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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

UAPA

ESCUELA DE NEGOCIOS
CARRERA DE MERCADEO
TEMA
LA MORAL Y ETICA
ASIGNATURA
ÉTICA PROFESIONAL
PARTICIPANTE

LUIS GABRIEL POLANCO MARTE


MATRICULA
15-4525
FACILITADOR
JOSE MANUEL FERNANDEZ
SANTIAGO DE LOS CABALLEROS
REPUBLICA DOMINICANA
16/01/2018
Introducción
Continuación vamos a observar un resumen general de los aspectos más
importantes de la moral y la ética, como su historia, conceptos, importancia y como
todo esto repercute en todo profesional.
Realiza el autoestudio de los temas I y II del libro de texto de la asignatura
"Ética profesional" del autor Francisco Alcántara, el cual debes adquirir en el
economato de la universidad y luego redacta un ensayo en un mínimo de
cinco páginas.

1.1 Breve historia de la moral


Todo hombre es inevitablemente moral, en el sentido primario de esta palabra. Es
el responsable de su vida, puesto que hace y haciéndola responde con ella y de
ella. El hombre se hace así mismo a lo largo de su vida y la humanidad a lo largo
de su historia. Este sentido, individual y social, histórico siempre, es el primario de
la palabra “moral”: moral vivida, moral que no consiste aun en teoría sino en la
praxis del hacerse así mismo a través del hacer cosas.
Tenemos en primer lugar la realidad moral consistente en el conducirse, en el
quehacer de la vida.
Existen pautas o modelos de comportamiento recibidos histórico-culturalmente,
consistentes en lo que suele llamarse reglas morales. Es el segundo sentido que
tomamos la palabra moral.
El hombre se conduce a si mismo inventando su vida, esto es proyectándola por
modo original y realizando este proyecto suyo, segundo, esta invención, aun sin
dejar nunca de ser, es bastante más modesta de lo que podría parecer según la
acepción anterior. Moral significa ahora, en un conjunto filosófico, el conjunto de
reglas de comportamiento en un mundo histórico social determinado.
1.2 El fenómeno moral
En general se designa a la ética como la ciencia que se ocupa de las acciones
morales. Esta es universal opinión se funda en la idea de que se puede determinar
en qué consiste la moralidad de un acto, y esto a su vez se apoya en el presupuesto
más hondo de que ya se conoce lo que contribuye lo ético.
En el interior de nuestra conciencia (conocimiento interior del bien que se debe
hacer y del mal que se debe evitar) experimentamos una sensación de
responsabilidad sobre cada una de las cosas que hacemos libre y voluntariamente.
Lo mismo antes que después de la acción vemos que estamos comprometidos
como personas. De alguna forma nos sentimos responsables, obligados.
Quiere decir que dentro de nosotros hay algo más que la mera apreciación de un
valor. Es una percepción de valores, pero acompañada de un carácter de imperativo
en el que expresa que debemos hacer el bien y evitar el mal.
A pesar de la libertad que tenemos para elegir si haremos o no un acto, sentimos
también que, no lo somos, en alguna forma. Aquello que fue objeto de la elección.
Somos psicológicamente libres, ya que en lugar del bien podríamos haber elegido
el mal; pero, por encima de esto, nos percatamos de que aquella libre elección
estamos bajo singular precio de una exigencia que partía del bien.
Lo peculiar de este caso es que la conciencia de responsabilidad respeto al bien
nos persigue insistentemente, haciendo valer sus exigencias, sin otra justificación
que ella misma y sin que muestre señales de dependencia. Nosotros sabemos que
no hacemos el bien por razones de utilidad, sino porque da lugar en nuestro interior
a una responsabilidad de la que no nos podemos librar.
Esta conciencia de responsabilidad, que hemos descrito como el fenómeno ético
primario, es un algo psíquico, un imperativo espontaneo de nuestra razón práctica,
dirigido a nuestra libertad, a la que le manda hacer el bien y evitar el mal.

1.3 Etimología y definición del vocablo ética


La ética surge, como una disciplina filosófica, con la escuelas Socráticas, donde
lo que más importaba era la obtención de la sabiduría, entendida esta como
conducta en el mundo y no como simple saber acerca de él.

La disciplina filosófica que tratamos se conoce con dos nombres: ética y moral.
Procedente del griego, uno; del latín, el otro. La palabra ética, se deriva del
griego ethos, significa carácter”. ‘modo de ser.

La expresión “moral “deriva del latín Mos, Moris, que significa costumbre,
comportamiento.

Como se puede observar una idea es consecuencia de la otra; es una relación


de criterios de orígenes griego y latino, a tal punto, que los filósofos emplean la
ética como sinónimo de moral.
Lo ético comprende ante todo, las disposiciones del hombre en la vida, su
carácter, sus costumbres y, naturalmente, también lo moral. En realidad se
podría traducir por “modo o forma de vida”.

Este modo de ser o forma de vida se va adquiriendo, apropiando, incorporando,


a lo largo de la existencia. El carácter, según hace notar Aristóteles, se logra
mediante hábitos. Pero a su vez los hábitos nacen por repetición de actos
iguales. El carácter como personalidad es obra nuestra, es nuestra tarea moral.
Aquiles Menelendez define la ética ética “como la parte de la filosofía que trata
de la moral y de las obligaciones del hombre. De aquí se infiere que una de las
características fundamentales de la ética es su obligatoriedad, la cual encierra
el concepto del deber de dar cumplimiento a los principios rectores del bien. En
nuestro interior experimentamos una sensación de responsabilidad sobre cada
una de las cosas que hacemos libre y voluntariamente, estamos comprometidos
como personas.

El hombre descubre las verdades éticas fundamentales a media que va


madurando su capacidad de razonar. Las experimenta como u hecho de
experiencia interna. Esto significa que las órdenes que nos indican lo que
debemos hacer y lo que no debemos hacer tienen su origen en nuestra
integridad.

1.4 Objeto e importancia de la ética


El objeto material de la ética son los actos humanos, los hábitos o costumbres, el
carácter de la persona. El hombre va haciendo su modo de ser, y en cuanto mayor
sea el número de actos, tanto mayor la determinación del ser humano.
Lo expresado confirma que el objeto material de la ética, es, en última instancia, no;
la vida, sino el carácter adquirido en ella. A lo largo de la vida conquistamos un
carácter, un “haber “por apropiación, y este es el que importa éticamente.
El carácter, éticamente considerado, es la personalidad moral: lo que al hombre le
va quedando de suyo a medida que la vida pasa; hábitos, costumbres, virtudes,
vicios, modo de ser. La tarea moral consiste en llegar a ser lo que se puede ser con
lo que se es. Porque como dice Zubiri:
“Somos, a la vez, agentes, autores y actores de nuestros actos. Agentes, en
cuanto que emergen de nuestra naturaleza; autores, en cuanto que son libres,
dependen, no de aquella, si no de nuestra volición; actores, en cuanto que
definimos nuestra propia figura aun en aquello-naturaleza-de que no somos
dueños”.
El ethos, carácter o personalidad moral, va siendo definido a través de cada uno de
los actos humanos. Con cada nueva posibilidad que nos apropiamos, con cada
actualización de un vicio o una virtud, describimos, corregimos o subrayamos los
rasgos de nuestro carácter.
Como se puede observar, hay, pues, un circulo entre estos tres conceptos, modo
ético de ser, hábitos y actos, puesto que el primero sustenta los segundos y estos
son los principios intrínsecos de los actos, pero, recíprocamente, los hábitos se
engendran por repetición de actos y el modo ético de ser se adquiere por habito
2.1 problemas morales a nivel profesional
La ética concierne a todo el mundo. Todos enfrentamos con problemas morales.
Problemas sobre los que, después de mayor o menor reflexión, hay que decidir.
Supongamos que te prometen varios miles de pesos al contado; únicamente por
falsificar documentos de la empresa en que trabajas, con fines desconocidos para
ti. Nadie podrá descubrir el acto. ¿Estarías dispuesto a hacerlo?
Si te ves en una situación económica precaria y encuentras la oportunidad de robar
¿estarías dispuesto?
Si en el desempeño de tus funciones encuentras colegas que te hacen
proposiciones indecorosas, pero ventajosas económicamente, ¿aceptarías
materializarlas?
¿Qué prefieres ser honrado y que te consideren un ladrón o ser la ladrón y que te
consideren honrado?
¿Qué prefieres: ser millonario a base de inmoralidades o ser pobre a base de
honestidad?
Es probable que nos encontremos en muchas de estas situaciones. Sin embargo,
es interesante que nos hagamos a nosotros mismos estas preguntas para descubrir
hasta que punto llegaría nuestro sentido del deber o del heroísmo.
Todos estamos expuestos a las tentaciones, pero nos enfrentamos a ellas con una
actitud de rechazo. Estamos plenamente conscientes del número elevado de
profesionales que, en el ejercicio de sus funciones, hacen caso omiso a la voz de
su conciencia. No cumplen con los compromisos que han contraído con la sociedad
y con ellos mismos
2.2 principios éticos fundamentales
Toda profesión lleva sobre sus hombros el peso de graves deberes y de hondas
responsabilidades, que el profesional solo podrá vencer si pone todos sus
conocimientos al servicio de una conciencia fina y delicada.
Cada profesión plantea problemas morales específicos, porque indica peculiares
derechos y obligaciones. Cada una de ellas compromete la vida del hombre en una
actividad que ha de estar, ante todo, de acuerdo con las exigencias de su
conciencia, de su personal y libre. Todo el que adquiere una profesión adquiere, al
mismo tiempo, derechos y deberes inalienables a los cuales no debe renunciar
jamás.
Toda profesión requiere preparación, consagración, aplomo, precisión e incluso una
sólida personalidad. Por ello, el primer deber del profesional debe ser ponerse en
condición de serlo, cultivando su mente con el estudio de los que se debe saber y
pertrechando su voluntad con todos los motivos del bien obrar.
Estaría condenado al fracaso todo profesional que no se esfuerce por instruirse
acerca de sus deberes
2.3 la profesión como función social
La profesión según Peinado Navarro, una actividad del hombre que desempeña una
función social. Toda persona que ejerce una profesión ha de tener la idea de
permanecer en ella durante largo tiempo, buscar en ella lo medio de sustentación
de la vida y que esa profesión sea duradera.
La profesión no consiste solamente en prestar un servicio, si no que implica la
personalidad. Es además, un labor social, le profesión supone una sociedad
organizada.
Esto significa que cuando hay vocación, ningún trabajo se hace pesado; todo se
facilita. Al mismo tiempo, la profesión es como una función social. Debe, en justicia
cooperar, con el máximo interés, al bien común.
Ese deduce que la profesión e un instrumento de perfeccionamiento individual, de
servicio social.
2.4 deberes fundamentales del profesional
A. Honradez
El profesional, en todas sus actuaciones de la vida, tiene una bandera blanca
que levantar para el éxito de su ejercicio profesional.
B. Honestidad
E un atributo que refleja el recto proceder del hombre. Implica buen
comportamiento, modestia y moderación.
C. Estudio
El profesional debe luchar continuamente por superación.
D. Independencia
Es un grado de autonomía conquistada por la superación científica y técnica
y el espíritu de libertad que embarga al individuo
E. Carácter
Es un conjunto de hábitos que el individuo h conquistado asa través de e
vida.
F. Cortesía
La forma ms afables en el trato social, unas etiquetas que siempre debe llevar
el profesional.
G. Investigación
Sistematizar sus conocimientos mediante la investigación científica, es tarea
de todo profesional.
Conclusión

Al culminar este reporte se puede apreciar y entender l importancia que tiene


la moral y la ética para cada profesional.

Vivimos en una sociedad donde se echan a un lado los valores y la integridad,


por ello es indispensable que cada uno de los seres humanos debe saber los
valores que ha aprendido a lo largo de su vida, para ponerlo en práctica en
un momento determinado.

La posibilidad de las conductas profesionales surge cuando las personas con


un determinado fin común, deciden establecer un conjunto de pautas
obligadas a preservar su honorabilidad, honradez y objetividad, entre otros.
Bibliografía
Manual de ética profesional (ediciones UAPA, serie autoaprendizaje)

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