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El legado onomástico puquina: A propósito de "Capac" y "Yupanqui"

Author(s): Rodolfo Cerrón-Palomino


Source: Estudios Atacameños, No. 41 (2011), pp. 119-130
Published by: Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo, Universidad Católica del
Norte
Stable URL: https://www.jstor.org/stable/41550522
Accessed: 31-01-2019 20:47 UTC

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EL LEGADO ONOMÁSTICO PUQUINA:
A PROPÓSITO DE "CAPAC" Y "YUPANQUl"
Rodolfo Cerrón-Palomino1

"[...] Io que quiere dezir Capac presuma cada vno que quiere ser que lo que yo

entiendo dello es que quiere dezir vn ditado mucho mas mayor que Rey [...]"

Betanzos (1551 Ms: I, XXVII, 65)

"El Yupangue es alcurnia llinaje de do ellos son porque ansi se llamaua Mango

Capac que por sobrenombre tenia Yupangue".

Betanzos (1551 Ms: I, XVII, 39)

Introducción

Resumen Los estudios recientes en materia de onomástica andi


Según la versión tradicional, los nombres propios del incario, asívienen
como demostrando que buena parte del léxico instituci
los de carácter institucional, serían de origen quechua y, en tal sentido,
nal y cultural del incario, que hasta hace poco se asum
se han postulado etimologías que, una vez investigadas, no resisten
de origen quechua y en menor medida aimara, se avie
el análisis lingüístico. En el presente trabajo intentaremos demostrar,
mejor
mediante la "biografía" de dos de tales nombres, que, contrariamente con una etimología de procedencia puquina.
a lo que se piensa, muchos de ellos no son de origen quechua efecto,
sino más a medida que se profundizan tales estudios, se
bien de procedencia puquina. poniendo de manifiesto el rol que jugó esta lengua en
proceso de formación y desarrollo del imperio incaico. E
Palabras claves : lenguaje - puquina - callahuaya - etimología - léxico -
no debiera extrañar, desde el momento en que, como
forma híbrida - restitución fónica - sonido marcado - hiperanálisis -
hipodiferenciación. vienen señalando los estudios de lingüística andina (C
rrón-Palomino 1998, 2009 Ms), la lengua de los fun
Abstract
dores originarios del Tahuantinsuyo procedía de la regió
According to the traditional version, proper as well as institutional
del Titicaca, su emplazamiento inicial, antes de ser d
names related to the Incas are thought to be of Quechua origin, and,
plazada y absorbida por el aimara y por el quechua, en e
accordingly, they have been etymologized as such. However, on close
inspection, those etymologies have proven to be totally erratic. This orden. En las secciones que siguen nos ocuparemos pr
article attempts to demonstrate, by means of the "biographical" cisamente de la etimología de dos nombres prototípicos
examination of two such words, that contrary to what is currently as- fundamentales del léxico incaico que designaban, por
sumed, quite a number of those names come from a Puquina source.
lado, un rango o una categoría de mando: "Capac"; y por
otro, una condición de linaje o alcurnia "Yupanqui".
Key words : language - Puquina - Callahuaya - etymology - lexical -
hybrid forms - phonetic restitution - marked sound -
hyperanalysis - hypodifferentiation.
"Capac"
Recibido: abril 2010. Aceptado: junio 2010.

Significado y alcance del nombre

Según el Inca Garcilaso, cuya versión pasó a ser la oficia


dentro de la historia incaica, "Capac" habría sido uno d

1 Pontificia Universidad Católica del Perú, Av. Universitaria 1801, San Miguel, Lima 32, Lima, PERÚ. Email: rcerron(a)pucp

№ 41/2011, pp. 119-130


Estudios Atacameños

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Rodolfo Cerrón-Palomino

Pues
los "renombres" inventados por los súbditos del bien, en este punto como en otros muchos, las f
imperio
tes documentales de la época contradicen abiertamen
para enaltecer la memoria de su fundador. A diferencia
del desconcierto que le suscitaba el nombre desupuesto
"Manco",carácter exclusivo del nombre para design
Inca ("dáuanselo
cuyo origen arcano lo atribuye al "lenguaje particular" de al Rey solo, y no a otro") y a las en
des propias
los incas, "Capac" le suena familiar al historiador mes- de su realeza. De esta manera, como se v
no solo
tizo, quien no vacila en considerarla como propia de suel término "capac" tenía un uso general c
equivalente
lengua, seducido quizás por la apariencia fónica del vo- de jefe o autoridad local, sino que los in
una vez
cablo que, en efecto, calza de manera natural dentro consolidado su poderío entre las facciones lo
del
con las cuales
esquema de toda palabra quechua (ver más adelante). Y habían rivalizado, se habrían apropiad
nombre,
así, seguro de la etimología propuesta, nos ofrece el si-originariamente de una lengua exógena al en
no,
guiente pasaje, en el que se explaya tratando de si bien de un grupo emparentado al de sus ances
precisar
los alcances significativos del nombre, que:
"Capac" como nombre de jefe étnico
"[...] quiere dezirrico, no de hazienda, que , como los indios dizen,

Que el
no truxo este Príncipe [Manco Capac] bienes de fortuna, sobrenombre que nos ocupa no fue creado
sino
profesamente
riquezas de ánimo, de mansedumbre, piedad, clemencia, libera- como epíteto que perennizara las haz
y lasbien
lidad, justicia y magnanimidad y deseo y obras para hazer virtudes
a del Inca mítico fundador del imperio n
los pobres, y por haverias tenido este Inca tan grandesda a entender
como sus muy claramente el cronista Betanzos
Ms),Cápac;
vassallos las cuentan, dizen que dignamente le llamaron según se puede ver en el siguiente pasaje, en e
narra1943
también quiere dezirrico y poderoso en armas" (Garcilaso los preparativos de las guerras expansivas inic
[1609]: I, XXIV, 57). por Inca Yupanqui contra los pueblos de los alreded
del Cuzco. Cuenta en efecto el mencionado cronista
el Inca...
La definición parafrástica que proporciona el Inca, ofre-
cida en más de una ocasión Garcilaso (1943 [1609]: II,
XVII, 101-102), constituye claramente un buen ejercicio
"[...] tenia pensado y ordenado de se partir de aquella çiudad
de retórica en el que predomina la exaltación dea dos
de alli vir-
meses a buscar adquirir y sujetar los tales pueblos e
tudes materiales y espirituales atribuidas alprouinçias
soberano a la çiudad del Cuzco e quitar los nombres que cada
inca. Menos hiperbólica nos parece, sin embargo,
senorçillo dela
los tales pueblos e prouinçias tenían de Capac. E
acotación que desliza al final de su discurso,queseñalan-
no auia de auersi [sic] solo un Capac y que ese que lo hera
e[ [...]" (Betanzos
do que la voz también quería "dezir rico y poderoso en 1551 Ms: I, XVIII, 41V; el subrayado es
armas". Dejando de lado las ponderaciones de nuestro).
naturale-
za virtuosa, todas ellas producto de la visión idílica del
La citapuede
autor respecto del imperio y de sus gobernantes, es elocuente: el título de "capac" no era privativo
sacarse en limpio que, en efecto, "capac" equivalía,
del inca,para
pues también lo ostentaban los señores étnicos
encerrarla dentro de una sola significación, a que moraban
"jefe su- fuera de la ciudad del Cuzco. De manera
que aquél
premo o poderoso". Pero también, según el propio no pasaba de ser otro "capac" más, pero que
his-
ahora,
toriador, "capac" podía referir extensivamente, tras su victoria sobre los chancas -conseguida
en tanto
atributo supremo, a las instituciones propiasgracias
o asocia-
al apoyo de los jefes tribales del Cuzco que hasta
das con la realeza: entonces alternaban cuando no rivalizaban con él- esta-

ba decidido a apropiarse del nombre, para hacerlo de su


usoaexclusivo:
"[...] y de alli quedó aplicarse este nombre solamente las ca- "no auia de auer sino un solo Capac".
sas reales, que dizen Cápac Aillu, que es la generación y paren-
tela real; Cápac Raimi llamavan a la fiesta principalCon
deltodo,
Sol,no
y,hace falta mayor imaginación para saber
que la restricción
boxando más abaxo, dezian Cápac Runa, que es vassallos del de uso que buscaba implantar el Inca
no vassallos,
rico, que se entendía por el Inca y no por otro señor de prosperaría -el epíteto estaba demasiado generaliza-
do(Garcilaso
por muchos que tuviesse, ni por muy rico quefuesse" entre los "sefiorçillos"-, imponiéndose, como suele
1943 [1609]: VIII, VII, 171). ocurrir, el peso de la tradición. Pero, entonces, para hacer

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El legado onomástico puquina: a propósito de "Capac" y "Yupanqui"

referencia al Inca, había que recurrir a una precisión res- fols. 143, 253). En ambos casos, quitado "capac", queda
trictiva, consistente en la anteposición del adjetivo "çapa", "umi" ~ "omi", madre, formas alternantes registradas en
"solo", "único" al nombre; de esta manera "Çapa Capac", los textos de Oré (1607).
"Çapa Inca" (Garcilaso 1943 [1609]: I, XXVI, 60; Betan-
zos 1551 Ms: I, XXVII, 65), o mejor aún "çapa kapac Inca" Si recordamos que, de acuerdo con los mitos de origen del
(González Holguín 1952 [1608]: 1, 134), eran expresiones imperio incaico, fueron grupos puquina-collas quienes
que aludían exclusivamente al soberano cuzqueño. partieron de la región del Titicaca en dirección del Cuzco
para luego asentarse en dicho territorio, entonces no debe
Más interesante es enterarnos, sin embargo, que las fuen- llamar a sorpresa que no solo el futuro fundador de la di-
tes documentales refieren que la designación de "Capac", nastía inca sino también los jefes tribales que lo acompa-
generalizada entre los curacas locales, según se vio, era ñaban, según refieren los cronistas, se consideraran a sí
reclamada como propia y exclusiva de los jefes collas. Tal mismos como "capac", es decir como señores o jefes ét-
es, en efecto, lo que nos dice Betanzos, al tratar sobre el nicos.2 No extraña entonces, por ejemplo, que el curaca
señorío de Hatun Colla y su jefe local, señalando que: de Charazani, localidad enclavada en pleno territorio de
habla puquina, recordara en 1618 que su bisabuelo, que
"Hazia la prouinçia de las Charcas auia una prouinçia y pueblo respondía al nombre de Ari Capaquiqui (donde el segun-
que se dezia Hatun Colla y que hauia un señor que se dezia ruqui do nombre debe leerse como "Capac iqui"; ver nota 11),
çapana el qual pueblo de Atún Colla y señor ya nombrado heran recibiera el encargo de Thupa Inca Yupanqui de "buscar la
subjetos y a el obidientes otros muy muchos señores que en torno mejor entrada que pudiese saber para las provincias de los
de su pueblo heran a veinte leguas y a veinte y cinco y que ansi- chunchos", según reza un documento dado a conocer por
mesmo se nombraua capac çapa apo yndi chori, que dize Rey y Saignes (1985: 17-18): el nombre del jefe mencionado le
Solo Señor, hijo del Sol y que hera muy poderossoy que tenia gran vendría en este caso de manera natural, puesto que esta-
poder de gente y que la tal gente hera muy guerrera y belicossa mos hablando de un gobernador local de habla puquina.
(Betanzos 1551 Ms: I, XX, fol. 49).
Sobra señalar entonces que los intentos de Inca Yupanqui
Lo propio nos lo dicen los informantes de Sarmien- por restringir el empleo de "Capac" en los términos seña-
to de Gamboa (i960 [1572]), al relatar la conquista del lados no solo no habrían tenido éxito sino que el nombre
Collasuyo por Inca Yupanqui, precisamente el soberano se habría generalizado como un atributo insustituible para
que exigiera para sí el uso exclusivo del epíteto, en los designar a los señores locales sometidos a los incas en sus
siguientes términos: conquistas allende el Cuzco. De esta manera, la designa-
ción, asimilada ya tanto al aimara como al quechua -las
"[...] tenía Chuchi Capac [el señor de Hatun Colla] opresas lenguas que sustituyeron el puquina inicial de los incas mí-
y sujetas más de ciento y sesenta leguas de norte sur, porque era ticos-, aparece como título especial con el que se nombra
cinche, o, como élse nombraba, Capac, o Collacapac, desde veinte al gobernante local incorporado al imperio. Así, las fuentes
leguas del Cuzco hasta los Chichas y todos los territorios de Are-

quipa y la costa de la mar haciaAtacamay las montañas sobre


Uno de los mitos de origen del incario recogidos por el Inca Gar-
losMojos" (Sarmiento de Gamboa i960 [1572]: [37], 242;
cilaso nos habla de la "repartición" del mundo hecha por un ser
el subrayado es nuestro). supremo en Tiahuanaco en cuatro partes asignadas a "cuatro hom-
bres que llamó Reyes". Aparte de "Manco Capac" y de "Colla", los
Pues bien, todo ello parece indicar que el nombre "capac" dos restantes eran "Tocay" y "Pinahua" (Garcilaso 1943 [1609]: I,

era, efectivamente, propio de los collas, de habla puquina, XVIII, 46). Estos últimos aparecen nombrados en la documen-
tación colonial como "Tocay Capac" y "Pinau Capac", respectiva-
cuyo territorio originario aparece delineado en el pasaje
mente, en medio de una serie de rencillas y escaramuzas con Man-
citado. De hecho, en el único texto de que disponemos
co Capac y sus descendientes (Guarnan Poma, 1939 [1615]: fols.
para esta lengua encontramos la expresión "capacomi"
80, 89, 148, 150; Pachacuti Yamqui Salcamayhua 1993 [1613]: fols.
con el significado de "señora" (Oré 1607); pero también 8v, 17V; Sarmiento de Gamboa i960 [1572]: [43], 238; Cabello Val-
el cronista lucaneño nos dirá que las señoras de los co- boa 1951 [1586]: III, XIV, 298-299). Nótese como el Inca Garcilaso
llas se llamaban "capac omi" (Guarnan Poma 1939 [1615]: les priva a estos personajes del apelativo de "Capac".

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Rodolfo Cerrón-Palomino

(1952
coloniales hacen referencia, por ejemplo, al "Chimo [1608]) registra "kapac" ~ "kapak" como adje
Capac"
significando "real o noble" o, a lo sumo, como nom
o al "Cañari Capac", expresiones en las que la designación
étnica actúa como elemento diferenciador. verbo derivados de él, mas nunca como verbo o sus
tivo primitivo.4 Algo similar ocurre con Bertonio
Ahora bien, el empleo de "capac" modificando a "iqui",
[1612]), esta vez para el aimara, quien, luego de adv
que "ccapaca",
según se vio en el apelativo del curaca de Charazani, su- con el significado de "Rey, o Señor"
giere que en verdad el nombre aludía más exactamente a
"vocablo antiguo que ya no se vsa en esta significac
pasa a ofrecernos
la riqueza y opulencia de la persona, de la que emanaba la igualmente formas nominalizad
verbalizadas del término, delatando igualmente su
autoridad y el señorío que ostentaba. Solo así entendemos
dicióny prestada
cómo el famoso "cerro rico" de Potosí era conocido ve- y no originaria en el idioma menci
nerado por los indios con la misma designación
do.5
deEn
"Ca-
ambos casos, en ausencia de formas primit
pac iqui", "que quiere decir rico señor", según no
noshay duda de que estamos ante un vocablo tomad
cuenta
el franciscano Bernardino de Cárdenas (1602),otra
arzobispo
lengua, y ésta no pudo haber sido sino la puqu
conforme
de Charcas y extirpador de idolatrías, citado por Bouysse- nos lo sugieren las fuentes coloniales.6
Cassagne (2004).3 De paso, tampoco aquí debe extrañar el
empleo de semejante designación, con elementosRestitución
estricta-fónica
mente puquinas, ya que Potosí quedaba dentro de la juris-
dicción de los antiguos dominios del "Collacapac", según precedente, como habrá notado el lector,
En la discusión
no hemos tocado aún el asunto relativo a la textura fónica
se vio previamente en la cita de Sarmiento de Gamboa.
de "capac" y las variantes con que ella aparece registrada
Término prestado en las fuentes tanto documentales como propiamente
lexicográficas. Ha llegado, pues, el momento de que nos
Conforme vimos previamente, el Inca Garcilasoocupemos
-y con él
de la interpretación grafo-fonémica del voca-
los historiadores y los lexicógrafos coloniales-, no
blo. vacila
Crucial para ello es el reconocimiento de los valores
un instante en asignarle un origen quechua alfónicos
término
representados por las grafías "с", "cc" y "k" con
"capac". Tampoco debe extrañar que esa haya sido la idea
que aparece registrado el vocablo en las distintas fuentes
consultadas.
prevaleciente hasta hace poco, como resultado de la persis- En el presente caso, afortunadamente, no es
tencia de la tesis del "quechuismo primitivo" en losdar
difícil estu-
con ellos en la medida en que la palabra, aunque
dios del pasado incaico, según la cual toda la terminología
cultural e institucional correspondiente se explica única y
4 Así, registra, por un lado, "kapac yahuarniyoc" ("de sangre real"),
exclusivamente a partir del quechua y en menor medida
"kapac ayllu" o "kapak churi" ("de la cassa, o familia real, no-
del aimara. En el presente caso, sin embargo, como
ble"), vere-
"kapacyahuar" ("de noble sangre y linage"), "kapac hua-
mos, no es difícil probar que "capac" resulta una cinchic"
voz ajena("la gloria"), "çapa kapac Inca" ("el Rey"), "kapac mama"

a las dos lenguas que acabamos de mencionar. ("matrona noble o nuestra señora") y "kapac koya" ("reyna y sus
hijas"); y por el otro, "kapaccay" ("reyno o imperio") y "kapac-
chacu" o "Incachacu" ("criar regaladamente a otro, o no le osar
En efecto, la consulta de los tratados léxicos exponen-
mandar ni dar pena ni trauajo") (González Holguín 1952 [1608]:
ciales del quechua y del aimara así nos lo confirma. En
1, 134-135).
lo que respecta a la primera lengua, González
5 DeHolguín
este modo, al lado de su empleo adjetival como en "ccapaca
vila" ("sangre real"), "ccapaca suti" ("nombre real, o soberano"),
3 Uno de los pasajes citados por la mencionada historiadora reza la forma nominalizada "ccapaca cancaña" ("Rey-
nos proporciona
no") ypuesto
como sigue: "[...] vi en las casas del lugar y asiento que tenían las verbalizadas "ccapacapta" y "ccapacha" -esta última
con errata por
para quando venía el demonio, al qual veían algunas veces en diferentes "ccapaccha"- ("enriquecerse") (Bertonio (1984
[1612]:
figuras, otras no le veían sino le oían hablar y entre las cosas que II, 42).
averigüe
/1

como una vez les dijo f el diablo 1 que era el señor rico y por Debemos señalar que esta idea ya había sido sugerida por Bouys-
eso aquellos

se-Cassagne
indios en su lengua le llaman capac iqui que quiere decir Rico Señor (1988:
o que 69) en su valioso estudio sobre los colla-
el cerro de Potosí era su hijo y así lo adoran los yndios y que puquinas. Nos complace aportar, en las secciones siguientes, la
el les dava

¡aplata" (Bernardino de Cárdenas [1602], en Bouysse-Cassagne,


prueba lingüística que hacía falta desarrollar en dicho trabajo, por
2004:73; el subrayado es nuestro). obvias razones de especialidad.

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El legado onomástico puquina: a propósito de "Capac" y "Yupanqui"

ya se sentia como un arcaísmo en el aimara colonial segúnlar-postvelar en la lengua, más incierta aún sería postular
se vio, tiene aún plena vigencia en el quechua. En efecto, una distinción ulterior para la postvelar, entre simple y
los diccionarios del cuzqueño-collavino moderno la regis-aspirada, de modo de dar cuenta de una forma hipotética
tran en la forma de /qhapaq/ y derivados, indicándonospuquina como */ qhapaq/.
-ahora lo sabemos- que las grafías mencionadas busca-
ban representar, con mayor o menor precisión, al fonemaPues bien, ¿significa esto que, en ausencia de mayor
postvelar, ya fuera éste simple o aspirado. Así, al lado delevidencia, deba descartarse la forma propuesta? No lo
registro hipodiferenciado de "capac", a la manera betanci-creemos así por varias razones. En efecto, más allá de
na o garcilasiana, pasando por el medianamente elabora-los problemas filológicos de interpretación que presen-
tan los textos de Oré, creemos que hay evidencias, si
do de Bertonio, que recurre a la "cc" para graficar la /qh/
inicial, encontramos la notación más precisa, sin dejar de bien de carácter indirecto, que apuntan no solo a la dis-
ser vacilante, de González Holguín, quien sevale de la "k"tinción velar-postvelar hecha por la lengua sino también
para representar tanto a la postvelar aspirada /qh/ como aal registro, por parte de la misma, de consonantes tanto
la simple /q/, tal cual en "kapak", notación que el cacere-aspiradas como glotalizadas. Tales evidencias provienen
ño alterna con "kapac", que es la más recurrente. De estade dos fuentes: a) del callahuaya, la lengua secreta de los
manera, como se ve, la restitución fonológica del vocablo herbolarios de Charazani, ahora quechua-parlantes, pero
no ofrece ninguna dificultad. Del mismo modo, podemos que inicialmente hablaban el puquina7 y, b) de la propia
estar seguros de que la forma "ccapaca", en la notaciónonomástica andina, concretamente del legado puquina
que, mimetizado dentro del aimara y del quechua, ape-
bertoniana, respondía a los intentos del ilustre aimarista
por representar /qhapaq (a)/, donde la vocal final añadidanas comienza a ser identificado plenamente. Así, pues,
(= paragoge) es prueba contundente de que la voz, queel examen de los cognados puquinas del callahuaya y del
en la lengua fuente acababa en consonante (recuérdese elléxico cultural e institucional del incario, sin descuidar el
caso de "capac omi"), tenía proveniencia foránea. estudio de la toponimia correspondiente al antiguo terri-
torio de la lengua, abona a favor de la hipótesis de que el
Forma puquina genuina sistema fonológico de ésta no solo manejaba la distinción
velar-postvelar sino que también oponía a sus oclusivas
Aceptada la voz como préstamo puquina, conviene ahorasimples sus correspondientes aspiradas y glotalizadas,
preguntarse si la forma "qhapaq", restituida como tal se- del mismo modo en que lo hacen actualmente el quechua
gún evidencia del quechua y del aimara, debe ser postu-cuzqueño-boliviano, el aimara (central y altiplánico) y el
lada igualmente para la lengua fuente. En este punto, sin uro-chipaya, probando así la existencia de una antigua
embargo, tropezamos con una seria dificultad: la ausen-"alianza lingüística" en la región de los Andes sureños.
cia, a diferencia de lo que ocurre en el caso del quechuaPor lo demás, la sola idea de que tanto el quechua como
y el aimara, de tratados gramaticales y de registros léxi- el aymara hubiesen incorporado en la forma de /qhapaq
cos de la lengua. De esta manera, lo poco que sabemos(a)/, es decir con sonidos marcados y complejos al mismo
del puquina, extinguido en la segunda mitad del s. XIX,tiempo, una palabra que en principio habría estado des-
proviene de los intentos de interpretación que se han he-provista de tales modalidades, es algo que está reñido con
cho de los textos religiosos compilados y editados por ellos principios elementales que rigen todo proceso de in-
criollo huamanguino fray Jerónimo de Oré a principioscorporación léxica en situaciones de contacto lingüístico.
del s. XVII (Oré 1607). Precisamente en uno de los traba-
Ahora bien, asimilada plenamente al quechua, "capac"
jos más recientes efectuados a la fecha encontramos algo
directamente relacionado con el problema planteado. Enpodía pasar como voz propia, en la medida en que se
efecto, en su esbozo gramatical de la lengua inducido aacomodaba perfectamente a la estructura morfológica de
partir de los materiales de Oré, los autores Adelaar y vanuna palabra nativa. La situación en el aimara era diferen-
de Kerke (2009: 129) llegan a la siguiente conclusión:te, pues esta lengua, al no tolerar palabras que acaban en
"La existencia de una distinción entre velares y postvela-
res es probable, aunque [está] lejos de ser comprobada".7 Ver, para la lengua, el estudio ofrecido recientemente por Muys-
Según esto, no estando clara ni siquiera la oposición ve- ken (2009).

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consonante final, requería de una resilabificación


capaobliga-
dize Rico y capac con ce dize vn ditado mucho mas ques Rey"
(Betanzos
toria del nombre mediante el agregado de una vocal final,1551 Ms: I, XXVII, 65).
según nos lo ilustra precisamente "ccapac(a)": tal el costo
Pues
de su incorporación, pero a la vez la ventaja de su bien, lo que el cronista quiere decirnos es que "ca-
mime-
tización completa dentro del léxico nativo. En el pa c" /qhapaq/
caso del es susceptible de ser analizado como for-
quechua, conforme se vio, guiados por la formama simple "capa" /qhapa/ y como derivada "capa-c" /
fònica
del vocablo, tanto Betanzos como Garcilaso o elqhapa-q/.
mismo En el primer caso, "sin çe postrera" (es decir sin
/q/), significaría "rico"; en el segundo, "con ce" final (o
González Holguín asumen la natividad incuestionable
sea con no
del mismo. En cuanto al significado, sin embargo, /q/), valdría como "vn ditado mucho mas mayor
quepresta
existe unanimidad de criterios, y así el nombre se Rey". En consecuencia, "Guaina Capa" vendría a ser
a distintas interpretaciones. Recordemos como el"mançebo
esfuer- Rico", a la par que "Guaina Capac" podría glo-
zo retórico que hace el historiador mestizo en susarse como "mançebo Rey".9 Pues bien, ¿hasta qué punto
intento
por precisar el significado del término no hace sino dela- el análisis betancino? Tenemos al frente, sin
es correcto

duda alguna, lo que podríamos denominar un caso típico


tar algo que parece claro: que más allá de su equivalencia
de hiperanálisis,
como "rico" o "poderoso en armas" la voz no dejaba de el mismo que no tiene ningún asidero
formal ni semántico. Ello porque, asumiendo que la "çe
serle oscura; de allí tal vez su inhibición para analizarla
morfológicamente, tan proclive a sus disquisiciones gra-
postrera" (es decir la -q de qhapa-q ) sea el morfema agen-
maticales en otras circunstancias, no obstante asumirla
tivo del quechua, el análisis propuesto por el autor nece-
como quechua. Quien, sin embargo, se atrevió sita de una forma léxica básica de naturaleza verbal a la
a ofre-
cual pueda
cernos un análisis semántico-gramatical del vocablo fueañadirse el mencionado sufijo para que ella se
nada menos que Betanzos. torne en nombre derivado. Ocurre, sin embargo, que no
parece haber existido jamás una raíz verbal *qhapa ni en el
Falsa etimología quechua ni en el aimara. Es más, por la glosa que propor-
ciona el propio Betanzos, "capa" no pasa de ser nombre,
Que sepamos, Betanzos es el único historiador que con el significado de "rico". De manera que en lugar de
intenta
explicarnos el significado de "capac" tanto desde analizar
el punto"capac" como "capa-c" /qhapa-q/, es decir con una
estructura
de vista formal como semántico, y lo hace en dos pasajescompleja, no queda sino tomarla como una for-
de su obra, al tratar sobre el nombre del soberanoma
"Guaina
inanalizable, es decir como "capac" /qhapaq/ que es la
Capac", buscando refutar a quienes, según él, "noforma que postulamos para el puquina.10 Descartada en-
entien-
den el hablar" de los indios. En el segundo de lostonces la oposición que el cronista cree ver entre "Guaina
pasajes
mencionados, discurre el cronista, abundando más sobre
Capa" y "Guaina Capac", lo único que queda por aclarar es
lo que nos había dicho en el primero,8 insistiendo laen
variante
que: "capa", que sin lugar a duda es una forma caste-
llanizada, perfectamente amoldada dentro del castellano,
que no admite
"[...] lo que quiere dezir capac presuma cada vno que quiere ser palabras acabadas en consonante oclusiva.
Aquí
que lo que yo entiendo dello es que quiere dezir vn ditado también,
mucho en suma, aquello del "ditado mucho mas
mayor
mas mayor que Rey y algunos que no entienden el hablar que Rey", que significaría "capac", no pasa de ser
parán-
una elucubración
dose a considerar que quiere dezir guaina capac en resolución de fantasiosa del autor.

lo que ansi an pensado dizen que dize mancebo Rico y no lo en-


tienden porque si dixera capa sin çe postrera tenian razón porque
9 Nótese, de paso, la trampa sintáctica en la que cae Betanzos al
glosar "Guaina Capa" ~ "Guaina Capac" a lá manera castellana,
es decir,
Decía allí el autor, al hablar sobre el futuro sucesor de Thupa Inca siguiendo el orden nombre-adjetivo de esta lengua y no el
exigido
Yupanqui, por entonces infante aún, que "[...] llamauanle al tal niñopor el quechua, que contempla el orden adjetivo-nombre.
Como
'guaina Capac que dize mançebo Rey aunque los que construyen este lo hemos señalado en otro lugar, el Inca Garcilaso tampoco
nom-
se libra
bre no entendiendo lo que quiere dezir dizen que diçe mançebo Rico porque de dicho espejismo (Cerrón-Palomino 2008 a y b).
10 No era así
abran de sauer que capa sin çe postrera dize Rico y guaina dize mançebo. E como pensábamos previamente, como puede verse
si dixera este nombre capa guaina dixera mançebo rrico mas dize en Cerrón-Palomino (1997), trabajo en el que veíamos el caso de
guayna

capac [con c] postrera que dize mançebo Rey" (Betanzos 1551"capac"


Ms: I,como un ejemplo posible de ser analizado, al menos for-
XVI, 36-36V). malmente, en términos que recuerdan el sugerido por Betanzos.

№ 41/2011
Estudios atácamenos

Arqueología y Antropología Surandinas

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El legado onomástico puquina: a propósito de "Capac" y "Yupanqui"

"Yupanqui" Pues bien, el escolio léxico-gramatical ofrecido por el Inca


resulta aparentemente impecable, desde el momento en
Significado dei nombre que se ajusta al análisis estructural de la palabra, que es
segmentada como yupa-nki, donde, como dice el cronista,
Como sabemos, el nombre "Yupanqui", que algunos cro- yupa- es verbo que significa contar, narrar y el sufijo -nki
nistas comparan con el apelativo de "Augusto" en tanto marca la tercera persona, de manera que ella puede glo-
designaba un linaje, es recurrente en la dinastía incaica, y sarse no solo en futuro como "contarás", según sostiene
no solo como epíteto de los soberanos, sino también de nuestro autor, sino también como "cuentas" en tiempo
los miembros cercanos a la nobleza real. Así como en el presente, conviene precisar. Y aquí radica una primera di-
caso de "Capac", el nombre antedicho ha sido considera- ficultad, pues el significado que el Inca le atribuye al sufijo
do como de origen quechua, siguiendo la vieja tradición precitado no deja de ser ambiguo en materia temporal. No
del "quechuismo primitivo", aunque esta vez de manera obstante, la idea preconcebida del significado del nombre
mucho más categórica. Jugaba a favor de ello el aire fa- que tenía el cronista lo induce a tratarlo como si el morfe-
miliar del nombre a los oídos de un quechua-hablante, ma aludido estuviera libre de toda ambigüedad. Dejando
evocando en él, al menos parcialmente, un significado de lado esta interpretación acomodaticia, sin embargo, el
igualmente casero. Aquí también, sin embargo, estamos significado global del término, que para el profano puede
ante otro espejismo formal y semántico, ligeramente di- ser irreprochable, resulta a todas luces semánticamente
ferente al anterior, pero en el que se estaba igualmente anómalo en cualquier contexto de nominación, por razo-
proclive a sufrir, como en el caso prototípico del Inca nes puramente pragmáticas y al margen de la lengua o de
Garcilaso, que pasaremos a comentar. la cultura de que se trate. No es nada práctico, por razones
estrictamente comunicativas, que alguien pueda llamarse
¿Origen quechua? "Contarás", es decir mediante una expresión verbal con-
jugada, aun cuando con ello quiera compendiarse, como
Subyugado por su aparente sabor quechua, el historiador sostiene el Inca, todas las calificaciones excepcionales
mestizo no vacila en deleitarse discurriendo acerca de la atribuidas al nombrado. De manera que dicha significa-
estructura formal y del significado del nombre, que le pa- ción debe descartarse, al menos como resultado de una
recen bastante claros y transparentes, pero que conside- motivación inicial, por no encontrársele ningún asidero
ra necesario explicar dada la naturaleza encapsulada del de naturaleza pragmática y comunicativa. Lo que no quita
apelativo, propiedad lexico-semántica del quechua que él que el significado nuclear de la palabra -el de "contar"-
pondera en sumo grado ("frasis y elegancia de la lengua") tenga que ser desechado, conforme veremos.
cada vez que se encuentra con expresiones igualmente
polisintéticas. Así, pues, antes de abordar los hechos del Descartada, pues, la interpretación garcilasiana, nos que-
tercer inca -Lloque Yupanqui-, se ocupa del nombre del damos con la expresión "Yupanqui", es decir /yupanki/,
soberano, deteniéndose en el análisis del segundo apela- cuya estructura léxica interna permanece oscura, toda
tivo, en los siguientes términos: vez que, dejando de lado la raíz yupa-, el sobrante -nki no
nos dice nada, en la medida en que, fuera de su homofo-
"El nombre Yupanqui fue nombre impuesto por sus virtudes nía engañosa con el sufijo de tercera persona, está ausen-
y hazañas. Y para que se vean algunas maneras de hablar que te del componente morfológico del quechua, sin rastro
los indios del Perú en su lengua general tuvieron, es de saber que alguno de orden histórico o dialectal. De manera que, en
esta dicción Yupanqui es verbo, y habla de la segunda persona del principio, la estructura de la palabra resulta opaca, pues
futuro imperfecto del indicativo modo, número singular, y quiere no es posible saber si estamos ante una forma léxica deri-
dezir contarás, y en solo el verbo, dicho assi absolutamente, encie- vada o frente a un compuesto.
rran y cifran todo lo que de un Príncipe se puede contar en buena

parte, como dezir contarás sus grandes hazañas, sus excelentes La tercera lengua como fuente
virtudes, su clemencia, piedad y mansedumbre, etc., que es frasis

y elegancia de la lengua dezirlo assi" (Garcilaso 1943 [1609]: Descartada la posibilidad de interpretación del nombre a
II, XVII, 101-102). partir del quechua, quedaría como alternativa el aimara

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Estudios Atacameños

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Rodolfo Cerrón-Palomino

radical,
como la otra posible lengua fuente del término. No obs-de indudable procedencia puquina, aparece e
nombres
tante, dicha posibilidad resulta igualmente inviable des-propios que ofrecemos a continuación:
de el momento en que, en este caso también, fuera de la
"Atecayqui"
identificación del elemento nuclear yupa-, a todas luces capitán del Inca Huascar (Betanzos 1551
tomado del quechua, no encontramos en todo II, XI, 112).12
el arsenal
"Tirique"
morfológico del aimara un sufijo que se avenga con laseñor de la provincia de los Charcas por 1
(Pärssinen
terminación -nki. ¿Significa esto que no habría otra pista 2003: 348).
idiomática que pueda ayudarnos a explicar el "Curique"
nombre? señor principal de "nación" Caracara en 1
(Espinoza
Afortunadamente sí, pues queda la del "lenguaje parti- 2003a: 27).
"Collique"
cular" de los incas, es decir el puquina, como una tercera indio acaudalado de la parcialidad Lurin
denuestro
alternativa en tanto fuente lingüística, por lo que Chucuito registrado en 1574 (Gutiérrez Flores
[1574]: 354X
paso siguiente consiste en realizar esta diligencia.
"Ari Capaquiqui" nombre de jefe étnico callahuaya a
La averiguación en dicha dirección tropieza, sin embar-
previamente nos hemos referido.
go, con la dificultad ya mencionada consistente"Yquicanauqui"
en la au- curaca callahuaya de Charazani en
XVI (Saignes
sencia de datos lingüísticos solventes para el puquina, a 1983: 377).
diferencia de lo que ocurre con el quechua y el aimara.
Con todo, lo poco que se conoce de la morfología de la
En todos estos casos, con excepción del último, el elem
lengua da pie como para descartar, aquí también,
to la exis-aparece como núcleo básico del compuesto a
<iqui>
tencia de un sufijo que pueda relacionarse, formal y se- un modificador. Según nuestra interpretac
le precede
mánticamente, con el parcial "nqui" de "Yupa-nqui", lo
tales nombres se analizan y glosan de la siguiente man
que nos deja como única alternativa la posibilidad de ver
en él no un morfema sino un elemento que tenga algu-
/ati-q(a) iki/ = "señor vencedor".
/tiri
na reminiscencia léxica. ¿Habría alguna palabra iki/ = "señor (señor)".13
puquina
que mostraba una fisonomía parecida? Para explorar esta
otra alternativa caben dos vías: por un lado, la informa-
Como no se puede sacar dellos verdad ni averiguarse [...], no
ben
ción proporcionada por las fuentes documentales, entender
y, por por sí qué parte del hombre es mullo" (Álvarez 1
[1588]:
el otro, el examen de la onomástica, concretamente de244,
la 145). Lo interesante es notar que, en el pasaje citad
"otra lengua" no puede ser sino la puquina, vigente aún en la re
antroponimia y de la toponimia correspondiente al esce-
El mismo autor recalca, a propósito de la existencia de diferen
nario en el que tuvo vigencia la lengua.
voces que parecen expresar un mismo concepto, que "entre
había diversidad de lenguas y de linajes de diversas partes veni
Pues bien, nos complace que en este caso el procedi-
y todos olvidados de su principio" (Álvarez 1998 [1588]: 244,
miento metodológico diera buenos resultados. EnVolviendo
efecto, a "iqui", conviene señalar también que en una carta
nua dirigida
pronto se nos fue imponiendo el radical "iqui" como un por el P. Rodrigo de Cabredo a su general de la or
jesuita (28 de abril de 1603), se hace referencia a la persistenci
elemento recurrente en los nombres compuestos referidos
una creencia entre los indios de la misión de Juli en una "donc
a personas y a espacios geográficos, constituyéndose en
que se llamaba Iqui", la misma que habría concebido de "Puçicak
un buen pretendiente relacionable con el parcial "nqui",
"Dios supremo", sin ayuntarse con él, un hijo que habría tenid
aun cuando la semejanza pudiera parecer en principio
virgen", y que sería nada menos que "Tuñupa" (Polia 1999:
forzada. Para comenzar, "yqui" ~ "iqui" aparece bien
La naturaleza claramente artificial del símil judeo-cristiano den
documentado en los textos de Oré como equivalente dese
del cual inserta la supuesta virgen "iqui" hace pensar en que
tiempo
"padre" y de "señor".11 Pues bien, creemos que este mismoen que se forja dicha transfiguración, los aimara hablan
de Juli ya desconocían el verdadero significado de "iqui".
11 La excepción a este significado de padre o señor nos la 12
da Murúa
Álvarezparece registrar una variante cacográfica de este no
(1998 [1588]), quien registra para el vocablo un significadobajo la forma de "Adcayqui", aunque referido a un capitán i
menos
perteneciente
mundano y más inasible, equivalente al del aimara mullu, cuyo valor a la parcialidad Hanan Cuzco, y que fuera uno de
semántico podría estar próximo al de "ánima", tal comotestamentarios
se puede de Huayna Capac (Murúa 2001 [1611]: 130, 13
3 No
leer en el siguiente pasaje: "Dicen algunos que lo que llaman debe extrañar el hecho de que algunos de estos nombres
mullo
-y en otra lengua yque- que no moría ni se perdía ni sesemánticamente
acababa. tautológicos, es decir, que dupliquen el sig

№ 41/2011
126 Estudios Atacameños
Arqueología y Antropología Surandinas

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El legado onomástico puquina: a propósito de "Capac" y "Yupanqui"

/quri iki/ = "señor áureo". bitraria, dado que la forma del antropònimo no es el re-
/qulli iki / = "señor de los qulli".14 sultado mecánico de la yuxtaposición de *yupa + iki. De
/ari qhapaq iki/ = "señor poderoso y criado (dei Inca)".15 aceptarse esta construcción como el compuesto básico
/iki qana awki/ = "señor cana (señor)".16 a partir del cual pueda derivarse yupa-nki, quedarían por
explicar por lo menos dos problemas: a) la aparición del
Del mismo modo, encontramos por lo menos tres topó- segmento nasal /п/ y, b) la ausencia de la vocal inicial de
nimos que igualmente conllevan el radical que venimos iki, fenómenos que naturalmente no pueden ser producto
identificando. Nos referimos a: del azar o del capricho de quienes acuñaron tal sobre-
nombre. ¿Significa esto que debe desecharse la etimolo-
"Capac iqui" = "señor rico", en alusión al cerro rico de gía híbrida propuesta? No lo creemos así, de manera que
Potosí, según se vio previamente. nuestro paso siguiente consistirá en resolver los puntos
"Ateyqui" = poblado de una etnia callahuaya registrado conflictivos mencionados.

en 1549 (Saignes 1983: 376).


"Copaique" = anexo de Santiago de Ambana, corregimien- Para comenzar, proponemos la forma *yupa-na como
to de Larecaxa, registrado en 1573 (Espinoza 2003b: 407). el primer elemento del compuesto, donde el sufijo no-
minalizador -na le imprime al radical verbal un valor de
Al igual que en el caso anterior, tales topónimos, que se- futuridad con modalidad obligativa, de manera que el
guramente hacían referencia a divinidades locales (en el derivado puede glosarse como "(algo o alguien) digno de
caso del primero no hay duda que así fue), se dejan anali- estimación, de recordación", significado que está presen-
zar, según nuestra interpretación: te, como se recordará, en la explicación parafrástica del
nombre ofrecida por el Inca Garcilaso.17 De este modo, la
/qhapaq iki/ = "señor poderoso". forma estaba expedita para ser empleada como atributo,
/ ati(q ) iki/ = "señor vencedor". pudiendo modificar a cualquier sustantivo (= núcleo no-
/qupa iki/ = "señor (preciado como una) turquesa". minal), que en el caso que nos interesa habría sido iki "se-
ñor", integrando el compuesto híbrido *yupa-na iki "señor
digno de estima, de honra"; en suma, "persona honora-
Origen híbrido de "Yupanqui" ble". Sin embargo, una construcción como ésta, para ser
pronunciable en labios de aimara-hablantes o de quechua-
Conforme se adelantó, la sola postulación de "iqui" como hablantes aimarizados, requería, inevitablemente, antes
posible fuente que explique el parcial "nqui" parece ar- como ahora, de un reajuste morfofonológico propio del

ficado, aunque naturalmente con formantes propios de lenguas 17 La motivación literal y original del nombre, tal como sugiere Gar-

diferentes. Sobre el componente "tiri", variante de "titi", nos ocu- cilaso, queda en entredicho ya que para los informantes de Be-
paremos en una próxima nota especial. tanzos, por ejemplo, el primer inca que porta el nombre, es decir

14 Personaje homónimo de uno de los señores del valle del Chillón Lloque Yupanqui, no realizó cosas notables que justificaran dicho
(Lima), llamado "Colli" o "Colli capa" (Rostworowski 1989 apelativo (Betanzos, 1551 Ms: I, V, 7). De hecho, la conquista del
[1972]), y seguramente procedente, al igual que el segundo, de la Collao que el historiador mestizo le atribuye, demasiado tempra-

región llamada "Colesuyo", territorio de habla puquina. De paso, na como para ser verídica, parece haber sido obra de Pachacutiy
interpretamos "coli" como qulli a causa de que la voz subsiste a la Inca Yupanqui, el noveno Inca. Quien sí portaría tal sobrenom-
fecha, en el aimara moqueguano, como quii 'zona templada', que bre, esta vez de manera justificada, habría sido Manco Capac, se-

se opone a ch'ata, puna (voz también de origen puquina equiva- gún nos precisa el propio Betanzos (cf. 1551 Ms: I, XVII, 39). De
lente a cerro). Agradecemos a nuestro alumno de posgrado Roger paso, notemos que el apelativo "Yupanqui" no solo lo llevaban,
Gonzalo por proporcionarnos este último dato. aparte del Inca fundador de la dinastía, cuatro de los soberanos
15 Donde "ari" es, según Bertonio (1984 [1612]: II: 25) "criado mas siguientes (Lloque Yupanqui, Capac Yupanqui, Pachacutiy Inca
affecto a su amo que todos". Yupanqui y Thupa Inca Yupanqui), sino también algunos otros
1 Lo de "cana", es decir /qana/, hace referencia, sin duda alguna, a miembros cercanos de la nobleza imperial. Baste recordar que dos

la procedencia étnica de los canas, vecinos de los Canchis, y posi- de los "criados" que apoyan al futuro Pachacutiy en la defensa del

blemente también de origen colla-puquina, antes de aimarizarse Cuzco contra los chancas se llamaban "Pata Yupangue" y "Apo
tempranamente. Yupangue" (cf. Betanzos, 1551 Ms: I, V, VI, 9).

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Rodolfo Cerrón-Palomino

aimara. Nos referimos a la conocida regla de sentencioso",


supresión es decir la autoridad que "sentencia", diri-
obligatoria de la vocal final de todo modificador me
de omás
"decide
de pleytos" (Bertonio 1984 [1612]: II: 258, sub
dos sílabas (Cerrón-Palomino 2008a), que en el phatta-),
presente compuesto en el que la -na del primer elemen-
caso habría sido la responsable de la contracción to
de es el sufijo obligativo del quechua ya mencionado, y
*yupa-
phata-,
na iki a yupa-n-iki. Pues bien, es esta forma la que entroncable con el verbo puquina "para-" separar,
habría
desembocado finalmente en yupa-11-ki, con reestructura-
apartar (la fluctuación /t/ ~ /г/ era regla en la lengua)
ción silábica y acentual automáticas por desvanecimiento
es un préstamo al aimara, registrable incluso en el uro-
de la /i/ del elemento nuclear del compuesto, es decircomo
chipaya de phal-z (Cerrón-Palomino y Bailón Aguirre
2010 Ms).
iki. De esta manera, como puede apreciarse, la etimología
propuesta, lejos de ser antojadiza, resulta lingüísticamen-
te motivada, tanto en lo concerniente a la forma como siguiendo el mismo recorrido evolutivo,
Finalmente,
al significado del antropònimo examinado. Estaríamos,
aunque esta vez aplicado a un nombre que originaria-
pues, ante uno de tantos nombres de naturaleza híbrida
mente pudo designar no a una persona sino a una entidad
como resultado de los procesos de reelaboración y depodemos
sagrada, re- intentar etimologizar la voz "huacan-
denominación constantes de las instituciones del
qui".incario
Al respecto, es el mismo Garcilaso quien, a propó-
en el contexto de sustituciones idiomáticas y de
sitorevisio-
de su disquisición sobre "Yupanqui", que tendría un
nes dinásticas en el que se desarrolló la sociedad incaica.
significado meliorativo, pues estaría haciendo alusión a
En el caso concreto de "Yupanqui", la historia dellasnombre,
bondades del nombrado, nos proporciona el caso de
según acabamos de ver, puede resumirse de manera cris-cuyo verbo "huaca-" (llorar), "de contra-
"huacanqui",
talina del siguiente modo: se trata de un nombreriaacuñado
significación, apropiado a las maldades" del referido,
por alguien que, siendo de lengua materna aimara,
vendría ten-
a tener en consecuencia un valor peyorativo. Así,
dría el quechua como segundo idioma.18 nos dice el Inca que los indios: "usaron del verbo huacan-
qui hablando de los enamorados en el mismo frasis [que
Fenómeno recurrente el de Yupanqui], dando a entender que llorarán las pasio-
nes y tormentos que el amor suele causar en los amantes"
La etimología que acabamos de proponer podría parecer(Garcilaso 1943 [1609]: II, XVII, 102).
ad hoc, y con justa razón, en tanto no se aporten otras
designaciones que se expliquen en términos parecidos aPues bien, en relación con la interpretación ofrecida, tras
los señalados. En el este caso, afortunadamente, existen
la discusión ya realizada a propósito de "Yupanqui", de-
sobradas razones para suponer que el de "Yupanqui" no
bemos concluir que en el presente caso también estamos
sería el único ejemplo. En efecto, para mencionar solo
ante un ejemplo típico de etimología fantasiosa. En tal
los más obvios, veamos los nombres de "Collanqui",sentido, creemos que la voz en cuestión puede explicar-
curaca de Juli registrado en 1588 (Pease 1985: 152), se
y mejor a partir de "huaca-na iki", es decir /waqa-na iki/,
de "Patanqui", indio acaudalado del ayllu Chuquina del
con significado parafraseable como "señor del infortunio,
de la adversidad", en clara alusión a una divinidad. Al res-
pueblo de Chucuito registrado en 1574 (Gutiérrez Flo-
res [1574] 1964: 306). El primero se deja analizar como
pecto, el cronista Montesinos nos describe con detalle el
/quila-na iki/ "señor de los collas", donde el sufijo -na es la
culto a semejante "ídolo", en los siguientes términos:
marca genitiva del puquina, siendo por tanto el nombre
enteramente atribuible a esta lengua; el segundo antro-
" Tenían estos [los hechiceros] sus ídolos a quienes consulta-
pònimo, cuyo primer elemento resulta algo oscuro, pue-
ban; entre otros era una huaca o ídolo de los amores, que es una
de analizarse tentativamente como /phata-na iki/ "señor
blanca o negra, y alguna parda, pequeña y muy lisa; y algunas
destas piedras tienen apariencia de dos personas que se abrazan,
y esta pedrezuela es así de naturaleza. Búscanla los hechiceros (o
1 Nótese que la variante "Yupangue" ~ "Yupangui", familar en cro-
dicen que la hallan) cuando el relámpago se despide de las nubes
nistas como Betanzos (ver nota anterior), Cieza de León (1985
[1551]) y Cabello Valboa 1951 [1586]) acusa una pronunciación gran trueno y cae el rayo; estas piedras son de más estima que
con
otras artificiales sacadas de éstas ; l lámanse estos ídolos huacan-
chinchaisuya, con sonorización de las oclusivas sordas tras con-
sonante nasal (del tipo "guambo", "ande", "yunga", "inga", etc.).qui o cuyanca rumi" (Montesinos 1930 [1642]: XX, 89).

№ 41/2011
128 Estudios Atacameños
Arqueología y Antropología Surandinas

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El legado onomástico puquina: a propósito de "Capac" y "Yupanqui"

De aceptarse la etimología propuesta, estaríamos ante un que se postulen para lenguas con poca o nula d
nombre de origen híbrido quechua-puquina, derivable en tación, como es el caso del puquina. Crucial par
los mismos términos que "Yupanqui". Al igual que en el discusión fue, en tal sentido, el rastreo de la o

caso de "Capac iqui", que designaba a la divinidad que ani- andina, concretamente la toponimia y la antro
maba el famoso "Cerro Rico", en el presente también esta- Es precisamente en el sector de los nombres
ríamos ante la designación de una divinidad. Solo que, en sean de personas o de lugares, donde podemo
el último caso, el nombre devino finalmente en sinónimo trar, perfectamente mimet izadas, las reliqu
de amuleto por obvias razones de orden mundano. dejadas por una lengua antes de ser sepultada p

Hay otro aspecto importante que fluye de la


Palabras finales ofrecida y que debiera tomarse muy en cuent
dios semejantes. Nos referimos al viejo debate
chuismo
En las secciones precedentes hemos intentado vs. el aimarismo primitivos de los in
demostrar,
la primera
mediante la biografía de dos palabras medulares mitad del s. XX enfrentaron a inve
propias
de la
del aparato institucional incaico, la presencia talla de
decisiva delRiva Agüero y Uhle (Porras Ba
puquina, otrora lengua general del mundo1963 [1954]:
andino, III, 72-769). Lo que el excurso et
en la
co nos ilustra
génesis y el desarrollo ulterior del Tahuantinsuyo. Tales es que los incas, lejos de toda ad
lingüística
vocablos, como muchos otros, fueron asimilados, de carácter excluyente, habrían p
en pri-
mer lugar por el aimara, el idioma de la distintos procesos de sustitución idiomática: de
región cuzque-
hablantes
ña al tiempo del arribo de los grupos collas originarios, procedentes del Collao, s
procedentes
del Titicaca, y más tarde, a través de estaaimarizado
lengua, poruna
el vez establecidos en el valle de
finalmente,
quechua, convertido en el segundo vehículo ya en la fase expansiva del imperi
oficial del
devenido
imperio, en tiempos de Thupa Inka Yupanqui. enex-
Ello quechua-hablantes. Como resultad
plica por qué, una vez acomodados dentrola
deúltima lengua que acababan de adquirir tení
las lenguas
depositaria
recipiendarias, estaban disponibles para ser empleadosdel
a legado tanto aimara como puqui
es justamente
discreción, como lo atestiguan los ejemplos aportados a lo que acabamos de comprobar.
lo largo de nuestra discusión.
Agradecimientos Quedamos sumamente agr
Como se recordará, la filiación idiomática apropuesta
Sergio Barraza,
para alumno del Programa de M
Estudios
los nombres estudiados se hizo recurriendo tantoAndinos
a la de la Pontificia Universida
del lingüística.
fuente documental como a la propiamente Perú (PUCP), por habernos proporciona
parte
Si dicho abordaje resulta inevitable en toda del material
empresa eti- onomástico que sirve de apo
mológica, cuánto más lo será tratándose sente trabajo.
de etimologías

Referencias citadas

BETANZOS,
ADELAAR, W. y S. VAN DE KERKE, 2009. Puquina. J. DE, 1551 Ms. Suma y narración de los Ynga
En Lenguas
Mallorca.
de Bolivia. Tomo hÁmbito andino, M. Crevels y P. Muysken (Eds.),

pp. 125-146. Musef y Plural, La Paz.


BOUYSSE-CASSAGNE, T., 1988. lluvias y cenizas. Dos P
la historia.
ÁLVAREZ, В., 1998 [1588]. De las costumbres y conversion Hisbol, La Paz.
de los indios

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129 Estudios Atacameños


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