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El documento resume los criterios de evaluación que los tribunales tienen en cuenta al evaluar la programación didáctica y la unidad didáctica durante la parte final de las oposiciones. Los tribunales evalúan la adecuación de los objetivos, la coherencia y variedad de las actividades propuestas, los instrumentos y estrategias de evaluación, y la actitud y capacidad de defensa del candidato durante la exposición. El uso de material didáctico es secundario y solo debe usarse para apoyar la exposición de manera atractiva y eficiente.
El documento resume los criterios de evaluación que los tribunales tienen en cuenta al evaluar la programación didáctica y la unidad didáctica durante la parte final de las oposiciones. Los tribunales evalúan la adecuación de los objetivos, la coherencia y variedad de las actividades propuestas, los instrumentos y estrategias de evaluación, y la actitud y capacidad de defensa del candidato durante la exposición. El uso de material didáctico es secundario y solo debe usarse para apoyar la exposición de manera atractiva y eficiente.
El documento resume los criterios de evaluación que los tribunales tienen en cuenta al evaluar la programación didáctica y la unidad didáctica durante la parte final de las oposiciones. Los tribunales evalúan la adecuación de los objetivos, la coherencia y variedad de las actividades propuestas, los instrumentos y estrategias de evaluación, y la actitud y capacidad de defensa del candidato durante la exposición. El uso de material didáctico es secundario y solo debe usarse para apoyar la exposición de manera atractiva y eficiente.
Por último vamos a ver qué papel juega el material en esta última parte de la oposición y cómo evalúan esta prueba los tribunales.
Cómo utilizar el material didáctico
Durante la exposición de las actividades podremos ir
enseñando el material que nos hayamos preparado siempre que la convocatoria lo permita (revisa la convocatoria de tu comunidad).
En cuanto a qué material llevar puedes ver la consulta
publicada en “El Oráculo” al respecto, solo material original tuyo y que esté directamente relacionado con las actividades que tienes que exponer en la unidad que te ha tocado. Recuerda: el material es solo un apoyo en tu exposición, no el objetivo.
Hay que tenerlo muy organizado para evitar que nos
entorpezca en la exposición, ten en cuenta que el tiempo está muy tasado y que no hay que malgastarlo. Evita perder tiempo escribiendo en la pizarra o explicando detalladamente en qué consiste o cómo se utiliza (por ejemplo, si tenemos un dominó de sinónimos no hace falta explicar cómo se juega al dominó ni cuáles serán todos los sinónimos recogidos en las fichas, el tribunal no lo necesita para comprender su utilidad; tampoco es necesario contar un cuento o cantar una canción basta con referirse a ellos).
No olvides que en realidad su función principal es hacer más
atractiva tu exposición, atraer la atención del tribunal y proyectar una buena imagen de ti y de los recursos que eres capaz de emplear para alcanzar tus objetivos.
En definitiva, ¿qué evalúa el tribunal en esta parte de la oposición?
Como sabrás los criterios de evaluación se publican o se
exponen en muchas comunidades autónomas, por ejemplo, puedes consultar los criterios de evaluación de la programación y de la unidad didáctica de las diferentes especialidades de Murcia.
En general los tribunales valoran:
Contextualización: debes describir un contexto de
manera que resulte claramente identificable, es decir, que el tribunal tenga una idea del centro que describes y sus características principales.
Adecuación de los objetivos: obviamente deben ser
adecuados para el curso y área para el que programas, pero, además, en el ámbito de la unidad, debes asegurarte de que están correctamente redactados, que hay actividades suficientes y adecuadas para trabajar cada uno de ellos, que los evalúas correctamente. Es decir, tiene que haber una relación clara entre los objetivos que quieres conseguir con la unidad, los contenidos que seleccionas para trabajarlos, las actividades que propones y los criterios de evaluación que deberán servir para comprobar si se han conseguido
Actividades: en primer lugar, deben ser coherentes con
los elementos señalados, estar bien temporalizadas y secuenciadas, ser realistas (no hay que intentar hacer todas las actividades posibles en cada unidad), incluyen de todos los tipos (evaluación inicial, presentación de contenidos, desarrollo, refuerzo y ampliación, atención a la diversidad y evaluación). Hay que describirlas teniendo en cuenta la secuencia didáctica correcta, los materiales que se utilizarán, la forma en que se agruparán los alumnos, etc. En cada unidad debe haber propuestas variadas que incluyan las TIC, el fomento del hábito lector, la transmisión de valores, la resolución de conflictos, la colaboración con las familias.
Evaluación: instrumentos y estrategias adecuados y
variados, criterios de evaluación, criterios de calificación. Evaluación de la propia práctica docente. Tu propia actitud en la exposición y defensa: evidentemente esta es la oportunidad que el tribunal tiene para “verte” trabajar, así que aquí es donde tendrás que ganártelo, debes ser elocuente, correcto en la expresión, entusiasta, dinámico, controlar la situación. No en vano un docente tiene que dominar las habilidades de comunicación básicas ya que su trabajo le exigirá ser un buen comunicador.
Finalmente, una vez terminada la exposición puede haber
cierto tiempo de “defensa” de tu programación, el tribunal puede preguntarte por todo aquello que estime conveniente. Defiende tus propuestas con convicción y con argumentos, pero sin enfrentarte al tribunal, si aprecias que tienen una versión muy diferente de la que tu propones o dudas válidas sobre tus propuestas acepta la posibilidad de corrección. Al fin y al cabo la evaluación de la propia práctica es lo que nos hace mejorar.