Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
EMPRENDEDORES
Andrea Benavente
Andrea Fión
Aaroón Bendfeldt
Nery Guzmán
Stephany Dávila
Roberto Haeussler
Gwendolyne Moino
Jenny Whitehead
Jonathan Porta
SIGNOS DE PUNTUACIÓN
LA COMA ( , )
Marca una pausa breve en un enunciado.
Se utiliza en los casos siguientes:
Para separar los elementos de una enumeración.
Ej.: Viene a recoger el resto de sus cosas: la ropa, la pelota de baloncesto, la
cámara , la caña de pescar y la Vespa.
2. EL PUNTO ( . )
El punto marca una pausa al final de un enunciado.
Después de un punto siempre se escribe mayúscula.
Hay tres tipos de puntos:
3. EL PUNTO Y COMA ( ; )
Indica una pausa superior a la coma e inferior al punto. Se utiliza:
Para separar los elementos de una enumeración cuando se trata de expresiones
que incluyen comas.
Ej.: Había que estar en contacto con la naturaleza; dejar entrar el cielo, el mar y el
viento; dormir sobre tablones, sobre el suelo; sentarse en sillas medio rotas.
8. LOS PARÉNTESIS ( ( ) )
Se utilizan en los siguientes casos:
Cuando se interrumpe el sentido de un discurso con una aclaración, sobre todo si
ésta no tiene mucha relación con lo anterior.
Ej.: Marta Tocino (la novia del futbolista) se presenta a las próximas elecciones.
Para intercalar un dato o precisión (fechas, autores…)
Ej.: Nací en La Felguera (Asturias).
9. LOS CORCHETES ( [ ] )
Incorporan información complementaria como los paréntesis.
Se usan en los casos siguientes:
Dentro de un enunciado que va ya entre paréntesis para introducir una precisión.
Ej.: Una de las obras de Antonio Muñoz Molina (algunos la consideran como su
mejor novela [1997]) es “Plenilunio”.
Si lo que se mide del dibujo es una superficie, entonces, hay que considerar la relación de
áreas de figuras semejantes como, por ejemplo, un cuadrado de 1 cm de lado en el dibujo
o plano.
El sector forestal de Guatemala ha sido definido como “un subsistema del sistema
económico nacional, que sobre la base de motivaciones y decisiones socioeconómicas y
ambientales desarrolladas en torno de ecosistemas con distintos grados de intervención,
cuyo componente dominante son los árboles, genera múltiples bienes maderables y no
maderables y servicios ambientales, producto del desarrollo de un conjunto de actividades
que se aplican de acuerdo a un régimen de ordenación con objetivos bien definidos que
pueden incluir la extracción y aprovechamiento, la protección absoluta o la restauración
de tierras forestales degradadas. Estas acciones descansan sobre una plataforma
institucional publica y privada que incluye los ámbitos legal, financiero, académico y
empresarial y que en conjunto determinan un desempeño que se refleja en las cuentas
nacionales“ (MAGA/PAFG, 2002).
Bajo ese concepto el sector forestal comprende un conjunto de actores (sector publico,
sector privado empresarial, ONGs, pequeños, medianos y grandes propietarios
individuales, comunidades y grupos de campesinos propietarios colectivos de bosques,
comunidades beneficiarias de concesiones forestales otorgadas por el Estado;
municipalidades que tienen bajo su dominio tierras y bosques municipales) que se
relacionan entre si por intermedio de las actividades de aprovechamiento, protección,
comercialización, industrialización, entre otras); recibe insumos (servicios primarios y
secundarios como el transporte, financiamiento, seguros, capacitación, publicidad,
comunicaciones, entre otros) y genera productos para otros sectores en el contexto del
sistema económico nacional y global (bienes y servicios forestales).
Es la deforestación quien conlleva a que los bosques y las selvas de la tierra queden
desprovistas de todo tipo de vegetación; lo que causa una gran cantidad de daños
asociados a la calidad de los suelos.
Se sabe que los bosques tienen la capacidad de cubrir alrededor del 30% de las regiones
de todo el mundo; lo que los hace ser indispensables para todos los seres vivos al ser una
buena fuente de oxígeno y vida.
Las circunstancias históricas, las ilimitadas oportunidades y bellezas de nuestro territorio fueron las
motivaciones que empujaron a hombres y mujeres de otras latitudes a echar raíces aquí. Al fusionarse con
las culturas prehispánicas originaron una notable casta que se distingue por la mágica naturaleza que irradia
y percibe en sus rasgos físicos, manifestaciones culturales, étnicas, y cosmovisión.
Las bucólicas y señoriales ciudades coloniales, fundadas a lo largo y ancho del camino real que
interconectaban a los pueblos autóctonos; la gastronomía que entrelaza y fusiona los sabores aborígenes
con los europeos y africanos; el frenesí provocado por el ritmo de los diversos sones y ritmos, la sonrisa
entusiasta, franca y sincera, plena de alegría y positivismo de su gente provocarán emociones
extraordinarias y vinculantes a Centroamérica.
En Panamá debe visitar Panamá “La Vieja” fundada en 1519, el casco antiguo, la moderna ciudad de
Panamá, Portobelo, el Valle de Antón cuya población está asentada sobre un cráter extinto y Chiriquí.
En Costa Rica debe visitar la colonial ciudad de Cartago, el exquisito y cosmopolita San José.
En Nicaragua le esperan León y “La Gran Sultana”, como es conocida la ciudad de Granada, ambas fundadas
en 1524. En Honduras no hay que perderse el Valle de los Ángeles, Santa Lucía, Ojojona, Santa Ana, La
Esperanza, Gracias, Santa María de Valladolid, El Corpus, San Marcos de Colón y Santa Rosa de Copán, que
destaca por la industria del tabaco desde 1765.
En El Salvador nos esperan Panchimalco, donde se encuentra una de las iglesias más antiguas del país;
Suchitoto, fundada en 1528 fue el primer asentamiento de San Salvador; y, Sihuatehuacán conocida desde
1569 como Santa Ana.
Esquipulas, Guatemala es uno de los centros de peregrinación más importantes del istmo; La Antigua
Guatemala, fundada en 1543 como Santiago de los Caballeros del Reino de Guatemala, fue la capital y
centro de gobierno de la Capitanía General de Guatemala, que era desde donde se regentaba a las
provincias centroamericanas. Vale la pena visitar también Xela, Salcajá, los mercados de Chichicastenango,
Huehuetenango, el lago Atitlán, Cobán y sus alrededores.
Se debe destacar que la diversidad cultural centroamericana es uno de sus grandes patrimonios, prueba de
ello son el pueblo garífuna, descendientes de africanos que habitan Honduras, Guatemala, Nicaragua y
Belice.
Desde 1996 a la fecha, la Asociación Cultural InCorpore ha impulsado una estrategia mixta de formulación
de proyectos, redes y foros regionales en el ámbito centroamericano, sumando esfuerzos propios y aportes
interinstitucionales de:
Entidades públicas y privadas, como los Institutos Hondureño (IHT), Costarricense (ICT) y Nicaragüense
(INTUR) de Turismo, la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA), la Universidad de Costa Rica (UCR), la
Universidad para la Cooperación Internacional (UCI) y la Junta de Administración Portuaria de la Vertiente
Atlántica (JAPDEVA) de Costa Rica, la Secretaría de Cultura Artes y Deportes de Honduras, el Ministerio de
Cultura, Juventud y Deportes de Costa Rica, el Consejo Nacional de Cultura (CONCULTURA) de El Salvador, el
Proyecto Informe Estado de la Región del PNUD, el Centro de Estudios Folclóricos (CEFOLC) de la
Universidad de San Carlos de Guatemala entre otras;
El aporte de un importante y creciente número de entidades independientes de la región que hoy suma más
de cien, donde canjeamos y asociamos nuestros recursos.
2.Antecedentes
Nuestra acción institucional se inició en el último lustro del siglo XX, a partir de los intereses comunes de un
grupo de artistas e investigadores alrededor del tema tradición contemporaneidad en las expresiones
artísticas centroamericanas actuales. Considerando nuestra formación académica eminentemente
eurocéntrica y el poco reconocimiento a la diversidad característico de nuestras sociedades, nos asociamos
alrededor de una serie de preguntas técnicas y, cómo no, existenciales: ¿qué es un artista centroamericano
contemporáneo? ¿quiénes y cuán diversos somos? ¿cómo nos introducimos en nuestros quehaceres
creativos, lúdicos y simbólicos? ¿cómo los socializamos? ¿qué sentido tiene, si lo tiene, una identidad
centroamericana? ¿qué hay de los factores étnicos, culturales, nacionales, socioeconómicos que nos
diferencian y de los que nos vinculan?
Por azar y la ingenuidad de la inexperiencia, tocamos a una puerta que no correspondía con nuestro perfil
de artistas-investigadores no inscritos en la academia, en busca de apoyo para nuestras inquietudes y se dio
la posibilidad de nuestro primer proyecto, fue un encargo. Un encargo en el que nos pidieron articular
nuestras elaboraciones como base de un primer encuentro regional auspiciado por el CSUCA (Primer
Encuentro Cultura Tradicional y Expresiones Artísticas Profesionales en la Centroamérica de Hoy, octubre de
1996, Tela de Honduras) en el que confluimos creadores, gestores y estudiosos académicos.
CONTEXTO HISTÓRICO DE PAÍSES DE AMERICA CENTRAL
La década de los años setenta marca, por las situaciones de alta conflictividad, expresadas en
guerras internas, en que se ven envueltos tres de sus países: Nicaragua, El Salvador y Guatemala,
el inicio de un cambio profundo en las coordenadas políticas de Centroamérica. Los conflictos
armados surgidos en la región, trenzan una dinámica migratoria que provoca un importante flujo
de población hacia el norte y un desplazamiento político que genera un elevado número de
refugiados, situación que se regulariza en 1987 con la realización de la Conferencia Internacional
sobre Refugiados, Desplazados y Repatriados de Centro América (CIREFCA) convocada por el
Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) CIREFCA propone un plan
de acción que es suscrito por los gobiernos de El Salvador, Guatemala, Honduras, Costa Rica,
Nicaragua, Belice y México. Complementando ese acuerdo las naciones centroamericanas,
signatarias de las convenciones regionales que garantizan y reconocen el derecho a asilo,
ofrecieron la posibilidad a la población víctima de solicitar asilo territorial.
2Los nuevos flujos, relacionados con la situación de crisis política de algunos países de la región,
promovieron alteraciones del panorama migratorio. El Salvador y Guatemala conocieron
sucesivamente desplazamiento de población no involucrada en la confrontación o victima de ella,
a países fuera de la región. Estos flujos son constituidos por sectores de baja condición socio
económica y mínimos ingresos y presentan la particularidad de ser migraciones familiares. Los
países de asilo más importantes en ese período fueron México, Estados Unidos y Canadá.
3El conflicto armado salvadoreño provoca, durante el período más álgido de la guerra, un éxodo
poblacional hacia uno de sus países limítrofes, Honduras, donde se asientan temporalmente las
poblaciones victimas que, una vez terminado el conflicto, vuelven a sus lugares de origen. El caso
de Guatemala es más complejo. La población de ese país, huyendo del terror, se instala en los
estados de Chiapas, Quintana Roo y Campeche en el vecino México. La Conferencia de CIREFCA
y las negociaciones de sus representantes con el gobierno guatemalteco, permiten la firma el 8 de
octubre de 1992 de un Acuerdo Marco que define las condiciones de un retorno colectivo de los
refugiados, las que se inician el 20 de enero de 1993, con la instalación del primer grupo en el
municipio del Ixcán, departamento de El Quiché. Entre ese momento y el l7 de enero de 1997,
fecha en que el gobierno de Guatemala y los Representantes de los grupos de Refugiados /
Retornados dan por terminada la etapa de traslado de refugiados en México, de una cifra
aproximada de 200 mil refugiados, solamente retornan 65.379; el resto permanece en México y se
acoge a las condiciones de legalización que se les ofrecen.
5El patrón migratorio de la población Centroamericana se definía hasta ese entonces, por una
movilidad de población que se limitaba a desplazamientos internos o interregionales localizados,
gran parte de estos flujos eran fronterizos y parte de ellos temporales; de ahí que el cambio más
considerable tenga que ver con el incremento de los flujos extrarregionales. Las migraciones, de
carácter principalmente rural, excedían las fronteras de países vecinos como parte de mercados
subregionales. Las principales migraciones de este tipo se dieron entre Guatemala-México: El
Salvador-Guatemala, Honduras-El Salvador, Honduras-Belice, Nicaragua-Costa Rica, y Panamá-
Costa Rica.
6A partir de la década de los ochenta los flujos migratorios aumentan, diversificándose su
composición y destino, aunque la tendencia dominante fue su dirección en una mayor escala hacia
los países con mayor grado de desarrollo. No es fácil establecer las fronteras claras entre estos
flujos y los políticos, sin embargo la conjugación de las crisis económicas, los efectos directos e
indirectos de las guerras, la militarización de las sociedades, las paupérrimas condiciones de vida
de los sectores mayoritarios, la carencia de oportunidades de todo tipo, como lo señalan los
Informes de Desarrollo Humano del PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) son
aspectos que incidieron en la emigración de amplios sectores de la población centroamericana.
Ésta se dirige a países que le “ofrecen” posibilidades para resolver esta situación, siendo los del
“norte” (Estados Unidos, Canadá y México) los prioritariamente elegidos.
7Sin embargo, todos ellos aplican políticas restrictivas donde los criterios de admisibilidad son
selectivos, favoreciéndose sólo a una mínima cantidad de solicitantes. Los criterios aplicados se
refieren a las necesidades de los países receptores, o bien, si los solicitantes cuentan con
relaciones de soporte establecidas en períodos anteriores, la premisa de la reunificación familiar
puede incidir en una respuesta positiva y allanar el camino
INDÍGENAS
Que el tema de identidad y derechos de los pueblos indígenas
constituye un punto fundamental y de trascendencia histórica
para el presente y futuro de Guatemala,
Que los pueblos indígenas incluyen el pueblo maya, el pueblo
garífuna y el pueblo xinca, y que el pueblo maya está
configurado por diversas expresiones socioculturales de raíz
común,
Que a raíz de su historia, conquista, colonización,
desplazamientos y migraciones, la nación guatemalteca tiene
un carácter multiétnico, pluricultural y multilingüe,
Que las partes reconocen y respetan la identidad y los derechos políticos, económicos, sociales y culturales
de los pueblos maya, garífuna y xinca, dentro de la unidad de la nación y la indivisibilidad del territorio del
Estado guatemalteco, como componentes de dicha unidad,
Que los pueblos indígenas han sido particularmente sometidos a niveles de discriminación de hecho,
explotación e injusticia por su origen, cultura y lengua, y que, como muchos otros sectores de la colectividad
nacional, padecen de tratos y condiciones desiguales e injustas por su condición económica y social,
Que esta realidad histórica ha afectado y sigue afectando profundamente a dichos pueblos, negándoles el
pleno ejercicio de sus derechos y participación política, y entorpeciendo la configuración de una unidad
nacional que refleje, en su justa medida y con su plenitud de valores, la rica fisonomía plural de Guatemala,
Que en tanto no se resuelva este problema de la sociedad guatemalteca, sus potencialidades económicas,
políticas, sociales y culturales jamás podrán desenvolverse en toda su magnitud, y ocupar en el concierto
mundial el lugar que le corresponde por su historia milenaria y la grandeza espiritual de sus pueblos,
Que en Guatemala será posible desarraigar la opresión y la discriminación sólo si se reconocen en todos sus
aspectos la identidad y los derechos de los pueblos que la han habitado y la habitan, componentes todos de
su realidad actual y protagonistas de su desarrollo, en todo sentido,
Que todos los asuntos de interés directo para los pueblos indígenas demandan ser tratados por y con ellos, y
que el presente acuerdo busca crear, ampliar y fortalecer las estructuras, condiciones, oportunidades y
garantías de participación de los pueblos indígenas, en el pleno respeto de su identidad y del ejercicio de sus
derechos,
A. Lucha contra la
discriminación legal y de
hecho
1. Para superar la discriminación
histórica hacia los pueblos
indígenas, se requiere el
concurso de todos los
ciudadanos en la transformación
de mentalidades, actitudes y
comportamientos. Dicha
transformación comienza por un
reconocimiento claro por todos
los guatemaltecos de la realidad
de la discriminación racial, así
como de la imperiosa necesidad
de superarla para lograr una
verdadera convivencia pacífica.
2. Por su parte, con miras a erradicar la discriminación en contra de los pueblos indígenas, el Gobierno tomará
las siguientes medidas:
a) Promover ante el Congreso de la República la tipificación de la discriminación étnica como delito;
b) Promover la revisión ante el Congreso de la República de la legislación vigente para derogar toda ley y
disposición que pueda tener implicación discriminatoria hacia los pueblos indígenas;
c) Divulgar ampliamente los derechos de los pueblos indígenas por la vía de la educación, de los medios de
comunicación y otras instancias; y
d) Promover la defensa eficaz de dichos derechos. Con este fin, promover la creación de defensorías
indígenas y la instalación de bufetes populares de asistencia jurídica gratuita para personas de bajos recursos
económicos en las municipalidades donde predominan las comunidades indígenas. Asimismo, se insta a la
Procuraduría de los Derechos Humanos y a las demás organizaciones de defensa de los derechos humanos a
que presten una atención especial a la defensa de los derechos de los pueblos maya, garífuna y xinca.