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MODIFICACION
DE CONDUCTA
Tácticas de observación e intervención
CAPITULO II
LA DEFINICION OBJETIVA DE L ~
CONDUCTA Y SUS PROBLEMAS
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a un registro más válido, que si hubiéramos observado los produc
tos permanentes (colillas). Podemos contar el número de aspira
ciones (expulsiones de bocánadas de humo), que el sujeto ejecuta
cuando enciende cada cigarrillo. Habiendo identificado la propie
dad pertinente, podemos establecer la relación entre el número
de bocanadas y el grado en que se consume cada cigarrillo, e
inferir, á partir de la medida del tamaño de las colillas dejadas
por el sujeto, los patrones de consumo.
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la base para una definición objetiva, pero suponer que las opera
ciones de medida son exactamente lo mismo que los conceptos
o funciones definibles, (operacionalismo), es un error.
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cífico. Pata ello, dividen los ambientes según el acceso funcional
de las personas y las actividades que las personas realizan en de
terminadas ateas. Por ejemplo, en casas de habitación, la sala y el
comedor son consideradas áreas publicas; la cocina, semipública;
y las habitaciones y baños, privadas.
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Tanto mejor si tales condiciones permiten observar la ocurrencia
de la conducta con una duración definida o al menos con claro y
discriminable inicio del tiempo de variación del evento. Cuando no
es posible medir la duración, el constatar la ocurrencia actual del
evento permite aproximamos a su frecuencia, y en consecuencia,
podemos estimar su tasa. En ambos casos, la definición previa del
evento conductual tiene la máxima importancia. Jackson, Della-
Piana y Sloane (1975) han sugerido tres pasos para la obtención
de una clara y buena definición (operacional):
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Por ejemplo: Gomo Atención del maestro, se considera a
las vertjaUzaciones dirigidas a los niños y los contactos físi
cos con éstos.
Especificar los resultados de la conducta. Por ejemplo, ras
paduras en el brazo, solucionar problemas correctamente
escritos; desperdicios en el piso, etc.
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servación hacia manifestaciones particulares de algunas conductas,
conviene entonces:
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comunidad, com o una dimensión decisiva del cambio con-
ductual. Esto ha conducido a una precisión mayor respecto
a considerar quién es el cliente en los programas de inter
vención conductual.
Cuando éstos son los administradores escolares más que los
alumnos, la disposición ideológica del programador de
cambios conductuales debe ser expresada explícitamente y
las razones de su compromiso.
7. En situaciones ecológicas e institucionales, donde las con*
diciones de los ambientes naturales ejercen efectos contro
ladores múltiples, las definiciones de conducta están enla
zadas a un sistema de registro de observaciones. Es necesa
rio entonces determinac la consistencia de la definición
(validez), la precisión de la misma en términos del domi
nio cubierto por las clases d e . conductas definidas, las
oportunidades qüe se prevén para su observación y la for
ma de solucionar los impedimentos que limitan la realiza
ción de las observaciones.
Tiempo de observación
Costo = — ■— --------------------------------x Número de observaciones
Oportunidades de observación
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Si de las cuatro horas de oportunidad, observamos cuatro en
quince sesiones diarias el costo sería
4
——x 15 = 15 uc.
4
0.5
------ x 15 = 1.8 uc.
4 "
Por ejemplo
FIGURA 11.1
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Z).- Relaciones entre investigación básica y aplicada
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BIBLIOGRAFIA CAPITULO II
HARTING R.E.- "Los efectos del uso del refórzamiento positivo, costo de
respuesta y combinación de ambos en la cantidad de basura que
niños en edad pre-escolar tiran al suelo". Tesis de Maestría. Uni
versidad Nacional Autónoma de México. Facultad de Psicología.
Septiembre de 1976, Pág. 21*22. Inédita.
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