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Pero, señaló, en el seminario, y en la Biblia, uno aprende a mirar a Jesús y a imitar a

Jesús y su ejemplo. Y Jesús creó un equipo de colaboradores, los apóstoles, a los que
formó unos años. ¿Cuál fue su metodología? Bérchez señala 12 rasgos.

12 rasgos de cómo Jesús creó su equipo

1. Seleccionó a quienes, sin ser los mejores, creían en el sueño


"Jesús creó un equipo, que humanamente no era el mejor, pero eran capaces de vivir y morir
por un sueño: los Apóstoles. El equipo tenía lo que llaman CCQ: seguimiento del carisma
(creer en él, en la misión), capacidad y química (llevarse bien, trabajar en equipo)".

2. Jesús se fio de su equipo


Jesús solo estuvo tres años realizando su tarea en la tierra, y confió en su equipo para
continuarla... hasta hoy. "Jesús se fio de su equipo: también nosotros nos hemos de fiar de
nuestro equipo. Por ejemplo, alguien se fio de nosotros para ser curas. También nosotros
hemos de fiarnos de nuestro equipo de colaboradores, laicos o no".

3. Jesús vivía y compartía los días con su equipo


Jesús no daba clases por correspondencia. Jesús vivía con sus apóstoles, su enseñanza era
preencial, continuada, de inmersión. "Cuidaba a su equipo, cenaba con ellos, compartía la
vida, vivían juntos".

4. Jesús era maestro: impartía lecciones


"Jesús enseña y capacita y sus apóstoles también llegarán a ser maestros. También el
sacerdote es hoy el que sabe teología y explica dudas y temas a su equipo de laicos, que
luego lo llevarán a los chicos en catequesis".

5. Jesús hacía milagros, mostraba cosas maravillosas a su equipo


"Jesús no curó apóstoles… pero sí hizo milagros ante ellos para que los vieran. Como Jesús
enseñaba maravillas, los curas también deberíamos mostrar esas cosas maravillosas, cosas
que enseñan. Hoy, mostrar al mundo, a la parroquia, jóvenes con fe, jóvenes ardorosos, ya
es una maravilla que edifica".
6. Jesús amaba con pasión y con paciencia
"El cura debe amar acompañando; el cura debe ser apasionado y paciente, que es como
amaba y acompañaba Jesús. Amando así a su equipo, el cura da ejemplo de pasión y
paciencia, que sus colaboradores aprenderán de él".

7. Los pocos panes o peces que le den, a Jesús ya le sirven


"El cura ha de alimentar con los pocos peces y panes que tenga a mano, como Jesús. Jesús
dijo a los discípulos: “dadles vosotros de comer”. El cura también debe motivar, animar. Por
eso, no tiene que ser perfeccionista. Si un chico de tu equipo sabe algo de música o de
diseño, no te pondrás demasiado exigente con su música o sus diseños. Les animarás, les
darás gracias. Y poco a poco los prepararás para ir mejorando".

8. Jesús los impresionaba al lavarles los pies


"Como Jesús lavaba los pies, también nuestros colaboradores ven que los curas les
acompañamos, les queremos, que entendemos sus problemas… Si amáis a vuestro equipo
de catequistas, ellos amarán a sus chavales. Aunque suele ser bueno que un equipo tenga
directores espirituales en otro sitio o ambiente, el cura debe mostrar interés y acompañar a
su equipo de catequistas".

9. Jesús oraba mucho, y los apóstoles lo veían


"Como Jesús oraba ante los apóstoles, también el cura debe orar, para dar ejemplo a su
equipo".

10. Jesús sufría ante la tentación, pero perseveraba


"El cura, como Jesús, mostrará firmeza ante las tentaciones, la soledad, el abandono..."

11. Jesús llevó su cruz


"Como Jesús, también el sacerdote llevará su cruz. Un cura que intenta evangelizar jóvenes
usando Lifeteen en España, por ejemplo, a lo mejor ve que la cruz son las quejas de otras
personas, compañeros que no te entienden, no te apoyan, te critican sin haber estudiado ni
conocido lo que haces. Un cura no debería sentirse mal por estar buscando formas eficaces
de evangelizar".

12. Jesús se fue...


"Por último, el sacerdote, como Cristo, ha de saber dejar marchar a sus hijos espirituales,
dejarles crecer. Algún día se irá de la parroquia... y sabe que los equipos que creó seguirán
funcionando. Te ha de alegrar ver que tus hijos espirituales han crecido y funcionan bien por
su cuenta".

El sacerdote no juega el partido: ¡entrena jugadores!


Muchos sueñan con ser un gran jugador de fútbol, pero no con ser gran entrenador. Sin
embargo, los entrenadores son los que crean grandes equipos. "¡Los sacerdotes debemos
desear ser un gran entrenador! El padre James Mallon, en su libro Una Renovación
Divina, explica que los curas no jugamos el partido, sino que entrenamos a los jugadores.
Eso es lo que hacen métodos evangelizadores como LifeTeen", señala Bérchez.

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