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Asignatura

RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS

Título del trabajo Derechos de Autor


ACTIVIDADES

Presentado por:
CLARA ISABEL ROJAS VARGAS
ID 501292

Docente
EDNA MARGARITA JOVEN HOYOS

Colombia_ Huila Neiva. Febrero, 09 del 2019


INDAGACIÓN

¿Qué definición de conflicto infiere a partir de los ejemplos históricos presentados en el


texto "El Efecto Lucifer"?
Es todo aquel elemento influenciado por el poder proveniente desde las circunstancias
sociales que lleva a la confrontación entre el bien y el mal, Para Zimbardo, el conflicto es el
resultado del choque entre el maligno y un héroe accidental que aparece de la nada.

¿Qué características presentan las personas al ser afectadas por un conflicto? Tenga en
cuenta las nociones de la transformación del carácter (disposicional, situacional y
sistémico) y las de las emociones en la negociación.
La característica principal de una persona afectada por un conflicto que altere la calidad de
vida es una decadencia emocional, reflejada en ira o depresión por las consecuencias generadas a
su vida y a la de una comunidad o nación en general.
A nivel situacional, como se ha mencionado, la calidad de vida se ve alterada, muchas veces,
perdiendo atributos positivos y acelerando una fuerte crisis personal y colectiva.
A nivel disposicional, la persona se ve obligada a realizar mayores sacrificios en pro de volver
a escalar el estilo de vida o al menos acercarse al perdido.

¿En el marco de los conflictos, cuáles son los aspectos psicológicos, sociales, y políticos
presentados en los documentos guía?
Las características que presentan las personas que son afectadas por un conflicto son los
impulsos que le pueden llevar al mismo, bien sea el Efecto Lucifer, que no es más que la serie de
impulsos que llevan a una persona a hacer el mal; o el Héroe Accidental, que es aquel que actúa
en favor de personas o ideales sin esperar retribución alguna.
Los aspectos psicológicos y sociales presentes son:
El poder de las situaciones sociales que influencia a las personas a segur el sendero del mal o
del bien.
Las plantillas mentales con las que se nace desde niño y determina la inclinación de las
acciones.
La presión de los distintos grupos sociales sobre los individuos, que les lleva a lo que el autor
define como el "Círculo Mágico".
En lo político, consiste en obrar deliberadamente de una forma que dañe, maltrate, humille,
deshumanice o destruya a personas inocentes, o en hacer uso de la propia autoridad y del poder
sistémico para alentar o permitir que otros obren así en nuestro nombre”. Esa es una de las
características de la política con armas que tanto daño nos ha causada y que debemos
comprometidamente superar. Debemos, mediante cambios en nuestra ética social, controvertir el
pensamiento político de quienes, como Lucifer en uno de los poemas de John Milton, consideran
mejor reinar en el Infierno que servir en el Cielo.

¿Qué aprendizajes significativos han tenido en el desarrollo de la unidad y cómo los


pueden aplicar a su vida personal?
Puedo decir que el progreso moral del hombre singular y de la humanidad no está en modo
algunos garantizados: ambos viven en la dialéctica de la elección. Estamos en la era del odio al
hacer caer la culpa sobre otro, la culpa de los males que a tantos atenazan –el paro, la
precariedad o la incertidumbre por el futuro–, hemos de estar vigilantes frente a regresiones
morales, alzar nuestra voz y ejercer nuestro derecho de voto cuando seamos llamados a las urnas
en favor del aquellas opciones que mejor representen los ideales del progreso moral.
BONDAD O PADECIMIENTO

¿Qué es el padecimiento? ¿Es una posibilidad o una imperfección? ¿Es inherente al ser
humano? ¿Por qué estamos diseñados así? ¿Hubiera sido preferible que todos encarnáramos la
beatitud sin posibilidad de optar por una conducta inmoral?. La historia de la humanidad y la
personal de cada uno nos demuestran que la esencia del hombre no es el bien ni el mal, el amor
ni el odio, sino la tensión –inherente a la libertad– entre uno y otro. Si hubiéramos sido diseñados
buenos o malos, seríamos autómatas en un cuerpo. Lo que nos hace precisamente humanos es la
tensión inherente a la capacidad de elegir y encontrar soluciones para que la vida, como especie
y como individuos, siga el camino de la moral y la dignidad o de la regresión y el caos.
La historia de la humanidad, a pesar de la barbarie –siempre presente en algún lugar del
mundo y en cualquier tiempo, ha sido la del progreso esforzado del bien sobre el mal. Ya fuera
porque el «pacto social» que implica el reconocimiento de los derechos y libertades de los que
somos titulares cada ser humano sea necesario para la supervivencia de la misma, ya fuera por
otras causas meta-biológicas, lo cierto es que, hoy, el hombre como individuo y la humanidad
están en la mejor posición, desde el punto de vista de la moral, de la que nunca habían estado
hasta ahora.
Un principio general: “podemos aprender a ser buenos o malos con independencia de nuestra
herencia genética, nuestra personalidad o nuestro legado familiar; este principio difiere de la
perspectiva más habitual que estima que la ejecución del mal depende de un carácter
disposicional, Zimbardo resalta, por el contrario, que existen fuerzas sistémicas capaces de
fomentar y alimentar la maldad, procedimientos eficaces para inducir la “imaginación hostil” o,
incluso para que personas normales lleguen a justificar el genocidio; cualquier ser humano puede
llegar a renunciar a su humanidad, movido por una ideología asumida irreflexivamente, o de
cumplir órdenes atroces de autoridades que etiquetan a otros seres humanos como enemigos;
porque la moralidad y los sentimientos humanitarios pueden desconectarse. Recorriendo la
infinidad de episodios donde la maldad de unos seres humanos se ensañó con otros inocentes,
Zimbardo trató de entender cómo es posible que en un corto período de tiempo puedan las
personas transformarse hasta el punto de cometer actos inconcebibles; igualmente, a la banalidad
del heroísmo.
Quizá cada uno de nosotros tenga la capacidad de ser santo o pecador, altruista o egoísta,
bondadoso o cruel, malhechor o víctima, recluso o carcelero. Quizá sean nuestras circunstancias
sociales las que deciden cuál de nuestras muchas plantillas mentales, cuál de nuestros
potenciales, vamos a desarrollar.
Todo el mundo sabe que, en una situación de peligro, hay que mantener la calma porque las
avalanchas son peores que cualquier otra cosa; y sin embargo, la mayoría de la gente no duda en
correr ciegamente, arriesgándose al aplastamiento. Zimbardo nos advierte que «cuando la gente
se encuentra en un entorno que fomenta el anonimato, su sentido de la responsabilidad personal y
cívica se reduce».
Por lo general, las personas sienten la necesidad de integrarse en un grupo, y esto puede llevar
a un estado de conformismo, incluso de sumisión, dentro del propio grupo, pero también a un
odio irracional hacia un colectivo antagónico, o tan sólo diferente.
Hasta qué punto nos conocemos a nosotros mismos, hasta qué punto podemos predecir con
seguridad lo que haríamos o dejaríamos de hacer en situaciones en las nunca nos hemos
encontrado”. Ciertamente, no es un tema baladí y este no es un libro que se deba dejar pasar por
alto. Es importante adentrarse en el lado oscuro del ser humano, en sus debilidades, para
conseguir ser mejores. De hecho, Zimbardo, que durante todo el trayecto nos recuerda que no
pretende excusar las acciones reprobables, sino tan sólo que se tenga en cuenta que bajo
determinadas circunstancias todos podemos llegar a actuar de un modo del que nos creemos
incapaces, dedica el último capítulo a hablar de cómo “Resistir las influencias situacionales y
celebrar el heroísmo”.

¿Qué aprendizajes significativos han tenido en el desarrollo de la unidad y cómo los


pueden aplicar a su vida personal?
Modificar o impedir una conducta censurable por parte de personas o de grupos exige una
comprensión de las fuerzas, las virtudes y las vulnerabilidades que aportan estas personas o
grupos a una situación dada.
Luego debemos reconocer plenamente el conjunto de fuerzas situacionales que actúan en ese
contexto conductual.
Cuando la mayoría cede, podemos considerar héroes a los pocos que se rebelan ante las
fuerzas poderosas que les impulsan a la aceptación, la conformidad y la obediencia.
La mayoría de los héroes son héroes del momento, de la situación, que actúan con decisión
cuando deben hacerlo. De este modo, el viaje de El efecto Lucifer llega a su fin con una nota
positiva, celebrando al héroe ordinario que vive en cada uno de nosotros.
Los seres humanos verdaderamente tenemos un lado maligno, una parte oscura al igual que la
luna que puede surgir de las formas más inesperadas. Hoy sabemos eso. Millones de muertes,
torturas e injusticias fueron el precio que se pagó para entenderlo. El día de mañana puede que
tú, como jefe, como padre o cualquier autoridad tengas la decisión en tus manos para hacerlo de
manera diferente.
Muy probablemente en algún momento de nuestra vida haremos algo que será incorrecto,
pero que dicha acción nos vuelva malos será nuestra completa decisión.
BIBLIOGRAFÍA

Recuperado el 09 de Febrero de 2019, Zimbardo. P. (2008). El Efecto Lucifer. Barcelona,


España: Paidos Ibérica.

Recuperado el 09 de Febrero de 2019, Fisher, R. & Shapiro, D. (2007). Las Emociones en la


Negociación. Bogotá D.C., Colombia: Grupo Editorial Norma.

Recuperado el 09 de Febrero de 2019, [Contravía TV]. (2010, septiembre 16). Trujillo: una
tragedia que no cesa (Masacre de Trujillo) Parte 1. [Archivo de vídeo].

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