C R O

´ N I C A
. Nº 1.207

EL VIAJE DE SÁNCHEZ A LOS ‘CDR’ DE LOS UNA QUINTA COLUMNA ‘QUÉ BELLO ES VIVIR’...
LA BODA DEL CUÑADO MOSSOS INDEPES DE 500 YIHADISTAS GRACIAS A ROSARIO
P.5 P.6 P.9 P.12
EL MUNDO. DOMINGO 23 DE DICIEMBRE DE 2018

ANTES DEL CRIMEN

DE LAURA LUELMO

LAS HUELLAS
DE LOS
GEMELOS
BERNARDO
ASESINOS...
...y los cuchillos
ensangrentados con los
que los Montoya
empezaron a matar.
Son sus delitos gemelos

LUCIANO
2. C R O
´ N I C A EL MUNDO. DOMINGO 23 DE DICIEMBRE DE 2018

“DECIR SUS
NOMBRES AQUÍ
ES MENTAR
AL DEMONIO”
Desde el pueblo donde los hermanos Montoya sembraron el miedo desde niños, seguimos el rastro de
sangre dejado por el asesino confeso de Laura Luelmo. Son Bernardo y Luciano Montoya: vidas y delitos
gemelos. Sus casos fueron objeto de estudio para establecer si su carga genética les predisponía al crimen
de la misma manera. Debutaron como asesinos, con cinco años de diferencia, con cuchillos muy similares

ras, traicioneras y cobardes, que

atacan a personas débiles y que no
POR CHEMA tienen ningún sentimiento de culpa
o arrepentimiento. «Sobre todo
RODRÍGUEZ Bernardo, más cruel no se puede
ser», remarca sobre el asesino con-

E
l brigada Emilio Díaz los cono- feso de la joven de 26 años que cru-
ce como pocos. «Son unos zó media España para trabajar en
monstruos», dice sin matices. Él un instituto de Nerva (Huelva) y
trabajaba como policía judicial de la acabó viviendo en una modesta ca-
Comandancia de la Guardia Civil sa en El Campillo con un asesino
de Huelva cuando le tocó poner ca- como vecino.
ra y andanzas a los Montoya, a Ber- La última vez que el guardia civil
nardo y a su gemelo Luciano (50 vio a Bernardo Montoya fue cuan-
años). En aquellos años las pesqui- ARMAS GEMELAS. do murió la madre del reo. Estaba
sas se centraron en el gemelo que Arriba, los cuchillos que destinado en la cárcel de Huelva y
ahora ha confesado ser el autor de usaron los gemelos al preso se le concedió permiso pa-
la muerte de la joven Laura Luelmo. Montoya en sus primeros ra asistir al funeral de su progenito-
Acababa Bernardo Montoya de ce- asesinatos. Bernardo ra. Al brigada Díaz le tocó la tarea
barse con una anciana de 82 años apuñaló a una anciana de de escoltarlo y más: estuvo esposa-
de nombre Cecilia. La mató a puña- 82 años en 1995. Luciano, do al asesino todo el tiempo que el
ladas, pero dejó en su huida unas a una joven de 35 en el gemelo permaneció fuera de la pri-
huellas dactilares que terminaron año 2000. A la izquierda, sión. Durante toda la misa del fu-
por delatarle. «Unos monstruos», una foto en la que neral, incluyendo el momento en
repite el brigada. Habla en plural aparecen los hermanos que el recluso se acercó al ataúd
porque a ambos hermanos los defi- en un reportaje de donde yacía su madre, Isabel, y le
ne como personas frías, calculado- Antena 3 en 1999. CRÓNICA dio un beso. / SIGUE EN PÁGINA 4
EL MUNDO. DOMINGO 23 DE DICIEMBRE DE 2018 C R O
´ N I C A 3.

CRO
´ NICARTOON

LAURA «Un ser ardiente, claro de

deseos, alado, quiso ascen-
der, tener la libertad por nido. Quiso ol-
vidar que el hombre se aleja encadena-
do», rimó Miguel Hernández en El vue-
lo. Y volar era lo que Laura Luelmo am-
bicionaba. Tras cursar Bellas Artes sa-
có las oposiciones de maestra y desple-
gó ilusionada sus alas. Apenas 10 días
más tarde de haber llegado al instituto
Vázquez Díaz de Nerva para una suplen-
cia como profesora de Dibujo, en el nú-
mero 1 de la calle Córdoba de El Cam-
pillo, «un manotazo duro, un golpe he-
lado, un hachazo invisible y homicida»
de un macho brutal le descerrajó las alas.
Y el futuro. Y la vida. Y no perdonamos
a la muerte enamorada, ni a la vida de-
satenta, ni a la tierra ni a la nada.

HOMENAJE A
LAURA LUELMO
POR RICARDO
MARTÍNEZ Y
JULIO REY
4.
VIENE DE PÁGINA 2 / Aquel gesto
no le humanizó a ojos del agente,
que cuenta cómo a él mismo le te-
nía amenazado y subraya los ca-
minos (criminales) paralelos de
los dos gemelos. En ocasiones se
han cruzado. Tanto que en los co-
mienzos de la investigación por el
asesinato de Cecilia, en 1995, se
sospechó por igual de Bernardo
(el autor) como de Luciano. Igual
ocurrió al principio del caso de
Laura. A nadie le quedaba claro
cuál era el hermano que estaba
en libertad.
Pero en el 95 las huellas dacti-
lares delataron a Bernardo. Cin-
co años después, a su hermano.
Parecían crímenes calcados, pro-
pios de un mismo autor. ¿Pueden
los gemelos compartir huella
dactilar o perfil genético? y ¿pue-
de heredarse una genética crimi-
nal?, fueron preguntas que a raíz
de la similitud de los asesinatos
se plantearon expertos en crimi-
nalística. La respuesta es no.
Aunque los hermanos sí que
comparten fecha de nacimiento.
Vinieron a este mundo, en Bada-
joz, el día de la Hispanidad de
1968, hace ahora justo 50 años.
«Era malo», dice sobre el se-
gundo gemelo un abogado que le
trató en una de las múltiples cau-
sas que le han llevado a los juzga-
dos. Entre otras, el asesinato de
María del Carmen Martínez, en el
año 2000, en un crimen que pare-
ce casi calcado al protagonizado
por su hermano cinco años antes.
Este letrado, que pide permane-
cer en el anonimato, guarda un
recuerdo de Luciano Montoya
bastante parecido al que tiene de
Bernardo el agente Díaz. Silen-
cioso, frío, sin gesto de arrepenti-
miento. «Había que sacarle las
palabras y apenas respondía con
monosílabos. Iba acompañado
siempre de su esposa, por aquel
entonces una mujer atemorizada,
con el pánico a su marido refleja-
do en los ojos, que vendía latas de
refrescos en las playas de Huelva
y que pagó, a plazos, la defensa
de su esposo». Una cosa diferen-
cia a Luciano de Bernardo, según
la opinión del abogado, y es que
«nunca agachó la cabeza».
El asesino de Laura Luelmo, pa-
dre de una hija de 26 años, la mis-
ma edad que Laura, ha aparecido
en los últimos días escoltado por
la Guardia Civil tras su arresto.
Siempre ha evitado enfrentar su
mirada a las cámaras que han se-
guido sus movimientos o a los
exaltados que le esperaban para
gritarle «asesino». Pero Luciano
no hizo lo mismo, «él siempre
mantuvo la cabeza alta. Su mira-
da impresionaba».
Desde niño han dejado huella.
Recién llegados al pueblo de
Huelva donde sus padres termina-
ron echando raíces, Cortegana,
los gemelos hicieron gala de su
personalidad extremadamente
violenta. Luciano, con sólo 13
años, cuenta otra vecina de la ba-
rriada de Las Eritas, le rompió
una botella en la cabeza a una
mujer y, desde entonces, ni él ni
su hermano Bernardo han dejado
de infundir miedo a su paso.
Las vidas y los crímenes parale-
los de los gemelos han sido inclu-
so objeto de estudio y protagonis-
tas de un artículo publicado en
una revista interna de la Guardia
Civil en torno a sus huellas dacti-
lares para saber si podrían com-
partir algún tipo de gen asesino.
En el artículo se puede apreciar
sus marcas sobre dos cuchillos
también parecidos entre ellos.
Son los que utilizaron los gemelos
en sus respectivos bautizos crimi-
nales de sangre. Primero Bernar-
do apuñalando a una anciana y
cinco años más tarde Luciano ha-
ciendo lo propio con otra mujer.
La respuesta del trabajo de in-
vestigación fue que no existe ese
gen común que los empuja a ma-
tar y que tampoco tienen las mis-
mas huellas. Ni siquiera los geme-
los univitelinos (aquellos nacidos
de un mismo óvulo), puesto que
las huellas vienen determinadas
más por factores ambientales in-
trauterinos que por la carga gené-
tica que sí comparten. «Las inves-
EL RECUERDO. Estudiantes del pueblo onubense de Zalamea la Real, a siete kilómetros de El Campillo,
donde Bernardo Montoya asesinó a Laura Luelmo, se concentran en repulsa de su muerte. EFE / JULIÁN PÉREZ
tigaciones destinadas a determi-
nar las causas biológicas del
comportamiento delincuente han
sido continuadas sin gran éxito.
Aunque resulte inquietante cono-
cer los hechos esclarecidos por la
Guardia Civil durante la investiga-
ción de un asesinato cuyo autor
resultó ser el hermano gemelo del
que cinco años antes los investiga-
dores habían logrado identificar
como el autor de otro asesinato»,
se recoge en el artículo. En 1995
también Bernardo, como intentó
al ser detenido por la muerte de
Laura, lo admitió y se desdijo en
sucesivas ocasiones. En el juicio
se declaró inocente, por más que
al ser detenido por «tres fragmen-
tos de huellas dactilares de su de-
do anular de la mano izquierda
que dejó en la parte interior de la
ventana usada para entrar en la
casa» de la víctima, había contado
detalles que sólo el autor del ase-
sinato podía conocer.
Por todo ello, las huellas dacti-
lares de Bernardo y Luciano
C R O
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(identificados en el estudio como
Fernando y Cristian) ilustran el
trabajo titulado Delitos gemelos. Y
aunque sus huellas no coinciden,
el agente Díaz resalta que son ex-
traordinariamente inusuales. En
el artículo se destaca la «escalo-
friante» historia criminal de am-
bos, una historia que en Cortega-
na han vivido en primera persona
y que no logran olvidar.
No es fácil que alguien en este
pequeño municipio onubense ha-
ble de los hermanos Montoya. Y
el que habla de Luciano y de Ber-
nardo Montoya lo hace con mie-
do, sin dar la cara. Estos gemelos,
casados con dos hermanas de una
familia gitana, se han convertido
en un estigma para el pueblo al
que llegaron con apenas 10 años.
Allí pasaron su infancia y adoles-
cencia. Muy pocos quieren dar de-
talles. Porque el asesinato de la jo-
ven profesora Laura Luelmo a
manos de Bernardo en El Campi-
llo —a tan sólo 48 kilómetros de
Cortegana— ha removido las me-
morias y agitado los fantasmas de
los otros crímenes de los herma-
nos Montoya. Ese apellido ha de-
jado un reguero de sangre.
«Decir sus nombres aquí es co-
mo mentar al demonio», dice muy
gráficamente uno de los pocos ve-
cinos con los que se cruza Cróni-
ca este jueves de niebla y frío por
las calles de Cortegana.
A los hermanos Montoya Nava-
rro los conocen sobradamente en
el pueblo. A nadie le extrañó que
el nombre, primero de Luciano y
luego de Bernardo, se vinculase a
la desaparición y brutal muerte de
la profesora de Dibujo que había
cruzado media España para dar
clases en un instituto de Nerva. La
detención finalmente de Bernardo
—que raptó a Laura el 12 de di-
ciembre, abusó sexualmente de
ella y la golpeó, probablemente,
con una barra de hierro en la fren-
te— no hizo sino confirmar las
peores sospechas de quienes han
seguido, y padecido, de cerca las
EL MUNDO. DOMINGO 23 DE DICIEMBRE DE 2018
andanzas de los gemelos Monto-
ya. Porque ni el crimen de Laura
Luelmo fue el primero ni el asesi-
nato es la única fechoría que se
les puede atribuir en los últimos
40 años a los dos hermanos.
Lo sabe bien Manuela (el nom-
bre es ficticio), que conocía y era
amiga de María del Carmen Mar-
tínez, la mujer de 35 años a la
que Luciano Montoya asesinó el
15 de octubre del año 2000 en su
casa tras discutir con ella en una
discoteca. Manuela estaba aque-
lla noche con la víctima y presen-
ció el violento ataque de Luciano
en el pub y cómo se marchó mal-
diciendo. Unas horas después, el
hermano del asesino de Laura
Luelmo, escaló por la ventana de
la casa de María del Carmen y
entró en la vivienda. En ese mo-
mento no había nadie y aprove-
chó para robar todo lo que en-
contró, hasta que apareció su víc-
tima y le asestó siete puñaladas
con un cuchillo de cocina.
Cinco años antes de que Lucia-
no acabase con la vida de María
del Carmen, una joven militante
de Izquierda Unida muy querida
en Cortegana, su hermano Ber-
nardo, entonces adicto a la heroí-
na y a la cocaína, cometió otro
crimen que podría calificarse de
idéntico. Salvo la edad de la vícti-
ma, todo lo demás es exactamen-
te igual. Hasta el día elegido para
el asesinato.
Fue otro día 15, pero esta vez de
diciembre y de 1995, cuando Ber-
nardo mató sin piedad alguna a
Cecilia, una vecina de 82 años a la
que ya había atacado antes y que
había cometido la osadía de de-
nunciarle y prestarse a declarar
en su contra. El asesino no iba a
consentirlo y decidió silenciar pa-
ra siempre a aquella anciana.
Para ello, se fue a la casa de Ce-
cilia y trepó a una ventana con la
ayuda de una escalera. La forzó
empujando el cristal y se metió en
la vivienda. Robó lo que pilló y se
agazapó detrás de la puerta del
dormitorio a la espera de que en-
trase la anciana. Y cuando lo hizo
la atacó con el machete que lleva-
ba. Primero una puñalada en la
región dorsal que le hizo caer al
suelo y allí, tumbada y completa-
mente indefensa, le asestó otras
seis cuchilladas en el cuello.
Por este crimen, su primer ase-
sinato, cumplía condena en la
cárcel de Huelva hasta que el pa-
sado mes de octubre, tras hacer-
se pasar por un preso modelo que
se ganó la confianza de los fun-
cionarios y hasta un empleo entre
rejas, quedó en libertad. Eso fue
sólo dos meses antes de que Lau-
ra Luelmo emprendiese el viaje
que la llevaría a instalarse en una
modesta casa de El Campillo, jus-
to enfrente de otra en la que ha-
bía encontrado refugio un hom-
bre de aspecto rudo que la mira-
ba cada día con descaro y que
acababa de salir de prisión. Ése
hombre era Bernardo Montoya,
su asesino y violador.
El historial de Bernardo, como
el de Luciano, no acaba ahí.
SALVADA POR SU PERRO
Hace 10 años y también en El
Campillo, Bernardo atacó a otra
joven de 27 años cuando pasea-
ba con su perro por el parque
municipal. Disfrutaba de un per-
miso penitenciario y, como había
hecho ahora, se quedaba a dor-
mir en la casa de la calle Córdo-
ba que pertenecía a su familia,
puesto que tenía prohibido acer-
carse a Cortegana.
«Como grites, te pincho», le di-
jo a la joven mientras le ponía un
cuchillo en el cuello y trataba de
arrastrarla a la maleza para abu-
sar de ella. Pero no pudo: el perro
al que paseaba la joven la salvó y
se llevó también la peor parte.
Bernardo le clavó los 17 centíme-
tros de hoja del cuchillo que lleva-
ba y dejó al animal malherido an-
tes de huir. Por aquello fue conde-
nado a otro año y medio de cárcel.
Una vecina de Las Eritas, el ba-
rrio de Cortegana en el que vive
aún la familia Montoya, se cruzó
con Bernardo cuando buscaban
desesperadamente a la joven pro-
fesora. Le vio sentado en la calle,
junto a su coche, un Alfa Romeo
negro en el que sospechan los in-
vestigadores que trasladó el cadá-
ver de Laura tras agredirla sexual-
mente y golpearla en la frente con
una barra de hierro que se ha en-
contrado en su casa. Cuando lo
rememora, la vecina se cuida de
cerrar la puerta de su casa.
Esta vecina conoce bien a los
gemelos Montoya desde que lle-
garon a Cortegana procedentes
del barrio de la Uva de Badajoz,
uno de los tres más conflictivos de
la capital extremeña junto al de
Gurugú y Las 800. Cuentan que la
familia fue expulsada por su pro-
pia comunidad, la gitana, tras una
reyerta con navajas y que se fue-
ron a Lloret de Mar (Gerona), pe-
ro tampoco allí duraron mucho y
terminaron instalándose en Corte-
gana, donde echaron raíces y resi-
den desde ya hace casi 40 años,
casi los mismos que sus vecinos
viven con miedo.
@Chemarrodriguez Ó
EL MUNDO. DOMINGO 23 DE DICIEMBRE DE 2018
El viaje
‘secreto’ del
presidente
Sánchez a la
boda de su
cuñado y los
A la izquierda, Begoña Gómez y a la derecha, el presidente Pedro Sánchez disfrutando del
enlace del hermano de su esposa en Aldeanueva de Cameros el pasado 30 de junio. INSTAGRAM
datos que La Moncloa y el Gobierno se
niegan a dar de las ‘escapadas privadas’
POR JAVIER
NEGRE
S
ábado 30 de junio de 2018. La
letra del No puedo vivir sin ti
retumba entre las casas rústi-
cas y las empedradas calles de una
aldea riojana rodeada de vegetación
y huellas de dinosaurios. Un encla-
ve idílico de guía de turismo rural.
No se escucha la voz rota de Coque
Malla, sino el cántico angelical de
una holandesa de pelo afro que re-
pite el estribillo desde un escenario
y vestida de novia. Le acompaña
una banda de veteranos rockeros
extranjeros y un entregado público
de 80 personas. Entre ellos hay ciu-
dadanos españoles, holandeses,
franceses y asiáticos. La mayoría
con look hippie, atuendos floridos y
sombreros de paja. El tiempo acom-
paña. Parecería una escena de un
spot veraniego de Estrella Damm, si
no fuese porque entre sus asistentes
hay una mujer rubia que baila cual
groupie de los Rolling Stones y un
sonriente hombre trajeado con
planta de alero. Son el presidente
del Gobierno, Pedro Sánchez, y su
mujer, Begoña Gómez, que asisten
con sus hijas al enlace civil entre la
improvisada cantante e interiorista,
Fayette Proper, y el hermano de Be-
goña, Miguel Ángel Gómez.
Los novios, gracias a la presencia
del jefe del Ejecutivo, han podido
contar con el privilegio de cerrar pa-
ra sus invitados la diminuta pobla-
ción de Aldeanueva de Cameros
(apenas 20 personas censadas).
Porque los escoltas de Sánchez han
blindado el perímetro e impedido el
acceso por motivos de seguridad a
los turistas que han acudido a visi-
tar la ermita barroca de Santa Ana.
Sólo los vecinos, algunos de ellos
cazadores, pudieron ser testigos
ajenos de la que ya se conoce como
la boda del cuñado de Pedro Sán-
chez. La inusual ceremonia a la que
viajó en un helicóptero Super Puma
del 402 Escuadrón del Ejército del
Aire. El viaje personal que el Go-
bierno ha declarado oficialmente
secreto, en reacción a una petición
parlamentaria de información del
PP, aludiendo a razones de seguri-
dad. Y ya van dos. Porque también
declaró materia reservada los deta-
lles de su viaje en Falcon al Festival
de Benicássim el 20 de julio y ahora
Ciudadanos ha registrado una serie
de preguntas en el Congreso para
que Moncloa explique por qué ha
calificado como secretos estos via-
jes personales de Sánchez.
Era vox populi en Aldeanueva
de Cameros y en los pueblos rioja-
nos de la Sierra de Cebollera que
el 30 de junio se casaría allí el cu-
ñado del presidente del Gobierno,
Miguel Ángel Gómez, empleado
del gigante californiano Deluxe
Entertainment que genera efectos
especiales y formatos 3-D para
grandes cineastas como Spiel-
berg. En la compañía, Muñoz es
coordinador de postproducción y
ha trabajado para películas como
Cuerpo de Élite o series como La
catedral del mar. Antes, Gómez
había desempeñado las mismas
labores para Globomedia, creado-
ra de El Intermedio de Dani Ma-
teo y que depende de Mediapro, la
empresa de Jaume Roures.
El trasiego de corpulentos hom-
bres de seguridad por la aldea rio-
jana en los días previos a la cita
nupcial hizo intuir a sus habitan-
C R O
´ N I C A
tes que el jefe del Ejecutivo haría
acto de presencia. No iba a ser su
primera visita, pues la casa que
tiene su cuñado allí era uno de los
refugios favoritos de Sánchez
cuando no era presidente del Go-
bierno y no podía disfrutar de las
residencias vacacionales del Esta-
do como el Palacio de las Maris-
millas en Doñana, donde está pre-
visto que pase la Nochebuena. O
en La Mareta, un complejo en
Lanzarote donde celebrará Fin de
Año. Muñoz y su pareja, la interio-
rista Fayette Proper trataron de
ocultar a los vecinos que Sánchez
iría. Haciendo creer que aquellos
hombres que no paraban de
deambular por allí eran del cate-
ring. También guardaron discre-
ción respecto a sus invitados.
VENDRÁ O NO VENDRÁ
A algunos de ellos, les hicieron
pensar que iba a ser difícil la pre-
sencia del jefe del Ejecutivo por su
apretada agenda. Sánchez había
tenido cumbre en Bruselas el jue-
ves y una reunión el viernes por la
tarde en el Ayuntamiento parisino
con su alcaldesa. Regresó esa no-
che a Madrid en uno de los cinco
Falcon que componen, junto a dos
Airbus, su flota de aviones. Su
agenda oficial de Moncloa no re-
flejaba ningún acto el sábado.
Entre los discretos novios, «que
llevan media vida juntos», según
un allegado y los asesores del Go-
bierno, se consiguió lo que se pre-
tendía. Que Aldeanueva de Came-
ros no se convirtiera en un hervi-
dero de fotógrafos y curiosos.
Sólo porque los novios y algunos
invitados retransmitieron la boda
con stories de Instagram se pudo
captar a Sánchez. No había fotó-
grafos preparados para recoger la
llamativa comitiva de vehículos
con los cristales tintados en la que
llegó el inquilino de La Moncloa.
El presidente había viajado des-
de la Moncloa hasta la base militar
de Agoncillo, a 58 kilómetros de Al-
deanueva de Cameros, en un heli-
cóptero Super Puma del Escuadrón
402 del Ejército del Aire. Éste está
conformado por cuatro Super Pu-
ma y dos Cougars. El vuelo duró
una hora. El coste del mismo, se-
gún fuentes acreditadas, fue de
«unos 1.500 euros», que es «el pre-
cio subvencionado que paga la Pre-
sidencia del Gobierno al Ministerio
de Defensa». «Aunque hubiese vo-
lado 25 minutos, siempre como mí-
nimo se paga una hora y si el vuelo
es de hora y veinte se pagan dos
horas. La hora de vuelo en Super
Puma está en unos 1.500 euros y
así siempre queda reflejado en las
cuentas del Estado. En Falcon son
2.000 euros cada 60 minutos y unos
6.000 por el Airbus. No son precios
ajustados al coste real o a los que
daría una empresa. Habría que
añadirle el coste del alojamiento, la
comida, las dietas si pernoctan fue-
ra de su base y el transporte de la
tripulación militar, que suele dor-
mir en hoteles buenos», comenta
una fuente bien informada, que de-
talla que en los Super Puma suelen
viajar dos pilotos militares y un ca-
bo como auxiliar de vuelo.
En la base de Agoncillo espera-
ban al jefe del Ejecutivo un coche
oficial y varios vehículos que le hi-
cieron la escolta hasta Aldeanue-
va a través de la sinuosa carretera
N-111. Fue un recorrido de 50 mi-
nutos. En el municipio ya estaban
desplegados decenas de guar-
daespaldas del presidente.
5.
En total, el viaje personal del
presidente del Gobierno obligó a
movilizar a cincuenta agentes de la
Guardia Civil y de la Policía Nacio-
nal adscritos al departamento de
seguridad de La Moncloa, aunque
fuentes del Ejecutivo insisten en
que este despliegue no supuso un
coste extra para las arcas del Esta-
do puesto que son funcionarios en
cuyas nóminas ya están contem-
plados estos servicios en los fines
de semana que les toca de guardia.
COSTES Y DIETAS
Lo que no cuentan es el hecho de
que la mayoría de los agentes que
se desplegaron tuvieron que per-
noctar en hoteles en La Rioja sí obli-
ga al Estado a pagar esos costes y
sus dietas. Y es normalmente el ga-
binete del presidente quien decide
el tamaño del despliegue. «Suele ser
decisión del jefe de gabinete a reco-
mendación del departamento de se-
guridad, que siempre opta por el
mayor número posible de efectivos.
A Rajoy y a Aznar le gustaban des-
pliegues discretos con el mínimo
número de agentes. Zapatero tripli-
caba los agentes que usábamos pa-
ra viajes parecidos y Sánchez sigue
su ejemplo. Si hubiese ido a La Rio-
ja por carretera el despliegue habría
sido mucho menor. Cuando Rajoy
iba a Galicia para sus asuntos per-
sonales le acompañaban como mu-
cho 10 agentes y viajaba por carre-
tera o en vuelos comerciales que él
pagaba de su bolsillo. Teníamos una
presión mediática terrible y jamás
nos habrían tolerado los comporta-
mientos que está teniendo Sánchez
con el uso del Falcon, y menos para
ir a ver a The Killers», comenta un
ex colaborador del antiguo presi-
dente del Gobierno.
En aquel desplazamiento a Beni-
cássim, el coste del viaje aéreo fue
superior al de la boda de su cuñado
porque el precio por hora del Fal-
con es superior al del Super Puma
y en aquella ocasión el Falcon hizo
cuatro viajes. Llevó a Sánchez has-
ta el aeropuerto fantasma de Cas-
tellón, regresó a la base aérea de
Torrejón de Ardoz y al día siguien-
te volvió a Castellón para recoger-
le. El coste del vuelo aéreo, sin con-
tar los gastos de alojamiento ni las
dietas de varios agentes de seguri-
dad que se quedaron con el presi-
dente, fue de 8.000 euros mientras
que el de La Rioja fue de 3.000 al
haber hecho el Super Puma sólo
dos trayectos puesto que no volvió
a Madrid el sábado y aguantó en la
base militar de Agoncillo hasta el
domingo, cuando Sánchez regresó
a La Moncloa. El jefe del Ejecutivo
y su familia pernoctaron en Aldea-
nueva de Cameros.
El Gobierno no ha querido pre-
cisar si le acompañaron sus alle-
gados en el Super Puma hasta la
Rioja. Seguirá considerando «se-
cretos» los viajes del presidente a
la boda de su cuñado, al festival
de Benicássim y los que «puedan
venir», avisan desde el PP y Ciu-
dadanos, dos partidos que ya su-
man 24 preguntas parlamentarias
al respecto. Un bombardeo de ini-
ciativas que no ha podido aún
desclasificar los viajes más ocio-
sos del presidente.
@javiernegre10 Ó
6.
POR LEYRE
IGLESIAS
E
n la comisaría de Esplugues
de Llobregat, el mosso se pro-
nuncia delante de todos sus
compañeros. El 21-D se cogerá
fiesta, dice. Se irá con los de su
CDR y con Mossos per la Demo-
cràcia a Barcelona. Y advierte: si
hay que tomar el Parlament, él se
prestará voluntario y entrará en la
Cámara por la fuerza.
La escena, según un testigo, tu-
vo lugar esta semana, en los días
previos al inmenso despliegue poli-
cial organizado para blindar la cele-
bración del Consejo de Ministros en
Barcelona, y de ella fueron informa-
dos tanto su sargento como la
Guardia Civil. Porque desde hace
más de un año, los mossos vigilan a
los mossos. Sobre todo cuando se
acercan jornadas como la del vier-
nes pasado, en las que muchos du-
dan de que la Policía a las órdenes
de la Generalitat actúe al servicio de
la Constitución, y en las que los
mossos independentistas más radi-
calizados solicitan la baja ante la
posibilidad de verse forzados a con-
tener a los Comités de Defensa de
la República (CDR), de los que al-
gunos forman parte.
En el cuerpo, formado por algo
menos de 17.000 efectivos en toda
Cataluña, las fuerzas de seguridad
dependientes del Gobierno central
tienen identificados a dos grupos de
agentes secesionistas movilizados
que, por otra parte, no se esconden.
El más veterano se llama Mossos
per la Repùblica Catalana y depen-
de orgánicamente de la Asamblea
Nacional Catalana (ANC). El otro,
C R O
´ N I C A
¡MOSSO,
MOSSA,
´
ALISTATE!
El viernes se congregaron y vociferaron
frente al Consejo de Ministros en
Barcelona. Son una especie de CDR
con uniforme que han llamado así a
filas a los suyos: “Mosso, mossa:
allista’t!”. Y en el cuerpo sospechan que
pasan información a los CDR violentos.
En la semana en que se ha vuelto a
cuestionar la actuación de la Policía
autonómica, donde dos tercios de la
cúpula son secesionistas, trazamos
el mapa de los mossos ‘alistados’.
Suman 1.800 seguidores en Telegram,
están divididos hasta en tres comités,
reivindican la desobediencia
al Estado y piden que los agentes
constitucionalistas sean purgados
EL MUNDO. DOMINGO 23 DE DICIEMBRE DE 2018
fundado hace un año, es el que citó
el policía de Esplugues, Mossos per
la Democràcia, más cercano a Òm-
nium Cultural. Ambos, junto a un
tercero supuestamente clandestino
que se esconde tras el nombre de
Guilleries, convocaron a los policías
a manifestarse frente al presidente
Pedro Sánchez y sus ministros
mientras sus propios compañeros
coordinaban la seguridad de la cita.
Su objetivo, en palabras de
Mossos per la Democràcia: «Hacer
ver a toda la chulería nacionalista
española que pese a sus prácticas
estamos aquí, a disposición de
nuestro pueblo, para defender que
se cumpla su voluntad». Y allí estu-
vieron, tras sus pancartas, entre gri-
tos contra España y la Constitución.
En el cuerpo, al que critican
cuando carga contra los CDR, no
están bien vistos. «La sospecha es
que son ellos los que pasan infor-
mación sobre nuestros movimien-
tos a los CDR», afirma un represen-
tante sindical. Aunque todas las
fuentes consultadas subrayan que
sus promotores son una minoría, su
proselitismo en redes sociales a fa-
vor de la desobediencia del ordena-
miento constitucional es incansable.
Dentro de los Mossos, sin embargo,
actúan con aparente impunidad y
no son sancionados. Se mueven
mediante el boca a boca y a través
de comunicaciones cada vez más
difíciles de rastrear, según explican
fuentes de la Guardia Civil en Cata-
luña. En sus chats abiertos en Tele-
gram (similar a WhatsApp pero
más seguro) cuentan con algo más
de 1.800 seguidores, aunque no to-
dos son necesariamente policías.
El cabo Enric Alsina Illa es el por-
tavoz de Mossos per la Democràcia,
cuya sede se sitúa en una dirección
que coincide con la comisaría de
Blanes, en Gerona. Tiene 54 años y
un pasado convulso como líder sin-
dical. Expulsado del Col-lectiu
Autònom de Treballadors Mossos
d’Esquadra (CAT) —entonces de-
fendía que el bofetón gratuito que
según la sentencia condenatoria le
propinó una mossa a una detenida
de nacionalidad rusa no era para
llevarse las manos a la cabeza—, Al-
sina fundó el primer sindicato poli-
cial independentista, el Sindicat
Autònom de Mossos d’Esquadra
(SAME). Y en diciembre de 2017
impulsó Mossos per la Democràcia
como respuesta a la aplicación del
artículo 155, «un golpe de Estado»
del Gobierno español, decía.
En sus comunicados ha insistido
en que España no es una democra-
cia y reprime a Cataluña. Este no-
viembre llamaba a los agentes a
«alistarse»: «¡Alístate, se te necesita!
(…) No tenemos base de datos, no
cobramos cuotas, no pedimos nada
a nadie, utilizamos las redes socia-
les y las relaciones de confianza pa-
ra ensanchar el número de miem-
bros». Su plataforma también ha
calificado de «vergüenza» e «insul-
to al pueblo de Cataluña» que algu-
nos mossos aplaudieran a la Policía
Nacional cuando pasaron por de-
lante de su comisaría en la Via Laie-
tana: «Representa el apoyo del sec-
tor fascista y nacionalista español
del cuerpo a la actuación de los
cuerpos del Estado el 1 de octubre
del año pasado, el apoyo a que se
pegue a nuestro pueblo». Alsina pi-
dió «hacer limpieza» mediante una
pasarela de mossos que puedan pa-
sarse a la Policía Nacional y a la
Guardia Civil. «Ojalá les toque tra-
bajar en Melilla», deseó.
En conversación con Crónica, Al-
sina se niega a informar sobre la ci-
fra de sus simpatizantes y aliados:
EL MUNDO. DOMINGO 23 DE DICIEMBRE DE 2018
«No puedo darle un número deter-
minado: hay miedo, porque tene-
mos a nuestro major [Trapero] pro-
cesado y además han infiltrado a
gente para que informe. Pero so-
mos miles de mossos los que pensa-
mos lo mismo». Sólo detalla que la
comisión ejecutiva la forman siete
mossos. Se definen como no violen-
tos. Para el viernes solicitó un «per-
miso por asuntos personales» que le
concedieron.
—¿Cuál es su actividad?
—Nosotros acompañamos en las
manifestaciones y hacemos visible
que hay mossos al servicio del pue-
blo, y nos preparamos por si acaso
vuelve a ocurrir una cosa similar al
artículo 155. Estamos organizados.
—¿Cómo?
—Ahora sabemos con quién
podemos contar y para
qué. Cuando pasó esto en
Cataluña [el 155] no había
nada, no había estructura…
Nosotros hemos hablado
con gente, con partidos; he-
mos creado redes. Si hubiera
que hacer una acción coordi-
nada para reaccionar ante ac-
ciones antidemocráticas, esta-
mos preparados.
—¿Cuál es su relación con
los CDR [cuyos mensajes com-
parte la plataforma de mossos
en Twitter]?
—Los CDR son un movimien-
to pacífico y cívico. ¿Qué se con-
sidera violencia? Si fueran traba-
jadores los que cortaran las auto-
pistas no pasaría nada…
—¿Pintar la casa del juez Llare-
na no es violento?
—Yo lo condeno, pero a veces
hay CDR que funcionan por su
cuenta, y eso se usa para criminali-
zarlos a todos.
—Algunos mossos sospechan
C R O
´ N I C A
que sus simpatizantes filtran infor- PSC) dictaminó que comprometía cia, se le presumen alrededor de
mación a los CDR. la neutralidad del cuerpo. 400 socios. El PP reclamó su ilegali-
—Yo no sé si pasan información, Hace un año la revista Interviú le zación, sin éxito. A Donaire —pro-
pero le digo que yo trabajo en una describía como a un «joven agente gramador informático y vendedor
comisaría de pueblo y a lo que me de Seguridad Ciudadana destinado de calzado antes que mosso— su
dedico es a atender a la ciudadanía. en Ripoll (Girona), activista de una sobreexposición le ha generado al-
asociación de policías gais, aspiran- gunos problemas. A lo largo de este
EL JOVEN AGITADOR te frustrado a un concurso televisi- año, una mossa constitucionalista,
Albert Donaire lidera Mossos per la vo de promesas de la canción e hijo Inmaculada Alcolea, y su pareja,
Repùblica. Si Alsina es el sindicalis- del ex alcalde convergente de La sargento del cuerpo, le han denun-
ta veterano, Donaire es el joven agi- Cellera de Ter». El mes pasado, des- ciado en tres ocasiones ante la Divi-
tador. Se graba vídeos incendiarios de el escenario del homenaje ama- sión de Asuntos Internos. Alcolea
que difunde en redes, se pasea por rillo frente a la cárcel de Lledoners, también ha interpuesto contra él
las televisiones, entra en todas las proclamó en catalán: «¡Los mossos una querella por injurias y calum-
polémicas… Ya en 2015 tuvo que serán siempre nuestros!». nias. Por otro lado, la Guardia Civil
modificar el logotipo de la platafor- A su asociación, adscrita a la presentó ante los tribunales un in-
ma, muy parecido al de los Mossos, ANC y que antes de la proclama- forme en el que recogió las procla-
porque el director del cuerpo (en- ción fake de la república catalana se mas de Donaire en un chat interno
tonces Albert Batllé, procedente del llamaba Mossos per la Independèn- de mossos independentistas en los
preparativos del 1-O.
La Guardia Civil decía en
su informe que este «co-
lectivo dentro del cuerpo»,
capitaneado por Donaire y
por el inspector Xavier-Sal-
vador Ribelles, usó un ca-
nal de Telegram para «or-
ganizar a Mossos con la fi-
nalidad de desobedecer las
órdenes del Tribunal Supe-
rior de Justicia de Cataluña y
enmascarar la desobediencia
con diversos argumentos, tra-
tando de dar una apariencia
distinta de la realidad de cara
a las autoridades judiciales».
En el chat aparecían consig-
nas como «Hemos de poner
gente mayor impedida y niños
como escudos humanos» y Do-
naire respondía «tiempo al tiem-
po» ante la propuesta de relan-
zar el grupo terrorista Terra Lliu-
re. En las redes sociales, el
policía advirtió de que no pensa-
SUS REDES. Tuit de Mossos per la Democràcia pidiendo a los ba «retirar ni una sola» urna del re-
agentes que se «alisten» («El país nos necesita») y mensaje de Albert feréndum ilegal; ha comparado a la
Donaire, cabecilla de Mossos per la Repùblica, jurando la estelada. Policía y la Guardia Civil con «las
7.
PROTESTA.
Miembros de
Mossos per la
Democràcia, en la
protesta del viernes
en Barcelona.
ANTONIO MORENO
SS alemanas»; ha dicho que «Espa-
ña es un cáncer terminal» y los es-
pañoles, «seres infraevoluciona-
dos»; que los andaluces «trabajan
sólo tres meses al año y los otros
nueve se los pasan de bar en bar»
mientras lo pagan «todos los cata-
lanes»... Hasta el cineasta Juan An-
tonio Bayona le contestó por Twi-
tter: «Mis padres son andaluces y
sudaron la gota gorda para pagar-
me la educación y los estudios de ci-
ne. Afortunadamente la mayoría de
catalanes no pensamos como este
señor». Donaire no ha atendido a
las peticiones de Crónica.
¿Y cuántos son en realidad? Cua-
tro fuentes distintas ofrecen balan-
ces diferentes. Un mosso y un abo-
gado que conocen bien el cuerpo
hablan de un 15% de agentes sece-
sionistas dispuestos a actuar con
deslealtad, por ejemplo, de aplicar-
se de nuevo el artículo 155; es decir,
en torno a 3.000 agentes. Una terce-
ra fuente policial ajena a los Mossos
afirma que los números son imposi-
bles de saber, pero sí aporta un da-
to: en la cúpula, el 70% del medio
centenar de comisarios e intenden-
tes son independentistas. Una cuar-
ta fuente policial añade que la gran
mayoría no lo son, en parte porque
muchos proceden de la Policía Na-
cional y la Guardia Civil, pero que
hay una minoría radical muy activa
y muy visible que da mucha guerra
—sobre todo los más jóvenes— y, al
mismo tiempo, una cúpula también
significada porque ha hecho carre-
ra con los políticos secesionistas.
Las fuerzas de seguridad también
tienen comprobado que este gru-
po cuenta con un sistema de boi-
cot interno para asegurarse de que
no haya disponibilidad de efecti-
vos en los días clave. Están
organizados. Ó
8.
L
leva desde diciembre de 2004 —ya hace
14 años— proclamando a las cuatro pa-
redes que le retienen que su encierro es
fruto del contubernio de una sociedad podri-
da que le tiene preso, que odia su ideología,
que está ciega por el racismo. Lleva 14 años
cociéndose en ese razonamiento y el año pró-
ximo —en realidad dentro de cuatro meses
aproximadamente—, si nada lo impide, con
la misma rabia vieja con la que entró en pri-
sión saldrá de ella. Hassan El Haski, conde-
nado por ser uno de los autores intelectuales
del 11-M tiene su vida sometida al yihadismo
en la prisión de Villena, una
de las más seguras del país.
LA QUINTA COLUMNA
A El Haski le encontró la
Policía de pinche en un res-
taurante de Lanzarote. Extra-
ño destino para un marroquí
que se marchó hasta Pakistán
para estudiar Teología islámi-
‘YIHADISTA’ QUE
ca en Karachi, enseñó en la
Universidad de Damasco y
formó una familia en Siria an-
tes de todo, cuando el infierno
sólo llevaba el nombre de
AMENAZA A EUROPA
Bashar al Asad. Hassan corta-
ba cebollas con el permiso de
residencia en regla y cotizan-
do a la Seguridad Social. Ha-
bitualmente amable, sorpren-
dió a todos en el juicio cuando
su voz apagada adquirió un
tono encendido, soberbio, dis-
plicente ante algunas pregun-
tas. Después, en prisión, re-
gresó a su cortesía habitual.
En Villena apenas sale cua-
tro horas al día de su cubículo
pero no ha sentido la necesi-
dad de emplear el tiempo
aprendiendo español porque
otras urgencias espirituales le
interpelan. Debe mantener
prietas las filas del ejército de
Alá. Sólo se relaciona con
otros tres de aquellos terroris-
tas a los que dijo no conocer,
entre ellos, Jamal Zougam.
Una investigación reciente, la
operación Escribano, los seña-
laba como miembros de una
red de captación yihadista.
El Haski es uno de los más
de 500 reclusos islamistas que
saldrán de las prisiones euro-
peas en dos años, según los
datos policiales, configurando
una suerte de quinta columna
de consecuencias impredeci-
bles. Sólo en España, en los
próximos ocho años abando-
narán los recintos carcelarios
73 de los 129 presos yihadis-
tas que permanecen hoy re-
cluidos —apenas en el mes de
marzo había 15 más—.
Y, según los expertos, no
salen precisamente rehabilita-
dos. Más bien al contrario. Las
autoridades francesas, que lle- ESTRATEGIA DE TERROR . Uno de los dos asesinos de un soldado en Londres se paró a dar explicaciones.
van tiempo enfrentándose al Era 2013. «Nunca estaréis a salvo. Juramos que nunca dejaremos de luchar por Alá», dijo ante las cámaras.
problema, que han probado
diferentes métodos de reinser-
ción y tratamiento, parecen rendidas a la evi-
dencia y haber asumido que los yihadistas,
cuando acaban de cumplir condena permane-
cen igual o más radicales de lo que entraron.
Un estudio elaborado recientemente por el
Instituto Elcano realiza un recorrido por la
evolución experimentada por los reclusos
yihadistas en las cárceles españolas. Hace ya
bastante tiempo —corría el año 2000— que la
Administración perdió la bisoñez de un prin-
cipio cuando permitió a un joven Abderrah-
mane Tahiri —un delincuente común que se
había dejado seducir por el salafismo— radi-
C R O
´ N I C A EL MUNDO. DOMINGO 23 DE DICIEMBRE DE 2018
calizar a una decena de presos en la prisión de raron que debían atacarlas cuando no se ha- paranoia hasta el desequilibrio. Raquel Alon-
Topas, en un recinto polideportivo que puso a bía producido un excesivo desarrollo en su so, ex esposa del yihadista Nabil Benazzou,
su disposición para los rezos colectivos. planteamiento y preparación. cuenta cómo su marido le explicaba que «se
Antes del 11-S y cuatro años antes del 11- Este tipo de estrategia tiene efectos disua- sienten víctimas de nuestro sistema, mártires,
M, Tahiri ya había ideado un atentado suicida sorios sobre aquellos militantes menos radi- lo que les lleva sólo a rodearse de sus herma-
estampando un camión con 500 kilos de ex- calizados y explicaría que no hubiera habido nos. Y la relación con sus correligionarios en
plosivos contra la Audiencia Nacional. Para más atentados entre los suicidios de Leganés prisión les hace cada vez más fuertes en sus
llevarlo a cabo tenía pensado utilizar a sus en 2004 y el atentado de Barcelona de 2017. sentimientos y en su forma de pensar, gene-
acólitos, una vez estos saliesen de prisión. Sin embargo, encierra el grave inconveniente rando un odio más grande hacia Occidente».
La dispersión de los terroristas de una mis- de que las condenas están fundamentadas en Circunstancias como el polo de atracción
ma organización puesta en práctica con los «evidencias incriminatorias menos sólidas» y, que implican los reincidentes —un 7% del to-
presos de ETA, la posibilidad de supervisar las por lo tanto, son menores que si se hubiera es- tal de los condenados desde 2004— o la in-
visitas y la correspondencia, y un mayor con- perado al desarrollo total de la célula. corporación al credo radical de delincuentes
comunes que aportan sus
habilidades y contactos.
El Instituto Elcano, tras
analizar cada elemento, con-
cluye que «existe un signifi-
cativo y persistente grado de
reincidencia en actividades
yihadistas dentro y fuera de
las prisiones». Esta situación
es todavía más delicada en
los países europeos más
afectados. Los británicos y
los alemanes han aplicado
distintas políticas sin conse-
guir los efectos deseados. En
Gran Bretaña todavía están
probando a aglutinar a los
más radicales en pocas pri-
siones. En Francia lo han in-
tentado todo, desde aproxi-
maciones de tipo psicológico
500. Esa es la cifra que atemoriza a la policía: los hasta intentos de desradica-
condenados por crímenes yihadistas que quedarán en lización con el testimonio de
antiguos extremistas.
libertad en dos años. En España saldrán, en ocho años, Francia tiene varios pro-
blemas extra: no controla a
73 de los 129 radicales que están hoy en prisión. los presos, tiene muchos
más inmigrantes de segunda
“La sociedad occidental debe ser consciente, el peligro generación —por lo tanto no
puede ser latente y azaroso”, dicen los expertos pueden ser expulsados del
país cuando cumplen conde-
na porque son franceses con
todos los derechos—, y sus
cárceles están masificadas.
Y 1.500 RADICALIZADOS
«Se estima que en los próxi-
mos dos años, además de
los que entraron por yihadis-
tas, saldrán de las prisiones
francesas unos 1.500 reclu-
sos que entraron por otros
delitos pero que se han radi-
calizado en prisión», advier-
te el profesor Manuel To-
rres, asesor de Europol.
«La sociedad occidental
debe ser consciente de que
el problema está ahí y de
que hay posibilidades de que
la salida de estos presos ali-
mente la próxima oleada.
Dependerá del contexto. A
veces, el radicalismo acaba
siendo absorbido por un es-
cenario de conflicto externo
y, si éste no existe, puede
volver su activismo al inte-
rior del propio país», señala.
El hecho de que el Daesh
haya fracasado en su pro-
trol sobre los líderes religio- En España, un 10% de los yecto de configurar un Estado islámico no tie-
sos que imparten su doctrina yihadistas se radicaliza en ne por qué implicar que los yihadistas queden
en prisión son elementos que POR ÁNGELES prisión. Es, con diferencia, el desactivados. «El peligro puede ser latente y
dan cierta ventaja a las Fuer- ESCRIVÁ porcentaje más reducido en- azaroso. Puede ser suficiente que alguien que
zas de Seguridad españolas tre todas las situaciones de ha estado fantaseando con la idea de unirse a
respecto a las de otros países. estímulo. Son más peligrosas esa lucha se tropiece con un vídeo o conozca
También les ayuda en una primera instancia las casas o las calles, pero también es cierto a alguien...».
una estrategia antiterrorista curiosa. que las circunstancias en las que se produce Es posible que la operación Escribano man-
El profesor Fernando Reinares sostiene que el proceso concentra la peligrosidad del terro- tenga un poco más en prisión a El Haski y a
tras los atentados del 11-M los responsables rista. Circunstancias como el deseo de ven- sus colegas. Puede que ellos sean expulsados
de Interior y de la Audiencia Nacional decidie- ganza que provoca el encierro. después del país. Pero si algo ha demostrado
ron aplicar un «estilo anticipatorio» a la hora La estancia previa en prisión de uno de los el yihadismo es que el odio es un estí-
de desactivar las células yihadistas. Conside- terroristas del 11-M reforzó su fanatismo y su mulo extenso y sin prisas. Ó
EL MUNDO. DOMINGO 23 DE DICIEMBRE DE 2018 C R O
´ N I C A 9.

Al bueno de Joaquim Torra no le gusta nada que
le llamen supremacista. Prefiere la juguetona
definición que inventó para él Sergi Pàmies en aquel
artículo inolvidable: «Un sectario ilustrado anclado
en un republicanismo nostálgico de preguerra». En
su primera y última Nochebuena como president, no
podía dejar de acordarse de lo
que tuvo que sufrir cuando
Puigdemont lo ungió como su
sucesor. Aquel Sánchez, que hoy
le trata con honores de jefe de
Estado, lo comparaba entonces
con Le Pen. Las redes bullían con
sus artículos de prosa desabrida.
Nunca había tenido tantos
lectores pero aquel éxito
todas formas, qué diablos, pero algo en su
conciencia le reprocharía que diera cuenta de un
pantagruélico banquete mientras sus amigos
ingerían biomanán a escondidas. Con la conciencia
embridada y el estómago lleno, Quim Torra se
derrumbó en su sofá, al fin solo después de que su
familia se fuera a brindar con el CDR o a desfilar
con antorchas o a darle a la cacerola a la calle o
vete tú a saber, que ya no hay quien sepa a qué
andan los de esta revolución permanente. Se quedó
dormido de inmediato.
Cuando abrió los ojos la oscuridad de la noche
era tan tupida que ni siquiera era capaz de percibir
dónde terminaba la pared y comenzaba la ventana.
Recorrió con los ojos la habitación y en la espesa
negrura le pareció distinguir una forma. Se
tipo aterrador se callara, dejara de reprocharle su
flacidez, física y patriótica, y desapareciera de su
casa. Abrió los ojos y el Capitá Collons ya no
estaba. Quizás había sido un mal sueño. Torra
suspiró y se secó la frente y sonrió pensando que al
fin y al cabo los nostálgicos de preguerra tenían el
inconsciente como una escombrera. Igual que
ocurría con la hemeroteca, mejor no hurgar
demasiado ahí, que se pueden encontrar
verdaderas monstruosidades.
No sospechaba que lo peor estaba por llegar.
Una puerta se abrió tras de sí y un espectro cruzó
la estancia y lo arrastró consigo a una velocidad
tal que todo a su alrededor se difuminó. De
repente se encontró en una arboleda desconocida
para él, en medio de un estruendo insoportable.

TE LO JURO inesperado casi le busca la ruina

porque no todos estaban
preparados para comprender el
RAFA «republicanismo nostálgico» y
tendían a confundirlo con la
LATORRE clásica retórica fascista. Aquellos
tarados no sólo hablan el idioma
abalanzó sobre el interruptor y, al comprobar que
en su salón estaba plantado un hombre de traje de
corte antiguo, corbata de rayas, media sonrisa y
cigarrillo sin filtro, gritó: «¡Collons!». «Así me
llaman, sí, esos anarquistas deslenguados», dijo el
hombre. «¿Cómo? ¿Miquel Badía?», balbució Torra
con la boca pastosa. El hombre seguía hablando
¿Por qué diablos temblaba el suelo? Maldita sea,
había aterrizado en medio de una columna de
tanques asediada por la artillería. Jamás se había
imaginado en semejante infierno de barro, sangre
y balas. Torra se tiró al suelo sollozando, pero el
espectro lo asió del brazo y lo levantó. «Mira,
hombre. Éste es el bosque de Krakovsky, estamos

CUENTO
de las bestias, también leen como si nada: «Ya ves, qué fracaso todo, eh. 80 años a 2 de julio de 1991». El que hablaba era un
como tales y son incapaces de después y seguimos sin república catalana. El maldito cadáver, con la piel hecha jirones y un
captar las sutilezas de la prosa pueblo nunca está a la altura. Veo que te has aliado uniforme harapiento. «No me mires, que yo no soy

DE de los «nostálgicos de
preguerra». Torra casi se
con la chusma. ¿Qué es eso de andar
compadreando con ácratas, descamisados y
nadie, un esloveno que no vio nacer su nación.
¿Esto es lo que quieres, irresponsable? Mira bien

NAVIDAD convierte en el primer escritor

arruinado por la multiplicación
de sus lectores, una paradoja
angustiosa de la que en su única
Nochebuena como president se
acordaba con un punto de ansiedad.
Al menos las Navidades ofrecían un consuelo.
Hacía días que los compañeros pedecatos presos en
Lledoners habían abandonado su huelga de apetito
y aquella noche él pudo entregarse con lujuria a los
placeres de la carne. Estofada. Iba a hacerlo de
sindicalistas? ¿Y a ti te llaman fascista? Sí que han
degenerado mis escamots para convertirse en ese
rebaño indisciplinado al que doras la píldora». No
había quien lo callase: «Menudo material genético
el tuyo, chico. A ver si va a tener razón el Alejandro
Fernández ese y eres un españolazo de libro.
Levántate de ahí y declara de una vez la
independencia, malparit…». Empapado en sudor,
Torra cerró fuerte los ojos y braceó como apartando
de sí aquella horrible visión. Tanto había añorado a
los hermanos Badía y ahora sólo quería que aquel
esas caras aterradas». No había quien le callara:
«Y ésta fue una guerrita. Los serbios no quisieron
combatir, apenas fueron 10 días de
escaramuzas…». No dejaba de sacudirle el brazo y
Torra gritaba y trataba de zafarse, cuando al fin,
ahora sí, despertó sudoroso y pálido. Otro sueño
de vapores de ratafía. Por un instante pensó en
cambiar, pero enseguida se dijo: «Bah, un día
menos para la república» y su redención duró lo
que una dieta en Lledoners.
@rlatorreg

ULISES CULEBRO

NAVIDAD SIN IMPOSTURAS... La Navidad es Tomar posición ante este hecho tiene una decisiva importancia.

IDEAS una festividad religiosa que ha perdido su

significado. Como ocurre con otras
Hay que decidirse. Si es sólo un mamífero más inteligente que
los demás, o si es una persona que merece la protección del
JOSÉ celebraciones —bautismo, primera resto de la sociedad. Estamos creando un entorno inclemente
ANTONIO comunión, boda— la sociedad española para los niños. Save the Children, junto con otras ONG
MARINA ha querido mantener el cascarón protectoras de la infancia, ha impulsado una “Ley para la
habiéndolo vaciado de su contenido. Es lo erradicación de la violencia contra la infancia y la
que llamo impostura. Podríamos dar un sentido auténtico a la adolescencia”. El 18 de octubre, el ministro del Interior dijo que
Navidad, incluso prescindiendo de su significado religioso. el Consejo de Ministros la aprobaría antes de finales de 2018.
Debería ser la festividad del nacimiento de los niños. El asunto es urgente. El número de casos de violencia contra
Tendríamos que asistir a él con una especial unción si menores de edad es dramático. Un modo de celebrar la
queremos que no sea simplemente el parto de un mamífero. Navidad sin impostura sería promulgar esta ley.
10. C R O
´ N I C A EL MUNDO. DOMINGO 23 DE DICIEMBRE DE 2018

BORRANDO
LA INFAMIA
EN LA PUEBLA
DEL TORERO 1
Han querido 2
manchar al
vecino más
ilustre con
palabras
‘guerracivilistas’
pintadas en rojo
Morante con su amigo Santiago
sobre la tapia de
Abascal, líder de Vox. su finca. Pedían
‘tiro’ para el
diestro por su apoyo a VOX. Un
reportero recorre el municipio
sevillano con una pregunta: ¿Quién
puede querer en “una cuneta” a
Morante de la Puebla? “Quien lo ha
hecho no es de aquí”, le responden

POR PACO
REGO

A
l maestro no se le toca». Un
chaval con malas pulgas sal-
ta cuando se le pregunta por
el matador local. Aquí nació al to-
reo José Antonio Morante Cama-
cho, Morante de la Puebla, genio
y figura, hace 39 años. Aquí reina
el bienhechor Morante, una le-
yenda, el Hijo Predilecto de La
Puebla. Y aquí, a la vera del Gua-
dalquivir, en lo que antaño fue un
enorme naranjal, levantó su pa-
raíso soñado —campo de fútbol,
de tenis, picadero para caballos y
dos cosos—, donde entrena y vi-
ve con su segunda esposa y dos
hijas. Tiene aquí Morante todo lo
que una persona puede desear...
Y también lo que no desea.
Este lunes, al alba, alguien
profanó los muros de su paraíso,
la finca Huerta de San Antonio,
llenándolos de insultos y amena-
zas de muerte. Pintadas en rojo
que le decían «Asesino», «Torero
de pacotilla, acabarás como Pa-
dilla», «Maricón»... O la más bru-
tal: «Al nazi, tiro y cuneta». Ya
fueron borradas. Lo que nadie ha
podido borrar, sin embargo, es el
sentir de los vecinos. Con senti-
Las pintadas amenazantes y
su localización (ver
números) en las paredes de
entrada a la finca Huerta de
San Antonio que el diestro
posee en La Puebla del Río,
Sevilla. Este miércoles los
muros aparecían limpios.
mientos enfrentados, dispares.
Quien más, quien menos, lo co-
noce de cerca o se ha cruzado
con él y le ha llamado «maestro».
Como lo que es. Pero eso era an-
tes de las pintadas.
El apoyo de Morante a la cam-
paña de VOX en las ultimas elec-
ciones andaluzas, en las que el
partido de extrema derecha su-
mó 661 votos, pasando a ser la
cuarta fuerza política más vota-
da en La Puebla (clásico feudo
socialista con 11.382 habitantes),
por delante del PP (518), los 20
de Equo y los animalistas de Pac-
ma (112), estaría en el origen de
las guerracivilistas amenazas. Su
imagen cabalgando al lado de un
exultante Santiago Abascal, líder
de la nueva formación política,
como si fuese el escudero del Cid
Campeador, ilustraba un vídeo
con la leyenda «La reconquista
comenzará por tierras andalu-
zas», que no fue bien entendido
por muchos de sus vecinos.
Tres días después de que las
infames pintadas salieran a la
luz, cuesta encontrar a alguien
que quiera decir abiertamente lo
que piensa. A veces, los silencios
largos son la respuesta. Otras ve-
ces, una mueca o la encogida de
hombros.
¿Quién puede querer en una
cuneta a Morante de la Puebla?
—¿Qué es eso de la cuneta?
1
Antoñito es un chicarrón de 19
años que se está liando un pitillo
sentado en un banco de la Plaza
del Corpus Cristi. Dice el mucha-
cho no haber oído ni en su casa
la historia de lo que aquí, en La
Puebla, ocurrió: «En mi casa el
pasado nunca se toca».
Pero estos días el pasado ha
vuelto.
La memoria de lo que ocurrió
en La Puebla la encontramos no
muy lejos del Ayuntamiento, del
que salen las notas de un villan-
cico. En una terraza, apurando
un botellín de Cruzcampo, está
Emilio, de 58 años, gorra de lana
a cuadritos y porte de viejo gana-
dero. ¿Quién puede querer en
una cuneta a Morante?, le pre-
guntamos. Él se encoge de hom-
bros y de un trago casi vacía el
frasco de la cerveza. Dice que las
pintadas contra Morante le han
devuelto muchos recuerdos, y no
precisamente buenos. «Hay que
apechugar. ¿O es que no estamos
en una democracia? Si no te gus-
tan los que han ganado, ésos de
VOX, hablas, luchas con las re-
glas democráticas y, si puedes,
los mandas fuera. Pero esto de
ahora no. Quien o quienes han
puesto una diana al maestro pa-
ra meterlo en una cuneta no tie-
nen ideología ni corazón. Son
unas bestias. Ni se imaginan el
inmenso dolor que dejó en La
EL MUNDO. DOMINGO 23 DE DICIEMBRE DE 2018
3 me han aburrido», soltó. Regre-
2 3
Puebla aquel verano del 36». Y a
continuación viene el «pero» pa-
ra rematar. «Pero esta vez Mo-
rante, que es hombre inteligente
y cabal, y muy humano, no estu-
vo esta vez demasiado fino con
el capote. Apoyar a esa gente
después de todo lo que se vivió
en La Puebla... Debió de pensar-
lo antes. ¿Me entiende usted...?».
Aquel 13 agosto al que se re-
fiere Emilio, cinco vecinos —Ma-
nuel Lama Suárez (50 años),
Francisco Ponce Martín (38), Jo-
sé Vargas Garrido (31), Antonio
González de la Rosa (31) y José
Blanco Osuna (29)—, según do-
cumentó el físico e historiador
local Vicente Aranda, fueron ase-
sinados por falangistas en un pa-
raje cercano conocido como La
Riuela, y sus cadáveres estuvie-
ron a la intemperie durante cin-
co días, hasta que fueron sepul-
tados en una fosa común en el
cementerio de Palomares del
Río. Eran jornaleros de 20 y 50
años, todos hombres, y en su
mayoría miembros del Centro
Obrero de la localidad. «No es mi
intención abrir heridas, pero se
ve que todavía hay gente que si-
gue empeñada en seguir avivan-
do un pasado que no lleva a nin-
guna parte, sólo al enfrentamien-
to». La indignación de Aranda va
en aumento al recordar a los 44
represaliados entre los años
C R O
´ N I C A
1936-1938. Entonces La Puebla
rondaba los 4.000, lo que da
muestra de la crudeza con la que
se vivió el conflicto bélico civil.
«No creo que esa gente que ha
atacado al maestro sea de aquí.
Porque si se descubriera, no sé
qué pasaría, tendría que marchar-
se», tercia Joaquín, de 42 años. Se
expresa con rabia a su paso por la
iglesia de los Dolores cuya restau-
ración fue sufragada por Moran-
te. «A él le hicieron alguna pinta-
da los antitaurinos, aunque no le
prometieron una cuneta. No lo
entiendo yo ni nadie. Porque yo
sé lo que hicieron los fascistas
aquí cuando lo de las cunetas de
verdad. ¿Y ahora otra vez con lo
mismo gente del otro lado? Quie-
nes cargaron contra Morente son
igual de fascistas, una lacra, y en
la llamada izquierda los hay». Y
antes de despedirse amablemen-
te viene otra vez el «pero» dicho-
so. «Pero creo también que salir
públicamente pidiendo el voto pa-
ra la extrema derecha no estuvo
acertado por su parte. Aunque
son indefendibles las amenazas,
puede que algunos se lo hayan to-
mado como una provocación».
Morante, igual que en el rue-
do, no se esconde en la plaza pú-
blica. «Santiago, va por ti y por
España», le brindó su primer to-
ro de la tarde al timonel de VOX
este año en Arévalo. También
11.
ocupó un lugar entre los miles de
asistentes al acto de VOX en Vis-
talegre (Madrid), junto al escri-
tor Fernando Sánchez Dragó y el
periodista Hermann Tertsch.
Quienes lo tratan de cerca ad-
miten que el torero-artista es un
«tipo atípico», una persona que
«va a su bola, en el toreo y en la
vida». El doctor Carlos Prieto lo
conoce bien desde niño. Era su
médico de cabecera. «La depre-
sión la superó hace mucho», con
taba el galeno a Crónica en
agosto del año pasado. «Ha di-
cho (y hecho) lo que otros no se
han atrevido». El 13 de ese mis-
mo mes, Morante anunció su re-
tirada, la tercera. La primera, en
2004, dijo que se iba porque le
faltaba motivación. «Los toros
só el 12 de mayo de este año en
la Plaza de Toros de Jerez de la
Frontera.
El caso es que a Morante se le
perdona todo. «Él es a los toros,
lo que Goya o Velázquez a la pin-
tura, un genio que nunca sabes
por dónde te va a salir», lo retra-
ta su amigo Ñito en el Bar Abril
de La Puebla donde el diestro
suele hacer un alto cuando le pi-
lla de camino. ¿Por qué desean
algunos pegarle un tiro y ente-
rrarlo en una cuneta? ¿Quién? La
pregunta pilla a Ñito despreveni-
do. Mira al periodista fijamente y
al otro lado de los cristales de las
gafas los ojos se le humedecen.
¿Quién, Ñito, por qué?, le insis-
to. Él se levanta, pasea hacia la
barra, se ajusta el pantalón y
vuelve a la mesa. «Quién, no lo
sé. Tampoco quiero hacer conje-
turas. El por qué de las amena-
zas, sí... Porque parece que vuel-
ven los días oscuros», dice apena-
do el poeta amigo. Todos los
líderes de los principales partidos
políticos han condenado las pin-
tadas, empezando por Manuel
Bejarano, alcalde sanchista de La
Puebla. «No tenemos ni idea de
quién ha podido ser. Morante y
yo somos amigos y en este pue-
blo no hay gente tan violenta.
Aquí no se volverán a cavar las
cunetas, no». Susana Díaz lo ca-
lificó de «intolerable». Y el candi-
dato a la alcaldía de Sevilla por
VOX, el ex juez Francisco Serra-
no, llegó a anunciar que «la per-
secución ha empezado», en clara
referencia a quienes, como Mo-
rante, apoyan a este partido.
Crónica ha estado dos días in-
tentando hablar cara a cara con el
torero. Pero Morante da la espan-
tada. Nos aseguran que «él es
así», que «la prensa no le gusta»,
que «es un raro», que «con él nun-
ca se sabe», que el segundo hijo
de Rafael y Pepi «es diferente a to-
do y a todos». Y, según recordaba
su madre no hace mucho (en un
dominical), esa rareza genial que
le atribuyen a su hijo viene de le-
jos. «Tenía menos de un año y ya
lloraba en la cuna pidiendo el tra-
je de torear que habíamos visto en
el mercadillo del jueves en Sevi-
lla». Había nacido genio y figura.
«Morante los tiene tan grandes
que no lo van acojonar», se oye
decir en un rincón de La
Puebla. @PacoRego Ó
12. C R O
´ N I C A EL MUNDO. DOMINGO 23 DE DICIEMBRE DE 2018

QUÉ BELLO
ES VIVIR
(GRACIAS A ROSARIO)
Como en la película que asociamos a la Navidad,
el mundo sería mucho peor si no existiera esta
mujer gaditana. Samuel, el bebé africano que el
mar arrojó a la orilla cerca de Trafalgar, no
tendría ni nicho ni flores frescas ni compañía
todos los días en el cementerio donde terminó
sepultado… Esta es su historia final, un canto a la
solidaridad humana. Un ‘Qué bello es vivir’ con una
vecina de Barbate en el papel de George Bailey
(James Stewart). Sin ella el niño del naufragio no
habría tenido una tumba alegre ni una segunda
madre que le quiere como su mamá Veronique,
que el mar le arrebató y arrojó en Argelia

segunda madre llegó para «adoptar- Rosario Sánchez

lo después de muerto». junto a los nichos
POR LAURA Rosario Rodríguez Lara —que así de su hijo Antonio
se llama la protagonista de esta his- (arriba) y del niño
GARÓFANO toria— no sabe quién es Frank Ca- congoleño Samuel,
pra. Aunque probablemente haya una lápida que

Y
a había pasado la Navidad, pe-
ro el frío era similar al que hu-
bo después y al que en estas fe-
chas acaricia un año más los majes-
tuosos pinares que rodean Barbate.
También hacía humedad, la salada
que viene del mar y que cala hasta
los huesos. Sin ella no se entien-
den los fríos estremecedores en
esta localidad marinera y humil-
de. Era el 27 de enero de 2017
cuando apareció un pequeño
cuerpo en la orilla. El niño, se su-
po después, se llamaba Samuel
(Samuel Kabamba precisó más
hace casi dos años Crónica).
El pequeño congoleño había
cumplido cuatro años el 12 del di-
ciembre anterior. Un mes más tarde
se soltó de los brazos de su madre,
Veronique, en el naufragio de una
barca inflable que había salido de
Cabo Espartel (Tánger), y fueron
tragados por el mar. No hubo super-
vivientes. Y así, sin madre, sin vida,
arrojado por el mar del Estrecho a
unas rocas en la orilla, llegó Samuel
a una playa próxima a Trafalgar…
Y allí es donde empieza la otra vida
del niño del naufragio. Donde una
visto alguna Navidad su célebre pe-
lícula Qué Bello es Vivir.
Rosario, viuda y con luto desde
mucho antes de lo de Samuel, no
cree que su vida contribuya a hacer
de su pueblo, Barbate, un lugar me-
jor. Pero se ha convertido en una es-
pecie de George Bailey (James
Stewart en la película) porque ha
hecho, sencillamente, el bien.
Veamos. Como hace el ángel Cla-
rence en la película de Capra, que
convence al protagonista de que no
se suicide porque sin él el mundo
sería mucho peor, Crónica pretende
mostraros cómo Barbate sería un
lugar peor de no vivir la humilde
Rosario Rodríguez…
Primera escena. En esta orilla to-
do arranca no lejos del faro de Tra-
falgar. El hombre que encuentra a
Samuel cuando camina por la playa
en noche cerrada es un busquima-
no, de los que buscan fardos de ha-
chís en la arena. Al darse de bruces
con aquel cuerpecito, no salió hu-
yendo. Se quedó a esperar después
de llamar a la Guardia Civil. No qui-
so dejarlo solo, bocabajo, haciendo
insondable la desolación de una
cuida a diario
desde enero de
2017. JOSÉ LUIS
SÁNCHEZ HACHERO
playa en enero. Aún nadie sabía el
nombre de aquel niño…
Escena dos. Lunes de diciembre
de 2018. Hay plantas y un tránsito
sorprendente alrededor. Entre lo
más colorido, navideñas flores de
pascua. ¿Escenario? Un cementerio
andaluz especial: blanco, luminoso,
muy limpio y cuidado, donde las flo-
res frescas ganan por goleada a las
artificiales, y no huele a marchito
como en la mayoría de camposan-
tos. Está lleno de familiares de los
difuntos, que depositan en estas fe-
chas hasta pequeños árboles y feli-
citaciones de navidad en los nichos.
Van de visita, y se quedan bastante
rato. Cada poco suenan los chorros
de agua al chocar con los cubos que
usan los visitantes para cambiar las
flores. Y allí está Rosario, vestida de
negro. Mima varios nichos, pero se
la ve volcada en el más reciente. Es
el de Samuel, el niño del naufragio.
Desde hace ya casi dos años, Sa-
muel y Rosario son, digámoslo así,
«familia». Ella no es muy mayor, pe-
ro aparenta más edad de los sesen-
ta y pico que tiene. Los golpes de la
vida hacen más daño que los del ca-
lendario. Enviudó hace seis años.
«Yo la recuerdo siempre viuda», di-
cen en el pueblo. Quizá porque ha-
ce ya 14 que viste de negro. Tuvo
seis hijos, entre chicas y chicos. Hoy
es una figura delgada que se mueve
con agilidad y rapidez, y que los sie-
te días de la semana, repartidos en-
tre por la mañana y por la tarde, ca-
mina ocho kilómetros. Su casa está
a dos del camposanto de Barbate, a
las afueras del pueblo, en la Aveni-
da de los Milagros. Rosario entra
por la puerta pasadas las 8:00 ho-
ras, se queda hasta las 10:00, y lue-
go vuelve de nuevo a las 15:00 y se
queda hasta que echan el cerrojo, a
eso de las 17:00.
«Hay gente que adopta niños vi-
vos. Yo lo adopté muerto, y ya está.
Yo lo cuido muerto», cuenta Rosa-
rio, con una simpleza casi infantil a
modo de resumen mientras limpia
con un paño húmedo el ya impolu-
to nicho. «Y si hubiera podido hacer
más, más hubiera hecho… le habría
dado la vida». Lo que le dio fue más
aún que la pensión de viudedad de
600 euros que cobra. Al saber que el
niño de la playa sería enterrado co-
mo los demás cuerpos sin nombre
que arroja el mar, ella decidió com-
prar sola, y a plazos, un nicho para
Samuel. Uno de los buenos, en la
parte baja. Hizo un poder, como se
dice en Andalucía cuando se habla
de un esfuerzo titánico. Pero no só-
lo le compró el nicho: va a verlo a
diario, por la mañana y por la tarde.
EL MUNDO. DOMINGO 23 DE DICIEMBRE DE 2018
¿CÓMO SERÍA EL MUNDO SIN ROSARIO? El nicho del
pequeño Samuel no tendría flores. Tampoco foto. No estaría
En el patio más
grande del cemen- junto a las otras 30 lápidas de los inmigrantes sin nombre
terio de Barbate ,
pueblo de pescado-
res en la costa gadi-
tana, está la tumba
del primer hijo que
Rosario perdió. Su
Antonio, su hijo
menor. Tenía sólo
23 años. Se acostó
a dormir y ya no
despertó. «Una
muerte súbita», di-
ce el administrador
del cementerio, Pe-
dro Álvarez, que
conoce bien a Ro-
sario. «Era un tío extraordinario,
alegre, muy activo y muy buena
persona. Eso fue un palo muy gor-
do». Ocurrió hace 14 años y hoy en
su tumba, llena de flores frescas, da
C R O
limpio. Ni siquiera pondría su nombre. Estaría situado
que naufragaron en el Estrecho. CATA ZAMBRANO
el sol de pleno. En todo el campo-
sando muchas lápidas incorporan
fotos de los difuntos, epitafios origi-
nales y limpieza absoluta. La de An-
tonio también tiene foto. Al morir,
´ N I C A
paraguas», cuenta Germán Morillo,
el enterrador, que suspira mientras
explica que Rosario «cuida también
de la capilla del cementerio, la lim-
pia y la arregla con flores, que tam-
bién paga ella… un día se metió y
nosotros la dejamos. Ojalá hubiera
más gente como ella». La capilla la
preside una imagen de la Virgen del
Carmen, patrona de los marineros,
de Barbate y del mismo mar que le
arrebató la vida al niño Samuel.
Lo primero que pensó Rosario, al
enterarse del hallazgo del cuerpo de
un niño tan pequeño en la playa,
fue en dónde estarían su padre y su
madre. En qué haría ese niño solo.
Y que a ver si venían sus padres a
por él... «Quise ayudar», dice. Lue-
go se enteró de que Samuel estaba
solo, de que su ma-
dre había muerto en
el naufragio (está en- EL NICHO EN EL
terrada en Argelia),
de que su padre vivía
QUE ESTÁ SAMUEL
en el Congo, y que COSTÓ 1.075
Samuel iría solo al
cementerio. Y que se EUROS. ROSARIO
quedaría solo en Bar-
bate... Entonces to-
AHORRÓ DINERO
mó la decisión. Y QUE SE GASTABA
acudió a la oficina
del camposanto para EN SU COMIDA
hablar con Pedro, el
administrador. PARA PAGARLO
—Venía a com-
prarle un nicho al
niño. Porque me he enterado de
que lo van a enterrar en uno de
los de arriba, de los de quinta fila,
donde entierran a los inmigrantes
sin nombre. Yo hasta allí arriba no
llego y no me puedo subir en una
escalera porque estoy mayor.
Así que Rosario hizo un poder y
le compró un nicho al niño Samuel.
El Ayuntamiento de Barbate sufra-
gó la lápida. «El Ayuntamiento le
puso el portón y yo le puse la casa»,
vuelve a resumir Rosario con aplas-
tante síntesis. Lo pagó poco a poco.
Se quitó de comprarse los yogures
que tanto le gustaban, de aquel tra-
pito que se regalaba… «Lo decidió,
ella es así», cuenta su hija a Cróni-
ca. «Se quitó de muchas cosas por
comprar el nicho». A la luz, el agua,
el teléfono… Rosario añadió el pa-
go de la nueva casa de Samuel en el
cementerio de Barbate.
—«Qué por qué lo hice? Porque
lo iban a poner arriba, y no me gus-
tó el sitio para un crío. Me dio mu-
cha lástima. No estaban los padres
Rosario murió un ahí, ni tenía a nadie… No sé. Me sa-
poco con él. ¿Llegó lió de dentro… me parecía que po-
incluso ella, como día ser un hijo mío, y me gustaría
le pasó al protago- que hicieran lo mismo».
nista de la película Hasta de quitarse de comer pa-
de Capra, a desear ra pagarlo. «Sí, se quita uno de co-
su propia muerte mer, cuando hay una persona que
desbordada por un le hace falta. Ojalá pudiera yo ayu-
mundo sin reme- dar más con toda la miseria que
dio? Lo cierto es hay». ¿El precio del nicho de Sa-
que de alguna ma- muel? 1.075 euros. «A Rosario le
nera Rosario co- descontamos una parte, como si
menzó a vivir en el hubiera habido un seguro de dece-
cementerio. Y sin sos, que obviamente no había»,
darse cuenta, al cuenta el administrador. Toda la
mismo tiempo, co- lápida es una imagen de las olas
menzó a llenarlo de del mar en la Playa de Mangueta,
vida. Luego murió con la inscripción «Dios nos lo dio
su marido, pero ella ya estaba curti- y Dios se lo llevó. Bendito sea
da por la pérdida de su hijo. «Con Dios», escrito en francés.
viento de levante fuerte, llueva, di- El cementerio no es municipal,
luvie, truene, lo que sea, ella viene sino de la Iglesia, de la parroquia
todos los días y por aquí está con el de Barbate. Pedro, el administra-
13.
dor, explica que los nichos para
los inmigrantes que pierden la
vida en el Estrecho y recalan en
las costas de Barbate, los pone la
Iglesia gratuitamente, pero en
las filas más altas. Ahora se pre-
paran para recibir a los 17 cuer-
pos del último naufragio. Irán a
nichos sin nombre, sólo con los
números que facilita la Guardia
Civil tras la tramitación de los
cadáveres.
Pero Samuel está en un nicho de
los buenos, uno bajo, como Rosario
quería, en el mismo patio donde es-
tá Antonio, su hijo, que está en un
primero. A Samuel también le da el
sol, según las horas del día. Así ella
puede adecentarlos con facilidad,
cambiarles el agua a las flores y mi-
rarlos y hacerles
compañía tanto co-
mo quiera. «¿Un ni-
ño solito, sin flores y
sin madre ni nadie
que lo cuide? ¿Eso
cómo va a ser?», ex-
plica Rosario, que
también sabe que la
madre de Samuel,
Veronique, apareció
en una playa de Ar-
gelia, y allí fue ente-
rrada. «Si hubieran
caído los dos juntos,
los entierro a los
dos, uno encima del
otro», suspira Rosario con pena.
PADRE BIOLÓGICO
El entierro de Samuel fue multitudi-
nario para Barbate. Más de 150 per-
sonas acudieron, entre ellas, el pro-
pio padre biológico de Samuel, Ai-
mé Kabamba, un pastor evangélico
que además del visado para entrar
en España para hacerse las pruebas
de ADN tuvo que esperar al resulta-
do que certificase que el niño era,
efectivamente, su hijo. La confirma-
ción llegó el 6 de marzo, y el entie-
rro tuvo lugar el 10. Era viernes. Dí-
as más tarde en el cementerio, fren-
te a la tumba de Samuel, ya no
había nadie. Mejor dicho, sólo que-
dó Rosario, que comenzó callada-
mente y día tras día, a cuidar la
tumba del pequeño. Y cada mes y
religiosamente pagaba lo que podía:
30 euros, 40… «Le dimos facilida-
des, lo que buenamente fuera pu-
diendo. Acabó de pagarlo en agos-
to», cuenta Pedro. Tardó un año y
siete meses en hacerlo.
[Fue el periodista José Luis Sán-
chez Hachero el que descubrió la
«película» de Rosario. Estuvo con
ella (la única vez que la mujer ha
querido hablar directamente con un
periodista) y lo contó todo en su
blog, losmundosdehachero.com. La
foto que ilustra este reportaje es la
de aquel encuentro].
La imagen, y este relato, son un
canto a la solidaridad humana de
Rosario. Su particular Qué Bello es
Vivir. Aunque ella no sepa quién es
Frank Capra. Cuando se le pregun-
ta por qué lo hace, la mujer te de-
sarma con un sencillo: «Es que él no
tiene a nadie por aquí». Pero en eso
no dice verdad. La tiene a ella. A su
segunda madre. Ahora por Navidad
le ha llevado a su tumba flores de
Pascua. «Y vendré siempre, mien-
tras me aguanten las pier-
nas…». @lauragarofanoes Ó
14. C R O
´ N I C A EL MUNDO. DOMINGO 23 DE DICIEMBRE DE 2018

“YO BEBÍ E
n cinco segundos, el pesca- —asegura este hombre con la voz co, lugar que estudia la sobrevi- ajolote a nivel nacional.
dor Manuel Rodríguez Rojas grave y firme que lo caracteriza, vencia del ajolote desde 1994. A la bodega de Manuel han
saca un ajolote de un cubo mientras lava una de las 50 pece- Durante seis meses, de febrero llegado timadores de todas par-

SANGRE DE
con agua y le arranca una pata.
«Mañana le crecerá», dice. La ex-
tremidad del anfibio estaba mor-
dida por otro de su especie que
ras que lo rodean. a julio, Crónica encontró más de tes del mundo con ofertas de
Su proyecto se llama Parque 300 anuncios de venta de esta es- compra. La última se trató de los
Ecoturístico Chinampero pecie en sitios web españoles co- supuestos padres estadouniden-
Michmani. El dinero para el mo milanuncios.com y Facebook. ses de un ex militar que perdió

AJOLOTE” intentó comérselo. El ruido del

Manuel Rodríguez con dos ajolotes
en sus manos. EDGAR BLANCAS
Vamos en busca de
un prehistórico
animal que, aunque
en peligro de
extinción, sobrevive
en un lago
contaminado en el
centro de México
gracias a salvadores
como Manuel. Le
llaman ‘el hombre
ajolote’, es pescador,
ex drogadicto y su
batalla ahora es
acabar con el tráfico
ilegal de la especie,
pues la capacidad
regenerativa del
anfibio es la fascina-
ción de una creciente
industria curativa en
Europa. Manuel es
la prueba de que la
sangre del “monstruo
de agua mexicano”,
que él bebió, sana.
Le han llegado a
ofrecer hasta 2.000
euros por un ajolote.
Si le arrancas una
pata, en horas le
vuelve a crecer
POR VÍCTOR A.
E S P I N O S A XOCHIMILCO
hueso al romperse es casi imper-
ceptible; en la mirada del animal
no hay reacción alguna. Es un
ser prehistórico, que alimenta re-
latos precolombinos, y hoy en pe-
ligro de extinción.
Aunque pequeño, pues mide
menos de un metro y 60 centíme-
tros, Manuel carga sobre sus
hombros la sobrevivencia del ex-
traño animal. «Si hay que luchar
con todo el mundo, así lo haré»,
afirma con seguridad desde las
orillas del lago de Xochimilco, al
sur de la Ciudad de México, lugar
donde nació y vive desde hace 46
años. Este cuerpo de agua es el
punto de origen de los ajolotes
mexicanos: en 1998,
había 6.000 ejemplares
por kilómetro cuadra-
do; en 2014, sólo 36, se-
gún datos de la Univer-
sidad Nacional Autóno-
ma de México. Y
aunque diversas fuen-
tes aseguran que en 10
años el ajolote desapa-
recerá de la Tierra, en
la ribera del lago Ma-
nuel lleva 11 años tra-
bajando en una haza-
ña insospechada que
podría cambiarlo todo.
Muchas personas en
España nunca han oí-
do hablar del ajolote;
sin embargo, la capaci-
dad regenerativa del
llamado monstruo de
agua mexicano es la
fascinación de una cre-
ciente industria curati-
va y de mascotas en
Europa que amenaza
con llevarlo a la extin-
ción. Crónica visita en
México al «hombre
ajolote», como llaman
a Manuel, el pescador
que lucha por acabar
con este tráfico y salvar
a la prehistórica criatu-
ra de la muerte.
Recuperado de la
adicción a las drogas y
El ajolote conserva sus características de larva o bebé, como branquias y aletas, toda su vida. EDGAR BLANCAS
sin saber leer o escribir, desde
2007 este hombre se propuso
construir un criadero de ajolotes
en una bodega de dos metros de
ancho por dos metros de largo.
—Consumía solventes y hasta
cocaína. Harto, le imploré a
Dios: sálvame y yo los salvaré.
Hoy cría a 10.000 ejemplares,
apoyado por otros 40 pescado-
res y sin apoyo gubernamental.
Para jornaleros como él, defen-
sores de los derechos de los ani-
males y ecologistas, Manuel es un
ejemplo de coraje y resistencia.
Otros lo ven como un campesino
terco y egoísta que le niega al
mundo una curación casi alqui-
mista y sin aval científico.
—Me han ofrecido hasta 2.000
euros por un ejemplar para curar
enfermos que perdieron alguna
extremidad, pero siempre digo no
mantenimiento lo obtiene de la
renta de jardines, organización
de fiestas infantiles y talleres so-
bre concienciación de la especie.
—Hay quienes me acusan de
necio por no hacerme millonario
con esto, porque allá afuera ven-
den sopas y hasta pomadas de
ajolote. Pero mi salario es salvar
la especie.
MERCADO NEGRO
El lago de Xochimilco es parte de
un sistema de cinco lagos, actual-
mente en proceso de desapari-
ción, que formaban parte de Te-
nochtitlán, capital del Imperio Az-
teca. Hoy este cuerpo de agua
está contaminado por la descarga
de aguas negras, el vertimiento di-
recto de basura y la proliferación
de asentamientos irregulares.
Desde aquí se ha originado una
red de tráfico internacional donde
el animal ha sido cazado para lue-
go ser vendido entre 20 y 1.000
euros en el mercado negro, que se
extiende, principalmente, en Eu-
ropa, donde ya aparece en los
controles de comercio de especies
exóticas del Boletín Oficial del Es-
tado Español y en el Diario Oficial
de la Unión Europea.
Originalmente, el ajolote se im-
portó a España para ser usado en
estudios de regeneración y, desde
entonces, ahí se han establecido
criaderos, explica el doctor José
Antonio Ocampo, jefe del Centro
de Investigaciones Biológicas y
Acuícolas de Cuemanco de la
Universidad Autónoma de Méxi-
Los vendedores estaban en Sevi-
lla, Madrid, Guadalajara, Barcelo-
na o Cádiz.
El biólogo Ocampo pide a los
lectores no tener como mascotas
a estos animales: requieren cuida-
dos especiales y están en riesgo
de extinción desde 2001. «Entre
más se extiende su comercio, más
se intensifica su mutación y el pe-
ligro de extinción aumenta», dice.
Entre los 17 vendedores espa-
ñoles contactados al azar se halla-
ron especies a la venta modifica-
das genéticamente para lucir co-
lor rosa o adquirir extrañas
cualidades, como brillar bajo una
luz negra. Éstos son algunos co-
mentarios de los vendedores:
—Los mexicanos los vendían
sin control, por eso está en peligro
de extinción.
—Tengo albinos disponibles.
—Si quieres más de uno, cada
15 días puedo conseguirlos.
—Tienen propiedades regene-
rativas.
—Como no hay una ley clara,
no nos los van a quitar.
España importó especímenes
vivos de esta especie (Ambystoma
mexicanum) entre 1992 y 2007,
informó sin especificar una cifra
exacta a la Secretaría de Estado
de Comercio del Ministerio de In-
dustria, Comercio y Turismo. Pe-
ro desde hace 11 años ya no ha
habido importaciones directas y,
actualmente, explicó la dependen-
cia a este suplemento, no hay nin-
gún requisito legal que obligue a
comunicar la adquisición de un
una pierna en la guerra de Irak
en 2003. El pescador se negó an-
te una oferta de miles de dólares.
Pero no siempre ha sido así...
«Desafortunadamente caí ante
las lágrimas de una pareja de
campesinos que me imploraron
de rodillas. Su padre tenía cáncer
y esperaban curarlo con una sopa
de ajolote. Les regalé una parejita.
Me dejaron 37 euros en un boteci-
to de propinas. Ocho meses des-
pués, un señor me visitó para
agradecerme que la sopa le ayudó
a mejorar ante el cáncer que pa-
decía. Pero sorpresa, quienes se
los cocinaron no eran sus hijos,
eran chamanes que le cobraron
4.000 euros. Cuando le conté del
engaño, él me dejó en
el botecito 400 euros».
En México su ven-
ta está seccionada a
criaderos especializa-
dos y durante los últi-
mos cinco años la
Procuraduría de Pro-
tección al Ambiente
ha asegurado 314
ejemplares cuyo obje-
tivo de venta era la
alimentación o la ela-
boración de produc-
tos curativos. Hasta el
momento, no hay da-
tos de aseguramien-
tos internacionales.
—Con todos mis
animales podría re-
llenar el lago nueva-
mente, pero nadie
me asegura que los
traficantes no volve-
rán a pescarlos y
venderlos.
—¿Qué les diría a
todos los comprado-
res europeos intere-
sados?
—Deténganse...,
pero ¿me escucha-
rán? —se pregunta
Manuel, con el sem-
blante confundido y
mientras camina so-
bre la tierra húmeda
de su finca. De pronto
un breve silencio, el silencio que
precede a una confesión.
«En 1994, cinco amigos y yo
entramos una tarde al laboratorio
de la UAM, donde estudian a los
ajolotes. Tomamos unos tubos
que contenían las muestras de
sangre y las bebimos. Desde en-
tonces, cuando me corto, en me-
nos 25 de minutos, ya cerró la he-
rida», revela el hombre de cabelle-
ra negra azabache mientras toma
entre sus manos a uno de sus pe-
queños anfibios de boca gomosa
y ojos saltones.
«Sé que científicamente no hay
nada escrito, sólo son mitos». Ma-
nuel regresa la vista al lago, cabiz-
bajo, cierra los ojos y permanece
en silencio. A la mañana siguien-
te, efectivamente, la pata del ajo-
lote comenzó a crecer.
@victoraespinosa Ó
EL MUNDO. DOMINGO 23 DE DICIEMBRE DE 2018
SE BUSCA
A JUAN,
EL CRUEL
PESCADOR
QUE GRABÓ
SU NOMBRE
A NAVAJA
SOBRE
UNA DELFÍN
“Ha sido
premeditado”, dice
del crimen la
Guardia Civil. La
sospecha es que el
cetáceo, una
hembra de seis
años y 1,65 metros
de largo, quedó
atrapado en una
red. Recibió nueve
puñaladas también
POR LUIS
BLÁZQUEZ
Y
a era noche cerrada cuando su
cuerpo fue visto rodando en la
orilla hasta terminar varado en
la arena. Escondía nueve puñala-
das y dejaba ver un nombre ta-
tuado en su lomo. Alguien había
escrito con una navaja o similar
cuatro letras: jota, u, a y ene.
«JUAN». La fechoría sigue impu-
ne. No fue un accidente. «Ha sido
un asesinato», sostiene quien in-
tenta aclarar lo ocurrido. El tatua-
je habría sido posterior.
La víctima de aquella animalada
hallada en la arena era, pese al
nombre rasgado, un delfín listado
hembra, el cetáceo más frecuente
del Mediterráneo Occidental, de
1,65 metros de envergadura y 45 ki-
los de peso. Era joven, apenas de
seis años. La primera persona en
verla, la que dio la voz de alerta, fue
la vecina Cezarina. Ocurrió en la al-
meriense Roquetas de Mar, en la
playa de la urbanización. Eran las
21.10 horas del viernes 14 y llamó
rápido al 112. Apenas 20 minutos
después, junto a la Policía Local lle-
garon a la vez Manuel Rodríguez y
El nombre «Juan», escrito sobre la piel de la delfín con un cuchillo de gran tamaño. A la derecha, una puñalada que le alcanzó el pulmón.
Ana de Castro, coordinadores de la
red de varamientos de Equinac, una
asociación especializada en el res-
cate de animales marinos. En el ca-
dáver que encontraron, que presen-
taba un incipiente proceso de putre-
facción, eran apreciables ocho
puñaladas en el lado izquierdo de la
cabeza y otra mucho más profunda
en el costado, de unos 20 centíme-
tros de extensión. El colofón de la
crueldad del autor había quedado
grabada sobre su prieta y húmeda
piel, posiblemente con una navaja
alargada. Un hiriente Juan escrito
todo en mayúsculas.
«La delfín presentaba lacera-
ciones cerca de la cabeza y una
raja considerable que le llegaba
hasta el pulmón, pero la sorpresa
con la que se encontraron fue que
tenía tatuado el nombre de “Juan”
en el mismo costado», explica Eva
María Morón, coordinadora de la
ONG Equinac. «Cuando llegaron,
era de noche. Vieron sus heridas y
estaban húmedas, blandas y con
restos blanquecinos alrededor.
¿Qué quiere decir? Que no esta-
ban realizadas ahí, no habían sido
hechas recientemente», añade.
Después se ha podido precisar
que la muerte del cetáceo habría
acontecido entre cuatro y cinco dí-
as antes (entre el 9 y el 10 de di-
ciembre). Aún está por determi-
narse si Juan le dejó su firma
cuando ya había muerto y justo
antes de dejar de respirar.
«Estos animales pueden morir
por edad, por enfermedades, por
falta de comida... Ninguna de es-
tas causas acabó con este ejem-
plar. Era un delfín que estaba
aparentemente sano cuando lo
mataron», sugiere Manuel Rodrí-
guez, miembro de Equinac. Y
aventura que el fatal desenlace
(por los bordes macerados de los
cortes, porque la piel del perfil de
la aleta ya se había perdido y
C R O
´ N I C A
porque la carne de la zona de las
puñaladas había empezado a
descomponerse) ocurrió en alta
mar. Hipótesis: «Posiblemente se
metió en las redes de un barco de
pesca. Al levantar la red, pudie-
ron pasar dos cosas: que el ani-
mal estuviese vivo y lo acuchilla-
ran para subirlo a bordo, o que
ya estuviese muerto por ahoga-
miento antes de alzarla».
La investigación está siendo
realizada por el Seprona y el Ser-
vicio Marítimo de la Guardia Ci-
vil, tanto en agua como en tierra.
«No descartamos que este tipo de
asesinatos de delfines lo provo-
quen los mismos pescadores que
Un miembro de la ONG Equinac toma las medidas del ‘tatuaje’ en la misma playa.
faenan en alta mar. Los indicios
del cuerpo apuntan a que no ha
sido un accidente. Ha sido pre-
meditado», declara David Domín-
guez, portavoz de la comandancia
del cuerpo en Almería. Y la Ley
es tajante. Está prohibido dañar a
especies protegidas, como los del-
fines listados, en cualquiera de
sus formas. «Si tienes una inte-
racción con ellos o encuentras al-
guno muerto, tienes la obligación
de llamar al servicio marítimo de
la Guardia Civil. Si no, ya pasa a
ser un delito», expone con más
detalle Eva, la coordinadora de
Equinac.
ATRAPADO Y SENTENCIADO
Precedentes similares en los últi-
mos años dirigen las sospechas a
un gremio: el de los pescadores.
«Nosotros que estamos todo el día
en el mar y hablamos con pescado-
res, sabemos de sobra que un del-
fín que queda atrapado en una red
está sentenciado. Eso lo tenemos
clarísimo, pero a 15 millas de la
costa no lo podemos ver y no lo po-
demos demostrar», manifiesta Ma-
nuel con cierta frustración. «Aun-
que delfines y pescadores se llevan
malamente, no podemos saber con
certeza si esos daños se hicieron
con el animal en vida. Las marcas
creemos que se las hicieron post
mortem. El animal, vivo, no se de-
ja. Lo que sí podemos asegurar es
que se han hecho en alta mar», en-
fatiza el almeriense.
«Estamos convencidos de que
esas heridas se le han hecho a bor-
do de un barco de pesca por el tipo
de herramienta usada. Pegándole
una puñalada a un animal de más
de metro y medio, que puede ser ca-
15.
FOTOS: EQUINAC
si como tú o como yo en cuanto al
grosor del pecho, con unas costillas
enormes, no le llegas a un pulmón
con una navaja. Le han hecho un ta-
jo de 20 centímetros que un chava-
lín no va a hacer en la playa. Han
usado un cuchillo grande y muy
cortante», cuenta Manuel a Cróni-
ca. Eva corrobora las sospechas:
«Los únicos que usan este tipo de
herramientas sabemos quiénes son,
pero en este caso aún no podemos
acusar directamente a nadie».
Juan, el buscado, el autor del ta-
tuaje, sabía perfectamente lo que
hacía. Su nombre se vislumbra con
claridad —unos 35 centímetros de
largo por nueve de altura—. Quie-
re que la firma se lea sin dificultad.
«Viene escrito con la grasa de la
piel, lo blanco que se ve alrededor
de las heridas, y para hacer una
clara distinción entre la “A” y la
“N”, el cuchillo ha llegado hasta el
músculo. Eso no se hace en un
momento», argumenta la directo-
ra de la institución.
El signatario continua libre, pero
ni Equinac ni la Guardia Civil dan
su brazo a torcer aún. «La gente se
tiene que concienciar cabreándose
por lo que le hacen a los animales y
ha de pensar qué puede hacer por
ayudarlos. Eso es lo que significa
hacer algo por el animal. Cagarnos
en la familia de Juan no nos aporta-
da nada, y al delfín tampoco». Pala-
bras de un defensor animal. «La
Guardia Civil está muy conciencia-
da con este tipo de actuaciones y
van a muerte. Pero investigar en el
mar no es fácil. Distancias, com-
bustible, la imposibilidad de tomar
huellas en el agua… Pero bueno, en
los bares de pesca todo se habla y
todo acaba saliendo a la luz. Acaba-
remos encontrando a Juan». En la
orilla o mar adentro. Por la delfín a
la que quiso con crueldad poner su
nombre en la piel.
@LuisBlzquez3 Ó
16. C R O
´ N I C A
BLANCA DEL REY. 1946. CÓRDOBA
UN DISPARO Blanca del Rey se hizo sitio en Madrid, bailando, a los 14 años y con
Ó
calcetines, y no ha dejado de tener su lugar desde entonces. En el
EN 4 X 5 flamenco. En la vida. En el Corral de la Morería, donde ha desple-
PULGADAS gado esa forma de interpretar la caña, la guajira, las alegrías de Cór-
doba. Donde inventó la soleá del mantón. Pero hay más. El primer
cantaor con el que bailó fue Rancapino, en las Cuevas de Nemesio.
BAILAR ES Blanca del Rey está lejos de ese martilorogio de tópicos que acompa-
ña a ciertas bailaoras. Ella es más símbolo que fetiche, capaz de ha-
TRANSPARENCIA
cer firmamento con los brazo en alto. Echó tragos con Lennon y con
Sabicas. Paco de Lucía interpretó por vez primera Entre dos aguas
en su casa. Allí se presentó La Paquera de Jerez para los cabales de
ANTONIO LUCAS Madrid. Tenía a Pilar López, hermana de La Argentinita, como un
destello necesario. También actuó con Maya Plisetskaya. Pero nunca
JOSÉ AYMÁ presume de munición ni de biografía. La guarda y la dispensa en
dosis muy bajas, que es lo elegante. Tiene el punto sabio de la gente
EL MUNDO. DOMINGO 23 DE DICIEMBRE DE 2018
que sólo prende cuando hay que decir algo con el cuerpo. Lo demás
es algarabía y sobrante. Maneja una cierta espiritualidad sin cinismo.
Quizá porque la vida, cuando va bien, eleva también el alma. Una
frase suya dice: «Si tienes la mente abierta, todo es aprendizaje». Bai-
la con una autenticidad transparente, lejos de esa nube de impacien-
cia, colorete y clavel pintado que se difunde en algunos tablaos
camastrones. El suyo, por el contrario, es un templo sin lirismo fácil.
Al Corral de la Morería le han asestado una estrella Michelin, que es
un triunfo, pero Blanca del Rey, por leyenda, por belleza, por verdad,
está más allá de las guías. A veces recuerdas cosas que nunca has
olvidado. En la Morería vi una noche cantar a Arcángel. Y es el
último lugar donde escuché hablar a Morente. Y el primer rincón
donde uno quisiera perderse en algunas noches con mecha buena.
Eso también es por saber quién es Blanca del Rey, que allí respira
dando otra temperatura del flamenco. Blanca Ávila Molina, se llama.
EL MUNDO. DOMINGO 23 DE DICIEMBRE DE 2018
JULIAN BAGGINI
‘‘LAS FUENTES
NO SON FIABLES.
NI LA POLÍTICA,
NI LA CIENCIA...”
POR ELENA
PITA
H
a consagrado su vida y obra a
la divulgación filosófica en un
país, el Reino Unido, donde la
Filosofía permanece atrincherada
en los claustros universitarios. No
es que se lleve mal con la academia
Julian Baggini (doctor en Filosofía;
Dover, 1968), pero sí ha dejado de
creer en la independencia de sus se-
ñorías los académicos en todos los
ámbitos, incluida la Ciencia y por
supuesto en la Medicina, vendida al
interés de las farmacéuticas, señala.
Inventor de una suerte micro filoso-
fía que difunde en su propio canal y
fundador de la revista The Philo-
sopher´s Magazine, Baggini viene a
denunciar en su último ensayo
(Breve historia de la verdad, ed. Áti-
co de los Libros) el desprecio por la
verdad en un mundo dominado por
intereses económicos, políticos de
feria, fake news, cinismo indiscrimi-
nado, opacidad y realidad tóxica.
PREGUNTA.- ¿Qué es exactamen-
te la posverdad?
RESPUESTA.- Un mundo donde
no hay una verdad fiable; para mí
significa desconfianza de nuestra
capacidad de conocer la verdad.
Creo que ya no queda mucha gen-
te que siga creyendo en ella, todo
el mundo sabe lo simple que resul-
ta decir una mentira: por ejemplo,
cuando se declara una guerra con
el pretexto de buscar armas de
destrucción masiva y nadie lo cree.
Entonces la gente se rinde. Las
fuentes no son fiables hoy en día;
ni la política, ni la ciencia, ni la igle-
sia, ni la prensa. La gente solo se
fía de su instinto y sus sentimien-
tos, y de ahí la preeminencia de las
emociones en nuestros juicios.
“LA GENTE CON FRECUENCIA CREE LO QUE LE CONVIENE SIN IMPORTARLE
LA FIABILIDAD”, DICE EL FILÓSOFO INGLÉS, EXPERTO EN POSVERDAD
P.- Concluye en su ensayo que la
única manera de llegar a descifrar
una verdad fiable consiste en una
actitud. ¿Cómo sería esta actitud?
R.- La tomo prestada del filósofo
Bernard Williams, quien en su últi-
mo libro hablaba de sinceridad y
exactitud: si quieres conocer la ver-
dad primero tienes que intentarlo
de forma sincera, es decir, incluso
cuando no es lo que quieres oír; y,
segundo, has de tener mucho cuida-
do en comprobar que la informa-
ción o los hechos de los que te sir-
ves son precisos. No se trata de
C R O
´ N I C A
aprender lógica o ciencias exactas.
Es tan simple como que, con fre-
cuencia, la gente cree lo que le con-
viene sin importarle la fiabilidad.
P.- Fiabilidad, exactitud, ¿son pa-
labras en desuso en la información?
R.- Por desgracia, pero deberían
seguir siendo el gran pilar del buen
periodismo.
P.- Y, ¿cómo de importante sería
tener una actitud escéptica o con-
traria hacia el poder establecido pa-
ra llegar a esa verdad?
R.- Tal vez no en contra, pero he-
mos de ser escépticos y cuestionar
al poder continuamente, que tiende
a promover lo que le interesa y no
necesariamente lo que es verdad.
Un gran problema es que este sano
escepticismo ha derivado en una ac-
titud de desconfianza insana hacia
la autoridad. Hay que conseguir un
difícil equilibrio, cuestionar el poder
con escepticismo sin caer en el ci-
nismo y la descalificación de toda
autoridad. El cinismo no es un ejer-
cicio de inteligencia como podría
parecer, es una reacción irreflexiva.
P.- Doctor Baggini, ¿cómo hemos
llegado a este estado de las cosas?
R.- En psicología aprendemos que
los seres humanos a menudo no ac-
tuamos racionalmente; lo que era
cierto hace 20 años puede no serlo
ahora; los medios han hecho un
buen trabajo destapando la corrup-
ción del poder. Ello nos ha enseña-
do a no confiar en las instituciones
de gobierno, incluida la prensa en sí
misma; la economía se ha revelado
altamente imprecisa en sus análisis.
La paradoja es que mejorando
nuestro entendimiento del estado
de las cosas, hemos aprendido lo di-
fícil que es llegar a conocer una ver-
“LOS MÁS INTELIGENTES DE LA HISTORIA HAN SIDO IDIOTAS EN COSAS
AJENAS A SU MAGISTERIO. NEWTON CREÍA EN FENÓMENOS MÁGICOS”
NOMBRE: JULIAN BAGGINI ESTADO CIVIL:
CASADO EDAD: 50 SU PROYECTO: LAS
DIFERENTES TRADICIONES DE PENSAMIENTO EN
EL MUNDO. SU TESIS: DENUNCIAR EN SU
ENSAYO “BREVE HISTORIA DE LA VERDAD” EL
DESPRECIO POR LA VERDAD EN UN MUNDO
DOMINADO POR INTERESES ECONÓMICOS,
POLÍTICOS DE FERIA, ‘FAKE NEWS’, CINISMO
INDISCRIMINADO, OPACIDAD Y REALIDAD TÓXICA.
dad fiable. Esto ha instalado entre
nosotros el cinismo insano del que
hablábamos. El último paso a esta
toxicidad se sucede hace unos 20
años, cuando los partidos políticos
empiezan a concentrarse en las
campañas y la persuasión, dando la
vuelta a la realidad según les intere-
sa y menospreciando la verdad. Los
políticos pierden su autoridad mo-
ral y se convierten en auténticos
profesionales de la comunicación y
el marketing, pura apariencia.
P.- Y así llegamos a Trump, ¿Fin
de la historia?
R.- Primero, hemos de entender la
raíz de su poder: la principal causa
de su triunfo fue la desconfianza de
la gente en las principales corrien-
tes políticas. Lo mismo sucede con
los populismos emergentes en me-
dio mundo. Parecen auténticos y es
la autenticidad lo que la gente bus-
ca frente al establishment.
P.- ¿Tenderemos a un resurgi-
miento de las religiones y la verdad
eterna como consecuencia de esta
ausencia de verdad?
R.- Lo desconozco, pero sí esta-
mos viendo un retroceso hacia en-
foques más tradicionales y conser-
17.
vadores, en busca de confort frente
a una modernidad que a la gente le
resulta problemática. De ahí que se
abracen conceptos simples como
familia, nación o religión.
P.- Le cito: «Necesitamos conocer
y entender al idiota que llevamos
dentro para llegar a ser más inteli-
gentes». ¿En qué sentido se consi-
dera usted idiota?
R.-(Se ríe). Es un modo hiperbóli-
co y provocador de expresarme. La
psicología nos enseña lo incons-
ciente de nuestras reacciones: racio-
nalizar no es sencillo y somos lo su-
ficientemente idiotas para llegar a
conclusiones que convienen a lo
que de antemano creemos. Hay que
tener la modestia para reconocer
que pensar con claridad no es algo
que hagamos instintivamente: la ra-
cionalidad requiere un esfuerzo. Las
personalidades más inteligentes de
la historia han sido profundamente
idiotas en cuestiones secundarias a
sus magisterios. Newton sin ir más
lejos ¡creía en fenómenos mágicos!
Y los filósofos, especialmente mis
compatriotas, suelen ser gente so-
cialmente incapacitada.
P.- En cambio, está considerado
una estrella mediática de la filoso-
fía. ¿Qué opinión tienen de usted?
R.- Bueno, supongo que a quienes
no les gusto no me lo dicen, pero en
general me siento muy respaldado.
Suelo dar conferencias y escribir en
el ámbito académico, en el que ten-
go mis raíces como doctor en Filo-
sofía; y he sido editor de una impor-
tante revista. ¿El problema? En la
universidad británica hay una espe-
cialización exagerada y no se con-
templa a quienes establecemos vín-
culos con otras materias externas.
Yo soy más generalista y, sobre to-
do, un sintetizador del conocimien-
to; y este tipo de trabajo no recibe la
remuneración que va a parar al ám-
bito estricto de la academia.
P.- ¿Puede la complejidad de la fi-
losofía reducirse a micro lecciones
sin perder su valor?
R.- No se trata de reducir, sino de
sintetizar la complejidad sin distor-
sionar su contenido. Cuando escri-
bes filosofía para un lector general,
tu trabajo es ir a lo esencial y olvi-
dar el detalle.
P.- Doctor Baggini, ¿a dónde nos
conducirá este falso mundo?
R.- Yo espero que se dé una
reacción antes de que sea irreme-
diable, y que entremos en un ciclo
de gran honestidad pública. La
gente tiene que darse cuenta de
que fenómenos populistas como
el de Trump y compañía resultan
ser peores que el sistema previa-
mente corrupto, siendo el remedio
peor que la enfermedad, y enton-
ces perderán la fe en ellos. La po-
lítica ha de renovarse de las ten-
dencias mayoritarias, que han de
tener la humildad de reconocer
que han fallado a la mayoría, sir-
viendo a intereses de negocio y
tratando a los votantes como
clientes en lugar de ciuda-
danos. Esa es mi esperanza. Ó
18. C R O
´ N I C A EL MUNDO. DOMINGO 23 DE DICIEMBRE DE 2018

LOS 300
ARQUEROS
FEROCES DE
LA ISLA
CENTINELA Nos adentramos
en la isla del
tamaño de
Manhattan que
recibe al visitante
a flechazos, en
respuesta a “la
persecución y el
exterminio” a los
que habría sido sometida la tribu que la
habita por británicos y japoneses en el
siglo XIX. Son los ‘sentinel’, no más de
400 almas con lengua propia y arcos
siempre tensados por los 300 ‘guerreros’
guardianes de este territorio de la India.
Se alimentan de cerdos salvajes, lagartos
y semillas. Su última víctima, un misionero

POR PACO

N 1974
adie viene a recibirte con collares de flores y
REGO frutas exóticas, como cuando Marlon Brando,
en Rebelión a bordo, desembarcó en Tahití. El
último visitante que puso pie en la remota y para-
disiaca isla de Sentinel Norte, apenas 72 km2 en
una esquina del Océano Índico, fue un joven mi-
sionero de 27 años. Y no vive para contarlo. Era la
mañana del pasado 17 de noviembre cuando un
arquero de la tribu de los Sentinel se acercó a John
Allen Chau y, nada más bajarse éste de la canoa,
International, aunque algunos antropólogos ha-
blan de 400, de los cuales, 300 serían arqueros—
han conseguido cambiar una de las pocas tribus
Los sentinel atacan al primitivas que han esquivado hasta el momento el
equipo de rodaje de contacto con el resto de la humanidad. De hecho,
‘National Geographic’ que es completamente desconocida incluso para las tri-
los visitaba para rodar un bus de las islas vecinas del archipiélago de Anda-
documental. El director mán, en el golfo de Bengala, al que pertenece Sen-
recibió un flechazo en la
rodilla. Tuvieron que huir. tinel (centinela en español).
La ferocidad de los Sentinel —una etnia a la

le disparó dos flechas mortales. Sin preguntar. Sin
aviso previo. El indígena recibió al forastero como
acostumbra su tribu. La trágica muerte del evan-
gelista estadounidense, cuya intención era conver-
tir al cristianismo a los Sentinel, uno de los pue-
blos más aislados del mundo, ha atraído la aten-
ción mundial hacia esta etnia y puesto en el mapa
uno de los territorios más misteriosos y violentos
del planeta, situado a 1.700 kilómetros de la costa
de la India. Donde ni la tecnología, ni las leyes, ni
el turismo o las leyendas en torno a sus habitantes
—entre 150 y 200 almas, según la ONG Survival
1981
que se le calcula más de 60.000 años de antigüe-
dad— sería la respuesta, según el antropólogo
Anup Kapoor, de la Universidad de Nueva Delhi,
a la «persecución y exterminio de que fueron
Los tripulantes de un
carguero que había víctimas en el pasado por parte de británicos y
encallado en la isla japoneses». Marco Polo, en el siglo XIII, ya los
tuvieron que ser describía como «gente cruel y violenta que se
rescatados en come al extranjero que llega». Sin embargo, pe-
helicópteros ante las se a la acusación de canibalismo, no se han en-
amenazas de muerte
contrado pruebas de que esta tribu consuma
de la tribu.
carne humana. En todo lo demás, el explorador
no iba desencaminado.
EL MUNDO. DOMINGO 23 DE DICIEMBRE DE 2018
Tras arribar a la isla para intentar grabar a sus
misteriosos habitantes, en 1974, un equipo de ro-
daje de National Geographic tuvo un encuentro
tenso con los nativos a pesar de los regalos que les
ofrecieron (una caja con cocos, una muñeca y un
lechón). Frente a ellos, los guerreros sentineleses,
semidesnudos, armados con arcos, flechas y una
especie de cuchillos tallados en piedra. Aquel his-
tórico momento, el encuentro de dos culturas, aca-
baría con la huida de los cineastas, con el director
del documental con una flecha clavada en la rodi-
lla y con el pobre cerdito mutilado en vivo.
En 1981, los tripulantes del carguero MV Primro-
se, tras encallar en los arrecifes de coral que cercan
la isla, tuvieron que ser rescatados por helicópteros
al ver que los sentineleses construían botes y se pre-
paraban para atacarlos. Lo vehículos aéreos tam-
bién fueron recibidos a flechazos.
Una de las pocas personas que ha tenido con-
tacto con la tribu, el antropólogo indio Trilokinath
Pandit, recordaba estos días en la cadena de TV
inglesa BBC su llegada a la isla aquel 4 de enero
C R O
´ N I C A
1991
de 1991: «Cuando iba a regalarles unos cocos me
separé un poco del resto del grupo de mi equipo
y comencé a acercarme a la orilla. Un joven sen-
El antropólogo indio tilenés hizo una mueca curiosa: tomó su cuchillo
Trilokinath Pandit fue y me indicó que me cortaría la cabeza. Dejó claro
recibido por un sentinel que no era bienvenido». Desde entonces y hasta
con un gesto disuasorio: 1997 se produjeron varios contactos más.
cuchillo en mano, le El más reciente —si exceptuamos la visita del
indicó que le cortaría la
cabeza si no abandonaba misionero americano asesinado—, ocurrió el 26
la isla. de enero de 2006. Dos pescadores indios —Sun-
2006
der Raj, de 48 años, y Pandit Tiwari, de 52— se
acercaron excesivamente a la isla cuando trata-
ban de pescar cangrejos. Ambos fueron asesina-
dos por los sentineleses. Desde ese momento, el
Dos pescadores que se
habían acercado Gobierno de la India decidió convertir esta isla en
excesivamente a la isla un paraíso cerrado donde sólo los fieros sentine-
para pescar cangrejos leses, que sobrevivieron al tsunami de las Navida-
fueron asesinados. El más des de 2004 retirándose a los puntos más eleva-
reciente, el 17 de dos de la isla, siguen vivos.
noviembre de 2018, fue el
Su hábitat es aproximadamente del tamaño de
del misionero americano.
Manhattan. Y casi todo lo que conocemos de los
sentineleses procede de las observaciones realiza-
19.
das desde embarcaciones amarra-
das más allá de lo que alcanzan las
flechas desde la orilla y durante
breves periodos en los que los sen-
tineleses permitieron a las autorida-
des de la India acercarse lo sufi-
ciente para entregarles algunos co-
cos. Vistos en las imágenes
tomadas no muy lejos de la orilla,
sus cuerpos y sus gestos son de au-
ténticos guerreros. Agresivos. No
les importa lo más mínimo que más
allá de lo que la vista les alcanza ha-
ya otra civilización. A los que se
acercan, les cortan la cabeza o los
matan con sus flechas. Luego los
abandonan muertos en una playa,
como al parecer hicieron con el mi-
sionero americano.
Aunque se los describa a menu-
do, por ejemplo, como pertenecien-
tes a la Edad de Piedra, fabrican
herramientas y armas de metal que
recuperan de los barcos encallados
en los arrecifes de la isla. Tienen
dos tipos diferentes de casas: lar-
gas cabañas comunales con varias
hogueras para diferentes familias,
y refugios más temporales, sin pa-
redes laterales, que pueden verse a
veces en la playa, con espacio para
una familia nuclear. Las mujeres
visten cuerdas atadas alrededor de
la cintura, el cuello y la cabeza. Los
hombres llevan collares y cintas en
la cabeza, pero con cinturones más
anchos. También portan lanzas, ar-
cos y flechas. No son altos ni bajos,
lucen pelo afro y tienen la piel os-
cura. Y, aunque no conocen el fue-
go, se alimentan de cerdos salvajes,
lagartos, peces y frutos silvestres,
semillas, bayas y miel que adquie-
ren a través de la recolección. En
cuanto al idioma, no hay nadie fue-
ra de su comunidad que hable la
lengua con la que se comunican.
Cuando algún blanco se ha acerca-
do a ellos lo ha hecho acompañado
de algún indígena jarawa (los sen-
tineleses serían sus descendientes)
o de la tribu de los onges, ambos
vecinos de la islas cercanas en esa
zona del Índico.
Las personas que se ven en las
costas de Sentinel del Norte pare-
cen orgullosas, fuertes y saluda-
bles, y los observadores siempre
han visto a muchos niños y muje-
res embarazadas.
Aunque están bajo la jurispru-
dencia de la India, los sentineleses
no tienen patria ni bandera. Y gra-
cias a su aislamiento han logrado
mantener intactas no sólo sus cos-
tumbres. También sus defensas. Porque son tan fie-
ros como frágiles. «Su sistema inmune no está pre-
parado para entrar en contacto con nosotros, los oc-
cidentales», explica Stephen Corry, director general
de Survival International, ONG que se dedica a pro-
teger los derechos de los pueblos indígenas y triba-
les en todo el mundo. «Las defensas de sus organis-
mos no resistirían, por ejemplo, el contagio de un ca-
tarro. Morirían todos», precisa el activista.
La madre de John Allen Chau dio a conocer el
diario de su hijo en las páginas del Washington
Post. Concretamente lo que ocurrió el día anterior
a su muerte, el 16 de noviembre, cuando, al verse
rechazado por los sentineleses, optó por regresar
en bote al barco de los pescadores que lo habían
acercado a unos 500 metros de la isla. «Mi nombre
es John, te amo y Jesús te ama», gritó el misione-
ro evangelista poco antes de escapar. Al día si-
guiente, empeñado en cristianizar a la tribu, John
regresó a la playa. Había cometido el mayor error
de su vida. Cayó en la arena atravesado por
dos flechas. @PacoRego Ó
 LA CONTRA
DE CARMEN
QUIM TORRA
EL HOMBRE QUE
EMBISTE CON
EL ENTRECEJO
E
l introito al 21-D fue cosa de Carmen Calvo.
Dos días antes, acosada por las preguntas de
los periodistas, ella comentó que el encuentro
del presidente Sánchez con Quim Torra nunca se-
ría una reunión de igual a igual. Y poniéndose
chula, añadió: «Nosotros no trabajamos ese for-
mato». Barcelona, esta semana, ha planteado va-
rios problemas de formatos: la Policía o los
Mossos, la Llotja del Mar o la calle, Sánchez o To-
rra, la política o el vandalismo. Etc.
De la vicepresidenta Calvo siempre
se ha dicho que no calla ni debajo del
agua, pero justo es reconocerle hoy una
audacia que Torra no conseguirá ni
harto de vino (y quien dice de vino dice
de Red Bull). También eso puede de-
sencadenar una batalla de formatos.
Calvo tiene la viveza de los buenos con-
tadores de chistes, no en vano es anda-
luza y juega a favor de obra. A Quim
Torra, en cambio,
le pierde un aire
DE NIÑO, TORRA SE taciturno y cabiz-
bajo, como de ir a
FORMÓ EN LOS embestir con el
entrecejo. Puesta
JESUITAS DE SARRIÁ. a comparar a To-
DESPUÉS, HE OÍDO rra con un humo-
rista, yo sólo le
QUE VENDIÓ SEGUROS encuentro afini-
dad con el falleci-
POR LAS CASAS do Eugenio, el de
«saben aquell que
diu», que hizo de
la seriedad una categoría cómica.
Torra llegó con cierto retraso a la po-
lítica, y siempre ha estado amparado
por el desconocimiento que la gente
tiene de él. No hay nada como pasar
inadvertido por la vida. Pues bien:
Quim tiene esa suerte. Del Ebro hacia
aquí, nadie lo conoce. En Cataluña se
sabe que ocupó el número 11 de la lis- Torra, este viernes en Pedralbes, el día de su encuentro con Sánchez. ALBERT GEA / EFE
ta de Junts per Cat por Barcelona, que
antes había estudiado Derecho en la
Autónoma y de niño se había formado en los je-
suitas de Sarriá. Después, fue ejecutivo de Win-
terthur (yo he oído que vendió seguros por las
casas: mala leche que tiene el personal). Más
tarde fundó A Contra Vent Editors y fue presi-
dente de Òmnium Cultural desde que murió Mu-
riel Casals hasta que pusieron a Jordi Cuixart.
El periodista Enric Juliana (La Vanguardia)
sostiene que Torra «es un exponente natural de la
derecha catalana». El propio Torra menciona, co-
@Cronica_ElMundo
Ó
RIGALT
mo referentes, a Trias Fargas, Heribert Barrera,
Eugeni Xammar, Macià y de ahí para arriba.
Aunque por su aire huraño podría decirse que
el president procede de la Cataluña profunda, no
es del todo cierto. Puede que él parezca profundo
y oscuro, pero dista mucho de ser un fruto típico
de la Cataluña agreste. Como escritor (siempre en
catalán) rinde culto al citado Xammar, diplomáti-
co, escritor y periodista que estuvo de correspon-
sal en Berlín durante la década de los 20 y contó
los orígenes del nazismo, todo ello sin dejar de
considerarse catalanista radical. Tal vez ese cruce
de contradicciones es lo que suscita el mecanismo
de la identificación en Torra, que contempla a
Xammar como un verdadero maestro.
No es fácil encontrar en Cataluña a alguien que
tenga una opinión formada sobre Torra. En gene-
ral no suscita gran curiosidad y la gente se hace un
lío con él. Es como si hubiera bajado de Montserrat
en paracaídas. Resumiendo: ejerce de president y
eso basta para considerarlo un intocable.
Quim Torra nació en Blanes, una población ve-
cina de Lloret de Mar, donde el turismo hooligan
da carta de naturaleza a la Costa Brava. Torra tie-
ne el habla dulce, anclada en ese trozo de costa
que se extiende hacia el norte (Sant Feliu, Platja
d’Aro, Cadaqués). El president no sólo tuvo tiem-
po de admirar a algunos escritores de la zona, co-
mo es el caso de Xammar, y posiblemente, tam-
bién el de Josep Pla, natural de Palafrugell, o el de
Gaziel (San Feliu de Guixols). Metidos en admira-
REDACTOR JEFE: Ildefonso Olmedo
REDACCIÓN: Paco Rego, Martín Mucha, Leyre Iglesias, Lucas de la Cal, Ángeles Escrivá
DIRECTOR DE ARTE: Rodrigo Sánchez JEFE DE DISEÑO: Javier Vidal
ciones, a Torra también se le atribuye admiración
por Macià, fundador del Estat Català y padrino po-
lítico de los escamots, aquellos grupos paramilita-
res que iban muy a tono con la época. Macià los
creó y Dencàs, su consejero de Interior en la Ge-
neralitat, los pastoreó. Por allí andaban también
los hermanos Badía, dos prendas de cuidado en
sus gustos fascistoides.
No me atrevo a cuantificar las querencias fas-
cistoides del president, si es que también las tie-
ne. Me gustaría pensar que no. En cualquier ca-
so, es un hombre de mezclas raras. Supremacis-
ta y xenófobo, para empezar. Hispanófobo para
seguir. Y, para terminar, racista. Esto último no lo
juraría, pero me limito a entrecomillar un texto
de Leopoldo Abadía que, dice, «publicó numero-
sas diatribas etnicistas contra los españoles». A
Torra le traiciona también un ramalazo católico
que le hace parecer carlistón, aunque no se trata
de una característica individual. Digamos que lo
da la tierra. Recordemos algunas anécdotas del
1-O. Aquella noche ciertas iglesias se
convirtieron en bingos. Los fieles canta-
ban y grupos de jóvenes hacían recuen-
to de papeletas.
Inenarrable.
Uno de los hijos QUIÉN ES: ABOGADO, EDITOR, ESCRITOR Y
de Torra milita en PRESIDENTE DE LA GENERALITAT. 55 AÑOS.
los CDR. Cabe su- SU ÚLTIMO ACTO: SU ‘MINICUMBRE’ CON
poner pues que la
PEDRO SÁNCHEZ EN BARCELONA, ESTE
sangre corre por sus
venas. Seguramente JUEVES. EL VIERNES HUBO PROTESTAS,
es a su hijo a quien CARRETERAS CORTADAS Y 12 DETENIDOS
Torra conmina al
grito de ¡¡apreteu,
apreteu!! Y entonces
EN CATALUÑA LA GENTE
van los chavales y SE HACE UN LÍO CON ÉL.
aprietan.
A Torra se le ve ES COMO SI HUBIERA
el plumero de su
vocación callejera BAJADO DE
y ruidosa. Por eso
pensamos que es
MONTSERRAT
más activista que EN PARACAÍDAS
político. De hecho,
aún no ha tomado
posesión del despacho que le corres-
ponde. Cuando le preguntan que por
qué no lo ocupa, responde, mascullan-
do: estamos de obras. En realidad To-
rra se considera el vicario de Puigde-
mont en la plaza de Sant Jaume. Le ca-
lienta el sillón y no se enfada si se lo
reprochan.
Que Torra está más cerca del activis-
mo que de la política sugiere que está
desubicado. Se me antoja duro afirmar
que es racista, pero en sus escritos aparece con
sospechosa frecuencia el sufijo etno, que canta
mucho. En cualquier caso, de lo que no cabe nin-
guna duda es de su xenofobia. Es hispanófobo,
odia a España y asegura que un cráneo de Ávila
nunca será igual que uno de la plana de Vic.
Aparte, Quim Torra se define a sí mismo como
independiente emocional. A lo mejor tiene razón.
Si no me equivoco, a lo irracional se llega por lo
emocional. Un despropósito.