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Cognición animal
La cultura de los chimpancés
la cognición. Los neandertales poseían animales. Pero hacia finales del siglo xix
cerebros mayores que nosotros, pero no se produjo ya una fuerte reacción contra
pintaban las paredes de las cuevas. En par- la atribución de pensamientos conscien-
ticular, en la región de la corteza prefron- tes a los animales. En el Reino Unido, el
tal, un área que contribuye al pensamiento canon de Conway Lloyd Morgan prohibía
abstracto, las neuronas disponen de más la explicación del comportamiento animal
espacio entre sí en el cerebro humano que mediante una facultad psíquica superior a
en el de los primates; ese margen les posi- la requerida por los datos. En Estados Uni-
bilita mayor conectividad entre neuronas. dos, Edward Thorndike defendía sustituir
(El lóbulo frontal ocupa entre el 35 y el 38,5 el recurso a las anécdotas en el estudio del
por ciento de los hemisferios cerebrales, comportamiento animal por experimen-
y es la porción anterior al surco central.) tos controlados. Sostenía que, cuando se
Humanos y primates poseen neuronas estudian en entornos controlados y repro-
de von Economo, así llamadas en honor de ducibles, se comprobaba que el compor-
quien las describió en 1929, Constantin von tamiento animal obedecía leyes que hacían
Economo, implicadas en la cognición social innecesarias las explicaciones mentalistas.
(confianza, empatía, sentimientos de culpa Pero, tras un siglo de silencio, se está
y sentimientos de vergüenza). Las neuro- asistiendo a un resurgimiento del antro-
WILD CULTURES. A COMPARISON BETWEEN nas en huso, o de von Economo, redescu- pomorfismo. A esa tendencia se adelantó
CHIMPANZEE AND HUMAN CULTURES biertas por Patrick Hof, se caracterizan por Donald Griffin, descubridor del sonar de los
Por Christophe Boesch. Cambridge University un soma fusiforme, que se estrecha en un murciélagos. Griffin sostenía que la com-
Press, Cambridge, 2012. axón apical en una dirección y una den- plejidad de la conducta animal demanda-
drita en el polo opuesto. Se encuentran ba la presencia de pensamientos y deseos
L
a teoría de la evolución por selección en la corteza cingulada anterior, la corte- conscientes; para él, la explicación antro-
natural nos enseña que los grandes za frontinsular y, al parecer, también en pomórfica resultaba más parsimoniosa que
simios (chimpancés, bonobos, gori- la corteza dorsolateral prefrontal. El hom- otra construida sobre leyes conductistas. En
las y orangutanes) guardan una estrecha bre tiene más células en huso y, además, Griffin se inspiró Gordon Burghardt, quien
relación de parentesco con nosotros. Jun- son mayores que en los grandes simios. distinguió entre antropomorfismo ingenuo
tos formamos la familia de los homínidos. Se han identificado también en el cerebro (el impulso que mueve a los niños a conver-
En razón de ello, hubo un tiempo en que de las ballenas jorobadas, rorcuales, orcas, sar con el perro familiar) y antropomorfis-
se pensó que los chimpancés constituirían cachalotes, delfines mulares, delfines de mo crítico (que utiliza la hipótesis de la con-
buenos modelos para estudiar las enfer- Risso, belugas y elefantes. Su presencia en ciencia animal como método heurístico).
medades del hombre. No era verdad. Me- organismos tan dispares se atribuye a un Esa distinción se asemeja a la formulada
dian diferencias importantes en cuanto fenómeno de evolución convergente. por Frans de Waal entre antropomorfismo
a la incidencia y gravedad de diversas La complejidad de la conducta animal centrado en el animal y antropomorfis-
patologías, más allá de las explicadas por induce a utilizar términos que se toman mo centrado en el hombre. Daniel Den-
causas anatómicas. prestados de la acción humana. Charles nett sostiene, con Griffin, Burghardt y De
Desde comienzos del siglo xix los in- Darwin empleó expresiones mentalistas Waal, que el recurso a estados mentalistas
vestigadores saben que el cerebro humano cuando aludía a la alegría de un perro, la intencionales es más parsimonioso que
mide entre tres y cuatro veces el del chim- astucia de una cobra o la simpatía de los una descripción conductual de compleji-
pancé. Durante decenios, los antropólogos cuervos. El antropomorfismo de Darwin, dad inimaginable. Con todo, aducir que las
han analizado el tamaño relativo y las es- combinado con una descripción meticu- explicaciones mentalistas son más simples
tructuras visibles de los lóbulos. Sin embar- losa, parecía aportar base científica para puede suponer cometer una falacia nomi-
go, el tamaño no lo explica todo. Importa subrayar las obvias semejanzas entre el nalista: creer que con darle el nombre a un
la organización, el cableado. Pensemos en comportamiento humano y el de otros a cosa ya la estamos explicando.
Sociedades primates
Un tratado exhaustivo de primatología social comparada
entender de qué modo han evolucionado la lución de los homininos y en los factores
conducta social y las facultades mentales de conductuales, anatómicos, fisiológicos y ge-
los primates. Hasta la aparición de la etolo- néticos que nos caracterizan a los humanos.
gía, ecología conductual y psicología com- Algunos de los estudios de campo, llevados
parada en la segunda mitad del siglo xx, el a cabo a lo largo de diversas campañas, so-
comportamiento de los primates no había bre babuinos, macacos o chimpancés han
adquirido armazón doctrinal. Robert Yerkes amasado ya datos cuantitativos sobre va-
y Wolfgang Köhler iniciaron el estudio mo- rias generaciones, de innegable valor en la
derno del comportamiento de los primates consideración de la historia de la vida y la
en cautividad durante la primera mitad de conducta. Para el comportamiento, resul-
esa centuria. Inspirándose en Yerkes, Cla- tan imprescindibles los trabajos genéticos
rence Ray Carpenter acometió los primeros y endocrinos; para la cognición, resultan
trabajos de campo. A comienzos de los años espectaculares los fenómenos descubiertos
sesenta se había acumulado ya un ingente en la experimentación, en condiciones de
volumen de datos, que permitió a David libertad o de cautividad. Hasta un tercio de
Hamburgh y Sherwood Washburn organizar las especies de los primates son solitarias,
THE EVOLUTION OF PRIMATE SOCIETIES un grupo de estudio en el Centro de Estudios por lo que es más difícil de estudiar su or-
Dirigido por John C. Mitani, Joseph Call, Peter Avanzados de las Ciencias de la Conducta en ganización social.
M. Kappeler, Ryne A. Palombit y Joan B. Silk. Stanford. La primera compilación de artícu- Por tratarse de un estudio comparado, los
The University of Chicago Press, Chicago, 2012. los sobre comportamiento emergió de ese análisis filogenéticos y taxonómicos sirven
grupo con la publicación en 1965 de Primate de plantilla general que nos enseña a ubicar
E
n 1987 aparecía Primate Societies, Behavior: Field Studies of Monkeys and Apes, el grado potencial de complejidad de la es-
manual de cabecera de toda una ge- coordinado por Irven DeVore. Abarcaba poco tructura social. Igual que los humanos, los
neración de estudiosos en el cam- más de 20 especies observadas en la natura- primates no humanos son animales sociales.
po del comportamiento primate. Desde leza. En 1987, el arriba mencionado Primate Pero la forma en que la sociabilidad se ma-
entonces se han desarrollado, debatido Societies cribaba ya entre los numerosos es- nifiesta varía ampliamente de una especie a
y asentado nuevas teorías y novedosas tudios empíricos. Hoy, los congresos de la otra y entre grupos de una misma especie.
técnicas de investigación del Orden de los Sociedad Primatológica Internacional atraen Ocupan diferentes tipos de hábitats y se ex-
Primates. Fruto de ello es The Evolution of a más de 1000 participantes. ponen a dispares depredadores y azares de la
Primate Societies, obra que presenta la mis- Los datos recabados tanto en la natu- naturaleza. En su lucha por crecer, sobrevivir
ma editorial University of Chicago Press. raleza como en cautividad se refieren a y reproducirse, adoptan distintas tácticas y
Consta de 32 capítulos que revisan el esta- la fisiología, genética, comportamiento, estrategias, que se han ido desentrañado a lo
do actual de nuestros conocimientos sobre neurología, etcétera. Ponen de manifiesto largo de los últimos 25 años.
la conducta de los primates no humanos. que ciertas especies piensan y reaccionan Pormenorizando, el análisis morfológico
La obra se organiza en torno a los proble- de manera mucho más parecida a los hu- y genético aplicados a la filogénesis, identi-
mas principales de adaptación planteados manos de lo que se venía admitiendo. En fican a los estrepsirrinos (lemuriformes y
en el crecimiento, supervivencia y repro- concreto, The Evolution of Primate Societies lorisiformes) como un suborden monofilé-
ducción. Se cierra con una exposición de evalúa las relaciones entre estructuras so- tico del orden de los primates. Estrepsirri-
las semejanzas y diferencias entre la cog- ciales y contexto ecológico, así como los nos y tarsiformes comparten rasgos primi-
nición primate humana y la no humana. orígenes evolutivos y diversidad conduc- tivos. Los dos juntos constituyen en torno
Los primates han alcanzado unas rela- tual, sin obviar la capacidad mental de los a un tercio de todos los primates vivos.
ciones sociales insólitamente complejas, así primates desarrollada ante las presiones Los lémures de Madagascar representan
como unas habilidades cognitivas refinadas que le impone la naturaleza. el grupo más numeroso de los estrepsirri-
cuyos mecanismos vamos conociendo es- Directa o indirectamente se ahonda en nos. Hoy se dividen en cinco familias y
tudio tras estudio. Esos trabajos ayudan a las posibles líneas de continuidad en la evo- 15 géneros con unas 100 especies. Los Lé-