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Sentencia nº 1786-2012 de Corte Suprema de Justicia - Penal de 24

de Enero de 2013

Actor: Ministerio Público

Demandado: Sala Segunda de la Corte de Apelaciones Penal

Fecha de Resolución: 24 de Enero de 2013

Emisor: Penal

RESUMEN

"...Cámara Penal luego del estudio fáctico y jurídico establece que el delito de trata de
personas en el momento de la comisión del hecho estaba regulado en el artículo 194 del
Código Penal, mismo que fue reformado a través del Decreto número 14-2005 del Congreso
de la República, vigente a partir del cuatro de marzo de dos mil cinco. Esta norma incluía
desde ya, los elementos siguientes: quien en cualquier forma participe en la captación de una
o más personas, recurriendo al fraude o engaño, o a la concesión de beneficios para obtener
el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra para someterla a una
adopción irregular. Dicha figura delictiva estaba sancionada con pena de prisión de seis a
doce años, aumentada en una tercera parte cuando la víctima fuere menor de edad. Con los
medios de prueba a los que el Tribunal de Sentencia les dio valor probatorio, se establece que
las personas conocidas sólo como Evelyn Mateo y Marvin, fueron el contacto entre la señora
Gloida Eunice Pérez y Vicky Ortiz, para que entregara a sus hijos en adopción, donde
intervino también una abogada de nombre Mariana. Después de entregados sus dos hijos fue
abandonado el niño, por lo que la madre pidió que le devolvieran a su hija, puesto que el
arreglo había sido que adoptarían a los dos. Por esta exigencia recibió a cambio amenazas de
terminar en prisión o que le podía pasar algo a sus hijos, o a su propia vida. Durante dos años
trató de encontrar a su hija menor edad, por medio del Ministerio Público y de Derechos
Humanos, hasta llegar a la Procuraduría General de la Nación, y al Consejo de Adopciones,
en donde, al revisar expedientes, la encontró bajo el nombre de Yajaira Noemí Muyús, a cargo
de la Asociación Primavera que la estaba dando en adopción. (...) El reclamo de la madre
quedó fortalecido con la práctica del examen de ADN, que acreditó positiva la relación filial
entre ambas, y en cambio, otro examen de ADN entre la menor y otra persona, (la supuesta
madre) dio resultado negativo. (...). Entre los hechos probados tiene importancia la
incorporación del expediente de adopción del menor José Ángel Muyús, donde también
comparece la sindicada como madre de éste, ante el mismo notario Juan Carlos Pinillos
García, a pesar que la abuela y madre de la sindicada informaron desconocer si ella tenía otro
hijo, (...). Por su parte Yolanda Lam de Fong Nakakawa, realizó informe de trabajo social
solicitado por la Procuraduría General de la Nación, visitó el asentamiento de Santa Faz, y
entrevistó a la señora Felipa Tucún y a Gloria Muyús Tucún, abuela y madre de la sindicada,
manifestaron desconocer si la procesada tenía otro hijo. Dentro del mismo informe consta que
Iris Magali Muyús le manifestó que Mariana Gonzáles ofreció que por medio de la licenciada
Beatriz Ortega podía dar a la niña en adopción; a la vez indicó que desconocía porque el ADN
había salido negativo, pues ella era la madre de la menor. Cámara Penal aprecia que además
de estos hechos probados, existen otros medios documentales a los cuales el sentenciador
les dio valor probatorio y que son útiles para documentar la prueba como un todo, (...). Entre
todos estos medios de prueba, quizá el más importante es el Expediente de diligencias
voluntarias notariales extrajudiciales de adopción, ante notario Juan Carlos Pinillos García, en
donde comparece la acusada que declaró bajo juramento, enterada de las penas del delito de
perjurio, que Yajaira Noemí Muyús es su hija, sabiendo que no es cierto, da su consentimiento
para que sea adoptada por Jean Pierre Von Halle y Donna Von Halle. Es importante porque
con esta plataforma fáctica y el análisis jurídico que se hace, la acusada Iris Magali Muyús,
realiza los supuestos del tipo que contiene el delito de trata de personas, al participar en forma
directa (cualquier forma), en el presente proceso de adopción, en calidad (falsa) de madre de
la menor, presentando certificaciones de identificación verdaderas pero que identifican a otra
niña que es la suplantada, con lo que recurre al fraude o engaño en el proceso de adopción
convirtiéndolo en irregular, como lo describe la norma penal, vigente en el momento en que
ocurrieron los hechos del juicio. En cuanto a la asociación ilícita, la ley regula este delito como
la participación o integración en asociaciones que tengan por objeto cometer algún delito o
después de constituidas, promuevan su comisión (artículo 4 de la Ley Contra la Delincuencia
Organizada). Se complementa con la definición legal de grupo delictivo organizado u
organización criminal, como cualquier grupo estructurado de tres o más personas, que exista
durante cierto tiempo y que actúe concertadamente, con el propósito de cometer uno o más
delitos, y señala del Código Penal el delito de trata de personas como uno de éstos (artículo 2
de la ley). Con la finalidad de obtener, directa o indirectamente un beneficio económico o de
cualquier índole para sí o para tercero. Por grupo estructurado se entiende no formado
fortuitamente para la comisión inmediata de un delito y en el que no necesariamente se haya
asignado a sus miembros funciones formalmente definidas ni haya continuidad en la condición
de miembro o exista una estructura desarrollada. Los hechos que realizó la sindicada para
cometer el delito de trata de persona; así como las acciones llevadas a cabo por otras
personas, como es el caso de Evelyn Mateo encargados de la captación de la menor; Mariana
(sólo así se le menciona) y otra como Vicky Ortiz, encargadas de obtener a la niña de la
madre biológica, las acciones de los abogados y notarios Juan Carlos Pinillos García
encargado de las diligencias notariales de adopción y María Beatriz Armas Ortega de Galindo
que representó a los padres adoptivos en el proceso de adopción irregular; los miembros de la
Asociación Primavera-, abogada -Susana Luarca Caracho-, representante legal -Enriqueta
Francisca Noriega Cano-, abogada -Alma Beatriz Valle Flores de Mejía- y el Juez de la Niñez
y la Adolescencia del departamento de Escuintla -Mario Fernando Peralta Castañeda-,
permiten inferir inductivamente la existencia de una estructura organizada de más de tres
personas, que es un elemento básico para que se realice el delito de Asociación Ilícita, pues
con éste y los otros se realizan los supuestos de hecho del artículo 4 relacionado con el 2 del
Decreto 21-2006, Ley Contra la Delincuencia Organizada, que se sanciona con una pena de
seis a ocho años de prisión sin perjuicio de las penas asignadas a los delitos cometidos, por
cuanto el delito de trata de personas es de los que comprende el artículo 2, inciso e.3 de la
misma ley, para realizar el delito de Asociación Ilícita. De lo anterior se desprende que en
efecto, como lo denuncia el Ministerio Público, la sentencia recurrida al confirmar la sentencia
del a quo adolece del mismo vicio, consistente en la inobservancia de los artículos 194 del
Código Penal [reformado por el Decreto 14-2005 del Congreso de la República] ya relacionado
y de los artículos 4 y 2 e.3 de la Ley Contra la Delincuencia Organizada. En consecuencia a la
sindicada se le encuentra responsable y debe de condenársele por los delitos de Trata de
Personas y Asociación Ilícita. Como el delito de Trata de Personas tiene la agravante de la
minoría de edad de la victima, es aplicable en este caso, porque ésta condición no constituye
un elemento del tipo, ya que la adopción puede darse también, incluso, con persona mayor de
edad, con su expreso consentimiento, (artículo 228 del Código Civil), de ahí que en el caso
concreto se fijan los nuevos límites de la pena a imponer, entre un mínimo de ocho a un
máximo de dieciséis años de prisión por aplicación del artículo 66 del Código Penal. Por lo que
al resolver se le debe de imponer la pena mínima del rango modificado, por no haberse
acreditado circunstancias que permitan graduar la pena. Por el delito de Asociación Ilícita
debe sancionársele igualmente con la mínima de la escala del tipo contenido en el artículo 4
de la Ley ya relacionada, (...). En tal virtud, se debe declarar procedente el recurso de
casación por los agravios de fondo reclamados..."

CONTENIDO

24/01/2013 – PENAL

1786-2012

DOCTRINA
La adopción irregular es uno de los supuestos que configura el delito de trata de personas,
aunque no llegue a consumarse la adopción.
El delito de asociación ilícita, tiene como supuesto básico la pertenencia a un grupo de tres o
más personas que tengan como objetivo cometer uno o más delitos de los señalados en la ley,
dentro de los cuales se relaciona el de trata de personas.
Los supuestos de ambos delitos se realizan cuando, como en el presente caso varias
personas bajo engaños y con ofrecimientos de adoptar a los dos niños, (concesión a la madre
biológica) captan a una menor con dicho fin. Ante Notario inician las diligencias voluntarias de
adopción, suplantando la identidad de la menor, con documentos verdaderos de la hija de la
sindicada. Al contar con un resultado negativo de ADN entre la sindicada y la menor
suplantada, suspenden las diligencias notariales, y acuden a
la Asociación Primavera
, a efecto de procurar el proceso de abandono de la menor ante Juez, para continuar con el
trámite de adopción a favor de los mismos padres adoptivos representados para tal fin.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CÁMARA PENAL. Guatemala, veinticuatro de enero de


dos mil trece.
Se resuelve el recurso de casación que por motivo de fondo interpone el Ministerio Público,
contra la sentencia del diecisiete de octubre de dos mil doce, dictada por
la Sala Segunda
de
la Corte
de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente, dentro del
proceso seguido en contra de IRIS MAGALY MUYÚS por el delito de asociación ilícita.
ANTECEDENTES
A) De los hechos acreditados: IRIS MAGALY MUYÚS el tres de septiembre del año dos mil
seis, ante los oficios notariales de Juan Carlos Pinillos García inició Diligencias Voluntarias
Extrajudiciales de Adopción de la menor Daffne Nayeli Camey Pérez, a quien presentó bajo la
identidad de Yajaira Noemí Muyús, suplantación que hizo también ante la trabajadora social
Glenda Julieta Duque Martínez, sabiendo que la niña Daffne NayeliCamey Pérez no tenía con
la acusada ninguna relación filial, y con tales actos ocultaba a su verdadera hija Yhajaira
Noemí Muyús.
B) De la resolución del Tribunal de Sentencia. Estableció que no cumple con los elementos
del tipo, pues el Ministerio Público no acreditó la existencia de la organización criminal, su
estructura, el puesto que ocupaba, y el de los otros integrantes en la adopción irregular, en
consecuencia corresponde dictar sentencia absolutoria. Se le encuentra a la sindicada autora
responsable del delito de supresión y alteración del estado civil, en contra del estado civil de la
menor Daffne Nayeli Camey Pérez, se le impone la pena mínima de cinco años de prisión
inconmutables y pena de cien mil quetzales de multa.
C) Del recurso de apelación especial. Recurren, la sindicada IRIS MAGALY MUYÚS,
la Procuraduría General
de
la Nación
y el Ministerio Público por motivo de forma y fondo. El Ministerio Público por
único submotivo de forma invocó inobservancia del artículo 385 del Código Procesal Penal, se
inobservó el contenido de la norma penal adjetiva del artículo 385 del Código Procesal
Penal especialmente de la regla de la lógica en cuanto al principio de razón suficiente. El
Tribunal Sentenciador no valoró de conformidad con las reglas de
la Sana Crítica
Razonada las respectivas pruebas aportadas al Debate ni hizo los razonamientos lógicos
sobre el proceso de adopción iniciado ante el notario Juan Carlos Pinillos García y ante
la Trabajadora Social
del Juzgado Tercero de Familia, donde suplanta la identidad de la
menor Daffne Nayeli Camey Pérez por la de su hija Yhajaira Noemí Muyús, acciones con la
que comete los delitos de trata de personas y asociación ilícita.
Como primer submotivo de fondo denuncia errónea aplicación del artículo 202 Ter del Código
Penal, relacionado con los artículos 2 y 3 de dicho código; y con el artículo 15 Constitucional,
por haberle dado un alcance totalmente equivocado y en consecuencia a los hechos
considerados probados. El artículo 202 Terdel Código Penal no fue el imputado, sino el 194
del Código Penal, vigente en ese momento, y aunque se comparte la no aplicabilidad de la
norma penal 202 Ter., se establece que sí se dan los presupuestos del mismo para declarar la
condena por el delito de trata de personas.
Segundo submotivo, Inobservancia del artículo 194 del Código Penal, porque los hechos
sucedieron durante la vigencia de la referida norma, reformada por el artículo 1 del Decreto
14-2005. El día trece de septiembre de 2006 se iniciaron las diligencias voluntarias notariales
extrajudiciales de adopción de la niña. Hasta marzo de dos mil siete, luego del resultado
negativo el examen de ADN, Acuden a
la Asociación Primavera
, a efecto de procurar el proceso de abandono ante el Juzgado de
la Niñez
y
la Adolescencia
y Adolescentes en Conflicto con
la Ley Penal
de Escuintla, que decretó el abandono para continuar con el proceso de adopción a favor de
los mismos padres adoptivos. El proceso terminó el treinta de mayo de dos mil ocho cuando
la madre biológica reconoció a la menor, en
la Procuraduría General
de
la Nación.
Tercer submotivo, Interpretación indebida del artículo 4 de la ley Contra la delincuencia
organizada, al darle un alcance restringido a dicha norma y consecuentemente no congruente
con los hechos que consideró acreditados.
D) De la sentencia de segunda instancia.
La Sala
al resolver el recurso interpuesto por único sub motivo de forma, concluye que por la
intangibilidad de la prueba le impide hacer mérito de la misma, y de los hechos probados
conforme la sana critica razonada, no se creó la certeza de la participación de la procesada en
los hechos investigados, con relación a los delitos de trata de personas y de asociación ilícita,
por lo que la sentencia si cumple con la motivación y fundamentación derivada del valor que
se le asignó a los medios de prueba con base al sistema de valoración de la prueba, y que el
tribunal del juicio es soberano en la apreciación de los hechos y su determinación, lo que no
permite hacer una nueva valoración jurídica del hecho acreditado.
En cuanto al motivo de fondo, invocan tres sub motivos, el primero en virtud de la absolución
de la acusada; que procede porque el Ministerio Público no fue capaz de demostrar el fin de
explotación, como parte de los elementos de la figura tipo de trata de personas, por lo que el
artículo 194 del Código Penal es el correctamente aplicado al caso concreto.
Tercer sub motivo de fondo reclamado, por carecer de falencias insubsanables por parte de
esta sala, al no indicar el recurrente en que parte de la sentencia, se da el alcance restrictivo a
la norma.
Por lo considerado, no se da el vicio de forma ni el tercero de fondo, pero si los dos
primeros sub motivos por vicios de fondo. Únicamente con fines de corrección, sin que esto
provoque la anulación de la sentencia recurrida, es procedente la confirmación de la sentencia
venida en grado declarando no acoger el recurso interpuesto y sólo acogerlo por motivo fondo
parcial por los sub motivos de errónea apelación del artículo 202Ter, del Código Penal
adicionado por el artículo 47 del Decreto 14-2005 del Congreso de
la República.

RECURSO DE CASACIÓN
El Ministerio Público interpone recurso de casación por motivo de fondo, se fundamenta en el
artículo 441 numeral 5 del Código Procesal Penal, POR INTERPRETACIÓN INDEBIDA Y
FALTA DE APLICACIÓN, señala como primer sub motivo, interpretación indebida del artículo
4 de
la Ley
contra la delincuencia organizada, reclama que “ (…)
La Honorable Sala
Jurisdiccional avaló la decisión del Tribunal de Sentencia al no subsumir los hechos que se
dieron por acreditados en el Debate respectivo en el tipo de Asociación Ilícita, y aceptó al
mismo tiempo el argumento del Tribunal A Quo que expresó: no se acreditó la existencia de la
organización criminal conformada para la adopción irregular de la niña en referencia, (…)” , y
continúa argumentado que “ (…) la acusación (…), si probó la participación (…) junto a otras
personas, actuaron concertadamente para lograr la adopción irregular de la niña víctima. La
acusada (…) sin su participación no se hubiese podido iniciar el proceso de adopción ante los
oficios del Notario Juan Carlos Pinillos García y
la Mandataria María
Beatriz Armas Ortega de Galindo. (…) que al contar con un resultado negativo de ADN acuden
a
la Asociación Primavera
a efecto se procure el proceso de abandono ante el Juez (…) con el objetivo de continuar con
el trámite de adopción, por la notaria Alma Beatriz Valle Flores de Mejía.(…)”
Argumenta que
la Sala
ignora los hechos que se tuvieron por probados, ya que éstos no pudieron haberse cometido
sin la participación de otras personas que actuaron concertadamente, como aparece descrito
en la acusación. Hubo un reparto funcional, quedó probado que las acciones realizadas por la
procesada son idóneas para el resultado obtenido. Sin embargo, los jueces dictan un fallo que
favorece a la procesada.
Como segundo sub motivo de fondo, señala
la Falta
de aplicación del artículo 65 del Código Penal, porque quedaron probados y acreditados los
delitos de Trata de personas y Asociación Ilícita, además del delito por el cual fue condenada
de Supresión y Alteración del Estado Civil, sin embargo
la Sala
“ (…) avala el fallo de Primera Instancia no imponiéndole la pena por el delito de Trata de
Personas (…)” .
No obstante declaró con lugar los dos sub motivos de fondo, únicamente corrige la sentencia
en el sentido de que el artículo 202 ter del Código Penal no es aplicable al caso concreto, sino
que es el artículo 194 del Código Penal, reformado por el decreto 14-2005 del Congreso de
la República.
No obstante reconocer el error incurrido, no se le condena por el delito de trata de personas,
sin imponerle la pena correspondiente, por lo que existe falta de aplicación del artículo 65 del
Código Penal.
III ALEGACIONES
Admitido para su trámite el recurso de casación, se señaló día y hora para la vista pública;
evacuaron la misma, reemplazando su participación por escrito el sindicado Juan Carlos
Pinillos García auxiliada por su abogado defensor Juan Francisco Capuano Enríquez, la
procesada IRIS MAGALY MUYÚS por medio de su abogado Carlos
Alberto Villatoro Schunimann, del Instituto de
la Defensa Pública
Penal; el Ministerio Público, a través de la agente fiscal Silvia Patricia López Cárcamo, la
sindicada María Beatriz Armas Galindo de Ortega, auxiliada por su abogado defensor Juan
Francisco Capuano Enríquez, y
la Procuraduría General
de
la Nación
, a través del abogado Manuel Arturo Samayoa Domínguez; quienes señalaron las
consideraciones que ha su interés concernió, en el proceso seguido por los delitos de Trata de
Personas y Asociación Ilícita.
CONSIDERANDO
-I-
Cuando se recurre en casación por motivo de fondo, el referente básico para decidir, son los
hechos acreditados, debiéndose concretar la labor de esta Cámara, a la revisión de la
adecuada subsunción típica de hechos acreditados y norma aplicada.
-II-
Cámara Penal luego del estudio fáctico y jurídico establece que el delito de trata de personas
en el momento de la comisión del hecho estaba regulado en el artículo 194 del Código Penal,
mismo que fue reformado a través del Decreto número 14-2005 del Congreso de
la República
, vigente a partir del cuatro de marzo de dos mil cinco. Esta norma incluía desde ya, los
elementos siguientes: quien en cualquier forma participe en la captación de una o más
personas, recurriendo al fraude o engaño, o a la concesión de beneficios para obtener el
consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra para someterla a una adopción
irregular. Dicha figura delictiva estaba sancionada con pena de prisión de seis a doce años,
aumentada en una tercera parte cuando la víctima fuere menor de edad.
Con los medios de prueba a los que el Tribunal de Sentencia les dio valor probatorio, se
establece que las personas conocidas sólo como Evelyn Mateo y Marvin, fueron el contacto
entre la señora Gloida Eunice Pérez y Vicky Ortiz, para que entregara a sus hijos en adopción,
donde intervino también una abogada de nombre Mariana. Después de entregados sus dos
hijos fue abandonado el niño, por lo que la madre pidió que le devolvieran a su hija, puesto
que el arreglo había sido que adoptarían a los dos. Por esta exigencia recibió a cambio
amenazas de terminar en prisión o que le podía pasar algo a sus hijos, o a su propia vida.
Durante dos años trató de encontrar a su hija menor edad, por medio del Ministerio Público y
de Derechos Humanos, hasta llegar a
la Procuraduría General
de
la Nación
, y al Consejo de Adopciones, en donde, al revisar expedientes, la encontró bajo el nombre
de Yajaira NoemíMuyús, a cargo de
la Asociación
Primavera
que la estaba dando en adopción. A la audiencia de
la Procuraduría
se presentaron la cuidadora de la menor y la licenciada Alma Beatriz Flores. Al querer efectuar
el rescate y quedarse con su hija, se opusieron los de
la Asociación Primavera.
Tuvo que intervenir un juez de menores, que al final la canalizó a
la Fundación Remar
, en donde estuvo un año. El reclamo de la madre quedó fortalecido con la práctica del
examen de ADN, que acreditó positiva la relación filial entre ambas, y en cambio, otro examen
de ADN entre la menor y otra persona, (la supuesta madre) dio resultado negativo. La testigo
María de los Ángeles Lazo Castillo expone que en una oficina de la zona trece, donde se
encontraba Lucky y la licenciada María Beatriz, la contrataron para cuidar
a Yajaira Noemí Muyús, de septiembre de dos mil seis a mayo de dos mil siete. Entre los
hechos probados tiene importancia la incorporación del expediente de adopción del menor
José Ángel Muyús, donde también comparece la sindicada como madre de éste, ante el
mismo notario Juan Carlos Pinillos García, a pesar que la abuela y madre de la sindicada
informaron desconocer si ella tenía otro hijo, como mas adelante se amplia.
Otro hecho revelado por la testigo Lazo Castillo, es que, se levantó un acta notarial el siete de
mayo de dos mil siete, por el notario y la mandataria de los adoptantes, María Beatriz Armas
Galindo de Ortega, que al contar con un resultado negativo de ADN, acuden a
la Asociación Primavera
a efecto se procure el proceso de abandono ante el Juez, con el objetivo de continuar con el
trámite de adopción, por la notaria Alma Beatriz Valle Flores de Mejía. La misma testigo,
manifiesta que luego de ello llevó a la niña al Juzgado de Familia, en donde la acusada
manifestó ser la madre de la menor, y para garantizar la adopción, les practicaron la prueba de
ADN, con resultado negativo. En seguida de estas situaciones la abogada la llamó para
entregar a la niña, que ya no se daría en adopción por ser robada, y la fue a entregar a la
licenciada María Beatriz Armas Galindo de Ortega a la zona trece, donde se
encontrabaLucky de apellido Ortiz.
Por su parte Yolanda Lam de Fong Nakakawa, realizó informe de trabajo social solicitado por
la Procuraduría General
de
la Nación
, visitó el asentamiento de Santa Faz, y entrevistó a la señora Felipa Tucún y a
Gloria Muyús Tucún, abuela y madre de la sindicada, manifestaron desconocer si la
procesada tenía otro hijo. Dentro del mismo informe consta que Iris Magali Muyús le manifestó
que Mariana Gonzáles ofreció que por medio de la licenciada Beatriz Ortega podía dar a la
niña en adopción; a la vez indicó que desconocía porque el ADN había salido negativo, pues
ella era la madre de la menor.
Cámara Penal aprecia que además de estos hechos probados, existen otros medios
documentales a los cuales el sentenciador les dio valor probatorio y que son útiles para
documentar la prueba como un todo, como los siguientes: Certificación de nacimiento a
nombre de Daffne Nayeli Camey Pérez, que la identifica como hija de
Eduardo Camey Domínguez y Gloida Eunice Pérez. Certificación de asiento de Cédula de
Vecindad a nombre de Gloida Eunice Pérez, acredita la identidad de la denunciante y su
calidad de madre. Certificación de asiento de Cédula de Vecindad a nombre de Iris
Magali Muyús, acredita la identidad de la procesada. Certificación de estudio socioeconómico,
signado por Glenda Julieta Duque Martínez, Trabajadora Social del Juzgado Tercero de
Familia de Guatemala, que hace constar que en el proceso de adopción relacionado, la
procesada ejercitó falsamente la condición de madre natural. Oficio del investigador Byron
Osmar Monroy de León, que describe los hechos ocurridos a la madre biológica, por parte de
las personas que intervinieron en el proceso irregular de adopción. Certificación de
nacimiento de Yajaira Noemí Muyús, acredita la suplantación de identidad a Daffne, por otra
distinta a ella.
Entre todos estos medios de prueba, quizá el más importante es el Expediente de diligencias
voluntarias notariales extrajudiciales de adopción, ante notario Juan Carlos Pinillos García, en
donde comparece la acusada que declaró bajo juramento, enterada de las penas del delito de
perjurio, que Yajaira Noemí Muyús es su hija, sabiendo que no es cierto, da su consentimiento
para que sea adoptada por Jean Pierre Von Halle y Donna Von Halle.
Es importante porque con esta plataforma fáctica y el análisis jurídico que se hace, la acusada
Iris MagaliMuyús, realiza los supuestos del tipo que contiene el delito de trata de personas, al
participar en forma directa (cualquier forma), en el presente proceso de adopción, en calidad
(falsa) de madre de la menor, presentando certificaciones de identificación verdaderas pero
que identifican a otra niña que es la suplantada, con lo que recurre al fraude o engaño en el
proceso de adopción convirtiéndolo en irregular, como lo describe la norma penal, vigente en
el momento en que ocurrieron los hechos del juicio.
En cuanto a la asociación ilícita, la ley regula este delito como la participación o integración en
asociaciones que tengan por objeto cometer algún delito o después de constituidas,
promuevan su comisión (artículo 4 de
la Ley Contra
la Delincuencia Organizada
). Se complementa con la definición legal de grupo delictivo organizado u organización
criminal, como cualquier grupo estructurado de tres o más personas, que exista durante cierto
tiempo y que actúe concertadamente, con el propósito de cometer uno o más delitos, y señala
del Código Penal el delito de trata de personas como uno de éstos (artículo 2 de la ley). Con la
finalidad de obtener, directa o indirectamente un beneficio económico o de cualquier índole
para sí o para tercero. Por grupo estructurado se entiende no formado fortuitamente para la
comisión inmediata de un delito y en el que no necesariamente se haya asignado a sus
miembros funciones formalmente definidas ni haya continuidad en la condición de miembro o
exista una estructura desarrollada.
Los hechos que realizó la sindicada para cometer el delito de trata de persona; así como las
acciones llevadas a cabo por otras personas, como es el caso de Evelyn Mateo encargados
de la captación de la menor; Mariana (sólo así se le menciona) y otra como Vicky Ortiz,
encargadas de obtener a la niña de la madre biológica, las acciones de los abogados y
notarios Juan Carlos Pinillos García encargado de las diligencias notariales de adopción y
María Beatriz Armas Ortega de Galindo que representó a los padres adoptivos en el proceso
de adopción irregular; los miembros de
la Asociación Primavera-,
abogada -Susana Luarca Caracho-, representante legal -Enriqueta Francisca Noriega Cano-,
abogada -Alma Beatriz Valle Flores de Mejía- y el Juez de
la Niñez
y
la Adolescencia
del departamento de Escuintla – Mario Fernando Peralta Castañeda-, permiten inferir
inductivamente la existencia de una estructura organizada de más de tres personas, que es un
elemento básico para que se realice el delito de Asociación Ilícita, pues con éste y los otros se
realizan los supuestos de hecho del artículo 4 relacionado con el 2 del Decreto 21-2006, Ley
Contra
la Delincuencia Organizada
, que se sanciona con una pena de seis a ocho años de prisión sin perjuicio de las penas
asignadas a los delitos cometidos, por cuanto el delito de trata de personas es de los que
comprende el artículo 2, inciso e.3 de la misma ley, para realizar el delito de Asociación Ilícita.
De lo anterior se desprende que en efecto, como lo denuncia el Ministerio Público, la
sentencia recurrida al confirmar la sentencia del a quo adolece del mismo vicio, consistente en
la inobservancia de los artículos 194 del Código Penal ya relacionado y de los artículos 4 y 2
e.3 de
la Ley Contra
la Delincuencia Organizada.
En consecuencia a la sindicada se le encuentra responsable y debe de condenársele por los
delitos de Trata de Personas y Asociación Ilícita. Como el delito de Trata de Personas tiene la
agravante de la minoría de edad de la victima, es aplicable en este caso, porque ésta
condición no constituye un elemento del tipo, ya que la adopción puede darse también,
incluso, con persona mayor de edad, con su expreso consentimiento, (artículo 228 del Código
Civil), de ahí que en el caso concreto se fijan los nuevos límites de la pena a imponer, entre un
mínimo de ocho a un máximo de dieciséis años de prisión por aplicación del artículo 66 del
Código Penal. Por lo que al resolver se le debe de imponer la pena mínima del rango
modificado, por no haberse acreditado circunstancias que permitan graduar la pena. Por el
delito de Asociación Ilícita debe sancionársele igualmente con la mínima de la escala del tipo
contenido en el artículo 4 de
la Ley
ya relacionada, sin perjuicio de las penas asignadas por los delitos cometidos. En tal virtud, se
debe declarar procedente el recurso de casación por los agravios de fondo reclamados.
DISPOSICIONES LEGALES APLICADAS
Artículos citados y, 1, 2, 3, 4, 12, 14, 17, 29, 203, 204 de
la Constitución Política
de
la República
de Guatemala; 1, 9, 10, 11, 13, 19, 20, 35, 36, 41, 59, 62, 65, 202 Ter., del Código Penal; 2 y 4
del Decreto 21-2006 del Congreso de
la República
de Guatemala; 1, 2, 3, 4, 5, 7, 14, 20, 21, 37, 43, 50, 160, 161, 437, 438, 439, 441, 446 y 447
del Código Procesal Penal; 1, 3, 5, 9, 16, 57, 58, 74, 79 inciso a), 141 inciso c), 142, 143, 147,
y 149 de
la Ley
del Organismo Judicial.
POR TANTO
LA CORTE SUPREMA
DE JUSTICIA, CAMARA PENAL, con base en lo considerado y leyes aplicadas, resuelve: I)
PROCEDENTE, el recurso de casación por motivo de fondo interpuesto por el Ministerio
Público, contra la sentencia del diecisiete de octubre de dos mil doce, dictada por
la Sala Segunda
de
la Corte
de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente, dentro del
proceso seguido en contra de IRIS MAGALY MUYÚS. II) CASA la sentencia impugnada y al
resolver conforme a derecho declara:a) que IRIS MAGALY MUYÚS, es responsable
penalmente como autora del delito consumado de Trata de Personas, b) por tal infracción a la
ley penal, se le impone la pena de prisión de ocho años inconmutables, que deberá cumplir en
el centro de detención que fije el Juez de Ejecución, con abono del tiempo de prisión que
efectivamente hubiere cumplido; c) que IRIS MAGALY MUYÚS, es responsable penalmente
como autora del delito consumado de Asociación Ilícita, b) por tal infracción a la ley penal, se
le impone la pena de prisión de seis años inconmutables, que deberá cumplir en el centro de
detención que fije el Juez de Ejecución, con abono del tiempo de prisión que efectivamente
hubiere cumplido; III) quedan incólumes los numérales romanos II; III; IV; V; VI; VII; y VIII; de
la sentencia de fecha quince de febrero de dos mil doce. Notifíquese, y con certificación de lo
resuelto, devuélvase los antecedentes a su lugar de origen.

César Ricardo Crisóstomo Barrientos Pellecer, Magistrado Vocal Segundo, Presidente de


la Cámara Penal
; Gustavo Adolfo Mendizábal Mazariegos, Magistrado Vocal Cuarto; Héctor Manfredo
Maldonado Méndez, Magistrado Vocal Quinto; Gustavo Bonilla, Magistrado Vocal Décimo
Tercero. María Cecilia de León Terrón, Secretaria de
la Corte Suprema
de Justicia.
Sentencia nº 1838-2012 de Corte Suprema de Justicia - Penal de 29
de Enero de 2013

Actor: Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala

Demandado: Sala de la Corte de Apelaciones de Procesos de Mayor Riesgo y Extinción de


Dominio

Fecha de 29 de Enero de 2013


Resolución:

Emisor: Penal

RESUMEN

"...Cuando se resuelve un recurso de casación por motivo de fondo, en el que se denuncia


que la sala confirmó el auto de sobreseimiento de primer grado, el referente básico son los
hechos contenidos en el memorial de acusación, por lo que el examen debe circunscribirse a
la revisión jurídica de la calificación provisional de los hechos acusados. El artículo 332 bis del
Código Procesal Penal, establece que con la petición de apertura a juicio se formulará la
acusación que deberá contener: "… 2) La relación clara, precisa y circunstanciada del hecho
punible que se le atribuye y su calificación jurídica… 3) Los fundamentos resumidos de la
imputación, con expresión de los medios de investigación utilizados y que determinen la
probabilidad de que el imputado cometió el delito por el cual se le acusa…". De la lectura de
los hechos descritos en el memorial presentado por el Ministerio Público en el cual formuló
acusación y solicitó apertura a juicio contra los imputados Marvin Delfino Barrios Marchena,
alias "Martín" y Emiliano López Vásquez y/o Emiliano López Velásquez, alias "Sireno" y/o
"Sirenito", por el delito de obstrucción de justicia, se observa que el hecho imputado consiste
en que, los acusados ofrecieron y concedieron beneficios económicos a diversas personas
entre las que se encuentran agentes de seguridad policial en distintos puntos de la República
de Guatemala, un agente fiscal del Ministerio público y posteriores colaboradores eficaces,
ello con el objeto de lograr la impunidad, obstruyendo y obstaculizando las investigaciones
existentes de procesos en relación, así como en las futuras contra la organización criminal,
misma que se dedicaba a importar cisternas de combustible de forma ilegal desde México y El
Salvador, lo cual constituye una serie de ilícitos penales. El delito de obstrucción de justicia se
encuentra regulado en la Ley contra la Delincuencia Organizada cuyo artículo 9 preceptúa:
"Obstrucción de justicia. Comete el delito de obstrucción de justicia: a. Quien utilice fuerza
física, amenazas o intimidaciones, la promesa, el ofrecimiento o la concesión de un beneficio
económico o de otra naturaleza… para obstaculizar la aportación de pruebas de un proceso
en relación con la comisión de uno de los delitos comprendidos en la ley.". De conformidad
con lo establecido en la ley precitada así como el memorial contentivo de la acusación se
aprecia que, el Ad quem al confirmar el sobreseimiento por dicho ilícito penal, interpretó
incorrectamente el artículo referido, toda vez que, en sus formulaciones y peticiones, el órgano
fiscal sí mencionó fundamentos serios, precisos y circunstanciados para abrir a juicio. En ese
mismo sentido, es claro que los hechos acusados refieren conductas como el ofrecimiento y
concesión de beneficios económicos a personas con el objeto de obstaculizar procesos
relacionados con los delitos cometidos, los cuales de ser probados podrían subsumirse en
verbos rectores del tipo de obstrucción de justicia. En tal virtud, esa probabilidad de que los
imputados hayan cometido el delito acusado, es lo que requiere el artículo 332 bis del Código
Procesal Penal como fundamento serio para abrir a juicio. Además, es el tribunal de sentencia
el que debe determinar la responsabilidad penal y grado de participación de los acusados así
como la subsunción típica, de conformidad con los medios de prueba ofrecidos por el órgano
acusador y no como lo ha considerado la sala de apelaciones, de que los hechos acusados se
subsumen en el delito de contrabando, pero no en el de obstrucción de justicia, pues su
finalidad era realizar el contrabando del combustible dentro de un proceso seguido contra la
organización y que por ello se justifica el sobreseimiento. En la etapa en la que actualmente se
encuentra el proceso penal no es posible hacer calificaciones y subsunciones típicas como las
realizadas por la sala; ya que su finalidad es únicamente la determinación o el establecimiento
de los indicios racionales y suficientes para someter a los acusados a juicio oral y público. En
tal virtud esta Cámara considera que los hechos acusados dentro de los cuales se menciona
el ofrecimiento y concesión de beneficios económicos a distintas personas entre ellas
funcionarios públicos, en procura de entorpecer procesos que se relacionan con delitos
cometidos por los acusados, así como las pruebas ofrecidas por el Ministerio Público para
acreditar tales hechos, dentro de las cuales se refieren testimonios de colaboradores eficaces,
son efectivamente para los efectos de proceso, indicios racionales y suficientes para abrir
juicio por el delito de obstrucción de justicia. En consecuencia, la sala impugnada incurrió en el
vicio denunciado, ya que a ella no le correspondía hacer una interpretación del artículo 9 de la
Ley contra la Delincuencia Organizada en la forma que lo hizo. Por estas razones, el recurso
de casación en que se invoca el numeral 5 del artículo 441 del Código Procesal Penal, debe
ser declarado procedente en la parte resolutiva de este fallo, junto las demás declaraciones
que en derecho corresponde..."

CONTENIDO
29/01/2013 – PENAL

1838-2012

Doctrina
Es insustentable jurídicamente un sobreseimiento con el argumento que los hechos acusados
se subsumen en un tipo penal distinto del sugerido por el Ministerio Público.
En el presente caso, el Ad quem confirmó el sobreseimiento por el delito de obstrucción de
justicia, so pretexto de que los hechos acusados como esa figura se subsumen en otros tipos
penales, cuando esta argumentación solo puede hacerla un tribunal de juicio, y luego de haber
fijado los hechos acreditados. En ese sentido, el ofrecimiento y concesión de beneficios
económicos a diversas personas para obstaculizar las pruebas e investigaciones existentes y
futuras en distintos procesos penales, y la existencia de prueba mencionada por el acusador
para probarlo, es motivo racional y suficiente para abrir el juicio por ese hecho.
Corte Suprema de Justicia, Cámara Penal. Guatemala, veintinueve de enero de dos mil
trece.
I. Se integra con los suscritos. II. A la vista para resolver el recurso de casación por motivo de
fondo, interpuesto por
la Comisión Internacional
contra
la Impunidad
en Guatemala a través del abogado Jonnathan Alberto Altalef Rochmann, contra el auto
dictado por
la Sala
de
la Corte
de Apelaciones del ramo Penal de Procesos de Mayor Riesgo y Extinción de Dominio, el
diecisiete de octubre de dos mil doce, en el proceso penal instruido contra los imputados
Marvin Delfino Barrios Marchena, alias“ Martín” y Emiliano López Vásquez y/o Emiliano
López Velásquez, alias “ Sireno” y/o “ Sirenito” , por el delito de obstrucción de justicia.
Además, intervienen en el proceso como defensores los abogados Mario René Cano
Gutiérrez, Mirna Elizabeth Caballeros Salguero, del Instituto de
la Defensa Pública
Penal y Cristóbal Nij Tuquer. En representación del Estado
la Procuraduría General
de
la Nación. Además
, como querellante adhesiva y actora civil
la Superintendencia
de Administración Tributaria.
I. Antecedentes
A) Del hecho de la acusación. “ A usted, MARVIN DELFINO BARRIOS MARCHENA alias
“ MARTIN” , se le imputa que desde al menos el ocho de febrero del año dos mil ocho, hasta
el veinticuatro de enero de dos mil doce, como cabecilla de la organización criminal que
lideraba, e integrada entre otros, por los coimputados, LUIS ROLANDO GALICIA BOTÓN en
su calidad de representante legal y administrador único de la entidad Corporación
Internacional de Petróleo, Sociedad Anónima -COINPESA-, LIDIA LORENA CALDERON
PORTILLO, en su calidad de representante legal y administradora única de la entidad Petróleo
Maya Internacional, Sociedad Anónima, PABLO ARNULFO RUANO MONTES DE OCA, alias
“ DON PABLO” y/o “ PABLITO” , quien acompañaba el recorrido de las pipas, EMILIANO
LOPEZ VELÁSQUEZ ex miembro de
la Policía Nacional
Civil, quien acompañaba el traslado de las pipas y coordinaba con elementos de la policía,
PAULINO GARCÍA VILLALTA, quien realizaba los trámites para la organización, integrando
además la organización de la que usted formaba parte, ERICK BARILLAS GIRÓN, ex
administrador de
la Aduana
Tecún
Uman II, RIGOBERTO ARTURO CASTAÑON MEJÍA, los pilotos ERIC FERNANDO LÓPEZ
HERNÁNDEZ, WALTER OSWALDO ORTIZ CHIN, MEDARDO GUZMAN TAMACA, VICTOR
MANUEL ROSALES PATZAN, y usted, en distintos puntos de la república de Guatemala,
ofreció y concedió beneficios económicos a diversas personas; como al entonces auxiliar fiscal
RIGOBERTO ARTURO CASTAÑON MEJÍA, por intermedio de sus colaboradores ERICK
GIRÓN BARILLAS y LUIS ENRIQUE LÓPEZ CORONADO. La función del señor CASTAÑON
MEJÍA, era como “ bandera” – custodiando el destino de los vehículos tipo cabezal y de las
cisternas, comúnmente llamadas “ pipas” que se dirigían desde Tecún Uman, municipio de
Ayutla, departamento de San Marcos, hacia la ciudad de Guatemala, en las que se
transportaba combustible ingresado en forma ilegal al país, para dar aviso del acaecimiento de
un imprevisto que pusiera al descubierto las operaciones de ingreso ilegal de combustible a
la República
de Guatemala-, y de esa forma obstaculizar la aportación de pruebas en un proceso en
relación con la comisión de las actividades ilícitas que se subsumen en diversos tipos penales,
concediéndole como beneficio económico, una camioneta marca…De la misma forma, con
fecha seis de enero de dos mil doce, en un punto ubicado en el departamento de Escuintla, a
integrantes de
la Policía Nacional
Civil les concedió beneficios económicos con el propósito de obstaculizar la aportación de
pruebas al Ministerio Público, en operativo programado por
la Fiscalía
, para corroborar la comisión de hechos relacionados a la evasión del control aduanero,
ofreciendo la concesión de beneficios económicos o bien concatenándolos en otros ingresos
ilegales de combustible desde
la República
de El Salvador, por
la Aduana
de Ciudad Pedro de Alvarado, municipio de Moyuta, departamento de Jutiapa, acontecidos los
días trece, veintiuno y veintidós de diciembre de dos mil once y dieciocho y veinte de enero de
dos mil doce.” .
“ A usted, EMILIANO LÓPEZ VELASQUEZ y/o EMILIANO LÓPEZ VÁSQUEZ alias
“ SIRENO” y/o “ SIRENITO” se le imputa que desde al menos el trece diciembre de dos mil
once y hasta el día de su detención, acaecida el veinticuatro de enero de dos mil doce, como
integrante del grupo criminal, del cual el coimputado, MARVIN DELFINO BARRIOS
MARCHENA alias “ MARTIN” era cabecilla, estructura criminal que también integraban, entre
otros, los coimputados, LUIS ROLANDO GALICIA BOTON, en su calidad de representante
legal y administrador único de la entidad Corporación Internacional de Petróleo, Sociedad
Anónima -COINPESA-, LIDIA LORENA CALDERON PORTILLO, en su calidad de
representante legal y administradora única de la entidad PETRÓLEO MAYA
INTERNACIONAL, SOCIEDAD ANÓNIMA, PABLO ARNULFO RUANO MONTES DE OCA,
alias “ DON PABLO” y/o “ PABLITO” , quien acompañaba en el trayecto de las cisternas,
PAULINO GARCÍA VILLALTA, quien realizaba la labor de tramitador, integrando el grupo
criminal otras personas, entre ellas, miembros de
la Policía Nacional
Civil, actualmente ligados a proceso penal, así como por otras personas que están en fase de
individualización. Es así como usted, en distintos puntos de
la República
de Guatemala, ofreció beneficios económicos a miembros de
la Policía Nacional
Civil actualmente procesados, -actitud que se le facilitaba por haber sido miembro de ese
cuerpo de seguridad del Estado-, con el objeto de conseguir impunidad durante el trayecto
propio del transporte de combustible que ingresó al país de manera ilegal, procedente de
la República
de El Salvador, a través de
la Aduana
de Ciudad Pedro de Alvarado, municipio de Moyuta, departamento de Jutiapa, los días trece y
veintidós de diciembre de dos mil once; seis, dieciocho y veinte de enero de dos mil doce, y de
esa forma obstaculizó la aportación de prueba en el presente proceso relacionado con la
comisión de las actividades ilícitas, en menoscabo del erario público nacional…Los hechos
anteriormente descritos, se subsumen en el tipo penal de Obstrucción de Justicia, adecuación
típica contenida en el artículo 9 literal a) de
la Ley Contra
la Delincuencia Organizada.”
.
B) Del sobreseimiento y apertura del juicio. El Juez Unipersonal del Juzgado Primero de
Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente por Procesos de Mayor
Riesgo del departamento de Guatemala, sobreseyó el proceso a favor de los referidos
imputados por el delito de obstrucción de justicia. Abrió a juicio contra ellos y otros
coimputados por los delitos de asociación ilícita, defraudación aduanera, casos especiales de
defraudación aduanera, casos especiales de contrabando aduanero, falsificación de placas y
distintivos para vehículos, lavado de dinero u otros activos y tenencia ilegal de armas de fuego
bélicas o de uso exclusivo del ejército de Guatemala o de las fuerzas de seguridad y orden
público del Estado, explosivos, armas químicas, biológicas, atómicas, trampas bélicas y armas
experimentales. Dictó clausura provisional a favor de la imputada Lidia Lorena Calderón
Portillo.
Razonó su decisión en que, derivado de análisis de los medios de investigación presentados,
existe fundamento serio para someter a los sindicados a juicio oral y público por su posible
participación en los hechos delictivos investigados, pero no por el ilícito penal de obstrucción
de justicia.
C) Del recurso de Apelación.
La Comisión Internacional
contra
la Impunidad
en Guatemala denunció que, la acusación contiene la información acerca de la organización
criminal, sobre la cual el colaborador eficaz ex fiscal del Ministerio Público declaró en anticipo
de prueba, haber sido contactado por el cabecilla del grupo criminal Marvin Delfino Barrios
Marchena con el fin de obstruir investigaciones existentes y futuras en contra de la citada
organización. El Ministerio Público solicitó autorización para interceptar las líneas telefónicas
de los imputados Marvin Delfino Barrios Marchena, alias “ Martín” y Emiliano López Vásquez
y/o Emiliano López Velásquez, alias “ Sireno” y/o “ Sirenito” . En las mismas se puede
determinar que, el primero de los imputados utilizó al segundo y aprovechaba su calidad de ex
policía para contactar agentes activos con jurisdicción, para que prestaran seguridad a las
cisternas de combustible ingresadas ilegalmente al país para no ser detectadas por
autoridades ajenas a la organización criminal, a cambio de concesiones económicas. De las
escuchas telefónicas lograron establecer que el sindicado Emiliano López Vásquez y/o
Emiliano López Velásquez, alias “ Sireno” y/o “ Sirenito” sabía de la existencia de un
proceso contra el grupo criminal. El mismo acusado ofreció y concedió beneficios económicos
a diversas personas, entre ellas el colaborador eficaz y policías ligados a proceso, a cambió
de obstaculizar la aportación de pruebas en procesos penales relacionados. Concluyó que la
acusación formulada por el Ministerio Público sí cumple con los requisitos establecidos en el
artículo 332 bis del Código Procesal Penal. En consecuencia, inobservó el artículo 9 de
la Ley
contra
la Delincuencia Organizada
, que preceptúa el delito de obstrucción de justicia.
D) De
la Sentencia
del Tribunal de Apelación. Declaró sin lugar el recurso.
La Sala
de
la Corte
de Apelaciones del ramo Penal de Procesos de Mayor Riesgo y Extinción de Dominio
fundamentó su decisión en que, la imputación de hechos consistentes en realizar pagos,
otorgar beneficios o realizar promesas a una serie de funcionarios públicos, policías, fiscales y
personal de aduanas, y realizar el contrabando de combustible, son actos de corrupción que
forman parte de los delitos de asociación ilícita y defraudación aduanera que están dentro las
funciones que conforma la asociación ilícita y el contrabando. Si bien estaban evadiendo la
justicia, su finalidad era ejecutar el contrabando de combustible y no obstaculizar la justicia
dentro de un proceso seguido contra la organización. En tal sentido, existe incongruencia
entre los hechos atribuidos y los elementos que conforman el tipo penal de obstrucción de
justicia. De la exposición de la apelante sobre el conocimiento de una escucha telefónica del
acusado Emilio López Velazquez y/o Emiliano López Vásquez alias “ Sireno” o “ Sirenito” ,
respecto de que sabía de la existencia de un proceso contra la organización criminal, tal hecho
no formó parte de la plataforma fáctica contenida en el hecho concreto y justificable acusado,
ni fue objeto de ampliación, extremo que impidió al juez para declarar la apertura a juicio por el
delito de obstrucción de justicia.
II. Motivo del recurso de casación
La Comisión Internacional
contra
la Impunidad
en Guatemala plantea recurso de casación por motivo de fondo, y señala como caso de
procedencia el numeral 5 del artículo 441 del Código Procesal Penal. Denuncia errónea
interpretación del artículo 9 de
la Ley
contra
la Delincuencia Organizada
al declarar sin lugar el recurso de apelación y confirmar el sobreseimiento de primer grado, a
pesar de que sí existe fundamento serio en la acusación para someter a los imputados Marvin
Delfino Barrios Marchena, alias “ Martín” y Emiliano López Vásquez y/o Emiliano López
Velásquez, alias “ Sireno” y/o “ Sirenito” , a juicio oral y público por el delito de obstrucción
de justicia. La forma en que resolvió la sala impidió que el sentenciante pudiera conocer los
hechos formulados en la acusación, decisión que solo le correspondía al juez de primer grado.
En tal sentido, la sala recurrida eligió y aplicó la norma correcta, pero le otorgó un sentido
distinto al que le correspondía, por tal razón incurrió en el vicio denunciado. En consecuencia,
la pretensión de la recurrente consiste en que se case el auto recurrido y se ordene la apertura
del juicio contra los imputados por el delito de obstrucción de justicia.
III. Alegatos en el día de la vista
A)
La Comisión Internacional
contra
la Impunidad
en Guatemala, el Ministerio Público y
la Superintendencia
de Administración Tributaria, comparecieron a la vista a exponer sus alegatos y solicitaron se
declare procedente el recurso. B)
La Procuraduría General
de
la Nación
reemplazó por escrito su participación y solicitó se declare procedente el recurso de
casación. D) Los imputados han reemplazado su asistencia en forma escrita y solicitan se
declare improcedente el recurso; el imputado Emiliano López Velásquez y/o Vásquez, también
fue representado en los alegatos de la vista.
Considerando
-I-
Cuando se resuelve un recurso de casación por motivo de fondo, en el que se denuncia que la
sala conformó el auto de sobreseimiento de primer grado, el referente básico son los hechos
contenidos en el memorial de acusación, por lo que el examen debe circunscribirse a la
revisión jurídica de la calificación provisional de los hechos acusados.
-II-
El artículo 332 bis del Código Procesal Penal, establece que con la petición de apertura a
juicio se formulará la acusación que deberá contener: “ …2) La relación clara, precisa y
circunstanciada del hecho punible que se le atribuye y su calificación jurídica…3) Los
fundamentos resumidos de la imputación, con expresión de los medios de investigación
utilizados y que determinen la probabilidad de que el imputado cometió el delito por el cual se
le acusa…” .
De la lectura de los hechos descritos en el memorial presentado por el Ministerio Público en el
cual formuló acusación y solicitó apertura a juicio contra los imputados Marvin Delfino Barrios
Marchena, alias “ Martín” y Emiliano López Vásquez y/o Emiliano López Velásquez, alias
“ Sireno” y/o “ Sirenito” , por el delito de obstrucción de justicia, se observa que el hecho
imputado consiste en que, los acusados ofrecieron y concedieron beneficios económicos a
diversas personas entre las que se encuentran agentes de seguridad policial en distintos
puntos de
la República
de Guatemala, un agente fiscal del Ministerio público y posteriores colaboradores eficaces,
ello con el objeto de lograr la impunidad, obstruyendo y obstaculizando las investigaciones
existentes de procesos en relación, así como en las futuras contra la organización criminal,
misma que se dedicaba a importar cisternas de combustible de forma ilegal desde México y El
Salvador, lo cual constituye una serie de ilícitos penales.
El delito de obstrucción de justicia se encuentra regulado en
la Ley
contra
la Delincuencia Organizada
cuyo artículo 9 preceptúa: “ Obstrucción de justicia. Comete el delito de obstrucción de
justicia: a. Quien utilice fuerza física, amenazas o intimidaciones, la promesa, el ofrecimiento o
la concesión de un beneficio económico o de otra naturaleza…para obstaculizar la aportación
de pruebas de un proceso en relación con la comisión de uno de los delitos comprendidos en
la ley.” .
De conformidad con lo establecido en la ley precitada así como el memorial contentivo de la
acusación se aprecia que, el Ad quem al confirmar el sobreseimiento por dicho ilícito penal,
interpretó incorrectamente el artículo referido, toda vez que, en sus formulaciones y peticiones,
el órgano fiscal sí mencionó fundamentos serios, precisos y circunstanciados para abrir a
juicio. En ese mismo sentido, es claro que los hechos acusados refieren conductas como el
ofrecimiento y concesión de beneficios económicos a personas con el objeto de obstaculizar
procesos relacionados con los delitos cometidos, los cuales de ser probados podrían
subsumirse en verbos rectores del tipo de obstrucción de justicia. En tal virtud, esa
probabilidad de que los imputados hayan cometido el delito acusado, es lo que requiere el
artículo 332 bis del Código Procesal Penal como fundamento serio para abrir a juicio. Además,
es el tribunal de sentencia el que debe determinar la responsabilidad penal y grado de
participación de los acusados así como la subsunción típica, de conformidad con los medios
de prueba ofrecidos por el órgano acusador y no como lo ha considerado la sala de
apelaciones, de que los hechos acusados se subsumen en el delito de contrabando, pero no
en el de obstrucción de justicia, pues su finalidad era realizar el contrabando del combustible
dentro de un proceso seguido contra la organización y que por ello se justifica el
sobreseimiento. En la etapa en la que actualmente se encuentra el proceso penal no es
posible hacer calificaciones y subsunciones típicas como las realizadas por la sala; ya que su
finalidad es únicamente la determinación o el establecimiento de los indicios racionales y
suficientes para someter a los acusados a juicio oral y público. En tal virtud esta Cámara
considera que los hechos acusados dentro de los cuales se menciona el ofrecimiento y
concesión de beneficios económicos a distintas personas entre ellas funcionarios públicos, en
procura de entorpecer procesos que se relacionan con delitos cometidos por los acusados, así
como las pruebas ofrecidas por el Ministerio Público para acreditar tales hechos, dentro de las
cuales se refieren testimonios de colaboradores eficaces, son efectivamente para los efectos
de proceso, indicios racionales y suficientes para abrir juicio por el delito de obstrucción de
justicia.
En consecuencia, la sala impugnada incurrió en el vicio denunciado, ya que a ella no le
correspondía hacer una interpretación del artículo 9 de
la Ley
contra
la Delincuencia Organizada
en la forma que lo hizo. Por estas razones, el recurso de casación en que se invoca el numeral
5 del artículo 441 del Código Procesal Penal, debe ser declarado procedente en la parte
resolutiva de este fallo, junto las demás declaraciones que en derecho corresponde.
Leyes aplicadas
Artículos citados y: 1, 2, 12, 14, 17, 203 y 204 de
la Constitución Política
de
la República
de Guatemala; 3, 4, 11, 11 Bis, 14, 17, 20, 21, 37, 43 numeral 7), 50, 160, 166, 437, 438, 439,
440, 442, 446 y 447 del Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de
la República
y sus reformas; 16, 57, 58 inciso a), 59, 74, 76, 77, 79 inciso a), 141, 142, y 143 de
la Ley
del Organismo Judicial, Decreto 2-89 del Congreso de
la República
y sus reformas.
Por tanto
La Corte Suprema
de Justicia, Cámara Penal, con base en lo considerado y leyes aplicadas, al resolver declara:
I. Procedente el recurso de casación por motivo de fondo interpuesto por
la Comisión Internacional
contra
la Impunidad
en Guatemala, a través del abogado Jonnathan Alberto Altalef Rochmann, contra la resolución
dictada por
la Sala
de Apelaciones del ramo Penal de Proceso de Mayor Riesgo y Extinción de Dominio de fecha
diecisiete de octubre de dos mil doce; II. Casa la resolución impugnada y en consecuencia: A)
modifica los numerales 1) y 5) del numeral romano I) de la parte resolutiva del auto dictado por
el Juzgado Primero de Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente
por Procesos de Mayor Riesgo (B) del departamento de Guatemala de fecha dieciséis de
agosto de dos mil doce, los cuales quedan en definitiva de la siguiente forma: “ 1) MARVIN
DELFINO BARRIOS MARCHENA por lo delitos de: a) ASOCIACIÓN ILÍCITA; b)
DEFRAUDACIÓN ADUANERA; c) CASOS ESPECIALES DE DEFRAUDACIÓN ADUANERA;
d) CASOS ESPECIALES DE CONTRABANDO ADUANERO; e) TENENCIA ILEGAL DE
ARMAS DE FUEGO BÉLICAS O DE USO EXCLUSIVO DEL EJÉRCITO DE GUATEMALA O
DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD Y ORDEN PÚBLICO DEL ESTADO, EXPLOSIVOS,
ARMAS QUÍMICAS, BIOLÓGICAS, ATÓMICAS, TRAMPAS BÉLICAS Y ARMAS
EXPERIMENTALES; f) FALSIFICACIÓN DE PLACAS Y DISTINTIVOS PARA VEHÍCULOS; g)
LAVADO DE DINERO U OTROS ACTIVOS, y h) OBSTRUCCIÓN DE JUSTICIA” ; “ 5)
EMILIANO LÓPEZ VÁSQUEZ, y/o EMILIANO LÓPEZ VELÁSQUEZ alias ‘ Sireno’ y/o
‘ Sirenito’ por los delitos de: a) ASOCIACIÓN ILÍCITA; b) DEFRAUDACIÓN ADUANERA, y
c) OBSTRUCCIÓN DE JUSTICIA” ; B) anula el numeral romano II) de la resolución de fecha
dieciséis de agosto de dos mil doce dictada por el juzgado precitado; III. se ordena al Juzgado
Primero de Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente por Procesos
de Mayor Riesgo (B) del departamento de Guatemala, continuar con el trámite del proceso
penal, debiendo atender el sentido del presente fallo. IV. Por comunicada la parte resolutiva de
la sentencia a los sujetos procesales presentes, y a los que no comparecieron notifíqueseles
en la forma legalmente establecida. Entréguese copia del presente fallo a quienes la requieran
en
la Secretaría
de ésta Corte. Con certificación de lo resuelto, vuelvan los antecedentes a donde corresponda.

César Ricardo Crisóstomo Barrientos Pellecer, Magistrado Vocal Segundo, Presidente de


la Cámara
Penal
, Héctor Manfredo Maldonado Méndez, Magistrado Vocal Quinto; Gustavo Bonilla, Magistrado
Vocal Décimo Tercero; Gustavo Adolfo Dubón Gálvez, Magistrado Vocal Segundo, Sala
Tercera de
la Corte
de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente. María Cecilia de
León Terrón, Secretaria de
la Corte
Suprema
de Justicia.

Sentencia nº 1696-2012 de Corte Suprema de Justicia - Penal de 17


de Diciembre de 2012

Actor: Francisco Javier García González

Demandado: Sala Primera de la Corte de Apelaciones Penal


Fecha de Resolución: 17 de Diciembre de 2012

Emisor: Penal

RESUMEN

"...La omisión de resolver extiende su alcance, no solamente cuando existe ausencia de


pronunciamiento, sino también cuando lo resuelto es incompleto en cuanto a lo pedido. En el
presente caso, el recurrente en apelación especial denunció a la Sala la inobservancia del
debido proceso y del ordenamiento jurídico al no haberse asegurado la cadena de custodia en
el objeto incautado al momento de su detención, por no haberse embalado en ese mismo
lugar, en transgrediendo lo estipulado en el artículo 46 de la Ley contra la Delincuencia
Organizada. En ese sentido, la Sala al pronunciarse en relación a la apelación interpuesta, se
limitó a exponer que no existen los vicios de logicidad en la valoración probatoria realizada por
el A quo, siendo a su criterio, suficientes los razonamientos del sentenciador para satisface los
requisitos de validez de su resolución. Para dar cumplimiento a su deber de fundamentación,
debió explicar con razonamientos propios, el porqué a su juicio no se dio la vulneración
específicamente denunciada por el apelante. Debió haber explicado si esa omisión existe y si
es o no relevante para determinar la decisión del Tribunal. No lo hizo así, y se limitó a hacer
una aprobación general del razonamiento realizado por el A quo, y en rigor, incurrió en el vicio
que denuncia el casacionista, pues omitió resolver el punto esencial contenido en la alegación
del apelante. Por lo tanto, debe declararse procedente el presente recurso y ordenarse el
reenvío a efecto que la Sala resuelva concretamente el punto esencial que le fue planteado en
la apelación referente al embalaje de la evidencia material..."

CONTENIDO
17/12/2012 – PENAL

1696-2012

DOCTRINA
Se considera legítimo el reclamo en casación cuando se denuncia falta de resolución de
puntos esenciales en la sentencia del Ad quem, si este Tribunal diluye y pierde claridad en su
respuesta a través de planteamientos generales y omite en rigor referirse puntualmente al
agravio denunciado.
En el presente caso, el recurrente denunció el vicio sobre la ausencia de embalaje de una
evidencia material, y
la Sala
omite referirse al agravio planteado, sustituyéndolo por la consideración de que la sentencia
del a quo no contiene vicios de logicidad.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CÁMARA PENAL. Guatemala, diecisiete de diciembre de


dos mil doce.
Se integra Cámara con los Magistrados suscritos; II) Se tiene a la vista para resolver el
recurso de casación por motivo de forma interpuesto por el procesado Francisco Javier
García González, con el auxilio de los abogados defensores Jennifer Herlinda Monzón
Rodríguez y Luis Fernando Monzón Mota, contra la sentencia dictada el treinta de agosto de
dos mil doce, por
la Sala Primera
de
la Corte
de Apelaciones del ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, en el proceso
penal que por el delito de portación ilegal de explosivos, armas químicas, biológicas,
atómicas, trampas bélicas y armas experimentales se tramita en su contra. Interviene en el
proceso el Ministerio Público representado por el abogado Milton Tereso García Secayda de
la Unidad
de Impugnaciones. No se constituyó querellante adhesivo, ni se ejercitó la acción civil.
I. ANTECEDENTES
A) DEL HECHO ACREDITADO.
La captura del procesado Francisco Javier García González, el diecisiete de marzo de dos
mil once, a las siete horas con treinta minutos aproximadamente, portando una granada de
fragmentación de mano, en forma esférica de metal acerado color verde olivo, modelo K
setenta y cinco, de operación manual, de radio de alcance de cinco metros, Lote EC guión
ochenta y cinco E seiscientos cinco guión treinta y uno, con componente B con sistema de
seguridad(espoleta) consistente en palanca metálica y anilla de puntas paralelas que mantiene
fija la misma, con mecanismo de seguridad en buen estado, careciendo de la licencia para
portarla.
B) DE
LA RESOLUCIÓN DE
PRIMER GRADO.
El Tribunal Quinto de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente dictó su
fallo el veintiséis de julio de dos mil once, condenó al acusado por el delito de portación ilegal
de explosivos, armas químicas, biológicas, trampas bélicas y armas experimentales y le
impuso la pena de quince años de prisión.
En el apartado de la existencia del delito, el sentenciante determinó la existencia del artefacto
explosivo y que no se demostró que los agentes captores tuvieran motivo para implantarlo
deliberadamente, no existe duda que se encontró en manos de una persona particular,
condiciones por las que es dable asegurar la existencia del delito contra la seguridad, por la
mera tenencia del explosivo.
C) DEL RECURSO DE APELACIÓN ESPECIAL.
Francisco Javier García González, impugnó la sentencia relacionada e invocó motivos de
forma.
En el primer motivo denunció la inobservancia del artículo 385, relacionado con el 420
numeral 5 y 394 numeral 3 todos del Código Procesal Penal.
Argumentos: el sentenciante otorgó valor a las declaraciones testimoniales de los agentes
aprehensores las que son contradictorias, generan duda sobre su participación en el hecho y
no logran destruir la presunción de inocencia de que está investido. Dichos agentes declararon
en el debate que al encontrarle la granada no llamaron a personal especializado para embalar
la prueba, que por lo peligroso del lugar la trasladaron a la torre de tribunales, incumpliendo
con lo ordenado por la ley en el sentido que la prueba debe embalarse en el lugar del hecho y
no hasta en presencia de Juez competente, además no se realizó ninguna prueba para
verificar si por lo menos tocó el artefacto explosivo, de esta manera no se llevó a cabo el
debido proceso. Se quejó también de no habérsele dado valor probatorio a dos testigos de
descargo mayores de edad y una menor de edad (su hija) con el argumento que tienen una
relación previa con él, y por dicha razón se pueden inclinar a prestarle ayuda, a pesar que sus
relatos fueron coherentes y convincentes en relación al tiempo, lugar y modo en que sucedió
el hecho. Al no otorgarles valor se inobservó el principio de objetividad.
Segundo motivo. Inobservancia del artículo 11 Bis del Código Procesal Penal. El tribunal
sentenciador no aplicó la sana crítica razonada al otorgarle valor a las declaraciones
testimoniales de cargo, específicamente a la del testigo Edgar Joel Sep Valdez, no
obstante la misma contiene contradicciones esenciales.
D) DE
LA SENTENCIA DE
APELACIÓN ESPECIAL.
La Sala Primera
de
la Corte
de Apelaciones del ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, dictó su fallo el
treinta agosto de dos mil doce y declaró improcedente el recurso de apelación planteado por
ambos motivos.
En el primer motivo advirtió que la mayoría de argumentos del apelante los dirigió a señalar
que el tribunal infringió leyes del pensamiento al momento de otorgarle valor probatorio a
determinados medios de prueba, especialmente a la declaración de los agentes aprehensores,
sin señalar la forma cómo el tribunal debió aplicar la normativa que denuncia transgredida al
dictar su fallo. El hecho que el sentenciante otorgó valor a la declaración testimonial de los
agentes captores, y demàs medios de prueba diligenciados en el debate, no significa que se
violenten las reglas de la sana crítica razonada. Cuando se invoca violación del artículo 385
del Código Procesal Penal, el razonamiento del recurso debe consistir en demostrar y señalar
el error del tribunal al inobservar la norma, lo que no hace el recurrente, puntualizó el
Ad quem.
En el segundo motivo estableció que la mayoría de argumentos desarrollados por el apelante
no son congruentes con el motivo invocado, sin embargo al realizar el estudio del fallo
consideró que, sí cumple con los requisitos externos e internos que debe contener todo fallo,
en lo requerido por
la Constitución Política
de
la República
y el Código Procesal Penal, en la misma se consignan los hechos acreditados, se enuncian
las pruebas aportadas, expresando la valoración que de ellas se hace y suministra las razones
que justifican la decisión del Tribunal, el hecho que le resulte desfavorable al apelante no
significa que el fallo no se encuentre debidamente fundamentado y se le haya causado
agravio.
II. DEL RECURSO DE CASACIÓN
Francisco Javier García Gonzalez interpone recurso de casación por motivo de forma, contra
la sentencia dictada el treinta de agosto de dos mil doce por
la Sala Primera
de
la Corte
de Apelaciones del ramo Penal Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente. Invoca como
caso de procedencia el contenido en el numeral 1) del artículo 440 del Código Procesal Penal
que regula: “ Cuando la sentencia no resolvió todos los puntos esenciales que fueron
objeto de la acusación formulada, o que estaban contenidos en las alegaciones del
defensor.” Señala como normas infringidas los artículos 3 y 186 del Código Procesal Penal.
Argumentos del recurrente. Denunció a
la Sala
que el A quo lo condenó por portar una granada a la que otorgó valor probatorio, prueba que
no fue incorporada al proceso por los medios permitidos por la ley, porque esa prueba fue
contaminada por los agentes aprehensores al no embalarla desde el momento de ser
incautada, la misma fue traslada a la torre de tribunales en la cajuela del vehículo policial, de
esta manera se perdió la cadena de custodia, se violó el debido proceso y se infringió el
artículo 46 de
la Ley
contra la delincuencia organizada el que regula que todo medio de prueba se debe embalar
sin excepción alguna, desde el momento en que ocurre el hecho. Debió practicarse prueba
dactiloscópica al artefacto para determinar sí las huellas dactilares encontradas en el mismo le
pertenecen. Sin embargo,
la Sala
omitió resolver los puntos esenciales que le fueron planteados expresamente en la apelación.
III. ALEGATOS EN EL DÍA DE
LA VISTA
Admitido para su trámite el recurso de casación, se señaló día y hora para la vista pública,
diligencia oral que los sujetos procesales reemplazaron por medio de la presentación de
alegatos escritos en los que formularon argumentaciones y peticiones concernientes a sus
respectivos intereses.
CONSIDERANDO
-I-
El recurso de casación es un medio de impugnación que se distingue por su carácter técnico y
extraordinario, otorgándose en interés de la ley y la justicia, limitando su campo de estudio a
errores claramente denunciados por el casacionista, y que sean atribuibles al acto impugnado
en la sentencia emitida, de tal manera que jueces y magistrados no se aparten de la ley, y que
se mantengan en el Estado de uniformidad de la jurisprudencia.
-II-
La omisión de resolver extiende su alcance, no solamente cuando existe ausencia de
pronunciamiento, sino también cuando lo resuelto es incompleto en cuanto a lo pedido. En el
presente caso, el recurrente en apelación especial denunció a
la Sala
la inobservancia del debido proceso y del ordenamiento jurídico al no haberse asegurado la
cadena de custodia en el objeto incautado al momento de su detención, por no haberse
embalado en ese mismo lugar, en transgrediendo lo estipulado en el artículo 46 de
la Ley
contra
la Delincuencia Organizada.
En ese sentido,
la Sala
al pronunciarse en relación a la apelación interpuesta, se limitó a exponer que no existen los
vicios de logicidaden la valoración probatoria realizada por el A quo, siendo a su criterio,
suficientes los razonamientos del sentenciador para satisface los requisitos de validez de su
resolución. Para dar cumplimiento a su deber de fundamentación, debió explicar con
razonamientos propios, el porqué a su juicio no se dio la vulneración específicamente
denunciada por el apelante. Debió haber explicado si esa omisión existe y si es o no relevante
para determinar la decisión del Tribunal. No lo hizo así, y se limitó a hacer una aprobación
general del razonamiento realizado por el A quo, y en rigor, incurrió en el vicio que denuncia
el casacionista, pues omitió resolver el punto esencial contenido en la alegación del apelante.
Por lo tanto, debe declararse procedente el presente recurso y ordenarse el reenvío a efecto
que
la Sala
resuelva concretamente el punto esencial que le fue planteado en la apelación referente al
embalaje de la evidencia material.
LEYES APLICADAS
Artículos citados y los siguientes: 1, 2, 4, 5, 12, 14, 17, 28, 29, 44, 175, 203 y 204 de
la Constitución Política
de
la República
de Guatemala; 3, 4, 5, 11, 11 Bis, 12, 14, 16, 20, 24 Bis, 37, 43 inciso 7, 50, 160, 398, 437,
438, 439, 440, 442, 446 y 448 del Código Procesal Penal, Decreto, 51-92 del Congreso de
la República
de Guatemala y sus reformas; 1, 9, 16, 57, 58, 74, 77, 79 literal a), 141, 142, 143, 147, 149,
177 y 207 de
la Ley
del Organismo Judicial, Decreto, 2-89 del Congreso de
la República
de Guatemala y sus reformas.
POR TANTO
LA CORTE SUPREMA
DE JUSTICIA, CAMARA PENAL con base en lo considerado y leyes aplicadas,
declara: PROCEDENTE el recurso de casación por motivo de forma interpuesto por
FRANCISCO JAVIER GARCÍA GONZÁLEZ, contra la sentencia dictada por
la Sala Primera
de
la Corte
de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, el treinta de
agosto de dos mil doce, en consecuencia, ordena el reenvió para que se emita nueva
resolución sin el vicio apuntado. Notifíquese y con certificación de lo resuelto vuelvan los
antecedentes a su lugar de origen.

César Ricardo Crisóstomo Barrientos Pellecer, Magistrado Vocal Segundo, Presidente de


la Cámara
Penal
; Gustavo Adolfo Mendizábal Mazariegos, Magistrado Vocal Cuarto; Héctor Manfredo
Maldonado Méndez, Magistrado Vocal Quinto; Ranulfo Rafael Rojas Cetina, Magistrado
Presidente de
la Sala
de
la Corte
de Apelaciones del Ramo Penal de Procesos de Mayor Riesgo y Extinción de Dominio.
Joaquín Rodrigo Flores Guzmán, Secretario en Funciones de
la Corte
Suprema
de Justicia.

Sentencia nº 1133-2012 de Corte Suprema de Justicia - Penal de 4 de


Junio de 2012

Actor: Rosa Amelia Ruíz Hernández

Demandado: Sala Primera de la Corte de Apelaciones Penal

Fecha de Resolución: 4 de Junio de 2012

Emisor: Penal

inCompartir

RESUMEN

"...Cuando un sólo hecho constituye dos o más delitos, o cuando uno de ellos sea medio
necesario de cometer el otro, únicamente debe imponerse la pena correspondiente al delito
que tanga señalada mayor sanción, aumentada hasta en una tercera parte. Partiendo de la
premisa anterior, la labor de la sala consistía en revisar el delito que imponía la mayor sanción
y sus parámetros, es decir, cuál era su pena mínima y máxima, y la jerarquía de los sujetos en
la estructura criminal comprobada. De conformidad con las constancias procesales, el delito
que se tomó como base para imponer la pena en concurso ideal a los acusados, fue el de
asociación ilícita, sancionado con una pena de seis a ocho años de prisión conforme al
artículo 4 de la Ley contra la Delincuencia Organizada. El caso es que, la sala consintió la
imposición de la pena máxima no sólo para el imputado Edwin Roberto González Ortega, sino
también para la acusada Rosa Amelia Ruiz Hernández y/o Amelia Ruiz Hernández, y otros
imputados. No obstante, quedó acreditado que, únicamente el imputado y otra persona eran
los líderes de los grupos criminales, personas a quienes de conformidad con el artículo 12 de
la Ley contra la Delincuencia Organizada, sí se les debía aumentar la pena mínima en una
tercera parte (ocho años) por la circunstancia agravante de tener una función de dirección en
el grupo criminal. Naturalmente, para ellos, esa pena debe ser aumentada una vez más,
porque fueron condenados por el delito de asociación ilícita, en concurso ideal con el delito de
obstrucción extorsiva de tránsito, y siendo que, el primer delito es el que tiene la mayor
sanción, es preciso corregir el vicio y sancionar a los imputados atendiendo al grado de
intervención que cada uno tuvo en los hechos imputados. En consecuencia, de conformidad
con lo hechos probados, se tiene que aumentar en una tercera parte la pena mínima
establecida para el delito de asociación ilícita, es decir, imponer ocho años de prisión a los
acusados Edwin Roberto González Ortega y Víctor Manuel de Jesús Boteo Pérez, por el
concurso ideal con el delito de obstrucción extorsiva de tránsito, más el aumento de dicha
pena en una tercera parte (dos años ocho meses) que corresponde por la agravante contenida
en el tipo penal de asociación ilícita al ser tales personas, los líderes de las bandas y ejercer
funciones de dirección sobre la mismas, que en total suman diez años con ocho meses de
prisión inconmutables, que es la misma pena que les impuso el tribunal de sentencia. No así
para la imputada Rosa Amelia Ruiz Hernández y/o Amelia Ruiz Hernández, y demás
compañeros, toda vez que no se acreditó que ejercieran funciones de liderazgo sobre las
clicas, ni existe otra agravante que justifique el aumento de la pena, razón por la cual, para la
imposición de la misma, se debe tomar como punto de partida la pena establecida para el
delito de asociación ilícita, que aumentada en una tercera parte por el concurso ideal con el
delito de obstrucción extorsiva de transito, suma ocho años de prisión inconmutables. En
virtud del contenido imperativo del artículo 401 del Código Procesal Penal, debe favorecer a
los otros coimputados, a quienes no se les acreditó funciones de dirección en las estructuras
delictivas, por lo que debe modificárseles la pena que les fue impuesta, en la parte resolutiva
del presente fallo. Con relación al error sobre la cita del artículo 69 del mismo código, en lugar
del artículo 70 Ibíd, éste es un dato irrelevante, pues ello, en nada afecta la sentencia, tanto en
los delitos como en las penas impuestas. Por lo anterior, el recurso de casación planteado por
los imputados debe ser declarado con lugar y así deberá resolverse en el apartado
correspondiente..."

CONTENIDO

04/06/2012 – PENAL
1133-2012

Doctrina
Tiene sustento jurídico el reclamo de los casacionistas, si la sala de apelaciones convalida una
sentencia en que el tribunal de juicio ha impuesto la pena de prisión a todos los miembros de
un grupo delictivo organizado, considerando la agravante específica contenida en
la Ley

contra

la Delincuencia Organizada

, en que se especifica el aumento de un tercio de la pena, para quienes dirijan, administren o


supervisen las actividades de la clica, siendo que tal extremo sólo se acreditó para dos
miembros del grupo enjuiciado.
Corte Suprema de Justicia, Cámara Penal. Guatemala, cuatro de junio de dos mil doce.
Se tiene a la vista para resolver el recurso de casación por motivo de fondo, interpuesto por
los imputados Edwin Roberto González Ortega y Rosa Amelia Ruiz Hernández y/o Amelia
Ruiz Hernández, a través de su abogado defensor Rigoberto Vargas Morales, del Instituto de
la Defensa Pública

Penal, contra la sentencia dictada por

la Sala Primera

de

la Corte

de Apelaciones del ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, el trece de abril
de dos mil doce, en el proceso penal instruido en contra por el delito de asociación ilícita en
concurso ideal con el delito de obstrucción extorsiva de tránsito. Además, interviene el
Ministerio Público, por medio de la agente fiscal abogada Miriam Elizabeth Álvarez Illescas. No
se constituyó querellante adhesivo ni se ejerció la acción civil.

I. Antecedentes
A) De los hechos acreditados que importan a la presente casación. Que a partir del año
dos mil ocho, Edwin Roberto González Ortega, ha sido líder de la clica Hollywood Gansters de
la mara dieciocho, y desde el Centro Preventivo coordinaba con los líderes de otras
organizaciones criminales, quienes a su vez contactaban a otras personas en libertad para
intimidar, extorsionar y asesinar a pilotos de transporte. Que Rosa Amelia Ruiz Hernández y/o
Amelia Ruiz Hernández, pertenecía a la misma organización criminal, quien concertó con otras
personas y tomó un vehículo sin la debida autorización del propietario, para lo cual utilizó arma
de fuego; también el dos de enero de dos mil diez, aproximadamente a las dieciocho horas en
el Bulevar Liberación, portaba un arma de fuego sin la debida autorización.
B) Del veredicto del Tribunal de Sentencia. El Tribunal Primero de Sentencia
Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, el once de marzo de dos mil once, resolvió
que los acusados Edwin Roberto González Ortega y Rosa Amelia Ruiz Hernández y/o Amelia
Ruiz Hernández, y otras personas, son autores responsables del delito de asociaciones
ilícitas, en concurso ideal con el delito de obstrucción extorsiva de tránsito, razón por la cual,
les impuso la pena de ocho años de prisión inconmutables aumentada en una tercera parte,
que equivale a dos años con ocho meses, haciendo un total de diez años con ocho meses de
prisión inconmutables. Además resolvió que Rosa Amelia Ruiz Hernández y/o Amelia Ruiz
Hernández, es responsable del delito de portación ilegal de arma de fuego de uso civil y/o
deportiva, por el cual le impuso la pena de ocho años de prisión inconmutables y que la misma
persona es responsable del delito de conspiración para cometer robo agravado, ilícito por el
cual le impuso seis años de prisión inconmutables.
El Tribunal razonó que, de conformidad con los medios de prueba incorporados al juicio, se
había acreditado la responsabilidad de los imputados en los delitos de
obstaculización extorsiva de tránsito contenido en el artículo 11 de
la Ley
contra

la Delincuencia Organizada

, que establece como presupuesto la existencia de asociaciones ilícitas, y que los acusados
incurrieron en esa situación previa. Por dicha razón, consideró que existe concurso ideal de
delitos ya que, el delito de asociaciones ilícitas, constituye un medio necesario para la
comisión del ilícito de obstrucción extorsiva de tránsito, por lo que, en aplicación del artículo
69 del Código Penal, impuso la pena mayor aumentada en una tercera parte, tomando como
base la pena correspondiente a delito de asociación ilícita, así como el artículo 65 del Código
Penal.

C) Del recurso de Apelación Especial. Los imputados interpusieron recurso de apelación


especial, por motivo de fondo. Denunció vulneración de los artículos, 70 del Código Penal y 3
de
la Ley

contra

la Delincuencia Organizada.

Argumentó que, el tribunal de sentencia tomó en cuenta el delito de obstrucción extorsiva de


tránsito, establecido en
la Ley

contra

la Delincuencia Organizada

, que instituye como presupuesto la existencia de asociación ilícita. Sin embargo, para regular
la pena se basó en el concurso ideal, pero lo confundió con el concurso real al consignar el
artículo 69 del Código Penal, en lugar del artículo 70 Ibíd, por lo que, fue erróneamente
aplicado el concurso ideal, razón por la cual debió tomar como base la pena mínima de seis
años del delito de asociación ilícita aumentada en un una tercera parte, que totaliza ocho años
de prisión.

Estima erróneamente aplicado el artículo 3


la Ley

contra la delincuencia organizada, ya que de conformidad con los hechos probados, se


estableció cuál fue la participación de la acusada en el robo de un vehículo, en ese sentido, el
delito cometido es el de conspiración para cometer robo agravado, de conformidad con el
artículo 3 Ut supra, dado que, concertó con otras personas para cometer el hecho, por lo que,
al no existir dicha imputación, en apertura a juicio, su calificación ni pronunciamiento en la
parte resolutiva, tampoco subsiste el delito de conspiración y menos aún la pena de seis años
de prisión.
C) De
la Sentencia

del Tribunal de Apelación Especial.

La Sala Primera

de

la Corte

de Apelaciones del ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, declaró


improcedente el recurso con el argumento que el sentenciante no incurrió en el error
denunciado al haber resuelto que debía aplicar el concurso ideal de delitos regulado en el
artículo 70 del Código Penal, consignar el artículo 69 de mismo cuerpo legal, que establece el
concurso real de delitos. Que ello no debía tomarse con tanto rigorismo, porque en todo caso,
el concurso ideal aplicado favorece a los imputados para imposición de la pena. Con relación
a la errónea aplicación del artículo 3 de

la Ley

contra

la Delincuencia Organizada

, estimó la sala que tampoco le asistía la razón a los apelantes, porque el imputado Edwin
Roberto González Ortega, no fue condenado por el delito de conspiración para cometer robo
agravado, y en el caso de Rosa Amelia Ruiz Hernández y/o Amelia Ruiz Hernández, quedó
debidamente probado ante el tribunal de sentencia, la comisión del ilícito de conspiración para
cometer robo agravado, al haberse concertado con otras personas para despojar con violencia
un vehículo a su propietario, motivo por el cual, el tribunal no habría incurrido en las denuncias
planteadas.

II. Motivo del recurso de casación


Los imputados Edwin Roberto González Ortega y Rosa Amelia Ruiz Hernández y/o Amelia
Ruiz Hernández, plantean recurso de casación por motivo de fondo, y señalan como caso de
procedencia el numeral 5 del artículo 441 del Código Procesal Penal. Denuncian violación de
los artículos 4 de
la Ley

contra

la Delincuencia Organizada

y 70 del Código Penal.

Argumentan que no están de acuerdo con la sentencia de la sala de apelaciones, porque ésta
toleró, consintió, aceptó y avaló lo resuelto por el sentenciante, pero sin comprender los
argumentos expuestos en recurso de apelación especial, en el cual expusieron el error
cometido por el A quo de hacer mérito sobre el artículo 69 del Código Penal y aplicar
finalmente el artículo 70 del mismo cuerpo legal. Lo anterior se relaciona con el artículo 4 de
la Ley

contra

la Delincuencia Organizada

, pues los recurrentes hicieron ver que, la pena que correspondería aplicar, es la mínima de
seis años de prisión y no la máxima de ocho, pues esos son los parámetros establecidos para
el delito de asociación ilícita, de conformidad con el artículo 4 Ut supra, y que aumentada en
una tercera parte, es decir, dos años más, en su totalidad suma ocho años de prisión, pero lo
que hizo la sala fue consentir la pena máxima aumentada en una tercera parte, en una
sentencia en donde no hay circunstancias agravantes ni atenuantes.

III. Alegatos en el día de la vista


A) Los imputados han reemplazado por escrito su participación y solicitan se declare con lugar
el recurso planteado. B) El Ministerio Público, también sustituyó su asistencia por escrito y ha
pedido se declare sin lugar el recurso planteado.
Considerando
-I-
Cuando se conoce un recurso de casación por motivo de fondo, el Tribunal que lo resuelve
tiene como referente básico, los hechos acreditados por el Tribunal de sentencia. De esa
cuenta la labor de aquél, queda circunscrita a la verificación de la correcta o incorrecta
aplicación de la ley sustantiva a tales hechos, y queda excluido del análisis la logicidad del
proceso valorativo de los medios de prueba presentados.
-II-
Cuando un sólo hecho constituye dos o más delitos, o cuando uno de ellos sea medio
necesario de cometer el otro, únicamente debe imponerse la pena correspondiente al delito
que tanga señalada mayor sanción, aumentada hasta en una tercera parte. Partiendo de la
premisa anterior, la labor de la sala consistía en revisar el delito que imponía la mayor sanción
y sus parámetros, es decir, cuál era su pena mínima y máxima, y la jerarquía de los sujetos en
la estructura criminal comprobada.
De conformidad con las constancias procesales, el delito que se tomó como base para
imponer la pena en concurso ideal a los acusados, fue el de asociación ilícita, sancionado con
una pena de seis a ocho años de prisión conforme al artículo 4 de
la Ley

contra

la Delincuencia Organizada.

El caso es que, la sala consintió la imposición de la pena máxima no sólo para el imputado
Edwin Roberto González Ortega, sino también para la acusada Rosa Amelia Ruiz Hernández
y/o Amelia Ruiz Hernández, y otros imputados. No obstante, quedó acreditado que,
únicamente el imputado y otra persona eran los líderes de los grupos criminales, personas a
quienes de conformidad con el artículo 12 de
la Ley

contra

la Delincuencia Organizada

, sí se les debía aumentar la pena mínima en una tercera parte (ocho años) por la
circunstancia agravante de tener una función de dirección en el grupo criminal.

Naturalmente, para ellos, esa pena debe ser aumentada una vez más, porque fueron
condenados por el delito de asociación ilícita, en concurso ideal con el delito de
obstrucción extorsiva de tránsito, y siendo que, el primer delito es el que tiene la mayor
sanción, es preciso corregir el vicio y sancionar a los imputados atendiendo al grado de
intervención que cada uno tuvo en los hechos imputados.
En consecuencia, de conformidad con lo hechos probados, se tiene que aumentar en una
tercera parte la pena mínima establecida para el delito de asociación ilícita, es decir, imponer
ocho años de prisión a los acusados Edwin Roberto González Ortega y Víctor Manuel de
Jesús Boteo Pérez, por el concurso ideal con el delito de obstrucción extorsiva de tránsito,
más el aumento de dicha pena en una tercera parte (dos años ocho meses) que corresponde
por la agravante contenida en el tipo penal de asociación ilícita al ser tales personas, los
líderes de las bandas y ejercer funciones de dirección sobre la mismas, que en total suman
diez años con ocho meses de prisión inconmutables, que es la misma pena que les impuso el
tribunal de sentencia. No así para la imputada Rosa Amelia Ruiz Hernández y/o Amelia Ruiz
Hernández, y demás compañeros, toda vez que no se acreditó que ejercieran funciones de
liderazgo sobre las clicas, ni existe otra agravante que justifique el aumento de la pena, razón
por la cual, para la imposición de la misma, se debe tomar como punto de partida la pena
establecida para el delito de asociación ilícita, que aumentada en una tercera parte por el
concurso ideal con el delito de obstrucción extorsiva de transito, suma ocho años de prisión
inconmutables.
En virtud del contenido imperativo del artículo 401 del Código Procesal Penal, debe favorecer
a los otros coimputados, a quienes no se les acreditó funciones de dirección en las estructuras
delictivas, por lo que debe modificárseles la pena que les fue impuesta, en la parte resolutiva
del presente fallo.
Con relación al error sobre la cita del artículo 69 del mismo código, en lugar del artículo
70 Ibíd, éste es un dato irrelevante, pues ello, en nada afecta la sentencia, tanto en los delitos
como en las penas impuestas.
Por lo anterior, el recurso de casación planteado por los imputados debe ser declarado con
lugar y así deberá resolverse en el apartado correspondiente.
Leyes aplicadas
Artículos citados y: 1, 2, 12, 14, 17, 203 y 204 de
la Constitución Política

de

la República

de Guatemala; 3, 4, 11, 11 Bis, 14, 17, 20, 21, 37, 43 numeral 7), 50, 160, 166, 437, 438, 439,
440, 442, y 447 del Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de
la República

y sus reformas; 16, 57, 58 inciso a), 59, 74, 76, 79 inciso a), 141, 142, y 143 de

la Ley

del Organismo Judicial, Decreto 2-89 del Congreso de

la República

y sus reformas.

Por tanto
La Corte Suprema

de Justicia, Cámara Penal, con base en lo considerado y leyes aplicadas, al resolver Declara.
I. Parcialmente procedente, el recurso de casación por motivo de fondo, interpuesto por los
imputados Edwin Roberto González Ortega y Rosa Amelia Ruiz Hernández y/o Amelia Ruiz
Hernández, contra la sentencia dictada por

la Sala Primera

de

la Corte

de Apelaciones del ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, el trece de abril
de dos mil doce.II. Parcialmente casa la sentencia impugnada, en consecuencia, al acusado
Edwin Roberto González Ortega y al coimputado Víctor Manuel de Jesús Boteo Pérez, se les
confirma la pena impuesta. III. Que la acusada Rosa Amelia Ruiz Hernández y/o Amelia Ruiz
Hernández, y los demás coimputados Mario Fernández Silvestre Chacón, Maricela Isabel
Gómez Mejía, Reyna Pérez, Mayra Magali Alvarado Manuel, María Víctoria López Mejía,
Cristina Isabel Canastuj Caxaj, Analí Pacheco Hernández, Hugo Felipe Boteo Pérez, Lucinda
María Jiménez Valdez, María Chiti Chanchavac, Nátali Cristina López Tecún, María Del
Carmen Ruiz Hernández, son responsables de delito de asociación ilícita en concurso ideal
con el delito de obstrucción extorsiva de tránsito, por lo que se les impone a cada uno la pena
de seis años de prisión inconmutables, pena que aumentada en una tercera parte, hace un
total para cada uno de ocho años de prisión inconmutables. V. Quedan incólumes los
numerales III), IV), V), VI), VII), VIII), IX), X), XI), XII), XIII), XIV), XV), XVI) y XVII) de la
sentencia de fecha once de marzo de dos mil once, emitida por el Tribunal Primero de
Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente del departamento de Guatemala.
Notifíquese y con certificación de lo resuelto, vuelvan los antecedentes a donde corresponda.

César Ricardo Crisóstomo Barrientos Pellecer, Magistrado Vocal Segundo, Presidente de


la Cámara

Penal
; Gustavo Adolfo Mendizábal Mazariegos, Magistrado Vocal Cuarto; Héctor Manfredo
Maldonado Méndez, Magistrado Vocal Quinto; Gustavo Bonilla, Magistrado Vocal Décimo
Tercero. Cecilia Odethe Moscoso Arriaza de Salazar, Secretaria en funciones de

la Corte

Suprema

de Justicia.

Sentencia nº 152-2010 de Corte Suprema de Justicia - Penal de 16 de


Abril de 2010

Actor: Ministerio Público

Demandado: Sala Tercera de la Corte de Apelaciones Penal

Fecha de Resolución: 16 de Abril de 2010

Emisor: Penal

inCompartir

RESUMEN

"...Del estudio de las actuaciones y argumentos que fundamentan el presente recurso, se


advierte que el quid del asunto estriba en determinar que la Sala Tercera de la Corte de
Apelaciones del ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente incurrió en errónea
aplicación de ley, específicamente el artículo 10 de la Ley Contra la Delincuencia Organizada,
Decreto 21-2006 del Congreso de la República, con lo cual según el casacionista, absolvió a
los procesados del delito de exacciones intimidatorias, no obstante haber probado en la fase
del debate que los acusados fueron capturados flagrantemente cuando exigían la entrega de
dinero en la vía pública, con lo cual su actuar, encuadra en el segundo supuesto de la norma
denunciada como violada. (...) dentro de las diversas acciones o conductas típicas, la ley
sustantiva penal, específicamente la Ley Contra la Delincuencia Organizada, Decreto 21-2006
del Congreso del República, en su artículo 10 regula como tipo penal las exacciones
intimidatorias, y refiere que comete dicho delito: "Quien agrupado en la delincuencia
organizada, organización criminal o asociación ilícita, en abierta provocación o de forma
intimidatoria solicite o exija la entrega de dinero u otro beneficio en la vía pública o en medios
de transporte, será sancionado con prisión de seis a ocho años…" (...) esta Cámara concluye
que la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones del ramo Penal, Narcoactividad y Delitos
contra el Ambiente, al resolver de la forma en que lo hizo, fundamentándose en el hecho de
que en el caso de mérito no "se constituyen ni se acreditan los elementos contenidos en el
delito de exacciones intimidatorias", dicha autoridad no ha incurrido en errónea interpretación
de ley, tal y como lo considera la entidad impugnante, lo anterior en virtud que como bien obra
en las actuaciones, los procesados fueron absueltos por el Tribunal sentenciador del delito de
asociación ilícita, al no haber el ente acusador, aportado "prueba idónea para establecer la
existencia del mismo", y según acreditó el tribunal relacionado, no existen indicios de la
existencia (sic) de un nexo causal entre una asociación ilícita y su relación con los
procesados" de ahí que a criterio de esta Cámara, al no darse ese presupuesto, no podía
entonces consumarse el delito de exacciones intimidatorias, por cuanto que aquel, constituye
un presupuesto esencial para la consumación del delito referido, según se interpreta del propio
texto de la ley en referencia; y es que como bien lo indica la Sala objetada en su razonamiento
y se corrobora del análisis de la sentencia de primer grado, el tribunal sentenciador se limita a
afirmar que los procesados actuaron en forma agrupada, pero por la forma de resolver la
imputación hecha con relación al primer delito "asociación ilícita", se advierte que dicho
extremo no fue debidamente acreditado, de ahí que el Tribunal sentenciador no podía
subsumir dichos hechos en la figura del tipo penal de exacciones intimidatorias. Como
consecuencia, esta Cámara estima que en el presente caso no existe agravio que deba ser
reparado por medio del presente recurso, motivo por el cual el mismo resulta improcedente..."

CONTENIDO

16/04/2010 - PENAL
152-2009

Recurso de casación interpuesto por el Ministerio Público a través de la Agente Fiscal,


abogada Xiomara Patricia Mejía Navas, contra la sentencia de treinta de marzo de dos mil
nueve, dictada por la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones del ramo Penal, Narcoactividad
y Delitos contra el Ambiente.
DOCTRINA
No procede el recurso de casación fundamentado en el subcaso de procedencia regulado en
el numeral 5 del artículo 441 del Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la
República, cuando se establece que el Tribunal de alzada no incurrió en errónea interpretación
de norma constitucional o legal.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CAMARA PENAL: Guatemala, dieciséis de abril de dos


mil diez.
Se tiene a la vista para dictar sentencia, el recurso de casación interpuesto por el Ministerio
Público a través de la Agente Fiscal, abogada Xiomara Patricia Mejía Navas, contra la
sentencia de treinta de marzo de dos mil nueve, dictada por la Sala Tercera de la Corte de
Apelaciones del ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, en el proceso penal
seguido contra Elman Antulio Orozco Orozco y
Jonathan Ribai Reyes Donisy/o Jonatan Ribai Reyes Donis y/o Jonnathan Ribai Reyes Donis
por los delitos de asociación ilícita, exacciones intimidatorias y portación ilegal de armas de
fuego defensivas y/o deportivas.
Además del recurrente intervienen dentro del proceso, los procesados y su abogado defensor
Rolando Daniel Hernández Jerez. No intervienen querellante adhesivo ni actor civil.
HECHOS Y CIRCUNSTANCIAS OBJETO DE LA ACUSACION
Conforme el auto de apertura a juicio, la acusación se admitió por la posible participación de
los procesadosElman Antulio Orozco Orozco y
Jonathan Ribai Reyes Donis y/o Jonatan Ribai Reyes Donis y/o JonnathanRibai Reyes Donis
en los hechos calificados por el Ministerio Público como delitos de asociación ilícita,
exacciones intimidatorias y portación ilegal de armas de fuego, los cuales aparecen descritos
en la sentencia de primer grado.
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA
El Tribunal de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente del municipio de
Amatitlán, departamento de Guatemala, en sentencia de veintiocho de noviembre de dos mil
ocho resolvió: “ I) Que absuelve a los procesados ELMAN ANTULIO OROZCO OROZCO Y
JONATHAN RIBAÍ REYES DONIS Y/OJONATAN RIBAÍ REYES DONIS Y/O JONNATHAN RI
BAÍ REYES DONIS del delito de ASOCIACIÓN ILÍCITA, por el cuales (sic) se abrió a juicio
penal en su contra, entendiéndose libres de éstos cargos; II) Que el
acusado ELMAN ANTULIO OROZCO OROZCO, es AUTOR responsable del delito
consumado de EXACCIONES INTIMIDATORIAS cometido en contra de la libertad y seguridad
de la señora MARIA ANTONIAMORATAYA POITAN Y CANDELARIO
BLAS MORATAYA POITAN; III) Que por tal infracción a la ley penal se le impone al
acusado ELMAN ANTULIO OROZCO OROZCO la pena de SEIS AÑOS DE PRISIÓN
INCONMUTABLES LOS QUE AUMENTADOS EN UNA TERCERA PARTE HACEN UN
TOTAL DE OCHO AÑOS DE PRISIÓN INCONMUTABLES; pena que deberá cumplir en el
centro de reclusión que para el efecto designe el Juez de Ejecución competente; IV) Que el
acusado
JONATHAN RIBAÍ REYES DONIS Y/O JONATAN RIBAÍREYES DONIS Y/O JONNATHAN RI
BAÍ REYES DONIS, es AUTOR responsable del delito consumado de EXACCIONES
INTIMIDATORIAS cometido en contra de la libertad y seguridad de la señora MARIA
ANTONIAMORATAYA POITAN Y CANDELARIO BLAS MORATAYA POITAN; V) Que por tal
infracción a la ley penal se le impone al acusado
JONATHAN RIBAÍ REYES DONIS Y/O JONATAN RIBAÍ REYES DONIS Y/O JONNATHANRI
BAÍ REYES DONIS la pena de SEIS AÑOS DE PRISIÓN INCONMUTABLES LOS QUE
AUMENTADOS EN UNA TERCERA PARTE HACEN UN TOTAL DE OCHO AÑOS DE
PRISIÓN INCONMUTABLES; pena que deberá cumplir en el centro de reclusión que para el
efecto designe el Juez de Ejecución correspondiente; VI) Que el acusado
JONATHAN RIBAÍ REYES DONIS Y/O JONATAN RIBAÍ REYES DONIS Y/O JONNATHAN RI
BAÍREYES DONIS, es AUTOR responsable del delito consumado de PORTACIÓN ILEGAL
DE ARMA DE FUEGO DEFENSIVAS Y/O DEPORTIVAS (sic) cometido en contra de la
seguridad ciudadana; VII) Que por tal infracción a la ley penal se le impone al acusado
JONATHAN RIBAÍ REYES DONIS Y/O JONATAN RIBAÍ REYES DONISY/O JONNATHAN RI
BAÍ REYES DONIS la pena de DOS AÑOS DE PRISIÓN conmutables en su totalidad a razón
de cinco quetzales por cada día de prisión con abono de la efectivamente padecida; pena que
deberá cumplir en el centro de reclusión que para el efecto designe el Juez de Ejecución
competente…; (…)
SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA
La Sala Tercera de la Corte de Apelaciones del ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el
Ambiente, en sentencia de treinta de marzo de dos mil nueve, resolvió: I.- QUE ACOGE los
Recursos de Apelación Especial por Motivo de fondo, interpuestos por el
acusado ELMAN ANTULIO OROZCO OROZCO y por el Abogado Defensor de
JONATHAN RIBAI REYES DONIS y/o JONNATHAN RIBAI REYES DONIS,
Licenciado RONYROCAEL LOPEZ ROLDAN, en contra de la sentencia de fecha veintiocho de
noviembre de dos mil ocho; II) QUEDA INCOLUME el numeral romanos uno y ANULA los
numerales romanos dos, tres, cuatro y cinco de la parte resolutiva de la sentencia venida en
apelación especial y al dictar nueva sentencia, los mismos quedan de la siguiente forma: II)
Que ABSUELVE al procesado ELMAN ANTULIO OROZCO OROZCO del delito de
EXACCIONES INTIMIDATORIAS, por el cual se abrió a juicio penal en su contra,
entendiéndose libre de este cargo; III) Que ABSUELVE al procesado
JONATHAN RIBAÍ REYES DONIS Y/O JONATAN RIBAÍ REYES DONISY/O JONNATHAN RI
BAÍ REYES DONIS, del delito de EXACCIONES INTIMIDATORIAS, por el cual se abrió a
juicio penal en su contra, entendiéndose libre de este cargo; III) MODIFICA, los numerales
romanos siguientes así: IV) Que el acusado
JONATHAN RIBAÍ REYES DONIS Y/O JONATAN RIBAI REYES DONIS Y/OJONNATHAN RI
BAI REYES DONIS es AUTOR responsable del delito consumado de PORTACIÓN ILEGAL
DE ARMA DE FUEGO DEFENSIVAS Y/O DEPORTIVAS, cometido contra la seguridad
ciudadana; V) Que por tal infracción a la ley penal se le impone al acusado
JONATHAN RIBAI REYES DONIS Y/O JONATAN RIBAIREYES DONIS Y/O JONNATHAN RI
BAI REYES DONIS la pena de DOS AÑOS DE PRISIÓN conmutables en su totalidad a razón
de cinco quetzales por cada día de prisión con abono a la efectivamente padecida; pena que
deberá cumplir en el centro de reclusión que para el efecto designe el Juez de Ejecución
competente; VI) Se suspende al condenado
JONATHAN RIBAÍ REYES DONIS Y/O JONATAN RIBAÍ REYES DONIS Y/OJONNATHAN RI
BAÍ REYES DONIS, en el ejercicio de sus derechos políticos durante el tiempo que dure la
condena, por lo que se deberá dar aviso a donde corresponde; VII) No se hace ningún
pronunciamiento en cuanto a las responsabilidades civiles por no haberse requerido las
mismas en el momento oportuno (…) (sic).
Para resolver de la forma en que lo hizo, la Sala de Apelaciones consideró “ A juicio de los
que juzgamos, consideramos que efectivamente como lo afirma el apelante, y tomando en
cuenta los razonamientos expuestos en el documento sentencial y sobre todo al hecho que el
Tribunal tuvo por acreditado, hecho en el que resalta que los sindicados actuaron agrupados
entre ellos únicamente, y lo que confirma en el numeral romanos I de la parte resolutiva al
indicar que, ABSUELVE a los procesados del delito de ASOCIACIÓN ILÍCITA, por el que se
abrió a juicio penal en su contra, entendiéndose libre de estos cargos;…si bien el tribunal
afirma, ´Que ELMAN ANTULIO OROZCO OROZCO agrupado con el sindicado
JONATHAN RIBAÍ REYESDONIS Y/O JONATAN RIBAÍ REYES DONIAS (sic)
Y/O JONNATHAN RIBAÍ REYES DONIS y el menor ERICK
ALEXANDER CHIVALÁN JAJOY…´, con tal afirmación no constituye ni se acreditan los
elementos contenidos en el delito de EXACCIONES INTIMIDATORIAS, situación que confirma
el mismo tribunal al ABSOLVER a ambos procesados del delito de ASOCIACIÓN ILÍCITA por
no haberse acreditado tal asociación; estimando los que juzgamos, que al no darse dicho
elemento esencial contenido en el artículo 10 de la Ley Contra la Delincuencia Organizada, los
hechos acreditados no deben subsumirse en la figura tipo del delito de Exacciones
Intimidatorias; por lo que por este hecho, en aplicación precisamente de los Principios y
Garantías Constitucionales como lo son el Favor Rei, Indubio pro reo, de Defensa y de
Presunción de Inocencia; este Tribunal de alzada se pronuncia por acoger los recursos
formulados, de donde se impone modificar la sentencia recurrida en su parte RESOLUTIVA en
sus numerales romanos II), III), IV), y V) como se indicará en la parte resolutiva del presente
fallo…”
ALEGACIONES
Con ocasión del día y hora señalados para la vista, las partes evacuaron la misma, señalando
las consideraciones de su interés.
CONSIDERANDO
-I-
El recurso de casación se encuentra regulado en interés de la ley y la justicia, constituyendo
un medio de control para la corrección jurídica de los fallos de segunda instancia, en cuanto a
la aplicación de la ley sustantiva y la observancia de las formas esenciales del proceso. La ley
adjetiva penal guatemalteca, regula que el recurso de casación constituye una institución
garante de la corrección sustancial y legalidad formal del juicio previo exigido por la
Constitución Política de la República, asegurando el respeto a los derechos individuales y las
garantías de igualdad ante la ley e inviolabilidad de la defensa en juicio, así como el
mantenimiento del orden jurídico penal por una más uniforme aplicación de la ley sustantiva.
-II-
En el presente caso, el Ministerio Público interpone recurso de casación por motivo de fondo,
invocando comosubcaso de procedencia el contenido del numeral 5 del artículo 441 del
Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la República, denunciando como
norma infringida por errónea interpretación, el artículo 10 de la Ley Contra la Delincuencia
Organizada, Decreto 21-2006 del Congreso de la República. El casacionistaseñala que al
resolver de la forma en que lo hizo, la Sala Tercera de la Corte de Apelaciones del ramo
Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente hizo una errónea interpretación del artículo
denunciado como violado, porque estimó que para que el delito de exacciones intimidatorias
se consume es necesario que concurran todos los supuestos contenidos en dicha norma,
cuando al contener dicho artículo la disyuntiva “ O” puede ser sancionado un ilícito cuando
acontezca un supuesto u otro, no necesariamente todos los elementos. Y en el presente caso,
según el impugnante, quedó probado por el tribunal de primer grado, que los acusados fueron
capturados flagrantemente cuando exigían la entrega de dinero en la vía pública, ilícitos que
encuadran en el segundo supuesto de la norma denunciada. De ahí que – a juicio del
impugnante- al absolver a los procesados del delito imputado, la Sala Tercera de la Corte de
Apelaciones del ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente hizo una errónea
interpretación de la ley sustantiva, ya que en la etapa de juicio, quedó acreditada la
responsabilidad penal de los sindicados.
-III-
Del estudio de las actuaciones y argumentos que fundamentan el presente recurso, se
advierte que el quid del asunto estriba en determinar que la Sala Tercera de la Corte de
Apelaciones del ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente incurrió en errónea
aplicación de ley, específicamente el artículo 10 de la Ley Contra la Delincuencia Organizada,
Decreto 21-2006 del Congreso de la República, con lo cual según el casacionista, absolvió a
los procesados del delito de exacciones intimidatorias, no obstante haber probado en la fase
del debate que los acusados fueron capturados flagrantemente cuando exigían la entrega de
dinero en la vía pública, con lo cual su actuar, encuadra en el segundo supuesto de la norma
denunciada como violada. Con relación a lo anterior, resulta necesario hacer referencia a que
según la teoría del delito, éste constituye una acción o conducta típica, antijurídica y culpable,
con la discrepancia si debe o no atribuírsele también el requisito de punible, y toda vez que la
legislación penal regule determinada acción o conducta humana como prohibida, tal acción
humana reviste la condición de típica y de ahí la formación de los tipos penales, los cuales
contienen la descripción de la conducta prohibida, de tal manera que, al realizarse una acción
o conducta de esta naturaleza, el juzgador, en su momento procesal, tiene la facultad de
encuadrar tal acción conforme a la referida descripción, a efecto que, con aplicación de
normas tanto sustantivas como adjetivas penales, mediante el debido proceso, se averigüe el
hecho punible, se establezca la posible participación del sindicado, el pronunciamiento de la
sentencia respectiva y la ejecución de la misma. De esa cuenta es que dentro de las diversas
acciones o conductas típicas, la ley sustantiva penal, específicamente la Ley Contra la
Delincuencia Organizada, Decreto 21-2006 del Congreso del República, en su artículo 10
regula como tipo penal las exacciones intimidatorias, y refiere que comete dicho delito:
“ Quien agrupado en la delincuencia organizada, organización criminal o asociación ilícita, en
abierta provocación o de forma intimidatoria solicite o exija la entrega de dinero u otro
beneficio en la vía pública o en medios de transporte, será sancionado con prisión de seis a
ocho años…” En ese orden de ideas, esta Cámara concluye que la Sala Tercera de la Corte
de Apelaciones del ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, al resolver de la
forma en que lo hizo, fundamentándose en el hecho de que en el caso de mérito no “ se
constituyen ni se acreditan los elementos contenidos en el delito de exacciones
intimidatorias” , dicha autoridad no ha incurrido en errónea interpretación de ley, tal y como lo
considera la entidad impugnante, lo anterior en virtud que como bien obra en las actuaciones,
los procesados fueron absueltos por el Tribunal sentenciador del delito de asociación ilícita, al
no haber el ente acusador, aportado “ prueba idónea para establecer la existencia del
mismo” , y según acreditó el tribunal relacionado, no existen indicios de la existencia (sic) de
un nexo causal entre una asociación ilícita y su relación con los procesados” de ahí que a
criterio de esta Cámara, al no darse ese presupuesto, no podía entonces consumarse el delito
de exacciones intimidatorias, por cuanto que aquel, constituye un presupuesto esencial para la
consumación del delito referido, según se interpreta del propio texto de la ley en referencia; y
es que como bien lo indica la Sala objetada en su razonamiento y se corrobora del análisis de
la sentencia de primer grado, el tribunal sentenciador se limita a afirmar que los procesados
actuaron en forma agrupada, pero por la forma de resolver la imputación hecha con relación al
primer delito “ asociación ilícita” , se advierte que dicho extremo no fue debidamente
acreditado, de ahí que el Tribunal sentenciador no podía subsumir dichos hechos en la figura
del tipo penal de exacciones intimidatorias. Como consecuencia, esta Cámara estima que en
el presente caso no existe agravio que deba ser reparado por medio del presente recurso,
motivo por el cual el mismo resulta improcedente, debiéndose así declarar en la parte
resolutiva del presente fallo.
LEYES APLICABLES
Artículos citados y 1º, 2º, 4º, 5º, 12, 17, 203 y 204 de la Constitución Política de la República
de Guatemala; 3, 4, 5, 11 BIS, 14, 16, 20, 24 Bis, 37, 43 inciso 7º., 50, 160, 437, 438, 439, 441
y 442 del Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de la República; 1, 9, 16, 57,
58, 74, 79 inciso a), 141, 142, 143, 149, 177 y 207 de la Ley del Organismo Judicial, Decreto
2-89 del Congreso de la República.
POR TANTO
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CÁMARA PENAL, con base en lo considerado y leyes
citadas, al resolver declara: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por el
Ministerio Público, a través de la Agente Fiscal abogada Xiomara Patricia Mejía Navas, contra
la sentencia de treinta de marzo de dos mil nueve, dictada por la Sala Tercera de la Corte de
Apelaciones del ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente. Notifíquese y con
certificación de lo resuelto devuélvanse los antecedentes a su lugar de origen.

César Ricardo Crisóstomo Barrientos Pellecer, Magistrado Vocal Segundo, Presidente


Cámara Penal; Gustavo Adolfo Mendizabal Mazariegos, Magistrado Vocal Cuarto; Héctor
Manfredo Maldonado Méndez, Magistrado Vocal Quinto; Gustavo Bonilla, Magistrado Vocal
Décimo Tercero. Jorge Guillermo Arauz Aguilar, Secretario de la Corte Suprema de Justicia.

Sentencia nº 418-2011 de Corte


Suprema de Justicia - Penal de 25 de
Octubre de 2011
Actor: Edwin Osvaldo López Castillo

Demandado: Sala Cuarta de la Corte de Apelaciones Penal

Fecha de Resolución: 25 de Octubre de 2011

Emisor: Penal

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RESUMEN

"...En el presente caso, los casacionistas cuestionan la calificación jurídica de los hechos,
pues consideran que no existe relación de causalidad, entre los hechos acreditados y los
elementos del tipo penal de asociación ilícita que les fue atribuido. (...) Del análisis del vicio
denunciado, se estima que no les asiste la razón jurídica a los incoados, ya que de los hechos
acreditados por el Tribunal sentenciador se advierte que los mismos son constitutivos de delito
de asociación ilícita, al realizarse por parte de éstos, los supuestos de hecho contenidos en la
figura delictiva. En efecto, de los hechos acreditados por el sentenciador se determina que en
la comisión de los hechos, hubo participación de más de tres personas. Que previo a la
ejecución de los mismos, hubo concierto por parte de los procesados, pues en horario de
labores, ya que eran miembros de la Policía Nacional Civil, y sin contar con permiso de sus
superiores se trasladaron al lugar de los hechos, donde fueron protagonistas de los mismos,
siendo que estaban asignados a dependencia distintas de la institución, solo un concierto
previo puede explicar que se hayan trasladado a una jurisdicción que no les correspondía y sin
permiso y conocimiento de los superiores. Por ello, se considera que se dan los verbos
rectores de los artículos 2 y 4 de la Ley contra la Delincuencia Organizada, para imputarles a
éstos, el delito de asociación ilícita, pues existe un número mínimos de participes con
capacidad para ejercitar los actos, que se asociaron con un propósito en común, la ejecución
del el hecho delictivo que se les imputa. Es de tomar en cuenta, que de conformidad con los
elementos específicos de la figura delictiva de asociación ilícita, tal, y como en su oportunidad
lo consideró el ad quem, lo que se persigue es castigar la pertenencia o participación en una
asociación o banda delictiva, independientemente de los hechos cometidos por éstas. De ahí
que, los argumentos de los casacionistas no tenga fundamento legal, como para poder revertir
lo considerado por los Tribunales de la justicia ordinaria, estimando, que al haberlos
condenado por el delito relacionado, dichos tribunales, no incurrieron en violación de las
normas denunciadas como infringidas. Como consecuencia, el recurso por el motivo de fondo
invocado debe declararse improcedente..."

CONTENIDO

25/10/2011 – PENAL
418-2011

DOCTRINA
Carece de sustento jurídico el reclamo del apelante, que denuncia ante
la Sala

de apelaciones, errónea calificación jurídica de los hechos acreditados por el sentenciante, sí


al conocer la apelación, dicha autoridad realiza un riguroso análisis de los elementos del tipo
de referencia, para establecer que los hechos acreditados se subsumen adecuadamente en la
norma aplicada.

En el presente caso, la calificación se desprende del hecho que, los procesados en su calidad
de Agentes de
la Policía Nacional

Civil asignados a dependencia distintas de la institución, coincidieran en estar presentes, en el


lugar, día y hora de los hechos. Solo un concierto previo puede explicar que, en horario de
labores, sin permiso de sus superiores, con equipo, uniforme y armas pertenecientes a la
institución relacionada, los sindicados se hayan trasladado a una jurisdicción que no les
correspondía.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CAMARA PENAL: Guatemala, veinticinco de octubre de


dos mil once.
Se tiene a la vista para resolver el recurso de casación por motivo de fondo interpuesto
por Gedeon Otoniel Pos Chaj y Edwin Osvaldo López Castillo, con el auxilio del abogado de
la Defensa Pública

Penal, Víctor Rodolfo Carrillo Carrera, contra la sentencia de dieciocho de abril de dos mil
once, dictada por

la Sala Cuarta

de

la Corte

de Apelaciones del ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, en el proceso


penal seguido en su contra por el delito de asociación ilícita.

I) ANTECEDENTES
A) HECHOS ACREDITADOS: Que los
procesados Gedeon Ottoniel Pos Chaj y Edwing Osvaldo López Castillo son miembros de
la Policía Nacional

Civil. Que el veinte de mayo de dos mil nueve, protagonizaron un tiroteo en


la lotificación Minerva del municipio de Guastatoya, departamento de El Progreso, hecho por
el cual resultaron fallecidos el Inspector de Policía Iván Alexis Pineda Esquivel y el particular
Ángel Rolando Guzmán Betancourt a consecuencia de heridas provocadas por arma de fuego,
a quienes dejaron abandonados (…) Como consecuencia del mismo hecho, provocaron
heridas con arma de fuego al particular Daniel Wilfredo López Fuentes, quien fue trasladado al
Sanatorio (…) Fueron detenidos el día de los hechos (…) cuando se conducían en un vehículo
tipo automóvil (…) que era conducido por el agente de policía Edwin Oswaldo López Castillo
(…) Al momento de la aprehensión aGedeon Ottoniel Pos Chaj, se le incautó un arma de fuego
tipo pistola, marca (…) calibre nueve milímetros con su respectivo cargador y un teléfono
celular (…) Al procesado Edwing Osvaldo López Castillo, al momento de su aprehensión se le
incautó un arma de fuego tipo pistola marca (…) con su respectivo cargador y un teléfono
celular (…) En el vehículo en que se conducían los procesados se encontraron las siguientes
armas: a.- un fusil M dieciséis Al, calibre cinco punto cincuenta y seis mm; en el guardamanos
con masking tape los apellidos PosChaj. b.- un arma de fuego tipo Uzi calibre nueve
milímetros, con su respectivo cargador, con las siglas PNC GUATEMALA. B) SENTENCIA DE
PRIMERA INSTANCIA: El Tribunal de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el
Ambiente del departamento de El Progreso, al dictar sentencia consideró: con la prueba
diligenciada se determina la existencia del delito contenido en el artículo 4 de

la Ley Contra

la Delincuencia Organizada.

La figura delictiva de asociación ilícita, especialmente el presupuesto contenido en el numeral


1 de la citada ley, es atribuible a los imputados, porque la misma fue consecuencia de una
acción idónea para producirlas, o sea el hecho que no obstante pertenecer a dependencias de

la Policía Nacional
Civil, y se encontraban asignados al momento del hecho en la ciudad capital, y sin contar con
autorización respectiva de sus respectivos superiores jerárquicos, se trasladaron en un
vehículo con placas particulares que no le correspondían al automóvil, marca Toyota de color
blanco en donde se transportaron al municipio de Guastatoya, específicamente a la colonia
Minerva, en donde protagonizaron un enfrentamiento armado, del cual como consecuencia
fallecieron dos personas incluyendo al Inspector de Policía Iván Alexis Pineda Esquivel.
Además luego del hecho huyeron rumbo a la ciudad capital, previamente abandonaron a uno
de los miembros de su grupo, (Inspector Pineda Esquivel); con todo lo anteriormente expuesto
y conforme a la naturaleza del respectivo delito y a las circunstancias concretas del caso,
estimamos que evidentemente los procesados forman parte de una asociación ilícita, ya que
su actuar denota una previa planificación para cometer el hecho, además el hecho de que
pertenecían algunos de los involucrados a dependencias distintas de

la Policía Nacional

Civil, se encontraban agrupados o asociados, lo cual evidencia que existen más elementos de
juicio que incriminan a los sindicados como miembros de una asociación ilícita y aún más
integrada en su mayoría por elementos de

la Policía Nacional

Civil, que lejos de estar cumpliendo sus funciones para las cuales fueron contratados, en
horario de labores, se agruparon y utilizaron uniformes y armamento propiedad de la
institución ya relacionada. Lo anterior permite al sentenciador arribar a la certeza jurídica de la
participación de los sindicados como integrantes de una asociación ilícita, razón por la cual se
les debe atribuir la responsabilidad penal, y su participación como autores del delito de
asociación ilícita. C) DEL RECURSO DE APELACIÓN ESPECIAL. Contra esta
sentencia,Gedeon Ottoniel Pos Chaj y Edwin Osvaldo López Castillo, interpusieron recurso de
apelación especial por motivo de fondo, con fundamento en el artículo 419 numeral 1 del
Código Penal. Denunciaron errónea aplicación de los artículos 1, 2 y 4 de

la Ley

contra

la Delincuencia Organizada

, toda vez que, según manifestaron, en la sentencia de primer grado no se acreditó la


existencia de un grupo criminal de los establecidos en dicha ley, no obstante, les atribuyeron
responsabilidad por dicho ilícito. Los delitos penales, regulados por aquella ley, solo pueden
ser cometidos por grupo criminal no formado fortuitamente para la comisión inmediata de un
delito, es decir, debe tener una estructuración organizacional permanente o por tiempo
indefinido, extremo que se inobservó por parte del sentenciador. D) DE

LA SENTENCIA DEL

TRIBUNAL DE APELACIÓN ESPECIAL.

La Sala Cuarta
de

la Corte

de Apelaciones del ramo Penal Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, al resolver el


recurso de apelación especial por motivo de fondo consideró: “ los elementos de la figura son
los siguientes: 1.1. Tomar parte en una asociación, agrupaciones ilegales de gente armada,
delincuencia organizada o grupos terroristas. No se trata de castigar la participación en un
delito, sino la participación en una asociación o banda destinada a cometerlos con
independencia de la ejecución de los hechos planteados o propuestos. Asociarse denota el
acuerdo de distintas voluntades de modo permanente para conseguir un fin común. Para que
haya asociación para delinquir, no se necesita una organización perfecta de tipo social, pues
basta un organismo aún rudimentario, con tal que sea eficiente para su objetivo; ni es preciso
que todos los componentes de él se conozcan personalmente entre sí, pues basta que
conozcan la necesidad del vínculo que los une. No es indispensable que la asociación
inicialmente se constituya como asociación criminal, pues la finalidad delictiva puede
agregarse a una organización preexistente. Se trata de un fin colectivo y como tal tiene
naturaleza objetiva con respecto de cada uno de los partícipes (…) las conclusiones a las que
arribó el Tribunal sentenciador coincide con la plataforma fáctica sostenida por el Ministerio
Público: la existencia de una asociación (voluntaria consciente) para delinquir (los procesados
participaron en los hechos violentos que provocaron la muerte del inspector Ivan Alexis Pineda
Esquivel y el particular Ángel Rolando Guzmán Betancourt, momentos antes de ser detenidos)
de por lo menos tres personas, (Gedon Ottoniel Pos Chaj, Edwin Osvaldo López Castillo y
Daniel Wilfredo López Fuentes); se trata, por tanto de una asociación (concierto de
voluntades), con ánimo de permanencia (puesto que los procesados mantenían concierto
entre sí, -lo que se evidencia con los hechos sujetos a juicio y que fueron plasmados en la
acusación y auto de apertura a juicio- porque solo así puede explicarse que los procesados
coincidieran en el lugar de los hechos, portando uniformes, equipo y cargamento de armas de
fuego-) (…) así al encuadrar la figura delictiva dentro de los hechos acreditados en la sentencia
venida en grado, esta Sala estima correcta la tipificación y encuadramiento a la norma legal
comentada.

II. MOTIVO DEL RECURSO DE CASACIÓN


Los procesados plantean recurso de casación por motivo de fondo. Señalan como caso de
procedencia, el contenido del numeral 5 del artículo 441 del Código Procesal Penal, y como
normas vulneradas los artículos 2 y 4 de
la Ley

contra

la Delincuencia Organizada.

Señalan que

la Sala

impugnada incurrió en errónea interpretación de dichas normas, porque dicha ley, en forma
clara establece los elementos y presupuestos que conforman a un grupo organizado con
propósitos criminales. El ad quem al razonar de la forma en que lo hizo, interpreta
erróneamente el artículo 2 de la ley relacionada, pues le da otros alcances, más allá de lo que
se pretende con dicha norma. El artículo 4 de dicha ley, en forma clara establece un grupo que
ya está conformado, por lo tanto, para imputarles el delito de asociación ilícita es requisito
sinequanon que dicha estructura criminal haya sido premeditadamente determinada,
descubierta o establecida mediante una investigación especializada como lo exige

la Ley

de marras. En el presente caso se tuvo por acreditado, la existencia de un grupo organizado


del cual los procesados forman parte, pero estos elementos fundamentales del tipo penal
como lo es el asociarse, organizarse, planificar la comisión de delitos futuros deben ser
previamente determinados o establecidos mediante investigaciones especializadas y no a
través de conjeturas o presunciones.

III. ALEGATOS EN EL DIA DE


LA VISTA

Con ocasión del día y hora señalados para la vista, las partes reemplazaron su participación
por escrito, realizando los argumentos que a su interés concernió.
CONSIDERANDO
-I-
En el presente caso, los casacionistas cuestionan la calificación jurídica de los hechos, pues
consideran que no existe relación de causalidad, entre los hechos acreditados y los elementos
del tipo penal de asociación ilícita que les fue atribuido.
-II-
Del análisis del vicio denunciado, se estima que no les asiste la razón jurídica a los incoados,
ya que de los hechos acreditados por el Tribunal sentenciador se advierte que los mismos son
constitutivos de delito de asociación ilícita, al realizarse por parte de éstos, los supuestos de
hecho contenidos en la figura delictiva. En efecto, de los hechos acreditados por el
sentenciador se determina que en la comisión de los hechos, hubo participación de más de
tres personas. Que previo a la ejecución de los mismos, hubo concierto por parte de los
procesados, pues en horario de labores, ya que eran miembros de
la Policía Nacional

Civil, y sin contar con permiso de sus superiores se trasladaron al lugar de los hechos, donde
fueron protagonistas de los mismos, siendo que estaban asignados a dependencia distintas de
la institución, solo un concierto previo puede explicar que se hayan trasladado a una
jurisdicción que no les correspondía y sin permiso y conocimiento de los superiores. Por ello,
se considera que se dan los verbos rectores de los artículos 2 y 4 de

la Ley

contra

la Delincuencia Organizada
, para imputarles a éstos, el delito de asociación ilícita, pues existe un número mínimos de
participes con capacidad para ejercitar los actos, que se asociaron con un propósito en
común, la ejecución del el hecho delictivo que se les imputa. Es de tomar en cuenta, que de
conformidad con los elementos específicos de la figura delictiva de asociación ilícita, tal, y
como en su oportunidad lo consideró el ad quem, lo que se persigue es castigar la pertenencia
o participación en una asociación o banda delictiva, independientemente de los hechos
cometidos por éstas. De ahí que, los argumentos de los casacionistas no tenga fundamento
legal, como para poder revertir lo considerado por los Tribunales de la justicia ordinaria,
estimando, que al haberlos condenado por el delito relacionado, dichos tribunales, no
incurrieron en violación de las normas denunciadas como infringidas. Como consecuencia, el
recurso por el motivo de fondo invocado debe declararse improcedente.

LEYES APLICABLES
Artículos, 1º, 2º, 4º, 5º, 12, 17, 203 y 204 de
la Constitución Política

de

la República

de Guatemala; 3, 4, 5, 12, 14, 16, 20, 24 Bis, 37, 43 inciso 7º., 50, 160, 437, 438, 439 y 442
del Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de

la República

; 1, 9, 16, 57, 58, 74, 79 inciso a), 141, 142, 143, 149, 177 y 207 de

la Ley

del Organismo Judicial, Decreto 2-89 del Congreso de

la República.

POR TANTO
LA CORTE SUPREMA

DE JUSTICIA, CAMARA PENAL con base en lo considerado y leyes aplicadas,


resuelve: IMPROCEDENTE el recurso de casación por motivo de fondo interpuesto
por Gedeon Otoniel Pos Chaj y Edwin Osvaldo López Castillo, contra la sentencia de
dieciocho de abril de dos mil once, dictada por

la Sala Cuarta

de

la Corte

de Apelaciones del ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente. Notifíquese y con
certificación de lo resuelto, devuélvanse los antecedentes a su lugar de origen.
César Ricardo Crisóstomo Barrientos Pellecer, Magistrado Vocal Segundo, Presidente de
la Cámara

Penal

; Gustavo Adolfo Mendizábal Mazariegos, Magistrado Vocal Cuarto; Héctor Manfredo


Maldonado Méndez, Magistrado Vocal Quinto; Dimas Gustavo Bonilla, Magistrado Vocal
Décimo Tercero. Jorge Guillermo Arauz Aguilar, Secretario de

la Corte Suprema

de Justicia.

Sentencia nº 271-2011 de Corte


Suprema de Justicia - Penal de 9 de
Agosto de 2011
Actor: Yenifer Ester Grijalva Rodríguez

Demandado: Sala Segunda d ela Corte de Apelaciones Penal

Fecha de Resolución: 9 de Agosto de 2011

Emisor: Penal

inCompartir

RESUMEN

"...El argumento de la casacionista consiste en que, en cuanto al delito de obstrucción


extorsiva de tránsito, el Ministerio Público, en la acusación, no le imputó circunstancias
agravantes que sean susceptibles de graduar la pena a su límite máximo, por lo que se le
debió imponer la pena mínima de seis años de prisión que contempla el artículo 11 de la Ley
Contra la Delincuencia Organizada. Sobre este particular, es oportuno indicar que la
acusación no debe versar sobre tipos delictivos, ni sobre conceptos, sino sobre hechos, y es al
órgano jurisdiccional al que le corresponde encuadrar, en atención al principio iura novit curia,
dichos hechos en la figura delictiva, con las circunstancias que el mismo considere. De ahí
que, en el presente caso, la graduación de la pena no está fundamentada sobre conceptos
susceptibles de extraer de la acusación. El tribunal de sentencia basa su decisión sobre la
pena a imponer en la extensión e intensidad del daño, y en ningún momento, en cualquier otro
parámetro o circunstancias agravantes, como lo establece el artículo 65 del Código Penal. La
extensión e intensidad del daño a que se refiere este artículo, es obvio que no forma parte del
tipo delictivo y por lo mismo, no necesita acreditarse con los hechos de la acusación cuando
han sido probados en juicio, determinarlo, es una labor que puede desprenderse de los
hechos típicos. En este caso, esa extensión e intensidad es un hecho notorio, por el daño que
la obstrucción extorsiva de tránsito causa a la sociedad. En primer lugar, porque ha originado
en múltiples ocasiones que los empresarios y pilotos del transporte colectivo realicen paros
que afectan sensiblemente a los usuarios del mismo, por otra parte, ha puesto y pone en
riesgo la seguridad de los pasajeros, provocando un estado de inseguridad en ellos. El hecho
concreto del juicio, forma parte de una actividad muy en moda y extendida en la actualidad y
como tal, es causa en la parte que le corresponde de ese daño social. Adicionalmente, y ello
no es lo principal, puede originar el cierre de empresas, que ciertamente no podía acreditarse
en el presente caso, por no formar parte de la acusación, por lo que no debe tomarse como la
única explicación para fundamentar la determinación de la pena. Lo que sí se desprende de
esta acción delictiva, es el daño que produce a los propietarios de transporte en términos de
costos y de ingresos por los paros recurrentes que realizan los pilotos. Por lo anterior, carece
de sustento jurídico el reclamo de la recurrente, y por lo mismo, debe declararse improcedente
y así debe resolver el presente fallo..."

CONTENIDO

09/08/2011 – PENAL
271-2011

DOCTRINA
La extensión e intensidad del daño causado por la comisión de un ilícito penal, como
presupuesto graduador de la pena, según lo establece el artículo 65 del Código Penal, no
forma parte del tipo delictivo y por lo mismo, no necesita acreditarse con los hechos de la
acusación cuando éstos han sido probados en juicio, su determinación se obtiene de la labor
intelectiva de los hechos típicos.
Este es el caso cuando la sala de apelaciones confirma la decisión del a quo, al verificar que
fue la intensidad del daño la que le sirvió a éste para elevar la pena dentro del rango típico;
pues, debe apreciarse que la comisión del delito de obstrucción extorsiva de tránsito, por ser
una actividad de moda y extendida en la actualidad, es notorio que causa daño a la sociedad,
y principalmente al empresario, en términos de costos y de ingresos por los paros recurrentes
que realizan los pilotos de este servicio y el riesgo que corren quienes laboran en dicho
trasporte y los usuarios del mismo.
Por ello, carece de fundamento jurídico el reclamo del recurrente que, para graduar la pena,
se tomaron en cuenta circunstancias agravantes que no estaban indicadas en la acusación.
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CÁMARA PENAL: Guatemala, nueve de agosto de dos
mil once.
Se tiene a la vista para resolver el recurso de casación, interpuesto por la
procesada YENIFER ESTER GRIJALVA RODRÍGUEZ, contra la sentencia dictada por
la Sala Segunda

de

la Corte

de Apelaciones del ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, el trece de abril
de dos mil once, dentro del proceso seguido en su contra, por los delitos de obstrucción
extorsiva de tránsito y posesión para el consumo.

Intervienen en el recurso de casación, además de la interponente, el Ministerio Público.


I ANTECEDENTES
1. HECHOS ACREDITADOS: el veinticinco de enero de dos mil diez, aproximadamente a las
once horas con cuarenta y cinco minutos, en la parada de buses ubicada entre la treinta y
siete y treinta y ocho avenida, calzada Roosevelt, zona once de la ciudad de Guatemala, la
procesada Yenifer Ester Grijalva Rodríguez, asociada ilícitamente con “ Byron” y otras
personas, solicitó y exigió “ la renta del Byron” a Edvin Humberto Castro Cutz, supuesto
piloto de transporte, quien le entregó a dicha sindicada, una bolsa que contenía en su interior
un fajo de recortes de papel periódico y en cada uno de sus extremos un billete de moneda
nacional de la denominación de diez quetzales, simulando la cantidad de dos mil quinientos
quetzales. Desde el mes de enero de dos mil ocho, a los conductores de la empresa de buses
de transporte “ Transatélite” , por medio de llamadas telefónicas intimidatorias, les exigían la
cantidad de dos mil quinientos quetzales semanales, a cambio de permitirles circular en la vía
pública y de no matar a los pilotos o de no lanzarles un granada a los buses. En el momento
de su aprehensión, a la procesada se le incautó un blíster con dos punto tres gramos de
material sólido de color amarillento de la droga denominada cocaína.
2. FALLO DEL TRIBUNAL DE SENTENCIA: por unanimidad, condenó a la procesada Yenifer
Ester Grijalva Rodríguez, por la comisión de los delitos de obstrucción extorsiva (sic) y
posesión para el consumo. Consideró que, con los medios de prueba valorados, no queda
duda alguna sobre la participación y responsabilidad penal de la acusada, en los hechos que
le fueron formulados por el Ministerio Público, y detalló los hechos atribuidos.
Para imponer la pena, hizo referencia a lo regulado en el artículo 65 del Código Penal, y
estableció que, aplicando la lógica, el daño causado fue intenso al grado que por las
extorsiones desapareció la empresa, ocasionando un daño patrimonial a los dueños de
transporte y un daño laboral a los pilotos y ayudantes al quedarse éstos sin trabajo. Por el
delito de obstrucción extorsiva le impuso la pena de ocho años de prisión inconmutables.
3. RECURSO DE APELACIÓN ESPECIAL: contra lo resuelto por el tribunal de sentencia, la
condenada Yenifer Ester Grijalva Rodríguez interpuso recurso de apelación especial por
motivo de fondo, denunciando la violación del artículo 65 del Código Penal, en relación al
artículo 11 de
la Ley Contra

el Crimen Organizado (sic). Argumentó que el tribunal le impuso la pena de ocho años de
prisión inconmutables, por el delito de obstrucción extorsiva (sic), pese a que el órgano
encargado de la persecución penal no acreditó que existiera alguna circunstancia que permita
la agravación de la pena, sino que únicamente concurrieron las circunstancias propias del
delito por el que se le procesó; por ello, se le debe aplicar la pena mínima de seis años de
prisión que contempla el artículo 11 de

la Ley Contra

la Delincuencia Organizada.

4. SENTENCIA DE
LA SALA DE

APELACIONES: no acogió el recurso de apelación, hizo relación de los parámetros


establecidos en el artículo 65 del Código Penal, con lo acreditado por el tribunal, y concluyó
que la circunstancia de intensidad del daño causado fue la que definió el aumento del
parámetro mínimo para la imposición de la pena por el delito de obstrucción extorsiva de
tránsito, ya que dicha circunstancia se aprecia por cualidad y no por cantidad de
circunstancias o elementos, como lo pretende la recurrente, en virtud que afectó a diversas
personas, pero también a la sociedad, ya que creó desempleo al haberse cerrado una
empresa que generaba los mismos; por lo que debe tomarse en cuenta que la intensidad del
daño causado se mide por amplitud que produce el mismo, el cual, en este caso, es innegable
que ocasionó un daño profundo a las acciones cometidas por la acusada.

II RECURSO DE CASACIÓN
La procesada Yenifer Ester Grijalva Rodríguez interpuso recurso de casación por motivo de
fondo, invocando como caso de procedencia el contenido en el numeral 5 del artículo 441 del
Código Procesal Penal, que se refiere a: “ Si la resolución viola un precepto constitucional o
legal por errónea interpretación, indebida aplicación o falta de aplicación, cuando dicha
violación haya tenido influencia decisiva en la parte resolutiva de la sentencia o del auto.”
Denuncia la violación, por indebida aplicación, del artículo 65 del Código Penal, relacionado
con el artículo 11 de
la Ley Contra

la Delincuencia Organizada

, porque la sala consideró que la pena impuesta por el delito de obstrucción extorisiva de
tránsito, se encuentra dentro de las circunstancias previstas en el artículo 65 del Código
Penal, sosteniendo la pena de prisión de ocho años que le fue impuesta por la comisión de
dicho delito, situación que la obliga a permanecer por más tiempo en la cárcel, sin que el
órgano encargado de la acusación, haya imputado circunstancias agravantes que permitan el
aumento de la pena, por ello se le debe imponer la pena mínima.

III ALEGACIONES
Con ocasión del día y hora señalados para la vista pública, la casacionista y el Ministerio
Público reemplazaron por escrito su comparecencia, exponiendo argumentos de su interés.
CONSIDERANDO
I
El recurso de casación está dado en interés de la ley y la justicia, constituyendo un medio
de control para la corrección jurídica de los fallos de las Salas de Apelaciones, en cuanto a la
aplicación de la ley sustantiva y la observancia de las formas esenciales del proceso. El
tribunal de casación tiene como función armonizar los intereses descritos, partiendo por regla
de los hechos acreditados, circunscribiéndose a conocer los errores jurídicos contenidos en la
resolución impugnada.
II
El argumento de la casacionista consiste en que, en cuanto al delito de obstrucción
extorsiva de tránsito, el Ministerio Público, en la acusación, no le imputó circunstancias
agravantes que sean susceptibles de graduar la pena a su límite máximo, por lo que se le
debió imponer la pena mínima de seis años de prisión que contempla el artículo 11 de
la Ley Contra

la Delincuencia Organizada.

Sobre este particular, es oportuno indicar que la acusación no debe versar sobre tipos
delictivos, ni sobre conceptos, sino sobre hechos, y es al órgano jurisdiccional al que le
corresponde encuadrar, en atención al principio iura novit curia, dichos hechos en la figura
delictiva, con las circunstancias que el mismo considere. De ahí que, en el presente caso, la
graduación de la pena no está fundamentada sobre conceptos susceptibles de extraer de la
acusación.
El tribunal de sentencia basa su decisión sobre la pena a imponer en la extensión e
intensidad del daño, y en ningún momento, en cualquier otro parámetro o circunstancias
agravantes, como lo establece el artículo 65 del Código Penal. La extensión e intensidad del
daño a que se refiere este artículo, es obvio que no forma parte del tipo delictivo y por lo
mismo, no necesita acreditarse con los hechos de la acusación cuando han sido probados en
juicio, determinarlo, es una labor que puede desprenderse de los hechos típicos.
En este caso, esa extensión e intensidad es un hecho notorio, por el daño que la
obstrucción extorsiva de tránsito causa a la sociedad. En primer lugar, porque ha originado en
múltiples ocasiones que los empresarios y pilotos del transporte colectivo realicen paros que
afectan sensiblemente a los usuarios del mismo, por otra parte, ha puesto y pone en riesgo la
seguridad de los pasajeros, provocando un estado de inseguridad en ellos. El hecho concreto
del juicio, forma parte de una actividad muy en moda y extendida en la actualidad y como tal,
es causa en la parte que le corresponde de ese daño social.
Adicionalmente, y ello no es lo principal, puede originar el cierre de empresas, que
ciertamente no podía acreditarse en el presente caso, por no formar parte de la acusación, por
lo que no debe tomarse como la única explicación para fundamentar la determinación de la
pena. Lo que sí se desprende de esta acción delictiva, es el daño que produce a los
propietarios de transporte en términos de costos y de ingresos por los paros recurrentes que
realizan los pilotos.
Por lo anterior, carece de sustento jurídico el reclamo de la recurrente, y por lo mismo,
debe declararse improcedente y así debe resolver el presente fallo.
LEYES APLICADAS
Artículos citados, 1, 2, 203, 204, 211 de
la Constitución Política

de

la República

de Guatemala; 5, 7, 11, 16, 20, 21, 37, 43 numeral 7, 50, 160, 166, 437, 438, 439, 440, 442
del Código Procesal Penal; 1, 9, 16, 57, 58, 74, 75, 76, 79 inciso a, 141 inciso c, 142, 143, 147
y 149 de

la Ley

del Organismo Judicial.

POR TANTO
LA CORTE SUPREMA

DE JUSTICIA, CÁMARA PENAL, con base en lo considerado y leyes aplicadas, al resolver


DECLARA:IMPROCEDENTE el recurso de casación por motivo de fondo, interpuesto por la
procesada Yenifer Ester Grijalva Rodríguez. Notifíquese y con certificación de lo resuelto,
devuélvase los antecedentes a donde corresponda.

César Ricardo Crisóstomo Barrientos Pellecer, Magistrado Vocal Segundo, Presidente de


la Cámara

Penal

; Gustavo Adolfo Mendizábal Mazariegos, Magistrado Vocal Cuarto; Héctor Manfredo


Maldonado Méndez, Magistrado Vocal Quinto; Dimas Gustavo Bonilla, Magistrado Vocal
Décimo Tercero. Jorge Guillermo Aráuz Aguilar, Secretario de

la Corte

Suprema

de Justicia.
Sentencia nº 34-2011 de Corte
Suprema de Justicia - Penal de 29 de
Septiembre de 2011
Actor: Rolando Chen Xol

Demandado: Sala Sexta de la Corte de Apelaciones Penal

Fecha de Resolución: 29 de Septiembre de 2011

Emisor: Penal

inCompartir

RESUMEN

"...La conspiración es un acuerdo entre dos o más personas para cometer un delito. Éste es
un delito independiente del que se va a perpetrar, por lo que se castiga por separado. La
conspiración es un delito, aún cuando los actos planeados nunca hayan sido consumados. En
ese sentido, a través de los hechos acreditados, quedó demostrada la participación de los
procesados como también la necesaria participación conspirada de otras personas, que no se
han logrado identificar. De conformidad a lo probado, los hechos no surgieron de forma
espontánea, fueron el objetivo de la conspiración. Sin lugar a dudas, ésta existe como la
tipifica el artículo 3 inciso e.3) del Decreto 21-2006 del Congreso de la República, que señala,
comete el delito de conspiración, quien se concierta con otra u otras personas con el fin de
cometer uno o mas delitos. La pena establecida para este delito es igual a la señalada para el
delito que se conspira, independientemente de las penas asignadas a los delitos cometidos,
como el siguiente, e.3) Asesinato. Con los hechos acreditados, se establece que existió
concertación entre (…) los sindicados, y se colige que también existió concertación con el
comprador del niño y las demás personas no identificadas que intervinieron, cada uno tenía un
papel asignado en la comisión del ilícito. (…) Éste delito se consuma cuando se llega al
acuerdo, sin que sea necesario que se verifique o lleve a cabo algún acto preparatorio del
mismo. Es decir, la conspiración ya de por sí, es un acto preparatorio. En cambio si existiera
un acto ejecutivo se estaría en presencia de un delito en grado de tentativa, dependiendo de
su grado de ejecución. Estos delitos por su naturaleza son concebidos como actos
preparatorios punibles autónomos, incluso a la hora se ser juzgados pueden ser sancionados
con una pena mayor de la del delito conspirado, como sucede en otros países. De ahí que, si
dos o más personas conspiran para cometer un asesinato y después asesinan a alguien, cada
individuo involucrado es potencialmente culpable de dos delitos: conspiración para cometer
asesinato y el asesinato en sí, y cada uno recibirá la pena que señala la ley penal que
corresponda. En lo que atañe a la calificación de la conducta de los sindicados como
conspiradores para la comisión del delito de asesinato, se pone de relieve la coincidencia de
los relatos contenidos en los hechos probados de la Sentencia de primer grado. El punto que
resulta sumamente esclarecedor, es la definición considerada en la Ley contra la delincuencia
organizada, sobre el tipo penal, que aplicada a los hechos concretos encuadra de esta
manera: que los recurrentes se concertaron previamente entre sí, como con otras personas
para la ejecución, tanto del secuestro del menor, como de la muerte que consideraron
necesaria para encubrirse del mismo. En el caso de análisis se describe una situación de
actuación, premeditada, acordada, conspirada y ejecutada, razón por la cual, no puede
declararse infracción legal alguna, por parte de la Sala ni del tribunal sentenciador. De
consiguiente, este reproche casacional no puede prosperar por lo que se confirma la condena
por conspiración para el delito de asesinato, y por el asesinato mismo, por tomar parte activa y
directa en la ejecución de los mismos..."

CONTENIDO

29/09/2011 – PENAL
34-2011

DOCTRINA
La conspiración es un delito, que registra un acuerdo entre dos o más personas para cometer
otro delito. Éste es un delito independiente del que se va a perpetrar, se castiga por separado.
La conspiración es un delito, aún cuando los actos planeados no hayan sido consumados.
En el presente caso, se da la conspiración, porque uno de los sindicados concierta con otros,
tanto para plagiar a un niño para luego venderlo, como para asesinarlo y evitar ser
descubiertos, lo que finalmente se consuma, siendo todos los concertados responsables
de los mismos delitos.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CÁMARA PENAL: Guatemala, veintinueve de septiembre


dos mil once.
Se tiene a la vista para resolver el recurso de Casación por motivo de fondo interpuesto por
los procesados Francisco Rax Saquí y Rolando Chen Xol, contra la sentencia proferida por
la Sala Sexta

de

la Corte
de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente del
Departamento de Alta Verapaz el uno de diciembre de dos mil diez, por los delitos de
Asesinato y Conspiración para el Asesinato.

I. ANTECEDENTES
A) De los hechos acreditados, que configuran la existencia del delito y su calificación
jurídica.Francisco Rax Saqui le ofreció una cantidad de dinero a Antonio Chen Xol, para que
le llevara a un niño, que lo vendería a una tercera persona. El adolescente Antonio Chen Xol,
el día domingo ocho de marzo del año dos mil nueve como a eso de las diez horas con treinta
minutos, con engaños se llevó al niño César Armando CaalCacao de nueve años de edad con
rumbo a su residencia, ubicada en la comunidad Caquipec del municipio de Santa Catalina
La Tinta

, Alta Verapaz. El doce de marzo del año dos mil nueve, en virtud de un allanamiento,
inspección y registro en la residencia del señor Francisco Rax Saqui, se encontró la ropa
indicada y plenamente reconocida por Antonio Chen Xol. Luego de éstas
Francisco Rax Saqui, voluntariamente reconoció que juntamente con Rolando Chen Xol, al
enterarse de la denuncia ante la policía, ambos decidieron asesinar al niño y le dieron muerte.
Lo enterraron en una montaña al pie de un árbol. Que fue Rolando Chen Xol, quien lo
estranguló con una cuerda para amarrar zapatos. Ellos mismos guiaron a los miembros del
COCODE y demás miembros de la comunidad, a los agentes de

la Policía Nacional

Civil y Personal del Ministerio Público, hacía el lugar donde habían enterrado al niño. Al llegar
al lugar, tanto Rolando Chen Xol como Francisco Rax Saqui, señalaron exactamente el lugar
donde habían enterrado al niño y posteriormente se procedió a desenterrarlo.

El tribunal sentenciador decidió la condena de los sindicados con base en la prueba


testimonial, pericial, material, y documental valorados positivamente, en el juicio y calificó los
hechos como asesinato y conspiración para cometer el delito de asesinato. En lo que importa
para la decisión del recurso de casación planteado, la base para condenar por conspiración
está dada, por las declaraciones testimoniales, y en forma relevante con la de los agentes de
policía William Adolfo Reyna Ramos y Lester Efrain Mejía Castillo. El primero que recuerda a
un adolescente que reconoció al sindicado del secuestro del niño, posteriormente apareció
otra persona que había participado en el hecho, además ingresó la otra persona, cuando
empezaron a culparse del mismo, que lo habían secuestrado con la intención de venderlo, y
con ayuda de ellos mismos se dio con el paradero del niño.
B) De
la Resolución

del Tribunal de Sentencia. Para efectos de decidir sobre el presente caso, se relaciona
solamente los razonamientos atinentes a la fundamentación para calificar el delito de
conspiración. El tribunal parte de la definición legal,

la Ley

contra la delincuencia organizada, establece que existe este delito, y lo realiza quien se
concierte con otra u otras personas con el fin de cometer uno o más delitos de los enunciados
en el presente artículo. Las penas a imponer a cada persona por conspiración serán las
mismas señaladas para el delito que se conspira, independiente de las penas asignadas a los
delitos cometidos. Del debate se concluye que existen grupos organizados dedicados a la
compra y venta de niños. El haber encargado la consecución de un niño para venderlo a otras
personas, comprueba que además de los acusados, existen otras personas en la negociación.
Esta conducta encuadra en lo tipificado como conspiración, por lo que se condenó a
FranciscoRax Saquí y a Rolando Chen Xol por el delito de Asesinato, imponiéndoles la pena
de cincuenta años de prisión inconmutables; y por el delito de Conspiración para el asesinato,
la pena cincuenta años de prisión inconmutables.

C) Del recurso de apelación especial: Los procesados Francisco Rax Saquí y Rolando
Chen Xol, interponen recurso de Apelación Especial por motivos de forma y fondo, contra la
sentencia de fecha nueve de julio de dos mil diez. Para efectos de conocer y resolver la
casación planteada, se relaciona solamente el motivo de fondo. Denuncian errónea aplicación
del artículo 3 de
la Ley Contra

la Delincuencia Organizada.

El agravio que reclama, es que al aplicar erróneamente una norma jurídica sustantiva, se les
agrava con la imposición de una pena principal privativa de la libertad al no ser ellos mismos
miembros o pertenecer a un grupo de la delincuencia organizada e imponerles cincuenta años
de prisión por el delito de Conspiración, extremo que según los recurrentes, no fue probado en
juicio.

D) De
la Sentencia

del Tribunal de Apelación Especial.

La Sala

al resolver advierte que, a los sindicados Francisco Rax Saquí y Rolando Chen Xol, no les
asiste la razón jurídica, pues,

la Sentencia

está basada en los razonamientos de conformidad a las pruebas incorporadas al proceso. El


numeral romanos III) se refiere a la determinación clara, precisa y circunstanciada del hecho
que el Tribunal estima acreditado, donde se basan los razonamientos para condenar a los
sindicados, haciendo una breve reconstrucción, donde Francisco Rax Saquí ofreció dinero a
Antonio Chen Xol, para que llevara un niño, que luego venderían a una tercera persona. Que
fue Rolando Chen Xol, quien lo estranguló con una cuerda para amarrar zapatos, y fueron los
sindicados los que guiaron hacía el lugar donde habían enterrado al niño CÉSAR ARMANDO
CAAL CACAO, por lo que para el tribunal de alzada no existe inobservancia del artículo 11
Bis, relacionado con los artículos 385, 389 numeral 4) del Código Procesal Penal, porque
existe la motivación, por lo que el único sub motivo de forma no debe acogerse.

II. RECURSO DE CASACIÓN


Los procesados Francisco Rax Saquí y Rolando Chen Xol, interponen recurso de Casación
por motivo de fondo, contra la sentencia proferida por
la Sala Sexta

de

la Corte

de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente del


Departamento de Alta Verapaz, el uno de diciembre de dos mil diez, por los delitos de
Asesinato y Conspiración para el Asesinato. Invocan motivo de procedencia contenido en el
numeral 5 del artículo 441 del Código Procesal Penal. Denuncian Indebida aplicación
del artículo 3 en relación con el artículo 2, ambos de

la Ley

contra la delincuencia organizada, relacionado con los artículos 2, 12, y 17 de

la Constitución Política

de

la República

de Guatemala; 35, 36 y 62 del Código Penal. Reclaman que el tribunal de sentencia no logró
acreditar o probar, la concertación para cometer un delito. Se entiende que se comete el
delito de conspiración quien se concierte con otra u otras personas con el fin de cometer uno o
más delitos, pero, toda vez se consuma el delito para el que se conspira, éste subsume la
conspiración. Al interpretar el artículo 17 del Código Penal se establece que

la Conspiración

la Proposición

son actos preparativos para la comisión y posterior consumación de un delito.

El agravio que se reclama es que


la Sala Sexta

de

la Corte

de Apelaciones dicta una sentencia que no acoge el recurso de apelación especial interpuesto
y continúa con el error jurídico del Tribunal Sentenciador, al condenarlos a cien años, con la
imposición de una pena principal privativa de libertad, al no ser ellos mismos miembros o
pertenecer a un grupo de delincuencia organizada, y sin embargo les impone cincuenta años
de prisión por el delito de conspiración. Derivado de lo anterior la sala de apelaciones
confirma el fallo subido en grado.
ALEGACIONES
Admitido para su trámite el recurso de casación, se señaló día y hora para la vista pública,
reemplazando el Ministerio Público, a través del Agente Fiscal Vielmar Bernaú Hernández
Lemus, la participación oral mediante la presentación de alegatos escritos, y señaló las
consideraciones que a su interés concernió.
CONSIDERANDO
-I-
Cuando se recurre en casación por motivo de fondo, el único referente fáctico para decidir su
justeza, son los hechos acreditados, debiéndose concretar la labor de esta Cámara, a la
revisión de la adecuada subsunción típica de hechos acreditados y norma aplicada.
-II-
Los casacionistas reclaman la indebida aplicación de
la Ley Sustantiva.

La Sala

al no acoger la apelación especial, continúa con el error jurídico del Sentenciador, de haberles
impuesto la pena de cien años prisión, pues, sin ser miembros de delincuencia organizada,
han recibido la pena de prisión por cincuenta años por el delito de conspiración y cincuenta
años por el delito de asesinato.

La conspiración es un acuerdo entre dos o más personas para cometer un delito. Éste es un
delito independiente del que se va a perpetrar, por lo que se castiga por separado. La
conspiración es un delito, aún cuando los actos planeados nunca hayan sido consumados.
En ese sentido, a través de los hechos acreditados, quedó demostrada la participación de los
procesados como también la necesaria participación conspirada de otras personas, que no se
han logrado identificar. De conformidad a lo probado, los hechos no surgieron de forma
espontánea, fueron el objetivo de la conspiración. Sin lugar a dudas, ésta existe como la
tipifica el artículo 3 inciso e.3) del Decreto 21-2006 del Congreso de
la República

, que señala, comete el delito de conspiración, quien se concierta con otra u otras personas
con el fin de cometer uno o mas delitos. La pena establecida para este delito es igual a la
señalada para el delito que se conspira, independientemente de las penas asignadas a los
delitos cometidos, como el siguiente, e.3) Asesinato. Con los hechos acreditados, se establece
que existió concertación entre el menor Antonio Chen Xoly los sindicados, y se colige que
también existió concertación con el comprador del niño y las demás personas no identificadas
que intervinieron, cada uno tenía un papel asignado en la comisión del ilícito. Se verificó la
presencia de los acusados en el lugar y tiempo en que se consumó el hecho delictivo. Se
probó que Antonio Chen Xol contactó al menor César Armando Caal Cacao, que se lo llevó a
Francisco Rax Saquí, y al no obtener el pago convenido, lo regresa, cuando es sorprendido en
el camino y le es arrebatado el menor, por parte de Rax Saquí. La denuncia ante las
autoridades respectivas por parte de los padres de la víctima. Los acontecimientos en la
comunidad por el hecho mismo. Del allanamiento, y su resultado. Los indicios encontrados,
que concatenados con los testimonios, y los otros medios de prueba, se llega a la conclusión
de la comisión del delito de Conspiración, de conformidad a la ley. Éste delito se consuma
cuando se llega al acuerdo, sin que sea necesario que se verifique o lleve a cabo algún acto
preparatorio del mismo. Es decir, la conspiración ya de por sí, es un acto preparatorio. En
cambio si existiera un acto ejecutivo se estaría en presencia de un delito en grado de tentativa,
dependiendo de su grado de ejecución. Estos delitos por su naturaleza son concebidos como
actos preparatorios punibles autónomos, incluso a la hora se ser juzgados pueden ser
sancionados con una pena mayor de la del delito conspirado, como sucede en otros países.
De ahí que, si dos o más personas conspiran para cometer un asesinato y después asesinan
a alguien, cada individuo involucrado es potencialmente culpable de dos delitos: conspiración
para cometer asesinato y el asesinato en sí, y cada uno recibirá la pena que señala la ley
penal que corresponda.

En lo que atañe a la calificación de la conducta de los sindicados como conspiradores para la


comisión del delito de asesinato, se pone de relieve la coincidencia de los relatos contenidos
en los hechos probados de
la Sentencia

de primer grado. El punto que resulta sumamente esclarecedor, es la definición considerada


en

la Ley

contra la delincuencia organizada, sobre el tipo penal, que aplicada a los hechos concretos
encuadra de esta manera: que los recurrentes se concertaron previamente entre sí, como con
otras personas para la ejecución, tanto del secuestro del menor, como de la muerte que
consideraron necesaria para encubrirse del mismo.

En el caso de análisis se describe una situación de actuación, premeditada, acordada,


conspirada y ejecutada, razón por la cual, no puede declararse infracción legal alguna, por
parte de
la Sala

ni del tribunal sentenciador. De consiguiente, este reproche casacional no puede prosperar por
lo que se confirma la condena por conspiración para el delito de asesinato, y por el asesinato
mismo, por tomar parte activa y directa en la ejecución de los mismos.

DISPOSICIONES LEGALES APLICADAS


Artículos citados y: 1, 2, 3, 16, 17, 29, 12, 203, 204, 211 de
la Constitución Política

de

la República

de Guatemala; 1, 10, 11, 17, 19, 20, 35, 36 numeral 4), 132 del Código Penal; 1, 3 de

la Ley
contra la delincuencia organizada; 1, 5, 6, 7, 11, 11 Bis, 14, 16, 20, 21, 37, 43 numeral 7, 50,
160, 166, 437, 438, 439, 441, 442 del Código Procesal Penal; 1, 9, 16, 57, 58, 74, 75, 76, 79
inciso a, 141 inciso c, 142, 143, 147 y 149 de

la Ley

del Organismo Judicial.

POR TANTO
LA CORTE SUPREMA

DE JUSTICIA, CAMARA PENAL; con base en lo considerado y leyes aplicadas, al


resolver DECLARA: I) IMPROCEDENTE el recurso de Casación por motivo de fondo,
interpuesto por los procesados Francisco RaxSaquí y Rolando Chen Xol, contra la sentencia
proferida por

la Sala Sexta

de

la Corte

de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente del


Departamento de Alta Verapaz, el uno de diciembre de dos mil diez, por los delitos de
Asesinato y Conspiración para el Asesinato II) NOTIFÍQUESE, y con certificación de lo
resuelto, devuélvanse los antecedentes a donde corresponda.

César Ricardo Crisóstomo Barrientos Pellecer, Magistrado Vocal Segundo, Presidente de

Sentencia nº 1201-2012 de Corte


Suprema de Justicia - Penal de 25 de
Junio de 2012
Actor: Luis Erickson Rodríguez Alvarado

Demandado: Sala Tercera de la Corte de Apelaciones Penal

Fecha de Resolución: 25 de Junio de 2012


Emisor: Penal

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RESUMEN

"...La denuncia del casacionista se circunscribe en el reclamo de una errónea calificación


jurídica de los hechos acreditados, que él lo traduce como una violación del artículo 10 del
Código Penal, que establece la relación de causalidad. Al descender a la plataforma fáctica,
se encuentra que el tribunal sentenciante acreditó que el sindicado, hoy casacionista, accesó
a los registros de cuentahabientes de Banrural, sin que fuera requerido ni autorizado por los
cuentahabientes. Esta información le habría servido para escanear las firmas de dichas
personas y obtenido el monto de los saldos de cada una de sus cuentas. Con estos datos se
imprimieron cheques, se falsificaron las firmas correspondientes a los mismos y se emitieron a
nombre de seis distintas personas, siendo cobrados en diferentes fechas y agencias del banco
afectado. Estos hechos fueron tipificados por el sentenciante con las figuras penales de:
manipulación de información en forma continuada, estafa propia en forma continuada, uso de
información en forma continuada, conspiración para la estafa y asociación ilícita, en concurso
real.(...) Respecto del reclamo dirigido a la subsunción típica en el delito de conspiración,
Cámara Penal toma en consideración que el recurso de casación está dado también en
interés de la justicia, y que el mismo constituye un medio de control para la corrección jurídica
de los fallos de las salas de apelaciones. De esa cuenta, respecto de este punto litigioso toma
como base el criterio asumido en los fallos ochocientos cuarenta y ocho dos mil doce, mil
novecientos veintiocho, dos mil treinta y uno y dos mil ciento cincuenta y ocho dos mil once,
(848-2012, 1928-2011, 2031-2011 y 2158-2011) de fechas tres de febrero, seis de marzo y
veintitrés de abril de dos mil doce, en los que se consideró que el delito de conspiración está
regulado para aplicarse en el caso que el delito por el que se conspira no llegue a realizarse,
pues de otro modo, un mismo hecho con relevancia penal estaría penándose dos veces. Ello
porque si el delito se realiza por varias personas, éstas necesitan concertarse previamente y
por tanto, siempre que se ejecute lo concertado, estarían violando las normas aplicadas por el
sentenciante, siendo que la concertación aparece como elemento implícito en el delito, pues
de otro modo, no se explicaría cómo lo realizan en conjunto. El delito de conspiración es una
figura que exige prueba independiente, y ésta no se puede desprender de la consumación del
delito por el cual se supone conspiraron los sujetos activos, por ello, la consumación del delito
de conspiración es permanente mientras lo planificado aún no se ha realizado. Partiendo de
los hechos acreditados, no tiene sustento jurídico haber condenado al acusado por el delito de
conspiración, ya que el acuerdo o concertación entre los involucrados en el delito consumado,
constituye una parte integrante del delito mismo. En cuanto a los otros tipos delictivos
aplicados, (uso de información en forma continuada, estafa propia en forma continuada y
asociación ilícita), Cámara Penal estima que, fueron aplicados con correcto fundamento
jurídico, pues el tribunal sentenciador acreditó, y así lo avaló la Sala de Apelaciones, que el
acusado utilizó información contenida en el banco para establecer los movimientos bancarios
y los fondos de los depositantes, en cuyos cheques los copartícipes del sindicado engañaron a
las personas al sustraer los cheques de sus chequeras, cuando éstas les eran entregadas, y
al tenerlos en su poder les insertaron la información que poseían, logrando así cobrarlos. De
esos hechos se determina que el sindicado y las otras personas que participaron en la
ejecución de los hechos, constituyeron una organización con cierta permanencia y distribución
de funciones, porque de otro modo no se hubiera realizado la estafa continuada, afectando el
patrimonio de diferentes personas en sus cuentas, en diferentes fechas y agencias bancarias.
Lo anterior lleva a concluir que los hechos acreditados al encartado realizan los supuestos
fácticos contenidos en los artículos 4 de la Ley contra la Delincuencia Organizada, 263 y 274 F
del Código Penal, y establecen su relación causal con el resultado pernicioso, pues el conjunto
de los delitos, aunque temporalmente aparezcan como realizados en distintos hechos, tienen
una unidad jurídica determinada por el ánimo de la estafa propia. En esa virtud, es claro que
un mismo hecho violó diversas normas jurídicas, por lo que debe aplicarse el concurso ideal
de delitos regulado en el artículo 70 del Código Penal. Es por ello que, debe declararse
parcialmente procedente el recurso de casación interpuesto y así deberá hacerse constar en
la parte resolutiva del presente fallo. Por no haberse acreditado alguno de los presupuestos
que establece el artículo 65 del Código Penal, para graduar la pena, se debe aplicar la mínima
del rango del tipo, correspondiente al delito de asociación ilícita, y por la aplicación del
concurso ideal, aumentarla en una tercera parte, aplicando las reglas que establecen los
artículos 65, 66 y 70 del Código Penal y así deberá hacerse constar en la parte declarativa del
presente fallo..."

CONTENIDO

25/06/2012 – PENAL
1201-2012

DOCTRINA
No debe aplicarse el delito de conspiración, cuando el delito por el que se conspira llega a
realizarse, ya que de ser así, estaría castigándose dos veces un mismo hecho.
Este es el caso cuando, habiéndose acreditado que fue cometido el delito de estafa propia en
forma continuada, no deben sancionarse conjuntamente con el delito de conspiración, ya que
se trata de un delito consumado.

Cuando el conjunto de los delitos, aunque temporalmente aparezcan realizados en distintos


momentos, pero con un mismo fin resolutorio, deben ser sancionados aplicando el concurso
ideal de delitos. Este es el caso cuando, habiendo realizado acciones que se encuadran en
los delitos de uso de información en forma continuada, y de asociación ilícita,
corresponde sancionarlos en concurso ideal por el delito principal consistente en el de
estafa propia en forma continuada, pues quedó acreditado que el acusado y otras personas
prepararon las condiciones para cometer éste delito.

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, CÁMARA PENAL. Guatemala, veinticinco de junio de dos


mil doce. Se resuelve el recurso de casación por motivo de fondo interpuesto por el acusado
Luis Erickson Rodríguez Alvarado, en contra de la sentencia dictada el trece de marzo de dos
mil doce, por
la Sala Tercera

de

la Corte

de Apelaciones del ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, en el proceso


penal que por los delitos de: manipulación de información en forma continuada; uso de
información en forma continuada, estafa propia en forma continuada, conspiración y
asociación ilícita, se tramitan en su contra. Intervienen en el proceso, el acusado, con el auxilio
del abogado Hugo Cardona Rojas del Instituto de

la Defensa Pública

Penal; el Ministerio Público representado por el abogado Milton Tereso García Secayda de

la Unidad

de Impugnaciones. Querellante Adhesivo y actor civil, Banco de Desarrollo Rural, Sociedad


Anónima, por medio de su representante legal Víctor Rogelio López Villeda, actor civil

la Procuraduría General

de

la Nación

representada por la abogada Mirna Irosema Rodríguez Rivera, de

la Unidad

de Abogacía del Estado, Área Penal.

I. ANTECEDENTES
A) DE LOS HECHOS ACREDITADOS.
En las fechas dieciocho de julio, doce, dieciséis, veintidós, veintitrés, veinticuatro, veinticinco
veintiséis y veintinueve de septiembre, uno, dos y seis de octubre de dos mil ocho, el
acusado prestaba sus servicios como “ Plataforma” en
la Sección

de Servicios de atención al cliente, de la agencia del Banco de Desarrollo Rural, Sociedad


Anónima, ubicada en el interior de la sede del Ministerio de Economía, zona trece de esta
ciudad y el nueve de octubre del mismo año en la agencia del mismo banco, situada en el
Centro Comercial Metro Norte zona diecisiete de esta ciudad, circunstancia que aprovechó y
sin requerimiento ni autorización, en los horarios comprendidos entre las ocho y las diecisiete
horas, ingresó a los archivos informáticos de dicha entidad bancaria por medio de
supassword o clave “ lerl y consultó el saldo, firmas registradas e información de las personas
titulares de varias cuentas de depósitos monetarios. Dicha información la proporcionó a
terceras personas, quienes mediante ardid, realizaron rasgos característicos de las firmas de
los cuentahabientes en varios cheques, los que cobraron insertándoles cantidades que se
encontraban depositadas en las cuentas. La entidad bancaria fue inducida a cometer error, al
creer que esos cheques eran girados por los verdaderos titulares de las cuentas, lo que
provocó defraudación en su patrimonio, al haber reintegrado a los cuentahabientes las
cantidades de dinero defraudadas. El acusado participó en esas actividades al haber
proporcionado a sus copartícipes información sin la cual no hubieran podido materializar las
acciones ilícitas.

B) DE
LA RESOLUCIÓN DEL

TRIBUNAL DE SENTENCIA.

El Tribunal Décimo de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, en


sentencia dictada el tres de junio de dos mil once, absolvió al acusado del delito de
manipulación de información en forma continuada y lo condenó por los delitos de: a) uso de
información en forma continuada y le impuso la pena de un año con cuatro meses de prisión y
multa de mil seiscientos quetzales, ambas ya aumentadas en una tercera parte; b) estafa
propia en forma continuada, por el que le impuso la pena de un año con cuatro meses de
prisión conmutables y multa de mil seiscientos quetzales, ambas ya aumentadas en una
tercera parte; c) conspiración para la estafa, imponiéndole un año de prisión conmutable, y d)
asociación ilícita, por el que le impuso seis años de prisión inconmutables.
La conmuta de las penas la fijó a razón de cinco Quetzales por cada día de prisión. Las penas
de multa deberá cancelarlas el penado dentro de los tres días de estar firme el fallo, y en caso
de insolvencia se convertirán en un día de prisión por cada cien quetzales dejados de pagar.
C) DEL RECURSO DE APELACIÓN ESPECIAL.
Contra la sentencia del Tribunal de Juicio, el acusado interpuso recurso de apelación especial
por motivos de forma y fondo.
Para los motivos de forma denunció la vulneración de los artículos 11 Bis, 186 y 385 del
Código Procesal Penal, por inobservancia de las reglas de la sana crítica razonada,
específicamente el principio identidad, y la experiencia común en las declaraciones
testimoniales de Víctor Rogelio López Villeda, Mirna Noemí ChilinMéndez de Cifuentes,
Victoriano Mateo Méndez y José Leonardo Menéndez Castillo, personeros del Banco de
Desarrollo Rural, las que serían contradictorias en cuanto al hecho consistente en la activación
de la información en la estructura de la plataforma con el escaneo de la impresión digital
del cuentahabiente; pese a ello, el tribunal les concedió valor. No se comprobó su
participación en relación con la obtención de los cheques, como tampoco qué persona fue la
que verificó las firmas, quién obtuvo la autorización para el pago de los cheques mayores de
cinco mil quetzales, así como los demás hechos contenidos en la acusación. No es
posible que haya realizado todas las acciones derivadas de la estafa, conspiración y
asociación, sin que existieran más personas sujetas a investigación. El escaneo de su
impresión digital era sumamente necesario para acceder a la información patrimonial bancaria
y para la identificación de las personas.
Motivo de Fondo. Denunció la inobservancia de los artículos 7, 10 y 25 literal b) del Código
Penal. Expuso el apelante que su actuar lo realizó con sujeción a la obediencia debida y
las limitaciones de medidas de seguridad. No se probó que sustrajera del banco los cheques,
que los firmara y los presentara para su cobro, ni que hubiere obtenido la autorización de
los cuentahabientes para pagar los cheques mayores a cinco mil quetzales. Su trabajo se
circunscribía a la prestación de servicios y atención a los clientes del banco, quienes
autorizaban su labor a través de la impresión digital en el escáner respectivo, como lo indica el
manual de operación de la institución bancaria, que como orden de funcionamiento el mismo
empleador le otorgó, la que está revestida de legalidad y amparada bajo el reglamento interno
de trabajo.
D) DE
LA SENTENCIA DE

APELACIÓN ESPECIAL.

La Sala Tercera

de

la Corte

de Apelaciones del ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, en sentencia


dictada el trece de marzo de dos mil doce, declaró improcedente el recurso planteado.

En criterio de
la Sala

, el acusado debió realizar en el debate las repreguntas que hubiese considerado oportunas
para aclarar todas las dudas en relación a las contradicciones y repreguntar a los testigos,
para que los jueces valoraran la tesis de la acusación confrontada con la de la defensa, previo
a emitir el razonamiento final. Al revisar la logicidaddel fallo del Tribunal de Juicio, encontró
que en relación a la valoración de la prueba, el A quo realizó un análisis adecuado de la
misma y utilizó su experiencia, la lógica y el debido razonamiento. Del análisis
delsentenciante se desprende que existe una red de personas a lo interno y externo del
banco que, debidamente confabuladas, defraudaron tanto a la entidad bancaria como a
particulares, haciéndoles pasar momentos difíciles al evidenciar que sus cuentas habían sido
saqueadas sin justa causa. El Tribunal de Juicio encontró suficientes elementos probatorios
que confrontados con la plataforma fáctica, le llevaron a concluir que la acción del procesado
fue precisa para cometer el delito más allá de que si deben procesar o no a más personas,
que es lo que interesa en este caso al derecho penal en cuanto a la conducta reprochable. En
tal sentido, no encontró vulneración a ninguna de las reglas de la lógica, y la
sentencia, aunque mínima, contiene la fundamentación necesaria para ser sostenible y por lo
tanto no determinaron que en el mismo exista injusticia notoria.

Motivo de fondo.
La Sala

determinó que existe la relación de causalidad, porque la conducta del procesado está
plenamente determinada en el Código Penal, por lo tanto no puede alegarse que los jueces
hayan creado figuras por analogía. Se da la relación de causalidad porque su responsabilidad
se determinó por la función que desarrollaba dentro del banco, lo que permitió
al sentenciante arribar a la conclusión que sin su participación no hubiera sido posible realizar
el delito. En ese sentido no existe la menor duda que su acción fue idónea para producir el
resultado, en el que participaron otras personas.
La insuficiencia en la investigación del Ministerio Público que el apelante alegó, no puede ser
tomada en cuenta como una circunstancia que sirva para eximirle de responsabilidad por la
imputación penal planteada en su contra. En relación a la obediencia debida, el
ad quem encontró que no se probó que ningún superior jerárquico hubiere ordenado al
acusado realizar la acción. Además, si la orden hubiese sido manifiestamente prohibida, el
procesado hubiese tenido que denunciar a su jefe tal circunstancia, que lo convertiría en
agraviado de esta acción.
II. MOTIVO DEL RECURSO DE CASACIÓN
El procesado Luis Erickson Rodríguez Alvarado, interpone recurso de casación por motivo de
fondo, fundamentándose en el caso de procedencia contenido en el numeral 5) del artículo
441 del Código Procesal Penal. Denuncia vulnerado por indebida aplicación del artículo
10 del Código Penal.
Argumentaciones del recurrente. Los hechos acreditados por el sentenciante no son
constitutivos de las acciones que describen los artículos 2, 3 y 4 de
la Ley

contra

la Delincuencia Organizada

y 263 del Código Penal.

Para la comisión de los delitos de conspiración y asociación ilícita se requiere la existencia de


un grupo delictivo organizado, estructurado y conformado de tres o más personas, con
existencia durante cierto tiempo, y concertados entre sí. En el hecho que el tribunal de
sentencia tuvo por acreditado no se describe la existencia real de dichos elementos objetivos,
es por ello que no se da la relación de causalidad. Se menciona a varias personas que
cobraron los cheques de los cuentahabientes del banco, pero no se estableció su existencia
como componentes de un grupo organizado para delinquir. Respecto del delito de estafa, la
norma indica que la acción desplegada debe tener un propósito lucrativo por parte del sujeto
activo del delito, en perjuicio del sujeto pasivo a través de engaño o ardid que se realiza para
defraudarlo en su patrimonio. Si bien se estableció que Banrural resultó afectado en su
patrimonio, porque pagó a los cuentahabientes las sumas de dinero cobradas de sus cuentas,
no quedó acreditado que el acusado hubiere recibido un beneficio personal de ese dinero,
debido a que por la insuficiente investigación que realizó el Ministerio Público no
se acreditaron los elementos objetivos de los ilícitos penales que se le atribuyen. Su
pretensión es que se corrija el vicio denunciado y se le absuelva de los delitos de
conspiración, asociación ilícita y estafa propia continuada.
III. DEL DÍA DE
LA VISTA

Admitido para su trámite el recurso de casación, se señaló el veinticinco de junio de dos mil
doce a las doce horas para la realización de la vista pública, diligencia oral que fue
reemplazada con la presentación de alegatos escritos, en los que los sujetos procesales
realizaron las argumentaciones y peticiones concernientes a sus respectivos intereses.
CONSIDERANDO
-I-
Cuando se resuelve un motivo de fondo, debe realizarse un ejercicio intelectivo que permita
establecer la relación entre hechos acreditados y norma penal sustantiva aplicada, para
verificar la corrección jurídica de la tipificación y la relación de causalidad que subyace en esta
calificación. La denuncia del casacionista se circunscribe en el reclamo de una errónea
calificación jurídica de los hechos acreditados, que él lo traduce como una violación del
artículo 10 del Código Penal, que establece la relación de causalidad.
-II-
Al descender a la plataforma fáctica, se encuentra que el tribunal sentenciante acreditó que el
sindicado, hoycasacionista, accesó a los registros de cuentahabientes de Banrural, sin que
fuera requerido ni autorizado por los cuentahabientes. Esta información le habría servido para
escanear las firmas de dichas personas y obtenido el monto de los saldos de cada una de sus
cuentas. Con estos datos se imprimieron cheques, se falsificaron las firmas correspondientes
a los mismos y se emitieron a nombre de seis distintas personas, siendo cobrados en
diferentes fechas y agencias del banco afectado.
Estos hechos fueron tipificados por el sentenciante con las figuras penales de: manipulación
de información en forma continuada, estafa propia en forma continuada, uso de información en
forma continuada, conspiración para la estafa y asociación ilícita, en concurso real.
El casacionista argumenta que estos hechos no realizan los supuestos fácticos de las normas
aplicadas y en consecuencia, no se produce la relación de causalidad.
Respecto del reclamo dirigido a la subsunción típica en el delito de conspiración, Cámara
Penal toma en consideración que el recurso de casación está dado también en interés de la
justicia, y que el mismo constituye un medio de control para la corrección jurídica de los fallos
de las salas de apelaciones. De esa cuenta, respecto de este punto litigioso toma como base
el criterio asumido en los fallos ochocientos cuarenta y ocho dos mil doce, mil novecientos
veintiocho, dos mil treinta y uno y dos mil ciento cincuenta y ocho dos mil once, (848-2012,
1928-2011, 2031-2011 y 2158-2011) de fechas tres de febrero, seis de marzo y veintitrés de
abril de dos mil doce, en los que se consideró que el delito de conspiración está regulado
para aplicarse en el caso que el delito por el que se conspira no llegue a realizarse, pues de
otro modo, un mismo hecho con relevancia penal estaría penándose dos veces. Ello porque si
el delito se realiza por varias personas, éstas necesitan concertarse previamente y por tanto,
siempre que se ejecute lo concertado, estarían violando las normas aplicadas por
el sentenciante, siendo que la concertación aparece como elemento implícito en el delito, pues
de otro modo, no se explicaría cómo lo realizan en conjunto.
El delito de conspiración es una figura que exige prueba independiente, y ésta no se puede
desprender de la consumación del delito por el cual se supone conspiraron los sujetos activos,
por ello, la consumación del delito de conspiración es permanente mientras lo planificado aún
no se ha realizado. Partiendo de los hechos acreditados, no tiene sustento jurídico haber
condenado al acusado por el delito de conspiración, ya que el acuerdo o concertación entre
los involucrados en el delito consumado, constituye una parte integrante del delito mismo.
En cuanto a los otros tipos delictivos aplicados, (uso de información en forma continuada,
estafa propia en forma continuada y asociación ilícita), Cámara Penal estima que, fueron
aplicados con correcto fundamento jurídico, pues el tribunal sentenciador acreditó, y así lo
avaló
la Sala

de Apelaciones, que el acusado utilizó información contenida en el banco para establecer los
movimientos bancarios y los fondos de los depositantes, en cuyos cheques los copartícipes
del sindicado engañaron a las personas al sustraer los cheques de sus chequeras, cuando
éstas les eran entregadas, y al tenerlos en su poder les insertaron la información que
poseían, logrando así cobrarlos. De esos hechos se determina que el sindicado y las otras
personas que participaron en la ejecución de los hechos, constituyeron una organización con
cierta permanencia y distribución de funciones, porque de otro modo no se hubiera realizado
la estafa continuada, afectando el patrimonio de diferentes personas en sus cuentas, en
diferentes fechas y agencias bancarias. Lo anterior lleva a concluir que los hechos acreditados
al encartado realizan los supuestos fácticos contenidos en los artículos 4 de

la Ley

contra

la Delincuencia Organizada

, 263 y

274 F

del Código Penal, y establecen su relación causal con el resultado pernicioso, pues el conjunto
de los delitos, aunque temporalmente aparezcan como realizados en distintos hechos, tienen
una unidad jurídica determinada por el ánimo de la estafa propia. En esa virtud, es claro que
un mismo hecho violó diversas normas jurídicas, por lo que debe aplicarse el concurso ideal
de delitos regulado en el artículo 70 del Código Penal. Es por ello que, debe declararse
parcialmente procedente el recurso de casación interpuesto y así deberá hacerse constar en
la parte resolutiva del presente fallo. Por no haberse acreditado alguno de los presupuestos
que establece el artículo 65 del Código Penal, para graduar la pena, se debe aplicar la mínima
del rango del tipo, correspondiente al delito de asociación ilícita, y por la aplicación del
concurso ideal, aumentarla en una tercera parte, aplicando las reglas que establecen los
artículos 65, 66 y 70 del Código Penal y así deberá hacerse constar en la parte declarativa del
presente fallo.

LEYES APLICADAS
Artículos citados y: 12, 14, 29 175, 203 y 204 de
la Constitución Política

de

la República

de Guatemala; 5, 11 Bis, 17, 20, 21,161, 162, 164, 165, 437, 438, 441, 442, 446 y 447 del
Código Procesal Penal, Decreto 51-92 del Congreso de

la República

y sus reformas; 74, 76, 79 literal a), 141, 142, 142 Bis, 143 y 149 de

la Ley

del Organismo Judicial, Decreto 2-89 del Congreso de


la República

y sus reformas.

POR TANTO
LA CORTE SUPREMA

DE JUSTICIA, CÁMARA PENAL, con base en lo considerado y leyes aplicadas al


resolver DECLARA: I) PROCEDENTE PARCIALMENTE el recurso de casación por motivo de
fondo interpuesto por el procesado Luis Erickson Rodríguez Alvarado y en consecuencia, se
CASA parcialmente la sentencia dictada el trece de marzo de dos mil doce por

la Sala Tercera

de

la Corte

de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente. II) Se modifica
la parte resolutiva de la sentencia dictada el tres de junio de dos mil once, por el Tribunal
Décimo de Sentencia Penal,Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, la cual queda de la
siguiente manera: III) Se absuelve al acusadoLUIS ERICKSON RODRÍGUEZ ALVARADO del
delito de Conspiración. IV) Que LUIS ERICKSON RODRÍGUEZ ALVARADO es autor
responsable de los delitos consumados de: USO DE INFORMACION EN FORMA
CONTINUADA, ESTAFA PROPIA EN FORMA CONTINUADA y ASOCIACIÓN
ILÍCITA. V) Que por la comisión de tales ilícitos penales, en CONCURSO IDEAL, se le
impone la pena de SEIS AÑOS POR EL DELITO DE ASOCIACIÓN ILÍCITA, MÁS UNA
TERCERA PARTE, QUE HACE UN TOTAL DE OCHO AÑOS
DE PRISIONINCONMUTABLES, la que deberá cumplir con abono de la efectivamente
padecida. VI) Se ratifican los numerales romanos I), X), XI) XII) y XIII) y XII) (sic) de la
sentencia del Tribunal Décimo de Sentencia Penal,Narcoactividad y Delitos contra el
Ambiente. VII) Notifíquese y con certificación de lo resuelto, devuélvase los antecedentes a
donde corresponda.

César Ricardo Crisóstomo Barrientos Pellecer, Magistrado Vocal Segundo, Presidente de


la Cámara Penal

; Gustavo Adolfo Mendizábal Mazariegos, Magistrado Vocal Cuarto; Héctor Manfredo


Maldonado Méndez, Magistrado Vocal Quinto; Gustavo Bonilla, Magistrado Vocal Décimo
Tercero. María Cecilia de León Terrón, Secretaria en funciones de

la Corte Suprema

de Justicia.

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