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Después de la caída de la Monarquía, con la expulsión del último rey, Lucio Tarquinio el
Soberbio (509 a.C.), Roma inició un nuevo período, la República, que llegaría hasta el año 27 a.C.
En la República el rey fue sustituido por dos magistrados, sin que desapareciesen el Senado y
las asambleas populares. De este modo la República romana se convirtió constitucionalmente en un
ejemplo de equilibrio entre fuerzas y elementos muy diversos:
En el Senado predominada el espíritu conservador (velaba por las tradiciones)
En las asambleas del pueblo se expresaban ideas nuevas y se discutían proyectos de
reformas más atrevidos.
La autoridad de los magistrados era considerable; pero controlada por el Senado.
Guerras Pírricas:
Ante el avance de Roma, Tarento contrató un ejército mercenario al mando de Pirro que
deseaba construir un gran imperio imitando a Alejandro Magno.
1ª Batalla (280 a.C.): Pirro desembarcó en Italia con unos 25.000 hombres y elefantes de
guerra. Roma se enfrentó a estas fuerzas y resultó vencida. Pero a pesar de la derrota
romana, sólo unos pocos pueblos de la península se unieron a Pirro.
2ª Batalla (279 a.C.): los ejércitos de Pirro y Roma volvieron a enfrentarse, volviendo a
ganar la contienda Pirro. En esta batalla murieron 6.000 romanos y 3.500 griegos, gran
pérdida humana en ambos bandos (así ha quedado la expresión “victoria pírrica” para
señalar una victoria conseguida con muchas pérdidas, tantas que se podría considerar una
derrota)
3ª Batalla (278 a.C.) Finalmente Roma se alió con Cartago para limitar el avance de Pirro por
el oeste. Así Roma venció a Pirro y extendió su territorio a toda la península Itálica. Los
pueblos vencidos se convirtieron en colonias aliadas con derechos cívicos, de participación
en el ejército y de usufructo de las utilidades que les brindaban las conquistas.
a) Una vez dominada Italia, Roma se propuso expandirse por el Mediterráneo. El episodio
más conocido de esta etapa son las Guerras Púnicas, que enfrentaron a Roma con la
poderosa Cartago por la posesión de Sicilia, Cerdeña y Córcega. Comprenden tres etapas:
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Aislado en el sur de Italia, no encontró aliados, ni recibió tropas del Senado de
Cartago. Su hermano Asdrúbal, que fue a su encuentro siguiendo la misma ruta que él,
fue abatido y muerto en la batalla de Metauro (207 a.C.).
Esta guerra provocó la derrota de Aníbal en la batalla de Zama (202 a.C.), estando
al mando de los romanos Escipión El Africano. Aníbal fue vencido y firmó la paz.
Cartago perdió sus posesiones fuera de África y quedó sometida al Imperio Romano.
La difícil victoria final de Roma supuso la ocupación de Hispania, con sus
ricos yacimientos argentíferos.
Tercera Guerra Púnica (149-146 a.C.) tuvo lugar en territorio africano y significó la
total destrucción de Cartago por Publio Cornelio Escipión Emiliano (llamado Escipión
“el africano”) y su adhesión al imperio romano como provincia.
b) Otras guerras y conflictos que llevaron al control del Mediterráneo:
Durante este período (197-181 a.C.) Roma había conquistado todo el valle del Po, que
recibió entonces el nombre de Galia Cisalpina y, unos años después de la caída de
Cartago, se estableció en la Galia Meridional donde fundó dos colonias: Axis y Narbona.
Marsella, colonia griega, se convirtió, también, en aliada de Roma…. Finalmente, el
dominio del Mediterráneo occidental acabó con el dominio de toda la Galia, obra de
Julio César, y la anexión de Numidia y Mauritania al comienzo del Imperio.
En el Mediterráneo oriental, Roma se enfrentó sucesivamente a los monarcas de los
estados helenos surgidos del imperio de Alejandro Magno: a los reyes macedonios Filipo
V en el año 197 a. C. y Perseo en el 168 a. C. en las guerras macedónicas, y a Antíoco
III de Siria en el año 189 a. C. en la guerra romano-siria. Macedonia, Acaya y Epiro se
convirtieron en provincias romanas en el año 146 a.C. Átalo III de Pérgamo legó su reino
a Roma en el año 133 a.C., una parte del cual se convirtió en la provincia romana de Asia.
4. CONFLICTOS INTERNOS
Al comienzo del siglo II a. C. patricios y plebeyos gozaban de los mismos derechos políticos
y civiles. Pero durante este tiempo apareció una nueva clase social, una nobleza de patricios y
plebeyos ricos e influyentes, que controlaba el acceso a todas las magistraturas y al Senado.
Constituían el ordo senatorius, enriquecido con los cargos públicos y el ordo equester,
enriquecido con las actividades económicas y judiciales.
Así, los patricios y plebeyos tendrán los mismos derechos de los siglos III-I a.C.; pero, se
diferenciarán por su riqueza y, de este modo, la sociedad estaría dividida de la siguiente manera:
1) Grupo privilegiado
a) Ordo senatorius (orden senatorial). Formado por una aristocracia que ocupaba
las principales instituciones de la República. Lo constituían familias patricias y
plebeyas enriquecidas con las conquistas (nobilitas)
b) Ordo equester (orden ecuestre) o caballeros. Estaba constituida esta clase por
la burguesía plebeya.
2) Grupo sin privilegios
a) Proletarii (proletarios). Son los asalariados urbanos.
b) Pequeños propietarios de tierras. Grupo social cada vez más reducido, ya
que las dificultades económicas los llevó a emigrar a las ciudades.
c) Clientes. Ciudadanos que recibían protección, asistencia jurídica y sustento a
cambio de apoyo político durante los periodos electorales.
d) Libertos. Personas que habían recibido la libertad y que ejercían diversidad de
oficios.
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3) Grupo con derechos civiles limitados
a) Peregrinos (habitantes de las provincias) Su situación es muy variada, algunas
poblaciones tenían plenos derechos civiles (pueblos itálicos del centro y sur de la
península), mientras que otras los tenían limitados.
4) Grupo sin derechos
a) Esclavos. Este grupo social crecía espectacularmente a causa de la expansión.
Desempeñaban todo tipo de oficios.
Estas conquistas comportaron una verdadera revolución CONSECUENCIAS DE LA
económica. El botín, las indemnizaciones de guerra y los tributos EXPANSIÓN:
pagados por las provincias, enriquecieron al estado y a los
particulares. Los miembros de la clase senatorial acapararon las Enriquecimiento de los
tierras que el estado se había reservado en las conquistas, el ager comerciantes plebeyos
publicus, y los caballeros administraron la explotación de los bienes y de las grandes familias
públicos -por eso su nombre de publicanos- en la que se entregaron patricias.
a la especulación. Ruina de los pequeños
Pero las conquistas trastocaron también el frágil equilibrio social campesinos
de la República: los esclavos, cada vez más numerosos, se rebelaron Aumento de la
encabezados por Espartaco (74–73 a.C.), muchos pequeños emigración del campo a
campesinos italianos, arruinados, aumentaron la plebe urbana la ciudad
de Roma, cada vez más susceptible de manipulación demagógica,
Aumento de población
los habitantes de los territorios ocupados estaban descontentos
por la explotación a la que estaban sometidos por sus gobernantes empobrecida en la
y los italianos deseaban la igualdad con los romanos. ciudad
Esta situación provocó grandes cambios en la vida política de Aumento de los
Roma. El poder ejecutivo se concentró en algunas familias. Los “clientes”
nobles se hicieron dueños del Senado, pues eran los únicos que
desempeñaban las magistraturas que daban acceso a esta asamblea. Todo esto contribuyó a las
Lo mismo pasó con la justicia, ya que todos los pretores eran guerras sociales
nobles y los miembros de los tribunales, senadores.
En este contexto se desarrollaron desde el siglo II a.C. las guerras sociales, que tuvieron tres
momentos significativos:
a) Intentos de reforma agraria. Tiberio Sempronio Graco, al regresar de Hispania, donde
había luchado contra Viriato, se dio cuenta de que en Etruria la mayor parte de la tierra
estaba sin cultivar; mientras que la ciudad de Roma estaba llena de gente sin trabajo y
ociosa. Por este motivo creyó necesario crear una Ley Agraria. La ley de Tiberio
proponía tomar una parte de las tierras públicas que ocupaban los nobles sin pagar nada
y dividirlas en lotes de extensión media y distribuirlas entre los pobres que abarrotaban
Roma. Tiberio fue elegido tribuno de la plebe, cargo desde el cual presentó su proyecto de
ley.
Los nobles, viendo amenazados sus intereses, se opusieron al proyecto, atrajeron a
su causa a uno de los colegas de Tiberio, Marco Octavio, quien vetó la ley; finalmente,
Tiberio consiguió aprobar su ley; pero, al año siguiente fue asesinado cuando intentaba ser
reelegido. Después de su muerte, la ley quedó en manos de cónsules aristócratas con lo
cual resultó ineficaz.
Poco después su hermano, Cayo Sempronio Graco, fue elegido tribuno de la
plebe (123 a.C.) con la oposición del Senado y el apoyo de la plebe después de que
prometiese el reparto de trigo a precio asequible a todos los ciudadanos que viviesen en
Roma.
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Devolvió el poder de controlar la ley a los triunviros y así pudo aplicar la ley
agraria de su hermano Tiberio.
El Senado, con ayuda del tribuno Livio Druso, propuso una serie de leyes aún más
favorables a la plebe que las de los Graco. La plebe cayó en la trampa y la popularidad de
Cayo empezó a disminuir. Entonces, Cayo empezó a buscar partidarios fuera de Roma,
hecho que provocó que fuera acusado de no defender los intereses de la plebe. Por este
motivo, no fue reelegido y en medio de una revuelta fue asesinado igual que su hermano.
La muerte violenta de los Gracos dio comienzo al siglo I a.C., el más terrible y
convulsivo de la Historia de Roma. Durante este siglo, Roma se desangró en interminables
Guerras Civiles, cuya causa era precisamente su poder y sus inmensos dominios.
b) Levantamiento de pueblos itálicos
En el año 92 a.C. el tribuno Livio Druso propuso dar tierras a los plebeyos y conceder
la ciudadanía romana a todos los pueblos itálicos. Estas propuestas no gustaron al Senado
y Druso fue asesinado (91 a.C.), como reacción estalló una revuelta de los pueblos itálicos
contra el dominio de Roma, primero se levantó Italia Central y, luego, toda la península.
(91-88 a.C.).
Se iniciaba así la Guerra Social. El Senado encargo al Lucio Cornelio Sila la
represión de este levantamiento. Este venció a los insurrectos; pero tuvo la habilidad de
conceder la ciudadanía a todos los habitantes libres de Italia, excepto a los galos.
Durante ese período destacaron dos figuras Pompeyo y Craso, ambos pertenecientes al
partido senatorial. Pompeyo venció al cónsul Lépido – que intento abolir las leyes de Sila – y a
Sertorio, que se había sublevado en Hispania. Por su parte Craso había aplastado la revuelta de
los esclavos de Italia (Espartaco). Por este motivo fueron elegidos cónsules en el año 70 a.C. a
pesar de la rivalidad existente entre ambos.
Y desde esta posición Pompeyo emprendió una serie de campañas en Oriente que le aportaron
gran gloria: acabó con los piratas que perturbaban el comercio en el Mediterráneo (67 a. C.),
sometió Asia Menor y conquistó Siria (63 a.C.).
Mientras estos acontecimientos sucedían, una nueva figura apareció en el panorama político:
Cayo Julio César. Pertenecía a una de las familias más ilustres de Roma (la de los Julios que se
consideraban descendientes de la diosa Venus); pero sin fortuna. Él, por este motivo, simpatizaba
con las propuestas democráticas de Mario (del partido popular).
César inició su carrera militar en Asia Menor y, más tarde, su carrera senatorial en Roma. En
el año 69 a.C. fue nombrado cuestor en la Hispania Ulterior. Poco tiempo después volvió a Roma
e inició su enfrentamiento con Pompeyo quien se encontraba en Oriente. Aprovechando su
ausencia, César consiguió nombramientos importantes y se ganó el favor de la plebe y de los
aristócratas y se alió con Craso.
Como consecuencia, los tres grupos o partidos políticos acordaron gobernar unidos y
constituyeron el primer triunvirato.
- ¿Por qué deberíamos estar permanentemente contratados en conseguir sus deseos, mientras usted toma su descanso,
y se divierte en lujo y autoindulgencia? -
Entonces el cuerpo entero rápidamente se debilitó, y las manos, pies, boca, ojos, y todos los demás, cuando ya fue
demasiado tarde, se arrepintieron de su locura.
En cada organización todos sus miembros deben realizar la función para la que ellos fueron puestos.
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