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ANTECEDENTES HISTORICOS DE LAS MIPYMES

Durante las décadas del cincuenta, sesenta y setenta, el enfoque económico predominante (en
materia empresarial) era el de la producción en serie, siguiendo modelo de industrialización
impulsado en los Estados Unidos por Henry Ford; cualquier forma de organización fabril
distinta al Fordismo era considerada como ineficiente y por lo tanto excluida de todo análisis
económico; especialmente por ser considerada ineficiente en la intensidad de utilización de las
energiá s.

A mediados de los cincuenta las ventajas de las MIPYMES ya eran bien conocidas. Dentro de
los beneficios más importantes se resaltaba el trabajo intensivo en mano de obra, su
adaptabilidad, la utilización de factores productivos locales, y reducción de la dependencia de
las importaciones.

Aún asi,́ se consideraba que las empresas de menor tamaño eran solo transitorias y podían ser
útiles únicamente en países que se encontraban iniciando el proceso de industrialización, el
cual requeririá , eventualmente, la conformación de grandes empresas de producción en serie.

Las empresas de menor tamaño no encontraban lugar dentro del sistema de producción en serie,
debido a la ausencia de inversión que implicaba la adquisición de los bienes de capital
necesarios para llevar a cabo la producción en masa. Esta incompatibilidad jugó desde un
principio un factor en contra de las MIPYMES al considerarlas como un fenómeno plausible
de ser incorporado a las economiá s industrializadas. Tal sesgo se mantuvo hasta la aparición
de los conceptos de red y clúster empresarial. En esa época eran consideradas como signo de
sub-desarrollo económico y su tamaño era concebido como un estadio menor que las grandes
empresas, por lo que se creiá estaban destinadas a desaparecer una vez el paiś se desarrollase.

El papel de las MYPES empezó a tener fuerza hacia finales de la década de los años 70, con la
crisis del Modelo Fordista. Por un lado, la crisis del petróleo encareció enormemente los
precios de los energéticos y, por otro lado, la expansión económica de los países desarrollados
registrada en esa década comenzó a detenerse como consecuencia lógica de la caída del
consumo. A razón de la crisis, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) empieza a
recomendar que los países del “tercer mundo” ayuden a las MIPYMES, otorgándoles mayores
incentivos y generando polit́ icas de promoción. Entra entonces en el debate público la
preocupación por las MYPES de forma más definitiva y organizada.

En los 80, con aparición del paradigma Post-Fordista al que se denominó “Especialización
Flexible” de uso intensivo en información y conocimiento, se revaloró el papel de las MIPES
dentro del proceso de crecimiento económico, ahora eran vistas como agentes de este cambio,
debido a que el menor tamaño de estas empresas es considerado como signo de una mayor
capacidad de adaptación e innovación. En la mayoriá de los casos, el Estado advirtió esta
situación y sumó sus esfuerzos por incentivar y apoyar a estas empresas. Asimismo, se vio su
confrontación con las grandes empresas en términos de “formalidad”; mientras las segundas se
encontraban legalmente constituidas, con beneficiosos incentivos gubernamentales, leyes
laborales para los empleados y demás; las primeras permanecían sumergidas en la informalidad
dada por el carácter “familiar” de la empresa. De esta forma, se solía denominar a las PYMES
como el “sector informal” o la “economiá sumergida”.

A las cualidades de este sector, se sumaba la creación de empleos, en parte gracias a su


flexibilidad, pero también a la informalidad del sector y su potencial para absorber la fuerza
laboral desechada por el sector formal, asimismo, por ser el sector capaz de palear la crisis, aún
sin ayuda gubernamental. Esto contribuyó a que las PYMES, antes vistas de forma negativa en
cuanto a su contribución a la economiá , empezasen a ganar respeto entre los economistas, no
por su fortaleza en tiempos ordinarios, sino por su capacidad de subsistencia en época de crisis.

Esta correlación fue reforzada con estudios que propulsaban a la microempresa rural como el
instrumento de rescate de la población campesina en situación de pobreza; elevando los
ingresos y mejorando la calidad de vida de los habitantes del campo, allí donde las grandes
industrias no llegaban, o lo hacían con un esquema productivo que no contribuía al
mejoramiento de la situación de la población rural.

A partir de entonces, y bajo el nuevo paradigma, las pequeñas firmas empiezan a ser
consideradas como eficientes, flexibles y dinámicas8 , especialmente en los paiś es en
desarrollo, que necesitaban firmas adaptables que lograsen sobrevivir a los efectos exteriores
de las crisis.

LAS MIPYMES EN EL ECUADOR

El surgimiento de las pequeñas y medianas unidades productivas en el escenario


socioeconómico del Ecuador se remonta a mediados del siglo XX, con el establecimiento del
modelo sustitutivo de importaciones. Es necesario considerar los inicios del Ecuador como
república hasta nuestros diá s para entender el contexto en el que se desarrollaron las PYMES

A lo largo de la vida republicana la economía ecuatoriana ha estado marcada por tres periodos
principalmente:

 Periodo Agroexportador
 Periodo de Industrialización sustitutiva de importaciones
 Periodo neoliberal y dolarización

La economiá ecuatoriana ha dependido en gran medida de la exportación de productos


primarios como el cacao, luego seriá el banano y posteriormente el petróleo; estos constituirían
la principal fuente de ingresos que financiariá las actividades de los gobiernos en turno.

 Periodo Agroexportador:

El cacao constituyo el principal producto de exportación cultivado en la región costera. Durante


este periodo se observa dos sectores de poder claramente determinados por el área geográfica
a la que pertenecen, Costa y Sierra; por un lado estaban los hacendados costeños, productores
y exportadores de cacao, donde se concentraba la capacidad industrial productiva del país, y
teniá n el control total del comercio internacional; por otro lado estaban los terratenientes
serranos quienes producían mediante el sistema de hacienda y destinaban su producción en su
mayoría al consumo interno, varios de ellos incursionaban en la actividad industrial
especialmente en la manufacturera y muy pocos incursionaban en mercados internacionales,
ellos manejaban la economiá de la región Sierra.

El poder político y económico estaba claramente dividido entre el sistema hacienda, de la


Sierra, y la economiá de plantación, de la Costa, ambos basaban su poder sobre el fuerte control
de de los recursos productivos, principalmente de la tierra, y la explotación de mano de obra.
Las condiciones imperantes no permitiá n que se desarrolle un libre mercado en igualdad de
competencia puesto que se limitaba a la mayor parte de la población a sujetarse a única forma
de subsistencia, cultivar la tierra

Otros grupos que se pueden observar con menos capacidad de decisión eran: la burocracia
estatal en crecimiento, artesanos, aprendices, obreros, campesinos y las empresas de servicio
público.

En beneficio del hacendado, la participación de pequeños productores en el mercado estaba


impedida por el manejo monopólico de los terratenientes.

Debido a la división de poder entre las regiones no fue posible establecer un poder central, en
consecuencia no existiá una polit́ ica de gobierno planificada preocupada por impulsar polit́ icas
de desarrollo que beneficien a toda la población.

Fue hasta inicios de la década de 1950 que la economiá se dinamiza gracias a la producción y
exportación bananera lo que dio paso a una nueva etapa marcada por el desarrollo industrial en
el paiś .

 Periodo de industrialización sustitutiva de importaciones

Durante 1948 a 1965 la economía ecuatoriana se encontraba bajo los efectos del auge bananero;
su nivel de exportaciones generó las suficientes divisas para financiar el modelo de
industrialización sustitutivo de importaciones, el cual buscaba eliminar la importación de
bienes de consumo e intermedios y erradicar el modelo Agroexportador de productos
primarios, mediante la demanda interna para que sea ésta la generadora de una alta capacidad
de empleo y valor agregado.

Se buscaba lograr el crecimiento vía expansión industrial, se consideró a la industria como


sector dinámico, empleador de abundante capital, que a la larga se constituiriá como medio
ineludible de abastecimiento de la producción interna. “La nueva demanda que se forme por la
expansión de los ingresos debiá satisfacerse por medidas importaciones de tal forma que se
logre equilibrar las necesidades y la capacidad de importar a fin de preservar el equilibrio en
la balanza de pagos”.

Para poder instaurar un Estado moderno era necesario adoptar polit́ icas de protección e
incentivo a la industria, por lo que se estableció leyes encaminadas al fomento industrial y al
fomento de la pequeña industria.

Durante esta etapa se vivió un periodo de prosperidad, estabilidad y desarrollo económico, se


desarrolló la industria, se modernizaron las ciudades, se amplió la cobertura de servicios
públicos, se mejoró el nivel de vida de la población.

A partir de la década de 1950 se establecieron las primeras pymes, estas en su mayoría se


crearon con una estructura cerrada, de origen familiar, “dedicadas principalmente a actividades
como: textil y confecciones, cuero y calzado, papel e imprenta y minerales no metálicos [...]
pues es en estas actividades donde precisamente habriá n tenido mayor posibilidad de
establecerse los pequeños talleres personales y familiares.

En 1972 el petróleo constituyó el principal rubro de exportación del país, se intensificó el


proceso de industrialización sin embargo “el proteccionismo estatal creó un sector industrial
poco competitivo que no permitió que se desarrolle el mercado y que los empresarios
conduzcan su preocupación por mejorar la productividad y competitividad” , como resultado
se continuó exportando productos primarios y el sector industrial no tuvo el suficiente
desarrollo para ofrecer al mercado externo productos con mayor valor agregado.

Esta época de prosperidad fue interrumpido en 1982 cuando el Ecuador debe enfrentar diversos
inconvenientes como: no poder cumplir con el servicio de la deuda externa y verse obligado a
declararse en mora, se registra un saldo negativo en la balanza pagos, existe déficit
presupuestario y la Reserva Monetaria Internacional sufre una profunda caída, esto junto a
otros fenómenos acumulados dan origen a las crisis económica de los 80, provocando una grave
recesión económica que llevó al deterioro de los ingresos familiares.

 Periodo neoliberal y dolarización

A partir de la década de los 80 se produce una etapa de desaceleración productiva en la que


será necesario un cambio en la política económica y se adopta un nuevo modelo de desarrollo,
estas transformaciones inician con los llamados Programas de Ajuste Estructural los que se
ejecutan con la intención de restablecer el equilibrio macroeconómico.

Este ajuste estructural consistirá en reducir el rol del Estado por considerar que el
proteccionismo estatal no permitió que se desarrolle el mercado y que los empresarios
conduzcan su preocupación por mejorar la productividad; por lo que se establecen varias
reformas como:

Se deja al mercado como el encargado de fijar las tasas de interés y de cambio.

La oferta y la demanda serían quienes determinen los precios.

Se creó incentivos a la inversión extranjera con el fin de promover la transferencia de recursos


hacia el mercado financiero mundial.

En el área de Comercio Exterior se consideró que el déficit en cuenta corriente de balanza de


pagos era causado por el manejo de un tipo de cambio sobrevaluado y por los altos aranceles
que influían directamente en el intercambio con el exterior, ante lo cual se recomendó la
devaluación de la moneda.

En el campo Fiscal se aconsejó que el gasto público disminuya y a la par se elimine los
subsidios.

Se culpó a la polit́ ica Monetaria-Crediticia como causantes de la inflación, ante lo cual se


recomendó la restricción del crédito al sector público y el alza de las tasas de interés.

Al ámbito salarial se le adjudicó la responsabilidad de que éste a través de los incrementos


salariales expandía la demanda interna y agravaba el proceso inflacionario por no guardar
relación con la productividad del trabajo.

La aplicación de estas medidas no fueron suficientes para frenar la crisis económica en el paiś
y por el contrario con el paso de los años se agudizó aún más la mala situación económica, las
constantes devaluaciones del sucre hicieron que este perdiera sus funciones de dinero y poco a
poco se vaya consolidando la dolarización informal en el paiś desembocando esta difić il
situación en la crisis financiera y polit́ ica de 1999.

Estos hechos llevaron a que las empresas se preocuparon únicamente por su supervivencia y
estabilidad económica interna, buscando obtener los niveles más altos de productividad e
ingresos y mejores condiciones de trabajo.

Este seriá el comienzo de una segunda etapa en la historia de la evolución de las PYMES,
donde estas debe afrontar diversos retos como: un mercado más exigente y cambiante, ofrecer
mejores y más variados productos a mejores precios, incorporar tecnologiá , mejorar su calidad
para lograr ser más competitivas en el mercado.

A nivel de resultados, 2016 fue muy complejo para este sector, lo que se vio reflejado en
menores ingresos. La Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros presenta la
información de las empresas que declararon sus cifras. A pesar de que no todas las entidades
presentan su información a esta institución, los resultados si son un espejo de un incremento
en la base de empresas en los últimos 5 años. Para 2012, 18.931 negocios declararon sus
resultados frente a los 24.668 de 2016. En este periodo, dadas las dificultades de la economía
del año pasado, en la base hay un 3,15% más compañías que en 2015. A pesar de tener un
mayor número de empresas, los resultados reflejan un escenario complejo, en el que los
ingresos del segmento se incrementaron hasta 2015, en tanto que en 2016 este valor decreció
en -3,1% frente al año previo. Si se maneja una base homogénea de empresas, tomando en
cuenta a aquellas que operaron durante los 5 años analizados, el decrecimiento de los ingresos
del segmento fue de -4,9% con 9.362 empresas.

Dentro de la base total, los ingresos en el año 2016 fueron de USD 27.443 millones, con una
participación de USD 6.365 para las pequeñas y USD 21.078 para las medianas. En ambos
casos los ingresos decrecieron a niveles inferiores a los del año 2014. De todas formas, las
PYMES no dejan de ser agentes destacados en la economía, ya que en conjunto manejan
ingresos que en 2016 representaron el 27,8% del PIB, siendo un peso menor en relación al
28,5% en 2015.
En el año 2016 las empresas pequeñas tuvieron un ingreso promedio anual de USD 371.417,
lo que implica una reducción de -9,9% frente al año 2015, en el que este mismo rubro se redujo
en -6,9%. En este caso, el incremento del número de empresas en un porcentaje mayor que el
de sus ingresos, tuvo directa incidencia en estos resultados, cuya tendencia decreciente se dio
dentro del periodo analizado. Para las medianas el ingreso promedio anual fue de USD
2.939.693, una reducción de -2,8% frente al año 2015. Para las medianas el ingreso en 2016 es
ligeramente inferior al del año 2013.

Un factor de incidencia en el desarrollo de las PYMES y de sus actividades es el acceso al


crédito. De acuerdo a cifras de la Superintendencia de Bancos, el crédito destinado a este
segmento de empresas ha tenido variaciones desde 2012. Se pueden identificar dos segmentos
en el periodo, el primero de 2012 - 2014 en el que se dio un crecimiento del crédito productivo
y comercial a PYMES y de 2015 en adelante en el que éste se redujo. Además de las
dificultades que se pueden dar en el acceso al crédito, un factor de gran incidencia también fue
la menor demanda, lo que generó mayor liquidez en las instituciones financieras. En el año
2016 el crédito a PYMES fue de USD 2.323,78 millones lo que representa -47,9% menos que
en 2015. En lo que a 2017 se refiere, se proyecta que este valor sea levemente superior al de
2016. El crédito comercial y productivo a PYMES representó el 11,2% de ese segmento, siendo
su pico más alto el año 2014 con 23,1%.

Dadas las dificultades en la economía, las PYMES tuvieron inconvenientes en el desempeño


de sus funciones, sus ingresos fueron menores. Si se analiza lo que ha pasado en el período
contemplado, los resultados demuestran las dificultades que tienen estas empresas para
mantenerse en el mercado.

¿Cómo evolucionaron las MIPYMES en los últimos años?


Si bien en su conjunto las PYMES en 2016 fueron 24.668 empresas, no todas se mantuvieron
en el mercado en los últimos cinco años y tampoco manejaron necesariamente el mismo rango
de ingresos.

Para comprender mejor su situación y evolución en el país se analizó qué pasó con ellas en el
período 2012 – 2016. Los resultados demuestran que las medianas tuvieron mayor estabilidad
que las pequeñas, sin que esto implique que no hayan tenido sobresaltos. En el caso de las
pequeñas, se encontraron 17.854 empresas en total, en tanto que las medianas fueron 7.767.

Dentro de su evolución, el 45,3% de las empresas pequeñas se mantuvo dentro de ese mismo
segmento entre 2012 y 2016. Este indicador refleja que para un gran porcentaje de empresas
pequeñas no fue posible mantenerse en su rango. El 30,6%de las empresas pequeñas analizadas
desapareció en el periodo referido, sea porque comenzaron a operar en 2012 y no llegaron a
2016 o porque se crearon después de 2012 y desaparecieron unos pocos años después. Este
porcentaje demuestra la complejidad de manejar un negocio y que éste sobreviva al menos 5
años. A su vez, a este valor se le deben añadir el 16,7% de las empresas que siendo pequeñas
pasaron a facturar menos de USD 100.000 al año, convirtiéndose en microempresas. Si bien es
un escenario complejo, también se destaca el 7,5%que creció y pasó a otro segmento.

Las empresas medianas presentan mayores niveles de estabilidad que las pequeñas. Es así como
el 53,2% se mantuvo en el mismo segmento. Si bien es más complejo para estas empresas ser
grandes, solamente el 3%lo hizo; las que bajaron a otros segmentos representaron el 19%del
total de medianas. A su vez, tienen dificultades para seguir operando, de tal forma que el 24,8%
desapareció.

EVOLUCION DE MIPYMES EN RIOBAMBA

El crecimiento económico de la ciudad de Riobamba se ve reflejado en la creación de nuevas


fuentes de trabajo gracia a la presencia de las PYMES, Pequeñas y Medianas Empresas,
desarrolladas en el ámbito, textil, comercial y manufacturero, se imponen las grandes empresas
como la Compañiá de Economiá Mixta “Unión Cementera Nacional “, que surge de la fusión
de la compañiá “Guapan S.A.” y la “Cemento Chimborazo C.A.”, “Ecuacerámica”, “La
Ibérica”.

La ciudad se atribuye con una localidad privilegiada debido a su localización, estas empresas
generan fuentes laborales directas e indirectas, los pequeños emprendimientos que a lo largo
de la historia se constituyen en empresas que en la actualidad se encuentran posicionadas en
este mercado gracias a una administración que se va perfeccionando a medida de su
crecimiento tecnológico, la transferencia de conocimiento, capacitación de empleados,
crecimiento del mercado nacional que permite una inversión superior en cuanto a maquinaria
y capacidad instalada, el incremento del valor productivo en el producto o servicio, es decir,
nacen como empresas familiares o personales y a lo largo del tiempo necesitan una estructura
organizacional cada vez más grande para cubrir nuevos nichos de mercado nacional e
internacional, uno de los ejemplos palpables en esta ciudad es la empresa de embutidos “La
Ibérica”. Los emprendimientos recientes nacen con dificultades financieras, lo que ocasiona la
multiplicación de las tan llamadas COAC (Cooperativas de ahorro y crédito).
BIBLIOGRAFIA

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