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11-S: Una conspiración de la Casa Blanca para reforzar la política

expansionista de Washington
José Mª Lesta 21 de marzo de 2003

"Ir contra corriente es difícil, yo lo he hecho en algunas


ocasiones, pero cuando lo que te viene encima es una
riada, solo se puede ir a favor de la corriente". Esas
eran las acertadas palabras de una voz amiga, que
sabía lo que se cocía en los ambientes periodísticos y
editoriales, y que nos alertaba acerca del contenido de
este mismo articulo. Significaba que estas líneas
difícilmente podrían ver la luz. Algo que lógicamente
intuíamos, y que constatamos en días posteriores, en
algunos medios de la prensa escrita.
Sólo habían pasado tres semanas escasas desde los
terribles acontecimientos (11-S). Entonces la paloma
de la libertad volaba baja, y a veces, incluso metía la
cabeza bajo tierra como los avestruces.
La prudencia y el miedo ganaban terreno. Nosotros,
como cualquier hijo de vecino, tampoco éramos ajenos
a las circunstancias y decidimos seguir el buen consejo
que nos habían dado. Pero el tiempo pasa, y las aguas
vuelven a su cauce. Y es por esto, que recientemente, Mundo Misterioso ha querido asumir la
responsabilidad de hacerse eco de este trabajo.
El resultado es una actualización del material inicial, procedente de fuentes abiertas:
fundamentalmente una multitud de noticias (de agencias occidentales y asiáticas, e incluso de
periódicos árabes e israelíes), extractos de algún informe, y diversas voces de intelectuales
disidentes de todo el globo, entre los que se destacan el lingüista y politólogo Noam Chomsky, o el
disidente americano, y candidato a la presidencia Lyndon Larouche, además de algún especialista
oriental en guerra santa. Las conclusiones de todo ese material son casi concluyentes. Derriban la
versión oficial sobre parte de lo ocurrido el 11-S, la autoría de los atentados, e incluso apuntan
datos sólidos sobre los posibles móviles, del grupo de poder que, realmente, esta detrás de los
acontecimientos. Un grupo de poder con nombres y apellidos.
Para los autores del articulo, los sucesos del 11-S, son una consecuencia derivada del golpe de
estado iniciado meses antes, en las polémicas y fraudulentas elecciones presidenciales de Florida,
donde el ex-vicepresidente Al Gore (técnicamente desaparecido tras los acontecimientos del 11-S,
y "refugiado" en Austria hasta hace pocos meses), y el actual presidente G. Walker Bush se
jugaron el despacho oval. Desde ese punto de vista, el 11-S sería un punto inicial, para una
escalada bélica y económica sin precedentes en diversos frentes mundiales, pero con intereses
muy personales.

Bush-Laden: Un antiguo "pique" familiar


El viejo pirata Prescott Bush (abuelo de George Bush) estaría contento al ver hasta que punto sus
descendientes han asimilado su espíritu. En 1918 dirigió una incursión en un cementerio apache
para robar la calavera de Jerónimo y hacer de ésta el trofeo de su sociedad estudiantil, la Skull &
Bones (calavera y huesos) (1). En los años 30 y principios de los 40, negoció con la empresa
alemana Luftwaffe, creando tres sociedades de las que fue el accionista más importante.
Almorzaba con Allen Foster Dulles, jefe de la CIA en el momento del asesinato de John Kennedy, y
convocó al jefe de la nación apache por una ceremonia de restitución de la calavera de Jerónimo,
la cual terminó mal, porque intentó darle otra calavera cualquiera, ofendiéndolo a muerte.
Estaría contento con su primogénito George Herbert Bush (anterior presidente americano),
petrolero de escasa fortuna pero que como agente de la CIA fue capaz de llegar hasta la cumbre,
siendo nombrado su director en 1976, a pesar del mal resultado del desembarco en Bahía de
Cochinos (Cuba), del que fue coordinador. Pero demostró amar las raíces tejanas, el petróleo y la
familia, llamando a tres de los barcos del desembarco: Houston, Zapata (el nombre de su sociedad
petrolífera que había quebrado) y Bárbara, el nombre de su mujer. En aquellos turbulentos años 60
comenzó una sutil y extraña relación con un constructor árabe que venía de vez en cuando por
Tejas y que trató de introducirse en la alta sociedad local. A fin de cuentas, aquel Muhammad Bin
Laden no duró mucho: se estrelló con su avión mientras volaba sobre los pozos téjanos que tan
poca satisfacción le dieron a su hijo predilecto. Era el 68, el mundo pensaba en otra cosa (2).
George fue desdichado en los negocios. La Arbusto Energy (Bush Energy) fracasó. Paso a
llamarse Bush Exploration y luego Spectrum7. Infaliblemente llega la bancarrota. En ese momento
Salem Bin Laden (el hijo de Muhammad) hace que no le falte su generoso apoyo a través de la
compañía Harken. El éxito parece llegar cuando la Harken Energy compra su parte de acciones en
Spectrum pagando 600.000 dólares, qué se añaden a un contrato de consultoría de 120.000
dólares al año. En resumen se mete en el bolsillo un millón de dólares, mientras que Harken pierde
decenas. Pero se procura un contrato de perforación en una parte del mar de Bahrein, ganando a
Amoco y a Esso. Curiosamente, cuando pasaban inmensos movimientos de dinero del Asunto Irán-
Contra, al final de los 80, los republicanos se encuentran secretamente en París con los
jomeinistas moderados para retardar la liberación de los rehenes americanos en Teherán y
perjudicar así a Jimmy Carter en las elecciones, George padre, llega a la reunión a bordo del avión
de Salem Bin Laden.
Pero George Bush es desafortunado con sus socios. En aquel mismo avión, en el año 1988, Salem
encuentra la muerte, también él, mientras volaba sobre los pozos de Tejas. La coincidencia parece
excesiva, pero la investigación fue profunda. A pesar de ello, las conclusiones, en efecto, no fueron
jamás divulgadas.

11-S: Caos mundial y mentiras oficiales


Tenemos literalmente decenas de datos, que aportan serias dudas sobre los acontecimientos
sucedidos el 11-S. Es evidente que tanto los servicios de inteligencia franceses (GNRS), que
fueron los primeros en discrepar con la versión oficial de los hechos, así como el Mossad israelí, e
incluso el servicio de inteligencia del estado vaticano, entre otros muchos, sabían que algo estaba
a punto de ocurrir. Y evidentemente, tal y como sabremos con el paso de los años, la red Echelon
supo más de lo que realmente se dice. Sin ir mas lejos, Ariel Sharon, se disponía a realizar su
PRIMERA visita a USA, pero dos días antes de los atentados (el 9 de septiembre) decidió anular la
visita. ¿Por qué? Según el periódico israelí Yadiot Ahranot: "El Shabak (servicio interior de
seguridad israelí) impidió al primer ministro israelí Ariel Sharon, tomar parte en un festival
organizado en Nueva York por medios sionistas para el apoyo de Israel" (3).
Pero entonces, ¿estaba advertida la comunidad de inteligencia americana? ¿Sabía realmente el
servicio secreto, el peligro que corría su presidente? La respuesta es sencilla: sí y no. Pero para
deshacer esta aparente paradoja, vayamos por partes. El 11 de septiembre, el presidente Bush
estaba en Sarasota, Florida, en su segundo día de visita por la zona. Los planes de Bush para ese
día, eran públicamente conocidos con anticipación. Concretamente, se sabía desde dos días antes,
que esa mañana estaría en la escuela Booker leyendo un cuento a los niños (niños o adultos, es
practica habitual en los presidentes americanos) (4).
En ese momento, los acontecimientos se precipitan. El primer avión ha impactado contra el WTC.
El servicio secreto avisa al presidente. ¿Se lo llevan apresuradamente a un búnker de seguridad, o
a una base militar? No. G. Walker Bush, impertérrito, asume la noticia sin sorpresa (tal y como se
vio posteriormente en las imágenes de televisión), y con total naturalidad, sigue contando el
cuento.
Para que el lector se haga una idea de la barbaridad que supone esto, desde el punto de vista de
la seguridad, hay que advertir que durante la Guerra Fría, cuando los agentes de seguridad solían
"jugar a juegos de guerra" que incluían amenazas terroristas contra la Casa Blanca, el único
problema insoluble era un avión comercial cargado con explosivos que hacía como que aterrizaba
en el Aeropuerto Nacional de Washington, y entonces se desviaba para un ataque suicida contra la
Casa Blanca. De manera que desde hace mucho, el Servicio Secreto ha sabido que uno de los
desafíos a la seguridad más difíciles de afrontar, es el que plantea un ataque suicida desde un
avión comercial secuestrado en un aeropuerto próximo (5).
Ahora bien, la Escuela Booker se encuentra a menos de 8 kilómetros del Aeropuerto Internacional
de Sarasota-Bradenton. Consecuentemente, durante un día en que estaban siendo secuestrados
unos aviones para atacar edificios desde distintos aeropuertos, la precaución de seguridad más
obvia era mantener al presidente alejado de una reunión anunciada públicamente en un edificio
cercano a un aeropuerto.
Existe una sola explicación para el hecho de que el Servicio Secreto, permitiera al presidente Bush
afrontar el riesgo mortal de concurrir a la Escuela Booker en la mañana del 11 de septiembre. De
alguna manera, George Walker Bush sabía que nadie iba a atacar la Escuela.
Muchos indicios, fundamentalmente provenientes de sesudos analistas de inteligencia, advierten
sobre la posibilidad de que incluso los planes, o las líneas generales de actuación de los terroristas
del 11-S, estuvieran ya esbozados en múltiples informes gubernamentales, o incluso en novelas
derivadas de dichos informes. De nuevo, según el periódico oficial israelí Yadiot Ahranot, en la
novela futurista Operación Hebrón, se hablaba de un ataque aéreo terrorista a las torres gemelas,
el pentágono, el capitolio y la casa blanca, exactamente igual al que sucedió en la realidad. El libro
estaba firmado por un ex-agente del Mossad que decía basarse en informes preventivos del
Mossad y la CIA americana (6).
Horas después de los atentados, multitud de personas llamaban indignadas a las embajadas
americanas en Túnez, Riad, o Yemen. Se les acusaba de haber participado en el atentado. A esto
hubo que añadir los saudíes que veían sus fotos publicadas en los periódicos de todo el mundo. A
muchos de ellos, se les presentó como los terroristas que murieron en los atentados. Sin ir más
lejos, un saudí que estaba trabajando en Yeddah en el momento del atentado, Abdul Rahman al-
Omari, conoció por la prensa su propia muerte en uno de los atentados. Inmediatamente, llamó a la
embajada norteamericana para informarles de que se encontraba vivo y no estaba implicado en los
hechos. La prensa y el gobierno saudí no disimulan su irritación por lo que ven como una
manipulación de los medios, que puede dañar su imagen en todo el mundo (7).
El 18 de septiembre, la Agencia France Press, informó de que otro piloto saudí considerado por las
autoridades norteamericanas como un posible sospechoso, Said Husein Garamallah al Gamdi,
vivía en Túnez, donde reside desde hace poco menos de un año. Al enterarse de que los
investigadores norteamericanos le consideraban como el principal sospechoso del secuestro del
Airlines Flight 93 (el llamado vuelo de los héroes, que se dirigía supuestamente hacia la casa
blanca, y al que habría que dedicarle otro extensísimo articulo por la cantidad de irregularidades
que se produjeron antes, durante, y después de su ¿estrellamiento? en Pennsylvania). Al Gamdi se
puso en contacto con la embajada norteamericana en Túnez para desmentirlo.
Por otra parte, el diario The Gulf News, editado en Bahrein, publicó el 20 de septiembre una
entrevista con un veterano piloto de una línea aérea, Ishaq Kuheji, que puso en duda que pilotos
sin una experiencia muy dilatada de vuelo pudieran haber llevado a cabo los atentados de EEUU.
Según él, es cuestionable que pilotos con relativamente pocas horas de vuelo, realizadas en su
mayor parte en aparatos pequeños, pudieran guiar grandes aviones, de unas 200 toneladas, a muy
baja altura con la pericia suficiente para estrellarlos contra los blancos. Eso requiere muchos años
de experiencia en el manejo de tales aparatos (7).
Rudi Dekkers, propietario de la escuela de vuelo de la localidad de Venice (Florida), en la que dos
de los presuntos terroristas, Mohammed Atta y Maruan al Shehhi, se formaron como pilotos,
declaró al diario británico The Independent, "que ambos habían realizado un curso de vuelo de
cinco meses, el cual fue llevado a cabo, sobre todo, en avionetas Cessna y Piper Cessna, pero el
total de horas que pasaron pilotando un jet de pasajeros fue de 15 ó 20". Sin comentarios.
Según Kuheiji existe un escenario alternativo que podría ser más realista. Los sistemas de manejo
de vuelo de los cuatro aparatos pudieron ser manipulados y programados en tierra por individuos
altamente cualificados para poder ser posteriormente activados en un momento determinado del
vuelo. Esto permitiría que los aparatos despegaran, descendieran y volaran a una cierta altura
hasta puntos predeterminados que se encuentran en el suelo, y podría impedir también la
existencia de comunicaciones con tierra, dejando a los pilotos a merced de los ordenadores del
aparato. Esta tecnología es utilizada en los misiles de crucero, los aviones espía y otros aparatos
no tripulados. De hecho, en la mismísima CNN, y durante los primeros instantes, expertos en
aviación, no dejaban lugar a dudas. Los aviones llevaban a pilotos militares o bien fueron
teledirigidos, pero, ¿por quién?
El que los supuestos pilotos suicidas, fueran pilotos militares entrenados, no es excesivamente
descabellado. Precisamente, la experiencia del atentado en el edificio de Oklahoma, en el cual se
señaló también al propio Bin Laden como instigador, nos hace dirigir nuestra mirada al interior de
EEUU. A título de anécdota podemos mencionar que en el coche en que viajaba el autor del
atentado de Oklahoma (8), el estadounidense Timothy McVeigh (ex Boina Verde y combatiente
arrepentido en la Guerra del Golfo, recientemente ejecutado), se encontró el libro de William Pierce
Los Diarios de Turner, manual que inspiró y guió sus actos. Curiosamente, el protagonista del libro,
desencantado con el sistema, se suicida lanzándose con un avión contra el Pentágono.
Jürgen Storbeck, director de Europol, declaró al periódico The Daily Telegraph que era necesaria
una investigación más amplia antes de inculpar a alguien. "Es posible que Bin Laden estuviera
informado de la operación; es incluso posible que tuviera alguna influencia en ella, pero no es
probablemente el hombre que diseñó todas las operaciones o controló el plan en su conjunto. La
idea de que él, sentado en Afganistán, pudiera haber controlado la última fase de la operación es
algo que resulta muy dudoso", señala Storbeck (9).
Evidentemente, el fallo de seguridad ese día fue monumental, a nivel mundial. Es decir, la
comunidad de inteligencia americana (en general) no sabía, lo que iba a suceder (si exceptuamos
algunos informes, o avisos de servicios aliados que aventuraban algún tipo de atentado, y a los
que, no se les hizo mucho caso). Sin embargo, y a raíz de los datos anteriormente citados, es más
que probable, que una minoritaria facción de la comunidad de inteligencia, estuviera "alerta". Cada
elemento de dicha facción, posiblemente tendría parte de la información, y por lo tanto piezas
sueltas del complicado rompecabezas en que se convirtió la trama del 11-S.

World Trade Center. Nadie sabe, nadie responde


No cabe duda, de que el gran número de víctimas civiles inocentes de las torres gemelas sitúa los
sucesos del 11-S a la cabeza de los peores y más brutales atentados de la historia. Ahora bien,
¿Cuál es el numero exacto de víctimas, o de desaparecidos? Los cálculos iníciales eran sencillos.
El World Trade Center, centro mundial del comercio internacional y puente de paso de casi todos
los volúmenes financieros mundiales, daba trabajo cada día a unos 53.200 trabajadores. Eso sin
contar a los de más bajo nivel, que solían ser inmigrantes sin censar en las nominas oficiales, y
que trabajaban temporalmente en cualquiera de las dos torres.
Así pues, el 11 de septiembre a las 9 de la mañana, era de esperar que los dos complejos
estuvieran a medio rendimiento, con casi todos los empleados en funcionamiento, excepto los de
mayor nivel, que podían llegar más tarde, o sencillamente no hacerlo. Es decir, y según los cálculos
menos optimistas, en las dos torres debían estar COMO MÍNIMO unas 20.000 almas.
Precisamente ese fue el numero barajado tras los dos primeros días del atentado (en las primeras
horas se barajó la cifra oficial de 35.000 desaparecidos). Pero con el paso de las semanas la cifra
fue menguando. El 27 de septiembre, el ex-alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, aseguraba que la
cifra real era de 12.000 personas. El 1 de octubre, se rebajaba a 6.500. Hoy en día la cifra definitiva
(una vez retirados la mayor parte de los escombros) es de 2.800 fallecidos aproximadamente, de
los cuales, 1.024 han sido identificados mediante el ADN, y del resto no se espera una
identificación positiva, entre otras cosas, porque se supone que pertenecían a los trabajadores de
menor nivel, que no tenían una ficha estable, y por lo tanto, se desconocen sus datos personales y
familiares.
Si tenemos en cuenta el número minoritario de personas que lograron ponerse a salvo, y el número
de bomberos, policías, y ciudadanos, que estando en los alrededores de las torres, perecieron en
el momento del derrumbe, es evidente que el 80 o el 85% aproximado de los trabajadores no
estaban en su puesto. Afortunadamente, sólo el 15 o el 20% de los trabajadores del WTC estaban
trabajando en ese fatídico momento. Pero entonces, ¿dónde demonios estaban los demás? En las
primeras semanas, pudimos oír todo tipo de excusas, casualidades, avisos providenciales, e
incluso sueños premonitorios que advertían del peligro de ir a trabajar ese día al WTC. En
resumidas cuentas. Nadie sabe porque aproximadamente unas 17.000 personas faltaron a su
puesto de trabajo esa mañana. Algunos de ellos, eran ejecutivos de nivel medio y alto de
compañías y aseguradoras financieras que, como veremos posteriormente, se llevaron pingües
beneficios en movimientos bursátiles, tanto horas antes de los atentados, como semanas más
tarde cuando EE. UU. inició su guerra contra el terrorismo.
Un dato curioso, es que en las primeros minutos, entre las imágenes recibidas (aun sin censurar),
se podían ver a agentes de la AFT. ¿Acaso se pensaba que había bombas en los cimientos, o en
diversos lugares del edificio? Inicialmente, muchos testigos de la zona, aseguraron que minutos
(incluso una hora antes) se había dado un aviso de bomba. De hecho, en el caos inicial de la
primera hora, se dieron noticias (evidentemente falsas), de la explosión de una furgoneta-bomba
frente al edificio del departamento del tesoro (¿?).
En cuanto al supuesto ¿avión?, que se estrelló contra el pentágono, mejor no hacer comentarios.
El vídeo que los militares cedieron a la prensa es cuando menos sospechoso. Primero, porque no
se ve avión alguno, o traza del mismo. Segundo, porque aún no se han encontrado sillas, fuselajes,
o parte alguna del citado avión. De todas formas, no es del todo cierto, que no se hayan
encontrado restos del avión. El día 14 de septiembre, se informó del hallazgo de dos cajas negras
entre los restos de los aviones estrellados. En lo que se refiere a la del avión caído en el
Pentágono se señala que no contenía información, pues ésta había sido borrada, a pesar de que
estas cajas aguantan temperaturas superiores a los 1.100 grados. Las primeras informaciones
acerca de la segunda caja hablaban de su "perfecto estado de conservación", pero días después
se nos dice que la información de esta segunda caja ha sido borrada también.
Otro punto extraño es la cuestión de por qué los terroristas, que hicieron gala de un alto nivel
operacional y una increíble sofisticación y coordinación al preparar y ejecutar los atentados,
dejaron tras de sí tantas pistas inculpatorias, como por ejemplo, tarjetas de crédito falsas o un
manual de pilotaje de aviones en lengua árabe, que fue encontrado en un vehículo dejado en el
Aeropuerto Internacional Logan, de Boston, donde dos de los presuntos secuestradores
embarcaron. Esto es un disparate, ya que se sabe que los pilotos en cuestión habían estudiado en
Florida, por lo cual lo lógico es que hubieran utilizado la terminología inglesa mientras aprendían a
volar y no la árabe.. Otro tanto cabe decir de los retratos de Osama Bin Laden encontrados, así
como de las copias del Corán dejadas en todos los vehículos de los sospechosos que fueron
hallados. En lo que respecta a la información acerca de un pasaporte árabe, encontrado a
cincuenta metros de distancia de las Torres, sólo cabe calificarla de insulto a la inteligencia.
Como dato anecdótico y local, ¿por qué algunas bases americanas en la UE, y también en España,
como las de Rota y Morón, estuvieron en alerta máxima a las 11:05 hora española? (casi 4 horas
antes de los atentados). Curiosamente lo mismo que ocurrió el día del 23-F.
La visión de conjunto resulta, pues, absurda y da la sensación de ser un relato rápidamente
fabricado por alguien, que no desea que ningún punto de ella sea cuestionado, al igual que sucedió
con la historia del atentado de presidente Kennedy. De lo que estamos completamente
convencidos, es de qué jamás se sabrá con total certeza, todo lo que ocurrió el fatídico 11 de
septiembre. Esto debe hacer reflexionar, sobre quién está interesado en fabricar esa versión y,
sobre todo, ¿quiénes son los verdaderos cerebros de la trama?

Cuando el dinero huele a muerte


En cierta ocasión los periodistas del Washington Post, Woodward y Bernstein, que
desenmascararon el fraude de Nixon en el Watergate, se encontraron ante un callejón sin salida.
En esa situación, su principal confidente y guía en la investigación, el famoso garganta profunda,
les dijo el camino a seguir: "Ir tras el rastro del dinero... Seguir la pista del dinero". Y es que suele
ser la clave más efectiva para resolver cualquier tipo de misterio o enigma, desde el mas rutinario y
domestico, hasta el más complejo y sofisticado.
Para la analista financiera Anne Marie Mergier, si efectivamente existía un pequeño número de
personas (al que ella denomina "los iniciados"), que conocían las intenciones de los terroristas, o
sabían lo que iba a suceder, pudieron anticipar ciertas repercusiones económicas de ese ataque, y
llevar a cabo maniobras especulativas contra las compañías aéreas cuyos aviones fueron
desviados, así como contra las empresas con oficinas en las Torres Gemelas del World Trade
Center y compañías de seguros. También pudieron anticipar una probable baja general de los
valores que cotizan en bolsa. Para lograr su objetivo, les bastó con especular sobre esa baja
comprando no sólo acciones, sino puts, es decir, "opciones de venta". Identificar a los "iniciados"
que participaron en esas maniobras no sólo representa algo muy importante en materia de fraude
bursátil, sino también permitirá establecer, directa o indirectamente, la identidad de los autores de
los atentados y de sus cómplices (10).
En palabras de Eliseo Bayo (cofundador de la revista Interviú): "Podría ocurrir que los actos de
guerra contra los Estados Unidos, fueran en efecto obra del terrorismo básicamente alimentado por
círculos occidentales de inteligencia financiera y política, empeñados en seguir haciendo su gran
luego geoestratégico" (11).
En efecto, El 12 de septiembre se comprobó que seis días antes de los atentados perpetrados en
la víspera en Nueva York y Washington, se habían llevado a cabo maniobras características del
delito de "aprovechamiento ilícito de informaciones privilegiadas".
Las acciones de United Airlines (uno de sus aviones se estrelló en la torre sur del World Trade
Center y otro se desplomó cerca de la ciudad de Pittsburgh) sufrieron una caída artificial de 42%.
Las de American Airlines (uno de sus aviones supuestamente, se estrelló en el Pentágono y otro en
la torre norte) bajaron 39%. Ninguna otra compañía aérea del mundo fue objeto de semejantes
maniobras, salvo la KLM Royal Dutch Airlines, lo que permite pensar que quizá se había planeado
desviar también uno de sus aviones.
Se comprobaron operaciones similares con las opciones de venta de Morgan Stanley Dean Witter
& Co., que se multiplicaron por 12 durante la semana que precedió a los atentados. Esa empresa
ocupaba 22 pisos del World Trade Center. Ocurrió lo mismo con las opciones de venta de las
acciones del primer corredor de bolsa del mundo, Merrill Lynch & Co. Sus opciones de venta fueron
multiplicadas por 25. La sede de Merrill Lynch & Co. se encuentra en un edificio cercano del WTC
que amenaza con derrumbarse. Maniobras del mismo tipo fueron registradas con las opciones de
venta de las acciones de los grupos de seguros involucrados: Munich Re, Swiss Re y Axa.
La Comisión de Control de Operaciones Bursátiles de Chicago fue la primera en dar la alarma.
Comprobó que en la Bolsa de Chicago los "iniciados" habían logrado 5 millones de dólares de
ganancias con United Airlines, 4 millones con American Airlines, 1.2 millones con Morgan Stanley
Dean Witter & Co. y 5.5 millones de dólares con Merrill Lynch & Co.
Las autoridades que controlan todos los grandes centros bursátiles, registran las ganancias
obtenidas por los "iniciados", y la Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO)
coordina todas sus investigaciones. El 15 de octubre, la IOSCO organizó una videoconferencia en
la que diversas autoridades nacionales, presentaron sus informes de "etapa" (lo que habían
descubierto hasta esa fecha). Resulta que las ganancias logradas alcanzarían varios centenares
de millones de dólares, lo que constituye el "más importante delito por aprovechamiento ilícito de
informaciones privilegiadas jamás cometido". Hablando en cristiano, el mayor pelotazo económico
de los siglos XX y XXI que se ha realizado hasta el momento por una entidad privada minoritaria
(10).
Fue posible establecer que la mayor parte de las transacciones pasaron por el Deutsche Bank y su
sucursal estadounidense de inversiones, la empresa Alex Brown, mediante un procedimiento de
portage (que asegura el anonimato de quienes realizan las transacciones). Hasta 1998, la sociedad
Alex Brown fue dirigida por A.B. Krongard, un personaje bastante singular. Capitán de los marines,
apasionado por el tiro y las artes marciales, este banquero se convirtió en asesor del director de la
CIA y desde el 26 de marzo (2002) último es el número tres de esa agencia de inteligencia
estadounidense.

Los iniciados: el grupo Carlyle


En 1994, cuando ya se había convertido en el enemigo público de Estados Unidos y había perdido
su nacionalidad saudita, Osama Bin Laden heredó alrededor de 300 millones de dólares. Era la
parte del Saudí Bin Laden Group (SBG) que le correspondía.
La mitad del volumen de negocios realizados por ese holding, el más importante de Arabia Saudita,
se realiza en el campo de la construcción y de las obras públicas, la otra mitad abarca actividades
de ingeniería, de distribución, de telecomunicaciones, editoriales y de bienes raíces. El SBG creó
una sociedad suiza de inversiones, la Sico (Saudi Investment Company), que a su vez creó varias
empresas con filiales de la National Comercial Bank saudita.
El SBG es inseparable del régimen wahabita de Arabia Saudita, al punto de haber sido durante
mucho tiempo su contratante oficial, y único para la construcción y la administración de Medina y la
Meca, los lugares santos del reino. También el SBG ganó la mayoría de las licitaciones para la
construcción de las bases militares estadounidenses en Arabia Saudita y la reconstrucción de
Kuwait después de la Guerra del Golfo. También tiene importantes participaciones en General
Electric, Nortel Networks y Cadbury Schweppes. Para sus actividades industriales, su
representante en Estados Unidos es Adnan Khashoggi (seguramente a más de un residente en
Marbella, le suene este nombre), ex-cuñado de Mohamed al-Fayed, (Khashoggi colaboró con la
CIA en el Irangate). Los recursos financieros del SBG son administrados por Carlyle Group.
Hasta 1996, las operaciones financieras del SBG estaban a cargo de su asesor en Lausana, el
banquero nazi François Genoud. Genoud fue el albacea de Joseph Goebbels (uno de los más
importantes dirigentes del Tercer Reich, encargado de la propaganda de los nazis). Genoud trabajó
en estrecha colaboración con numerosos grupos antijudíos y financió los operativos de Illich
Ramírez Sánchez, alias Carlos, conocido ex terrorista internacional.
Dos personalidades de primer rango parecen omnipresentes en las sociedades de Osama Bin
Laden: el jeque Khaled Salim Ben Mafhuz y Saleh Idris. Según la revista estadounidense Forbes,
Khaled Ben Mafhuz posee la 251 fortuna del mundo, valuada en mil 900 millones de dólares. Su
padre había fundado el principal banco saudita, el National Comercial Bank, que creó diversas
empresas en colaboración con la Sico, sociedad suiza del Bin Laden Group.
Tal como se mencionó antes, hasta 1996 los Ben Mafhuz y los Bin Laden tenían como asesor al
banquero nazi François Genoud para montar sus filiales. Kahled Ben Mafuz es dueño de una
residencia en Houston, Texas, y gracias al apoyo de la familia Bush, logró comprar parte del
aeropuerto de la cuidad para su uso personal. Sus sociedades están esparcidas en el mundo
entero.
El BCCI era un banco anglo-paquistaní que operaba en 73 países. Tres grandes familias eran las
dueñas: los Gokal (Paquistán), los Ben Mafhuz (Arabia Saudita) y los Geith Faraon (del emirato de
Abú Dabí). Ronald Reagan utilizó al BCCI para corromper al gobierno iraní, y que así, aplazara la
liberación de los rehenes estadounidenses presos en la embajada de Estados Unidos en Teherán y
sabotear así los últimos meses de la presidencia de James Carter. Luego, bajo el impulso del ex-
director de la CIA y vicepresidente George Bush padre, la administración Reagan volvió a utilizar el
BCCI para trasladar las "donaciones" de Arabia Saudita a los "Contras" nicaragüenses y hacer
llegar el dinero de la CIA a los mujaidines de Afganistán.
Dos ex-directores de la CIA, Richard Helms y William Casey, trabajaron en el BCCI. Lo mismo
hicieron dos prestigiados "agentes de influencia" de la CIA, Adnan Khashoggi y Manucher
Ghobanifar. Sin hablar de Kamal Adham (cuñado del rey Faisal y jefe de los servicios secretos
sauditas hasta 1977), del príncipe Turki Al-Faisal Al-Saud (jefe de estos mismos servicios secretos
de 1977 hasta agosto de 2001) o de Abdul Rauf Khalil, su director adjunto. Los principales
responsables y clientes del BCCI se encuentran actualmente en Carlyle Group, fondo de
inversiones creado en 1987, o sea cuatro años antes de la bancarrota del BCCI.
Carlyle administra actualmente una cartera de 12 mil millones de dólares. Tiene participaciones
mayoritarias en Seven Up (que asegura el embotellado de refrescos para Cadbury Schweppes), en
Federal Data (que vendió e instaló el sistema de vigilancia del trafico aéreo civil a la Federal
Aviation Administration de Estados Unidos), así como en United Defense Industries Inc. (el principal
proveedor de equipo de las fuerzas armadas estadounidenses, turcas y sauditas). A través de las
sociedades que controla, Carlyle Group alcanza el decimoprimer lugar entre las compañías de
armamento de Estados Unidos.
En 1990, Carlyle Group se encontró metido de lleno en un escándalo de desvío de fondos. Wayne
Berman, miembro del grupo de cabildeo del Partido Republicano, había desviado fondos de
pensiones estadounidenses para financiar las campañas electorales de los Bush. Había aceptado
entregar 1 millón de dólares de esos fondos a Carlyle Group a cambio de un contrato público en
Connecticut. Carlyle Group administra la mayor parte de las inversiones del Saudí Bin Laden
Group. Entre sus dirigentes, destacan Sami Mubarak Baarma, apoderado de Khaled Ben Mafhuz
en el Reino Unido, y Talat Othmann, uno de los ex-administradores de Harkem Energy Corporation,
la sociedad que permitió a George Bush hijo enriquecerse ilegalmente.
El presidente de Carlyle Group es Frank C. Carlucci (ex-director adjunto de la CIA, quien después
fue secretario de Defensa). Uno de sus principales asesores es James Baker (ex-jefe de gabinete
del presidente Reagan y ex-secretario de Estado del presidente George Bush padre). Como
representante en el extranjero, Carlyle Group cuenta con los servicios de John Major (ex-primer
ministro británico) y George Bush padre (ex-director de la CIA y ex-presidente de Estados Unidos).
Si resulta exacto, como lo pretenden numerosos funcionarios estadounidenses, que la familia Bin
Laden sigue teniendo relaciones con Osama, y continúa financiando sus actividades políticas,
entonces Carlyle Group, que administra las inversiones financieras del Saudi Bin Laden Group,
tendría que estar necesariamente implicado en el delito de "aprovechamiento ilícito de
informaciones privilegiadas". George Bush padre podría ser, entonces, uno de los afortunados
beneficiarios de las maniobras bursátiles ligadas a los atentados del 11 de septiembre.
Golpe de estado mundial
Así las cosas, los acontecimientos posteriores al 11-S, se desarrollan con altos y bajos, según un
aparente plan preestablecido, en donde una de las normas básicas para su buen éxito, es el
mantener un estado social de excepción y de temor. El primer paso, es hacer ver a la población
que no solo Nueva York, sino que todo el país (incluso todo el mundo), estaba en peligro mortal. Se
avecinaba la guerra bacteriológica. El ántrax podía ser enviado personalmente, en mano, por
cualquier cartero en cualquier lugar del mundo. Todos teníamos ya, nuestra pequeña ración de
miedo en el cuerpo.
En palabras del periodista Juan Aguilar: "Hasta ahora, se puede decir que el principal efecto que
buscaba el ataque biológico no era provocar una epidemia, sino colapsar un país entero bajo el
pánico, impidiendo el funcionamiento normal de la sociedad, bloqueando su dinámica, interfiriendo
su economía y minando la capacidad de resistencia de la población. Se extiende la cultura del
miedo, de la sospecha, de la inseguridad... en todos los rincones domina la sensación de estar a
merced de un enemigo invisible, indetectable, imprevisible. El ántrax se ha convertido en una
eficacísima arma de guerra psicológica de efectos tanto o más potentes que su potencialidad
biocida. Un arma que en la estrategia del terror es 'buena, bonita y barata'. Desde el 11-S podemos
estar entrando también en la época de la guerra psicológica total: la psicoguerra" (12).
Como dato anecdótico, decir que el origen de las esporas de Ántrax (de una pureza extraordinaria)
correspondían a cepas generadas (ya en los años 50), en un destacamento de guerra
bacteriológica del ejercito norteamericano situado en Venice, Florida. (Por cierto, muy cerca de
donde estaba la escuela de aviación de los pilotos suicidas, ¿casualidad?).
Posteriormente a estos hechos, la gente quiere desembarazarse de su miedo. Hay que matar al
malo de la película. Con gran parte de la población occidental a favor, y en una resolución unilateral
sin precedentes en la historia conocida, el grupo de interés, los iniciados, dan el paso decisivo: el
presidente de Estados Unidos, George W. Bush, declara el estado de excepción a escala
internacional, con la autorización casi unánime del Congreso (único voto en contra de Barbará Lee,
representante por Berkeley y Oakland). Su discurso del 20 de septiembre ante el Congreso y sus
medidas y declaraciones sucesivas, han roto la legalidad jurídica, militar, financiera e informativa
entre las naciones (13).
El gobierno de Estados Unidos se atribuye explícitamente el derecho de utilizar cualquier
arma de guerra (incluidas las proscritas por tratados internacionales: nucleares,
bacteriológicas, químicas), de atacar a las naciones que crea conveniente, de intervenir en
los sistemas financieros y en sus operaciones, de mentir o adulterar las informaciones, de
realizar "operaciones encubiertas" (por ejemplo, asesinatos, sabotajes, desestabilizaciones
económicas o políticas y otras medidas de guerra interna en donde sea) y de proscribir los
regímenes o Estados que no se alineen con él: "cualquier nación, en donde sea, tiene ahora
que tomar una decisión: o están con nosotros o están con el terrorismo", declaró el
presidente Bush. En realidad esta forma de actuar no era nada nueva. A lo largo del siglo
XX, los diferentes gobiernos americanos, se han servido, de actos de agresión en su contra,
como el del Maine (en la guerra expansionista contra España en 1898), el Lusitania (en 1917
que les hizo entrar al final de la primera guerra mundial), o Pearl Harbour (que sucedió
mediada la segunda guerra mundial). Todos estos sucesos (algunos de autoría dudosa), son
exactamente similares al ocurrido en esta ocasión. Todos ellos sirvieron como excusa a
USA, para su intervención en guerras mundiales, de las que salió económicamente bien
parada (14).
¿El resultado actual de esta cadena de intereses? Regresión de las libertades Occidentales.
Guerra psicológica, tendente a culpar al mundo islámico en general, y a los palestinos en particular,
tan solo a los 40 minutos de los atentados (¿alguien recuerda el vídeo de los niños palestinos,
celebrando con caramelos el derribo de las torres gemelas? Posteriormente un catedrático de
sociología brasileño, demostraría que esas imágenes eran de hace más de diez años.
Concretamente, de la celebración palestina de la invasión iraquí de Kuwait). También se dio luz
verde al programa Carnivore en internet, a través de la red Echelon, y que suministra información
personal a la NSA de cualquier ciudadano del mundo. Cualquiera. Y si no, que se lo pregunten a
Jaime Fernández, un joven valenciano aficionado a la informática, que a día de hoy, está siendo
investigado por la estadounidense NSA (Agencia de Seguridad Nacional), a causa de unos correos
electrónicos que envió en los cuales se hacía referencia de forma humorística a los atentados del
World Trade Center y a su autor, Bin Laden.
El protagonista de esta historia fue el primer sorprendido cuando el 13 de septiembre, recibió un e-
mail desde la dirección perteneciente a la NSA en el que se le indicaba que su cuenta de correo
había sido bloqueada por la oficina que la agencia de seguridad posee en el Paseo de la
Castellana, en Madrid (15).

Afganistán: opio, gas, petróleo, armas... ¿y Bin Laden?


Afganistán no es un territorio rico en sí mismo, pero se encuentra en un punto clave para poder
trazar desde ahí un círculo, cuya contrapartida está en Israel y Arabia Saudita (pasando por
Yugoslavia), que engloba a varias de las repúblicas separadas de la URSS, y a los países
petroleros del Islam. En esa región se ubica el 75 por ciento de las reservas petroleras del planeta,
grandes yacimientos de uranio, reservas de gas natural y una gran cantidad de metales
estratégicos como cromo, oro, mercurio, plata, platino, manganeso, cobre, bauxita/aluminio, zinc,
estaño, wolframio y carbón.
Además, la región de Afganistán y alrededores, es llamada a veces, la Golden Crescent (el
creciente dorado). Un autentico triángulo dorado del opio y la heroína en la zona. De los dos
negocios más lucrativos del mundo (armas y drogas), solo en Afganistán, Irán y Pakistán, se
producen 200 mil millones de dólares al año en trafico de drogas (un tercio de la producción
mundial) (16) (17). Esta fuertemente relacionada con los guerreros chechenos, por lo que Putin
debe dar su apoyo a la coalición internacional contra el terrorismo, sin ningún tipo de objeción (18).
En 1998, Dick Cheney declaró a ejecutivos de la industria petrolera americana que: "No puedo
pensar en una época en la que hayamos tenido una región que emerja tan repentinamente para
convertirse en algo tan importante desde el punto de vista estratégico, como el área del Caspio".
Por cierto, cuando los talibán llegaron al poder en 1996, no fueron sólo saludados por Washington,
sino que sus dirigentes fueron llevados en avión a Texas, gobernado entonces por George W.
Bush, y agasajados por ejecutivos de la compañía petrolera Unocal. Se les ofreció una parte de los
beneficios de los oleoductos; se mencionó un 15 por ciento. Un funcionario estadounidense señaló
que una vez que fluyera el petróleo y el gas del Caspio, Afganistán se convertiría "como Arabia
Saudita, en una colonia petrolera", sin democracia y con la persecución legal de las mujeres.
"Podemos vivir con eso", dijo. La idea fracasó cuando dos embajadas estadounidenses en el Este
de África, fueron atacadas y se acusó a Al Qaeda. Pero la relación del clan Bush y el narcotráfico,
es muy antigua, sin ir mas lejos, el padre del actual presidente americano, comenzó la guerra e
invasión de Nicaragua, simplemente por problemas personales en sus negocios con el
narcotraficante, y ex presidente nicaragüense Manuel Noriega (19).

El temible enemigo real: el dragón chino


Pero dejando aparte diversos intereses familiares y financieros, ¿cual es el propósito de Estados
Unidos, a nivel de estado, en todo este desorden mundial? Según el analista Noam Chomsky, el
plan político de fondo es comenzar un nuevo rearme mundial, relanzar con el tiempo el escudo de
defensa antimisiles (para ello ha sustituido al director del pentágono por el general de la Fuerza
Aérea, Richard Myers, considerado a sus 59 años como una autoridad en informática y defensa
espacial) (20), y conseguir una fuerte implantación de USA en oriente, para finalizar realmente la
guerra del golfo que dura ya unos 11 años, e imponer su control de los pozos petrolíferos. Pero
sobre todo, rodear a su enemigo real, que es la potencia emergente de China, que ha prestado
apoyo de satélites y radar, en los últimos 18 meses, contra los ataques británico-americanos a
Bagdag con excelentes resultados. Recordemos que se lleva tiempo buscando una confrontación
de China con EE.UU., mediante provocaciones: bombardeo inexplicable a la embajada china de
Belgrado en la guerra de Kosovo, sobrevuelos descarados de aviones espía y de cazas en actitud
hostil dentro del territorio aéreo chino, etc. (21).
Pero lo realmente preocupante, es que probablemente Estados Unidos este en lo cierto, ante esta
nueva amenaza. La CIA ha hecho trascender, que China tendría planes dirigidos a promover una
cadena de crisis, cada vez más graves, para convertirse en una nueva superpotencia en este
milenio y, lo que tiene una gravedad mayor, que se propondría entregar armas biológicas e
ingenios nucleares de pequeño tamaño a grupos terroristas para que ataquen a Estados Unidos y
a Gran Bretaña.
La analista Ana Esther Ceceña, expresa lo siguiente: "Las respuestas del gobierno de EE.UU.
frente a los atentados hacen surgir algunas hipótesis... No hay que olvidar que China posee
recursos y capacidad de autosuficiencia y de liderazgo dentro de la región asiática. Luego la mayor
prioridad, en este caso, es imposibilitar un entendimiento entre China y los países islámicos" (22).
Un informe de la CIA, basado en las declaraciones de un importante desertor chino, señala que los
servicios secretos de China Popular aumentarían progresivamente su apoyo a Estados "criminales"
como Irak e Irán. "Basándonos en cálculos actuales, con la ayuda de China ambos países se
habrían convertido en potencias nucleares en el año 2005", señala el informe. Según el periodista
irlandés Gordon Thomas, "La CIA estima que China explotará la situación actual de estancamiento
económico, que alcanzará su cenit en el año 2015. Todo indica que, para entonces, podría darse
un importante conflicto bélico. Los principales protagonistas serían China y EE.UU., aunque Gran
Bretaña y la OTAN se verían implicadas de manera inevitable. Fuentes de la Casa Blanca
aseguran que en todo momento hay una copia de este informe en la mesa del presidente Bush, en
el Despacho Oval" (23).
Visto en su conjunto, y dentro del juego de fuerzas planetario, el posicionamiento militar de la zona
asiática desde Afganistán, combinado con la estrategia de apropiación lanzada sobre América
Latina (ver Plan Puebla Panamá, Plan Colombia y acuerdos para la colocación de bases o
realización de ejercicios militares en el sur), permitiría al ejército y a la inteligencia estadounidenses
establecer un control total sobre el territorio mundial. Eso sin contar con las prebendas
económicas, que un reducido grupo de personas, el Trust Carlyle, se ha embolsado gracias a todos
estos acontecimientos.

REFERENCIAS
(1) Román Rivera, AÑO/CERO nº 123
(2) Francesco Piccioni (Il Manifesto) 25/09/01
(3) Mohamed Mehdi / Nation-Arabe, 1/10/2001
(4) Illarion Bykov y Jared Israel / Guilty for 9-11, Section 3: Bush in the Open. Publicado por The Emperor´s
New Clothes el 18 de enero de 2002
(5) TIME Magazine (edición nacional), Never safe enough [Nunca hay suficiente seguridad], por Hugh Sidey,
14 de noviembre 1994, Volumen 144, nº 20.
(6) Helga Zepp-LaRouche / Círculos franceses confirman que hay un intento de golpe en los Estados Unidos /
Executive Inteligence Review (EIR) / 15/11/2001
(7) Ataque a EE.UU. : Las incongruencias de la versión oficial, (Agencia KRONOS). 28/9/2001
(8) Jane´s Intelligence Review / 1 de octubre de 1995
(9) Daily Telegraph / 22/9/2001
(10) Anne Marie Mergier / Il Proceso / Una sospechosa trama financiera precedió al ataque a Nueva York.
(11) Eliseo Bayo / La Acacia (eco imparcial de la masonería), Año V, Octubre 2001/ Crisis mundial.
(12) Juan A. Aguilar / El semanal Digital / 22/10/2001
(13) Adolfo Gilly / La Jornada / 1/10/2001/, El golpe de Estado del presidente Bush.
(14) Gary Allen y Larry Abraham / ediciones Ojeda /, Nadie se atreve a llamarle conspiración.
(15) J. M. Vilar / El Mundo / 24/9/2001/, EEUU interviene un correo por bromear sobre Laden.
(16)A.A.V.V. / Marzo 1995 / Las actividades ilícitas a gran escala como factor de desestabilización económica:
La criminalidad organizada, el narcotráfico y el blanqueo de dinero.
(17) Douglas Keh / El dinero de las drogas en un mundo cambiante, documento técnico número 4, 1998,
Viena UNDCP, p. 4. Ver también el Informe de 1999 de la Junta Internacional de Control de Narcóticos,
E/INCB/1999/1
(18) Levon Sevunts / ¿Quién está tirando línea?: El conflicto checheno encuentra raíces islámicas en
Afganistán y Pakistán / The Gazette, Montreal / 26/10/1999.
(19) John Pilger / New Statesman / The truths they never tell us / 30/9/2001
(20) Pedro Rodríguez / ABC /, Recambio en el pentágono, / 17/9/2001
(21) Noam Chomsky / Agencias /, Reflexiones sobre el bombardeo, / 17/9/2001
(22) Ana Esther Ceceña / Servicio Informativo Alai-Amlatina / Octubre 2001
(23) Gordon Thomas / El Mundo / 19/10/2001

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