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UNIVERSIDAD CATÓLICA

“SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO”

Integrantes:
 Peramás Reupo, Vania
 Santamaria Chavesta, Luis Alberto
 Távara Quiñonez, Coor Mary
 Valderrama, Thays

Profesor:
 Mechán Sánchez, Juan Domingo

Curso:
 Teología Moral

1
LA LIBERTAD HUMANA
ETIMOLÓGICAMENTE
Derivada del latín “liber” que se usaba para designar a los hijos quienes, a diferencia de los
esclavos, tenían carta de ciudadanía y podían intervenir tanto en las cosas privadas de la casa,
como en las cosas públicas en la ciudad.

FILOSÓFICAMENTE:
 Pensadores griegos: la libertad era para ellos el dominio sobre sus propios actos.

 Filósofos medievales: para ellos consistía en el libre albedrío o la capacidad de elección.

 Filósofos de la baja edad media: la libertad trata sobre la espontaneidad.

 Filosofía moderna: la libertad era tratada como la autonomía, ausencia de la coacción o


impedimentos externos.

 Filosofía contemporánea: ve a la libertad como la liberación, la posibilidad de hacer lo que


desee sin perjudicar a los demás.

 Puntos de vista de algunos filósofos:

o Rosseau: consideraba a la libertad como una propiedad muy importante del


hombre, escribiendo que “renunciar a la libertad era renunciar al ser del hombre”
o Maine de Biran: nos dice que negar la libertad equivale a poner en duda si
existimos.
o Bergson: libertad es sumamente relevante, pues, según él, consiste en la
autodeterminación del espíritu, posición semejante a la de plano ético de
Hatenann.
o Marcel: dice que “nuestra libertad es nosotros mismos”, “ … el alma de nuestra
alma”, “el misterio central de nuestro ser” la que permite afirmar nuestro propio
ser1.

DEFINICIÓN MÁS ACERTADA:

 JOHN LOCKE : Definió la libertad con estas palabras: “La libertad, pues, no es lo que Sir
Robert Filmer llama ‘el derecho para cada cual de hacer lo que le apetezca, como gustare, y
no estar a ley alguna sujeto’; sino que la libertad de los hombres bajo gobierno consiste en

1 GONZALES, LUIS ANGEL. 2010. Diccionario de filosofía. Pamplona, España. EUNSA.

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tener una norma permanente para vivir de acuerdo a ella, una
norma común establecida por el poder legislativo que ha sido
erigido dentro de una sociedad; una libertad para seguir los dictados de mi propia
voluntad en todas esas cosas que no han sido prescritas por dicha norma, un no estar
sujetos a la inconstante, incierta desconocida” 2. En El espíritu de las leyes, Montesquieu
describe que “es necesario distinguir lo que es independencia de lo que es libertad. La
libertad es el derecho de hacer lo que las leyes permitan; y si un ciudadano pudiera hacer
lo que las leyes prohíben, no tendría más libertad, porque los demás tendrían el mismo
poder,”3 y la libertad política de un ciudadano es la tranquilidad de espíritu que proviene
de la confianza que tiene cada uno en su seguridad: para que esta libertad exista, es
necesario un gobierno tal que ningún ciudadano pueda temer a otro. Cuando el poder
legislativo y el poder ejecutivo se reúnen en la misma persona o el mismo cuerpo, no hay
libertad; falta la confianza, porque puede temerse que el monarca o el Senado hagan leyes
tiránicas y las ejecuten ellos mismos tiránicamente. 4
 ARISTOTELES: Con carácter general, el concepto de libertad, especialmente a nivel
personal presupone la disposición de una posibilidad de elegir. Esa posibilidad de elegir
presupone a su vez la de disponer de elementos de juicio que conduzcan a la elección; lo
que requiere la posesión del conocimiento de los componentes de esos elementos de
juicio, y de la inteligencia adecuada para valorarlos debidamente y discernir acerca de la
conveniencia de la elección. Al mismo tiempo, la libertad no es absoluta. El hombre no
dispone de una posibilidad absoluta de elegir: no es posible elegir en contra de lo que
disponen las leyes de la Naturaleza; ni es admisible ejercer una supuesta libertad en
perjuicio de otros.5
 IMMANUEL KANT: Capacidad de los seres racionales para determinarse a obrar según
leyes de otra índole que las naturales, esto es, según leyes que son dadas por su propia
razón; libertad equivale a autonomía de la voluntad. La razón teórica no puede demostrar
la existencia de la libertad pues solo es capaz de alcanzar el mundo de los fenómenos,
mundo en el que todo está sometido a la ley de causalidad, y por lo tanto en el que todo
ocurre por necesidad natural. Sin embargo, desde la perspectiva de la razón práctica, y si
queremos entender la experiencia moral, cabe la defensa de la existencia de la libertad: si
en sus acciones las personas están determinadas por causas naturales, es decir si carecen
de libertad, no podemos atribuirles responsabilidad, ni es posible la conducta moral; de
este modo, la libertad es la ratio essendi (la condición de la posibilidad) de la moralidad, a
la vez que la moralidad es la ratio cognoscendi (lo que nos muestra o da noticia) de la
libertad.6

LA LIBERTAD COMO VALOR

2 John Gray, Liberalismo, Alianza Editorial, Madrid, 1994 La cita corresponde al capítulo 7, “La idea de
libertad” pp.22
3 ídem
4 Op. cita 23
5 Margarita Boladeras, Libertad y Tolerancia, Bricall Editorial, Barcelona, 1993, pp. 60
6 Julián Carvajal, Moral, derecho y política de Immanuel Kant, Cuenca Editorial, Madrid, 1999, pp. 54

3
Por definición, la libertad es la facultad que tiene el ser humano de obrar
según su criterio. No estar prisionero. Es un valor humano, pero también es
un derecho que se relaciona con varios aspectos que pueden regir la vida del hombre como son la
religión, la capacidad de expresar sus pensamientos y la ética. La libertad es un tema complicado
por todas las extensiones de su dominio.7

Aunque se hable de la libertad individual, realmente la convivencia nos condiciona porque de lo


contrario viviríamos en medio del desorden. En otras palabras, ser libres y tener el derecho a serlo,
no es razón ni justifica, que con nuestras acciones perjudiquemos a otros.

En sentido general podemos decir que la libertad es uno de los valores más trascendentes de la
condición humana, ella nos permite crecer y desarrollarnos a plenitud y poder desenvolvernos en
el ámbito social con una amplia conciencia en la razón de la existencia que nos permite actuar,
comunicarnos, sentir y discernir para vivir felices, en la continua intercomunicación con los seres
que nos rodean con la naturaleza de la cual dependemos y con el cosmos como sinónimo de todo
cuanto existe.8

Es necesario educar en libertad a todas las personas: niños, adolescentes y jóvenes, para que, a
través de la enseñanza y la experiencia de sucesivas elecciones voluntarias, responsables y
conscientes, asimilando modelos de adultos significativos en su vida y sus padres y maestros,
puedan formarse para asumir los retos del entorno social, conociendo y defendiendo el valor de la
libertad. “El valor de la libertad en el ámbito educativo, debe ser analizado e instrumentalizado en
el diario vivir poniendo en juego los indicadores que se requieran. “Para su mejor interpretación,
en este trabajo de fundamentación teórica, se define a la libertad como una propiedad de la
voluntad, por medio de la cual las personas tienen la capacidad de elegir y actuar”. 9

LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD

El concepto de responsabilidad Es difícil negar que nuestras valoraciones y conductas estén


condicionadas por el entorno sociocultural, biológico o psicológico. No obstante, siempre podemos
hablar de libertad en cualquier sociedad en la que existan unas condiciones mínimas para que el
individuo pueda obrar conforme a sus decisiones. Esta clase de libertad es básica para los fines de
la moralidad. Si todos nuestros actos estuvieran condicionados genética o psicológicamente, no
podríamos alabar o reprochar una conducta, ya que el individuo no actuaría libremente. La moral
necesita de este tipo de libertad para que los actos puedan ser juzgados como buenos o malos. En
dicho juicio, además, solemos alabar o premiar los actos considerados buenos y también reprochar
o castigar los considerados malos. Esto solo tiene sentido en el caso de que el individuo sea
responsable de los actos y de sus consecuencias.

7 Berlin, I. (2000) Cuatro ensayos sobre la Libertad. Madrid, España. Alianza Editorial S.A., Ed. Cast.
Pág. 97
8 Berlin, I. (2000) Cuatro ensayos sobre la Libertad. Madrid, España. Alianza Editorial S.A., Ed. Cast.
Pág. Pág. 125
9 Ramos, M. G. (2002) Programa para Educar en Valores. Valencia, Venezuela. Dirección de Medios
y Publicaciones. Universidad de Carabobo. Pág. 120

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Dentro del comportamiento humano, los individuos pueden obrar con
responsabilidad moral y libertad.

Existe una íntima relación entre libertad y responsabilidad, porque la responsabilidad supone que
el individuo pueda tener libertad de acción y decisión. Por lo tanto, la libertad conduce
necesariamente a la responsabilidad.

Como se observa, los conceptos de libertad y responsabilidad están estrechamente relacionados.

Para que una persona sea responsable de sus acciones es indispensable que pueda tener libertad
de acción, sin más limitaciones que su propia conciencia y valores morales.

Por ello, se considera que los enfermos mentales, los niños, y los animales no son responsables por
sus actos, porque no tienen conciencia plena o carecen del uso de la razón.

El escritor irlandés George Bernard Shaw resumió la relación de ambos conceptos de vida en una
frase: “Libertad significa responsabilidad. Por eso la mayoría de los hombres le temen”.

Por su parte, el filósofo español Fernando Savater apunta que: “No somos libres de elegir lo que
nos pasa”, o lo que somos o tenemos como personas (feos, bonitos, pobres, ricos, enfermos), pero
si “libres de responder a lo que nos pasa de tal o cual modo”, bien sea obedeciendo o a través de la
resignación.

En resumen, puede afirmarse que en ausencia de libertad individual no hay responsabilidad, como
tampoco es posible preservar la libertad sin responsabilidad, derivada de las regulaciones morales
individuales y de la propia Ley.

La libertad es el poder de elegir que tienen los individuos en la sociedad, mientras que la
responsabilidad es la actitud de la persona para responder por las acciones que escoge libremente.

RESPONSABILIDAD MORAL
Denominada así a la calificación que reciben las personas por sus actos propiamente morales,
desde el punto de vista de la ética. La libertad humana se puede definir como la
"autodeterminación axiológica".
Esto significa que una persona libre se convierte, por ese mismo hecho, en el verdadero autor de
su conducta, pues él mismo la determina en función de los valores que previamente ha
asimilado. No basta solo con observar la acción, sino también se necesita analizar lo que llevo a la
persona a realizar determinada acción y si fue su propósito, si sabía las causas y consecuencias de
sus actos.
Es difícil negar que nuestras valoraciones y conductas estén condicionadas por el entorno
sociocultural. Ser moralmente responsable es cuidar para que el bienestar de las personas ante
diferentes actos y que esto no repercuta negativamente sobre aquellas personas que se
encuentren a nuestro alrededor, incluyendo a las personas que no lo estén. Eso comprende a cada
ser humano y a la humanidad como un todo. La responsabilidad moral es muy complicada de
entender y definir. No basta solo con observar la acción, sino también se necesita analizar lo que
llevo a la persona a realizar determinada acción y si fue su propósito, si sabía las causas y
consecuencias de sus actos. Es muy fácil culpar de algo a alguien sin saber los motivos que llevo a
la persona a actuar de tal manera.

5
Responsabilidad moral, libertad y necesidad se hallan, pues, vinculadas
firmemente en el acto moral.

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