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1. ESPONSALES
No tenemos datos para establecer una edad determinada pa-
ra este compromiso, pero sí podían ser muy niños los futuros
contrayentes, en uno de los textos se habla de 7 años:
Se llaman esponsales de spondere, porque fue costumbre de los
antiguos hacerse prometer para sí y prometer por contrato ver-
bal a sus futuras mujeres. De donde nació la denominación de
esposo (sponsus)y esposa (sponsa)(DigestoXXTII 1).
En los esponsales nada importa que se convoquen testigos o
que alguien prometa sin escritura. En los esponsales ha de exi-
girse tembien el consentimiento de aquellos de quienes se re-
quiere en las nupcias; Juliano escribe, sin embargo, que se en-
tiende que el padre da su consentimiento a la hija, siempre
que no disienta evidentemente (DigestoVI1 1).
Sólo se concede a la hija licencia para disentir del padre cuan-
do éste elija un esposo indigno por sus costumbres o inmoral
(DigestoXII 1).
No está señalada la edad de los contrayentes para contraer es-
ponsales, como lo está para los matrimonios; por lo cual pue-
den contraer esponsales desde tierna edad, con tal que una y
otra persona entiendan que se hace esto, es decir, siempre que
no sean menores de siete años (DigestoXIV).
Escribió Servio Sulpicio en el libro en que trató de las dotes:
... En aquel tiempo la que era prometida era llamada esposa;
el que prometía por contrato verbal que la habia de tomar co-
mo mujer, esposo. Si después de tales estipulaciones la mujer
no era dada o no era tomada, el que había estipulado ejercita-
ba la actiu ex sponsu. Los jueces conocían del asunto. Un juez
indagaba por qué motivo la mujer no había sido dada, o no
había sido aceptada. Si no apreciaba para ello causa justa, es-
timaba el pleito en tanto dinero cuanto implicaba que no hu-
biera sido recibida la mujer, y condenaba a darlo, bien al que
había prometido, bien al que se habia hecho prometer (Aulo
Gelio, ~ o c h eAticas
s IV 4).
Sobre la edad en la que la niña pasaba de sponsa a mor, te-
nemos pocos datos , sí parece que hay una frontera clara que son
los doce aííos :
Minorem annis duodecim nuptam tunc legitimam uxorem fo-
re cum apud uirum explesset duodecim annos (Digesto XXIII
2.4).
Si minor XII annis in domum deducta adulterium commise-
nt ... ( D w t oXLVIII 5.14).
112 ALVARO
MAR~ATERESA M ~ G U E Z
Manus : poder, autoridad. Es el poder que corresponde al marido sui &i sobre
la mujer casada o al pater famillás del marido en caso de estar sometido todavía a la
potestad del mismo. Originariamente significa un poder conjunto del pater famillas
sobre su mujer, descendientes y esclavos. (Herrero, 1985, p. 214)
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111. CUALIDADES
DE LAS MATRONAS Y DIVINIDADES PROTECTORAS
3.1. Sobre las cualidades que debía reunir una matrona roma-
na, éstas aparecen muy bien resumidas en los siguientes adjetivos
(López, 1993): WWVIRA DOMISEDA LANIFICA.
No es casual que nuestra Penélope griega en su espera a Ulises
tejiera y destejiera. Referido al trabajo de la lana, encontramos
un testimonio en la vida de Augusto:
Tutefa : es un poder sobre la persona que, aunque libre, necesita protección por
la edad, po incapacidad o supuestamente por razones de sexo.Las mujeres pasan de
la autoridad del pater f d k s a la tutela, cuando el padre muere. Las mujeres que te-
nían más & tres úijos no tenía tutor (im tnum libemm) Ese tutor era una persona
designada en el testamento o el agnado (pariente civil por lima masculina) más próxi-
mo.Augusto liberó a las mujeres de la tutela y Claudio abolió la tutela legítima (Ruiz
Castellanos, 1991, p. 115).
Este articulo (VI-5) no describe ninghn p r o d i e n t o relacionado con el divor-
cio, sino la forma como una mujer que no quería pasar a manos & su marido, que no
quería depender de su path potwtas, podía seguir casada con 8, ya que el mus con-
tinuado de más de un año acarreaba el matrimonio ú> mmu. (Ruiz Castellanos, 1991,
p. 119).
Eduw (Livia) a su hija y a sus nietas con gran sencillez, hacién-
dolas aprender incluso a trabajar la lana (Suetonio, Augusto
LXIV 4)
Existe un epitafio a una matrona romana (Europa-Europae,
Grupo Tempe, 1995, p. 143), donde aparecen muy bien definidas
estas cualidades:
Viajero, poco es lo que tengo que decirte.
Párate y lee hasta el final.
Aquí tienes el sepulcro no hermoso de una mujer hermosa.
Sus padres le dieron el nombre de Claudia.
Amó a su marido con todo su corazón.
Crió a sus hijos:a uno'lo ha dejado en la tierra,
al otro lo depositó bajo tierra.
Fue de agradable conversación y de andares cadenciosos.
Cuidó su casa e hiló.
He terminado.
Sigue tu camino (CIL 1211).
Sin embargo esta situación parece ir perdiendose , algo que
maniíiesta Columela con cierta nostalgia:
Entre los antiguos romanos el trabajo doméstico era responsabi-
lidad de las matronas, y todas las mujeres competían en ello...
Sin embargo ahora la mayor parte de las matronas, aburridas
por el lujo y la inercia, no se preocupan de tejer y desprecian los
vestidos confeccionados en casa (Columela, De re rustica).
No cabe duda de que la mujer dentro del matrimonio no apa-
recía de forma sustantiva, sino siempre en «función de», la rela-
ción era muy similar a la del amo con su esclavo, que vemos muy
claro en el siguiente texto: Uxon' nubere nolo meae (Marcial VI11
12.2). «No quiero ser la esposa de mi mujer)), para indicar que no
quiere ser su esclavo (Herrero, 1983, p. 392).
El famoso texto de Catón tambien nos lo recuerda: Nuestros
antepasados han querido que la mujer estuviese siempre en pose-
sión y bajo el poder del hombre, in m a n u etpotestate U i r o m .
3.2. Sobre las divinidades protectoras de las matronas desta-
camos:
PVDICITIA: diosa protectora de la castidad de las mujeres
casadas una sola vez, las uniuirae. Augusto relacionó este culto
UNA PROPUESTA DE MATERIALES PARA... CULTURA CLASICA 121
IV. ACTIVIDADES
A las actividades propuestas en los objetivos relativos a proce-
dimiento aiiadimos la lectura de textos de novela histórica, reco-
mendamos la obra de Pierre Louys, Al'rodita (Ed. Casset, 1992),
asi como las distintas novelas sobre Roma de C. McCullough
(Ed. Planeta).
Proponemos la busqueda de información por parte de los
alumnos/as de las distintas divinidades nupciales:
Aferenda, Ceres, Cinxia, Domicio, Domiducola, Jugo, Jugatino,
Manturna, Perfica, Pertunda, Prema, Subigo, Unxia, Virginien-
se (Contreras et alii, 1992, p.217).
Tambien se pueden aprender algunas palabras de amor:
Él a ella : Vifa mea!, Anime mif,Me1 meum!, Ocule m?,Meus
~ I l u s ! Mea
, festivitas!, MeJtulla mea!, Lepores me2
Ella a él : Mi m d e 4 Dulcis anima! ,Anime mi! Palumbule!,
Catelle! ,Passercule!, Lux mea! (Cuatrecasas, 1993, pp.29-30)
Se recomienda leer en clase el Epitalamio de Catulo (61 y 62).
Búsqueda de vocabulario :
Sponsa-ae, sponsus--i,mor-onk 6 J m aJcui spoadre, nuptiae-
arum, ffammeum-I;pronuba-ae, deductio-onis, matrimonium-I;
confmeatio-onis,coemptio-onispatedmater familias, usus-us,
uxorem domum ducere, ukgíhem iuuenimanto deducere.
Obsérvese que los términos fijiam, uxorem y uirginem aparecen
en acusativo.
UNA PROPUESTA DE MATERIALES PARA... CULTURA CLASICA 125
F.R. Adrados, El cuento erótico gnégo, latíno e indio, Madrid, Ed. Clásicas,
1994.
B.S. Anderson-J.P.Zinsser, ccHistonh de las mujeres, una h~storhpropia)),
Vol. V, Barcelona 1991.
J. Arias Ramos-J.A. Arias Bonet, Derecho Romano I4 Madrid, Ed. Revista
de Dcho. Privado, 1977.
J. Assa, Les grandes dmes romaioes, París, Le temps qui court, 1958.
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