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Álvaro Carvajal Villaplana

La racionalidad tecnológica:
más allá de la razón instrumental
Abstract. The main contention in this paper Palabras clave: filosofía de la tecnología,
is that technological rationality has been under- tecnología, racionalidad tecnológica, racionali-
stood erroneously. The instrumental dimension dad práctica, astucia.
is the only one usually taken into consideration,
without confronting the rationality of ends and
the rational aspects of evaluation. Such a reduced Introducción
perspective of technological rationality contrib-
utes to stimulate the usual, purely instrumental La racionalidad tecnológica es uno de los
practice, and at the same time inspires an external temas que desde la perspectiva filosófica ha sido
and narrow critique of technology. The proposal poco estudiada, la mayor parte de las investi-
in this paper aims at promoting a more integrated gaciones asumen una crítica externalista que
vision of the different dimensions of technological enfatiza en las consecuencias y los efectos de
rationality: ends, means, evaluation and symbols. la tecnología sobre la naturaleza y la sociedad.
Aspects usually seen as external by the critic are Estos efectos son asumidos como producto de
considered here internal to the process of techno- la racionalidad instrumental preponderante en la
logical development. racionalidad tecnológica. Se considera que dicha
racionalidad solo se guía por su estructura inter-
Key words: philosophy of technology, tech- na y no considera las externalidades. La práctica
nology, technological rationality, practical ratio- tecnológica dominante también confirma esta
nality, shrewdness. percepción. Sin embargo, es posible encontrar
prácticas tecnológicas alternativas que muestran
Resumen: En este trabajo se sostiene que que la racionalidad tecnológica es más integral, y
la racionalidad tecnológica ha sido entendida de va más allá de la racionalidad instrumental. Aquí
manera errónea. Por lo general, se la concibe se propone la necesidad de comprender mejor la
desde su dimensión instrumental, negándose o con- racionalidad tecnológica a fin de promover un
frontándola con las racionalidades de fines y la cambio de visión que repercuta en una modifica-
evaluativa. Este enfoque reducido de la racionali- ción de la acción tecnológica.
dad tecnológica contribuye a incentivar la práctica Para esto, primeramente se ubicará la racio-
instrumental de la tecnología, y al mismo tiempo, nalidad tecnológica como reflexión filosófica
inspira una crítica externalista a la tecnología en el dominio de la racionalidad práctica, des-
estrecha de miras. La propuesta del trabajo se tacando algunos de los aspectos más relevantes
orienta a fomentar una visión más integrada de que permiten hacer esta inclusión. Luego, se
las diferentes dimensiones de la racionalidad tec- exponen dos estrategias para enfrentar el asunto
nológica: instrumental, de fines, evaluativa y sim- de la racionalidad práctica que también afectan
bólica. La idea es que aquellos aspectos, que desde o influyen en el análisis de la racionalidad tec-
la práctica y la crítica, se presentan como externos nológica: (a) aquella que distingue varias dimen-
se las entiendan como internos al proceso mismo siones de la racionalidad, pero que las concibe
del desarrollo tecnológico. como separadas o jerarquizadas, y (b) aquella

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otra que considera que las diferentes dimensiones se enumeran algunos aspectos de la racionalidad
conforman una unidad. Enseguida, se presentan y práctica comunes a la tecnología.
discuten tres niveles de análisis de la racionalidad Una primera observación obvia, por su gene-
tecnológica: el interno, el externo y la extensión ralidad, es la que asevera que la racionalidad es
de dicha racionalidad a otros ámbitos del pensa- indispensable a la condición humana; ya que por
miento. Además, se defiende la tesis de la unidad las características de esta especie, la racionalidad
de la racionalidad tecnológica; afirmándose con contribuye a asegurar su supervivencia. A dife-
esto que muchos de los aspectos, que tradicional- rencia del resto de los animales que se guían por
mente se consideran como parte del nivel externo, su base instintiva, los seres humanos han dejado
han de internalizarse. de depender estrictamente de sus condiciones
Por último, se enuncian y explican algunas netamente instintivas, de tal manera que evalúa
de las características esenciales y específicas de el medio en el que vive a partir de su raciona-
la racionalidad tecnológica, prestándole atención lidad; convirtiéndose en un instrumento para
a los temas de la astucia, optimización, maximi- explorar necesidades y problemas específicos en
zación y su condición contextual. La idea radica búsqueda de sus satisfacciones o soluciones. Al
en que la racionalidad tecnológica no es maximi- respecto, el cerebro humano evoluciona de tal
zadora en sentido absoluto, sino que conservando manera que la racionalidad conforma parte de
su carácter normativo y de búsqueda de las alter- sus procesos mentales.
nativas óptimas, puede perfectamente adecuarse La racionalidad en cuanto proceso men-
a los contextos y las posibilidades que permiten tal implica la noción de “intencionalidad”, esta
dichos entornos, así como las situaciones de ries- característica es para Broncano la “marca de
go e incertidumbre. Es así que se defiende la tesis fábrica” de la racionalidad, pues al atribuírsele
de que la racionalidad tecnológica no es utópica intencionalidad a un agente se le adjudica: a) la
sino realista y que en este sentido ha de conside- capacidad de representarse un grupo de estados
rar las consecuencias de su acción. posibles del mundo; b) un conjunto de objetivos o
resultados; c) un determinado número de cursos
de acción posibles y d) una función de elección
1. La racionalidad tecnológica como que tiende a conseguir el máximo de satisfacción
una forma de racionalidad práctica de esos objetivos (1996, 34). Una conducta racio-
nal es aquella que cumple con estas condiciones,
La filosofía de la tecnología y la tecnología de tal manera que la acción se dirige hacia un
misma en cuanto práctica, están enlazadas con la objetivo o fin que quiere alcanzarse.
filosofía de la acción; tanto la reflexión como su En contraste, John Elster (1983) se cuestiona
objeto de estudio conforman parte de una cavilación si la racionalidad puede darse sin intencionalidad.
más amplia: la filosofía práctica. Al ser la tecnolo- Para él la respuesta depende de cómo se defina
gía una forma de acción, a ella aparecen ligados “racionalidad”, si por este término se entiende
conceptos como los de agencia, libertad, decisión, “adaptación en sentido de maximización local”,
responsabilidad, deseos, creencias y posibilidades la respuesta es que sí existe intencionalidad sin
proyectivas. Si bien la racionalidad tecnológica racionalidad. Empero, para él, este vocablo ha de
forma parte del dominio general de la acción, mues- reservarse a los casos en los que el término tiene
tra particularidades y constricciones en la toma de poder explicativo; es decir, para caracterizar una
decisiones y en el control de sus procesos, las que acción, una creencia o modelo de conducta como
se expresan en la idea de instrumentalidad y en el racional, se ha de estar dispuesto a afirmar que
criterio de eficacia tecnológica. Las constricciones “la racionalidad explica que lo que se dice es
de la tecnología son vistas por Broncano de manera racional” (66) –adviértase que tal razonamiento
positiva, ya que permiten “ampliar el espacio de parece ser autorreferencial–; por tanto, en la
posibilidades pragmáticas y de oportunidades y racionalidad debe haber una intención de expli-
de aprovechar y explotar las oportunidades dispo- cación, a lo cual ha de agregarse la intención de
nibles” (1997, 72). Por las razones expuestas, aquí predicción y la normatividad.

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Si bien, la intencionalidad es una caracte- las que se actúa. Si la racionalidad se apoya en


rística de la racionalidad, para Elster tal atributo “buenas razones”, estas serán las convincentes:
no le es exclusivo, puesto que la irracionalidad “…la racionalidad no consiste en tener ciertas
también es intencional; por ejemplo, el modelo razones para lo que uno hace, sino en alinear
de homo economicus como canon de la raciona- nuestras creencias, acciones y evaluaciones de
lidad práctica, supone un ser humano egoísta; sin modo efectivo con la mejor o la más fuerte razón
embargo, la evidencia empírica muestra que eso disponible […]. Proporcionar o seguir el curso
no es así. Este principio puede ser clasificado de del consejo inteligente y ‘responsable’ es la clave
irracional pero intencional. de la racionalidad…” (Rescher, 1988, 20). Este
La noción de “racionalidad”, como se apun- es un planteamiento similar a la idea aristotélica
tó, intenta ser descriptiva, predictiva y normativa. de que la razón práctica no solo ha de perseguir
Toda buena teoría de la racionalidad práctica ha los medios, sino también los fines, pero no vale
de describir una realidad determinada; y a la cualquier fin, sino aquel que da “en el blanco”
vez predecirla, es decir, en la racionalidad hay adecuado. La noción de “adecuación racional”,
un intento por adelantar los hechos. El problema como la llama Rescher, se vincula con la de
consiste en si esta predicción puede ser absoluta- “intencionalidad” y la “capacidad de predicción
mente confiable. Otrosí, la teoría ha de ser nor- de las acciones”, pues se trata de determinar
mativa, pues la racionalidad dice cómo resolver completamente hacia qué dirección apuntan las
cuestiones concernientes a creencias, acciones y razones mejores o más convincentes.
valores. Otra razón que sustenta dicha normativi- La racionalidad no solo tiene como exigencia
dad reside en que permite la crítica a las decisio- la coherencia o adecuación entre las razones y la
nes no racionales; así, los modelos de racionali- acción, sino que también, demanda una congruen-
dad normativa establecen “un canon o criterio de cia entre los conocimientos de los que dispone el
lo que es un x al que han de adecuarse los hechos agente y su acción, de tal manera que en principio:
para ser considerados, o contar como, un x” (G. “la racionalidad práctica presume la racionalidad
Gutiérrez, 2000, 19). Esta característica es insos- teórica, que se fundamenta en la coherencia de
layable a la noción de “racionalidad”. Empero, un los contenidos. El preferidor ideal es también un
modelo o una teoría de la racionalidad puramente individuo lógico y racional en lo epistemológico”
normativa pierde en predicción y en explicación. (Broncano, 1996, 35). Empero, la racionalidad no
Toda teoría de la acción racional ha de dar cuenta es tan solo intelectual, sino que involucra la volun-
de la tensión entre estos tres aspectos. El proble- tad y la capacidad de selección.
ma reside en establecer ese equilibrio. Otras demandas sobresalientes de la racio-
Es un tópico en varias tendencias de pen- nalidad remiten a su relación con las nociones
samiento que la normatividad no es absoluta, de “optimización” y “maximización”. Una for-
sustancial, ideal o utópica; en tanto que solo mulación conocida de tales principios es la que
puede “…ser ejercida por seres perfectos, porque ofrece Rescher, para quien la racionalidad con-
entonces conduciría a una teoría hipócrita de las siste en la búsqueda inteligente de los objetivos
acciones humanas” (Broncano, 2000, 27). Esta apropiados de la mejor manera posible (1988,
idea implica que la racionalidad es relativa a los 13). La optimización de lo que se piensa y evalúa
contextos o que está sujeta a límites y constric- es el centro de la racionalidad y consiste en la
ciones o que simplemente es fiable a un contexto búsqueda de la mejor alternativa. Esta búsqueda
determinado, ya que se trata de un instrumento de lo óptimo es para Broncano un requisito más
que ayuda a la toma las decisiones correctas. de la racionalidad, se trata en este caso de la
Tampoco ha de olvidarse que la racionalidad completitud y la coherencia entre los objetivos y
se apoya en razones, y en cuanto tal, consiste en el orden de preferencias para obtener la mejor de
la capacidad de “dar cuenta de____”; es decir, las alternativas. Asimismo, la maximización de
en ofrecer razones de las creencias, la acción y los beneficios en la opción escogida, se presenta
la valoración. Al hacerse esto, se establece una como otra exigencia a la racionalidad; pero en
adecuación entre lo que se hace y las razones por tanto “…utilidad condicional en el caso de que

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los estados del mundo no sean independientes y La postulación de la racionalidad como siste-
se establezcan relaciones probabilísticas entre sus ma de control, según Broncano, garantiza la uni-
ocurrencias…” (1996, 36). dad de la racionalidad y la capacidad crítica; es
Según lo expuesto en el párrafo antecedente, decir, existe una misma naturaleza de las decisio-
no cabe duda que la racionalidad práctica tiene nes racionales, una misma forma de racionalidad
vínculos con la economía, pues al comportamien- aplicada a diferentes contextos o contextualizada
to inteligente le es indispensable la evaluación de (1997, 77). Y, como Davidson (1974) sostiene,
costes y beneficios; de tal manera que la eficacia no es posible concebir la existencia de distintas
de los medios y la validez de objetivos son aspec- racionalidades, ya que, esto conduce a la impo-
tos esenciales de la racionalidad práctica. Lo que sibilidad de intelección de la posición del otro.
no es posible esperar, como pretenden las teorías Ahora, lo factible es encontrarse con diferentes
económicas neoclásicas, es obtener una optimi- dimensiones de la racionalidad.
zación absoluta en la que se disponga de toda la
información disponible para tomar las decisiones,
esto es una mera utopía por no decir ideología. 2. Dimensiones de la racionalidad
La racionalidad práctica “…es siempre materia práctica
de optimización relativa a ciertos límites, es
decir, lo mejor que se pueda en las circunstancias En el estudio filosófico sobre la racionali-
actuales” (Rescher, 1988, 38). En consecuencia, dad suelen distinguirse diferentes dimensiones
la racionalidad práctica es instrumental en el de esta. En muchas ocasiones, tales vertientes
sentido en que siempre habrá de considerar los se las concibe como separadas o jerarquizadas.
medios para alcanzar los fines con la información Lo que conduce a percibirlas en conflicto o
disponible en un contexto determinado. como irreconciliables. Una visión semejante tiene
Si la racionalidad atiende a las buenas razo- repercusiones prácticas, ya que los agentes darán
nes, de la misma manera, vela por la calidad mayor énfasis a unas dimensiones que a otras.
de las inferencias lógicas; así es función de la Por lo general, suele oponerse la racionalidad de
racionalidad el control de la calidad de las infe- fines a la de medios, la estratégica a la sustantiva,
rencias, las argumentaciones y las razones que entre otros. Sin embargo, aquí se asume la idea
sustentan las creencias, las acciones y los valores de que la racionalidad tiene una unidad, y que las
asumidos por los agentes. Desde esta óptica, diferentes dimensiones de la racionalidad se inte-
puede apreciarse otra fase del carácter normativo rrelacionan y que una supone a las demás.
de la racionalidad práctica; pues al decir lo que La clasificación de estas dimensiones o tipos
ha de hacerse y al servir como instrumento de de racionalidad puede agruparse en tres conjun-
crítica se encuentra en una tarea de supervisión. tos: (a) aquellas en las que las racionalidades se
Esta función de control de la calidad es esencial las concibe como separadas; (b) las que distinguen
a la racionalidad. Para Broncano se trata de un las distintas vertientes, pero conformando una
sistema interno de control del cerebro humano misma racionalidad y (c) un tercer grupo que dis-
semejante a otros sistemas neurológicos que cum- tingue entre diferentes tipos de racionalidad y que
plen labores de regulación (1996, 32). Además, intentan hacer como una especie de híbrido entre
dicho sistema ha de considerar la calidad de los la racionalidad de fines y la de medios; pero a este
contextos en los que se efectúa la deliberación. grupo no se hará referencia en este trabajo.
Esta cualidad de la racionalidad práctica también En el primer conjunto, se ubica una distinción
es atribuible a la racionalidad tecnológica, con la clásica de tipos de la racionalidad, la de Weber,
observación de que tal mecanismo de supervisión quien acota cuatro maneras de clasificación de
de la calidad de la intencionalidad de la acción la acción racional (1922, 42): (a) en cuanto a un
debe ser más riguroso que los aplicados en la vida fin: en la que se eligen o usan racionalmente los
cotidiana, pues mientras estos últimos están más medios apropiados a un fin o fines determinados.
sometidos al azar, los de la tecnología están más El agente hace uso de sus expectativas o conoci-
supeditados a la planificación y la proyección. miento sobre la conducta de los objetos exteriores

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o de otros seres humanos como condiciones o sobre lo que hay que preferir o valorar (1988, 17).
medios para conseguir, como resultado, la reali- Estas tres dimensiones están interrelacionadas
zación de sus valores; (b) en cuanto a sus valo- y en cada una de ellas se encuentran implicadas
res: dar cuenta de aquella acción que persigue la las otras, forman una unidad. No se trata, por
realización de un valor trascendental; (c) afectiva tanto, de racionalidades diferentes y contrapues-
o emocionalmente determinada y (d) la tradicio- tas. Igualmente, en la racionalidad tecnológica se
nal como expresión de la costumbre establecida. hallan presentes estas tres dimensiones.
Para Weber los dos primeros son los pro- Por su parte, Simon asume la unidad de la
piamente racionales, empero, la de los fines es razón (1983, 9 y 134); no obstante, reconoce que
la más racional; ya que el agente está guiado por en contextos particulares, la racionalidad puede
la consideración de los objetivos, los medios y tener diferentes usos, distinguiendo cuatro de
las consecuencias secundarias, y en la actuación ellos (1982, VIII, 8.1). Estas categorías de análisis
misma evalúa racionalmente los medios en rela- resultan útiles para el estudio de la racionalidad
ción a los fines, los fines posibles en su relación tecnológica, a saber:
entre sí, es decir, en ella existe tanto una decisión
consciente como una organización sistemática de ● la maximizadora: destaca la función de uti-
la acción (44). Es una racionalidad medio-fin. El lidad; el consumidor racional de una teoría
segundo tipo no toma en cuenta las consecuencias económica forma su utilidad esperada o el
de la acción. Ambos no solo son opuestos sino empresario racional maximiza su beneficio
que se presentan jerarquizados. esperado. Se trata de una especie de racio-
Por su parte, Habermas retoma las distincio- nalidad estricta: busca maximizar la función
nes hechas por Weber dándole mayor concreción, de utilidad (o, cuando se trata de Teoría de
y llega a contraponer dos tipos de racionalidad: la Juegos, intenta minimizar). La forma más
instrumental y la estratégica. La primera regula general de racionalidad en este ámbito supo-
las acciones sujeto-objeto, es una racionalidad ne la adaptación al entorno.
de medios y en donde la racionalidad se entien-
de como en la teoría de la elección racional. La ● la dualista: descansa en los criterios de satis-
segunda norma las relaciones entre sujeto-sujeto facción de la meta elegida, que han de ser
(Habermas, 1979). Y añade un tercer tipo de satisfechos como todo-o-nada, como en el
racionalidad: la racionalidad (ético)-normativa, caso de la obtención del nivel de aspiración
aquella guiada por principios morales para la (al que se llega o no se llega).
solución de tareas prácticas (90). En el contexto
de la Escuela de Frankfurt, algunos de sus miem- ● la racionalidad que depende del plano donde
bros creen que la racionalidad de fines, valores se sitúe la meta de la entidad que elige.
o sustancial es la verdaderamente racional, la de
medios es considerada subordinada (Mannheim ● la limitada: la racionalidad no es máxima,
y Horkheimer). Pero también, hay quienes sostie- sino que está determinada por el contexto
nen que la racionalidad de fines y la de medios y las posibilidades, en este sentido se trata
son independientes, de modo que pueden ponerse de una racionalidad mínima. Se centra en
en práctica medios perfectamente racionales, o las condiciones dadas sean estas objetivas o
estimados tales, para conseguir fines no raciona- subjetivas.
les, y lo opuesto también es plausible.
En el segundo conjunto de enfoques, Rescher Uno de los contrastes más interesantes en
distingue tres dimensiones de la racionalidad que la clasificación de Simon es el que se da entre
tienen como objetivo la deliberación racional: (a) la racionalidad maximizadora y la limitada;
la cognitiva: que versa sobre el creer y aceptar en la primera es restringida y funciona solo en
el campo del conocimiento, sea formal o empírico; ciertas condiciones ideales y para cierto de
(b) la práctica: que decide respecto de las accio- tipo de situaciones. En contraste, la limitada
nes a realizar y (c) la evaluativa: que dictamina es más débil y se aplica a un mayor número

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de situaciones, por lo cual resulta más realista poco estudiado, y se tienen ideas muy vagas
que la primera. sobre lo qué se entiende por tal racionalidad. En
Otro de los aspectos más interesantes de las general, los teóricos y los críticos de la tecnolo-
ideas de Simon reside en que la racionalidad no se gía consideran que la racionalidad tecnológica es
fija en el producto final, sino en el proceso. Para de tipo instrumental, en tanto que se fija en los
él la racionalidad procedimental depende del medios para obtener los fines, pero sin conside-
proceso que lo genera (por ejemplo: cognitivos, rar estos últimos. Si se concibe este nivel de la
eficiencia computacional, decisiones de riesgo racionalidad tecnológica de manera restringida
computacional, eficiencia computacional de los entonces surgen muchos problemas; y como ya
hombres). Un comportamiento es racionalmente se apuntó, la racionalidad interna no solo se fija
procedimental cuando es el resultado de una deli- en los medios sino que involucra evaluaciones,
beración apropiada: pensar, resolver problemas, mecanismos de control, valores y reglas de acción
aprender (1983, VIII, 8.3, 131). En su estudio de muy precisas y claras.
la racionalidad Simon no se ocupa tanto de las En el segundo nivel suele centrarse la crítica
elecciones racionales en sí, sino de los procesos a la racionalidad tecnológica; esto se debe, en
que conducen a las decisiones finales. Su énfasis parte, al predominio del enfoque tradicional del
está en los procesos de pensamiento que susten- nivel interno, que no considera las externalidades,
tan el juicio y la elección, así como el análisis de la toma de decisiones en situaciones de riesgo e
los modelos de procesos de toma de decisiones. incertidumbre, ni las consecuencias sobre la natu-
Por ejemplo, en el caso de Milton Friedman, su raleza y la sociedad. Según esto, el ingeniero y el
teoría de la elección racional se fija en el resulta- tecnólogo al concebir la racionalidad tecnológica
do (Véase Simon, 1983, 52-53). como atendiendo solo a la lógica interna de su
La idea de “proceso”, lo único que sugiere es desarrollo, asume que la tecnología es neutral;
la existencia de muchas maneras de adaptarse al por tanto, su oficio no ha de fijarse en los fines.
medio, lo que realmente sucede es un constante Esta crítica también ha sido sustentada por cier-
movimiento a un blanco que también está en tas prácticas tecnológicas que asumen enfoques
continuo movimiento; por tanto, los seres huma- deterministas y el imperativo tecnológico.
nos no están sometidos a un único mecanismo El tercer nivel de estudio, proviene de una
particular para el proceso racional, sino que hay crítica marxista y posmoderna, entre otras, que
muchas direcciones que puede tomar el proceso sostiene que la “racionalidad de los medios” se
(Simon, 1983, 93-94). Por este motivo, la raciona- ha extendido hasta impregnar a las ciencias, tanto
lidad ha de mirar a lo local, a un contexto deter- naturales como sociales. Este el caso del marxista
minado, en donde termina tomando decisiones. Leo Kofler (1971), quien realiza un análisis de
Dichos mecanismos permiten descubrir nuevas expansión de la racionalidad tecnológica como
posibilidades que mejoran las anteriores. Como efecto ideológico del sistema de producción capi-
se analizará aquí, a la racionalidad tecnológica es talista. Uno de los argumentos con los que intenta
aplicable esta idea. probar su hipótesis se basa en la analogía que
establece entre un trabajador social, un sociólogo
o un politólogo con el tecnólogo o el ingeniero.
3. Niveles de análisis Los científicos sociales son contratados por una
de la racionalidad tecnológica entidad determinada para planificar o diseñar una
política social o una institución en función de los
La racionalidad tecnológica puede estu- criterios técnicos de la profesión a la que per-
diarse desde tres niveles: (a) el interno; (b) el tenecen, este proceso de diseño social –al igual
externo y (c) a partir de la supuesta extensión que en la tecnología– no considera los fines y las
de la racionalidad tecnológica a otras disciplinas consecuencias de las recomendaciones técnicas.
de las ciencias sociales. El interno corresponde En torno a este asunto gira la expresión la “tec-
a la lógica interna y a los criterios de creación nología de las ciencias sociales”. Empero, este
y desarrollo de la tecnología. Este nivel ha sido proceso podría responder a una manera en que se

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lleva a cabo la profesionalización de las ciencias que esta autonomía relativa y su racionalidad se
sociales, que copian los modelos de razonamiento desenvuelven con éxito en la obtención de sus
de la ingeniería. productos, la tecnología comienza a influir en la
Esta extensión de la racionalidad tecnoló- ciencia, a tal punto que la tecnología se convierte
gica tiene su influjo desde la dimensión interna en una condición determinante para la ciencia.
hacia otras áreas del pensamiento, es algo que se Al respecto, Mitcham asevera que la ciencia se
encuentra en la estructura propia de dicha racio- ha convertido en una especie de tecnología. Para
nalidad, su expansión es el resultado obvio de referirse a esta supuesta transmutación emplea
dicha estructura. Esta racionalidad, para muchos, la expresión “tecnología concreta” (término con-
es la que domina el pensamiento actual: “…hoy tradictorio y problemático, ya que la ciencia es
en día nos encontramos frente a una realidad con- abstracta, en contraste con la tecnología que es
figurada desde la tecnología, por lo que una tarea concreta). Empero, ¿es la ciencia una tecnología
esencial será desvelar los caracteres de lo que abstracta?; obviamente, ciencia y tecnología si
podríamos denominar racionalidad tecnológica, bien tienen una metodología que comparten, son
pues de este paradigma derivará muchas veces el distintas. En tal sentido cabe hacerse el mismo
tipo de problemas con los que el hombre del siglo cuestionamiento con respecto a las ciencias socia-
XXI tiene que enfrentarse, el tipo de actitudes les. También Quine en su tesis exagerada de la
existenciales frente a los mismos, el tipo de crite- naturalización de la epistemología, considera que
rios de todo orden a la hora de tomar decisiones, la epistemología es una rama de la ingeniería, se
y el tipo de criterios prácticos de aplicación de trata de la tecnología que genera conocimiento
dichas decisiones…” (Queraltó, 2003, 13-14). verdadero. Empero, ¿puede convidarse que la
En la sociedad globalizada lo predominante es epistemología es una tecnología?
la racionalidad de la eficacia operativa. La dife- Es probable que el atractivo de la racionali-
rencia con Kofler reside en que para Queraltó, la dad tecnológica resida en el uso de reglas claras
racionalidad tecnológica es una manera posible y precisas, en las nociones de “control” y “opti-
de abordar el problema de la complejidad, por lo mización”, así como la sensación de dominio y
cual, resulta legítima. orden que provoca. Las reglas funcionan como
Muchas de las críticas a la racionalidad juegos que tienen una capacidad proyectiva, per-
tecnológica interna resultan de una inadecuada mitiendo crear y adquirir o proceder en un orden
comprensión de la misma. Si eso es así, aquí se determinado, según Huizinga (1998) se trata de
sostiene que la labor por hacerse es profundizar reglas obligatorias, pero libremente aceptadas.
en su estudio con el propósito de determinar las Para Searle (1994) estas reglas son constitutivas y
razones por las cuales: (a) ciertas prácticas tec- explícitas, de tal manera que jugar el juego cons-
nológicas se guían por el imperativo tecnológico, tituye actuar conforme las reglas. Según esto, las
mientras que otras no; (b) qué es lo que hace, a reglas remiten de inmediato a la normatividad de
pesar de los defectos achacados a la racionalidad la racionalidad tecnológica. Si bien estos juegos
tecnológica, que esta resulté tan atractiva de emu- pueden evocar una racionalidad individual, tam-
lar por parte de las ciencias sociales y (c) cómo bién refieren a una racionalidad colectiva; pues
lograr que aquellos elementos esenciales a la las reglas son convenciones que emergen como
racionalidad tecnológica del nivel externo pasen solución espontánea de problemas de coordina-
a conformar parte del nivel interno. ción, aunque al principio se aceptan en forma
Por ahora, interesa abordar la cuestión: implícita (Lewis, 1969); empero, luego pueden
¿qué tiene de atractivo la racionalidad tecno- hacerse explícitas. El conocimiento técnico del
lógica para que sirva de modelo a otras dis- saber-cómo está ligado a la capacidad de seguir
ciplinas? Al intentar responder la pregunta se una regla, y este conocimiento no requiere la iden-
encuentra una curiosa paradoja: la racionalidad tificación previa de la regla y de sus condiciones
tecnológica actual, se supone que surge a partir epistémicas, sus acciones se realizan conforme a
de la aplicación de los métodos de investiga- reglas, pero estas no necesariamente son expre-
ción de la ciencia a la técnica; pero, una vez sadas formalmente, ya que la práctica misma no

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depende de la formulación de las reglas. Pero, racionalidad astuta se define como “una forma
la explicitación de las reglas es esencial para de racionalidad práctica cuyo funcionamiento
el aprendizaje técnico (véase J. Vega, 1996, responde a la necesidad de que el sujeto se amol-
186-199), pues ponen de manifiesto las ins- de a las contingencias de un entorno natural y
trucciones precisas de cómo hacer las cosas, y cambiante. Este proceso de adaptación no reside
ahí reside, en parte, el carácter normativo de la exclusivamente en responder acomodaticiamente
acción tecnológica. a la circunstancia o aceptar su presión sino en su
En el fondo, el ser humano persiste en la idea aprovechamiento activo. La circunstancia se con-
Leibniziana de reducir todo el pensamiento a un cibe como oportunidad…” (2000, 194).
cálculo que pudiera ser llevado mecánicamente, En la compleja y versátil dinámica de la
y de ahí la tendencia a tomar la tecnología como invención y adaptación tecnológica, la resolución
modelo para la racionalidad científica, o por lo de problemas incluye la astucia como una manera
menos, para ciertos ámbitos de aplicación de las de acotar el camino, de encontrar atajos, conse-
ciencias sociales. Esta aspiración de hacer que el guir los objetivos propuestos por vías más inespe-
pensamiento funcione como si fuese una opera- radas y sorpresivas, siempre cumpliendo con un
ción realizada por una máquina es lo que Mitcham plan de acción. La razón astuta ha de encontrar
llama “tecnologización del pensamiento”. esas oportunidades y esta razón no se desvincu-
A esta racionalidad tecnológica avasalladora la de la racionalidad de medios-fines (195). Al
del pensamiento se le suele denominar como ins- encontrarse la racionalidad astuta inmersa dentro
trumental para calificarla negativamente; no obs- de una acción planificada de inmediato remite a
tante, es importante aclarar que la racionalidad la noción de intencionalidad.
instrumental no es exclusiva de la tecnología, sino Al igual que en la racionalidad práctica y en
que se trata de una dimensión de la racionalidad tanto acción social, la tecnológica es un modo
que se encuentra en la económica antes que en específico de intencionalidad, ya que, en lo esen-
la tecnología actual. Y, por si fuera poco, puede cial, según Ladrière, se trata de “intervenir en el
afirmarse que la racionalidad práctica funciona
curso de las cosas, para impedir que se produzcan
como la instrumental, aunque no exclusivamente.
ciertos estados o por el contrario, para hacer apa-
Lo que aquí se sostiene es que la racionalidad
recer estados que no lo harían espontáneamente.
instrumental es tan solo una dimensión de la
Y esto en función de ciertos objetivos dictados,
racionalidad humana.
en definitiva, por los sistemas de valores que
rigen la acción. Estos sistemas de valores son los
que determinan qué es deseable y qué debe evi-
4. Astucia, intencionalidad y tarse…” (1977, 54). La modificación de la reali-
dimensiones en la racionalidad dad se hace por medio de un plan o diseño previo;
tecnológica por ende, de su capacidad proyectiva y condición
de creación de posibilidades.
En los apartados antecedentes se han men- Por otro lado, y en relación con los aspectos
cionado varios atributos de la racionalidad tecno- relativos a las dimensiones de la racionalidad
lógica, pero quedan por exponer algunos particu- práctica, se tiene que entre los tecnólogos, políti-
larmente sobresalientes a este tipo de racionali- cos, empresarios y ciertos pensadores lo prepon-
dad. El primer interés es destacar la idea de Vega derante es asumir una racionalidad tecnológica
de la racionalidad tecnológica en tanto un tipo interna en un sentido restringido. En adición, este
especial de astucia. En la tecnología hay un uso enfoque reduccionista domina o es el marco de
sagaz de competencias prácticas en los procesos referencia de las críticas que se hacen a la tec-
de invención e innovación, tal uso permite el nología. En la práctica tecnológica tradicional, el
aprovechamiento de las oportunidades implícitas segundo nivel de racionalidad tecnológica queda
y reales. Las que se encuentra en relación con la desplazado. Ese abandono es lo que alimenta la
solución de problemas técnicos en el contexto crítica externalista a la práctica tecnológica. Si se
más amplio de planes de acción. Al respecto, la mira solo la perspectiva interna, la racionalidad

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LA RACIONALIDAD TECNOLÓGICA 83

tecnológica es tan solo de medios: eficacia y de instancias racionales, sino de la corrección de


eficiencia; pero, si se observa desde la segunda, tendencias, pues son estas las que se identifican
tiene que ver con los fines. Tradicionalmente, con los fines. Según el modelo técnico, la conse-
ambos niveles se los considera como separados. cución del bien humano requiere solo de un tipo
Dicha división radical es típica del desenfoque de capacidad: inteligencia. Por eso, en ese con-
que asume distinciones tajantes entre diferentes texto se habla sobre todo de racionalidad (2003,
tipos de racionalidad. Para Buch la crítica que 65-66; Aristóteles, Eth. Nic. VI, 13, 1145 a 4-6).
solo mira en la tecnología su lado interno corres- En relación con lo anterior, Aristóteles habla de
ponde, a la vez, a una concepción pragmatista de la necesidad de la prudencia, y según la inter-
eficacia instrumental: “dado un fin, es racional pretación de Bastons, se trata de la “…capacidad
la acción que lo alcanza con eficacia y eficien- para encontrar los medios adecuados para un fin,
cia” (1991, 51). pero no cualquier fin, sino el fin correcto. Y este
Una perspectiva abarcadora de ambas dimen- no puede hallarse sino se presupone la calidad
siones de la racionalidad es la que involucra de lo tendencial –la voluntad–, esto es, la virtud
eficacia y la eficiencia en la búsqueda de metas moral…” (67).
apropiadas, pero orientada hacia fines, y esta es El quedarse solo con la perspectiva interna
la consideración que ha de estar en todo el proce- de la racionalidad tecnológica hace que esta apa-
so del desarrollo de la tecnología. La tecnología rezca como neutral en lo que toca a los fines; es
es una actividad práctica, en la que se toman decir, un asunto muy distinto es el desarrollo de
decisiones; por lo que, requiere de una raciona- la tecnología y otro sus usos, así la tecnología
lidad evaluativa, al mismo tiempo ha de mirar es neutral con respecto a lo que se haga con sus
hacia los fines a los que se dirige. En Aristóteles objetos, procesos y productos. En este sentido,
se encuentra una primera caracterización de no habría tecnologías ni buenas ni malas, ino-
este enfoque de la racionalidad tecnológica. cuas o peligrosas, liberadoras o dominadoras.
Según él, la técnica se ocupa de las estrategias En la actualidad no puede negarse que la tecno-
y los medios para la producción de algo, por lo logía tiene una dimensión política y que existen
general, sus fines son propuestos externamente tecnologías que en sí mismas no tienen otro fin
(aunque no cabe duda que hoy en día muchos de que el destructivo.
los fines le son internos a la tecnología). La téc- Así, la tecnología en tanto racionalidad prác-
nica se ocupa de los medios, no del fin, ya que la tica está sujeta a los tres ámbitos de racionali-
determinación del fin no corresponde a la técnica dad que propone Rescher. Igualmente, Broncano
misma (Eth. Nic, 1180, b20). Según esta óptica, sugiere que en el ámbito interno, la racionalidad
el técnico puede desarrollar sus actividades tecnológica contempla tres dimensiones, dos de
exclusivamente en términos de pura racionalidad las cuales coinciden con las de Rescher, siendo
a nivel interno, dejando al margen sus intereses novedosa la dimensión simbólica. Aunque en la
o el análisis de los fines. lista de Broncano no aparece la cognitiva o epis-
Empero, como se ha reiterado, dicha racio- temológica. Estas dimensiones (Broncano, 1997,
nalidad interna no es suficiente, pues existen 75-76) son:
factores externos que intervienen en el proceso
de creación y puesta en escena de la tecnología;
por lo cual, la racionalidad tecnológica necesa- ● dimensión moral (política): es un com-
riamente tiene que ver con el ámbito externo, no ponente valorativo esencial a los objetos
puede quedarse simplemente en el ámbito inter- tecnológicos y que configura las opciones
no. Este fenómeno no escapa al pensamiento aris- tecnológicas. En este sentido incluye las
totélico, es así como puede interpretarse que en externalidades y los compromisos políticos
Aristóteles la técnica pasa por la evaluación ética, (agréguese los éticos) que adquieren dichos
pues el asunto no está solo en acertar o no en el objetos y trayectorias según como lo sugiere
blanco, sino acertar en el blanco adecuado. Según Winner (1977). Esto implica una normativa
Bastons el “…acertar en el fin ya no solo depende interna que conforma la estructura de la

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racionalidad tecnológica, la cual no puede términos no son sinónimos, ya que, lo mínimo


negarse. que puede pedirse para que algo sea racional es la
consistencia entre objetivos y creencias, y un sis-
● dimensión simbólica: lo racional recoge tema es consistente solamente si existe un mundo
cierta forma de idea de estilo, que no sola- posible en el que todas las creencias son ciertas y
mente es importante en arte sino también creídas, y esto es casi imposible, en razón de que
en tecnología, especialmente en los siste- existen deseos y creencias inconsistentes (1983,
mas tecnológicos contemporáneos. También 68). Este vínculo riguroso entre ambos concep-
refiere a la toma de las decisiones por parte tos no puede aplicarse a todos los casos, pues
del usuario de los objetos tecnológicos a muchos de ellos solo atienden al criterio de satis-
partir de valores estéticos y de identidad. En faciente. Lo afirmado por Elster es correcto si se
este proceso juega un papel importante el asume una concepción restringida de optimiza-
componente estético del diseño. ción. Tampoco es clara una estricta relación entre
racionalidad económica y creación tecnológica,
● dimensión instrumental: esta surge de un puesto que la rentabilidad se observa cuando los
“cálculo de rendimientos del medio más objetos tecnológicos se encuentran en el mercado,
efectivo para conseguir un objetivo. La y unos agentes se aprovechan más rápidamente
dimensión instrumental solo es posible bajo que otros de las ventajas competitivas de las nue-
una mente altamente deliberativa que es vas invenciones; además, es posible que muchos
capaz de comparar planes proyectados hacia inventos nunca lleguen al mercado.
el futuro y considerar cuál de ellos es la Si bien existe una relación estrecha entre
trayectoria que consume menos recursos o racionalidad económica y tecnológica, esto no
energía para resolver un mismo problema” significa la correlación estricta, incluso la misma
(76). Este sentido de instrumentalidad no es idea de la influencia ejercida por la racionali-
ajeno a la racionalidad práctica. dad económica en la tecnología ya implica una
diferenciación entre ambas. Para W. González,
la diferencia se manifiesta en los valores que
5. Optimización y maximización guían a cada una de ellas (1988, 107-108); por
ejemplo, en la racionalidad tecnológica la efi-
La racionalidad tecnológica tiene una estre- ciencia, así como fiabilidad del funcionamiento
cha relación con la racionalidad económica, sobre de los artefactos; en contraste, en la economía
todo a partir de las nociones de eficacia, costos, los valores son de los costes aceptables para los
beneficios, gasto útil y utilidad, entre otros. Para fines buscados, los beneficios y una función de
Winner, siguiendo los criterios de la racionalidad utilidad más simple que la que actúa en la racio-
económica algo “es racional si produce el efecto nalidad tecnológica. En este sentido, los factores
deseado con el mínimo gasto útil o, dicho de otra económicos no son los únicos relevantes en la
forma, si permite obtener el máximo rendimien- racionalidad tecnológica. En todo caso, ambas
to por gasto unitario (1977, 180). Este enfoque son racionalidades instrumentales, aunque de
responde también a la idea de racionalidad maxi- modalidad distinta.
mizadora. El criterio de eficiencia en la tecnología no
La relación de la economía con la tecnología necesariamente ha de asumirse como siendo
se enmarca en el ámbito externo de la racionali- una valoración de costos y beneficios como en
dad tecnológica, ya que en tanto acción social, la el caso de la racionalidad económica. Si bien la
tecnología se ve influencia por los factores econó- concepción de la racionalidad maximizadora, al
micos; aparte de las interrelaciones con otros pro- igual que en la economía, ha sido dominante en
cesos sociales e históricos. Habitualmente existe la práctica de los ingenieros y tecnólogos, esto
una tendencia a identificar la racionalidad con no significa que la eficacia no pueda entenderse
optimalidad. Empero, para Elster, no es claro que sin reducirse a una simple cuestión de costos/
pueda hacerse tal identificación, para él dichos beneficios. Una propuesta amplia de la noción de

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“eficacia” es la ofrecida por Quintanilla cuando el ingeniero o el tecnólogo le son externas; pero
analiza los valores tecnológicos de efectividad una vez que el tecnólogo asume el problema
y eficiencia, propios de la racionalidad instru- inicia un proceso de desarrollo de la tecnología
mental. Él propone distinguir entre un conjunto que le es propio. Empero, si la racionalidad tec-
de objetivos (O) y resultados (R) de un sistema nológica solo contempla el uso maximizadora,
técnico para dar una definición cuantitativa y la racionalidad se decide en la adecuación de
precisa de estos conceptos. La eficacia de una los medios con los objetivos propuestos por el
tecnología puede entenderse “…como el grado tecnólogo sin entrar en el asunto de los fines. Así,
en que el conjunto O de los objetivos pretendidos una racionalidad estrictamente interna del tipo
está incluido en el conjunto R de los resultados maximizadora no permite la ingerencia de los
realmente obtenidos. El grado de efectividad se factores externos, pues el criterio de tal lógica es
puede medir, por tanto, como el cociente entre la de la eficiencia.
la cantidad de objetivos realmente conseguidos La racionalidad tecnológica ha de tener en
y la cantidad de objetivos pretendidos…” (1999, cuenta otras condiciones en las que se desen-
81). La eficiencia de una acción es vista como vuelve su acción, las que si bien en la crítica se
“…ajuste entre objetivos pretendidos y resulta- presentan de manera externa, más bien deben
dos conseguidos, de manera que una efectividad considerarse como internas al desarrollo de la
máxima puede ser compatible con una eficiencia tecnología. Estas condiciones son las del riesgo
muy baja (…), pero no a la inversa. En general, y la incertidumbre. Según A. Gómez, en condi-
la eficiencia será tanto más alta cuando más alta ciones de riesgo, “las diferentes acciones posibles
sea la efectividad y más estricto el ajuste entre los tienen asociadas consecuencias o resultados tam-
resultados obtenidos y los objetivos pretendidos bién posibles, lo que hace es asignar probabilida-
(menos resultados superfluos no queridos)” (82). des a los diferentes cursos de acción, por lo cual,
El principio de racionalidad maximizadora no hay una opción óptima, sino que el resultado
cumple con el supuesto o el ideal de una perfecta depende del criterio de selección que se utilice”
adecuación de medios-fines. Este uso de raciona- (1998, 172). En condiciones de incertidumbre ni
lidad, enunciado por Simon, es factible cuando se siquiera se dispone de una distribución objetiva
toman decisiones en condiciones de certidumbre; de probabilidades sobre los resultados, en este
ya que supone que los agentes tienen toda la caso el agente elige según una probabilidad
información y actúan conforme a ella, eligiendo la subjetiva, aquella que el sujeto considera la más
acción objetivamente óptima en la situación dada. adecuada para el logro de ciertos fines según
Por tanto, según A. Gómez “actúan sabiendo cuál sus preferencias y evaluación de la situación. De
es la mejor opción en un medio que no ofrece ahí que la racionalidad maximizadora sea poco
opacidad, riesgo ni incertidumbre, son capaces realista, pero, como se expuso en este trabajo,
de identificar y ordenar las alternativas factibles, este no es el único tipo de racionalidad sino que
conocer objetivamente las consecuencias posibles también se cuenta con la racionalidad mínima,
de las distintas alternativas, definir las prefe- imperfecta, limitada o en situación. Esto último,
rencias sobre consecuencias y elegir la opción no es un impedimento para buscar la maximiza-
óptima del conjunto factible” (1998, 170). En el ción de la mejor alternativa, solo que no sería una
ámbito de la tecnología este uso de racionalidad maximización absoluta sino en condiciones de
se da cuando los ingenieros y tecnólogos actúan probabilidad y en contextos determinados.
en circunstancias de certeza. De tal manera, según A. Gómez habla de un “enfoque cauteloso”
Simon, una vez establecidas las metas, los agentes de la racionalidad tecnológica, consistente en
se limitan a elegir la opción óptima que viene que: “el riesgo se establece para cada opción en
determinada por el medio. Los fines son lo único juego calculando la probabilidad de que se pro-
que puede variar, pero estos no vienen dados por duzcan los peligros que se señalen y calculando
el tecnólogo, salvo aquellos que son inherentes a las consecuencias negativas de tales peligros…el
la definición del problema a resolver (1964). No principio de precaución o de prudencia que obli-
cabe duda que las necesidades a las que atiende ga a examinar los niveles de protección y riesgo,

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lo que supone la modificación de la cultura de meros instrumentos. La decisión puede tomar en


riesgo, que solo tenía en cuenta a este en último cuenta varias dimensiones. De hecho sin ellas no
término” (1998, 176). Para ella, en condiciones de podríamos entender el cambio técnico…” (2000,
incertidumbre y riesgo se requieren criterios que 74). Así, la racionalidad es fiable a la exigencia
guíen la acción tecnológica, y cuya aceptabilidad del contexto y consiste en “la propiedad que des-
dependerá del consenso que generen. Al respecto, cribe la calidad de los controles de calidad que
recurre al principio de Elster que considera que adoptamos respecto a nuestras inferencias y deci-
en tales situaciones de incertidumbre lo racional siones” (72). Esta racionalidad es instrumental,
es “decidir y actuar como si lo peor que pudiera pero caracterizada como limitada y procesal, en
suceder fuese a suceder realmente”, en franca vez de maximizadora y sustantiva.
oposición al imperativo tecnológico. El imperati- La idea de que la racionalidad es situada
vo de precaución y el imperativo de lo desconoci- o se encuentra en un contexto, también está
do de J. Buchanan (1985) son un componente más presente en Simon en su estudio Economics as
de la racionalidad tecnológica, el cual debiera a Historical Science (1998). Para él, la raciona-
pasar del nivel externo al interno, así este princi- lidad limitada, por ejemplo, de los agentes eco-
pio tiene sentido en un contexto tecnológico en el nómicos va ligada a una historicidad en los pará-
que existiendo dudas razonables estos principios metros que emplea la Economía, debido a los
deben ser superiores al imperativo tecnológico. cambios en las condiciones del entorno social.
El enfoque cauteloso del imperativo de lo Asimismo, el quehacer tecnológico, en tanto
desconocido se contrapone a la libertad de inves- actividad humana social, se encuentra dentro de
tigación, la suspensión de proyectos de investi- un contexto histórico cambiante. Sucede así que
gación, al control democrático del desarrollo de hay oscilaciones tecnológicas que dependen de la
la tecnología, a la participación ciudadana en interacción con los valores vigentes en una socie-
la toma de decisiones tecnológicas, y según A. dad. La tecnología elegida ha de ser adecuada
Gómez se enfrenta a los “…problemas de acción para ese ámbito o contexto.
colectiva nada fáciles de solucionar, uno de esos Esta peculiaridad de la racionalidad tecnoló-
casos es el dilema del prisionero, caracterizado gica también lo es de la racionalidad práctica en
por la dificultad para lograr el mejor resulta- general; según Rescher, en la racionalidad prácti-
do colectivo dada la oposición entre el óptimo ca, los agentes solo pueden ser “racionales en las
individual y el colectivo” (1998, 179-178); estos circunstancias, de la mejor manera en que estas
son los entornos básicos de toma de decisiones puedan ser determinadas. Si la racionalidad fuera
paramétricos y estratégicos. Para ella la salida es solo posible a la luz de una información comple-
la negociación y el logro de acuerdos y la coope- ta, por fuerza se convertiría en algo irrelevante
ración; empero, lo difícil es lograr la consecución para nosotros. Pertenece, inevitablemente a la
de los puntos de vista del mejor colectivo y el naturaleza de las cosas el hecho de que debamos
individual, parte del problema se debe al incum- ejercitar nuestra racionalidad en las condiciones
plimiento de los acuerdos. de una información imperfecta” (1988, 39). Es
aquí donde entran en juego las diferentes dimen-
siones de la racionalidad práctica, para tomar las
6. Racionalidad tecnológica decisiones oportunas con la información que se
en contexto o limitada tiene en un contexto determinado.

Para Broncano la racionalidad tecnológica


es concreta y situada; con lo cual se recupera Conclusiones
la idea de racionalidad como astucia. En este
sentido “el agente aprovecha las oportunidades
que le brinda el contexto, y al hacerlo es racional 1) La racionalidad tecnológica ha de ser enten-
cuando toma la decisión más adecuada a sus inte- dida de una manera amplia e integrada por
reses. Pero los intereses no son necesariamente las cuatro dimensiones que la componen.

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Esta comprensión implicaría hacer un esfuerzo en Ramírez; Alfaro. (1990) Ética, ciencia y
por cambiar la concepción dominante de racio- tecnología, 4ª ed., Cartago, C. R.: Editorial
nalidad tecnológica, en procura de que dicho Tecnológica.
giro de visión repercuta en una modificación Davidson, Donald. (1974) “De la misma idea
de las prácticas tecnológicas dominantes. de un esquema conceptual”, en: De la ver-
dad y de la interpretación. Fundamentales
2) Según lo argumentado, resulta obvio y rei- contribuciones a la filosofía del lenguaje,
terativo que el cambio de concepción de Barcelona: Gedisa, 2001.
la racionalidad tecnológica requiere de un Elster, John. (1983) El cambio tecnológico.
esfuerzo por internalizar aquellos aspectos Investigaciones sobre la racionalidad y la
que tradicionalmente se han visto como transformación social, Barcelona: Gedisa,
externos a la racionalidad tecnológica. 1997.
Gómez, Amparo. (1998) “Racionalidad, ries-
3) La idea de que la racionalidad tecnológica go e incertidumbre en el desarrollo tecno-
es situada o contextual es una característica lógico”, en: López Cerezo; Luján; García
que posibilita el desarrollo y la adecuación Palacios; (Editores), Filosofía de la tec-
tecnológica, enfoque que por lo general es nología, Madrid: Organización de Estados
ignorado, esto conlleva a una compresión Americanos/Teorema.
parcial de la tecnología. González, Wenceslao. (1998) “Racionalidad cien-
tífica y racionalidad tecnológica: la media-
ción de la racionalidad económica”, en:
4) Por último, en el mismo sentido, el enfoque Agora 17 (2): 79-94.
de racionalidad como astucia es otra con- Gutiérrez, Gilberto. (2000) Ética y decisión
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