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FIGURA JURÍDICA, CONSIDERACIONES DEL IVA EN UN FIDEICOMISO

De acuerdo con los estatutos que regulan el impuesto al valor agregado, es obligatorio que la fiduciaria expida comprobantes y se cumpla con lo establecido en el artículo 74 del reglamento.

El fideicomiso es una institución jurídica que apareció por primera vez en la legislación mexicana en 1924. Aun cuando el trust norteamericano fue su antecedente inmediato, el fideicomiso en
México ha sido regulado de una forma totalmente diferente. Se entiende por fideicomiso un negocio jurídico realizado por medio de una persona (llamada fideicomitente) que constituye un
patrimonio autónomo, cuya titularidad atribuye a un fiduciario para que pueda llevar a cabo con él un fin determinado. Esta figura se encuentra en la Ley General de Títulos y Operaciones de
Crédito. A continuación, sus principales características y algunas consideraciones en materia fiscal.

ELEMENTOS PERSONALES: Generalmente, en un fideicomiso participan tres actores: el fideicomitente, el fiduciario y el fideicomisario. El primero, el fideicomitente, es quien decide constituir un
fideicomiso, por lo que debe tener la capacidad para transmitir la propiedad o titularidad de los bienes o derechos objeto del fidecomiso.
El segundo, el fiduciario, como una institución expresamente autorizada, tiene encomendado la realización del fin por el cual se creó el fideicomiso. Por tanto, la institución fiduciaria debe tener
todos los derechos y acciones que se requieran para cumplir con lo establecido en el acto constitutivo. Los bienes y derechos afectos a un fideicomiso forman parte de un patrimonio autónomo de
afectación, y el fiduciario adquiere la titularidad de ese patrimonio, en la medida en que sea necesario, para cumplir con el fin del fideicomiso. Cabe señalar que la propiedad fiduciaria se
distingue de la propiedad plena, en tanto que los derechos de uso y disposición de los bienes no se transmiten plenamente al fiduciario.

Finalmente, el fideicomisario es la persona que recibe los beneficios o provechos del fideicomiso; puede ser designado en el acto constitutivo o en un acto posterior, aunque también puede no
haber fideicomisario, sin que ello incida en la validez del fideicomiso.

OBJETO Y FIN: Un fideicomiso debe tener un fin lícito y determinado, y ello tiene que constar por escrito; además, es indispensable que establezca perfectamente los derechos o bienes que serán
objeto de él. Dependiendo de los bienes afectos al fideicomiso, tendrán que seguirse las formalidades señaladas en la ley. No obstante, la institución fiduciaria debe llevar el registro contable de
los bienes o derechos afectos al fideicomiso.

CONSIDERACIONES FISCALES: El fin del fideicomiso establecido en el acto constitutivo es de gran importancia, pues de él depende si, a través del fideicomiso, se realizarán o no actividades
empresariales. En materia del Impuesto Sobre la Renta (ISR), es el artículo 13 de la ley que regula este impuesto el que marca las reglas a seguir cuando se desempeñan actividades empresariales
mediante un fideicomiso.
En ellas se establece que la fiduciaria es la encargada de cumplir, por cuenta de los fideicomisarios, con diversas obligaciones, tales como la acumulación de ingresos, los registros contables y los
pagos provisionales, entre otras. Además, la fiduciaria tiene la obligación de expedir comprobantes fiscales a los fideicomisarios o fideicomitentes en los que consten los ingresos y retenciones de
las actividades empresariales efectuadas. Si hubiera incumplimiento por parte de la fiduciaria, los fideicomisarios, o fideicomitentes, en su caso, responderán ante la falta de sus obligaciones.

Es importante dejar claro que el fideicomiso es un contrato mercantil sin personalidad jurídica, constituido para la realización de un fin específico, y que las acciones efectuadas por el fiduciario son ejecutadas por orden del fideicomitente y en
beneficio del fideicomisario.
En materia del Impuesto al Valor Agregado (IVA), cuando las personas realizan actividades mediante un fideicomiso por las que deben pagar este impuesto, el artículo 74 del Reglamento de la
Ley del Impuesto al Valor Agregado les da la opción de que sea la institución fiduciaria la que expida, por cuenta de ellas, los comprobantes respectivos. Esto aplica siempre que se cumplan con
los requisitos señalados en dicho precepto.
En caso de incumplimiento o de que no se elija la opción a que se refiere el mencionado artículo 74, las obligaciones fiscales recaen, entonces, en las personas obligadas al pago del impuesto.

Es importante dejar claro que el fideicomiso es un contrato mercantil sin personalidad jurídica, constituido para la realización de un fin específico, y que las acciones efectuadas por el fiduciario
son ejecutadas por orden del fideicomitente y en beneficio del fideicomisario. Por ello, en caso de que no se ejerza la opción que brinda el artículo 74 del Reglamento de la Ley del IVA, es menester
que los obligados al pago del impuesto cumplan con las obligaciones fiscales que les corresponden como contribuyentes.

En caso de incumplimiento de la fiduciaria, los fideicomisarios o fideicomitentes deben responder a sus obligaciones.

Lo anterior fue recientemente confirmado por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito tras estudiar un amparo directo, en el cual señaló que “el fideicomiso no
es una entidad distinta de sus miembros, sino un contrato que constituye un vehículo transparente para efectos fiscales; las actividades gravadas que se lleven a cabo con cargo a su patrimonio
son directamente atribuibles a aquellos”.

CONCLUSIONES: El fideicomiso es una figura jurídica que ha evolucionado con el paso de los años. La etapa en la que ahora se encuentra exige que el acto por medio del cual se constituye dicha
figura describa claramente tanto los fines que se esperan conseguir, como los beneficiarios de estos. En materia del ISR, la ley estipula de manera específica las obligaciones de la institución
fiduciaria. Sin embargo, en materia del IVA, es trascendental que se estipule a detalle a quién o a quiénes corresponden las obligaciones, ello con el propósito de asegurar su debido cumplimiento.

Lic. Adriana Higuera Ornelas, LL.M. Asociada Senior de JCH Abogados e integrante de la Comisión Fiscal Bosques del Colegio

Fuente: https://veritasonline.com.mx/figura-juridica-consideraciones-del-iva-en-un-fideicomiso/

Es importante dejar claro que el fideicomiso es un contrato mercantil sin personalidad jurídica, constituido para la realización de un fin específico, y que las acciones efectuadas por el fiduciario son ejecutadas por orden del fideicomitente y en
beneficio del fideicomisario.
FIDUCIARIO: “Administración y/o Institución expresamente
autorizada” Tiene encomendado la realización del fin por el
cual se creó el fideicomiso. Por tanto, la institución fiduciaria
debe tener todos los derechos y acciones que se requieran FIDEICOMISARIO: “Beneficiario persona física o moral” El
para cumplir con lo establecido en el acto constitutivo. fideicomisario es la persona que recibe los beneficios o
provechos del fideicomiso; puede ser designado en el acto
constitutivo o en un acto posterior, aunque también puede
no haber fideicomisario, sin que ello incida en la validez del
fideicomiso.

FIDEICOMISO: “Negocio jurídico” Realizado por medio de una


persona (llamada fideicomitente) que constituye un
patrimonio autónomo, cuya titularidad atribuye a un
fiduciario para que pueda llevar a cabo con él un fin
determinado.

FIDEICOMITENTE: “Transfiere” El primero, el


fideicomitente, es quien decide constituir un fideicomiso,
por lo que debe tener la capacidad para transmitir la
propiedad o titularidad de los bienes o derechos objeto
del fidecomiso.

Es importante dejar claro que el fideicomiso es un contrato mercantil sin personalidad jurídica, constituido para la realización de un fin específico, y que las acciones efectuadas por el fiduciario son ejecutadas por orden del fideicomitente y en
beneficio del fideicomisario.

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