (Structural Properties of Semiconductors,
Seccion 1.3)
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