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Algo de historia:

Cuando solo tenía 5 años, mi madre, como era “alta y avispada” fue
hablar con el Director de la Escuela 25 de Mayo, Sr. Arnoldo Simón, para
que me aceptara como oyente. Terminado el primer bimestre, la
sorpresa de mis padres fue que yo llegué a casa con la libreta de
calificaciones como alumna regular, así fueron pasando los años y
terminé la escuela primaria, rendí para ingresar a la escuela normal y con
16 años estaba cursando el 5ºaño y cumplí los 17 en noviembre de ese
año. Así me recibí de Maestra Normal Nacional.
Ambas escuelas eran públicas, mi hermano ya iba al Colegio de los
Hermanos Maristas primario y secundario y mi padre, un simple
comerciante no podía pagar dos colegios privados.
Yo no estoy arrepentida por esa situación, ya que asistí a dos grandes
escuelas públicas que me dieron una linda oportunidad.
En estas dos etapas tuve altibajos y contratiempos, como todos los
tenemos, a veces por injusticias y otras por que uno se lo busca.
Las injusticias me sirvieron para la vida, para después tratar de ser mejor
persona y más aún mejor profesora.
Cuando estaba finalizando 5ºaño, vino el momento de decidir que seguir
estudiando. Dentro de mis preferencias estaban las ciencias biológicas y
exactas.
Muchas veces pensé y me gustaba Medicina, pero tenía que convencer a
mis padres para irme a Mendoza o Córdoba, y pensar en una carrera tan
larga me tiró para atrás y no dije nada, mi hermano había abandonado
Ingeniería Electromecánica y mi padre la única condición que me ponía
es que, lo que empezaba lo terminaba, para él fue siempre un sacrificio
económico muy grande dar estudio a sus hijos. Así fue que por haber
tenido una excelente profesora de Matemática, la Sra. Alejandrina de
Cuartara me incliné por el profesorado, ya que a ella las Hnas. Del
Colegio del Carmen le habían encomendado la tarea de tramitar y armar
el profesorado de Matemática, Física y Cosmografía. Yo venía con la
mala experiencia en 2do.año con la Sra. de Barona, quien
injustamenteme hizo llevar la materia.
La sorpresa, no solo mía sino de casi todos los que nos inscribimos para
el ingreso fue que la Sra. de Cuartara no estaba sino que en su lugar
estaba como coordinadora del mismo, la Sra. de Barona. Las Hnas. ante
un comentario de enfermedad de la primera y sin averiguar, llamaron a
la segunda y la dejaron de lado a la Sra. de Cuartara.
Así tuve que encontrarme con ella, luego que me había hecho sufrir
desde los 13 años y tenerla todos los años del profesorado.
Con 18 años y mi título de Maestra pude tomar una suplencia en la
escuela de Cuadro Bombal. Al año siguiente, con 19 me comentan que
necesitaban profesora de Matemática en el Colegio Sotero Arizu de Villa
Atuel, allí me fui y llegué tarde porque la Hna Práxedes Rectora del
mismo me informa que hacía tres días que había tomado a una
compañera mía, pero que necesitaba una secretaria que si me
interesaba, cosa que por supuesto dije que sí, dejé mi CV y al otro día me
llamó.
Mis padres no estaban conforme porque tenía que viajar de lunes a
sábado a la mañana, llegar a las 15 hs, y a las 17,45 entrar al profesorado
hasta las 22,15 hs. Y ellos preferían que terminara de estudiar Por
supuesto que acepté y seguí viajando hasta mi jubilación. En todo esto
tenía el incondicional Lolo, que me llevaba y me iba a buscar todos los
días a la terminal de ómnibus.

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