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1.

TRASTORNO AUTISTA

Se caracteriza por una alteración primaria del desarrollo de la comunicación y de las


habilidades sociales. En su génesis existe una distorsión del desarrollo en varias funciones
psicológicas básicas como la atención, la percepción, la cognición social, la afectividad y el lenguaje.
El diagnóstico se basa en la presencia de alteraciones cualitativas en la interacción y comunicación
social. Debe haber un compromiso de tres áreas fundamentalmente, antes de los tres años de edad
( DSM IV): 1. Alteración cualitativa de la interacción social manifestada al menos por dos de las
siguientes características: a) Importante alteración del uso de múltiples comportamientos no
verbales, como contacto ocular, expresión facial, posturas corporales y gestos reguladores de la
interacción social b) Incapacidad para establecer relaciones con compañeros adecuados al nivel de
desarrollo c) Falta de reciprocidad social o emocional. 2. alteración cuallitativa de la comunicación
manifestada al menos por dos de las siguientes características: a) Retraso a ausencia total del
desarrollo del lenguaje oral ( no acompañado de intentos para compensarlo mediante modos
alternativos de comunicación, como gestos o mímica) b) En sujetos con un habla comprensible,
alteración importante de la capacidad para iniciar o mantener una conversación con otros. c)
Utilización estereotipada o repetitiva del lenguaje estándar o idiosincrásico d) Ausencia de juego
realista espontáneo, variado, o de juego imitativo social propio del nivel de desarrollo 3. Patrones
de comportamiento, intereses y actividades restringidos, repetitivos y estereotipados, manifestado
por lo menos mediante una de las siguientes características: a) Preocupación absorbente por uno o
más patrones estereotipados y restrictivos de interés que resulta anormal, ya sea en su intensidad
o en su objetivo. b) Adhesión aparentemente inflexible a rutinas o rituales específicos, no
funcionales. c) Manierismos motores estereotipados y repetitivos ( p. ej., sacudir o girar las manos
o dedos, o movimientos complejos de todo el cuerpo) d) Preocupación persistente por las partes de
los objetos.

Prevalencia: La incidencia de este trastorno es de 4-5 casos por 10.000 habitantes. Si se


incluyen niños con síntomas autistas y autismo atípico la incidencia aumenta hasta 12-15 casos por
10.000 habitantes. La prevalencia es más alta en niños que niñas en una proporción de 4-5:1.
Cuando las niñas presentan este trastorno tiende a ser más grave. El trastorno autista se asocia a
retraso mental en un 75-80%. La edad más frecuente en que se realiza el diagnóstico es en el
segundo año de edad, sin embargo puede realizarse en los primeros meses de vida con una
evaluación cuidadosa. Se presenta en todas las clases sociales. El riesgo de tener otro hijo autista
después de un primer niño afectado es de aproximadamente un 3%. Etiología: Los estudios
neuroanatómicos indican la presencia de alteraciones en las regiones límbicas del cerebro y en el
cerebelo. Inicialmente se encontró en la Resonancia Magnética de cerebro una hipoplasia de los
lóbulos cerebelos VI y VII, la protuberancia y el cuarto ventrículo, pero esto no se certificó en los
autistas que tenían buen CI. Piven et al observaron en 5 niños autistas polimicrogiria y 1 con
macrogiria de 13 niños, lo que puede reflejar un proceso de migración anormal de las neuronas
hacia la corteza cerebral .Sin embargo, los estudios no son concluyentes pues aunque la mayor
frecuencia de niños autistas con el cuadro completo revelan defectos en la migración neuronal otros
no la muestran. Es posible que las técnicas actuales no sean suficientes para estudiar estos procesos.
También se ha postulado que estos niños tendrían una limitación del desarrollo en el crecimiento
de los circuitos cerebrales del sistema límbico. Los estudios de imágenes cerebrales funcionales (
PET,SPECT) apuntan a una inmadurez en el desarrollo del árbol dendrítico neuronal,
especialmente en las áreas de la corteza asociativa frontal y parietal que participan en el
procesamiento de la información completa. Se postula así, que pueden existir anomalías en los
sistemas de ejecución y cognitivos sociales que son necesarios para la transferencia de información
entre regiones cerebrales, resultando en la clínica prácticamente un cuadro de agnosia social. En
general se considera al trastorno autista como un grupo heterogéneo con diversos subtipos.
Evolución: El pronóstico de un niño con trastorno autista dependerá fundamentalmente de su nivel
intelectual y la adquisición de un lenguaje funcional. Alrededor de un 15 a 20% de los niños que
han tenido un trastorno autista , logran una integración gradual en la sociedad, estableciendo
procesos de adaptación limitados. Pueden persistir comportamientos estereotipados y excéntricos
en la vida adulta, también por sus antecedentes orgánicos, pueden desarrollar epilepsia en la etapa
adolescente. La mayoría de estos niños requerirán una canalización de sus intereses en vías
educacionales y laborales bajo supervisión. El nuevo enfoque de Greenspan sobre el autismo y su
rehabilitación es más promisorio en su pronóstico, requiriendo tener estudios de seguimiento a
largo plazo.

2. TRASTORNO DE ASPERGER

Este trastorno fue descrito en Europa casi al mismo tiempo que el trastorno autista, se
refiere a niños con trastornos severos en la comunicación social, con un desarrollo del lenguaje
aparentemente normal y un funcionamiento intelectual normal o superior con intereses peculiares,
estereotipados y dificultades importantes en la coordinación motora. Algunos autores lo consideran
parte de un “espectro autista”, pero existe un consenso más amplio de reconocerlo como una
entidad claramente definida, es así como en las clasificaciones actuales aparece como una entidad
nosológica separada.

Este es un desorden dominante que dentro del espectro del autismo afecta el desarrollo a
un nivel alto de funcionamiento. Se caracteriza por una falla sostenida en la interacción social y por
el desarrollo de patrones repetitivos y restringidos de comportamiento, intereses y actividades. Esta
condición, en contraste con el autismo, no presenta retrasos obvios en el lenguaje o el desarrollo
cognitivo ni en las habilidades y autosuficiencia, según la edad, ni en el comportamiento adaptativo.

Prevalencia: Son escasos los estudios epidemiológicos de este trastorno, se estima que es
un trastorno mucho más frecuente que el autismo. Se observa más en niños que niñas y al parecer
no hay diferencias por grupo socioeconómico. Los criterios diagnósticos según el DSM IV para este
trastorno son:

A. Alteración cualitativa de la interacción social, manifestada al menos por dos de las


siguientes características: 1. Importante alteración del uso de múltiples comportamientos
no verbales como contacto ocular, expresión facial, posturas corporales y gestos
reguladores de la interacción social 2. Incapacidad para establecer relaciones con
compañeros apropiadas al nivel de desarrollo del sujeto. 3. Ausencia de la tendencia
espontánea a compartir tiempo de ocio, intereses y objetivos con otras personas (por ej. no
mostrar. traer o enseñar a otras personas objetos de interés) 4. Ausencia de reciprocidad
social o emocional.
B. Patrones de comportamiento, intereses y actividades restrictivos, repetitivos y
estereotipados, manifestado por lo menos mediante una de las siguientes características:
a) Preocupación absorbente por uno o más patrones estereotipados y restrictivos de interés
que resulta anormal, ya sea en su intensidad o en su objetivo. b) Adhesión aparentemente
inflexible a rutinas o rituales específicos, no funcionales. c) Manerismos motores
estereotipados y repetitivos ( p. ej., sacudir o girar las manos o dedos, o movimientos
complejos de todo el cuerpo) d) Preocupación persistente por las partes de los objetos
C. El trastorno causa un deterioro clínicamente significativo de la actividad social, laboral y
otras áreas importantes de la actividad del individuo.
D. No hay retraso general del lenguaje clínicamente significativo (por ej. a los 2 años de edad
utiliza palabras sencillas, a los 3 años de edad utiliza palabras comunicativas)
E. No hay retraso clínicamente significativo del desarrollo cognoscitivo ni del desarrollo de
habilidades de autoayuda propias de la edad, comportamiento adaptativo (distinto de la
interacción social) curiosidad acerca del ambiente durante la infancia. Etiología: desde la
descripción de este cuadro se pensó en una transmisión genética especialmente por vía
paterna. El estudio de una familia de tres hermanos que presentaban este trastorno y
estudios neuropsicológicos refuerzan la hipótesis que es una entidad diferenciada del
autismo. Se han descrito asociaciones de este trastorno con otros cuadros, como el
trastorno de Tourette, el trastorno obsesivo compulsivo, aminoaciduria, laxitud
ligamentosa y otras anomalías neurológicas especialmente acompañadas de diferentes
grados de dispraxia. Evolución: Dado su mejor nivel intelectual y desarrollo de lenguaje
que los niños con trastorno autista, los niños con este trastorno tienen mejores
posibilidades de adaptación, pero dados sus déficit sociales son más vulnerables a tener
otros trastorno psiquiátricos, pudiendo tener trastornos psicóticos en la adolescencia que
pueden llevar a confusión con un trastorno esquizofrénico si no se toma en cuenta la
historia de desarrollo del paciente. Presentan riesgo de suicidio cuando no se previenen
factores de salud mental. En la adolescencia se puede observar el desarrollo de rasgos
esquizotípicos de personalidad.

CARACTERÍSTICAS DE LAS PERSONAS CON AUTISMO

Los síntomas de autismo usualmente aparecen durante los primeros tres años de la niñez y
continúan a través de la vida. Estas personas, a menudo responden anormalmente a sonidos, el
tacto u otros estímulos sensoriales, muchos muestran una sensibilidad reducida al dolor. También
pueden ser extraordinariamente sensitivos a otras sensaciones. Estas sensitividades no usuales
pueden contribuir a síntomas de comportamiento, como resistirse a ser abrazado. Así mismo,
ocasionalmente, pueden tener comportamientos que necesiten hacer o que repiten
constantemente, como no poder escuchar lo que se les dice hasta que no pongan los lápices en
línea, o decir la misma frase una y otra vez. Pueden batir sus brazos para demostrar que están
contentos o se pueden lastimar para expresar que no lo están.
Las personas con autismo, guardan la información en imágenes (como fotografías) y los
conceptos y definiciones los logran por generalización, es decir, por la asimilación de múltiples
imágenes de un mismo concepto se generan una serie de características similares que le permiten
establecer una definición por la relación entre ellas; de ahí la importancia de usar lenguaje
descriptivo para facilitar el entendimiento, tal cual como una pintura o retrato.

Algunas personas con autismo presentan inhabilidad para separar y bajar el volumen dentro
de su oído a aquellos sonidos que interfieren, distorsionan o vician el entorno. Por esto es
comprensible las posibles rabietas que pudieran tener al no discernir los sonidos, ya que a ellos
llegan todos al mismo nivel sensorial.

Muchas personas con autismo presentan “prosopagnosia”, es decir, la inhabilidad de


reconocer caras, incluso hasta no pueden reconocerse a sí mismos frente a un espejo. Otra
característica es que la mirada de las personas les resulta agresiva, por lo que, aún sin tener
prosopagnosia, evitarán mirar a la cara. Entonces procurarán reconocer a la gente por otras
características.

A las personas con autismo les resulta muy difícil darse cuenta de las emociones de la
persona que tiene enfrente, de ahí su inhabilidad social, ya que ellos no discriminan fácilmente si
alguien está enojado o contento. La manera de ayudar a establecer un vínculo social es no dando
nada por obvio, diciéndole nuestro estado de ánimo, siendo esto algo que tendrán que aprender
durante toda su vida.

Las personas con autismo tienen todos sus sentidos muy sensibles. Sienten la frustración
que les origina el no poder darse a entender y comunicar sus necesidades a los demás, originando
de esta manera dos reacciones: la rabieta o la autoestimulación. Cualquier movimiento repetitivo o
quedarse inmóvil viendo a un punto fijo, hace que la mente se bloquee de todos los estímulos
externos, lo cual causa un grado de placer y relajación en ellos.

PARA ENSEÑAR:

 SER LO MÁS POSITIVO POSIBLE.


 ENSEÑAR A ESCUCHAR.
 TENER CLARO EL OBJETIVO DE CADA INSTRUCCIÓN.
 DAR INFORMACIÓN ADECUADA.
 EMPLEAR UN IDIOMA LO MÁS SENCILLO, CLARO Y CONCISO POSIBLE.
 INTENTAR EVITAR FRASES NEGATIVAS.
 SER LO MÁS NEUTRO POSIBLE EN DAR LAS INSTRUCCIONES.
 EVITAR LAS PREGUNTAS CON OPCIONES.
 IDENTIFIAR LOS SENTIMIENTOS.
 EVITAR EN LO POSIBLE LA CRÍTICA.
 EVITAR LOS REPROCHES.
 EVITAR LAS AMENAZAS.
 ESTIMULAR LOS INTERESES Y TALENTOS ESPECIALES.
 APROVECHAR LAS AFERRACIONES A OBJETOS.
 DAR SEÑALES CUANDO SEAN NECESARIAS.

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