La adopción y el vínculo familiar

Construyendo la historia
 Paula S. Berenstein

La adopción y el vínculo familiar

Construyendo la historia
 Berenstein, Paula S.
La adopción y el vínculo familiar : construyendo la historia . 1a ed.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Lugar Editorial, 2014.
128 p. ; 23x16 cm.
ISBN 978-950-892-466-7
1. Psicología. 2. Psicoanálisis. 3. Adopción. I. Título
CDD 150.195

Edición y corrección: Mónica Erlich A mi esposo Raúl

Diseño interior: Cecilia Ricci
Diseño de tapa: Silvia Suarez
Motivo de tapa: Familia II, 1985. Pintura de Carlos Kravetz
A nuestros hijos Agustina, Guido y Alejo

©Paula S. Berenstein

por cualquier medio o procedimiento, sea mecánico, informático, de grabación o fotocopia, sin
autorización de los editores.

ISBN: 978-950-892-466-7
© 2014 Lugar Editorial S. A.

Castro Barros 1754 (C1237ABN) Buenos Aires

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Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723

Impreso en la Argentina – Printed in Argentina
Prólogo de la autora

Este libro consiste en una serie de transformaciones. El conte-

nido del mismo fue escrito principalmente para la Tesis de Maestría
de Familia y Pareja presentada en el IUSAM (Instituto Universitario
de Salud Mental) de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires
(APdeBA). La Tesis, como género, tiene una serie de exigencias con
respecto a su elaboración y escritura, que me despertó el deseo de
transformarla en otro tipo de trabajo que contuviera todo aquello que
había dejado de lado en aquel primer trabajo. Profundizar acerca de
“El relato sobre el origen biológico que formulan los padres a su hijo
adoptivo y su relación con el vínculo parentofilial” –tal el título de
la tesis– me obligó a investigar y ordenar una serie de temáticas que
tuve que acotar luego en el marco teórico de esta última. Aquí haré
un despliegue de ellas en función del interés que me despertaron, al
pensarlas desde lo vincular.
Como decía, este escrito corresponde a una serie de transforma-
ciones. El esfuerzo y la exigencia de la escritura de la tesis dio lugar
al placer de pensar y escribir este texto; la intimidad del ámbito de
escucha de la defensa de la primera, dio lugar al deseo de compartir y
abrir estas ideas y, por último, lo recibido por los maestros, los colegas,
los pacientes y los familiares cercanos, dio lugar al deseo de multiplicar
y transmitir pensamientos para ser pensados con y entre otros.
Agradecimientos

A varias personas, por distintos motivos, quisiera agradecer. Algunas

hicieron de soporte afectivo, otras de soporte intelectual. Con todas
se trató de una relación donde el afecto fue el condimento indispen-
sable para poder empezar, continuar y finalizar este arduo y placentero
trabajo.
En este largo camino transcurrido, el comienzo tiene una marca
importante en la realización de la Tesis de Maestría de Familia y Pareja
y en los compañeros de la misma, con los que pasé cuatro intensos
años.
La ausencia de mi padre no me permitió tenerlo como ese inter-
locutor constante, incondicional e interesado que pude tener en
otros momentos, pero sus libros me acompañaron en una relación
viva y activa. Los aportes, la disposición y el sostén de mi madre en el
presente y de mi padre en el recuerdo funcionaron como un compro-
miso estimulante para realizar esta tarea.
Adriana y Mónica, quienes se ocuparon de mis hijos en todos aque-
llos momentos en los que me encontraba escribiendo. También me
cuidaron a mí, silenciosa y cálidamente, adaptándose a mis variables
horarios de sueño y a mis necesidades.
El contenido de este libro basado en la tesis de Maestría fue reco-
rrido intensamente por Janine Puget. Su compromiso, su tiempo, su
disposición y su cariño forman parte de este libro.
A Inés Loustalet, quien amable, responsable y metódicamente me
ayudó a “ponerle oxígeno” a lo hecho y a encontrar el placer por la
escritura de un libro.
12 Paula S. Berenstein
A María Inés Cuba, quien aún hoy, sigue escuchando el dolor y
la alegría del vivir, en ese espacio donde la palabra cobra un sentido
singular, particular y sorpresivo, donde resurge la curiosidad y el placer
por descubrir.
Mi hermana Verónica, quien me ayudó con la tediosa tarea de las
relecturas, haciendo comentarios, respetando y siguiendo la línea de
mis ideas. A mi hermana Ada, por su compañía y cercanía.
A los pacientes que se prestaron desinteresadamente a contestar
el cuestionario sobre el relato del origen biológico de su hijo adoptivo
y a los que, sin saberlo, me permitieron pensar estas y otras temáticas
como la construcción del vínculo parentofilial, los conflictos de la rela-
ción y las historias que se tejen en una familia.
A Guido y Alejo, que tuvieron la capacidad de tolerar mis ausen-
cias. A Agustina y a la relación que desarrollamos, que me motivó para
pensar de qué se trata construir un vínculo parentofilial. Y, finalmente,
a mi marido Raúl, quien, por un lado me permitió, con su confianza
y la relación con él, armar aquellos vínculos y, por otro, por estar en
todo este recorrido, acompañándome concretamente, sosteniendo el
funcionamiento familiar, dándome la tranquilidad para poder ausen-
tarme física y mentalmente y porque silenciosamente me hizo saber
de su valoración por mis renovados proyectos.
Prólogo de Janine Puget
Romper, diluir, deconstruir, hacer algo con la inercia que tienen
los prejuicios insertos en la cultura es siempre un trabajo difícil. Y
Paula Berenstein emprende la tarea de diluir inteligentemente lo que
atañe a los prejuicios referidos a cómo debe conformarse una familia,
cómo deben concebirse hijos y cómo se pueden pensar y procesar las
adopciones en familias que, por algún motivo, no tuvieron acceso a
engendrar.
Para ello, la autora se pregunta qué quiere decir adoptar y va
entrando en la complejidad semántica del término. Ya aquí el tema se
amplía… ¿no será que en todo momento tenemos que activar lo que
hace a “adoptar al otro”? Y si bien ello es cierto, no se trata de banalizar
el tema de la adopción de hijos, sino, tan solo, de descubrir que este
tema generó la pregunta anterior. O sea que no es cuestión de eludir
la particularidad de lo que implica la esterilidad y la posibilidad de
adoptar. Si no que en dichas familias se hace más ostensible que la
adopción es un proceso complejo y diario. Se superponen el “adoptar
al otro” para crear un vínculo con la materialidad de una adopción. Y
es así como la autora nos hace transitar un camino que sigue un deli-
cado equilibrio entre lo que podría parecer una generalización: “todos
tenemos que adoptar”, y hace una investigación profunda acerca de las
diferentes vicisitudes de una adopción al crear una relación que tiene
un sello propio entre adoptantes y adoptados. Asimismo, va quedando
claro que si bien en el proceso de adoptar hay en juego un apropiarse,
no habrá que confundir esto con las apropiaciones nefastas que se
hicieron durante la dictadura.
14 Paula S. Berenstein
Además, las reflexiones de la autora van dejado claro que es nece-
sario luchar contra las clasificaciones como podría ser la “de hijos
adoptados”. La tendencia a la clasificación encierra un peligro que es
el de quedarnos con estadísticas, como suele suceder hoy en día, y
que, entonces, nuestros pacientes o las familias adoptantes, pasen a
ser objeto de una clasificación: un DSM (Manual diagnóstico y esta-
dístico de los trastornos mentales) de las adopciones. Sin embargo,
hay que reconocer que encontrar rasgos comunes a, en ese caso, las
familias en las que se encuentra uno o varios hijos adoptados, puede
ser útil para guiarnos en la comprensión de una situación. Como lo
dice Jean–Claude Milner1, la evaluación y las estadísticas pueden ser
los enemigos de la libertad de los sujetos al transformarlos en objetos.
Teniendo todo esto en cuenta, la autora se ve llevada a hacer
una puntualización referida a su marco teórico. ¿Qué se entiende
por vínculos, vincularse, ir vinculándose? Muchas preguntas todas
ellas necesarias para dar cuenta de sus investigaciones acerca de las
diferentes formas de adopción, las diferentes familias, lo que puede
llevarnos a definir una familia. Y así se va posicionando teóricamente
desde un marco referencial claro en cuanto a su concepto de psicoaná-
lisis de familia y de pareja.
Paula Berenstein recurre a autores diversos –pertenecientes a otras
disciplinas– para ir navegando por todos estos temas. Ello es absoluta-
mente necesario hoy en día cuando alguien quiere abordar temas que
se vienen imponiendo antes de que hayamos podido darnos cuenta
de cómo pensarlos. El hacer diario de las personas, la tecnología, los
avances médicos, van más rápido que nosotros, los psicoanalistas,
y nos toca apurarnos para, por lo menos, tenerlos en cuenta. Esto es
lo que hace la autora. La clínica, la experiencia diaria la cuestiona,
y desde ahí abre nuevas líneas de trabajo. Los analistas llamados de
familia y de pareja o, más aún, vinculares, vienen proponiendo desa-
fíos así como enfrentándolos. Al salir del sillón cómodo del psicoana-
lista clásico, recorren la calle, metafóricamente hablando, descubren
nuevos derroteros y asumen el compromiso de no desviar la mirada
para otro lado. La realidad de la vida cotidiana entra por la ventana y
renueva el aire de nuestros cuerpos teóricos.
1 Jean-Claude Milner (2005) La politique des choses. París. Navarin Editeur.
La adopción y el vínculo familiar 15
Es evidente que Paula Berenstein tiene en cuenta la polidetermi-
nación de cualquiera de nuestros actos, lo que la lleva a darse cuenta
de lo difícil que puede resultarnos como psicoanalistas aprovechar las
aperturas que la vida nos ofrece. ¿Cuánto influye la cultura para que
una adopción transcurra amablemente o, por el contrario, a los sobre-
saltos? O más aún, pueda ser concebible para parejas homosexuales o
familias llamadas monoparentales.
Cuántos problemas suscita “el decir” cuando se le otorga un valor
mágico a lo que se llamaría decir la verdad. Sin llegar a un relativismo
absoluto es también cierto que hay verdades y no una verdad que se
enuncia una vez para siempre. Hay necesidades, según la circunstancia,
de transmitir algo, relatar (construir) un hecho y, por momentos, es
factible hacer un mal uso de este deseo. Supuestamente el decir de la
adopción responde a preguntas, si bien no necesariamente. A veces
los padres esperan que el/la niño/a pregunte. ¿Por qué tendría que
preguntar? A lo mejor, en esos casos, se le da un valor mágico a un
decir que supuestamente habrá de resolver un síntoma del que se hace
cargo el/la niño/a. Algunas veces se formulan preguntas que encie-
rran un no pensar, así como preguntas que realmente abren al cono-
cimiento y al pensar. Todo depende de la autenticidad de las mismas
y del momento oportuno en el que se suscita un diálogo que contiene
preguntas.
La autora deja en claro que de los grandes temas, podríamos decir
de la vida, solo podrá ir esbozando líneas de trabajo que abran a nuevos
cuestionamientos. Estos temas: el origen, la diferencia, la identidad
aparecen en las preguntas “¿de dónde vengo?”, “¿por qué soy quién
soy?”, “¿qué es la muerte?” y “¿qué es ser padres e hijos?”. A partir de
estos grandes interrogantes nació para Freud el concepto de fantasías
originarias y las asoció con la fuente de la curiosidad humana. Estos
interrogantes, durante mucho tiempo fueron organizadores del pensa-
miento psicoanalítico y permitieron sentar las bases de un cuerpo
teórico. Sin anular la fuerza vital de estos planteos, hoy es probable que
ya no les demos aquel lugar privilegiado que tuvieron otrora.
¿Dónde está el origen de una relación parentofilial? Algunos
autores2, a raíz de las dificultades que surgen en los tratamientos de
2 “Prenatal Experiences In Psychoanalysis”. Dra. Janine Puget (Chair), Dr. med.
Ute Auhagen- Stephanos, Dr. med. Ursula Volz-Boers. Panel, 48th IPA, Congress
Prague, 2013.
16 Paula S. Berenstein

fertilización asistida, se ocupan de mejorar la relación entre el/la “por

nacer” y la/el “por ser madre o por ser padre”. Ciertas acciones psicoa-
nalíticas pueden evitar, en muchas ocasiones, que dichos tratamientos
fracasen. También para una pareja que decide adoptar empieza un
proceso en el que un “por nacer” y un “por ser padres” va generando
acciones que, a veces, resultan difíciles de procesar. ¿Comparar estos
diferentes procesos quitaría valor al lugar que ocupa lo biológico?
Probablemente no, si bien, de alguna manera, habrá que aceptar que
las relaciones parentofiliales no se originan de una vez para siempre,
sino que se van dando y tropiezan con dificultades. Atribuir estas
últimas exclusivamente a “una adopción” es simplificar la comple-
jidad del tema.
La autora dedica un capítulo importante a los relatos. Trata de dife-
renciar relatos como momentos de apertura o relatos compulsivos,
relatos confesionarios, relatos puramente defensivos, etcétera. Se
pregunta qué se espera de un relato y, a veces, llega a la conclusión
que, ilusoriamente, se trata de construir relatos que resuelvan todos
los problemas suscitados por el ir deviniendo. Varias viñetas clínicas
permiten visualizar el valor que la autora da a los relatos, así como
darnos acceso a conocer cómo piensa la clínica.
Los relatos no solo son una forma de pensar, asumir las diferentes
vicisitudes y fantasías que circulan alrededor de la adopción. Son
también creados por un deber ser, por una moda, por múltiples
factores inconscientes y situacionales. Sin duda, los relatos son siempre
incompletos y en ello puede llegar a radicar su riqueza, si bien, muchas
veces, se los imagina capaces de dar cuenta, de una vez por todas,
de alguna situación como si esta fuera asible. Los niños y los padres
producen nuevas preguntas y, a veces, estos últimos, por la angustia
que despiertan, responden con fastidio que ya les explicaron. Y, en
realidad, a medida que pasa el tiempo surgen ideas nuevas acerca de
una misma situación, las que necesariamente tendrán que ser pensadas
entre dos o más. Y ya a esta altura no se trata de contestar para cerrar
dudas, sino de suscitar procesos de pensamiento que produzcan un
permanente descoloque al que habrá que tolerar y, más aún, disfrutar.
Sin esas incertidumbres no hay incentivos para cuestionarse. En
este libro, Paula Berenstein da cuenta de su curiosidad permanente.
Enfrenta al lector con un tema cuya riqueza aún desconoce.
Introducción
En este libro desarrollaré tres grandes temas relacionados entre sí.
1. El vínculo parentofilial que es una temática más que frecuente
y reiterada con interés y preocupación en las consultas indivi-
duales, de pareja y familiares. Si bien en cada encuadre y en la
singularidad de cada sesión se trata en su especificidad, en este
texto se lo abordará desde el pensamiento complejo, donde se
entraman una diversidad de cuestiones que hacen a los vínculos.
2. El vínculo parentofilial adoptivo me resultó paradigmático para
pensar el vínculo como una construcción y no como algo dado.
Si bien, coincido con diversos autores que en las familias adop-
tivas existen tópicos que se repiten en las consultas, el psicoa-
nálisis muestra el modo en que se construye un vínculo paren-
tofilial genuino, donde no se puede soslayar la ausencia de lazo
sanguíneo.
3. Los relatos en adopción que se entraman con el trabajo de histo-
rización y con los conflictos que surgen en la creación, en la
construcción y en la transmisión de una historia familiar.
La complejidad de los vínculos familiares está dada por la multide-
terminación de, por un lado, los actos y los relatos realizados por los
padres y, por otro, por sus deseos, sus fantasías, sus síntomas y por lo
evitado. A su vez, la subjetividad de las familias se establece por una
multiplicidad de interacciones que suceden en un tiempo y un espacio
determinado.
18 Paula S. Berenstein
La adopción se ubica –y se trata– como un hecho relevante en
la historia familiar. Por eso suele incluirse en las respuestas a las
preguntas que el niño formula y a las problemáticas que surgen en la
vida familiar. Si sucediera que la familia adoptiva ubica el origen de su
hijo en un acto de abandono, requerirá de mayor trabajo psíquico para
tramitar el impacto que esta idea produce.
Cada pareja de padres construye un relato, con características
particulares, donde dicen lo que entienden por “realidad biológica”,
por “decir la verdad”. Es en este decir –que intenta acercarse al hecho
real de la adopción– donde se transmiten contenidos conscientes e
inconscientes. La implicación de quienes hablan no puede ser sosla-
yada. El relato no recubre al acontecimiento en su totalidad, ya que el
decir es insuficiente con respecto al acto y, al mismo tiempo, al hablar
se dice más que la información de “la verdad” y de “la realidad bioló-
gica” del niño adoptado. En este intento de comunicar una informa-
ción se filtran contenidos inconscientes, que al no estar disponibles
para la elaboración psíquica, producen efectos. En el relato (por lo que
se dice o por lo que se omite) se transmite al hijo una combinación
entre el deseo de tener un hijo, la imposibilidad de tener un hijo bioló-
gico, y lo que, en ellos, produjo el hecho de la adopción. La versión que
escucharon los padres, en el juzgado, sobre su hijo, es inseparable del
impacto que les produjo y del mayor trabajo de elaboración psíquica
que requerirá.
Las preguntas “¿de dónde vengo?”, “¿quién soy?”, “¿quiénes son mi
padre y mi madre?”, tienen una complejidad y una multiplicidad de
respuestas que producirán nuevos interrogantes a lo largo de la vida
familiar. Aquellas son preguntas acerca de la propia existencia. El
origen, la identidad, la pertenencia son puntos que tarde o temprano
serán cuestionados. Estos cuestionamientos pueden despertar, en los
padres, una inquietud que resuelven dando un único sentido relativo
a algún hecho particular que sintieron relevante en sus vidas. Si bien
las preguntas están ligadas a los sentimientos generados por la crianza,
el cuidado y por las vivencias del presente, se topan con la dificultad
de darles un lugar, de sostenerlas, de pensarlas. Existe una tendencia a
recurrir a los hechos del pasado sentidos como reales, a tratar de ordenar
y coagular las anécdotas guardadas en la memoria. Esta propensión
aleja la posibilidad de incluirnos en las respuestas que construimos, de
implicarnos como historiadores de aquello que narramos, de darnos
cuenta que producimos sentido al contar una historia.
La adopción y el vínculo familiar 19
Por otro lado, las prescripciones establecidas en la ley actual3 en
la Argentina, los profesionales de la salud que aconsejan “decir la
verdad” al niño adoptivo y los padres que quieren hacerlo, no logran
evitar las dificultades que aparecen en las familias adoptivas a la hora
de hablar acerca del origen biológico y del origen adoptivo de un hijo.
Las ansiedades, conflictos y fantasías en torno a este proceso condi-
cionan lo que se va a decir. En el saber popular se acepta que algo hay
que explicar, pero no está dicho ni qué, ni cómo, ni cuándo hacerlo.
Con respecto a los relatos, autores de diferentes disciplinas (Freud,
Lacan, Agamben, 2001; Todorov, 2008; Palti, 2003) los estudiaron
de manera de poder encontrar allí lo reprimido, lo no disponible, lo
desmentido por el pensamiento consciente, indicios que ayuden a
pensar aquello que se transmite en un relato y cómo fue construido. En
efecto, en las consultas de familia, los padres se presentan y producen
un texto sobre el relato efectuado a su hijo. El mismo difiere de aquel
que alguien hace para sí mismo, el que construye una pareja o una
familia y el que produce una familia en una sesión. Estas últimas en
su decir muestran las diferencias entre relatos, dichos, asociaciones y
fantasías que conforma todo aquello de lo que habla una familia en
diferentes contextos.
En este escrito desplegaré los siguientes interrogantes, que se han
desarrollado por medio de una investigación ad hoc:
• ¿En qué consisten los trabajos psíquicos para construir un
vínculo parentofilial sano, creativo y flexible?
• ¿En qué consiste la complejidad del entramado vincular?
• ¿Qué problemáticas se suscitan a la hora de comunicar una
historia respecto del origen al hijo que ha sido adoptado?
• ¿Cómo van resolviendo los padres el conflicto relacionado con
la explicación a su hijo adoptivo sobre su origen biológico?
• ¿Cómo las familias elaboran las diferencias entre hijos adop-
tivos e hijos biológicos?
3 Art. 321 inciso h Ley de Adopción vigente en la Argentina: “…Deberá constar en la
sentencia que el adoptante se ha comprometido a hacer conocer al adoptado su
realidad biológica…”
Capítulo 1
Revisión de las ideas implícitas que
subyacen respecto del vínculo parentofilial

Al pensar en la constitución de los vínculos, así como al investigar

las ideas sobre el vínculo parentofilial, han tenido fuerte pregnancia:

1. Las ideas que abarcan la constitución del vínculo de parentesco,

2. las nociones psicoanalíticas de vivencia de desamparo, y
3. el concepto de infancia instituido en la modernidad.
Estas concepciones han impregnado y constituido la forma de vivir
el vínculo parentofilial en general y la adopción en particular.
A continuación haré un desarrollo de cada uno de estos puntos para
discutirlos y ubicarlos dentro de la multiplicidad de formas de pensar,
teniendo en cuenta la perspectiva vincular.

1. Ideas que abarcan la constitución del vínculo

de parentesco

Los vínculos de parentesco han sido pensados de diversas maneras.

I. Una de ellas es la que los considera como un proceso biológico,

dándoles un lugar relevante a los lazos llamados de sangre.
II. Otra es la que considera a la familia como una matriz simbólica.
22 Paula S. Berenstein
III. La perspectiva vincular piensa a los sujetos vinculados como
sujetos con la necesidad y/o la obligación y/o el deseo de
producir un vínculo4.
Las familias, en diversas circunstancias, hacen predominar alguna
de estas formas de concebirse a sí mismas y a las relaciones entre sus
integrantes. Estas concepciones no son solo una manera de pensar,
sino que los sujetos las ejercen a través de un conjunto de prácticas.
A su vez, estas últimas también producen significaciones, son signifi-
cadas, vividas y/o padecidas en –y por– las familias.
A continuación haré un desarrollo de las dos maneras, mencio-
nadas, de pensar los vínculos de parentesco.
a. La familia como continuidad biológica
Al pensar a los parientes unidos por “lazos de sangre”, relacionados
por la “consanguinidad”, nos referimos a la ligazón entre padres e hijos,
a la de los hermanos entre sí y también a la de los descendientes más
lejanos. En cambio, la relación de alianza es la que corresponde a la
unión de la pareja en el entramado del parentesco.
La antropología, por su lado, se ha peguntado qué es lo que caracte-
riza al parentesco. Algunos antropólogos localizan estas relaciones más
cerca de lo biológico, ligadas a la reproducción, y otros más cerca de lo
social5. Considero, especialmente, el aporte del historiador Campagno
(2002), quien nos esclarece que es el dominio social el que decide qué
vínculos biológicos reconoceremos y llamaremos parentales y cuáles
dejaremos por fuera de esta nominación6. Justamente, es así como
4 En este capítulo se esbozará, en cada punto, el aporte y aquello que discute la teoría
vincular. En los siguientes capítulos se irá desarrollando esta teoría con mayor
detalle.
5 Este rastreo aparece en la Tesis de Doctorado de Campagno (2002) “De los jefes-
parientes a los reyes-dioses. Surgimiento y consolidación del Estado en el antiguo
Egipto, Aula Ægyptiaca-Studia vol. 3, Barcelona, Aula Ægyptiaca, Cap. 2”.
6 “…el parentesco involucra relaciones de filiación y alianza, vinculadas a la
reproducción de los grupos humanos y, por ello, se halla indisolublemente
conectado con el universo biológico. Pero, por otro lado, el parentesco abarca una
multiplicidad de lecturas sociales de esas relaciones, que implican muy diversas
decisiones acerca de qué vínculos biológicos serán reconocidos –en diferentes
La adopción y el vínculo familiar 23
podemos reconocer individuos no relacionados biológicamente como
parientes en las diferentes prácticas de compadrazgo o de adopción.
En otras palabras, las prácticas de adopción instituyen, ciertamente,
relaciones familiares en individuos no relacionados biológicamente.
Las expresiones “sangre de tu sangre”, “misma carne”, “lazos de
sangre”, “la sangre tira” entre otras, dan cuenta de la certeza acerca
de la continuidad que adjudicamos a lo biológico, y que se apoya en
la idea de la transmisión del material genético a través de la repro-
ducción. Los métodos actuales de fertilización asistida y las nuevas
conformaciones familiares conmueven estas certezas que se han ido
instalando en la cultura y que son las que nos hacen ser y hacer de un
determinado modo.
En síntesis, si bien desde la biología podemos hablar de conti-
nuidad, lo humano instala lo simbólico, que es lo que le otorga un
sentido y una relevancia particular a la relación entre biología y conti-
nuidad. Entonces, es lo simbólico, lo que establece y muestra unido,
ligado, enlazado a padres e hijos a partir de considerar que tienen la
misma sangre, la misma biología. También se produce un sentimiento
de continuidad en otros aspectos como ser el apellido, un oficio o en
diferentes identificaciones que ubican similitudes entre ellos.
b. La familia como matriz simbólica
Es a través de las prácticas y del lenguaje que se producen signifi-
caciones y, a su vez, los sujetos que las ejercen las significan. Esto es lo
que permite a los sujetos habitar espacios comunes, sentirse dentro de
ellos y poder intercambiar con los otros.
La familia instala en sus integrantes determinadas prácticas. Estas
últimas son instituidas desde la cultura a la que aquella pertenece, e
instalan un nexo entre ser parientes, la reciprocidad que existe entre ellos
situaciones– como ‘parentales’, así como la posibilidad de aplicar ciertos términos
‘parentales’ a individuos relacionados biológicamente y a otros individuos a priori
no vinculados del mismo modo, como sucede en las prácticas de adopción o de
‘compadrazgo’: por ello, el parentesco también pertenece –decididamente– al
mundo social… Así pues, el parentesco puede ser conceptualizado como una
práctica eminentemente social, que evoca una ‘sustancia’ común entre aquellos
individuos relacionados entre sí, la cual supone nexos que remiten básicamente
–aunque no exclusivamente– al dominio biológico, como quiera que tal dominio
sea definido socialmente…” (Campagno, 2002: 69.)
124 Paula S. Berenstein

Buenos Aires. Abuelas de Plaza de Mayo, Pág. 161-173. Recuperado el

20/07/2010 en http://www.abuelas.org.ar/material/libros/psicologia_
Índice
web.pdf

Prólogo de la autora . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

Agradecimientos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

Prólogo de Janine Puget. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17

Capítulo 1
Revisión de las ideas implícitas que subyacen respecto
del vinculo parentofilial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
1. Ideas que abarcan la constitución del vínculo de parentesco. 21
a. La familia como continuidad biológica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
b. La familia como matriz simbólica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
c. La familia como sujetos con la necesidad, la obligación
y el deseo de constituir un vínculo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
2. Las nociones psicoanalíticas de vivencia de desamparo . . . . . 27
a. Concepción clásica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
b. Concepción vincular. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
3. El concepto de infancia instituido en la modernidad . . . . . . . 29

Capítulo 2
El trabajo de vincularse en una familia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
1. Definición y características del vínculo parentofilial. . . . . . . . 31
2. Trabajos psíquicos para constituir el vínculo parentofilial . . . 34
126 Paula S. Berenstein
a. El proyecto de familia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
b. Las identificaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
c. Lo imprevisto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
3. Los trabajos psíquicos en el vínculo parentofilial adoptivo . . 38
Capítulo 3
Prejuicio y subjetividad. Su importancia en la adopción. . . . 41
1. El Prejuicio: Un acercamiento, una observación . . . . . . . . . . . 42
a. La subjetividad en diferentes culturas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
Esparta clásica (siglo IV a.C.). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
El Imperio Romano. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
La Modernidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
2. Los prejuicios como instituyentes de subjetividad. . . . . . . . . . 48
3. Lo cultural constituye, instituye y atraviesa a la familia
que adopta. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
4. Los padres como portavoces de lo social . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
Capítulo 4
Aspectos teóricos del trabajo psíquico para construir un
vínculo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
1. Dos trabajos psíquicos diferentes: representación
y presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
2. El trabajo que imponen las diferencias entre sujetos . . . . . . . 62
3. Nuevos conceptos para pensar la vincularidad . . . . . . . . . . . . 63
a. Suplementación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
b. Acontecimiento. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
c. Interdeterminación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
Capítulo 5
Temas frecuentes en adopción, consideraciones a partir
de las teorías vinculares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
1. La idea de trauma en la adopción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
a. …Separarse de la madre que te tuvo en la panza
es traumático…. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
b. …Nos partía el corazón ver a todos esos niños
abandonados…. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
La adopción y el vínculo familiar 127
c. …lo dejaron tirado como un perrito…. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
d. …Es feo decirlo, pero se querían deshacer de ella… . . . . . . . . 71
2. La idea de origen en adopción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
a. Origen como causa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
b. Origen en relación al nacimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
I. … ¿Quién es la madre?.... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
II. … ¿De dónde vino ella, cuáles fueron sus padres?.... . . . . . . 79
3. La identidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
4. Elaboración de las diferencias en la familia con hijos
adoptivos y biológicos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
Capítulo 6
Los relatos en la adopción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
1. Cuestionario. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
2. Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
3. Precisiones sobre los relatos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
4. Conflictos en relación a armar relatos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
a. El aspecto evacuativo del relato. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
b. Las fantasías de los padres adoptivos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
c. La angustia producida por las significaciones
que se le da a la adopción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 02
1
d. La responsabilidad de elegir qué decir. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
5. El relato de la esterilidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
6. El relato de la adopción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
7. El relato de la historia familiar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
8. El relato del origen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109
9. Los mecanismos de la “transmisión” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112
Capítulo 7
Palabras finales: hablar al otro, hablar con otro,
hablar entre otros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117