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Causas de la cirrosis
La ingesta excesiva de alcohol es causa principal de la cirrosis.
La cirrosis puede deberse a diversas causas, principalmente a la
ingesta excesiva y continuada de alcohol, pero también a otras
enfermedades víricas, hereditarias o inflamatorias, incluso a la toma de
algunos fármacos.
Cirrosis y abuso de alcohol
Las causas por las que el alcohol provoca una fibrosis en el hígado no se
conocen. Se sabe que las mujeres son más susceptibles al daño
hepático que los hombres, por lo que cantidades más pequeñas de
alcohol provocan más daño en ellas.
Hepatitis víricas
Estas hepatitis son producidas por virus que tienen predisposición por el
hígado. No todos llegan a provocar una hepatitis crónica que evolucione
a cirrosis; esto es más frecuente en las hepatitis por virus B o C.
Hasta un 10% de las cirrosis tienen como causa al virus de la hepatitis B.
Enfermedades hereditarias
Otras causas
Cirrosis
No abusar del alcohol y protegerse contra la hepatitis son las medidas más
efectivas para evitar la cirrosis, una afección que supone un daño
progresivo e irreversible para el hígado, que compromete sus funciones.
Una gran parte de los pacientes con cirrosis no muestran síntomas: no
presentan ni manifestaciones clínicas de daño hepático, ni alteraciones
en los análisis. En estos casos se dice que la cirrosis está
compensada; es decir, el organismo ha encontrado ciertos mecanismos
para evitar la aparición de los síntomas debidos al fallo hepático. Estos
mecanismos de compensación no son totalmente beneficiosos para el
enfermo ya que, a la larga, son responsables de muchas complicaciones
de la cirrosis.
Otra parte de los pacientes presenta una cirrosis descompensada. En
ellos, los mecanismos antes referidos se han visto superados por la
enfermedad y entonces aparece la clínica.
Complicaciones de la cirrosis
Ascitis
En todo paciente con ascitis se debe hacer una punción abdominal para
tomar una muestra del líquido (paracentesis) para estudiar la causa.
Encefalopatía hepática
Síndrome hepatorrenal
Diagnóstico de la cirrosis
Se puede llegar a un diagnóstico de cirrosis mediante los siguientes
pasos:
Exploración del paciente
Análisis de sangre
Biopsia hepática
Tratamiento de la cirrosis
Dejar el alcohol.
Limitar el uso de fármacos. Al existir una deficiente función
hepática, no se pueden metabolizar y eliminar bien la mayoría de
los medicamentos.