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SENOS PARANASALES PEDIATRICOS

INTRODUCCION

La pediatría es la especialidad médica que estudia al niño y sus enfermedades. El término


procede del griego paidos (niño) e iatrea (curación), pero su contenido es mucho mayor
que la curación de las enfermedades de los niños, ya que la pediatría estudia tanto al niño
sano como al enfermo.

Cronológicamente, la pediatría abarca desde el nacimiento hasta la adolescencia . Dentro


de ella se distinguen varios periodos:

 Recién nacido (0-6 días).  Preescolar (2-5 años).

 Neonato (7-29 días).  Escolar (5-10 años).

 Lactante: (lactante menor 1-12  Pre-adolescente (10-12 años).


meses de vida, lactante mayor 1-2
 Adolescente (12-18 años).
años).

- La infancia o niñez es un término amplio aplicado a los seres humanos que se


encuentran en fases de desarrollo comprendidas entre el nacimiento y la adolescencia o
pubertad (la pubertad, adolescencia inicial o adolescencia temprana es la primera fase de
la adolescencia y de la juventud).

CLASIFICACIÓN SEGÚN EDAD GESTACIONAL DEL RECIÉN NACIDO:

Características físicas y neurológicas nos permiten valorar con precisión la edad


gestacional ya que el recién nacido estará clasificado entre las siguientes categorías:

 Recién nacido prematuro extremo: antes de la semana 28 de gestación.


 Recién nacido muy prematuro: entre la 28 y 32 semanas de gestación.
 Recién nacido pre termino: antes de 37 semanas de gestación.
 Recién nacido a término: de 37 a 42 semanas de gestación.
 Recién nacido pos termino: más de 42 semanas de gestación.
OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL

Dar a conocer las diferentes proyecciones de Senos Paranasales en escolares (5-10


años) que son las más utilizadas en un gabinete de Rayos X.

OBJETIVOS ESPECIFICOS
 Explicar las diferentes proyecciones radiológicas con las diferentes posiciones
anatómicas
 Aplicar las maniobras e indicaciones para obtener una imagen nítida, y los factores
que dependerá la calidad de imagen.
JUSTIFICATIVO

El informe realizado es para poder dar a conocer las distintas proyecciones radiológicas
de los Senos Paranasales el cual nos permitirá realizar la adecuada posición del paciente,
el centrado de rayo que permitirá focalizar la estructura anatómica que se requiere
observar, los factores que son el kilo voltaje para dar la penetración y obtener una buena
calidad de imagen, el miliamperio-segundo es la multiplicación del miliamperio por el
tiempo el cual nos dará la cantidad de Rayos X que se requiere para el estudio, el tamaño
del chasis que se va utilizar y distancia adecuada, la colimación y si el paciente deberá
contener la respiración durante la exposición o no.
MARCO TEORICO

Las cavidades paranasales son prolongaciones de


la cavidad nasal hacia los huesos vecinos del
cráneo. Son cavidades pares existiendo una gran
variabilidad entre un individuo y otro e incluso
dentro de un mismo sujeto. Pudiendo existir
ausencias (agenesia) o menor desarrollo
(hipoplasia).

En anatomía, los senos nasales o paranasales son


un conjunto de cavidades neumáticas que se encuentran en los huesos frontales,
esfenoides, etmoides, y maxilar superior, que comunican con las fosas nasales. Estas
cavidades son estructuras que influyen en la respiración, la fonación, el calentamiento del
aire y la olfacción adecuada.
Existen 8 senos paranasales, 4 a cada lado de la nariz y están cubiertos por epitelio
respiratorio con moco: Seno Frontal, Seno Etmoidal, Seno Maxilar, Seno Esfenoidal.

SENO FRONTAL.- Son dos cavidades separadas por el


tabique interfrontal; cada seno, a su vez puede tener uno o
más compartimentos. Se comunican con el meato medio
nasal a través del conducto naso frontal. Mide en promedio
3 cm. de alto y de 2 a 2.5 de ancho, con una profundidad de
1.5 a 2 cm. Su volumen aproximado es de 4 a 7 ml.
Es posible identificarlo como unidad anatómica a partir de
los 2 años de edad, y es radiológicamente visible desde los
6 a 8 años, aunque a menudo existen diferencias
considerables en el tamaño entre cavidad derecha e
izquierda en una misma persona, pudiendo incluso estar
ausente en forma unilateral o bilateral.

Está comunicado con la cavidad nasal a través del receso


naso frontal que se abre en la nariz bajo la cabeza del cornete medio. Su pared anterior
forma la parte inferior de la frente. La pared posterior está en contacto con las meninges y
el lóbulo frontal, la pared inferior forma parte del techo de la órbita.
SENO ETMOIDAL.- El laberinto o celdillas etmoidales, se encuentran a cada lado de la
mitad y el tercio superior de la cavidad nasal y medial al hueso de la órbita. El hueso
etmoidal consta de una lámina horizontal y otra vertical. La pared externa del laberinto
etmoidal está formada por una lámina del etmoides y por los huesos lagrimales, además
de la pared interna de la cavidad orbitaria. El volumen de los dos senos etmoidales es de
14 ml.
Corresponde a un conjunto de varias celdillas con contenido aéreo. Embriológicamente
aparece a partir del 5º mes de vida intrauterina. Al
nacimiento se encuentra desarrollado y mide entre
2 y 5 mm de diámetro. Continúa su crecimiento
durante los primeros años de vida.

Anatómicamente se divide en etmoides anterior


formado por aquellas celdillas que desembocan
en el meato medio, y etmoides posterior por
aquellas que desembocan en el meato superior.
Todas las celdillas de un lado están comunicadas
entre sí.

Superiormente se relaciona con la base de cráneo, lateralmente está separado de la


órbita por la lámina papirácea, posteriormente está en contacto con el seno esfenoidal y
medialmente con los cornetes superior y medio.

SENO MAXILAR.- El seno Maxilar es el más grande de los senos paranasales. Tiene
forma piramidal irregular con base hacia la fosa nasal y vértice hacia la apófisis
cigomática o piramidal del maxilar. Sus dimensiones: 31 a 32 mm de altura, 18 a 20 mm
de ancho y 19 mm de profundidad. Su capacidad es de 15 ml. La pared interna o base del
antro, está formada por la lámina vertical del hueso palatino, su pared superior la separa
del piso de la órbita. Dato curioso: Al nacer, el seno maxilar ocupa un pequeño espacio
sobre la porción interna de la órbita. Al principio, su parte inferior se encuentra arriba del
piso nasal, para ir descendiendo en forma gradual y alcanzar el nivel del mismo hacia los
ocho años.
Está presente desde el 4º mes de vida intrauterina, como un pequeño divertículo que nace
del etmoides anterior. Continúa su desarrollo a través de los primeros años de vida para
alcanzar el nivel del piso de la fosa nasal alrededor de los 7 a 8 años y crece hasta la
edad adulta. Es difícil su evaluación en la radiografía simple antes de los tres años.

Al nacer, el seno maxilar mide menos de 5mm y la tematización se produce con una
velocidad de 2mm por año, enlenteciéndose desde los 9 años. Su volumen promedio en
el adulto es de 15 ml.

En ocasiones ambos se desarrollan asimétricamente, lo que puede conducir a


diagnósticos radiológicos incorrectos.
El ostium de drenaje del seno maxilar se encuentra en la parte superior de la pared medial
y se abre a la nariz a través del infundíbulo a nivel del meato medio. En la pared medial
también se puede encontrar un pequeño orificio de drenaje llamado ostium accesorio.

La pared superior del seno forma el piso de la órbita y se relaciona con el saco lagrimal.
La pared anterior es la parte facial y contiene al nervio orbitario inferior. La pared posterior
se relaciona con la fosa pterigopalatina y su contenido (arteria maxilar interna, ganglio
pterigopalatino, ramas del nervio trigémino (V par) y sistema autónomo). Finalmente, el
piso del seno maxilar se relaciona con los alvéolos dentarios del segundo premolar y
primer molar.

SENO ESFENOIDAL.- Se encuentra completamente desarrollado entre los 12 y 15 años.


Está situado en el cuerpo del esfenoides por lo que su tamaño y forma son variables.
Cada seno esfenoidal se comunica con el meato nasal superior a través de unas
pequeñas aberturas que drenan en el receso esfeno-etmoidal. Sus dimensiones son 15 x
12 x 10.5 mm con una capacidad de 7.5 ml. Este hueso desemboca por un orificio situado
de su pared anterior hacia el receso esfeno-etmoidal de la cavidad nasal.
Es el más posterior de los senos, se origina del etmoides posterior e invade el hueso
esfenoidal a los 3 a 4 años. Termina su crecimiento en la adolescencia.

Su capacidad es variable y puede estar ausente en un 3 a 5 % de la población. Su ostium


de drenaje se encuentra en la pared anterior del cuerpo del hueso esfenoidal hacia
medial. Su pared superior está en contacto con la fosa craneal anterior y media en
estrecha relación con el quiasma óptico y el foramen óptico. La pared lateral está en
contacto con el seno cavernoso, la arteria carótida interna, los nervios craneales II, III, IV,
V y VI. El piso se relaciona con el techo de la nasofaringe y la coana.

Senos paranasales
1. Senos frontales,
2. Senos etmoides,
3. Senos esfenoides,
4. Senos maxilares
ETAPAS INFANTILES

Lactantes Prematuros

En el Servicio de Radiología, la hipotermia es el mayor peligro para los lactantes


prematuros y para algunos nacidos a término.

Es probable que la hipotermia agrave cualquier enfermedad preexistente y puede resultar


fatal.

Si se debe hacer un examen en la sala de radiología, el niño debe ser transportado por un
profesional sanitario en una incubadora templada.

El periodo fuera de la incubadora será el mínimo imprescindible, y debe ser devuelto a la


incubadora durante las pausas del estudio si existe cualquier evidencia de hipotermia.

La inmovilización rara vez es necesaria para estos pacientes, y cuando lo es, puede
aplicarse con rapidez un método simple y suave.

Lactantes Jóvenes

Los lactantes con alrededor de 6 meses de edad no distinguen bien entre las personas
que los cuidan. Muchas veces se muestran juguetones o somnolientos cuando están
cómodos y bien alimentados.

La reacción al dolor estimula el movimiento corporal total y el llanto fuerte, que puede
cesar con la distracción.

Cuando se dispone de tiempo, el llanto prolongado puede calmarse sacando al niño de la


habitación mientras se examina en el intervalo a otros pacientes.

Pedir a la madre o familiar que coja al niño, le hable con suavidad y tranquilidad, y le
ofrezca un biberón con agua o leche si no está contraindicado.

Lactantes hasta los tres años de edad

Los principales factores de estrés para los niños entre 6 meses y 3 años de edad son:

 Dolor.
 Separación de los padres.
 Limitación de las capacidades motoras.
 Pérdida de las rutinas y rituales relacionados con la comida, el sueño, el baño y el
juego.

Un chupete o biberón calmará con frecuencia al lactante. El técnico debe aproximarse al


pequeño de modo sonriente y amistoso, y hablarle con voz suave, quizás ofreciéndole un
simple juguete.
Casi siempre es necesaria la inmovilización, y ésta trastorna menos al niño que verse
rodeado por varios adultos que intentan sujetarle en posición correcta.

Una vez apropiadamente inmovilizados, la mayoría de los niños se calman y es posible


completar un examen diagnóstico técnicamente correcto.

Advertencia: nunca se debe dejar solo en la sala a un niño inmovilizado, excepto en el


momento de hacer la exposición.

Tres a cinco años de edad

Los preescolares pueden comprender las instrucciones y explicaciones si se les


proporcionan teniendo en cuenta el modo como probablemente las percibirá el niño. Por
ejemplo decirle que tenemos una cámara de fotos especial y más grande que la de sus

Papás, que no le hará daño y que servirá para que su médico lo pueda curar.

Los preescolares son fáciles de agradar y una atmósfera de juego puede facilitar el
trabajo.

Muchas veces se puede charlar con el niño durante el examen. Se le debe alabar cuando
el niño intenta colaborar. Eso reduce la ansiedad del pequeño y tiene mucho valor para él.

La inmovilización suele ser necesarios incluso en los preescolares más colaboradores,


debido a que no comprenden la necesidad de estarse inmóvil en una posición fija.

Los conceptos inmaduros sobre la enfermedad y el tratamiento, incluyendo el miedo a la


invasión del propio cuerpo o a la pérdida de cualquier parte del cuerpo (incluso de una
pequeña cantidad de sangre), resultan universales a esta edad. Las tiritas son muy
importantes para los preescolares, dado el temor de que cualquier intrusión en el cuerpo

Niños en edad escolar

Las sugerencias de la sección previa se aplican también a los niños de edad escolar.

Para ganarse su confianza, el técnico debe ofrecer explicaciones completas de la


experiencia esperada a estos niños con mayor capacidad de comprensión.

Como es natural, las explicaciones se deben modificar conforme aumenta la edad del
paciente.

Los niños de este grupo de edad hacen frente mejor a la hospitalización, debido a que la
socialización en la escuela y las conexiones con sus compañeros consiguen que se
aflojen los lazos con los padres y el hogar.

De hecho, la obtención de independencia es importante para ellos y se les debe dar


libertad para que elijan, siempre que sea posible. Los pacientes tendrán menos tiempo
para preocuparse por el medio ambiente extraño y los sentimientos de desamparo si el
técnico les habla durante los procedimientos.
El truco consiste en hablar continuamente, pero sin hacer de menos ni siquiera violar la
personalidad del niño. Hará que se salga lo de dentro.

Muchos niños de edad escolar son sorprendentemente vergonzosos, e ignorar su pudor


les puede causar gran turbación.

En un niño mayor de 7 u 8 años no se le debe forzar ni atar en el examen radiológico,


excepto en caso de urgencia.

Cuando un niño mayor se muestra reacio, se le debe sacar de la sala que se le ha


convertido en una atmósfera amenazante y encargar a los padres que lo tranquilicen.

Adolescentes

Los adolescentes suelen haber desarrollado ya mecanismos para hacer frente con éxito al
estrés de la hospitalización. Sin embargo, puesto que muchos de ellos están mal
informados sobre la enfermedad y el cuidado médico, sus respuestas frente a un examen
particular pueden ser inapropiadas.

Sólo en caso de urgencia que pongan en peligro la vida y cuando hayan fracasado todos
los argumentos y explicaciones, se forzará un examen radiológico en el adolescente.

El cambio rápido de la imagen corporal durante el desarrollo puberal hace que los
adolescentes se muestren preocupados por su intimidad y pudor, y el técnico debe
respetar esos sentimientos.

Los padres en la sala de radiografía

En el pasado era frecuente no permitir que los padres acompañasen a sus hijos en la sala
de radiografía.

Hoy día muchos técnicos y radiólogos pediátricos creen que se debe permitir a los padres
que acompañen a los niños si desean hacerlo. De hecho, puesto que la mayor parte de
los padres pueden proporcionar soporte importante a los hijos, es probable que se deba
aconsejar su presencia si el niño presenta temor inusual.

A veces los padres se muestran más preocupados que el propio niño, con lo que
deberemos con mucho tacto indicarles que sería preferible que éstos se queden en la sala
de espera. A menos que la madre tenga la seguridad de no estar embarazada, debe
permanecer en el cuarto de control o fuera de la sala de radiografía cuando se hace la
exposición. Los padres pueden servir de gran ayuda para poder sujetar al niño.

Técnica de exposición en radiología pediátrica

El establecimiento de una técnica satisfactoria exige familiaridad con las características


del equipo y los accesorios empleados, así como conocer las preferencias del radiólogo
con respecto a la calidad de las placas.
Para establecer la técnica básica correcta en cada Unidad se deben tener en cuenta la
corriente eléctrica disponible (trifásica o monofásica), la potencia (Kilovatios) del
generador y el tubo, las características de la radiación (longitud de onda), la filtración
utilizada, el tipo y la rapidez de la placa y de las pantallas de refuerzo, la rejilla y el tipo de
soluciones procesadoras.

Cuando se dispone de esa información es posible seleccionar los factores de exposición


para cada región del cuerpo y equilibrarlos para poder obtener radiografías con la mayor
calidad posible.

Adaptación de la técnica de exposición al paciente

Es responsabilidad del técnico seleccionar la combinación de factores de exposición que


proporcione la calidad radiográfica deseada para cada región del cuerpo y estandarizar
esa calidad.

Una vez establecido el estándar, las desviaciones deberán ser las menos posibles.

Los factores básicos deben ajustarse al paciente individual para mantener una calidad
uniforme en toda la gama de sujetos. Sin embargo, no hay que esperar que los factores
correctamente equilibrados proporcionen la misma definición en todos los casos, ni que
una combinación de factores de exposición consiga el mismo contraste estándar en todos
los niños.

Al igual que varía el color del pelo, algunos niños tienen marcas trabeculares óseas finas
y definidas y otros no. Al juzgar la calidad de las radiografías, hay que tener en cuenta las
anomalías y las variaciones congénitas, los cambios relacionados con la edad y
alteraciones patológicas. Los lactantes y preescolares tienen las condiciones que
requieren menor exposición a la radiación.
MILIAMPERAJE Y KILOVOLTAJE APLICADO A LA RADIOLOGÍA PEDIÁTRICA

Debe tenerse en cuenta que la técnica a utilizar como en cualquier Sala de Rx depende
de muchos factores.

La calidad del aparato y el envejecimiento del tubo de éste pueden repercutir en la técnica
a utilizar; al ser más viejo, éste rinde menos y se debe aumentar el régimen.

Con los Controles de Calidad que se hacen anualmente por parte de los Servicios de
Radio física Hospitalaria y Radio-protección debemos saber qué desviación de mAs y Kv
pude tener cada aparato.

Para tener un cálculo aproximado, debes conocer los regímenes de los adultos para
aplicarlos a la pediatría. Esto es que según el volumen de una estructura anatómica de
adulto, ésta se puede parecer en volumen a una pediátrica y tener regímenes iguales o
parecidos. Por ejemplo, un codo de adulto puede asemejarse a una rodilla de un niño, o
un fémur de adulto a una columna lumbar de un niño.

A continuación se van hacer unos ejemplos de regímenes en pediatría:

mAs Kv

MANO 1 40

ANTEBRAZO 1 43

CODO 1 45

HÚMERO BUCKY 10 45

HOMBRO BUCKY 10 50

PIE BEBÉ 1 40

NIÑO 3 40

PIE CARGA AP 3 40

Lat. 3 45

TOBILLO 3 45

TIBIA 3 48

RODILLA 3 50

RODILLA CARGA 14 55

FÉMUR DIRECTO 5 50

BUCKY 20 50
CADERAS BEBÉ DIRECTO 3.5 45

BUCKY 10 53

CADERAS NIÑO DIRECTO 5 5

BUCKY 20 60

COLUMNA DORSAL AP 40 50

Lat. 40 50

COLUMNA LUMBAR AP 40 60

Lat. 40 65

TÓRAX BEBÉ AP 1.2 75

Lat. 2.5 85

TÓRAX NIÑO AP/PA 1.5 96

Lat. 2.5 106

TÓRAX DIRECTO 1.5 50

ABDOMEN 40 55

CRÁNEO BEBÉ AP 20 50

Lat. 10 50

CRÁNEO NIÑO AP/PA 20 65

Lat. 10 65

SENOS 20 65

CAVUM 20 55

HUESOS PROPIOS 15 40
PROYECCIONES DE SENOS PARANASALES

Exámenes radiográficos senos paranasales.- El estudio radiográfico de los senos


paranasales, técnica sumamente sencilla es un complemento diagnóstico de mucha
utilidad, muy económico y de fácil realización.

Las vistas más utilizadas son:

- La mento-naso-placa o vista de Waters: Mediante esta se obtiene una buena imagen


radiográfica de los senos maxilares y parte del etmoides; pero, si durante la radiografía el
paciente se mantiene con la boca abierta pueden verse los senos esfenoidales.

- La fronto-naso-placa o de Cadwell: Esta posición es ideal para los senos frontales y el


etmoides anterior.

- La lateral de senos: Utilizada para el diagnóstico de las fracturas de la pared anterior de


senos frontales, pero es de dudosa utilidad para la evaluación de otros procesos
patológicos debido a la superposición de las estructuras.

En cuanto a la interpretación de los estudios radiográficos de senos paranasales debe


tenerse presente que los senos son estructuras simétricas óseas, llenas de aire, y su
radio transparencia en las vistas de Water y Cadwell es similar a la de las órbitas, dicha
simetría no se cumple solamente en los senos frontales en los que aproximadamente 20%
de los sujetos normales pueden ser agenésicos o hipoplásicos de un lado y normales del
otro o esta condición estar presente en ambos.

Recordar también que en el niño pequeño el único seno identificable radiográficamente es


el etmoides, ya que los senos maxilares están ocupados por los gérmenes de los dientes
permanentes y no alcanzan su volumen hasta después de concluida la dentición
permanente y el desarrollo de la cara; los senos frontales empiezan su desarrollo en la
niñez y terminan de alcanzar su volumen definitivo después de la adolescencia.
BIBLIOGRAFIA:

1 https://es.wikipedia.org/wiki/Senos_paranasales
2 http://escuela.med.puc.cl/paginas/publicaciones/apuntesotorrino/AnatomiaParaNasal.ht
ml
3 RADIOLOGÍA PEDIÁTRICA Autor: José Luis Molina Ocaña Edición Octubre 2011
Universidad Mayor de San Andrés
Facultad de Medicina
Carrera de Radiología

INTERNADO ROTATORIO
HOSPITAL DEL NIÑO

TUTORA:
Lic. DELIA NINA HUANCA

INTERNO:
MARCELO F. DAHER RESCALA

Fecha:
03 de Mayo de 2016

La Paz - Bolivia

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