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Gerson Tovar Carreón

Taller de investigación II
Control de lectura 1: Etnografía. El oficio de la mirada y el sentido

El texto Etnografía. El oficio de la mirada y el sentido abre una discusión sobre el


origen y la tarea de la etnografía como estrategia de investigación cualitativa en las ciencias
sociales. Como oficio, la Etnografía está dirigida a mirar a los individuos en silencio y
presidir sus actividades cotidianas. El investigador debe entonar lo investigado desde el lugar
en el que se encuentra el otro. El etnógrafo debe confiar en la observación y ser paciente
mientras el otro esta distante. El investigador agudo aguardara el tiempo necesario hasta que
empiece un viaje a lo inexplorado, un trayecto al interior de lo observado, al paisaje del otro,
y de sí mismo, hasta que lo desconocido empieza a ser comprendido.
La mirada es la herramienta principal del etnógrafo. Conforma poco a poco la tenue
voz interior del investigador hasta construir una amplia imagen de lo que se busca. El
contacto intensifica la imagen y reconfigura la comunicación con el otro. El yo y el otro se
convierte en el nosotros en el que convergen la interioridad criptica de lo desconocido y la
identidad dinámica del investigador. Además, este oficio, esta herramienta, se sumerge en un
lenguaje y una cultura: en un sentido. Las configuraciones de los fenómenos y su registro
permiten la percepción, la guía de valores y significados, y estos conforman el sentido de la
composición y la organización social. “El etnógrafo hace apuestas de sentido, tiene que
afirmar algún significado a todo aquello que ha pasado por su mirada… incluyendo la
reconfiguración de la percepción de su propia percepción”. (1998: 348)
Como toda herramienta, la etnografía tiene límites y posibilidades en el terreno de la
investigación social. Esta depende, como ya se ha mencionado, de la observación, además de
la experiencia reflexiva y el sentido en/de lo vivencial. La etnógrafa está en manos de de los
instrumentos del registro y la medición, como de la percepción: ese universo simbólico que
configura el oficio de la mirada y el sentido. El etnógrafo debe ser curioso y abrir su mente
a todo camino que le rodee. Y estos caminos debe ser riguroso y disciplinados. La etnografía
dice Jesús Galindo, es una combinación endeble del alma del poeta y del sudor del científico.

Texto citado.
Galindo Cáceres, Luis Jesús (1998). En Galindo Cáceres, J. (Coord). “Técnicas de
investigación en sociedad, cultura y comunicación” (347-383). México: Pearson Educación.

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