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DESTINATARIO DE LA NORMA DE INTERPRETACIÓN

Llegado a este punto, y en concordancia con lo ya mencionado, nos podemos


atrever a determinar que el DESTINATARIO de las Normas de Interpretación
de nuestra figura jurídica, la conceptualización de aquellas manifestaciones de
voluntad relevantes y con consecuencias jurídicas, denominado Acto Jurídico
son, las partes celebrantes, los terceros involucrados, y los encargados de
resolver controversias, a través, de la aplicación, de las respectivas normas de
interpretación reconocidas por nuestro ordenamiento jurídico los jueces o
árbitros; en caso de los árbitros, “ cuando estos son de derecho”, cuando así lo
establezca el acuerdo de voluntades interactuadas. De tal modo, también,
brevemente podemos identificar y separar los roles, posiciones de los
respectivos destinatarios de nuestras normas de interpretación del Acto
Jurídico:

Las Partes Celebrantes Del Acto Jurídico; en líneas generales, podemos


entender a Las Partes Celebrante, del respectivo acto jurídico, como aquellos
sujetos que exteriorizan su voluntad interna, sin ningún vicio o error presente,
cumpliendo con los requisitos de la exteriorización de la determinada voluntad;
Art 140 de nuestro Código Civil1. No obstante, dependiendo, de la voluntad
manifestada y declarada de los sujetos se determina el tipo o clase de Acto
Jurídico, y con ello, sus elementos esenciales como sus consecuencias. Es por
ello, que indiscutiblemente, las normas de interpretación van dirigidas,
especialmente, a ellos, y que producto de esa interacción o choque de
manifestaciones y declaraciones de voluntad es que existen.

Los Terceros Involucrados; son aquellos sujetos, naturales o jurídicos, que


producto del choque o interacción de manifestaciones y declaraciones de
voluntad se ven involucrados en ella. Dada las circunstancias, la posible
afectación y repercusiones que puede existir en ellos, da lugar, de laguna u otra
manera, que se vean inmerso de la protección, aplicación de nuestras normas
de interpretación del Acto Jurídico, estableciéndolos como, también, los
destinarios y legitimados a serlo.

Los Jueces o Árbitros; ya que el Acto Jurídico, las controversias,vicios,


ambigüedad u oscuridad que pueden existir, en su celebración o estructura
interna, incluso, en la misma finalidad y consecuencias, no siempre puede ser
resuelta por los particulares de dicha manifestaciones, declaraciones de
voluntad. Es ahí, donde entra el, otro de los destinatario de la normas de
interpretación, Juez2 como principal, cualificado tercero o sujeto especializado

1 Código Civil; Art 140°, sobre el Acto Jurídico “Para su validez se requiere: Capacidad de
ejercicio, Objeto físicamente y jurídicamente posible, Fin licito, Observancia de forma prescrita
bajo sanción de nulidad.
2 Juez; también conocido como agente Jurisdiccional, debido a que tiene la facultad para
ejercer o aplicar la justicia, “reconocida como la persona que resuelve una controversia o
decide el destino de un imputado”.
de aplicar el derecho, para encargarse de resolver los referentes litigios o
problemas en general, respecto al Acto Jurídico, encargándose de la respectiva
interpretación de las normas a materia de mención. Por otro lado, también,
encontramos a los Árbitros3 que al igual que los jueces, cumplen el rol de
resolver controversias, litigios y problemas en general, ya mencionados, del
Acto jurídico. Pero, a diferencia con los jueces, la actuación y aplicación de las
normas de interpretación, del presente tema, que ellos pueden ejercer solo es
ejecutada o aplicada si así lo disponen las partes, funcionando como un medio
autocompositivo- extraordinario de intervención de un tercero. Cabe mencionar,
el término utilizado para establecer o hablar de las decisiones en un fuero
arbitral, es el denominado “Laudo”.

Con todo lo ya mencionado, y en base de nuestra fundamentación en lo que


nuestro propio Código Civil nos muestra, al incorporarnos normas de
interpretación de carácter imperativo4, no podemos dejar de mencionar la
posición de la doctrina y de algunos autores con respecto a los determinados
DESTINATARIOS de la norma de interpretación del Acto jurídico. Sin olvidar
que, existe otra posición doctrinaría sobre la no inoperatividad del carácter
imperativo, la doctrina Francesa, de las normas de interpretación del Acto
jurídico o el mismo Negocio jurídico, que podrían cambiar la opinión sobre el o
los verdaderos Destinatarios de la norma de interpretación, a mención. Pero,
como hemos venido estableciendo y enfatizando la postura del carácter
imperativo de la norma de interpretación del Acto jurídico; sustentada en la
doctrina Alemana, Italiana y Española moderna, sin olvidar las diferentes
perspectivas de distintos autores. De este modo, podemos dar a conocer lo
siguiente:

En general, la doctrina de carácter imperativo de la norma de interpretación, de


la respectiva materia, en cuanto al destinatario se trata, es unánime. La
Doctrina Italiana, estableciendo un sentido de “efecto vinculante” de obligación
al intérprete para la ejecución de dichas normas de interpretación, o la misma
fundamentación de nuestro Código Civil en la Doctrina Española moderna;
significando, también, un criterio de interpretación rígida, basada en la “ley y
hermenéutica “del Acto jurídico, en sus respectivas normas 5. Según
COVIELLO6, “las normas interpretativas no deben mirarse como normas
doctrinales, pues son verdaderas normas jurídicas, que constituyen criterios
legales, y no simples criterios lógicos y, por eso, no pueden violarse
impunemente”. De esta manera, simplificando la idea, BETTI7 señala, que

3 Árbitro; agente o persona imparcial, que al igual que los jueces, es encargado de resolver un
determinado conflicto o litigio, extraordinario, decidiendo a través de un “laudo”.
4 VIDAL RAMIRES, El Acto Jurídico, décima edición; ob. Cit., p. 457.
5 VIDAL RAMIRES, El Acto Jurídico, décima edición; ob. Cit., p. 456 y 457.
6 VIDAL RAMIRES, El Acto Jurídico, décima edición; ob. Cit., p. 456; ver al respecto,
COVIELLO, Doctrina general de derecho civil, ob. Cit., p. 456.
7 VIDAL RAMIRES, El Acto jurídico, décima edición; ob. Cit., p. 457; ver al respecto, BETTY,
Teoría general del negocio jurídico, ob. Cit., p. 249.
primero son las partes, encargándose de los “vínculos contratados” o los que
contraen, como segundo lugar a los Jueces y Árbitros, cuando son requeridos
por las partes para resolver las diferentes problemáticas, ya mencionadas, y en
el caso de los Árbitros “ cuando sean estipulados o llamados, sin olvidarnos a
los terceros involucrados o como los llame BETTI “ interesados en la precisión
del sentido y alcance de un acto jurídico determinado”.

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