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Uno de los aspectos más relevantes en el diseño de los sistemas de drenaje pluvial urbano es
reducir al mínimo los cambios del régimen de flujo natural del agua en la cuenca y los cuerpos
receptores. Por lo que el diseño no debe limitarse al control de la velocidad de flujo y la descarga
máxima. Si se reducen al mínimo los cambios en el volumen de escurrimiento, y por lo tanto los
cambios en el ciclo natural del agua, se pueden alcanzar beneficios tales como:
El mantenimiento de las tasas de infiltración natural del agua de lluvia en los suelos de captación
puede beneficiar en gran medida la salud ecológica, manteniendo los flujos de aguas subterráneas
naturales. Así, el diseño del sistema de drenaje pluvial debe reflejar las condiciones locales del
suelo y sus tasas de infiltración naturales.
Las bocas de tormenta tienen el objetivo de controlar el nivel máximo y el ancho de la lámina de
flujo en las zonas urbanas evitando que se presenten problemas de encharcamiento o inundación,
la capacidad hidráulica de cada una depende de su geometría y de las condiciones donde se
instala.
1.4.1.2 Lavaderos
Son canales que conducen y descargan el agua recolectada por las aceras, cunetas y guarniciones
a lugares donde no causen daños a la estructura del pavimento. Los lavaderos pueden ser de
mampostería, concreto hidráulico o metálicos. Los que se construyen con mampostería o concreto
hidráulico, generalmente tienen sección triangular, ya que con esto se logra una concavidad en su
intersección con el acotamiento, con lo cual se facilita la entrada del agua al lavadero. El diseño de
estas obras de captación estará en función de las características específicas de sitio y está regido
por la norma C-CTR-CAR-1-03-006/00 expedida por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes
(Sct, 2014). La Ilustración 1.4, presenta un ejemplo de configuración típica de un lavadero.
1.4.2 Estructuras de conducción Son todas las estructuras que transportan las aguas recolectadas
por las obras de captación hasta el sitio de vertido. Se pueden clasificar, en primera instancia,
según su importancia dentro de la red como:
• Atarjeas o red de atarjeas. Son los conductos de menor diámetro en la red, a los cuales
descargan la mayor parte de las estructuras de captación
• Subcolectores. Son conductos de mayor diámetro que las atarjeas, que reciben directamente las
aportaciones de dos o más atarjeas y las conducen hacia los colectores
• Colectores. Son los conductos de mayor área transversal en la red y representan la parte
medular del sistema de drenaje, también pueden ser interceptores, dependiendo de su acomodo
en la red. Su función es reunir el agua recolectada por los subcolectores y llevarla hasta el punto
de salida de la red e inicio del emisor
• Emisores. Conducen el flujo hasta el punto de vertido o tratamiento. Una red puede tener más
de un emisor dependiendo del tamaño de la localidad. Se le distingue de los colectores porque no
recibe conexiones adicionales en su recorrido
1.4.4 Estructuras de vertido Se le denomina estructura de vertido a aquella obra final del sistema
de alcantarillado que asegura una descarga continua a una corriente receptora. Tales estructuras
pueden verter las aguas de emisores consistentes en conductos cerrados o de canales, por lo cual
se consideran dos tipos de estructuras para las descargas.
1.4.4.1 Estructura de vertido en conductos cerrados Cuando la conducción por el emisor de una
red de drenaje es entubada y se requiere verter las aguas a una corriente receptora que cuente
con cierta velocidad y dirección, se utiliza una estructura que encauce la descarga directa a la
corriente receptora y proteja al emisor de deslaves y taponamientos. Este tipo de estructuras de
descarga se construyen con mampostería y su trazo puede ser normal a la corriente o esviajado .
1.4.4.2 Estructura de vertido en canal a cielo abierto En este caso, la estructura de descarga
consiste en un canal a cielo abierto hecho con base en un zampeado de mampostería, cuyo ancho
se incrementa gradualmente hasta la corriente receptora. De esta forma se evita la socavación del
terreno natural y se permite que la velocidad disminuya antes de ingresar al cuerpo receptor . Se
recomienda que el nivel de arrastre en ambos casos (vertido en conductos y a cielo abierto) quede
por arriba del nivel máximo de la superficie libre del agua para el gasto de diseño en el cuerpo
receptor.
1.4.5 Obras complementarias Las obras o estructuras complementarias en un sistema de drenaje,
son estructuras que no siempre forman parte de una red, pero que permiten el funcionamiento
adecuado. Entre ellas se pueden mencionar las estaciones de bombeo, los sifones invertidos, los
cruces elevados, las alcantarillas pluviales, las obras de retención y detención, los puentes, etc.
1.4.5.1 Estaciones de bombeo Una estación de bombeo se compone de un cárcamo de bombeo o
tanque donde las aguas son descargadas por el sistema de drenaje y a su vez son extraídas por un
conjunto de bombas cuya función es elevar el agua hasta cierto punto para vencer desniveles y
continuar la conducción hasta el vertido final. Se utilizan cuando:
a) La elevación donde se concentra el agua está por debajo de la corriente natural de drenaje o del
colector existente
b) Por condiciones topográficas no es posible drenar por gravedad el área por servir hacia el
colector principal, debido a que ella se encuentra fuera del parteaguas de la zona a la que sirve el
colector
c) Los costos de construcción son muy elevados debido a la profundidad a la que se instalarán los
colectores o el emisor a fin de que funcionen por gravedad
1.4.6 Disposición final Se le llama disposición final al destino que se le dará al agua captada por un
sistema de drenaje. En la mayoría de los casos, las aguas se vierten a una corriente natural que
pueda conducir el volumen desalojado por el colector pluvial. Para un correcto funcionamiento de
la estructura de descarga se debe de cumplir el apartado 6.1.8 Las estructuras de descarga se
pueden clasificar en dos tipos:
2. Análisis hidrográfico
En este capítulo se exponen los conceptos básicos a utilizar en el análisis hidrográfico de una
cuenca, evaluándose los parámetros geomorfológicos de la misma (uso de suelo, pendiente de la
cuenca y línea de corriente principal) con ayuda de un Modelo Digital de Elevación;
estableciéndose los elementos que intervienen en el cálculo de los gastos pluviales.
2.1 Conceptos básicos
2.1.1 Escurrimiento e hidrogramas El escurrimiento se define como el agua proveniente de la
precipitación que fluye sobre la superficie del terreno, y que conforme pasa el tiempo, se integra a
las corrientes para ser conducida hacia calles, drenaje, ríos, lagos y en la mayoría de las ocasiones
hasta el mar. El propósito de los sistemas de drenaje pluvial urbanos es controlar y conducir los
escurrimientos superficiales generados por el agua de lluvia sobre una zona particular o de servicio
hacia un sitio donde no provoquen afectaciones. A fin de que tales sistemas sean diseñados de
manera eficiente, para esto es preciso cuantificar el escurrimiento. Para ello se utilizan diversos
métodos, con los cuales es posible proponer un hidrograma de diseño, aunque en ocasiones sólo
interesa determinar el gasto máximo para el diseño de una estructura hidráulica. Un hidrograma
es la variación del gasto (en cierta sección de control) en función del tiempo. Por ejemplo, al medir
el volumen de agua que pasa a través de una sección transversal de un cauce por unidad de
tiempo, puede dar lugar a una curva de escurrimiento como la mostrada en la Ilustración
2.1. En ella se aprecian una serie de valores máximos “picos”, que son ocasionados por una
tormenta en particular. Cabe destacar que el área comprendida bajo la curva del hidrograma es el
volumen de escurrimiento.
La forma del hidrograma mencionado varía dependiendo de una serie de características, tanto de
la cuenca donde llueve, como de la propia lluvia. Entre dichas características conviene citar: forma,
tamaño, topografía, vegetación existente, tipo de suelo y su permeabilidad, entre otras. En el caso
de la lluvia, influye la magnitud, distribución espacial y temporal de la misma sobre el área de la
cuenca así como a través del tiempo. Aunque la forma de cada hidrograma producido varía para
cada tormenta, es posible identificar de manera general los siguientes puntos característicos
Dichos métodos pueden tener variables a juicio del proyectista, que cambia especialmente la
forma de calcular la lluvia y los correspondientes gastos de diseño, pero deben atender a la
normatividad local existente. El diseño de la red abarca en forma general, la determinación de
la geometría de la red, incluyendo el perfil y trazo en planta, los cálculos de diámetro y
pendientes de cada tramo y la magnitud de las caídas necesarias en los pozos. La definición de
la geometría de la red se inicia con la ubicación de los posibles sitios de vertido y el trazo de
colectores y atarjeas. Para ello, se siguen normas de carácter práctico, basándose en la
topografía de la zona y el trazo urbano de la localidad. Por lo común, se aplican las reglas
siguientes:
1. Los colectores de mayor diámetro se ubican en las calles más bajas para facilitar el drenaje
de las zonas altas con atarjeas o colectores de menor diámetro
2. El trazo de los colectores y las atarjeas se ubica sobre el eje central de las calles, evitando su
cruce con edificaciones. Su trazo debe ser lo más recto posible procurando que no existan
curvas. Cuando la calle sea amplia, se pueden disponer dos atarjeas, una a cada lado de la calle
3. La red de alcantarillado debe trazarse buscando el camino más corto al sitio de vertido
4. Las conducciones serán por gravedad. Se tratará de evitar las conducciones con bombeo
5. Durante el diseño se lleva a cabo el cálculo del funcionamiento hidráulico del conjunto de
tuberías a fin de revisar que los diámetros y pendientes propuestos sean suficientes para
conducir el gasto de diseño de cada tramo. Además, se deben tener en cuenta las
consideraciones y restricciones que sirven para disminuir los costos de construcción y evitar
tanto fallas por razones estructurales como excesivos trabajos de mantenimiento
6. El dimensionamiento de las tuberías depende principalmente del tamaño del área de
aporte, coeficiente de escurrimiento, intensidad de la lluvia de diseño y del periodo
económico
6.1 Planeación del sistema de drenaje pluvial
La planeación de un sistema de drenaje es un trabajo que requiere del conocimiento de los
diversos factores que influyen en el funcionamiento del sistema. Por ello, debe contarse con la
mayor cantidad de información sobre la zona de proyecto, con el fin de conocer a detalle la
localidad y proponer opciones de proyecto que, además de aprovechar la topografía de la
zona, sean económicas y eficientes para el nivel de protección deseado. En general, durante la
planeación del sistema, conviene realizar las actividades siguientes:
6.1.1 Recopilación de información básica A fin de definir los alcances y la magnitud de un
proyecto de drenaje pluvial en una localidad, se debe contar con información consistente en:
1. Datos generales. Localización geográfica, categoría política, economía, vías de comunicación
y servicios públicos
2. Planos de la localidad. Son esenciales para la elaboración del proyecto, pues de ellos
depende el definir adecuadamente la configuración de la red, por lo que en caso de no contar
con ellos, deberán hacerse levantamientos topográficos para obtenerlos. En la práctica, se
recomienda obtener:
a) Plano topográfico actualizado de la localidad a escala 1:2 000, donde se muestren las
curvas de nivel a equidistancias de un metro y se indique: trazo urbano con nombre de las
calles, elevaciones de terreno en los cruceros de las calles y en los puntos donde existe cambio
de pendiente o de dirección del eje de la calle
b) Plano topográfico de la cuenca donde se ubica la localidad, con escala 1:5 000 y
equidistancias entre curvas de nivel de un metro. Es conveniente, indicar la hidrología de la
zona definiendo las cuencas de aportación a la localidad, exteriores a su mancha urbana; las
corrientes existentes (naturales y artificiales), y los posibles sitios de vertido señalando los
niveles de agua máximo y mínimo extraordinarios, los gastos correspondientes y el sentido del
escurrimiento
d) Plano de la infraestructura existente como son: el trazo de los colectores y atarjeas, las
elevaciones del terreno y de las plantillas de las tuberías en los pozos de visita, así como las
características de las tuberías: material, diámetro, longitud y pendiente. Se debe indicar la
ubicación de las estructuras especiales y sus principales características, como es el caso, por
ejemplo, de estaciones de bombeo, canales, sifones, alcantarillas y bordos
e) Plano geológico, indicando clasificación y tipo del suelo, ubicación de sondeos y sus
resultados, y profundidades del manto freático
En los planos de la configuración del terreno disponibles o los elaborados por dependencias
como: el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) que cuenta con archivos en
formato vectorial como: pdf, tif, gif, shp y geopdf en escalas 1: 20 000, 1: 50 000, 1: 250 000 y
1: 1 000 000, además proporciona archivos en formato raster con extensión .bil y .tiff que
permiten procesar la información para identificar y delimitar las cuencas de la zona,
determinar la superficie, así como establecer áreas de aportación a una zona determinada. En
los planos de la localidad se definirá la red de drenaje interna, considerando el funcionamiento
superficial que presenta la red vial como conductora de las aguas pluviales, definiendo los
puntos de concentración, a los que deberá darse solución especial, así como las áreas de
aportación a las calles.
6.1.3 Regionalización del sistema Deberá dividirse la localidad en atención a la pendiente del
terreno natural en zonas de terreno accidentado, de terreno de pendiente moderada y en
terreno plano, definiendo con ello las zonas donde se presentan transiciones en la pendiente
del terreno y susceptibles de problemas localizados para la capacidad del sistema.
6.1.4 Definición de las estructuras del sistema Se definirán acorde a la red de drenaje natural
en cuanto sea posible, la red de colectores primaria y secundaria, identificando los puntos de
ingreso de aguas captadas en áreas exteriores a la localidad o definiendo interceptores que
permitan manejar las corrientes exteriores sin ingresar al sistema interno. Asimismo, cuando
la configuración del sistema lo permita, se definirán líneas de alivio entre los colectores
principales que les permitan apoyar su funcionamiento en condiciones extraordinarias.
6.1.6 Consideración de áreas de retraso En todos los casos y como criterio general para
mejorar el funcionamiento de los sistemas de drenaje, se buscará drenar las aguas
superficiales hacia áreas con vegetación que determinen un retraso del ingreso de las aguas
pluviales al sistema de recolección, lo que permitirá un funcionamiento más eficiente. Sin
embargo, estas medidas no deberán considerarse en el dimensionamiento de los ductos, por
estar sujetas a los cambios de uso y de manejo superficial futuros.
6.1.7 Definición del desalojo de las aguas Se debe procurar, que el desalojo de las aguas sea a
las corrientes naturales que se tengan en la vecindad de la localidad; descargando a ellas
cuantas veces sea requerido en uno o varios puntos de éstas. Cuando se trate de descargas
directas al mar, éstas deberán plantearse en el menor número posible, o bien, aprovechando
descargas naturales que presentan bocas estables en su conexión al mar.
El costo total de la infraestructura durante su vida útil es la suma de los costos de construcción
y de los daños durante ese tiempo (podrían también incluirse los costos de mantenimiento y
explotación). La suma de estos dos componentes da como resultado una curva cuyo mínimo
señala el periodo de retorno más económico para el diseño de la red de drenaje. Aunque un
análisis costo-beneficio es un procedimiento sólido y congruente para el problema de decisión
del nivel de riesgo, no se utiliza de manera habitual por los inconvenientes que presenta la
evaluación de los daños y porque el uso de lluvias de proyecto de periodos de retorno Tr para
el diseño de las redes, no garantiza probabilidades de inundación de T años, siendo ese un
planteamiento determinista de la respuesta del sistema. Por un lado, se está avanzando en el
estudio de los costos asociados a los daños y existen proyectos de investigación en algunos
países en la línea de permitir su utilización con bases de datos más ajustadas y fiables. Aun así,
no es fácil ser objetivos al cuantificar los daños, pues aunque algunas valoraciones por parte
de compañías de seguros o de servicios públicos sea una información muy precisa, los daños
de carácter local o individual, derivados de los problemas en la vida cotidiana por falta de
movilidad, accesos y tiempo perdido, son muy subjetivos.
b) Modelo radial. En este modelo la pendiente del terreno baja del centro del área por drenar
hacia los extremos, por lo que la red de atarjeas descarga a colectores perimetrales que llevan
el agua al sitio de vertido
c) Modelo de interceptores. Se emplea para recolectar aguas pluviales en zonas con curvas de
nivel más o menos paralelas; el agua se capta con colectores cuyo trazo es transversal a las
curvas de nivel, que descargan a un interceptor o emisor que lleva el agua al sitio de vertido
6.3.2 Configuraciones de la red de atarjeas La red de atarjeas tiene por objeto recolectar y
conducir las aguas pluviales captadas en las bocas de tormenta distribuidas en la zona de
proyecto hasta la red troncal de colectores. El ingreso del agua a la red es entonces paulatino y
conforme avanza en su recorrido hacia los colectores se incrementa el caudal.
Una vez elegido el modelo de configuración de colectores y emisores que se considere más
adecuado para la zona de estudio, el paso siguiente es trazar la red de atarjeas. Entre los
trazos de la red de atarjeas más usuales se pueden mencionar en forma general los tipos
siguientes:
a) Trazo en bayoneta. Se denomina así al trazo que, iniciando en una cabeza de atarjea, tiene
un desarrollo en zigzag o en escalera. La ventaja de utilizar este tipo consiste en reducir el
número de cabezas de atarjea y permitir un mayor desarrollo de las atarjeas, incrementando
el número de descargas para facilitar que los conductos adquieran un régimen hidráulico
establecido, logrando con ello aprovechar eficientemente la capacidad de los conductos. Sin
embargo, se tiene la desventaja que para su utilización el trazo requiere que el terreno tenga
pendientes suaves y uniformes
b) Trazo en peine. Es el trazo que se forma cuando existen varias atarjeas con tendencia al
paralelismo. Empieza la captación con una cabeza de atarjea, la cual descarga su contenido en
una atarjea perpendicular común de mayor diámetro a ellas, misma que a su vez descarga a
otra atarjea o colector de mayor diámetro . Las ventajas de este sistema consisten en
garantizar la aportación rápida y directa del agua pluvial de la cabeza de atarjea a la tubería
común de cada peine y de éstas a los colectores, propiciando que se presente rápidamente un
régimen hidráulico establecido; además, se tiene una amplia gama de valores para las
pendientes de las atarjeas, lo cual resulta útil en el diseño cuando la topografía es
prácticamente plana.
Este sistema también tiene desventajas, entre las que se pueden mencionar que debido al
corto desarrollo que tienen las atarjeas en el inicio de la red, a partir de la cabeza de atarjea,
antes de descargar a un conducto mayor, en la mayoría de los casos aquéllas trabajan por
abajo de su capacidad, ocasionando que se desaproveche parte de dicha capacidad; otra
desventaja que se presenta se debe a que los tramos iniciales normalmente son poco
profundos a fin de que puedan descargar al conducto perpendicular común de diámetro
mayor, por lo que se requiere de gran cantidad de pozos con caída adosada para cada una de
estas atarjeas, incrementando los costos de construcción
6.4 Diseño y funcionamiento hidráulico El diseño de una red de drenaje, será tal que los
costos de construcción no sean tan elevados y, por otra parte, se buscará que la red sea
funcional en cuanto a su operación y mantenimiento. Conviene que antes de abordar el
procedimiento de diseño de una red de drenaje, se revisen las siguientes recomendaciones
prácticas para lograr un diseño económico y eficiente. En general, puede afirmarse que una
red de drenaje ha sido bien diseñada cuando:
1. Se han trazado atarjeas, colectores y emisores reduciendo las distancias de recorrido hacia
los sitios de vertido
2. Existe el menor número posible de descargas por bombeo, tratando de que el sistema
trabaje exclusivamente por gravedad