27a Go!

€r Cholrovo Y SPlvol

y De¡rida,separadospor 20 anos' como

Cito estos pasajes,de Lévi-Sirauss
un signo de ios ti€mpos. Pero ¡o neces'to agregarque' en el últ¡mo caso,la
cuestlón del ser yel enünciadoontológicose ¡elacionariana Ia fenomenalidad
de Ia concienciasubalternacono tal.

Envío
La Subalternidad
comoPerspectiva'
gn esi;s pág¡nas,he puestoénfasisre¡teradamenteen la ¿omplic¡dadentre
el sujetoyel objeio 4e Ia invesi¡gación. Comasuj€tode la ¡nv€st'gació¡, mi Páp€l
en este ensayoha s¡doenteramenteParas¡tario, va que mi únicoobjetoh¿¡ s¡do Veena Das
los mismosSuód1¡¿rn J¡¿dier. Sin embargo,tambiényo m¡smasoy parte de su
objeto. Situada¿entrodelactualescenarioacadémicodel 'mper'alismocultural
con una cierta ca¡¡ed'entée a los talleres teóricos de élite er Francia'traigo Los cinco volúnenes de Süód¿¿em S¡üdiesrepresenlanuna lorrnidablecor,
roticias delas líneasde'poderdesdedentro del palacio. NadaPÜedefuncionar t¡ibución al saber historiográfico. Son üna invitación a repens¿¡ la relación enrre
s i n n o s o t r o s ,p e r o l a p a r t e q u e n o s t o c a e s p o r l o m e n o s h i s t ó r i c a m e n t e historia y antropología,desdeun punto de vista que desplazade la posición cenrr¿l
irónica- al antropólogoo histor¡adoreuropeo,como sujeto de on discursocuyo objeto
que ¡odotrabaio
¿Quéqueda de la sugerenciapost€structüral'staace¡cade es Ia sociedad india. Ssto no sjgn¡lica rech¿¿r las categorias occidentates; antes
€s parasitario, Iigeramente aun lado de Io que sedesea cubr¡r adecuadámente; bien,es señalde que se ha iniciadoüía relaciónnuevay másauténomacon e as.
a saber, que el critico (histo¡iador) y el texto (subalterno) están siempre Como muchas veces lo ha señalado cayarri Spivak et negar que escribimos como
.fuera/al lado de sínismos ? La cadenade complicidadesno se detienecon el gentecuyaconcienciahas¡do lormadacono sujetosdel colonialismo,equivale
crerrede un ensayo- a negü nueitra histo¡i¿ Sin embargo, estaconciencia de nosotros m¡smos como
sujetos'- colonia¡es,se ve translormadaa su vez por nuesrraexp€rienc¡a,ypor
Iarelación que establecenosconnuestraspropias tradicionesintetectuales.
Pemihseme comeDar con algunaspreocupacionesque se "dan po¡ sentadas,'
en la a¡tropología, Ias que debieran se¡ interogadas en el esfuerzo de crear una
historia de la subalternidad. Gran parte del arsenalteórico de la antropología
consiste €n conceptos que pueden hacer inrel¡giblesa otras sociedades,en
términos de leyes , leglas" y lormas de aütoridad_Esto es cierro tanto Dara
é l c a s od e f e n ó m e n o.su l t u ¡ a l s q u e p p f é n c c e na l d o m i n i op u b t i ( o . o m ; I a s
fiestas áldúas, pero también para aquellosintensámenteorivados, como et tab¡j
del incesto- En cada caso,los a¡tropólogosse han inreresadopor sabercómo
se crea el orden a partú del caos -por ejemplo,cóno €t tabú del incesto crea
relac¡ones p€¡durabler entre áo¡nbrcr-, pero nd ¿ómo es üolado €ste orden para
cr€ar eitructurás de poder dent¡o de la familia. En otras palabras, rodo el campo
de Ias tra¡sg¡esiones,el deso¡deny laviolencia, queda luera de los dorninios
pr¡ülegiados de investigación deva a.tropólogo/a. Este orden se crea ál elimina¡
el caos que podría introducir Ia noción de sujeto. Es esreel aspectoal qüe se

'Td]!eió¡d€silYi]R]v¿ñccb-quideldijlo.'sUbdtn6P.EDsIiE
¿¡ soúh a:ún H¡b ann sü¡¿¡], Rr!i' cúh4 ediron Dethi: oxror¡ univ.^ity pfss, 193e, pp. 3lc324.
ric!¿ er dobte significado, imp6iblD dc rd¡ci¡ ¡r cdrellso, de r4irro

¡

retiere Lévi Straussal ratilicarse kente a Ia c¡ítica de R¡coeur,qu'en lo había
acusadode proponerun sistemade categorizaciones desconect¡dodeun Sujeto
pensante. En su5 propias palabras:
Peroleiosdequela .stri.ción nosparezcá de¡unciarun vácío lenos en e¡lala
consecuenc¡ainevitabte. eoelol¿nofilósólico, delaelecciónde unaperspeliÉ
que hrrñor. y¡que. pot h¿be¡nospuero¿ busc¿rlasLondr'ones
etnof¡rálr.¿
envi;LudJe lascuar6sewelvenmuluú.nt..onverlrbl.! sislemadeve¡d¿des
v Dued€n asísersinultáneamente recibiblaparavariossujelose¡conju¡tode
;s;s co.diaioris adquiereel carácterde obietodotadode ünarealidadp¡opia
e inden€fdlente detódosDjeto.. creeúosqDe nadamejo¡ quelamitología
l á r e a u d a dd e e s t e p e n s a n i e n t o
¡ l u s t r a rv d e m o s l r ¡ re m p í r i c a n e n t e
En m¡ opinión, el énlasisen ün pensamientoobjetivado,aceptablesimultá-
neamenteD¿ravariossütetosd¡lerentes-yque por lo tanto deja de ser obra de
un suieto pensantepanicular- convierte al salvajeen ifltelig'ble,de fo¡na tal
que su subj€tiüdad lleg¿a ser completamentenegada Estosproductos termi
nadosdé la concren.iacoleclNasiemprese percib€ncomo t épresenlacronal mente
pensamiento, rea vez
completos. Al mostr& sü racionalidadcomo sistemas de
se toma en cuenta elproceso desu lormulación. Apesarde l¡5 contribuciones
iormidables del estructuralismo,esle repite, en clave diferente,los temas del
orden a pa(irdelcaos, queerantip¡cosde los entoquesfunc¡onalistasclás¡cos
Pero,sielexcesivo énlasisen el orden y Ia represiónhac€d¡fíc¡lreconocer
al sujeto en las teo.ías de la estructura social, ¿ei que acaso las teoías de la acción
social to hacen meior? En su lormulaciónweber¡anaclás¡ca,la caracteistica
de la acciónsocialesque seasignilicativa-Laexplicaciónsociológica-¿dvierte
Weber-debes€r capazdetomar en cüenta Iasubjet¡vidaddel actor ¡ndividüál-
Sin embargo,un examenmás atento de la teoría de la acción social de Weber,
nos muestraque su peadigma de acciónsociales la acción racionai. La acción
alectiva,por ejemplo,sólo se toma en cuenta en la medida en que es caP¿ de
desviar el curso de una acción rac¡onalbien definida Todos los e¡emplosde
acc¡ónal€ctivaque oírec€Weber,correspondena emocionesnegat¡vascomo
la ira, los celos o el deseo de venganra. A pesar de su intención declarada de t¡ata¡
toda acción como acciónsubietiva.ex'ste una sobredeterminacióndel hombre
cono ser racional. Luego,la acción ale€tiva se convierte €n una categoía residual
en Ia que se buscaencasillartodo aquelloqueno puedes€r explicádosegunel
paradigmade la acción rac¡onal. En la teo¡ía de la acción social de Weber, el
1 ver cl¡udc L¿vi.sr¡u$ IÁ¿n¿r ¿'d r,¡. Cr'or.d(HirF ad RN, 19751p.l¡.IN. dcT Pm l¿ pEs.t.
y¿Áie s h! coNuh¡dob f¡drió¡ d¿h¡ Nftir, MnDIósi6. tr cruia r ¡o
lñ subolremidodcóho pe6F<r ú 261
i¡diüduoeselactordeun s¡stema queejerc¡ra
capltalista, un conrrolalerrasobre
símismo.Lacatego.ía d€signilicado esr€ducidaalacategoriade mot¡vación,
y€l individuoracionalmente controtado, queeiercitaun controtperma¡ente v
atentosobresi mismoenel¡nter€sdetranslormar Flmudo, sevueiveta medid;
de todaslascosas.Todaslasotraslormasdelsersoc¡al-la muieroccidentat.
¡antocomola genteno{cc¡dental-soncomprendidás
entérm¡nosde unacaencia,
unadesviac¡ón
conresp€ctoa la ácc¡óntipiccideálrepresentada
por el pa¡ad¡gma
de la acción ra.iónal¿
En este cónlexto, la cuestión no consisreen si podemosoblite¡ar compte-
peoile
tamentee¡ carácterobjetivadode las institucionessociales,sino anre todo, si
es posible estableceruna relaciónde autenricidadhac¡adichas instituciones.
D€spuesde todo, aún el ¡r-¿baiode Golfmany Foucault,pr€ocupado por .ecuperar
al sujeto cognoscente,ha nostrado cómo elpoder cositjcadoy al¡enadorde la
soc¡edadnuyea travesde sus más minúscu¡asramilicac¡ones capita¡es.¿Cómo
€s que la clausurarepr€s€ntacionalque se presentaa si nisma como p€nsamiento,
puede moslrarse como r€sültado de la actiüdad de sujetos pensantes? En otras
pál¡bras, ¿e'dstendisps¡üvos de .eÍ€xión que puedenactuar como conecciones
o "interrogaciones"en relac¡óna unasoc¡edaddada?
En este sentido, las contribuciones de los Estudiosde la Subalternidad ac¡erran
eDestablecerlacentralidaddel inomentohistórico de ta rebetión,Daratacom-
pre¡sióndelos gnpos y clasessub¿lternas comosujetosde sus prop;a6hisrords.
Aunqueeisl.n lámbiénensayosde caráctertipo¡óg'co{omo por e,Fmpto,el
inlenro de Ch¡t I prieede crear una tipotogiadetpode¡, u otros que esfud¡d el
pensamientocomo un sistemaobjetivadode representaciones-,esrostraba¡os
constiluy€n la €xcepc¡ón. Todos los d€miásersayos se coocen¡ran en er momenro
h¡stóricode la contestación.Estees,precismente,€tmomenroDlurálen ta üda
de lasoc¡edadind¡a,en quee¡orden representacional entra en confticto por ta
emergenc¡ade un nuflo orden. Tenemos,en ral caso,lo que castoriad¡sltamó
un magmade s¡gnificados..porque la clausurarepresenracionalqu€surge del
pensamicntoobjeti%do,se rompe ahoraüolentame¡rt€.Vemoses cambio que
este orden está s¡cndo inter¡ogado. ¿Cuóles. entonces.ta naturálezade esla
¡nterrogac¡ón?
tá primera preguntaque podríamoshacernoses: ¿cóInose constüuyenlos
monentosde rebelión? Lo que sürgecon meridianaclaridad en todas tas con_
tribucionesa estosvolúmen€s,es que elhisroriado. no €stáembarcadoaouí en
u n a c o m p ¡ e n s i ó nd e l a t a m i l i a .e l g r u p od e p ¿ r e n t e s c o l ¡ r r i b ü e n s ; v ¡ d a
r PrnJD.hrn F._lirmmiúj6ó úh¿\d, slbatnñsL4- tL tvnü,s
.a b¿h ^t¡.ú irto^ ú sa ¡4J tf,\'thi o¡fo d unN.^úy pfs, r.3r
a cmdiB crrriidi5, ¿1r6rn¿;¿¡ tut¡un t b knl. <p1ú: Fjttiotr d¿ scuit, t9751.
2a2 Veeño
Dos
s
cotidiana. A¡tes bien,su objeto de estudio es el contrato que estos grupos
ha¡ sido obligadosa establecercon las Iormas de dominaciÓnque pertenecen
a tasestru.rur¿sdpla modernidadl¿ lpy orcidenraidmin y Guh¿)óldnedrcin¿
occidental (Arnoldt, la burocracia (Iardima¡)3, la policía (Arnold, Sarkar)e
En otrs palabras,cuándo encontramosa los gnpos tradicionales de esta sociedad
en los volúmenesde Suád1r¿m los vemos involucrados€n una lucha en
S¡ud¡es,
lar eortes judiciales, con la buro€racia o la policia, iodos ellos s¡gnosde las nuevas
Iormaa de dominaciónque se han establecidosob¡e ellos. Desdem¡ punto de
lista,la elecciónprecisade esie momento para el análisisplanteaun desa{ío
muy serio a algunasde las concepcionesdoninantes en la teoría antropológica
r c e r c ad e l a s r r i b u so l d sc a s l a s .
Una delas formas€n que Ia teoria a¡tropológ¡caobservaelcontraste ent¡e
las que se consideransociedadesprinitivas/arcaicas,por unlado, ysociedades
conünpasado feudal,porotro, es€ntérminosde on cont¡asteentresociedadei
'frias y soc¡edades'calientes
,lo que se iraduce ademáscomo unadistinción
entre diacroniay sincronía.En los cimientosde estaoPosiciónestáel conkaste
entre natüralezae historia,que emanadeldominio de "códigosdepensamiento
occidentalesycristianos', como los nombró Braudilla.dr0.Lassociedadesqüe
se definen como frías, tienen leyes que son homólogas a las leyes naturalesi
mientrasque la transición del feudalismoal capital¡smo,pertenecea las leyes
n¡¿mdi de otro tipo desociedades,es dec¡r,lassociedadeseuroPea. Conolo
pusoen evidenciael distingüidoteólogoAbrahamHeschel,tel€ológicamente,
Daturalezareflejala sumisióna lavoluntad d¡vina,en tanto que lahistoriaes el
regisko del desafíohumano.
El primer acto emanc¡patorio que el proyecto de los Estudjos de la
Sübalt€rnidadllevaa cabo€n nuestracomprensióndelas tribus, castasü otros
grupos,es el de restaurarlessü condic¡ónde sereshistór'cos. Ya noes Posible
seguir pensa¡¡do,por ejemplo,en las tribus o grupos que pueblanlas ¡egiones
montaiosas,y questán siendode¡pojadosdesus derechosa los bosqu6 (Cuha),
c o m oh a b i l a n t p ds F ü n m u n d or n e r ¿ n e n r nF¡ r u r d l ' r . E s s u m i s m a r " l ¿ , i o n . o n
inE6!b¡'i!o útrc dosprs6qñ ¡¡
'orrl r¡r')P ¡'ú" '¡l
n'
r c . r h . ¡ u r " , r a 3 < , . r ( I ( D eh , o
y:pespec¡ÑAói'li¿lrdirpl¡su¿,erRmjncuhr0es?)s5v.lD¿hL
ni¡r soúh au¡n.. { Rmari,cih
9 Daridamold Rmr.dicr.ruilñ
\u t. Baú|¡],alJ, L¿ tni,o¡ ¡te ta rrcd!.ri¿, (P¡ns,cJirjoi\ 6triih¿: r9351
rsel rer'.:m Rrrjir Guhr 1'esi)
corc Pe6p{rvó
to Suborerni¡o¡ 2a3
la naturalezala que r€sultadestruidacon lapromulgaciónde n¡revasleyesque
iavorecenel uso comerc¡alde los bosquesen lugar de stl co¡senación como
habitat de l¿s t¡ibus. Los rastros del pasadoque sirven como luente al historiador
son, en los hechos,generadospor ei contrato opresivoque Ia tribü, casta o
aldeaes compel¡daa realizarcon ias institucionesmodernasde ladominación.
Estosrastrostome la lormade inlormesbu.ocráticoso pol¡ciales, o €xpedientes
de las cories dé justic¡a- En ocasionestamb¡énse analizaotro tipo de rasüos,
como por ejenpio en el notabletrabajode Pandeysobrelos modos deescribir
la historiaque son propiosde cadacultura.Sin embego, como elpropio Pandey
lo senala, (Da historia de la India colonialse ha escrito generalmentesobre la
basede los echivos coloniales.oliciales, porlasimple razónde que las luentes
n o o l i c i a l e sn o s o n ,n i a b u n d d n t e sn.i l J n f a . i l m e n t e¿ c . e s i b l e s ' : A
. u n q u em e
reservo el comentario sobre la supu€sta "ina€cesibilidad"de las fuentes no
oficiales,yo estaria de acuerdo con la I'na apreciació¡ de Pandey,en sentido
de que lo que convertÍaen acontecimientoalgúnsucesode la hisloria colonia!,
'
staba centrado€n cuestions de Iey y orden , su ruptura o consolidación.Por
lo tanto, construir el momentodel desalio,es iambién construü la forma de la
dominaciónrac¡onal-legal.Lo importante,empero, es que los sujetos de este
poder no seankatados como entespas¡vos,sino mas bien que se Ios mu€stre
en el momentoen qüe tratan de desal¡areste poder alienador. No obstante,el
nislno hechode oue €stenomento está encapsuladoenlalorma de un inlorme
la burocrático o los €xpedientesde una corie judic¡al (es a5ícomo se w€lve accesible
a la investigación),lmplicaría que el momento de la rebelión es también un
momentodelracaso ode¡rota- Esposibleque,de caraa las sólidasestructuras
inst¡tucionals de la dominació¡ buroc.ática,lasrebelionesde los subalternos
sólo Dosbrind€n una nochede amor",para usar la evocadorafrasedel filósoto
griego Castoriad¡s,que no püede transformarseen un amor para toda Ia üda.
Asi y todo, qujzás al capturar ste desalío,el historiador nos esté proporcionando
los mediospara construir a los objetosde esepoder como sujetos. Envista de
la abundanteendenciade rebelionesy actosde rsistencia que sehd presentado
meticulosamenieen estosvolúmenes,€l aniropólogonüncarnáspodrá justificar
'como si"
su mirada sobre ls foÚnassocialesde latribü o estructurade linaje,
llevaranuna existencianatural. Elalcancetotalde estasinstitücionesdebe ser
sttrdiado con el fin de comp¡enderlascomo entid¿deshistóricas. Me gustaría
desarrollar con más detalle las impl¡cacionesde este aserto, tal como están
formuladas en los €scr¡tos de Sübal¡em Studies-
Una vez que asumimosque los rastros de la rebeliónse hallansubsumidos
€nlalomade un registrodocumental,quese produceenel marcodel eiercicio
de la dominaciónburocráticelegal-,hayque aceptarelhecho de que,al hacerse
',
t 2 c)ueRdñ Prd¡y, En.oDMB md cal mni6: Th¿]'¡to¡y or r Norh lndim o.r¿a ir rheNirekedh cenrüry
en R$aincuhaOxa), ss tr
28¡ VenóDos
accesibleala investigación,la voz de los subalternosya has'doapitopiadapor
estas fo¡mas super¡o¡esde autor¡dad.Este aspectode la lunción del regisko
judicialo policial,hasido e¡fat¡zadorepeiidasvecesporCuha. En elcaso de la
muertede Chandra,que élanaliza'',podemosver que estavoz le es lite¡almente
arrancadaa la perso¡a: Yo administréla med'cina c¡eyendo que podría inte-
¡rumD¡rsuembarazo, sin darmecuentadeque la mataría",dice Bnnda,lah€rmana
de Ia dilunta Chandra. Peroella d¡ceesto en el contexto de un iuicio en el cual;
parausarlas palabrasde Cuha,la mueriese convierteenas6inato. unahermana
sblidariaeD asesina,y los partic'pantesde la tragediaen testigosde descargo.
O bien tomemos otro caso:coa¡do Amin analizala declaraciónde Shikari.
que aparececomo testigo de cargoen el caso de chauri chaura, notamosque
el d¡scursoes p¡oducidoen prime¡apersona,porque, mienkas más se implica
á sÍ misfno, como testigo de cargo, Shikari tiene más oportunidades d€ ser
perdonado'14.Lacüstión formulistaque el juez planteaantesque el testinonio
sea registrado -es deci¡, si la confesiónse realizavoluntariamente debe ser
entendidaen el contexto€n el que se produce la verdad Denal. Por lo t¡nto, a
pesarde Ia reierenc¡aa la naturalezastrpüestameDte voluntaria de la confesión,
el habla directa no es aqüi ev'denciade la mayor proximidad del sujeto con
respectoasu p¡opio discurso,sino más bien de la d¡stanciaqne se ve compel¡do
á establece.con todos los demásque partic¡paroncon él en la misma trans-
gres¡ón'al orden,con €l lin de implicarseen los suc€sos,en la esperanzadeser
pe.donado. Elhecho dequeeste proced¡miento¡o está libre de riesgospuede
verseen el destinoque co¡rió el otro testigode cargo,en estecaso,RamrüpBarai,
que fue sentenciadopor as€sinato y colgado,precisamente por habe¡seimplicado
a sí m'smo cor la esperanzade rec¡bjr clemencia. La notable contribuciónde
Am'n, ál analizá¡ el tstimonio del tesi¡go de cargo en el contdto de Ia distribución
de pápelesen Ia corte (lapeles que puedenverse como t€atrals), €s que cons¡sue
mostra¡ cómo el orden de lanarrac¡ón-+lsurgimiento dellenguajedirectovs.
indirecto,asicomo la relaciónentrela producciónde la verdad pen¿ly Is formas
del discurso creá una red semjót¡cadentro de la cual puede comprenderseel
discursojudicial. Resultaparticulamenteimportanteen elenfoque de Amin, el
que interpreteelveredictof¡naldelju¡ciocomo ün metadiscursoque se contiene
a sí mismoy es internamentecons'stente, pero que debeanalizarseen elconterlo
de los procesosde construcciónde Iaverdad pená]. En térm'nos metodológicos,
esto debe¡íaabrir nuevasposibilidadesa la lecturad€ladocumeniac'ón lega¡,
no sólo como evidenciade los desórdenes que se dan en ei interior dela sociedad,
sino tambiéncomo evidenciade las lormas de consolidaciónde la dominac'ón
13 Rinajncub3. chand¡asdearh,ercoh¿1re37),rJy
14 sh¡nida¡iin,verno'a6 fvr 'mbi¿ñ.ei sr Lotume¡,
pp. I t e 1561
comope^pdvo
tó Subolrer¡idod 2a5
legal en toda las esle¡asde la v¡da. Un avanceen estaspromisoriaslíneasde
análisis,enpe¡o, .equeri.á prestar nayor atención a la d¡syuncióDentre los
diversos d'scursos que se producen como alirnaciones de una verdad relerenc'al
en el presente indicatjvo, y aquellos que aparecenen tiempo pasado, como
refe¡enciaa los ev€ntosparticularesque esta¡ siendoe)i¿minados.Por ejemplo,
en este caso,el juez se relirió a Io que cualquiernuchedumbre debiera haber
hecho, yluego comparó esta ¡magencor la co¡rductade.la muchedúmbreen
cuestión. Enel primercaso,en lamedida en que apar€ntaencarnaruna verdad
I n l . m p o r a l , I¿ l o c u c i onno sm u e s l r ac ó m ol o n ¿ l u r Js e c o n s t i t u l ep n é l ¿ i s . L r s o
judicial,yla r€lac¡ónque guardaesta constrüccióncon ]a forma de dom¡nación
queseestableceen ¡nanosde las institucionesresponsables del disciplinamiento
y el castigo. Me pareceque, ademásde pone. énfasisen las alocucionesrefe-
renc¡ales, debiera prstarse atenc¡ón a las alocuciones imperativas, que
const¡tuyen!a marcadistintivadel discursojudicial,teto a nivelde la legislación
como de Ia prácticaiu¡ídica.
S¡bien las institucionespenalesfiguranprom'nentemente€n muchosdelos
ensayos,seria deseableque los autoreshubiesenprestado más atención ¿ ta
maneraen lacual esta legalidadse €stablececomolegítima.en conrraposjción
a las legalidadesalternativas de la gente. Este aspecto es particularmenre
importanteparala comprensióndelosmodelosmédicosdedominación,asícono
de los modeloslegalesa través de los cualesse erosionóel derechoconsuetu-
dinar¡o de Ia gente sob¡e la naturaleza. Aunque Arnold y cuha han realizado
i m p o r r a n r e.so n l n b u c i o n e sa e s l dg a m ad e p r o b l e m d s ¡ é r .n r p a l i J a dn u n ,r s o
menciona,por ejemplo,cóno Iue tormuladaIa Ley de Enfermedad€s Ep'démicas
-qüe estableciónuevosderechosestatalessobre los cüerposde Ia gente-i o el
papelde la Ley de Bosques,que permitióelimin¿rlos derechosdela gentea sus
propios bosqu€s,en favor de losinteresesde una nuevaburguesia.Seestudian
estas leyes en sus consecuencis, pe¡o no en la forma ¿ través de 1acual su
autoridad resultó siendo establecida.
t¡ constmcción de los/as subalterros/8 como personar
En la prirnerasecciónde este trabajo,sentié qu€en las teorias de laacción
social Iormuladaspor Weber y otros sociólogosbajo su influjo, encontramos
una sobredeterm¡nacióndel honbre como actor racional,de nodo oue todas
l d s o t r a sf o r m a sd e a c c i ó nl o m a n u n . ¿ r á L t e r F s i d u a l .A m i p r r e c e r ¿ l g u n o s
de los ensayosen los volúmenes comentadosde Süóa¡¡ernS¡ud¡esno logran
desplazar,este puntodev¡sta porcompleto. Así, Hard¡man,ensu ensayosobre
los Bh']s'",apuntaa los problemasqüe conllevaeltratar a los cámpesi¡oscomo
15 Pr¡Amord, vf norr6,! pmGoh,, v¿¡tuh .
16 Hrdii,r, _fh¿¡hilsúds¡huk¡6orEa'emaujtuar"en15v(resr)
il to súboldn'dod comoPe6pd @ 267

l agentesracioDales,como Io haceIa economlaneoclásica,pero luegoprosigüe colonial,talerpalabras objetivanunaéticasocialy r€tienensu anteriorlunclón

señalando que laslim¡taciones social€sy creenciasreligiosas¡npedíana las
poblacionestribaleshacercálculoseconórfcosraclooales.Estoparececonducirlo
a afrmar queel comport¿m¡ento normativoesaquélquereil¡zael agent€ racional,
del cual las conductasde la gentetribal se desvia¡íandebido a suslimitacion€s
sociales.AunqueHardiman¡ntentacomprender la práct¡casoc¡alde los Bhils
en términosde su propia lógic¿,séñalandohastaqué púnto laspráct¡cásde las
poblacionestribaler son vistas bajo el prlsmade la monlidad brahnánic4 no
puederesistirla tentaciónde decir que la borrach€raera excesivasólo en
ocasionesceremoniales,o bien que la bebidasatisfaclatambim necesidad€s
nutrlclonales. Pó¡ consiguiente,leios dé ver al modo de üda t¡ibal co¡nouna
crftica a la sob¡edeierminacióndel ser humanoracional.Ias conductastribal€s
Irente a la bebidaterminan siendoexplicadaspor una sue¡te de racionalidad
oculta.
EsteénlasiseÍ Iaracionalidadsehacetambiéneüdentee¡ el ensavode Tanika
Sarkaracercadelmovimientodelitu Santalr?. Seúaradeunrecuent;meticutoso
y detalladode un movimientoque¡ntentóest¿blecerlo queUpendraBdd llanara
una"legal¡dadalternatila",entrelosSantal.Sinembargo,la in¿gend€los Santal
se construye pri¡cipálmeote en €l lenguajecon que fueron apropiadospor el
dlscurso burocráüco. Por ej€mplo,se señalaq¡ie l¿ princ¡paldistinción entre
santalese hindúesse deb€a la o¡ientaciónal placerde los primeros,si€ndola
d€idadmásprominenteen el cülto de los segündos, la diosaKali,a la quese
describesin vacilacionescomo'mallgna". Asimismo,se sügie.eque no e¡istía
en la cultüra Santalunafigura benevoleotetodopoderosr La autondadparala
última afirmaciónes Hu¡ter, quien habías€ñalado: "El Sá¡tal ro concibea un
Diossupremoy b€nelactor...Persegü¡do y echadode parísen páíspor unaraza
superior,el Santalno puedecomprendercómopodríaexistirun Sermá5pod€ro6o
quesf mismo,sin quea la vezresultedañinoparaé1"t3.Todaestaformulac¡ón
presupone unadicotomíae¡¡tresalv¿j€ y civilizado,en la cualse basótantola
mlslónciv¡¡izatoria delestadocoloni¿lcomola de los m¡sion€ros. Lapregunta
subyacenteqüe podría plantearce,es sobre quién resulta más rev€ladoraesta
kase,si sobre los Sa¡tal o sobreel propio Hunter.
En lugar de una aceptaciónsin másde tales categoías, quizásbabríasido
másapropiadoemp¡enderunadeco¡strucc¡óncüidadosade cóno lueron
constituidos los Santalen el interlor de estediscurso. El probl€na con el uso
de descripcionesadjeüvadastalescomola brientación al plac€r"de los Santal,
o la "malignidad"de la diosaKali-descr¡pcionesquese considerá¡ autorizadas
sobreambos-es prec¡samente que,habiendosido acuñadasen el discurso
de describira otrasculturasbaioformasenajenadas e 'nclusodegradadas. Se
debe¡íaintentar, en cadacaso,restaurarel contenidoexpe¡iencialde lo que es
objeüvadosociológicam€nte.
A t¡arés de su movimiento,Jitu Santal¡ntentó*tablecer una legalidad
altemativa,tal comolo muestranclara¡nentelas descnpcionesde Tan¡kaSarkar.
Jitu Santalafirmó ré¡teradamentequelos ó¡cltdi-iücios de las co¡tes británi.
cas-, eran malos e iniustos. Intentaba así apoyarseen los procesos de
enjuiciamientoque eranprop¡osde los Santar.Sinembdgo,no lograolrecernos
úa descripcióndel tipo de autoridadqueJitusantalestabaintentandoconstruir
comomá3I'ustay r€pres€ntativaparasu gente,en contraposicióna la autoridad
forá¡ea de los britá¡icos. Enel análisisde TanikaSá¡kar,esta lorma alternativa
se asimilafácilment€ a categorías de autoridadburocrática como"hacedorde
le'€s" o dadorde Ieyes. Además,muchosasp€ctosdesumoüm¡entosediscuten
Inásen relaciónal conceptod€sansrn?¡:dc¡ó¡¡', queentéminos de susobietivos
de establ€cerlegalidadesalternativ¿s.Enel proceio,la auto¡acriticael concepto
de sanscritización, alirmandoqueel Sanyasi DolquelormóJituSantal,asumió
una pos¡ciónrenunciatorlahaclael h¡nduismo.Sinembargo,estapostura
renunc¡atoria no esconslderada capa?debrindar,simultáneamente, unacritica
a Ia socied¿d de castaiy al doninio britán¡co€xtemo.La cril¡case ubicafir-
mementeenel marcode la sociedadde caitasy la sanscr¡t¡zación, en lugarde
referirsea su poteocialde translormarseen uDnuevosímboloa travér del cual
pudieraa¡trculüse la oposic¡ónal Rajbritán¡co
Enla descnpciónd€TanikaSarkar,sediscuteel acto linal de Jitu Santal,que
consistióm parapet¿rs€ €n lasbarricadasde unamezqüta¡untoconsusacólitos.
Al verserodeadopor la policia,proclamóqueIasbalasde lás fuerzasbritánicas
no e¡ancapacesd€h€Írlo, ni a él ni a susseguidores.Estose muestracon una
aureolamágicae irracional,basadaen creencias ac€rcade la translormación
máglcadel mundo.Ad€más,Sarkars€ñalaqu€fuerzaspoliticasmásamplias
log¡aron¡nliltrarse a travésde la lóg¡cay lasnec€sidades tribales.Sinenbargo,
me pregüntosi es J¡tuisanlalo TanikaSarkar,quienmuestraunamejorcom-
pr€nsiónsobreestasluerzaspolfticasmásamplias.¿Quémuertepodríahaber
escogido Jitu,si sehubieraentregado a la pol¡cíay a la justiciabritánicas,
en las
quedesconfiabaprofundamente?Seguramente, habriaterminadocomoShika ,
convertidoen un testigode cargoenbas€a cuyotest¡mo.iootros fuerancolgados,
o habíasidovisto comotraidor y se le h¿brianinflingidocastigoscomolos
descritospor GautamBhadrart,sirviendoen últ¡mahstancia,ta¡ sólo comouna
demostraciónevidentede la lulilidad de la rebelióny la protesta.

i6 ¡l prrc d¿ in(orpoÉiónd? 16 stupc rrib0l6 J lc ((dd.s b{a

17 Tbik. S¡*ú, "Jitu smr¡i! mdem¿n. i¡ M¡ldq 19124-
¡932: A rudy h úib¡l pñ-. o Guh: (t 985),sJ /v dd nrd d..xE d. lr alisrón h¡nd'1,trdo,{rdo \u hdicióo crrlir¡ dnu d íú nro.
-Fsr Én k of Eigh¡én.Fifiy.S.v.¡", .¡ Guh! 0935), SSrl¿
r3 cf.do r¡nir' s'*f_ ibid. Ú cauh Bh2dc
l
269
Ciertamente,n¿damuestracon mayor cjaridadque la d¡scusiónde Bhadra
sob.e los cuatrore¡eldesde 1857,que los castigosrepartidosporlos br¡tánicos
no teníansolament€ la intenciónde mostrarel podery el imperiode la ley , sino
la de llevar a cabo muertesrituales. Uno de ellos,el m¿!ld,¡. un musulmán.Iue
qüemado,y con elloprivado de su cuerpo como iestigo más importantede sus
hechoseD la vida, en el día del ju¡cio. EI segundolue ShahMal, cuyacabezase
ieíantó en una espadaparaque todosv€ú el destinoque esp€rabaa los rebeldes
por desaliara la autoridadbritánica.Enprolundaüolac'ón de los.ódigosmorales
de sü sociedad,los cuerposde los mueriosno lueronentregadosa suslam¡lies
Así,siJitü Santalescogióuna muerteritual, a la postreesta no Iued¡ferentea las
mu€rtesprescritaspor'los br¡tánicospara los ¿uatrorebeldes
Ello nos lleva a preguntarnos¿cómocaracterizary describi¡ la con€iencia
subalterna?.Estapr€guntafue planteadaexplicitamenlepor SumitSarkarzo.Et
autor argum€ntaque coexisten,en compleja interacc¡ón,dilerentes tipos de
concienciaip.ej.de casta,clase,regiónonación. Tomandocomo pu¡to de parr¡da
netodológlcola posiciónde Gramscide qüe en la formaciónobjeüvade los gyupos
socialessubalternosse ve la huellade los grupossoc'alespreelistentes,cuyas
mentalidades,ideologíasy objetivosnantienen por un tiempo,Sarkardefjnea
la concienciasubalternacolnoportadoradedjmensionespos¡tivasy negativas.
Así, la partjc¡pac¡ónen las huelgasierrov¡ar'as es v'sta como un ejemplo de
conciencjapos¡tiva,mi€ntrasque los movimientosen favor de la protecciónde
lasvacasson üstos comoeüdenciasde conciencianegativa.Sinembargo,siendo
un hjstoriador cuidadoso,Sarkartambién señalaque hay lormas recurrentes
y similaresen lasprotestasmilitants de esteperíodo,seaqüe se tratede exam¡nar
la participaciónde masasen torno a u¡a demandanacionalista,regional,o un
movimiento de tipo com¡rn¿lista-o de casta. Me parece que, en v¡srade tales
similaridades,puede ponerse en duda Ia utilidad de la disiinc¡ón entre las
dimensionesposit¡vay negativad€la conc¡enciade los subalternos.Enpriner
lugar, es 'mportante r€conocer que el repertorio de acc¡onescolectivas en
cualqu'er periodo histórico pari¡cular es limitado, y que los grupos tá¡ sólo pueden
innovar €n los márg€nes,como lo sug'rió Tilly'r. En segundolugar,no es lácit
ca¡acierizarIa concienc¡aétnicao de ceta como negativa¡,cono si tuviera una
cualidades€ncialpropia,porquetanbién dep€ndedel conte\to de interacciones
en el cual se aficula esteiipo de conciencia.Los casosque se estudianen estos
volúmenes, nos mueitran que las lomas orgdizac¡onales de cata pueden usa¡se
para articular larebelión contra elpoder estatalo para da¡ forma a la just¡cia
c 190522" cn Clhr 934J55r/
rh: Fatr cen"n¡¿i ¿f pó|utu strysr¿ (cmbnds¿: Hif¡d
LóSuboreñ ¿od .óñó Pébp*r vo 2a9
del pdnc¡rayd¡tribal o de cst4 en el rechazoa una legalidadilegÍtima. Por lo ta¡to,
es lanaturalezadel conflicto en cuyo ¡nter'orse !.sualiza¡ la castao la tribu,lo
que nos müestralas caacteristicasde esemomentohistóricoparticular.Asumir
qüe podemosconocer á pnori las mentalidadesde las castaso comunidades,
es caer en una perspectivaesencialista,que la propia eüdenciaque nos olrecen
los volúmenes de Sa¡d4era .Sludiespone en entredicito,
L ¿m r r o n a d e p a r t i c i p ¿ n l eesn " s l o s\ o l ú m F n c m
s u e s t r ¿ lnd l m p o r t a nird d e l
lide¡azgocarismáticoen la rebelión de los subalteanos!en Sentidode que los
líde¡esnoserían portadors de lormas de autor¡dadtradicionalo racional-legal,
para usar la ter.¡ninología\,/eberiana.Como Sumit Sarkar sugiere,antes que
caracte¡izaresto como eüdencia de una mentalidadque coloca el énfas¡sen la
tr¿¡slormaciónmágca,podría ser mejorsistematizarla natural€zadel liderazgo
ca¡ismático,asícomo de la comunidadque se forma en torno a estetipo de Iíder.
El irabajo de Sarka¡ sugiereque sería posible pensar en tres momentosdile-
renciadosen el su¡gimientod€ un lider car¡smático.Primeramentese da¡ía su
reconocimientocomo ¿r¿tar', un ser con poderesextraordinarios.En segundo
térm¡no,seríaüsto como capazde conferirinmunidada sus seguidor€s.En un
tercer momento,llmaía a la kansformac¡óntotal delmundo. Sarl<ar considera
a Gandh¡como uno de estos líderes y ak¡buy€su éxito al hecho de que la fe
religiosaera capazde proporcionarunaexplicaciónintrínsecadelfracaso. Este
análisisresulta decepcionante,puesto que parecerÍamás apropiado büsca¡ la
comprensiónde su liderazgo,no en las generalidadesde laie rel'giosa,sino en
las particularidadesdel momento h¡stóricoanalizado.
Lo que encontramos,en el caso del liderazgo carismático, es el carácter
extraordinar¡amente abierto de su mensaje.EI análisisqu€hac€Aminsobrelos
rumorg que corrían sobre Candhi en Corakhpur,müestra que hay una con-
vergenciade motivos porla que, €n la concienciapopülar,se p€rcibea Gandhi
comoun personajeala vez pe¡tenecientey ajenoa su mundor2.El d¿s¡in¿¡eaf*'
de Ia comunicaciónno 6 uns€guidorsinoun testigo,mientrasque el dstinatar'o
es aquel que no c.€e, o que cree sólo parcialmenteé. la divinidad de Gandhi,
a quien se buscapersuadir- Por más importanteque seael estudio de los por-
tadoresde símbolos,seríaaún más interesante examinarla coherencia,las formas
objetivadas y la naturalezade la conunicación que se establec€en aqu€llos
momenioshistór¡cosvolátiles,en to¡no a Ia ligura del líd€r carismático.
Lamentablemente, a pesarde haberdiscutidoe¡tensamenteesosmomentos
h'stó¡icos ext.aordina¡ios, ninguno de los colaboradoresha examinado la
naturalezade las multitudes,que parecenhaber sido tan crucialescomom€dios
' N. de T R..r.mriói p¿riódic
unñeEiry 22 Shrnidamitr,"cmdhi s Mr¡trr 92r'2,¿trcuha(1931)Js/r¿
.' N de T. en froc& .¡ .l oriciñ¡r DesÜn¡rúo
 Lo SlbolEmidod otu P€6F€1iw 29r

de protesta.Elensayode Bhadranos muestralaimpo¡tancia de tasretaciones a la r€atidadlasd¡versascategor¡asn¡ quémodelode ¡mperativosIue usadoen

preexistentes, ásfcomode la5formasde comunicac¡ón de tosmensaies. Daralá esteproceso.Amold lanza¡afasc¡nantesuger€nciade qüeestaoportunidadfue
comprensión de la organi¿ación de la protesta!. Detm¡smomodo,Hardimá¡¡ utilizadaparagolpea¡la nilitanc¡adel T¡laky tambiénparareorganizárlos
arguyequelasprotestasviolentasde losBhilscontratosprestamistas, se¡tel,ra¡on concelos municipales. Deestemodo,el conteYto colonialenel cualseinscribió
a cabo en el ma¡co de una "economíamoral"4 Estepunto de üsta sobre tas el modelo médico, le otorgóuna tonalidad distinta a la quedescribeFoucault.
nultitudes mu$tra Ia luerteinlluenciadel trabajode E.p.Tho¡npsqn.Enla La¡elación€ntrelos obietossobrelos ques€ejerceel poderyel momento
lite¡aturadecienc¡as socia-les,
sinembargo, tenemosrá¡nbién un pu;¡o devista hiatórtco en el cual estosmodelosson formulados,seguranentemereceráüna.
opuestosobrerasmullltudes, quelaspintacomocapr¡chosas, emo.ionates y atenclór¡máscuidadosaen volúmenestuturos de SuódllemS¡üdi¿r-
volátiles. Es ufla lástimáqu€los colaboradoresde estosvotúnenes no havan lá cuestiónd€l gé¡eroen la constitución de lasubaltemidad; haestadoen
emprend¡doseriámenre elanáljsis
dela narurateza
detasmutritud€s comomJios granned¡daausentedel alcancede los esiudiosqueáquise mencionan.Uná
de prot€sta.Aslmismo,serí¿inreresa¡teevaluarto que otrecela evidencia excepción eseltrabajodeGuha sobrel¿ muertedeChandra'", en€lqueanaliza
históricacomo respa¡doa estosdos puntosde vista d¡vereentes sobrelas un docünento histó.ico sobreun casode aborto en 1849 Unaüuda desarro ó
m¡iltitudes. unarelaciónamorosaconun hombreyse vio embarazada. El hombrerenegó
de toda rsponsabllidad, y anenazó a la nadre de la üüda con porer a Chandra
Et pode¡ y el cucrpo un b¡ek' devaishnava-Lasmujeresde la lanilia intentaronconcertarun aborto,
p€ro €n el proceso,Chardramurió. Estahlstoria,de modoalgunoexcepcional,
Ladomir¡ac¡ón delmodetomédicoenel ejerctcio de tasformasmodernas de ¿eIasubordina.lón lemenina
poder,ha sidoestablecida seconvierte enun medioparaexaminar Ianatur¿leza
por la obrad€Foucautt.Untrabajode Arnotdsob.e patriarcales de la ianilia,la yla
r€lig¡ón ley,y
losmodoscoloniales en el interiorde las€structüras
demanejodeplagasep¡démicas, nosbrindaunap€rcepriva
oescnpcronoe Guháes capazde lormular una notabletemáücananat¡vaen tomo al discu¡so
esreproceso".Arnotdanatizacómota enfermedadse convirt¡ó
en un medlo para reorgan¡zar€t habjtat físico, asattarlos cuerposy viota¡ tos de los teitigos. El discursoiudic¡al-s€nah- es un discursoreduccionista que
espaciosprivados-+specialmente tránsformael acto de amorde las parienleslemeninasen un cr¡men,pero no se
toshog¿res-de tascomunidades. perono pronunciasobrela actitüddelamanteen todoel procesode tijarlasresponsa-
ve comoentespasivosa los objetossobrelos queestepodé. se impone Muestra
bilid¿despor la mue.tede Chandra Ellengüa¡ede los procedlnientosiudiciales
cómoseo¡ganiza la protestaen tornoa imperativos ratescomota prescripción peroexistetambiénünarupturade Io referencial, aúndentrodel
es r€lerencial,
acercadel ¡nododediponerdetoscadáveres, etdesarraigode tospaciintes modo reterenoal.Asípor eiemplo,cuandola rüdre cita laspalabrasdel amante,
hospitalizados conrespectoa susfamitiasy especialnente, Ia res¡sienciaa Ia no se escuchani la másremotamemoriasobreel deseosexualquepodríahaber
capturad€mu¡eresparasu intemaciónen hosp¡tajes.Aqüí,ta protestano puede
dadovidaa la relac¡ón.El¿nálisisdeldominiomarcullnoquereal¡zaCuhaes
serüsta comoexpresión de supersticiones contrataracionalidad cientit;¿ El notable:el amantetoma el cuerpode su amadacon paslón,pero cuandohay el
entramadode rumoresqueArnotdexáminaen est€periodo,nosmuesrr¡que
Ia co¡cienciapopularenfarizaet menospreciode tosgobemantesbritá¡icos p; riesgode oprobiosocial,seconüerte en el €misorde la ley Yo llevaríaaúnmás
lejosesteargt¡mento, senalandoqueno sólo es aplicableal casodel amante
conlos sentimientos, lidas y cuerposde los súbditosindios. Esraes unacoÍ_ ilegítimo,sino a todala estructuradel patr¡arcado, en el interiorde la cualse
tribuciónimportanteen la ü¿ de reíau¡& el contenidoepen€nciaj de cat€goías
tal€scomolasup€rstictón a¡ticula el deseosexual. n amantenocturnoCs€a¡naridoo amanteadúltero)se
o ta racionalidad,
entornoa lasquesueteorganLare conüerteal di¿s¡guienteenun dadorde leyer,y aquíreridela naturalezaopresiva
estetlpo de discusiones.Sinembargo,habrÍasidoútit exam¡nartaslor¡nai a t¡av¿s
d€l deseoheterosexual. Noestoysegürade coincidirconCuhaen el hechod€
de lascualesel modelomédtcoyel modelotegatse vincularonentresf en el
queel ing¡esode Chandraenun óáefrdeVaishnavahabríasimPlemente sustituido
ejerciciodel poder coloniáI. Si b¡ense mencionala Ley de fntermedades
Epidémicas, una lorna de dominio por otra. Los materialesdescritospor Obeyesekereen
nosearalizasü tenguaje.paramostrarcomoesrebuscaba .onsl¡tuir
a la naturaleza tomo a la muierascélica,apuntanen unad¡reccióndivergent€, dondeel ascetismo
huma¡a.C¡ertamente, tampocose nosmuestracómosurqieron

x Guh¡, !d l¡ nú I L sin cmbárgo,¿riste un ¡n Álisisircrcsú¡c de é

23 Gdh liaúio, q pd¿ & G¡y¡b spivlr (a él mim volú¿n). qtreno m¿é p6ibl¿ b¡li¿ú rluf
Bh¡dG Er id¡ 19. . N.d.T B¡¿ra.tnábioaEs r¿sdsj¡nob(v¡isnn¡qr,
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d. rmvfión dd hinddrmoniuyFpur.r .nR la (ls bJlJ y ld intd ábkr vfl cth' ¡ Jsrh" .n
15 D¡úd Aoord: "Túcü,ns dE A¡dy: pdspdivG on rh. r¡¿¡d pllgrd,
.r oú Ox7), s, q
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u pü€de ser v¡sto como un medio de translormar tas

demandasopres¡vasde ta
I het€rosexualidad,en un poder curativo2T.
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Io cotid¡áno y to hi$tóúco dela subaltemidad
Los estudios
li .Enestas
notasfinales,quisierarerorna¡a la pregunta

::lü,:;:l*il.""lÍ:,1:
tr#t c,r'"
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lormutadainic¡atmente,
comocríticapost-colonial"
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J"Xi:",1",,m*n:1",:",1¡; Gya Prukash

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!""rili"i*trr;r"T:ü:#iT"t:.".""J:¿*:1.i:?r;
;ilil r;';;; Prestá¡atenciónal fermentoc.eadopor los Estüd¡osde la Subaltemidaden
::[ijJff .i:1,::rf*:ff::il"::iilfl??..:jtffl¡,"..# d¡sciplinastan diversascomo la h¡sbna, la antropologíay la l¡teratura es ¡€_
conocerla fuerzade la cítica postcotonial reciente Estacríticaha obligadoa
concepro
,,,:XlT,ffiillf ff i:'fi ::"j $"""":','ji?-'"'e'I desiocronia repensarradicalmente el conocim¡ento y lasidentidades socialesautorizadas
i"a"¡¿" * q"upi"iü o'" ¡atemporarjdad
s¡no "resa y c.eadaspor el colonialismoy el doninio Occid€ntal.Porsupüestoque el
"i;;;;,#il#; anteriormenteBastapensar
+¡:ni*:i"l'.*";ilir,,#.:#r:ilx#,xrjr1*fi
# colonialismo y su legadohanenfrentado desalíos
en lasreb€liones naclon¡listascontraeldom¡nio imp€rialista y enla implacable
aDsor oás en elconcepto de repetición. La
consrrucciónde ta reatidadcomo crít¡cadel marxismoal capitalismo y al colonialismo.Peroni el nacionalismo
queveamos
¿r";_¡"." _,. n¡elmñismohan rotoama¡ras .on losdiscursoseurocéntricosr' Asi,ai revertir
,,-tt *tt,.",,,""0"',vo.,equ¡Fre a la
;,;J;"i;fi
.';TJ
:T:J""i.T""""i ","ii¡.
1,1"'iÍ,1,iiil;,,,.',h
il.,"",il
:"i:;il:1
el pensamiento
naciónsometida,
y
orientalista atribuirle
el n¡cionalismo
iniciativa
sólocons¡guió
[¿g¿n.)¡'e historicidad
aventurarsusdemandas en el
ordende la Rázóny del Progr€so insütu¡dos por el colonialismo.Cuandolos
Deolro ládo. paraet h istoriador.toqup parFce
¡oqurrrr mayor reteva¡cjaes maBistascomenzarona vislunb¡d la explotacióncolon¡al,suscríticasse
el, or¡gendé la novedad. Las des.¡ipc¡ones enma¡caronen un esquemahistór¡coqueuniversalizaba la expe.ienciahistórica
más Inreresanresdp tos !otumenps

iiifiilqiíÍfirñrü1":1Ti..,il',Tr:::..,1
ill';::*l;*";;:i::"..k* europea.Encontrasteconello,laemerg€ntecrítica postcolonial buscarev€rtir
el eürocent¡ismoqueha traídoconsigola instituciónde Ia tray€ctoriadeOccidente

il.:ffi:il"ij":,.$,*
y 6u apropiac¡óndel otro comoHistoria.Lohaceempero,dándoseperf€ctacuenta
li rfyiii;.'i,:i:T"";":"","ii[f.""J"T:f :"["xr3:
l'J""|".i",ff
5"!i::i+i:,",,:",;":li
!"¿:T:tli itff;:trl lm*lx# . \r. fndxc,óñd¿R{u.jcuúh¿yA..enspcdoDg.ron.si.lrpas

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- * * . , , - " " *"" d¿Nvo lÑ.e Esd¡¡s¡! rdoPnd¡ringurlrd¿n¡Bhprcpil
m a r e r i a r edse b et a m b i é ns e ¡ ¡ e ¡ o n o c ¡ d p
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