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LA ESTRUCTURA EN LOS EPISODIOS

INDIVIDUALES

Hace un par de años estaba visitando a algunos amigos cuya hija en edad pre-
escolar me hizo sentir en casa al mostrarme todos sus juguetes. Un juguete en
especial llamó mi atención. Un rompecabezas grande de cinco piezas. Si se
ponían las piezas de una manera se formaba un hombre; de una segunda manera
se formaba un pato y de una tercera manera se formaba un árbol. Eran las
mismas piezas, pero formaban diferentes figuras cuando la pequeña las
cambiaba de lugar.

Los escritores del Antiguo Testamento arreglaron las piezas de sus


historias de muchas y diferentes maneras enfocándose con detalle en algunos
elementos y pasando rápidamente otros. Ellos cambiaban de un modo de
narración a otro. Se dirigían como querían a los eventos subsecuentes,
simultáneos y antecedentes. Estos arreglos no afectaron la veracidad de la
historia de sus registros pero tenían un gran efecto en la descripción literaria
que sus historias producían.

Aristóteles se refirió al "arreglo de incidentes" como el argumento


(muthos) de una historia. Vamos a seguir esta definición y a hablar del
argumento o del flujo dramático, como la elevación y disminución de tensión a
través del arreglo de escenas.

El flujo dramático puede ser abordado de diferentes maneras. En este


capítulo veremos tipos de flujo dramático, simetría de la resolución dramática,
y patrones típicos de resolución dramática. ¿Qué tipo de argumentos
encontramos en el Antiguo Testamento? ¿Qué simetrías básicas aparecen en
estos textos? ¿Qué patrones tienden a seguir los escritores del Antiguo
Testamento?

TIPOS DE FLUJO DRAMÁTICO

Podemos analizar el flujo dramático en las narrativas del Antiguo Testamento


en muchos niveles. Libros completos y grandes secciones de los libros
contienen muchas estructuras de argumentos. Veremos estas estructuras
grandes en el capítulo que sigue. Sin embargo, hasta este punto, comenzaremos
nuestra investigación del flujo dramático en los episodios individuales.

Definiremos un episodio como la unidad más simple de material narrativo


que expone un nivel significativo de independencia desde su contexto. Por
ejemplo, "La historia de Abrahámica" (Génesis 11:27-25:11) contiene un número
de episodios. "El llamamiento de Abram" (Génesis 12:1-9), "El Éxodo de Abram"
(Génesis 12:10-20), "Abram y Lot se separan" (Génesis 13:1-18), y
sucesivamente. Similarmente, "La historia de José" (Génesis 37:2-50:26)
consiste de "Los sueños de José" (Génesis 37:1-11), "José vendido como
esclavo" (Génesis 37:12-36), "Judá y Tamar" (Génesis 38:1-30), y así por el
estilo. Estos episodios varían en extensión y complejidad, pero forman
unidades relativamente que se contienen en uno mismo.

Un episodio vien formado requiere por lo menos un enunciado con dos


acciones relacionadas temporalmente o las condiciones del asunto. Algunos
episodios en el Antiguo Testamento son tan pequeños como un enunciado, pero
esta definición mínima nos permite ver los tipos de flujo dramático que
encontramos en el Antiguo Testamento. Considera los siguientes enunciados:

 "Vi el libro; se mantenía firme sobre la mesa"

 "Yo quería el libro; estaba arriba en la repisa"

 "Yo quería el libro; lo compré"

Cada uno de estos escenarios contiene dos elementos relativamente


temporales que

forman historias simples y cada una refleja un tipo diferente de flujo


dramático. Hablaremos del primero como un episodio de reporte, del segundo
como un episodio de una tensión no resuelta, y del tercer como un episodio de
resolución. Estos tipos de flujo dramático no son enteramente distintos;
representan puntos de algo continuo. Aún así proporcionan modelos que nos
ayudan a ver como los escritores del Antiguo Testamento estructuraron sus
episodios individuales.
Reporte

"Vi el libro; estaba sobre la mesa" es un reporte con dos escenas: 1) El que
cuenta la historia vio el libro; 2) el libro se mantenía firme. Sin embargo, a
parte del gran contexto, este episodio no crea mucha tensión dramática. No
hay ningún conflicto inicial; no aparece ninguna resolución. Básicamente, por sí
mismo el episodio notifica que algo ha pasado. Principalmente los reportes
describen situaciones. Su arreglo temporal lo hace más que una lista de hechos,
pero no mucho más. A veces contribuyen a la estructura de un gran contexto,
pero dentro de sí mismos estos episodios describen muy poca tensión
dramática. No preguntamos, "¿Cuál será la resolución de este problema? No
hay problema alguno que resolver.

Los episodios que tienden meramente al reporte ocurren


frecuentemente en el Antiguo Testamento. En la mayoría de los casos, son muy
breves. Por ejemplo, los reportes de los hijos de Cetura (Génesis 25:1-4) y el
intercambio internacional de Salomón (1 Reyes 9:26-28) consiste de menos de
cinco versículos cada uno. Estos pasajes describen una serie de eventos, pero
no revelan un problema y resolución. En el mejor de los casos hay un poco de
tensión.

A veces los reportes pueden ser largos. Jueces 1:27-36 es una larga
serie de reportes en la que el escritor registró el fracaso de las tribus para
sacar a los Cananitas. Las genealogías y otras listas frecuentemente forman
episodios largos de reportes también. En el contexto más largo del libro, estos
reportes contribuyen a la tensión dramática, pero los pasajes mismos no
involucran un problema significativo o resolución.

Tensión no resuleta

"Yo quería el libro; estaba arriba en la repisa" no es un mero reporte. Las


palabras "Yo quería" crean un sentido de expectación. ¿Obtendrá el narrador
el libro? ¿Se interpondrá algo en su camino? Sin embargo, la cláusula final
queda corta en completar el drama; nunca sabremos si el narrador obtuvo el
libro. En tanto que tenemos más que un mero reporte, no tenemos un sentido
completo de conflicto y resolución.
Estructuras similares ocurren a través del Antiguo Testamento. Por
ejemplo, el breve registro de la inmoralidad de Rubén dice: "Y salió Israel, y
plantó su tienda más allá de Migdal-edar. Aconteció que cuando moraba Israel
en aquella tierra fue Rubén y durmió con Bilha, la concubina de su padre; lo cual
llegó a saber Israel. (Génesis 35:21-22). Las tensiones crecen en este pequeño
episodio. Rubén peca en contra de su padre, y su padre escucha de esto. Pero
¿Qué le pasará a Rubén? ¿Qué hará su padre? El episodio mismo no nos lo dice;
el drama queda sin resolución.

Otro ejemplo de tensión no resuelta aparece en la historia del hacha que


flota.

Los hijos de los profetas dijeron a Eliseo: He aquí, el lugar en que


moramos contigo nos es estrecho. Vamos ahora al Jordán, y tomemos de
allí cada uno una viga, y hagamos allí lugar en que habitemos. Y él dijo:
Andad. Y dijo uno: Te rogamos que vengas con tus siervos. Y él
respondió: Yo iré. Se fue, pues, con ellos; y cuando llegaron al Jordán,
cortaron la madera. Y aconteció que mientras uno derribaba un árbol, se
le cayó el hacha en el agua; y gritó diciendo: ¡Ah, señor mío, era
prestada! El varón de Dios preguntó: ¿Dónde cayó? Y él le mostró el
lugar. Entonces cortó él un palo, y lo echó allí; e hizo flotar el hierro. Y
dijo: Tómalo. Y él extendió la mano, y lo tomó. (2 Reyes 6:1-7).

Esta historia abre con Eliseo estando de acuerdo en ir con sus discípulos
a construir un lugar para que habitaran cerca del Jordán (vv.1-4ª). Estos
versículos nos hacen preguntar, "¿Tendrán éxito? ¿Construirán un lugar
nuevo?" Ellos llegan al Jordán y comienzan a comienzan a cortar árboles (v. 4b).
Pero una dificultad aparece cuando a uno de los discípulos se le cae un hacha
prestada en el agua (v. 5a). Él gritó, y Eliseo milagrosamente la recupera (vv. 5-
7). En este punto podríamos esperar que el episodio describiera cómo Eliseo y
sus discípulos completaron su proyecto de construcción. Esto resolvería la
tensión dramática que comenzó en 2 Reyes 6:1-4ª. Pero el registro termina
abruptamente con la recuperación del hacha. Se nos deja a la imaginación si los
discípulos completaron su lugar para habitar. El escritor de Reyes no dio a sus
lectores una resolución al episodio. ¿Por qué esta falta de resolución?
Aparentemente el escritor tenía muy poco interés en el proyecto de
construcción por sí mismo, él únicamente utilizó esa información para dar un
escenario para el evento milagroso. Después de reportar el milagro, él terminó
su episodio y dejó el asunto de la construcción inconcluso.

Resolución

El flujo dramático trabaja más completamente en el tercer escenario, "Yo


quería el libro; lo compré". En lugar de un reporte plano o una tensión no
resuelta, el drama se levanta y cae de una manera diferente. Encontramos un
problema y una resolución. El narrador quería el libro. ¿Qué pasaría? ¿Éxito o
fracaso? La segunda cláusula revela que el narrador cumple su deseo. En este
breve registro, la tensión no se elevan a grandes alturas, pero la historia
plantea un problema y lo desenreda.

Una breve narrativa de resolución ocurre en Josué 15:16-17, que


consiste de tres pequeñas escenas.

Escena Uno

Y dijo Caleb: "Al que atacare a Quiriat-sefer, y la tomare, yo le daré mi hija


Acsa por mujer". (v. 16)

Escena Dos

Y la tomó Otoniel, hijo de Cenaz hermano de Caleb. (v. 17a)

Escena Tres

Y él le dio su hija Acsa por mujer. (v. 17b).


A pesar de su brevedad este episodio tiene un problema definido y resolución.
El problema dramático ocurrió cuando Caleb ofreció a su hija a un guerrero
valiente (v. 16). ¿Respondería alguien a la oferta? ¿Se la daría en matrimonio?
La siguiente escena (v. 17ª) nos dice de un evento decisivo que mueve la
historia hacia su resolución. Otoniel conquistó la ciudad, por lo tanto
cumplimiento los requisitos de la oferta. Entonces Caleb dio a su hija a Otoniel
(v. 17b), resolviendo el problema inicial.

Las historias de resolución poseen un nivel de coherencia interna que no


se encuentra en los reportes, y nosotros podemos evaluar su significado más en
términos de sus propias estructuras. La presentación de un problema y su
resolución forman una arena de acción que requiere atención enfocada. El
arreglo dramático transmite un episodio cuya estructura interna expone
significativamente su significado.

Estas categorías representan tres tipos de flujo dramático que


encontramos al explorar los episodios individuales en el Antiguo Testamento.
En este capítulo nos concentraremos en las narrativas de resolución. Ellas
presentan un número de complejidades que deben de ser tratadas en detalle.
Al ir entendiendo más a fondo este formato de argumento, estaremos
capacitados para explorar los episodios de reporte y la tensión no resuelta con
más efectividad.

Simetría de Resolución Dramática

Cuando examinamos los episodios de resolución, descubrimos que los escritores


del Antiguo Testamento tendieron a arreglar estos pasajes simétricamente. A
pesar de que algunas historias tienen menos balance extensivo que otras, sin
embargo, la simetría es un rasgo fundamental del argumento en los episodios
de resolución.

Para entender estas estructuras esenciales, debemos trabajar sobre


tres consideraciones básicas: principios y finales, diseños tripartitos, y fases.
Una vez que entendamos estos rasgos, estaremos en posición de ir más
adelante en los detalles de la resolución dramática.
Principios y finales

¿Cómo opera la simetría estructural básica en los episodios de resolución? En


otras palabras, la simetría se construye sobre un balance conceptual entre los
principios y los finales de una historia. Esto no quiere decir que los principios y
finales de una pasaje son igualmente largos o importantes, pero se balancean el
uno al otro conceptualmente. Una parte recuerda o anticipa conceptos que se
encuentran en la otra parte. Tres tipos de balance conceptual sobresalen
prominentemente en las narrativas del Antiguo Testamento. Los principios y los
finales pueden reflejar modelos circular, contrastante, o de desarrollo.

Circular. Las historias de resolución frecuentemente presentan un


modelo circular predominantemente; el final regresa a la situación con la que
comenzó el pasaje. El cuerpo de la historia introduce algunos contrastes y
desarrollos, pero el texto no los hace resaltar. En lugar de eso, un sentido de
resolución dramática viene cuando la porción final nos lleva la círculo completo.

Muchas narrativas presentan una simetría predominantemente circular.


Por ejemplo, la historia de la prueba de Abraham (Génesis 22:1-19) comienza
con él viviendo en Beerseba (Génesis 21:33) y termina con el regresando al
mismo lugar. De manera similar, en Génesis 15:7-21, Dios promete tierra a
Abram al principio (v.7) y afirma Su promesa al final (vv. 18-21). Sentimos que
estas historias tienen un final largo porque vemos que regresan a una situación
similar que al principio.

Contraste. Las escenas de apertura y clausura también contrastan una


con la otra. En estos textos los finales están en oposición a los principios. Si la
primera porción es positiva, la última es negativa. Si las condiciones son malas
inicialmente, se tornan buenas al final. El énfasis cae sobre un balance
antitético entre el principio y el final.

Muchas narrativas del Antiguo Testamento presentan un modelo


contrastante. Por ejemplo, el registro de Eliseo sanando las aguas (2 Reyes
2:19-22) comienza con los hombres de Jericó diciéndole a Eliseo que "las aguas
son malas" (2 Reyes 2:19). Eliseo "sana" las aguas, y el episodio concluye: "Y
fueron sanas las aguas hasta hoy, conforme a la palabra que habló Eliseo" (2
Reyes 2:22). El final invierte la situación inicial. El registro del asesinato de
Eglón (Jueces 3:12-30) también describe un contraste. Jueces 3:12 dice, "... y
Jehová fortaleció a Eglón rey de Moab contra Israel," pero la historia
termina, "Así fue subyugado Moab aquel día bajo la mano de Israel."

De desarrollo. Finalmente, el desarrollo puede ocurrir entre la porción


inicial y final de un episodio. En estos casos la historia termina describiendo
una diferente - aunque no opuesta- condición de asuntos. El personaje principal
puede enfrentar el problema o conflicto en el principio, pero la resolución lo
mueve a él o a ella hacia una nueva situación. Estos desarrollos lineales pueden
tener un tono bajo de inversión y circulatorio, pero el drama principal se
desarrolla hacia nuevos finales.

Por ejemplo, Génesis 12:1-9 comienza con Dios diciéndole a Abram que
vaya a la tierra prometida. La escena final describe al patriarca concluyendo el
llamamiento al continuar hacia el Neguev. Sentimos un pequeño contraste entre
Abram afuera de la tierra y en la tierra, pero el balance predominante es un
desarrollo de comisión al cumplimiento. El episodio de Abram y la separación de
Lot (Génesis 13:1-18) comienza con el patriarca entrando al Neguev y concluye
con él moviéndose hacia Hebrón. En ambos pasajes, los episodios terminan
moviendo al personaje principal hacia nuevas circunstancias.

En tanto que trabajamos hacia el entendimiento del flujo dramático, es


de ayuda notar el balance conceptual que conecta el principio y el final. ¿Cuál
es el problema dramático de apertura? ¿Cómo trae el final una resolución?
¿Qué modelos circulares, contrastantes y de desarrollo sobresalen?

Diseño Tripartita

La simetría de la mayoría de los episodios de resolución sigue un diseño de tres


partes, aunque algunas historias tienen solamente dos. Como Aristóteles
sugirió, los registros más dramáticos consisten de "un principio, un medio y un
final".

Considera el siguiente cuento de tres escenas simples:


[Escena uno] Fido anhelaba el hueso que estaba del otro lado del jardín,
pero su cadena era demasiado corta para poderlo alcanzar. [Escena dos]
Así que ladró y ladró hasta que su dueño vino y lo liberó de la cadena.
[Escena tres] Con eso, Fido corrió hacia el hueso y masticó su camino
hacia el cielo para perros.

La primera y la última escena se balancean como se esperaba. La primera


escena presenta el problema: Fido quiere el hueso pero no puede alcanzarlo. La
tercera escena resuelve el problema: Fido alcanza el hueso y satisface su
anhelo. Estas escenas contrastan cómo el placer reemplaza al deseo, y se
desarrollan en tanto que el perro se mueve de un lugar del jardín hacia el otro.

¿Cuál es entonces la función de la parte de en medio? Esta sección hace


de puente entre el principio y el final, diciéndole al lector qué acciones se
llevaron a cabo para hacer posible la simetría. Fido alcanzó el hueso porque él
ladró, y su dueño liberó de su cadena.

Estructuras tripartitas similares aparecen en la mayoría de los episodios


de resolución del Antiguo Testamento. Comienzan con un problema, terminan
con una resolución y el cuerpo de la historia traza las evoluciones de en medio.
Esta estructura de tres partes toma diferentes formas, pero aparece en la
mayoría de los episodios.

Considera una vez más el pacto de Dios con Abram (Génesis 15:7-21).
Como notamos en el capítulo anterior, esta historia se divide en seis escenas.

La primera escena comienza con una promesa divina, la petición de


seguridad de Abram y la orden de Dios de prepararse para una ceremonia de
pacto. Este problema inicial es balanceado en la última escena, donde Dios
declara Su voto de pacto para darle a Abram la tierra. Las escenas de en medio
explican cómo es que Dios volvió a hablar de nuevo, cómo es disipada la duda de
Abram, y cómo se transformó la promesa en un voto de un pacto. La historia
logra estos finales a través de la ceremonia del pacto que se encuentra desde
las escenas dos a la cinco.
Una situación similar se encuentra en la historia de la invasión de Sisac
en 2 Crónicas 12:1-12. Como vimos en el capítulo anterior, este pasaje tiene
diez escenas.

La escena uno habla del establecimiento del reino de Roboam y el


problema de apostasía. La última escena regresa al reino de Roboam e invierte
la apostasía con la continua humildad de Roboam. ¿Cómo es que ocurrió este
final? Las escenas dos a la nueve nos dicen la amenaza de la invasión de Sisac,
el arrepentimiento de la nobleza, y la liberación parcial del reino.

Al examinar la estructura de los episodios dramáticos, debemos de notar


esta estructura de tres partes. Después de establecer el balance conceptual
entre el principio y el final, debemos de notar las evoluciones de la porción de
en medio.

Fases.

Para ver la simetría básica de una historia con más claridad, frecuentemente
ayuda numerar un texto en unidades más largas que las escenas. En tanto
observamos las dinámicas globales de una historia, dos, tres o cuatro escenas
frecuentemente se unen en fases. A veces estas escenas tienen que ver con los
mismos personajes, otras veces el mismo escenario de acción o tema los une.
Cualquiera que sea el caso, agrupando las escenas en fases nos ayuda a
discernir la estructura del episodio con mayor claridad.

El registro de la torre de Babel (Génesis 11:1-9) ilustra el valor de


agrupar las escenas en fases.

Escena Uno

Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras. (v. 1)

Escena Dos
Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de
Sinar, y se establecieron allí. (v. 2)

Escena Tres

Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. (v.
3ª)

Escena Cuatro

Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla. (v. 3b)

Escena Cinco

Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al
cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda
la tierra. (v. 4).

Escena Seis

Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los
hombres (v. 5)

Escena Siete

Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y
han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado
hacer. Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que
ninguno entienda el habla de su compañero. (v. 6-7).
Escena Ocho

Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de
edificar la ciudad. (v. 8)

Escena Nueve

Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el
lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la
tierra. (v. 9)

En tanto que estas escenas representan los bloques básicos de


construcción de la historia, algunos de ellos tienen afinidades con cada uno. Si
agrupamos estas escenas en fases, aparecen los siguientes arreglos (ver figura
22).

Como sugiere este diagrama, las escenas uno y dos se juntan para
proporcionar los antecedentes para el proyecto de construcción. Las escenas
tres, cuatro y cinco se refieren a la construcción de la torre. Las escenas ocho
y nueve se enfocan en Dios esparciendo a la gente y confundiendo el lenguaje.
Solamente las escenas seis y siete permanecen aisladas. Vamos a tratar estas
escenas como fases en sí mismas. Como resultado las nueve escenas de este
episodio forman cinco fases.

Hasta aquí hemos visto varios aspectos básicos de estructura. Todos los
episodios de resolución demuestran un balance conceptual entre el principio y
el final. La mayoría de ellos tiene una estructura de tres partes. Si agrupamos
escenas muy bien relacionadas en fases, muchos textos se vuelven más
manejables. Con estos aspectos en mente, ahora vamos a ver con más
detenimiento varios modelos típicos que ocurren en episodios de resolución.

Modelos Típicos de Resolución Dramática


En las narrativas del Antiguo Testamento, emergen un número de diferentes
configuraciones simétricas - demasiadas, de hecho - que no podemos tratar con
todas ellas. En su lugar, hablaremos de cuatro modelos usuales que ocurren.
Estas variaciones difícilmente agotan las posibilidades. Aún así, tipificando las
estructuras que aparecen en el Antiguo Testamento.

Dos Pasos

La simetría más simple de resolución es un diseño de dos pasos.


Frecuentemente estas historias tienen muchas escenas y fases, pero unidas
forman dos partes. El primer paso presenta el problema dramático; el segundo
paso nos da la resolución. Como ya hemos visto, estos pasos se balancean uno al
otro por una simetría circular, contrastante y de desarrollo. Un ejemplo de la
resolución de dos pasos ocurren en el registro del reinado de Asa ( 2 Crónicas
16:7-10).

Escena Uno

En aquel tiempo vino e vidente Hanani a Asa rey de Judá, y le dijo: Por cuanto
te has apoyado en el rey de Siria, y no te apoyaste en Jehová tu Dios, por eso
el ejército del rey de Siria ha escapado de tus manos. Los etíopes y los libios,
¿no eran un ejército numerosísimo, con carros y mucha gente de a caballo? Con
todo, porque te apoyaste en Jehová, él los entregó en tus manos. Porque los
ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los
que tienen corazón perfecto para con él. Locamente has hecho en esto; porque
de aquí en adelante habrá más guerra contra ti. (vv. 7-9)

Escena Dos
Entonces se enojó Asa contra el vidente y lo echó en la cárcel, porque se
encolerizó grandemente a causa de esto. (v. 10ª)

Escena Tres

Y oprimió Asa en aquel tiempo a algunos del pueblo. (v. 10b)

Este pasaje se divide en tres escenas que forman dos fases. Estas fases
sirven como los pasos en la resolución dramática.

En la primera fase, Hanani el profeta reprendió a Asa por no apoyarse en


Dios. La segunda fase, consistiendo en las escenas dos y tres, reporta la
respuesta de Asa a Hanani. La fase inicial presenta el primer paso dramático,
el problema de la profecía. ¿Cómo respondería Asa? ¿Cuál sería el resultado?
La fase final responde a estas preguntas al describir más adelante la
desobediencia de Asa.

TRES PASOS

Con mayor frecuencia, los episodios de resolución presentan por lo menos tres
pasos. Las historias pueden contener también muchas escenas y fases, pero
agrupadas presentan un drama de tres partes: un problema, un punto de
cambio, y una resolución.

En este modelo los conceptos se balancean de dos maneras. El problema


y la resolución son simétricos como en todas las narrativas de resolución, pero
además, el punto de cambio frecuentemente recuerda algunos aspectos del
problema y/o anticipa dimensiones de la resolución. El segundo episodio en el
libro de Jonás (Jonás 1:17-2:10) sigue un modelo de tres pasos que pueden
describirse como sigue (ver figura 24).

El balance entre el problema y la resolución de esta historia es franco.


El paso introductorio contiene dos escenas de pura narración: Dios le manda a
un pez que trague a Jonás, y Jonás estuvo en el pez por tres días y tres
noches. El paso final también contiene dos escenas de pura narración. Dios le
mandó al pez, y vomitó Jonás en la playa. Los pasos primero y último balancean
circularmente; tanto el problema como la resolución reportan un mandato divino
y una acción resultante. El contraste también ocurre en tanto que el pez
primero traga y después vomita.

El punto de cambio (2:1-9) consiste en el salmo de Jonás de acción de


gracias dentro del pez. Como muchos puntos de cambio, este paso recolecta el
problema y anticipa la resolución. La primera porción de la oración mira hacia el
condición sin esperanza de Jonás al hundirse en las profundidades del mar
(2:2-6b). La segunda parte de la oración expresa la esperanza de Jonás para el
futuro (2:6c-9), por lo tanto anticipando su liberación del pez.

Cuatro Pasos

La resolución dramática también aparece en cuatro pasos. En efecto, la parte


de en medio del episodio se divide en dos secciones que balancean, resultando
en un problema, acción creciente, acción decreciente, y resolución. Un punto de
cambio específico no puede ser aislado. Una vez más, el problema y la
resolución se balancean uno al otro y las acciones crecientes y decrecientes
tienden a recolectar y anticipar aspectos del problema y la resolución. Más que
esto, la acción creciente y decreciente frecuentemente exponen un balance
conceptual entre uno y otro también.

Considera el registro de la confrontación que le hizo Dios a Adán y a Eva


(Génesis 3:8-21).

Escena Uno

Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el
hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los
árboles del huerto. (v. 8)

Escena Dos
Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió:
Oí tu voz en el huerto y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. Y
Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de
que yo te mandé no comieses? Y el hombre respondió: La mujer que me diste
por compañera me dio del árbol, y yo comí. Entonces Jehová Dios dijo a la
mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y
comí. (vv. 9-13)

Escena Tres

Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre
todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás,
y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la
mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú
le herirás en el calcañar. A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los
dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu
marido, y él se enseñoreará de ti. Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la
voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de
él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días
de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el
sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra porque de ella
fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. (vv. 14-19)

Escena Cuatro

Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos
los vivientes. (v. 20)

Escena Cinco

Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. (v. 21)
Como lo indica el siguiente diagrama, las cinco escenas de este episodio
se dividen en cuatro pasos (ver la figura 25).

La mayoría de las escenas en este episodio permanecen separadas, pero


el breve comentario en la escena cuatro combina con la enunciación larga del
juicio en la escena tres, resultando en un modelo de cuatro pasos de resolución.

Estas cuatro fases reflejan las características típicas de un registro de


cuatro pasos. El problema se balancea con la resolución. Ambos presentan un
movimiento temporalmente rápido; también se enfocan en los mismos
personajes. La vergüenza de la desnudez en el paso inicial contrasta con el paso
final donde Dios vistió a Adán y Eva.

Pero ¿cómo vamos de la vergüenza a la cobertura? La Acción creciente y


decreciente hacen un puente en el vacío. Cada uno de estos pasos se enfoca en
la narración dramática e involucran personajes similares. En el segundo paso,
Dios inquirió acerca de la culpabilidad de Adán y Eva; en el tercer paso, el
sentenció a las partes culpables.

El bien conocido sacrificio de Isaac (Génesis 22:1-19) es también un


drama de cuatro pasos en doce escenas.

Escena Uno

Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo:


Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único,
Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto
sobre uno de los montes que yo te diré. (vv. 1-2)

Escena Dos

Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos


siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y
fue al lugar que Dios le dijo. (v. 3)
Escena Tres

Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos. Entonces dijo
Abraham a sus siervos: esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos
hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros. (vv. 4-5)

Escena Cuatro

Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó
en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos. (v. 6)

Escena Cinco

Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y el respondió:


Heme aquí, mi hijo. Y el dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el
cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios proveerá de cordero
para el holocausto, hijo mío. E iban juntos. (vv. 7-8)

Escena Seis

Y cuando llegaron al lugar que Dios les había dicho. Edifió allí Abraham un altar,
y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. Y
extendió su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. (vv. 9-10)

Escena Siete

Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham,


Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No extiendas tu mano sobre el
muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no
me rehusaste tu hijo, tu único. (vv. 11-12)
Escena Ocho

Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, he aquí a sus espaldas un carnero
trabado en un zarzal por sus cuernos, y fue Abraham y tomó el carnero, y lo
ofreció en holocausto en lugar de su hijo. (v. 13)

Escena Nueve

Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice
hoy: en el monte de Jehová será provisto. (v. 14)

Escena Diez

Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo, y dijo:
Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me
has rehusado tu hijo, tu único hijo; de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu
descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que esta a la orilla del
mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. En tu simiente
serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.
(vv. 15-18)

Escena Once

Y volvió Abraham a sus siervos, y se levantaron y se fueron juntos a Beerseba.


(v. 19ª)

Escena Doce

Y habitó Abraham en Beerseba. (v. 19b)


Las escenas de este pasaje se juntan en cuatro fases (ver figura 26). Las
escenas uno y dos tienen que ver con el llamamiento de salir y comenzar el
viaje. Las escenas tres, cuatro y cinco se llevan a cabo en "el tercer día"
teniendo a la vista la montaña. Las escenas seis a la diez cubren los eventos que
se llevaron a cabo en la montaña. Las escenas once y doce narran el regreso y el
final del viaje.

Estas divisiones resultan en un episodio de cuatro pasos, bien formado.


El problema de la historia fue el llamado de Dios para sacrificar a Isaac y la
salida inicial de Abraham con sus siervos. ¿Qué haría él? ¿Sacrificaría a su
hijo? La acción creciente nos lleva al drama, donde Abraham e Isaac han
dejado a los siervos y han ido juntos hacia el lugar del sacrificio. Isaac
cuestionó a su padre acerca del animal para el sacrificio, y Abraham le asegura
que "Dios proveerá". La acción decreciente cubre todo lo que se llevó a cabo en
la montaña. Las escenas se alternan entre Abraham y un ángel. Abraham se
preparó para sacrificar a Isaac, pero el ángel lo interrumpió. Después Abraham
sacrificó un carnero, y el ángel le respondió con un discurso largo, revelando su
importancia en el episodio. Debido a que Abraham no negó a su hijo, sus
descendientes (la audiencia original) sería numerosa, victoriosa en batalla, y
una bendición para el mundo. La acción decreciente balancea la acción
creciente. Abraham creyó que Dios proveería, y Él lo hizo. La resolución se
balance con el problema inicial. Abraham regresó con sus dos siervos y continuó
su vida en Beerseba.

Cinco Pasos

Los episodios de cinco pasos combinan rasgos que ya hemos examinado. Como
en los dramas de dos pasos, se balancea el problema inicial y la resolución final.
Como los episodios de cuatro pasos, el paso dos forma la acción creciente que
corresponde al cuarto paso, o acción decreciente. Estos rasgos combinan con el
tercer paso que sirve como el punto de cambio del pasaje.

En esta configuración progresa el flujo dramática en forma de pirámide.


Un problema dramático pone la narrativa en movimiento, la acción creciente
eleva la tensión; el punto de cambio invierte del problema; la acción
decreciente continúa el desenredo iniciado por el punto de cambio; y la
resolución ata los cabos sueltos de la narrativa.
Para ilustrar la resolución de cinco pasos, veremos dos pasajes que ya
hemos examinado. El primero es la historia del pacto de Dios con Abram
(Génesis 15:7-21) (ver la figura 27).

El paso uno introduce el episodio del problema dramático. Dios prometió


tierra a Abram y Abram pide certidumbre. En respuesta Dios ordena la
preparación de una ceremonia de pacto. ¿Qué resultará de esta situación?
¿Tratará Dios a Abram con misericorida y le pondrá duras responsabilidades
de pacto? La tensión se eleva en la acción creciente. Abram comienza la
ceremonia de su propia maldición cortando los animales y separándoles en
mitades como un símbolo que lo que le pasaría al que falle en cumplir sus
obligaciones del pacto. El punto de cambio recoge ansiedades que se iniciaron
en los primeros pasos cuando Abram cae en una obscuridad de pesadilla. Pero
también disminuye la tensión porque Dios le aseguró a Abram que Él le daría a
sus descendientes la tierra después de un período de esclavitud. La acción
decreciente desenreda la tensión más adelante. Dios aparece jurando a Su
propia destrucción. La ceremonia que comenzó en el segundo paso ahora
alcanza su realización. Para alivio de Abram la seguridad de la tierra dependía
de Dios, no de Abram. La resolución termina el asunto, Dios confirmó Su
promesa con un solemne voto de un pacto. La necesidad de seguridad de Abram
estaba suplida.

La invasión de Sisac (2 Crónicas 12:1-12) sigue un modelo similar.


Considera el siguiente bosquejo (ver figura 28).

El problema dramático inicia la historia con la apostasía de Judá. ¿Cuál


sería el destino del reino? ¿Resultaría la rebelión en juicio? La tensión de la
acción creciente crece cuando leemos del increíble ejército de Sisac. ¿Caería
presa la ciudad santa del mismo destino como el resto de Judá? El punto de
cambio recoge esta tensión. El profeta pronuncia un oráculo punzante de juicio;
ciertamente el destino de Judá estaba sellado. Pero los nobles de Judá se
arrepintieron de su apostasía. Anticipando las fases finales, el profeta habló
de liberación parcial. La acción creciente muestra cómo la profética probó ser
verdad. Las condiciones no eran perfectas; Sisac evocaba a un príncipe fuerte
de Judá. Pero el reino no estaba en ruina total. Finalmente, la resolución de la
historia nos regresa al reino de Roboam en paz. Buenas condiciones
prevalecieron en tanto que el rey continuó humillándose a sí mismo.
Los episodios de resolución toman munas formas en el Antiguo
Testamento. Puede ser que se dividan en modelos más de cinco pasos, pero los
modelos de dos, tres, cuatro o cinco pasos bosquejados aquí son suficientes
para la mayoría de los pasajes.

Conclusión

Cuando examinamos las tramas de los episodios individuales, enfrentamos un


sin número de variedades. Los pasajes varían el grado en el que transmiten la
tensión dramática, yendo de un reporte simple a una tensión sin resolver y a la
resolución completa. Los episodios de resolución exhiben simetrías de
diferentes tipos. Podemos resumir la mayoría de ellos de dos a cinco pasos. Por
medio de esto estaremos en posición de ver la estructura de estas historias
con más claridad e investigar su significado original con más profundidad.

Preguntas de Repaso

1. ¿Cuáles son los tres tipos básicos de trama que se encuentran en las
narrativas del Antiguo Testamento? ¿Qué los distingue uno de otro?
Da un ejemplo de cada uno.

2. ¿Cuál es la diferencia entre una escena y una fase en la historia?


¿Por qué ayudan las fases?

3. ¿Qué modelos de flujo dramático ocurren en las narrativas de


resolución? Nombra y describe las funciones de las fases de cada
modelo. ¿Cuál es la diferencia entre una narrativa de resolución
simple y una compleja?

Ejercicios de Estudio
1. Lee 1 Crónicas 10:1-6. Divídelo en escenas y divide las escenas en
fases. Explica cómo puede bosquejarse esta historia como un episodio
de resolución de tres pasos. ¿Qué simetrías puedes distinguir?

2. Lee 1 Samuel 2:12-17. Divídelo en escenas y divide las escenas en


fases. Explica cómo puede bosquejarse esta historia como un episodio
de resolución de cuatro pasos. ¿Qué simetrías puedes distinguir?

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