COLECCIÓN 

de artículos de la sección 
Desarrollo Personal 
 
 

2014 · 2015 · 2016 · 2017 · 2018 

 
 
 
 
 
Colección de artículos de la sección “Desarrollo Personal” publicados 
en la revista LA FUENTE, desde el año 2014. Esta colección será 
actualizada y publicada anualmente en el área de suscritos  
de LA FUENTE. 

 
 
 
 
 
 
 

 
 
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Preparado para Jorge Velsquez Nahuelhuaique; jorgevelasquez14@gmail.com con orden nr. 0036506011
 3
Desarrollo Personal
Aspectos para no caer
en un desgaste laboral
El cuidado de la salud física y emocional del obrero cristiano
J
efes de Estado, gerentes de empresas, artistas y jugadores
profesionales afrontan problemas abrumadores en la vida,
exactamente igual que los misioneros, pastores y obreros
cristianos. ¡Ninguno está exento! Mucho menos debe el
obrero cristiano pensar que escapará de los problemas y
las pruebas, especialmente debido a que él vive muy cerca de la gente.
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¡Pero tampoco tiene que desesperarse! Con algunas indicaciones
y disciplina para seguirlas, el obrero puede cuidar su salud física y
emocional, de tal forma que se encuentre en condiciones para triunfar
sobre los problemas de la vida y el ministerio.
¿Qué problemas enfrentan los pastores y obreros?
El obrero puede caer en la más profunda depresión y desaliento de-
bido a su respuesta interna a la calidad y el éxito —o carencia de
ellos— en su ministerio.
Puede llegar a desilusionarse por sus propias metas no alcanza-
das.
Puede caer en la desesperación por la apatía, indiferencia y falta de
cooperación por parte de su congregación.
Se puede sentir frustrado por tener que hacer tantos “trabajos infe-
riores” que lo apartan de su tarea primordial de estudiar, predicar,
enseñar y ganar almas. Esto puede suceder especialmente con los
mal llamados “pastores a medio tiempo”, que necesitan trabajar en
otra cosa durante la semana porque la iglesia no lo sostiene económi-
camente, o lo hace sólo parcialmente.
Puede sentir total futilidad de su trabajo y estilo de vida si tiene
una dificultad no resuelta en su matrimonio o los hijos “se vuelven
rebeldes” o demuestran poco interés por las cosas espirituales.
Tres maneras de cuidar
su salud integral
1. Administrando su tiempo
En el mundo profesional se conoce un refrán que reza: “Si usted
no administra su tiempo, otros lo harán por usted”. Y es una
gran verdad. También el obrero del Señor necesita planificar el
uso de su tiempo disponible. ¿Por qué? Sencillamente porque
si tiene que estar todas las noches ocupado en el ministerio
(cultos, reuniones de comité, consejería, etc.) no tendrá tiempo
para su familia, lo cual, tarde o temprano, le acarreará proble-
mas.
Por otro lado, no tendrá tiempo para estudiar y capacitarse me-
jor, y muy pronto, su enseñanza no mostrará progreso. La fa-
milia y la capacitación permanente son sumamente necesarios
para el bien del obrero y de la iglesia.
En realidad un obrero puede avanzar muchísimo si dispone bien
del gran recurso llamado “tiempo”. Los lunes generalmente son
días apropiados para estar fuera de la comunidad y dedicar
unas horas para planificar debidamente el horario de una o dos
semanas de trabajo. Pronto se adquiere disciplina y experi-
encia, y el tiempo rinde maravillosamente.
2. Cultivando sus relaciones
Familia. Su cónyuge y sus hijos son las relaciones más impor-
tantes en la vida del obrero. Debe dedicarles tiempo de cali-
dad —y en cantidad—, disfrutar de su compañía y atender sus
necesidades, asegurándose de que jamás reciban la impresión
de que “el ministerio está por delante de ellos” en prioridad.
Amigos. Paradójicamente, muchos pastores viven rodeados de
personas y, sin embargo, viven muy solos. Se da así que el pas-
tor no tiene amistades profundas. Los hermanos de la iglesia
son su círculo, pero sus relaciones llegan hasta cierto límite. Su
trato con las personas es más a nivel “profesional”, o pastoral.
Mentores. El obrero también necesita ayuda y orientación de
parte de otros. El peso del trabajo y su constante enfrentami-
ento con los problemas hondos de la gente pueden provocar
que “se contagie” de ciertos “virus” emocionales, y se sienta
afectado, cansado, tentado. Él necesita la ayuda de Dios, a
menudo a través de hermanos bien capacitados y de confianza.
¡Ayudar a otros nos obliga a estar dispuestos a recibir ayuda!
3. Cuidando su cuerpo
El obrero cristiano necesita descanso. No tener un día sema-
nal de descanso y no tener uno o dos períodos al año para
estar lejos de la congregación, hace que el obrero se llene de
tensiones, de pensamientos, de sentimientos, que no puede
eliminar ni ordenar. En ocasiones los pastores son tentados,
para justificar su salario ante la congregación, a lanzarse a un
activismo descontrolado sin calcular las consecuencias, y esto
puede es una tragedia.
El descanso es un imperativo ministerial. Luego de su gran
batalla con los profetas de Baal, Elías experimentó una gran
depresión. Y lo que Dios hizo fue dejarlo dormir y alimentarlo;
luego le renovó la visión (1 Reyes 19.1-18). Jesús mismo se
aislaba y aislaba a sus discípulos del intenso trajín y de las mul-
titudes (Marcos 6.30-32). El obrero de Dios necesita aprender a
descansar, y también las iglesias deben ser enseñadas a dar a
sus pastores el descanso necesario.
Un breve cuestionario para el obrero agotado
¿Qué aspectos de mi propia vida requieren atención es-
pecial?
¿Qué clase de atención les estoy dando a mi matrimonio
y a mi familia?
¿Tengo un plan para organizar mi tiempo?
¿A qué persona o personas podría recurrir con confianza
para conversar sobre mis cargas y tensiones?
¿Cuánto tiempo hace que no me he tomado unas vaca-
ciones o realizado un chequeo médico general?
En conclusión, una buena administración pastoral
comienza por una buena administración de la propia vida
del obrero, dando el debido cuidado tanto al aspecto
emocional como al físico. Expresado en palabras del
apóstol Pablo: “Ten cuidado de ti mismo” (1 Timoteo 4.16).
Lo alentamos a aprovechar esta temporada del año para
evaluar el cuidado que se ha dado hasta hoy en estos
aspectos y realizar los ajustes que sean necesarios de
aquí en adelante.
Fuentes:
Alberto Barrientos, “Principios y alternativas
de trabajo pastoral”.
W.A. Criswell, “El pastor y su ministerio: una guía práctica”.
Enero 2014 7
Desarrollo Personal
La fortaleza interior del líder
Definición e importancia de la intimidad
con Dios para la vida de un líder espiritual
E
l líder espiritual vive en una constante confrontación
con los valores de este mundo. Esto que puede lle-
var a un pastor, un líder ministerial o un misionero
al cansancio o a la indiferencia, sin que realmente
se de cuenta de ello.
Son muchos los factores que desafían el mundo interior
del líder: Desde el amor hacia el dinero hasta las pequeñas
mentiras para quedar bien con alguien. Estas experiencias
no deseadas llevan entonces a sentimientos de culpa, a la
baja autoestima y el líder espiritual empieza a dudar de su
llamado. Así, en poco tiempo, el líder pierda la seguridad
en si mismo y la conciencia de ser un representante de
Dios en la tierra. Se habla mucho de la caída del líder y
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mayormente se refiere a acciones inmorales o mal manejo
de finanzas. Estas caídas, que salen en las noticias y son
temas de conversación, tienen su inicio en la caída interior
de líder. La caída interior de un líder espiritual es algo que
puede ser ocultado fácilmente, pero con el tiempo llega a
manifestarse. Se manifiesta en la falta de autoridad divina,
la falta de integridad y la falta de convicción que al paso
del tiempo es percibido por la gente y lleva a consecuen-
cias mas graves, si el líder no reconoce su estado.
Para estar protegido contra la confrontación constante de
los valores de este mundo, el líder espiritual debe buscar
intencionalmente la intimidad con Dios para vivir una reno-
vación interior constante.
La vida interior del ser humano.
La vida interior del hombre es el lugar de dónde provienen
las decisiones, la voluntad y los sentimiento. Este mundo
interior del ser humano está compuesta por elementos
como las convicciones, los valores esenciales, la digni-
dad, las creencias, los motivos, los recuerdos, las acti-
tudes, los anhelos y los deseos, para nombrar algunos.
Nuestro mundo interior es como una casa de apariencia
normal, pero con un sótano de 15 pisos por debajo de la
tierra, con muchas piezas. También podríamos compa-
rar nuestro mundo interior con un Iceberg. Arriba vemos
una punta pequeña, pero debajo del agua es un inmenso
volumen de hielo. En la Biblia este gran mundo interior
de cada persona es denominada como corazón: “Por so-
bre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana
la vida” Proverbios 4:23, y “El hombre bueno, del buen
tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre
malo, del mal tesoro saca lo que es malo; porque de la
abundancia del corazón habla su boca.” (LBLA) Lucas 6:45
Todo este mundo interior tiene un fin y un propósito en
cada persona. Cada persona, por ejemplo, ha sido equ-
ipada con maravillosos dones y talentos que, en muchas
casos están ocultos en el mundo interior de nuestras vi-
das. Este mundo espera ser descubierto, administrado,
mantenido y desarrollado para su uso adecuado. Si el
mundo interior no es bien gobernado, el hombre no fun-
cionará de acuerdo al propósito por el cuál fue creado.
Definición del concepto “intimidad con
Dios”.
El propósito y el fin de cada ser humano ha sido desde el
inicio de su creación, de conocer a Dios. Pablo escribe a
Timoteo en 1 Tim. 6:21: “Algunos de estos individuos se
han apartado de los que es más importante en la vida:
conocer a Dios”. (BAD) Esta escritura sugiere que no hay
nada más importante que cultivar una amistad con Dios.
El líder espiritual que actúa e interviene como represent-
ante de Dios, no solamente debe conocer a Dios de man-
era superficial, sino debe tener una relación íntima con Él.
La Real Academia Española define intimidad como “lo
más interior o interno” y “Zona espiritual íntima y reser-
vada de una persona o de un grupo, especialmente de
una familia”. Dicho de una amistad: Muy estrecha. Dicho
de un amigo: Muy querido y de gran confianza. Intimi-
dad significa una acercamiento intenso entre dos o mas
partes, como la intimidad conyugal, la intimidad famil-
iar o la intimidad personal. Con esto llegamos a nuestro
definición de la intimidad con Dios: “La intimidad con
Dios es un acercamiento durable, intenso y frecuente con
Dios, el Creador del universo”.
Esta intimidad con Dios está descrita en la Biblia en Mar-
cos 12:30: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón,
con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus
fuerzas.” Además encontramos ejemplos prácticos en la
Biblia de hombres que vivieron en intimidad con Dios.
En Santiago 2:23 leemos de Abraham: “Y se cumplió la
Escritura que dice: Abraham creyó a Dios y le fue contado
por justicia y fue llamado amigo de Dios”. En Números
12:8 leemos acerca de Moisés: “Cara a cara hablaré con
él, claramente y no con enigmas, y verá la apariencia de
Jehová.”
Formas, beneficios y barreras de la
intimidad con Dios.
Toda intimidad fortalece la relación entre dos perso-
nas. Teniendo a Cristo como modelo de un hombre
que vivió en intimidad con su Padre, Dios “El Padre
y yo somos uno” (Juan 10:30), observaremos de que
formas el vivió la intimidad con Dios:
a) Jesús oraba en soledad.
b) Jesús oraba de noche.
c) Jesús oraba largos ratos.
d) Jesús oraba con intensidad.
e) Jesús oraba en público.
Estos tiempos de unidad con Dios son en-
cuentros de meditación y reflexión que for-
talecen, profundizan y desarrollan el mundo
interior del hombre. Los beneficios de la in-
timidad con Dios son incontables, quisiera
mencionar aquí solo algunos:
a) Llegaremos a ser semejante a Él (Filipenses 3:10),
b) Nos da contentamiento (Salmo 27:4),
c) Seremos amigos de Dios (2 Co 5:17-18 y Jn 15:15)
d) Dios nos orienta (Éxodo 33:12-17)
e) Dios da lo que le pedimos (1 Juan 3:22)
f) Somos llamados hijos de Dios (1 Juan 3:1)
g) Somos perdonados de nuestros pecados (Rm: 5)
La barrera mayor para llegar a desarrollar y profundizar
la intimidad con Dios es el pecado que tiene justamente
como significado “estar separado de Dios”. El pecado
puede llegar a la vida del hombre de dos formas: a) me-
diante los deseos pecaminosos del corazón mismo del
hombre (Colosenses 3:5) y b) mediante los ataques del
enemigo, quien busca separar al hombre de la relación
con Dios (Efesios 6:10-14).
Dios es el creador del universo y también El es el
Señor de nuestro ministerio. Solo en la intimidad
con Dios podemos vivir renovados interiormente.
Y así logramos tener una clara visión de la volun-
tad de Dios para nuestras familias, nuestros min-
isterio y nuestro futuro.
Febrero 2014 7
 DESARROLLO PERSONAL

10 www.revistalafuente.com
 ¿QUÉ PUEDO HACER PARA CONTROLAR MIS EMOCIONES?
El control emocional muestra el verdadero carácter del cristiano
Un quebrantamiento en las emociones conducirá a un quebranta-
miento o deterioro fisiológico, mental y espiritual. Es vital que el ser
integral de la persona sea restaurado.
Un obrero, maestro y líder cristiano debe tener la capacidad de con-
trolar y regular sus emociones para resolver los problemas de mane-
ra pacífica, obteniendo un bienestar para sí mismo y para los demás.
Muchas veces existen líderes que tienen serios conflictos en su área
emocional y cualquier cosa afecta su vida, (una mirada dura, una pa-
labra tosca, una actitud indiferente). Esto hace que les cueste mucho
relacionarse adecuadamente con las personas.
Si las emociones negativas invaden a un líder con pobre control
emocional este puede llegar a actuar con odio, ira, ser terriblemente
cobarde, hundirse en la depresión, etc. En estas situaciones, está
claro que las emociones no sólo NO ayudan sino que complican el
problema. Esto suele pasar en las peleas o discusiones. La persona
sin control emocional se obstina en sus razones pretendiendo impo-
ner sus criterios y esto provoca respuestas agresivas de defensa,
generándose un gran conflicto.
Un gran problema en la gran mayoría de las iglesias es la presencia
de conflictos emocionales entre líder vs. líder o líder vs miembro/s,
conflictos que a veces, visto desde fuera, ni siquiera parecen impor-
tantes, pero para los implicados pueden llegar a parecer gigantes,
deteriorando mucho la vida de comunión e incluso el testimonio a los
que no son miembros de iglesia.
En las relaciones familiares y de pareja las consecuencias son aún
más desastrosas y la mayor parte de los problemas que se produ-
cen en las parejas se deben a la aparición y desarrollo de conflictos
emocionales.
Muchas veces en el ámbito eclesial los problemas no se resuelven
satisfactoriamente y se acumulan hasta producir heridas emociona-
les entre los creyentes. Y entonces empiezan a aparecer discusiones
en las que lo menos importante es la razón por la que se discute y
lo que manda son las actitudes intransigentes, los
orgullos heridos y el malestar
acumulado.
Una vez llegados a este punto
ya no se puede resolver el asun-
to con acuerdos porque han
entrado en juego los “conflictos
emocionales”.
¿CÓMO APRENDEMOS A VER EL
CONFLICTO EN PROFUNDIDAD Y
CON PERSPECTIVA, Y DE MANERAS
QUE LLEVEN A EXPERIENCIAS POSI-
TIVAS? ¿CÓMO APRENDEMOS A VER
LOS CONFLICTOS CLARAMENTE A
PESAR DEL TEMOR Y LA ANSIEDAD
QUE A MENUDO OSCURECEN LAS
SITUACIONES DE CONFLICTO?
Existen entre líderes de iglesias conflictos sin resolver y muchas
veces ofensas sin perdonar, y de pronto la iglesia se convierte en
campo de batalla en vez de remanso de paz. Nuestras emociones
carnales controlan la vida de la comunidad.
La disciplina de la resolución de conflictos ofrece una variedad de
lentes a través de las cuales mirar el problema. Estas lentes se con-
vierten en herramientas para aprender a abandonar antiguas creen-
cias, ideas y hábitos, y ver con ojos renovados.
El cristiano debe tener una visión más amplia, logrando enfocar más
nítidamente el conflicto en su propia vida y en la de los demás líderes.
La conciencia de que existen distintas maneras de ver un conflicto
puede evitar que nos quedemos trabados en una visión improductiva.
Si no es posible salir adelante también se puede recurrir a personas
con experiencia para guiar a las personas en sus conflictos emocio-
nales y si los hubiere a resolver conflictos interpersonales.
Aprendamos del modelo perfecto, Jesús hecho hombre. Hubo oca-
siones que simplemente guardó silencio y no dejó que los insultos o
las circunstancias le afectaran. Siempre demostró autocontrol. Pen-
semos antes de reaccionar. Cuando se actúa sobre las emociones
usted está en control. Cuando se reacciona, el conflicto está sobre
nuestro control. Debemos aprender a controlar nuestras emociones
de manera que no nos hagan perder el raciocinio y el dominio de
la situación. Jesús escuchaba atentamente y respondía con amabi-
lidad. La respuesta suave, asertiva tiende a controlar las emociones
abriendo el terreno para el diálogo, expandiendo nuestra visión a al-
ternativas.
Esto no quiere decir que no nos enojemos. Es natural el enojarse
y airarse. El problema es cuando la ira toma el control de nuestras
acciones y comenzamos a actuar irracionalmente.
Los conflictos mantienen a las personas en prisiones emocionales.
Usted no puede ser usted mismo cuando está atado. Dios quiere libe-
rarle de sus conflictos emocionales. Si usted desea ser libre de sus
miedos, enojo o depresión tiene que enfrentar sus conflictos emocio-
nales. Todo conflicto es una oportunidad para crecer.
“El corazón del justo piensa bien antes de hablar; la boca de los
perversos rebosa de palabras malvadas.” Pr. 15.28
“El corazón del justo piensa para responder; más la boca de los
impíos derrama malas cosas.”. Pr. 16.21
“Con paciencia se convence al oponente, y la palabra amable
quiebra la resistencia”. Pr. 25. 15
Fuente:
- Abraham Luciano
“Viviendo para agradar a Dios”
- Don Colbert,
“Emociones que matan”
ABRIL 2014 11
 DESARROLLO PERSONAL

UN MINISTERIO MÁS EFICIENTE

3 Tres sugerencias poco convencionales

para el éxito ministerial
Aprende a decir NO
Decir “NO” es una de las partes
más importantes de ser un líder
Cómo ser más eficiente es una pregunta de hace
eficiente y exitoso. Es difícil en-
muchos tiempos. Tenemos el deseo de ser eficientes
contrar un buen líder, y los que
y exitosos en lo que hacemos, ya sea al liderar una
empiezan a demostrar éxito son
iglesia o un ministerio evangelístico, o enseñar en un
sofocados con múltiples ofertas
Seminario o liderar un grupo hogareño. En el futuro
e ideas para servir en otros pro-
quisiéramos poder mirar hacia atrás y decir como
yectos y actividades, y dentro de
Pablo, “he peleado la buena batalla, he terminado la
muy poco están por todo el mapa ya logrando nada más que
carrera, me he mantenido en la fe” (2 Timoteo 4:7).
un “burnout” (1). Es importante reconocer que cantidad no es
Quiero compartir tres sugerencias poco convencionales
mejor que calidad. Aprenda a decir NO. “Por que decir NO?”,
para hacerle más eficiente en su ministerio.
me preguntas? Sencillamente, si estas estresado y sobre fa-
tigado lentamente estarás haciendo menos devoción personal

14 www.revistalafuente.com
con Dios. O sea tendrás menos tiempo para y con Él – y su-
puestamente tu trabajo o ministerio lo estas haciendo para Él!
Hasta Jesús supo decir “NO”. En San Marcos 1:35-38 la gente
buscaba a Jesús para que sane sus enfermos y heche fuera
los demonios, pero Jesús le dijo que no, y que se vayan a la
siguiente aldea para predicar allí. El supo que debía hacer.
Tenía un plan, y hacía solamente lo que el Padre le indicaba
hacer. Supo cuándo decir “NO”. Decir “NO” - no es malo, ni
es rechazo negativo. Decirle “NO” a una cosa es decirle “SI”
a otra.
Tiempo “YO”
Descanso y relajamiento es
importante para cualquier lí-
der. Ha sido comprobado vez
tras vez, que el estado de
estrés afecta la toma de deci-
siones y cómo reaccionas en
ciertas situaciones. Automáti-
camente estás más inquieto y
nervioso, frustrandote con las pequeñeces ordinarias del día.
Si cargas ese estrés y frustración por mucho tiempo, te roba
la pasión por el ministerio y roba hasta la alegría de vivir. Lle-
gas al punto en el cual quieres tirar la toalla y desaparecer de
la faz de la tierra. Quizás empiezas a tratar a la personas de
mala manera y no con el amor de Cristo. Es importante que
encuentres algo o varias cosas que te permiten descansar y
que te relajan regularmente. Ama al Señor tu Dios, y ama a
tu prójimo como a Ti mismo... Amarte y respetarte a ti mismo
es parte del mandamiento. Tienes que encontrar un “Tiempo
YO”. No quiero decir solo dormir, sino que algo que también
disfrutas hacer como un Hobby. Podrías hacer caminatas, o
hacer un deporte, leer libros de tu gusto o iniciar un acuario.
Tendría que ser algo que distrae tu mente de tus obligaciones.
Algo que te calma. Y sobre todo deberías planear tu tiempo
con Dios. Ahora no me refiero al estudio de la Biblia, aunque
también es importante, sino más bien un tiempo para senci-
llamente ‘pasar el tiempo’ con Dios. Pon una música de ado-
ración y póstrate en el piso en Su Presencia. Hablale como lo
harías con un amigo. Siéntate afuera mirando la naturaleza
mientras hablas y tomas un café con Él. Él anhela ese tiempo
contigo, y lo deberías anhelar también. Piensa en el jardín de
Edén: Dios bajaba cada tarde a caminar y hablar con su Crea-
ción (Génesis 3:8).
Disfruta
y diviértete
Cada uno de nosotros ha sido
creado con una personalidad
distinta. Algunos son introver-
tidos y les gusta sentarse en
casa. Otros aman la aventu-
ra y buscan ir de paseo y de
camping. Hemos sido creados diferentes, pero no importando
quién seas, anhelamos compartir con otros. Disfruta y diviér-
tete. No te olvides de pasar tiempo con tu familia y tus ver-
daderos amigos. En primer lugar con tu familia, tu pareja y
tus hijos. Ellos muchas veces sufren porque invertimos más
tiempo, dinero, pasión y energía en el ministerio que en ellos,
y se vuelven infelices. Lo cual a su vez te afecta a ti y te pue-
de volver infeliz. Creo que tu primer ministerio debería ser tu
familia. Ámalos. Cuídalos. Pasa tiempo con ellos, y sobre todo
diviértete con ellos. Si no estas casado salí con un amigo y
diviértete. Este principio no es solamente para tu tiempo libre,
sino también en tu ministerio: Diviértete y hacelo con buena
gana (Colosenses 3:23). Si no estás contento con la manera
en la cual estas haciendo algo en tu ministerio, intenta hacerlo
de otra manera. Hazlo según tus habilidades y a tu manera
que es única. Intenta divertirte haciéndolo. Tienes que disfru-
tarlo (Proverbios 17:22). Su plan es perfecto (Romanos 12;2).
Disfruta la vida y tu ministerio.
(1) El «síndrome de quemarse en el trabajo» o burnout es una respuesta
al estrés laboral crónico, y cuyos síntomas más característicos son:
pérdida de ilusión por el trabajo, agotamiento físico y emocional,
actitudes negativas hacia los clientes de la organización y, en
determinados casos, sentimientos de culpa (Gil-Monte, 2005).
Como líderes cristianos tenemos muchas
responsabilidades. Siempre hay alguna
necesidad. Siempre hay alguien que nos
necesita. Siempre hay algo que hacer. Pero
si no tienes en mente esas tres cosas tan
fáciles, quizás no vas a ser tan efectivo como
quisieras ser a largo plazo en tu ministerio. Y
si de mal vas a peor quizás hasta pierdas tu
ministerio. Recuerde que Dios nos ha llamado
a cada uno para hacer algo específico y único
(Efesios 2:10). Es el ministerio y llamado
específico que Dios eligió para Ti, libre para
ser ejercido de manera única y creativa según
los dones que te ha dado. No lo pierdes
porque te olvidaste a vivir plenamente
(Juan 10:10).
Por Johannes Bleeker . Johannes esta casado
con Gabi, tienen 3 hijos y sirve al Señor como
evangelista de jóvenes del ministerio Los
Transformadores y Jesús Responde al Mundo
de Hoy. johannes@lostransformadores.net,
@johannesbleeker.
MAYO 2014 15
 DESARROLLO PERSONAL

Lograr más
En menos tiempo
Haciendo proyectos de la mejor manera en tu ministerio

12 www.revistalafuente.com
Estamos en una carrera contra el tiempo. Con toda la que sus presentaciones de Power-Point son mediocres, o
tecnología de hoy, la sociedad exige resultados instantá- también puede ocurrir lo contrario. . Consigue que las per-
neos. Ya sea en los negocios, las amistades o en la igle- sonas te ayuden. Siempre hay personas que ofrecen ayu-
sia. Claro que la tecnología nos facilita mucho. El correo da, aprovecha estas ofertas, especialmente cuando sabes
electrónico, Facebook y Twitter son herramientas buenas, que alguien hace cierta cosa mejor que vos. Muchas veces
pero al facilitar la comunicación o información instantá- las personas quieren activar en el ministerio, pero no tienen
nea, también las personas llegan a esperar respuestas el tiempo o dinero para hacerlo a tiempo completo. Esto se-
inmediatas en todos los áreas de la vida: un resultado ría una manera de que la persona se involucre en el ministe-
instantáneo a su consulta o su petición. Consecuente- rio pudiendo hacer las tareas en su tiempo libre. .Para que
mente se nos plantean cada vez más desafíos, y la pre- resulte, necesitas darle suficiente tiempo para hacerlo sin
gunta resultante es: “¿Cómo que se sienta apresurado o pre-
lograr más en menos tiempo?” sionado por uno. Para algunas
Algunas sugerencias para ser personas llevaría horas poner un
más efectivo en un proyecto. proyecto sobre papel, pero una
¿Cómo lograr más persona con las habilidades co-
1. Mantén una en menos tiempo? rrectas lo podría hacer en cues-
tión de minutos. No desperdicies
mente despeja- Inicie con estos tres tiempo intentando orgullosamen-
da y establece principios fáciles. te hacer algo para lo cual no es-
tas capacitado. Busca ayuda.
un plan Prepara, planea y y
concreto. crea la estructura 3. Delega
Debemos enfocarnos en las
del proyecto con En vez de desperdiciar tiempo
tareas principales. No en to- suficiente antelación. en hacer todo tú mismo, empie-
das tus responsabilidades a la
vez. Cuando vas, como líder, a
Debes saber cuándo za a delegar. Obviamente eso
va mano a mano con reconocer
presentar un proyecto, debes pedir o recibir ayuda; tus habilidades para hacer algo.
mantener el enfoque y estar pre-
parado. Debes tener suficiente
e implementar la Pero, por otro lado, no solo por
saber hacer algo bien, tú eres
descanso el día anterior como delegación y el siempre el que tiene que hacerlo.
para estar con el rendimiento
máximo. Debes estar presenta-
trabajo en equipo. Si eres líder, podrías alcanzar tus
metas más rápidamente delegan-
ble. Si te ven cansado transmites do y trabajando en equipo. Dé-
a los demás que no estás en el jame darte un pequeño ejemplo:
control. Prepara tu presentación Solo porque sabes construir una
del proyecto y plan de mane- casa, no significa que necesaria-
ra que la conozcas de punta a punta. Necesitas saber de mente necesitas colocar cada ladrillo tú mismo. Consigue
antemano qué deseas lograr y cómo. También necesitas un equipo que te pueda ayudar. La casa que te hubiera
saber antes de comenzar a quién deseas dar responsabi- costado 6 meses de trabajo, quizás ahora solamente te
lidades para cubrir ciertas áreas del proyecto. No debes costarán 4 meses. ¿Por qué? Porque puedes pedirle al otro
entrar a la reunión y recién ahí comenzar a pensar qué construir la otra pared mientras que tú trabajas.. Agregale a
cosas tal vez necesitarás y quién quizás podría ayudarte. Si otra persona más y quizás ya te llevará solamente 3 meses.
no estas preparado para tu reunión, primeramente puedes Al mismo tiempo cuídate en no agregar demasiadas per-
transmitir inseguridad y luego tendrás que hacer una si- sonas al equipo, porque al final desperdiciaras tiempo en
guiente reunión para definir el rol exacto de cada individuo. ocuparles a todos y eso termina siendo menos efectivo. Re-
Así perderás tiempo en reuniones innecesarias en vez de cuerda, a cuantas más personas delegas algo, también son
realmente llegar al punto de poner en acción al proyecto. más personas con quienes debes estar en comunicación
durante el proyecto, haciendo la supervisión y seguimien-
2. Reconoce tus habilidades y to.Debes estar seguro de qué tarea encargarle a quién.
Esto puede y va a ahorrarte mucho tiempo.
límites
Conócete a ti mismo. Eso es muy importante para cualquier
líder. Necesitas conocerte a ti mismo. Necesitas conocer Estamos en una carrera contra el
tus propias fuerzas y debilidades. Qué haces bien y en tiempo. Con toda la tecnología de
qué cosas tienes dificultades? Algunos líderes quizás son
mejores hablando y presentando proyectos, pero no tienen
hoy, la sociedad exige resultados
absolutamente ningún conocimiento de computadoras, así instantáneos.

Autor: Johannes Bleeker está casado con Gabi y tienen 2 hijos. Fundador del Ministerio TRANSFORMADORES y coordinador de logistica en Jesus Re-
sponde. jb@jesusresponde.com , @jbleeker

JUNIO 2014 13
 LIDERAZGO

MITOS Y VERDADES
ACERCA DEL LLAMADO
¿Cómo saber si Dios realmente me llama al ministerio?

El llamado es una cuestión desafiante para la fe de todo cristiano. Muchos sienten que son llamados
por Dios a la predicación, al pastorado o a las misiones, pero al mismo tiempo tienen dudas al respec-
to. Algunos casi se desesperan porque no están seguros de cuál sea el llamado de Dios para ellos, pero
sienten que deberían tener uno. ¿Cómo saber si Dios me llama al ministerio? ¿Se puede estar seguro?

ALGUNOS MITOS ACERCA DEL la Biblia nos enseñan que tenemos más “ayuda”. Servimos a un Dios soberano.
LLAMADO esperanza de ser llamados por Dios

Debido a un entendimiento
erróneo del llamado, algunas
cuando estamos ocupados en algo que
sin hacer nada. ¡Dios nunca llama a
gente inactiva!
3  “El llamado vendrá en un sue-
ño, una visión o una profecía”.
personas creen en estos mitos: Hay quienes esperan alguna expe-

1  “El llamado es la única actividad

que uno debería realizar en la
vida”. Y mientras no lo “descubren”, no
tienen la paz ni la libertad para servir a
Dios en las miles de oportunidades que
tienen a su alcance. Pero podemos ha-
cer muchas cosas para el Señor incluso
mientras oramos que Él aclare su lla-
mado para nosotros. Los ejemplos de
2  “El llamado es algo tan único para
el mundo que si yo no lo hago, na-
die más lo hará”. Sin duda que el llama-
do de Dios es valioso y debe ser toma-
do en serio, pero ¡ya hay un Mesías y
sólo Él es indispensable! Dios nos da el
inmenso privilegio de colaborar con Él,
pero Su plan no depende de nosotros.
Su programa avanzará con o sin nuestra
riencia sobrenatural que les aclare
de una vez lo que Dios quiere con
ellos. Esto también es un mito.
Aunque algunos siervos de Dios ha-
yan recibido el llamado mediante un
evento súbito, en la experiencia de la
mayoría el llamado suele ser algo que
se recibe y se aclara gradualmente.

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“El llamado de
Dios es una
convicción
interna dada
por el Espíritu
Santo y
confirmada por
la Palabra de
Dios y el cuerpo
de Cristo.”
LO QUE EL LLAMADO ES
El pastor Erwin Lutzer ofrece una
buena definición del llamado. Él es-
cribe: “El llamado de Dios es una
convicción interna dada por el Espí-
ritu Santo y confirmada por la Pala-
bra de Dios y el cuerpo de Cristo.”
Notemos que la definición tiene tres
partes, que pueden orientarnos al
buscar seguridad en cuanto al lla-
mado de Dios.
1. Es una convicción interna
Sentimientos, fantasías y caprichos
vienen y van, pero el llamado es
una obligación apremiante dada por
Dios, que no se detiene ante los obs-
táculos. Por eso el llamado es más
que necesario para un ministerio
efectivo. El apóstol Pablo confesa-
ba: “Pues si anuncio el evangelio,
no tengo por qué gloriarme; por-
que me es impuesta necesidad;
y ¡ay de mí si no anunciare el
evangelio!” (1 Co 9.16).
En el siglo XIX, Spurgeon adver-
tía a sus estudiantes del peligro
de entrar en el ministerio sin un
llamado claro: “Que cientos han
errado el camino y han tropeza-
do contra un púlpito es doloro-
samente evidente por los minis-
terios infructíferos y las iglesias
decadentes que nos rodean.”
2. Debe ser confirmada por
la Palabra de Dios
El creyente que siente el lla-
mado a algún ministerio, debe
asegurarse de que tal ministerio
sea bíblico, y de que él reúne
las condiciones que la Palabra
prescribe para ejercerlo. El cre-
yente que siente el llamado a
pastorear, debe ver que posea
las cualidades enumeradas en 1
Timoteo 3.
¿Es maduro? ¿Cuenta con los
dones necesarios? ¿Se ha esforzado en la
3. Debe ser confirmada por el
cuerpo de Cristo
El cuerpo de Cristo nos ayuda a
El creyente que siente entender dónde podríamos “enca-
el llamado a algún jar” y ser útiles en el reino de Dios.
Los líderes de la iglesia en Antioquía
ministerio, debe estaban ministrando al Señor y ayu-
nando cuando el Espíritu Santo dijo:
asegurarse de que tal “Apartadme a Bernabé y a Saulo
ministerio sea bíblico, para la obra a que los he llamado”
(Hch 13.2).
y de que él reúne las La iglesia capacita a sus miembros
condiciones para que puedan reconocer y ejer-
que la Palabra citar sus dones espirituales, y es el
terreno de prueba para un futuro
prescribe para ministerio. A los que son fieles en lo
ejercerlo. poco se les puede confiar una ma-
yor responsabilidad. Si un creyentes
es llamado por Dios para ejercer un
ministerio, podemos confiar en que
también capacitará a la iglesia para
Palabra de Dios y en la doctrina? El carác- reconocerlo.
ter no es todo lo que se necesita, pero es el
ingrediente básico e indispensable.
Por favorecer a los sentimientos se han co- FUENTES:
metido errores al pasar por alto las califi- 1. Erwin Lutzer. De pastor a pastor.
caciones dictadas por las Escrituras. Para Ed. Portavoz.
algunas personas, lamentablemente, ha 2. John MacArthur. El ministerio pas-
sido suficiente el que un hombre diga que toral. Ed. CLIE.
tiene un llamado para comprometerlo en el 3. Manual personal del obrero cris-
ministerio. tiano. Ed. Portavoz.
AGOSTO 2014 13
 ESPIRITUALIDAD
SERIE: HÁBITOS PRECISOS =
RESULTADOS EXTRAORDINARIOS (1/4)

¿POR QUÉ ORAR

YA NO ME FUNCIONA?
Cómo transformar una rutina de oración en una experiencia real

La oración es un factor determinante en nuestras vidas y debe ser un hábito innegociable para todo
discípulo del Señor. Sin embargo, en ocasiones podemos llegar a considerar que la oración no es
suficiente o que, aparentemente, no sirve. ¿Cuál es la razón?

La oración se define básicamente
como “el acto de comunicarse con
Dios”. Pero considerando honestamen-
te el ritmo y las exigencias de la vida
actual, este acto de definición sencilla,
no parece ser tan fácil de realizar.
El desafío de nuestro tiempo
En la actualidad —y según las tenden-
cias, también en los años que ven-
drán— el modo de vida se caracteriza
por una variedad de factores, como la
inmediatez, la impaciencia, la compleji-
dad, el sensacionalismo, el ruido, la so-
brecarga de actividades y más. Obvia-
mente, estos factores ejercen presión
sobre nuestras vidas y ocasionan que
vayamos cambiando nuestra forma de
ser y hacer las cosas.
De allí que si bien, en teoría, entende-
mos que la oración es un proceso de
quietud, paciencia, simplicidad, dis-
creción y racionalidad, en la práctica la
convertimos en un acto de impaciencia,
egoísmo, complejidad, rutina, muletilla
y palabras huecas.
La oración termina siendo una práctica
poco transformadora, de resultados no
esperados y hasta poco servible.
Dónde está el problema
Sin embargo, esto no significa que la
oración sea poco efectiva, sino que
las condiciones en que desarrolla-
mos el acto de orar es el problema.
La oración es comunicación, un
arte que se embellece paso a paso,
donde no debe buscarse fórmulas
exactas, sino intenciones correctas.
A menudo, los líderes cristianos
buscamos nuevas e innovadoras
técnicas, estrategias y herramien-
tas, con miras a producir mejores
resultados con nuestras tareas. Sin

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La oración es un
factor determinante
en nuestras vidas y
debe ser un hábito
innegociable para
todo discípulo del
Señor.
embargo, recordando una conocida
frase anónima, tenemos que recono-
cer que ciertamente el Señor no nos
enseñó ni a predicar, ni a cantar, ni
a elaborar estrategias… pero sí nos
enseñó a orar. Y con su ejemplo nos
mostró que la oración no debe ser
un acto momentáneo, sino un hábito
continuo en la vida.
Es preciso, entonces, que la oración
constituya un hábito real. Por su-
puesto, no será fácil, pero aun así, si
deseamos una vida espiritual fortale-
cida y un servicio de mayor trascen-
dencia, hay que tomar la decisión de
hacerlo.
Formar un hábito
es un camino
Transformar la oración en un hábi-
to es un camino a transitar, cuya
acción depende de ti. Para em-
pezar, estas son algunas cosas
prácticas que pueden impulsar el
cambio:
Reorganiza tu tiempo de acuerdo
a prioridades en tu vida. Todos te-
nemos 24 horas al día, pero cada
uno debe determinar sus priorida-
des para utilizar ese tiempo apro-
piadamente.
Establece una lista corta de temas
para orar y crea un calendario colo-
cando por lo menos un tema por día.
Esto no es una regla mágica, pero es
un sistema sencillo para comenzar
a convertir la oración en un hábito.
Con el tiempo verás cómo va madu-
rando tu lista y el contenido de tus
oraciones.
Invierte en comprar un cuaderno sencillo
o una agenda y conviértela en tu diario de
oración. Allí registra tus momentos en ora-
ción (motivos, experiencias, resultados).
Esto te servirá como historial de oración.
Comparte con otros
sobre la oración.
No te coloques en la posición de “profe-
sor” de otros, sino más bien sé un compa-
ñero y peregrino del camino. No esperes a
tener “grandes experiencias” y “una gran
trayectoria” para hablar con otros sobre la
oración; comienza hoy mismo, de forma
genuina, humana y normal.
Piensa más allá de los límites y comienza a
avanzar con pequeños, simples y sólidos
pasos.
Para recordar: 3 claves para for-
mar hábitos productivos
Un solo cambio a la vez, pequeño y sen-
cillo.
Fíjate cambios concretos que puedas
medir y palpar.
Repite y repite con regularidad diaria y
constante.
La oración es un
factor determinante
en nuestras vidas y
debe ser un hábito
innegociable .
Alessandro Manzoni decía que “el
hombre crece cuando se arrodilla”1
y el Apóstol Pablo expresó a sus lec-
tores: “Alégrense en la esperanza,
muestren paciencia en el sufrimien-
to, perseveren en la oración” (Roma-
nos 12.12 NVI).
¡Así que manos a la obra!
“Dondequiera que Dios halla un co-
razón que ora, … este corazón halla-
rá un Dios que escucha la oración.”
—Matthew Henry
“Pero yo he puesto mi esperanza en
el Señor; yo espero en el Dios de mi
salvación. ¡Mi Dios me escuchará!”
(Miqueas 7.7 NVI).
Referencias:
1. Alessandro Manzoni: Poeta y escri-
tor italiano.
Emilio Iberbuden es consultor en
liderazgo, desarrollo personal y ge-
renciamiento organizacional. Tiene
una Licenciatura en Administración
y Gestión Empresarial, otra en Teo-
logía y una Maestría en Ciencias
Pastorales. Está casado y tiene una
hija.
Esta es la primera parte de una se-
rie de artículos acerca de los hábi-
tos saludables para una vida fructí-
fera. En el próximo número, Emilio
Iberbuden nos acercará al valioso
hábito de la lectura.
SETIEMBRE 2014 13
 DESARROLLO PERSONAL
SERIE: HÁBITOS PRECISOS =
RESULTADOS EXTRAORDINARIOS (2/4)

EVITE EL ENGAÑO
INTELECTUAL
Las ventajas de cultivar el hábito de la lectura
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la Ley, sino que de día y de noche meditarás en
él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que está escrito en él, porque entonces harás
prosperar tu camino y todo te saldrá bien” (Josué 1.8 RV95).

En un mundo caracterizado por la
sobreabundancia de información, las
recetas fáciles y el pragmatismo ra-
dical, estamos expuestos a dos “tro-
yanos”: el mariposeo cognitivo1 y la
superficialidad informativa. Estos tro-
yanos imperceptiblemente ingresan a
nuestras vidas y terminan causando
estragos en nuestro entendimiento,
bajando nuestras defensas ante los
engaños intelectuales o falsas infor-
maciones.
El Diccionario define “entender” como
“la acción de tener idea clara de las
cosas”. Entonces, ¿cuál es el antídoto
intelectual que permita alcanzar con-
tinuamente un mejor nivel de enten-
dimiento y reduzca la vulnerabilidad
mental?
Mariposeo cognitivo y superficiali-
dad informativa
Estos dos troyanos ingresan fácilmen-
te a nuestro estilo de vida, fundamen-
talmente por el exceso de información
encapsulada, la carencia de tiempo
en la rutina de vida, la falta de mode-
los de vida que motiven a la reflexión
racional y la pereza intelectual.
Esta situación atenta directamente
contra nuestra capacidad de entendi-
miento y comprensión. Nos convierte
en seres vulnerables a una diversidad
de engaños intelectuales por cau-
sa de la desnutrición informativa y
conceptual.
Beneficios de la lectura intencio-
nal y profunda
Cultivar la lectura intencional y
profunda como un hábito de for-
mación personal y ministerial, nos
permitirá alcanzar una serie de be-
neficios:
1. Favorece la concentración, la ima-
ginación y la agilidad mental.
2. Fortalece las conexiones neurona-
les, previene la degeneración cog-
nitiva y reduce el nivel de estrés.

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3. Potencia el nivel de empatía y re-
laciones interpersonales.
4. Ayuda a mejorar la oratoria, el
vocabulario, la formación de cri-
terios y el ordenamiento de las
ideas.
5. Contribuye a la sabiduría perso-
nal, el desarrollo intelectual, emo-
cional y espiritual.
6. Nutre la capacidad de debate y
argumentación.
Reorganizando
la dieta intelectual
Es fundamental una balanceada
nutrición cognitiva, que permita ge-
nerar sólidas defensas intelectuales
y al mismo tiempo facilitar el desa-
rrollo integral del ser humano. Algu-
nas recomendaciones para incluir
en la dieta intelectual:
1. La Biblia
San Agustín decía: “Cuando ora-
mos hablamos con Dios, pero cuan-
do leemos es Dios quien habla con
nosotros”. La lectura sistemática de
la Biblia y su estudio reflexivo de-
ben realizarse diariamente, con el
propósito de ir descubriendo verda-
des, y de esa forma convertirnos en
creyentes sólidos, con vidas conti-
nuamente transformadas.
2. Literatura de contenido bíblico
Es muy positivo incorporar a la dieta
intelectual literatura con contenido
bíblico, que ayude a la adquisición
Cultivar la lectura
de conocimientos sobre familia, finan-
zas, salud, liderazgo, educación, minis-
intencional y
terio, espiritualidad, realidad social y un
sinfín de áreas. Este tipo de contenidos
proveerán de información, perspectivas
y la posibilidad de ir formando criterios profunda como
temáticos.
un hábito de
3. Literatura de contenido general y
especializado formación personal
Existen grandes autores, excelentes li-
bros y diversidad de géneros literarios y ministerial, nos
que pueden proveer experiencias muy
ricas para el fortalecimiento intelectual, permitirá alcanzar
emocional e incluso profesional. Para
ello, quizás sea necesario romper para- una serie de
digmas y atreverse a abordar contenidos
inteligentes, creativos y desafiantes que beneficios.
nos permitan estar bien entrenados. Ya lo
decía Joseph Addison: “La lectura es a la
mente lo que el ejercicio al cuerpo”.
Para recordar: 3 claves para el hábito
de la lectura Referencias:
1. Prioriza calidad de lectura por sobre can- 1. Expresión perteneciente a Mario
tidad. Vargas Llosa (escritor, novelista y
2. Establece una meta realista de lectura y ensayista latinoamericano, Premio
cúmplela. Nobel de Literatura).
3. Lee con regularidad en forma diaria y 2. Jurista, político, filósofo, escritor, y
constante. orador romano.
El célebre Cicerón2 expresó que “un
hogar sin libros es como un cuerpo sin Por Emilio Iberbuden
alma”. De allí la importancia de acceder y Consultor en liderazgo, desarrollo
personal y gerenciamiento organiza-
contar con buenos materiales de lectura.
cional. Tiene una Licenciatura en Ad-
Por otro lado, la Biblia, el libro más im-
ministración y Gestión Empresarial,
portante de la historia, también debe ser otra en Teología y una Maestría en
leída de forma continua y reflexiva. Ciencias Pastorales. Está casado y
El profeta Jeremías oraba: “Fueron halla- tiene una hija.
das tus palabras, y yo las comí. Tu pa-
labra me fue por gozo y por alegría de
mi corazón; porque tu nombre se invocó
sobre mí, Jehová, Dios de los ejércitos”
(Jeremías 15.16 RV95).
Por medio de un sólido hábito de lectura,
luchemos contra los troyanos intelectua-
les, inmunicémonos contra los engaños,
elevemos nuestro entendimiento y alcan-
cemos nuevos niveles de liderazgo per-
sonal y ministerial.
Recursos recomendados:
Dr. David Livermore. Liderar con inteli-
gencia cultural. Editorial Grupo Nelson.
Rice Broocks. Dios no está muerto.
Editorial Casa Creación.
Ken Robinson. El Elemento. Ed. Conecta.
OCTUBRE 2014 9
 DESARROLLO PERSONAL
SERIE: HÁBITOS PRECISOS =
RESULTADOS EXTRAORDINARIOS (3/4)

TOMAR APUNTES,
UN HÁBITO ESTRATÉGICO
Qué, por qué y cómo hacerlo
¿Qué significa tomar apuntes? El acto de tomar apuntes no es escribir simplemente. No se trata de
una transcripción, sino más bien de una acción intencional de rescatar y registrar de una forma
clara el contenido más importante, las ideas más relevantes o las propuestas más interesantes,
para poder ser fácilmente asimiladas e incorporadas al conocimiento personal.

“Si practica la toma de apuntes con eficacia, utilizando
palabras claves, le sorprenderá ver cuánta más infor-
mación puede caber en un espacio determinado.”
—Tony Buzan
Dominic O’Brien afirma que los apuntes “actúan como
un filtro que nos ayuda a concentrarnos en lo importan-
te, asignan prioridad a los asuntos de más trascenden-
cia, y prescinden de las frases de relleno”. Es por ello que
para el líder, adquirir y desarrollar este hábito le otorgará
una excelente habilidad para simplificar información y fa-
cilitar la integración de nuevos conocimientos.
Por qué tomar apuntes
“La productividad personal son pequeños y sencillos
gestos aparentemente poco importantes que cambian
cosas importantes.” —Berto Pena
El hábito de tomar apuntes, genera éstos beneficios y
ventajas estratégicas:
Facilita la comprensión y la retención de lo escuchado
o leído.
Permite reforzar la capacidad de atención mejorando la
concentración y memorización.
Contribuye al estudio, el aprendizaje y el repaso efecti-
vo de los nuevos conocimientos adquiridos.
Desarrolla la habilidad de sintetizar, resumir y seleccio-
nar lo importante de un tema.
Favorece a potenciar la comunicación efectiva, la inter-
pretación clara y la precisión en la escritura.
Estos cinco aspectos se van perfeccionando en la me-
dida que más se ejercite en la práctica, elevando expo-
nencialmente el nivel de competitividad de la persona.

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“Si practica la toma distracciones, ruidos e incomodidad que
ocasionen desconcentración. Asimismo,
de apuntes con se debe considerar los aspectos que el
orador resalte en su locución y los puntos
eficacia, utilizando sobre los cuales hace énfasis.
Si dicha información proviene de la lec-
palabras claves, tura de un libro, de algún audio que está
siendo escuchado o de un vídeo que
le sorprenderá está siendo observado, también es im-
portante considerar la ergonomía o el
ver cuánta más ambiente del aprendizaje, evitando ele-
mentos que puedan causar distorsión
información puede en la capacidad de atención.

caber en un espacio S intetizar: al momento de sintetizar la

información, debe considerarse as-
determinado.” pectos claves como el tema, el formato
y el objetivo para el cual se toman apun-
—Tony Buzan tes. Rescate la idea principal, las ideas
secundarias y la conclusión puntual del
tema. En caso de necesidad, no dude
en hacer preguntas de aclaración, que Tenga presente que para ser
Cómo tomar apuntes efectivo en la nueva sociedad,
le permitan una comprensión suficiente
“Gracias a los mapas mentales sobre el contenido respectivo. usted debe ser capaz de trans-
puedes convertir una larga y aburri- mitir la idea principal de su men-

da lista de información en un diagra-
ma brillante, fácil de recordar y alta-
mente organizado.” —Tony Buzan
Al momento de tomar
apuntes, considere el
acrónimo ASRG:
R
egistrar: es un proceso intencional
de plasmar en los apuntes (físicos o
digitales) aquella información que posea
alguna relevancia sobre el contenido
percibido. En este sentido, es muy po-
sitivo hacer el registro de fechas, térmi-
nos, conceptos, ejemplos, comparacio-
nes y todo elemento de énfasis. De igual
saje en menos de 140 caracteres.
Tomar apuntes, hacer resúmenes
y elaborar esquemas mentales,
son habilidades fundamentales
en la competitividad de líderes
enfocados a la nueva generación.
Por lo tanto, incorpore, practique
y perfeccione éste hábito estraté-

A tender: es fundamental prestar manera, se pueden utilizar símbolos y gico.

la máxima atención a la infor-
mación que está siendo recibida.
Si dicha información proviene de
alguna disertación o conferencia
en vivo, es muy importante contar
con una ubicación cercana al lugar
de exposición del contenido. Dicha
ubicación debe ser seleccionada
de manera estratégica para evitar
colores llamativos, para identificar los
puntos claves, manteniendo en la medi-
da de las posibilidades la pulcritud en el
proceso, a fin de evitar confusiones por
causa de borrones, tachaduras y des-
prolijidad en los apuntes.
G raficar: consiste en organizar la in-
formación utilizando mapas con-
ceptuales. Esta técnica facilita el en-
tendimiento mediante el repaso de la
información y consolida los conocimien-
tos a través de la visualización.
Para recordar:
3 claves para tomar apuntes
Registre con prolijidad para evitar dificul-
tad al momento de interpretar las notas.
Mantenga la concentración y el enfo-
que durante el proceso de captación
de la información.
Grafique y repase sus notas luego de
haber concluido el proceso de capta-
ción de información, para asentar me-
jor los nuevos conocimientos.
- Por Emilio Iberbuden
Consultor en liderazgo, desarrollo
personal y gerenciamiento orga-
nizacional. Tiene una Licencia-
tura en Administración y Gestión
Empresarial, otra en Teología y
una Maestría en Ciencias Pas-
torales. Está casado y tiene una
hija.
Literatura recomendada
Ron Fry, Cómo Tomar Apuntes.
Editorial Everest.
Renee Simonet y Jean Simo-
net, Cómo tomar apuntes. Edi-
torial Deusto.
Antonio Ontoria Peña, Juan
Pedro R. Gómez y Ana Molina
Rubio, Potenciar la capacidad
de aprender y pensar: modelos
mentales y técnicas de apren-
dizaje-enseñanza. Editorial
Narcea.

NOVIEMBRE 2014 9

SERIE: HÁBITOS PRECISOS =
RESULTADOS EXTRAORDINARIOS (4/4)
¡QUIÉN SE ATREVE
A MADRUGAR!
Levantarse temprano, un
hábito enfocado a la productividad
En la Biblia se puede observar
que el hábito de levantarse tem-
prano estuvo presente en varias
personas, como por ejemplo:
David: “¡Dios, Dios mío eres tú!
¡De madrugada te buscaré! Mi
alma tiene sed de ti, mi carne te
anhela en tierra seca y árida don-
de no hay aguas” (Salmo 63.1a
RV95).
Moisés: “Y Moisés escribió todas
las palabras del Señor. Levantán-
dose muy de mañana, edificó un
altar al pie del monte, con doce
columnas por las doce tribus de
Israel” (Éxodo 24.4 LBLA).
Isaías: “Todo mi ser te desea por
las noches; por la mañana mi
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espíritu te busca” (Isaías 26.9a
NVI).
Job: “Cuando las fiestas termi-
naban —a veces después de va-
rios días— Job purificaba a sus
hijos. Se levantaba temprano por
la mañana y ofrecía una ofrenda
quemada por cada uno de ellos,
porque pensaba: ‘Quizá mis hi-
jos hayan pecado y maldecido a
Dios en el corazón’. Esta era una
práctica habitual de Job” (Job 1.5
NTV).
Jesús: “En la madrugada, Jesús
se levantó y fue a un lugar solita-
rio para orar” (Marcos 1.35 TLA).
Al parecer, este hábito tiene su
razón de ser y su importancia,
pero, ¿es aplicable a nuestros
DESARROLLO PERSONAL
días? ¿En qué beneficia a la per-
sona? ¿Cómo comenzar a prac-
ticarlo?
¿Levantarse temprano en la
actualidad?
“LEVANTARSE TEMPRANO IM-
PLICA CAMBIAR VARIAS RUTI-
NAS IMPORTANTES, Y QUE SON
INCOMPATIBLES MUCHAS VE-
CES CON LA VIDA SOCIAL NOC-
TURNA”
-ROBERTO DOUSSANG
Claramente, en la época de los
personajes bíblicos no había vida
nocturna como la que tenemos en
la actualidad. Es decir, no había
alumbrados públicos con energía
eléctrica por doquier,

“Levantarse temprano
implica cambiar varias
rutinas importantes, y
que son incompatibles
muchas veces con la
vida social nocturna”
-Roberto doussang
medios de comunicación con con-
tenidos programáticos, shopping,
eventos, cines o lugares de comi-
das abiertos hasta altas horas de la
noche.
Sin embargo, esta realidad actual
no es razón suficiente para no fo-
mentar el cuidado de las horas de
sueño, la correcta administración
del tiempo y el hábito de comenzar
el día desde temprano. Obviamen-
te, se requiere una firme convicción
y fuerza de voluntad para estable-
cer rutinas “contracorrientes”, pero
a la larga tendrán efectos extraor-
dinarios en varias áreas de la vida.
¿Por qué levantarse temprano?
LAS PERSONAS QUE MADRU-
GAN SON MÁS PROACTIVAS
EN SUS PROYECTOS O TRABA-
JOS, Y ADEMÁS SON MEJORES
ESTABLECIENDO OBJETIVOS Y
TOMANDO DECISIONES
-CHRISTOPH RANDLER
Si bien hay personas que son ex-
cepcionalmente creativas durante
la noche y pueden escribir, desarro-
llar ideas, elaborar proyectos, entre
otros aspectos, lo cierto es que la
mayoría de las personas tienden a
funcionar con “todas sus luces” du-
rante el día, para lo cual requieren
buenos hábitos equilibrados dentro
de su rutina de vida.
El hábito de levantarse temprano
aporta cuatro beneficios muy inte-
resantes:
Incrementa el rendimiento, la concen-
tración y la productividad personal.
Incorpora tiempos de quietud, paz y
armonía integral a la jornada diaria.
Facilita un equilibrio emocional más
apto para lidiar con las diferentes si-
tuaciones que se presenten en el día.
Predispone un contexto ideal para
reflexionar, meditar, planificar y
ejercitarse.
¿Cómo lograr levantarse
temprano?
“LO MÁS PROBABLE ES QUE
APAGUES EL DESPERTADOR
Y TE QUEDES DORMIDO SI IN-
TENTAS CAMBIAR TUS HÁBI-
TOS DRÁSTICAMENTE”
-LAURA VANDERKAM
A fin de evitar una frustración, el
hábito de levantarse temprano
debe ser incorporado y cultivado
“de forma progresiva, paulatina y
creciente”, haciendo ajustes peque-
ños y sistemáticos a la rutina diaria,
como por ejemplo:
Hacer ejercicios durante el día, de
forma que el cuerpo gaste energías,
libere toxinas físicas y emocionales
acumuladas. Esto ayudará a que el
cuerpo esté predispuesto a un buen
descanso durante la noche.
No cenar en gran cantidad y en ho-
ras muy cercanas al tiempo de dor-
mir, porque a causa del proceso de
digestión el cuerpo no podrá des-
cansar bien.
Tomar un tiempo antes de dormir
para aquietar la mente, el cuerpo
y las emociones. Desconéctese del
televisor, el celular, el email, las
redes sociales y otros dispositivos
electrónicos.
Utilizar un buen despertador y co-
locarlo lejos de la cama; de manera
que cuando suene, esté obligado a
levantarse y evitar la tentación de
simplemente apagarlo y continuar
durmiendo.
Tratar progresivamente de acostar-
se más temprano, comience yendo
a dormir 10 minutos antes, luego
15 minutos y así sucesivamente. Y
de la misma manera, comience a
levantarse 10 minutos antes, luego
15 minutos y así sucesivamente.
Establecer una rutina matutina.
Es decir, programar bien lo que
hará al levantarse de manera que
pueda optimizar su tiempo (ejem-
plo: meditar en la Palabra, orar y
encontrarse con su Creador, tomar
un baño tranquilo, hacer ejercicios,
preparar un buen desayuno, etc.).
Bajo ninguna circunstancia deje al
azar su tiempo matutino, porque de
hacerlo, es muy probable que no
perdure el hábito.
“Jehová, de mañana oirás mi voz;
de mañana me presentaré delante
de ti y esperaré” (Salmo 5.3).
Por Emilio Iberbuden
Consultor en liderazgo, de-
sarrollo personal y gerencia-
miento organizacional. Estudió
Ingeniería Comercial, tiene
una Licenciatura en Adminis-
tración y Gestión Empresarial,
otra en Teología y una Maes-
tría en Ciencias Pastorales.
Está casado con Claudina y es
padre de Nathalie.
Literatura recomendada
Laura Vanderkam. Qué hace
la gente exitosa antes del de-
sayuno. Editorial Aguilar.
David Allen. Organízate con
eficacia. Penguin Books / Em-
presa Activa.
Charles H. Spurgeon. De ma-
ñana oiré su voz.
Editorial Peniel.
DICIEMBRE 2014 9
 DESARROLLO PERSONAL
SERIE: LECCIONES PARA LA VIDA
DEL SERMÓN DEL MONTE (1/4)

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8 www.revistalafuente.com

Las palabras de Jesús
expresan la fe vivida
por los hijos de Dios.
Es decir, los discípulos
están profundamente
agradecidos por ser
hijos de Dios
EL SERMÓN DEL MONTE
DESDE LA PERSPECTIVA DE
MATEO 4.23
Este texto nos da la perspectiva
adecuada de cómo Jesús mismo
entendía las palabras del Sermón
del Monte. Allí se lee: “Y recorrió
Jesús toda Galilea, enseñando
en las sinagogas de ellos, y pre-
dicando el evangelio del reino, y
sanando toda enfermedad y toda
dolencia en el pueblo”. De acuer-
do a este texto, Jesús predicaba
el evangelio del reino y sanaba a
las personas. Así mismo, Mateo
sigue esa estructura a través de
los capítulos 5 al 9.
Al leer los capítulos 5 al 7 de Ma-
teo, nos damos cuenta de que las
enseñanzas tienen una fuerte co-
nexión con los Diez Mandamien-
tos. Mientras que el Pentateuco
nos ilustra a Moisés como el me-
diador, el Sermón del Monte ilus-
tra a Jesús como el Señor.
En los capítulos 8 y 9, posterior a
las enseñanzas, aparecen varios
milagros. Esto evidencia que Ma-
teo quiere presentar a Jesús como
el Mesías de la palabra (5-7) y el
Mesías de los hechos (8-9). Las
dos cosas van de la mano: la pa-
labra y los hechos. En cada lugar
donde el Espíritu de Dios se hace
realidad, se presenta por medio de
esta doble faceta, de palabra y de
hecho, nunca solo con la palabra
o solo con los hechos. Así Mateo
quiere traer a luz, en esta com-
paginación de Mateo 5-7 con 8-9,
que Jesús es el portador del Espí-
ritu de Dios en su plenitud.
EL SERMÓN DEL MONTE ES
EVANGELIO
El teólogo alemán Joachim Je-
remías llega a la conclusión de
que el Sermón del Monte no es
ley, sino evangelio; Evangelio, en-
tendido en este sentido, como el
anuncio de buenas noticias. La ley
coloca al ser humano sobre sus
propias fuerzas y lo llama a cum-
plirla con el mayor esfuerzo.
En contraposición, el evangelio
coloca a la persona ante el regalo
de Dios y lo llama a hacer de este
regalo el fundamento de su fe.
Aquí estamos frente a dos con-
cepciones diferentes: la ley por
una parte, y el evangelio por otra.
Las palabras de Jesús enuncia-
das en el Sermón no imponen
una carga de leyes para que el
discípulo alcance la salvación,
sino que, como lo rescata el au-
tor Josef Schmid hablando de
una nueva perspectiva de la ley:
“Este carácter preceptual de las
palabras de Jesús y el hecho de
que Jesús da realmente precep-
tos particulares absolutamente
concretos ponen claramente de
manifiesto que “el nuevo ser” no
puede ser entendido sin un hacer
concreto a su lado. La necesidad
absoluta de este hacer queda en-
carecida repetidas veces a través
de todo el texto del sermón y so-
bre todo en la parábola final”.
EN CONCLUSIÓN
Las palabras de Jesús expresan la fe
vivida por los hijos de Dios. Es decir,
los discípulos están profundamente
agradecidos por ser hijos de Dios,
y de allí surge una nueva vida con
nuevas características y perspecti-
vas. Las enseñanzas del Sermón del
Monte, entonces, sin lugar a duda,
son buenas noticias, o así como lo
expresa Mt 4.23, “Evangelio del Rei-
no”. En este sentido, seguiremos re-
flexionando en los próximos artículos
acerca del contenido del Sermón del
Monte.
POR RUBEN DRIEDGER
Ruben Driedger es director aca-
démico de Teología en uno de los
campus de la Facultad de Teología
de la Universidad Evangélica del
Paraguay. Tiene un doctorado de
Filosofía en Teología y está ejer-
ciendo la docencia a tiempo com-
pleto en el Centro Evangélico Me-
nonita de Teología Asunción. Está
casado con Ingrid y tiene una hija.
FUENTES:
Jeremías, J. Die Bergpredigt.
Calwer.
Hunter, A. M. Ihr sollt vollkommen
sein: Die Bergpredigt als Ethik der
Gnade. J. G. Oncken.
Schmid, J. El evangelio según San
Mateo. Herder.
Tenney, M. Nuestro Nuevo Testa-
mento: estudio panorámico del
Nuevo Testamento. Portavoz.
ENERO 2015 9

EL SER
DEL DISCÍPULO DE JESÚS
Principios del Sermón
del Monte para la vida práctica
Las enseñanzas del Sermón del
Monte son definitivamente evangelio
y no ley, como se pudo reflexionar en
el artículo anterior. Ahora, aplicando
esto al nuevo ser que resulta de la
relación del discípulo con Jesús, no
podemos evitar preguntarnos cómo
será su hacer, o dicho en otras pala-
bras su vida práctica. La misma de-
berá estar signada por el siguiente
principio cardinal.
Justicia y paz
como principio cardinal
Jesús presenta mediante las bien-
aventuranzas en Mt. 5.3-12 cualida-
des que describen “el carácter y la
conducta del cristiano” (Stott, p. 20).
Estas cualidades poseen su funda-
mento en Mt 5.6: “Bienaventurados
los que tienen hambre y sed de jus-
ticia” y Mt 5.9: “Bienaventurados los
8 www.revistalafuente.com
pacificadores, porque ellos serán lla-
mados hijos de Dios”.
El concepto de la justicia no es sim-
plemente una justicia externa lleva-
da a cabo por hechos correctos, sino
que combina, así como lo rescata el
texto mismo (Mt 5.8), la parte del co-
razón. Por otra parte, la paz, como
Brun lo rescata, “—al igual que el
amor— no se consigue por decreto.
La imposición de un régimen de paz,
no puede traer la paz, porque la paz
no es solamente el restablecimiento
del orden quebrantado, sino un or-
den nuevo” (Brun, p. 169).
Jesús nos llama a este nuevo orden
o estilo de vida, que está signado
por la justicia y la paz. Justicia en el
sentido de relaciones justas y sanas
que buscan cumplir ampliamente la
DESARROLLO PERSONAL
voluntad de Dios. Paz en el sentido
de acción a favor de otros para es-
tablecer una buena justicia en todos
los ámbitos de la sociedad. Si estas
cualidades se llevan a la práctica por
los discípulos de Jesús, los mismos
serán sal y luz en su entorno viven-
cial. Esta justicia y paz se expresan
en el SER del discípulo por los si-
guientes principios.
Principio de reconciliación:
Mt 5.21-25
Jesús enseña en esta porción de la
palabra “que la conducta del discípu-
lo es más importante para Dios que
cumplir ciertas prácticas” (Bartley, p.
97). Es cosa seria arreglar las dife-
rencias en esta vida, cuando aún se
esté en el camino, antes de llegar al
juicio final. Cristo apela al entendi-
miento para sopesar las consecuen-
cias del actuar y a estar dispuestos
para la reconciliación una vez por
todas con el hermano para luego
reanudar el sacrificio a Dios, que
no le es agradable si no cumple
con estas condiciones.
Principio de pureza:
Mt 5.27-32
Este principio ejemplifica que la
justicia requerida en el reino me-
siánico va más allá de la simple
consumación de actos sexuales
ilícitos. Nuevamente está involu-
crada la actitud del corazón. Es allí
donde nacen los deseos loables y
los perversos. Aquí el Señor da a
conocer “que debemos atacar la
raíz del mal, como también cortar
las ocasiones que nos estimulan
a practicarlo” (Jamieson, Fausset,
& Brown, p. 34). La razón la indica
el texto en el v. 30: “pues mejor te
es que se pierda uno de tus miem-
Jesús nos llama a este nuevo
orden o estilo de vida, que
está signado por la justicia y
la paz. Justicia en el sentido de
relaciones justas y sanas que
buscan cumplir ampliamente
la voluntad de Dios.
bros, y no que todo tu cuerpo sea
echado al infierno”. Dios invita a
“que tanto la mente como el cuer-
po se mantengan puros” (Porter &
López, p. 20).
Principio de la veracidad:
Mt 5.33-47
Con este principio Jesús establece
para las personas del reino de Dios
el fundamento de la veracidad.
Ellos debían ser veraces en su co-
razón y en lo que hablaban. Si esta
era la perspectiva, entonces no ha-
cía falta el juramento, alcanza con
un simple sí o un no (Hunter, p. 67).
Principio de no violencia:
Mt 5.38-42
Cuando se lee este texto se perci-
be cierta tensión. Se pide que no
se resista al malo y que no se utili-
ce la represalia para dañar a la otra
persona. Este texto es más enten-
dible a la luz de Romanos 12.17-21.
Como discípulos de Cristo, somos
llamados a hacer el bien. Esto que-
da evidenciado en la última premi-
sa de amar incluso al enemigo.
“Jesús demanda aquí de todos
sus seguidores una actitud perso-
nal hacia los que hacen mal, que
está inspirada en la misericordia y
no en la justicia, que renuncia a la
venganza en forma tan completa
que se arriesga a un sufrimiento
mayor y más costoso, que nunca
está dominada por el deseo de
causarles daño sino siempre por la
determinación de proporcionarles
el sumo bien” (Stott, p. 117).
Principio del amor: Mt 5.43-48
La nueva justicia llega a su punto
culminante en el llamado a amar a
los enemigos. El viejo orden había
exigido que el judío amara a sus
conciudadanos. El nuevo orden exi-
ge al nuevo Israel el deber de amar
sin limitaciones. De esta manera,
todos los que pertenecen a este
nuevo Israel llegan a ser hijos de su
Padre, cuya misericordia por natu-
raleza no distingue entre el bien y
el mal. El amor que se encuentra
en los recaudadores de impuestos
y en los gentiles, que no se eleva
moralmente sobre “una mano lava
la otra” o “una buena acción mere-
ce recompensa” no es suficiente.
La declaración de la misión que
Jesús hace a sus discípulos, ante
sus ojos, es un amor verdadera-
mente universal, un amor como el
amor de Dios (Hunter, p. 72).
Por Ruben
Driedger
Ruben Dried-
ger es direc-
tor académico
de Teología
en uno de los
campus de la
Facultad de
Teología de la
Universidad
Evangélica del Paraguay. Tiene un
doctorado de Filosofía en Teolo-
gía y está ejerciendo la docencia
a tiempo completo en el Centro
Evangélico Menonita de Teología
Asunción. Está casado con Ingrid
y tiene una hija.
Fuentes
• Bartley, J. (1993). Tomo 14: Ma-
teo. En D. Carro, J. T. Poe, & R. O.
Zorzoli (Eds.), Comentario bíblico
Mundo Hispano. El Paso, EE.UU.:
Mundo Hispano.
• Brun, T. (2007). Siendo anabau-
tista contemporáneo: contribu-
ciones para una comunidad local
con conciencia universal. Michi-
gan, EE. UU.: DiggyPod, Inc.
• Hunter, A. M. (1968). Ihr sollt vo-
llkommen sein: Die Bergpredigt
als Ethik der Gnade. Kassel, Ale-
mania: J. G. Oncken.
• Jamieson, R., Fausset, A., &
Brown, D. (2001). Comentario
exegético y explicativo de la Bi-
blia-Tomo 2: el Nuevo Testamen-
to. El Paso: Casa Bautista de Pu-
blicaciones.
• Porter, R., & Lopéz, G. (1986). Es-
tudios bíblicos ELA: ¿Listos para
el rey? (Mateo). Puebla, México:
Las Américas.
• Stott, J. (2007). El Sermón del
Monte. (3 ed.). (C. P. Camargo,
Trad.) Buenos Aires, Argentina:
Certeza Unida.
FEBRERO 2015 9
DESARROLLO PERSONAL
SERIE: LECCIONES DEL
SERMÓN DEL MONTE (2/4)
El SER del discípulo debe tener en
cuenta que lo primero debe ir pri-
mero. Ha de preguntarse qué es Lo
Mejor en la vida cristiana. Esto es
quizás lo más difícil de decidir en
la vida: ¿qué debe ser lo primero?
En este artículo veremos de una
manera clara que lo más impor-
tante en la vida es la adoración a
Dios. No se trata de cualquier Dios
creado por nuestra imaginación,
sino del Creador del cielo y de la
tierra.
Adoración desde la
perspectiva de Mateo 6
El judío expresaba su adoración
a Dios mediante la práctica de
dar limosna, la oración y el ayu-
no. Para Jesús cuando iba a dar
su sermón, él tenía en mente, le
preocupaba presentar una vida re-
ligiosa correcta, respecto de estas
temáticas de la fe. En Mt 6.1Jesús
ejemplifica su preocupación y esta
10 | www.revistalafuente.com
Primero
lo primero
Principios para la adoración
aparece varias veces en otras par-
tes del mismo capítulo (Mt 6.2-3,
16). Para Jesús sus discípulos “no
deben parecerse ni a los fariseos
en su despliegue hipócrita, ni a los
paganos en su formalismo mecáni-
co” (Stott, p. 21).
La adoración a Dios no depende
en primera instancia de las prác-
ticas del ¿cómo? y ¿cuándo? sino
que las acciones de adoración
deben ser llevadas a cabo con la
motivación correcta y no por apa-
rentar ser algo, como lo hace el
hipócrita, una persona que sobre-
actúa en todas sus dimensiones.
El énfasis en Mateo nos hace en-
tender “el carácter indispensable
de la sinceridad en la adoración”
(Hendriksen, p. 358).
Adoración como
expresión de justicia
Ya se ha visto en los estudios ante-
riores que el concepto de justicia
se entiende como un estilo de vida
de relaciones justas y sanas que
buscan cumplir ampliamente la
voluntad de Dios. La adoración ex-
presa el correcto posicionamiento
relacional de dependencia con
respecto a Dios, demostrando que
él se merece toda la gloria y honra
de nuestra parte. Esta adoración,
que no es la de los hipócritas, será
tan profunda que deberá afectar
“más allá de nuestras acciones y
palabras hasta nuestro corazón,
nuestra mente y motivaciones, […
de modo] que nos domine incluso
en aquellos rincones secretos más
recónditos” (Stott, p. 129).
Esta adoración no solo exige “una
devoción sincera de todo corazón
al Padre celestial […] sino también
una confianza sin límites en él en
todas las circunstancias” (Hendri-
ksen, p. 358). La profunda relación
con Dios expresada mediante las
limosnas, la oración y el ayuno
ponen de manifiesto su profundo

“Jesús llama a cuidar el corazón, que no se
ate a los tesoros terrenales perecederos.”
interés por la vida en la práctica
cotidiana. Es aquí que el texto nos
motiva a considerar y revisar que
primero permanezca lo más impor-
tante.
“Porque donde esté
vuestro tesoro, allí estará
también vuestro corazón”
(Mt 6.21)
La adoración a Dios no solo se ex-
presa por medio de prácticas espi-
rituales, como orar, dar y ayunar. El
capítulo 6 trabaja además con los
oficios públicos de las personas
en asuntos de dinero, posesiones,
comida, bebida, vestido y ambi-
ción. Aquí el asunto de los bienes
es contrastado en su característica
perecedera con lo imperecedero
de los tesoros celestiales. Jesús
llama a cuidar el corazón, a que
uno no se ate a los tesoros terrena-
les perecederos sino a los celes-
tiales que no serán corrompidos ni
por la polilla ni el orín.
Es importante que se entienda la
diferencia entre los tesoros corrup-
tibles y los incorruptibles (6.19-
21), entre las dos condiciones
del ojo ya sea luz o tinieblas (6,
22-23) y la dignidad comparativa
de los dos señores, Dios y las ri-
quezas (6.24). El mismo contexto
nos empuja a tomar una decisión
referente a esta contraposición. La
pregunta es ¿estamos preparados
para elegir? No se aflija, el texto
nos ayuda: No se preocupe por su
vida, ni por su cuerpo lo que ha de
comer y vestir, sino “buscad prime-
ramente el reino de Dios y su jus-
ticia, y todas estas cosas os serán
añadidas” (6.33).
Estas son palabras maravillosas
que poseen un profundo aspecto
espiritual para la vida de los cre-
yentes que encuentran el verdade-
ro sentido a este texto. Evidencia
que Jesús enseña primero lo pri-
mero. Si esta instancia está clara,
las necesidades terrenales serán
suplidas por el Padre que sabe lo
que necesitamos.
Adorar es darle el lugar
que Dios merece haciendo
SU voluntad
Vivir de acuerdo a la justicia de
Dios significa adorarlo a él con la
motivación correcta haciendo su
voluntad. Encontramos su voluntad
a través de una renovada relación
con Dios, con los semejantes y con
nuestra actitud correcta frente a
los tesoros terrenales.
El principio de adoración y com-
pleta dependencia de Dios es fiel
reflejo de las palabras iniciales de
la oración magistral de Jesús en
Mt 6.8-9: “Padre nuestro que es-
tás en los cielos, santificado sea tu
nombre. Venga tu reino. Hágase tu
voluntad, como en el cielo, así tam-
bién en la tierra”.
Este es nuestro desafío, mostrar a
través de la adoración a Dios cómo
se cumple su voluntad en nuestra
vida, en la de mi hermano, en la
iglesia y más allá en todos los lu-
gares del mundo. Amén.
Por Ruben Driedger
Ruben Driedger es director académico
de Teología en uno de los campus de la
Facultad de Teología de la Universidad
Evangélica del Paraguay. Tiene un docto-
rado de Filosofía en Teología y está ejer-
ciendo la docencia a tiempo completo en
el Centro Evangélico Menonita de Teolo-
gía Asunción. Está casado con Ingrid y
tiene una hija.
Fuentes
Hendriksen, W. (2001). Comentario al
Nuevo Testamento: Exposición del evan-
gelio según San Mateo. (H. Casanova,
Trad.) Grand Rapids, Michigan, EE.UU.:
Libros Desafío.
Stott, J. (2007). El Sermón del Monte. (3
ed.). (C. P. Camargo, Trad.) Buenos Ai-
res, Argentina: Certeza Unida.
Barclay, W. (1973). Mateo I: Capítulos I al
X (Vol. 1). (M. P. Rivas, Trad.) Buenos Ai-
res, Argentina: La Aurora.
MARZO 2015 | 11
DESARROLLO PERSONAL
SERIE: LECCIONES DEL
SERMÓN DEL MONTE (4/4)
Cómo vivir la “Regla de Oro”
Principios de reciprocidad
Al final de esta travesía fantástica
de las enseñanzas del Sermón del
Monte, nos queda por entender el
último gran principio, el de la reci-
procidad. Hemos reflexionado res-
pecto de la justicia y la paz como
principio cardinal para las relacio-
nes humanas. De este principio se
desprenden prácticas de una nue-
va realidad de convivencia y ex-
presión de fe hacia Jesús a través
de la adoración.
En el cuadro que aparece más
adelante se han identificado estos
como los principios práctico-for-
mativos. Estos principios expresan
los valores principales que posee
el Sermón del Monte, que deberían
ser incorporados en las prácticas
de la vida cotidiana de los miem-
bros de la iglesia.
Dar y recibir fomenta la
justicia y paz (Mt 7)
En Mateo 7 se puede observar un
resumen de la gran variedad de re-
10 | www.revistalafuente.com
laciones existentes en la vida del
discípulo de Jesús. Stott (págs.
183-184) resume estas relaciones
de acuerdo a cómo van aparecien-
do en el último capítulo del discur-
so.
1. CON NUESTRO HERMANO (vv.
1-5), en cuyo ojo podemos per-
cibir una astilla, a quien tenemos
responsabilidad de ayudar, no de
juzgar.
2. CON UN GRUPO DESIGNADO
SORPRENDENTEMENTE COMO
“PERROS” Y “CERDOS” (v. 6). Se
trata de gente común y corriente,
pero es tal su naturaleza animal
que se nos dice que no comparta-
mos el evangelio de Dios con ellos.
3. CON NUESTRO PADRE CELES-
TIAL (vv. 7-11), a quien venimos
en oración, confiados de que nos
dará solamente “cosas buenas”.
4. CON TODOS EN GENERAL (v.
12): la regla de oro debería guiar
nuestra actitud y conducta hacia
los demás.
5. CON NUESTROS COMPAÑE-
ROS DE PEREGRINAJE (vv. 13-
14), que andan con nosotros por el
camino angosto.
6. CON LOS FALSOS PROFETAS
(vv. 15-20), a quienes debemos
reconocer y de quienes debemos
guardarnos.
7. CON JESÚS NUESTRO SEÑOR,
cuya enseñanza estamos obliga-
dos a escuchar con atención y
obedecer (vv. 21-27).
El versículo “resumen”
No cabe duda que este capítulo es
la aplicación práctica de los funda-
mentos explicados en los capítulos
5 y 6 de Mateo. Más allá de ello
la expresión en Mateo 7.12 resume
el principio de reciprocidad por
excelencia diciendo: “Así que, to-
das las cosas que queráis que los
 JUSTICIA Y PAZ
SE EXPRESAN EN...

PRINCIPIOS PRÁCTICO- PRINCIPIO PRÁCTICO- PRINCIPIO PRÁCTICO-

FORMATIVOS DEL INCLUYE FORMATIVO DE INCLUYE FORMATIVO DE ADORACIÓN
DISCÍPULO RECIPROCIDAD A DIOS

PRINCIPIO DE SE RESUMEN EN:

PRINCIPIO DEL PUREZA
AMOR

PRINCIPIO DE LA “Así que, todas las cosas que queráis que los
PRINCIPIO DE
NO-VIOLENCIA RECONCILIACIÓN hombres hagan con vosotros, así también haced
vosotros con ellos; porque esto es la ley y los
profetas” (Mateo 7.12).
PRINCIPIO DE LA
VERACIDAD

Visión completa de los principios práctico-formativos del Sermón del Monte

hombres hagan con vosotros, así
también haced vosotros con ellos;
porque esto es la ley y los profe-
tas”. Ley y profetas hace recordar
la totalidad de los escritos del Anti-
guo Testamento.
En el cuadro (arriba) se esquema-
tiza un resumen de lo que son las
enseñanzas del Sermón del Monte.
La justicia y la paz son los funda-
mentos de la vida del discípulo, su
relación con Dios y, más allá, con
el resto de la sociedad. Cada área
se expresa por principios prácti-
co-formativos que deberían guiar
la vida en la justicia y en la paz se-
gún lo expresado por Jesús mismo
mediante sus enseñanzas expues-
tas por Mateo.
Una puesta a punto final
Al haber tenido el privilegio de
compartir todas las partes del Ser-
món del Monte me siento como un
mecánico que ha juntado todas las
partes del motor. ¡Fabuloso! Ahí lo
tenemos, parece que hemos termi-
nado. Pero no es así, ¿qué, pues, se
debe hacer ahora?
Para el mecánico no basta de haber
juntado correctamente todas las
partes, debe encender el motor
para ver si cada cual cumple su fun-
ción y el motor puede generar fuerza
para dar el impulso para lo cual fue
construido. De forma similar ocurre
en nuestras vidas. Se ha podido
entender y visualizar las diferentes
partes que componen al Sermón del
Monte. Resta realizar una puesta a
punto final. ¿Cuál es este puesto a
punto para nuestras vidas? El texto
al final del Sermón lo expresa por
medio de dos figuras literarias an-
tagónicas:
“Cualquiera, pues, que me oye es-
tas palabras,
“...y las hace, le compararé a un
hombre prudente, que edificó su
casa sobre la roca” (la misma per-
manece en el tiempo a pesar de
las desavenencias).
“...y no las hace, le compararé a
un hombre insensato, que edificó
su casa sobre arena” (la misma no
permanece y su caída es grande).
¿Comprendemos? Tener todas las
partes no es suficiente, hay que en-
cender motores y vivir cada día de
acuerdo a las intenciones de la en-
señanza de Jesús expresada en el
Sermón del Monte. Que así sea.
Por Ruben Driedger
Ruben Driedger es director académico
de Teología en uno de los campus de la
Facultad de Teología de la Universidad
Evangélica del Paraguay. Tiene un docto-
rado de Filosofía en Teología y está ejer-
ciendo la docencia a tiempo completo en
el Centro Evangélico Menonita de Teolo-
gía Asunción. Está casado con Ingrid y
tiene una hija.
Fuente
Stott, J. (2007). El Sermón del Monte. (3
ed.). (C. P. Camargo, Trad.) Buenos Ai-
res, Argentina: Certeza Unida.

ABRIL 2015 | 11
DESARROLLO PERSONAL
¡Cuidado con
el decaimiento
espiritual!
Por Sugel Michelén.
Publicado originalmente en su blog:
TodoPensamientoCautivo.com.
Usado con permiso.
El hecho de que la salvación sea
segura para el que realmente la
tiene de ningún modo debe llevar
al creyente al descuido y la pere-
za, porque el pecado todavía mora
en nosotros; y no como una bomba
desactivada o un volcán extingui-
do. Como hemos dicho muchas
veces, el pecado ha dejado de
ser nuestro rey, pero sigue siendo
nuestro enemigo, y su meta es lle-
varnos a lo peor; esa es la lección
del apóstol Pablo en Romanos 6,
así como en 7:14-25, por sólo citar
algunos.
10 | www.revistalafuente.com
Una tendencia secreta
Octavio Winslow* dice al respec-
to que en todos nosotros hay una
tendencia “secreta, perpetua y
alarmante de alejarnos de Dios”. Y
si esa tendencia no es vigilada y
mantenida a raya, puede apartar-
nos sutilmente de nuestra comu-
nión íntima con Él y causar serios
daños a nuestra vida espiritual.
“Tal desvío – sigue diciendo Wins-
low – devora al alma de su vigor,
de su fuerza, de su energía espiri-
tual; e incapacita al creyente, por
un lado, para servir, amar, obede-
cer y deleitarse en Dios; y por otro
lado, para resistir las tentaciones
de la carne, el mundo y Satanás”.
Noten que aquí no estamos ha-
blando de un pecado en particu-
lar. Nos referimos, más bien, a un
estado de deterioro en el que las
gracias que Cristo ha implanta-
do en nosotros, tales como la fe,
el amor, el gozo, la esperanza, la
mansedumbre, se encuentran en
franco decaimiento; es un estado
en el que nuestra comunión con
Dios ha descendido a su mínima
expresión.
Todo bien, aparentemente
Y lo terrible de esta condición es
que comienza de una manera su-
til, secreta, imperceptible para las
personas que nos rodean, y a ve-
ces hasta para nosotros mismos.
En lo que respecta a la conducta
externa, éste creyente no se distin-
gue de los demás hermanos de la
Iglesia. Pero su alma se encuentra
en un franco y abierto deterioro es-
piritual. No hay vigor en su fe, no
hay incremento en su amor, no ex-
perimenta el gozo de saberse per-
donado y de pertenecer a Cristo,
ni el gozo de la obediencia; no vive
amparado en la esperanza, no ma-
nifiesta humildad y mansedumbre;
y su comunión con Dios es rígida,
externa, ritualista.
El síndrome adámico
Y nos preguntamos, ¿cómo es po-
sible que un verdadero creyente
caiga en un estado espiritual tan
penoso? Antes de responder esta

pregunta, permítanme corregir un
concepto equivocado que muchos
tienen al evaluar el estado de su
vida espiritual. Algunos creyentes
se dan cuenta que algo no anda
bien en su vida cristiana, que su
piedad y su relación con Dios han
decaído, lo mismo que su servicio
en el reino. Pero al querer encon-
trar la causa de su deterioro caen
en lo que podemos llamar el sín-
drome adámico. ¿Qué hizo Adán
cuando Dios lo confrontó con su
pecado? Le echó la culpa a su mu-
jer. Y ¿qué hizo la mujer? Echarle
la culpa a Satanás. Todos son cul-
pables de mi desgracia, menos yo.
Sin embargo, según la evaluación
divina en Génesis 3, cada uno
fue responsable de su pecado y
cada uno recibió la consecuencia
de sus actos. Querido hermano,
querida hermana, ninguna causa
externa a ti puede ser responsa-
ble de tu decadencia espiritual.
Ese mal comenzó en tu corazón y
se desarrolló en tu corazón (comp.
Mt. 15:17-20).
Si quieres encontrar a quien echar-
le la culpa de tu condición segura-
mente lo vas a encontrar, pero no
vas a solucionar tu problema. Pue-
de que al principio te haga sentir
mejor contigo mismo, pero la fuen-
te de tu decadencia seguirá pro-
duciendo productos tóxicos que
no te permitirán salir del estado en
que estás.
Dónde está el problema
Y, por supuesto, cuando achaca-
mos la culpa de nuestro mal a una
¡Nuevo e-book
“Ninguna causa GRATIS!
externa a ti puede
ser responsable
de tu decadencia
espiritual.”
causa equivocada, inevitablemen-
te vamos a llegar a una solución
equivocada. Es por eso que mu-
chas personas cifran la esperanza
de su mejoría en un cambio de cir-
cunstancia: “Un cambio de aire me
vendrá bien; tal vez si cambio de
amistades, o de iglesia, o de tra-
bajo, incluso de país, puede que
mi situación mejore”.
Pero si entendemos que el mal
radica en nuestro propio cora-
zón, entonces podremos aplicar
la medicina apropiada en el lugar Este tercer ebook editado por la re-
apropiado. ¿Cuál es, entonces, la vista La Fuente tiene como objetivo
verdadera causa de la decadencia presentar una serie de alternativas
espiritual? Hablaré un poco acerca viables a la iglesia.
de esto en la próxima entrada, si el
Señor lo permite.
Contenido
1. Responder a las necesidades
Nota: Recomendamos sinceramente de las familias
seguir esta serie de artículos del pas-
tor Sugel Michelén en su blog: 2. Organizar actividades
deportivas
TodoPensamientoCautivo.com.
3. Ofrecer un espacio para los
niños
4. Realizar servicio voluntario en
centros asistenciales
5. Brindar apoyo a instituciones
educativas
6. Celebrar fechas y
acontecimientos especiales
7. Involucrarse en asociaciones y
comisiones vecinales
Referencias Descargar desde
*Octavio Winslow, predicador y autor inglés
del siglo XIX. bit.ly/ebook-003
DESARROLLO PERSONAL

El camino hacia la
autenticidad

Las 4 cosas
que no deben
definir tu
identidad

Adán y Eva no tenían vergüenza de
estar desprovistos de ropa frente a
frente. Cuando tenemos paz en el
corazón podemos ser auténticos y
no avergonzarnos de nosotros mis-
mos.
Sin embargo, cuando ellos margina-
ron a Dios, comenzaron a sentirse
ridículos y expuestos. La inocencia
sana que los caracterizaba, había
desaparecido. Por esto, se tejieron
hojas de higuera para cubrirse.
Desde ese momento, nosotros,
como ellos, comenzamos a tejernos
hojas de higuera para taparnos. He-
mos pensado, como nuestros ami-
gos desnudos, que podemos ocul-
tar lo que realmente somos.
Las capas
Recuerdo uno de los gloriosos epi-
sodios de la película “Shrek”. En ella
encontramos a un ogro malhumora-
do y a un burro con dotes mágicas:
hablaba muchísimo.
En uno de los momentos de diálogo,
el burro desea conocer más profun-
damente al ogro. Sin embargo, éste
le explica que su especie es com-
plicada, que no es sencillo poder
ingresar a la intimidad de un ogro.
Es entonces cuando el ogro le ex-
plica lo compleja que es su espe-
cie. El burro sin entender le pide un
ejemplo. El ogro le dice: “Un ogro
es... como una cebolla”. El burro le
responde: “Apesta, hace llorar, si las
pones al sol se ponen marrones y les
salen pelitos blancos”. El ogro, casi
enojado le dice: “¡Noooo!, las ca-
pas. Las cebollas tienen capas, los
ogros tenemos capas”. Finalmente,
el burro, reflexivo, dice: “Pero no a
todos les gusta las cebollas”.
Esto es sencillamente una teoría
excelente para explicarnos. Somos
seres humanos con capas, con
máscaras, con hojas de higuera o
con miedo a no ser aceptados si
nos presentamos como realmente
somos.
Apariencias vs. ser
Quizás, la herida que han provoca-
do en nosotros no nos permite ser
vulnerables nuevamente. Cuando
nos despojamos de las capas so-
mos frágiles y tememos ser lastima-
dos. Por esto, nos cubrimos de una
serie de máscaras para ser acepta-
dos, sin embargo lo que aceptan los
demás son nuestras apariencias, no
nuestro verdadero ser.

10 | JUNIO 2015 www.revistalafuente.com

Veamos algunas apariencias con las
cuales nos hemos “tapado”:
1. Soy por lo que tengo
Hoy más que nunca, el tener obje-
tos pareciera que nos califica. Si no
tienes esto o aquello, no eres nada,
según hemos creído.
Salomón, uno de los reyes más ricos
sobre la faz de la Tierra, tenía todas
las cosas materiales que deseaba.
De diferentes lugares del mundo
iban a contemplar sus riquezas.
Esto lo confundió. Pensó que su ver-
dadero valor residía en lo que tenía.
Levantó un imperio. Se olvidó de la
gente y de la fuente de su poder.
Como consecuencia, dejó una he-
rencia hecha trizas en valores, en
carácter y provocó la triste división
de una nación que tenía un poten-
cial maravilloso. Las cosas son co-
sas y no deberían tomar el lugar de
las personas en nuestra escala de
valores.
2. Soy por las relaciones
con otros
Las relaciones son vitales para nues-
tro desarrollo como seres humanos.
Solos, no podemos vivir. Somos se-
res sociales, arraigados a una red
de convivencia.
Sin embargo, hemos descuidado
las relaciones primigenias. Cada
vez más, los hijos se separan de sus
www.revistalafuente.com
padres, a todo nivel. Los hermanos
rompen sus relaciones y no hacen
nada por recomponerlas. La familia
ha tomado un segundo plano o, la
hemos abandonado.
Es importante que seamos inclusi-
vos en nuestras relaciones. Un es-
tudio sobre las redes sociales nos
dice que éstas nos comunican, pero
que no nos integran. Los encuesta-
dos de este estudio dicen que me-
joraron el contacto con otros, pero
que no les ayudó a ganar amigos.
3. Soy por lo que hago
Seguramente te ha pasado de pre-
guntar a alguien ¿quién eres? Y te
contestan: soy odontólogo, soy pro-
fesor, soy esto o aquello.
La respuesta que recibimos es en
base a lo que hacen y no a quié-
nes realmente son. Vivimos en una
sociedad donde “el hacer” marca la
utilidad e importancia.
“En el mundo del
activismo, debemos
entender que lo que
hacemos es solo
una parte de lo que
somos.”
En el mundo del activismo, debe-
mos entender que lo que hacemos
es solo una parte de lo que somos.
Lo que hacemos es reflejo de lo que
nos apasiona, sin embargo solo es
una parte de lo que nos constituye
como seres humanos, no todo.
4. Soy por lo que aparento
Somos actores conscientes o in-
conscientes. Nos mimetizamos con
otros, ya sean amigos, hermanos o
personas que admiramos.
Es sano imitar las cosas positivas de
otros. Sin embargo, además de esto,
es esencial que seamos nosotros
mismos, que seamos auténticos.
Si estamos dependiendo de nuestra
apariencia, nos mentimos a nosotros
mismos y a los demás. En casa sere-
mos una cosa, en el trabajo otra, en
a mi comunidad otra, en el estudio
otra, etc. Nunca sabremos quiénes
somos. No caigamos en la mentira
de “dividirnos para agradar a todos”.
¡Vivamos libres de los juicios de los
demás y de los propios!
Por Gabriel Salcedo
Esposo, padre y padrastro.
Educador, comunicador y es-
critor argentino. Ha estudiado
Teología, Literatura y Orienta-
ción familiar. Ha sido parte del
equipo ministerial de la Iglesia Presbiteriana
San Andrés en Olivos. Actualmente es tutor
académico en la Universidad Austral de Ar-
gentina.
JUNIO 2015 | 11
DESARROLLO PERSONAL
¿Cómo te ves a ti mismo?
Los factores que influyen en nuestra autoimagen
De alguna manera, vamos formando
en nuestra mente un perfil de “cómo
debe ser una persona” según nues-
tra propia opinión. Nuestras relacio-
nes están influenciadas por este pa-
radigma de persona “correcta” que
hemos formulado. Los demás hacen
lo mismo en su apreciación sobre
nosotros.
Veamos algunos “espejos” donde
nos miramos cotidianamente y que
impactan el desarrollo de nuestra
identidad:
10 | JUNIO 2015
El espejo de la familia
En la historia de Israel existió un pro-
feta llamado Samuel. Un día fue a
elegir un nuevo rey para su nación.
Se dirigió a la familia de Isaí, donde
descubrió que había un hijo olvida-
do.
Dice la historia que Samuel evaluó
hijo por hijo, hermano por hermano,
y no encontró el perfil que buscaba
para el próximo rey. Fue entonces
que aparece en escena el “hijo olvi-
dado” (1 S 16.10-11 NVI):
Isaí le presentó a siete de sus hijos,
pero Samuel le dijo:
—El Señor no ha escogido a ningu-
no de ellos. ¿Son éstos todos tus
hijos?
—Queda el más pequeño —respon-
dió Isaí—, pero está cuidando el re-
baño.
¡Wow! Isaí era un tipo rudo. Cuan-
do le preguntaron sobre el más pe-
queño, casi dice: “Ése no, sólo sirve
para cuidar ovejitas y cantar con su
arpa”. El perfil de “un hijo de Isaí”
era demasiado alto para que David
pudiera alcanzarlo. Por eso, lo había
aislado.
El espejo familiar puede estar acer-
tado, pero también puede estar
equivocado. En el caso de David,
nadie creía en él, nadie de su propia
familia pensó que él podía ser ele-
gido rey.
El espejo de los amigos
Los amigos pueden ser un buen es-
pejo, si son personas que quieren lo
mejor de ti, te reciben tal cual eres,
y te ayudan a mejorar. Lo que ellos
digan será importante, siempre y
cuando no te obliguen a ser y ha-
cer lo que no está de acuerdo con
tu identidad o valores.
Cuando era pequeño me gustaba la
historia de Pinocho. Me parecía un
simpático muñeco de madera que
tomaba vida. Sin embargo, cuando
estudié filología y profundicé sobre
los textos escritos y su contexto,
www.revistalafuente.com
descubrí algo espantoso.
Carlo Collodi, el autor de la novela,
no la pensó como una obra de lite-
ratura infantil. En la versión original,
Pinocho es ahorcado por sus innu-
merables faltas. Sólo en versiones
posteriores la historia obtendría su
famoso final en el que la marioneta
se convierte en un niño de verdad.
La gente protestó por la muerte de
Pinocho y Collodi tuvo que alargar
la historia.
Lo que más me impacta de Pinocho
es su facilidad para ser influenciado
por las malas compañías. Las pre-
siones de sus malos amigos, lo lle-
van a hacer cosas imprudentes. Él
cede, quiebra su promesa y deja la
escuela.
Busca amigos que, aunque no sean
perfectos, sean sinceros y dejen
que sigas tu camino.
El espejo propio
En la vida encontramos muchas
personas que no se creen capaces
de estar a la altura de las circuns-
tancias. Algunos se sienten inútiles
para todo. Otros se creen los más in-
significante de su familia. Varios pa-
decen depresión crónica por causa
del rechazo permanente que viven.
Ellos, y muchos más, nos represen-
tan. Son una muestra de lo que pasa
en nuestro interior. Quizás nunca re-
cibimos afirmación, ni ánimo, menos
www.revistalafuente.com
“Uno de los grandes
obstáculos para desa-
rrollar una autoima-
gen sana es pensar-
nos como un descuido
de la naturaleza.”
aprobación. Tal vez nadie creyó en
nosotros y pensamos que somos
“unos buenos para nada”. Cuando
nuestra percepción no es formada
sanamente, es limitada.
Dos formas de autoevaluarnos equi-
vocadamente son: no perdonarnos
a nosotros mismos y no creer que te-
nemos un potencial mayor. Cuando
lo hacemos, nos mantenemos para-
lizados, mirándonos en un espejo
cotidiano, pero equivocado.
El espejo saludable
Todos tenemos una imagen men-
tal de quiénes somos, qué aspecto
tenemos, en qué somos buenos y
cuáles son nuestros puntos débiles.
Nos formamos esa imagen a lo largo
del tiempo, empezando en nuestra
más tierna infancia.
Gran parte de nuestra autoimagen
se basa en nuestras interacciones
con otras personas y nuestras expe-
riencias vitales. Esta imagen mental
contribuye a nuestra autoestima.
Algunos consejos para una
autoimagen saludable:
Debes verte como creación mara-
villosa. Darnos cuenta de nuestras
capacidades y de nuestra valía
nos permitirá darnos cuenta que
somos particularmente maravillo-
sos.
Debes verte como un acierto, no
como un error. Uno de los grandes
obstáculos para desarrollar una
autoimagen sana es pensarnos
como un descuido de la naturale-
za. Tu vida es un acierto, y los que
te aman puede afirmar esto.
Debes verte como alguien de va-
lor. Nadie tiene el derecho de me-
nospreciarte. Es esencial entender
esto, tanto a nivel personal como a
nivel relacional. Ningún ser huma-
no es menos que otro, todos tene-
mos la misma dignidad.
Cuando dejamos de mirarnos en es-
pejos limitados, los rompemos y de-
jamos uno solo: el espejo saludable,
que cambia nuestra perspectiva de
nosotros mismos y comenzamos a
vernos acertadamente.
Por Gabriel Salcedo
Esposo, padre y padrastro.
Educador, comunicador y es-
critor argentino. Ha estudiado
Teología, Literatura y Orienta-
ción familiar. Ha sido parte del
equipo ministerial de la Iglesia Presbiteriana
San Andrés en Olivos. Actualmente es tutor
académico en la Universidad Austral de Ar-
gentina. / www.gabrielsalcedo.com
JUNIO 2015 | 11
DESARROLLO PERSONAL
La superación:
¿Una etapa de la vida
o una actitud continua?
Poniendo las bases para un crecimiento personal saludable
Muchas personas piensan que el
superarse es perseguir metas profe-
sionales o laborales. Por esta razón,
se tiende a vincular la superación
personal con una etapa específica
en la juventud para construir el pro-
greso personal hacia el futuro.
La idea de superarnos no debería
estar limitada simplemente a una
oportunidad en nuestra juventud o a
metas profesionales. La superación
debería ser el motor que nos lleva
10 | AGOSTO 2015
por cada camino de nuestras vidas;
nuestras relaciones, nuestro trabajo,
nuestra familia, nuestro bienestar
económico y salutífero.
El sentirse realizado es una de las
necesidades que tenemos todos
los seres humanos. Sin embargo,
esta necesidad puede beneficiar-
nos como también puede ocasionar
desordenes cuando no está bien
canalizada. En ocasiones podemos
tener vacíos internos, que realmente
deberían ser llenados por Dios, mas
al no poder crecer adecuadamente
en este aspecto, intentamos llenar-
los con la satisfacción que produce
el sentirnos realizados. Es entonces
cuando nos vemos enfocados exce-
sivamente en el trabajo, en los títu-
los, en los puestos ministeriales, o
en algún rol de vida.
La madurez espiritual como
meta principal
Para que esto no suceda, es impor-
tante que primeramente tengamos
como proyecto continuo de vida
alcanzar la madurez espiritual. De
todas las maneras de superarnos
la más imprescindible debería ser
en nuestro comportamiento y reflejo
como seguidores de Jesús.
En su carta a los Filipenses, Pablo
toma un espacio para hablar de
cómo parecerse más a Cristo es su
meta principal y como todas las de-
más cosas que tenía anteriormente
(sus puestos y los conocimientos
que había alcanzado) dejaron de te-
ner peso en su vida con tal de agra-
dar a Cristo. Aunque, en el caso de
Pablo, sus logros alcanzados pre-
viamente a su encuentro con el Se-
ñor representaban una enemistad
www.revistalafuente.com
con la Cruz y por lo tanto tendría que
renunciar a ellos al decidir seguir a
Cristo; su entrega y actitud nos sir-
ve de ejemplo de cómo el agradar
a Dios debería ser lo primordial y
esencial en nosotros.
“Pero cuantas cosas eran para mí
ganancia, las he estimado como
pérdida por amor de Cristo” (Filipen-
ses 3.7).
Esto no quiere decir que al servir a
Dios no podemos aspirar a superar-
nos en diferentes áreas, al contrario.
Dios también desea que seamos
personas de crecimiento en todas
las áreas de nuestras vidas pero
todo bajo un orden que le honre.
Cuando estamos comprometidos en
desarrollar el carácter de Cristo en
nosotros, todos los demás aspectos
florecen apropiadamente y con ma-
yor responsabilidad.
Podemos crecer también en
otras áreas
Es importante adoptar la superación
como una actitud continua de vida.
Primeramente en nuestro carácter
cristiano, el cual será un proyecto
para toda la vida ya que en esta
área es imposible dejar de crecer;
pero también sin pereza, esforzán-
donos arduamente en ello cada día.
“No que lo haya alcanzado ya, ni que
ya sea perfecto; sino que prosigo,
por ver si logro asir aquello para lo
www.revistalafuente.com
“Es importante
adoptar la superación
como una actitud
continua de vida.
Primeramente en
nuestro carácter
cristiano...”
cual fui también asido por Cristo Je-
sús. Hermanos, yo mismo no preten-
do haberlo ya alcanzado; pero una
cosa hago: olvidando ciertamente lo
que queda atrás, y extendiéndome
a lo que está delante, prosigo a la
meta, al premio del supremo llama-
miento de Dios en Cristo Jesús” (Fi-
lipenses 3.12-14).
Una vez tengamos como norte, y
compromiso de vida, agradar y ser-
vir al Maestro estaremos prepara-
dos para abrir lugar a otras áreas de
crecimiento en nuestra vida ya que
entonces podremos administrarlas
con la prudencia que requieren. Es-
tas áreas caen bajo la categoría de
lo que podemos llamar añadiduras y
en la lista están incluidos: roles, mi-
nisterios, profesiones y puestos.
“Mas buscad primeramente el reino
de Dios y su justicia, y todas estas
cosas os serán añadidas” (Mateo
6.33).
El propósito de Dios con
nuestras metas
Por subsiguiente, procuremos tam-
bién desarrollar una actitud de su-
peración en estas áreas. La mejor
manera de garantizar un crecimiento
es trazándonos metas que podamos
perseguir y alcanzar. Dios desea
que seamos personas de crecimien-
to por la sencilla razón de que ten-
gamos los recursos y habilidades
para ser usados por El y ser de ben-
dición a otros.
Así que, en cuanto a nuestra vida
personal: primeramente debemos
madurar en Cristo viviendo para
reflejar su carácter en todo.
En cuanto al ministerio: debemos
capacitarnos.
En cuanto a nuestro desarrollo: es-
tudiemos y trabajemos.
Es importante trazar metas y hacer
planes que nos empujen a alcan-
zarlas. Todo lo que procuremos que
sea bajo la dirección de Dios y en
la seguridad de la perfecta voluntad
individual de Dios en nuestra vida.
Por Jenilee Rebarber
Jenilee es originaria de Puer-
to Rico y reside actualmente
en los EE.UU. con su esposo.
Ha colaborado en diferentes
ministerios en su región e igle-
sia, especialmente con la juventud. Es docto-
ra en optometría y además se dedica a escri-
bir artículos de edificación, tanto en español
como en inglés, en su blog jenileerebarber.
com. También contribuye como escritora en
otras páginas, revistas y ministerios.
✉ jenileerebarber@gmail.com
AGOSTO 2015 | 11
DESARROLLO PERSONAL
¿Será lo que Dios quiere?
Principios para seguir la dirección de Dios en nuestros planes
La parte crucial que nos lleva a al-
canzar nuestras metas y superar-
nos es elaborar una estrategia. Esto
significa que debemos desarrollar
un plan de cómo alcanzaremos
nuestros objetivos. Tener una es-
trategia nos ayuda a mantener una
visión enfocada y estructurada que
nos puede beneficiar en mantener-
nos proactivos hacia lograr nuestra
meta.
No obstante, puede suceder que al
momento de trazar metas, nos surja
la pregunta: ¿Será esto realmente la
voluntad de Dios para mi vida? De
10 | SETIEMBRE 2015
igual manera, la realización de esas
metas quizás puede llevarse a cabo
por diferentes opciones y esto nos
deja con la necesidad de escoger
o tomar decisiones. Es entonces
cuando nos podemos preguntar:
¿Cuál será el camino correcto que
debo perseguir?
Para todos nuestros asuntos y todo
lo que emprendamos debemos bus-
car la dirección de Dios. Al seguir
la voluntad y dirección de Dios nos
ahorraremos contratiempos y atra-
sos hacia la realización.
Ahora bien, ¿cómo puedo saber
cuál es la voluntad de Dios y cómo
puedo alinear mis decisiones bajo
su dirección? Las siguientes puntos
nos ayudarán a encontrar la res-
puesta.
Rinde tu voluntad
Cuando le pidieron a Jesús: “Señor,
enséñanos a orar”, Jesús hizo una
oración como ejemplo. Parte de su
oración incluía la importancia del
rendimiento de la voluntad cuando
dijo: “Hágase tu voluntad, como en
el cielo, así también en la tierra” (Lc
11.12). Jesús, maestro por exce-
lencia, siempre llevaba su vida en
concordancia con lo que enseñaba
y daba el ejemplo.
Justo antes de ser entregado para
morir y sabiendo lo que le esperaba,
Jesús expresó: “Padre, si quieres,
pasa de mí esta copa; pero no se
haga mi voluntad, sino la tuya”. (Lc
22.42).
De esta misma manera debería-
mos adoptar esa actitud de rendi-
ción para seguir absolutamente y
en obediencia la voluntad de Dios.
En todo, podemos decir: “Hágase
tu voluntad y no la mía.” Esta es la
única actitud que nos llevará a estar
ubicados siempre en la perfecta vo-
luntad de Dios.
www.revistalafuente.com
Considera las posibles op-
ciones y recuerda los princi-
pios bíblicos pidiendo direc-
ción en oración
Cuando lo que se quiere lograr se
puede realizar por diferentes vías
o estrategias, resulta conveniente
evaluar los puntos a favor y en con-
tra de cada opción. La opción que
nos mantiene en la voluntad de Dios
es aquella que está absolutamente
acorde con los principios bíblicos y
nos mantiene cerca de Dios. Si tan
solo una cosa en nuestros planes
arriesga estos principios, es razón
suficiente para entender que no
debe ser el camino indicado.
Cuando lo que queremos realizar
depende de aprobaciones, nego-
ciaciones, cambios o cosas simila-
res que dependen también de otra
parte, podemos orar a Dios pidien-
do alejarnos de lo que no convenga.
www.revistalafuente.com
“Aunque tengamos
preferencia con algu-
na opción..., debemos
estar dispuestos a
ceder... si resulta no
estar dentro de la vo-
luntad de Dios.”
Podemos orar y decir: “Señor cierra
toda puerta que yo no deba cruzar”.
La decisión de cerrar alguna puerta
puede estar en nuestras manos en
algunas instancias; más aún en oca-
siones, cuando es difícil escoger y
todas las opciones parecen buenas,
es prudente orar de esta manera.
Acepta la voluntad y la di-
rección de Dios para tu vida
Vendrán oportunidades que pare-
cerán atractivas, más llevaderas o
cómodas para nosotros, pero eso
no significa que son las que debe-
ríamos tomar. Aunque tengamos
preferencia con alguna opción en
particular, debemos estar dispues-
tos a ceder nuestro interés si resul-
ta no estar dentro de la voluntad de
Dios. Para poder hacer esto es ne-
cesario tener plena confianza que
su voluntad es la más alta sabiduría,
y que esta supera nuestro intelecto y
conocimiento.
Sigue el camino señalado en
confianza
Cuando ya hemos puesto a prueba
objetivamente nuestras opciones,
solo nos resta ir tras lo determinado.
No importa lo que quizás tengamos
que sacrificar; valdrá la pena. Dios
se complace cuando le obedece-
mos y seguimos y nosotros tam-
bién deberíamos sentirnos gozosos
de seguir su voluntad, como dijo el
salmista: “El hacer tu voluntad, Dios
mío, me ha agradado, y tu ley está
en medio de mi corazón” (Sal 40.8).
Todas nuestras aspiraciones, ya
sean personales o ministeriales, de-
berían estar alineadas con la volun-
tad de Dios. Seguir estos principios
nos puede ayudar a encontrar la di-
rección de Dios para nuestros anhe-
los. Solo en el centro de la voluntad
de Dios estaremos seguros, sin im-
portar lo que suceda.
Por Jenilee Rebarber
Jenilee es originaria de Puer-
to Rico y reside actualmente
en los EE.UU. con su esposo.
Ha colaborado en diferentes
ministerios en su región e igle-
sia, especialmente con la juventud. Es docto-
ra en optometría y además se dedica a escri-
bir artículos de edificación, tanto en español
como en inglés, en su blog jenileerebarber.
com. También contribuye como escritora en
otras páginas, revistas y ministerios.
✉ jenileerebarber@gmail.com
SETIEMBRE 2015 | 11
DESARROLLO PERSONAL
Por qué se postergan
nuestros anhelos
Cuando el camino se torna más largo de lo planeado
El pueblo de Israel en sus comien-
zos tenía una promesa muy clara
establecida por Dios para alcanzar
la tierra prometida. Sin embargo, no
fue hasta cuarenta años después
que pudieron alcanzarla.
“Y luego que Faraón dejó ir al pue-
blo, Dios no los llevó por el camino
de la tierra de los filisteos, que esta-
ba cerca; porque dijo Dios: Para que
no se arrepienta el pueblo cuando
vea la guerra, y se vuelva a Egipto.
10 | OCTUBRE 2015
Mas hizo Dios que el pueblo rodea-
se por el camino del desierto del
Mar Rojo. Y subieron los hijos de
Israel de Egipto armados” (Éxodo
13.17-18).
El camino a la tierra prometida para
el pueblo de Israel podía ser más
corto. Dios quería darle la tierra pro-
metida, pero Su propósito primordial
era hacerle un pueblo victorioso, en-
tregado, que le honrara solo a Él y
que se mantuviera firme en Sus prin-
cipios. Lamentablemente, en el mo-
mento, este pueblo no demostraba
la habilidad de que estas dos cosas
se pudieran garantizar mutuamente.
Por tal razón, Dios prefirió llevarlos
por un camino más largo.
“Porque los hijos de Israel anduvie-
ron por el desierto cuarenta años,
hasta que todos los hombres de
guerra que habían salido de Egip-
to fueron consumidos, por cuanto
no obedecieron a la voz de Jehová;
por lo cual Jehová les juró que no
les dejaría ver la tierra de la cual Je-
hová había jurado a sus padres que
nos la daría, tierra que fluye leche y
miel” (Josué 5:6).
Lo que puede representar
el camino largo
En el camino hacia alcanzar nues-
tras metas siempre pueden surgir
tropiezos. Pero cuando lo que esta-
mos persiguiendo va acompañado
del respaldo de Dios, los tropiezos
son superados sin la necesidad de
atrasar el proceso.
Mas cuando las cosas toman un
curso muy desprevenido, que altera
los planes de una manera no favo-
rable, o que retrasa lo que se quiere
alcanzar, creo que debemos pre-
guntarnos si podría haber alguna ra-
zón por la cual nos está sucediendo
esto. Puede que estamos iniciando
algo fuera del tiempo o la voluntad
de Dios para nosotros.
www.revistalafuente.com
 “Nos mantenemos
sensibles al Espíritu
para corregir los
aspectos de nuestro
ser que no le estén
honrando o que
puedan proyectar un
mensaje equivocado.”
Cuando obtenemos poder, posición
o reconocimiento sin estar verdade-
ramente preparados, son muchas
las cosas que pueden desviarnos
del propósito primordial de Dios
para con nosotros. Y es que a veces
obtener estas cosas pueden darnos
un sentido de seguridad en nosotros
mismos, que provoca que pasemos
por desapercibido aquello de nues-
tro interior que necesita mejoramien-
to. Jamás estará Dios interesado en
otorgarnos algo que no estemos
preparados para manejar espiritual-
mente, o que dificulte trabajar en
nosotros esas áreas muy personales
y necesarias que todavía nos faltan.
La actitud que agrada
a Dios ante los logros
La única actitud que puede posi-
cionarnos en logros, ministeriales o
de otra índole, es una de constan-
te humildad y humillación. Cuando
tenemos esta actitud sincera, vivi-
mos preocupados por agradar a
www.revistalafuente.com
Dios, por estar bien con Él, y nos
cuidamos de honrarle en todo nues-
tro entorno para ser buenos repre-
sentantes de Él. Nos mantenemos
sensibles al Espíritu para corregir
los aspectos de nuestro ser que no
le estén honrando o que puedan
proyectar un mensaje equivocado.
Realmente, sentimos que no lo me-
recemos y que nada podríamos ha-
cer sin Él.
Esta es la actitud que proyectó Juan
al contestar: “Es necesario que él
crezca, pero que yo mengüe” (Juan
3.30).
Y cuando tenemos este sentir, no tan
solo Dios prospera el camino, sino
que lo aligera, para que usemos lo
alcanzado para Su gloria.
El camino que Dios
hace florecer
En el camino de aquel que realmente
está sometido a Dios, no existen las
paradas, los desvíos inesperados, o
los retrasos. No nos tiene que tomar
40 años llegar a la tierra prometida;
cuando Él está agradado con lo que
le hemos dado, llegamos a nuestro
destino “con vuelo de jet directo”.
Si hay algún anhelo o alguna meta
en nuestra vida donde estamos
siendo postergados, o llevados a
algún lugar inesperado o incómodo
antes de poder alcanzarlo, quizás
debemos preguntarnos si nuestros
planes están siendo postergados
por Dios con alguna razón.
¿Continuaremos ignorando los pro-
cesos de Dios? Si es así, puede que
eventualmente lleguemos a la tierra
prometida, pero no será la misma
victoria, y tendrá Dios que seguir
procesándonos por otras vías. Al
final de todo, queda en nosotros
aceptarlo.
Si por lo contrario, queremos reco-
nocerlo y entregarnos, podemos
volvernos a Él y decir: “Aquí estoy;
haz lo que tengas que hacer en mi
interior para que pueda yo honrar-
te siempre”. Esta actitud en mente
será el comienzo para que nuestra
vida tome un curso verdaderamente
fructífero y ordenado.
“Humillaos, pues, bajo la poderosa
mano de Dios, para que él os exalte
cuando fuere tiempo” (1 Pedro 5.6).
Por Jenilee Rebarber
Jenilee es originaria de Puer-
to Rico y reside actualmente
en los EE.UU. con su esposo.
Ha colaborado en diferentes
ministerios en su región e igle-
sia, especialmente con la juventud. Es docto-
ra en optometría y además se dedica a escri-
bir artículos de edificación, tanto en español
como en inglés, en su blog jenileerebarber.
com. También contribuye como escritora en
otras páginas, revistas y ministerios.
✉ jenileerebarber@gmail.com
OCTUBRE 2015 | 11
DESARROLLO PERSONAL
SERIE: Adicción al hacer (1/3)

El día que me di cuenta

de que era un “trabajólico”
Cómo la adicción al trabajo pone en peligro nuestras relaciones

Si trabajas para vivir . . .

¿por qué te matas trabajando?
Hacía unos días que estaba “al lími-
te” con mi trabajo. Pasaba horas en
mi computadora buscando alcan-
zar los objetivos. Esto me aisló de
las personas por un tiempo. Cuan-
do uno está frente al monitor pierde
noción del tiempo y no nos damos
cuenta. Amanecía y oscurecía con
el trasero en la silla de mi escritorio.
Estaba cansado y de mal humor.
Hasta que Agustín entró en escena.
Las frases de los hijos hacia sus pa-
dres son como un puñal en medio
del pecho. Nunca se debe desesti-
mar las palabras de los padres. Pero
las de los hijos, muchas veces son
más duras, con un dejo de verdad,
por supuesto. Las palabras de mis
hijos me hacen replantear varias
cosas, desde mis valores hasta mi
vocación.
Una frase “asesina”
Durante varias oportunidades mi
hijo más pequeño Agustín, vino a
—Anónimo
visitarme al escritorio. Se paraba en
un costado y me miraba. Buscaba
mi atención, sin embargo, yo seguía
sumergido en mis tareas. Quería ter-
minar para estar un tiempo con él.
Ese era mi pensamiento de conso-
lación. Me estaba engañando a mi
mismo y también a él. “Ya termina
papá” eran las palabras que trata-
ban de tranquilizar al niño. Inútiles
por demás, esas palabras produ-
jeron un efecto contrario: mi hijo se
resignó. Y cuando un hijo se resigna
de su padre, acude a su madre.
Se dirigió a su mamá, que estaba
en una habitación cercana. Luego
de unos segundos, que tardaron
sus piecitos en llegar a su redentora
madre, escuché una frase asesina.

10 | NOVIEMBRE 2015 www.revistalafuente.com

 “Personas dispuestas a
responder a mis cuestio-
namientos, a celebrar
mis éxitos y a consolar-
me en mis fracasos. Ellos
fueron y aún son papás
que cerraron su compu-
tadora, que se levanta-
ron de su silla.”
Lo que me llamó la atención es que,
esta vez, el puñal fue por la espal-
da. Él se acercó a su mamá y abra-
zándola le dijo: “Mami, necesito un
papá”. Quedé paralizado.
Si observara esta escena desde
afuera podría decir: “Pobre peque-
ño, su padre lo ha abandonado”.
Pero estando en medio de la escena
y siendo el villano de la ocasión tuve
que pararme, cerrar la computado-
ra. Y volver a lo importante, dejando
lo urgente.
El lugar de papá
No sé cuál es tu experiencia con tu
papá. En mi caso no fue muy feliz.
Tuve un padre un tanto lejano, aun-
que reconozco sus esfuerzos. Él no
había tenido un padre y no sabía
cómo serlo. Podía gritar “necesito
www.revistalafuente.com
un papá”, pero no recibía respues-
ta. Papá estaba lejos y no me es-
cuchaba. Esta necesidad debía ser
cubierta.
Me conecté con personas que han
sido referentes para mí. Hombres
que han tomado el lugar de papá.
Personas dispuestas a responder
a mis cuestionamientos, a celebrar
mis éxitos y a consolarme en mis fra-
casos. Ellos fueron y aún son papás
que cerraron su computadora, que
se levantaron de su silla.
Callando la
necesidad del otro
Hace unas semanas viajé a Ecuador
y en medio del vuelo sucedió algo
que anoté en mi anotador. Una pare-
ja de padres primerizos viajaba con
su bebé de unos cuantos meses.
Por supuesto, la criatura se man-
tenía quieta solo en los momentos
que la vencía el sueño. En el tiempo
restante, expresaba su fastidio por
medio de llantos o gritos. Lo curioso
de todo esto era que sus progenito-
res le respondían a son de coro con
un fuerte y pronunciado “¡¡¡Shh!!!”
Algo así como una expresión, acom-
pañada del dedo pulgar, sobre sus
labios, que significaría “¡¡¡Cállate!!!”
Esta escena, como tantas otras que
se dan en los vuelos, me hizo pen-
sar sobre cómo, en varias ocasio-
nes, buscamos acallar la necesidad
del otro, relativizándola. Dándole
menos valor del que tiene. En varias
oportunidades, no le he respondido
a Agustín y lo he callado. Un error
típico de un preso del trabajo o de
los objetivos que “debo” cumplir.
Por Gabriel Salcedo
Esposo, padre y padrastro.
Educador, comunicador y
escritor argentino. Ha estu-
diado Teología, Literatura y
Orientación familiar. Vive en
Buenos Aires, Argentina. Ha sido parte del
equipo ministerial de la Iglesia Presbiteriana
San Andrés en Olivos, donde colaboró en el
desarrollo de herramientas tecnológicas para
la educación y en la pastoral juvenil. Actual-
mente es tutor académico en la Universidad
Austral de Argentina.
✉ pgsalcedo@gmail.com
NOVIEMBRE 2015 | 11
DESARROLLO PERSONAL
SERIE: Adicción al hacer (2/3)
Marcas distintivas
de un “trabajólico”
Síntomas que alertan una adicción al trabajo
Muchas veces el trabajo me que-
ma, literalmente. Días en los cuales
debo cumplir objetivos para no caer
en la boca de ese monstruo llamado
ineficacia. Durante esas jornadas
todo pierde sentido y valor. La meta
es clara y no puedo detenerme. Esto
hace que me sumerja en un indivi-
10 | DICIEMBRE 2015
dualismo y descuide las relaciones
personales. Mi familia, la primer
afectada, me reclama. Y es lógico.
Sin embargo, hay algo más fuerte
que me dice: “No puedes perder
tiempo, tienes que producir”. Sé que
hay personas que se sienten realiza-
das a partir de lo que hacen. Y si no
están haciendo nada piensan que
no son nada. Me desespera pensar
en caer en un adicción al trabajo. Al-
guien dijo una vez:
“El que vive haciendo necesita ha-
cer siempre. Cuando no hace, vive
frustrado.”
¿“Trabajólico”?
Consultando con profesionales, ar-
tículos e información en Internet
sobre esta situación, vino a mi un
concepto: trabajólico, workaholics,
o adicto al trabajo.
Trabajar, cumplir objetivos perso-
nales, avanzar, obtener mejores re-
tribuciones económicas, son metas
esperables y necesarias para cual-
quier profesional. Sin embargo, a
veces estas se convierten en una
obligación autoimpuesta y excesiva
para algunas personas, volviéndose
una adicción, en donde el aspecto
laboral pasa a ser la prioridad en
sus vidas.
El exceso de trabajo o la adicción a
él puede afectar negativamente en
la salud mental, trayendo una serie
de repercusiones que van desde
irritabilidad, pérdida del apetito,
desgaste tanto físico como psicoló-
gico, desequilibrio emocional y has-
www.revistalafuente.com
 “La familia,
los amigos y
compañeros de
la vida. Ellos
son los primeros
perjudicados con
nuestros malos
hábitos.”
ta una profunda depresión.
Pero esta condición no solo trae
consigo efectos a nivel personal,
sino también en la relación con el
entorno —particularmente, con la
familia—, ya que los tiempos para
compartir son cada vez menos, los
temas en común escasean y peor
aun, los cambios físicos y psicológi-
cos les afectan directamente a quie-
nes nos rodean.
¿Cómo saber si soy uno?
Los especialistas están de acuerdo
en cierto perfil de la persona que es
adicta al trabajo. Algunas caracte-
rísticas son:
Pierde contacto con el placer y
los proyectos de otras áreas de
su vida: familiar, emocional, so-
cial, cultural. Su mundo se achica
y empobrece. Poco a poco se va
quedando sin la capacidad de
disfrutar de la vida en general ya
que su único goce lo constituye el
trabajo.
Altos grados de ansiedad, poca
tolerancia a la frustración, impa-
ciencia, hostilidad e hiperactivi-
dad.
Son susceptibles y muy vulnera-
bles en relación al entorno y están
dispuestos a obtener logros im-
portantes a corto plazo.
Suelen ser muy exigentes, des-
pectivos, autoritarios, incapaces
de delegar y controladores. Asi-
mismo, asocian el valor de una
persona con su éxito profesional.
asuntos laborales la mayoría de
los fines de semana.
Evidentemente, esto me hizo replan-
tear ciertas conductas y hábitos.
Fue tiempo de evaluar si el empleo
que tenía, y los objetivos que me
auto-imponía, eran saludables para
cuidar mis relaciones familiares y
aun, mi salud física y emocional.
De esta experiencia, aprendí que
existen diversos factores que debe-
mos cuidar. Uno de ellos es nuestras
relaciones: la familia, los amigos y
compañeros de la vida. Ellos son los
primeros perjudicados con nuestros
malos hábitos. Y ciertamente, nues-
tras malas decisiones los afectan
directamente. Por lo menos, así lo
vivió mi pequeño hijo Agustín.

Patrones de conducta
A pesar de ser perfiles difíciles de
abordar, existen patrones que in-
dican cuándo una persona podría
estar cayendo en una adicción al
trabajo, como por ejemplo:
1. Trabajar permanentemente mu-
cho más tiempo del establecido.
2. Llevarse tareas a la casa en forma
cotidiana.
3. No tener tiempo para descansar o
evitar tomarse vacaciones.
4. Dejar de lado a la familia por
Por Gabriel Salcedo
Esposo, padre y padrastro.
Educador, comunicador y
escritor argentino. Ha estu-
diado Teología, Literatura y
Orientación familiar. Vive en
Buenos Aires, Argentina. Ha sido parte del
equipo ministerial de la Iglesia Presbiteriana
San Andrés en Olivos, donde colaboró en el
desarrollo de herramientas tecnológicas para
la educación y en la pastoral juvenil. Actual-
mente es tutor académico en la Universidad
Austral de Argentina.
✉ pgsalcedo@gmail.com

www.revistalafuente.com DICIEMBRE 2015 | 11

DESARROLLO PERSONAL
SERIE: Adicción al hacer (3/3)
El verdadero secreto
de la productividad
Equilibrio laboral y familiar para una vida más productiva
Un niño decía que cuando fuera
mayor, no quería ser ni bombero,
ni maestro, ni policía, ni médico, ni
nada. Quería ser como la pantalla
del televisor, para que sus padres le
escucharan, le atendieran y dejaran
todas sus actividades y que estuvie-
ran pendientes de lo que les quería
10 | ENERO 2016
decir. Su hermano dijo que cuando
fuera mayor, tomaría todos los aho-
rros de su alcancía y los entregaría
a su padre, para comprarle, aunque
nada más fuera media hora de tiem-
po, al precio que le pagaban en su
trabajo.
Una pequeña anécdota
a modo de ilustración
Un día me encontraba en el banco,
realizando unos trámites. Luego de
esperar varios minutos fue mi turno.
Pasé a la ventanilla número tres y fui
atendido. En la ventanilla número
uno, había una escena que anoté en
mi anotador (por supuesto). Allí es-
taba una madre con su hijo pequeño
en brazos. Tratando de sacar los pa-
peles que debía entregar al emplea-
do bancario, se les cayeron algunos
de la cartera. En ese momento, hizo
su aparición un héroe silencioso.
El guardia de seguridad la ayudó,
pero no levantándole los papeles
caídos, sino sosteniéndole su bebé.
Una imagen casi similar a la de una
Madonna medieval. Excelsa. Fue
un momento único. El uniformado
mostrando su lado humano y dan-
do soporte a una madre, con miles
de cosas en sus manos. Esta ima-
gen me hizo pensar sobre aquellas
personas que sostienen la vida de
nuestros hijos (profesores, amigos,
vecinos, parientes, etc.) en el mo-
mento que no podemos atenderlos.
Quizás por exceso de papeles, o de
trabajo.
www.revistalafuente.com
 “En el ‘burnout’ . . .
es como si se hubiera
habituado a sentirse
mal y ya ni lo percibe,
lo cual lo hace en sí
mismo un diagnóstico
peligroso.”
¿Cómo algo tan bueno como
el trabajo puede hacernos
tan mal?
¿Es posible que un exceso de traba-
jo pueda, literalmente, quemarnos?
Hace unos años se está utilizando
un nuevo término en el mundo del
trabajo: burnout (o trabajos que
queman). Estar agotado, con dolor
de cabeza constante, confundido,
“no dar más”, son algunas de las
señales mortales que afecta a mu-
chas personas en el mundo laboral
de hoy. Algunos creen que la causa
de este fenómeno es la poca capa-
cidad de decir: “No”. Pero no solo
un “no” a la exigencia externa, sino
también a la exigencia que nos au-
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to-imponemos.
Es importante diferenciar entre el es-
trés laboral y este nuevo fenómeno.
El primero es el resultado de exigir
mucho al cuerpo y a la mente y sa-
turarlos en sus límites normales. En
el burnout, la característica principal
es que la persona tiene sus paráme-
tros fisiológicos elevadísimos (pre-
sión arterial, taquicardia, gastritis,
etc.) y no se da cuenta de ello. Es
como si se hubiera habituado a sen-
tirse mal y ya ni lo percibe, lo cual
lo hace en sí mismo un diagnóstico
peligroso.
¿Flexibilizar qué?
Hoy estamos en una ola laboral en
la cual hay poca flexibilidad. Sin em-
bargo, nos exigen o nos exigimos
flexibilidad. Lo que, lamentablemen-
te, se flexibiliza son las cosas esen-
ciales de la vida, como las relacio-
nes familiares, la salud y el tiempo
con amigos. Contradicción que nos
afecta. Estiramos los tiempos para
estar con otros y tratamos de susti-
tuirlo con conexiones virtuales.
Un día nos encontrábamos en casa,
todos conectados a Internet. De
pronto no se escuchaban más rui-
dos. Cada uno con su computadora
compartiendo el mundo virtual. To-
dos los miembros de la familia está-
bamos chateando, unos con otros.
¡Sí! y solo nos separaban unos me-
tros. ¡Increíble! Ese fue el momento
en que decidimos juntarnos en la
cocina y charlar cara a cara. Desco-
nectarnos virtualmente para conec-
tarnos realmente. La supuesto, vo-
rágine del trabajo nos había aislado
aún en nuestro propio hogar.
¡Seamos, realmente,
más productivos!
Los especialistas del trabajo entien-
den que a mayor equilibrio laboral y
familiar, mayor efectividad operativa
y, por ende, mayor productividad.
Esto significa que cuando le damos
a cada cosa su lugar, todo puede
equilibrarse. Este es el desafío, bus-
car la estabilidad y no perdernos de
lo mejor, las relaciones con nuestros
seres queridos. Por esto mismo, me
estoy levantando de mi silla, apaga-
ré la computadora, y le daré a mi hijo
un padre.
Por Gabriel Salcedo
Esposo, padre y padrastro.
Educador, comunicador y
escritor argentino. Ha estu-
diado Teología, Literatura y
Orientación familiar. Vive en
Buenos Aires, Argentina. Ha sido parte del
equipo ministerial de la Iglesia Presbiteriana
San Andrés en Olivos, donde colaboró en el
desarrollo de herramientas tecnológicas para
la educación y en la pastoral juvenil. Actual-
mente es tutor académico en la Universidad
Austral de Argentina.
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ENERO 2016 | 11
DESARROLLO PERSONAL
SERIE: El auto-gobierno (1/3)
Cómo cuidar tu corazón
administrando tu tiempo
El auto-gobierno y el buen uso del tiempo
Este año tuve la oportunidad de vi-
sitar el museo de Billy Graham en
la ciudad de Chicago, en Estados
Unidos. Escuché hablar de este
lugar en una ocasión donde se co-
mentaba acerca de los estándares
que este gran hombre de Dios ha-
bía compartido con su equipo de
trabajo al principio de sus cruzadas.
Durante una campaña en Modesto,
California (1948), Graham llamó a su
equipo para orar y discutir las críti-
cas dirigidas a los evangelistas. De
esta junta se determinaron una serie
10 | FEBRERO 2016
de principios que guiarían el futuro
de este ministerio.
Al caminar por los pasillos de este
recinto, en el campus de la Univer-
sidad Wheaton, vi en las paredes
algunos de aquellos principios que
este gran evangelista pactó delante
de Dios junto a su equipo de trabajo,
los cuales incluían:
1. Integridad financiera y moral ab-
soluta.
2. Cooperación con todas las igle-
sias cuando sea posible.
3. Evadir toda clase de emociona-
lismo, sensacionalismo y predica-
ción negativa.
4. Sistema de seguimiento para los
nuevos creyentes.
Actúa con anticipación
1 Pedro 3:15 exhorta: “Sino san-
tificad a Dios el Señor en vuestros
corazones, y estad siempre prepa-
rados para presentar defensa con
mansedumbre y reverencia ante
todo el que os demande razón de
la esperanza que hay en vosotros”.
Defensa con bases de una buena
conciencia, entendemos al leer el
contexto. Sabiendo que fuimos res-
catados y vamos siendo perfeccio-
nados en el Señor continuamente,
somos nosotros quienes decidimos
nuestra manera de conducirnos
y actuar. Más adelante el apóstol
agrega, “para que en lo que mur-
muran de vosotros como de malhe-
chores, sean avergonzados los que
calumnian vuestra buena conducta
en Cristo” (v. 16).
La anticipación oportuna no perte-
nece solamente al ámbito de una
empresa que busca tener éxito, sino
que debe ser también parte de la
estrategia del siervo del Señor que
desea caminar sabiamente. Pablo
urgía a los creyentes a no solamen-
te vivir con el entusiasmo de haber
encontrado la preciosa fe en Cristo,
sino que alentaba: “Mirad, pues, con
diligencia cómo andéis, no como
www.revistalafuente.com
 “Frecuentemente lo
más espiritual que un
hombre o una mujer
de Dios puede hacer
con su tiempo es pa-
sar horas de calidad
con su familia . . .”
necios sino como sabios, aprove-
chando bien el tiempo, porque los
días son malos. Por tanto, no seáis
insensatos, sino entendidos de cuál
sea la voluntad del Señor” (Ef 5.15-
17). Es en esta inversión espiritual
continua que podemos estar prepa-
rados para el día de la prueba.
Actúa con precaución
Planear de antemano cómo res-
ponder a aquellas batallas que han
cansado y destruido tantos ministe-
rios y hombres de Dios es la mane-
ra más práctica de prepararnos. El
auto-gobierno sabio, como lo dijera
Salomón, es acerca de ser precavi-
dos en aquello que para otros pue-
de no ser tan importante, evaluando
prudentemente nuestro tiempo: “El
sabio teme y se aparta del mal; mas
el insensato se muestra insolente y
confiado” (Pr 14.16).
“Las adicciones de un hombre son el
resultado de rechazar su fortaleza”,
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dijera John Eldredge. Son aquellos
lugares que sin mucha evaluación
escogemos para ir a descansar
después de una gran victoria o reto,
que van mermando nuestro avance.
No sucede de la noche a la mañana,
sino a través de un elaborado plan
del enemigo de nuestras almas para
introducir pequeños dardos de re-
mordimiento que al acumularse son
letales.
“Por un clavo se perdió una he-
rradura, por ésta un caballo, y por
éste el jinete, que fue capturado y
muerto por el enemigo.” —Benjamin
Franklin
Hay una gran incógnita que se tiene
al ver a un hombre de Dios fracasar
en su matrimonio, con sus hijos, al
verlo caer en inmoralidad o esclavi-
tud financiera. Estas situaciones no
suceden de pronto, sino que son el
punto de ebullición de una vida que
dejó pasar por alto la presión diaria
de sus propias tentaciones. El tiem-
po que se alojó ese pensamiento
ambulante en la mente, el tiempo
que se decidió atender asuntos ur-
gentes y descuidar los más impor-
tantes en casa, el tiempo de mayor
debilidad que se llenó de pasatiem-
pos en lugar de momentos a solas
de rodillas con el Señor.
Son nuestras elecciones diarias las
que nos acercan o alejan de una
plataforma de influencia donde el
reino de Dios puede manifestar-
se con mayor amplitud a través de
nuestra vida.
No olvides las prioridades
Frecuentemente lo más espiritual
que un hombre o una mujer de Dios
puede hacer con su tiempo es pasar
horas de calidad con su familia, mo-
mentos de oración y entrega delante
del Maestro, mañanas o noches me-
ditando y memorizando la Escritura.
La ocupación y la demanda exce-
siva en el ministerio deben siempre
ser puestas a los pies del madero,
comprendiendo que un Dios sobe-
rano sabe administrar bien Su reino,
Sus ovejas y Sus pastores.
Observa pues, amigo, aquellos con
los que antes te sentabas a la mesa
del Señor, quienes con bombo y pla-
tillo proclamaban su exhaustivo tra-
bajo y obra, y así mismo considera
las palabras y prioridades del Maes-
tro, en Mateo 7.21-23.
Por Gerardo Guerra
Gerardo es licenciado en
Diseño Gráfico y Animación
y ha sido locutor de radio
por más de 9 años en Mon-
terrey, México, de donde es
originario. Ha invertido gran parte de su vida
trabajando con niños, adolescentes y jóvenes
en Rumania, Estados Unidos, México y ahora
en Taiwán, a través de programas de carácter
con organizaciones cristianas y sin fines de
lucro. Ahora lo sigue haciendo en el sur de
Taiwán junto con su esposa y su primer bebé.
✉ gerardo@crelevante.com
FEBRERO 2016 | 11
DESARROLLO PERSONAL
SERIE: El auto-gobierno (2/3)
Evita la
inseguridad
emocional
El auto-gobierno y el control emocional
Recientemente, uno de los equipos
en la organización cristiana para la
que mi esposa y yo servimos aquí
en Taiwán ha estado teniendo di-
ficultades en diversas áreas. Los
miembros de este equipo han esta-
do tratando de entender las causas
por la que se han sentido estresados
en su trabajo y en la manera que se
comunican o entienden la cultura a
la que Dios les llamó a servir. Al sen-
tarme con ellos y su líder, comprendí
que gran parte de este estrés y difi-
10 | MARZO 2016
cultad para interactuar con la comu-
nidad Taiwanesa no provenía de las
diferencias culturales o la carga de
trabajo, sino de la manera en que el
director de este equipo había esta-
do proyectando sus inseguridades y
temores personales al grupo.
La constante presión personal y el
temor de ser visto inadecuado para
el puesto al que fue elegido por pri-
mera vez, ha sido una de las mayo-
res causas de estrés emocional que
este líder ha enfrentado, la cual ha
repercutido en gran medida en el
sentir de los miembros de su equipo.
Abiertamente compartió la manera
en que había enfrentado las situa-
ciones que llegaban a sus manos,
desvelándose hasta altas horas de
la madrugada preocupado en cómo
resolver el asunto, comunicando
con personas externas al equipo
detalles que los miembros de su
grupo le habían confiado, dejando
para después responsabilidades
claves en su labor, etc. El resultado,
un equipo estresado, desconfiado y
temeroso.
“El temor al hombre es un lazo, pero
el que confía en el Señor estará se-
guro” (Pr 29.25, LBLA).
Desconfianza
y manipulación
Leía acerca del fiscal número uno
en delitos por trata de personas y
derechos civiles del Departamento
de Justicia de los Estados Unidos,
quien explicaba lo que tienen en co-
mún los violadores, criminales y líde-
res de la trata de personas. Él decía:
“Todos ellos creen que los demás
están en su contra. Las personas
más ásperas que he conocido a tra-
vés de los años han tenido dos co-
sas en común: ellos no logran con-
fiar en los demás completamente,
y ven a las demás personas como
medios para obtener algo.”
Es tan fácil incurrir en cualquiera de
www.revistalafuente.com
 “No debemos depen-
der de la opinión de
los demás para sentir-
nos valorados, apre-
ciados o adecuados
para alguna posición.
Pero tampoco pasar
nuestra vida
esperando lo peor
de los demás.”
estas dos conductas por temor a lo
que otros harán o dirán, sea que nos
abrumemos por tratar de mostrarnos
capaces para el puesto o permitien-
do que las actitudes de otros nos
hagan desconfiados e insensibles.
Vivir por la opinión
de los demás
Si vivimos para la aceptación de
otros, moriremos con su rechazo.
No podemos caminar con temor al
hombre, “porque no nos ha dado
Dios espíritu de cobardía, sino de
poder, de amor y de dominio pro-
pio”, exhortaba Pablo a Timoteo (2
Ti 1.7). No debemos depender de la
opinión de los demás para sentirnos
valorados, apreciados o adecuados
para alguna posición. Pero tampo-
co pasar nuestra vida esperando lo
peor de los demás. Nos tornaremos
en manipuladores amargados, o por
otro lado, enfermos, proyectando en
otros nuestra falta de control emo-
www.revistalafuente.com
cional y dependencia continua de
Dios.
Mi esposa cuenta una práctica muy
útil que tenía de soltera cuando se
sentía abrumada y no podía dormir.
Ella tomaba un papel al lado de su
cama y escribía todas aquellas co-
sas que le preocupaban. Entonces
metía el papel a un cajón y oraba,
entregándole todas aquellas cosas
a Dios, rogándole que Él se encar-
gara. Así ella descansaba, ponien-
do sus emociones al pie de la cruz.
“Echando toda vuestra ansiedad so-
bre él, porque él tiene cuidado de
vosotros” (1 P 5.7).
Confianza en
un Dios soberano
La mayoría de las cosas que nos
preocupan nunca suceden.
Dios es un Dios soberano, quien
permite que diversas situaciones
lleguen a nuestra vida, no con la
intención de agregar carga a nues-
tros lomos, sino para que ahí, frente
a nuestro Jericó y cabizbajos, nos
demos cuenta de que Él va delante
con la espada desenvainada. Debe
ser nuestra determinación constan-
te, al ser abrumados, en reverencia
quitar las sandalias de nuestros pies
y reconocer que nada ha llegado a
nosotros con el propósito de des-
truirnos sino para que Dios muestre
su poder ante la nube de testigos
que nos observa.
“La diferencia es Cristo en mí, no
que mis circunstancias sean dife-
rentes.” —Elisabeth Elliot
Josué pudo tomar el control en sus
manos y liderar a Israel para tomar
Jericó y la tierra prometida, pero
Dios conocía su corazón moldeable,
listo para entregar su corona a los
pies de su Señor. Dios se glorificó en
su mansedumbre y dejó un testimo-
nio impresionante para las siguien-
tes generaciones.
Martín Lutero decía que él no podía
evitar que los pájaros volaran sobre
su cabeza, pero sí que hicieran nido
en ella. Así mismo, no podemos evi-
tar que adversidades y situaciones
complejas lleguen a nosotros, pero
sí podemos decidir llevarlas a nues-
tro Padre celestial en lugar que es-
tas aniden en nuestras emociones
con una carga que Dios nunca tuvo
la intención que lleváramos.
Por Gerardo Guerra
Gerardo es autor del libro
Más que saliva. Junto con
su esposa e hijo de 5 meses
sirve bajo una organización
cristiana al sur de Taiwán
por segundo año. Ha dirigido grupos de jó-
venes y adolescentes por más de 10 años,
así como producido y dirigido programas de
radio en Monterrey, México, de donde es ori-
ginario. Extraña los tacos y la comida mexica-
na, pero está decidido a dominar los palillos
chinos al comer arroz.
✉ gerardo@crelevante.com
MARZO 2016 | 11
DESARROLLO PERSONAL
SERIE: El auto-gobierno (3/3)
¿Para qué nos
da Dios el dinero?
Auto-gobierno y mayordomía de los bienes materiales
Una joven que comenzaba a condu-
cir el auto de su papá llegó apena-
da con él, pues al estacionarse en
casa, de regreso de la tienda, había
raspado un poco el frente del ve-
hículo. Su padre, quien estaba de
regreso de un seminario en su igle-
sia local, la miró llegar cabizbaja, y
preguntó qué había sucedido. Ella,
10 | ABRIL 2016
esperando el regaño, le platicó del
accidente.
Este hombre estaba listo para des-
atar su enojo cuando, de pronto,
recordó lo que había aprendido esa
semana respecto a entregar nues-
tros bienes al Señor. Rápidamente
puso una sonrisa compasiva en su
rostro y preguntó a su hija si se en-
contraba bien. La joven, sorprendi-
da por la actitud diferente de su pa-
dre, respondió que sí.
Fe y dinero, ¿compatibles?
En nuestros tiempos, el estatus eco-
nómico y el código postal han lle-
gado a señalarse como indicios de
que Dios ha bendecido la vida de un
creyente. Un Elías actualmente sería
menospreciado en muchos círculos
por una supuesta falta de fe o negli-
gencia, al carecer de lo más básico,
mientras que, en el otro extremo, un
Salomón quizás sería catalogado
como un creyente avaro y fantoche.
Ninguno de los dos sería juzgado
con justicia por lo aparente. Pues,
como el apóstol Pablo menciona, en
cualquiera de las dos situaciones,
Dios sigue siendo nuestra fortaleza
(Fil 4.12-13) y lleva a sus hijos a tra-
vés de aquello que nos conformará
a la imagen de Cristo (Ro 8.28-29).
El dinero, un medio
y no el fin
Sin embargo, no todos manejan co-
rrectamente lo que Dios deposita en
sus manos. Muchos en miopía espi-
ritual llegan a centrarse solamente
en lo cercano, lo presente y momen-
táneo, olvidando que aquello que
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 “Cualquiera sea la
condición financiera
en la que se encuentre
un creyente, Dios lo
seguirá exhortando a
confiar en Él con todo
su corazón en lugar
de poner su corazón
en las riquezas.”
Dios nos confía es para extender su
reino, para ser canales de bendición
y mensajeros de su poder. Para ser
sensibles a su Espíritu, no tomando
lo que recibimos de su mano como
solo para nosotros, sino para ser
mayordomos sabios de la causa de
Cristo.
“Dios está buscando un hombre en
quien Él pueda depositar un sueño
más grande. La diferencia está en
pedir para dar, ser aquel que ore
por más para bendecir a otros.” ~
Rodolfo Orozco
Cualquiera sea la condición finan-
ciera en la que se encuentre un cre-
yente, Dios lo seguirá exhortando a
confiar en Él con todo su corazón (Pr
3.5) en lugar de poner su corazón
en las riquezas (Sal 62.10). Usar de
ellas, y no ser controlado por ellas,
es la clave. No fuimos llamados a
atesorar cosas en esta tierra sino re-
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conocer que lo que llega a nuestras
manos es para servir, para extender-
nos hacia otros, para apoyar causas
que honren a Dios y muestren Su
amor hacia los demás.
Pero no solo el dinero
Por varios años de solteros, y ahora
casados, mi esposa y yo hemos ser-
vido en algunos orfanatos en Monte-
rrey, México, donde hemos visto el
mismo patrón de parte de quienes
apoyan a estas instituciones cada
año. Los grandes aportes en días
festivos como el Día del Niño y Na-
vidad se hacen notar con juguetes,
cobertores, ropa, zapatos y mucho
más.
En varias ocasiones, las incansa-
bles familias y el personal han com-
partido con nosotros que los niños
y adolescentes tienen suficientes
recursos materiales y dinero para el
alimento diario, pero nadie que los
visite, que los ayude con sus tareas
escolares, o que simplemente pase
tiempo de calidad con ellos. Estos
niños y adolescentes enfrentan un
sin fin de preguntas en esta etapa
de sus vidas. En fin, somos mayor-
domos no solamente de nuestros
bienes, sino también del sabio uso
de nuestro tiempo, nuestros talen-
tos, aquello que Dios nos ha permiti-
do aprender, y más.
“Así que, según tengamos oportuni-
dad, hagamos bien a todos, y ma-
yormente a los de la familia de la fe”
(Gálatas 6:10).
Dios da, y Él quita
A menudo cuando gozamos de la
comodidad material, corremos el
riesgo de olvidar la causa de Dios
y su reino. Es entonces que Dios
en amor quiebra lo temporal para
forjar lo eterno. Nos enseña que Él
da y Él quita, para que comprenda-
mos que no somos de este mundo,
sino peregrinos y extranjeros, para
no acumular para nosotros mismos
sino para ser testimonio a otros de
que en abundancia o en escasez
nuestra confianza no está en las po-
sesiones, sino en el Dador de todo,
en una causa mayor, eterna.
Por Gerardo Guerra
Gerardo es autor del libro
Más que saliva. Junto con
su esposa e hijo de 5 meses
sirve bajo una organización
cristiana al sur de Taiwán
por segundo año. Ha dirigido grupos de jó-
venes y adolescentes por más de 10 años,
así como producido y dirigido programas de
radio en Monterrey, México, de donde es ori-
ginario. Extraña los tacos y la comida mexica-
na, pero está decidido a dominar los palillos
chinos al comer arroz.
✉ gerardo@crelevante.com
ABRIL 2016 | 11
DESARROLLO PERSONAL
¿Cuál es la causa
de la decadencia
espiritual?
El por qué del desaliento en la vida cristiana
Si hay una enseñanza vital de la vida
cristiana práctica es que la vida es-
piritual que derivamos de Cristo se
alimenta y fortalece de Cristo mis-
mo. En el momento en que somos
salvados, el Espíritu de Cristo viene
a morar en nosotros comunicándo-
nos la vida espiritual de Cristo y sus
características.
Unión vital
En Jn 14.19 Cristo dice a sus discí-
pulos: “Porque yo vivo, también us-
tedes vivirán”. Y en Jn 15.4-5: “Per-
manezcan en mí, y yo permaneceré
en ustedes. Así como ninguna rama
puede dar fruto por sí misma, sino
que tiene que permanecer en la vid,
así tampoco ustedes pueden dar
fruto si no permanecen en mí. Yo soy
la vid y ustedes son las ramas. El
que permanece en mí, como yo en
él, dará mucho fruto; separados de
mí no pueden ustedes hacer nada”
(comp. Gá 2.20).
Muchas veces hablamos de la vida
eterna como algo que se nos da,
y eso no es incorrecto en sí mismo
(Pablo dice en Ef 2.9 que la salva-
ción es un regalo de Dios); pero es
10 | MAYO 2016
más preciso decir que la vida eter-
na es algo que compartimos. Por el
hecho de estar en Cristo somos he-
chos partícipes de su vida.
Juan nos dice en su primera carta
que “El que tiene al Hijo, tiene la
vida; el que no tiene al Hijo de Dios,
no tiene la vida” (1 Jn 5.12). Y en
el vers. 20 añade: “También sabe-
mos que el Hijo de Dios ha venido
y nos ha dado entendimiento para
que conozcamos al Dios verdadero.
Y estamos con el Verdadero, con su
Hijo Jesucristo. Éste es el Dios ver-
dadero y la vida eterna”.
Dependencia total
Es por eso que el NT hace un uso
tan frecuente de la expresión “en
Cristo” o frases similares (Pablo usa
ese tipo de expresión unas 216 ve-
ces en sus cartas). Todo lo que so-
mos y todo lo que tenemos se debe
únicamente al hecho de que esta-
mos en Cristo.
Es a eso que se refiere el Señor en
Juan 6 cuando dijo a los judíos que
si querían ser salvos debían co-
merlo y beberlo. Cuando nosotros
comemos y bebemos los alimentos
que sostienen nuestra vida física,
esos alimentos vienen a ser parte
constituyente de nuestro cuerpo. Y
lo mismo ocurre a nivel espiritual.
Cuando creemos en Cristo, nos es-
tamos apropiando de Él, y su vida
espiritual con sus características
pasa ahora a ser nuestra (comp. Jn
6.47-58).
Por eso decimos que el cristianismo
es Cristo. Estamos vivos espiritual-
mente porque Él mora en nosotros
por su Espíritu; y ahora podemos
ser santos porque Él está obrando
en nosotros para hacernos cada vez
más semejantes a Él.
Son esas características de Cristo
las que Pablo describe en Gá 5.22-
23 como el fruto del Espíritu. La di-
ferencia entre Él y nosotros, es que
en la Persona de Cristo esas gracias
son intrínsecas y perfectas; mientras
que en nosotros son derivadas y ne-
cesitan ser perfeccionadas. ¿Cómo?
Supliéndonos constantemente de la
fuente de la que se derivan: Cristo
mismo.
Juan nos dice en su evangelio que
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 “Esa vida y esas
características son
ahora desarrolladas
y fortalecidas en la
misma medida en
que continuamos
alimentándonos de
Cristo por la fe.”
la Ley nos fue dada por medio de
Moisés, “mientras que la gracia y
la verdad nos han llegado por me-
dio de Jesucristo” (Jn 1.17). Él es la
fuente por la cual fluyen todas las
gracias de Dios a nuestras vidas.
¿Y eso en la práctica?
Pero, ¿cómo podemos, en una for-
ma práctica, alimentarnos de Cris-
to? De la misma manera como lle-
gamos a ser partícipes de Él: por
medio de la fe. ¿Qué quiso decir el
Señor cuando habló de que Él era
el Pan de Vida, y que sólo comién-
dole a Él podíamos tener vida eter-
na? El Señor estaba hablando aquí
de depositar toda nuestra fe en Él y
apropiarnos de Él en todos sus ofi-
cios: como nuestro Profeta, nuestro
Sacerdote y nuestro Rey.
Así como el Espíritu de Cristo vino
a morar en nosotros cuando fuimos
salvados, comunicándonos de ese
modo la vida de Cristo y sus carac-
terísticas, esa vida y esas caracte-
rísticas son ahora desarrolladas y
fortalecidas en la misma medida en
que continuamos alimentándonos
de Cristo por la fe.
Es por fe que contemplamos la glo-
ria de Cristo, su persona, su obra de
salvación, su perdón continuo, sus
oficios como Profeta (revelándonos
la verdad de Dios), como Sacerdo-
te (intercediendo por nosotros ante
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Dios) y como Rey (teniendo pleno
derecho de gobernar nuestras vi-
das).
Y cuando miramos a Cristo cons-
tantemente con los ojos de la fe,
contemplando su majestad para
adorarle, su santidad y bondad para
imitarle y su redención para agrade-
cerle, entonces las gracias que Él
impartió en nosotros se fortalecen y
desarrollan (comp. 2 Cor 3.18).
Una visión fresca
de Su gloria
El ministro puritano John Owen dice
al respecto: “Cuando la mente es
llenada con pensamientos de Cris-
to y de su gloria, cuando el alma se
adhiere a Él con intensos afectos,
esto echará fuera, y no permitirán
la entrada, de aquellas causas que
provocan debilidad e indisposición
espiritual” (Owen; vol. 1, pág. 461).
Y en otro lugar añade: “¿Hemos des-
cubierto en nosotros decaimiento en
la gracia…? ¿Mortandad, frialdad,
adormecimiento, algún tipo de ton-
tera y de insensibilidad espiritual?
¿Hemos descubierto lentitud en
el ejercicio de la gracia en su mo-
mento apropiado…? ¿Quisiéramos
ver nuestras almas recobrarse de
estas enfermedades peligrosas?…
No existe una mejor manera de ser
sanado y librado; más aún, no exis-
te otra manera que no sea ésta: ob-
tener una fresca visión de la gloria
de Cristo por fe… La contemplación
constante de Cristo y su gloria, ejer-
ciendo un poder transformador que
reavive todas las gracias, es el úni-
co socorro en este caso” (Ibíd.; pág.
395).
¿Qué tanto ocupas tus pensamien-
tos en meditar en la gloria de Cristo?
¿Qué tanto procuras imitarle? ¿Qué
tanto le manifiestas tu amor y tu ado-
ración? ¿Qué tanto profundizas en el
estudio de su Persona y su obra a
través del estudio cuidadoso y re-
flexivo de la Escritura?
La vida cristiana no se vive simple-
mente siguiendo una serie de reglas
o creyendo una serie de doctrinas
(por más importantes que las doc-
trinas sean para una vida cristiana
vigorosa). La vida cristiana práctica
consiste en comunión con Cristo.
Por estar en Él estamos espiritual-
mente vivos, y sólo en comunión con
Él podemos estar saludable y vigo-
rosamente vivos.
Por Sugel Michelén
Este artículo fue publicado originalmente en
el blog TodoPensamientoCautivo.com. Usa-
do con permiso del autor. Recomendamos
seguir la serie completa desarrollada por el
pastor Michelén sobre este tema.
♜ www.todopensamientocautivo.com
MAYO 2016 | 11
DESARROLLO PERSONAL
4
elementos
para formar un
carácter fructífero
Claves para una vida espiritual consistente en el liderazgo
Una de las cosas más difíciles en
la vida de los seres humanos es
la constancia. La constancia para
sostener un estilo de vida, deter-
minados hábitos en la conducta y
prácticas saludables que mejoran
sustancialmente la calidad de vida.
En este sentido, al referirnos a la
constancia, debemos comenzar por
reconocer que es como un soporte
de las demás virtudes de la vida.
Para los líderes cristianos —o líder
en cualquier área— se hace nece-
saria la capacidad de sostener de-
terminadas conductas, disciplinar el
hábito y permanecer firmes ante los
fuertes vientos que rugen y sacuden
la mente y las emociones, como asi-
mismo la familia, el ministerio o la ta-
rea principal que el líder realiza.
Consideremos cuatro elementos
que hacen consistente la espiritua-
lidad de los líderes que sirven a los
demás.
10 | JUNIO 2016
1. Arrepentimiento
constante
Uno de los ejercicios más sanos
para contar con un corazón saluda-
ble y una espiritualidad creciente, es
incluir en el espacio diario de comu-
nión íntima con Dios, la confesión,
que dicho en lengua original signifi-
ca “poner afuera”, es decir, poner en
palabras lo que está en el corazón.
El arrepentimiento es la habilidad
de identificar las malas conductas.
El arrepentimiento es un proceso
interior, de sentirse compungido,
y a la vez reflexionar en la urgente
necesidad de hacer cambios; tiene
que ver con una toma de decisiones
que se hace de manera consciente
y frecuente. Es necesario confirmar
este arrepentimiento, en momentos
donde podemos verbalizar en la
presencia del Señor aquellas cosas
que sabemos, a la luz de la Palabra
de Dios y que a la vez sentimos en
nuestra conciencia, que han ofendi-
do y lastimado a Dios, que nos han
descorazonado a nosotros y a la vez
nos produjeron un sentido de frus-
tración cuyo alcance está proporcio-
nalmente relacionado con la falta, es
decir, personal, familiar, amistades,
iglesia, etc.
El proceso de aprendizaje al que in-
vita el discipulado significa un me-
joramiento de la persona mediante
un arrepentimiento constante, en el
cual se reconocen acciones que no
concuerdan con los principios de la
Biblia, y por lo tanto no agradan a
Dios. Recordemos que Jesús no va
abogar por pecados que nosotros
no nombramos y confesamos.
Llevar una vida de arrepentimiento
es reconocer ante Dios y los demás
una “imagen real” de quienes so-
mos. John Bunyan, autor del libro
“El Progreso del Peregrino”, escribe:
“Si no nombramos nuestras impu-
rezas cuando son pequeñas y ma-
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“Muchas habilidades
alcanzan su máximo
desarrollo en la
medida en que somos
disciplinados.”
nejables, luego se tornan desme-
suradas e incontrolables y en un
momento de debilidad nos pueden
llevar a una quiebra total.”
2. Disciplina constante
Las disciplinas espirituales son
esenciales para liberar el espíritu,
según Richard Baxter. La palabra
“disciplina” es fuerte para los tiem-
pos que corren, va a contramano de
la posmodernidad, se la asocia con
militarismo, con religiosos fríos, dis-
tanciados de la gente, parece una
palabra “dura”, para una sociedad,
donde todo tiende a la flexibilidad, a
una vida que se exprese de acuerdo
con valores que tienen que ver con
aquello que todo lo relaciona con “el
sentirse bien”, con no atarse a con-
dicionamientos externos, a mega
relatos.
Sin disciplina fracasamos, porque
estamos propensos al desánimo.
Muchas habilidades alcanzan su
máximo desarrollo en la medida en
que somos disciplinados.
Thomas Edison dijo con brillantez:
“La genialidad es 1% inspiración y
99% transpiración”.
3. Llenura constante
“Sean llenos del Espíritu” (Efesios
5.18b)… Este imperativo de Pablo a
los creyentes expresa en la lengua
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original “Sean constantemente go-
bernados por el Espíritu”. Ser llenos
del Espíritu Santo significa, entre
otras cosas:
Ser dotados de una capacidad
especial en nuestro testimonio y
servicio.
Ser transformados en nuestro ca-
rácter a uno semejante al de Cris-
to.
Ejemplo: Esteban en Hechos 7.60:
“Luego cayó de rodillas y gritó:
—¡Señor, no les tomes en cuenta
este pecado! Cuando hubo dicho
esto, murió.”
Al Espíritu Santo, según el Nuevo
Testamento, se lo puede apagar,
ignorar y resistir… lo cual trae con-
secuencias serias sobre nuestras
emociones y personalidad.
4. Visión constante
Según John Stott, la “visión es una
profunda disconformidad con lo que
es, y una clara comprensión de lo
que puede ser… surge de la indig-
nación por el estancamiento y se
transforma en una diligente búsque-
da de alternativas”.
Esto se manifestó en Jesús, en su
ministerio. Sentía indignación frente
a la enfermedad, la muerte y el ham-
bre de la gente, pues comprendía
el propósito de Dios, y según Stott,
“pudo combinar de una manera po-
derosa indignación con compasión”.
Esto es esencial para la visión, y por
lo tanto para el liderazgo.
Bernard Shaw dijo: “Tú ves las cosas
tal como son y preguntas ¿Por qué?;
pero yo sueño cosas que nunca han
sido y pregunto ¿Por qué no?”
Conclusión
La conciencia de la presencia de
Dios en nuestra vida y el sentido de
dependencia, son elementos que fa-
vorecen sustancialmente el desarro-
llo y la madurez. A la vez que se re-
troalimentan con una espiritualidad
constante, anclada en la confesión
diaria, la práctica de las disciplinas
espirituales, una vida llena del Espí-
ritu, mediante un servicio en que se
ejercitan los dones, inspirados por
una visión que combine indignación
con compasión.
Por Nicolás Marulla
Nicolás tiene 56 años, es argen-
tino, y está casado con Sonia
desde hace 28 años. Es actual-
mente el supervisor nacional de
la Iglesia de Dios en la Argen-
tina. Tiene dos hijos: Leandro
Ezequiel (26) y Nicolás Hernán (23). Marulla, quien
tiene un doctorado en Misionología, es también do-
cente y escritor.
✉ marullanicolas@gmail.com
JUNIO 2016 | 11
DESARROLLO PERSONAL
Cómo cambia
Dios nuestras vidas
Entendiendo nuestro proceso de transformación
John Newton (1725-1807) es más
conocido por su hermoso himno
Sublime gracia, sin embargo a él se
atribuye también esta memorable
frase: “No soy el hombre que debe-
ría ser, ni el hombre que quisiera ser,
ni el hombre que espero ser; pero,
por la gracia de Dios, ya no soy el
hombre que era antes”.
Newton fue un capitán inglés de un
barco de esclavos que se convirtió
a la fe cristiana durante una severa
tormenta en alta mar. Pasó el resto
de su vida como clérigo, luchó por
la abolición de la esclavitud y com-
puso himnos. Tal vez algunos de no-
sotros no hayamos sido tan “gran-
des pecadores” como lo fue Newton
antes de convertirnos a Cristo, pero
sin duda todos podemos declarar lo
mismo: Ya no soy la persona que era
antes.
10 | JULIO 2016
El apóstol Pablo se refirió a la cer-
teza de nuestra transformación per-
sonal en Filipenses 1.6, donde es-
cribió: “Estoy convencido de esto:
el que comenzó tan buena obra en
ustedes la irá perfeccionando hasta
el día de Cristo Jesús”. Esa es nues-
tra gran esperanza: que Dios sigue
trabajando en nosotros para que un
día seamos las personas que debe-
ríamos, quisiéramos y esperamos
ser.
Lo que da forma a
la identidad personal
El cambio de vida que Dios produce
por el evangelio es un proceso, en
algunos casos más rápido y más no-
table que en otros, pero en definitiva
es un proceso que dura toda la vida.
Y para comprender mejor este pro-
ceso de transformación en nuestras
propias vidas, necesitamos tener un
entendimiento básico de lo que da
forma a nuestra identidad.
Para ello, vamos considerar tres fac-
tores fundamentales que influyen en
la formación de la identidad perso-
nal: (1) el temperamento con que
nacemos, (2) las experiencias que
vivimos, y (3) las elecciones que to-
mamos en la vida. Dios debe y quie-
re trabajar en cada uno de estos
aspectos, para transformar nuestro
carácter, nuestra historia, nuestra
voluntad.
1. El temperamento
El temperamento es el rasgo único
y característico de nuestra persona-
lidad y está determinado por facto-
res genéticos. Existen básicamente
cuatro modelos temperamentales,
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 “A fin de seguir pro-
gresando en la vida
de santidad, será
ineludible en deter-
minados momentos
tener que enfrentar
aspectos de nuestra
vida pasada.”
que comúnmente se conocen como
el sanguíneo, el colérico, el flemáti-
co y el melancólico. Ninguno es el
modelo perfecto, sino que más bien
cada uno presenta fortalezas y debi-
lidades propias.
Debemos señalar que ninguna per-
sona posee alguno de los tempe-
ramentos en estado puro, sino que
más bien poseemos una combina-
ción única de los cuatro tempera-
mentos. Entonces, ¿cuál es mi tem-
peramento? En cada combinación
particular, uno de los modelos tem-
peramentales será el más dominan-
te, y este constituye el temperamen-
to de la persona.
Es importante conocer nuestro pro-
pio temperamento, para reconocer
mejor nuestras fortalezas y debili-
dades. De esta manera podremos
comprender por qué reaccionamos
como normalmente lo hacemos, y
podremos trabajar en ello con el Se-
ñor, de manera que nuestro carác-
ter se torne cada vez más como el
suyo.
2. Las experiencias
En nuestro proceso de transforma-
ción como creyentes, necesitare-
mos trabajar con el Señor algunas
experiencias del pasado. Si bien el
perdón de nuestros pecados y la
adopción como hijos de Dios son
instantáneos, en el momento en que
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nos arrepentimos y confiamos en el
Señor Jesucristo, la superación de
la culpabilidad, de algunas heridas
o ciertas costumbres pecaminosas,
puede tomar algo de tiempo.
Los teólogos nos han hecho un gran
favor al ayudarnos a distinguir entre
nuestra santificación “posicional” y
la “progresiva”. La primera se refiere
al hecho de que por estar “en Cristo”
por la fe, en Él somos hechos santos
de una vez y para siempre —esta es
nuestra posición como santificados
(1 Co 6.11). La segunda se refiere
al hecho de que Dios nos vuelve, en
la vida práctica, cada vez más san-
tos como Cristo —progresamos gra-
dualmente en santidad (2 Co 7.1).
De manera que, a fin de seguir pro-
gresando en la vida de santidad,
será ineludible en determinados
momentos tener que enfrentar as-
pectos de nuestra vida pasada. La
gracia de Dios será suficiente, tanto
para erradicar los efectos de algu-
nas experiencias como para hacer-
nos capaces de sobrellevar otros.
3. Las decisiones
Nuestra vida hoy es en gran medida
una consecuencia de las decisiones
que tomamos ayer, y sin duda las
decisiones que estemos tomando
en el presente moldearán nuestro
futuro. Las decisiones tienen con-
secuencias, para bien o para mal.
Una parte fundamental de nuestro
caminar con Cristo es aprender a
tomar decisiones correctas, orienta-
dos por su voluntad revelada en las
Escrituras.
¿Por qué estamos hablando de las
decisiones en último lugar, si son
tan significativas en el curso que
toman nuestras vidas? Porque por
debajo de ellas, aunque no nos de-
mos cuenta, nuestro temperamento
y nuestras experiencias pasadas
están jugando un papel sumamente
importante. Por este motivo, nece-
sitamos ser conscientes de los tres
niveles, y permitir en los tres niveles
trabajar al Señor.
Dios completerá su obra
No se desanime en el proceso de la
transformación. Dios ha comenzado
la buena obra en usted, y no la de-
jará a medio terminar. ¡Él será fiel en
completarla!
Fuentes:
ReflexionesParaVivir.com. En línea:
bit.ly/ref-newton
S. Ferguson. La imitación de Cristo: El men-
saje de Filipenses. Peregrino.
W. Grudem. Teología sistemática. Vida.
JULIO 2016 | 11
DESARROLLO PERSONAL
Cómo honrar a Dios
en el mundo del trabajo
Orientaciones prácticas para el profesional cristiano
Conviene anteponer que la persona
cristiana que desarrolle cualquier
profesión, sea académica o de otra
índole —abogado, ingeniero, militar,
economista, médico, piloto, conduc-
tor, enfermero, deportista, obrero,
etc.—, necesita tener una auténtica
experiencia cristiana. Esta es la con-
dición más básica para un correc-
to estado de su naturaleza mental,
moral y espiritual, mediante el poder
del Espíritu Santo, que viene como
resultado de una relación personal
con el Cristo resucitado. Sin esto,
no estamos frente a un profesional
cristiano.
Considérese un siervo
En este contexto, cada actividad
o acción del profesional converso,
constituye un “sermón vivo”, un tes-
timonio fidedigno que intenta ser un
10 | AGOSTO 2016
estatuto permanente en su vida, un
reglamento viviente. Que lo que se
diga y se predique, eso también se
haga.
En el reino de Dios hay una sola fun-
ción: la función de siervos —y esto
en todas las esferas de la vida. Hay
un solo Señor, todos los demás so-
mos siervos con diferentes capaci-
dades para servir a otros. No viva-
mos deseando estar por encima de
otros, buscando “señorear”. Nos en-
canta mirar a la gente desde arriba
y ver satisfechas nuestras propias
necesidades materiales y emocio-
nales.
El apóstol Pablo instruyó de esta
manera a los esclavos cristianos del
primer siglo: “Hagan lo que hagan,
trabajen de buena gana, como para
el Señor y no como para nadie en
este mundo, conscientes de que el
Señor los recompensará con la he-
rencia. Ustedes sirven a Cristo el
Señor” (Col 3.23-24). ¿No debería-
mos hoy nosotros, que gozamos de
mejores condiciones laborales, tra-
bajar con la misma actitud?
Mantenga la ética bíblica
Por lo general, las universidades e
instituciones de formación profesio-
nal no enfocan su preocupación en
el aspecto moral y espiritual de los
profesionales que forjan. No se con-
cientiza una ética laboral idónea, ni
se induce una ética bíblica afín a la
necesidad, al dolor, al sufrimiento, a
la desesperación humana. El profe-
sional cristiano deriva su ética prin-
cipalmente de la enseñanza bíblica
que recibe en el contexto de la con-
gregación y el seguimiento personal
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 “La actitud de un
profesional cristiano
debe de estar “pre-
ñada” de entereza
moral, justicia y ver-
dad, porque entonces
“dará a luz” acciones
claras y honestas.”
de Cristo. ¿Qué tipo de ética esta-
mos practicando?
Los incrédulos al ejercer la ciencia,
la tecnología, el arte, y más activi-
dades, no tienen en cuenta a Dios
en sus ecuaciones, experimentos y
normas, ni tratan de honrarlo. Pero
los profesionales cristianos debe-
mos permanecer arraigados espiri-
tual e intelectualmente en Cristo. Lo
que se exige de los predicadores y
maestros bíblicos en 2 Timoteo 2.15,
es igualmente válido para todos no-
sotros: “Esfuérzate por presentarte a
Dios aprobado, como obrero que no
tiene de qué avergonzarse”.
La actitud de un profesional cristia-
no debe de estar “preñada” de en-
tereza moral, justicia y verdad, por-
que entonces “dará a luz” acciones
claras y honestas. A este respecto:
¿Demostramos fidelidad a Dios en el
uso del tiempo, las habilidades y las
posesiones? (1 Co 4.1-2; Ef 3.2; Tit
1.7; 1 P 4.1).
En definitiva, el cristiano que ejer-
ce una profesión vive en el mundo,
pero no participará de sus malas
actitudes y proceder, tendrá que se-
pararse de ello. Y este es un tema
de crucial importancia que ha de
enfrentarse. Cuando surja un dilema
moral en el mundo del trabajo, nos
preguntaremos: ¿Viola esto algún
principio de las Escrituras? ¿Limita-
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rá en algo mi vida cristiana? ¿Pue-
do pedirle a Dios sinceramente me
bendiga al hacer esto? ¿Será una
piedra de tropiezo para otros?
Priorice el valor espiritual
La corriente del mundo sin Dios tra-
tará de arrastrarnos a una carrera
por éxito, la comodidad y el presti-
gio pasajeros. Desde luego, nada
tiene malo procurar el progreso y
asegurar el bienestar nuestro y de
nuestras familias, si en todo ello re-
conocemos a Dios, “que nos provee
de todo en abundancia para que lo
disfrutemos” (1 Ti 6.17; cf. Stg 1:17).
El problema comienza cuando es-
tos dones de Dios dejan de ser las
consecuencias —en la providencia
de Dios— de nuestro trabajo, y se
convierten en el objetivo.
Siempre será necesario recordar-
nos de la advertencia del Señor en
este aspecto: “No acumulen para sí
tesoros en la tierra, donde la polilla
y el óxido destruyen, y donde los la-
drones se meten a robar. Más bien,
acumulen para sí tesoros en el cielo,
donde ni la polilla ni el óxido car-
comen, ni los ladrones se meten a
robar. Porque donde esté tu tesoro,
allí estará también tu corazón” (Mt
6.19-21).
El afán por la cosas materiales lle-
van a menudo a los profesionales a
“servirse” de su lugar de trabajo y
abusar de los beneficios que éste
puede ofrecerles. Pero de ninguna
manera un profesional cristiano bus-
cará provecho personal a expensas
de la institución a la cual sirve. No
le hará “desangrar” al ministerio,
iglesia o empresa a la cual sirve.
No permitamos que lo económico
y más factores “aledaños” pasen a
ser los ideales del profesional que
conoce el evangelio.
Muy al contrario de lo que común-
mente se piensa, la vorágine del
materialismo, el desprecio por los
valores espirituales, el ansia desme-
dida de llegar por los “atajos” que la
vida fácil ofrece, la inmoralidad en
los procedimientos, etc., contribu-
yen más bien a hacer más difícil la
tarea, oscuro el porvenir y dudoso
el éxito. Con la fe puesta firmemente
en Cristo, el Señor de todo, honre-
mos a Dios en el mundo profesional.
Por Jaime Sisalima
Jaime es de Ecuador, es
médico cirujano y ginecólo-
go y posee una maestría en
Estudios Teológicos. Está
casado con Arlene Soria
desde hace 40 años, y tienen dos hijos y cua-
tro nietos. Es además Cnel. EM de Servicio en
el ejército de su país y se ha dedicado prin-
cipalmente al servicio social y la enseñanza.
✉ jasisar@hotmail.com
AGOSTO 2016 | 11
DESARROLLO PERSONAL
Ex Primera Dama nos habla
sobre su fe y la vida pública
Una entrevista con la Sra. María Gloria Penayo de Duarte
María Gloria Penayo de Duarte está
casada con Nicanor Duarte Frutos
y tienen seis hijos: José (31), Héc-
tor (27), Betania (25), Martín (23),
Santiago (23) y Facundo (11), y dos
nietos: Ariel (4) y Joaquín (1). Es ti-
tulada en Química y Farmacia por la
Universidad Nacional de Asunción.
Desde el año 2003, preside la fun-
dación Red Paraguaya para el De-
sarrollo Humano (REPADEH). Fue
designada Embajadora Extraordina-
ria de la FAO en el año 2005. En el
año 2007, ha recibido la distinción
de Doctora Honoris Causa en Bien-
estar Social por la Universidad Han-
sei de Seúl, Corea del Sur.
María Gloria forma parte de la Igle-
sia Raíces (Hermanos Menonitas),
participando activamente en el tra-
bajo de evangelización y fortaleci-
miento de las mujeres y las familias.
Desde hace 20 años, ha abierto su
10 | SETIEMBRE 2016
hogar para mujeres que desean es-
tudiar la Palabra de Dios.
Desde su función como Primera
Dama de la Nación (2003-2008),
además de su trabajo social, ha en-
contrado la oportunidad para llevar
con ímpetu el mensaje de la Palabra
de Dios en muchos lugares. Así, ha
llevado a cabo encuentros evange-
lísticos con mujeres en el interior del
país y ha acercado su testimonio de
vida a otros países, como Estados
Unidos, Canadá, Panamá, México y
Corea del Sur.
Ha desarrollado varios proyectos
sociales, ayudando a niños en si-
tuación de calle, centros comunita-
rios en varios lugares carenciados
y prestando servicio al Hospital
Neuropsiquiátrico. Además, desde
la fundación REPADEH ha impulsa-
do proyectos productivos en forma
conjunta con la FAO, en alianza con
otros sectores de la sociedad.
En esta entrevista, le pedimos que
nos comparta algo sobre su expe-
riencia de vivir la fe en Cristo siendo
una persona pública.
¿Cómo fue que Dios la llamó
a servir en la esfera pública?
“La carrera pública de mi esposo
empieza gradualmente. En el año
1991 asume como Vice Ministro
de Culto, en 1993 asume el cargo
de Ministro de Educación y en el
año 2003 es electo Presidente de
la República. Durante este tiempo
me tocó acompañarlo y ocuparme
del cuidado de nuestros hijos. Gran
parte de mi tiempo lo dedicaba sir-
viendo en la iglesia a partir del año
1996, año en que me bauticé y for-
mé parte activa de la Iglesia Raíces,
colaborando en la evangelización y
discipulado de mujeres.
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 “La participación
en la vida pública
es un desafío y una
oportunidad (...) El
principal testimonio
que podemos dar es
el apoyo y el servicio
hacia los excluidos,
a los que sufren y
necesitan más.”
“Esos tiempos fueron los más hermo-
sos y edificantes para mí. Trabajar al
lado del Pr. Alberto Enns, el equipo
pastoral y las hermanas fue maravi-
lloso y ha sido mi mejor preparación
para lo que vendría más adelante.
Sin saberlo, me estaba fortaleciendo
y equipando para afrontar un desa-
fío que no esperaba.”
¿Qué temores y preguntas
tuvo que afrontar al asumir
una vida pública?
“No me resultó fácil renunciar a las
actividades que venía desarrollando
con mucha pasión y entusiasmo en
la iglesia. porque sentía que eso era
lo mío, que ahí estaba mi llamado.
Me preguntaba cómo iba a combi-
nar ambas cosas: mi rol como Pri-
mera Dama y mi participación activa
en la iglesia. Sin embargo, si bien
ya no tenía el tiempo para realizar
las mismas actividades dentro de la
iglesia, desde el lugar en que Dios
nos puso pude transmitir su amor a
mucha gente y seguir trabajando en
el discipulado de mujeres.
“También me preocupaba que en
un ambiente difícil, donde la ex-
posición es muy grande, mis hijos
experimentaran soledad, rechazo,
y que las calumnias y acusaciones
llegaran a dañar sus emociones y se
anidara en el corazón de ellos odio
y resentimiento.”
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¿Podría señalar algunos fac-
tores que le han permitido
permanecer firme en su fe?
“En primer lugar, tener clara mi iden-
tidad como hija de Dios, perdonada
por medio de la sangre preciosa de
Jesús, transformada por el poder del
Espíritu Santo, con el propósito claro
de glorificarlo a Él en el lugar donde
esté. Por supuesto, la lectura diaria
de la Palabra de Dios y la oración. El
hecho de no dejar de congregarme,
como también el acompañamiento
de los hermanos en la fe y pertene-
cer a un grupo hogareño, me ha for-
talecido grandemente.”
¿Cómo ha podido mante-
ner el balance entre su vida
pública y la hogareña?
“Mantener el balance es muy difícil.
Las necesidades de la gente y el
deseo de dar respuestas absorben
energía y tiempo, lo cual afecta a la
familia, sobre todo cuando los hijos
son pequeños. He luchado por no
descuidar a mis hijos, y fundamen-
talmente mi rol de esposa, estable-
ciendo prioridades y cierta discipli-
na. Aun así, no puedo decir de que
he logrado un equilibrio perfecto.”
¿Qué les diría a aquellos
cristianos que estén siendo
llamados a la vida pública?
“La participación en la vida públi-
ca es un desafío y una oportunidad
para testificar con acciones concre-
tas la fe en Cristo, especialmente el
inmenso amor al prójimo que contie-
ne nuestra fe. En ese sentido, consi-
dero que el principal testimonio que
podemos dar es el apoyo y el ser-
vicio hacia los excluidos, a los que
sufren y necesitan más.
“Que puedan discernir claramente
lo que es temporal y lo que tiene
consecuencias eternas, y por sobre
todas las cosas tener muy presen-
te que el servicio es para Dios. Que
lo más importante es agradarle a
Él; de lo contrario vendrán grandes
frustraciones, decepciones y deses-
peranza.”
SETIEMBRE 2016 | 11
DESARROLLO PERSONAL
¿Quién es
verdaderamente
el más grande?
Reflexionando sobre el concepto bíblico de la grandeza
¿Será que la grandeza no está fun-
damentada en lo que tenemos, en la
popularidad, las posiciones o apa-
riencias, sino en lo que somos inte-
riormente? Dios quiere levantar una
generación con verdadera grande-
za. ¿Estamos en el camino correcto?
¿Qué legado, qué valores dejare-
mos a las generaciones venideras?
Juan el Bautista podría ayudarnos a
responder.
“En el año quince del reinado de Ti-
berio César, Poncio Pilato goberna-
ba la provincia de Judea, Herodes
era tetrarca en Galilea, su hermano
Felipe en Iturea y Traconite, y Lisa-
nias en Abilene; el sumo sacerdocio
lo ejercían Anás y Caifás. En aquel
entonces, la palabra de Dios llegó a
Juan hijo de Zacarías, en el desier-
to” (Lc 3.1-2).
Anás y Caifás, sumos sacerdotes. Li-
sanias, tetrarca en Abilene, Herodes
10 | OCTUBRE/NOVIEMBRE 2016
en Galilea y Felipe en Iturea. Poncio
Pilato, gobernador. Tiberio César,
emperador. Todos estos hombres al-
canzaron grandeza, lugar de poder,
no había más grandes que ellos en
la época, todos les hacían reveren-
cia. ¿Quién se atrevía a discutir con
ellos? Su palabra era autoridad; im-
posible contradecirlos. Su grandeza
hacía que sus palabras fueran casi
como las de un dios, ¡casi un dios!
Un extraño en la escena
Pero, ¿quién es ese que viene por
ahí, desprolijo, con pelo largo, bar-
ba crecida por demás, vistiendo un
traje de piel de camello? ¿Quién es
este que aparece así en medio de
tantos nombres célebres y grandes?
¿Cómo se colocó en esta lista de
hombres tan grandes? ¿Cómo osa-
ron colocarlo entre los célebres de
la época? Dicen que se llama Juan.
No tiene anillos de oro, ni sello pro-
pio, no promulgó ninguna ley, nun-
ca bajó el pulgar para condenar a
nadie. Algo tiene, ¿pero qué vale?
Solo una palabra de Dios. ¡Pobre
tipo! “¡Juan, eres el último orejón del
tarro!”
Así piensa el hombre normalmente.
La grandeza está determinada por
posiciones, economía, finanzas, re-
laciones, carreras, puestos guber-
namentales. Miramos con ojos su-
perficiales porque estos hombres de
aparente grandeza fueron los que
sometieron pueblos, esclavizaron
gente, mataron niños, oprimieron a
la sociedad, le robaron su dinero
para enriquecerse ellos. La injusti-
cia y la mentira eran sus estandartes
de vida: asesinatos, celos, batallas
y contiendas, no por la mejoría de
la sociedad, sino por más poder. Se
creyeron tan grandes que persiguie-
ron a Dios.
www.revistalafuente.com
 “Como mínimo,
tienes que estar
dispuesto a decapitar
tu propia manera
de pensar por una
superior, diferente,
la de Dios.”
Si eso es ser grande, prefiero ser el
más pequeño. La Biblia dice que el
que quiera hacerse grande deberá
primero hacerse el más pequeño
(Mr 10.42-44). ¿Será que el principio
de la grandeza es estar dispuesto
a servir, a pensar en los demás, en
lugar de que todo esté a mi disposi-
ción y que todo gire alrededor mío?
¿Será que Dios, el más grande de
los grandes, tiene otra óptica del
asunto?
¿Será que Juan en realidad era el
más grande?
La grandeza según los
parámetros de Dios
Según la óptica de Dios, Juan era el
más grande. La grandeza está de-
terminada por lo interno. Miremos
algunas actitudes de Jesús: siendo
el más grande, se hizo el más pe-
queño; siendo Dios, se hizo hombre;
siendo el maestro, les lavó los pies
a sus discípulos; siendo perfecto,
murió en la cruz como el peor de los
pecadores. Todos estos actos nos
revelan su interior: amor, servicio,
misericordia, perdón, mansedum-
bre, justicia, veracidad, lealtad, rec-
titud.
Juan tenía esos valores. Preparó el
camino para la llegada de Jesús, y
dio su vida por aquello que era el
verdadero concepto de grandeza.
Influyó en la gente de su época yen-
www.revistalafuente.com
do contra corriente, pero estable-
ciendo la verdad en el corazón de
los hombres. Él solo sacudió más la
ciudad que toda la maldad de aque-
llos que tenían apariencia de “gran-
des”. Pero lo más importante es que
sacudió corazones, aun el de los fa-
mosos “grandes” de la época.
Debemos mirar la grandeza con
ojos más profundos y bien direccio-
nados, y buscar entrar en el salón
de los grandes no a la manera de
Caifás, Anás, Poncio Pilato, Herodes
o Tiberio César, sino al estilo Juan el
Bautista. A los ojos del hombre su-
perficial no es la mejor manera de
entrar al salón de la grandeza. Algu-
nos entraron con realeza, Juan entró
decapitado.
La grandeza tiene su precio
¿Será que el precio de la grandeza
es mayor al de los diamantes y pue-
de costar la cabeza? Como mínimo,
tienes que estar dispuesto a decapi-
tar tu propia manera de pensar por
una superior, diferente, la de Dios.
La grandeza va más allá de los do-
nes y ministerios, porque no se irra-
dia por otra cosa que la presencia
de Dios a través de nuestra vida.
Debemos ser recordados por una
vida que reflejó la grandeza de
Dios, amor, verdad, justicia, integri-
dad, rectitud, perdón, misericordia,
actitudes que marquen un camino
diferente para las generaciones por
venir. Tu vida no es en vano, marca
el camino, eres parte vital de este
proceso. Quizá nuestros nietos vi-
van en un ambiente de verdadera
grandeza, pero el cambio comienza
hoy, con nosotros.
Preocúpate de que la verdadera
grandeza sea lo que destile tu vida,
y sea tu estilo de vida, por Dios, por
tu familia y por los que te rodean.
Grandeza no es cuestión de tener,
es cuestión de ser.
Lecturas recomendadas:
A. Murray. La humildad: La belleza de la
humildad. CLC.
C. J. Mahaney. Humildad: Grandeza verda-
dera. Vida.
J. MacArthur. Doce hombres comunes y
corrientes. Grupo Nelson.
Por Walter Haberl
Walter es pastor del Ministerio
Betesda, en Buenos Aires, Ar-
gentina. Está casado con Delsy
Lázaro y tienen 6 hijos: Mauri-
cio, Rebeca, Nicolás, Benjamín,
Sofía y Zacarías. Fundador de
iglesias y formador de líderes y pastores, posee una
licenciatura en Teología y es director y profesor del
Instituto Bíblico Betesda. Además es presidente del
Consejo Pastoral de Morón y miembro del Conse-
jo Directivo de la Misión Cristiana Escudo de la Fe
Argentina.
✉ gsshogren@gmail.com
OCTUBRE/NOVIEMBRE 2016 | 11
DESARROLLO PERSONAL
¿Somos honestos
o sólamente sinceros?
Lo que significa y vale la virtud de la honestidad
Seguramente en algún momento
nos hemos sentido complacidos con
nuestra honestidad en algún asunto.
Hemos dicho: “Honestamente…”,
seguido por algún planteamiento
basado en la franqueza que hemos
tenido al respecto.
Pero, realmente, ¿hemos sido ho-
nestos o simplemente sinceros?
Es verdad que ambas cualidades
conllevan una transparencia, pero
son cualidades diferentes. En oca-
siones podríamos estar siendo sin-
ceros, pero no honestos. La dife-
rencia está en el resultado que ha
tenido dicha transparencia.
Qué es la sinceridad
Somos sinceros cuando nos expre-
samos genuinamente y acorde a lo
que sentimos. La sinceridad es sim-
plemente la habilidad de ser trans-
parente (con lo que se siente o se
sabe) y de no fingir ante ello —inclu-
10 | DICIEMBRE 2016
sive cuando lo que se ha expresado
con sinceridad no sea algo bueno.
Por lo tanto, la sinceridad no conlle-
va necesariamente un compromiso
con la verdad, lo bueno o lo justo,
sino que sólo se basa en la auten-
ticidad de los sentimientos o accio-
nes de una persona.
En qué se distingue
la honestidad
La honestidad, en cambio, es esa
cualidad de transparencia y auten-
ticidad atada a la verdad y manifes-
tada con justicia y honradez. Por lo
tanto, sería imposible atribuir hones-
tidad cuando se está ocasionando
un mal. En tal caso, podríamos ha-
blar de sinceridad pero no de hones-
tidad. Podemos decir que actuamos
honestamente cuando manejamos
situaciones complicadas de manera
sincera, pero a la vez justa.
Es por esto que la honestidad es
una cualidad que supera a la sin-
ceridad. La honestidad es ese in-
grediente necesario que nos lleva
a tener progreso y buen fruto en la
vida. Podemos procurar una vida
de honestidad enteramente, mante-
niéndola en las siguientes áreas...
1. Honestos con nosotros mismos:
lo primordial
Ante la falta de honestidad, nues-
tras vidas quedan muy susceptibles
al auto-engaño, a malos hábitos y
carencias en el carácter espiritual.
Nuestro corazón fácilmente puede
ser engañado, inclusive por nues-
tros propios pensamientos y deseos.
“Engañoso es el corazón más que
todas las cosas, y perverso; ¿quién
lo conocerá? Yo Jehová, que escu-
driño la mente, que pruebo el cora-
zón, para dar a cada uno según su
camino, según el fruto de sus obras”
(Jer 17.9–10 RV60).
Un compromiso personal con la ver-
www.revistalafuente.com
 “Un corazón puro es
el combustible para
la honestidad; las
manos limpias son
el resultado.”
dad nos guardará de caer en el au-
to-engaño. El resultado será poder
reconocer los sentimientos propios
con buen juicio y perseguir lo co-
rrecto. Una vida devocional nos per-
mite conocer la verdad a través de
la Palabra de Dios, y el compromiso
que asumimos con la verdad permi-
te que esa Palabra opere en nuestra
vida personal.
2. Honestos con Dios: lo esencial
La habilidad de ser honestos con
nosotros mismos nos llevará tam-
bién a ser honestos en nuestra re-
lación con Dios. Sabemos que Dios
todo lo sabe; Él no puede ser enga-
ñado. Estaríamos perdiendo nuestro
tiempo con nuestra falta de honesti-
dad con Dios.
Un corazón puro es el combustible
para la honestidad; las manos lim-
pias son el resultado. La honestidad
en la vida de servicio a Dios nos lle-
va a un verdadero crecimiento, aun
en medio de nuestras debilidades.
La honestidad nos permite atender
nuestras faltas con responsabilidad
y transparencia para luego abrazar
el camino de la justicia a la hora de
corregirlas.
3. Honestos con los demás:
lo necesario
Mantener la honestidad con las
personas con que estamos relacio-
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nados o involucrados tiene gran-
des beneficios. Nuestra honestidad
provocará que las otras personas
puedan relacionarse con nosotros
de manera confiable. No tendrán te-
mor en estar vinculados a nuestros
asuntos ya que nuestra honestidad
les garantiza ser considerados de-
bidamente. Esto es particularmente
importante en relaciones de trabajo
o liderazgo. Similarmente, en nues-
tras relaciones personales y frater-
nales, la práctica de la honestidad
construye relaciones saludables y
de confianza.
Las marcas de la honestidad
Aquí les presento una lista-guía para
identificar la honestidad:
1. No niega la verdad.
2. No actúa injustamente.
3. No pone sus criterios por encima
del buen trato a los demás.
4. No finge.
5. Actúa honradamente.
6. Respeta a los demás.
El salmista habló de la honestidad
como cualidad necesaria para es-
tar en la presencia de Dios, cuando
dijo:
“SEÑOR, ¿quién puede vivir en tu
templo? ¿Quién puede subir a tu
monte santo? Sólo el que vive con
honestidad, y hace lo justo, pensan-
do y diciendo la verdad; el que no
calumnie a nadie, el que no le haga
mal a sus semejantes, ni insulte a
sus vecinos; sólo el que se aparte
de los que Dios desprecia, y el que
respete al que teme al SEÑOR; el
que cumpla lo que promete, aunque
tenga que sacrificarse para hacerlo”
(Sal 15.2–4 PDT).
La honestidad es una virtud indis-
pensable para el desarrollo espiri-
tual y personal en la vida cristiana.
Para mantener esta virtud debemos
entender que la única manera de
desarrollar el carácter cristiano es
por medio de corazones honestos y
no simplemente sinceros. La hones-
tidad es la cualidad que realmente
debemos perseguir en nuestras vi-
das. No nos conformemos con ser
sinceros, seamos íntegramente ho-
nestos.
Por Jenilee Rebarber
Jenilee es originaria de Puerto
Rico, reside actualmente en los
EUA con su esposo y su bebé y
le fascina dedicarse a su nuevo
rol de madre. Ha colaborado
en diferentes ministerios en su
región e iglesia, especialmente con la juventud. Es
doctora en optometría y además se dedica a escri-
bir artículos de edificación, tanto en español como
en inglés, en su blog jenileerebarber.com. También
contribuye como escritora en otras páginas, revistas
y ministerios.
✉ jenileerebarber@gmail.com
DICIEMBRE 2016 | 11
DESARROLLO PERSONAL
Tres aspectos para
vivir una fe contagiante
Ilustraciones para la fe tomadas de un volcán activo
Hace un tiempo en un viaje a México
fui a tomar un café al pie de un volcán.
El volcán de Colima, o el Volcán de
Fuego, como también se lo conoce.
Es uno de los volcanes más activos en
México y América. Su última erupción
ocurrió justo después de que visitara
el lugar. Siempre me han interesado
los volcanes. Siendo alguien que cre-
ció en Sudáfrica, donde no tenemos
volcanes, la idea de una montaña lle-
na de fuego que escupe lava, siempre
encontré algo muy atractivo en ello.
Incluso el Volcán de Fuego recibe a
miles de visitantes cada año, ya que
es un volcán activo.
Mientras estaba sentado allí, bebien-
do mi café, pregunté a varias per-
sonas del lugar acerca del volcán, y
10 | ENERO 2017
hubo algunas cosas que destacaron
en mis conversaciones que me gus-
taría compartir con ustedes. ¿Por qué
quiero compartir detalles acerca de
un volcán con usted? Porque me di
cuenta de que debemos ser como los
volcanes activos, debemos ser cristia-
nos con una fe que atraiga a otros a
seguir a Cristo.
1. Sea un volcán activo
Esto no quiere decir necesariamente
que debe integrar el equipo de ala-
banza, ayudar con los niños, realizar
proyectos sociales, etc. La diferencia
entre un volcán “activo” y un volcán
“muerto” es que el activo está conec-
tado a una fuente. Esa fuente provee
lava. Sea un cristiano que está conec-
tado. La iglesia está llena de cristia-
Foto: Volcán de Tolima, por Hernando Rivera Cervantes. Fuente: http://mirror.co.uk/
nos, pero para realmente hacer una
diferencia, usted necesita estar co-
nectado a la fuente de vida que es
Cristo.
“Yo soy la vid y ustedes son las ramas.
El que permanece en mí, como yo en
él, dará mucho fruto; separados de mí
no pueden ustedes hacer nada” (Juan
15.5).
Si usted está conectado con Jesús, si
tiene una relación “viva” con Él, usted
va a dar fruto; estará activo incluso sin
darse cuenta.
2. Sea un volcán
que hace erupción
Los volcanes activos hacen erupción.
www.revistalafuente.com
 “Si usted está conec-
tado con Jesús, si tiene
una relación ‘viva’ con
Él, usted va a dar fruto;
estará activo incluso sin
darse cuenta.”
No pueden evitarlo. Sucede. Tienen
toda esa lava en el interior de ellos
y la escupen. Es lo que hace que un
volcán sea un volcán. Lo mismo suce-
de con nosotros. Si somos cristianos
activos conectados a la Vid, vamos
a “hacer erupción”, no vamos a ser
capaces de contenerla. Ahora bien,
esta caliente, derretida, roca de fuego
tiene algunas implicaciones para mí.
Me gustaría graficarlo para explicar un
poco mejor.
En primer lugar, esto habla de la san-
tidad. Sabemos por la Biblia que de-
bemos tratar de vivir en santidad. No
es un deseo, es una orden. Recuerde
que Dios dijo: “Sean santos, porque
yo soy santo” (1 Pedro 1.16). Tiene
que ver con ser un testigo en todo
momento. No sólo los domingos o en
las actividades de la iglesia. Creo, sin
embargo, que si está conectado a la
Vid éste será su deseo automático:
ser santo como Él lo es.
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En segundo lugar, la lava finalmente
sale. Fluye por la montaña o es lanza-
da por los aires, pero tarde o tempra-
no sale. Para mí este es el amor que
recibimos por medio de Cristo y que
debemos dar a los demás. Hemos
oído tantas veces que el amor es el
mandamiento más alto, en primer lu-
gar, amar a Dios con nuestra mente,
el corazón y el alma. Pero el segundo
mandamiento es similar: amar a nues-
tro prójimo como a nosotros mismos
(Mateo 22.34–40).
Si realmente amamos a Dios, y si es-
tamos realmente conectados a la Vid,
vamos a tratar de forma automática de
vivir en santidad y vamos a tener un
deseo de ayudar a los pobres, los afli-
gidos, las viudas y los huérfanos. En
Mateo 25.31–46 leemos que en aquel
día Dios hará una separación entre los
cristianos activos y los no activos.
3. Sea un volcán
que sigue creciendo
Un hecho interesante sobre los vol-
canes activos es que éstos crecen.
La cumbre del volcán, de hecho, se
vuelve más alta después de cada
erupción. Eso es exactamente lo que
debería ocurrir con nosotros como
cristianos. Debemos seguir creciendo
espiritualmente.
“Más bien, crezcan en la gracia y en
el conocimiento de nuestro Señor y
Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria
ahora y para siempre! Amén” (2 Pedro
3.18).
Este crecimiento viene a través del es-
tudio de la Biblia, la lectura de libros
edificantes, el tener comunión con
otros cristianos, etc., y cuando sea el
momento adecuado, todo esto va a
hacer erupción de nuevo.
Si usted tiene estos tres aspectos de
los volcanes activos en su vida, se
convertirá en una atracción así como
el Volcán de Fuego. La gente vendrá a
usted buscando consejo y guía. Y to-
dos aquellos que se le acercan serán
impactados, no porque usted sea muy
bueno, sino porque van a encontrar a
Cristo en usted.
“He sido crucificado con Cristo, y ya
no vivo yo sino que Cristo vive en mí.
Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo
por la fe en el Hijo de Dios, quien me
amó y dio su vida por mí” (Gálatas
2.20).
Por Johannes Bleeker
Johannes es de Sudáfrica pero
reside desde hace varios años
en Paraguay. Está casado con
Gabi y tienen dos hijos: Nadi-
ne y Evan. Es director regional
para Latinoamérica del minis-
terio DRIME y mentor y consejero de líderes emer-
gentes.
✉ johannesbleeker78@gmail.com
Facebook: /johbleeker | Twitter: @jbleeker
ENERO 2017 | 11
DESARROLLO PERSONAL
Manténgase íntegro,
cueste lo que cueste
El alto valor y belleza de la integridad personal
La historia cuenta que Arthur Doyle
hizo una broma a doce de sus cono-
cidos, hombres respetados e ilustres.
Envió doce telegramas con el mis-
mo mensaje: “Huye inmediatamente.
Todo se descubrió”. A las veinticuatro
horas, ¡todos habían abandonado el
país! Era evidente que cada uno de
ellos tenía algo que ocultar.
Las Escrituras insisten en que la fuen-
te de seguridad permanente no radica
en lo visible sino en la fortaleza interior
del carácter:
“A los justos los guía su integridad;
a los falsos los destruye su hipocre-
sía” (Proverbios 11.3).
“Quien se conduce con integridad,
10 | FEBRERO 2017
anda seguro; quien anda en malos
pasos será descubierto” (Prover-
bios 10.9).
“La integridad protege al que es ho-
nesto, pero la maldad destruye al
pecador” (Proverbios 13.6 PDT).
Integridad: ser una sola persona
¿Qué es la interidad? De muchas defi-
niciones que se puede ofrecer, quizás
la más fácil de recordar y que mejor
resume el concepto de la palabra in-
tegridad es “ser una sola persona, en
todo tiempo y entodas partes”.
La vida del gran evangelista Billy Gra-
ham ha inspirado a miles de personas
alrededor del mundo por su integri-
dad. ¿Qué clase de persona es Billy?
Grady Wilson, un miembro de su equi-
po por muchos años, afirma acerca de
él: “Billy Graham es la misma persona
todo el tiempo. En él no hay ni en-
cubrimiento ni fachada. Billy es Billy,
esté donde esté: predicando a miles
de personas, corriendo en un camino
cerca de su casa, montando a caba-
llo, jugando al golf, nadando, prepa-
rando un sermón o comiendo con su
encantadora esposa Ruth”.
George Beverly Shea, colaborador
cercano durante más de 60 años, ala-
ba la fe cristiana auténtica de Billy y
lo define como “un cristiano de veinti-
cuatro horas al día”.
Y cuando se le preguntó al mismo
predicador Graham por qué le gusta-
www.revistalafuente.com
 “Por nada del mundo
vendas tu integridad,
aunque tengas que so-
portar pérdidas de dine-
ro, fama o amistades a
lo largo del camino.”
ría ser recordado, él dijo: “Integridad;
por ella he trabajado durante toda mi
vida”. ¡Qué compromiso!
La integridad es verdaderamente una
cualidad que vale el esfuerzo de tra-
bajar toda una vida y con todas las
fuerzas. ¿Por qué te gustaría a ti ser
recordado por otros, por tus amigos,
colegas y clientes, por tu familia, veci-
nos e iglesia?
No vendas tu integridad
Si por un lado cuesta trabajo y tiempo
construir y mantener la integridad, por
el otro lado es tremendamente fácil
perderla. Necesitarás tomar una firme
determinación para defender tu inte-
gridad a toda costa y no venderla:
No renuncies a tu integridad para
conseguir una nota.
No renuncies a tu credibilidad para
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lograr una venta.
No abandones tu honradez por un
placer efímero.
Por nada del mundo vendas tu integri-
dad, aunque tengas que soportar pér-
didas de dinero, fama o amistades a lo
largo del camino. Albert Einstein dijo:
“No hay que tratar de ser una persona
de éxito, sino más bien una persona
de valor”.
Algunas preguntas
de diagnóstico
Las preguntas de diagnóstico son
útiles porque nos permiten sondear
la condición actual de cosas que no
se pueden medir en unidades mate-
máticas, como el peso, la longitud o
la temperatura. Este tipo de preguntas
revelan el estado general de una cosa
y nos ofrecen la posibilidad de una
valoración adecuada de, por ejemplo,
nuestro nivel de integridad.
Trata de responderte a ti mismo las si-
guientes preguntas:
¿Coqueteas con alguien que no es
tu cónyuge?
¿Miras películas prohibidas?
¿Has falseado tu currículum?
¿Has “tomado prestado” de tu tra-
bajo cosas que no te pertenecen?
¿Pides que otro marque tu tarjeta de
Ilustración: José resiste a la esposa de Potifar (Gn 39).
entrada en el trabajo?
¿Te has atribuido el crédito o los ré-
ditos por algo que no hiciste?
¿Eres en tu casa la misma persona
que cuando estás en la iglesia?
¿Aduces enfermedad cuando no
quieres trabajar?
¿Eres respetuoso del tiempo de los
demás?
¿Cumples tus promesas?
¿Haces lo correcto porque es lo co-
rrecto aunque nadie esté mirando?
En conclusión...
Toma un compromiso firme con la inte-
gridad. Aprecia, cultiva y defiéndela a
toda costa. Y si en tu viaje por la vida
alguna vez te encuentras con que no
te queda nada más que tu integridad,
¡tienes más que suficiente!
Por José Luis & Silvia Cinalli
Silvia es médica sexóloga y
José Luis abogado y pastor.
Ambos tienen una maestría en
Estudios Teológicos. Reconoci-
dos oradores y conferencistas
a nivel internacional, están abo-
cados al área de la sexualidad y son directores del
ministerio Restauración Sexual. Han escrito numero-
sos libros relacionados con la temática.
✉ info@placeresperfectos.com.ar
FEBRERO 2017 | 11
DESARROLLO PERSONAL
¿Quién pastorea al pastor?
Una entrevista introductoria sobre el pastoreo de pastores
El ministerio pastoral en América Lati-
na enfrenta muchos desafíos. Algunos
de estos desafíos tienen que ver con
el bienestar personal del propio pas-
tor y de su familia. ¿Quién pastorea al
pastor? ¿Con quién cuenta? Entrevis-
tamos al Pr. Pedro Torres, coordinador
nacional del movimiento Pastoreo de
Pastores en Paraguay, para pedirle
que nos hable más sobre el tema.
1. ¿Qué es el mentoreo
de pastores?
La definición de mentor no es lo que la
cultura general piensa. Hablando de
manera simple, un mentor es alguien
que orienta, aconseja, enseña o guía
en forma personalizada e individuali-
zada. Profundizando eso, podemos
decir que es alguien que cree en la
otra persona, visualiza posibilidades
más allá de lo que la persona percibe,
la apoya y nutre, la desafía y la levanta
para su pleno potencial dentro de los
propósitos de Dios.1
2. Algunos piensan que el men-
toreo es sólo una “nueva moda”.
¿Qué ofrece realmente?
Diría que más que una moda, hoy en
día es una urgente necesidad. Por
mencionar algunas cosas: “Hoy la
pastoral sufre de soledad, depresión,
aislamiento. Siente que da mucho más
de lo que recibe y no logra disfrutar las
cosas más simples de la vida. Tiende
a descuidar su relación con su pareja,
con sus hijos y sus amigos. Vive una
10 | MARZO 2017
vida sedentaria, desordenada y des-
equilibrada. En resumen, en la pas-
toral contemporánea observamos un
claro déficit formativo, comunicacio-
nal, de relevancia, y una exagerada
dependencia en las técnicas adminis-
trativas”.2 David Kornfield nos presen-
ta una cruda realidad fundamentada
en estadísticas y datos alarmantes en
las páginas 18–20 de su libro.3
Creemos que cada pastor, como cual-
quier otra persona, tiene cosas precio-
sas en su interior que aún faltan ser
descubiertas o desarrolladas. Todo
pastor todavía es oveja: con necesi-
dades, debilidades y vulnerabilida-
des. No hay otro camino para tratar de
resolver esta problemática en la vida
de los pastores si no es a través de
una vida pastoreada y/o mentoreada.
El pastoreo de pastores rompe con
la vida y el liderazgo solitario de los
pastores y sus líderes. La vida pas-
toreada “es la vida intencionalmente
acompañada, capacitada y asesora-
da para experimentar el pastoreo de
Jesús directa e indirectamente a tra-
vés de un líder y grupo comprometi-
do con nuestras vidas y ministerios
(en ese orden)”.4 En esta estrategia
promovemos la formación de grupos
pequeños de pastores y esposas de
pastores que se reúnen en ritmo se-
manal o quincenal e intencional.
Por otro lado, el mentoreo formal nor-
malmente es un encuentro uno-a-uno
en que un pastor intencionalmente
ayuda a otro a madurar en Cristo y
crecer en su competencia ministerial.
3. ¿Qué impacto ha tenido esta
práctica en su propia vida y mi-
nisterio, y desde cuándo?
Mi vida, mi relación con mi esposa,
con mis hijos y mi ministerio cambió
profundamente a partir de permi-
tirme a mí mismo ser pastoreado y
mentoreado. Experimentar cuidado y
mentoreo ha sido mi mayor fuente de
crecimiento, tanto personal como mi-
nisterial en estos últimos años.
En 2008 inicié mi caminata oyendo del
tema y al mismo tiempo practicando
especialmente el pastoreo mutuo con
otros colegas. La primera experiencia
positiva en mi vida y en la de mi es-
posa fue construir un relacionamiento
profundo con otros colegas, donde
hemos experimentado amor práctico.
Creó una profunda confianza al punto
que podíamos expresar nuestras lu-
chas, tentaciones y necesidades ¡sin
temor a ser juzgados o condenados!
Un ambiente seguro para abrir nues-
tros corazones, que en la mayoría de
los casos el pastor no tiene.
En cuanto a mi vida ministerial y pas-
toral, a partir de esta experiencia em-
pecé a dar lo que tenía. Nadie puede
dar lo que no tiene. ¿Cómo puedo dar
cobertura o cuidado pastoral, si yo
no estoy recibiendo, no tengo, o no
www.revistalafuente.com

“El pastoreo de
pastores rompe con
la vida y el liderazgo
solitario de los pastores
y sus líderes.”
experimento en mi propia vida este
pastoreo? Ahora estoy, simplemente,
compartiendo lo que yo mismo estoy
experimentando.
4. ¿Cuáles son los principales
desafíos para un mejor apro-
vechamiento del mentoreo de
pastores en nuestro país y el
continente?
El liderazgo nacional y denominacio-
nal necesita abrir sus ojos a la reali-
dad actual de la vida de los pastores:
“el techo de toda iglesia es su pastor”.
¿Por qué no hay un mayor acceso a
esta práctica? Falta de información,
prejuicios, costos, falta de tiempo,
malas costumbres del quehacer pas-
toral... todas estas razones, en menor
o mayor grado, son problemas reales.
El pastoreo de pastores es un cambio
de paradigma que nos desafía a entrar
en un nuevo proceso de vida. A todos
nos cuesta entrar en un proceso que
implica trabajo y profunda transforma-
ción. De alguna manera, creemos que
los eventos traerán cambios, cuando
sólo nos llevan a la enfermedad de la
“eventitis”, activismo, sin lograr trans-
formaciones en nuestras vidas y me-
nos en las vidas de la iglesia.
5. ¿Dónde y cómo pueden los
pastores obtener más informa-
ción y acceso a recursos?
Existe un grupo de pastores que se
están reuniendo en los barrios de
www.revistalafuente.com
Asunción y en otras ciudades vecinas.
Cualquiera puede acercarse a esos
pastores y pedirles que le integre a
su grupo. La ASIEP y la APEP tienen
al Pastoreo de Pastores y Mentoreo
como uno de los servicios que ofrece
a las denominaciones, a las iglesias y
a los pastores de todo el Paraguay.
Por último, pueden contactarse direc-
tamente conmigo y le direccionaré ha-
cia un pastor que les pueda dar ase-
soramiento en su búsqueda. Incluso si
pastores de países vecinos tienen in-
terés en iniciar un movimiento de pas-
toreo de pastores y mentoreo, pueden
contactase conmigo en la dirección
de correo pastorpptorres@gmail.com,
o vía WhatsApp al +595 981 466 249.
Ofrecemos seminarios, talleres y reti-
ros, tales como:
Introducción a la vida pastoreada.
Cómo iniciar grupos pastorales y
usar preguntas de rendición de
cuentas.
Cómo ser un líder facilitador de un
grupo pastoral, sea entre pastores o
en su iglesia.
Cómo levantar un equipo pastoral
dentro de la iglesia.
Cómo fortalecer y renovar el matri-
monio pastoral.
Consideramos que el pastor es la per-
sona más necesitada de un mentor.
Alguien que se preocupa por él y crea
Taller para líderes facilitadores de grupos pequeños de pastores, abril 2016.
un ambiente de amor y aceptación, le
incentiva, exhorta, desafía y provoca
una transición de lo ordinario a lo ex-
traordinario. Él naturalmente acaba re-
produciendo lo mismo con sus líderes
y, a través de ellos, con la iglesia toda.
Pastor saludable, iglesia saludable,
comunidad saludable.
1. Kornfield, D. (2012). El líder que brilla, pág. 220
(Libro a disposición, contactar a Pedro Torres).
2. Guevara, A. (2006). Pastores de carne y hueso,
pág.15.
3. Íbid, págs. 18–20.
4. Kornfield, D. Manuel de introducción a la vida
pastoreada, pág. 3.
¿Tiene más preguntas? Descargue el do-
cumento Preguntas comúnmente hechas
sobre el Pastoreo de Pastores:
bit.ly/pdp-pregfrec
Pedro Torres
El pastor Pedro Torres es pa-
raguayo, y vive en la ciudad
de Lambaré. Está casado con
Mirian Díez Pérez y tienen tres
hijos: Sergio Pedro, Mirian Vic-
toria y Jessica Abigail. Posee
una Maestría en Teología por el Seminario Interna-
cional Teológico Bautista de Buenos Aires. Fue pas-
tor durante 5 años de la Iglesia Bautista de Trinidad,
7 años de la Iglesia Bautista de la ciudad de Ayolas
y actualmente está completando 15 años de pasto-
rear la Iglesia Bautista Renacimiento de Lambaré.
Es coodinador para Paraguay del movimiento Pas-
toreo de Pastores y Mentoreo, y miembro del Equi-
po Latinoamericano del Pastoreo de Pastores con el
fundador y coordinador general, Dr. David Kornfield.
Además, es parte del staff de capellanes de la Aso-
ciación Capellanía Empresarial (ACE) y colaborador
del staff de mentores dentro de la misma institución.
✉ pastorpptorres@gmail
MARZO 2017 | 11
DESARROLLO PERSONAL
¿Por qué los pastores
evitan ser pastoreados?
Razones por las que el pastoreo de pastores es necesario
Múltiples investigaciones indican que,
en general cerca del 95% de los pas-
tores, no experimentan cuidado pas-
toral de sus vidas. Y el caso es peor
entre las esposas de los pastores. No
existen grupos pequeños de pastores
o de sus esposas con quienes reu-
nirse y tener cuidado mutuo, apoyo y
rendición de cuentas.
Pido un favor. Antes de continuar la
lectura, anote tres razones que vienen
a tu mente sobre porque los pastores
evitan ser pastoreados. Después vea
si corresponden a lo que tengo apren-
dido a través de 35 años.
No están convencidos
En primer lugar, muchos pastores no
tienen una convicción divina de que
necesitan ser pastoreados. Para eva-
luar su nivel de convicción, conteste
falso o verdadero si es que usted,
como pastor, está aplicando a su vida
las siguientes enseñanzas bíblicas. Si
10 | ABRIL 2017
usted no es pastor, responda lo que
cree que su pastor piensa.
1. “Por lo tanto, estén atentos y cui-
den de toda la congregación, en la
cual el Espíritu Santo los ha puesto
como pastores...” (Hch 20.28). Soy
parte de un grupo pastoral que cui-
da de mi vida y me pide cuentas,
del mismo modo que yo hago con
otros del grupo. ¿F/V?
2. “El egoísta sólo busca su interés, y
se opone a todo buen consejo” (Pv
18.1). Estoy consciente de la ten-
dencia que tengo a aislarme y de
que, mi labor de pastor, me empuja
hacia el aislamiento. ¿F/V?
3. “No es bueno que el hombre esté
sólo” (Gn 2.18). Dios, estando con
Adán antes de la caída, hablo esto.
El hombre más espiritual que ya
existió no funcionaba bien solito.
Hasta con Dios presente, todavía
estaba solo. Aunque el contexto de
esto es el matrimonio, se aplica a
nosotros como pastores y líderes.
Veo mi necesidad de otros pastores
con quienes compartir mi vida; sin
ellos no puedo experimentar la in-
terdependencia y plenitud que Dios
quiere para mí. ¿F/V?
4. “Al volverme hacia otro lado, vi
otra vana ilusión en este mundo:
un hombre solo, sin amigos ni hijos
ni hermanos...” (Ec 4.7–8a). Yo tra-
bajo largas horas y, al final, me en-
cuentro completamente solo. Real-
mente, no tengo un hijo espiritual,
un “Timoteo”, tampoco un hermano
que sea como un escudo para pro-
tegerme y defenderme, y no solo
eso, sino que me ame lo suficiente
como para confrontarme cuando
sea necesario. ¿F/V?
5. “Al ver a la gente, sintió compasión
de ellos, porque estaban angustia-
dos y desvalidos, como ovejas que
no tienen pastor” (Mt 9.36). Reco-
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 “Los pastores no se dan
cuenta de que la falta
de cuidado pastoral de
sus propias vidas, afecta
y daña la vida de las
personas que están
a su alrededor.”
nozco que los pastores somos ove-
jas. Cuando no recibimos cuidado
pastoral, fácilmente podemos an-
gustiarnos, sentirnos desvalidos, y
vulnerables. Entiendo que el cora-
zón de Cristo sufre por esto. ¿F/V?
No advierten
En segundo lugar, los pastores no se
dan cuenta de que la falta de cuidado
pastoral de sus propias vidas, afecta
y daña la vida de las personas que
están a su alrededor. No reconocen
que tienen puntos ciegos, grandes
debilidades y significativas vulnera-
bilidades que, el mundo, la carne y
Satanás están listos para aprovechar.
Ignoran las serias tensiones que impli-
can el estar casado con dos familias:
la iglesia que es la Novia de Cristo, y
su propia esposa e hijos. No perciben
que su esposa e hijos sufren de mu-
chas maneras.
Tampoco se dan cuenta de que al no
ser pastoreados y amados, no con-
siguen extender para otros lo que no
están recibiendo. Sus líderes sufren,
la iglesia sufre. Consecuentemente, el
mundo sufre. Y, como nadie sufre sin
que Dios sufra por ello, Dios también
sufre. El derrama su llanto sobre sus
pastores, como Cristo lo hizo sobre
Jerusalén, hace mucho tiempo.
Son atacados
En tercer lugar, la batalla espiritual. Sa-
tanás teme la unidad saludable de los
pastores. Él entiende bien: “Pastor sa-
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ludable, iglesia saludable, comunidad
saludable”. Así que él trama ataques
contra los líderes de los movimientos
que buscan pastorear o mentorear a
pastores. ¿Qué gigantes espirituales u
obstáculos piensa usted que desani-
man a los pastores a formar grupos de
pastoreo de pastores?
El Nuevo Testamento nos indica seis
estrategias específicas de Satanás. El
concentra sus ataques en los pasto-
res y sus esposas. Vea si Satanás usa
las estrategias a seguir para mantener
pastores distantes unos de los otros
y lejos de cuidado pastoral para sus
vidas:
1. Orgullo (Santiago 4.6–10, 1 P 5.5–
9).
2. Miedo, ansiedad y preocupación (1
P 5.5–9).
3. Enojo o ira (Ef 4.26–27).
4. Falta de perdón (2 Co 2.10–11). He-
ridas del pasado no sanadas…
5. Tentaciones sexuales (1 Co 7.4-5).
6. Identidad y filiación (Mt 3.17; 4:1, 3,
6). Muchos basan su identidad en
su trabajo y no realmente en ser hijo
de Dios.
Impiden a otros
Finalmente, los pastores no perciben
que su decisión de no ser pastorea-
dos, mentoreados o discipulados im-
pide a otros pastores caminar en esa
dirección. Sin modelos, sin ejemplos,
sin entender cómo en la práctica, pas-
tores que a veces se interesan, luego
desisten. ¿Dónde habrá pastores que
se levanten y se coloquen en la bre-
cha? Dios busca esos pastores y no
los encuentra (Ez 22.30).
Para reflexión personal y discusión en
grupos pequeños y/o con su cónyuge:
1. ¿Cuál de las cuatro ideas me afecta
más?
2. ¿Qué podría hacer para corregir
eso?
3. Ya que nadie cambia de forma sig-
nificativa solito, ¿con quiénes po-
dría caminar para conseguir ese
cambio?
Por David Kornfield
David es pastor, mentor, con-
sultor e impulsor del Movimien-
to de Pastoreo de Pastores en
Brasil, Paraguay, Bolivia, Co-
lombia y Venezuela. Posee un
doctorado en Educación por la
Universidad de Chicago. Es integrante del equipo
Sepal y de REVER (Restaurando Vidas, Equipando
Restauradores), y fundador y coordinador del Mi-
nisterio de Apoyo para Pastores e Iglesias (MAPI).
Autor de los libros El líeder que brilla (español),
Dedicados à Oração, Aprofundando a Restauração
da Alma Através de Grupos de Apoio (portugués) y
Church Renewal: A Handbook for Christian Leaders
(inglés), entre otros. Está casado con Débora y resi-
de en São Paulo, Brasil.
✉ davidkornfield@gmail.com
ABRIL 2017 | 11
DESARROLLO PERSONAL
¿Por qué el pastoreo de
pastores es tan importante?
Razones de su importancia y algunos motivos de su descuido
Permítame comenzar con una ilustra-
ción personal. Yo fui ordenado como
pastor en un movimiento que practica-
ba el pastoreo de pastores. Las per-
sonas que me pastorean o mentorean
cambian a través de los años, pero
siempre ando con ese estilo de vida.
Digo “siempre”, pero hubo una excep-
ción de un año y medio.
El pastor que pastoreaba los pastores
de nuestro grupo de iglesias se tras-
ladó para otro estado. Durante ese
año y medio, la iglesia que yo fundé,
“la iglesia de mis sueños”, se dividió,
yo fui rechazado como pastor, la igle-
sia se auto-destruyó, y yo entré en un
cuadro de cinco años de depresión.
¿Y me preguntas por qué el pastoreo
de pastores es tan importante?
Razones de su importancia
A continuación vienen siete grandes
razones por qué el pastoreo de pasto-
res es tan importante.
10 | MAYO 2017
1. Porque muchos pastores están
desanimados y dejando el minis-
terio. Y cada pastor que deja el
ministerio deja todo un rebaño de
personas confusas, con amargura
y pérdidas tras él.
2. Porque los matrimonios de muchos
pastores están con dificultades y
sus hijos también. Eso quita la ale-
gría, la autoridad y la confianza del
propio pastor. No consigue ser el
pastor que Dios quiere. Anda ama-
rrado en su íntimidad.
3. Porque dando sin recibir, el pastor
lidera de forma disfuncional y entra
en agotamiento. Mucho peor, cada
uno reproducimos según nuestra
especie. Él reproduce líderes so-
brecargados, adictos al trabajo,
que también lideran de manera
equivocada y acaban dañando a
otras personas.
4. Porque pastores heridos tienen
efectos colaterales multiplicado-
res bastante malos. Un líder herido
acaba hiriendo. Un estudio de José
de Egipto en Gn 42 muestra por lo
menos ocho características de un
líder herido y el daño que él causa.
5. Porque un pastor saludable es la
clave para una iglesia saludable.
De todas las muchas buenas estra-
tegias para el crecimiento y salud
de la iglesia, posiblemente no exis-
ta otra más importante que la de te-
ner un pastor saludable. Al mismo
tiempo, eso no es trabajado en casi
ningún proyecto de crecimiento de
la iglesia o estrategias para iglesias
saludables.
6. Porque líderes pastorales necesitan
recibir cuidado para ser eficaces
en dar ese cuidado. No podemos
dar lo que no recibimos.
www.revistalafuente.com
 “Para Jesús, el
discipulado era el
corazón de la formación
de sus líderes. (...) No
era apenas para nuevos
convertidos.”
Motivos de su descuido
Si el pastoreo de pastores es tan im-
portante, ¿por qué es tan descuida-
do?
1. En primer lugar, porque los pasto-
res no aplican una visión bíblica y
práctica del discipulado a sus pro-
pias vidas. Enseñan y predican el
discipulado, pero no comienzan
con ser discípulos ellos mismos. Un
verdadero discípulo es un aprendiz
y busca a otras personas para ser
sus mentores o líderes pastorales.
Quien no es un discípulo, no consi-
gue hacer discípulos.
2. Segundo, existen relativamente po-
cos buenos modelos y líderes arti-
culadores demostrando el pastoreo
de pastores. Para Jesús, el discipu-
lado era el corazón de la formación
de sus líderes, de pastores y hasta
de apóstoles. No era apenas para
nuevos convertidos. Muchas perso-
nas quieren ser como Jesús hoy en
día, pero no tienen modelos de dis-
cipuladores que les muestre cómo
andar en Sus pisadas.
3. Tercero, las denominaciones tien-
den a enfocar unidad organiza-
cional, no relacional ni orgánica.
Las reuniones de pastores tienen
principalmente dos finalidades: ser
ministrados en la Palabra y asuntos
administrativos de informes, finan-
zas, estadísticas y números. Casi
nunca hay grupos pequeños donde
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los pastores abran sus corazones,
sean cuidados, renovados, pasto-
reados y acompañados.
4. Cuarto, más y más iglesias inde-
pendientes están surgiendo sin
conexiones con otras iglesias. Igle-
sias independientes crecen mucho
más que las grandes denomina-
ciones. Tanto que algunos están
convencidos de que el día de las
denominaciones se está acabando.
Iglesia independiente, pastor inde-
pendiente. Individualista. No sabe
ser interdependiente, ni ser pasto-
reado. Las iglesias independientes
son excelentes en una cosa: ¡pro-
ducir más iglesias independientes!
5. Quinto, los eventos y los programas
dominan, las relaciones auténticas
y comprometidas disminuyen. Te-
nemos una enfermedad, se llama
“eventitis”. Nuestros cultos son
eventos, desconectados de proce-
sos de crecimiento, desconectados
de relacionamientos. Nadie recuer-
da el tema del domingo pasado,
pero no importa, ya que el pastor
nunca pide a nadie vivir lo que él
predicó. La mayoría de ciudades
experimenta un diluvio de eventos,
tal que siempre hay conflictos de
agendas. Y las personas corren de
evento a evento con la esperanza
de que algo va a cambiar en sus
vidas. No entienden que el disci-
pulado (pastoreo, mentoreo) es el
camino que Jesús anduvo y el que
ellos también tienen que andar si
quieren ser como Él.
Algunas preguntas
Para reflexión personal y discusión en
grupos pequeños y/o con su cónyuge:
¿Cuál de las seis razones mencio-
nadas al inicio del artículo demanda
más el pastoreo de pastores en tu
contexto o para tu pastor?
Considerando las muchas fuerzas
contrarias al discipulado y al pasto-
reo de pastores, ¿qué piensas que
necesita suceder para volver a vivir
como Jesús?
¿Qué puedes tú hacer para ser par-
te de la solución y no parte del pro-
blema?
Por David Kornfield
David es pastor, mentor, con-
sultor e impulsor del Movimien-
to de Pastoreo de Pastores en
Brasil, Paraguay, Bolivia, Co-
lombia y Venezuela. Posee un
doctorado en Educación por la
Universidad de Chicago. Es integrante del equipo
Sepal y de REVER (Restaurando Vidas, Equipando
Restauradores), y fundador y coordinador del Mi-
nisterio de Apoyo para Pastores e Iglesias (MAPI).
Autor de los libros El líeder que brilla (español),
Dedicados à Oração, Aprofundando a Restauração
da Alma Através de Grupos de Apoio (portugués) y
Church Renewal: A Handbook for Christian Leaders
(inglés), entre otros. Está casado con Débora y resi-
de en São Paulo, Brasil.
✉ davidkornfield@gmail.com
MAYO 2017 | 11
DESARROLLO PERSONAL
Dos formas de escapar del
síndrome del pastor solitario
El pastoreo de pastores en la práctica
Este es el tercero en una secuencia
de artículos sobre el pastoreo de pas-
tores. En los dos anteriores examina-
mos por que los pastores evitan ser
pastoreados; y por qué el pastoreo de
pastores es tan importante. Si todavía
no tienes una convicción bíblica de la
necesidad de ser discipulado y men-
toreado para poder discipular y men-
torear bien, eso es donde tienes que
comenzar. Sin eso, el resto de este
artículo no te servirá en nada.
En este artículo queremos ofrecer
orientaciones prácticas para líderes
y pastores que quieren vivir una vida
acompañada, mentoreada o discipu-
lada. De forma simple, tenemos dos
grandes propuestas prácticas: 1) ser
mentoreado de forma individual; 2)
iniciar o integrarse a un grupo de pas-
toreo mutuo.
Mentoreo personalizado
Ser mentoreado de forma individual
puede incluir los siguientes pasos:
10 | JUNIO 2017
1. Ore, oyendo a Dios. Ande según su
dirección. Realice esto permanen-
temente, en cada paso a seguir.
2. Identifica 3 áreas de tu vida en las
cuales desees crecer. Estas pue-
den surgir de tu llamado, tus sue-
ños, o de evaluaciones que realizas
con otros líderes de tu iglesia. Po-
drían ser algo en el área ministe-
rial, en lo pastoral y algo en el área
personal (por ej., tu vida espiritual,
emocional o familiar). Puedes pro-
ponerte un tiempo de un año para
crecer en estas 3 áreas que ele-
giste. Quizá sean áreas que veas
que no funcionan como debieran,
que están débiles y que sabes que
necesitan crecer. Posiblemente uno
sea un área donde realmente es-
tás en falta y sabes que necesitas
cambiar. Existe la opción de tener
un mentor especializado en cada
una de estas áreas.
3. La mayoría de los líderes y pastores
no sienten la necesidad de contar
con un mentor discipulador. Autoe-
valúese del 0 al 10: a) ¿Estoy pre-
dispuesto a que otros me enseñen?
b) ¿Estoy dispuesto a pasar por un
proceso de mentoreo? c) ¿Seré fiel
y honesto con mi mentor? d) ¿Priori-
zaré mis encuentros con mi mentor
discipulador, preparándome bien,
listo a oír la voz de Dios, compro-
metiéndome a realizar acciones
prácticas y concretas como resul-
tado del tiempo que pasemos jun-
tos? Los mayores obstáculos para
encontrar un mentor son internos.
4. Tres candidatos. Anote los nombres
de los tres mejores candidatos, sa-
biendo que nadie es perfecto y que
puede necesitar de una persona
especializada en alguna área. Con
este paso, usted deja de pensar
que necesita un ángel como men-
tor y comienza a ver a las personas
que Dios ha colocado cerca suyo.
5. Priorice las personas. Quien sería la
más indicada, la segunda opción y
la tercera. Considere especialmen-
te la facilidad que tendría para en-
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 “Con este paso, usted
deja de pensar que
necesita un ángel como
mentor y comienza a
ver a las personas que
Dios ha colocado
cerca suyo.”
contrarse con esa persona.
6. Encuentro inicial. Marque una reu-
nión inicial sin hablar de mentoría
para no asustar a la persona. Lleve
una lista de asuntos o propuestas
en las cuales le gustaría tener más
luz. Si la reunión fuera buena, pre-
gunte a la persona si podrían reu-
nirse de nuevo para continuar en
uno o dos meses.
7. Seguimiento. Sea fiel y serio en to-
mar los pasos que el Espírito Santo
le mostró, rindiendo cuentas. Sea
responsable en marcar la fecha
para el próximo encuentro.
8. Perseverar. Si con el paso del tiem-
po no estás recibiendo vida y gra-
cia, busque otra persona en su lista.
Continúe buscando, hasta que Dios
le conceda a alguien que realmente
corresponda.
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Grupo de pastoreo mutuo
La segunda forma de ser pastoreado
es caminar en un grupo de pastoreo
mutuo. Algunos pasos prácticos para
eso incluyen:
1. Adaptar los pasos anteriores a un
proceso de encontrar colegas que
gustarían de reunirse semanal o
quincenalmente para este tipo de
encuentros.
2. Orar, oyendo a Dios. Ore que Dios
levante un grupo base (equipo en
potencial) de pastoreo de pasto-
res en su denominación o ciudad.
Cuando pensamos en un grupo
geográfico, incentivamos a que
pastores de influencia de diversas
denominaciones, redes o movi-
mientos, se junten para practicar
el pastoreo entre sí. De esta forma
pueden crear una base para un
movimiento mayor.
3. Ser capacitado. Participe del se-
minario de un día “Introducción
a la Vida Pastoreada” (IVP). Esto
es ofrecido en Paraguay (Pedro
Torres: pastorpptorres@gmail.
com), Bolivia (Munir Chiquie: mu-
nirchiquie@yahoo.com), Colombia
(Adriana Sánchez: mapicolom-
bia2015@gmail.com) o Venezuela
(Otto Rodríguez: ottorod@hotmail.
com). Si tú estás en un país próxi-
mo, puede entrar en contacto con
unos de ellos para ver las opciones
que existen. Ese día es seguido por
cinco encuentros mensuales de ca-
pacitación en los papeles y herra-
mientas básicas para el pastoreo
de pastores.
4. Ser asesorado. La mayoría de gru-
pos pequeños fallan, sea dentro de
la iglesia o fuera. Una de las claves
para el éxito es un asesor. Otro es
ser capacitado como líder facilita-
dor de un grupo pastoral.
Para reflexión personal y discusión en
grupos pequeños y/o con su cónyuge:
1. Ore, oyendo a Dios. Anote lo que
está oyendo.
2. ¿Qué puedes o debes hacer con
base en lo que estás oyendo?
3. ¿Quién podría te acompañar e ani-
mar para perseverar hasta tener
frutos buenos?
Por David Kornfield
David es pastor, mentor, con-
sultor e impulsor del Movimien-
to de Pastoreo de Pastores en
Brasil, Paraguay, Bolivia, Co-
lombia y Venezuela. Posee un
doctorado en Educación por la
Universidad de Chicago. Es integrante del equipo
Sepal y de REVER (Restaurando Vidas, Equipando
Restauradores), y fundador y coordinador del Mi-
nisterio de Apoyo para Pastores e Iglesias (MAPI).
Autor de los libros El líeder que brilla (español),
Dedicados à Oração, Aprofundando a Restauração
da Alma Através de Grupos de Apoio (portugués) y
Church Renewal: A Handbook for Christian Leaders
(inglés), entre otros. Está casado con Débora y resi-
de en São Paulo, Brasil.
✉ davidkornfield@gmail.com
JUNIO 2017 | 11
DESARROLLO PERSONAL
¿Funciona realmente
eso de ayunar?
Algunas preguntas frecuentes sobre la práctica del ayuno
Todo cristiano que busca mejorar su
relación de intimidad con Dios, alcan-
zar la superación espiritual o buscar
alguna respuesta o dirección de Dios
sobre algún tema que no tiene res-
puesta directa en la Biblia, tiene a su
disposición el recurso muy recomen-
dable del ayuno. En esta entrevista,
el pastor Charles Charotti nos ayuda
a responder algunas preguntas fre-
cuentes sobre este tema.
1. ¿Cómo podemos definir
el ayuno bíblicamente?
El ayuno es “el acto de reemplazar (o
disminuir) la ingesta de comidas, bebi-
das, o ambos, por un período de tiem-
po de búsqueda espiritual, mediante
la meditación en la Palabra de Dios y
la práctica de la oración” (Dn 9.1–3;
Job 23.12; Mt 4.4). Otra definición po-
dría ser: “Un tiempo limitado en donde
se prioriza lo espiritual por encima de
lo terrenal, a los efectos de prepararse
espiritualmente para alcanzar metas
y/u objetivos espirituales” (Mr 2.19–20;
Mt 4.1–11; Jn 4.32–34).
Aquí va otra: “Un tiempo de humilla-
ción, oración y arrepentimiento de pe-
cados a fin de buscar la restauración
de la comunión con Dios o buscar la
guía de Dios sobre algún tema en par-
10 | JULIO 2017
ticular” (Dn 10.1–3, Est 4; Neh 1.1–11).
2. ¿Por qué es importante
incluir el ayuno entre nuestros
hábitos espirituales?
Vivimos en una sociedad donde el
adonismo (exceso de admiración por
uno mismo), el hedonismo (búsqueda
del placer instantáneo o evadir cual-
quier tipo de dolor) y el escepticismo
(recelo, incredulidad o falta de con-
fianza en la verdad o eficacia de una
cosa) son formas de pensamiento que
definen el estilo de vida de las perso-
nas del siglo 21.
En este contexto, el verdadero creyen-
te y sincero discípulo de Cristo recibe
diariamente un sostenido y persisten-
te ataque en contra de su fe, valores
y principios, incidiendo en su estado
espiritual, emocional y mental (el ser),
comprometiendo su cosmovisión (for-
ma de ver la vida) y sistema de pen-
samiento, para finalmente terminar
afectando su rendimiento y testimonio
personal (el hacer).
A esto hay que agregar los ataques di-
rectos e indirectos del diablo a la vida
espiritual del hijo de Dios por medio
de mentiras y engaños, sentimientos
de culpa y remordimiento, fortalezas
mentales, enfermedades físicas y
mentales, etc. Y por si todo esto fuera
poco, está lo que el propio “corazón
caído” del hombre (o la carne) puede
generar, en cuanto a pecados tales
como celos, contienda, vanidad, va-
nagloria, rebelión, etc.
Finalmente, todo cristiano debe negar-
se todos los días, tomar el yugo fácil
del Señor y priorizar el reino de Dios y
su justicia. Debe ocuparse además en
realizar la obra de Señor con diligen-
cia e integridad, a fin de obedecer y
dar cumplimiento a los mandamientos
que dejó el Señor Jesús (Mt 28.18–20;
Jn 13:34; Ga 6.2; Ef 5.18).
Es imposible enfrentar diariamente
todos estos desafíos, y vivir una vida
sobrenatural y espiritual que agrada a
Dios, dedicando tan poco tiempo a la
Palabra y a la oración. Es imperativo
y hasta estratégico, de tanto en tanto,
según la guía del Espíritu Santo, bus-
car “atrincherarnos” y “fortalecernos
en el Señor”, dejando de lado todo
aquello que nos ata a este mundo (co-
mida, distracciones, ocupaciones in-
necesarias, etc.) para “poner las mira
en las cosas de arriba y no en las de
la tierra” (Col 3.1–3 RV60).
Y más aún, si pensamos construir el
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 “Es imposible enfrentar
diariamente todos estos
desafíos, y vivir una vida
sobrenatural y espiritual
que agrada a Dios,
dedicando tan poco
tiempo a la Palabra
y a la oración.”
reino de Dios a Su manera, conquis-
tando barreras físicas y espirituales,
es menester imitar a Jesús cuando
comenzaba Su ministerio, o a Daniel
cuando iba a recibir el mensaje del
Señor, y reservarse buenos períodos
de tiempo para el ayuno y la oración.
3. En su opinión, ¿cuáles suelen
ser los errores más comunes en
la práctica del ayuno?
Normalmente existen dos errores muy
comunes: (1) Errores de aplicación y
(2) errores de propósito. El primero tie-
ne que ver con el hecho de realizar el
ayuno que hacían los fariseos en los
tiempos de Jesús, que consistía en
una demostración externa de religio-
sidad, y no como un ejercicio interno
espiritual (Mt 6.16–19).
El segundo error tiene que ver con la
falta de entendimiento del verdadero
ayuno que agrada al Señor (Is 58.1–
11). Dios nunca será impresionado
por nuestro ayuno, ni por el esfuerzo
que hacemos en él. Sin embargo, a
Dios le importa mucho la actitud de
nuestro corazón con la que estamos
ayunando (Sal 51.17). A Dios le en-
canta cuando nos humillamos y nos
ponemos en perspectiva, reconocien-
do quien es Él (Jer 32.27; Dn 11.32) y
quienes somos nosotros (Jer 18.1–6).
Los propósitos principales del ayu-
no son el avivamiento espiritual y la
manifestación del Reino de Dios (o
voluntad) en la tierra, resultados que
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se obtienen como consecuencia de
poner en primer lugar la humillación,
el arrepentimiento, la búsqueda de
Su rostro, la unidad de Su pueblo y la
realización de Su voluntad (2 Cr 20.3;
Joel 2.12; Mr 2.19–20; Hch 14.22–23).
4. ¿Cómo podemos aprovechar
la práctica del ayuno para vivir
un avivamiento constante?
En primer lugar, reconociendo que el
ayuno es para quien lo necesita. Es
decir, para la persona quien lo realiza.
Dios realmente no necesita nuestro
ayuno. Sin embargo debemos hacer-
lo en la forma y con el propósito y la
actitud que Dios quiere que tengamos
cuando ayunamos (Is. 58.1–11).
El creyente debe recordar que Dios
no se complace con nuestro sacrificio,
sino con la actitud y la disponibilidad
de nuestro corazón cuando ayunamos
(1 S 15.22). El ayuno debe ir acompa-
ñado de oración para que realmen-
te tenga efecto. Para eso debemos
hacer más oración de intimidad con
Dios, que oración de intercesión.
El contenido de nuestra oración de-
bería dedicar más o menos un 80%
a la humillación, rendición, entrega,
consagración, acciones de gracias,
alabanza y adoración. Y apenas un
20% del tiempo para las peticiones.
Con esto dejamos espacio para que el
Espíritu Santo nos dé vida y nos trans-
forme, despertando a nuestro apaga-
do y aburrido espíritu, encendiendo
Su poderosa llama en nuestro interior
y haciendo resplandecer Su luz en
nuestros corazones (Is 60.1–2).
Otra clave infaltable es orar la Palabra
de Dios cuando ayunamos. No hay
nada más poderoso que orar la volun-
tad de Dios y hacer de Su voluntad la
nuestra (Sal 32; 51; 1 Jn 5.14–15).
5. ¿Qué consejos le daría al
cristiano que desea comenzar a
practicar el hábitro del ayuno?
Visitar primero al médico y hacerse
un chequeo pertinente.
Empezar con un ayuno parcial de
alimentos (dieta de frutas, verduras
y agua), y no con uno total (sin comi-
das ni bebidas).
Comenzar con un ayuno de 2 días,
luego ir a 4, luego 7, después a 15,
y luego, cuando ya tenga más expe-
riencia, avanzar a 21 y 40 días.
Por Charles Charotti
Charles es pastor principal de
la Iglesia Presbiteriana Refor-
mada Marangatú, en Villa Elisa,
Paraguay. De profesión analista
de sistemas, se dedica al pas-
torado a tiempo completo. Es
coordinador de la Red Nacional de Oración y del
Eje de Oración de la Asociación de Iglesias Evan-
gélicas del Paraguay (ASIEP). Está casado desde
hace 23 años con María Teresa Escobar,  y tienen
dos hijos varones: Samuel David (21) y Giovanni
Ariel (14). Realizó sus estudios en el Seminario Bí-
blico Palabra de Vida, de San Pablo Brasil, y en la
Universidad Católica de Asunción.
✉ ccharotti@gmail.com
JULIO 2017 | 11
DESARROLLO PERSONAL

Tu familia puede cambiar

la historia de un niño
Acogimiento familiar para niños en situación de riesgo
En esta entrevista, Anja Goertzen nos “Paraguay Protege Familias”, con la vo. La ley en Paraguay prioriza el aco-
cuenta cómo y por qué decidió dedi- visión compartida que cada niño crez- gimiento familiar como primera opción
car su vida a brindar esperanza y de- ca en una familia segura y que toda la para niños separados de sus familias.
fender los derechos de los niños en iglesia se involucre, fortaleciendo a las
situaciones de riesgo. También nos familias vulnerables y promoviendo el ¿Cuál es la realidad que hace
comenta cómo podemos nosotros y acogimiento familiar y la adopción de necesarias las familias acogedo-
nuestra familias hacer la diferencia en niños separados de sus familias. ras?
la vida de estos niños.
¿A qué nos estamos refiriendo La familia es el espacio natural para
¿Cómo llegó a interesarte el tra- cuando hablamos de “acogi- el desarrollo integral de toda persona,
bajo con la niñez en situaciones miento familiar”? en particular para el crecimiento y el
bienestar de los niños, niñas y ado-
de riesgo? Una familia acogedora es una fami- lescentes. El marco legal establece
A mis 10 años de edad, empecé a lia de la comunidad, conformada por en primer lugar que los niños puedan
soñar con cuidar niños separados de ambos o uno de los padres, general- permanecer o volver a estar en sus fa-
sus familias por un llamado que reci- mente con hijos u otros miembros, que milias. El estado y la sociedad son los
bí de Dios. Presumí que crearía una desea colaborar en el cuidado transi- responsables de brindar apoyo a las
institución para muchos niños. Pero torio de niños y adolescentes que por familias en su función.
aprendí, a lo largo de mi carrera, que diversos motivos no pueden estar al
los niños necesitan crecer en familias. cuidado de sus familias por un tiempo. Sin embargo, cada día se presentan
Y eso está en el corazón de Dios, afir- más casos de niños en situación de
mado en Su Palabra. Una familia que forma parte de un pro- vulnerabilidad en sus entornos fami-
grama de acogimiento familiar, acredi- liares, sea por abuso, negligencia u
De joven me formé con JUCUM en el tado por la Secretaría Nacional de la otros factores de riesgo que los afec-
servicio social internacional, y por va- Niñez y la Adolescencia (SNNA), don- ten de manera grave, y que ocasionan
rios años dirigí la organización cristia- de es previamente evaluada y capaci- la separación de sus familias y comu-
na de protección a la niñez, Red Viva tada, asume el cuidado de un niño o nidades.
Paraguay. Como abogada egresada grupo de hermanos bajo la orden del
de la Universidad Nacional de Asun- Juzgado de la Niñez y acompañada En Paraguay, 6 de cada 10 niños vi-
ción, trabajé en oficinas del gobierno por profesionales del programa. ven en una situación de maltrato en su
en cuidado alternativo y adopciones hogar familiar1. Aproximadamente 4
de niños, y luego en la instancia inter- Esta forma de cuidado garantiza que niños sufren abuso sexual cada día2.
nacional de niñez y adolescencia, la el niño pueda seguir viviendo en un Al intervenir el Juzgado de la Niñez
CIDH. Hoy soy consultora legal para entorno familiar mientras que el Juz- en casos como estos, ordena como
entidades de abrigo y organizaciones, gado resuelva la situación que motivó medida de protección la ubicación del
y ayudo en coordinar el movimiento la necesidad de un cuidado alternati- niño en un cuidado alternativo para

10 | AGOSTO 2017 www.revistalafuente.com

“Las fortalezas y alegrías
del acogimiento superan
ampliamente sus desa-
fíos. Les aseguro que ¡no
sólo el niño sino toda
la familia y su entorno
serán transformados en
el proceso!”
separar al niño del alto riesgo, mien-
tras resuelva su situación.
La mayoría de estos niños y adoles-
centes son albergados en entidades
de abrigo por largo tiempo. Hoy, más
de 96% de los niños que han sido se-
parados judicialmente de sus entor-
nos familiares viven en instituciones
y no en familias acogedoras transi-
torias, porque existen muy pocas de
estas aún.
¿Por qué una familia cristiana
querría ser una familia acoge-
dora, y qué hay que tener en
cuenta?
La Iglesia de Cristo es comisionada
para cuidar de los niños vulnerables
(Stg 1.27). ¡Dios mismo nos ha recibi-
do en Su familia como hijos (Ro 8.15)!
Él es Padre de huérfanos y ubica a los
solitarios en familia (Sal 68.5–6). Una
familia de fe cristiana es un ejemplo
de este amor, al mostrar hospitalidad
a estos pequeños (He 13.2), y la igle-
sia está llamada a apoyarle en este
rol. No hay testimonio más grande que
este, que podrá impactar no sólo a un
niño sino a toda una comunidad.
¡Cualquier familia voluntaria interesa-
da con todos sus integrantes de ser
parte de esta experiencia, que tenga
la capacidad de cuidar temporalmen-
te a niños, trabajando con un equipo
profesional durante el proceso, está
invitada! Puede dirigirse a la DIPROE
de la SNNA, llamando al (021) 204
www.revistalafuente.com
178 o escribiendo a diproe@snna.gov.
py para más información.
Cuidar a niños que han pasado situa-
ciones tan difíciles conlleva sus desa-
fíos. Comprender que el cuidado es
transitorio, por el bien del niño, por en-
cima de los sentimientos de los adul-
tos, también les cuesta a muchas per-
sonas. La despedida al término de la
acogida es triste, pero llena de amor
y esperanza al saber que ha sido un
puente seguro en un momento difícil
de la vida del niño. Las fortalezas y
alegrías del acogimiento superan am-
pliamente sus desafíos. Les aseguro
que ¡no sólo el niño sino toda la familia
y su entorno serán transformados en
el proceso!
¿Tienes alguna historia que qui-
sieras compartir con nosotros?
Como mujer y esposa, sé el sentimien-
to tan especial de ser madre, de dar
afecto y cuidado a nuestros hijos. Sé
también el dolor de no poder cumplir
ese anhelo, al tener dificultades de
concebir o perder un hijo durante el
embarazo. Pero más grande aún es
el anhelo de tantos niños y adolescen-
tes, de tener quien les ame y proteja,
una familia a la cual pertenecer, aun-
que sea sólo por un tiempo mientras
que se revisa si puede volver con su
familia de origen.
Hay tantas historias de familias que
abrieron sus casas y corazones a es-
tos niños en acogimiento —¡es difícil
contar sólo una! Les dejo con una
muestra: Mateo [nombre ficticio] se
encontraba en estado deteriorado
en el seno de su familia, por falta de
afecto y cuidado. Con 4 añitos, tenía
problemas en su crecimiento, caminar
y hablar. Afortunadamente fue detec-
tado a tiempo, y el Juzgado dispuso
su cuidado a una familia acogedora
mientras revisara la situación.
En poco tiempo, la calidez y el cuida-
do natural de toda la familia transformó
al pequeño. Imagínense cómo brillaba
el rostro del niño, celebrando meses
después un año más de vida, rodea-
do no sólo por los padres e hijos de
la familia Ramírez, sino también de los
abuelos, primos, tíos, vecinos y miem-
bros de la iglesia de la misma —toda
una comunidad, apoyando al niño y a
su familia de acogimiento. Esta podría
ser tu historia de amor, el inicio de una
vida diferente para un niño.
1. BECA-UNICEF, “Estudio sobre maltrato infantil
en el ámbito familiar – Paraguay”, 2010. En línea:
http://bit.ly/maltrato-py.
2. Ver La Nación (8-5-2017). En línea: http://bit.ly/
LN-abuso.
Por Anja Goertzen Gaona
Anja Goertzen Gaona, para-
guaya, está casada y vive con
su esposo René Gaona en
Asunción. Es abogada para la
defensa y protección de niños
y adolescentes, trabajando con
su esposo bajo la organización misionera Acción
Internacional.
✉ anja_damaris@hotmail.com
AGOSTO 2017 | 11
DESARROLLO PERSONAL
Quietud, una necesidad en
la vida del obrero cristiano
La práctica espiritual de la quietud y el silencio ante Dios
Quietud y silencio —un concepto con
el cual muchos de nosotros no hemos
crecido en nuestras iglesias evangéli-
cas. Yo no fui ninguna excepción. Fui
enseñada en el modelo clásico de leer
la Palabra de Dios a la mañana, decir
una oración y después dirigirme hacia
las tareas diarias con la sensación de
haber cumplido mi tarea espiritual del
día.
10 | SETIEMBRE 2017
Mi caminar con el silencio
Mi paradigma fue desafiado y amplia-
do mediante un curso sobre forma-
ción espiritual en un seminario bíblico
en el exterior. Como tarea obligatoria
tuvimos que participar de un retiro de
silencio, algo muy desconocido por
mí. La tarea consistía en “vivir” con
un designado pasaje bíblico, leyen-
do y releyéndolo muchas veces en el
transcurso del día. El profesor sólo dio
unas breves pautas como guía de re-
flexión. Más allá de la torpeza inicial
con este “silencio” exterior prolonga-
do, y aunque no sabía cómo enfrentar
los “ruidos” interiores, a medida que
pasaban las horas, el pasaje bíblico
asignado empezaba a cobrar cada
vez más vida. Ahí empecé a entender
que para que la Palabra eche raíces
profundas en mi interior, la tierra de
mi corazón necesita ser labrada en el
silencio ante Dios. En este silencio la
Palabra cobra vida, algo que no ocu-
rre con una lectura rápida. Esto mismo
requiere de tiempo y un espacio físico.
La tarea adicional para cumplir con
los requisitos del curso fue plasmar
la experiencia de aquel día sobre pa-
pel, lo cual confirmó en mí algo que
en cierta forma ya había practicado
cuando pasé por una crisis espiritual
muy profunda en mi juventud. Eran los
primeros pasos en lo que se llama “lle-
var un diario espiritual”, pero ahí recibí
herramientas adicionales, las cuales
han enriquecido mi relación íntima con
Dios al correr de los años.
La semilla para un ministerio
El impacto de la experiencia de ese
retiro de silencio en el contexto del
curso de formación espiritual en 1990
sembró en mi corazón la semilla de
una visión que tardó 15 años en ger-
minar, hasta realizar el primer retiro
espiritual de silencio con un grupo de
pastores de Asunción. La experiencia
de más de una década de dirigir estos
retiros de quietud y renovación confir-
ma la imperiosa necesidad de apren-
der a guardar silencio ante Dios para
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 “Estar quietos delante
de Dios requiere inten-
cionalidad, es un silen-
cio enfocado, es una
preparación activa para
poder escuchar el ha-
blar de Dios a nuestro
corazón”
poder crecer espiritualmente.
“Estad quietos, y conoced que yo soy
Dios” (Sal 46.10 RV60).
El costo de no guardar silencio ante
Dios es alto.
“Porque así dijo Jehová el Señor, el
Santo de Israel: en quietud y en con-
fianza será vuestra fortaleza. En des-
canso y en reposo seréis salvos; y no
quisisteis” (Is 30.15 RV60).
Quietud enfocada
Quietud. Descanso. Reposo. Confian-
za. Estas palabras no representan una
mera invitación opcional para nuestra
vida espiritual, sino un mandato: ¡Es-
tad quietos!
Estar quietos delante de Dios requiere
intencionalidad, es un silencio enfo-
cado, es una preparación activa para
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poder escuchar el hablar de Dios
a nuestro corazón (como en Oseas
2.14). ¿Has tenido visitas donde la
persona todo el tiempo habla sólo de
sí misma y nunca toma interés en tu
vida? Vino llena de sí misma y se fue
llena de sí misma, pero no llegó a co-
nocerte más a ti como persona.
Lo mismo ocurre en nuestra relación
con Dios. Sólo al dar lugar al proce-
so de aquietarnos en silencio ante Él
creamos el espacio necesario para
llegar a conocerle más íntimamente y
recibir Sus palabras de amor en nues-
tro corazón.
Una guía para el silencio
1. Aparta un bloque semanal de 2–3
horas en un lugar que te invita a
una cita con Dios. El tipo de lugar
depende de nuestro temperamento
espiritual. Por ejemplo, para algu-
nos será en medio de la naturaleza,
otros prefieren un lugar encerrado,
y otros necesitan música de ala-
banza en el fondo, etc. Busca tu
lugar.
2. Para aquietarse toma consciencia
de la presencia de Dios y recíbela
en tu ser interior. Si hay “ruidos inte-
riores”, o sea pensamientos, actitu-
des y preocupaciones que quieren
interferir en tu comunicación con
Dios, nómbralos uno por uno a Él
anotándolos en un papel. En su lu-
gar llena tu interior con la verdad
de Dios, por ejemplo: “Dios, sólo en
ti está acallada mi alma” (Sal 62.1
RV60).
3. Lectura bíblica: Escoge un pasa-
je bíblico, como el Salmo 62, por
ejemplo. Léelo, recibiéndolo para
ti mismo (sin pensar en el próxi-
mo sermón u otra persona que lo
“necesitaría”). Acompaña la medi-
tación en la Palabra con la expec-
tativa de que Dios te quiere hablar.
Pregúntale a Dios: “Señor, ¿qué me
quieres decir?”
4. Después de “vivir” con la Palabra
por un buen rato, úsala para escri-
bir tu oración o tu propio salmo.
5. Para terminar, anota las cosas que
Dios ha hablado a tu corazón y
agradécele por estar contigo.
La quietud abre el portón al jardín de
la intimidad con Dios.
Hildi Amstutz
Nació en la colonia Friesland,
Paraguay. Es hija de inmigran-
tes menonitas alemanes de
Rusia. Lleva 39 años de casa-
da con Paul Amstutz, oriundo
de EUA. Son padres de 2 hijos
y abuelos de 3 nietos. Han compartido 6 años de
servicio misionero en Bolivia y 7 años en el pasto-
rado de una iglesia nueva en Asunción, Paraguay.
Su formación académica en varias instituciones se
ha enfocado en la formación espiritual cristiana.
Actualmente es directora de programa de la Aso-
ciación Querit, la cual ofrece retiros espirituales, un
espacio de quietud donde líderes cristianos puedan
conectarse con Dios y agudizar la visión de Dios
para sus vidas.
✉ hamstutz53@gmail.com
SETIEMBRE 2017 | 11
DESARROLLO PERSONAL
SERIE: El silencio y la quietud como
hábito espiritual de renovación (3/3)
El costo de no guardar silencio
Las pérdidas que contrae el descuido de la quietud ante Dios
Todos anhelan sentir paz, incluyendo los
que no creen en Dios —pero a todos nos
cuesta pagar el precio para recibirla: es-
perar a Dios en silencio.
Llevamos más de una década desarro-
llando retiros espirituales de silencio.
La mayoría de los participantes vienen
con el profundo y noble deseo de pasar
tiempo a solas con Dios y escuchar Su
voz. Pero pocos vienen preparados para
ser confrontados con el silencio, y espe-
cialmente el silencio de Dios. Andamos
tan ocupados, lo cual supuestamente es
índice de cuán importantes somos, que
no nos hemos dado cuenta de que Dios
hace tiempo que está guardando silen-
cio. Gertrude von Le Forte lo expresa
así: “Cuando Dios guarda silencio por
mucho tiempo, es porque Él quiere ha-
blar”.
Desde que Adán y Eva se escondieron
de la comunión íntima con Dios todos
sufrimos de esta tendencia de escon-
dernos de Dios de alguna u otra forma,
y aún más cuando se trata de estar en
silencio ante Dios y esperarle a Él. La
10 | OCTUBRE 2017
virtud de “esperar” y nuestra habilidad
contemplativa están siendo desafiadas
y hasta atrofiadas por los constantes
estímulos cibernéticos. Tanto personas
jóvenes como no tan jóvenes hemos lle-
gado a ser adictas a estos estímulos.
Pero la exhortación de guardar silencio
ante Dios y esperarlo a Él y en Él no fue
escrita sólo para cierta generación en el
pasado o para personas con tendencias
más contemplativas.
¿Pero qué de productivo hay en
el silencio?
“Estad quietos, y conoced que yo soy
Dios” (Sal 46.10 RV60). En un mundo
rápido y ruidoso no es fácil aquietarse,
pero según la indicación de Dios mismo,
es ahí donde llegamos a un conocimien-
to más profundo de Él.
Fue en el silencio del desierto donde el
carácter de Abraham, Moisés, el profe-
ta Elías, Juan el Bautista, por nombrar
unos pocos, fue formado. Fue en este
silencio ante Dios donde llegaron a un
conocimiento más profundo de Dios; ahí
llegaron a sentir el latir del corazón de
Dios. Conocer a Dios es conocer Su co-
razón para el mundo que tanto ama. En
el silencio Dios transmite Su mensaje al
corazón de Su siervo para el mundo.
George Appleton en su libro Praying
with the Bible (“Orar con la Biblia”) nos
invita a considerar diferentes tipos de si-
lencio y lo que producen.
El silencio del crecimiento
Así como una semilla necesita que el si-
lencio, la oscuridad y la humedad de la
tierra le envuelva para germinar e iniciar
el ciclo productivo, así nuestro ser íntimo
necesita la envoltura del silencio de Dios
para que germine la Palabra y empiece
a producir los frutos espirituales en no-
sotros. Los frutos que brotan desde un
silencio ante Dios serán apreciados en
público.
El silencio de la adoración y
contemplación
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 “Al considerar el costo
de NO guardar silencio,
es evidente que el costo
de SÍ guardar silencio
ante Dios no es nada en
comparación del fruto
que trae.”
En el silencio de mi adoración brota la
admiración por la belleza del Señor (Sal
27.4) y me lleva a la reverencia.
“La comunión íntima de Jehová es con
los que le temen, y a ellos hará conocer
su pacto” (Sal 25.14 RV60).
La belleza de un alba solo puede im-
pregnar profundamente mi ser cuando
me expongo a su belleza en todo su es-
plendor.
El silencio del sufrimiento
En momentos de profundo sufrimiento
sobra toda palabra, nuestra alma sólo
sabe gemir, pero aun este gemir el Espí-
ritu Santo sabe traducirlo y conectarnos
con el corazón de Dios. En el silencio
del sufrimiento ante el Señor nuestro la-
mento es cambiado en baile (Sal 30.11).
El silencio de la disponibilidad
“¡Heme aquí, Señor!” La respuesta que
brotó del interior de Samuel, Isaías y Ma-
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ría al ser impactados por la presencia
divina que les llevó a la quietud y reve-
rencia ante Dios. De la entrega en silen-
cio ante el Señor brota la acción visible
y fructífera.
¿Cuál es el costo de no guardar
silencio ante Dios?
Podemos perdernos momentos de in-
timidad con Dios.
Podemos perdernos un crecimiento
más profundo.
Podemos perdernos momentos de
adoración y comunión.
Podemos perdernos el baile que tuvo
su origen en el lamento.
Podemos perdernos el llamado por-
que no tuvimos el tiempo de adora-
ción y quietud de donde pueda brotar
el “Heme aquí, Señor”.
Al considerar el costo de NO guardar
silencio, es evidente que el costo de SÍ
guardar silencio ante Dios no es nada en
comparación del fruto que trae.
No podemos hacer nada para que Dios
nos ame más —pero podemos hacer
algo para disfrutar de una intimidad más
profunda con Dios: guardar silencio y
esperar a Él.
Sugerencias prácticas:
1. Toma conciencia de la presencia de
Dios en y alrededor tuyo.
2. Lee en forma pausada, 2 a 3 veces,
Sal 62.1–2; 5–8.
3. Permite que la frase que el Espíritu
Santo resalte para ti hoy cobre vida
en tu espíritu. Permite que esta pa-
labra te lleve a un silencio más pro-
fundo ante el Señor. En caso que no
estés acostumbrado a practicar este
silencio, empieza con 5 min. por día y
sigue aumentando progresivamente.
4. Escribe una oración que brota de
este silencio esperando a Dios.
“Todos añoramos descanso y anhela-
mos conocer a Dios más allá de lo que
nosotros podemos hacer para Él. Año-
ramos quietud y anhelamos escuchar el
silencio que representa la presencia de
Dios mismo.” —Ruth Haley Barton
“Espero en silencio delante de Dios,
porque de él proviene mi victoria.” —El
Salmista (Sal 62.1 NTV).
Hildi Amstutz
Nació en la colonia Friesland,
Paraguay. Es hija de inmigran-
tes menonitas alemanes de
Rusia. Lleva 39 años de casa-
da con Paul Amstutz, oriundo
de EUA. Son padres de 2 hijos
y abuelos de 3 nietos. Han compartido 6 años de
servicio misionero en Bolivia y 7 años en el pasto-
rado de una iglesia nueva en Asunción, Paraguay.
Su formación académica en varias instituciones se
ha enfocado en la formación espiritual cristiana.
Actualmente es directora de programa de la Aso-
ciación Querit, la cual ofrece retiros espirituales, un
espacio de quietud donde líderes cristianos puedan
conectarse con Dios y agudizar la visión de Dios
para sus vidas.
✉ hamstutz53@gmail.com
OCTUBRE 2017 | 11
DESARROLLO PERSONAL
SERIE: El camino a la transformación
de la mente (1/3)
Cómo la adoración
cambia tu modo de pensar
El lugar de la adoración en la renovación de la mente
Pablo empieza el capítulo 12 de Roma-
nos “rogando” a los hermanos de Roma,
que se presenten delante de Dios en
adoración.
“Así que, hermanos, os ruego por las
misericordias de Dios, que presentéis
vuestros cuerpos en sacrificio vivo, san-
to, agradable a Dios, que es vuestro cul-
to racional” (Ro 12.1 RV60).
La palabra griega traducida a “ruego”
es parakaleo, que significa literalmen-
te “implorar”. El tono usado por Pablo
en este versículo no es impositivo sino
tierno y pastoral. Es un clamor por algo
que deben de considerar y poner una
atención especial. Posiblemente, la ra-
zón para haberse dirigido de esa ma-
nera, y no usando una expresión más
impositiva, sea porque Pablo sabía lo
fundamental que era la actitud de una
persona al presentarse delante de Dios
10 | NOVIEMBRE 2017
en adoración. El apóstol no quería que
sus lectores “cumpliesen” con una nor-
ma impuesta, una regla religiosa o una
actividad cotidiana, sino que lo hiciesen
como respuesta voluntaria a lo que Dios
es y había hecho por ellos.
Otro aspecto importante que debemos
de entender en la rogativa de Pablo
es que este clamor no viene solamen-
te de parte del apóstol o de un deseo
personal de instruir a sus hermanos en
Cristo sobre la manera de presentarse
ante Dios en adoración. La carta a los
Romanos, como los otros libros del An-
tiguo y Nuevo Testamento, nos revela
la voluntad de Dios y lo que Él requiere
del ser humano para tener una relación
apropiada con Él. Dios es el que dice
que debemos presentarnos delante de
Él como sacrificio agradable. El apóstol
también les recuerda de dónde Dios les
había sacado al rogar “por las miseri-
cordias”, motivándoles a responder en
reverencia y entrega total.
La adoración y la mente,
¿qué tienen que ver?
La práctica de la adoración nos lleva a
un proceso de renovación mental don-
de nuestros ojos dejan de enfocarse en
nuestros propios deseos y voluntades,
y se fijan en la persona de Dios y Sus
atributos. La adoración nos ayuda a qui-
tar nuestra mirada de nuestras luchas y
contemplar la gloria de Aquel que pelea
por nosotros. La adoración trae gloria a
Dios y nos acerca a la imagen de Cristo.
El “culto racional” mencionado en el tex-
to, se trata exactamente de eso. Cuan-
do nuestra mente está involucrada en la
adoración, la adoración renueva nuestra
mente. Es un proceso cíclico que no
consiste en rituales externos hechos en
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 “La adoración tiene que
ver con una actitud
racional y una decisión
de dar gloria a Dios
independiente de las
circunstancias..”
total ignorancia, sino que un movimiento
interno donde la espiritualidad y la razón
se conectan en un acto de adoración.
El corazón de la adoración
Hay muchas maneras de adorar a Dios,
pero lo fundamental en todas ellas es
que haya una entrega total de manera
consciente y voluntaria. Es cierto que
esta práctica incluye los cánticos de ala-
banza que entonamos cada domingo,
no obstante, los minutos dedicados a
la expresión cantada en gratitud a Dios
una vez a la semana no son suficientes
para responder de manera adecuada a
lo que Dios merece. Pablo, en otra de
sus epístolas, dice: “Ya sea que comáis,
que bebáis, o que hagáis cualquier otra
cosa, hacedlo todo para la gloria de
Dios” (1 Co 10.31 LBLA). Según el após-
tol, dar gloria a Dios debe de ser un es-
tilo de vida y no una actividad semanal.
El salmista, en su anhelo de mostrar su
deseo de adorar dice: “Porque mejor
es un día en tus atrios que mil fuera de
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ellos” (Sal 84.10 RV60).
La adoración bíblica se trata de lo que
hace el ser humano como respuesta a
la revelación de Dios. Dios se revela al
hombre de diferentes maneras y al reci-
bir esta revelación y entender Su gran-
deza el ser humano no tiene otra opción
sino darle gloria a Su Creador.
Conceptos renovados
La adoración tiene que ver con una acti-
tud racional y una decisión de dar gloria
a Dios independiente de las circunstan-
cias. Encontramos un ejemplo claro de
este tipo de adoración en la vida de Job.
Después de recibir noticias catastrófi-
cas, Job se postra delante de Dios y le
adora diciendo: “Desnudo salí del vien-
tre de mi madre y desnudo volveré allá.
El Señor dio y el Señor quitó; bendito sea
el nombre del Señor” (Job 1.21 LBLA).
La mente de Job estaba enfocada en
Dios y por eso adoró. Como resultado
de esta adoración incondicional, sus
conceptos relacionados a Dios fueron
renovados. Mira lo que dijo él después
de todo el proceso de pruebas y adora-
ción: “De oídas te había oído; mas ahora
mis ojos te ven” (Job 42.5 RV60).
Para tener una mente renovada, es ne-
cesario considerar la práctica de la ado-
ración en nuestra vida cotidiana.
¿Cómo hacerlo?
1. Haga un compromiso de agradecer a
Dios cada día por quien Él es y por lo
que ha hecho en su vida. La gratitud
es una excelente manera de expresar
adoración a Dios.
2. Busque oportunidades para bendecir
y ayudar a los demás. Recuerde las
palabras de Jesús cuando dijo: “Y
cualquiera que reciba en mi nombre
a un niño como este, a mí me recibe”
(Mt 18.5 LBLA).
3. Sea generoso con su tiempo, recur-
sos y servicio. Dios se agrada cuan-
do nos entregamos por completo a
Él. “Entonces respondí: Heme aquí;
envíame a mí” (Is 6.8 LBLA).
4. Obedezca la palabra de Dios. Más
allá de los sacrificios que podamos
hacer, Dios busca nuestra obedien-
cia. “¿Se complace el SEÑOR tanto
en holocaustos y sacrificios como en
la obediencia a la voz del SEÑOR? (1
S 15.22 LBLA).
Que Dios nos ayude cada día a adorarle
como es debido y así tener nuestra men-
te renovada.
W. Fernando Dantas
Pastor, misionero y profesor
universitario, Wilson Fernando
es oruindo de São Paulo, Brasil,
pero vive actualmente en Ma-
drid, España. Está casado con
Karina Ximenes Dantas y son
padres de dos niñas: Esther y Raquel. Posee una
maestría en Misiología y actualmente cursa un doc-
torado en Ministerio. Fernando es pastor ordenado
de la Iglesia Presbiteriana del Brasil, profesor en el
Seminario Europeo de Formación Teológica y Evan-
gelización (SEFOVAN), y misionero con la organiza-
ción World Link. Ha trabajado con varias organiza-
ciones misioneras en la plantación de iglesias en
Brasil, Estados Unidos y actualmente en España.
✉ fdantas@wlink.org
NOVIEMBRE 2017 | 11
DESARROLLO PERSONAL
SERIE: El camino a la transformación
de la mente (2/3)
No pensarás diferente
mientras sigas la corriente
La disconformidad con el mundo como prerrequisito para el cambio
“No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renova-
ción de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cuál sea la buena voluntad
de Dios, agradable y perfecta” (Ro 12.2
RV60)
En este segundo artículo sobre el ca-
mino hacia la renovación de la mente,
quiero tratar sobre la disconformidad
con el mundo y para ello, nos detendre-
mos en tres elementos importantes que
se encuentran en el versículo menciona-
do arriba.
Primer elemento: “No os
conforméis a este siglo…”
Lo primero que el apóstol nos indica es
sobre la disconformidad que debemos
de tener con este siglo. La palabra grie-
ga traducida como “conformar” es sys-
chematizo, que significa ser semejante,
remodelar o seguir el ejemplo. Y la pa-
labra griega traducida como “siglo” es
aion , que puede significar mundo, épo-
10 | DICIEMBRE 2017
ca o tiempo.
Pablo nos está diciendo que no debe-
mos ser semejantes o seguir el ejemplo
de las personas del mundo en que vi-
vimos. Más allá de la manera de vestir,
hablar o comportarse, la idea central es
que debemos de estar a contra-corrien-
te de los valores y principios impuestos
por una generación caída y muerta en
sus pecados y delitos.
Hacen algunos años, he escrito una
canción exponiendo el estilo de vida
de nuestra sociedad actual. Una de las
estrofas dice: “… lo bueno ya no es tan
bueno y lo malo ya no es tan malo, ya
no importa de dónde vinimos, si apare-
cimos o fuimos creados”.
En temas relacionados a la fe, la mora-
lidad, la verdad, la buena conducta, el
respeto, la familia, la autoridad, la pie-
dad, entre otros, este mundo no puede
ofrecernos absolutamente nada sano.
En 1 Juan 5.19b vemos que “el mundo
entero está bajo el maligno” (RV60). En
Efesios 2:2 Pablo repite que la “corriente
de este mundo” está “conforme”, o sea,
siguiendo el ejemplo del “príncipe de la
potestad del aire” y que “opera en los
hijos de la desobediencia”.
Este siglo sigue su rumbo y no podemos
esperar mucho de una sociedad alejada
de Dios. No obstante, la preocupación
que surge tiene que ver con el rumbo
que nosotros, los hijos de Dios, estamos
tomando.
Noviazgos impuros que van en contra
la santidad de Dios. Jóvenes que estu-
dian una carrera que proporcionará ri-
quezas, antes que seguir la vocación y
dones dados por Dios. Matrimonios que
se deshacen por la falta de compromiso
del uno con el otro. Todo eso ya es co-
mún en nuestras congregaciones y des-
afortunadamente, en vez de que el mun-
do siga el ejemplo de la iglesia, la iglesia
está tomando la forma del mundo.
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 “Necesitamos renovar
nuestra manera de
pensar reemplazando
la información recibida
a través de los medios,
por los conceptos de la
Palabra de Dios”.
Segundo elemento: “renovación
de vuestro entendimiento…”
Cada día somos bombardeados con
una innumerable cantidad de conceptos
y valores a través de los programas de
televisión, redes sociales, música, pelí-
culas, etc. Mucha de la información reci-
bida, no tiene absolutamente nada que
ver con los principios bíblicos que Dios
nos quiere transmitir.
El tiempo que se pasa en Internet, so-
bretodo en las redes sociales, es bas-
tante superior al tiempo que se dedica
a la lectura de la Biblia o al crecimiento
espiritual. En España, la mayoría de las
personas que usan las redes sociales,
pasan por lo menos 3 horas diarias entre
el teléfono móvil y el ordenador. Un alto
porcentaje de estos usuarios, confiesan
estar totalmente enganchados, pasando
más de 5 horas por día.
¿Qué información positiva para nuestras
vidas y espiritualidad recibimos en las
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redes sociales?
Una vida espiritual saludable debe de
ser nutrida por los valores de Dios. Es-
tos valores son los que nos renuevan,
nos ayuda a tomar decisiones sabias,
estar bien espiritualmente e influenciar a
los demás hacia una vida más cercana
a Dios.
Necesitamos renovar nuestra manera de
pensar reemplazando la información re-
cibida a través de estos medios, por los
conceptos de la Palabra de Dios. “¿Con
qué limpiará el joven su camino? Con
guardar tu palabra” (Sal 119.9 (RV60).
Tercer elemento: “para que
comprobéis cuál sea la buena
voluntad de Dios…”
Una de las preguntas muy comunes en-
tre los cristianos es: ¿Cuál es la voluntad
de Dios para mi vida?
Es interesante que Pablo dice que para
que el cristiano compruebe cuál es la
voluntad de Dios, en primer lugar él no
debe de conformarse a este siglo, y en
segundo lugar debe de renovar su men-
te. La voluntad de Dios no tiene nada
que ver con lo que vemos a nuestro al-
rededor. Jesús dijo: “Mi comida es hacer
la voluntad del que me envió y llevar a
cabo su obra” (Jn 4.34 (RV60).
La voluntad de Dios está en disconfor-
midad con la voluntad de este mundo.
Es cierto que Dios es personal y se preo-
cupa por nuestra vida cotidiana. No obs-
tante, si debemos o no cambiar nuestra
casa, comprar un coche más nuevo, o
incluso en cuál de las docenas de igle-
sias en mi ciudad debo de congregar-
me, son temas secundarios. La voluntad
de Dios es que seamos santos (Mt 5.48),
que hagamos su obra (Mt 28.18–20),
que perdonemos los unos a los otros (Ef
4.32), y que le glorifiquemos con nues-
tras vidas (1 Co 10.31).
Estos son sólo algunos aspectos sobre
la voluntad de Dios. Por eso, cuanto
más en línea estemos con Su voluntad,
más estaremos en disconformidad con
el mundo.
En el camino hacia la renovación de la
mente, debemos de estar en disconfor-
midad con el mundo y eso significa no
estar conformados a este siglo, renovar
nuestro entendimiento, y comprobar la
voluntad de Dios.
W. Fernando Dantas
Pastor, misionero y profesor
universitario, Wilson Fernando
es oruindo de São Paulo, Brasil,
pero vive actualmente en Ma-
drid, España. Está casado con
Karina Ximenes Dantas y son
padres de dos niñas: Esther y Raquel. Posee una
maestría en Misiología y actualmente cursa un doc-
torado en Ministerio. Fernando es pastor ordenado
de la Iglesia Presbiteriana del Brasil, profesor en el
Seminario Europeo de Formación Teológica y Evan-
gelización (SEFOVAN), y misionero con la organiza-
ción World Link. Ha trabajado con varias organiza-
ciones misioneras en la plantación de iglesias en
Brasil, Estados Unidos y actualmente en España.
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DICIEMBRE 2017 | 11
DESARROLLO PERSONAL
SERIE: El camino a la transformación
de la mente (3/3)
¿Quién te crees que eres?
Asumiendo nuestra identidad en Cristo
“Digo, pues, por la gracia que me es
dada, a cada cual que está entre voso-
tros, que no tenga más alto concepto
de sí que el que debe tener, sino que
piense de sí con cordura, conforme a la
medida de fe que Dios repartió a cada
uno.” (Ro 12.3 RV60).
Uno de los problemas más grandes que
tiene el ser humano es el orgullo. El pe-
cado que ha llevado a la ruina el ángel
perfecto, lleno de sabiduría y acaba-
do de hermosura como fue Lucifer (Ez
28.12) y ha impregnado a un tercio de
los ángeles celestiales (Ap 12.4), tam-
bién es parte muy presente en la natura-
leza humana desde el pecado de Adán
(Ro 3.9–18).
“Yo soy lo que Dios dice que soy”
El pastor de una de las iglesias más
grandes de los Estados Unidos sue-
10 | ENERO 2018
le repetir en sus sermones la siguiente
frase: “Yo soy lo que Dios dice que soy.
Yo tengo lo que Dios dice que tengo. Yo
puedo hacer lo que Dios dice que pue-
do hacer”. La intención de mencionar
esta frase no es la de exponer doctrinas
de prosperidad, ni tampoco eliminar el
papel del ser humano de participar con
su mente y voluntad en decisiones co-
tidianas. Simplemente deseo destacar
la primera parte de la frase que dice
“Yo soy lo que Dios dice que soy” como
una ilustración de lo fundamental que
es saber quién dice Dios que somos, y
no creer en conceptos erróneos sobre
nuestra identidad.
Pablo llama la atención de los romanos
para que entiendan quiénes son y a qué
fueron llamados. El concepto que uno
tiene de sí mismo es fundamental para la
definición del cristianismo que va a vivir.
La identidad de una persona no está ba-
sada en lo que hace, sino en lo que es.
Es interesante que Pablo habla sobre
la identidad de una persona en el ver-
sículo 3, después de hablar sobre la ne-
cesidad de que el cristiano se entregue
en adoración a Dios en el versículo 1 y
que sea transformado por la renovación
de su mente en el versículo 2. Cuan-
do una persona es capaz de entender
la grandeza de Dios y someterse a Él
transformando su manera de pensar de
acuerdo a Su voluntad, entonces será
capaz de tener un concepto correcto
sobre quién es, es decir, su identidad en
Cristo Jesús.
¿Tratando de añadir valor?
Pablo dice a los hermanos de Roma
“que no tenga más alto concepto de sí
que el que debe tener”. Tener un con-
cepto más alto de lo que uno es, signifi-
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 “El concepto correcto
que debemos tener
sobre quiénes somos, es
el que Dios nos da. La
identidad del cristiano
está basada en
Cristo Jesús”.
ca añadir valor a lo que Dios ya tiene
establecido para cada persona. Los
dones distribuidos a cada creyente son
para ser usados para la edificación del
cuerpo de Cristo (1 Co 14.12) y no para
identificar quién es el mejor entre todos
o añadir valor. Es un gran error creer que
las habilidades sirven para calificar el
valor de una persona.
En la sociedad actual, cada vez más se
valora las habilidades de una persona
antes que su carácter o integridad. Des-
afortunadamente, en algunos contextos
cristianos también se puede ver esta
triste realidad. Algunos músicos son es-
cogidos para el grupo de alabanza, no
por su carácter piadoso o intimidad con
Dios, sino por su habilidad para tocar o
cantar. Hay pastores que son considera-
dos una “gran bendición” por su habili-
dad elocuente de comunicar las Escritu-
ras, pero no por su manera personal de
vivir las Escrituras.
Entonces, ¿cuál es el verdadero concep-
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to que uno debe de tener de sí mismo?
Pablo dice que este concepto debe de
ser “conforme a la medida de fe que
Dios repartió a cada uno”. Por la fe
somos salvos. Nuestra fe debe de ser
puesta en lo que hizo Cristo por noso-
tros. Así que, todos los que somos de
la fe, tenemos el mismo valor delante
de Dios y tenemos que tener el mismo
concepto de quiénes somos. El mismo
apóstol cuando escribe a los hermanos
de Éfeso, dice: “Porque por gracia sois
salvos por medio de la fe; y esto no de
vosotros, pues es don de Dios; no por
obras, para que nadie se gloríe” (Ef 2.8–
9 RV60).
El concepto correcto que debemos te-
ner sobre quiénes somos, es el que Dios
nos da. La identidad del cristiano está
basada en Cristo Jesús.
¿Y eso qué significa?
Significa que somos nueva criatura en
Cristo (2 Co 5.17), tenemos vida junta-
mente con Cristo (Ef 2.5), somos libres
de la condenación y no andamos con-
forme a la carne (Ro 8.1), somos parte
del cuerpo de Cristo (Ro 12.5), tenemos
un corazón nuevo (Ez 11.19), somos
bendecidos con toda bendición espiri-
tual en los lugares celestiales en Cristo
(Ef 1.3), somos hijos de Dios (Jn 1.12),
somos justificados (Ro 5.1), tenemos
acceso al trono de gracia a través de
Cristo (He 4.14–16), somos ciudadanos
del cielo (Fil 3.20), y somos ministros de
reconciliación (2 Co 5.17–21).
Nuestro valor no está en la cantidad de
dones que tenemos. Nuestro valor está
en Cristo que pagó el precio para com-
prarnos, redimirnos y darnos todo lo ne-
cesario para ser quienes somos en Él.
Somos hijos de Dios y este es el mayor
concepto que podemos tener de noso-
tros mismos. No hay nada que añadir a
eso, ni tampoco quitar.
Por eso Pablo dice que debemos de
usar la cordura (buen juicio) para enten-
der quiénes somos. La cordura trae al
creyente el entendimiento de que no so-
mos mejores que los demás por los do-
nes que tenemos. Todo viene de Dios y
Él es el que da en la medida que decide.
Todos tenemos el mismo valor delante
de Él y somos llamados para usar lo que
Él nos da con humildad para glorificarle
a Él.
W. Fernando Dantas
Pastor, misionero y profesor
universitario, Wilson Fernando
es oruindo de São Paulo, Brasil,
pero vive actualmente en Ma-
drid, España. Está casado con
Karina Ximenes Dantas y son
padres de dos niñas: Esther y Raquel. Posee una
maestría en Misiología y actualmente cursa un doc-
torado en Ministerio. Fernando es pastor ordenado
de la Iglesia Presbiteriana del Brasil, profesor en el
Seminario Europeo de Formación Teológica y Evan-
gelización (SEFOVAN), y misionero con la organiza-
ción World Link. Ha trabajado con varias organiza-
ciones misioneras en la plantación de iglesias en
Brasil, Estados Unidos y actualmente en España.
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ENERO 2018 | 11
DESARROLLO PERSONAL
Cómo cultivar
nuestro afecto por Dios
El deseo por Dios en la vida del obrero cristiano
Cuando era pequeño, mi padre, ingenie-
ro agrónomo de profesión, me transmitió
su amor por la tierra, y a mí me fasci-
naba acompañarlo a los ejidos para ver
las parcelas de los campesinos que con
amor y esmero las cultivaban. Aprendí
que para cultivar cualquier producto de
la tierra primero hay que estar dispuesto
a dedicarle tiempo y esfuerzo, hay que
buscar un clima propicio, tierra fértil,
preparar la tierra, buscar las mejores
semillas, abonarla, cuidarla de los de-
predadores naturales, plagas, abrojos,
regarlas, etc., para poder esperar que la
tierra dé su fruto.
La vida del obrero cristiano es en este
sentido similar al del campesino que
ama su tierra. Debe amar a Dios como lo
único de valor e importancia en su vida.
El diccionario de Vine define la palabra
afecto (Gr. epipothesis) como “anhelar
intensamente”. Se halla en 2 Cortintios
7.7, 11, traducido como “gran afecto”
y “ardiente afecto”. El afecto del obrero
cristiano por su Dios debe ser un anhelo
intenso. Como el salmista, nuestra alma
debe desear a Dios más que a nada y a
nadie este mundo (Sal 73.25).
10 | FEBRERO 2018
Anhelo intenso por Dios
Al leer las Sagradas Escrituras vemos
que en Deuteronomio 6.5 Dios demandó
a Israel que le amara, que tuviera una
relación íntima con Él. “La condescen-
dencia de la gracia divina es tal que
ha hecho del primer mandamiento un
mandamiento de amor para que todos
nuestros deberes para con Dios se cum-
plan por amor” (Henry). Debido a que el
pacto mosaico se basaba en la relación
con ADONAI, se le instruía al pueblo de
Israel a cumplir los mandamientos de
Dios en amor (Barrik).
Dios desea nuestro compañerismo, a
pesar de nuestra naturaleza pecamino-
sa. Piper establece que “no nacemos
espiritualmente vivos con un corazón
que ama a Dios; nacemos espiritual-
mente muertos”. El rey David lo expone
de otra manera en Salmos 51.5: “En mal-
dad he sido formado, y en pecado me
concibió mi madre”. La santidad de Dios
no permite que el pecador tenga comu-
nión con Dios (He 12.14).
Al igual que Josué, el obrero cristiano
sabe por experiencia propia la tenden-
cia del pueblo de Dios a rebelarse, a
apartarse de los caminos del Altísimo
(Jos 23.11), y es nuestra responsabili-
dad advertirles lo que Dios demanda de
ellos y las consecuencias de no hacerlo.
Lutero habla de la ingratitud del pueblo
israelita cuando dice: “A pesar del amor
que Dios les tuvo, ni lo amaron como Pa-
dre ni le temieron como Señor”.
Cómo hacerlo
Hoy en día el campesino o agricultor
puede cultivar la tierra usando nuevas
técnicas y tecnologías como irrigación
artificial, invernadero, cultivos hidropóni-
cos, uso de semillas transgénicas, etc.,
pero el obrero cristiano sólo debe usar
la Palabra de Dios como su guía para
cultivar su afecto por Dios. Ahí encontra-
mos que las maneras en las que el hijo
de Dios puede cultivar y profundizar su
afecto por Él son:
La lectura diaria de su Palabra,
La oración diaria, y...
Tener la mente de Cristo.
En pocas palabras, el obrero cristiano
debe tener una relación diaria, íntima,
buscar el rostro de su Padre celestial.
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 “El afecto del obrero
cristiano por su Dios
debe ser un anhelo
intenso. Como el
salmista, nuestra alma
debe desear a Dios más
que a nada y a nadie
este mundo”.
La lectura de la Biblia debe hacerse pre-
parando nuestro espíritu para que esté
sensible para recibir la revelación del
Espíritu de Dios, pues Dios nos ha reve-
lado Su sabiduría por Su Espíritu (1 Co
2.10). En el Salmo 1.2 el rey David habla
de deleitarnos en la ley de Dios. Moisés,
en Dt 17.19, nos explica que para apren-
der a temer a nuestro Dios necesitamos
leer Su santa Palabra todos los días.
La oración es una de las actividades
más importantes en la vida del obrero
cristiano, pues le permite acceder a la
presencia de nuestro Dios y Padre, a
través de la sangre preciosa de nuestro
Señor Jesucristo (He 10.9). En Lucas
11.1, los discípulos le pidieron a Jesús
que les enseñara cómo orar. “Él trans-
mite nuestras oraciones con su santo
incienso al Padre” (Lloyd-Jones).
Spurgeon, en su sermón “Y todo Él co-
diciable”, habla de que los hijos de Dios
debemos sentir “que el amor de Jesús
es avasallador y embriagante”. El amor
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por Dios debe conducirnos a la santidad
que Él demanda, para poder contemplar
la belleza de la persona de nuestro Sal-
vador, arrobarnos por Su amor, compa-
sión, misericordia, ternura y paciencia.
El apóstol Pablo, en 1 Corintios 2.16, ha-
bla de que nosotros tenemos la mente
de Cristo, y Sproul nos dice que “para
ser conformados a Jesús debemos pri-
mero pensar como Jesús lo hizo. Nece-
sitamos la mente de Cristo”, tenemos
que ver las cosas como Él las ve, darle
prioridad a lo que Él le da prioridad y
desechar lo que Él desecha.
Asimismo, Tozer nos habla de la vida
crucificada como aquella que está com-
pletamente comprometida con seguir a
Cristo, que la completa esencia de la
perfección espiritual tiene que ver todo
con Cristo.
En el mismo tenor, Kinnaman y Lee, en
su encuesta a líderes de iglesias, nos
mencionan que además de la oración y
tiempo con Dios, las tres disciplinas que
los pastores creen que son esenciales
en el discipulado son:
Compromiso personal para crecer en
la semejanza de Cristo (94%),
Reunirse fielmente con la iglesia local
(91%), y...
Un profundo amor por Dios (90%).
El obrero cristiano debe renunciar, ol-
vidar y perder de vista el ego, y tomar
parte con Dios, no teniendo nunca más
alguna voluntad propia, o gloria o paz,
sino solo la de Dios (Fenelon).
Fuentes consultadas:
Barri, R. (2016). The Complete Jewish Study Bible.
Hendrickson Publishers Marketing, LLC.
Fenelon, F. (2015). Christian Counsel. CreateSpa-
ce Independent Publishing.
Kinnaman, D., y Lee, R. S. (2015). “New research
on the state of discipleship”. Barna Group. En
línea: https://www.barna.com/research/new-re-
search-on-the-state-of-discipleship
LaCueva, F. (1999) Comentario bíblico de Matthew
Henry. Clie.
Lloyd-Jones, D. M. (1972). GOD’s Way of Reconci-
liation. Baker Books.
Lutero, M. (2006). La voluntad determinada. Edi-
torial Concordia.
Piper, J. (2006). Lo que Jesús exige del mundo.
Editorial Portavoz.
Sproul, R. C. (1998). The Holiness of God. Tyndale
House of Publishers.
Spurgeon, C. (1871). “Y todo Él codiciable”. En
línea: https://www.spurgeongems.org/schs1001.
pdf
Tozer, A. W. (2011). The Crucified Life. Bethany
House Publishers.
Vine, W. E. (1999). Diccionario expositivo de las
palabras del Antiguo y Nuevo Testamento exhaus-
tivo de Vine. Editorial Caribe.
Leopoldo Reyes C.
Originario de México, lleva 10
años residiendo en Escondido,
California, EUA, con su esposa
y sus dos hijas. De profesión in-
geniero de software, es pastor
de la Iglesia Bíblica Bautista
Betel de Escondido. Además de su vocación pasto-
ral, se ha desempeñado como maestro de Escuela
Dominical de adultos, tutor de liderazgo para varo-
nes y profesor de computación en el instituto bíbli-
co. Su principal deseo es motivar a sus hermanos
a leer más la bendita Palabra de Dios, prepararse
mejor para el ministerio y servir unidos al Señor de
señores.
✉ leopoldo.reyes@iglesia-bautista-betel.com
FEBRERO 2018 | 11
DESARROLLO PERSONAL
Se vale decir “no”
El peligro del activismo para la verdadera comunión
“Me encantaría ayudarte, pero de veras
no puedo añadir más cosas a mi vida en
este momento”.
Esa fue la respuesta que tuve que dar
en una ocasión a alguien que me pidió
ayuda para ser parte de un determinado
comité. Hice algo que por muchos años
me había resultado prácticamente impo-
sible: decir “no”.
¡No es tan malo!
Supongo que toma muchas horas de
cansancio, estrés, y sobre todo análisis
y reflexión para llegar a entender que
decir “no” a ciertas cosas no es peca-
do, ni tampoco el fin del mundo. Antes
de que pienses que es egoísta, cómo-
do y hasta poco espiritual decir que no,
10 | MARZO 2018
permíteme ahondar un poco más en el
tema.
A mí siempre me ha gustado participar
en muchas cosas. Creo que es algo in-
trínseco a mi personalidad. Desde niña
ha sido así. Sin embargo, a medida que
la vida avanza nuestro nivel de respon-
sabilidad también aumenta y vale mu-
cho que aprendamos el secreto de la
gente verdaderamente exitosa: priorida-
des. Muchas cosas pueden demandar
nuestra atención, pero no todas pueden
tener prioridad en nuestra lista. Muchas
necesidades pueden reclamar tu tiem-
po, pero no has sido llamado a suplirlas
todas. Lee eso otra vez.
Por alguna razón que todavía no he po-
dido determinar bien, la tendencia ge-
neral entre los obreros cristianos, ya sea
a tiempo completo o voluntarios, es sen-
tirse culpables cuando dicen “no” a una
petición para asumir un rol más, partici-
par de otro comité, asumir otro lideraz-
go, encargarse de cierta tarea más, etc.
Es entre tú y Dios
Necesitamos aprender a liberarnos de
esa culpabilidad innecesaria y apren-
der a discernir, buscando la dirección
de Dios, por supuesto, qué cosas tie-
nen prioridad y cuáles no. Aunque qui-
zá alguien pueda decirte que tú eres la
persona ideal para determinado cargo o
ministerio, solo tú y Dios pueden decidir-
lo. ¿Sabes? Si no es algo a lo que Dios
te está llamando, Él no tiene ningún pro-
blema con que digas “no”. Hasta Jesús
www.revistalafuente.com
“Dios no quiere soldados
en Su ejército que estén
a punto de quemarse”.
tuvo momentos de escoger Sus priorida-
des y decir no.
“Muy temprano a la mañana siguiente,
Jesús salió a un lugar aislado. Las mul-
titudes lo buscaron por todas partes y,
cuando por fin lo encontraron, le supli-
caron que no se fuera. Él les respondió:
‘Debo predicar la Buena Noticia del rei-
no de Dios también en otras ciudades,
porque para eso fui enviado’. Así que
siguió recorriendo la región, predicando
en las sinagogas de toda Judea” (Lucas
4.42-43 NTV).
Jesús estaba muy bien enfocado en Su
misión. Primero, pasaba tiempo a so-
las con Dios. Eso era crucial. Luego se
enfocaba en aquello para lo cual Dios
lo había llamado. La gente lo buscaba
porque tenía muchas necesidades. Y
atender a dichas necesidades era algo
bueno. Pero Él les dijo que no, y siguió a
otro lugar. ¿Estuvo mal? ¡Claro que no!
Y nosotros tenemos que imitar al Maes-
tro.
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Soldados quemados
Otro punto importante, Dios no quiere
soldados en Su ejército que estén a pun-
to de quemarse.
Moisés fue un gran líder, pero su agenda
estaba demasiado llena. Qué bendición
que tuvo un suegro sabio que le dio un
excelente consejo:
“¡No está bien lo que haces! —exclamó
el suegro de Moisés—. Así acabarás
agotado y también se agotará el pueblo.
Esta tarea es una carga demasiado pe-
sada para una sola persona. Ahora es-
cúchame y déjame darte un consejo, y
que Dios esté contigo” (Éxodo 18.17-19
NTV).
Y bueno, el consejo, dicho con otras pa-
labras, fue el siguiente: delega, reparte
tareas, dale la oportunidad a otros. Esto
es algo más que debemos aprender.
Cuando tenemos una responsabilidad
y podemos compartirla con otras per-
sonas, hagámoslo. Desde lo más sen-
cillo, como las tareas hogareñas, hasta
el ministerio o el trabajo. Delegar es una
marca de los buenos líderes; nos permi-
te ocuparnos de aquello que en verdad
requiere nuestra atención y así evitar el
agotamiento que viene de querer abar-
car demasiado y no encargar a otros.
Una causa de no delegar es creer que
solo nosotros podemos hacer bien las
cosas. ¡Y eso es un problema! ¿Cómo
se llama? Perfeccionismo…. muy empa-
rentado con el orgullo. Vigilemos a esta
zorra pequeña que lucha por infiltrarse
y acabar con el campo de nuestra vida.
Cuando el orden se altera
Hace poco escuché esto: lo mejor que el
diablo hace para que no hagamos lo que
realmente Dios quiere que hagamos es
mantenernos ocupados. ¡Muy cierto! A
veces llenamos tanto nuestras agendas
de actividad que no queda espacio para
lo verdaderamente importante. El orden
de prioridades en la Palabra de Dios es
este: nuestra relación Él, luego la familia
y después el ministerio/iglesia. Cuando
ese orden se altera, los problemas sin
dudas aparecerán. Hay sabiduría en vi-
vir de acuerdo con estas prioridades; a
fin de cuentas, es el diseño de Dios.
El activismo es un enemigo peligroso.
¿Recuerdas la conocida historia de Mar-
ta y María, las hermanas de Lázaro? En
esencia lo que Marta estaba haciendo
era bueno, pero no necesariamente lo
mejor. ¡Ahí radica la diferencia! Apren-
damos a escoger entre lo bueno y lo me-
jor. De modo que, independientemente
de lo que otros digan, se vale decir “no”.
Wendy Bello
Wendy Bello es conferencista
y autora del libro “Una mujer
sabia”, entre otros. Su pasión
es comunicar que la vida que
Dios diseñó es plena y abun-
dante, y que no hay mejor lu-
gar para descubrirla que en el estudio de la Biblia
y su aplicación a la vida cotidiana. Wendy vive en
el sur de la Florida con su esposo y sus dos hijos.
Ella publica semanalmente en su blog, wendybello.
com. Además, contribuye como escritora en otras
publicaciones como Lifeway Mujeres, iDisciple en
español, y Bibliavida.com.
✉ wendy@wendybelloblog.com
MARZO 2018 | 11
DESARROLLO PERSONAL
SERIE: Pastores de carne y hueso (1/3)
Ser siervo de Dios no
te excluye de ser tentado
Las tentaciones en la vida del obrero cristiano
Querido colega en el ministerio, la realidad
es que las tentaciones están ahí, son persis-
tentes y seguirán ahí mañana y el día des-
pués. Nuestra batalla no es física, ni carnal,
sino espiritual y es constante.
Ya sabemos que la tentación en sí no es pe-
cado; el problema es ceder a la tentación
y eso sí es pecado. La tentación nunca se
pone vieja. No es algo que con los años lo-
gramos «domar» o controlar. No; aunque
nos pongamos viejos, el viejo hombre aún
está ahí con esa capacidad de pecar como
si tuviéramos veinte o treinta años menos.
En el ámbito espiritual la tentación es nue-
va todos los días; por lo tanto, necesitamos
renovar la mente y el espíritu constante-
mente para contar con las armas de la mi-
licia afiladas para el ataque.
Somos tentados por aquello que nos gusta,
que nos atrae. No somos tentados por lo
que no nos gusta. El diablo y la carne lo
10 | ABRIL 2018
saben muy bien; conocen nuestros gustos,
y mucho más nuestras debilidades. Por esa
razón, debemos saber e identificar cuáles
son nuestros flancos expuestos y fortalecer-
los para que de esa manera el poder del
Espíritu se perfeccione en nosotros.
No tenemos que luchar solos
No podemos coquetear con el pecado. To-
dos sabemos cuáles son nuestros límites y
el poderoso Espíritu Santo que reside en
nosotros nos ayuda en nuestra debilidad.
Nos ayuda a tomar esa decisión en una
milésima de segundo para decir “no”; para
salir corriendo en sentido contrario; para
voltear la cabeza; para cambiar de pensa-
miento y dejar de soñar o fantasear; para
cambiar el canal, para alejarnos del peli-
gro.
Somos vulnerables todo el tiempo. Somos
como oveja que va al matadero. Recurra-
mos al Cordero para que nos asista y nos
ayude a caminar con pie firme, velando
por nuestra salvación con temor y temblor.
Como pastores y varones son muchos los
enemigos formidables que nos acechan
constantemente para atacar. He estado con
líderes y colegas que han sido mordidos
por el enemigo, han sentido sus zarpas en
sus vidas y estuvieron a punto de sucumbir.
Otros han caído víctimas de la infidelidad,
la pornografía y diferentes males destructi-
vos que han diezmado sus vidas, familias y
ministerios.
La gigantezca Internet
Uno de esos enemigos es la Internet. Pue-
de ser un aliado o un enemigo; depende de
cómo se use.
Hace unos meses atrás oía al respetado y
querido apologista Josh McDowell dar los
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 El Espíritu Santo
que reside en nosotros
nos ayuda en nuestra
debilidad. Nos ayuda a
tomar esa decisión
para decir ‘no’ y
salir corriendo.
siguientes datos en una conferencia
sobre el poder de Internet:
• Hay 3 mil millones de personas conecta-
das a Internet. ¡Gigantesco! Casi la mi-
tad de la población mundial.
• Hay 14.300 billones de páginas web.
• Hay 1.900 millones de dominios en In-
ternet.
• ¿Cuántos datos se procesan allí cada 24
horas? Pues 1,7 cuatrillones. 1 gigabyte
equivale a 133 páginas de datos. Cada
día hay 232 sextillones de páginas de da-
tos. Un sextillón es igual a 1036, esto es
un millón de quintillones. 1,000,000,000
,000,000,000,000,000,000,000,000,000.
• Cada minuto suben a YouTube más de
300 horas de video. Eso equivale a 8.000
horas de video por hora.
• Un adolescente promedio recibe 34 gi-
gabytes de datos al día.
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Pornografía por Internet Pablo como todos nosotros, quería alcan-
zar su máximo potencial pero batallaba
Según McDowell este es al desafío más con esa lucha interna. Reitero, si el apóstol
grande de la iglesia. que subió al tercer cielo, el que escribió la
mayoría de la revelación del Nuevo Testa-
• En 1998 había 14 millones de páginas mento, tenía tentaciones y luchas internas,
cibernéticas ¿cuánto más nosotros?
• En 2003, 260 millones de páginas
• En 2010, 500 millones de páginas
• ¡En 2015 hay 1.000 millones de páginas!
Dos años atrás cuando promoví el libro y
la campaña de Josh McDowell por toda
Latinoamérica La verdad desnuda (editorial
Patmos) donde exponía esta problemática,
él dio una estadística fuerte y real: 30% de
los pastores han visto pornografía en los
últimos 30 días. Y estos son los pastores
que han tenido la valentía de confesar este
problema buscando ayuda; el porcentaje
puede ser mayor por los que aún están en-
ganchados y temen confesar este problema
y continúan en el anonimato.
Esta —como cualquier otra tentación— si
le damos paso y abrimos la puerta, de se-
guro traerá destrucción. Tal como declara
la Palabra: «El ladrón no viene sino para
hurtar y matar y destruir…» (Jn 10.10). Alfonso Guevara
Oriundo de Cuba, Alfonso ha estado
Nadie es demasiado grande en el ministerio y el pastorado por
más de 35 años. Tomó cursos minis-
teriales en Calvary Chapel y estudió
El gran apóstol Pablo tenía un dilema tre-
en la Facultad de Teología de la Iglesia
mendo, y si él lo tenía, imagínate nosotros. Cuadrangular (ambos en California,
La versión The Message en inglés lo pone de EUA). Autor del libro Pastores de carne y hueso (CLC, 2016),
ha dictado conferencias y capacitaciones a líderes y pastores
una manera genial (mi traducción): «Lo en institutos y seminarios a lo largo y ancho de América Lati-
que no entiendo de mí mismo es que deci- na, Estados Unidos y España. Casado con Alina por 36 años,
do de una manera pero entonces actúo de tienen dos hijos adultos, Marcos y Daniel.
otra, haciendo lo que detesto» (Ro 7.15). ✉ alfonsoguevara777@gmail.com
ABRIL 2018 | 11
DESARROLLO PERSONAL
SERIE: Pastores de carne y hueso (2/3)
¡Que la tentación no
te tome por sorpresa!
Seis medidas de seguridad para las tentaciones (I Parte)
Es impresionante cómo ha avanzado la
tecnología en los sistemas de seguridad
de las viviendas y propiedades en el
mundo entero. En la actualidad es una
industria de 20 mil millones de dólares
anuales en los Estados Unidos. Usted
puede monitorear su casa, apartamento,
propiedad o negocio a distancia obser-
vando por vídeo todo lo que allí acon-
tece. Puede cerrar y abrir la puerta de
su casa o garaje mediante un comando
remoto. Puede encender las luces y apa-
garlas desde lejos. El menú de posibili-
dades es más grande y variado cada día.
Protegemos nuestras propiedades con
todo tipo de sistemas sofisticados con
cámaras, detectores infrarrojos, perros,
guardias, etc.
La pregunta es obligada, por el tema que
tratamos: ¿Cómo protegemos al alma de
las tentaciones?
Como pastores no estamos por encima
de nadie ni exentos de las tentaciones,
por esa razón estas seis medidas de se-
guridad nos ayudarán a proteger nuestra
alma de las tentaciones.
10 | MAYO 2018
Las seis comienzan con P:
1. Predeterminar el patrón
de mis tentaciones
Tengo que anticipar las tentaciones. Ne-
cesito desarrollar un sistema de radar,
que en nosotros viene incorporado de
fábrica, para detectar y neutralizar las
causas de tentación.
Proverbios 4.26 dice: «Examina la sen-
da de tus pies, y todos tus caminos serán
rectos» (RV60). En otras palabras: Pla-
nifica con cuidado lo que harás, evita el
mal y camina derecho hacia delante.
Todos somos diferentes. No hay dos de
nosotros que seamos iguales, pero todos
tenemos algo en común: un mismo ene-
migo, el diablo, quien viene para robar,
matar y destruir.
Nuestro enemigo, el diablo, es poderoso.
Nunca subestimes su poder. No te creas
ni te hagas el «Súper Pastor» con capa
y todo.
Hay varias preguntas que necesito ha-
cerme constantemente:
• ¿Cuándo soy más tentado? ¿Dónde
soy más tentado? ¿Quién está conmigo
cuando soy más tentado? (solo o acom-
pañado).
• ¿Qué beneficio temporal tendré si
cedo a la tentación? Hebreos 11.25
dice que hay placer en los deleites del
pecado. Pero es temporal, por un poco
de tiempo. ¿Cuánto gano y cuánto
pierdo?
• ¿Cómo me siento antes de ser tenta-
do?: ¿Poco amado, desatendido, solo,
desanimado, ansioso, derrotado, olvi-
dado?
Los consejeros expertos en tratar estos
temas dicen que cuando sucumbimos a
la tentación es una especie de «gratifica-
ción temporal a cambio de una pena o
dolor a largo plazo».
Primero hay un deseo muy fuerte, un
sentirse bien, estar por las nubes, pero
después viene el golpe, el batacazo fatal
y te das de narices contra el suelo. Un
golpe fuerte.
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 El corazón es el centro de
nuestro ser, y lo debemos
guardar, cuidar, proteger.
Nuestra voluntad, estado
de ánimo, poder de
decisión, etc., están ahí,
en el corazón.
El diablo nos susurra y nos dice suave-
mente: «Ven, te mereces esto», «has lu-
chado y trabajado duro, pobrecito tú».
Es una trampa, una encerrona.
2. Proteger el estado
de mi corazón
Proverbios 4.23 nos alerta: «Sobre toda
cosa guardada, guarda tu corazón...»
(RV60), porque afecta todo lo que haces.
Necesitamos trabajar constantemente
con nuestro ser interior, antes del ex-
terior. Hay que cambiar lo de adentro
antes de lo de afuera. Por eso Dios nos
exhorta a «guardar nuestro corazón».
El corazón es el centro de nuestro ser,
y lo debemos guardar, cuidar, proteger.
Nuestra voluntad, estado de ánimo,
poder de decisión, etc., están ahí, en el
corazón, por eso necesitamos protegerlo
bien contra todo enemigo.
¡Ojo!, cuidado cuando nos sentimos
físicamente exhaustos, pesimistas, des-
animados, desconectados, solos, distan-
tes, inseguros, incomprendidos, tristes y
apartados. Estos son sentimientos reales
que podemos experimentar y si no los
contrarrestamos nos puede ir mal.
¿Cómo contrarrestamos estos sentimien-
tos?
Poniéndonos en forma física, con ener-
gía, con motor propio para estar moti-
vados, desafiándonos, no dejando de
crecer espiritualmente. Nos ayuda estar
cercanos a otros, sentirnos más confia-
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dos en nosotros mismos, comprendidos.
También al perdonar, estando alegres, al
reír, al sentirnos apoyados y sobre todo,
amados.
La Palabra dice: «Ni deis lugar al dia-
blo» (Efesios 4.27 RV60). El corazón es
un «lugar»; es nuestra casa interior. No
podemos permitir que el diablo ponga su
pie en nuestra casa, en nuestro dominio y
entorno. «Lugar» es toda esa lista del ca-
tálogo arriba mencionado: estar cansa-
dos, desanimados, etc. Cuando le damos
cabida a alguno o todos esos estados de
ánimo, estamos dejando la puerta abier-
ta al enemigo. Cierra la puerta, guarda
la puerta de tu corazón.
3. Pedir ayuda a Dios
Algo que he aprendido es que no puedo
vencer la tentación yo solo. Necesito la
ayuda de Dios.
Cuando te sientas tentado, ora a Dios.
Pide ayuda a Él para que intervenga. En
Mateo 26.41 se nos insta: «Velad y orad,
para que no entréis en tentación…» y
seáis vencidos por ella.
Lo espiritual pelea lo espiritual. La carne
no puede pelear lo espiritual. Las peleas
o batallas espirituales hay que pelearlas
con la espada de la Palabra: conocerla,
declararla, creerla.
En Hebreos 4.15-16 se nos declara:
«Nuestro Sumo Sacerdote comprende
nuestras debilidades, porque enfren-
tó todas y cada una de las pruebas que
enfrentamos nosotros, sin embargo, él
nunca pecó. Así que acerquémonos con
toda confianza al trono de la gracia de
nuestro Dios. Allí recibiremos su mise-
ricordia y encontraremos la gracia que
nos ayudará cuando más la necesitemos»
(NTV). En este último versículo hay dos
palabras clave que enfatizo: «gracia» y
«misericordia».
Gracia: es el poder de Dios a tu favor.
Misericordia: es perdón.
Ambos van siempre juntos de la mano.
Necesitamos Su gracia y misericordia.
Por eso cuando estés en aprieto no dudes
en orar o clamar: «¡Señor, ayúdame!» Él
contesta al instante cuando es una emer-
gencia; tal como le pasaba a Pedro que se
hundía, la Palabra dice que al momento
asió de su mano y lo sacó del agua. Si
caíste en la tentación te puedo asegurar
que Dios no se da por vencido contigo
ni conmigo. Él es el Dios de una nueva
oportunidad.
Alfonso Guevara
Oriundo de Cuba, Alfonso ha estado
en el ministerio y el pastorado por
más de 35 años. Tomó cursos minis-
teriales en Calvary Chapel y estudió
en la Facultad de Teología de la Iglesia
Cuadrangular (ambos en California,
EUA). Autor del libro Pastores de carne y hueso (CLC, 2016),
ha dictado conferencias y capacitaciones a líderes y pastores
en institutos y seminarios a lo largo y ancho de América Lati-
na, Estados Unidos y España. Casado con Alina por 36 años,
tienen dos hijos adultos, Marcos y Daniel.
✉ alfonsoguevara777@gmail.com
MAYO 2018 | 11
DESARROLLO PERSONAL
SERIE: Pastores de carne y hueso (3/3)
3 actitudes para estar
seguro ante la tentación
Seis medidas de seguridad para las tentaciones (II Parte)
Protegemos nuestras propiedades con
todo tipo de sistemas sofisticados con
cámaras, detectores infrarrojos, perros,
guardias, etc. La pregunta obligada, por
el tema que tratamos, es: ¿Cómo prote-
gemos al alma de las tentaciones?
Como pastores no estamos por encima
de nadie ni exentos de las tentaciones.
Por esa razón, estas seis medidas de se-
guridad, que comienzan con P, nos ayu-
10 | JUNIO 2018
darán a proteger nuestra alma de las
tentaciones. Continuamos con las tres
restantes:
1. Poner la atención en
otro lugar
Leemos en Santiago 1.14 que «…cada
uno es tentado, cuando de su propia
concupiscencia [malos pensamientos] es
atraído y seducido» (RV60). Si te vienen
esos pensamientos, los malos…usa tu
voluntad: ¡Piensa en algo distinto! Pon
tu mente y voluntad a trabajar. La clave
no está en «pelear» los pensamientos sino
en «reemplazarlos». Activa tu mente con
otros pensamientos.
Bombardea tu mente con los buenos
pensamientos de Dios para que despla-
cen los malos. Esto no es un juego men-
tal, es la realidad de esta lucha interna en
nosotros.
¿Qué sucede si te pido que no pienses
en un pastel de manzanas por tan solo
treinta segundos? Y vuelvo a pedírtelo:
No pienses en ese pastel de manzanas.
¿Qué termina sucediendo?
Piensas precisamente en el dichoso pastel
de manzanas. Tienes que reemplazar las
ideas y pensamientos de pastel de man-
zanas por algo diferente, si no esa imagen
o idea gobernará tus pensamientos.
2. Preferir un colega o
compañero de batallas
Elige alguien de confianza a quien pue-
das rendir cuentas. Nos necesitamos
unos a otros. Todos necesitamos a al-
guien cercano a quien le podamos con-
fiar nuestras situaciones y asuntos. No
puedes ni debes enfrentar las batallas y
las luchas por ti solo, no sólo es peligroso,
sino insensato.
Echemos mano de la sabiduría de Ecle-
siastés 4.9-10 «…porque mejor son dos
que uno… el uno levantará a su compa-
ñero…» (RV60).
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 Busca y prefiere a
un hermano colega
que «afile», motive y
enriquezca tu vida con
ese roce de amistad y
franqueza.

Porque juntos podemos más. Necesitas
a alguien más, pues ese es el diseño de
Dios. En especial entre hombres y líde-
res: «Hierro con hierro se aguza; y así
el hombre aguza el rostro de su amigo»
(Proverbios 27.17 RV60).
Busca y prefiere a un hermano colega
en el nombre de Jesús. Nunca es tarde.
¡Persiste!
Conclusión
Este versículo siempre me ha dado espe-
ranza para cambiar y tener victoria sobre
las tentaciones:
haya sido mencionado claramente en las
Escrituras, por lo tanto él sabe (el conse-
jero) que hay una solución bíblica para
cada problema». 1
1. Jay Adams (1973). The Christian Counselor’s Manual.
Zondervan: p. 23.

que «afile», motive y enriquezca tu vida «Porque no tenemos un sumo sacerdote

con ese roce de amistad y franqueza.
3. Persistir en creer que puedes
cambiar y sobreponerte
Si luchas o has tenido algún hábito tóxico
que está carcomiendo y siendo tropiezo
para tu ministerio, no te des por vencido
y cree que es posible tener un verdadero
cambio. Recordemos que «mayor es el
que está en vosotros, que el que está en
el mundo» (1 Juan 4.4b RV60). Sí po-
demos cambiar con la ayuda del Espíritu
Santo y Su poder. Persiste en la lucha y
resiste todo aquello que detiene tu pro-
greso espiritual y ministerial y libérate
que no pueda compadecerse [o identifi-
carse] de nuestras debilidades, sino uno
que fue tentado en todo según nuestra
semejanza, pero sin pecado» (Hebreos
4.15 RV60).
Qué bueno es saber que Cristo, nuestro
Sumo Sacerdote, se identifica conmigo
en mi humanidad y debilidades porque
Él pasó y experimentó lo mismo como
ser humano, pero sin pecar. Por eso, pue-
do ir al Cristo que es perfecto y venció en
Su vida y en Su muerte todos mis fraca-
sos y debilidades.
Dios cuida de nosotros y sabe cuáles son
nuestros límites:

En 1 Corintios 10.13 leemos: «No os ha

sobrevenido ninguna tentación que no
sea humana; pero fiel es Dios, que no os
dejará ser tentados más de lo que podéis
resistir, sino que dará también juntamen-
te con la tentación la salida, para que po-
dáis soportar» (RV60).
El respetado experto y escritor en con-
sejería cristiana Jay Adams declaró: «No
existe un problema que sea único que no
Alfonso Guevara
Oriundo de Cuba, Alfonso ha estado
en el ministerio y el pastorado por
más de 35 años. Tomó cursos minis-
teriales en Calvary Chapel y estudió
en la Facultad de Teología de la Iglesia
Cuadrangular (ambos en California,
EUA). Autor del libro Pastores de carne y hueso (CLC, 2016),
ha dictado conferencias y capacitaciones a líderes y pastores
en institutos y seminarios a lo largo y ancho de América Lati-
na, Estados Unidos y España. Casado con Alina por 36 años,
tienen dos hijos adultos, Marcos y Daniel.
alfonsoguevara777@gmail.com

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DESARROLLO PERSONAL
SERIE: Viviendo una fe contagiante (1/3)
4 cosas que necesitas entender
para vivir la vida con gozo
El gozo como ingrediente infaltable de la fe cristiana
Cuando tenía 20 años vivía en Medellín,
esa hermosa ciudad colombiana baña-
da por un río, la cual hoy es ejemplo de
innovación a nivel mundial después de
haber sido una de las ciudades de mayor
violencia. Fui invitado como asistente a
un congreso solo para hombres en el me-
jor hotel de la ciudad. Me hice muchas
preguntas: ¿Será que esta es pura gente
necesitada? ¿Serán hombres con proble-
mas? ¿Para qué se reunirán?
Entre preguntas y preguntas fui entrando
al evento, viendo la clase de personas que
había. Fue mi sorpresa ver empresarios,
profesionales, gente conocida del gobier-
no, los deportes, la cultura, entre otros.
Me senté a prestar atención. Por tres días
estuvimos 1.200 hombres que nos consi-
derábamos exitosos, escuchando a otros
hombres. Se nos preguntaba como eje
central de este encuentro: «¿Cómo en-
contrar gozo y equilibrio en la vida en las
diferentes áreas del ser?»
Curiosamente me venía haciendo esta
misma pregunta de diferentes formas:
¿Cuál es el propósito de lo que hago?
10 | JULIO 2018
¿Por qué logro ser exitoso en unas áreas y
en otras no? ¿Cómo lograr tener satisfac-
ción cuando alcanzo lo que me propongo
integralmente?
¿De qué vale?
Uno de los expositores, que era presiden-
te de una multinacional, hizo esta pre-
gunta: «¿De qué sirve al hombre ganar
el mundo entero si al final va a perder
su alma?» (cf. Mt 16.26). Una pregunta
similar la había hecho alguna vez el le-
gendario rey judío Salomón, al final de
sus días, cuando había tenido todo lo que
cualquier hombre desearía (Ec 2.1-11).
Me cautivó porque anhelaba esa respues-
ta personalmente. Paso siguiente, el ex-
positor explicó: «Tenemos la capacidad
de lograr lo que nos propongamos, pero
mucha veces eso no llenará tu corazón.
Solo Dios Padre a través de Su Santo Es-
píritu podrá llenar tu corazón con gozo.
Lo que estás buscando es gozo en esos
logros, y el gozo es gratuito».1
Miré a mi lado, y me di cuenta que no
era el único que anhelaba respuestas. Si
hubiera entrado una mosca a ese lugar lo
hubiéramos escuchado como un ejército
que marcha; el silencio y la atención a la
pregunta y sus respuestas eran una nece-
sidad de todos.
Hoy no quiero darte un resumen de lo
que escuché ese día. Hoy quiero compar-
tir contigo parte de lo que he descubierto
durante estos 18 años como coach, que he
venido ayudando a líderes de diferentes
partes de Latinoamérica a encontrar ese
gozo y equilibrio a medida que son exito-
sos en las diferentes áreas de su ser.
Lo primero que necesitamos entender
es: ¿Para qué hacemos las cosas, y qué
es el gozo realmente?
Segundo: El gozo es algo gratuito a
disposición de todos, y no depende de
lo que hagamos.
Tercero: Hay que diferenciar el gozo
de las emociones y circunstancias que
nos rodean.
Cuarto: ¿Cómo logramos que el gozo
permanezca?
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 El gozo es un «don»,
un «estado espiritual»
que se vive cuando vives
los propósitos de Dios
en tu vida.

Qué es realmente el gozo El gozo es algo gratuito a un músculo. Si tú decides gozarte inde-
pendientemente de las circunstancias o
Hay una tendencia psicológica a creer disposición de todos, y no
lo que vivas, te vas a dar cuenta que tanto
que por el hecho de obtener resultados depende de lo que hagamos
tu relación con Dios va a crecer como la
hay gozo. Hay que diferenciar el gozo Piensa por un momento en algo por lo
capacidad de gozarte crecerá.
de la satisfacción. La satisfacción es la que no haya que pagar. Si observas bien,
emoción momentánea que vamos a vi- normalmente pensamos que hay que Pero necesitas renovar esa decisión en
vir si logramos lo propuesto como nos lo pagar por todo lo que tenemos. Lo que medio de cada circunstancia que vivas,
imaginamos. sucede con el gozo es que es un fruto a pidiéndole a Dios que te llene de ese
cosechar en una comunión íntima con gozo, porque cada día fue creado por Él
Es por eso que muchas veces logramos el Espíritu de Dios, el cual Él lo entrega para ti. «Éste es el día que hizo Jehová;
lo propuesto y no hay satisfacción por- al estar con Él. Aunque no demos fru- nos gozaremos y alegraremos en él» (Sal
que no era como nos lo imaginamos, o to puedo decidir gozarme y entender los 118.24 RV60).
lo que nos imaginamos no generó lo que propósitos que hay en lo que vivo, porque
esperábamos. El gozo es un «don», o un si Dios me ama hay un plan con lo que «Aunque la higuera no dé renuevos, ni
«fruto espiritual», o un «estado espiri- vivo. Esa confianza trae gozo al corazón. haya frutos en las vides; aunque falle la
tual» que se recibe o se vive cuando vives cosecha del olivo, y los campos no pro-
los propósitos de Dios en tu vida. Hay que diferenciar el gozo de las duzcan alimentos; aunque en el aprisco
emociones y circunstancias que no haya ovejas, ni ganado alguno en los
Esto significa que no dependerás de lo nos rodean establos; aun así, yo me gozaré en el Se-
que logres para tener gozo. El gozo es El apóstol Pablo lo explicó muy claro que ñor, ¡me alegraré en Dios, mi libertador!»
algo que Dios derramara a través de Su tú y yo seremos transformados de gloria (Hab 3.17-18 RV60).
Espíritu Santo en tu corazón cuando lo en gloria, cuando nos disponemos a go-
buscas a Él en una relación personal per- zarnos en medio de cada situación, cir-
manente. Escuché a una joven después cunstancia y emoción que vivamos: «Por 1. Congreso «Hombres de Verdad», Medellín, Colombia,
mayo de 1998, Hotel Intercontinental. Expositor: Pablo
de un entrenamiento que di en este tema, tanto, nosotros todos, mirando a cara Cano, fundador del movimiento Hombres de Verdad.
la cual dijo: «Ya entendí: el gozo no es el descubierta como en un espejo la gloria
punto de llegada, es la forma en la que del Señor, somos transformados de gloria
viajamos». Esa visión me gustó, porque en gloria en la misma imagen, como por
es real. el Espíritu del Señor» (2 Co 3.18 RV60). Juan Carlos Pérez Idarraga
Juan Carlos es colombiano, pastor,
Hemos confundido el gozo con el lo- Es por esto que él nos anima a decidir abogado especialista en Derecho
Comercial, temas de liderazgo y coa-
gro de nuestros objetivos o la satisfac- que nuestra reacción sea gozarnos inde- ching. Actualmente Gerente general
ción que sentimos. Podemos tener gozo pendientemente de lo que vivamos. de la Corporacion para la Formación
Integral y el Liderazgo (CORFOLI-
aunque no estemos satisfechos, porque DER) y director de los Centros de Formación y Liderazgo
podemos optar gozarnos en el camino a Cómo lograr que el gozo Cristiano (CENFOL) en Paraguay. Casado con Carolina Aven-
nuestras metas independientemente de permanezca daño, con quien tiene dos hijos: Daniela (5) y Emmanuel (2).

que las logremos. Quiero que sepas algo: el gozo es como perezidarraga@hotmail.com

www.revistalafuente.com JULIO 2018 | 11

DESARROLLO PERSONAL
SERIE: Viviendo una fe contagiante (2/3)
Cómo llegar a ser
una persona más positiva
Reflejando el optimismo de la fe en la vida cotidiana
Estaba sentado esperando a mi esposa
que saliera de una cita médica. Leí una
historia en una revista, la cual me ayuda
como ilustración para este artículo en el
que quiero animarte a vivir con optimis-
mo cada día, viendo cada día como lo que
es: una oportunidad.
Una oportunidad para ir por más, dejan-
do atrás el día que pasó y abalanzándote
por lo que Dios tiene para tu vida. Cada
día tiene algo por descubrir. ¿Ya descu-
briste lo que tiene el día de hoy? Yo creo
que puede ser lo que hay escrito en este
artículo. ¿Me permites contarte esa his-
toria?
El abuelo, el nieto y el burro
Un abuelo iba caminando con su nieto
y su burrito rumbo a un pueblo vecino
llamado Felicidad. Para llegar allí tenían
que pasar por otros dos pueblos llamados
Optimismo y Dejar Pasar.
Al salir, el abuelo le dice al nieto: «Súbe-
te al burrito, vamos a salir a caminar». La
gente de su pueblo al verlos dijo: «Miren
a ese abuelo, no sabe educar, no le enseña
10 | AGOSTO 2018
a su nieto a honrar, es él quien debe ir
en el burrito para que su nieto aprenda».
Al escuchar esto, el abuelo se puso a re-
flexionar, y antes de llegar a Optimismo
le dijo a su nieto: «Ahora yo iré en el bu-
rrito y tú caminarás».
Los del pueblo Optimismo dijeron:
«Miren a ese abuelo, qué desconsiderado
es, no cuida de su nieto, ¿cómo lo pone a
andar? Es un holgazán». El abuelo y el
niño lo escucharon, por lo que se dijeron:
«Esto haremos ahora: Nosotros cargare-
mos al burro entre los dos, llegaremos a
Dejar Pasar, y todo pasará».
Pasaron, y la gente dijo: «¡Qué falta de
sabiduría! Dios les dio un burro para que
los lleve y ellos se ponen a cargarlo». Al
pasar este pueblo rumbo a Felicidad, se
dijeron: «¿Y ahora qué haremos?» «¡Ya
sé!», dijo el niño, «Abuelo, cárgame tú
a mí, así nadie nos dirá por qué yo o tú
vamos en el burro o por qué cargamos
al burro». Así hicieron y llegaron a Fe-
licidad, donde les dijeron: «Abuelo, ¿por
qué cargas al nieto? El burro es para que
lleves al nieto».
Cerré la revista reflexionando en lo que
vivió el abuelo. Esto es lo que viviremos
en el camino de la vida, no disfrutaremos
haciendo lo que debemos hacer si escu-
chamos a las personas y buscamos darles
el gusto siempre. Pasaremos por etapas
donde nos encontraremos con voces que
nos dirán lo que está bien o está mal, lo
que es y no es, pero la clave será la actitud
que tengamos frente a ellas:
Cree lo que Dios dice en Su palabra
que tú eres.
Decide ser y hacer lo que Dios dice.
Diferencia lo que otros te dicen de lo
que Dios te dice.
Toma la decisión día a día de creerle
y obedecerle a Dios en lo que Él te ha
dicho.
Aprendamos a escuchar
Es cierto que hay que escuchar a otros
como un principio de la sabiduría. Pero
hay que saber diferenciar lo que escucha-
mos de lo que es el plan de Dios para
nuestra vida. No podemos ponernos a
atender a lo que otros dicen y a la vez
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 El punto es que lo que
veamos o escuchemos no
nos determine a tal punto
que no podamos caminar
disfrutando del proceso,
de madurar al ir pasando
por cada «pueblo», por
cada etapa que vivimos.
levantarnos para ir por lo que Dios nos
está entregando.
Al caminar, muchas veces veremos nues-
tra propia necesidad o la necesidad del
entorno que nos rodea, eso es normal. El
punto es que lo que veamos o escuche-
mos no nos determine a tal punto que no
podamos caminar disfrutando del pro-
ceso, de madurar al ir pasando por cada
«pueblo», por cada etapa que vivimos.
Dos contra diez
Hay una historia que marcó mi vida e
ilustra la importancia de ser optimistas
ante lo que vivimos, porque deja ver que
ser optimistas afecta nuestra vida y la de
la cultura que nos rodea.
Cuando Moisés llevaba a Israel rumbo a
la Tierra Prometida, envió a doce espías
a reconocer la tierra que Dios les había
dado para dejar el estado de esclavitud.
Diez de ellos volvieron con una actitud
negativa, mientras que dos mantuvieron
en claro quiénes eran ellos. Sabían lo que
Dios había dicho y lograron distinguir
entre lo que veían sus demás compañeros
de lo que ellos veían. La voz pesimista y
mayoritaria logró que el pueblo israelita
se volviera aun más negativo en la actitud
que ya tenían, todo por la influencia de
diez espías pesimistas:
«Entonces Caleb hizo callar al pueblo
delante de Moisés, y dijo: Subamos lue-
go, y tomemos posesión de ella; porque
más podremos nosotros que ellos. Mas
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los varones que subieron con él, dijeron:
No podremos subir contra aquel pueblo,
porque es más fuerte que nosotros. Y ha-
blaron mal entre los hijos de Israel, de la
tierra que habían reconocido, diciendo:
La tierra por donde pasamos para reco-
nocerla, es tierra que traga a sus morado-
res; y todo el pueblo que vimos en medio
de ella son hombres de grande estatura»
(Nm 13.30-32 RV60).
Te animo a leer toda la historia, pero en
esta porción se deja ver claro que hay dos
actitudes diferentes en una misma situa-
ción, la cual competía por la influencia
sobre todo un pueblo. La diferencia es-
tuvo en los dos jóvenes que con valentía
influenciaron a toda una comunidad con
la actitud adecuada para que ellos pu-
dieran avanzar conquistando lo que les
pertenecía.
¿Tú de cuáles vas a ser? ¿De los que ven
gigantes y cuán grande es la tierra? ¿O
de los que miran a Dios y lo que Él va
a hacer?
5 tips para ser más optimista
Si quieres alimentar una actitud positiva:
1. Lee libros que te inspiren a creer, en-
tre ellos la Biblia por supuesto.
2. Que tus conversaciones sean desa-
fiantes y edificantes. No te permitas
conversaciones donde se hable mal de
otras personas o se desaliente.
3. Arrepiéntete cambiando la forma de
pensar y de hablar que haya ido en
contra de lo que el Espíritu de Dios
ha mostrado como verdad.
4. Busca testimonios de líderes y otras
personas que superaron situaciones
como las que tú vives.
5. «Baja un cambio» a la televisión o re-
des sociales cuando te están abruman-
do, impidiendo ver el plan de tu Señor
para tu vida.
John Maxwell, uno de los consultores
más influyentes en el tema de actitud, en
su libro Actitud de vencedor (Caribe, 1997,
p. 11), comparte esta reflexión, la cual te
doy por conclusión:
«¿Siente que el mundo le trata bien? Si
su actitud hacia el mundo es excelente,
recibirá resultados excelentes. Si se siente
más o menos en relación con el mundo,
la respuesta que recibirá del mundo será
regular. Siéntase muy mal con el mundo,
y le parecerá recibir solamente una reac-
ción negativa de la vida».
Juan Carlos Pérez Idarraga
Juan Carlos es colombiano, pastor,
abogado especialista en Derecho
Comercial, temas de liderazgo y coa-
ching. Actualmente Gerente general
de la Corporación para la Formación
Integral y el Liderazgo (CORFOLI-
DER) y director de los Centros de Formación y Liderazgo
Cristiano (CENFOL) en Paraguay. Casado con Carolina Aven-
daño, con quien tiene dos hijos: Daniela (5) y Emmanuel (2).
perezidarraga@hotmail.com
AGOSTO 2018 | 11
DESARROLLO PERSONAL
SERIE: Viviendo una fe contagiante (3/3)
¡Tú puedes ser
un emprendedor!
Principios para vivir con iniciativa
¿Te ha pasado? Ves compañías multina-
cionales como Coca-Cola, McDonald’s,
entre otras, que cuando comenzaron eran
una pequeña empresa familiar, y te pre-
guntas: ¿Cómo hicieron para estar en
todo el mundo? Hoy en día puedes acce-
der a la historia de compañías como estas
para encontrar principios del cómo em-
prender un negocio que pueda trascender
a niveles de crecimiento inimaginados.
Luego de haber leído muchas historias
como estas, una vez leí un libro que lleva-
ba como título «Liderazgo de Jesús», lue-
go leí otro denominado «Si Jesús fuera
alcalde», entre otros libros, que dejan ver
que el mensaje de Jesús trae respuesta a
las necesidades en los diferentes aspectos
de la vida del ser humano. Uno de ellos,
por ejemplo, es el desarrollo de la capaci-
dad de emprender.
Siempre creí que los métodos de co-
mercialización multinivel, sistema que
promueve la capacidad de emprender a
millones de emprendedores, generando
ganancias exorbitantes, se habían crea-
do a comienzos de 1900 en los Estados
Unidos en el sector de la venta de pro-
ductos nutricionales. Pero observando
el proceso de influencia que siguió Jesús
para llevar Su mensaje a todo el mundo,
primeramente a Israel en Sus tres años
de ministerio, nos encontramos ante la
multinacional más grande de la historia
de la humanidad, sustentada en un siste-
10 | SETIEMBRE 2018
ma multinivel de multiplicación espon-
tanea que se irrigó por toda la tierra.
Observemos que en el tiempo en el que
este joven de 30 años comenzó Su or-
ganización (la Iglesia), no habían redes
sociales, ni televisión, ni autos, ni aviones,
ningún medio de comunicación global o
transporte como los que tenemos hoy. La
pregunta es: ¿Cómo hizo para que, fru-
to de enfocarse tres años en un proyecto,
naciera una organización que ha perdu-
rado más de 2000 años y sigue creciendo
en todo el mundo? ¿Cómo Su mensaje
ha inspirado la constitución de empresas,
colegios, universidades, ONGs, libros,
películas? Y la lista continuaría en esta
pregunta de las realidades que ha inspi-
rado.
Pensando en Jesús como un empren-
dedor que quiso comenzar algo, mucho
tenemos que aprender, dándonos cuenta
de que fue muy exitoso en lograr crear
un modelo de relaciones bajo un proyec-
to claro, con una visión, una misión, una
estrategia y unos objetivos previamente
establecidos. Te invito a mirar el mi-
nisterio de Jesús en este artículo bajo la
perspectiva de un emprendedor que vi-
vió paso a paso los desafíos que cualquier
emprendedor enfrenta. En cada uno de
estos principios encontrarás unos pasajes
bíblicos. Te animo a leerlos en tu Biblia
para mejor comprensión.
Se apartó para prepararse
Antes de empezar su emprendimiento,
Jesús se apartó para prepararse: Muchos
ven el ayuno de 40 días de Jesús antes de
comenzar Su ministerio como un tiempo
de prueba, pero esto solo sucedió al final,
porque al estudiar los propósitos que en
general tiene el ayuno nos damos cuen-
ta que es una disciplina espiritual para
prepararse espiritualmente para hacer la
voluntad de Dios (Mt 4.1-11).
Si vas a emprender, aparta un tiempo
a solas para escribir tu visión de lo que
quieres, definiendo los tiempos, los re-
cursos, los objetivos y estrategias que vas
a necesitar para llevar adelante tu em-
prendimiento.
Planeó sobre una visión clara
Él estableció un plan sobre una visión
clara, la cual está expresada en Mt 28.19-
20: «Por tanto, id, y haced discípulos a
todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Es-
píritu Santo; enseñándoles que guarden
todas las cosas que os he mandado; y he
aquí yo estoy con vosotros todos los días,
hasta el fin del mundo. Amén» (RV60).
Aunque este pasaje aparece al final de Su
misterio, deja ver lo que Jesús quería des-
de el principio y es lo que sigue buscan-
do: formar personas que a su vez formen
a otras en obedecer la voluntad de Dios
Padre conociéndolo a Él.
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Hay mucho por hacer por
nuestra nación, por los
que amamos. Es tiempo
de emprender, de creer, de
ir por más de lo que se ha
logrado hasta hoy. Mira
todas las oportunidades
que tienes.
Escribe la visión, esa imagen mental de
futuro que te apasionará y te moverá a
la acción. Colócala en una pared, en tu
pantalla de computador, guárdala en un
documento que nunca vayas a perder.
Formó un equipo
Formó a otros y les dio visión: Para lo-
grar su visión, sabía que no podría hacer-
lo solo, es por eso que escogió a jóvenes
de la época que le siguieran en un proce-
so de formación que duró tres años y seis
meses aproximadamente. Estructuró un
modelo de lo que hoy en día llamamos
coaching, donde diagnosticó la realidad
de ellos, ayudándolos a trazarse una vi-
sión personal que los desafió a crecer en
todos los ámbitos de su vida (Mt 4.12-
25).
En la primera etapa de todo emprendi-
miento, uno suele encontrarse solo. Entre
más rápido formes un equipo, más rápido
crecerás. Tómate tu tiempo para hacerlo.
Canalizó las circunstancias
Canalizó la cultura y su entorno para el
crecimiento: Jesús fue atacado por la cul-
tura en la que creció, la cual no quería
dejar el status quo al que le habían dado
lugar. Jesús vino a proponer un arrepen-
timiento genuino, un cambio de actitud,
por lo que muchas veces fue atacado en
Su identidad. Pero Él siempre creyó en lo
que Dios Padre decía de Él, y en lo que
Él iba a hacer. En Juan 1.46, «Natanael
le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de
bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve» (RV60).
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Natanael cuestionaba que de Nazaret no
podría fluir algo bueno. Jesús siempre
tuvo clara Su identidad.
Si vas a emprender, cree en lo que Dios
te mostró, cree en ti y en el producto que
vas a desarrollar, recuerda: El convencido
convence.
Tuvo tiempos de recreación
Jesús descansó y celebró cuando era ne-
cesario hacerlo: En varias oportunidades
a lo largo de Su ministerio se deja ver
cómo Jesús apartaba tiempos para des-
cansar y celebrar, desde preparar un «asa-
do» hasta estar a solas.
No todo puede ser emprender. Aparta
tiempo para descansar y celebrar. Esto le
da propósito y sentido a lo que empren-
des.
Desarrolló una vida de oración
Fortaleció Su corazón en la intimidad
con Su Padre: Emprender no es fácil.
Todo emprendedor necesita desarrollar
hábitos personales que le permitan ma-
nejar las presiones, los cambios, la toma
de decisiones del día a día. Uno de los
mejores hábitos será desarrollar una vida
de oración y reflexión en la Palabra es-
crita de Dios, la Biblia. Jesús tenía este
hábito: apartarse al monte a orar (Lc
22.39).
Escucha a Dios en lo secreto y Él te mos-
trará lo que debes hacer en público.
Financió Su proyecto
Tuvo estrategias claras para financiar
Su proyecto: Los proyectos desarrolla-
dos por Jesús tenían inversionistas que
apoyaban lo que Él hacía (Lc 8.1-3). No
siendo esta la única forma de obtener
recursos, Él evidenció que generar rela-
ciones de cooperación era un recurso va-
lioso para alcanzar la visión. Vemos esto
reflejado en que varias veces usó la barca
de Pedro, el burrito de alguien que quiso
contribuir, el aposento alto para Su últi-
ma cena, entre otros eventos. Una visión
emprendedora movilizará recursos que
no solo son financieros. Involucra una
buena gestión.
Jesús nos dejó la invitación: «Por tanto,
id, y haced…» Hay mucho por hacer por
nuestra nación, por los que amamos. Es
tiempo de emprender, de creer, de ir por
más de lo que se ha logrado hasta hoy.
Mira todas las oportunidades que tienes,
busca una promesa de parte de Dios, la
visión que Él tiene para tu vida, y em-
prende por ese camino. ¡Él no te va a
fallar!
Juan Carlos Pérez Idarraga
Juan Carlos es colombiano, pastor,
abogado especialista en Derecho
Comercial, temas de liderazgo y coa-
ching. Actualmente Gerente general
de la Corporación para la Formación
Integral y el Liderazgo (CORFOLI-
DER) y director de los Centros de Formación y Liderazgo
Cristiano (CENFOL) en Paraguay. Casado con Carolina Aven-
daño, con quien tiene dos hijos: Daniela (5) y Emmanuel (2).
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SETIEMBRE 2018 | 11
DESARROLLO PERSONAL
SERIE: Las tensiones en la vida
del obrero cristiano (1/3)
Sé que debo ser ejemplo,
¡pero necesito ser yo mismo!
La tensión entre ser auténtico y ser ejemplo
«No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea
perfecto; sino que prosigo, por ver si logro
asir aquello para lo cual fui también asido
por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no
pretendo haberlo ya alcanzado; pero una
cosa hago: olvidando ciertamente lo que
queda atrás, y extendiéndome a lo que está
delante, prosigo a la meta, al premio del
supremo llamamiento de Dios en Cristo
10 | OCTUBRE 2018
Jesús» (Fil 3.12-14 RV60).
La conciencia de sí mismo
Llegó a mis manos hace ya muchos años
atrás un buen libro titulado Santos y huma-
nos. El autor plantea la tensión que todo
siervo del Señor enfrenta entre lo que se
espera del pastor y lo que él realmente es
en sus fortalezas y debilidades.
Debo confesar que me sentí muy identifi-
cado con el tema y recordé en ese momen-
to la tensión que viví como hijo de pastor.
Fue en ese momento de mi adolescencia
cuando mi padre me habló con tanto amor
y objetividad que me ayudó a distender la
tensión. Su consejo fue:
«Cuando te digan que debés portarte bien
porque sos el hijo del pastor no los escu-
ches, vos debés portarte bien por ser un
hijo de Dios. Es a Dios a quien debés agra-
dar y cuando hagas esto entonces llevarás
una conducta respetuosa dentro y fuera de
la iglesia».
El apóstol Pablo con toda franqueza reco-
noce «no haber alcanzado todo», pero an-
tes de esta declaración dice estar «conven-
cido de que quien empezó la buena obra
la perfeccionará hasta el día de Jesucristo»
(Fil1.6 RV60).
Creo que este debe ser nuestro punto de
partida. La conciencia de nuestras propias
limitaciones y debilidades. Esto no es un
justificativo para la mediocridad, pero sí
un reconocimiento de nuestra necesidad
de que continúe la obra del Señor en nues-
tras vidas.
Tratar de ignorar o «tapar» la realidad de
nuestra humanidad con sus debilidades
solo traerá frustración en nuestras vidas
y confusión en quienes nos rodean al ver
conductas insólitas ya que bajo presión
siempre sale a luz la realidad de nuestro ser
interior.
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 Tratar de ignorar o
«tapar» la realidad de
nuestra humanidad con
sus debilidades solo traerá
frustración en nuestras
vidas y confusión en
quienes nos rodean.
La conciencia de la realidad que
enfrenta el siervo de Dios
«Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad
a los que así se conducen según el ejemplo
Algunos principios que
que tenéis en nosotros» (Fil 3.17 RV60). respetó el apóstol Pablo
1. Un enfoque correcto:
A pesar de la realidad de nuestras propias Para mí el vivir es Cristo.
necesidades está el desafío de ser ejemplo
a los hermanos. Es notable cómo Pablo
puede hablar libremente de una obra no
concluida en su vida y al mismo tiempo
pide ser imitado en su conducta.
Es cierto que el siervo del Señor está a la
vista de todos como en una vidriera y esta
posición puede llegar a ser una carga muy
pesada para llevar
Así es como llegamos a la tensión que pro-
ducen mis propias expectativas acerca de
mí mismo más las expectativas de los que
me rodean.
La conciencia de tener una
actitud correcta
Se pregunta Jay Kesler, autor del libro San-
tos y Humanos: «¿Cómo podemos mante-
ner normas bíblicas para el liderazgo y
al mismo tiempo seguir siendo personas
auténticas y transparentes? Si rechazamos
la duplicidad y la norma doble de ser
una cosa en el púlpito y otra en privado
¿Con qué las reemplazamos? En resumen
¿Cómo podemos ser santos y humanos?»
La respuesta a estas preguntas también está
en los escritos paulinos que nos muestran
la necesidad de una actitud correcta frente
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a Dios, frente a nosotros mismos y frente
a los demás.
Cuando perdemos el foco de atención
absorbidos por las múltiples responsabili-
dades ministeriales o distraídos por pensa-
mientos que se ponen de moda entonces
abrimos la puerta a la frustración.
Para Pablo había una sola meta y ésta era
vivir para Cristo (Fil1.21); conocer a Cris-
to, (Fil 3.8); que se cumplan los deseos del
Señor para su vida, Fil 3.12)
2. Un sentir correcto:
El sentir de Cristo.
En este tiempo de tanto amor a los títulos
es bueno recordar que fuimos llamados a
ser siervos. «El que anhela obispado, bue-
na obra desea» (1 Ti 3.1 RV60). El obispa-
do es una posición de servicio más que un
cargo o un título.
Pablo nos insta a mantener el espíritu de
siervo así como Cristo (Fil 2.5-7). Y no ol-
videmos que Dios siempre va a respaldar
con Su gracia a sus siervos.
3. Un recurso correcto:
Todo lo puedo en Cristo
Este famoso texto que hemos memorizado
y repetido infinidad de veces encierra una
preciosa verdad. En la Versión Popular lee-
mos: «A todo puedo hacerle frente gracias
a Cristo que me fortalece».
En el poder de Cristo podemos enfrentar
la tensión generada entre ser santo y hu-
mano.
El consejo de Jesús es: «Mas tú, cuando
ores, entra en tu aposento, y cerrada la
puerta, ora a tu Padre que está en secreto;
y tu Padre que ve en lo secreto te recom-
pensará en público» (Mt 6.6 RV60).
En la intimidad, en la presencia del Señor,
donde no podemos fingir, donde toda la
verdad de lo que somos queda desnuda,
es el lugar apropiado para ser enseñados
y fortalecidos para salir al servicio con un
corazón íntegro y equilibrado.
Kesler, J. (1992). Santo y humano: Cómo enfrentar las de-
mandas del ministerio pastoral. (N. Bedford de G., Trad.).
El Paso, Texas, EE.UU.: Casa Bsutista de Publicaciones.
Jorge Bernardini
Pastor, egresado del Instituto Bíblico
Buenos Aires de la Alianza Cristiana
y Misionera, sirviendo en Paraguay
desde 1975. Por 25 años ha sido cape-
llán del colegio Johannes Gutenberg.
En esta función tuvo la oportunidad
de dar conferencias sobre temas de familia y juventud en
diferentes instituciones educativas del país. Actualmente es
pastor de la iglesia Encuentro con Dios de la ACM en Lamba-
ré. Casado con María del Carmen, tienen tres hijos y cuatro
hermosos nietos.
jsber@hotmail.com
OCTUBRE 2018 | 11
DESARROLLO PERSONAL
SERIE: Las tensiones en la vida
del obrero cristiano (2/3)
3 secretos para no acabar
«seco» en el ministerio
La tensión entre el dar y el recibir en la vida del obrero cristiano
Un viejo y hermoso himno cristiano dice:
Gozo da servir a Cristo,
En la vida al caminar,
De alabanzas llena el alma,
Todo el día sin cesar.
Gozo da servir a Cristo,
Aunque reine oscuridad,
Pues en mi alma yo disfruto
De divina claridad.
Gozo tengo yo en servir a Cristo,
Gozo que no tiene igual.
Cada día puedo ver
Que me da de su poder;
Llena mi alma
De su gozo celestial.
Es un gozo el servicio al Señor, aunque a
veces «reina oscuridad». Sin embargo, nos
enfrentamos con la realidad de muchos
siervos cansados, frustrados y con ganas de
«tirar la toalla», como hacen los entrena-
dores con los boxeadores cuando ven que
«no dan más», y de este modo termina la
pelea.
10 | NOVIEMBRE 2018
El desafío de terminar bien
El desafío no es solo empezar bien, sino
terminar bien, y poder decir junto con el
apóstol Pablo: «He peleado la buena ba-
talla, he acabado la carrera, he guardado
la fe. Por lo demás, me está guardada la
corona de justicia, la cual me dará el Se-
ñor, juez justo, en aquel día; y no sólo a
mí, sino también a todos los que aman su
venida» (2 Ti 4.7-8 RV60).
El servicio al Señor como respuesta a Su
llamado requiere de equilibrio entre el
amor a Dios y a los hombres; entre lo ur-
gente y lo importante; entre el trabajo y
el cuidado personal; entre la iglesia y la
familia.
El siervo de Dios siempre está dando. La
pregunta es: ¿Cuándo recibe? ¿De dónde
recibe? ¿De quién recibe?
Debemos reconocer con vergüenza y dolor
que muchas veces hemos descuidado nues-
tra comunión íntima con Dios, el cuidado
personal y la familia, por causa del servicio
al Señor. Un descuido que Dios nunca nos
pidió.
El deseo de alcanzar el equilibrio entre dar
y recibir, y estar ocupados en ello, es una
expresión de amor a Dios y a quienes nos
llamó a servir. Esto incluye el cuidado per-
sonal y de la familia.
A continuación quisiera compartir algu-
nos principios para mantener el equilibrio
y la frescura en el servicio al Señor, entre
dar y recibir.
1. La vida de intimidad con Dios
«Entra en tu aposento, y cerrada la puerta,
ora a tu Padre que está en secreto» (Mt 6.6
RV60).
Es notable que el que «ve en secreto» es el
Padre. Un «padre» es la figura que nos da
confianza, seguridad, esperanza, fortaleza.
Es el padre que escucha, que aconseja, que
da dirección.
Es en la intimidad con Dios donde no ne-
cesitamos presumir, donde podemos ser
tal cual somos y donde podemos derramar
nuestro corazón y encontrar descanso.
El descuido de la comunión con el Señor
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 El deseo de alcanzar
el equilibrio entre dar y
recibir, y estar ocupados
en ello, es una expresión
de amor a Dios y a
quienes nos llamó
a servir.
por causa de la obra del Señor no solo nos
debilita, sino que nos desenfoca del lla-
mado que hemos recibido: «Y estableció a
doce, para que estuviesen con él, y para en-
viarlos a predicar, y que tuviesen autoridad
para sanar enfermedades y para echar fuera
demonios» (Mr 3.14-15 RV60).
No podemos pretender ocuparnos del
servicio al Señor sin haber estado en la
presencia del Señor primero. Fíjese en ese
orden.
Es cierto que el trabajo es mucho y muy
demandante. En los primeros días de la
iglesia, los apóstoles también enfrentaron
esta realidad, pero no se desenfocaron. De-
legaron responsabilidades y ellos se dedi-
caron a la oración y a la predicación (Hch
6.1-4).
2. La vida en familia y el descanso
Necesitamos reordenar nuestra agenda
para darnos a nosotros mismos el tiempo
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necesario para descansar, y para dar a nues-
tra familia la atención necesaria.
Ninguno de nosotros fue hecho para tra-
bajar siete días a la semana. Necesitamos
parar, descansar, retomar fuerzas. El des-
canso no es un lujo, es una necesidad.
«Él les dijo: Venid vosotros aparte a un
lugar desierto y descansad un poco. Por-
que eran muchos los que iban y venían,
de manera que ni aun tenían tiempo para
comer» (Mr 6.31 RV60).
Por otro lado, establecer un día de familia
es un buen recurso para equilibrar el tiem-
po que pasamos con los de afuera y con los
de adentro, con la iglesia y con la familia.
El día en familia puede estar dividido entre
el tiempo con el cónyuge y el tiempo con
los hijos.
El día en familia llena el tanque emocio-
nal de cada uno de los integrantes. Juegan,
ríen, hablan, hacen planes. Ese día debe
estar comprometido y bien marcado en la
agenda.
3. La vida de capacitación
permanente
«Debes leer mucho, sobre todo la Biblia»,
escribe Navajo, «pero busca también em-
paparte de la sabiduría de otros. Un buen
libro te hará crecer. Son como minas. Mi-
nas repletas de riquezas. Cada capítulo es
una galería que cobija tesoros, esperando
que alguien los descubra».
Cuando era un estudiante en el seminario,
un profesor nos solía decir: «Una camisa
menos pero un libro más». Y así lo hice.
Gracias a Dios, hoy es mucho más acce-
sible tener un buen libro. ¡Pero también
debemos tomarnos el tiempo para leerlos!
También podemos recibir sabiduría de
buenos maestros, gracias a la tecnología
que hoy en día nos permite escuchar un
sermón o una conferencia sin tener que
ausentarnos de nuestros hogares y congre-
gación.
El equilibrio entre dar y recibir siempre
dependerá del grado de humildad y ren-
dición que tengamos delante del Señor,
quien nos llamó y nos dijo: «Separados de
mí, nada podéis hacer» (Jn 15.5 RV60).
J. L. Navajo. Lunes con mi viejo pastor. Grupo Nelson
Jorge Bernardini
Pastor, egresado del Instituto Bíblico
Buenos Aires de la Alianza Cristiana
y Misionera, sirviendo en Paraguay
desde 1975. Por 25 años ha sido cape-
llán del colegio Johannes Gutenberg.
En esta función tuvo la oportunidad
de dar conferencias sobre temas de familia y juventud en
diferentes instituciones educativas del país. Actualmente es
pastor de la iglesia Encuentro con Dios de la ACM en Lamba-
ré. Casado con María del Carmen, tienen tres hijos y cuatro
hermosos nietos.
jsber@hotmail.com
NOVIEMBRE 2018 | 11
DESARROLLO PERSONAL
SERIE: Las tensiones en la vida
del obrero cristiano (3/4)
6 claves para
permanecer como
líderes-siervos
Equilibrio entre la autoridad y el servicio
La gran pregunta: ¿Cómo mantener el
equilibrio entre la posición de liderazgo y
mantener una correcta actitud como sier-
vo? Somos personas tratando con perso-
nas. Dios aún no terminó Su obra ni en
nosotros ni en las personas con las que
tratamos. Es fácil perder la paciencia con
algunos. Es fácil perder la esperanza de ver
cambios radicales. Es fácil desanimarse o
abusar de la posición en que estamos.
El líder-siervo necesita examinarse cons-
tantemente para no caer en la actitud arro-
gante de esperar en otros lo que aún no
se puede ver en él. Dice Rick Warren en
su libro Liderazgo con propósito que el lide-
razgo viene acompañado de tres ventajas
primordiales y tres tentaciones.
Las tres ventajas
Posición: puedes llegar a estar más alto
Poder: puedes llegar a hacer más
Privilegio: puedes llegar a tener más
10 | DICIEMBRE 2018
Las tres tentaciones
Te sentirás tentado a hacer mal uso de
tu posición
Te sentirás tentado a abusar de tu poder
Te sentirás tentado a sacar ganancia de
tus privilegios
El apóstol Pedro (1 P 5.1-11) nos da con-
sejos muy prácticos para enfrentar correc-
tamente la posición de líder-siervo y las
tensiones y tentaciones que éste genera.
1. «Cuiden del rebaño que Dios
les ha encomendado» (1 P 5.2a)
«Cuidar» describe la tarea.
«El rebaño» describe hacia quien va diri-
gida esa tarea.
«Que Dios les ha encomendado» dice
a quién debemos responder y de quién
debemos seguir las instrucciones.
«Cuidar el rebaño» tiene que ver con el
cuidado de ovejas. En sentido figurado se
refiere a alguien que está en función de li-
derazgo sobre una comunidad.
Un «cuidador de rebaños» tiene autoridad,
brinda protección y se interesa por el reba-
ño. Pero el énfasis que hace Pedro en este
pasaje no está tanto en la tarea como en
la actitud con que debemos desempeñarla.
2. «Háganlo con gusto, no de
mala gana» (1 P 5.2b)
¿Por qué estoy donde estoy en la iglesia
y por qué hago lo que hago? Y, ¿con qué
actitud hago lo que hago? Dice el após-
tol Pedro que debo hacerlo con gusto y el
apóstol Pablo dice que debo hacerlo como
para el Señor (Col 3.23).
¿Qué es «hacer con gusto» una cosa?
Es el resultado de una convicción inte-
rior que responde al llamado de Dios.
Es no hacer en mis fuerzas sino en las
fuerzas que el Señor me da.
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 Cuando el deseo de servir
a Dios domina el corazón,
lo que importa es hacer la
tarea de tal manera que
Dios sea honrado.
Es hacer por amor al Señor.
3. «No por beneficio personal
sino porque están deseosos de
servir a Dios» (1 P 5.3)
La búsqueda del beneficio personal es
una forma de egoísmo. No es por Dios,
es por mí.
Lo que se hace por beneficio personal no
glorifica a Dios, no tiene fruto y termina
en frustración.
El que hace algo por beneficio propio
termina echando en cara lo realizado.
Cuando el deseo de servir a Dios domina
el corazón, lo que importa es hacer la tarea
de tal manera que Dios sea honrado. Y el
deseo de servir a Dios nace de una vida
que:
Ha puesto las prioridades en orden
Está llena del Espíritu Santo
Aprendió el significado de negarse a sí
mismo
Negarse a sí mismo es un llamado a mo-
rir a una vida centrada en mi persona, a
un estilo de vida gobernado por mis pen-
samientos, mis sentimientos y particular-
mente mis intereses.
El llamado es a morir al yo, a dejar de con-
siderar lo que soy, lo que tengo y lo que
creo merecer para dar lugar cada día a que
la persona de Jesucristo tome más señorío
en mi propia vida y experiencia. Es un lla-
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mado a morir al yo para imitar a Cristo,
tal como leemos Filipenses 2.5, dispuestos
a dejar de ser lo que somos, a no pensar
en nosotros mismos con tal de ser como
Cristo.
4. «No abusen de la autoridad
sino guíen con su buen ejemplo»
(1 P 5.3)
No es la posición la que me otorga auto-
ridad en el ministerio sino el respaldo de
una vida rendida a Dios.
No podemos reemplazar la ausencia de un
carácter transformado con grandes des-
pliegues de actividad. Nunca podremos
conducir a la gente más allá de nuestras
propias vivencias espirituales. Somos lla-
mados a ser ejemplo en todo lo que somos
y hacemos (1 P 1.15).
El ser siempre es mayor que el hacer. Por
eso escuchamos a Pablo decir que sufría
dolores de parto hasta que Cristo sea for-
mado en sus hijos espirituales (Ga 4.19).
5. Somos llamados a servirnos
con humildad unos a otros (1 P
5.5b)
La actitud correcta del líder-siervo fluye
del fruto del Espíritu Santo (Ga 5.22-23).
Tratar con personas no es fácil y muchas
veces crea tensiones que pueden llevar a
dar un mal testimonio y así apartarnos del
servicio humilde que debemos dar.
En lo personal, el líder-siervo debe llevar
toda ansiedad, preocupación y tensión de-
lante del Señor (5.7) y cuidarse del enemi-
go que está al acecho (5.8). Satanás ataca al
liderazgo siempre y «tira a la cabeza».
6. Dios nos llamó a participar de
Su gloria eterna (1 P 5.10)
Finalmente, no olvidemos que Dios nos
llamó a participar de Su gloria. Pero antes
de la corona necesitamos que Él:
Nos restaure, que siga su obra
Nos sostenga
Nos fortalezca
Nos afirme sobre el fundamento sólido
Que todos podamos decir: «He peleado
la buena batalla, he acabado la carrera, he
guardado la fe. Por lo demás, me está guar-
dada la corona de justicia, la cual me dará
el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo
a mí, sino también a todos los que aman su
venida» (2 Ti 4.7-8 RV60).
Warren, R. Liderazgo con propósito. Vida.
Jorge Bernardini
Pastor, egresado del Instituto Bíblico
Buenos Aires de la Alianza Cristiana
y Misionera, sirviendo en Paraguay
desde 1975. Por 25 años ha sido cape-
llán del colegio Johannes Gutenberg.
En esta función tuvo la oportunidad
de dar conferencias sobre temas de familia y juventud en
diferentes instituciones educativas del país. Actualmente es
pastor de la iglesia Encuentro con Dios de la ACM en Lamba-
ré. Casado con María del Carmen, tienen tres hijos y cuatro
hermosos nietos.
jsber@hotmail.com
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