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SEMINARIO

BIOFARMACIA

ELABORADO POR:
DANIEL GUTIÉRREZ GOROZABEL
JOKASTA MORALES VALLE
ROXANA NARANJO PINEDA
ERICK CASTILLO CHICA

NOVENO AÑO. GRUPO 1


CICLO II: 2018-2019

DOCENTE:
QF. GLENDA SARMIENTO TOMALÁ M.Sc.
INDICE

EXCRECIÓN DE FÁRMACOS ................................................................................ 4


BIOTRANSFORMACIÓN.................................................................................... 4
EXCRECIÓN .................................................................................................... 4
EXCRECIÓN RENAL ...................................................................................... 4
EXCRECIÓN BILIAR Y CICLO ENTEROHEPÁTICO ............................................ 6
OTRAS VÍAS DE EXCRECIÓN ......................................................................... 7
CURVAS DE EXCRECIÓN URINARIA ..................................................................... 8
INTRODUCCIÓN .............................................................................................. 8
TIPOS DE GRÁFICAS ....................................................................................... 8
RECOGIDA DE DATOS ..................................................................................... 8
TÉCNICAS DE DEPURACIÓN EXTRACORPÓREA .................................................. 11
HEMOFILTRACIÓN ........................................................................................ 11
HEMODIÁLISIS ............................................................................................. 12

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EXCRECIÓN DE FÁRMACOS
Una vez que el fármaco ha accedido a la sangre, el organismo, como siempre que
reconoce la entrada de una sustancia extraña, pone en marcha una serie de
mecanismos destinados a su expulsión. Se dividen en dos grupos: biotransformación
y excreción.

BIOTRANSFORMACIÓN
Modificación en la estructura química del fármaco debido a la actuación de los
sistemas enzimáticos del organismo, dando lugar a los metabolitos.

EXCRECIÓN
Es el proceso por el que se elimina el fármaco sin sufrir modificaciones. Inicialmente,
se puede afirmar que todas las vías de eliminación de líquidos del organismo pueden
ser válidas para producir la excreción de los fármacos.

Así, se podrían citar la orina, saliva, bilis, sudor y leche materna; los fármacos que
sean volátiles también pueden excretarse por vía pulmonar.

El metabolismo hepático a menudo incrementa la polaridad de los fármacos y su


hidrosolubilidad. De esta forma, los metabolitos resultantes suelen excretarse más
fácilmente.

De todas las posibilidades, la más usual es la excreción renal, a la que se le prestará


una atención especial. (Lee, 2010)

EXCRECIÓN RENAL
El riñón es el principal órgano de excreción de principios activos y de metabolitos.

Los riñones son los órganos principales para la excreción de sustancias hidrosolubles.

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La excreción renal de fármacos disminuye con el envejecimiento; a los 80 años de
edad, la eliminación suele encontrarse reducida a la mitad de la existente a los 30
años.

Para ello, ejecuta tres funciones: filtración glomerular, secreción tubular y


reabsorción tubular.

Filtración glomerular: el paso del fármaco del plasma al filtrado glomerular se


efectúa a través de la pared del glomérulo por filtración debida a un gradiente de
presión. Solamente pueden atravesar esta membrana las moléculas que posean un
tamaño lo suficientemente reducido; las macromoléculas, como la albúmina, las
globulinas y otras proteínas plasmáticas no pueden atravesarla, ni mucho menos el
fármaco que se encuentre unido a ellas. La velocidad de filtración es función del flujo
sanguíneo renal, por lo que en casos de insuficiencia cardíaca se producirá un
descenso de la excreción renal de los fármacos. Se trata de un proceso pasivo que
no requiere gasto de energía. (Ballesta, 2011)

Aproximadamente un quinto del plasma que llega a los glomérulos es filtrado a través
de los poros del endotelio glomerular, casi toda el agua y gran parte de los electrolitos
son reabsorbidos de forma pasiva y activa hacia el torrente circulatorio en los túbulos
renales. Sin embargo, los compuestos polares, entre los que se encuentran la mayoría
de los metabolitos de los fármacos, no pueden difundir de nuevo hacia la sangre y
son excretados, a no ser que existan mecanismos específicos de transporte para su
absorción (p. ej., como en el caso de la glucosa, el ácido ascórbico o las vitaminas
B).

El manejo renal de los fármacos se rige por los principios del paso transmembrana.
Los que se encuentran unidos a proteínas plasmáticas permanecen en el torrente
circulatorio; el filtrado glomerular sólo contiene fármaco libre. Las formas no
ionizadas de los fármacos y de sus metabolitos tienden a ser reabsorbidas con
facilidad a partir de los líquidos tubulares.

El pH de la orina oscila entre 4,5 y 8,0, y puede afectar de manera importante la


reabsorción y la excreción de los fármacos porque el pH de la orina determina el
estado de ionización de un ácido o base débil. La acidificación de la orina aumenta la
reabsorción y disminuye la excreción de los ácidos débiles, y, por el contrario, reduce
la reabsorción de las bases débiles. La alcalinización de la orina produce el efecto
inverso. En algunos casos de sobredosis, se pueden aprovechar estas propiedades
para promover la excreción de ácidos o bases débiles; p. ej., se puede alcalinizar la
orina para promover la excreción de ácido acetilsalicílico. El grado en el que afectan
los cambios en el pH urinario a la velocidad de eliminación de un fármaco depende
de la contribución de la vía renal a su eliminación total, de la polaridad de la forma
no ionizada y del grado de ionización de la molécula. (MEDES, 2014)

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Secreción tubular: proceso que sigue un mecanismo de transporte activo, que se
efectúa en el túbulo proximal, por el que algunos fármacos presentes en la sangre
pasan a la luz tubular.

Se trata de un proceso saturable, existiendo, por tanto, mecanismos de competición


por un mismo sistema de transporte activo.

Por esto, cuando la concentración del fármaco es alta, la secreción mediante este
tipo de transporte tiene una capacidad limitada (transporte máximo); cada sustancia
tiene un valor de transporte máximo característico.

Reabsorción tubular: proceso por el que el fármaco que ha llegado a la luz tubular,
ya sea por filtración glomerular o por secreción tubular, es reabsorbido a nivel tubular
y pasa de nuevo a la sangre.

Este proceso se efectúa por difusión pasiva, por lo que influyen notablemente la
liposolubilidad, el grado de ionización y el peso molecular del fármaco a reabsorber.
Conviene recordar que el pH de la orina puede modificar el grado de ionización de
numerosos fármacos y, por tanto, su mayor o menor facilidad para poder ser
reabsorbidos y pasar a la sangre o, de forma alternativa, ser excretados en la orina.

A la vista de todo lo anterior, se puede afirmar que la velocidad de excreción renal


de un fármaco será igual a la velocidad de filtración más la de secreción, menos la
velocidad de reabsorción. (Lee, 2010)

EXCRECIÓN BILIAR Y CICLO ENTEROHEPÁTICO


Otra de las rutas de excreción de los fármacos es a través de la bilis. Cuando se
excreta el fármaco en la bilis y ésta se vierte en el duodeno, aquél puede seguir dos
posibilidades: avanzar por el tracto intestinal y eliminarse por heces, o reabsorberse,
entrando de nuevo en la circulación sistémica.

Esta última situación se denomina ciclo enterohepático. El sistema de excreción biliar


elimina sustancias del organismo sólo si el ciclo enterohepático no es completo, es
decir, si parte del fármaco excretado no es reabsorbido en el intestino.

La excreción biliar de un fármaco es un proceso bastante similar a la secreción


tubular, siguiendo también mecanismos de transporte activo.

Pueden diferenciarse tres sistemas de transporte activo para la excreción biliar: uno
para ácidos, otro para bases y un tercero para sustancias neutras. Evidentemente,
se trata de procesos saturables; es decir, cuando la concentración plasmática del
fármaco es alta, este sistema de transporte puede alcanzar una velocidad máxima

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(transporte máximo). La excreción de sustancias con propiedades fisicoquímicas
parecidas puede dar lugar a fenómenos de competitividad.

Los fármacos que suelen excretarse por vía biliar son aquellos con un peso molecular
> 300 g/mol y que contienen grupos polares y lipofílicos; la excreción de moléculas
más pequeñas suele ser despreciable. La conjugación facilita la excreción biliar, en
especial si se produce con ácido glucurónico.

Es muy importante para algunos fármacos como la digoxina, fenobarbital (Luminal®)


o los oxicams (familia de antiinflamatorios).

OTRAS VÍAS DE EXCRECIÓN


Existen otros órganos que también contribuyen a la excreción, aunque su
importancia, desde un punto de vista cuantitativo, es mínima. Entre las posibles vías
pueden citarse fluidos como la saliva, lágrimas, sudor y leche materna. El mecanismo
que suelen seguir es la difusión pasiva, si bien, existe algún proceso activo, como la
excreción de tiocianatos por la saliva.

No hay que olvidar la importancia excretora de los pulmones en el caso de los


fármacos volátiles, como los anestésicos generales administrados por inhalación.
(Ballesta, 2011)

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CURVAS DE EXCRECIÓN URINARIA

INTRODUCCIÓN
 Relación entre concentraciones plasmáticas y velocidades de excreción en
orina.
 Curvas distributivas.
 Cálculo de las constantes cinéticas en los modelos monocompartimenal y
bicompartimental.
 Curvas acumulativas de excreción urinaria.
 Alcance y limitaciones de las curvas de excreción urinaria.

TIPOS DE GRÁFICAS:
 Distributivas
 Acumulativas

RECOGIDA DE DATOS:
 Se administra la formulación.
 Se recoge Volumen Total de Orina (intervalos).
 Se calcula la cantidad total de fármaco Cu x Vu = ∆ Ut
 Se calcula la Velocidad media de Excreción ∆ Ut /∆ t

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TÉCNICAS DE DEPURACIÓN
EXTRACORPÓRA
TÉCNICAS DE DEPURACIÓN EXTRACORPÓREA
Proceso de purificación de la sangre, bien por uremia o fallo renal agudo o fallo renal
crónico, o por intoxicaciones. Existen diversas técnicas dependiendo de las
características de los pacientes.

Las dos técnicas fundamentales son: hemodiálisis (con sus diferentes modalidades
de hemodiálisis intermitente o convencional, hemodiálisis de alto flujo, hemofiltración
y hemodiafiltración); y diálisis peritoneal (bien continua-ambulatoria o automatizada).
(Universidad de Navarra, 2013)

HEMOFILTRACIÓN
Técnica de depuración sanguínea extracorpórea, habitualmente continua (más de 24
horas), basada en la ultrafiltración (transporte convectivo) a través de una membrana
de alta permeabilidad y sin la utilización de solución de diálisis.

El volumen de ultrafiltrado puede ser de hasta 150 ml/min, pero lo habitual es que
sea de 10-15 litros al día. La pérdida de agua y electrólitos (ultrafiltrado) que conlleva
se reemplaza por una solución infundida, en la línea de entrada o de salida del
hemofiltro.

Esta técnica requiere un acceso vascular, un hemofiltro (poliacrilonitrilo, polisulfona


o poliamida), líquido de reposición (variable según los requerimientos del paciente) y
un control de la eliminación de líquido y velocidad de reposición.

La estabilidad cardiovascular y la tolerancia clínica del paciente es buena.

Puede ser: hemofiltración continua arteriovenosa, venovenosa o puede asociarse a


la utilización de solución de diálisis y, entonces, se denomina hemodiafiltración.

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Se utiliza en cuidados intensivos con pacientes hemodinámicamente inestables, con
insuficiencia renal aguda complicada, postcirugía, edema agudo de pulmón, etc.

HEMODIÁLISIS
Cuando la membrana semipermeable es artificial. Estas pueden ser de naturaleza
celulósica o sintética y por su estructura pueden ser de fibra capilar o de membrana
plana. Varían por su permeabilidad, superficie, espesor, carga eléctrica y capacidad
de adsorción.

Se requiere una vía de acceso permanente al torrente intravascular (preferiblemente


una fístula arterio-venosa interna, posible una cánula, etc.), un riñón artificial (consta
de bomba extractora de sangre, un monitor y el dializador donde se encuentra la
membrana semipermeable y donde se efectúa el intercambio entre el líquido o baño
de diálisis y la sangre).

Habitualmente, la sesión de diálisis en pacientes crónicos se efectúa tres días a la


semana (lunes, miércoles y viernes; o martes, jueves y sábados), con una duración
de 4 horas por sesión, en turnos de mañana, tarde o noche. Puede llevarse a cabo
en el hospital, en una unidad de diálisis extrahospitalaria o incluso en el propio
domicilio del paciente. (Universidad de Navarra, 2014)

BIBLIOGRAFÍA

Ballesta, O. (2011). Edruida Farmacoterapia. Recuperado el Noviembre de 2018, de


https://www.edruida.com/single-post/metabolismo-y-excrecion-de-los-
medicamentos

Lee, J. (2010). MSD. Recuperado el Noviembre de 2018, de


https://www.msdmanuals.com/es-ec/professional/farmacología-
clínica/farmacocinética/excreción-de-los-fármacos

MEDES. (2014). MEDES. Recuperado el Noviembre de 2018, de


https://medes.com/Public/Home.aspx

Universidad de Navarra. (2013). Diccionaria médico CUN. Recuperado el Noviembre


de 2018, de https://www.cun.es/diccionario-medico/terminos/hemofiltracion

Universidad de Navarra. (2014). Universidad de Navarra CUN. Recuperado el


Noviembre de 2018, de https://www.cun.es/enfermedades-
tratamientos/tratamientos/dialisis

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