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Contaminación del aire en la construcción

Las emisiones al aire desde los distintos focos emisores de contaminantes pueden alterar su
equilibrio hasta el punto de perturbar la estabilidad del medio y la salud de los seres vivos.
Estos focos pueden contaminar por el hecho de añadir determinados gases en la atmósfera y
descomponer otros, aumentar el índice de partículas en suspensión (polvo) y de los
compuestos orgánicos volátiles (COV), o bien incrementar significativamente los niveles
acústicos del medio y deteriorar la calidad ambiental del territorio.

¿Cómo podemos contribuir desde nuestro puesto de trabajo?

 Comprar productos menos perjudiciales para el medio ambiente y para la salud del
usuario, como es el caso de pinturas y disolventes de origen natural o avalados por
algún tipo de etiquetado ecológico que garantice un menor impacto.

 Comprar o alquilar vehículos y maquinaria con un mejor rendimiento y realizar


mantenimientos periódicos que aumenten su vida útil.

 Trabajar en zonas ventiladas durante las tareas de corte, lijado, pintado, sellado, etc., y
utilizar sistemas de aspiración y de protección cuando sea necesario.

 Regar las zonas que levanten polvo durante los trabajos de movimiento de tierras,
demolición, etc., especialmente si la obra está emplazada en un entorno urbano.

 Ceñirnos a los horarios de trabajo y utilizar maquinaria que respete los límites sonoros
establecidos por la ley, sobre todo si las operaciones se realizan en un entorno urbano.

Impacto medioambiental provocado por la construcción Efectos sobre el


ecosistema

Existen tres tipos de polvo:

Polvo producido por los vehículos: la entrada y salida de vehículos de la obra es una tarea muy
importante, que genera una gran cantidad de contaminantes. El transporte de los materiales al
lugar de la obra provoca mucho polvo o material particulado. Las ruedas de los vehículos
contienen gran cantidad de material particulado suspendido, tales como polvo, arena, arcilla y
cemento. Estas materias quedan suspendidas en el aire, suelo y agua. Además, los vehículos
transportan este material particulado fuera de la obra, lo que implica que no sólo se pueden
enfermar los trabajadores sino también la comunidad.

Polvo provocado por las actividades de la construcción: La mayoría de las actividades de la


construcción como excavaciones, rellenos, movimientos de tierra, blanqueo, pintura, azulejado,
mezcla de hormigón y trabajos de acabado provocan un efecto adverso sobre el entorno, pues
generan una gran cantidad de material particulado.

Polvo provocado por los materiales de la construcción: Estos materiales son cemento, áridos,
arena, arcilla, cal, madera y carbonato de calcio. La fabricación de estos materiales provoca una
exposición cautiva a esas emisiones. Esto significa que los trabajadores, administradores de
fábricas y vecinos de esas industrias son los más perjudicados. Además, los trabajadores que
laboran en la obra y emplean esos materiales tienen una alta exposición al polvo emitido por
ellos.

Diariamente, existe una gran cantidad de personas, que están expuestas y deben respirar ese
polvo: trabajadores, vecinos y quienes usan las rutas próximas a las obras en construcción. Los
encuestados de Gaza sabían que estos contaminantes son peligrosos, graves, y que producen
efectos adversos en la comunidad y en el entorno. El riesgo de exposición al polvo provocado
por los vehículos, actividades de la construcción, fabricación o entrega de los materiales de
construcción se debe a que producen problemas de salud, especialmente para quienes sufren
problemas respiratorios, provoca la degradación del entorno, contaminación del aire, suelo y
agua, nubla la visión, daña o ensucia las propiedades y pertenencias, y crea condiciones
inseguras de trabajo.

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