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WANCEULEN
EDITORIAL DEPORTIVA, S.L.
Título: MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
AGRADECIMIENTOS..........................................................................................11
BIBLIOGRAFIA .................................................................................................181
AGRADECIMIENTOS
Agosto, 2004.
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
CAPÍTULO 1
Son muchos los que consideran que el hecho de moverse con dificultad en
el recreo, en la clase de educación física o en la escuela deportiva no posee una
entidad suficiente como para ser considerado como una dificultad de aprendizaje
similar a la que pudiera manifestarse al leer, escribir o calcular. Es más, es
posible que una tradicional visión determinista del desarrollo infantil les haga
pensar que si la naturaleza no les ha dotado del don del movimiento coordinado,
para qué insistir, no sirven para el deporte, y lo que se debe hacer es centrarles
en otras tareas escolares consideradas mucho más relevantes y productivas.
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LUIS M. RUIZ PÉREZ
Pues bien, que el abandono se puede dar, es algo con lo que se cuenta,
pero si se da sin haber tenido la oportunidad de sentirse útil en una actividad, la
situación cambia. Y si dicho abandono se da para inhibirse de todo lo que tenga
que ver con la actividad física y el deporte, entonces la situación es para
analizarla con detenimiento.
Otra circunstancia más favorable es cuando no desea tener nada que ver
con lo que se hace en educación física, pero van a la piscina, o juegan al tenis o
simplemente salen a correr. Quiere esto decir que su grado de dificultad era
manejable, y que por diversas circunstancias, no hemos sido capaces de
atraerles hacia la participación en las clases pero no por ello se consideran
sujetos incapaces.
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MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
Los especialistas en las más diversas áreas se han fascinado por describir y
explicar el desarrollo de esta competencia motriz, de la rapidez con la que los
niños y niñas van adquiriendo nuevos patrones de movimiento, del control de sus
desplazamientos y de sus posturas, y como entre los 2 y 7 años se lleva a cabo
una verdadera eclosión de las posibilidades de acción de los niños y niñas con
una elevada variación interindividual. Es en estas diferencias individuales en
donde encontramos a aquellos escolares que no muestran el mismo ritmo de
logros o que incluso parecen manifestar otra progresión de cambio diferente a la
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del resto de sus compañeros, de ahí que conocer como los escolares aprenden
las habilidades motrices sea imprescindible para comprender como llegan a ser
competentes en el gimnasio y en el campo de deportes.
Los escolares son competentes cuando saben lo que tienen que realizar,
cuando poseen el repertorio de respuestas adecuado y saben cómo emplearlo,
todo lo cual reclama horas de práctica y una enseñanza inteligente. Por lo tanto,
saber lo que hay que hacer en educación física no es suficiente, sino que debe
ser capaz de realizarlo, lo que añade un elemento de dificultad, que en otras
circunstancias no existe (ej. El juego del ajedrez), y es ahí donde puede empezar
el problema, cuando no se es capaz de coordinar las acciones de manera precisa
para solucionar los problemas planteados.
Esta es la razón por la cual nos preocupa que existan escolares que no
hayan desarrollado adecuadamente su competencia motriz, y que no son
capaces de interactuar de forma eficaz y eficiente en las clases y/o en su vida
cotidiana. No es que pensemos que esto de por sí sea una catástrofe que impida
que un niño o niña pueda recibir los beneficios de la educación, pero sí es cierto
que las dificultades de movimiento puede limitarlas, y que merecen ser tratadas
como tales, como un problema a solucionar para poder dotarles del mayor
número posible de experiencias enriquecedoras.
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MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
Este libro en sí mismo desea ser una introducción a estas dificultades, con
un enfoque especialmente dirigido a los profesionales de la educación física
escolar.
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CAPÍTULO 2
Escenario:
Es ésta una escena más habitual de lo que cabría esperar. En todas las
clases encontramos alumnos y alumnas como el de nuestro caso, en todas las
clases los profesores reconocen que existen alumnos o alumnas que no llevan el
ritmo, que no participan en la clase o que cuando lo hacen no suelen mostrar una
aceptable competencia. ¿Cómo es su desarrollo?
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Fue Kevin Connolly (1970) quien destacó que el desarrollo motor debía
explicarse basándose en el concepto de habilidad y que dichas habilidades
infantiles estaban constituidas por subrutinas (Connolly y Bruner, 1973; Elliot y
Connolly, 1973), definiéndolas como: "Actos cuya realización es una condición
necesaria pero no suficiente para la ejecución de una secuencia organizada
jerárquicamente, y de carácter más complejo" (Elliot y Connolly, 1973, pág. 136).
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MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
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Para Wall et al. (1985) la calidad del desarrollo motor está ampliamente
relacionada con el conocimiento que sobre las acciones los niños van adquiriendo
en su interacción con el medio, por lo que los escolares con problemas evolutivos
de coordinación carecerían de la cantidad y calidad de dicho conocimiento para
poder actuar de forma competente, aspecto que es necesario considerar.
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MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
Proceso d e
búsqueda
autón om a de
soluciones
E strategias de
búsqu eda
P ro c es o tem p o ra l
Una de las ideas claves para estos investigadores ha sido explicar como el
sistema motor humano (el escolar) podría ser capaz, con poca exigencia cognitiva,
conseguir que los numerosos componentes de la acción (articulaciones, grupos
musculares, etc.) participen de forma funcional y conjunta, manifestando un control
necesario para poderse mover con fluidez, explicar como los escolares establecen
sinergias o estructuras de coordinación que conviertan su sistema en un sistema
controlable (el problema de Bernstein o el problema de los grados de libertad), y
ésta es una cuestión clave cuando se trata de escolares con problemas de
coordinación, ya que no consiguen este grado de cooperación y de sinergia, de ahí
que sus movimientos son pesados, abruptos y poco fluidos.
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COORDINACIÓN MOTRIZ EN
LAS EDADES ESCOLARES
COMBINACIONES
Son diferentes los aspectos que se suelen tener en cuenta cuando se trata
de describir cómo es un movimiento coordinado, así destacaríamos: la precisión
a la hora de llevarlo a cabo, la armonía en su realización, la fluidez del
movimiento, su medida y control, su ritmo, es decir, lejos de ser un constructo
unitario, se componen de toda una serie de elementos que suelen ser el objeto
de la observación y de la evaluación.
Sea como fuere lo que parece claro es que retrata una armonización de
fuerzas exteriores e interiores en relación a un objetivo concreto, y que el
desarrollo de la competencia motriz no es otra cosa que la expresión de esta
función de coordinación que se va manifestando de forma cada vez más
competente a lo largo de los años escolares.
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Nitsch y Munzert (2002) aportan una concepción sistémica que nos resulta
muy atractiva a la hora de contemplar el proceso de desarrollo de la competencia
motriz. En esta concepción sistémica establece una serie de niveles que
comentaremos a continuación como expresión de las estrechas relaciones entre
los mismos, y que nos ayudará a comprender mejor el impacto de los problemas
de coordinación motriz en los diferentes ámbitos de la conducta del escolar (fig.
4):
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Comportamiento Entorno
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CAPÍTULO 3
Los estudios sobre desarrollo motor han sido abundantes al mostrar cómo
es el itinerario de la competencia motriz desde el nacimiento hasta la
adolescencia. Se han destacado momentos, fases, patrones de movimiento que
caracterizan a cada una de esas fases y lo que cabría esperarse de un niño o
niña que se encuentre en un estadio o fase concreta.
Por un lado, aquella que defiende que aunque el desarrollo motor esté más
retrasado seguirá las mismas pautas y conseguirán los mismos patrones de
movimiento pero de forma más lenta debido a un retraso en los mecanismos
biológicos-madurativos del desarrollo motor. Los estudiosos la conocen como la
postura del retraso evolutivo. Por otro lado, tenemos aquellos que consideran que
existe algún tipo de déficit que impide que el desarrollo motor siga su itinerario y
que hace que los niños que lo poseen, manifiesten su propio desarrollo motor,
diferente a de sus compañeros debido a que existen diferencias en los procesos
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Tal vez uno de los esfuerzos más notable sea el realizado por Gubbay en
1975 quien consideraba la existencia de niños mentalmente normales, sin
alteraciones morfológicas y sin problemas diagnosticados pero con claros
problemas para llevar a cabo movimientos intencionales y coordinados,
separándolos de otros niños con problemas de coordinación debidos a problemas
médicos diagnosticados, por lo que para este investigador, la torpeza motora
poseía entidad suficiente para ser estudiada por sí misma, y no solo porque
formara parte de un cuadro más general de dificultad, como muy bien presentó el
profesor Javier Hernández en su texto sobre Torpeza Motriz en 1995.
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Lo cierto es que como indica Cratty (1994), es a partir de los años 1970
cuando el estudio de los problemas de dispraxia, torpeza motriz o desórdenes
evolutivos de coordinación motriz tomó carta de naturaleza y se empezó a buscar
signos tempranos que pudieran avisar de su presencia. Es el momento en el que
se empieza a emplear la expresión signos suaves (soft signs) por la profesión
médica y que fueron definidos como la evidencia de la manifestación de una
disfunción en el organismo. La relación de estos indicadores hace referencia a la
existencia de temblores, movimientos involuntarios, tono muscular bajo, exceso
de movimiento, retrasos en el empleo de la mano dominante, sincinesias o
problemas de planificación motriz (dispraxia) (Kurtz, 2003). Existe un conjunto de
baterías para evaluar los signos suaves que incluyen test de funcionamiento
sensorial, coordinación, velocidad de movimiento o sincinesias. Ries en 1987
desarrolló un examen que denomino “The physical and neurological examination
of soft signs (PANESS) que ha empezado a formar parte de las evaluaciones
pediátricas de los niños y niñas entre 7 y 9 años.
Sea como fuere lo cierto es que la mayoría de los escolares que tenían
dificultades para coordinar sus movimientos no presentaban un cuadro clínico
claro que explicara dichas dificultades. Desde este momento el interés creció y
fueron muchos más los investigadores que se empezaron a preocuparse por esta
paradoja, la de niños y niñas aparentemente sanos pero que son incapaces de
moverse con coordinación. Si nos centramos en el ámbito de la educación física,
en todas las clases de educación física o de aprendizaje deportivo existen
alumnos que tienen dificultades en aprender lo establecido en los programas, y
como responsables de la materia tenemos una obligación moral y profesional de
conocer, evaluar y tratar de mejorar dichos problemas de coordinación motriz
desde las edades más tempranas.
Pero, la realidad suele ser otra ya que existe un sector de este alumnado
de educación física escolar que presentan dificultades para moverse con fluidez y
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“D. es muy poco hábil en los deportes, entiende todo al revés o no le sale
nunca como ella desearía. Si tiene que decidir entre dos acciones, siempre elige
la que le sale peor. Siempre está sola y su condición física es muy baja.”
“A. no coordina sus movimientos bien en la clase, no es capaz de llevar a cabo
las habilidades del programa de educación física, y se fatiga con mucha facilidad.
Sus compañeros no suelen elegirla para formar parte de los grupos de práctica”.
Si estas son las percepciones que los profesores tienen de estos alumnos,
cabría pensar en cómo deben ser las vivencias que estos alumnos tienen de sus
clases de educación física, lo que hace más necesario poderlos escuchar y
plantearnos de qué manera se les puede apoyar en su desarrollo para que
puedan disfrutar de los contenidos de la materia.
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Han sido muchos los términos que se han empleado para caracterizar a
estos escolares hasta llegar al consenso de denominarlos como Desórdenes o
Trastornos Evolutivos de Coordinación (Developmental Coordination Disorders).
Como Wall, Reid y Patton (1990) indicaron, en los últimos 70 años se han
empleado términos tales como los de dispraxia evolutiva, dificultad perceptivo-
motriz, disfunción perceptivo-motriz, disfunción cerebral mínima, problema de
movimiento, infantilismo motor, torpeza motriz congénita, retraso en el desarrollo
motor, torpeza motriz, problema evolutivo de coordinación motriz, síndrome del
niño torpe, síndrome de torpeza motriz, problemas motrices, impedimento motriz,
retraso motrices, (Arnheim y Sinclair, 1976; Kiphard, 1976 ; Russell, 1988; Ruiz,
1995 ; Sudgen y Keogh,1990; Cratty, 1979b; 1994 ; Wall et al., 1985; Larkin y
Hoare, 1991; Henderson, 1993 ; Missiuna, 1994 ; Hernández, 1995; Wright,
1997).
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vayan más allá de dos desviaciones típicas de la media de una edad dada, deben
ser considerados como problemáticos.
DSM.Descripción
DSM. Descripción ICD-OMS.Descripción
ICD-OMS. Descripción
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bien clara, en todas las clases existen niños o niñas que manifiesta diferentes
grados de dificultad al moverse, variando su prevalencia entre un 2% a un 30%
en la población escolar, según sean los estudios a los que nos refiramos.
Escenario:
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Estos hallazgos fueron revalidados por Wright & Sudgen (1996a) quienes
en su estudio encontraron la existencia de cuatro grupos:
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Conocer las causas que motivan los PECM no es un asunto sencillo y, por
lo tanto, las causas argumentadas son abundantes y variadas. Los factores que
parecen influir en el desarrollo de esta condición de dificultad se podrían resumir
en tres grandes grupos. Por un lado, se ha indicado la existencia de daño
cerebral al nacer y que se manifestaría en signos neurológicos suaves como los
anteriormente comentados. En segundo lugar, se han considerado la existencia
de factores hereditarios como las predisposiciones paternas hacia estos
problemas de coordinación, o la existencia de problemas bioquímicos, y en tercer
lugar están los que resaltan los factores ambientales relacionados con lo que se
ha denominado la privación ambiental (Morris & Whiting, 1971; Sprinkle &
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Hammond, 1995, Kiphard, 1976), aunque en este tercer grupo los estudios no
son muy abundantes.
En los siguientes capítulos de este libro se tratarán con más detalle estas
relaciones.
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CAPÍTULO 4
LAS COMPETENCIAS MOTRICES
FUNDAMENTALES DE LOS ESCOLARES
CON PROBLEMAS DE COORDINACIÓN
Edad promedio
Competencia de consecución
(años)
Abotonar y desabotonar 4
Vestirse (excepto atarse los cordones) 4,5
Montar en bicicleta con ruedas de ayuda 4,5
Recortar con tijeras 4,5
Colorear dentro de líneas 4,5
Montar en bicicleta sin ayudas 5
Dibujar un cuadrado 5
Mantenerse sobre un pie durante 15” 5
Atarse los cordones de las zapatillas 5,5
Escribir el nombre y apellido 5,5
Skipping rítmico 5,5
Trípode para sujeción del lápiz 5,5
Saltos rítmicos 6
Dibuja una línea diagonal 7
Detecta los dedos que son tocados (gnosis digital) 8
Saltos en el sitio alternando los pies. 8,5
Repiqueteo rápido y secuencial de los dedos sobre la mesa 9
Dibuja una cruz con iguales dimensiones 9
Se mantiene en equilibrio con un pie delante del otro 10” 10
Desaparecen las sincinesias de repetición al mover los dedos
Secuencialmente 11
Dibuja un cubo de tres dimensiones con sus ángulos 12
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En este libro las edades de interés son las que se ubicarían en las fases
de las habilidades básicas, específicas y especializadas, lo cual nos lleva a
recordar que unas fases se apoyan en los anteriores y que convendría que el
lector revisara para comprender en su globalidad del proceso de desarrollo de la
competencia motriz infantil para lo cual le recomendamos los textos de Cratty
(1982), MacClenagham y Gallahue (1985) Ruiz (1987) o Ruiz et al. (2001).
Habilidades
especializadas
Habilidades +DELOLGDGHV
específicas GHSRUWLYDV
Barrera de
eficiencia
Habilidades básicas
Reflejos y reacciones
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profesores es menor. Tal vez sea esta una de las ideas más arraigadas, “hay que
esperar a que los sujetos den las señales de su transformación para ofrecerles
tareas que les enriquezcan todavía más”. Estamos convencidos de que esa no es
toda la historia. Sin duda cuando llegan a la escuela ya poseen una diferencia
fundamental, los que han estado viviendo en ambientes que les han incitado a
actuar y aquellos que provienen de ambientes menos activos, y eso ya deja su
pequeña o gran huella.
Las investigaciones sobre desarrollo motor infantil nos han enseñado que
una vez ha consolidado todo un conjunto de competencias de locomoción,
manipulación o estabilidad, los niños y niñas de dos a tres años empiezan a
mostrar sus posibilidades de exploración activa de su entorno con patrones de
movimiento más elaborados, en las que manifiesta el control de su propio cuerpo
y el de los objetos. Estos patrones o competencias motrices fundamentales se
han clasificado en 4 grupos: Locomotrices, Manipulativas, de Estabilidad y las
Combinaciones de los anteriores.
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dificultades para transferir el peso de una pierna a otra lo que hace que su
marcha sea poco fluida, poco armoniosa y en muchos casos dismétrica (Ruiz et
al., 2001)
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Es entre los 4 y 6 años cuando los escolares deben mostrar una forma de
correr razonablemente buena, aumentando la velocidad y la amplitud de la
zancada (McCleanagham y Gallahue, 1985), lo que siguiendo ese impulso a la
variación al que se hizo mención, le incita a buscar las posibles variaciones en su
empleo, modificando la velocidad de carrera y empleándola en los juegos en los
que participa. La carrera manifiesta una acción en la que cada componente de la
misma muestra una mayor coordinación, los brazos, la posición del cuerpo
ligeramente inclinada, la extensión de la pierna de impulso, el apoyo, la acción de
la pierna de recobro, de ahí que hacia el 5º año la estructura será muy parecida a
la del adulto.
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Los niños más endomórficos (gruesos) muestran más dificultades que los
que no muestran un exceso de peso. También la falta de condición física y en
concreto de flexibilidad, pueden contribuir a que la carrera muestre más
dificultades.
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Como tal es una habilidad compleja ya que reclama que el niño posea la
fuerza suficiente en las piernas, un buen equilibrio, un control postural adecuado
y capacidad rítmica para poderlo llevar a cabo. Tanto es así que en diferentes
instrumentos de medición y evaluación del desarrollo motor es considerado como
un ítem imprescindible para evaluar la coordinación y el control motor. Tal es el
caso del Test de coordinación corporal infantil de Kiphard y Schilling (1974) (ver
Cap. 9).
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cuando los escolares son incapaces de saltar varias veces seguidas sobre un pie
o tienen problemas para saltar de forma continuada a un lado y otro de una línea
marcada en el suelo.
Una de las formas de salto que resulta muy interesante de analizar, y que
forma parte del conjunto de patrones lúdicos de los escolares, es saltar a la
comba, aun siendo una habilidad autorregulada en la que el escolar ejerce la
acción a un instrumento, como la comba, sin estar sometido a la acción de los
demás, para muchos resulta una tarea difícil de llevar a cabo, de tal manera que
entre las dificultades más comunes encontramos: la falta de sincronización entre
el movimiento de la cuerda y el salto, la falta de continuidad en la acción, ya que
gira la cuerda y se para antes de saltar lo cual termina resultándole imposible; no
ajusta la longitud de la cuerda para poderla controlar suficientemente, no se eleva
lo suficiente para que la cuerda pase por debajo de los pies, salta sobre los pies
planos en vez de sobre la parte delantera de los pies o coloca el tronco
demasiado inclinado hacia delante lo que le impide un salto fluido y armonioso.
Por último, haremos mención del salto a la pata coja, tan común entre los
escolares en sus juegos y que ha recibido una atención amplia por los
investigadores de las habilidades fundamentales. Saltar a la pata coja supone
desplegar la fuerza, resistencia muscular, equilibrio y coordinación suficiente para
despegarse del suelo, caer sobre el mismo apoyo de manera estable y volver a
despegarse en un siguiente salto. Si consideramos que muchos escolares con
PECM tienen ya dificultades para realizar un solo salto, pensar en varios saltos
continuados sobre una misma pierna, parece complicado. Un análisis de este
patrón de movimiento ha mostrado que los escolares con PECM suelen tener
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Fase preparatoria
Fase de acción
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Al interceptar o atrapar:
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de ahí que se espera un cierto grado de dominio de las mismas para poder
favorecer una transición hacia habilidades culturales y deportivas.
Tomemos como referencia, ahora, el golpeo con una raqueta. Los más
jóvenes comienzan sus ensayos de golpeo con un agarre con mucha fuerza, el
cual se localiza en la palma de la mano, esta es una forma de agarre típica
cuando el instrumento es demasiado grande y pesado, de ahí la necesidad de
que las raquetas sean apropiadas al tamaño del niño y a su mano, para que el
agarre y el manejo de la misma pueda evolucionar adecuadamente (shake hands
grip) (Haywood, 1986). Es conveniente volver a recordar que golpear una pelota
con una raqueta es para el escolar una tarea perceptivo-motora compleja y que
en la infancia temprana no se es muy eficaz a la hora de contactar con objetos en
movimiento. Progresivamente va manifestando un movimiento (swing) en un
plano lateral, aunque en situaciones de estrés pueda volver a mostrar patrones
antero-posteriores.
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conocido que los niños pequeños son capaces de golpear objetos cuya velocidad
no sea elevada. Es necesario recordar que con la mejora de las competencias
visuo-perceptivas los escolares son capaces de ajustar mejor sus movimientos a
las características cambiantes del vuelo de la pelota, pero en estos escolares
estas competencias visuo-perceptivas pueden ser la fuente de sus dificultades.
Así a los 2-3 años no manifiesta una clara estrategia de golpeo, ya que su
posición es estática y su mirada se centra en la persona que le pasa la pelota y
no en ésta, siendo sus respuestas lentas. A partir de los 5 años manifiesta la
competencia de anticipar parte de las características del vuelo de la pelota,
manteniendo su mirada en el pasador, en la pelota e incluso en su propia
raqueta. Sigue mostrando problemas de sincronización (timing), ya que, si bien
sus acciones pueden llegar a ser correctas, siguen siendo lentas. Es a partir de
los 10 años, aproximadamente, cuando los escolares son capaces de adquirir
estrategias de respuesta adecuadas y de anticipar el vuelo de la pelota
preparando el golpe más adecuado para cada situación, ya que su mirada se
concentra en la pelota para extraer la mayor cantidad de información, no mirando
el movimiento de su raqueta a la hora de responder.
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Es a partir del quinto año que los escolares van mostrando los ajustes ne-
cesarios tanto equilibratorios como visuo-motores para realizar tareas
equilibratorias estáticas y dinámicas, aunque todavía no sea capaz de mantener
el equilibrio estático con los ojos cerrados. La investigación ha mostrado que un
porcentaje elevado de niños y niñas son capaces de realizar un número
abundante de tareas equilibratorias tales como mantenerse en una posición
estática sobre los dos pies, un pie o realizando movimientos tales como saltar y
girar o marchar hacia delante o hacia atrás. En definitiva, un escolar de 5 años
debiera ser capaz de mantenerse sobre un pie un mínimo de 10 segundos con
los ojos abiertos y cinco segundos con los ojos cerrados.
Como indican Keogh y Sudgen (1985) estas tareas son útiles hasta el 5º
año, después de esta fecha ofrecen poca información salvo que se establezcan
condiciones concretas tales como mantener una postura específica durante un
tiempo dado, algo que la mayoría de las baterías de desarrollo motor emplean. A
partir de estas edades las demandas equilibratorias son abundantes y variadas,
que reclaman un control postural complejo como en tareas sobre los patines,
monopatines, montar en bicicleta o los juegos de persecución y esquiva. Es a
partir del séptimo año que los escolares consiguen mantener el equilibrio con los
ojos cerrados.
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variar la dificultad de las tareas equilibratorias tanto si se realizan con los ojos
abiertos o cerrados.
De forma específica hay que recordar que estos escolares pueden mostrar
dificultades equilibratorias que afectarán al resto de las habilidades
fundamentales, estas dificultades pueden manifestarse al controlar y mantener la
estabilidad al desplazarse, al tratar de mantener una posición o adoptar posturas
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CAPÍTULO 5
CONDICIONANTES PERCEPTIVO-
COGNITIVOS DE LOS PROBLEMAS DE
COORDINACIÓN MOTRIZ
Esta interacción debe ser contemplada como los intentos que el escolar
realiza por solucionar los múltiples problemas motores que encuentra. Todo ello
supone la consideración de las dimensiones perceptiva y cognitiva del control de
los movimientos (Fig.7).
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Consideremos los juegos de balón en los que deben evitar ser eliminados
de un pelotazo y que tanto se juega en nuestros recreos. La visión y sus
procesos le permiten obtener datos sobre el campo perceptivo que le rodea y leer
y comprender lo que está sucediendo. Por lo tanto, la percepción visual es un
conjunto de procesos responsables de la captación, transmisión e interpretación
de la información, procesos que en su mayor parte son aprendidos, es decir, los
escolares aprenden a emplear sus ojos.
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Información Información
psicosemántica psicosensomotriz
Reducción de
Gestión del tiempo
La incertidumbre
• Realización de la
• Temporal: ¿Cuándo?
Conflicto velocidad/precisión acción: ¿Cómo?
• Espacial: ¿Dónde?
• Acontecimientos:
¿Qué?
Resultado de la acción
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equilibratorios mejoran cuando se les solicita que cierren los ojos, ya que
solamente se basan, para mantener su postura, en los feedback que le remite
sus sistema motor y no en los feedbacks visuales que le envía un sistema que
tiene sus dificultades para mantener un campo visual estable, lo cual contrasta
con la afirmación de Wann, Mon-Williams y Rushton (1998) quienes mantienen
que los problemas que estos escolares pueden tener en el procesamiento de la
información propioceptiva y cinestésica viene de la confianza que tienen en su
visión.
En este juego debe ser capaz de seguir el movimiento del móvil mediante
todo un conjunto de movimientos sacádicos, pequeños movimientos a saltos que
da el ojo, tratando de tener información estable del movimiento del balón y poder
interpretar lo que ocurre. Esta competencia varía notablemente de unos niños a
otros y es probable que en muchos niños con PECM sea menos eficiente, de ahí
sus dificultades en este tipo de actividades, ya que para ellos el balón aparece de
repente y no dentro de una trayectoria que puede tratar de predecir. Con la edad
y la experiencia los escolares van siendo más competentes para predecir la
trayectoria de los móviles. Sabemos que los escolares de menos de 5 años
tienen grandes dificultades para anticipar la trayectoria de un móvil mientras que
esta posibilidad empieza a ser posible a partir de los 6 y 7 años, edades en las
que los vemos involucrados en los juegos de balón y pelota de forma habitual
previos a su introducción en el mundo de los aprendizajes deportivos. La
progresión de cambio la constataremos a lo largo de la educación primaria y
secundaria (Williams, 1983).
Como indica Cratty (1984) las razones por las cuales un escolar es
incapaz de atrapar un balón pueden ser variadas, oscilando desde los defectos
en los mecanismos neurológicos implicados en la transmisión de las
informaciones visuales a los retrasos madurativos, tiempos de reacción y
movimiento lentos que impiden que responda y coloque las manos en el
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momento oportuno y en el lugar oportuno a los que hay que añadir la falta de
experiencia en este tipo de actividades. Como indican Lord y Hulme (1987) es
probable que las dificultades en realizar juicios perceptivo-visuales sean los
causantes de que los escolares con PECM tengan problemas para organizar sus
acciones y atrapar los móviles.
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Para Keogh y Sudgen (1985) estas informaciones son las que favorecen
que los escolares desarrollen su conocimiento corporal, por lo que definen la
cinestesia como el sentido que le permite conocer sobre sus movimientos y sobre
la posición de su cuerpo en el espacio, sobre sus funciones, sus preferencias
laterales, etc. Para poder desenvolverse de forma competente en las clases de
educación física es necesario que sepa sobre sus posturas, como las diferentes
partes de su cuerpo se ponen en relación entre sí, y como su cuerpo se relaciona
con las tareas y los contextos en los que actúa.
ESQUEMA CORPORAL
(Nivel sensomotor)
CONCIENCIA CORPORAL
(Nivel perceptivomotor
Conceptual/cognitivo)
IMAGEN CORPORAL
(Cognitivo)
Fig. 9. Componentes del Auto concepto físico según Williams (1983, p.283)
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Las preferencias del ojo y oído siguen un patrón similar a la mano, con un
predominio de la derecha frente a la izquierda.
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Son muchas las operaciones activadas para que los procesos de selección
y generación se lleven a cabo. La planificación motriz y la toma de decisiones
forman parte relevante de este segundo paso. El tercer paso supone la
organización de la secuencia coordinada de los movimientos, controlada por el
sistema neuromotor.
Procesamiento
PASO II
PASO I Seleccionar PASO III
Especificar Generar Realización
Funciones
Las tareas escolares, las tareas deportivas o las tareas que llevan a cabo
en el recreo reclaman con mayor o menor intensidad los recursos atencionales de
los escolares. Como tal esta competencia atencional evoluciona con la edad. Ya
desde los primeros días de vida existe la posibilidad de predecir lo que el niño
puede atender o explorar visualmente (Cratty, 1982).
73
LUIS M. RUIZ PÉREZ
Con la edad los escolares, por lo tanto, mejoran sus procesos de atención
y resisten mejor las distracciones, aunque estos procesos no son uniformes en
cualquier tipo de tareas y aprendizajes, ya que pueden concentrarse en un tipo
concreto de aprendizaje de manera clara y no en otros, en los que puedan
encontrar más dificultades. Los escolares con PECM pueden manifestar déficit
atencionales, lo que les impiden centrar el foco de sus esfuerzos en la obtención
de las informaciones necesarias para poder planificar adecuadamente una tarea
motriz, y por lo tanto, llevarla a cabo.
• Los que opinan que lo que cambia con la edad es el espacio mental, la
memoria de trabajo.
• Los que piensan que lo que cambian son las estrategias y los procesos de
control.
74
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
muchos escolares con PECM no son muy capaces de recordar una secuencia
completa de movimientos, como las que a veces en las clases de educación
física se les reclama en una técnica deportiva o una secuencia de una danza o en
la realización de un circuito de acondicionamiento físico, de ahí que la ubicación
de carteles en los que mediante una imagen se dote de informaciones suficientes
para recordar qué actividad se debe realizar en esa estación, puede ser una
excelente ayuda. También una organización y estrategia de la práctica adecuada
(Ruiz, 1987) que no les sobrecargue de datos, puede ser eficaz.
Los escolares van construyendo una memoria que le sirve para dar sentido
a lo que les ocurre, denominada memoria semántica y a medida que son
mayores su conocimiento y memoria aumenta, incrementando sus posibilidades
de relacionar la nueva información con lo que ya es conocido, de ahí que lo que
ya es conocido sea fundamental, y si algo parece estar demostrado es que los
escolares con PECM poseen un claro déficit en el conocimiento sobre las
acciones motrices (Wall et al., 1985; Wall, Reid y Patton, 1990).
Este déficit hace que no sólo sus posibilidades de respuesta sean menores
sino que también sus estrategias para emplear lo conocido en la solución de un
problema sean de menor calidad, lo que en muchas ocasiones le puede llevar a
persistir en el error, y a planificar sus acciones de forma ineficaz.
INFORMACIONES
SENSORIALES
EJECUCION DEL
PLAN MOTOR
INTEGRACION
PLANIFICACIÓN SENSORIAL
MOTRIZ
PROCESAMIENTO CENTRAL
Toma de decisiones
Orden de las prioridades
75
LUIS M. RUIZ PÉREZ
Pero si hay algo que caracteriza a los escolares con PECM es su lentitud
en el procesamiento central de las informaciones, y las ineficientes estrategias
que emplean para seleccionar la respuesta más adecuada, lo que algunos
autores achacan a los problemas que tienen para organizar sus acciones y
llevarlas acabo, máxime si estas reclaman una precisión elevada, como cuando
tiene que tocar con precisión un punto concreto a una señal dada. En este
sentido Missiuna (1994) indica que los escolares con PECM se ven
negativamente afectados cuando los requerimientos de precisión de la tarea
aumentan, posiblemente porque estos escolares necesitan más tiempo para
recibir y procesar las retroalimentaciones derivadas de la acción. También es
posible que no calculen adecuadamente la precisión requerida por la tarea y
necesiten más tiempo para realizar las pertinentes correcciones cuando se
equivocan.
Uno de los retos que los escolares tienen al participar en las sesiones de
educación física es el de planificar acciones que sirvan para conseguir un
objetivo previsto. Muchos de estos procesos reclaman la participación implícita de
los conocimientos adquiridos. Este proceso de planificación motriz no se
manifiesta de la misma manera en todos los escolares, como hemos comentado
anteriormente, algunos escolares tienen problemas para encadenar una serie de
gestos en un movimiento coordinado y armonioso. Pensemos en la situaciones
cotidianas en las que los escolares deben ser capaces de llevar a cabo una
secuencia de movimientos que acaban de ver, por ejemplo la entrada a canasta,
y la facilidad que unos tienen y las dificultades que otros presentan para llevar a
cabo la secuencia correctamente.
76
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
instrumentos para evaluarlas. Así autores como Cratty y Gong (1989) han
realizado toda una serie de estudios en esta dirección e incluso han diseñado
pruebas para las praxias de las extremidades, el tronco o las manos con el objeto
de evaluarlas y que se asemeja a los estudios de Berges y Lezine (1975) cuando
desarrollaron el test de imitación de gestos y que consideramos que el lector
debiera consultar para comprender mejor este apartado.
Como Smyth y Glencross (1986) indicaron los escolares con PEC son más
lentos en el procesamiento de las informaciones cinestésicas aunque estas
diferencias no parecen ser tan grandes cuando se trata de retroalimentaciones
77
LUIS M. RUIZ PÉREZ
visuales, lo que les lleva a considerar que estos escolares son más dependientes
de la información visual cuando tratan de dominar una habilidad motriz en
educación física, no obstante sigue siendo una cuestión polémica.
78
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
CAPÍTULO 6
LA VITALIDAD FÍSICA DE LOS ESCOLARES
CON PROBLEMAS EVOLUTIVOS
DE COORDINACIÓN
Son escasos los estudios que han analizado la condición física de los
escolares con problemas evolutivos de coordinación motriz, aunque se acepta un
hecho y es la baja vitalidad física que los escolares con esta problemática poseen
(Hands y Larkin, 2002).
Es fácil deducir que después de haber mostrado como los escolares con
PECM tiene dificultades para coordinar sus acciones y hacer cooperar las
diferentes partes de su cuerpo para poder golpear un volante con la raqueta o
poder dar una voltereta en la colchoneta, sientan la tentación de no practicar, de
no realizar actividades físicas, y que busquen otras actividades que le sean más
gratificantes, ¿para qué sufrir con las ejercitaciones físicas si puedo jugar con el
79
LUIS M. RUIZ PÉREZ
En definitiva, los escolares con PEC están más sometidos a los riesgos de
poseer una baja condición física. Pensemos que más allá del desarrollo de la
condición física de forma reglada por parte de un profesor está el desarrollo
natural y ecológico de la condición física, de todo el mosaico de cualidades que
son requeridas para la vida cotidiana, y que son la respuesta a las constantes
interacciones que con el medio físico y social se realizan en los años escolares, y
que en los escolares con problemas de coordinación es menor, o lo que es lo
mismo, sus niveles de actividad física habituales son menores que en el resto de
sus compañeros, de ahí que dos dimensiones de su competencia motriz la
energética y la procedimiental se vean disminuidas porque corren menos veces,
lanzan en menos ocasiones, participan poco en los juegos de balón y pelota.
Persistencia Buscador de
en la actividad actividades
Condiciòn Física
En esta tarea debería estar implicados todos los otros significativos que
rodean al escolar, profesores, padres, familia, amigos, colegio, enviándole
80
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
81
LUIS M. RUIZ PÉREZ
100% del
potencial
adulto
Testosterona
Desarollo de la
mielinización neural
Diferenciación de
tipo de fibra
Nacimiento Pubertad Adulto
82
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
Podemos afirmar que desde que los niños y niñas poseen la capacidad de
correr, montar en triciclo, bicicleta o nadar manifiestan una progresiva adaptación
al esfuerzo de mayor duración, lo cual se manifiesta en la realización de tareas
que les resultan motivantes como montar en bicicleta. Macek y Vavra (1976)
afirmaron que si los escolares no participan de forma más asidua en actividades
de una duración moderada es por falta de motivación, por la monotonía inherente
a las mismas y por su falta de atractivo, por lo que unido a su limitada capacidad
de atención, se colocan entre las menos escogidas. Pero si estas tareas están
involucradas en el mundo de los intereses infantiles, son mejor aceptadas por los
niños, siendo capaces de practicar una misma actividad durante un tiempo
considerable.
En el caso de los escolares con PECM son incapaces de llevar a cabo las
habilidades fundamentales que reclaman estas tareas, pensemos que si estos
escolares pueden tener dificultades para coordinar sus extremidades en el agua
difícilmente practicará la natación o deseará formar parte de una escuela de
actividades acuáticas y lo mismo podría decirse de mantener el equilibro sobre la
bicicleta, por lo que suelen ser escolares que llegan a niveles de cansancio poco
favorables para el aprendizaje antes que el resto de sus compañeros de clase
(Cratty, 1994).
83
LUIS M. RUIZ PÉREZ
manera de poder indagar sobre esta cualidad en los escolares con PECM
evitando los problemas de motivación, es empleando tareas intervaladas que
supongan correr a una cadencia establecida. En la mayoría de estos estudios los
escolares con estos problemas manifestaron menores niveles de competencia
aeróbica en comparación con el resto de los escolares (Harvey y Reid, 1997).
6.4. La flexibilidad.
84
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
Son numerosos los test diseñados para evaluar esta cualidad aunque
habría que recordar que la flexibilidad no tiene carácter global con valores iguales
en todas las articulaciones del cuerpo, ya que su desarrollo puede conseguirse y
localizarse selectivamente en cada articulación especifica (Ruiz, 1987). En esta
cualidad los escolares con PECM suelen mostrar resultados paradójicos que en
algunos casos ofrecen un gran nivel de flexibilidad y en otros una gran rigidez
(Larkin y Hoare, 1991). Los estudios de estas autoras han mostrado como los
escolares con dificultades de coordinación manifiestan una falta mayor de
flexibilidad en las articulaciones de la rodilla y del tobillo en comparación con el
resto de sus compañeros.
85
LUIS M. RUIZ PÉREZ
Como indican estos autores, la masa adiposa media en las niñas es mayor
que en los niños a partir de la mitad de la infancia. Esta diferencia es más obvia
en los años puberales en la que las chicas acumulan un mayor tejido adiposo. El
porcentaje graso declina lentamente durante la primera infancia en ambos sexos,
después de un elevado crecimiento. Cuando se aproxima la pubertad, las chicas
muestran un progresivo aumento que continua durante la adolescencia. Por otro
lado, las chicas muestran un ligero aumento en la adiposidad relativa en los
últimos años prepuberales. El porcentaje graso declina luego lentamente,
reflejando el desarrollo de la masa magra en la pubertad.
86
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
6.9. La fatiga de los escolares con PECM y las sesiones de educación física.
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LUIS M. RUIZ PÉREZ
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MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
CAPÍTULO 7
DIMENSIÓN PSICOLÓGICA Y SOCIAL DE
LAS DIFICULTADES DE COORDINACIÓN
Y COMPETENCIA MOTRIZ
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LUIS M. RUIZ PÉREZ
90
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
1ª. Porque provoca situaciones muy estresantes para los niños y sus
familias.
2ª Porque están asociadas a problemas de conducta, sociales y a menudo
con el fracaso escolar.
3ª Porque su pronóstico no es benigno y muchos escolares no se
recuperan espontáneamente de esta dificultad.
Sin duda para los profesores de educación física supone un verdadero reto
ya que deben decidir cómo intervenir o si es necesario recurrir a la ayuda de
otros profesionales, pero ello debe realizarse lo antes posible ya que cuanto
antes comience el trabajo motor con estos escolares más posibilidades existen
del que su efecto sea favorable, sobre todo, como indica Schoemaker et al.
(1994) porque en las edades tempranas es más fácil que los efectos se
generalicen a otros ámbitos de la conducta, que cuando los escolares son
mayores y los comportamientos son mucho más específicos evolutivamente
hablando.
Habría que recordar que los niños que son etiquetados por sus profesores
como torpes fueron considerados como inhibidos, sumisos y muy auto-
conscientes de sus debilidades (Kalverboer, 1988). Son numerosos los
profesionales que indican que estos escolares tienden a aislarse de los demás
ya que perciben que son rechazados por sus compañeros en los juegos y
deportes. Keogh et al. (1979) destacaron como estos escolares pueden llegar a
convertirse en los “payasos” de la clase para poder evitar ser evaluados en su
competencia motriz por los demás compañeros. Otra de las circunstancias a las
que estos escolares pueden verse abocados es a recibir los abusos de otros
compañeros “matones” por su incapacidad para poder defenderse de sus abusos
(Losse et al., 1991). Estamos ante una imagen de un escolar debilitado en su
dimensión psicológica y social debido a su falta de competencia motriz, con una
estima de sí mismos más baja que la de sus compañeros más competentes.
91
LUIS M. RUIZ PÉREZ
Sin embargo cuando nos referimos a los escolares con PECM: ¿Qué
ocurre cuando encuentran que la materia es poco accesible, cuando se ven
incapaces de mostrar dominio y competencia en las tareas y ejercicios que
propone el profesor, y, además, perciben que el resto de sus compañeros, sus
profesores e incluso sus padres no les apoyan?
92
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
93
LUIS M. RUIZ PÉREZ
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MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
95
LUIS M. RUIZ PÉREZ
PECM son opuestos a los de sus compañeros más capaces y menos favorables
al progreso.
Sin duda las puntuaciones de los escolares con problemas son diferentes
a las de los otros dos grupos y, en especial, al grupo sin problemas ya que
presenta la imagen opuesta en dimensiones como la ansiedad ante el error en las
clases, percepción de competencia, competitividad y afiliación. Esta última
dimensión afiliativa de la escala GR resalta por el deseo de los escolares de estar
con otros compañeros y colaborar con ellos para ocultar sus errores, para que los
quieran y para poder seguir las instrucciones de los demás sin tener que tomar
responsabilidades.
,6
,4
C om p e tit iv id ad
,2
C oo p er a ció n
A filia ción
0 ,0
In d ividu a lis m o
C o m pr o m is o
-,2
M e d ia
C om p e t. P ercibida
-,4 A ns ie d ad
P ro blem á tico S in to m ático N orm al
96
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
contextos de logro como los que presenta la educación física, los escolares
poseen unas preferencias al practicar. Los hay que desean ser los mejores de la
clase, superar a sus compañeros como sea, estar por encima de los demás, es
más, no les importa infringir las reglas si con ello consiguen su objetivo (Nicholls,
1989; Duda, 1993; Rico, 2003). Para otro sector del alumnado hacerlo bien,
superar sus propias limitaciones, llegar al dominio de las coordinaciones, al
margen de cómo lo hacen el resto de compañeros, es su objetivo primordial. A
estas dos preferencias motivacionales o estructuras de meta (Duda, 1993) se las
ha denominado: orientación hacia la comparación, el rendimiento o el ego y
orientación hacia la tarea, el aprendizaje y el dominio, siendo una de las líneas
activas de investigación en la actualidad.
No son muchos los estudios en los que se haya explorado estas dos
orientaciones en los escolares con PECM, pero a partir de los que conocemos,
parece adecuado indicar que una orientación hacia la tarea, el aprendizaje y el
progreso es lo más favorable para su progreso. Pero como indica Nicholls (1989)
además de las metas que los escolares puedan manifestar, el contexto de
práctica y el clima emocional que en él se respira es un elemento de primer
orden, y en este apartado los profesores jugamos un papel muy importante ya
que establecemos los climas y atmósferas de aprendizaje con nuestra forma de
intervenir, con lo que decimos y el tono cómo lo decimos, nuestros silencios,
sonrisas, gestos, reprimendas, etc. Todos ellos constituyen la papilla que los
escolares van a digerir en cada sesión, papilla que muchos días puede estar muy
bien elaborada pero que en otros puede que no sea así. No estaría mal que
recordáramos que nosotros también tenemos nuestra orientación motivacional,
nuestras metas, y que pudiera ser que inconscientemente estuviéramos
trasladando a las clases nuestra propia orientación y no la que fuera la más
adecuada para estos escolares.
Es más debemos trabajar para que cada uno de los escolares reciba en su
papilla los ingredientes que mejor favorezcan su desarrollo, ya que la misma para
todos pudiera ser inadecuada. Si ésta es la teoría, en la práctica, los profesores
mostramos en cada clase nuestras preferencias, orientaciones, preferencias de
participación, etc., que son percibidas y asimiladas por nuestros alumnos. En el
caso que nos ocupa, son conocidos los estudios en los que se ha demostrado
como los profesores ofrecemos menos feedbacks suplementarios y de menor
calidad a los escolares menos competentes, lo que en muchos casos no es
traducido por los escolares como “cada día me informa menos sobre cómo lo
hago”, sino que lo colorean emocionalmente, y lo que interpreta es que “cada día
le importo menos, no me quiere o no confía en que pueda hacerlo”. Es
comprensible que nos sintamos más atraídos por los que lo hacen bien, pero una
vez que ha pasado este primer impulso, deberíamos darnos cuenta de que hay
más alumnos que los que nos satisfacen por hacerlo a la primera, de tal manera
que también los escolares con PECM tienen el derecho de recibir feedbacks
97
LUIS M. RUIZ PÉREZ
Sea como fuere, el fracaso a menudo significa que todos los esfuerzos de
estos escolares han sido en vano, en definitiva, que con sus respuestas no han
logrado sus deseos. En los estudios que relacionan la resignación aprendida con
la teoría de la atribución, se indica que los alumnos resignados atribuyen el
fracaso a su falta de habilidad (causa estable) y su esfuerzo no producirá
resultados positivos (Martinek y Griffith, 1993). En situaciones de fracaso, si se
percibe que la causa es interna, incontrolable, y estable, se produce un proceso
circular en el que “el fracaso llama al fracaso” incrementándose éste en un futuro,
lo que provoca que los sentimientos de resignación y apatía continúen, y los
escolares con PECM están llamados a participar de esta circularidad.
Consecuentemente, no persistirán o desplegarán poco esfuerzo para llevar a
cabo la tarea (Ruiz, 1995).
98
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
pensar sobre las causas, un rasgo personal al que denominó estilo explicativo, de
ahí que estas frases no tienen el efecto deseado y son interpretadas en términos,
“estas cosas son las que los profesores tienen que decir pero en el fondo saben
que no seré capaz de hacerlo”.
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LUIS M. RUIZ PÉREZ
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MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
101
LUIS M. RUIZ PÉREZ
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MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
ver quien llega antes”, “ el último recoge el material”, “no lo hagáis como lo hace
fulanito”, “ los diez primeros jugarán el partidillo , el resto dará vueltas al patio por
flojos”, etc., etc. etc..
Sin duda, nuestra toma de conciencia nos permitirá contemplar hasta qué
punto encajan muchas de las propuestas que podíamos haber previsto, hasta
qué punto es necesario explorar las dinámicas complejas de la clase para que
nuestras expectativas sean lo más realistas posibles. Formamos nuestras
103
LUIS M. RUIZ PÉREZ
Escuchar las explicaciones que dan sobre sus actuaciones y el tono de las
mismas, nos servirá para poder reaccionar a tiempo y ofrecerles experiencias que
confirmen que es capaz de hacerlo. Seamos, también sensibles a nuestras
propias expectativas y a nuestras propias intervenciones. Sensibles a la forma
en que nos relacionamos con los menos competentes, con los que muestran
menos interés, reflexionando sobre las oportunidades de práctica que les
ofrecemos y el efecto que éstas tienen en su competencia.
104
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
CAPÍTULO 8
EL PROCESO DE ADQUISICIÓN EN LOS
ESCOLARES CON PROBLEMAS DE
COORDINACIÓN MOTRIZ
105
LUIS M. RUIZ PÉREZ
sobre lo qué se hizo, cómo se hizo y qué resultados obtuvieron. Por nuestra
formación se esperaría esta segunda opción, la de no aceptar a pie juntillas
cualquier propuesta que se realice, pero la realidad nos ha mostrado como en el
ámbito de lo psicomotor y de las dificultades de aprendizaje se han aceptado sin
más numerosas propuestas por los profesionales, que en muchos casos no han
producido los resultados que proponían.
106
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
Habilidades
Especializadas
Competiciones
deportivas, juegos y
torneos deportivos
Habilidades especificas
Con aparatos grandes y pequeños, rítmicas
(danzas), juegos deportivos, deportes,
habilidades gimnásticas, condición física
Habilidades Básicas
Locomotrices (andar, correr, saltar, parar, esquivar,cambiar
de dirección…). No locomotrices (Girar, levantar,
equilibrarse, extenderse…) y manipulativas (lnzar, atrapar,
patear, golpear con bate, driblar, saltar a la comba…)
107
LUIS M. RUIZ PÉREZ
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MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
compañeros para saber qué tienen que practicar o cómo tienen que responder
mejor.
Problema
motor
osadia optimismo
n
autoestima
ióc
lu
motivación confianza
Fe
so
ed
de
ba
so
ck
Factores afectivos
e
oc
Pr
motivación confianza
optimismo osadia
Planificación Evaluación
Ejecución
109
LUIS M. RUIZ PÉREZ
Para los escolares con PECM este proceso de aprendizaje no está exento
de dificultades derivadas de sus bajas experiencias, de sus conocimientos
reducidos, de sus problemas para extraer las informaciones regulatorias de la
tarea, para interpretar las retroalimentaciones, para planificar sus acciones, en
definitiva para enfrentarse con solvencia a sus aprendizajes en educación física.
Esta circunstancia nos lleva a considerar diferentes principios de aprendizaje
motor bajo la premisa de que el ciclo que considerábamos en el capítulo 5º,
manifiestan sus errores, y que una de nuestras responsabilidades es conocerlo y
paliar sus efectos para evitarlos, lo cual nos reclamará unas grandes dosis de
paciencia (Fig. 17).
Partiendo de estas ideas podemos indicar que los escolares con PECM
atraviesan toda una serie de momentos en el proceso de aprendizaje y que dicho
proceso se ve influido por toda una serie de condicionantes (constraints)
relacionados con la tarea, el contexto y su propio organismo, en los que el profesor
juega un rol muy importante.
110
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
111
LUIS M. RUIZ PÉREZ
Este procedimiento no tiene que ver nada con una enseñanza basada en
el ordeno y mando, en un enfoque militarizado de la enseñanza en el que todos
hacen lo mismo y al mismo tiempo: este procedimiento no tiene por qué evitar el
desarrollo de una atmósfera de logro y progreso personal (Graham, Host/Hale y
Parker, 1993).
Existen otras circunstancias en las que los escolares son solicitados para
que exploren su espacio perceptivo-motor de trabajo, para que traten de
descubrir el procedimiento de actuación que resuelva mejor el problema
planteado. Es éste un procedimiento que los partidarios de los enfoques
112
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
Con los escolares con PECM pueden existir circunstancias en las que es
adecuado el crear escenarios de aprendizaje en los que descubra con sus
compañeros que existe un procedimiento de solución que es más eficaz que
otros. Pongamos un ejemplo tomado de Mosston (1978) relacionado con una
habilidad que no resulta muy fácil de aprender a los escolares con PECM: saltar
por encima de una cuerda sujetada por dos compañeros. Para este autor se
pueden distinguir 7 pasos, a saber:
1º. Preguntar a los escolares como sujetarían la cuerda para saltarla, lo cual
da como resultado que la sujeten o coloquen a distintas alturas
susceptibles de ser saltadas.
2º. Solicitar que intenten saltarla, modificando la altura para poder tener unas
mayores posibilidades de éxito.
3º. Una vez que la mayoría lo consigue, el profesor solicita qué se puede
hacer a continuación, lo que suele provocar que quieran que se eleve, que
exista un poco más de dificultad.
4º. La cuerda se eleva, y se ensaya saltarla.
5º. El profesor sigue animando la situación y la cuerda se va elevando más y
más.
6º. Esto crea una nueva situación en la que algunos ya no son capaces de
saltarla, y que en muchos casos corresponden a los escolares con PECM,
que circunstancias habituales quedaría eliminados o serían los que
sujetaran la cuerda.
7º. El profesor solicita del grupo que establezca cuáles deberían ser las
condiciones que favorecerían que todos pudieran saltar la cuerda. Los
escolares proponen nuevas soluciones entre las que se encontrarían: a)
elevar por los extremos y mantenerla baja en el centro, o b) Elevarla por
un extremo y bajarla por el otro para que adopte una posición inclinada en
la que toda puedan encontrar el lugar por el que pueden pasarla.
113
LUIS M. RUIZ PÉREZ
114
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
casi nada, y que pueden tener ciertos deseos que adecuadamente ajustados
podrían ser una fuente de propuestas para el profesor. Al escolar que le gustaría
poder jugar al balón con sus compañeros, reclama que le enseñemos a atrapar,
botar, pasar y tirar, habilidades específicas que pueden constituir el programa de
trabajo de un periodo concreto de tiempo.
Con estas ideas en la mente las primeras cuestiones que nos podríamos
plantear son las siguientes:
115
LUIS M. RUIZ PÉREZ
imitando los golpes que ha visto, o cuando coloca la pelota en ella y la trata de
mantener el mayor tiempo posible, estaríamos ante esta categoría de tareas.
MEDIO AMBIENTE
ESTABLE EN MOVIMIENTO
ESTABLE
CATEGORIA 1 CATEGORIA 3
ESCOLAR
CATEGORIA 2
CATEGORIA 4
EN
MOVIMIENTO
116
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
Si bien, una evaluación adecuada nos puede poner en la pista del tipo de
tareas que deben formar parte del programa de intervención ya que manifiesta un
déficit concreto, también se deben considerar aquellas que sí es capaz de llevar a
cabo ya que con ellas se puede establecer un contexto de dominio y de
percepción de competencia favorable para practicar aquellas que son más
exigentes.
117
LUIS M. RUIZ PÉREZ
fundamentales no son infinitos, sino que deben destacarse aquellos que como la
velocidad del móvil, la trayectoria, el tamaño, o la distancia desde la que se pasa,
pudieran influir en el atrape de una balón, por ejemplo.
FACTOR Tamaño Peso del Velocidad Predicción de Longitud Lado del Ajustes
del objeto a del móvil la trayectoria del objeto cuerpo por anticipatorios
objeto a golpear para donde viene necesarios
golpear golpear
Plano inclinado
NIVEL
Pequeño Pesado Elevada Aéreo Larga Línea media del Máximos ajustes
cuerpo
FACTOR Tamaño Peso del Velocidad Predicción de Longitud Lado del Ajustes
del objeto a del móvil la trayectoria del objeto cuerpo por anticipatorios
objeto a golpear para donde viene necesarios
golpear golpear
Plano inclinado
NIVEL
Pequeño Pesado Elevada Aéreo Larga Línea media del Máximos ajustes
cuerpo
118
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
(a) Las acciones son relaciones, no partes; (b) las tareas deberían
clasificarse por sus funciones e intenciones, no mecanismos; (c) Los rasgos
invariantes de las tareas y las variaciones dentro de las tareas pueden definirse
119
LUIS M. RUIZ PÉREZ
También son cuatro los pasos para poder realizar este análisis ecológico:
Bajo la perspectiva ecológica del análisis de las tareas (AET) las primeras
sesiones sirven para observar la forma que tiene el escolar de acometer la
solución de la tarea propuesta en un ciclo de acciones actividad e intervenciones
del instructor (Fig.21). En resumen, la idea central del modelo mantiene la
premisa de que existen numerosas soluciones posibles a una tarea en su
compleja relación entre la tarea, entorno y sujeto (Oña et al., 1999)
Habilidad
Forma del
movimiento
120
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
121
LUIS M. RUIZ PÉREZ
tarea, del contexto e incluso del propio escolar, y por otro, asumir que no existe
un sólo movimiento correcto para conseguir el objetivo establecido, sino que
existen diferentes posibilidades y que todas ellas tienen sus potencialidades para
ser explotadas en la dinámica de cada sesión, lo cual es de gran interés cuando
se trata de escolares con PECM que se sienten acorralados por la idea de que
sólo existe un única forma de llevar a cabo las tareas.
122
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
123
LUIS M. RUIZ PÉREZ
compañeros cuando practican de forma muy continuada, de ahí que se opte por
distribuciones de la práctica que permitan la existencia de momentos de no
práctica, lo cual no significa que deban estar pasivos ya que se les puede incitar
a que observen a otros compañeros o para que se inicien en la práctica simbólica
de la tarea.
Este tercer criterio entra de lleno en el asunto que tratamos en este libro,
ya que si algo ha quedado patente es que los escolares con PECM poseen un
déficit de experiencia motriz, su pasado de fracasos en el aprendizaje de
habilidades les ha llevado a progresivamente inhibirse de las posibilidades de
aprender otras habilidades o involucrarse en nuevas experiencias motrices, de
ahí que en comparación con sus compañeros se encuentren en una posición
desfavorable.
124
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
Para estas autoras (Larkin y Parker, 2002), una de las misiones del
profesor es la de establecer las subrutinas de la habilidad a trabajar, para lo cual
es necesario realizar una observación detenida de las causas que provocan unas
coordinaciones poco competentes. En esta matriz de análisis y diagnóstico
incluye una serie de elementos tales como los componentes de la tarea, las fases
de la acción, la dinámica de los elementos y los requerimientos de condición
física que reclama (Cuadro 7), además de otras observaciones referidas al
comportamiento del escolar. La idea fundamental que subyace a esta propuesta
es que como profesores de educación física tenemos la responsabilidad de
mejorar la competencia motriz de los escolares y llevarles a los mayores niveles
de competencia que puedan alcanzar.
125
LUIS M. RUIZ PÉREZ
1. Nivel de Precontrol.
126
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
2. Nivel de Utilización.
3. Nivel de Eficiencia.
Este es el nivel que puede ser muy difícil de alcanzar por estos escolares
si no reciben una enseñanza apropiada. Es probable que al leer la palabra
eficiencia suponga una connotación de rendimiento deportivo, términos que en
algunas ocasiones no son bien recibidos por los profesores, pero si se analiza y
reflexiona con detalle el aprendizaje que se produce en educación física supone
rendimiento y supone favorecer la eficiencia motriz de nuestros escolares, ya que
de otra manera no estaríamos hablando de esta materia, sino de otra.
Alcanzar este nivel es difícil para todos los escolares y en especial para los
escolares con PECM. Las horas establecidas de dedicación a la materia son
insuficientes para poder alcanzar este nivel, de ahí la necesidad de animar a los
escolares para que practiquen fuera de la clase.
127
LUIS M. RUIZ PÉREZ
N ivel
Eficiencia 4
U tilización 3
C ontrol 2
Precontrol 1
T area 1 2 3 4 5 6 7 8 9
E quilibrarse
Saltar
R odar
Lanza
Fig. 22 Los niveles de competencia en el proceso de aprendizaje.
Es una fase en la que los errores son numerosos y muy variables pero que
mal interpretados pueden llevar al abandono o a la búsqueda de estrategias de
supervivencia. Los errores forman parte normal del aprendizaje aunque esto no
quiere decir en absoluto que se deba practicar una enseñanza basada en el error,
sino todo lo contrario debe ser un aprendizaje en el que el éxito y la progresión no
falten.
128
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
Tal vez sea necesario recordar que los escolares con PECM manifiestan
limitaciones en su capacidad de atender a los aspectos relevantes de las tareas a
llevar a cabo y gestionar informaciones de forma simultánea les resulta muy
problemático, de ahí que como profesores deberíamos seleccionar las
informaciones a transmitir y a presentar, para no sobrepasar la capacidad
atencional de estos escolares. Los escolares pueden aprender a atender, a
escuchar adecuadamente y a mirar en la dirección correcta, de ahí que debamos
conocer qué información será necesaria para ayudar a dirigir su atención a la
zona de mayor relevancia informativa.
129
LUIS M. RUIZ PÉREZ
130
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
131
LUIS M. RUIZ PÉREZ
132
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
- Consideraciones últimas
Los escolares poseen diferentes vías de captar las informaciones sobre los
acontecimientos y el mundo que les rodea. Desean verlo todo, tocarlo todo,
escuchar lo que ocurre o sentir el movimiento cuando participan en sesiones. Los
profesores conocedores de este hecho, acostumbran a presentar las tareas
mediante demostraciones visuales en vivo, explicaciones verbales o escritas, o
movilizando cinestésicamente, guiando al escolar sobre la forma de llevar acabo
el gesto solicitado.
133
LUIS M. RUIZ PÉREZ
En las clases de educación física todos los alumnos, además del profesor,
pueden ser modelos a imitar, pero debiéramos ser sensibles de que no todos
desean ser modelos, no desean ser observados por sus compañeros de forma
explícita, de ahí que en muchas ocasiones estas situaciones les resulten muy
embarazosas. Cuando se trata de los escolares con PECM, esta circunstancia es
manifiesta ya que su conciencia de que nos son muy competentes es clara y no
desean tener que vivir la humillación de las risas de sus compañeros porque no
son capaces de moverse con agilidad o desplazarse con rapidez.
134
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
CONOCIMIENTOS
DEL SUJETO
CONFIANZA
DISPOSICION
ATENCION ESTRATEGIAS
DE INTERACCION
DECISION
TRANSFERENCIA
RECUPERACION
EJECUCION
COMPETENCIA
MOTRIZ EVALUACION
135
LUIS M. RUIZ PÉREZ
Para Rink (1993) son diferentes las características que debe poseer la
práctica para que tenga la potencialidad de favorecer el aprendizaje, a saber:
Para que este tipo de práctica sea efectiva se debe demostrar bien la
habilidad a los escolares, proponerles practicar y observar detenidamente qué
parte debe ser sometida una práctica aislada para posteriormente volver a
practicarla globalmente. Una buena estrategia puede ser explicarles cómo las
diferentes partes de la habilidad están integradas para que comprendan
determinadas decisiones sobre la práctica. Por último, mencionaremos un
procedimiento por el cual cuando se analizan las diferentes partes de la habilidad,
éstas son practicadas individualmente pero integrándose unas con otras, hasta
que el escolar practique la habilidad en su globalidad. Esto supone que una vez
practicada el componente A se integra con el componente B en la siguiente
práctica, y así sucesivamente (Cratty, 1994; Ruiz, 1994).
136
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
CONDICIONES Y FUENTES
DE VARIACIÓN DE LA PRÁCTICA
137
LUIS M. RUIZ PÉREZ
138
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
Indicar a un escolar que adelante los pies unos 3 cm por delante de donde
se encuentra para correr y saltar por encima del elástico, puede no ser una
estrategia instructiva muy acorde con la capacidad de empleo de dicha
información por estos escolares, máxime si además está en la fase inicial de sus
aprendizajes. Con los escolares con PECM no se debe abusar de informaciones
139
LUIS M. RUIZ PÉREZ
muy precisas sobre cómo actuó sino que se debe retroalimentar de forma más
general, no se debe olvidar que la claridad y la simplicidad debe ser una cortesía
del profesor, de ahí que no estaría mal emplear expresiones de más fácil
traducción por el escolar, por ejemplo: “adelántate un pie de donde estás”.
140
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
sea capaz de relacionar sus feedbacks internos con el feedback externo que le
proporcionamos, luego no está mal darles un tiempo para el autoanálisis e
incitarles a ello.
Por ultimo, unas palabras sobre el tono con el que emitimos nuestras
intervenciones suplementarias. Ya se ha comentado el papel del ambiente
emocional y del clima motivacional en el aprendizaje, de ahí que consideremos
necesario recordar que se debe intervenir con el deseo de mejorar a nuestros
escolares, deben emitirse sin sarcasmo, sin herir a los escolares sino procurando
que el ambiente sea emocionalmente positivo, deberíamos recordar que estos
escolares cuando se esfuerzan y esfuerzan en dominar una tarea, no se
equivocan de manera intencional, sino que buscan hacerlo cada vez mejor pero
no siempre es posible, las mejoras son lentas, y en algunos casi imperceptibles, y
no debemos contribuir a su desasosiego con intervenciones comparativas, que
no vayan directamente a la raíz del problema, una postura, un gesto, una
estrategia, etc.
141
LUIS M. RUIZ PÉREZ
142
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
CAPÍTULO 9
INSTRUMENTOS PARA LA DETECCIÓN
DE LOS PROBLEMAS DE COORDINACIÓN
EN LA EDAD ESCOLAR
143
LUIS M. RUIZ PÉREZ
1920 1925 1930 1935 1940 1945 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000
144
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
Tal vez sea adecuado destacar que no existe el instrumento que lo evalúe
todo y además de forma minuciosa. Es éste un condicionante que hace que la
relación entre los resultados obtenidos entre algunos de los instrumentos más
conocidos entre sí, no sea muy elevada. Burton y Miller (1998) realizaron un
análisis crítico de los instrumentos existentes en la actualidad y los clasificaron en
función de los grandes momentos del desarrollo motor (Fig. 26)
145
LUIS M. RUIZ PÉREZ
HABILIDADES MOTRICES
MEDIR ESPECIALIZADAS
HABILIDADES
MOTRICES BASICAS
CONTROL MOTOR
TEMPRANO
OBSERVAR
COMPETENCIAS Y APTITUDES
FUNDAMENTALES
Fig. 26
146
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
147
LUIS M. RUIZ PÉREZ
Resultados Descripción
Directos (raw El numero de veces, tiempos, ciclos, etc. que los escolares han realizado en un
scores) test, o el número de ítems superados de un test. En los tests estandarizados las
puntuaciones directas tienen poco sentido hasta que no han sido transformadas
apropiadamente.
Percentílicos Las distribución percentílica de los resultados normativos permite que las
puntuaciones de un escolar sean comparados con la norma. Así, un escolar
cuyos resultados correspondan al percentil 75, indica que ha conseguido un
resultado igual o superior al 75% de los escolares del grupo normativo. Un
aspecto a considerar es que las diferencias entre los diferentes tramos no son
iguales, así entre el percentil 90 al 95 las diferencias son mayores que las
existentes entre el percentil 50 y el 55.
Desviaciones Es un índice numérico que indica la dispersión de los resultados con respecto al
típicas valor promedio del grupo normativo. En una distribución normal el 68,3% de los
sujetos se encuentra dentro de de una desviación típica (-1.0 DT a +1.0 DT), y
el 95,4% se encontraría dentro de dos desviaciones típicas (-2.0 DT a +2.0 DT)
Estandarizados Existen diferentes fórmulas que emplean las desviaciones típicas para
convertirlas en diferentes tipos de puntuaciones estandarizadas. Así, por
ejemplo, una puntuación estandarizada puede basarse en una media de 100 y
una desviación típica de 15, lo que implica que las puntuaciones que están
entre 85 y 100 son consideradas promedio. Una puntuación T es un tipo de
puntuación estandarizada que se ajusta a una media de 50 y una desviación
estándar de 10, así los valores entre 40 y 60 son considerados promedio. Un
estanino es una puntuación estándar que va de 1 a 9, donde el 5 es
considerado la media y la desviación estándar es 2, así un estatino de 3 a 7 es
considerado promedio.
Equivalentes para La edad promedio de los niños del grupo normativo es la referencia. Esta
la edad puntuación puede ser mal interpretada ya que una de sus limitaciones es que el
rendimiento en las tareas motrices no se incrementan de forma progresiva de
año en año.
148
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
por el escolar, las instrucciones que debe recibir, el material necesario, así como
las actividades que deberán realizar el resto de los escolares si su aplicación es
individual, ya que la presencia de otros compañeros puede provocar su inhibición
y que no desee mostrar su incompetencia ante los demás. Es adecuado preparar
el espacio y los materiales previamente a que los escolares sea llevados a la
zona de evaluación, asimismo es muy conveniente anotar aquellos datos
adicionales al propio que reclama el test, el comportamiento del escolar, su forma
de enfrentarse a la tarea, sus reacciones, etc. Asimismo, es el momento de la
supervisión de la aplicación del test cuando éste es utilizado por colaboradores.
149
LUIS M. RUIZ PÉREZ
Sin duda una de las tareas que más realizamos los profesores en las
clases de educación física es la de observar a nuestros alumnos. La observación
va más allá de puramente mirar lo que hacen sino que es un proceso complejo, y
en muchos casos clave, para el progreso de los escolares. Nuestra formación nos
ha dotado de herramientas para observar que se ha complementado con nuestra
experiencia en el gimnasio o el campo de deportes, pero no deberíamos
quedarnos ahí, debemos estar constantemente renovando nuestra competencia
para observar, porque fruto de estas observaciones sensibles a lo que está
sucediendo en la clase, podemos intervenir adecuadamente.
150
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
151
LUIS M. RUIZ PÉREZ
152
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
1. Demuestra diversos comportamientos de 1. Puede saltar hacia delante sin carrera con
garabateo. SI NO los piés juntos, despegando del suelo con los
2. Puede andar rítmicamente y con igual dos al mismo tiempo. SI NO
cadencia. SI NO 2. Puede saltar dos o tres veces en el sitio
3. Puede bajar de un escalón moviendo sobre un pie sin precisión ni ritmo.
SI NO
primero un pie y luego el otro. 3. Anda y corre coordinando la acción de
SI NO brazos y piernas. SI NO
4. Puede nombrar sus manos, pies, cabeza
y algunas partes de la cara. SI NO 4. Puede recorrer una distancia corta sobre
5. Opone el pulgar a los dedos cuando una línea circular en el suelo. SI NO
agarra objetos y los deja suavemente 5. Puede dibujar un círculo impreciso. SI NO
empleando la pinza pulgar índice. SI NO 6. Puede copiar una cruz sencilla de dos
6. Puede recorrer andando 3 metros líneas, vertical y horizontal. SI NO
aproximadamente sobre una línea marcada SI NO
en el suelo de 5 cm de ancho.
153
LUIS M. RUIZ PÉREZ
154
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
Ítems de la escala GMOS – escala Groningen de observación motriz ( Kalverboer y Van dellen)
Motricidad Fina
3. Escribe mal cuando tiene que atender a las palabras o se las deletrean.
6. Tiene dificultades con las tareas que reclaman movimientos finos (encajar, trabajos manuales, etc.).
9. Tiene problemas con las coordinaciones ojo-mano.
12. Escribe peor que el resto de sus compañeros.
17. Tiene dificultades para atarse los cordones o abrocharse los botones.
19. No es eficaz, deja que las cosas se le caigan de las manos.
Motricidad Global
2. Tiene dificultad con las actividades que reclaman la participación de todo el cuerpo (vestirse, atrapar una pelota, etc.).
5. Tiene problemas con las tareas que reclaman el equilibrio.
8. Realiza movimientos que son en si mismos correctos pero inapropiados para la acción.
10. Sus movimientos dan la impresión de ser rígidos y torpes.
15. Es incapaz de reaccionar a tiempo ante la aproximación de una pelota.
18. Tiene problemas en los juegos que reclaman competencia atlética.
20. Tiene dificultades para subir y bajar con rapidez escaleras sin ayudarse.
Competencia motriz general
1. Sus movimientos son similares a los de niños/as de menor edad.
4. Sus movimientos no son fluidos.
7. Cuado tiene que actuar con una mano, aparecen movimientos asociados en la otra parte de sus cuerpo.
11. Tiene dificultad para llevar a cabo movimientos rítmicos.
13. Necesita pensar los movimientos que sus compañeros realizan de forma automática.
14. No ha desarrollado una clara preferencia de una mano en actividades como dibujar o cotar con tijeras.
16. Bajo presión temporal pierde con rapidez el control sobre sus movimientos.
NIÑOS (51.4%)
Decil 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
edad
6 21 23 24 27 30 33 39 49 55 >55
7 21 22 24 27 31 33 36 41 52 >52
8 20 21 23 27 30 34 39 43 53 >53
9 20 21 24 26 28 33 38 44 51 >51
10 20 20 21 22 23 25 28 34 41 >41
11/12 20 20 22 24 26 28 32 37 45 >45
NIÑAS (48.6%)
Decil 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
edad
6 20 21 21 22 24 27 29 33 45 >45
7 20 20 22 24 25 28 33 40 47 >47
8 20 20 21 23 25 27 32 38 44 >44
9 20 20 20 21 23 25 29 36 42 >42
10 20 20 20 20 21 22 25 28 40 >40
11/12 20 20 20 22 24 25 27 32 38 >38
155
LUIS M. RUIZ PÉREZ
156
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
1. No muestra oposición entre bazos y piernas al andar, lanzar o 27. Responde de forma negativa al contacto físico, evita el contacto.
correr. 28. Le provoca ansiedad que le toquen o cojan.
2. Se sienta o se pone en pie con una postura pobre. 29. Reacciona en exceso ante el ruido, las luces brillantes o los
3. Cuando lanza no pasa el peso de una pierna a la otra. olores.
4. No puede nombrar las partes del cuerpo o moverlas cuando se le 30. Le cuesta concentrarse.
indica. 31. Se pelea a menudo cuando está en una fila o en grupo.
5. Tiene un pobre tono muscular (tenso o flácido). 32. Evita los juegos colectivos, pasa mucho tiempo solo.
6. Emplea una extremidad más a menudo que otra. 33. No le gusta llevar abrigo, le irrita el contacto de la ropa.
7. No puede emplear una extremidad sin sincinesias en la otra. 34. No permanece en el sitio que le asignan, se mueve
8. No sabe saltar a la comba. excesivamente.
9. No puede seguir el rimo con palmas o con los pies. 35. Usa cualquiera de las dos manos en las actividades.
10. Tiene problemas para cruzar la línea media del cuerpo al escribir 36. Evita emplear la parte izquierda de su cuerpo.
en la pizarra. 37. No es capaz de andar de lado sobre una barra de equilibrio.
11. A menudo confunde la izquierda con la derecha. 38. Lleva un hombro más bajo que el otro.
12. Confunde las direcciones horizontales, verticales, arriba o abajo. 39. No es capaz de mantener el papel en su sitio cuando va a
13. No es capaz de saltar o mantenerse en equilibrio. escribir.
14. Tiene problemas para sentarse o levantarse de la silla. 40. Evita girar hacia la izquierda siempre que puede.
15. Encara las tareas nuevas con torpeza. 41. No sabe realizar rompecabezas que son fáciles para sus
16. Tiene dificultades para planear una acción antes de llevarla a compañeros/as.
cabo. 42. No sabe casar formas geométricas en sus lugares.
17. Anda y corre con un paso torpe. 43. No sabe reconocer las letras o números.
18. No sabe atarse los cordones, emplear las tijeras o manejar 44. No es capaz de diferencias la figura del fondo en un dibujo.
objetos pequeños. 45. No es capaz de identificar las figuras ocultas en un dibujo.
19. No identifica los dedos cuando con los ojos cerrados se los 46. No sabe atrapar pelotas o balones.
tocan. 47. Tiene dificultades para relacionarse con su espacio, es incapaz
20. Tiene una escritura desordenada. de moverse entre o a través de objetos, así como de las
21. Tiene dificultades para mantener el trazo entre dos líneas. dimensiones de su cuerpo.
22. Con los ojos cerrados no discrimina objetos (monedas, tejidos). 48. Parece perdido en el espacio, confunde el norte con el sur, este
23. No sabe imitar posturas o movimientos. y oeste.
24. Manifiesta un pobre control ocular, incapaz de mantener la
mirada en objetos en movimiento, o pierde la línea al leer.
25. Le falta conciencia corporal, choca con los objetos, se le caen de
las manos los objetos.
26. Parece excesivamente tenso y ansioso, llora y se enfada a
menudo.
Cuadro 14. Ítems que componen la lista de verificación para identificar los
escolares necesitados de entrenamiento perceptivomotor según Vodola (1974;
basado en los estudios de Claudine Sherrill (Texa’s Woman University, Denton)
157
LUIS M. RUIZ PÉREZ
Sección 1: Niño estable /Medio estable Sección 4: Niño en movimiento/ Medio estable
El niño puede El niño puede
1.Quitarse la ropa sin ayuda (camisa, jersey, 1. Moverse por la clase sin chocarse con objetos o
calcetines). personas en movimiento.
2. Mantenerse en una pierna mientras se pone el 2. Emplear aparatos móviles del gimnasio (Anillas).
pantalón. 3. Montarse en vehículos como triciclos, monopatines,
3. Atarse los cordones, el cinturón, abrocharse los bicicletas.
botones. 4. …..
4. ….. Sección 5: Problemas asociados de conducta
Sección 2: Niño en movimiento/ Medio estable El niño es
El niño puede 1. Hiperactivo (se mueve constantemente
1. Desplazarse por la clase sin chocarse con los cuando escucha instrucciones, se toca la ropa
objetos o las personas. constantemente, ..).
2. Llevar objetos por la clase sin chocarse con otros 2. Pasivo (no se interesa, reclama mucho ánimo, no se
objetos o personas. esfuerza.
3. Correr y pararse para evitar chocarse con objetos o 3. Tímido (tiene miedo a las actividades como saltar o
personas. trepar).
4. ….. 4. ….
Sección 3: Niño estable / Medio inestable
El niño puede
1. Pasar objetos a otros compañeros por debajo de una
señal.
2. Mantener una posición estable dentro de un grupo de
actividad.
3. Interceptar y parar un objeto en movimiento cuando
se aproxima a su campo de atrape.
4. ……
158
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
159
LUIS M. RUIZ PÉREZ
Cuadro: 17. Ítems de la Escala ECOMI en cada uno de los factores que la
componen
EDAD (años) 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Competencia N 71 71 60 82 75 75 121 144 87
Motriz General Media 2,72 2,82 2,76 3,30 3,31 3,24 3,37 3,47 3,52
D.T. ,53 ,56 ,55 ,58 ,64 ,58 ,56 ,46 ,50
Control Motor N 71 71 60 82 75 75 121 144 87
Media 2,14 2,20 2,38 2,98 3,24 3,19 3,33 3,43 3,46
D.T. ,72 ,72 ,70 ,63 ,62 ,51 ,53 ,49 ,55
Direccionalidad N 71 71 60 82 75 75 121 144 87
Media 2,95 2,86 2,98 3,29 3,29 3,65 3,71 3,88 3,79
D.T. ,65 ,59 ,54 ,60 ,62 ,53 ,42 ,26 ,34
160
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
Competencia
Control Motor Direccionalidad
Motriz General
GÉNERO Niñas Niños Niñas Niños Niñas Niños
N 378 408 378 408 378 408
Media 3,14 3,30 2,94 3,10 3,46 3,45
D.T.. ,60 ,61 ,75 ,78 ,60 ,64
161
LUIS M. RUIZ PÉREZ
ESTABILIDAD
22. Girar sobre una pierna Girar Girar 360º
23. Equilibrio sobre una pierna. Equilibrio 3 segundos
24. Equilibrarse sobre la punta de los pies. Equilibrio 3 segundos
25. Rodar hacia delante. Girar 2 veces sobre una colchoneta
26. Evitar una pelota de softball Esquivar Lanzada por el examinador
Cuadro 19. Ítems de la lista de verificación propuesta por Goshi et al. (2000)
162
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
Esta batería fue desarrollada por Arheim y Sinclair (1976) para evaluar la
competencia motriz global y fina de los niños y niñas de 4 a 12 años. La duración
que reclama su aplicación por cada escolar es de 12 a 15 minutos, y con un
grupo de 5 escolares se puede llegar a emplear unos 25 minutos. Fue
estandarizado con una muestra de 1.065 escolares de ambos sexos, y de
diferentes medios sociales, étnicos y culturales. Su fiabilidad quedó establecida
en .89 mediante el procedimiento de test-retest. Los autores admitieron que su
validez era directa dado que todas las tareas propuestas fueron adaptadas de
baterías ya existentes que ya poseían previamente dicha validación.
Procedimiento general
163
LUIS M. RUIZ PÉREZ
Procedimiento: Colocar las perlas y el cordón delante del niño. Hacer una
demostración colocando dos perlas en el cordón al tiempo que se les explica que
la velocidad es lo esencial de la tarea. Basta con enhebrar la perla sin pararse en
deslizarla hasta el nudo.
Tiempo: 30 segundos
Valoración: Contar el número de perlas enhebradas.
Evaluación cualitativa:
a. TREMOR: Las manos tiemblan mientras realiza la tarea
b. LENTITUD: Coge lentamente las perlas consiguiendo un resultado de
menos de 4 perlas.
c. POBRE COORDINACIÓN OCULOMANUAL: Después de enhebrar dos
perlas, trata de meter el cordón en la perla o la perla en el cordón con
dificultades.
164
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
Objetivo: Rapidez del movimiento de las manos cruzando la línea media del
cuerpo.
Material: Una mesa, una silla y un tablero electrónico de medición del tapping*
con contador de impulsos.
Procedimiento: El escolar se sentará frente a la mesa y al dispositivo de tapping.
Se le demuestra la tarea en dos ocasiones, a la vez que se le indica que debe
realizarla lo más rápidamente que pueda con la mano preferida. El dispositivo
estará colocado de tal manera que para la realización de la tarea deba cruzar la
línea media del cuerpo.
Tiempo: 20 segundos
Valoración: Contar el número de toques realizados.
Evaluación cualitativa:
a. TREMOR: Si la mano que sostiene el puntero se mueve antes del tocar la
superficie del dispositivo o entre toques.
b. LENTITUD: Si se evidencia:
b.1.Desigualdad en el movimiento de la mano.
b.2. Dificultades para cambiar de dirección rápidamente.
c. POBRE COORDINACIÓN OCULOMANUAL: No golpea el cuadrado del
dispositivo más de 5 veces.
* El dispositivo de tapping puede adquirirse en distribuidores de material
psicológico y motor como Psymtec, C/ Alonso Cano, 66 1º 2-E 28003 MADRID
ESPAÑA.. www.psymtec.com
165
LUIS M. RUIZ PÉREZ
166
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
167
LUIS M. RUIZ PÉREZ
1 2 3 4
7 8
5
9
Por sus características una clase puede llevar a cabo el test en una sesión
de educación física, por lo que presenta el atractivo de su facilidad de uso en
forma de circuito con 4 estaciones. Su aplicación puede ser grupal o individual
aunque se aconseja una aplicación individual para evitar los efectos del
aprendizaje de los observadores. Su aplicación reclama un espacio tranquilo,
alejado de distracciones, con unas dimensiones mínimas de 4 x 5 m, en el que el
sujeto realizará las tareas de forma individual. Dada las características de las
tareas, y que no son extenuantes, el orden de aplicación no es determinante. El
examinador demostrará las tareas y ofrecerá la información completa a cada
escolar pudiendo variar los medios de comunicación para facilitar la comprensión.
Esto es fundamental en aquellos niños con mayores problemas para atender las
instrucciones, dado que la finalidad es que las comprenda y pierda los temores.
Si es necesario se repetirá la demostración y las instrucciones que se consideren
oportunas. En los casos de interrupciones evidentes (por ejemplo: distracción,
falta de atención en las instrucciones) el examinador deberá invalidar esa parte
del test y repetirla.
168
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
Tareas
169
LUIS M. RUIZ PÉREZ
• Saltos laterales
• Desplazamiento lateral.
170
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
toma el soporte libre de su izquierda con las dos manos y lo pone a su derecha,
después se pasa al soporte colocado y de nuevo toma el soporte de la izquierda,
y así sucesivamente. (Esto se puede hacer hacia el lado derecho o izquierdo, de
acuerdo con las preferencias de los escolares). El escolar ensayará cuatro o
cinco desplazamientos antes de la prueba. La prueba la repetirá dos veces en la
misma dirección. El examinador se desplazará frente al escolar a dos metros de
distancia para contar los movimientos que ejecuta en veinte segundos y evitar
posibles desplazamientos que no sean laterales.
171
LUIS M. RUIZ PÉREZ
Tramo 1º de 4, 5 y
Tarea Descripción Valoración
6 años
MABC1. Meter • Meter 12 monedas de plástico en
Destreza manual Segundos
monedas en la hucha una hucha.
MABC2. Enhebrar un • Enhebrar las cuentas (6 para los
cordel de cuentas 4 años y 12 para 5 y 6 años) lo más Segundos
cuadradas de madera rápidamente posible.
MABC3. Trazado de la • Dibujar con un trazado continuo,
Errores
flor sin salirse de un circuito impreso.
• Atrapar una bolsa de semilla
Habilidades de MABC4. Atrape de una Número de
que le es lanzada desde una
balón bolsa de semillas atrapes
distancia de 2 m, 10 veces
• Se colocan los saltómetros
MABC5. Rodar una formando una portería a 2 m de Número de
pelota a una portería distancia y rodará las pelotas de aciertos
tenis hacia ella.
MABC6. Equilibrio • Mantener la posición sobre un
Equilibrio Número de
sobre una pierna con pie mientras la otra pierna se
estático/dinámico segundos
los ojos abiertos flexiona por la rodilla
• Saltar por encima de una cuerda
MABC7. Saltar por sujetada por dos saltómetros de Salto
encima de una cuerda madera a una altura equivalente a conseguido
la señal más baja de su rodilla.
• Marchar sobre una línea
MABC8. Marcha con marcada en el suelo con cinta Número de
talones elevados aislante con los talos elevados sin pasos
salirse de la línea
172
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
Tramo 3º de 9 y 10
Tarea Descripción Valoración
años
• Cambiar de posición
MABC 1: Cambiar ordenadamente, por filas, las
Destreza manual Segundos
clavijas de fila clavijas insertadas en una
tabla.
• Enroscar tres tuercas con
MABC 2: Enroscar
una mano, sujetando un Segundos
tuercas
tornillo con la otra.
• Dibujar con un trazado
MABC 3: Trazado de la
continuo, sin salirse de un Errores
flor
circuito impreso.
MABC 4: Atrapar una • Lanzar una pelota contra la
Habilidades con pelota pelota con las dos pared y atraparla con las dos Aciertos
manos manos.
MABC 5: Lanzar una • Lanzar una bolsa de alubias
bolsa de semillas dentro dentro de una caja (a 2,5 m), Aciertos
de una caja diez ensayos.
• Mantenerse sobre un pie
Equilibrio MABC 6: Equilibrio
sobre una plataforma (con Segundos
estático/dinámico sobre una tabla
cada pierna).
MABC 7: Saltar dentro • Cinco saltos seguidos sobre
de cuadrados (pata un pie, de cuadro en cuadro Aciertos
coja) (con cada pierna).
MABC 8: Equilibrio de • Recorrer 2,7m (ida y vuelta)
una pelota sobre un con una pelota en equilibrio Errores
soporte. sobre una tabla (una mano).
Cuadro 22.Tareas de la batería Movement ABC en el tramo de edad 3º (9 a 10 años)
173
LUIS M. RUIZ PÉREZ
Tramo 4º de 11 y 12
Tarea Descripción Valoración
años
• Cambiar de posición
MABC 1: Cambiar ordenadamente, por filas, las
Destreza manual Segundos
clavijas clavijas insertadas en una
tabla.
MABC 2: Recortar un • Recortar la figura de un
Errores
elefante elefante.
• Dibujar con un trazado
MABC 3: Trazado de la
continuo, sin salirse de un Errores
flor
circuito impreso.
• Lanzar una pelota contra la
MABC 4: Atrapar una
Habilidades con pelota pared y atraparla con una Aciertos
pelota con una mano
mano.
MABC 5: Lanzar a una • Lanzar una pelota a una
Aciertos
diana en la pared diana colocada en la pared
• Mantenerse sobre los dos
MABC 6: Equilibrio
Equilibrio pies, uno detrás del otro,
sobre dos soportes de Segundos
estático/dinámico sobre dos soportes de
madera
madera.
MABC 7: Saltar y • Saltar y aplaudir antes de Número de
aplaudir caer aplausos
• Recorrer una línea marcada
MABC 8: Marcha hacia Número de
en el suelo marchando hacia
atrás. pasos
atrás.
174
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
Composición
• Directrices de aplicación
• Procedimiento
175
LUIS M. RUIZ PÉREZ
Fig.32. La carrera
176
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
A T R A PE C rite rio s de e je c uc ió n: 1º 2º
M a te ria l/c o ndic io ne s : p e lo ta En la fa se d e p re p a ra c ió n lo s
d e go ma e sp uma d e 6 a ca d o s e stá n flexio na d o s y las
8 p ulga d a s, e sp a c io lib re d e 1 5 ma no s p o r d e la nte d e l c ue rp o .
p ies (5 m) y c inta a isla nte o tiza. B ra zo s extend id o s y p rep a ra d o s
p ara el c o nta cto c o n el b aló n.
Ins truc c io ne s : ma rc a d o s líne a s P e lo ta a tra p a d a y c o ntro la d a só lo
se p a ra d a s 1 5 p ie s. El e stud ia nte co n las ma no s.
se c o lo ca e n una línea y e l
exa minad o r e n o tra. La nza el
b aló n a l niño d e sd e a b ajo y co n
una tra ye c to ria p a ra b ó lic a . Ind ic a co d o s fle xio na d o s amo rtigua nd o
q ue lo a trap e c o n la s mano s.
S o lo so n vá lid o s lo s la nza mie nto s
q ue
177
LUIS M. RUIZ PÉREZ
Instrucciones: marca una línea a 30pies de Balanceo hacia delante del brazo
una pared y otra a 20pies. Coloca el balón opuesto a la pierna que realiza el
en la línea más cercana al muro mientras el lanzamiento.
alumno se coloca en la más lejana. Dígale
que “chute” fuerte el balón contra el muro. Salto de la pierna de apoyo seguido al
lanzamiento
178
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
Criterios de ejecución
Existen otros instrumentos que han sido empleados de forma habitual por
los investigadores pero que no son recogidos en este libro, nos referimos al
Bruininks-Oseretsku Test of Motor Proficiency (BOT-American Guidance Service)
o el McCarron Assessment of Neuromuscular Development (MAND- McCarron-
Dial Evaluation System), pero estamos convencidos que el material presentado
en este capítulo posee un excelente potencial para los profesores de educación
física preocupados por los alumnos que presentan problemas al aprender y
moverse con competencia en sus clases.
179
LUIS M. RUIZ PÉREZ
180
MOVERSE CON DIFICULTAD EN LA ESCUELA
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