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a axiología jurídica es uno de los fragmentos más importantes que tiene el ordenamiento jurídico,
ya que ella es la rama de la filosofía del Derecho que trata el problema de los valores jurídicos,
explicando, a su vez, sobre cuáles serán los valores que harán correcto un modelo de Derecho.
Esta existencia de la axiología es significativa ya que muestra el papel que tienen los valores
dentro del sistema jurídico. La formación de valores de una sociedad va a determinar la
proyección de su sistema de derecho.
Se entiende por valor moral todo aquello que lleve al ser humano a preservar y crecer en su
dignidad de persona.
La esencia de este trabajo está encaminada a establecer un análisis de la axiología jurídica desde
la filosofía del derecho, teniendo en cuenta que esta (la Axiología jurídica) es el enjuiciamiento
crítico del derecho positivo desde un determinado sistema de valores; pero también es la
confrontación racional y análisis crítico de los diferentes sistemas de valores que, de modo
sucesivo y simultáneo, tratan de presentarse como legítimos o justo.
En ese sentido, la axiología aparece como una parte de la ética, ética jurídica o análisis crítico de
los valores jurídicos, teoría de la justicia principalmente, pero incluyendo también a los demás
valores como los de libertad, paz, igualdad, seguridad, etcétera. Entendemos entonces que la
justicia se considera el valor más importante dentro de la axiología jurídica: la justicia no es dar o
repartir cosas a la humanidad, sino el saber decidir a quién le pertenece esa cosa por derecho.
“La interpretación del derecho, también conocida como hermenéutica, es una de las cuestiones
técnicas y teóricas de la acción del jurista, es una cuestión esencial también en la práctica del
derecho. Podría decir sin temor a error que la correcta interpretación consigue la correcta
aplicación, de ahí la salvaguarda de los derechos subjetivos, incluso el principio de legalidad”.
El “ideal de justicia”, o sea ese conjunto de condiciones protegidas por el derecho, se puede
considerar desde una perspectiva absoluta iusnaturalista dentro de lo cual todo derecho es justo y
si no es justo es derecho. Pero desde una perspectiva iuspositivista el derecho es condición de la
justicia y a la vez ésta es una medida de valoración del derecho, por lo que se puede decir que un
derecho positivo determinado es justo o es injusto de acuerdo a un ideal de justicia subjetivo.
Todas las virtudes están comprendidas en la justicia. En definitiva, la verdadera justicia es el arte
de dar lo justo o hacer dar lo justo a un individuo, basándose en los principios del arte del
derecho, sin tener ningún tipo de discriminación o preferencia hacia ninguna persona. Ya que
todas las personas deben ser tratadas sin tal discriminación para no caer en una justicia falsa y no
sería dar a cada uno lo suyo, sino determinar ciertas características de la persona, dependiendo
de su clase social, raza, religión y hasta género.
Como se explicó, la axiología jurídica no es más que la parte del derecho relacionada con los
valores, la moral, la ética, etc. De todos los valores del Derecho el más importante es el de
justicia. Tiene tanta importancia que algunos autores designan a la axiología jurídica como Teoría
de la Justicia.
La paciencia se puede considerar también como un valor jurídico, ya que de ésta nace el respeto,
aceptando que existen otras personas, con otras formas de ver las cosas con relación a la nuestra.
La filosofía del derecho es una rama de la filosofía que estudia los fundamentos filosóficos que
rigen la creación y aplicación del Derecho, comprendiendo todo el acercamiento al hecho
jurídico, un fenómeno que ha acompañado a la humanidad desde su aparición, puesto que la ley
y el derecho constituyen una constante histórica que ha incidido de manera general y constante
en las personas y en los modelos sociales y políticos.
La filosofía jurídica existencial tiene su razón de ser en el marco de la antropología, es decir trata
de poner de relieve la relación entre el humano y la realidad jurídica; no podemos prescindir del
ser humano en la realización del derecho porque la humanidad es la que crea y aplica el derecho,
aún más, crea y se aplica a sí misma el derecho. Al hablar del término valor, cuyo uso se extiende
hoy a todos los campos de la actividad humana, incluyendo la moral, corresponde a Marx el
mérito de haber analizado el valor económico ofreciendo con ello los rasgos esenciales del valor
en general.
El valor, respecto a un objeto económico como la mercancía, es en primer lugar un objeto útil,
satisface determinada necesidad humana. Tiene una utilidad para nosotros y posee un valor de
uso. La mercancía vale en cuanto puede ser usada. Para que un objeto tenga un valor de uso se
requiere simplemente que satisfaga una necesidad humana, sea natural o producto humano.
Cuando estos productos se destinan no sólo a ser usados, sino ante todo a ser cambiados se
convierten en mercancías, y, entonces, adquieren un doble valor, de uso y de cambio. El valor de
cambio de la mercancía es indiferente a su valor de uso; o sea, es independiente de su capacidad
para satisfacer una necesidad humana determinada, sólo un objeto útil puede tener un valor de
cambio. “El derecho tiene que ser reconocido y pensado como normativa que expresa no
simplemente intereses económicos, sino como condición de los valores económicos, sociales y
espirituales que se interpretan como voluntad política”.
En tiempos antiguos los problemas axiológicos fueron interesando a los filósofos, algunos se
preocuparon por explicarse la presencia y contenido de los valores, a partir de las preferencias en
la esfera ética y en estrecha relación, por tanto, con las selecciones morales, hablaban de valores
como dignidad, virtud.
Hasta este momento de la historia de los valores y luego en la axiología burguesa, se expresa el
significado externo de los objetos para el hombre, se hace un análisis idealista subjetivo y, desde
este punto de vista, los valores se reducen a propiedades naturales. Durante la segunda mitad del
siglo xix, con la aparición de las contradicciones propias de la sociedad capitalista, el estudio de
los valores ocupó un lugar propio e independiente en la filosofía burguesa convirtiéndose en una
de sus partes integrantes.
Los filósofos burgueses aumentaron su interés por los problemas axiológicos. Lo cual estuvo dado
por las condiciones concretas de esa nueva sociedad, que conducía a sus ideólogos a justificar el
ficticio sistema de valores de la burguesía. Así se aprecia que la necesidad del estudio de los
valores ha existido siempre a través de las diferentes etapas históricas, aunque respondiendo a
los intereses de clase y a las condiciones concretas existentes.
Max Scheler es otro filósofo para el cual los valores son cualidades de orden especial que
descansan en sí mismos y se justifican por su contenido. El sentimiento de valor es una capacidad
que tiene el hombre para captar los valores. Para Scheler, “el hombre es hombre porque tiene
sentimiento de valor”.
En similar marco histórico se desenvolvieron los clásicos del marxismo, pero no analizaron de los
valores de forma independiente, aunque sí crearon las bases para una solución científica de este
problema.
Entre algunas de ellas se encuentra un profundo análisis crítico de todo el sistema de valores de
la sociedad capitalista, que sirve de fundamento para el reconocimiento de los verdaderos valores
de la humanidad. El estudio del papel del factor subjetivo para el desarrollo social es la base para
comprender el significado de la valoración. En la teoría marxista del capital se analizan los
valores económicos y la doctrina leninista es acerca de la coincidencia de los valores subjetivos de
clase del proletariado con las necesidades objetivas del desarrollo social.
Se cree que la ética y el derecho son comunes como parte de la conducta social del hombre, ya
que estos comportamientos se encuentran sujetos a normas que regulan las relaciones entre los
individuos. Se afirma que la moralidad deviene o se transforma en derecho, es decir, las prácticas
morales de importancia y trascendencia social, llegan a convertirse en derecho, en normatividad
de conductas de observancia obligatorias. Desde un punto de vista más académico, se afirma que
el derecho, la normatividad jurídica, no solamente no tiene que ver con la moral práctica, sino
que inclusive se opone a ella.
Así, se asegura que una cosa es la conducta moral y otra la conducta jurídica; en tanto que el
derecho opera al margen y, a veces, en contra de la moral practicada.
Las normas jurídicas están codificadas formal y de manera oficial, mediante códigos,
constituciones, reglamentos, leyes etc. La esfera del derecho la encontramos en la regulación de
las relaciones entre los hombres dentro del estado. El derecho está relacionado a un aparato
coercitivo, ligado necesariamente a la aparición del estado.
Sólo existe un derecho o sistema jurídico único para toda la sociedad, aunque dicho sistema no
tenga el respaldo moral de todos sus miembros, así pues, en la sociedad dividida en clases
antagónicas sólo existe un derecho, ya que sólo existe un estado, “por consiguiente, la coacción
legal no es más que el intento, supuestamente bona fide por parte de aquellos grupos organizados
que respaldan una proposición social para proporcionarles a otros sectores del público un motivo
(o un motivo adicional) para apegarse al comportamiento que se prescribe en la proposición. Por
supuesto, también son posibles otros motivos para cumplir con las normas (aparte del consenso y
de la coacción). Una lealtad abstracta hacia cierto concepto de la ley como derecho positivo,
proveniente ya sea de la tradición formalista del derecho común o de la tradición del positivismo
legal de la jurisprudencia europea”.
La aplicación de las normas morales es diferente, ya que se cumplen a través del convencimiento
interno de los sujetos y, por tanto, exigen adhesión muy personal a estas normas, nadie ni nadie
puede obligarnos a cumplir la norma moral, lo que quiere decir que no existe ningún mecanismo
coercitivo externo que pueda pasar por encima de la voluntad personal, aunque la sanción de la
opinión pública, con su aprobación o desaprobación, nos mueve a actuar en cierto sentido.
Las normas morales no se encuentran formalmente codificadas, ya que éstas pasan de generación
en generación con sus respectivas modificaciones e innovaciones, se considera que la esfera de la
moral es la más amplia de todos los diversos comportamientos, ya que si se quebrantan las
normas de otros tipos de comportamiento también son quebrantadas las normas morales.
“Existe una vieja polémica acerca de las diferencias entre el derecho y la moral en torno a las
relaciones entre ambas esferas de la normatividad cultural, teniendo en cuenta un pensamiento
marxista rejuvenecido, debe quedar claro que si de algo está urgida una percepción iusfilosófica
marxista es precisamente de levantar con toda fuerza el contenido axiológico del derecho, es su
riqueza como normatividad que consagra con fuerza política superior un conjunto de principios
morales”.
Se puede anexar que el derecho y la moral regulan las relaciones que surgen entre los sujetos,
mediante sus respectivas normas; postulando una conducta obligatoria o debida, las normas de
ambas tienen el carácter de imperativos, exigen que se cumplan, que los individuos se comporten
en cierta forma, ya que responden a una misma necesidad social, regular las relaciones de los
hombres con el fin de asegurar la unidad y el orden social.
LA AXIOLOGÍA JURÍDICA
I. DEFINICIONES SOBRE AXIOLOGÍA
1.1. Axiología (del griego axios, ‘lo que es valioso o estimable’, y logos, ‘ciencia’), teoría del valor o de lo que
se considera valioso.
1.2. La axiología no sólo trata de los valores positivos, sino también de los valores negativos, analizando
los principios que permiten considerar que algo es o no valioso, y considerando los fundamentos de tal juicio.
(Encarta, 2000).
1.3. Axiología: parte de la filosofía que se estudia la naturaleza de los valores (lo bello, lo bueno, etc.) y su
influencia. (Bruguera, pág. 227).
1.4. Axiología o filosofía de los valores de max scheler, la consideraba que los valores no eran propiedades
sino objetos en si, aunque diferenciados de los objetos reales y de los ideales. Dentro de esta concepción el
valor se halla fuera del espacio y del tiempo. Es por lo tanto, indestructible (Bruguera, pág. 1988).
II. AXIOLOGÍA JURÍDICA.
2.1. DEFINICION:
*AXIOLOGÍA JURÍDICA: Enjuiciamiento crítico del derecho positivo desde un determinado sistema de valores;
pero también confrontación racional y análisis crítico de los diferentes sistemas de valores que, de modo
sucesivo (diacrónico) y simultáneo (sincrónico), tratan de presentarse como legítimos o justo. La axiología
jurídica habla no de que es el derecho (ontología jurídica) ni de cómo es de hecho aquí ahora (ciencia jurídica),
sino de cómo debe ser, con todo lo que implica al menos desde Hume y Kant semejante salto cualitativo.
Aparecen en ese sentido la axiología como una parte de la ética: ética jurídica o análisis crítico de los valores
jurídicos, teoría de la justicia principalmente, pero incluyendo también a los demás valores como los de libertad,
paz, igualdad, seguridad, etcétera.
2.2. LA AXIOLOGÍA JURÍDICA.
La axiología jurídica trata el problema de los valores jurídicos, es decir, dilucida cuáles son los valores que harán
correcto un modelo de derecho o que primarán a la hora de elaborar o aplicar el derecho.
Por ejemplo, en los ordenamientos jurídicos europeos no existe la pena de muerte, ya que el valor consistente
en que "el estado no prive de la vida a sus gobernados" es fundamental, mientras que en algunos estados
de estados unidos ese valor no existe; allí el estado puede ejecutar a sus ciudadanos sin que ello sea un
disvalor para el conjunto de la sociedad.
De todos los valores del derecho el más importante es el de "justicia". Tiene tanta importancia que algunos
autores designan a la axiología jurídica como teoría de la justicia.
La tolerancia podemos considerarla, también como un valor jurídico ya que de esta, nace el respeto, admitiendo
que existen otras personas, con distinta forma de pensar a la nuestra y desde allí que es muy importante para
realizar justicia. Uno de los exponentes mas grandes de la axiología jurídica es el maestro Luis Recasens
Sichees.
La axiología jurídica o teoría de la justicia, que se encarga del estudio de los valores que se encuentran
incorporados al derecho positivo. Es decir, investiga como dice Del Vecchio: "aquello que debe ser o debiera ser
en el derecho, frente aquello que es, contraponiendo una verdad ideal a una realidad empírica" pues resulta
evidente, que el derecho persigue siempre la realización de determinados valores jurídicos. Y de esta forma,
toda legalidad está apoyada en un sistema de legitimidad.
La justicia no es el dar o repartir cosas a la humanidad, sino el saber decidir a quien le pertenece esa cosa por
derecho. La justicia es ética, equidad y honradez. Es la voluntad constante de dar a cada uno lo que es suyo. Es
aquel sentimiento de rectitud que gobierna la conducta y hace acatar debidamente todo los derechos de los
demás. Hans Kelsen la define de la siguiente manera: "la justicia es para mí aquello cuya protección puede
florecer la ciencia, y junto con la ciencia, la verdad y la sinceridad. Es la justicia de la libertad, la justicia de la
paz, la justicia de la democracia, la justicia de la tolerancia."
La justicia es considerada como valor y fin principal de la axiología jurídica (más que como virtud subjetiva) al
que se conceptualiza como "aquel conjunto de valores, bienes o intereses para cuya protección o incremento los
hombres recurren a esa técnica de convivencia a que se llama derecho". El "ideal de justicia" o sea, ese
conjunto de condiciones protegidas por el derecho se puede considerar desde una perspectiva absoluta
iusnaturalista dentro de lo cual todo derecho es justo y si no es justo es derecho. Pero desde una perspectiva
iuspositivista el derecho es condición de la justicia y a la vez esta es una medida de valoración del derecho, por
lo que se puede decir que un derecho positivo determinado es justo o es injusto de acuerdo a un ideal de justicia
subjetivo.
Todas las virtudes están comprendidas en la justicia. En definitiva, la verdadera justicia es el arte de dar lo justo
o hacer dar lo justo a un individuo, basándose en los principios del arte del derecho, sin tener ningún tipo
de discriminación o preferencia hacia ninguna persona. Ya que todas las personas deben ser tratadas sin
ninguna discriminación o preferencia ya que así se estaría dando una justicia falsa, y no sería "dar a cada uno lo
suyo", sino "dar a él lo que le toque", dependiendo de su clase social o raza.
2.3. TEORÍAS AXIOLÓGICAS
Epicureísmo: Para el epicureísmo entonces, no existía realidad diferente que la materia. Lo que se llama alma,
así como las ideas, no eran mas que formas de la materia compuesta de átomos y organizadas de manera
especial dentro del cuerpo humano. Alma y cuerpo eran una sola naturaleza y no dos diferentes.
Todo valor entonces, estaría plenamente regido por la actividad sensible del cuerpo. Así lo bueno moralmente no
seria otra cosa que aquello que produjera sensaciones agradables al hombre: el placer. Pero no se entienda
aquí la búsqueda de placer como la simple satisfacción inmediata y amoral de las necesidades fisiológicas y
tendencias psíquicas, sino como la búsqueda del mejor estado físico. La preservación saludable y satisfactoria
del cuerpo humano era considerada como el fin moral por excelencia.
El utilitarismo cuántico: en el siglo XVIII, y como herederos de epicureísmo, aparece una corriente igualmente
fundamentada en la fisiología de los órganos humanos. Según estos, los valores se representaban en la mayor
cantidad de reacción positiva que se produjera en el individuo.
Determinaron además que mientas la reacción positiva aumentaba aritméticamente (1, 2, 3, 4, 5,....) En el
individuo, el medio de producción de aquella reacción debía aumentar geométricamente ( 2,4,8,l6,32, . . .) De tal
manera que se podía llegar a un punto donde no hubiera aumento en la satisfacción al resultar imposible
duplicar el medio de producción.
Teoría sociologista de e. Durkheim: para Durkheim la sociedad se comporta como una entidad independiente de
los individuos que la componen. Es decir, que la sociedad no es solamente la suma de los individuos sino que
presentan características específicas.
La sociedad para lograr mantener cohesionados a una multitud de individuos crea en cada uno de ellos ideales
que son colectivos en dos sentidos: se presentan en todos los individuos, y en su consecución solo es posible
en la medida en que estos individuos permanezcan unidos.
Teoría de Scheler: los valores, para Scheler y su escuela, son objetos captados a priori, independientemente de
la experiencia; se diferencia de los bienes empíricos, en que son sus depositarios. Como se trata de esencias
ideales, pueden ser captados mediante una intuición emocional y no mediante un razonamiento.
III. LA AXIOLOGÍA Y EL DERECHO.
La ética estudia los valores, es decir, todo aquello que las personas desean, consideran importante de hacer o
conformar su manera de ser, es decir, la manera habitual de ser y hacer, mediante nuestros actos, por ejemplo
quien roba se hace ladrón, quien miente se convierte en mentiroso, quien estudia se convierte en estudiante.
Haciendo el mal, adquirimos hábitos negativos (vicios) y nos hacemos personas negativas o viciosas; haciendo
el bien adquirimos hábitos positivos (virtudes) y nos hacemos personas buenas, correctas o virtuosas.
En el proceso de elección y el hacer se nos presenta siempre la posibilidad de elegir entre varios actos posibles.
Esta elección ha de basarse, a su vez, en una preferencia.
Al hablar del término valor cuyo uso se extiende hoy a todos los campos de la actividad humana, incluyendo la
moral. Corresponde a Carlos Marx el mérito de haber analizado el valor económico ofreciendo con ello los
rasgos esenciales del valor en general. El valor con respecto a un objeto económico como: la mercancía, es en
primer lugar un objeto útil, satisface determinada necesidad humana. Tiene una utilidad para nosotros y, en ese
sentido, posee un valor de uso. La mercancía vale en cuanto puede ser usada.
Para que un objeto tenga un valor de uso se requiere simplemente que satisfaga una necesidad humana, sea
natural o producto humano. Cuando estos productos se destinan no sólo a ser usados, sino ante todo a ser
cambiados se convierten en mercancías, y, entonces, adquieren un doble valor: de uso y de cambio. El valor de
cambio de la mercancía es indiferente a su valor de uso; o sea, es independiente de su capacidad para
satisfacer una necesidad humana determinada, sólo un objeto útil puede tener un valor de cambio.
La teoría que fundamenta los valores se le llama axiología. El hombre siempre a estudiado los valores, aunque
no con el nombre y sistematicidad con que en la actualidad se realizan. Ya los grandes filósofos como platón y
Aristóteles, estudiaron con amplitud entidades como la justicia, el bien, la responsabilidad, la moderación, la
libertad, etc.
La mayoría de las personas no sabe qué son los valores: pero reconoce lo valioso de los objetos, pues los
valora y se decide, al elegir o tener preferencia más por unos que por otros.
Los valores no existen por sí mismos, al menos en este mundo: necesitan de un depositario en qué descansar.
Se nos presentan por tanto, sólo como cualidades de esos depositarios: la belleza de un trofeo, la hermosura de
la rosa, la utilidad de una herramienta, la armonía de una escultura, en lo anterior existe cualidades para la
existencia misma del los objetos, el volumen, el peso, la exactitud, la extensión, como ejemplo. Ninguno de
estos objetos podría existir a la falta de esas cualidades. Son cualidades que los objetos comparten con los
demás objetos y que ellos mismos poseían antes de que se les incorporara un valor.
IV. SUBJETIVISMO Y OBJETIVISMO AXIOLÓGICOS
A finales del siglo XIX el tema acerca de valores cobró suma importancia, debido sobre todo a la obra de
Friedrich Nietzsche, tiempo después, surgieron dos clases de opiniones contrapuestas respecto a la realidad del
valor.
4.1. LOS SUBJETIVISTAS AXIOLÓGICOS
Defienden que no existen cosas valiosos por sí mismas, ni tampoco valores, sino que todos los valores son
creados o inventados por las personas, es decir, valioso es lo que los seres humanos consideran como tal, por
tanto el subjetivismo, traslada el valor del objeto al sujeto, y lo hace depender del modo como soy afectado por
la presencia del objeto. Como representantes de esta corriente sitúan a los siguientes filósofos:
1. Nietzsche., reaccionó contra las ideas platónicas y contra la moral cristiana, defendió que los valores morales
son valoraciones subjetivas, es decir, que los valores dependen de las preferencias individuales y colectivas y se
encuentran sometidos a las modas y los caprichos humanos.
2. Meinong., afirma que una cosa tiene valor cuando nos agrada y en la medida en que nos agrada.
3. Ehrenfels., en cambio, rechaza el sentimiento de agrado como fundamento del valor. Según el mismo, si el
fundamento del valor fuera el agrado, sólo podrían ser valiosas las cosas existentes, sin embargo, consideramos
también como valiosas las cosas que no existen; como la justicia perfecta, la felicidad total, la democracia plena.
Para este filósofo el fundamento del valor reside en nuestro deseo o apetito, valiosas son las cosas que
deseamos o apetecemos y porque las deseamos y las apetecemos.
4.2. LOS OBJETIVISTAS AXIOLÓGICOS
Sus antecedentes históricos son lejanos ya que se encuentran en platón en su doctrina metafísica de las ideas.
Lo bueno y lo bello existen idealmente, como entidades inmutables, intemporales y absolutas que existen en sí y
para sí, independientemente de cómo se plasmen en las cosas empíricas, temporales, mudadizas y relativas, e
independientemente también de la relación que el hombre pueda mantener con ellas conociéndolas o
intuyéndolas. Para los defensores de esta corriente valorar consiste en descubrir valores.
En esta corriente se tiene dos concepciones distintas.
1. Para Max Scheler y Nikolai Hartmann., los valores son independientes, tanto de los sujetos que valoran como
de las cosas y los bienes en que se encuentran. Los valores son entes ideales, objetivos y absolutos, existentes
en sí y por sí, que poseen una esencia propia y una existencia ideal.
2. Otros filósofos pertenecientes a muy diversas corrientes filosóficas, como Maritain, Ortega y Gasset y casi
todos los neoescolásticos, sostienen que no existen valores independientes en sí, sino objetos reales e ideales
bienes), que por ser bienes poseen valor y se presentan a las personas invitándoles a su realización, o sea los
valores son los propios seres reales e ideales en tanto en cuanto se presentan como bienes a las personas.
las tesis fundamentales del objetivismo, pueden sintetizarse de la siguiente manera: separación radical entre
valor y bien, y entre valor y existencia humana.
V. LA MORAL Y SU RELACIÓN CON EL DERECHO.
En las posibilidades de las relaciones existentes en la vida real, encontramos que, el hombre tiene una gran
diversidad de formas de conocer su realidad y su entorno social, ya que de manera cotidiana está manipulando,
sea a la manera de redescubrirlo, manipularlo, reconstruyéndolo, contemplándolo, etc., esto responde a una
gran variedad específica de sus necesidades humanas reales. El hombre va enriqueciendo su conducta con
diferentes modos de comportamiento que, con el tiempo, adquieren rasgos propios y específicos.
Existe la creencia de que la ética y el derecho son comunes como parte de la conducta social del hombre, ya
que estos comportamientos se encuentran sujetos a normas que regulan las relaciones entre los individuos. Se
llega a afirmar que la moralidad deviene o se transforma en derecho, es decir, las prácticas morales de
importancia y trascendencia social, llegan a convertirse en derecho, en normatividad de conductas de
observancia obligatorias. En un plano más académico y analítico, también se afirma que el derecho, la
normatividad jurídica, no solamente no tiene que ver con la moral práctica, sino que inclusive se opone a ella.
Así, se asegura que una cosa es la conducta moral, y otra la conducta jurídica; en tanto que el derecho, opera al
margen y, a veces, en contra de la moral practicada.
En la aplicación de las normas del derecho encontramos que no exigen un convencimiento interno por parte del
individuo, el sujeto debe cumplir la norma jurídica, aun sin estar convencido de que es justa, la aplicación de
ésta, es externa, ya que dispone de un mecanismo o aparato estatal, capaz de imponer la observación de la
norma o de obligar al sujeto a comportarse en cierta forma.
Las normas jurídicas están codificadas formal y de manera oficial, mediante: códigos, constituciones,
reglamentos, leyes etc., la esfera del derecho la encontramos en la regulación de las relaciones, entre los
hombres dentro del estado. El derecho, esta relacionado, a un aparato coercitivo, ligado necesariamente a la
aparición del estado. Y sólo existe un derecho o sistema jurídico único para toda la sociedad, aunque dicho
sistema no tenga el respaldo moral de todos sus miembros, así pues, en la sociedad dividida en clases
antagónicas sólo existe un derecho, ya que sólo existe un estado.
La aplicación de las normas morales es diferente ya que se cumplen a través del convencimiento interno de los
sujetos, y por tanto exigen una adhesión muy personal a estas normas, nadie ni nadie puede obligarnos a
cumplir la norma moral, lo que quiere decir que no existe ningún mecanismo coercitivo externo, que pueda pasar
por encima de la voluntad personal, aunque la sanción de la opinión pública, con su aprobación o
desaprobación, nos mueve a actuar en cierto sentido.
Las normas morales no se encuentran formalmente codificadas, ya que estas pasan de generación en
generación, con sus respectivas modificaciones e innovaciones, se considera que la esfera de la moral es la
más amplia de todos los diversos comportamientos, ya que si se quebrantan las diversas normas de otros tipos
de comportamiento, también son quebrantadas las normas morales.
Se puede anexar que el derecho y la moral regulan las relaciones que surgen entre los sujetos, mediante sus
respectivas normas: postulando una conducta obligatoria o debida, las normas de ambas tienen el carácter de
imperativos, exigen que se cumplan, que lo individuos se comporten en cierta forma, ya que responden a una
misma necesidad social, regular las relaciones de los hombres con el fin de asegurar la unidad y el orden social,
la moral y el derecho tienen cambios, al cambiar históricamente el contenido de su función social, así como varía
la moral de una época a otra, o de una sociedad a otra, así también sucede con el derecho.
Autor:
Saúl Santos Pastor Tapia
LA DEONTOLOGÍA JURÍDICA
Proviene del griego y significa "lo obligatorio, lo justo, lo adecuado". Es la rama de la filosofía jurídica que tiene
como finalidad específica la determinación de cómo debe ser el derecho y cómo debe ser aplicado.
La deontología es la disciplina que se ocupa de los deberes de los profesionales. En el caso de los abogados se
trata de una multiplicidad de deberes como son aquellos consigo mismo, con la sociedad, con la profesión, con
los clientes, con los colegas, con los jueces, con la entidad gremial.
Es aquella parte de la ética profesional que se ocupa de los deberes morales de los abogados, de los deberes
de estos servidores del derecho.
LA DEONTOLOGÍA JURÍDICA COMO HUMANIZADORA
DEL DERECHO ANTE LA GLOBALIZACIÓN
Aunque se admitiera, siguiendo la posición a ultranza de Kant y Kelsen, que el Derecho fuese totalmente
independiente de la ética, la Deontología Jurídica abriría, de par en par, una puerta de acceso de la ética a la
práctica jurídica. La ética exigiría a legisladores, jueces y abogados una actuación responsable, de acuerdo a los
valores jurídicos fundamentales. De este modo la ética accedería al Derecho, no por una puerta falsa, sino más
que por la vía de la teoría, por el camino de la práctica.
La ética constituye el ámbito que inspira y cobija los más nobles sentimientos del ser humano. Sin ética el
hombre estaría sin "hogar", a la intemperie, desamparado en un mundo en el que sólo imperaría la ley de la
selva y la de los más bajos instintos.
Así pues, urge una renovación de la moral, que en diálogo con la postmodernidad genere una moral de la
persona, una moral concreta, una moral de actitudes y de opciones fundamentales. Urge promover, no una
moral minimalista, sino una moral de aspiraciones.
Las recientes aventuras bélicas de los últimos años con las secuelas de hambre, destrucción y muerte nos están
revelando la importancia y necesidad de la ética, no sólo a nivel individual y nacional, sino a un nivel planetario.
Los esfuerzos humanos para construir un mundo más justo, más humano y más fraterno, van mucho más allá
de los progresos técnicos, que sin la guía de la ética pueden convertirse en una amenaza para la paz y la
justicia. Ahora bien, la orientación del progreso a nivel técnico y político debe pasar por la ética y especialmente
por la ética de las profesiones, y entre ellas, por la ética de la profesión jurídica.
Quizá ninguna profesión, como la jurídica, esté sometida a una tan fuerte tensión: la de guiarse por los altos
ideales de la justicia y la equidad, y la de dejarse arrastrar por las más bajas inclinaciones hacia la corrupción y
la injusticia. Lamentablemente el problema no es nuevo, ni se circunscribe a una sola nación.
En efecto, la mala fama de la profesión jurídica ya existía desde la época de Platón. El filósofo de la Academia
escribió en su diálogo Las leyes: "Hay muchas cosas nobles en la vida humana, pero en la mayoría se fijan
males que fatalmente los corrompen y dañan... sin embargo, a esta profesión que se nos presenta bajo el bello
nombre de arte se le asigna una mala reputación... Ahora bien, en nuestro Estado este llamado arte... no
debería existir jamás".
No sólo Platón, empero, los eliminó de su Estado, también Tomás Moro, un gran abogado, los desterró de su
Utopía: "Ellos no tienen abogados entre sí, porque los consideran la clase de personas cuya profesión es
desvirtuar las cosas".
Más radical es la proclama de los revolucionarios del drama Enrique VI de Shakespeare: "Lo primero que
debemos hacer es matar a todos los abogados".
Siendo una profesión tan noble, las recriminaciones contra los abogados son un hecho casi universal. Después
del descubrimiento de América, los monarcas españoles, queriendo preservar a las nuevas colonias de las
lacras que sufría la sociedad española, prohibieron la emigración de los abogados debido a "su afición a los
pleitos, su pasión por la trácala y su capacidad de engullir bienes y fortunas en procesosinterminables".
Se aducen varias razones para explicar esta mala reputación. las relaciones humanas surjan conflictos. Ahora
bien, muchos de estos conflictos tienen repercusiones jurídicas. Además, hay que considerar que es muy difícil
que las partes en conflicto busquen la conciliación razonable y lleguen a valores compartidos. A lo anterior hay
que añadir que, precisamente por motivos éticos, en algunas ocasiones el abogado no puede declinar asumir
causas impopulares y desagradables. La sociedad en cambio, muchas veces lo atribuye a la falta de ética, y en
ocasiones llega a identificar al abogado con su cliente.
Autor:
Bendezú Cano Rosmery Yolanda
AXIOLOGÍA JURÍDICA