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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

(UAPA)

ASIGNATURA:
Derecho comercial. I

PARTICIPANTE:
ANEUDI RAFAEL TINEO ALMONTE

MATRÍCULA:
14-5390

FACILITADOR:
Víctor Pichardo

Puerto plata (san Felipe)

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República dominicana
13 de enero del 2017

Introducción
A través de este trabajo asignado por nuestro querido facilitador, Víctor
Pichardo, estaré presentando en una manera clara y coherente un resumen de
varios temas de suma importancia en el ámbito de derecho comercial.

El resumen tendrá como objetivo principal adquirir conocimientos de los


siguientes:

Concepción del derecho comercial, Características, Fuentes, y por ultimo las


diferencias entre el derecho comercial y el derecho común.

Esperando que nuestro lector le seas de un buen entendimiento, y pueda


adquirí sabiduría.

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Resumen sobre el Derecho comercial en la
Republica Dominicana.
Concepción del derecho comercial: Indiscutiblemente Se han sostenido y se
sostienen distintas concepciones doctrinarias sobre el contenido del Derecho
comercial. Entendemos, no obstante, que se trata de variantes de dos grandes
concepciones: la subjetiva y la objetiva. Analizaremos a continuación, en forma
resumida, estas posiciones doctrinarias.

Concepción subjetiva: Es el Derecho comercial como Derecho de los


comerciantes.

El Derecho comercial nace, como rama separada del Derecho civil, en la


segunda mitad de la Edad Media (baja Edad Media) - como un Derecho
separado, elaborado por los comerciantes y para los comerciantes. Los
comerciantes fueron formando su propio Derecho, basado en las prácticas y
costumbres.

En las corporaciones se crearon tribunales especiales para dirimir las


controversias que se suscitaban entre sus agremiados.

La justicia era aplicada por los cónsules, con recursos ante súper cónsules y,
en algunos casos, ante la asamblea.

Desde luego, todos eran comerciantes, no versados en Derecho pero, como


para resolver las controversias se aplicaban los usos y costumbres formados
en la práctica del comercio, estos jueces comerciantes estaban en condiciones
de fallar.

Paralelamente a los tribunales de cada ciudad, existían los Tribunales de Feria


que, también, aplicaban la costumbre.

Las sentencias que dictaban unos y otros, sirvieron para fijar el Derecho
consuetudinario.

Modernamente, ha existido una tendencia doctrinaria, como la de Ripert, que


sostiene que el Derecho contemporáneo tiende a la regulación de las
profesiones y que a ello no escapa el comerciante.

En esta postura, el centro del Derecho comercial es la persona que ejerce la


profesión comercial.

La Concepción objetiva: En la concepción objetiva, el Derecho comercial


regula ciertos actos. En la época del Con los francés napoleónico y para los

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Derechos que tienen su fuente en él, esos actos son enumerados en el texto
legal y se les denomina de "actos de comercio"

(A) En la doctrina sustentada por HECK, el Derecho comercial sería el Derecho


de los actos realizados en masa.

(B) En la doctrina de “HAMEL y LAGARDE”, sería el Derecho de los


negocios.

Podemos destacar que, La concepción del Derecho comercial como Derecho


de los actos de comercio, surge a partir de la sanción del Código de Comercio
(con los franceses). La Ley comercial enuncia como comerciales a ciertos actos
que reúnen determinados caracteres. La figura del comerciante, resulta del
ejercicio de tales actos. El concepto de comerciante deriva de la previa
determinación de los actos de comercio.

La doctrina trató de dar un concepto de acto de comercio, como centro del


Derecho comercial. No lo logró porque existe una variada gama de actos
calificados como comerciales, cuya inclusión en los códigos de comercio varió
históricamente y obedece a causas diversas: razones económicas, sociales o
políticas. En cada país es distinto el elenco de actos de comercio.

Ello determinó que esa variedad de actos no pudiera ser subsumida en una
noción unitaria que los abarque a todos.

La mayoría de los autores, después de realizar el esfuerzo por encontrar un


concepto de acto de comercio, renuncian a dar un concepto unitario del acto de
comercio y terminan por admitir que son actos de comercio sólo aquellos que la
Ley declara como tales.

Por otra parte, la concepción que analizamos, desdeña la figura del


comerciante, cuando ésta es de gran importancia.

El concepto de acto de comercio no sirve para determinar por sí solo el


contenido del Derecho comercial. En casi todas las legislaciones se incorpora
el estatuto profesional para el comerciante y para otros profesionales de
actividades comerciales especiales.

Como reacción a la concepción del Derecho comercial como el Derecho de los


actos de comercio, se forma una corriente doctrinaria que entiende que lo que
caracteriza a la materia mercantil, es la realización de actos en masa y
profesionalmente (doctrina de Heck, 1902).

Esta tendencia se funda en la apreciación de que la especialidad de esta rama


del Derecho sólo se justifica cuando se trata de regular lo que es típico de la
actividad mercantil, esto es, la reiteración de operaciones.

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Los actos no pueden ser calificados como mercantiles, ateniéndose a su
esencia íntima. Lo característico es la forma en que se realizan:

Repetidos, acomodándose a esquemas predeterminados. Se concluye


entonces que, cuando hay actos masivamente realizados, se está frente a la
actividad comercial, objeto del Derecho comercial.

Esta tendencia es criticable. La sola repetición de actos no puede alterar su


naturaleza para por sí sola transformarlos en mercantiles. Además, la repetición
de actos existe, también, fuera del campo mercantil y donde quiera exista una
actividad organizada.

Como o también Se ha formulado otra concepción, que prescinde del concepto


de empresa para la determinación de la materia del Derecho comercial. Así
“Hamel y Lagarde”: sostienen que el Derecho comercial se ha hecho para el
mundo de los negocios.

¿Cuál es el mundo de los negocios para estos autores? Dicen ellos que la
actividad económica de los hombres puede adoptar dos formas bien
caracterizadas: ya el hombre extrae del suelo los productos que necesita para
satisfacer sus necesidades; ya el hombre trabaja esos productos originales,
transformándolos materialmente o transportándolos para ponerlos a disposición
de los consumidores.

Esta clasificación, un poco simplista, dicen los autores citados, permite definir
el comercio: sólo son parte del comercio las actividades que se aplican a la
transformación y al transporte de la riqueza. Consecuencias de esta definición:

El comercio no se puede aplicar más que a cosas susceptibles de ser


transformadas y transportadas. En principio, son objeto de comercio: las
mercaderías y el dinero.

El comercio se extiende, también, a los bienes incorporales: créditos y


derechos intelectuales. En estos casos no hay transporte material, pero los
bienes incorporales circulan y pasan de titular en titular, siguiendo los métodos
extraídos de la vida comercial.

El comercio, diferenciado de las industrias extractivas, excluye de su dominio a


la agricultura, la minería, la pesca, la explotación de hidrocarburos. De este
modo, se desvincula del comercio, al acto inicial de la producción.

Advierten, otros autores, que esto es totalmente exacto cuando los


procedimientos de extracción eran simples pero, con el progreso de la técnica,
resulta que los explotadores de las industrias extractivas emplean
procedimientos industriales, apelan al crédito bancario, se sirven de los títulos
valores y de las formas societarias comerciales. Por ello, en la vida económica
moderna, el mundo de los negocios, engloba toda la antigua actividad

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comercial, anexando ciertas formas perfeccionadas de industrias extractivas y
se impone como modelo a los agricultores.

Aun los simples particulares se mezclan a la vida de los negocios, toda vez
que acceden al uso de cheque y cuentas bancarias o adquieren acciones u
obligaciones, para integrar sus fortunas privadas.

El mundo de los negocios no es sólo el mundo del comercio sino que involucra
a todos aquellos que, directa o indirectamente, están ligados a negocios
formados en la vida comercial contemporánea.

Otros autores han seguido esta tendencia, aunque variando un poco la


terminología. Autores españoles sostienen que el Derecho comercial es el
Derecho de la economía del tráfico, de su organización y actuación y de los
instrumentos creados por el tráfico.

Existen cuatro características definitorias básicas del derecho mercantil ósea


derecho comercial:

1) Es un Derecho profesional, creado y desarrollado para resolver los conflictos


y la actividad propia de los empresarios.

2) Es un Derecho consuetudinario ya que, a pesar de estar codificado, se basa


en la tradición, en la costumbre de los comerciantes en el ejercicio de su
profesión.

3) Es un Derecho progresivo. Al mismo tiempo que evolucionan las condiciones


sociales y económicas el Derecho mercantil ha de ir actualizándose.

4) Es un Derecho global o internacionalizado; las relaciones económicas cada


vez son más internacionales por lo que este Derecho ha tenido que hacerlo
también, para lo cual diversos organismos trabajan en su normativización y
armonización internacional.

Las fuentes: Llamamos fuentes al Derecho comercial a todo aquello que se


origina en su aspecto objetivo de norma o regla obligatoria de conducta y
constituye, por lo tanto, el modo o forma especial como se desarrolla y
desenvuelve esa rama del Derecho. Pueden ser fuentes del Derecho Mercantil:

La ley: el Derecho Mercantil es Derecho Positivo, ergo se regula con


disposiciones de carácter normativo (leyes, reales decretos, reales decretos
legislativos, etc.).

Es una rama del Derecho Privado Común, por lo que en el caso de ausencia de
una norma específica y siendo imposible aplicar analógicamente una
disposición del propio Derecho Mercantil para completar una laguna, regirá el
Derecho común, que en este caso es el civil.

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La costumbre: es la repetición constante y uniforme de actos obedeciendo a
las convicciones jurídicas que consisten en la certeza de que ellos pueden ser
objeto de una sanción legal o judicial. En el Derecho Mercantil cobran especial
importancia los usos de comercio.

La jurisprudencia: Es una interpretación de la ley y es realizada por los


órganos jurisdiccionales. No es fuente del Derecho, tal y como establece el
Código Civil, pero sirve de apoyo interpretativo. Dado el carácter profesional de
los jueces y magistrados, la jurisprudencia es consensualmente considerada
como la mayor fuente interpretativa del Derecho Positivo en caso de laguna,
aunque formalmente no sea una fuente.

Fuentes oficiales: Las fuentes oficiales del Derecho Comercia son la


Constitución de la República, los Tratados y Convenciones Internacionales
debidamente ratificados, la ley propiamente dicha (entre ellas por diferentes
Códigos, leyes, decretos, resoluciones y reglamentos), como también los usos
y costumbres, y ciertos reglamentos profesionales.

La Constitución de la República es, al igual que en otra materias, la fuente


primaria de este derecho. Al efecto, es de saber que lo propio se establece en
su artículo 50, y como uno de le los derechos económicos y sociales de que
son titulares todos los habitantes de la nación, los cuales deben ser tutelados y
garantizados por el Estado, el reconocimiento y garantía de la “libre empresa,
comercio e industria”, como la libertad y el derecho de que gozan “Todas las
personas… a dedicarse libremente a la actividad económica de su preferencia,
sin más limitaciones que las prescritas en la Constitución y las que establezcan
las leyes.”

Pero, este mismo texto legal, cita, y al respecto, como fuente de este derecho,
la ley, como reguladora de esta libertad, por la cual se ha de entender en este
trabajo, en su sentido genérico, y no en su sentido técnico formal.

La ley, en su sentido lato, es una regla escrita y obligatoria dictada por una
autoridad competente, siendo general en su aplicación. Puede ser imperativa, y
en consecuencia, no puede ser descartada por los interesados, reputándose
como de orden público, o bien supletoria, la cual no se aplicará sino en la
ausencia de una voluntad contraria de los interesados.

Se pueden, asimismo, distinguir dos categorías de leyes, las propiamente


comerciales en donde tenemos el Código de Comercio y las leyes posteriores
al Código. Y ciertas leyes o reglas de derecho común que se aplican en
ausencia de una regla comercial en contrario, o en su ausencia total.

En todos los asuntos y temas en el cual el Derecho Comercia es mudo, habrá


que dirigirse y recurrir al Derecho Civil o al derecho común que se aplique, a
los fines de darle una solución jurídica al caso que se plantea o al estudio de la

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figura que se analiza. Este principio dimana esencialmente de los artículos
1107 y 1341 del Código Civil Dominicano.

La creación de la Organización Mundial del Comercio, ha marcado un nuevo


sendero en lo que al comercio se refiere, globalizándolo y otorgándole poderes
nunca concedidos pro ninguna nación soberana a ningún organismo
supranacional como se hace con la Organización Mundial del Comercio, en lo
sucesivo referida como O.M.C., tal como resulta, por ejemplo, del caso en que;
cuando un Estado miembro viole determinado compromiso adoptado dentro del
esquema por ella planteado, tal como lo sería el derecho de autor, éste podrá,
una vez comprobada la violación por pitre de ese Estado signatario de dicho
Convenio, decretar, como sanción el boicot comercial o la supresión del
comercio internacional para con éste.

Los Decretos. El Poder Reglamentario de Ciertas Leyes: Si bien y de manera


expresa la Constitución de la República reservada al Poder Legislativo la
facultad de redactar las leyes, no es menos verdad que el artículo 128 de la
Constitución de la República, otorgar al Poder Ejecutivo, y en especifico al
Presidente de la República, la facultad de:

a) En su condición de jefe de Estado le corresponde:

b) Promulgar y hacer publicar las leyes y resoluciones del Congreso Nacional y


cuidar de fiel ejecución. Expedir decretos, reglamentos e instrucciones cuando
fuere necesario”.

Se trata así de un poder extraordinario que la Constitución le otorga al


Ejecutivo, el cual estará sujeto a que cuando el mismo lo ejerza no se violenten
ni la Constitución de la República ni las leyes adjetivas que puedan regular o
normar el aspecto de que trate el decreto o el reglamento que en él se inserte.

Las prácticas administrativas, y la doctrina de la administración se sitúan en los


límites de las fuentes oficiales y de la simple opinión. Debiéndose entender por
doctrina administrativa los fundamentos de las decisiones que adoptan los
organismos de la administración llamado a dirimir los conflictos que puedan
surgir entre ésta y los particulares, en la aplicación de las leyes, decretos y
reglamentos, tales como lo serían las decisiones adoptadas por el Tribunal
Contencioso Administrativo o aquellas que puedan adoptar determinadas
agencias a quienes se les cofia este poder, como es el caso del Instituto
Dominicano de las Telecomunicaciones (INDOTEL).

No son mas que los procedimientos usuales adoptadas por las autoridades en
la aplicación de determinadas disposiciones legales, las cuales en ocasiones
se expresan bajo las formas de Resoluciones, otras de costumbres derogadas
de la misma ley, y en muchos caso de meras decisiones de la dirigencia de
turno, siendo asimilables de este modo a usos y costumbres de la

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administración, susceptibles de ser reclamada su aplicación en determinados
casos.

El origen de cualquier legislación, como el Derecho Civil, igual que el Derecho


Comercial, reposa sobre las prácticas costumbristas, pero lo que las diferencia
aquí del Derecho Civil, es el rol sustancial que aún juegan los usos hoy en
materia comercial. De hecho, en adición a la codificación y a la abundancia de
la legislación económica, la costumbre sigue siendo una fuente fundamental del
derecho de los negocios.

La misma constituye en efecto, todo a la vez, un: “complemento necesario de la


legislación…tendente a atrapar las infinitas modalidades de la vida comercial; y
un factor esencial de la adaptación del derecho comercial a los deseos
cambiantes de la vida de los negocios”.

Todas las costumbres o modismos son en consecuencia concebibles. Por lo


que los usos juegan así un rol importante en el derecho interno, y en materia de
comercio internacional, su rol es esencial.

De manera que dentro de las costumbres como fuentes del Derecho Comercial,
también, tenemos los usos comerciales en el Derecho Interno; así como el juez
y los usos comerciales; y, los usos intenciones.

La misma puede servir de fuente del derecho comercial en la medida en que en


ella se regulen situaciones que no estén contempladas ni normadas, de
manera expresa, en la legislación local, y en la cual puede el interpretar o
juzgador y por la técnica del “SoftLaw” abrevar, o auxiliarse cuando sea
preciso, y estudiando su evolución y comportamiento encontrar en ella solución
a situaciones de hecho y de derecho que puedan presentarse en el plano local.

Las fuentes interpretativas del derecho comercial:

La jurisprudencia: Contrario a lo que sucede en otros países, en el nuestro no


existe una jurisdicción especializada llamada a estatuir sobre los conflictos que
en esta materia pudiesen surgir, y a aplicar la ley comercial a los hechos que
les son sometidos. Pero esto no ha sido óbice para que tanto los tribunales
inferiores como la misma Suprema Corte de Justicia, en funciones de Corte de
Casación, hayan dado nacimiento a una serie de teorías que han enriquecido
este derecho, tal es, por ejemplo la teoría de la sociedad de hecho, la
competencia desleal, entre otros.

La doctrina y las prácticas comerciales: a) La Práctica; Juega aquí un papel


considerable pues a partir de la misma se pueden elaborar reblas que se
derivan y emanan de las fórmulas desarrollada por ella en la elaboración de
actos modelos propuestos a los agentes económicos, tanto para afianzar la
seguridad jurídica en los contratos clásicos, como para ofrecer una seguridad
jurídica a las operaciones comerciales nuevas (ejemplo la Tarjeta de Crédito);

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La Doctrina; Consiste en la opinión emitida por los juristas de profesión. La
fuerza de esta opinión doctrinal está íntimamente ligada a la notoriedad y a la
actividad intelectual de sus autores.

Existe una doctrina comercial especializada y abundante en el país de origen


de nuestra legislación jugando un destacado rol, que presenta como
característica principal ser menos científica, menos doctrinal que la doctrina
civilista, estando así dominada por un sentido más práctico.

Los reglamentos profesionales o corporativos: Constituye una verdadera fuente


de derecho, particularmente en el derecho económico lato sensu, puesto que la
época contemporánea, en la cual se está verificando el resurgimiento del
corporativismo económico (y más generalmente de la magnificación de las
relaciones socio-económicas) y político.

En la medida que las organizaciones profesionales se ven dotadas de un


verdadero poder reglamentario, y de dirección de sus negocios, van
desarrollando variadas normas para la regulación y gobierno de sus
actividades, las que, y en la mayoría de los casos, no encuentran un sustento
legal, pero que, sin embargo, son de aplicación común entre los profesionales
de la rama o en los órganos corporativos.

Evolución histórica del Derecho Comercial en República Dominicana:

En los años de la colonia la Republica Dominicana regia la legislación de las


indias y la metrópolis española, de carácter completivo el Código Francés hasta
que en 1827 se puso en vigencia el Haitiano

Para en 1845 luego de la separación de Haití entro a regir otra vez el francés
hasta que en 1861 producto de la anexión a España entro en vigencia el código
Español.

En 1978, cambia nuevamente al Código Francés y en 1884 se introduce el


código dominicano el cual es traducción de código Francés con la casi todas
las reformas realizadas en Francia que las cámaras legislativa consideraron
que podrían ser aplicados en el país.

En la antigüedad ya existía el comercio. Entre las tablillas babilónicas


encontradas en Nippur, se encontró el archivo de una familia de banqueros, los
Egibi, que durante siglos aumentaron su fortuna prestando dinero y traficando.

Los fenicios hicieron del comercio la base de su política y con tanto éxito se
dedicaron a la navegación, que llegaron a ser considerados como los
especialistas indispensables a quienes se tenía que acudir para todos los
negocios marítimos.

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Sin embargo, en la antigüedad no existió un Derecho especializado para
regular la materia comercial. Si bien existía tráfico mercantil, éste era regido por
normas jurídicas indiferenciadas.

Esto es: en las civilizaciones antiguas existieron normas jurídicas que regularon
actividades comerciales. No configuraban, sin embargo, un Derecho
especializado, una rama separada del Derecho común.

En lo que respecta al Imperio Romano, es innegable que la actividad comercial


ocupaba un papel relevante en su economía.

Ni siquiera en el siglo III, cuando la civilización romana evidencia un notable


decaimiento, cesa el comercio de diversas mercaderías:

Telas de Constantinopla, de Edesa, de Antioquia y de Alejandría; vinos, aceites


y especias de Siria, papiros de Egipto; trigos de Egipto, de África y de España;
vinos de Galia e Italia (PIRENNE, Las Ciudades Medievales.

En el Derecho romano existieron reglamentaciones mercantiles fragmentarias,


que no constituyeron un Derecho sistemático separado del ius cavilé.

Sin perjuicio de ello, en su ius civiles hemos de encontrar los antecedentes de


muchos negocios comerciales. Sin duda, además, la teoría general de las
obligaciones y de los contratos del Derecho romano constituye aún la base
fundamental en que se apoya el Derecho civil y el Derecho comercial vigente.

Se argumenta que la flexibilidad del ius civiles permitió su adaptación a las


necesidades del comercio. No habrían sido necesarias más que normas
mercantiles fragmentarias, que no constituyeron un Derecho sistemático
separado del ius civiles. Por otra parte, las relaciones comerciales de
importancia eran las que se trababan con otros pueblos, rigiéndose por el ius
Gentium.

En la Edad Media: el Derecho comercial surge como un Derecho distinto,


elaborado por los comerciantes y para los comerciantes, basado en sus usos y
costumbres - a consecuencia de un conjunto de factores muy especiales.

En la Época Moderna: se produjeron modificaciones en todos los órdenes,


que incidieron en el Derecho comercial. Los grandes acontecimientos de índole
científica y cultural que tienen lugar en esta época - Renacimiento, Reforma
Religiosa, Revolución Industrial, descubrimiento de América, repercutieron
directamente sobre la rama del Derecho objeto de nuestro estudio.

En la Época Contemporánea: (a partir de finales del siglo XVIII) se produjeron


transformaciones políticas, económicas y sociales que en el plano jurídico se
tradujeron en constituciones y códigos. La influencia sobre el Derecho
comercial de muchas de estas transformaciones perdura hasta hoy.

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Derecho comercial: es el conjunto de normas relativas a los comerciantes en
el ejercicio de su profesión, a los actos de comercio legalmente calificados
como tales y a las relaciones jurídicas derivadas de la realización de estos; en
términos amplios, es la rama del Derecho que regula el ejercicio del comercio.
Uno de sus fundamentos es el comercio libre.

En la mayoría de las legislaciones, una relación se considera comercial, y por


tanto sujeta al Derecho comercial l, si es un acto de comercio El derecho
comercial actual se refiere a estos actos, de los que lo son intrínsecamente,
aunque en muchos casos el sujeto que los realiza no tenga la calidad de
comerciante (sistema objetivo); sin perjuicio de ello, existen ordenamientos
jurídicos en que el sistema es subjetivo, en base a la empresa, regulando tanto
su estatuto jurídico, como el ejercicio de la actividad económica, en sus
relaciones contractuales que mantienen los empresarios entre ellos y con
terceros.

El Derecho comercial es una rama especial del Derecho privado, mientras el


Derecho civil se erige como Derecho común.

El Derecho mercantil o Derecho comercial es aquella rama del Derecho privado


que regula el conjunto de normas relativas a los comerciantes en el ejercicio de
su profesión, a los actos de comercio legalmente calificados como tales y a las
relaciones jurídicas derivadas de la realización de estos. Esto es, en términos
amplios, la rama del Derecho que regula el ejercicio del comercio por los
distintos operadores económicos en el mercado.

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Conclusión
Para concluir con este lujoso trabajo investigativo, la cual fue asignado por
nuestro facilitador, ante de todo quiero darle las gracia por el haberme asignado
dicho trabajo investigativo. Por que a través de este he podido optar de muy
buenos conocimientos en el ámbito de derecho comercial, como se
evolucionado, características fuentes y la diferencias entre derecho comercial y
derecho común.

Sin desperdicio debemos de destacar que: El Derecho comercial: es el


conjunto de normas relativas a los comerciantes en el ejercicio de su profesión,
a los actos de comercio legalmente calificados como tales y a las relaciones
jurídicas derivadas de la realización de estos; en términos amplios, es la rama
del Derecho que regula el ejercicio del comercio. Uno de sus fundamentos es el
comercio libre.

El Derecho comercial es una rama especial del Derecho privado, mientras el


Derecho civil se erige como Derecho común.

En los años de la colonia la Republica Dominicana regia la legislación de las


indias y la metrópolis española, de carácter completivo el Código Francés hasta
que en 1827 se puso en vigencia el Haitiano

Para en 1845 luego de la separación de Haití entro a regir otra vez el francés
hasta que en 1861 producto de la anexión a España entro en vigencia el código
Español.

Concepción del derecho comercial: Indiscutiblemente Se han sostenido y se


sostienen distintas concepciones doctrinarias sobre el contenido del Derecho
comercial. Entendemos, no obstante, que se trata de variantes de dos grandes
concepciones: la subjetiva y la objetiva. Analizaremos a continuación, en forma
resumida, estas posiciones doctrinarias.

Concepción subjetiva: Es el Derecho comercial como Derecho de los


comerciantes.

El Derecho comercial nace, como rama separada del Derecho civil, en la


segunda mitad de la Edad Media (baja Edad Media) - como un Derecho
separado, elaborado por los comerciantes y para los comerciantes. Los
comerciantes fueron formando su propio Derecho, basado en las prácticas y
costumbres.

Pero debemos tener muy en cuenta que: El comercio no se puede aplicar más
que a cosas susceptibles de ser transformadas y transportadas. En principio,
son objeto de comercio: las mercaderías y el dinero.

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