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Quien suscribe, Arelis Hernández, C.I.: 13.905.

897, Tía y Abogada del procesado que se menciona a


continuación, inscrita en Inpreabogado: 183.451. Me dirijo a usted, respetuosamente, por lo siguiente:
EXPONGO:

Se le sigue proceso penal a Ginimberth Reinaldo Bracho Hernández, venezolano, mayor de edad, titular de
la cédula de identidad Nº: 24.020.376, por ante en el Circuito Judicial Penal Del Estado Portuguesa -
Extensión Acarigua, según causa penal: asunto principal PP-11-P-2013-004576 y división de continencia PJ-
11-P-2016-000002, por la presunta comisión de los delitos: Resistencia a la Autoridad, Robo Agravado, Robo
Agravado De Vehículo Automotor y Asociación para Delinquir (DELITOS QUE NO COMETIO), ese hecho fue
cometido en contra de una fiscal y una defensora publica, las mismas trabajan por razón de jurisdicción en
dicho Circuito Judicial Penal, por lo tanto, se presume parcialidad y abuso en torno a este proceso judicial.

Según lo ya señalado, se puede decir que la única oportunidad procesal para demostrar su inocencia serian
la etapa juicio, mas, es de significar que el proceso aun no ha llegado ni siquiera a la Audiencia Preliminar, la
cual ha sido diferida por más de 25 oportunidades, como consecuencia de ello es que en fecha 23 de Marzo
de 2017, el Tribunal de Primera Instancia en Funciones de Control Nº 4 de la Circunscripción Judicial del
Estado Portuguesa – Extensión Acarigua, emite decisión en la que DECLARÓ CON LUGAR LA SOLICITUD DE
DECAIMIENTO DE LA MEDIA DE PRIVATIVA DE LIBERTAD, decisión ajustada a derecho, ya que hasta la
fecha habían transcurrido más de 3 AÑOS, 3 MESES Y 4 DÍAS, sin que se hiciera nada, si bien es cierto los
delitos que se le imputan son graves, no es menos cierto, que como imputado también está provisto de
derechos y garantías procesales que se enmarcan en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela. Tal decisión fue apelada por fiscalía con un Recurso De Apelación De Autos, por ante la Corte
de Apelaciones del Estado Portuguesa, en fecha 07 de abril del año 2017, a la cual hubo su contestación
ante la Corte de Alzada por parte de la defensa en fecha 26 de Mayo del año 2017. El Tribunal de Alzada
se pronuncia al respecto y decide ADMITIR EL RECURSO QUE INTRODUCE LA FISCALÍA Y DECRETA
PRIVATIVA DE LIBERTAD EN CONTRA DE GINIMBERTH BRACHO, así violándosele el derecho de llevar el
juicio en libertad, demostrándose con ello el ensañamiento y nuevamente abuso de poder en su contra
puesto que, a todo persona que se impute un hecho punible tiene derecho a que se le presuma inocente y
que se le trate como tal, según lo establecido en el artículo 8 del Código Orgánico Procesal. Además que, los
delitos que se le atribuyen no han sido comprobados y por tanto no hay una sentencia definitiva.

Los delitos mencionados no se le pueden atribuir, ya que no se actuó de acuerdo a lo establecido el marco
legal (fase preparatoria), de este modo viene sufriendo la violación flagrante de sus derechos
constitucionales al acusarlo de un hecho que no cometió, dado que para el momento que se cometió ese
hecho punible en fecha 04/12/2013, él se encontraba fuera de la ciudad, porque desde la fecha 03/12/2013
hasta el 06/12/2013, se encontraba trabajando de forma ininterrumpida, específicamente en el Caserío San
Bartolo, zona alta del Municipio Ospino del Estado Portuguesa, y lo constatan (7) personas con las que
andaba lo cual reposa en declaraciones por ante la fiscalía y en los autos del expediente del Tribunal como
defensa técnica. Razón por la cual, la defensa se adhiere a la solicitud de la fiscalía en realizar Rueda de
Reconocimiento de Individuo, donde inexplicablemente resultó señalado por las víctimas, evidentemente es
de mencionar que hubo equívoco al producirse tal señalamiento. Entonces, es que nos preguntamos ¿En
qué momento y cómo es que estando tan lejos del sitio en que se realiza el hecho punible, se le acusa de
haberlo cometido?, pesando así contra él una sentencia prácticamente a priori, argumentos que en tal caso
se pueden desvirtuar en juicio porque no existen evidencias en su contra.

Ahora bien, mucho de estos argumentos se podrían dirimir es en el juicio, pero, a todas luces aquí no vale el
derecho, sino la presión que puedan sentir los compañeros de trabajo al solidarizarse con las víctimas,
asimismo estamos de acuerdo en que paguen aquellas personas que cometieron ese delito, que por cierto
se acusan a más (9) personas y según la ampliación de la denuncia fueron 6, los que perpetraron el hecho,
mas, el Ministerio Público como garante de lo preceptuado en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, debe velar porque se realice una investigación ajustada a derecho que tengan como resultado el
sometimiento de las personas que reúnan suficientes elementos de convicción para ser procesados y se les
decrete el sobreseimiento de causa aquellos que la averiguación demuestre que nada tienen que ver con
hechos que se investigan y por tanto no involucrarlos por el solo hecho de buscar culpables,
lamentablemente, eso, estamos viviendo en nuestro sistema judicial.
En razón a todos los argumentos de mas hecho que de derecho, ya expuestos, es que acudo, en calidad de
defensora privada, que a pesar de ser privada no quiere decir que se me pague cuantiosas sumas de dinero
por asumir este reto de defender a mi sobrino, pues como mínimo es lo que puedo hacer en pro de ayudar
en los derechos y garantías procesales de las cuales le son inherente a su persona. Somos, personas de
escasos recursos y lo único con que contamos es con la Bendición de Dios para que nos guie por el camino
del bien; pues a pesar del conocimiento en la norma, nos encontramos en calidad de indefensión, ya que se
ha demostrado que aquí no vale el derecho adjetivo que establece la norma, si no los derechos de las
víctimas no solo por lo sucedido, si no, por la investidura que ostentan ante el estado, por el ensañamiento
en sus acusaciones, despojando a mi sobrino del derecho a un debido proceso y a una buena defensa, pues
la misma se ve vulnerada al producirse retardos y dilaciones, además la falta de pronunciamientos cuando
se hacen peticiones al Tribunal sin obtener respuesta alguna.

En estos momentos trascendentales del estado venezolano en que se encuentra, en el que se ha


demostrado ante el mundo que si es posible que se nos escuche, se nos valore y se nos respete
profundamente los derecho ciudadanos, es por lo que nos aferremos a que si es posibles que se logre un
estado derecho y de justicia con un proceso penal libre de toda inclinación hacia una de las parte. Es por lo
que se acude a través de esta medida para que se interceda y si es posible se le haga del conocimiento al
FISCAL GENERAL DE LA REPÚBLICA, así él con su investidura intervenga en pro de garantizar y restituir los
derechos de mi defendido, a la Defensa y un Debido Proceso, a fin de que el proceso que se le lleva en su
contra sea llevado libertad, para que así pueda cumplir con sus responsabilidades laborables, derechos de
familia y de ciudadano. Por todo lo expresado, es que se centra la solicitud en la ayuda que nos pueda
propinar y se peticiona los siguiente: PRIMERO: que se exhorte a investigar con razonamiento lógico las
actuaciones realizadas en ese expediente y se aplique la justicia. Porque de ser así, como mínimo el
resultado sería la libertad plena de mi sobrino, por los agravios sufridos hasta hoy. SEGUNDO: se haga
restituir la medida cautelar que le fue otorgada por el Tribunal de control Nº 4 en fecha 27/03/2017 y
TERCERO: se ordene retirar la orden de captura del sistema (S.I.I.POL). Tales peticiones son ajustadas a
derecho y se escribe con la fe de que esta pesadilla que llevamos viviendo por casi 4 años, se acabe de una
vez por todas. La verdad, verdadera está de nuestro lado y no se nos da la oportunidad de alegarla y solo
Dios y nuestro Señor Jesucristo sabe que nuestros dichos son ciertos. Ayúdenos por favor, usted por su
investidura como agente del gobierno tiene la facultad para ello. Dios le bendiga grandemente! Amén y
Amen!!!!

Juramos la urgencia, en Acarigua a los días 08 de agosto del año 2017.

Arelis Hernández

Números celular de contactos: 0416 8347875 / 0424 9523904, 0255 4455710

Correo: arelisyei@gmail.com

Madre de Ginimbert Bracho: Yoly Amarilis Hernández Pérez, C.I: V-13.905.897

Dirección: calle 42 con avenida 23 casa n°6, de la comunidad Villa Pastora I de Acarigua, Municipio Páez
estado Portuguesa.

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