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5/2/2019

Fallo : 28.946-2015.-
veinticinco de abril de dos mil dieciséis.
Tercera Sala

MATERIAS:

- INCIDENTE DE ABANDONO DEL PROCEDIMIENTO PROMOVIDO POR TERCERO COADYUVANTE


DE DEMANDADA, ACOGIDO EN JUICIO ORDINARIO DE COBRO DE PESOS.-
- ACTORES NO CUMPLIERON CON CARGA PROCESAL DE DARLE IMPULSO AL PROCEDIMIENTO,
PUDIENDO ATRIBUÍRSELES FALTA DE DILIGENCIA, INACCIÓN E INACTIVIDAD, MÁS AUN
TENIENDO EN CONSIDERACIÓN QUE DEJARON TRANSCURRIR 2 AÑOS SIN PRACTICAR
DILIGENCIA ALGUNA.-
- CONCLUIDOS TRÁMITES QUE PRECEDEN A PRUEBA, CORRESPONDE AL JUEZ PROCEDER CON
ARREGLO A LO PREVENIDO EN CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL, SIN EMBARGO, NO IMPLICA
QUE PARTES QUEDEN EXIMIDAS DE REALIZAR GESTIONES PERTINENTES PARA INSTAR POR
PROSECUCIÓN DEL JUICIO.-
- PARTES TIENEN CARGA PROCESAL INELUDIBLE DE DEJAR PROCESO EN ESTADO DE SENTENCIA
Y DE REQUERIR AL PROPIO TRIBUNAL QUE CUMPLA CON SU PROPIA CARGA A QUE LO OBLIGA
LEY.-
- AUNQUE TRIBUNAL DEBÍA AVOCARSE AL EXAMEN PERSONAL DE ANTECEDENTES PARA
DETERMINAR SI ABRIRÁ ETAPA DE PRUEBA, PARTE DEMANDANTE TAMBIÉN SE ENCONTRABA
FORZADA A VELAR QUE PROCESO SE ENCAMINARA A SU PRÓXIMA ETAPA PROCESAL.-
- FISCO EN SU CONDICIÓN DE TERCERO COADYUVANTE QUEDA HOMOLOGADO CON PARTE A
CUAL COADYUVA, EN ESTE CASO DE DEMANDADA, GOZANDO DE SUS MISMOS PLAZOS,
RECURSOS Y ALEGACIONES.-
- RECURSO DE CASACIÓN DE FONDO INTENTADO NO DENUNCIA VULNERACIÓN DEL ARTÍCULO
87 INCISO 2° DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL, NORMA QUE TAMBIÉN REVISTE CALIDAD
DE SER DECISORIA DE ESTE PLEITO (PREVENCIÓN).-

RECURSOS:

RECURSO DE CASACIÓN EN EL FONDO CIVIL (RECHAZADO).-

TEXTOS LEGALES:

CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL, ARTÍCULOS 16, 23, 152, 156, 318 Y 433.-
CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL, ARTÍCULO 87 INCISO 2° (PREVENCIÓN).-

JURISPRUDENCIA:

"Que en el presente caso, concluidos los trámites que preceden a la prueba, es indudable que el juez debía
proceder con arreglo a lo prevenido en el artículo 318 del Código de Procedimiento Civil, es decir, examinar los
autos por sí mismo y, en el evento de existir controversia sobre un hecho sustancial y pertinente, recibir la causa a
prueba. Sin embargo, ello no implica que en dicho estadio procesal las partes queden eximidas de realizar las
gestiones pertinentes para instar por la prosecución del juicio.

A este respecto, cabe poner de manifiesto que las partes tienen la carga procesal ineludible de dejar el proceso
en estado de sentencia aun cuando el órgano jurisdiccional no cumpla con las obligaciones imperativas que le
ordena la ley, pues las normas del Código de Procedimiento Civil que establecen esa clase de obligaciones, tales
como los artículos 64, 78, 89, 90, 159, 432, además del citado artículo 318, no excluyen la obligación que pesa
sobre las partes de instar por la prosecución del juicio y de requerir al propio tribunal que cumpla con su propia
carga a que lo obliga la ley.

Entonces, si bien el tribunal debía avocarse al examen personal de los antecedentes para determinar si abrirá la
etapa de prueba, lo cierto es que la parte demandante también se encontraba forzada a velar que el proceso se
encaminara a su próxima etapa procesal. Pero nada hizo, de suerte que ha de estimarse que los actores no
cumplieron con la carga procesal de darle impulso al procedimiento, por lo que es posible atribuirle la falta de
diligencia, inacción e inactividad que es precisamente la conducta sancionada con el instituto del abandono del
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procedimiento, más aun teniendo en consideración que dejaron transcurrir dos años sin practicar diligencia
alguna." (Corte Suprema, considerando 9º).

"Que en lo atinente a que el Fisco de Chile carecería de legitimidad activa para impetrar este incidente por no
tener la calidad de demandado, sino la de tercero coadyuvante de la demandada, dicha argumentación deberá ser
desestimada pues de conformidad a lo establecido en el artículo 23 del Código de Procedimiento Civil, en relación
al artículo 16 del mismo cuerpo normativo, en su condición de tercero coadyuvante, el Fisco de Chile queda
homologado con la parte a la cual coadyuva, en este caso de la demandada, gozando de sus mismos plazos,
recursos y alegaciones." (Corte Suprema, considerando 10º).

"Se previene que la Ministra señora Egnem y el Abogado Integrante señor Matus concurren a rechazar el
recurso de casación en el fondo intentado, teniendo únicamente en consideración que en él no se denuncia la
vulneración del artículo 87 inciso segundo del Código de Procedimiento Civil, norma que también reviste la
calidad de ser decisoria de este pleito. En efecto, habiendo sostenido los recurrentes que el incidente originado por
el desistimiento de la demanda de uno de los actores no imposilitaba dar curso progresivo a los autos, debió
entonces acusar la transgresión del anterior precepto en cuanto dispone que tratándose de incidentes que no
impiden seguir sustanciando la causa principal -como claramente acontece con aquel deducido por uno de los
demandantes-, no se suspenderá el curso de la causa, norma que, al tenor de lo alegado por los actores, habría sido
desatendida por el tribunal de primer grado." (Corte Suprema, prevención de la Ministro Sr. Egnem y del Abogado
Integrante Sr. Matus, considerando único).

MINISTROS:

Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema integrada por los Ministros Sr. Pedro Pierry A., Sra. Rosa
Egnem S., Sra. María Eugenia Sandoval G., y Sr. Manuel Valderrama R., y el Abogado Integrante Sr. Jean Pierre
Matus A.

TEXTOS COMPLETOS:

SENTENCIA DE LA CORTE DE APELACIONES:

Puerto Montt, diecinueve de octubre de dos mil quince.

Vistos:

Atendido el mérito de los antecedentes, lo dispuesto en los artículos 186 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil, se declara que se confirma, sin costas la resolución en alzada de fecha veintisiete de junio de
dos mil quince, escrita a fojas 309 de estas compulsas.

Devuélvase.

Rol N° 842-2015.-

Pronunciada por la Primera Sala integrada por el Presidente don Leopoldo Vera Muñoz, el Ministro Titular don
Jorge Pizarro Astudillo y el Abogado Integrante don Pedro Campos Latorre.

SENTENCIA DE LA CORTE SUPREMA:

Santiago, veinticinco de abril de dos mil dieciséis.

Vistos:

En estos autos ingreso Corte N° 28.946-2015 sobre juicio ordinario de cobro de pesos iniciado por cuarenta
funcionarios de la Municipalidad de Fresia en contra de ésta, en el que solicitan se declare que son titulares del
derecho al incremento previsional contemplado en el Decreto Ley N° 3.501, por resolución del Juzgado Civil de
Puerto Varas de veintisiete de junio de dos mil quince se acogió el incidente de abandono del procedimiento
promovido por el Fisco de Chile, en su calidad de tercero coadyuvante de la demandada.

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Apelada dicha decisión por los actores, la Corte de Apelaciones de Puerto Montt la confirmó por sentencia de
diecinueve de octubre de dos mil quince.

Contra este último fallo los referidos litigantes dedujeron recurso de casación en el fondo.

Se trajeron los autos en relación.

Considerando:

Primero: Que por el recurso en estudio se denuncia la infracción del artículo 152 del Código de Procedimiento
Civil, pues no obstante haber reconocido los sentenciadores que el impulso procesal estaba radicado en el tribunal,
establecieron una exigencia adicional, no contemplada en la ley, relativa a que la parte demandante debió haber
impugnado la resolución que no recibió la causa a prueba, al concluir erróneamente los jueces que la existencia de
un deber del juez no exonera a las partes de instar por la tramitación del juicio.

Expresan los recurrentes que cumplieron con la única gestión que era posible exigírseles, esto es, solicitar al
tribunal que reciba la causa a prueba, trasladando con ello la carga procesal al sentenciador, quien de conformidad
al artículo 268 del Código de Procedimiento Civil -norma cuya vulneración también acusan-, se encontraba
obligado a dar prosecución legal al juicio, al disponer tal precepto que si se rechaza la conciliación, o no se efectúa
el comparendo de rigor, el secretario certificará este hecho de inmediato y entregará los antecedentes al juez para
que éste, examinándolos por sí mismo, proceda en seguida a dar cumplimiento a lo señalado en el artículo 318 del
mismo texto legal.

A su vez, esta última norma establece en términos perentorios que concluidos los trámites que deben preceder a
la prueba, el tribunal analizará los autos, y si estima que hay controversia sobre algún hecho sustancial y
pertinente, recibirá la causa a prueba. En este sentido, ponen de manifiesto que no constituye un obstáculo que le
impida al juez dictar la interlocutoria de prueba, la circunstancia de encontrarse pendiente un incidente de
desistimiento de la demanda presentado por uno de los cuarenta reclamantes, toda vez que no es de aquellos
incidentes que suspenden el procedimiento como tampoco el juez decretó la suspensión del mismo.

Por último, alegan la transgresión del contenido expreso del artículo 153 inciso primero del Código de
Procedimiento Civil, en cuanto preceptúa que sólo puede oponer el incidente de abandono del procedimiento el
demandado, condición que no reviste el Fisco de Chile al tener la calidad de tercero en el presente juicio.

Segundo: Que para una adecuada comprensión del asunto resulta conveniente señalar los siguientes
antecedentes de la causa:

a.- Por resolución de 13 de junio de 2012, la Corte de Apelaciones de Puerto Montt revocó la decisión del
tribunal de primer grado que rechazaba la oposición del Fisco de Chile al avenimiento alcanzado por los
demandantes y la Municipalidad de Fresia, como asimismo revocó la resolución del a quo que aprobó dicho
avenimiento al que habían arribado las partes principales del juicio, decidiendo en su reemplazo admitir la
oposición del Fisco y negar lugar a tener por aprobado tal avenimiento.

b.- Por resolución de 9 de julio de 2012, el tribunal de primera instancia decreta el "cúmplase".

c.- Mediante escrito de 3 de agosto de 2012, uno de los actores se desiste de la demanda, dando traslado el
tribunal por resolución de 10 de agosto de ese año, ordenándose su notificación por cédula a todas las partes que
obran en el juicio.

d.- Por escrito de 17 de agosto de 2012, la parte demandante solicita que se reciba la causa a prueba, a lo que el
tribunal resuelve que se esté a lo ordenado por resolución de fecha 10 de agosto anterior.

e.- Por presentación de 3 de octubre de 2014, la parte demandante pide el desarchivo de expediente, el que es
recibido por el tribunal el 13 de octubre de ese mismo año.

f.- Con fecha 28 de octubre de 2014, los demandantes reiteran su solicitud de que se reciba la causa a prueba,
recalcando que ya se encontraba terminada la etapa de discusión y que la conciliación no había prosperado.

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g.- Por resolución de 21 de octubre de 2014 el tribunal vuelve a proveer que deben estarse a lo resuelto con
fecha 10 de agosto de 2012 en cuanto ordenó que se notificara por cédula la solicitud de desistimiento de uno de
los demandantes.

h.- La aludida notificación es practicada el día 12 de noviembre de 2014.

Tercero: Que la solicitud de abandono del procedimiento promovida por el Fisco de Chile mediante escrito de
14 de noviembre de 2014, se fundó en que la última resolución recaída en gestión útil para dar curso progresivo a
los autos corresponde a la de 10 de agosto de 2012, en cuya virtud se confiere traslado a la solicitud de
desistimiento de la demanda presentada por uno de los reclamantes y que ordena notificarla por cédula. Señala al
respecto que las solicitudes de recibir la causa a prueba no constituyen diligencias útiles para interrumpir el plazo
del abandono, pues eran improcedentes a la luz de lo ordenado previamente por el tribunal.

Cuarto: Que los jueces de la instancia para decidir del modo en que lo hicieron, razonaron que la ley no atiende
el motivo por el cual se ha generado la paralización, sino que lo determinante es la cesación del procedimiento por
parte de lo litigantes, y es por ello que a ellos les incumbe instar por su prosecución. Añadieron que, en tal
contexto, la causa se mantuvo sin movimiento por más de dos años e incluso archivada en el tiempo intermedio.
Señalan finalmente que la circunstancia que haya concluido la fase de discusión y se esté en estado de proveer por
el juez lo conducente al adelanto del procedimiento conforme a lo que dispone el artículo 318 del Código de
Procedimiento Civil, no liberaba a las partes de la cargas de impulsar su prosecución.

Quinto: Que esta Corte ha señalado que el fundamento del abandono del procedimiento "es que tiende a
impedir que el juicio se paralice en forma indefinida, con el daño consiguiente a los intereses de las partes y evita
la inestabilidad de los derechos y en especial la incertidumbre del derecho del demandado y la prolongación
arbitraria del litigio, como consecuencia de una conducta negligente. Representa, por lo tanto una sanción procesal
para los litigantes que cesan en la prosecución del proceso omitiendo toda actividad y tiende a corregir la situación
anómala que crea entre las partes la subsistencia de un juicio por largo tiempo paralizado" (Revista de Derecho y
Jurisprudencia T. LXV, Sec. Primera, p. 386).

La connotación dinámica del proceso exige entonces el avance inexorable de los actos del procedimiento hacia
la sentencia, sin que en ello pueda verse afectado por retrocesos o retardos injustificados.

Sexto: Que es pertinente también poner de relieve que la falta de actividad de las partes en aquellas etapas del
procedimiento donde el impulso de éste se encuentra librado a su responsabilidad, junto con afectar el dinamismo
que naturalmente debe impregnar al proceso, lesiona el interés social, que exige la pronta solución de los litigios y
evita la dispersión de los recursos empleados en el ejercicio de la función jurisdiccional.

Específicamente la institución del abandono del procedimiento previsto en el artículo 152 del Código de
Procedimiento Civil apunta a precaver y sancionar las conductas de omisión en que los litigantes puedan incurrir
en este ámbito, el cual acarrea como consecuencia, según lo dispone el artículo 156, la pérdida del derecho a
continuar el procedimiento en que ha incidido el abandono y la posibilidad de hacerlo valer en un nuevo juicio.

Séptimo: Que en la estructura diseñada para el juicio ordinario en el Título II del Código de Procedimiento
Civil se combinan, en lo atinente a la tarea de promover el avance del proceso, la actividad de las partes con la del
juez.

En este aspecto, existen etapas del proceso en que indiscutiblemente el impulso procesal se encuentra
exclusivamente radicado en el tribunal, siendo el juez quien debe velar para que éste llegue prontamente a su
término. El artículo 433 del Código de Procedimiento Civil es el ejemplo más nítido respecto de esta hipótesis,
puesto que establece que una vez citadas las partes a oír sentencia no se admitirán escritos, ni prueba de ningún
género. Es decir, resta a las partes, de un modo absoluto, del impulso del proceso. En consecuencia, cualquiera que
sea el plazo de inactividad, ellas no podrán ser sancionadas con el abandono del procedimiento.

Por otro lado, existen estadios procesales -la mayoría- donde el impulso procesal radica exclusivamente en las
partes, siendo ellas quienes deben desplegar la actividad necesaria para que el proceso avance hacia la consecución
de la finalidad que le es propia. En este caso, la negligencia o desidia de aquéllas en el impulso del procedimiento
se encuentra sancionada con la declaración de abandono del mismo, conforme lo establece el artículo 152 del
Código de Procedimiento Civil.
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Por último, hay etapas del proceso en que el impulso procesal lo comparten tanto el juez de la causa como las
partes, encontrándose ambas compelidas -con independencia- para que la causa avance a otra fase procesal y siga
su curso en forma progresiva hacia su destino constituido por la dictación de la sentencia definitiva que con
autoridad de cosa juzgada resuelva el conflicto sometido a conocimiento del órgano jurisdiccional. En esta
hipótesis, si transcurre el plazo de seis meses previsto en el artículo 152 del Código de Procedimiento Civil, para
establecer la procedencia de declarar el abandono del procedimiento se debe verificar si la parte -en quien también
recae el impulso procesal- hizo o no todo lo necesario para que éste avanzara. Sólo en la primera situación
corresponderá liberarla de la sanción, mas no en la segunda, donde quedará en evidencia que ha actuado de manera
negligente al no realizar las presentaciones para que el proceso avance, aun cuando el tribunal pudiera también
haber intervenido.

Octavo: Que, en efecto, si bien es dable sostener que en determinadas etapas del procedimiento, éste podrá
tener un carácter mixto en lo concerniente al impulso procesal, es innegable que la falta de actividad del órgano
jurisdiccional no puede servir de justificación a la inactividad de las partes, más aún si se considera que la
inestabilidad de las relaciones jurídicas que produce la existencia de un juicio no puede extenderse
indefinidamente.

Noveno: Que en el presente caso, concluidos los trámites que preceden a la prueba, es indudable que el juez
debía proceder con arreglo a lo prevenido en el artículo 318 del Código de Procedimiento Civil, es decir, examinar
los autos por sí mismo y, en el evento de existir controversia sobre un hecho sustancial y pertinente, recibir la
causa a prueba. Sin embargo, ello no implica que en dicho estadio procesal las partes queden eximidas de realizar
las gestiones pertinentes para instar por la prosecución del juicio.

A este respecto, cabe poner de manifiesto que las partes tienen la carga procesal ineludible de dejar el proceso
en estado de sentencia aun cuando el órgano jurisdiccional no cumpla con las obligaciones imperativas que le
ordena la ley, pues las normas del Código de Procedimiento Civil que establecen esa clase de obligaciones, tales
como los artículos 64, 78, 89, 90, 159, 432, además del citado artículo 318, no excluyen la obligación que pesa
sobre las partes de instar por la prosecución del juicio y de requerir al propio tribunal que cumpla con su propia
carga a que lo obliga la ley.

Entonces, si bien el tribunal debía avocarse al examen personal de los antecedentes para determinar si abrirá la
etapa de prueba, lo cierto es que la parte demandante también se encontraba forzada a velar que el proceso se
encaminara a su próxima etapa procesal. Pero nada hizo, de suerte que ha de estimarse que los actores no
cumplieron con la carga procesal de darle impulso al procedimiento, por lo que es posible atribuirle la falta de
diligencia, inacción e inactividad que es precisamente la conducta sancionada con el instituto del abandono del
procedimiento, más aun teniendo en consideración que dejaron transcurrir dos años sin practicar diligencia alguna.

Décimo: Que en lo atinente a que el Fisco de Chile carecería de legitimidad activa para impetrar este incidente
por no tener la calidad de demandado, sino la de tercero coadyuvante de la demandada, dicha argumentación
deberá ser desestimada pues de conformidad a lo establecido en el artículo 23 del Código de Procedimiento Civil,
en relación al artículo 16 del mismo cuerpo normativo, en su condición de tercero coadyuvante, el Fisco de Chile
queda homologado con la parte a la cual coadyuva, en este caso de la demandada, gozando de sus mismos plazos,
recursos y alegaciones.

Undécimo: Que en atención a lo expuesto la sentencia cuestionada no ha incurrido en el yerro de derecho que
se le atribuye al haber declarado el abandono del procedimiento.

Por estas consideraciones y lo dispuesto en los artículos 764, 765, 767 y 805 del Código de Procedimiento
Civil, se rechaza el recurso de casación en el fondo deducido en lo principal de fojas 350 en contra de la sentencia
de diecinueve de octubre de dos mil quince, escrita a fojas 349.

Se previene que la Ministra señora Egnem y el Abogado Integrante señor Matus concurren a rechazar el
recurso de casación en el fondo intentado, teniendo únicamente en consideración que en él no se denuncia la
vulneración del artículo 87 inciso segundo del Código de Procedimiento Civil, norma que también reviste la
calidad de ser decisoria de este pleito. En efecto, habiendo sostenido los recurrentes que el incidente originado por
el desistimiento de la demanda de uno de los actores no imposilitaba dar curso progresivo a los autos, debió
entonces acusar la transgresión del anterior precepto en cuanto dispone que tratándose de incidentes que no
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impiden seguir sustanciando la causa principal -como claramente acontece con aquel deducido por uno de los
demandantes-, no se suspenderá el curso de la causa, norma que, al tenor de lo alegado por los actores, habría sido
desatendida por el tribunal de primer grado.

Regístrese y devuélvase.

Redacción a cargo del Abogado Integrante señor Matus.

Rol N° 28.946-2015.-

Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema integrada por los Ministros Sr. Pedro Pierry A., Sra.
Rosa Egnem S., Sra. María Eugenia Sandoval G., y Sr. Manuel Valderrama R., y el Abogado Integrante Sr. Jean
Pierre Matus A.

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