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EXTRAORDINARIO

Alonso Hernández Anthony


Historia de la Filosofía 8

De la sociedad disciplinaria a la sociedad del rendimiento.

Introducción.

Byung Chul-Han es un pensador contemporáneo, cuya obra la ha dedicado a hacer una crítica
incisiva a las sociedades contemporáneas. Una de sus principales ideas es su crítica al modelo
de la sociedad disciplinaria que Foucault plantea en ​Vigilar y castigar. ​En efecto, H
​ an
propone ir más allá del paradigma inmunológico del modelo biopolítico de las sociedades
disciplinarias y avanzar hacia una nueva forma de entender las relaciones de poder. Esto
quiere decir que la propuesta de Han, si bien encuentra su inspiración en las obras de
Foucault y otros filósofos contemporáneos, busca ir más allá de su análisis sobre la sociedad
y la forma en cómo el poder se ejerce.

La crítica de Han al “modelo inmunológico”, como él lo llama, consiste en que, desde esa
perspectiva, el poder es visto como algo exterior que ejerce su influencia sobre los individuos
de manera coercitiva. Lo cual, resulta ser un análisis insuficiente cuando se intenta trasladar a
las sociedades contemporáneas, debido a las nuevas tecnologías, las nuevas estructuras
sociales y las nuevas relaciones laborales entre los individuos. En el nuevo paradigma, que
Han llama psicopolítico, los individuos ya no requieren de un poder externo que los controle,
los discipline, los vigile y los castigue, sino que el control emana de los mismos individuos
que se autoexplotan y se exigen cada vez un mayor rendimiento.

En este ensayo, pretendo exponer los conceptos de sociedad disciplinaria y biopoder que
Foucault expone sobre todo en las obras de ​Vigilar y castigar ​y ​La historia de la sexualidad​,
con el propósito de examinar sus implicaciones filosóficas y sociológicas. Adicionalmente,
articularé las críticas que Han realiza a este forma de entender el poder como puramente
negativo, para entender los alcances que los conceptos foucaultianos pueden tener en nuestros
días; así como, exponer la propuesta del mismo autor de origen surcoreano. Sin embargo, es
importante señalar que la obra de Han no necesariamente es una refutación del paradigma de
poder planteado por Foucault, sino que puede verse, desde el punto de vista que se intenta
proponer en este ensayo, como una manera de complementar sus análisis acerca de las formas
en cómo se ejerce el poder en nuestras sociedades.

La sociedad disciplinaria.

En ​Vigilar y Castigar, ​Foucault realiza una investigación acerca del origen de la prisión
moderna. Va detallando cómo se construye la figura del delincuente a través de una nueva
forma de saber-poder; y el surgimiento de la institución que se encarga de establecer las
normas que encaucen la conducta del delincuente. En el caso de la prisión moderna se van
generando un nuevo tipo de penalidades sobre el delincuente, ya no se trata de la exhibición
pública del imputado con un castigo “ejemplar” que se ejerza directamente sobre el cuerpo,
más bien las penas consisten en una reglamentación minuciosa de la administración del
tiempo de los individuos, el control sobre sus actividades y sus cuerpos. Siendo el momento
histórico donde se concibe al cuerpo como objeto de control, que se manipula para obtener
una mayor docilidad y al mismo tiempo una mayor utilidad. En ese sentido, Foucault nos dice
que:

El momento histórico de las disciplina es el momento en que nace un arte del cuerpo humano,
que no tiende únicamente al aumento de sus habilidades, ni tampoco a hacer más pesada su
sujeción, sino a la formación de un vínculo que, en el mismo mecanismo, lo hace tanto más
obediente cuanto más útil, y al revés. 1

El cuerpo se vuelve, entonces, un blanco donde se ejercen distintas prácticas que buscan
transformar, moldear, educar un individuo con la finalidad de que obedezca y responda de
una determinada manera.Es un poder que se ejerce de manera más sútil en los individuos.
Para ilustrar lo anterior, en el cuarto capítulo titulado los “cuerpos dóciles”, Foucault nos
habla de cómo se fabrica un soldado, por medio de prácticas infinitesimales, es decir, se trata
de modificar cada uno de los elementos de un cuerpo, los gestos, la voz, la rapidez, los
movimientos, etc.2 Esto lo logra a través de diversas tácticas como: la distribución del
espacio, se trata de un espacio clausurado destinado exclusivamente a dicha actividad; la

1
​ . 160.
Michel Foucault, ​VIgilar y castigar, p
2
​Ibid., ​p. 159.
división del espacio que implique mayor control y mayor vigilancia; espacios eficiente donde
se divida el trabajo; y por último la clasificación de los individuos según un rango. Todo esto
con la finalidad de tener un control exhaustivo de las actividades de los individuos que
permita que: el ejercicio continuo y repetitivo de actividades logre un individuo disciplinado
que se incorpore a un cuerpo social que funcione como una gran maquinaria. Es por eso que
Foucault nos dice lo siguiente:

El poder disciplinario, en efecto, es un poder que, en lugar de sacar y de retirar, tiene como
función principal la de "enderezar conductas"; o sin duda, de hacer esto para retirar mejor y
sacar más. No encadena las fuerzas para reducirlas; lo hace de manera que a la vez pueda
multiplicarlas y usarlas. [...] La disciplina "fabrica" individuos; es la técnica específica de un
poder que se da los individuos a la vez como objetos y como instrumentos de su ejercicio.3

En este sentido, la sociedad disciplinaria no es un régimen que se atenga exclusivamente a las


prácticas militares o carcelarias, sino que se extiende a otro tipo de prácticas sociales como
aquellas que se llevan a cabo en las escuelas, hospitales, fábricas, etc. Estas prácticas buscan
el mayor rendimiento de los sujetos a través de diversos dispositivos.4 Dichos dispositivos
articulan una red que actúa sobre los cuerpos de los individuos. “Se trata en cierto modo de
una microfísica del poder que los aparatos y las instituciones ponen en juego, pero cuyo
campo de validez se sitúa en cierto modo entre esos grandes funcionamientos y los propios
cuerpos con su materialidad y sus fuerzas.”5

La biopolítica.

La biopolítica es tratada por Foucault principalmente en el quinto capítulo de ​La Historia de


la sexualidad I t​ itulado “Derecho de muerte y poder sobre la vida”. En él, el pensador francés
nos expone la tesis que el poder del soberano que consistía en ejercer la decisión de dejar
vivir o morir, se convierte en la modernidad en una política de ejercer cada vez un mayor
control sobre la vida de un cuerpo social. De tal modo que, si en la Edad Media el poder del
soberano consistía en una hacer morir y un dejar vivir, en la modernidad se trata más bien de

3
​Ibid., ​p. 199.
4
“El dispositivo es un conjunto heterogéneo que incluye virtualmente cualquier cosa, tanto lingüístico
como no lingüístico: discursos, instituciones, edificios, leyes, medidas de policía, proposiciones
filosóficas, etc. En sí mismo el dispositivo es la red que se establece entre estos elementos”. (Giorgio
Agamben, ​Qué es un dispositivo, p ​ . 8)
5
​Ibid., ​p. 36.
hacer vivir y dejar morir, ejerciendo cada vez un mayor control sobre la vida de los
individuos con el propósito de aumentar su productividad y su eficiencia.

El derecho de muerte tendió a desplazarse o al menos a apoyarse en las exigencias de un


poder que administra la vida, y a conformarse a lo que reclaman dichas exigencias. Esa
muerte, que se fundaba en el derecho del soberano a defenderse o a exigir ser defendido,
apareció como el simple envés del derecho que posee el cuerpo social de asegurar su vida,
mantenerla y desarrollarla.6

En este sentido la biopolítica surge con el propósito de tener un mayor control sobre la vida
de los individuos, siendo este su eje principal. El cual se ejerció de dos formas diferentes. La
primera de ellas como regulación individual del hombre como máquina mediante el uso de
las disciplinas con el fin de aumentar sus aptitudes y su eficacia a través de dispositivos como
la escuela, el taller, el cuartel, etc.; a esta primer forma de control Foucault la llama
anatomopolítica. La segunda de ellas, se ejerce sobre conjuntos de individuos que conforman
un cuerpo social mediante mecanismos de regulación de la vida; esta segunda forma es
conocida como biopolítica.

En todo caso, Foucault ve a la biopolítica como uno de los grandes factores que influyen en el
desarrollo y expansión del capitalismo durante el siglo XVIII. En efecto, las prácticas
disciplinarias que Foucault describe en ​Vigilar y castigar​, y las prácticas biopolíticas como el
control natal, las campañas de vacunación, la práctica psiquiátrica forman una doble vertiente
que tiene como función aumentar la eficacia de las actividades productivas mediante las
instituciones que detentan el control individual y social. En ese sentido Foucault dice lo
siguiente:

Los rudimentos de anatomo y biopolítica, inventados en el siglo XVIII como técnicas de


poder presentes en todos los niveles del cuerpo social y utilizadas por instituciones muy
diversas (la familia, el ejército, la escuela, la policía, la medicina individual o la
administración de colectividades) , actuaron en el terreno de los procesos económicos, de su
desarrollo, de las fuerzas involucradas en ellos y que los sostienen; operaron también como
factores de segregación y jerarquización sociales, incidiendo en las fuerzas respectivas de
unos y otros, garantizando relaciones de dominación y efectos de hegemonía7

No obstante, si bien estas técnicas consolidaron la expansión del capitalismo, eso no implica
que los regímenes de poder sigan siendo los mismos. Es posible que el capitalismo se

6
M. Foucault, ​La historia de la sexualidad I, ​p. 165.
7
​ . 171-2.
​Ibid., p
adueñara de nuevos mecanismos de encauzamiento. En esa tónica, Deleuze es uno de los
primeros críticos del concepto de sociedades disciplinarias. Para él, las sociedades
disciplinarias tienen su gestación en los siglos XVIII y XIX, y su apogeo en el XX. Sin
embargo, todos los centros de encierro comienzan a tener una crisis, cuya consecuencia más
inmediata es la reforma de cada uno de esos lugares.8 Las fábricas dejan de ser un lugar
donde se lograba coordinar a los individuos de tal manera que formaran un cuerpo que
funcionara de manera orgánica y pasan a ser empresas. “La empresa [por otra parte] instituye
entre los individuos una rivalidad interminable a modo de sana competición, como una
motivación excelente que contrapone unos individuos a otros y atraviesa a cada uno de ellos,
dividiéndole interiormente.”9

La crítica de Han sigue en cierta medida la línea ya marcada por Deleuze. La sociedad
disciplinaria ya no existe, se han dejado de lado los espacios cerrados donde dominaba la
vigilancia y el castigo. Para darle paso a una sociedad donde el principal

Psicopolítica y sociedad del rendimiento.

Como se ha mencionado antes, Han intenta ir más allá del paradigma inmunológico de las
sociedades disciplinarias planteado por Foucault para hablarnos del nuevo paradigma que son
las sociedades del rendimiento. En efecto, cada una de las épocas tienen sus enfermedades
emblemáticas, el siglo XIX tiene las infecciones bacterianas y no es casualidad que en aquel
siglo se descubriera la penicilina. Sin embargo, ya no nos encontramos, siguiendo con la
metáfora, dentro de la época de las enfermedades virales o bacterianas, sino que, de acuerdo
con Han, nos encontramos en una época donde las principales enfermedades son neuronales o
psicológicas. El enemigo ya no está ahí afuera esperando a atacar e infectarnos, sino que es
nuestro propio sistema el que nos infecta y nos hace enfermarnos. Aparecen, entonces,
enfermedades como la depresión, déficit de atención, estrés, cansancio.

En el esquema inmunológico de la sociedad disciplinaria y su comprensión biopolítica el


problema es el otro, lo negativo que está fuera del sujeto y le afecta. Es el otro el que
posibilita el rendimiento y la eficiencia a través de la vigilancia y el castigo. En cambio, en la

8
​ . 279.
Gilles Deleuze, ​Post-scriptum sobre las sociedades de control, p
9
​ . 280.
​Ibid., p
sociedad del rendimiento es el sujeto individual que se afecta por medio de la autoexigencia
constante de un mayor rendimiento y una mayor eficacia. Es “l​a psicopolítica neoliberal es la
técnica de dominación que estabiliza y reproduce el sistema dominante por medio de una
programación y control psicológicos”.10

Este control psicológico es producido a través de la seducción, a partir de la idea de que cada
quien conforma su destino, es la filosofía del ​tú puedes. “​ El ​tú puedes incluso ejerce más
coacción que el ​tú debes​”11 En el ámbito social, se ha cambiado la sociedad normativa,
regulada y basada en el mandato del paradigma disciplinario, por una sociedad del
rendimiento, donde se le invita a uno a ser su propio jefe. Es por eso que:

El neoliberalismo, como una forma de mutación del capitalismo, convierte al trabajador en


empresario. El neoliberalismo, y no la revolución comunista, elimina la clase trabajadora
sometida a la explotación ajena. Hoy cada uno es un trabajador que se explota a sí mismo en
su propia empresa. Cada uno es amo y esclavo en una persona. También la lucha de clases se
transforma en una lucha interna consigo mismo.12

Entonces, la sociedad del rendimiento está gobernada en su totalidad por el verbo ​poder,
mientras la sociedad disciplinaria se encontraría gobernada por el verbo ​deber.13 ​Pero,
paradójicamente, este aumento de libertad no genera una auténtica libertad, sino que se
vuelve un mecanismo tan efectivo como el coercitivo. De esta manera la explotación queda
interiorizada, se mantiene silenciada y aceptada por todos. Según Han, Foucault vincula la
biopolítica con la forma disciplinaria del capitalismo que en su modo de producción lo que
hace es socializar el cuerpo. Por otra parte, “el neoliberalismo como una nueva forma de
evolución, incluso como una forma de mutación del capitalismo, no se ocupa primeramente
de lo «biológico, somático, corporal». Por el contrario, descubre la psique como fuerza
productiva.”14

Entonces, la anulación del poder coercitivo, no implica una verdadera libertad. Por el
contrario, hay una mayor explotación, ya que los emprendedores no sólo se exigen para poder
conseguir los bienes que las modas ofrecen. Sino que además en un sistema capitalista que

10
Byung Chul-Han, ​Psicopolítica, ​p. 61.
11
B. Chul-Han, ​La agonía de Eros, p ​ . 12.
12
B. Chul-Han, ​Psicopolítica, ​p. 9.
13
B. Chul-Han, ​La agonía…, ​p. 11.
14
B. Chul-Han, ​Psicopolítica, ​p. 23.
tiene como base el trabajo asalariado, ya existe de facto la enajenación del trabajo. El gran
problema es el carácter silente de esta manera de ejercer el poder, ya que se vuelve
completamente invisible, piensan que se están realizando, cuando de hecho se están
sobreexplotando. Es por eso que

La sociedad del trabajo y rendimiento no es ninguna sociedad libre. Produce nuevas


obligaciones. La dialéctica de amo y esclavo no conduce finalmente a aquella sociedad en la
que todo aquel que sea apto para el ocio es un ser libre, sino más bien a una sociedad de
trabajo, en la que el amo mismo se ha convertido en esclavo del trabajo. En esta sociedad de
la obligación, cada cual lleva consigo su campo de trabajos forzados15

Conclusiones.

15
​ . 48.
B. Chul-Han, ​La sociedad del cansancio, p
Bibliografía.

● AGAMBEN, Giorgio, ​Qué es un dispositivo. Seguido de El amigo, La Iglesia y El


Reino, ​trad. de Mercedes Ruvituso, Buenos Aires, Adriana Hidalgo Editora, 2014, 52
pp.
● CHUL-HAN, Byung, ​La agonía de Eros, ​Barcelona, Herder, 2014, 46 pp.
-------------------------, ​La sociedad del cansancio, ​Barcelona, Herder, 2012, 79 pp.
-------------------------, ​Psicopolítica. Neoliberalismo y nuevas técnicas de poder,
Barcelona, Herder, 2014, 70 pp.
● DELEUZE, Gilles, “Post-scriptum sobre las sociedades de control” ​en
Conversaciones, ​2a. ed. Valencia, Pre-Textos, 1996, pp. 277-286.
● FOUCAULT, Michel, ​La historia de la sexualidad I. La voluntad de saber, ​31a. ed.
México, Siglo XXI, 2007, 197 pp.
--------------------------, ​Vigilar y castigar, 2​ a. ed. México, Siglo XXI, 2009, 359 pp.

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