1º) Nosotros los guardianes de la ciudad interna, hemos tenido que esperar que ustedes reactiven su conciencia, para podernos comunicar, para que ustedes conozcan la verdad de los hechos y el sufrimiento que todos hemos pasado para llegar a lo que hoy somos. Nosotros llegamos al planeta 3.3.3 sabiendo lo que nos esperaría, al final, somos nosotros mismos reencarnados miles de millones de veces, nos hemos reproducido y hemos colonizado al planeta como la Confederación quería, pero no de la forma como ellos esperaban. Las cuatro naves entraron por el ángulo obtuso y descendieron en los polos del planeta (dos naves se dirigieron al polo norte, Ambiares y Retryon y las otras dos al polo sur Tenezia y Ebiar) Para que la Confederación Cósmica determinara que los planetas estaban aptos, había pasado millones de años, un tiempo inimaginable que ellos necesitaron, para que los 7 planetas pudieran estar aptos para recibir la vida-ayapliana. Miles de millones de experiencias con los reinos Vegetal y Animal fueron hechas, con el solo propósito de afianzar la vida y sobre todo hacer lo posible para que los colonos pudiesen transformar esos planetas en su hogar y para su descendencia. Ciertos lugares se encontraban aún en estado muy primario y en plena formación, las capas que se habían formado, no se encontraban totalmente propicias para la vida, gases y erupciones volcánicas prevalecían en algunos lugares inhóspitos. Los polos fríos donde ellos descendieron y se establecieron, eran el lugar y el clima que ellos necesitaron para comenzar sus estudios e investigaciones. Las naves estaban construidas y adecuadas de tal manera, que se asemejaban a una ciudad, con todo lo necesario para el propio sustento. Se había formado una extensa masa sólida, dura y compacta en el planeta 3.3.3 la cual se encontraba cerca de los polos, en ella se había desarrollado esplendorosamente el reino vegetal y animal, los mas diversos especímenes poblaban el planeta, la evolución había seguido su propio curso, adecuándose a las características energéticas del planeta. Mientras que duró el Alineamiento, los voluntarios no pudieron salir de sus naves, observaron, estudiaron e investigaron todo lo inimaginable del planeta, estuvieron por mucho tiempo protegidos por la energía del alineamiento y por la atmósfera de su nave. Mantuvieron siempre contacto con los otros voluntarios y con los planetas de origen, todo descubrimiento lo comunicaban a la Confederación, la cual se encargaba de obtener el conocimiento que generaba de la densidad, en ese tiempo procrearon su descendencia y el albergue para ellos mismo, legaron su sabiduría de generación en generación. Hicieron un trabajo maravilloso en el planeta, mejoraron la atmósfera, limpiaron los mares, cultivaron alimentos comestibles, desenvolvieron la tecnología, la ciencia, la medicina etcétera para el bienestar del planeta y del futuro de ellos mismo. Toda esa preparación tenía un motivo, había llegado la hora de salir de sus naves y poblar el planeta. El planeta se había convertido en un hermoso edén, donde los reinos afloraron en todo su esplendor. Los ayaplianos con toda su ciencia y tecnología lo transformaron en un lugar maravilloso, donde ellos vivirían y procrearían a sus vástagos, proporcionándoles el hogar y la tierra prometida. Las ciudades-naves Los 660 seres de las cuatro naves, se habían mantenido siempre en contacto, intercambiado todo conocimiento descubierto. Toda experiencia era continuamente aportada a la Confederación y ésta se encargaba de transmitirla a las otras dimensiones. De mutuo acuerdo y después de muchos estudios e investigaciones, las cuatro especies decidieron que había llegado el momento de colonizar al planeta, debían salir de sus naves y afrontar a la energía densa. Comenzaron a estudiar cual sería el mejor lugar para establecerse, ya que ciertas partes del planeta, sobre todo el centro (la línea Ecuatorial) se encontraba aún en estado efervescente y caliente. A pesar que los reinos vegetal y animal se habían desarrollado muy bien, el planeta aún presentaba inestabilidad. Una gran masa de energía compacta se había formado entre los dos polos, esta fue bautizada por las cuatro especies con el nombre Tera y era en esa masa compacta, que ellos debían buscar el lugar propicio para establecerse. Las ciudades-naves donde ellos habían nacido, reencarnado, crecido y adquirido todo conocimiento, los protegió durante millones de año, ellos se habían reencarnado en su misma prole, conservando el linaje de sí mismos y el recuerdo nítido de su origen. La descendencia en las naves fue totalmente controlada, cada vez que uno de los voluntarios desencarnaba, dejaba en su linaje la continuidad de él mismo, albergándose y reencarnando en el, manteniendo de esta forma el número exacto de su origen. Las cuatro especies decidieron que la asimilación energética del exterior, debía ser progresiva y lenta, por lo tanto tenían que establecerse muy cerca de las naves, así si acontecía algún problema, regresarían a ellas. Los Ambearianos y Retronyanos que se encontraban en el polo norte, decidieron establecerse en lo que hoy ustedes llaman Groenlandia y Noruega. Los Ebiarianos y Tenezianos que se encontraban en el polo sur, decidieron establecerse en lo que hoy se llama América del Sur y África. En esa época Tera era un solo continente unido, a pesar de ser una sola masa compacta, existía en ella diferentes climas, debido a la posición solar y al enfriamiento gradual del planeta, que aún estaba en proceso de definición. Podemos imaginar que la adaptación fue gradual también, poco a poco los seres que salían y entraban de la ciudad-nave se fueron acostumbrando y estableciendo en esa realidad. También fueron construyendo sus viviendas de acuerdo a su entorno, experimentaron con los alimentos cultivados, e hicieron de sus vidas, experiencia sobre experiencia, para saber como respondían sus cuerpos a la energía densa y sobre todo para acostumbrarse a ella. El proceso de colonización fue lento y gradual, a través del tiempo y de la evolución. Las generaciones posteriores, comenzaron a notar una pequeña distorsión en su energía, siempre estuvieron conscientes de que eso podía acontecer, cuando sucedió lo inevitable, tomaron medidas drásticas. Escogieron a los no contaminados, eran aquellos que se habían conservado estables y los regresaron a las ciudades-naves. Aquellos que se enfermaron, quedaron a merced del planeta Tera, dispuestos al sacrificio y a un futuro incierto. Se abocaron más que nunca a la investigación y al estudio, puesto que su mejoría y el conocimiento del planeta dependían de ello, no había otra forma de realizarlo. El haber escogido los lugares fríos para establecerse, retardó un poco la distorsión, pero no los salvó de su destino. Los elementos-genéticos-materiales y mentales ya habían sido transformados. Conforme la evolución avanzó y los seres se distribuían por Tera, llegando a los lugares más calurosos, la distorsión llegó a su máxima densidad, los deformó, eliminando todo vestigio que aún restaba de sus orígenes y apagando toda memoria que aún conservaban