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Facultad de Economía | UNAM

Economía Política III

Dr. Barreda Marín Andrés Octavio

Aguilar Chávez José Noé

CONTROL DE LECTURA:
Cap. X, Concepto de Plusvalor Relativo

La expropiación del trabajo excedente es inmanente en las sociedades con antagonismo,


en las sociedades esclavista y feudal este fenómeno fue erigido, en estas sociedades solo
existía el trabajo concreto, es decir la existencia de valores de uso.

Es en las sociedades burguesas, con modo de producción capitalista, generan mayor valor
que las sociedades mencionadas anteriormente, es también donde surge la existencia del
trabajo abstracto, y por ende el valor de cambio, que, junto con el valor de uso, le da la
categoría de mercancía a los productos que emanan de este sistema; empero en este
sistema surge también la categoría de plusvalor, que es la apropiación del trabajo
excedente que el capitalista se apropia del obrero.

Durante las secciones tercera y cuarta de El Capital, se analizan las dos maneras para la
expropiación del trabajo excedente en el capitalismo, Marx denominó al:

“plusvalor absoluto al producido mediante la prolongación de la jornada laboral; por el contrario, al que
surge de la reducción del tiempo de trabajo necesario y del consiguiente cambio en la proporción de
magnitud que media entre ambas partes componentes de la jornada laboral, lo denominó plusvalor
relativo”. (Marx, 2003, pág. 383)

El plusvalor relativo se produce a raíz de las mejoras tecnológicas y del


perfeccionamiento de la técnica en el proceso de trabajo, consiguiendo reducir el tiempo de
trabajo necesario y aumentar el tiempo de trabajo excedente sin incrementar la jornada de
trabajo.

Cuando las fuerzas productivas se desarrollan de forma colectiva, se genera un aumento


en el plusvalor, además se abaratan los medios de subsistencia para la reproducción de la
fuerza de trabajo del obrero, haciendo que el valor de la fuerza de trabajo disminuya de
igual forma, con relación a esto Marx dice:

“Si un capitalista, por ejemplo, abarata las camisas gracias al aumento en la fuerza productiva del
trabajo, en modo alguno es necesario que persiga el objetivo de abatir por tanto el valor de la fuerza
de trabajo y por ende el tiempo de trabajo necesario, (…) contribuirá a que se eleve la tasa general del
plusvalor. Es necesario distinguir entre las tendencias generales y necesarias del capital y las formas
en que las mismas se manifiestan”. (Marx, 2003, pág. 384).

Lo que conduce al capitalista a abaratar las mercancías, es el ansía por generar un


plusvalor extraordinario, este se genera antes que la productividad de trabajo del obrero se
haya generalizado y haya logrado variar el valor social de los medios de subsistencia,
también se genera en empresas aisladas y en las ramas de producción que no producen
bienes de consumo para el obrero. Cabe aclarar, que la diferencia entre el plusvalor relativo
y extraordinario, es que el relativo se obtiene por toda la clase capitalista y representa un
progreso técnico generalizado, mientras que el extraordinario se obtiene por capitalistas
aislados, que se constituyen como “pioneros” del progreso técnico.

El plusvalor extraordinario es el objetivo que persigue el capitalista en su lucha con la


competencia con otros capitalistas, quienes consiguen esta, innovando y revolucionando
su fuerza productiva, tienen la posibilidad de vender sus mercancías por un valor superior
al individual pero inferior al valor social.

En conclusión, “la economización de trabajo mediante el desarrollo de la fuerza productiva del trabajo de
ningún modo tiene por objeto, en la economía capitalista, la reducción de la jornada laboral. (…) En el marco
de la producción capitalista, el desarrollo de la fuerza productiva del trabajo tiene por objeto abreviar la parte de
la jornada laboral en la cual el obrero tiene que trabajar para sí mismo, y precisamente por eso prolongar la otra
parte de la jornada laboral, en la que aquél tiene que trabajar de balde para el capitalista”. (Marx, 2003, pág. 389-

390).

BIBLIOGRAFÍA
Marx, K. (2003). El Capital: Crítica de la Economía Política. Tomo I, Vol. II. México D.F.:
Siglo XXI editores.

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