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Desplazamientos: Para repensar las Ciencias

Geográficas

Doctorante Eugenia María Dantas


Visión Docente Con-Ciencia Año XVI, No. 84 Enero - Junio 2018

Por: Eugenia María Dantas 1 aspectos de la condición humana en aquello que


ella tiene de espacial, trayecto y anclaje: el deseo
Resumen de saber dónde estamos, hacia dónde vamos,
El artículo elucubra sobre la noción de por dónde empezar. Los sentidos de dirección
desplazamiento como una estrategia espacial y localización se instauran como matrices que
importante para repensar las ciencias ponen orden a las trayectorias de los hombres
geográficas. Dónde y hacia dónde se presentan en el espacio.
como adverbios que matizan las trayectorias
de un humanismo que experimenta la Desplazarse erráticamente, estar aquí y allá,
incertidumbre, lo inacabado, la incompletud. migrar, viajar, se hace presente desde los
En esto reside la potencia del espacio como tiempos más remotos en la aventura de las
un ‘entre’, anunciado por SERRES (1997) o poblaciones humanas en la Tierra. En la obra
una geografía multidimensional, como profesa “Narrativas del Humanismo” Michel Serres abre
Morin (2003). Desplazarse es la condición para sus argumentos informando que:
confeccionar un Atlas, diseñando nuestros
recorridos. La Geografía, en ese contexto, Hace más de 100 mil años, en tiempo y
debe ser conjugada en plural. Son geografías lugar inciertos, acampaba una tribu de
multidimensionales: de los cuerpos, de los africanos, atentos y agachados alrededor
seres y de las cosas, elaboradas en medio de del fuego. Interrumpiendo súbitamente
la navegación, con fronteras borrosas por las las discusiones interminables, un
intemperies físicas, humanas y los hilos de la puñado de ellos, excitado, se levantó,
imaginación. Las geografías abren al humano decidido a abrirse camino hacia el sol
la potencia de la creación y la reconstrucción naciente: para ver dicen unos; para
permanente del mundo. asegurar mejor caza decían los más
sabios; para conocer, tal vez. ¿Es que
Palabras clave: Desplazamiento. Geografía(s). siempre partimos numerosos hacia un
Espacio. Atlas 2 objetivo? (2015, p. 11).

Imaginemos un barco a la deriva. ¿Cómo re Un grupo decide salir, exiliarse, aventurarse por
encontrar la ruta? Pensemos en un viajero en caminos desconocidos, incitando la trama de las
tierras extranjeras. ¿Cómo encontrar el camino? pérdidas y los olvidos.
Toda historia es incompleta, fragmentada y está A cada paso, a cada desafío, a cada turbulencia
siempre por ser descifrada. ¿Por dónde empezar enfrentada, los disidentes se distancian más de
a reordenarla y restablecer sus lagunas y la tierra natal y se inmiscuyen en la inmensidad
olvidos? Las cuestiones anunciadas ejemplifican de lo desconocido. Poco a poco, re-elaboran sus
experiencias, habitan entre espacios. En esa
1
Eugenia María Dantas es Doctora en Educación, docente de diáspora espacial emerge un nuevo tiempo para
Departamento y de los programas de Pos-Grado en Geografía
(Profesional y Académico), de la Universidad Federal de los que quedan: el tiempo del olvido.
Río Grande del Norte, Brasil. Actualmente desarrolla el
Pos-Doctorado en el GRECOM: Grupo de Estudios de la Vino un tiempo en que nadie más tenía
Complejidad, bajo la supervisión de la Doctora María da
Conceição de Almeida. idea de los que aquella noche habían
2
Nota de la autora: Imágenes tomadas del libro: ATALLAI, desaparecido sin razón en el horizonte,
Jaques (1996) Chemins de sagesse: traité du labyrinthe. cuyos rasgos, a la semana siguiente a la
Editora Fayard.

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salida de un huracán se habían apagado Nacidos en las tierras infernales,


totalmente; así perdidos, nunca más sin mamíferos, domesticables, sin
encontraron, en la selva espesa, el camino gramíneas, donde sólo se comían
de vuelta. ¿Lo habrían de hecho buscado? espinas e insectos, ellos aprendieron
ya que cada uno se había negado a decir por cuenta propia que habían dejado el
hasta qué punto la partida aliviaba sus paraíso perdido sin la esperanza de un
hombros (SERRES, 2015, p. 14). día volver. Ellos se olvidaron así de cómo
fueron olvidados. (SERRES, 2015, pp.
El hombre que viaja por el espacio geográfico 17/18).
enfrenta las intemperies del propio medio, pero
también, los desafíos del alma. A este respecto,
Serres pregunta: ¿Qué ocurrió con aquellos
viajeros hacia el Sinaí y demás, tan presentes y
tan perdidos como esos recuerdos? Y responde:
“olvidados de los africanos que quedaron en sus
tierras, olvidados de África, de su cuna común,
sus descendientes poblaron Irlanda y Japón, la
Carelia y la Isla de Pascua.

Vivimos casi todos como resultado de esa


decisión. (2015, p. 15). De esa urdimbre medio
+ alma– el desplazamiento se va convirtiendo
en parte de la condición humana de ser y estar
en el espacio, en la vida, en los afectos, en el
conocimiento. Ese episodio arcaico y original nos conduce a la
comprensión de la narrativa espacial tramada
Salir de un lugar a otro es aventurarse, es tomar a partir de zonas de olvido, de recuerdos
conocimiento, pedazo a pedazo de la superficie; discontinuos, de separaciones, de pérdidas,
es poner en desaliento trayectorias; es revirar de rastros, de vestigios, pero también de
sentimientos; es confeccionar y actualizar renacimientos.
mapas de la existencia, pues, “Erramos de El desplazamiento se desvía de la estructura
nicho en nicho hasta correr el riesgo de la de los enraizamientos que hicieran a los
ausencia de nicho. “Homo errator: especie ancestros africanos colocarse alrededor del
errante” (SERRES, 2007, p.28). Estos errantes fuego para ritualizar sus pertenencias y afectos.
ancestros no encontraron un mundo feliz en sus Este acto primordial de desprenderse de las
aventuras. Ciertamente, estuvieron expuestos propias raíces, tal como fue construido por
a todo tipo de infortunios - inundaciones, fríos la narrativa de Serres, se constituye en una
intensos, insolación, animales feroces, hambre, matriz espacial y antropológica, para una
enfermedades, muertes anticipadas. Parece experiencia universal. Ulises, personaje de La
haber sido el fin del paraíso para nuestra especie. Odisea, los “retirantes” de Cándido Portinari,
los inmigrantes, los refugiados de guerra son, en
parte, actualizaciones de esa misma trama.

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Cada uno, a su manera, va llevando y dejando ¿Cuál sería entonces la cuestión central que
rastros, construyendo, en el tránsito espacial, debería guiar el compás del cartógrafo? Para ese
una geografía borrosa por las experiencias. viajero del espacio los mapas deben ser hechos
Estas huellas pueden ser vistas como ejemplos “de los seres, de los cuerpos, de las cosas...” en
de la tesitura singular y universal, ancestral y sus movimientos (SERRES, 1997, p. 17). En
contemporánea de la re-existencia del homo los tiempos más remotos, ese artesano ocupó
errator-sapiens. Salir del lugar posibilita el una posición destacada, bosquejando en otras
encuentro, la diseminación, la polinización de superficies, la superficie que le llegaba por
las experiencias que parecían presas a la tierra medio de la observación directa, o por el uso
como las raíces que fijan los árboles en el suelo. de dispositivos que permitían ver, a partir del
El rechazo ancestral de quedar fijo en un lugar distanciamiento, los contornos que los cuerpos
arrebató esa prisión, pero expuso al hombre a poseían –cuerpos de las rocas, de las montañas,
las fracturas impuestas por el olvido, por la del canal de los ríos.
separación, por el abandono, por el desamparo. En ese constante diseñar, las formas eran
La aventura del individuo en el espacio es transportadas hacia los ángulos que se
costura alineada en los ecos de esa experiencia, proyectaban en el encuentro de las rectas que
formateada en una memoria que opera por se alejaban y aproximaban en la medida en
el olvido y por una libertad que se realiza en que el compás se expandía hasta 180º; o eran
el encarcelamiento de las experiencias. Si no aprisionadas en la extensión de un intervalo
tenemos cómo huir de esa trampa espacial es de recta; o incluso recreando en leyendas
con ella que trazamos guías, mapas y leyendas para hacer inteligible un mundo completo
para orientarnos, localizar, desplazar y leer el de variaciones e intersecciones. El cartógrafo
mundo. sustituía las formas del mundo por un lenguaje
gráfico sobre el mundo, y en eso transportaba de
un lugar a otro las cosas, dejando en suspensión
la representación o movimiento que ellas
expresaban.

La suspensión del movimiento de las formas y


la creación de un lenguaje gráfico para hablar de
ellas denotan que el mapa es una aproximación
al mundo y como tal contiene deformaciones de
lo que es. Así, el movimiento de aproximación y
distanciamiento, necesarios para la comprensión
del entorno, se imponen al mapeador como una
mecánica de la incertidumbre, en la medida en
que entre la representación de las cosas, de los
seres y de los cuerpos y lo que efectivamente el
cartógrafo logra evidenciar, existe el lenguaje
como límite y, como tal, su deseo de tornar
visible la forma, se convierte en una deformación
de aquello que puede ser dicho, cercano a lo
visto, lo sentido, lo percibido.

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¿Cómo ser fiel al hibridismo que está en la


composición del mundo, sino por la narrativa?
Basta mirar un árbol, el recorrido de un río, las
olas del mar, los granos de arena, las tonalidades
de las rocas, para percibir que más que formas
exactas tenemos deformación, acoplamiento,
asociación entre formas. El contenido
polimorfo subyacente en los desplazamientos
se antropomorfiza en palabras, que pasan a
nominar o sintetizar los sentidos del mundo.
Descifrar y al mismo tiempo codificar, aparecen
como estrategias simultáneas, mostrando que es
de la recursividad que se alimenta la narrativa.

Un atlas es una narrativa recursiva que


aprisiona las travesías y tiende a orientar
los desplazamientos, haciéndolos seguros y
relativamente libres de contingencias. En un
atlas habita la incertidumbre del viajero en
el recorrido y por eso se amplía con mapas
diseñados con la “[...] mejor de las memorias, sin
stock y, por lo tanto, leve, cuando es necesario
diseñar los trazos y, después, conservarlos
para mantener el recuerdo tan pesado de las
singularidades” (SERRES, 1997, p. 18). Congela,
en cierta medida, un camino, qué direcciones, De la perspectiva de una geografía compleja las
ubicaciones o rutas son informaciones que leyendas, subtítulos y señales son sombras que
pueden ser tomadas a priori por el viajero, expresan ya movimiento, historia retrospectiva,
asegurándole recorrer caminos y moverse en pero no bastan para dar cuenta de los
situaciones previsibles y controladas. Pero, desplazamientos, porque tienden a viciar el ojo
¿será el mapa dotado de señales lo que asegura para ver la localización, posición y contorno
una travesía exenta de turbulencias, desvíos como una coincidencia entre el mundo y el
o sorpresas? ¿Cuáles son los elementos que diseño. Es necesario hacer la mirada estrábica
componen los subtítulos o señales de un mapa para recodificar la parada que toda leyenda
confeccionado para asegurar la comprensión impone y definir nuevas marcas con grafismos
de los desplazamientos, de las travesías, de los que curvan las líneas, conectan los puntos,
viajes o de lo que Michel Serres designa como el aproximan las distancias. El mapa y la leyenda
“entre”: aquel punto en que el viajero se aleja de son dos facciones esperando una tercera.
su origen y al mismo tiempo de su destino?

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Cristóbal Colón ejemplifica esta disposición,
y en él reconoce el gran hecho del genovés:
adentrarse en ese espacio vacío. 3

Tener disponible información, saber programar


un viaje de larga distancia, llegar a tierras
desconocidas, no son hechos suficientes para
justificar el alcance de la narrativa de Colón.
Lo que lo hace singular es la posibilidad de
confeccionar mapas de viaje de un espacio
vacío. En este, todas las posibilidades se ponen a
prueba y hay que escoger, bifurcar, diseñar una
ruta. Para Heisenberg, el navegante italiano dejó
su marca, no sólo por haber llegado al Nuevo
Continente, sino por haber arriesgado los
límites de la certeza “de las regiones conocidas
del mundo y navegar hacia Occidente, hasta
mucho más allá del punto a partir del cual sus
suministros podrían llevarlo de vuelta a casa”
(Heisenberg, 1996, p. 87).

Estar entre un punto y otro del viaje parece ser lo


que siempre ha vivido Ulises en su travesía para
regresar a Ítaca, reencontrarse a Penélope y vivir
El viajero encuentra la turbulencia del viaje y la calma de una vida en familia. Y en ese sentido,
puede elaborar esa tercera fe o ese tercer mapa; es rehaciendo trayectorias, experimentando, quién
necesario recrear las condiciones del viaje, pues sabe “un espacio en blanco”, un ‘entre espacios’
el a priori de las informaciones se desvanece, (SERRES, 1997: 24), lugar donde todos los
exigiendo la elaboración de un a posteriori. colores están presentes, pero aparentemente
“Inquieto, suspendido, como en equilibrio en invisibles. La presencia de todos los colores,
su movimiento, él efectúa el reconocimiento de que podemos leer como la existencia de todas
un espacio inexplorado, ausente de todos los las posibilidades, hace el viaje para el viajante
mapas y nunca descrito por cualquier atlas o un desafío, una experiencia, un caos sin rumbo,
viajero” (SERRES, 1997: 24). sin dirección. Es en ese espacio que se establece
la condición para la narración, para la creación,
Werner Heisenberg en “La parte y el todo” para la confección de las leyendas que contiene
parece tener la misma impresión de Serres los significados de las travesías que nos llevan
acerca de un espacio de paso, sin descripción, de un punto a otro del espacio, muchas veces sin
localización y mapa a priori, que emerge cuando que necesitemos salir del lugar.
“se está dispuesto a dejar el anclaje seguro de la
doctrina aceptada y a enfrentar el peligro de un
arriesgado salto adelante hacia el vacío”(1996,
3
El espacio vacío puede ser visto como una lectura radical
del espacio. En él la presencia de todas las formas es una
p. 87). Para el “filósofo de la incertidumbre” invitación a la creación.
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Este espacio de paso, transparente y


virtual, tan arcaicamente conocido
de los errantes, inmemorial como el
desierto atravesado antes de cualquier
descubrimiento, ¿no será precisamente
lo que nosotros poblamos con nuestras
redes y que habitamos cuando hablamos
de una punta a otra del mundo? (1997,
p. 25).

Acrecentemos la indagación del filósofo: ¿no será


en ese espacio o en esa superficie, entre lo lejano
y lo próximo, que emerge “lo contemporáneo” y
que es aquí, que tejemos nuestras leyendas para
guiarnos por las diferentes travesías a las que
estamos sometidos; para crear las estrategias
de aprehensión de lo real; para sucumbir a la
anticipación del devenir? Aquí las leyendas se
tornan amplificaciones del rechazo primordial
de permanecer en el mismo lugar, lo que nos ha
hecho errantes y, en ello, viajeros conductores
y conducidos por marcas que nos rehabilitan a
construir narraciones inciertas e imprecisas de La nitidez de la información contenida en el
nuestras trayectorias. mapa se vuelve turbia e incierta cuando el viajero
Así, la leyenda de un mapa es siempre se pone en camino. Una vez más, la narrativa
incompleta, pues está confeccionada con las épica de Homero en La Odisea, teniendo a Ulises
tintas del desplazamiento que contiene en las como protagonista, puede servir de ejemplo.
trayectorias: paradas, espacios en blanco, entre Estar siempre a medio camino, parece ser la
espacios. Es en ese ‘entre’ que se instaura la señal que instiga al Rey de Ítaca a reelaborar sus
posibilidad de traer, de mestizar, de recrear desplazamientos, sin que eso le impida ver su
el orden en el desorden que asombra toda destino final.
condición del desplazamiento. Cuando el Ulises encarna una virtualidad espacial
viajero sale, no tiene a priori un mapa o diseño esperanzada, en tanto que su esposa Penélope,
preciso de la trayectoria; es en el camino que quedando en Ítaca, imaginaba el día del
un ‘entre’ espacio se va delineando por los regreso del esposo amado. La esposa de Ulises
acontecimientos, la memoria, el olvido y la vivía la misma espacialidad de estar siempre
imaginación. En el viaje un devenir se confunde cerca y distante de su destino. Ella encontró
con la llegada anticipada del anclaje, pero al estrategias para ampliar su mapa, que el
mismo tiempo ensaya el síntoma de la dispersión tiempo se encargaba de destejer, deshaciendo
que nos acompaña, haciendo de cada llegada el bordado en permanente reconstrucción que
una nueva partida o distanciándonos siempre ella realizaba. La ardiente reina percibiendo la
del sentido de la llegada como finalización del fuerza del tiempo que desgasta los recuerdos y
viaje. pone en riesgo su deseo, trata de rediseñar su

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mapa de espera y tejer y destejer su bordado, “entre”: cercanos y llenos de reticencias en las
una estrategia para aguantar la travesía incierta innumerables llegadas que nos anticipan y nos
de Ulises, para engañar a los pretendientes y distancian de los mapas que confeccionamos
proteger, en parte, la dispersión que la realidad y ayudamos a confeccionar sobre la ciencia, el
le imponía. arte, la literatura, el cine, el espacio y el tiempo.

El estado de movilidad es al mismo tiempo


ancestral y contemporáneo, y se actualiza
mediante intercambios con los residuos que
se mantienen a lo largo de los recorridos. El
desplazamiento es una estrategia que matiza
la condición humana, evidenciando que estar
aquí o allá supone siempre, potencialmente,
un movimiento pendular, lo que actualiza un
dispositivo arcaico –o en la concepción de Edgar
Morin (2000) un “arkê” – que, atravesado por
la necesidad, por la curiosidad, por la libertad,
por la revuelta, por la insatisfacción u otras
sensaciones y materialidades imprevisibles,
impulsan los pasos de la especie humana en
varias direcciones. Y, más que eso, es un flujo
anterior y permanente.

Como para Ulises y Penélope, una cartografía Moverse es desplazarse entre el antes y el
de los saberes se enlaza a una cartografía de la ahora, trayendo de las sombras aquello que está
imaginación, de la experiencia, de los deseos, encubierto por el flujo de los acontecimientos,
de la incompletud, que a su vez teje y urde paisajes y desafíos. “El móvil en lo fijo, es
mapas de la re-existencia. Estos mapas son fácilmente localizable; [...]. Pero el móvil en el
trazos confeccionados con leyendas precisas móvil, ya está mucho más escondido, ya que
e imprecisas, por eso el viaje y la partida la propia referencia se apaga” (SERRES, 2007,
constituyen ya un dato que se va actualizando p, 34). En esa dirección, la lectura del mundo
en la medida del desplazamiento. El intervalo supone y requiere una leyenda que contemple la
que se impone entre la salida y llegada, ese “estar movilidad como condición de dar cuenta de lo
entre” un lugar y otro, es el combustible que nos que nos separa y nos acerca, pues: “Lo humano
informa sobre la condición de la incompletud, de se narra en relatos de viajes, recortados por
la deriva, de la bifurcación cuando seguimos una bifurcaciones” (SERRES, 2015, p. 21).
trayectoria, trazamos un objetivo, establecemos
una meta. La llegada sólo puede existir en el Mapear el movimiento con dosis de repetición
recorrido y por eso ella se va dispersando y (es lo que caracteriza a la construcción de
reinventándose en los trayectos recorridos. cualquier conocimiento), e igualmente con dosis
de inestabilidad, variación e imaginación, repone
Somos así, siempre más cercanos a las reticencias las corrientes de incertidumbres generadas por
que a los puntos finales, elaboramos narrativas la condición espacial de la existencia, que se
desplaza, fluctúa y genera un “Atlas de vida”
www.ceuarkos.edu.mx/vision_docente/index. (SERRES, 1997, p. 39). 27
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Mapear el movimiento con dosis de repetición SERRES, Michel (2015) Narrativas do


(es lo que caracteriza a la construcción de humanismo. Rio de Janeiro: Bertrand Brasil.
cualquier conocimiento), e igualmente con dosis
de inestabilidad, variación e imaginación, repone ________. (2007) Júlio Verne: a ciência e o homem
las corrientes de incertidumbres generadas por contemporâneo. Rio de Janeiro: Bertrand Brasil.
la condición espacial de la existencia, que se
desplaza, fluctúa y genera un “Atlas de vida” ________. (1997) Atlas. Lisboa: Instituto Piaget.
(SERRES, 1997, p. 39).

¿Cómo tejer y leer ese atlas vivo y movible?


¿Cómo comprender la destreza, creatividad y
complejidad de los libros “Atlas y Narrativas
del Humanismo de Michel Serres? Bien,
como sabemos, todo libro de esa naturaleza
contiene una multiplicidad de entradas para
cercar, sin aprisionar, el tema matriz. Desde
nuestra perspectiva, -y si es necesario elegir
un camino complementario para el recorrido
hecho hasta aquí-, diríamos que tal camino
puede ser visualizado a partir de una nueva
comprensión del paisaje. Pero este artificio de
método narrativo requiere desdoblamientos
contextualizados y debe ser tratado en otro
artículo.

Referencias bibliográficas

HEISENBERG, Werner (1996) A parte e o todo:


encontros e conversas sobre física, filosofia,
religião e política. Rio de Janeiro: Contraponto.
(Tradução de Vera Ribeiro).

MORIN, Edgar (2003) A cabeça bem-feita:


repensar a reforma, reformar o pensamento. Rio
de Janeiro: Bertrand Brasil.

_______. (2000) O paradigma perdido: a


natureza humana. Lisboa: Publicações europa-
américa.

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