Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide
range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and
facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact support@jstor.org.
Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at
https://about.jstor.org/terms
This content downloaded from 146.96.145.31 on Thu, 31 Jan 2019 20:47:57 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
EL LEGADO ONOMÁSTICO PUQUINA:
A PROPÓSITO DE "CAPAC" Y "YUPANQUl"
Rodolfo Cerrón-Palomino1
"[...] Io que quiere dezir Capac presuma cada vno que quiere ser que lo que yo
entiendo dello es que quiere dezir vn ditado mucho mas mayor que Rey [...]"
"El Yupangue es alcurnia llinaje de do ellos son porque ansi se llamaua Mango
Introducción
1 Pontificia Universidad Católica del Perú, Av. Universitaria 1801, San Miguel, Lima 32, Lima, PERÚ. Email: rcerron(a)pucp
This content downloaded from 146.96.145.31 on Thu, 31 Jan 2019 20:47:57 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
Rodolfo Cerrón-Palomino
Pues
los "renombres" inventados por los súbditos del bien, en este punto como en otros muchos, las f
imperio
tes documentales de la época contradicen abiertamen
para enaltecer la memoria de su fundador. A diferencia
del desconcierto que le suscitaba el nombre desupuesto
"Manco",carácter exclusivo del nombre para design
Inca ("dáuanselo
cuyo origen arcano lo atribuye al "lenguaje particular" de al Rey solo, y no a otro") y a las en
des propias
los incas, "Capac" le suena familiar al historiador mes- de su realeza. De esta manera, como se v
no solo
tizo, quien no vacila en considerarla como propia de suel término "capac" tenía un uso general c
equivalente
lengua, seducido quizás por la apariencia fónica del vo- de jefe o autoridad local, sino que los in
una vez
cablo que, en efecto, calza de manera natural dentro consolidado su poderío entre las facciones lo
del
con las cuales
esquema de toda palabra quechua (ver más adelante). Y habían rivalizado, se habrían apropiad
nombre,
así, seguro de la etimología propuesta, nos ofrece el si-originariamente de una lengua exógena al en
no,
guiente pasaje, en el que se explaya tratando de si bien de un grupo emparentado al de sus ances
precisar
los alcances significativos del nombre, que:
"Capac" como nombre de jefe étnico
"[...] quiere dezirrico, no de hazienda, que , como los indios dizen,
Que el
no truxo este Príncipe [Manco Capac] bienes de fortuna, sobrenombre que nos ocupa no fue creado
sino
profesamente
riquezas de ánimo, de mansedumbre, piedad, clemencia, libera- como epíteto que perennizara las haz
y lasbien
lidad, justicia y magnanimidad y deseo y obras para hazer virtudes
a del Inca mítico fundador del imperio n
los pobres, y por haverias tenido este Inca tan grandesda a entender
como sus muy claramente el cronista Betanzos
Ms),Cápac;
vassallos las cuentan, dizen que dignamente le llamaron según se puede ver en el siguiente pasaje, en e
narra1943
también quiere dezirrico y poderoso en armas" (Garcilaso los preparativos de las guerras expansivas inic
[1609]: I, XXIV, 57). por Inca Yupanqui contra los pueblos de los alreded
del Cuzco. Cuenta en efecto el mencionado cronista
el Inca...
La definición parafrástica que proporciona el Inca, ofre-
cida en más de una ocasión Garcilaso (1943 [1609]: II,
XVII, 101-102), constituye claramente un buen ejercicio
"[...] tenia pensado y ordenado de se partir de aquella çiudad
de retórica en el que predomina la exaltación dea dos
de alli vir-
meses a buscar adquirir y sujetar los tales pueblos e
tudes materiales y espirituales atribuidas alprouinçias
soberano a la çiudad del Cuzco e quitar los nombres que cada
inca. Menos hiperbólica nos parece, sin embargo,
senorçillo dela
los tales pueblos e prouinçias tenían de Capac. E
acotación que desliza al final de su discurso,queseñalan-
no auia de auersi [sic] solo un Capac y que ese que lo hera
e[ [...]" (Betanzos
do que la voz también quería "dezir rico y poderoso en 1551 Ms: I, XVIII, 41V; el subrayado es
armas". Dejando de lado las ponderaciones de nuestro).
naturale-
za virtuosa, todas ellas producto de la visión idílica del
La citapuede
autor respecto del imperio y de sus gobernantes, es elocuente: el título de "capac" no era privativo
sacarse en limpio que, en efecto, "capac" equivalía,
del inca,para
pues también lo ostentaban los señores étnicos
encerrarla dentro de una sola significación, a que moraban
"jefe su- fuera de la ciudad del Cuzco. De manera
que aquél
premo o poderoso". Pero también, según el propio no pasaba de ser otro "capac" más, pero que
his-
ahora,
toriador, "capac" podía referir extensivamente, tras su victoria sobre los chancas -conseguida
en tanto
atributo supremo, a las instituciones propiasgracias
o asocia-
al apoyo de los jefes tribales del Cuzco que hasta
das con la realeza: entonces alternaban cuando no rivalizaban con él- esta-
№41/2011
This content downloaded from 146.96.145.31 on Thu, 31 Jan 2019 20:47:57 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
El legado onomástico puquina: a propósito de "Capac" y "Yupanqui"
referencia al Inca, había que recurrir a una precisión res- fols. 143, 253). En ambos casos, quitado "capac", queda
trictiva, consistente en la anteposición del adjetivo "çapa", "umi" ~ "omi", madre, formas alternantes registradas en
"solo", "único" al nombre; de esta manera "Çapa Capac", los textos de Oré (1607).
"Çapa Inca" (Garcilaso 1943 [1609]: I, XXVI, 60; Betan-
zos 1551 Ms: I, XXVII, 65), o mejor aún "çapa kapac Inca" Si recordamos que, de acuerdo con los mitos de origen del
(González Holguín 1952 [1608]: 1, 134), eran expresiones imperio incaico, fueron grupos puquina-collas quienes
que aludían exclusivamente al soberano cuzqueño. partieron de la región del Titicaca en dirección del Cuzco
para luego asentarse en dicho territorio, entonces no debe
Más interesante es enterarnos, sin embargo, que las fuen- llamar a sorpresa que no solo el futuro fundador de la di-
tes documentales refieren que la designación de "Capac", nastía inca sino también los jefes tribales que lo acompa-
generalizada entre los curacas locales, según se vio, era ñaban, según refieren los cronistas, se consideraran a sí
reclamada como propia y exclusiva de los jefes collas. Tal mismos como "capac", es decir como señores o jefes ét-
es, en efecto, lo que nos dice Betanzos, al tratar sobre el nicos.2 No extraña entonces, por ejemplo, que el curaca
señorío de Hatun Colla y su jefe local, señalando que: de Charazani, localidad enclavada en pleno territorio de
habla puquina, recordara en 1618 que su bisabuelo, que
"Hazia la prouinçia de las Charcas auia una prouinçia y pueblo respondía al nombre de Ari Capaquiqui (donde el segun-
que se dezia Hatun Colla y que hauia un señor que se dezia ruqui do nombre debe leerse como "Capac iqui"; ver nota 11),
çapana el qual pueblo de Atún Colla y señor ya nombrado heran recibiera el encargo de Thupa Inca Yupanqui de "buscar la
subjetos y a el obidientes otros muy muchos señores que en torno mejor entrada que pudiese saber para las provincias de los
de su pueblo heran a veinte leguas y a veinte y cinco y que ansi- chunchos", según reza un documento dado a conocer por
mesmo se nombraua capac çapa apo yndi chori, que dize Rey y Saignes (1985: 17-18): el nombre del jefe mencionado le
Solo Señor, hijo del Sol y que hera muy poderossoy que tenia gran vendría en este caso de manera natural, puesto que esta-
poder de gente y que la tal gente hera muy guerrera y belicossa mos hablando de un gobernador local de habla puquina.
(Betanzos 1551 Ms: I, XX, fol. 49).
Sobra señalar entonces que los intentos de Inca Yupanqui
Lo propio nos lo dicen los informantes de Sarmien- por restringir el empleo de "Capac" en los términos seña-
to de Gamboa (i960 [1572]), al relatar la conquista del lados no solo no habrían tenido éxito sino que el nombre
Collasuyo por Inca Yupanqui, precisamente el soberano se habría generalizado como un atributo insustituible para
que exigiera para sí el uso exclusivo del epíteto, en los designar a los señores locales sometidos a los incas en sus
siguientes términos: conquistas allende el Cuzco. De esta manera, la designa-
ción, asimilada ya tanto al aimara como al quechua -las
"[...] tenía Chuchi Capac [el señor de Hatun Colla] opresas lenguas que sustituyeron el puquina inicial de los incas mí-
y sujetas más de ciento y sesenta leguas de norte sur, porque era ticos-, aparece como título especial con el que se nombra
cinche, o, como élse nombraba, Capac, o Collacapac, desde veinte al gobernante local incorporado al imperio. Así, las fuentes
leguas del Cuzco hasta los Chichas y todos los territorios de Are-
era, efectivamente, propio de los collas, de habla puquina, XVIII, 46). Estos últimos aparecen nombrados en la documen-
tación colonial como "Tocay Capac" y "Pinau Capac", respectiva-
cuyo territorio originario aparece delineado en el pasaje
mente, en medio de una serie de rencillas y escaramuzas con Man-
citado. De hecho, en el único texto de que disponemos
co Capac y sus descendientes (Guarnan Poma, 1939 [1615]: fols.
para esta lengua encontramos la expresión "capacomi"
80, 89, 148, 150; Pachacuti Yamqui Salcamayhua 1993 [1613]: fols.
con el significado de "señora" (Oré 1607); pero también 8v, 17V; Sarmiento de Gamboa i960 [1572]: [43], 238; Cabello Val-
el cronista lucaneño nos dirá que las señoras de los co- boa 1951 [1586]: III, XIV, 298-299). Nótese como el Inca Garcilaso
llas se llamaban "capac omi" (Guarnan Poma 1939 [1615]: les priva a estos personajes del apelativo de "Capac".
№ 41/2011
This content downloaded from 146.96.145.31 on Thu, 31 Jan 2019 20:47:57 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
Rodolfo Cerrón-Palomino
(1952
coloniales hacen referencia, por ejemplo, al "Chimo [1608]) registra "kapac" ~ "kapak" como adje
Capac"
significando "real o noble" o, a lo sumo, como nom
o al "Cañari Capac", expresiones en las que la designación
étnica actúa como elemento diferenciador. verbo derivados de él, mas nunca como verbo o sus
tivo primitivo.4 Algo similar ocurre con Bertonio
Ahora bien, el empleo de "capac" modificando a "iqui",
[1612]), esta vez para el aimara, quien, luego de adv
que "ccapaca",
según se vio en el apelativo del curaca de Charazani, su- con el significado de "Rey, o Señor"
giere que en verdad el nombre aludía más exactamente a
"vocablo antiguo que ya no se vsa en esta significac
pasa a ofrecernos
la riqueza y opulencia de la persona, de la que emanaba la igualmente formas nominalizad
verbalizadas del término, delatando igualmente su
autoridad y el señorío que ostentaba. Solo así entendemos
dicióny prestada
cómo el famoso "cerro rico" de Potosí era conocido ve- y no originaria en el idioma menci
nerado por los indios con la misma designación
do.5
deEn
"Ca-
ambos casos, en ausencia de formas primit
pac iqui", "que quiere decir rico señor", según no
noshay duda de que estamos ante un vocablo tomad
cuenta
el franciscano Bernardino de Cárdenas (1602),otra
arzobispo
lengua, y ésta no pudo haber sido sino la puqu
conforme
de Charcas y extirpador de idolatrías, citado por Bouysse- nos lo sugieren las fuentes coloniales.6
Cassagne (2004).3 De paso, tampoco aquí debe extrañar el
empleo de semejante designación, con elementosRestitución
estricta-fónica
mente puquinas, ya que Potosí quedaba dentro de la juris-
dicción de los antiguos dominios del "Collacapac", según precedente, como habrá notado el lector,
En la discusión
no hemos tocado aún el asunto relativo a la textura fónica
se vio previamente en la cita de Sarmiento de Gamboa.
de "capac" y las variantes con que ella aparece registrada
Término prestado en las fuentes tanto documentales como propiamente
lexicográficas. Ha llegado, pues, el momento de que nos
Conforme vimos previamente, el Inca Garcilasoocupemos
-y con él
de la interpretación grafo-fonémica del voca-
los historiadores y los lexicógrafos coloniales-, no
blo. vacila
Crucial para ello es el reconocimiento de los valores
un instante en asignarle un origen quechua alfónicos
término
representados por las grafías "с", "cc" y "k" con
"capac". Tampoco debe extrañar que esa haya sido la idea
que aparece registrado el vocablo en las distintas fuentes
consultadas.
prevaleciente hasta hace poco, como resultado de la persis- En el presente caso, afortunadamente, no es
tencia de la tesis del "quechuismo primitivo" en losdar
difícil estu-
con ellos en la medida en que la palabra, aunque
dios del pasado incaico, según la cual toda la terminología
cultural e institucional correspondiente se explica única y
4 Así, registra, por un lado, "kapac yahuarniyoc" ("de sangre real"),
exclusivamente a partir del quechua y en menor medida
"kapac ayllu" o "kapak churi" ("de la cassa, o familia real, no-
del aimara. En el presente caso, sin embargo, como
ble"), vere-
"kapacyahuar" ("de noble sangre y linage"), "kapac hua-
mos, no es difícil probar que "capac" resulta una cinchic"
voz ajena("la gloria"), "çapa kapac Inca" ("el Rey"), "kapac mama"
a las dos lenguas que acabamos de mencionar. ("matrona noble o nuestra señora") y "kapac koya" ("reyna y sus
hijas"); y por el otro, "kapaccay" ("reyno o imperio") y "kapac-
chacu" o "Incachacu" ("criar regaladamente a otro, o no le osar
En efecto, la consulta de los tratados léxicos exponen-
mandar ni dar pena ni trauajo") (González Holguín 1952 [1608]:
ciales del quechua y del aimara así nos lo confirma. En
1, 134-135).
lo que respecta a la primera lengua, González
5 DeHolguín
este modo, al lado de su empleo adjetival como en "ccapaca
vila" ("sangre real"), "ccapaca suti" ("nombre real, o soberano"),
3 Uno de los pasajes citados por la mencionada historiadora reza la forma nominalizada "ccapaca cancaña" ("Rey-
nos proporciona
no") ypuesto
como sigue: "[...] vi en las casas del lugar y asiento que tenían las verbalizadas "ccapacapta" y "ccapacha" -esta última
con errata por
para quando venía el demonio, al qual veían algunas veces en diferentes "ccapaccha"- ("enriquecerse") (Bertonio (1984
[1612]:
figuras, otras no le veían sino le oían hablar y entre las cosas que II, 42).
averigüe
/1
como una vez les dijo f el diablo 1 que era el señor rico y por Debemos señalar que esta idea ya había sido sugerida por Bouys-
eso aquellos
se-Cassagne
indios en su lengua le llaman capac iqui que quiere decir Rico Señor (1988:
o que 69) en su valioso estudio sobre los colla-
el cerro de Potosí era su hijo y así lo adoran los yndios y que puquinas. Nos complace aportar, en las secciones siguientes, la
el les dava
№ 41/2011
122 Estudios Atacameños
Arqueología y Antropología Surandinas
This content downloaded from 146.96.145.31 on Thu, 31 Jan 2019 20:47:57 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
El legado onomástico puquina: a propósito de "Capac" y "Yupanqui"
ya se sentia como un arcaísmo en el aimara colonial segúnlar-postvelar en la lengua, más incierta aún sería postular
se vio, tiene aún plena vigencia en el quechua. En efecto, una distinción ulterior para la postvelar, entre simple y
los diccionarios del cuzqueño-collavino moderno la regis-aspirada, de modo de dar cuenta de una forma hipotética
tran en la forma de /qhapaq/ y derivados, indicándonospuquina como */ qhapaq/.
-ahora lo sabemos- que las grafías mencionadas busca-
ban representar, con mayor o menor precisión, al fonemaPues bien, ¿significa esto que, en ausencia de mayor
postvelar, ya fuera éste simple o aspirado. Así, al lado delevidencia, deba descartarse la forma propuesta? No lo
registro hipodiferenciado de "capac", a la manera betanci-creemos así por varias razones. En efecto, más allá de
na o garcilasiana, pasando por el medianamente elabora-los problemas filológicos de interpretación que presen-
tan los textos de Oré, creemos que hay evidencias, si
do de Bertonio, que recurre a la "cc" para graficar la /qh/
inicial, encontramos la notación más precisa, sin dejar de bien de carácter indirecto, que apuntan no solo a la dis-
ser vacilante, de González Holguín, quien sevale de la "k"tinción velar-postvelar hecha por la lengua sino también
para representar tanto a la postvelar aspirada /qh/ como aal registro, por parte de la misma, de consonantes tanto
la simple /q/, tal cual en "kapak", notación que el cacere-aspiradas como glotalizadas. Tales evidencias provienen
ño alterna con "kapac", que es la más recurrente. De estade dos fuentes: a) del callahuaya, la lengua secreta de los
manera, como se ve, la restitución fonológica del vocablo herbolarios de Charazani, ahora quechua-parlantes, pero
no ofrece ninguna dificultad. Del mismo modo, podemos que inicialmente hablaban el puquina7 y, b) de la propia
estar seguros de que la forma "ccapaca", en la notaciónonomástica andina, concretamente del legado puquina
que, mimetizado dentro del aimara y del quechua, ape-
bertoniana, respondía a los intentos del ilustre aimarista
por representar /qhapaq (a)/, donde la vocal final añadidanas comienza a ser identificado plenamente. Así, pues,
(= paragoge) es prueba contundente de que la voz, queel examen de los cognados puquinas del callahuaya y del
en la lengua fuente acababa en consonante (recuérdese elléxico cultural e institucional del incario, sin descuidar el
caso de "capac omi"), tenía proveniencia foránea. estudio de la toponimia correspondiente al antiguo terri-
torio de la lengua, abona a favor de la hipótesis de que el
Forma puquina genuina sistema fonológico de ésta no solo manejaba la distinción
velar-postvelar sino que también oponía a sus oclusivas
Aceptada la voz como préstamo puquina, conviene ahorasimples sus correspondientes aspiradas y glotalizadas,
preguntarse si la forma "qhapaq", restituida como tal se- del mismo modo en que lo hacen actualmente el quechua
gún evidencia del quechua y del aimara, debe ser postu-cuzqueño-boliviano, el aimara (central y altiplánico) y el
lada igualmente para la lengua fuente. En este punto, sin uro-chipaya, probando así la existencia de una antigua
embargo, tropezamos con una seria dificultad: la ausen-"alianza lingüística" en la región de los Andes sureños.
cia, a diferencia de lo que ocurre en el caso del quechuaPor lo demás, la sola idea de que tanto el quechua como
y el aimara, de tratados gramaticales y de registros léxi- el aymara hubiesen incorporado en la forma de /qhapaq
cos de la lengua. De esta manera, lo poco que sabemos(a)/, es decir con sonidos marcados y complejos al mismo
del puquina, extinguido en la segunda mitad del s. XIX,tiempo, una palabra que en principio habría estado des-
proviene de los intentos de interpretación que se han he-provista de tales modalidades, es algo que está reñido con
cho de los textos religiosos compilados y editados por ellos principios elementales que rigen todo proceso de in-
criollo huamanguino fray Jerónimo de Oré a principioscorporación léxica en situaciones de contacto lingüístico.
del s. XVII (Oré 1607). Precisamente en uno de los traba-
Ahora bien, asimilada plenamente al quechua, "capac"
jos más recientes efectuados a la fecha encontramos algo
directamente relacionado con el problema planteado. Enpodía pasar como voz propia, en la medida en que se
efecto, en su esbozo gramatical de la lengua inducido aacomodaba perfectamente a la estructura morfológica de
partir de los materiales de Oré, los autores Adelaar y vanuna palabra nativa. La situación en el aimara era diferen-
de Kerke (2009: 129) llegan a la siguiente conclusión:te, pues esta lengua, al no tolerar palabras que acaban en
"La existencia de una distinción entre velares y postvela-
res es probable, aunque [está] lejos de ser comprobada".7 Ver, para la lengua, el estudio ofrecido recientemente por Muys-
Según esto, no estando clara ni siquiera la oposición ve- ken (2009).
№ 41 / 2011
Estudios Atacameños
This content downloaded from 146.96.145.31 on Thu, 31 Jan 2019 20:47:57 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
Rodolfo Cerrón-Palomino
№ 41/2011
Estudios atácamenos
This content downloaded from 146.96.145.31 on Thu, 31 Jan 2019 20:47:57 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
El legado onomástico puquina: a propósito de "Capac" y "Yupanqui"
parte, como dezir contarás sus grandes hazañas, sus excelentes La tercera lengua como fuente
virtudes, su clemencia, piedad y mansedumbre, etc., que es frasis
y elegancia de la lengua dezirlo assi" (Garcilaso 1943 [1609]: Descartada la posibilidad de interpretación del nombre a
II, XVII, 101-102). partir del quechua, quedaría como alternativa el aimara
№ 41/2011
Estudios Atacameños
This content downloaded from 146.96.145.31 on Thu, 31 Jan 2019 20:47:57 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
Rodolfo Cerrón-Palomino
radical,
como la otra posible lengua fuente del término. No obs-de indudable procedencia puquina, aparece e
nombres
tante, dicha posibilidad resulta igualmente inviable des-propios que ofrecemos a continuación:
de el momento en que, en este caso también, fuera de la
"Atecayqui"
identificación del elemento nuclear yupa-, a todas luces capitán del Inca Huascar (Betanzos 1551
tomado del quechua, no encontramos en todo II, XI, 112).12
el arsenal
"Tirique"
morfológico del aimara un sufijo que se avenga con laseñor de la provincia de los Charcas por 1
(Pärssinen
terminación -nki. ¿Significa esto que no habría otra pista 2003: 348).
idiomática que pueda ayudarnos a explicar el "Curique"
nombre? señor principal de "nación" Caracara en 1
(Espinoza
Afortunadamente sí, pues queda la del "lenguaje parti- 2003a: 27).
"Collique"
cular" de los incas, es decir el puquina, como una tercera indio acaudalado de la parcialidad Lurin
denuestro
alternativa en tanto fuente lingüística, por lo que Chucuito registrado en 1574 (Gutiérrez Flores
[1574]: 354X
paso siguiente consiste en realizar esta diligencia.
"Ari Capaquiqui" nombre de jefe étnico callahuaya a
La averiguación en dicha dirección tropieza, sin embar-
previamente nos hemos referido.
go, con la dificultad ya mencionada consistente"Yquicanauqui"
en la au- curaca callahuaya de Charazani en
XVI (Saignes
sencia de datos lingüísticos solventes para el puquina, a 1983: 377).
diferencia de lo que ocurre con el quechua y el aimara.
Con todo, lo poco que se conoce de la morfología de la
En todos estos casos, con excepción del último, el elem
lengua da pie como para descartar, aquí también,
to la exis-aparece como núcleo básico del compuesto a
<iqui>
tencia de un sufijo que pueda relacionarse, formal y se- un modificador. Según nuestra interpretac
le precede
mánticamente, con el parcial "nqui" de "Yupa-nqui", lo
tales nombres se analizan y glosan de la siguiente man
que nos deja como única alternativa la posibilidad de ver
en él no un morfema sino un elemento que tenga algu-
/ati-q(a) iki/ = "señor vencedor".
/tiri
na reminiscencia léxica. ¿Habría alguna palabra iki/ = "señor (señor)".13
puquina
que mostraba una fisonomía parecida? Para explorar esta
otra alternativa caben dos vías: por un lado, la informa-
Como no se puede sacar dellos verdad ni averiguarse [...], no
ben
ción proporcionada por las fuentes documentales, entender
y, por por sí qué parte del hombre es mullo" (Álvarez 1
[1588]:
el otro, el examen de la onomástica, concretamente de244,
la 145). Lo interesante es notar que, en el pasaje citad
"otra lengua" no puede ser sino la puquina, vigente aún en la re
antroponimia y de la toponimia correspondiente al esce-
El mismo autor recalca, a propósito de la existencia de diferen
nario en el que tuvo vigencia la lengua.
voces que parecen expresar un mismo concepto, que "entre
había diversidad de lenguas y de linajes de diversas partes veni
Pues bien, nos complace que en este caso el procedi-
y todos olvidados de su principio" (Álvarez 1998 [1588]: 244,
miento metodológico diera buenos resultados. EnVolviendo
efecto, a "iqui", conviene señalar también que en una carta
nua dirigida
pronto se nos fue imponiendo el radical "iqui" como un por el P. Rodrigo de Cabredo a su general de la or
jesuita (28 de abril de 1603), se hace referencia a la persistenci
elemento recurrente en los nombres compuestos referidos
una creencia entre los indios de la misión de Juli en una "donc
a personas y a espacios geográficos, constituyéndose en
que se llamaba Iqui", la misma que habría concebido de "Puçicak
un buen pretendiente relacionable con el parcial "nqui",
"Dios supremo", sin ayuntarse con él, un hijo que habría tenid
aun cuando la semejanza pudiera parecer en principio
virgen", y que sería nada menos que "Tuñupa" (Polia 1999:
forzada. Para comenzar, "yqui" ~ "iqui" aparece bien
La naturaleza claramente artificial del símil judeo-cristiano den
documentado en los textos de Oré como equivalente dese
del cual inserta la supuesta virgen "iqui" hace pensar en que
tiempo
"padre" y de "señor".11 Pues bien, creemos que este mismoen que se forja dicha transfiguración, los aimara hablan
de Juli ya desconocían el verdadero significado de "iqui".
11 La excepción a este significado de padre o señor nos la 12
da Murúa
Álvarezparece registrar una variante cacográfica de este no
(1998 [1588]), quien registra para el vocablo un significadobajo la forma de "Adcayqui", aunque referido a un capitán i
menos
perteneciente
mundano y más inasible, equivalente al del aimara mullu, cuyo valor a la parcialidad Hanan Cuzco, y que fuera uno de
semántico podría estar próximo al de "ánima", tal comotestamentarios
se puede de Huayna Capac (Murúa 2001 [1611]: 130, 13
3 No
leer en el siguiente pasaje: "Dicen algunos que lo que llaman debe extrañar el hecho de que algunos de estos nombres
mullo
-y en otra lengua yque- que no moría ni se perdía ni sesemánticamente
acababa. tautológicos, es decir, que dupliquen el sig
№ 41/2011
126 Estudios Atacameños
Arqueología y Antropología Surandinas
This content downloaded from 146.96.145.31 on Thu, 31 Jan 2019 20:47:57 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
El legado onomástico puquina: a propósito de "Capac" y "Yupanqui"
/quri iki/ = "señor áureo". bitraria, dado que la forma del antropònimo no es el re-
/qulli iki / = "señor de los qulli".14 sultado mecánico de la yuxtaposición de *yupa + iki. De
/ari qhapaq iki/ = "señor poderoso y criado (dei Inca)".15 aceptarse esta construcción como el compuesto básico
/iki qana awki/ = "señor cana (señor)".16 a partir del cual pueda derivarse yupa-nki, quedarían por
explicar por lo menos dos problemas: a) la aparición del
Del mismo modo, encontramos por lo menos tres topó- segmento nasal /п/ y, b) la ausencia de la vocal inicial de
nimos que igualmente conllevan el radical que venimos iki, fenómenos que naturalmente no pueden ser producto
identificando. Nos referimos a: del azar o del capricho de quienes acuñaron tal sobre-
nombre. ¿Significa esto que debe desecharse la etimolo-
"Capac iqui" = "señor rico", en alusión al cerro rico de gía híbrida propuesta? No lo creemos así, de manera que
Potosí, según se vio previamente. nuestro paso siguiente consistirá en resolver los puntos
"Ateyqui" = poblado de una etnia callahuaya registrado conflictivos mencionados.
ficado, aunque naturalmente con formantes propios de lenguas 17 La motivación literal y original del nombre, tal como sugiere Gar-
diferentes. Sobre el componente "tiri", variante de "titi", nos ocu- cilaso, queda en entredicho ya que para los informantes de Be-
paremos en una próxima nota especial. tanzos, por ejemplo, el primer inca que porta el nombre, es decir
14 Personaje homónimo de uno de los señores del valle del Chillón Lloque Yupanqui, no realizó cosas notables que justificaran dicho
(Lima), llamado "Colli" o "Colli capa" (Rostworowski 1989 apelativo (Betanzos, 1551 Ms: I, V, 7). De hecho, la conquista del
[1972]), y seguramente procedente, al igual que el segundo, de la Collao que el historiador mestizo le atribuye, demasiado tempra-
región llamada "Colesuyo", territorio de habla puquina. De paso, na como para ser verídica, parece haber sido obra de Pachacutiy
interpretamos "coli" como qulli a causa de que la voz subsiste a la Inca Yupanqui, el noveno Inca. Quien sí portaría tal sobrenom-
fecha, en el aimara moqueguano, como quii 'zona templada', que bre, esta vez de manera justificada, habría sido Manco Capac, se-
se opone a ch'ata, puna (voz también de origen puquina equiva- gún nos precisa el propio Betanzos (cf. 1551 Ms: I, XVII, 39). De
lente a cerro). Agradecemos a nuestro alumno de posgrado Roger paso, notemos que el apelativo "Yupanqui" no solo lo llevaban,
Gonzalo por proporcionarnos este último dato. aparte del Inca fundador de la dinastía, cuatro de los soberanos
15 Donde "ari" es, según Bertonio (1984 [1612]: II: 25) "criado mas siguientes (Lloque Yupanqui, Capac Yupanqui, Pachacutiy Inca
affecto a su amo que todos". Yupanqui y Thupa Inca Yupanqui), sino también algunos otros
1 Lo de "cana", es decir /qana/, hace referencia, sin duda alguna, a miembros cercanos de la nobleza imperial. Baste recordar que dos
la procedencia étnica de los canas, vecinos de los Canchis, y posi- de los "criados" que apoyan al futuro Pachacutiy en la defensa del
blemente también de origen colla-puquina, antes de aimarizarse Cuzco contra los chancas se llamaban "Pata Yupangue" y "Apo
tempranamente. Yupangue" (cf. Betanzos, 1551 Ms: I, V, VI, 9).
№ 41/2011
Estudios Atacameños
This content downloaded from 146.96.145.31 on Thu, 31 Jan 2019 20:47:57 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
Rodolfo Cerrón-Palomino
№ 41/2011
128 Estudios Atacameños
Arqueología y Antropología Surandinas
This content downloaded from 146.96.145.31 on Thu, 31 Jan 2019 20:47:57 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
El legado onomástico puquina: a propósito de "Capac" y "Yupanqui"
De aceptarse la etimología propuesta, estaríamos ante un que se postulen para lenguas con poca o nula d
nombre de origen híbrido quechua-puquina, derivable en tación, como es el caso del puquina. Crucial par
los mismos términos que "Yupanqui". Al igual que en el discusión fue, en tal sentido, el rastreo de la o
caso de "Capac iqui", que designaba a la divinidad que ani- andina, concretamente la toponimia y la antro
maba el famoso "Cerro Rico", en el presente también esta- Es precisamente en el sector de los nombres
ríamos ante la designación de una divinidad. Solo que, en sean de personas o de lugares, donde podemo
el último caso, el nombre devino finalmente en sinónimo trar, perfectamente mimet izadas, las reliqu
de amuleto por obvias razones de orden mundano. dejadas por una lengua antes de ser sepultada p
Referencias citadas
BETANZOS,
ADELAAR, W. y S. VAN DE KERKE, 2009. Puquina. J. DE, 1551 Ms. Suma y narración de los Ynga
En Lenguas
Mallorca.
de Bolivia. Tomo hÁmbito andino, M. Crevels y P. Muysken (Eds.),
cas y Instituto
BERTONIO, L., 1984 [1612]. Vocabvlariodelalengvaaymara. en el lago Titicaca (siglos XV a XVII). Boletín de
PUCP 8: 23-30.
Francés de Estudios Andinos (IFEA), CERES, Cochabamba.
№ 41 / 2011
This content downloaded from 146.96.145.31 on Thu, 31 Jan 2019 20:47:57 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
Rodolfo Cerrón-Palomino
MONTESINOS,
CABELLO VALBOA, M., 1951 [1586]. Miscelánea antartica. Universi- F. DE, 1930 [1642]. Memorias antiguas
dad Nacional Mayor de San Marcos, Lima. políticas del Perú. Librería e Imprenta Gil, S.A, Lima
MURÚA,
CERRÓN-PALOMINO, R., 1997. Reducción y ensamblaje M. DE, 2001 [1611]. Historia General del Per
en la
Madrid.
formación de sufijos del quechua. Lexis XXI (2): 185-210.
cas. Revista Andina 32: 417-452. bito andino, M. Crevels y P. Muysken (Eds.), pp. 146-167. Musef
y Plural, La Paz.
Proeibandes Plural, La Paz. ORÉ, J. DE, 1607. Ritvale sev Marnale Pervanvm. Jacobum Carlinum
PACHACUTIYAMQUIJ.
Editorial de la Pontificia Universidad Católica DE S. C., 1993, [1613]. Relación de antigüe-
de Lima (PUCP),
Lima. dades deste reyno del Piru. Instituto Francés de Estudios Andinos
(IFEA) y C.E.R.A. Bartolomé de Las Casas, Cusco.
Nacional Mayor de San Marcos, Lima. SAIGNES, T., 1983. ¿Quiénes son los kallawaya? Nota sobre un
enigma etnohistórico. RevistaAndina 1: 357-384.
GUAMAN POMA DE AYALA, F., 1939 [1615]. Nueva coránica y buen
gobierno. Institut d'Ethnologie, París.
de Estudios Andinos (IFEA), Ceres, Cochabamba.
GUTIÉRREZ FLORES, P., 1964 [1574]. Padrón de mil indios ricos
SARMIENTO
de la provincia de Chucuito. En Visita hecha a la provincia de DE GAMBOA, P., i960 [1572]. Historia
Chu-
cuito, Garci Diez de San Miguel (Ed.), pp. 305-363. Ediciones
completas de Garcilaso de la Vega, vol. CXXXV,
del Inca
la Casa de la Cultura del Perú, Lima. Ediciones Atlas, Madrid.
№ 41/2011
Estudios Atacameños
This content downloaded from 146.96.145.31 on Thu, 31 Jan 2019 20:47:57 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms