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La literatura
en las aulas Juan Mata
Universidad de Granada
Apuntes sobre la educación Andrea Villarrubia
IES Ilíberis. Atarfe (Granada)
literaria en la enseñanza
secundaria
En este artículo se analizan las prácticas pedagógicas que en torno a la enseñanza Palabras clave: educación literaria, currículo,
de la literatura se llevan a cabo actualmente en las aulas y las posibilidades de reno- libros de texto, canon literario.
vación que ofrecen los currículos oficiales de la educación secundaria obligatoria y
el bachillerato. Las declaraciones acerca de la educación literaria que los encabezan
son contradichas por los contenidos, inabarcables en la mayoría de los casos, lo que
obstaculiza en cierto modo los cambios. La necesaria revisión de las prácticas docen-
tes concierne asimismo al papel de los libros de texto y del profesorado. Se apun-
tan finalmente algunas claves para el desarrollo de la educación literaria.
Literature in class. Pointers for literary education in secondary education Keywords: literary education, curriculum,
This article analyses teaching practices on teaching literature being followed in textbooks, literary canon.
class and the possibilities for renewal in the official secondary-education and bac-
calaureate curriculums. The statements on literary education therein are not backed
up by the actual contents, which are mostly unachievable, which thus hampers
any changes. The much-needed renewal of teaching practices also involves the
role of textbooks and teachers. Finally, some keys are given for developing literary
education.
Da la impresión de que, como Sísifo y su imposi- teorías lingüísticas y literarias del siglo xx han
ble intento de alcanzar la cima de la colina empu- repercutido en las prácticas pedagógicas y en la
jando su piedra, estamos condenados a debatir legislación educativa, lo que ha generado des-
de modo infructuoso qué hacer con la literatura orientación, fatiga y no pocas reticencias hacia
en las aulas, cómo crear interés y conocimiento cualquier propuesta de renovación metodológi-
hacia y a partir de los textos literarios. Las discu- ca. A la ya escasa relevancia de la literatura en el
siones en torno a la enseñanza escolar de la lite- currículo se une el descontento que provoca la
ratura están determinadas en parte por la indecisión y la perseverancia en prácticas gasta-
conciencia de agotamiento de un ciclo, caracteri- das e ineficientes. Algo, sin embargo, parece
zado por la consideración de la literatura como indudable: la enseñanza de la literatura, tal como
un medio de acceso a la identidad nacional y una se sigue concibiendo, genera en muchos profeso-
forma de vinculación con la historia de un país, y res más frustraciones que alegrías, pues piensan
el inicio de otro cuyos perfiles no están del todo que no contribuye a la primaria tarea de formar
definidos. El auge o la decadencia de las sucesivas lectores ni responde a las exigencias de un
de la lectura fuente de placer, de enriquecimiento quince años? ¿Cómo se pueden llevar a cabo esas
personal y de conocimiento del mundo y consoli- lecturas si a la vez se recomienda «la lectura
dar hábitos lectores; comprender textos literarios comentada de relatos, observando la transforma-
utilizando conocimientos básicos sobre las con- ción de la narrativa desde la épica medieval en
venciones de cada género, los temas y motivos de verso a la narración moderna en prosa, y del
la tradición literaria y los recursos estilísticos; héroe al personaje de novela» y, asimismo, «la
aproximarse al conocimiento de muestras rele- lectura comentada y dramatizada de obras tea-
vantes del patrimonio literario y valorarlo como trales breves y fragmentos representativos del
un modo de simbolizar la experiencia individual teatro clásico español, reconociendo algunas
y colectiva en diferentes contextos histórico- características temáticas y formales»? ¿Alguien
culturales (Real Decreto 1631/2006, p. 732)–, cual- cree de veras que resulta factible abordar esos
quier profesor puede sentirse impulsado a diseñar densos contenidos con un mínimo de coherencia
un programa innovador en torno a la lectura tra- y provecho?
bando textos clásicos y contemporáneos, desarro- El solo estudio de una de esas recomenda-
llando algunos tópicos que ofrezcan a los ciones, la metamorfosis del héroe épico en los
alumnos la oportunidad de pensar sobre su reali- personajes de la novela moderna, por ejemplo,
dad inmediata, estudiando autores de la literatura llevaría meses de análisis y reflexiones para dar
infantil y juvenil universal; pero si a continuación algo de sentido al tema. Sucede entonces que, a la
reparamos en la redacción de los contenidos del vista de las exhaustivas propuestas del currículo
bloque 3 del tercer curso de la educación secun- oficial, se recurre a la solución más manida: la
daria, el referido a la educación literaria, compro- enumeración cronológica de los autores conside-
bamos la manifiesta contradicción cuando se rados canónicos y de los ya gastados movimien-
reclama allí nada más y nada menos que la «lec- tos literarios o generacionales, clasificaciones tan
tura de obras o fragmentos adecuados a la edad, insatisfactorias para el profesorado como para el
relacionándolos con los grandes periodos y auto- alumnado.
res de la literatura desde la Edad Media hasta el La apertura de las declaraciones introducto-
siglo XVIII». rias y la flexibilidad de los objetivos se ven un
Las preguntas surgen entonces en cascada: tanto invalidadas por la naturaleza y la desmesu-
¿Cómo es posible leer con cierto sentido obras o ra de los contenidos, que sutilmente empujan al
fragmentos pertenecientes historicismo literario, y
a siete siglos de produc- por el sesgo de las evalua-
ción literaria? ¿Qué razo- Nada hay en el currículo que ciones, que incide en
nes justifican la elección haga pensar que se imponen caminos ya transitados.
de un período de tiempo unos determinados métodos Da la impresión de que
tan prolongado y hetero- pedagógicos o se impiden los redactores de los
géneo? ¿Cuáles son, por prácticas innovadoras, si bien currículos hubiesen senti-
ejemplo, las obras de la do vértigo a ser congruen-
la redacción de los contenidos
Edad Media «adecuadas a tes con sus iniciales
la edad» de los alumnos de puede condicionar sutilmente audacias conceptuales.
3.º de ESO, es decir, ado- la realización de ciertas prácticas Las consecuencias son
lescentes de catorce o nefastas. Una de las más
trampa de obligarse a cumplir un programa, ra, desde los pícaros hasta las prostitutas, es más
desde la primera hasta la última lección, que importante que la memorización de autores y
nadie les ha exigido que cumplan, dando por títulos cuyo valor es meramente erudito; si es
supuesto que cualquier alteración o desviación es más fructífero incidir en la importancia de las
una especie de fracaso o fraude. Y, sin embargo, novelas de folletín como impulsoras de un nuevo
la mayoría de los profesores sabe que siempre público lector y sus similitudes con las telenove-
será más fructífero comprender a fondo el las contemporáneas antes que memorizar títulos
mundo psicológico y sentimental que anuncia la de obras de Juan Valera o Cecilia Bölh de Faber
poesía de Gustavo Adolfo Bécquer, que empe- que casi nadie leerá; si es más útil dedicar tiempo
ñarse en conocer las obras del teatro romántico a desarrollar un proyecto colaborativo con otros
español, con las enormes confusiones que ello departamentos en torno al Holocausto, imbri-
genera. cando textos de literatura infantil y juvenil, pelícu-
En los contenidos de la educación literaria las y testimonios de supervivientes, o demorarse
fijados para 4.º de ESO se pide alentar en los alum- en las características del modernismo literario
nos «la lectura de novelas y relatos desde el siglo como parece preceptivo. No sólo no se incurriría
xix hasta la actualidad», promover «el conoci- en desaciertos, sino que se lograría con más garan-
miento de las caracterís- tías la tan reclamada
ticas generales de los educación literaria.
grandes períodos de la En realidad se trata de evitar la ficción Podría argüirse
historia de la literatura que equipara acumulación que dejar en manos de
desde el siglo XIX hasta la los profesores esas
de nomenclatura con conocimiento
actualidad» y estimular decisiones empobre-
literario y confiar a los profesores,
además «un acerca- cería severamente los
miento a algunos auto- los departamentos y los planes de contenidos y se caería
res relevantes de las centro la fijación de los proyectos en la arbitrariedad. Sin
literaturas hispánicas y y las prácticas de la educación literaria entrar a discutir ahora
europea desde el siglo el concepto mismo de
XIX hasta la actualidad». contenido, tan equívo-
Nada se indica acerca de qué novelas o relatos co, es preferible asumir ciertos riesgos a perma-
deberían leerse, ni nada obliga a estudiar tales o necer sujetos a unas prácticas que a no pocos
cuales autores. ¿Por qué no alentar entonces la insatisfacen. En realidad se trata de evitar la fic-
autonomía de los profesores, delegar en ellos ción que equipara acumulación de nomenclatu-
la decisión acerca de lo que es relevante y acce- ra con conocimiento literario y confiar a los
sorio? Al fin y al cabo, los libros de texto no profesores, los departamentos y los planes de
hacen otra cosa que seleccionar y ordenar. Los centro la fijación de los proyectos y las prácticas
criterios personales no tienen por qué conside- de la educación literaria, que no tienen por qué
rarse menos valiosos que los manifestados en los ajustarse a unos mismos patrones ni seguir unos
libros de texto, elaborados por profesores igual mismos caminos aunque se compartan unos mis-
que ellos. Los profesores podrían decidir enton- mos fines. Es el carácter uniforme, cerrado y
ces si comprender la significación histórica de la obsoleto del canon literario vigente el principal
aparición de los personajes pobres en la literatu- estorbo para la innovación didáctica y la auto-
conversar con autores vivos sobre los proce- mundo en su extraordinaria complejidad y
sos de escritura, sobre las imágenes y las apreciar los diversos modos literarios con
emociones que los mueven. Aun sabiendo que los seres humanos manifiestan sus pro-
que no todos los autores están dotados para blemas esenciales. Hay textos que están pre-
esos diálogos con jóve- sentes de un modo explícito
nes, y sabiendo tam- en otros textos, que actúan
bién que muchos de Los itinerarios intertextuales como citas más o menos
esos actos están media- permiten captar el mundo en reconocibles. Reconocerlos
tizados por intereses su extraordinaria complejidad acrecienta la educación lite-
comerciales, no hay raria. Pero esos diálogos
y apreciar los diversos modos
que renunciar a pro- entre textos pueden ser esta-
literarios con que los seres
mover esos encuentros blecidos de manera autóno-
entre alumnos y auto- humanos manifiestan sus ma por los profesores.
res. La educación lite- problemas esenciales Tienen la potestad y la obli-
raria pasa por conocer gación de hacerlo. ¿Qué les
de viva voz los meca- impide tomar los exilios
nismos de la creación. como un pretexto para vincular un poema de
• La literatura recrea «temas» cuya médula Du Fu con un relato de Mario Benedetti, una
apenas se altera a lo largo de los siglos, aun- película de Marcelo Piñeyro con una novela
que varíen las formas de pensarlos y expre- juvenil de Judith Kerr, una obra de teatro de
sarlos. La educación literaria debe enseñar a Bertold Brecht con un cómic de Antonio
los alumnos a conectar el presente con el Altarriba y Kim? ¿Y por qué no poner en
pasado, o, dicho de otro modo, a detectar contacto Carta al padre, de Franz Kafka, La
el pasado que perdura en el presente. casa de Bernarda Alba, de Federico García
Tienen que saber que aun el texto más Lorca, y Joana, de Joan Margarit, si se quiere
remoto también fue escrito para ellos y tie- reflexionar sobre las relaciones entre padres e
nen que aprender a descubrir por qué. El hijos? En este campo, las posibilidades son
inaugural viaje de Ulises, pongamos por tan plurales como lo son las mentes de los
caso, puede encontrarse, reinterpretado, en propios profesores.
numerosos textos literarios a lo largo de los • La literatura es un medio de conocimiento
siglos. Establecer conexiones entre algunos personal y social. Comprender que leer tex-
de los textos que desde Homero hasta la tos literarios puede ser un modo de leer el
generación Beat, pasando por Don Quijote mundo al que se pertenece y de leerse a sí
de la Mancha o Peregrinación al Oeste, han mismo debe ser uno de los propósitos ele-
hecho del desplazamiento geográfico una mentales de la educación literaria en la edu-
metáfora del «viaje interior» permitiría a cación secundaria. Que la literatura influye
los alumnos comprender las formulaciones en el modo de pensar y de sentir de los lec-
de lo permanente y lo mutante, lo común y tores es una obviedad para quienes han
lo diverso, la tradición y la novedad, los hecho de la lectura un acto cotidiano. No es
antiguos y los nuevos sentidos. Los itinera- tan evidente, sin embargo, para tantos
rios intertextuales permiten captar el alumnos que sólo ven en la literatura un
novelas o cuentos forman parte de la educa- los cafés, los auditorios, la Red, los cines.
ción literaria, de igual modo que observar La educación literaria no se concibe sin el
cómo muestran el mismo hecho –la muerte uso continuado de las bibliotecas escolares
de emigrantes en el Estrecho, por ejemplo– y públicas, de manera que habría que otor-
una poesía de Berta Piñán, una canción de garles el protagonismo que merecen. Sería
Chambao o un artículo periodístico de Manuel preciso asimismo que los alumnos enten-
Alcántara contribuye a apreciar de veras la dieran que la literatura es un hecho social,
diversidad expresiva de la literatura. que son los ciudadanos los que la crean y
• La literatura forma parte de los procesos de la reciben, que responde a los gustos y sue-
producción y transmisión social. Hacer ver ños de la comunidad cultural donde se
que las obras literarias están impregnadas inserta, por lo que, como parte también de
por las ideologías de una época puede con- su educación literaria, deberían habituarse
tribuir a que los alumnos entiendan mejor el a entrar en librerías, asistir a conferencias
hecho literario. Prestar atención a las intro- y exposiciones, conocer los libros canóni-
ducciones de algunas obras literarias –las de cos de otros países u otros grupos sociales,
Miguel de Cervantes, por ejemplo– o a las conversar y contrastar pareceres con otros
páginas de créditos de los libros contempo- lectores.
ráneos puede permitirles conocer las vicisi- • La literatura, en fin, se logra a través de la
tudes de la edición y propagación de una lectura y la escritura, de manera que el apre-
obra literaria, comparar el papel de los cio y el dominio de esas capacidades deberí-
mecenas antiguos con el de las editoriales an ser los fundamentos de la educación
contemporáneas, darse cuenta de las inter- literaria.
venciones del Estado en los procesos creati-
vos o entender el significado del copyright. Referencias bibliográficas
De igual modo, percatarse de los elementos CERRILLO, P.C. (2007): Literatura infantil y juve-
comerciales, artísticos o académicos del nil y educación literaria. Hacia una nueva ense-
mundo del libro puede ayudarles a entender ñanza de la literatura. Barcelona. Octaedro.
los mecanismos de difusión de los best- COLOMER, T. (2005): Andar entre libros: La lec-
seller, la función de los premios literarios, la tura literaria en la escuela. México. Fondo de
fijación de los cánones literarios o el papel Cultura Económica.
de Internet en la creación y difusión de la JOVER, G. (2007): Un mundo por leer:
literatura. Educación, adolescentes y literatura.
• La literatura se muestra en las aulas pero Barcelona. Octaedro.
también fuera de ellas. Debería ser motivo LÁZARO CARRETER, F. (1973): «Cuestión pre-
de reflexión el hecho de que tantos alum- via: El lugar de la literatura en la educación»,
nos acaben su periodo de escolaridad aso- en AA.VV.: El comentario de textos. Vol. 1.
ciando la literatura a una materia Madrid. Castalia, pp. 7-29.
exclusivamente académica. Se malogra la MENDOZA FILLOLA, A. (2003): «El canon for-
oportunidad de hacerles ver que lo que se mativo y la educación lecto-literaria», en MEN-
hace en las aulas no es ajeno a lo que se hace DOZA FILLOLA, A. (coord.): Didáctica de la
en las bibliotecas, los hogares, las librerías, lengua y la literatura. Madrid. Prentice Hall.