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Universidad Nacional Autónoma de Honduras

En el Valle de Sula

Catedrática: Lic. Víctor Paz

Asignatura: Psicología General

Sección: 0800

Trabajo: Trastorno psicológicos y terapia

Estudiante: Carlos Alexander Flores Romero

Número de cuenta: 20182000492

San Pedro Sula, 08 de diciembre del 2018


Introduccion

Según el DSM-IV-TR (2000), la prevalencia del trastorno se sitúa entre el 3 y el


7% en niños en edad escolar. Los datos sobre la adolescencia y la edad adulta
son imprecisos.

Los índices varían según el autor o trabajo consultado. Estas diferencias vendrían
dadas principalmente por la aplicación de los criterios diagnósticos. La prevalencia
del trastorno según los criterios para Trastorno Hiperquinético de la CIE-10 estaría
situada alrededor de un 1%.

“” EN LO REFERENTE A LA DISTRIBUCIÓN POR SEXOS, HASTA EL


MOMENTO LOS DIFERENTES ESTUDIOS SEÑALABAN UNA MAYOR
INCIDENCIA DEL TDAH EN VARONES, CON UNA RELACIÓN DE ENTRE 4/1 (4
VARONES POR CADA NIÑA) EN POBLACIÓN GENERAL Y 9/1 EN POBLACIÓN
CLÍNICA””
No obstante, cabe señalar que hay pocos estudios sobre niñas hiperactivas,
actualmente la mayoría de autores (Barkley, Biederman, 1997) consideran que el
TDAH está infradiagnosticado en las niñas, puesto que presentan menos
comportamientos perturbadores, que son los que interfieren la vida escolar y
familiar y más preocupan a maestros y padres, y en cambio presentan más
síntomas de humor/ansiedad que los chicos.

Diversos autores coinciden en considerar el TDAH como el trastorno psiquiátrico-


psicológico más común de la infancia (Anderson y cols., 1997, Weis 1985) y de la
adolescencia. Es la causa más frecuente de derivación a un centro de salud
mental.
Trastorno de anciedad

Es normal sentirse ansioso en algunos momentos, en especial, si tu vida es


estresante. Sin embargo, la ansiedad y la preocupación excesivas y continuas que
son difíciles de controlar e interfieren en las actividades diarias pueden ser signo
de un trastorno de ansiedad generalizada.

Es posible padecer un trastorno de ansiedad generalizada en la niñez o en la edad


adulta. El trastorno de ansiedad generalizada tiene síntomas similares a los del
trastorno de pánico, el trastorno obsesivo compulsivo y otros tipos de ansiedad,
pero todas son enfermedades diferentes.

Vivir con trastorno de ansiedad generalizada puede ser un desafío de largo plazo.
En muchos casos, se produce junto con otros trastornos de ansiedad o
emocionales. En la mayoría de los casos, el trastorno de ansiedad generalizada
mejora con psicoterapia o medicamentos. También puede ser útil hacer cambios
en el estilo de vida, aprender a hacer frente a desafíos o situaciones y practicar
técnicas de relajación.

Síntomas

Los síntomas del trastorno de ansiedad generalizada pueden variar. Algunos de


ellos son los siguientes:

 Preocupación o ansiedad persistentes por determinados asuntos que son


desproporcionados en relación con el impacto de los acontecimientos

 Pensar demasiado los planes y las soluciones a todos los peores resultados
posibles

 Percibir situaciones y acontecimientos como amenazantes, incluso cuando no


lo son

 Dificultad para lidiar con situaciones de incertidumbre

 Temperamento indeciso y miedo a tomar la decisión equivocada

 Incapacidad para dejar de lado u olvidar una preocupación


 Incapacidad para relajarse, sensación de nerviosismo y sensación de
excitación o de estar al límite

 Dificultad para concentrarse, o sensación de que la mente se «pone en


blanco»

Los signos y síntomas físicos pueden ser los siguientes:

 Fatiga

 Trastornos del sueño

 Tensión muscular o dolores musculares

 Temblor, agitación

 Nerviosismo o tendencia a los sobresaltos

 Sudoración

 Náuseas, diarrea o síndrome del intestino irritable

 Irritabilidad

Puede haber momentos en que las preocupaciones no te consumen por completo,


pero de todos modos te sientes ansioso aunque no haya motivos evidentes. Por
ejemplo, podrías sentir una gran preocupación sobre tu seguridad o la seguridad
de tus seres queridos, o tal vez sientas que algo malo está por sucederte.

Tu ansiedad, tu preocupación y los síntomas físicos te provocan angustia


considerable en situaciones sociales, laborales y en otros ámbitos de tu vida. Las
preocupaciones pueden cambiar de una inquietud a otra, y pueden variar según el
momento y la edad.

Tratamiento

Los dos tratamientos principales para los trastornos de ansiedad son la


psicoterapia y los medicamentos. Es posible que obtengas los mayores beneficios
con una combinación de ambos. Puede que sea necesario probar para descubrir
cuáles tratamientos funcionan mejor para ti.
Psicoterapia

También conocida como terapia del habla o asesoramiento psicológico, la


psicoterapia incluye el trabajo con un terapeuta para reducir los síntomas de
ansiedad. Puede ser un tratamiento eficaz para la ansiedad.

La terapia cognitiva conductual (TCC) es la manera más eficaz de la psicoterapia


para tratar los trastornos de ansiedad. Generalmente la TCC es un tratamiento a
corto plazo y se enfoca en enseñarte técnicas específicas para mejorar tus
síntomas y poder gradualmente volver a las actividades que evitabas como
consecuencia de la ansiedad.

LA TCC incluye terapia de exposición en la que gradualmente encuentras el objeto


o la situación que provoca tu ansiedad, de modo que desarrollas confianza para
controlar la situación y los síntomas de ansiedad.

Medicamentos

Se usan varios tipos de medicamentos para ayudar a aliviar los síntomas, según el
tipo de trastorno de ansiedad que tengas y si también tienes otros problemas de
salud física o mental. Por ejemplo:

 Ciertos antidepresivos también se utilizan para tratar los trastornos de


ansiedad.

 Se puede recetar un medicamento contra la ansiedad llamado buspirona.

 En ciertas circunstancias, el médico puede recetarte otros tipos de


medicamentos, como sedantes, también llamados benzodiazepinas o
betabloqueadores. Estos medicamentos sirven para el alivio a corto plazo de
los síntomas de ansiedad y no están diseñados para usarse a largo plazo.
Trastorno del estado de animo

Si tienes un trastorno del estado de ánimo, tu estado emocional o de ánimo


general está distorsionado o no se condice con tus circunstancias e interfiere en tu
capacidad para funcionar. Puedes estar extremadamente triste, vacío o irritable
(deprimido), o puedes tener períodos de depresión alternados con excesiva
felicidad (manía).

Los trastornos de ansiedad también pueden afectar tu estado de ánimo y suelen


ocurrir junto con la depresión. Los trastornos del estado de ánimo pueden
aumentar el riesgo de cometer suicido.

Algunos ejemplos de trastornos del estado de ánimo comprenden los siguientes:

 Trastorno depresivo mayor: períodos prolongados y persistentes de tristeza


extrema

 Trastorno bipolar: también denominado «depresión maníaca» o «trastorno


afectivo bipolar»; se trata de una depresión que alterna entre momentos de
depresión y manía

 Trastorno afectivo estacional: forma de depresión que, muy a menudo,


está relacionada con tener menos horas de luz solar en las latitudes que se
encuentran más al norte y más al sur, desde fines de otoño hasta principios
de la primavera

 Trastorno ciclotímico: trastorno que provoca altibajos emocionales algo


menos extremos que en el trastorno bipolar

 Trastorno disfórico premenstrual: cambios en el estado de ánimo e


irritabilidad que se producen durante la fase premenstrual del ciclo de la
mujer y desaparecen con el comienzo de la menstruación

 Trastorno depresivo persistente (distimia): forma de depresión a largo


plazo (crónica)

 Trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo: trastorno de


irritabilidad crónica, grave y persistente en los niños, que, a menudo,
comprende berrinches frecuentes que no son coherentes con la edad de
desarrollo del niño

 Depresión relacionada con una enfermedad física: estado de ánimo


deprimido persistente y pérdida significativa del placer en todas las
actividades o en gran parte de estas, que tiene relación directa con los
efectos físicos de otra enfermedad

 Depresión inducida por el consumo de drogas o medicamentos:


síntomas de la depresión que se presentan durante el consumo de
sustancias, o poco después de este, de la abstinencia o después de la
exposición a un medicamento

En la mayoría de las personas, los trastornos del estado de ánimo pueden tratarse
con éxito con medicamentos y terapia de conversación (psicoterapia).

Cuándo consultar al médico

Si estás preocupado porque crees que podrías tener un trastorno del estado de
ánimo, pide una consulta con tu médico o con un profesional de salud mental tan
pronto como sea posible. Si tienes reticencia a buscar tratamiento, habla con un
amigo o un ser querido, un líder religioso u otra persona en quien confíes.

Habla con un profesional del cuidado de la salud si ocurre lo siguiente:


 Sientes que tus emociones interfieren en tu trabajo, tus relaciones, tus
actividades sociales u otros aspectos de tu vida

 Tienes problemas con el alcohol o las drogas

 Tienes conductas o pensamientos suicidas (de ser así, procura tratamiento


de urgencia inmediatamente)

Es poco probable que el trastorno del estado de ánimo desaparezca por sí solo e,
incluso, puede empeorar con el tiempo. Busca ayuda profesional antes de que el
trastorno del estado de ánimo se agrave; puede ser más fácil tratarlo al comienzo.

TRASTORNO DE PERSONALIDAD ANTI SOCIAL

Es poco probable que las personas con trastorno de personalidad antisocial


crean que necesitan ayuda. Sin embargo, pueden procurar ayuda de parte del
profesional de salud debido a otros síntomas, como depresión, ansiedad o
estallidos de ira, o a fin de recibir tratamiento para el abuso de sustancias.

Las personas que presentan trastorno de personalidad antisocial probablemente


no expongan con precisión sus signos y síntomas. Un factor clave en el
diagnóstico es el modo en el que la persona afectada se relaciona con los demás.
Con la autorización adecuada, los familiares y los amigos pueden ser capaces de
proporcionar información útil.

Después de la realización de una evaluación médica para descartar otras


afecciones médicas, el profesional de salud puede hacer una derivación a un
profesional de salud mental para que se realice una evaluación más exhaustiva.
El diagnóstico del trastorno de personalidad antisocial normalmente se basa en lo
siguiente:

 Una evaluación psicológica que explora los pensamientos, los sentimientos,


las relaciones, los patrones de comportamiento y los antecedentes familiares

 Historia clínica y antecedentes personales

 Los síntomas enumerados en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los


Trastornos Mentales (DMS-5), publicado por la American Psychiatric
Association (Asociación Estadounidense de Psiquiatría)

A pesar de que el trastorno de personalidad antisocial generalmente no se


diagnostica antes de los 18 años, algunos signos y síntomas pueden presentarse
durante la infancia o los primeros años de la adolescencia. Con frecuencia, hay
evidencia de síntomas del trastorno de la conducta antes de los 15 años.

La identificación del trastorno de personalidad antisocial de manera temprana


puede ayudar a mejorar los resultados a largo plazo.

Tratamiento

A pesar de que el trastorno de personalidad antisocial es difícil de tratar, en el


caso de algunas personas, el tratamiento y el seguimiento minucioso a lo largo del
tiempo pueden ser beneficiosos. Busca médicos y profesionales de salud mental
que cuenten con experiencia en el tratamiento del trastorno de personalidad
antisocial.

El tratamiento depende de la situación particular de cada persona, su deseo de


participar en el tratamiento y la gravedad de los síntomas.

Psicoterapia

La psicoterapia, también llamada terapia conversacional, a veces se utiliza para


tratar el trastorno antisocial de la personalidad. La terapia puede incluir, por
ejemplo, manejo de la ira y la violencia, tratamiento por abuso de sustancias y
tratamiento para otras afecciones de salud mental.
Sin embargo, la psicoterapia no siempre es eficaz, sobre todo si los síntomas son
intensos y la persona no puede reconocer que contribuye a problemas graves.

Medicamentos

No existen medicamentos específicamente aprobados por la Administración de


Alimentos y Medicamentos para tratar el trastorno antisocial de la personalidad.
Los médicos pueden recetar medicamentos para afecciones que, a veces, se
asocian con el trastorno antisocial de la personalidad, como la ansiedad o la
depresión, o para síntomas de agresión. Por lo general, los medicamentos se
recetan con mucho cuidado, ya que algunos pueden utilizarse incorrectamente.

Trastorno disoacitivo

Los trastornos disociativos son trastornos mentales que suponen una desconexión
y falta de continuidad entre pensamientos, recuerdos, entornos, acciones e
identidad. Una persona que sufre trastornos disociativos escapa de la realidad de
formas involuntarias y poco saludables, lo que causa problemas con el
funcionamiento diario.

Por lo general, los trastornos disociativos aparecen en reacción a un trauma y


ayudan a mantener los recuerdos difíciles controlados. Los síntomas, que pueden
ir de la amnesia hasta las identidades alternativas, dependen, en parte, del tipo de
trastorno que tengas. Los períodos de estrés pueden empeorar temporalmente los
síntomas, haciéndolos más evidentes.
Los tratamientos para los trastornos disociativos pueden ser la terapia de
conversación (psicoterapia) y los medicamentos. Si bien tratar los trastornos
disociativos puede ser difícil, muchas personas aprenden nuevas formas de
afrontarlos y llevan una vida saludable y productiva.

Síntomas

Los signos y síntomas dependen del tipo de trastornos disociativos que tengas,
pero pueden comprender:

 Pérdida de memoria (amnesia) de ciertos períodos, sucesos, personas e


información personal

 Sensación de estar separado de ti mismo y de tus emociones

 Percepción de que las personas y cosas que te rodean están distorsionadas


o son irreales

 Un sentido confuso de la identidad

 Estrés significativo o problemas en tus relaciones personales, tu trabajo y


otros ámbitos importantes de tu vida

 Incapacidad para afrontar bien el estrés emocional o profesional

 Problemas de salud mental, como depresión, ansiedad, y pensamientos y


comportamientos suicidas

Hay tres trastornos disociativos principales definidos en el Diagnostic and


Statistical Manual of Mental Disorders (Manual Diagnóstico y Estadístico de los
Trastornos Mentales 5, DSM-5) publicado por la American Psychiatric Association
(Asociación Estadounidense de Psiquiatría):

 Amnesia disociativa. El síntoma principal es una pérdida de memoria que


es más grave que un olvido normal y que no puede justificarse por la
existencia de una enfermedad. No puedes recordar información sobre ti ni
sobre acontecimientos y personas de tu vida, en especial los relacionados
con un momento traumático. La amnesia disociativa puede ser específica de
acontecimientos producidos en un cierto momento, como combates intensos,
o, con menor frecuencia, puede tratarse de la pérdida completa de la
memoria sobre ti mismo. A veces puede implicar que te traslades o
deambules en un estado de confusión que te aleje de tu vida (fuga
disociativa). El episodio de amnesia generalmente se presenta en forma
repentina y puede durar minutos, horas o, rara vez, meses o años.

 Trastorno de identidad disociativo. Este trastorno, antes conocido como


«trastorno de personalidad múltiple», se caracteriza por «alternar» diferentes
identidades. Es posible que sientas la presencia de dos o más personas que
hablan o viven en tu cabeza y que sientas que estas identidades te
poseyeron. Cada identidad puede tener un nombre, una historia personal y
características únicas, entre ellas, diferencias obvias de voz, género, tratos e
incluso cualidades físicas, como la necesidad de usar lentes. También hay
diferencias en cuanto a la familiaridad de cada identidad con las demás. Las
personas con trastorno de identidad disociativo, en general, también tienen
amnesia disociativa y, a menudo, sufren fuga disociativa.

 Trastorno de despersonalización-desrealización. Este trastorno implica


una sensación continua o episódica de desconexión o de estar fuera de ti
mismo, al observar tus acciones, sentimientos, pensamientos y a ti mismo
desde cierta distancia como si estuvieras mirando una película
(despersonalización). Es posible que otras personas y cosas que te rodean
se perciban distantes, borrosas o como en un sueño, que el tiempo
transcurra más lenta o más rápidamente y que el mundo parezca irreal
(desrealización). Puedes sentir despersonalización, desrealización o ambas.
Es posible que los síntomas, que pueden ser profundamente angustiantes,
duren solo unos momentos o que vayan y vengan a lo largo de los años.
Cuándo consultar al médico

En una crisis, algunas personas con trastornos disociativos pueden tener


reviviscencias traumáticas que resultan abrumadoras o que están asociadas con
una conducta peligrosa. Las personas que tienen estos síntomas deberían recibir
atención médica en una sala de urgencias.

Si tú o un ser querido tienen síntomas menos urgentes que puedan indicar un


trastorno disociativo, ponte en contacto con el médico.
Pensamientos o conductas suicidas

Si tienes pensamientos relacionados con lastimarte a ti mismo o lastimar a otra


persona, llama al 911 o a tu número local de emergencias, dirígete a una sala de
urgencias o cuéntaselo a un familiar o amigo de confianza. También puedes llamar
a un número directo de prevención del suicidio. En los Estados Unidos, llama al
National Suicide Prevention Lifeline (Línea Nacional de Prevención del Suicidio) al
1-800-273-TALK (1-800-273-8255) para contactarte con un consejero
especializado.

Causas

Los trastornos disociativos suelen manifestarse como una manera de afrontar los
traumas. La mayoría de las veces, los trastornos se presentan en niños sometidos
a maltrato emocional, abuso sexual o maltrato físico durante un largo tiempo, o
bien, con menor frecuencia, a un entorno doméstico aterrador o muy impredecible.
El estrés de una guerra o una catástrofe natural pueden generar trastornos
disociativos.

La identidad personal aún está en formación durante la infancia. Por eso, un niño
tiene una capacidad mayor que un adulto de despegarse de sí mismo y observar
el trauma como si le estuviera pasando a otra persona. Un niño que aprende a
disociar para superar una experiencia traumática puede usar ese mecanismo de
superación como respuesta a situaciones estresantes en su vida.

Factores de riesgo

Las personas que padecen maltrato físico, sexual o emocional en la infancia


durante mucho tiempo corren mayor riesgo de manifestar trastornos disociativos.

Los niños y los adultos que pasan por otros sucesos traumáticos, como guerras,
desastres naturales, secuestros, torturas o procedimientos médicos prolongados y
traumatizantes en la niñez, también pueden tener estos trastornos.
Complicaciones

Las personas con trastornos disociativos presentan un mayor riesgo de tener


complicaciones y trastornos asociados, tales como:

 Autolesiones o mutilaciones

 Pensamientos y comportamiento suicidas

 Disfunción sexual

 Trastornos por alcoholismo y abuso de drogas

 Depresión y trastornos de ansiedad

 Trastorno por estrés postraumático

 Trastornos de la personalidad

 Trastornos del sueño, como pesadillas, insomnio y sonambulismo

 Trastornos de la alimentación

 Síntomas físicos, como aturdimiento o convulsiones no epilépticas

 Dificultades considerables en las relaciones personales y en el trabajo


Prevención

Los niños que son víctimas de maltrato físico o emocional o de abuso sexual
presentan mayor riesgo de desarrollar trastornos de salud mental, como los
trastornos disociativos. Si el estrés u otros problemas personales están afectando
la forma en que tratas a tu hijo, busca ayuda.

 Habla con una persona de confianza como puede ser un amigo, el médico o
un líder de tu comunidad religiosa.

 Pide ayuda para hallar recursos disponibles tales como grupos de apoyo para
padres y terapeutas de familia.

 Busca iglesias y programas educativos comunitarios que ofrezcan clases de


crianza de hijos, que también pueden ayudarte a aprender técnicas
parentales más saludables.
Si tu hijo ha sido víctima de maltrato o ha sufrido otra situación traumática,
consulta con el médico de inmediato. Es posible que el médico te derive a un
profesional de salud mental que pueda ayudar a tu hijo a recuperarse y a adquirir
la capacidad de enfrentar desafíos o situaciones.

Esquizofrenia

La esquizofrenia es un trastorno mental grave en el que las personas interpretan la


realidad de manera anormal. La esquizofrenia puede derivar en algunas
combinaciones de alucinaciones, delirios, y pensamientos y comportamientos
sumamente desordenados que impiden el funcionamiento diario y pueden
provocar una incapacidad.

La esquizofrenia es una afección crónica, que requiere un tratamiento de por vida.


Síntomas

La esquizofrenia incluye una variedad de problemas en los pensamientos


(cognición), el comportamiento o las emociones. Los signos y síntomas pueden
variar, pero generalmente incluyen delirios, alucinaciones o habla desorganizada,
y refleja una capacidad alterada de desempeño. Los síntomas pueden incluir lo
siguiente:

 Delirios. Son creencias falsas que no se basan en la realidad. Por ejemplo,


piensas que te están lastimando o acosando, que ciertos gestos o
comentarios están dirigidos a ti, que tienes una capacidad o fama
excepcional, que otra persona está enamorada de ti o que se está por
producir una catástrofe importante. Los delirios se producen en la mayoría de
las personas con esquizofrenia.

 Alucinaciones. Implican ver o escuchar cosas que no existen. Sin embargo,


para la persona con esquizofrenia, tienen toda la fuerza y el impacto de una
experiencia normal. Las alucinaciones pueden producirse en cualquiera de
los sentidos, pero escuchar voces es la alucinación más frecuente.

 Pensamiento (habla) desorganizado. El pensamiento desorganizado se


infiera a partir del habla desorganizada. La comunicación eficaz puede verse
afectada, y puede que las preguntas no estén relacionadas a las preguntas o
lo estén parcialmente. En casos poco frecuentes, el habla puede incluir la
unión de palabras sin sentido que no pueden comprenderse, lo que suele
llamarse ensalada de palabras.

 Comportamiento motriz extremamente desorganizado o anormal. Esto


puede manifestarse de diferentes maneras, desde comportamiento aniñado
hasta agitación impredecible. El comportamiento no se centra en un objetivo,
por lo cual cuesta realizar tareas. El comportamiento puede incluir resistencia
a las instrucciones, posturas inadecuadas o extrañas, una falta completa de
respuesta o movimiento inútil y excesivo.

 Síntomas negativos. Esto hace referencia a la incapacidad o capacidad


reducida para desempeñarse normalmente. Por ejemplo, la persona puede
descuidar la higiene personal o parecer falta de emociones (no hace contacto
visual, no cambia de expresiones faciales o habla en forma monótona).
Además, la persona puede perder el interés en las actividades cotidianas,
retraerse socialmente o perder la capacidad de experimentar placer.
El tipo y la gravedad de los síntomas pueden variar con el tiempo, con períodos de
empeoramiento y de desaparición de los síntomas. Algunos síntomas pueden
estar siempre presentes.

En los hombres, los síntomas de esquizofrenia generalmente comienzan entre los


20 y los 25 años. En las mujeres, los síntomas generalmente comienzan después
de los 25 años. Es poco frecuente que se diagnostique esquizofrenia en niños y
muy poco frecuente en personas mayores de 45.

Síntomas en adolescentes

Los síntomas de la esquizofrenia en adolescentes son similares a los de los


adultos, pero puede ser más difícil reconocer la afección. Esto puede deberse en
parte a que algunos de los síntomas tempranos de la esquizofrenia en
adolescentes son comunes para el desarrollo normal en la adolescentes, por
ejemplo los siguientes:

 Retraerse de los amigos y la familia

 Caída en el desempeño escolar

 Trastornos del sueño

 Irritabilidad o depresión

 Falta de motivación

En comparación con los síntomas de la esquizofrenia en adultos, en los


adolescentes sucede lo siguiente:

 Tienen menos probabilidad de tener delirios

 Tienen más probabilidad de tener alucinaciones visuales


Cuándo consultar con el médico

Las personas con esquizofrenia no suelen ser conscientes de que sus dificultades
provienen de un trastorno mental que requiere atención médica. Por lo tanto, son
los familiares o amigos quienes deben ayudarlas.
Cómo ayudar a alguien que podría tener esquizofrenia

Si piensas que alguien que conoces podría tener síntomas de esquizofrenia, habla
con la persona sobre sus preocupaciones. Si bien no puedes obligar a alguien a
que busque ayuda profesional, puedes ofrecer a tu ser querido apoyo y ayuda
para encontrar un médico o un médico o profesional de salud mental capacitados.

Si tu ser querido es un peligro para sí mismo o para otros o no puede procurarse


sus propios alimentos, vestimenta o un lugar donde quedarse, tal vez debas llamar
al 911 o a otros servicios de respuesta ante emergencias para que ayuden a que
tu ser querido pueda ser evaluado por un profesional de la salud mental.

En algunos casos, puede ser necesaria una internación de emergencia. Las leyes
sobre el sometimiento involuntario a tratamientos para la salud mental varían de
un estado a otro. Puedes comunicarte con los organismos de salud mental de tu
comunidad o los departamentos de policía de tu zona para obtener detalles.

Pensamientos y comportamientos suicidas

Los pensamientos y comportamientos suicidas son frecuentes en personas con


esquizofrenia. Si tienes un ser querido que está en riesgo de intentar suicidarse o
ya tuvo un intento, asegúrate de que alguien se quede con esa persona. Llama al
911 o al número local de emergencias de inmediato. O, si puedes hacerlo de
manera segura, lleva a la persona a la sala de urgencias del hospital más cercano.

Causas

No se conocen las causas de la esquizofrenia, pero los investigadores piensan


que la combinación de la genética, la química del cerebro y el ambiente contribuye
al desarrollo de este trastorno.

Los problemas con ciertos químicos del cerebro que se producen naturalmente,
como los neurotransmisores llamados dopamina y glutamato, pueden contribuir a
la esquizofrenia. Los estudios de imágenes cerebrales muestran las diferencias en
la estructura del cerebro y el sistema nervioso central de las personas con
esquizofrenia. Si bien los investigadores no están seguros de la importancia de
estos cambios, estos indican que la esquizofrenia es una enfermedad mental.

Factores de riesgo

Si bien se desconoce la causa precisa de la esquizofrenia, ciertos factores


parecen aumentar el riesgo de desarrollar o desencadenar la esquizofrenia,
incluidos los siguientes:

 Tener antecedentes familiares de esquizofrenia

 Aumento de la activación del sistema inmunitario, como por ejemplo, a causa


de una inflamación o de enfermedades autoinmunitarias

 Edad adulta avanzada del padre

 Algunas complicaciones del embarazo y del nacimiento, como la desnutrición


o la exposición a toxinas o virus que pueden impactar en el desarrollo del
cerebro

 Tomar drogas que alteran la mente (psicoactivas o psicotrópicas) durante la


adolescencia y la juventud
Complicaciones

Si no se trata, la esquizofrenia puede generar graves problemas que afectan todas


las áreas de la vida. Las complicaciones provocadas por la esquizofrenia o que se
relacionan con esta incluyen las siguientes:

 Suicidio, intentos de suicidio o ideación suicida

 Autolesión

 Trastornos de ansiedad y trastorno obsesivo compulsivo (TOC)

 Depresión

 Consumo abusivo de alcohol u otras drogas, incluido el tabaco

 Imposibilidad de trabajar o asistir a la escuela

 Problemas económicos y legales, y falta de vivienda


 Aislamiento social

 Problemas médicos y de salud

 Victimizarse

 Conducta agresiva, aunque es poco frecuente


Prevención

No hay una manera segura de prevenir la esquizofrenia; sin embargo, seguir el


plan de tratamiento puede ayudar a prevenir las recaídas o el empeoramiento de
los síntomas. Además, los investigadores esperan que, al obtener mayor
información sobre los factores de riesgo de la esquizofrenia, se puedan generar un
diagnóstico y un tratamiento más rápidos

Trastornos sexuales
Los trastornos sexuales más frecuentes que intervenimos en nuestra consulta de
psicología de Barcelona son los siguientes:

 Vaginismo: cuando las mujeres no pueden practicar el coito, o bien, lo


realizan con muchísima dificultad porque tienen espasmos involuntarios de
la musculatura del tercio externo de la vagina que interfiere el coito.

 Dispareunia: Sienten un considerable dolor cuando se intenta la


penetración. Lo padecen tanto hombres como mujeres. Finalmente el acto
coital resulta casi impracticable.
 Falta o disminución del deseo sexual: Disminución (o ausencia) de
fantasías y deseos de actividad sexual de forma persistente o recurrente. El
trastorno provoca malestar acusado o dificultades de relación interpersonal.

 Anorgasmia: dificultad muy grande y ausencia de orgasmo después de una


adecuada estimulación sexual. Las mujeres muestran una amplia variabilidad
en el tipo o intensidad de la estimulación que desencadena el orgasmo.

 Eyaculación precoz: se da cuando el sujeto eyacula rápido con la mínima


estimulación sexual de su pareja. Se puede dar antes, durante o poco tiempo
después del acto de penetración.

 Problemas de erección: recurrente imposibilidad del hombre para


conseguir una erección con la que pueda mantener una relación satisfactoria.
Este problema se presenta sin que el sujeto tenga una patología orgánica ni
abuso de alcohol.

 Trastorno de la excitación sexual femenina: Incapacidad, persistente o


recurrente, para obtener o mantener la respuesta de lubricación propia de la
fase de excitación, hasta la terminación de la actividad sexual.

 Fobia al sexo o aversión al sexo: Aversión extrema persistente y con


evitación de, todos (o prácticamente todos) los contactos sexuales genitales
con una pareja sexual. La alteración provoca malestar acusado o dificultades
en las relaciones interpersonales.

 Parafilias: cuando la persona debe de tener fantasías o comportamientos


fuera de la normalidad para encontrar la excitación. Esto les crea dificultades
relacionales, sociales y personales.

Soluciones a los problemas sexuales desde la Terapia Breve Estratégica

Los cónyugues que acuden para resolver sus problemas en la sexualidad la


mayoría de veces tienen problemas de pareja. Una buena comunicación entre los
miembros es un elemento fundamental para tener una buena relación. La actividad
sexual es la comunicación más íntima que puede tener una pareja, por eso, se suele
afectar si hay problemas conyugales. Es importante saber que a menudo que
intervenimos sobre las disfunciones sexuales paralelamente hemos de realizar
una terapia de pareja.
Desde la Terapia Breve Estratégica del psicólogo Nardone se han analizado
unas soluciones intentadas que los pacientes ponen en marcha para solucionar su
problema pero que en cambio son el motivo de creación y mantenimiento del
problema. Las soluciones intentadas principales que no funcionan en los
problemas sexuales son:

 La búsqueda de forma voluntaria y deliberada de sensaciones y de


reacciones. Éstas que deberían de ser espontáneas si el paciente las intenta
controlar se acaban descontrolando. Más la persona se concentra e intenta
sentir las sensaciones o conseguir las prestaciones necesarias y estás más
se escapan. Ejemplos: en la búsqueda constante del orgasmo que puede
crear anorgasmia, en la búsqueda de la erección perfecta que puede acabar
creando problemas de erección, etc.

 Evitar sentir sensaciones y/o reacciones no deseadas. Todas las


evitaciones que se hacen por algo en el plano de la sexualidad acaban por
convertirlo en más deseable. Porque las personas más se esfuerzan en no
pensar y más acaban pensando en la cosa. Más me lo prohíbo y más lo
deseo. O bien al contrario, más intento que no me duela y más me duele.

 Hablar continuamente con la pareja de la dificultad o problema. La


búsqueda de comprensión y ayuda del conyugue. Cuando esto se hace por
un considerable tiempo crea una efectos a la larga negativos para solucionar
el problema. Hecho que acaba provocando la necesidad de acudir a un
especialista.
La Psicoterapia Breve Estratégica propondrá realizar unos ejercicios, experimentos
que tienen la misma lógica del funcionamiento del problema y que irán directamente
a romper el círculo vicioso que condena la persona a su disfunción sexual.
Posteriormente, se trabajará con la persona para que sea consciente los
mecanismos que crearon y mantuvieron el problema, y las herramientas utilizadas
para su solución. De esta forma, la persona adquirirá conocimiento operativo para
evitar recaídas, es decir, que el cambio se mantenga en el tiempo.

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