Algunos de los rasgos fundamentales de la interculturalidad, que
constituyen la base de la educación bilingüe intercultural -EBI- son los siguientes:
a) El convencimiento de que las culturas no son completas en sí
mismas, sino que necesitan unas de las otras.
b) El convencimiento de que es preciso aprender a convivir entre
culturas diferentes. Debemos decir no a la autosuficiencia cultural. Hay ladinos racistas, pero también hay mayas racistas.
c) Una voluntad y disposición clara de aprender del otro.
d) Un cierto grado mínimo de distanciamiento crítico de las personas
respecto a la propia cultura, sin que ello signifique merma en la identificación étnica o cultural de la persona o en su sentido de pertenencia.
La interculturalidad debe ser una realidad que asegure el respeto a la
diversidad porque, como dice Boaventura Sousa de Santos: “Tengo derecho a la igualdad, cuando la diferencia me inferioriza; pero tengo derecho a la diferencia, cuando la igualdad me descaracteriza”
Hacia un nuevo sistema educativo nacional, desde la
interculturalidad
Necesitamos con urgencia de educación con calidad, lo cual “implica
posibilidades equitativas de acceso y permanencia dentro del sistema de educación, así como posibilidades de participación plena en los actos y decisiones educativas; para poder adquirir, en el tiempo esperado, conocimientos pertinentes y relevantes.”. Y dentro de la pertinencia y relevancia, la cultura y la interculturalidad juegan un papel central e importante.
De allí, que desde estos aspectos, necesitamos avanzar hacia un
nuevo sistema educativo nacional guatemalteco, con las siguientes características: a) Sistema descentralizado y regionalizado, según áreas lingüísticas y culturales.
La actual distribución de la población por departamentos es parte de
una herencia colonial que profundizó la marginación étnica y social y que además no ha coadyuvado a resolver problemas tan difíciles en el campo de cobertura educativa. La opción acertada es descentralizar la administración y la toma de decisiones, tomando en cuenta la estructura milenaria de los pueblos indígenas.
b) Sistema con pertinencia cultural, como derecho:
A las comunidades indígenas, se les ha negado históricamente el
derecho a ser protagonistas en la definición curricular y a participar en los aspectos financieros administrativos de la educación; el Estado debe promover un educación que responda a las características culturales de las comunidades indígenas para asegurarles su derecho a ser educados en su propia cultura e idioma.
c) Sistema que valore e impulse las experiencias educativas mayas:
El alcanzar la paz supone hacer cambios serios y profundos en la
educación de todos los guatemaltecos desde su cultura, que contribuya a la configuración de una nación multiétnica, plurilingüe y multicultural. Las experiencias educativas mayas han abierto un importante camino en la línea de la pertinencia y de las respuestas adecuadas a las necesidades educativas del país. De allí que valorarlas e impulsarlas debe ser hoy una estrategia del sistema educativo.
d) Sistema que invierta basado basada en la concertación social:
Históricamente, los procesos de cambios en la educación han
respondido a planteamientos de partidos políticos. El momento actual debe privilegiar un proceso amplio de consulta participativa -con las organizaciones de la sociedad civil- para la toma de decisiones en lo que respecta inversión en educación. Necesidades e intereses educativos de los cuatro pueblos Guatemala es un país que cuenta con una riqueza cultural y lingüística diversa. En él conviven cuatro pueblos: el pueblo maya que se subdivide en 22 comunidades sociolingüísticas de tronco común, el pueblo Garífuna y su idioma materno, el Garinagú, el pueblo Xinka que habla el Xinka y el Pueblo Ladino cuyo idioma materno es el Español.
De los 12,660 millones de habitantes calculados en el año 2004 por el
1 King, Linda: La Educación en un Mundo Plurilingüe, UNESCO 2003. 2 9 Modelo Educativo Bilingüe E InteRCULTURAL 10 Instituto Nacional de Estadística –INE-, más de la mitad son considerados indígenas, quienes aún viven en situaciones precarias. Según datos del 2007, la situación de pobreza en el país, lo vive más del 82% de la población en general. La mayoría de esta población es del área rural e indígena, contra un 18% de la población de la ciudad y del área urbana. En educación, de acuerdo con datos recientes de la Comisión Nacional para la Reforma Educativa –CNPRE-, solo el 30% de niños y niñas indígenas lograron tener acceso en preprimaria, el 36% en el nivel primario y el 12% en secundaria básica2. Con relación a las demandas sociales, después de los 36 años de conflicto armado interno, la población en general guatemalteca, demanda cada vez más la necesidad de una educación que contribuya al desarrollo de valores de convivencia armónica, de paz y de cohesión social. Pero sobre todo, materializar en la educación nacional los contenidos de los Acuerdos de Paz, como pactos sociopolíticos en materia de desarrollo humano, en educación, la salud y en el combate a la pobreza, el fortalecimiento de la identidad nacional y el ejercicio de los derechos de los Pueblos Indígenas con identidad. En este sentido, la educación en los derechos humanos debe ser prioridad para todas las personas, principalmente para los que prestan los servicios educativos e imparten las leyes que velan por el ejercicio pleno y el respeto a los derechos humanos.