El proceso interactivo, parte de la noción social impuesta del rol;
mediante su uso se origina la configuración de un yo social, o en otros términos de la personalidad, además mediante la agregación de otros ingredientes importantes como autoridades, la sociedad consigue concebirse así misma a partir de acciones e interacciones reciprocas; estas son consecuencia de la intersubjetividad; es decir de cuestiones sociales que se van creando a través de la interacción.
Algo que es de suma importancia para la concepción de las ideas
anteriores, lo escribe Newcomb quien supone que “lo más importante es que nos importa la forma en que los demás nos responden; nosotros deseamos ser reconocidos y recibir respuestas de cierto tipo y no de otro”; lo cual nos conlleva a pensar en ideas que superponen las nociones básicas, creando un interaccionadme simbólico. Esta cita, convierte a las palabras de Jerold Heiss en el siguiente nivel; ya que este autor expone que los interaccionistas poseen una visión diferente a la que es expresada como regulación o prescripción que acompaña a los funcionalistas.
Sin embargo Stryker y Anne Statham, en su definición del rol; aceptan la
idea de expectativa como premisas asociadas a la posición y además se agregan otros puntos entre los cuales se mencionan; que el rol es uno de los símbolos que llegan a adquirir un significado de forma socia, y que el rol solamente es entendido en la interacción; por lo tanto el rol aparece en junto a la interacción simbólica; de forma normativa o de prescripciones externas. Para estas ideas Stryker postula; que el comportamiento depende de un universo clasificado, que en la interacción con otras personas se aprende a conocer los símbolos, que las personas se reconocen las unas a las otras como ocupantes de una determinada posición, que esas personas son capaces de distinguirse a si mismas por un calificativo, que cuando se da la interacción las personas aplican esos calificativos, que las primeras definiciones constriñen el comportamiento pero no lo determinan, que el grado de fijación de los roles dependerá de las estructuras sociales en gran escala y que en los roles pueden darse cambios en las definiciones y en las posibilidades. Un segundo soporte para la teoría de mead consiste en que lo que esta frente a nosotros no es fruto de la reacción mecánica a las condiciones de estimación, tampoco lo es una supuesta entidad psicológica superior, lo que realmente lo origina es el transcurso de la vida interactiva y comunicativa del sujeto; en palabras de Mead, “la persona es algo que tiene desarrollo; no esta presente inicialmente en el nacimiento, sino que surge en el proceso de la experiencia y de la actividad social”.