Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
SANTIAGO DE CHILE
“Psicodrama, un Método
para sondear el Alma a través de la acción”
J.L Moreno
Diciembre 2011
Indice
Introducción……………………………………………………………………………………...4
Objetivos………………………………………………………………………………………....7
Marco Teórico……………………………………………………………………………..……..8
Marco Metodológico………………………………………………………………….…………21
Presentación de casos………………………………………………………………….………...24
Análisis de Resultado………………………………………………………………….………...37
Conclusiones…………………………………………………………………………………….44
Comentarios………………...………………………………………………...............................46
Referencias Bibliográficas………………………………………………………………………47
En el centro del sustento teórico y fundamento del paradigma psicodramático, se encuentra el ideal
de Ser Humano, que plantea Moreno a través de su obra; aquel que es capaz de crear y re-crear
continuamente su destino.
El Ser Humano espontáneo, el “Dios Yo”, no es un delirio, nos sugiere la universalidad de aquella
capacidad creadora, “…el ideal terapéutico es reconectar al hombre con su Dios perdido,
ayudándolo a salir del servilismo a los falsos ídolos de la conserva cultural.”1 Todas las
secuencias teóricas del psicodrama apuntan en esta dirección, Moreno nos invita en la práctica a un
“Encuentro” entre dioses imperfectos, dioses con la capacidad de crear dado que esa es nuestra
esencia; y para ello nos exige, ser iguales a todo nuestro potencial. Valen entonces las preguntas,
¿Desde dónde surge la creatividad? ¿Quién se encuentra, y con qué se encuentra?… más allá de la
identificación con nuestros roles, más allá de la personalidad y el ego, incluso más allá de los
cuerpos, de los afectos y la mente, ¿En qué dimensión de nuestro Ser ocurre ese Encuentro?
A través del tiempo los distintos sistemas filosóficos y corrientes psicológicas han tomado la
temática del Ser como su objeto de estudio y contemplación, dando así diversos énfasis, que
posibilitan la exploración y profundización de la condición humana. El psicodrama en sus orígenes
pretendió abordar estas áreas, con la finalidad de potenciar y desarrollar la espontaneidad y
creatividad que se encuentran en los genios dormidos en medio de las conservas culturales. Se
presenta entonces desde el Paradigma psicodramático la necesidad de liberar nuestra chispa divina,
es decir, la necesidad de “re-unirnos” con la Trascendencia.
Se observa que en la práctica psicodramática, quienes han desarrollado la investigación desde la
metodología y técnica han hecho sus aportes desde enfoques psicoanalíticos, sistémicos y algunos
enlaces en relación a lo Junguiano, sin embargo, en términos metodológicos no se ha dado cuenta
mayormente y de forma explícita sobre esta mirada de Trascendencia, dejando así un espacio para
lo que será nuestro aporte.
1
Giovanni Boria, “El Psicodrama, Diferentes aplicaciones de la técnica psicodramática” pág22
Si bien la Triada Psicodramática, cuerpo, afecto y mente presenta de manera clara los aspectos a los
cuales atiende la técnica y en los que se refleja el paradigma, ésta por sí sola carece de “otra
dimensión” que posibilite acceder a la Trascendencia en cuanto concepto y experiencia. Ante este
panorama consideramos que la noción de Trascendencia, como una cuarta dimensión, completaría
en lo metodológico la aspiración y la inspiración de Jacob Levy Moreno.
Actualmente, no nos resulta indiferente el creciente auge de las terapias complementarias, como una
opción eficaz en la resolución de depresiones y sus derivados. En estas Terapias la noción de
Trascendencia, divinidad del Ser y Alma son contenidas y trabajadas. El “Alma” cobra real
importancia como aquel aspecto sabio, sano y poderoso, capaz de promover todo nuestro potencial,
independiente de las circunstancias, dado que propone como método de cura la identificación con
esta dimensión más que con los sentidos, las emociones y los apegos cotidianos, los que siempre
están sujetos a la dualidad, el cambio y la muerte. Lo anterior produce constante angustia, dolor y
ansiedad, sensaciones descritas como contrarias a la Creatividad y Espontaneidad Moreniana. Estos
métodos que encontramos en la psicología perenne o transpersonal, así como en corrientes
filosóficas milenarias han sabido dar respuestas y cura a mucha dolencias que aquejan la salud
mental, no abordadas por la medicina y psicología tradicional. Cuando la ciencia no alcanza…
aparece la poesía, y “un poema provoca cien actos heroicos” por ello proponemos este fenómeno
del Alma, como un complemento a la Triada psicodramática, un complemento que sea tangible y
susceptible con una definición clara, la cual esté vinculada integralmente en la ética, estética y
práctica moreniana. Es decir, nuestro trabajo será introducir en la técnica Psicodrámatica la
dimensión del alma como un elemento natural a considerar en una sesión, de manera concreta y
explícita, pero, ¿Dónde pondremos el alma? ¿Qué pasa si le damos un rol, un lugar dentro del
espacio psicodramático cómo un ser independiente de otros roles, personajes y emociones que
llamamos a escena? ¿Qué pasará cuando el protagonista tome ese lugar lo sienta y se identifique
con él? ¿Qué consecuencia tendrá en su proceso terapéutico la identificación con un YO
Trascendente distinto a lo que usualmente conoce como Yo? A partir de estos cuestionamientos
exploraremos en esta Tesina cómo podemos articular desde la Técnica, el sentido de Trascendencia
en una intervención psicodramática.
Objetivo General
Objetivos Específicos
El psicodrama se basa en la Filosofía del Momento, comprendida por Moreno como la unidad de
tiempo inasible, en función de lo que hubo antes y deja de ser, para ser futuro mediante esta
concepción une los tres tiempos, lo que resulta inherente en lo paradigmático y en lo metodológico.
De aquí se deriva entonces la concepción de Locus, Matriz y status nascendi. Todo hecho se
encuentra enmarcado en estos tres parámetros.
Locus: Es el lugar donde ocurren los hechos. Es el escenario, en el cual todo nace, nada existe sin
esta condición. “Es una situación específica o una cadena de situaciones que generan un sentimiento
y una modalidad de relación. Se reconstituye sobre la base de tiempo, espacio, objetos, personajes y
un conjunto de sensaciones que permiten trascender el relato plano, y revivir la experiencia, tal cual
la persona la significa” (Reyes. 2000. pp.1).
Para comprender la serie de circunstancias que estimularon la estructuración de una conducta
defensiva, es fundamental conocer la red vincular que posibilitó la aparición de esa conducta o
modalidad de relación.
2
Giovanni Boria, “El Psicodrama, Diferentes aplicaciones de la técnica psicodramática” pág 33
Matriz: Corresponde a un modelo de relación, que se estructura rígidamente, y surge como
mecanismo de defensa a una situación, frente a la cual, el individuo no puede manejar el entorno ni
sus emociones. La matriz constituye el único aspecto que puede ser cambiado, por lo tanto, es hacia
ésta donde van dirigidas las intervenciones
terapéuticas (Bustos. 1992).
De este modo, una de las operaciones fundamentales, consiste en la búsqueda de las conductas que
en algún momento, fueron adaptativas pero que con el tiempo se rigidizaron empobreciendo así el
repertorio de conductas. Es por esta razón, que para investigar la matriz de una conducta defensiva
cobra más relevancia preguntar para qué lo hace, en vez de preguntar por qué.
Status Nascendi: Es el proceso de desarrollo de algo, que tiene un punto de partida y que no “es” si
no que “va siendo”. En éste, se enmarca el locus (Bello. 1997).
Si se observa un síntoma, aunque se localice su locus y su matriz, éstas quedan incompletas al no
detectar el proceso en el que se dieron origen. Puede haber existido en el status nascendi, una serie
de perturbaciones que refuerzan esa rigidización impidiendo el surgimiento de respuestas
espontáneas.
En síntesis, cada ser o cada acto se origina en un entorno concreto (matriz), ocurre en un lugar
concreto (locus) y tiene un desarrollo temporal (status nascendi).
Dentro de la organización que establece el psicodrama para llevar a acabo la metodología se vale de
varios elementos.
Técnicas
Escena: Constituye la unidad dinámica de acción. Está formada por; tiempo, espacio, roles en
interacción y conflicto. Tiene el valor de la metáfora que pretende espejar un hecho, ampliándolo,
des- cristalizándolo y abriendo un espacio de múltiples significaciones.
Doble: El yo auxiliar hace o dice lo que el protagonista no puede decir por sí mismo. El yo auxiliar
o Director interpreta la realidad del protagonista, pero desde la identificación dramática con él, es
decir desde la Triada psicodramática.
Cambio o inversión de roles: Esta técnica consiste en que el yo auxiliar en escena intercambia
papeles con el protagonista, permitiéndole a éste experimentar el lugar del otro. Esta es la técnica
central del psicodrama, representa el “Encuentro”. A través de la inversión de roles se permite al
protagonista “ver con los ojos del otro”, de esta manera puede empatizar y comprender de una
manera profunda. A través de esta técnica es que se le permite al yo auxiliar entrar y corporizar el
personaje que debe representar. El intercambio de roles no solo se realiza con un personaje, puede
con ser un objeto, una emoción, una parte del cuerpo etc.
Soliloquio: Consiste en ponerle “voz a los pensamientos y sensaciones”, se le pide al personaje que
diga en pocas palabras lo que está sintiendo o pensando, pero sin pasarlo por el razonamiento, se le
invita a expresar tal cual lo que siente en el momento.
Entrevista: El director entrevista al protagonista o a los yo auxiliares en el rol correspondiente, y
así obtiene información de los personajes.
Concretización: Consiste en representar corporalmente, mediante una imagen, escultura, dibujo un
sentimiento o situación. Permite al paciente poner afuera lo que siente.
Articulación. Kinestésica: Una sensación corporal se asocia con una imagen u otra emoción más
profunda y de aquí se puede llegar a una escena.
Átomo social: Es una configuración perceptual que representa el conjunto de personas que
conforman la red social más significativa del personaje, es la representación psicológica que éste
tiene de su entramado social. Al dramatizar el átomo social se exploran los vínculos y roles que el
protagonista tiene con las personas significativas que lo rodean. Se explora a través de la acción, el
intercambio de roles, y otras técnicas la vivencia que se tiene de su entorno. La persona distribuye
a los personajes considerando la distancia como un actor relacionado al vínculo que siente en dicha
relación. Luego de explorar y entrar en un proceso terapéutico a través del Átomo se puede realizar
el Átomo deseado, el cual moviliza al protagonista para crear e imaginar su átomo en un tiempo
más según lo que anhela.
Átomo interno: Se trabaja de la misma forma que el átomo social en tanto a su configuración, en
este caso los personajes son las propias emociones, sentimientos, sensaciones o situaciones que
aquejan al protagonista. Así como también sus los recursos o resistencias.
Fases de la Metodología
Teorías
El desarrollo de la Teoría de roles, se nutre de diferentes corrientes del pensamiento que tienen
distintos alcances en el concepto, dentro del paradigma psicodramático. Siendo una de las más
relevantes el aporte del Teatro clásico griego, que con una visión social, presenta el rol como un
personaje, un protagonista, que actúa según un guión establecido; desde este entendimiento al
presentar su historia y sus comportamientos se provoca en el público una catarsis en el aspecto
emocional y educación en lo cognitivo, lo que lleva finalmente a una reflexión sentida que tiene un
impacto en la sociedad. Es decir en el espacio escénico se da cabida a la fantasía que despliega de
manera sensible el mundo interno a través de los recursos artísticos y estéticos, que luego inciden en
la “realidad” social. De lo anterior podemos abstraer el afán de Moreno con el psicodrama:
transformar las relaciones sociales en dos niveles, en el plano subjetivo individual y en el nivel
socio cultural. Dentro de la metodología psicodramática, podemos encontrar ambas plataformas
funcionando paralelamente a nivel micro-social en el espacio escénico, que permite experimentar
nuevos roles y nuevas formas que podrían incidir en transformaciones macro, ya sea a nivel grupal,
institucional y social.
Se define el Rol entonces como la unidad mínima social de conducta, observable y medible, que
posee una función interaccional, una base psicosomática y componentes afectivos, corporales y
cognitivos. En este contexto surge el YO, y por ende éste queda sujeto a las características que los
roles en sí adscriben. En base a lo anterior se posibilita o no, la manifestación de la Espontaneidad y
la Creatividad
3
Giovanni Boria, “ Metodología para una acción cradora. Pág 19
roles, ya que el abordaje técnico busca facilitar la construcción de un YO capaz de producir roles
más adecuados y plásticos, con el medio ambiente y con las representaciones del mundo interno.
Siguiendo la línea Moreniana de teoría de roles, Dalmiro Bustos ha desarrollado lo que se puede
llamar teoría de Clusters. Esto se refiere a ramilletes de roles, agrupaciones de roles que se van
desarrollando a lo largo de la vida desde el nacimiento. Esta visión de ramilletes de roles nos
ayudan a entender las necesidades de un grupo o de un paciente a la hora de enfocar la terapia, de
saber cuál es el mejor rol del terapeuta y qué énfasis dar al momento intervenir.
El primer Cluster se relaciona con lo materno, la contención, la ternura, el poder crear vínculos
desde la incondicionalidad, se relaciona con el primer universo de Moreno en donde hay una fusión
yo no yo. Desde aquí suele darse una relación de dependencia asimétrica, una dependencia que
puede ser sana, en tanto exista, equilibrio entre el poder nutrir y el ser nutrido. Contener y dejarse
contener.
El segundo Cluster se relaciona con lo paterno, la distinción yo-no yo se hace presente y surge la
autonomía, la dirección, la motivación hacia metas. Se pueden aceptar límites y normas que van
dando dirección al movimiento. Si no ha habido problema en el desarrollo del primer Cluster este se
llevará a cabo con espontaneidad y autonomía natural.
El tercer Cluster tiene que ver con las relaciones simétricas, de pares, se refiere a cuando el niño
aprende a que hay otros, los cuales están en las mismas condiciones que él. La sana competencia y
el compartir se desarrollan a partir de este Cluster.
El aprendizaje social, entendido desde la teoría evolutiva psicodramática, entrega los conceptos de
rol taking, rol playing y el rol creating.
El rol taking hace referencia a la “etiqueta cultural” al nombre y a la función socialmente acordada
para un determinado rol, eso implica los comportamientos y actitudes asociadas, así como también,
las expectativas y exigencias. El rol taking da una estructura para ejecutar dicho rol. Podríamos
decir que lo primero que hacemos es “tomar” el rol, en el entendido que el YO surge del rol y se
manifiesta dentro de la estrechez de lo que hace o no, ese rol.
El rol playing indica la posibilidad de reinventar aquello que pre-figuró estandarizadamente el rol
taking, es decir pone en movimiento, en “juego” esa estructura más bien estática, lo que le otorga un
carácter más activo. Cuando se está ejecutando un rol desde el “juego” se están entrenado las
posibilidades que ahí existen, se están descubriendo y experimentando.
Finalmente rol creating, es la etapa “ideal” en donde de manera espontánea surge el YO brillando
en medio de la estructura, de lo que en principio fue una conserva. En esta etapa, se incorpora la
particular manera de entender y ejecutar dicho rol, posibilitando la creación constante y la
manifestación de las potencialidades de la persona en dicha ejecución. El personalizar un rol le
permite a la persona liberarse y crear. En la mirada de Moreno, en esta etapa se manifiesta ese Dios
en potencia que existe en cada ser. Es una etapa madura, que integra la originalidad personal en la
sociedad. Por medio del rol creating es posible nadar libre en el mar de las conservas culturales.
Los criterios para evaluar los roles desde el psicodrama se basan fundamentalmente en la capacidad
de desenvolverse espontáneamente, lo que se refleja en la integración de lo propio en las conservas
culturales y se ve manifestado en la creatividad entendida como diversidad y plasticidad en los
vínculos y roles que la persona ejerce, el nivel de libertad, la madurez en el aprendizaje de ese rol,
en la estabilidad o fluctuaciones de éste y en la integración de los aspectos públicos y privados.
Hasta aquí hemos hablado de roles, y con ello implícitamente nos hemos referido al vínculo como
un concepto necesariamente ligado al anterior en el paradigma psicodramático, dado que El punto
de partida de Moreno es el vínculo con el otro, donde ambos participantes de la investigación
interactúan, ambos emiten y receptan estímulos y en ambos se produce cambio al producirse el
Encuentro”4 y cuando se produce ese Encuentro ocurre, en el mejor de los casos… “un diálogo
entre dioses” dado que en la concepción moreniana, el hombre es un genio en potencia, un dios
dormido, y desde esta visión se entiende que la compleja totalidad del ser humano se manifiesta en
el vínculo. De lo anterior se desprenden tres de los conceptos fundacionales del psicodrama:
Espontaneidad, Creatividad y Libertad. Por medio de la Espontaneidad, el hombre construye su
salvavidas existencial, y este proceso le devuelve a su dios perdido, el que se durmió en medio de
las conservas. La Espontaneidad resulta inherente a la naturaleza humana, nacer es un acto creativo
y a lo largo del desarrollo de los vínculos y de las funciones yoicas es justamente la Espontaneidad
la que genera el poder de adecuación y regulación entre el mundo interno y externo. De este
entendimiento surge el concepto de “Transferencia Moreniana.” Transferir, en tanto depositar “en
otro” por medio del vínculo, los objetos que se han introyectado, referidos tanto a las relaciones
primarias como a otras establecidas a lo largo de la vida. Desde la mirada de Moreno se toman los
vínculos primarios como los catalizadores de transferencias, pero no se enfoca únicamente en ellos,
4
Bustos, Dalmiro, El Psicodrama Aplicaciones de la técnica.
considera que existe transferencia cuando un sujeto matriza de forma rígida y repetitiva un modelo
vincular que en algún momento pudo resultar adaptativo y que luego se cristaliza impidiendo la
Espontaneidad y Creatividad en los vínculos, independiente del momento en que este se gesta.
Moreno creía que el hombre en todo su potencial creativo entraba tan intensamente en contacto con
su dios creador, quien le había dado el modelo de la creación, que se convertiría en el pequeño
Dios…de ahí que el psicodrama se presenta como un intento de curación para dioses caídos, es
desde esta “Dimensión Trascendental”, desde esta experiencia percibida por los múltiples aspectos
del Ser, que se accede a un espacio de sanación y transmutación significativo en la vida. Esta
dimensión conocida por todos, se encuentra más allá del plano metafórico porque resulta ser una
experiencia total, aunque muchas veces des nombrada y encubierta. Lo llamado trascendente, en
términos generales podría entenderse como lo ilimitado, más allá de la conciencia, más allá de la
vida terrena, del tiempo y del espacio. Moreno planteaba la experiencia Oceánica como aquella
fusión con el cosmos, como una vocación común, que teleológicamente estamos inevitablemente
llamados a experimentar, independiente de los credos particulares y variadas distinciones que al
respecto pudiesen problematizarse.
Dios no ha muerto… vive en el Psicodrama. Desde Niestshe y el existencialismo más duro se extrae
la esencia tratada en el psicodrama. Son efectivamente las inquietudes más profundas que aquejan
al hombre las que tienen lugar en el trabajo de Moreno, desde la angustia existencial hasta el
entendimiento del mayor pecado para Jasidismo: la tristeza. A partir de ésto se traza el camino
filosófico que influye el pensamiento Moreniano. En contra posición al existencialismo romántico
la Filosofía del Encuentro planteada por Moreno rescata como sus fuentes de inspiración acciones e
ideales de hombres como Jesús, Buda y San Francisco de Asís, vale decir, hombre místicos de
acción, existencialistas heroicos. Esta mirada de acción se enlaza a la tradición escindida del
Judaísmo llamada Jasidismo de la cual Moreno toma la idea de “Chispa Divina” en cada ser
humano. Si bien el cristianismo lo influencia acercando a Dios en la figura del hombre Jesús, es el
Jasidismo el que le permite experimentar la dimensión de trascendencia por medio de la acción; la
danza, el canto y el goce de la divinidad de cada uno como posibilidad de creación.
Esta visión que trasciende al ser como material y lo vincula como parte de un todo, como parte del
cosmos, permite la compresión del hombre como un ser divino y creador. Convirtiendo así la
angustia existencial en posibilidad de transmutación, trascendencia y creación.
Para la Filosofía Védica el contacto con una naturaleza material tiñe ilusoriamente la pureza del
alma, de igual manera las conservas culturales tiñen la capacidad creadora, cohartan la chispa
divina. Esta naturaleza material está dada por el cuerpo, los sentidos, la mente, la inteligencia y el
Ego. Trascendiendo estos aspectos de nuestra naturaleza es que se despejan falsas identificaciones,
o roles que se han adscritos de manera rígida en una persona. A través de la experiencia mística la
persona (el ego) puede llegar a identificarse con el Alma, su realidad eterna y por lo tanto acceder a
un estado de plenitud, que no está sujeto a los cambios y dualidades de la mente o a las
circunstancias de este mundo.
Jung ilumina desde la psicología el puente entre lo ilimitado de la conciencia, y los procesos
evolutivos más allá de lo corporal, del tiempo y el espacio. Plantea la vida con sentido, en relación
a una tarea que realizar, la cual está situada en la dimensión Trascendental, que se vincula con
cada uno de nuestros actos cotidianos, y que por cotidianos a veces pasan desapercibido. Es
necesario entonces, a partir de un proceso evolutivo ir desprendiéndose de las conservas culturales,
muchas veces cristalizadas en roles, para llegar a la sabiduría, al Alma, al viejo o viaja sabia que
llevamos arquetípicamente dentro. Desde este autor se plantea que el fin último del Ser es la
integración de los opuestos. Anima y Animus, aspecto femenino y masculino, lo negado y lo
reconocido, la luz y la sombra. Para Jung la individuación se completa en el momento en que se
realiza la integración, lo que culmina en la realización del llamado interno.
“Aunque los dos pájaros están en el mismo árbol, el pájaro que come está agobiado por la
ansiedad y el mal humor como disfrutador de los frutos del árbol. Pero si de una forma u otra el
pájaro que sufre vuelve la cara hacia su amigo- que es el Señor- y conoce sus glorias, de inmediato
se libera de toda las ansiedades.” Mukunda Upanishad 3.1.2 el svetasvatara Upanishas 4.7
En relación a la cita anterior extraída de uno de los libros más antiguos de la humanidad podemos
hacer una distinción entre lo que algunos llaman “el observador”, y el campo de observación. O
como dice e Bhagavad Gita “El campo de actividades y el conocedor del campo”. Entre los
5
Srila Prabhupada, “El Baghavad Gita Tal como es”
elementos que constituyen el campo de actividades y sus interacciones se encuentran, los cinco
sentidos, la mente, el ego falso, la inteligencia, el deseo, la felicidad, la aflicción, los objetos de los
sentidos por nombrar algunos. El observador o conocedor es el alma, aquella esencia en la que se
encuentra verdadera plenitud. Gurdjief y sus seguidores desarrollan un camino en donde se entrena
a la persona para que logre identificarse con este observador dejando así las falsas identificaciones
con las emociones y pensamientos. De esta manera el ser humano se va identificando con aquella
parte del ser espiritual, que lo lleva a la realización de una conciencia libre de toda atadura, lo que
le permite experimentar los conflictos de la vida cotidiana desde una perspectiva más desapegada,
con un sentido de trascendencia, en cuanto al cómo y porque de los diferentes eventos de la vida.
Marco Metodológico
La presente investigación se realizó desde un enfoque cualitativo, el cual parte del supuesto que el
mundo social es un mundo construido con significados y símbolos, lo que necesariamente nos lleva
a la búsqueda de esta construcción y sus significados.
(Ruiz, J., 1996)
Desde esta metodología se buscó acceder a la realidad de forma holística, estudiándola en su
contexto natural, y comprendiendo los significados de las vivencias del sujeto que es objeto de
estudio dentro de su marco de referencia.
En la investigación cualitativa se accede a la realidad desde la subjetividad del investigador y
desde ella se intenta comprender a los sujetos, sin situarse en un rol de conocedor o experto de la
subjetividad de los otros. Se recaba la información pertinente desde el mismo sujeto que la genera, a
través de diferentes instrumentos que permiten recopilarla (Rodríguez, Gil & García, 1999).
Dentro de la metodología cualitativa, se utilizó un paradigma Psicodramático vinculado a la
tendencia Humanista Transpersonal, el cual tiene por objetivo la comprensión y la reconstrucción
del significado de experiencias, eventos y procesos que trascienden nuestra limitada sensación
habitual de identidad y nos permiten experimentar una realidad mayor y más significativa. De esta
forma nos aproximamos al diálogo entre la práctica psicodramática y ciertos principios de algunas
Tradiciones Místicas.
En general, este paradigma utiliza un lenguaje basado en conceptos y metáforas, en contraposición
al lenguaje de los números y tests estadísticos (clásicos del paradigma positivista). En este marco, el
centro del estudio es lo Transpersonal, lo subjetivo y significativo, que posibilita la exploración de
lo humano en sus diferentes dimensiones, física, mental, emocional y espiritual, desde la
metodología psicodramática. Por tanto, supone una aproximación a la realidad que genera teoría
desde la práctica misma, haciendo hincapié en el entramado de significados e interpretaciones
compartidas entre el paciente y la interacción que establece éste con su mundo interior y con su
mundo exterior.
Por lo tanto, la investigación que se situó en este escenario fue influida por los valores y visiones
de mundo del paciente y del terapeuta, generando así un proceso de exploración a partir del
intercambio vivencial en un contexto de psicoterapia bipersonal, por tanto y en ese sentido
desprovisto de neutralidad. De esta forma se dejó un gran margen para la interpretación, y por todo
ello, sus resultados no son generalizables, situación coherente e inherente al Mirada psicodramática.
Desde este paradigma, el fin de la investigación fue la comprensión de la realidad estudiada,
manteniendo como eje central la Dimensión de Trascendencia, desde la metodología y técnicas del
psicodrama y los posibles aportes que de ella puedan derivar.
Los sujetos de nuestra investigación fueron tres pacientes de diferentes edades y ocupaciones,
atendidos en la modalidad de Terapia bipersonal, en consulta privada en el centro Holístico Eco
Yoga Inbound, Peñalolén, entre los meses de octubre y noviembre del presente año.
Analizamos una sesión de cada caso, en las cuales se pudo observar la inclusión de la dimensión
de Trascendencia, desde la metodología psicodramática. Estos tres casos presentan como temática
conflictos existenciales, experimentados más allá del ámbito social.
Estrategias de Análisis
La estrategia de análisis contempló los conceptos teóricos aplicados a la práctica del psicodrama,
vinculados con la dimensión de Trascendencia, que propone en sus objetivos esta Investigación.
De acuerdo a nuestros objetivos y pregunta de investigación, definimos como ejes temáticos, la
técnica psicodramática y la Dimensión de Trascendencia, a partir de los cuales tomamos como
indicadores de la experiencia los aspectos cognitivos, afectivos, corporales, roles y vínculos.
El abordaje del caso, se realizó a través del análisis de tres sesiones detalladas de diferentes
pacientes. El encuadre se explicitó con sesiones de una hora y media de duración en el contexto
individual, con una frecuencia semanal.
En términos amplios se llevó a cabo la metodología psicodramática. Las técnicas utilizadas fueron
intervenciones coloquiales, señalamientos, doble, soliloquio, inversión de roles, maximización,
focalización, articulación kinestésica, átomo social, y escena
El rol de las investigadoras fue complementario. Por un lado una desarrolló el proceso
psicoterapéutico en las sesiones con la paciente, mientras que la segunda colaboró como
observadora y en el proceso de análisis e interpretación de la información recopilada.
Presentación de Casos
A continuación, presentamos una sesión de tres diferentes casos, atendidos en el Centro Holístico
“Eco Yoga Inbound”, ubicado en Peñalolén.
Para la comprensión de las distintas sesiones y técnicas utilizadas, intercalamos prosas explicativas
con extractos de algunos párrafos textuales de las sesiones, los cuales se encuentran en su totalidad
en los anexos disponibles en esta tesina.
35 años tiene dos hijas de 4 y 2 años, está casada hace 5 años. Es de profesión psicopedagoga de
momento no ejerce, ha optado por dedicarse a la casa y a sus hijas. Su motivo de consulta es la
rabia, la explosión de emociones que no puede controlar, la ira y el daño que le causa a los demás
con sus reacciones. “Soy de carácter fuerte, inquieto, me gusta tener todo bajo mi control”. Un
dato biográfico de relevancia, que surge en el proceso es la significación de experiencia de un
fuerte abandono por parte de sus padres.
María Eugenia presenta una buena capacidad cognitiva, a momentos muy lúcida desde lo mental en
su capacidad de insight. A medida que avanza el proceso se han ido desbloqueando sentimientos y
sensaciones que estaban congeladas producto de sus defensas. Para ella resulta nuevo experimentar
la pena detrás de la rabia y la sensibilidad y soledad detrás de la necesidad de control y dureza. Su
corporalidad manifiesta ansiedad, en su forma de hablar y moverse.
Pide terapia personal y paralelamente busca una terapia de pareja, pues no se está llevando bien con
su esposo.
Explicita en el primer contacto que necesita “algo más que un psicólogo normal”, pues ya ha ido a
psicoterapia y no ha llenado sus expectativas, por lo tanto busca terapia en un lugar alternativo
donde el proceso terapéutico incluye la dimensión espiritual.
Durante las primeras seis sesiones se trabaja el vínculo terapeuta paciente, se revisa el motivo de
consulta, el cual se precisa a través de técnicas psicodramáticas tales como átomos social, átomo
interno, esculturas, articulaciones, psicodrama interno y escena.
Desde un comienzo se incorpora metodológicamente la Dimensión de Trascendencia como un
elemento más a considerar explícitamente dentro de los aspectos del Ser, en cuanto a roles,
emociones y vínculos. Esta dimensión de Trascendencia se complementa con la triada
Psicodramática como un componente más. Hubo una clara e iluminadora respuesta ante la
inclusión de este elemento, lo que ha repercutido en una gradual conciencia de sí misma y
aceptación de sus recursos y defensas. Ejemplo de lo anterior es su descubrimiento por la necesidad
de estar más cercana a la naturaleza, aprender de ella, ser más espontánea “permitirse fluir,
permitirse el juego ” y recobrar su sentido del humor.
En términos de roles al pasar de las sesiones poco a poco toma conciencia que se encuentra
enfrascada en lo que la tradición familiar y cultural establece en relación a cómo ser madre, cómo
ser esposa, ella puede ver la influencia de esta situación en sus vínculos dado que en ambos casos,
se encuentran tensionados.
Al trabajar el átomo, a través de la inversión de roles ha podido empatizar con su esposo e hijas,
de esta forma al situarse desde “su alma” se visualiza una tendencia integradora, desde la cual
surgen nuevas repuestas frente a sucesos ya conocidos.
Luego de seis sesiones, decide comenzar la formación en una terapia complementaria en formato de
seminario intensivo, razón por la cual toma un descanso de la psicoterapia, por tres semanas, dado
que manifiesta necesitar tiempo para decantar lo que le ha ido ocurriendo. En la séptima sesión
retoma el proceso.
- Explorar las emociones que han ido surgiendo como nuevas (pena, sensibilidad,
imposibilidad de expresar desde su corazón).
Caldeamiento inespecífico:
Caldeamiento verbal, conversación acerca de lo que ha realizado las últimas semanas.
“ ahora me siento bien, estoy más tranquila, en las mañanas ya no le grito a las niñas, desde la
mañana yaaaa levántate! Estoy más controlada, estoy sensible, con pena siento que necesito estar
desde mi corazón hablar y expresarme desde el corazón porque soy muy mental, estoy muy
cerrada con mi esposo (…) Me siento trancada en el corazón y la garganta, Me gustaría poder
saber explicar de mejor manera lo que siento y lo que necesito de él (...) Siento que estoy en
proceso de darme cuenta todo el tiempo, en proceso de darme cuenta de cosas y eso no para, no
para, no tengo descanso en eso, y me siento sola. Eso me pasa me siento sola en el proceso.”
Se mantiene una escucha activa, enfatizando la contención, desde lo corporal y lo emocional.
Caldeamiento específico: Centramiento corporal en silla utilización de concretización.
Se guía a la paciente hacia la conexión corporal a través de consignas, que la sitúan en el presente y
en el espacio de la psicoterapia. Se focaliza la atención en la respiración y estado corporal.
T: “te pido que te pongas cómoda, la espalda derecha, sin tensionar ningún lugar del cuerpo, deja
ambas manos sobre los muslos y vamos a poner atención en las diferentes sensaciones que tenga el
cuerpo, mientras yo te hablo, tú con los ojitos cerrados, vas a ir respirando, sintiendo la respiración,
y con ello sentimos el cuerpo tal cual como esta.”
Se recorre el cuerpo desde una visión interna y externa, generando así un puente entre lo físico y lo
emocional. Los registros que de aquí se derivan son el material de trabajo de la sesión.
T:”Respiramos esta pena, esta sensibilidad de la que hablas, la vamos sintiendo en el cuerpo, eso
respira, tranquila, vamos a ver qué sensaciones te llegan, de manera natural, sin forzar nada, lo que
vaya apareciendo lo recibimos (…) ¿Como sientes el pecho? Deja que fluya alguna imagen, como
si pudiéramos ver en una imagen como esta tu corazón… o tal vez se aparece algún personaje que
represente cómo está tu corazón.
Fase Expresiva
Se utiliza en el desarrollo de esta fase las técnicas de articulación kinestésica, escultura, escena,
soliloquio, doble, rol playing.
Se toma el material que surge del caldeamiento específico a través del uso de la concretización
(imagen de piedra dura, chica y negra como representación del corazón) se realiza una articulación
kinestésica, en la que se deriva a una escena de la infancia.
T: Bien, ponte de pie, y cierra los ojos, vas a ir tomando esta posición, de tensión, de piedra dura y
chica (ella comienza tomar la postura corporal que representa a su corazón.)
T: Desde esta actitud, desde este cuerpo, ¿te aparece alguna imagen, algún recuerdo, alguna
escena?
K: Me veo cuando niña parada contra un muro afuera de mi casa (toma la misma posición de la
piedra) asustada.
A partir de lo anterior se explora la escena que surgió desde el cuerpo, se sitúa a la paciente en el
“aquí y ahora”, ella toma el rol de la niña y desde ahí se indaga en las emociones y necesidades que
experimenta. Se realizan dobles y soliloquios que ayudan a distinguir el curso que toma la escena.
T: ¿Qué siente esta niña? Puedes decir si quieres una sola palabra... o lo que te surja.
K: no entiendo nada, no entiendo, tengo miedo.
T: ¿Dónde estas?
K: Estoy en la casa de la playa, afuera al lado de la puerta
T: ¿hay alguien más cerca?
K: No Estoy sola
Se realiza un escena compensatoria en la que ella como adulta, toma a la niña y a través de
intercambio de roles se produce un vínculo con su niña interior abandonada.
T: Mira a tu niña y veamos que te surge hacer con ella (Se acerca, la intenta tomar)
K: necesita un poco de cariño, con un poco se conforma.
T: Y tú le puedes dar ese poco de cariño?, tal vez necesite más que un poco…
K: si, si más que un poco
T: a ver, entonces dale eso que necesita, ¿qué te gustaría hacer? (Luego de un silencio con los ojos
cerrados). Le estoy dando un plato de fideos, le doy un baño, la peino… (entra yo auxiliar realiza
las acciones físicamente).
K: (le dice a la niña) no siempre va a ser así, ya vas a estar mejor… necesita que la saquen de ahí.
T: Eso sácala de ahí... Llévala a un lugar donde ambas puedan sentirse bien.
K: ya…la llevo a una casa, es una casita sencilla de madera muy luminosa...está llena de luz
blanca…
Rematrización: dentro de la misma escena aparece el aspecto de Trascendencia simbolizada en la
luz. La terapeuta toma esto y la simboliza en el “alma” como posibilidad de ser. Le facilita la
vivencia de esa sensación, estar en “aquella casa sencilla, acogedora, llena de luz” posibilitando así
experimentar “este estado de conciencia” como rol en sí mismo, capaz de generar nuevas
respuestas. Se le insita a descubrir qué estructuras de esa niña abandonada actualmente siguen
actuando en ella de forma rígida, a diferencia de lo que experimenta situándose desde el lugar de su
alma. Técnicamente se va conformando un átomo interno con las figuras de la niña, la adulta, su
alma y la piedra (corazón)
T: bien respira esa luz quédate ahí con ella
T. ¿que creencia es la que genera esto que está pasando?
K. que la vida es una tortura, que hay que sobrevivir, hay que defenderse
T: ¿dónde queda tu alma en esta situación, donde queda cuando esta creencia sigue actuando en ti?
K: perdida, está pérdida, mi alma
T: Busquemos la forma en que tu alma pueda participar en tu vida…
K: si lo necesito…
T: bien párate ahí, (lugar que había escogido para simbolizar el alma) respira, siente esta posición,
amolda tu cuerpo sintiendo que estas parada desde tu alma, este es el espacio de tu esencia, siente y
observa todo desde aquí.
K: (silencio…) si siento la luz de la casa… veo como mis dos partes la más oscura con la más
luminosa se acercan…y se juntan, como que se abrazan…
T: eso… como se sientes esto, ¿qué sensación te da?
K: (respira profundamente) …es como encontrarse
T. integrase.
K. si, eso.
K. Libertad… integración
Sharing: Se comparte la experiencia desde la emoción. Posteriormente se da un espacio para
elaborar de manera cognitiva lo sucedido.
K. lo que me falta es integrarme… aceptar que mis dos partes pueden vivir juntas, aunque haciendo
esto veo que me identifico más con mi parte luminosa… es como esos ojos que vi en una sesión…
eran los ojos de mi alma... los mismos colores… que loco, es como que está ahí.
T: ¿Te das cuenta quien realmente estaba sola?
K. Sí, mi niña... mi alma…
T. claro al final quien es quien no te mira, ni te toca…
K: soy yo misma, necesito conectarme
La terapeuta le da una retroalimentación de lo sucedido, se agradecen mutuamente.
Caso 2: Danilo
18 años hasta hace un mes ha vivido siempre sólo con su madre. Hace dos años toma un camino
religioso, el cual desarrollaba de forma independiente. Actualmente vive en una de las
comunidades de esta congregación ya que este estilo de vida responde a su vocación. No ha
terminado su cuarto medio. En la segunda sesión manifiesta haber tomado la decisión de retomar
sus estudios y terminar este ciclo lo que significaba volver a su ciudad de origen, Copiapó.
La terapia la pide su tutor, y él accede, ya que no se ha sentido emocionalmente bien últimamente.
Ha ido a psicoterapia sin buenos resultados. Reporta tener cada cierto tiempo crisis que
corresponden a algún tipo de fobia social. Al momento de asistir a la sesión reconoce estar
entrando en una de estas crisis. Manifiesta sentirse nervioso con la gente y querer salir corriendo. Al
preguntarle si esta situación es frecuente o si se da con algún tipo de persona en particular, responde
“es con la gente que mira profundo a los ojos”.
Danilo si bien, es consciente de cómo le afecta esta situación, dice no querer molestar a los demás
con lo que le pasa, lo que aumenta su nivel de ansiedad y sentimiento de ser constantemente
observado.
Se muestra muy ansioso, tanto en su forma de hablar como en sus gestos y corporalidad. Es de
contextura delgada, bajo, su pecho está hundido lo que genera una espalda encorvada. Se
desenvuelve de forma tímida y amable.
Sesión 1, 25 de noviembre
Objetivos.
- Establecer el encuadre terapéutico
Cristina:
Cristina es microempresaria, tiene 53 años, es madre de 7 hijos. Actualmente vive sola con 4 de
ellos. Sigue una filosofía espiritual hace 20 años. Es de contextura gruesa, su corporalidad
expresa falta de energía y ansiedad. Se muestra retraída pero al momento de profundizar en la
conversación muestra interés y entusiasmo.
Cristina pide psicoterapia por primera vez en su vida ya que se siente estancada en todos los
aspectos de su vida. Al hablar de su vida se muestra con un ánimo depresivo, manifiesta sentirse
cansada de la inmensa carga que lleva por ser madre sola de 7 hijos. El más pequeño tiene 13 años
y tres de sus hijos están en edad de adolescencia o pre adolescencia lo que le dificulta mucho la
relación con ellos. Dice estar en un lucha, “en un tire y afloja” constante. Esto la lleva a cuestionare
su rol de madre, el no saber cómo afrontarlo, estar agotada a estas alturas de su vida y no poder ser
quien quiere.
Cristina lleva tres sesiones en las cuales se ha trabajado el vínculo a través de la escucha activa,
contención y ejercicios de relajación. Así como también la conciencia de sus emociones a través de
la corporalidad. Cristina congela las sesiones por dos semanas por problemas personales y retoma
la tercera sesión, sintiéndose totalmente abrumada e incapaz de expresar sus sentimientos y
emociones. Dice estar “bloqueada”, no poder sentir.
Objetivos:
- Profundizar en su sensación de bloqueo. - Explorar recursos
- Explorar emociones congeladas
Caldeamiento inespecífico:
Caldeamiento verbal. Se mantienen una escucha activa, enfatizando la contención, desde lo corporal
y lo emocional. Se indaga en el motivo de consulta que trae, después de dos semanas de
inasistencia, qué es lo que la motiva a retomar.
T: Cuénteme... ¿Porque quiere empezar una terapia?
C: Bueno… Porque hace mucho tiempo que me siento como bloqueada… no puedo hacer nada no
puedo sentir., sé que no estoy haciendo lo que debería hacer, me siento amarrada, y a la edad que
tengo aún no puedo hacer lo que quiero… aún tengo hijos chicos…
T: ¿En que ámbitos te sientes bloqueada?
C: En todo, desde el levantarme, no quiero levantarme., hacer cosas, mi trabajo… todo, como si
estuviera paralizada por dentro.
Caldeamiento específico: a partir de un centramiento corporal se predispone a al conexión
emocional y física, de la cual deriva una concretización.
T:¿Donde sientes ese peso en tu cuerpo?
C: en la cabeza. Me duele la cabeza, se me abomba
T: eso...cierra los ojos , siente este peso en tu cabeza , lo podrías representar en una imagen, te surge
alguna sensación, alguna forma?
C: si es como una piedra
T: bien como es esta piedra... grande, chica?
C: no es tan grande pero pesada…
T. muy bien mira te voy a pedir que cierres los ojos... que sientas tu respiración un rato.., eso, siente
tu cuerpo…, el peso del cuerpo sobre la silla…eso..vamos conectándonos con las sensaciones del
cuerpo…
Fase expresiva: se realiza un átomo interno, con objetos intermediarios (varios cristales y piedras
diferentes) a través de soliloquios, dobles y esculturas se explora la configuración actual.
T: Bien vamos a imaginar que frente tuyo hay un espacio en banco, como un telón, aquí van a ir
apareciendo todos los elementos y personas importantes que hay hoy en tu vida…familiares, pueden
ser situaciones que te aquejan (…) .Alguna emoción, deja que vayan apareciendo nada mas, en este
espacio en blanco…deja sorprenderte…y no fuerzas nada… pueden haber personas que no
imaginabas aparecieran y... otras que pensabas deberían estar no están…
Una vez que ha narrado quines y qué situaciones y emociones aparecen, se le invita a representarlo
con diferentes cristales, armando en el espacio el átomo actual a través de las diferentes piedras.
C: Ya… bueno no entiendo mucho...pero me surgió, uno de mis hijos…ahora que lo veo los que yo
pensaba que eran el problema no lo son…es otro. El Samuel.
T: Bien elige entonces un cristal.. y pon a Samuel en un lugar de este espacio… eso y anda
poniendo lo que te surja que sea importante para ti hoy. Emoción, personas… Situaciones.
C: ya aquí esta Samuel, aquí está el bloqueo que siento, este… mi cabeza, ésta es lo quiero ser...
Se relaciona con cada uno de los elementos haciendo alusión a lo que le generan a nivel afectivo y
cognitivo, los señala a cada uno y desarrolla una narrativa al respecto.
T: bien míralo y ve si te falta algo…
C: si la Gabriela... mi hija. Y este son los otros tres… Son como un paquete
A partir del átomo interno se pueden vislumbrar los roles y vínculos que genera tanto hacia fuera
como hacia adentro, se observa que los elementos que dicen relación con ella misma, más allá de
los roles sociales, se encuentran “congelados,” se ve a sí misma atrapada por las circunstancias. Se
inserta desde el átomo el elemento de trascendencia simbolizado en el alma.
El átomo resultante se constituye por: “Lo que quiero ser”, “Samuel” (el hijo), Gabriela (la hija)“el
paquete”, (sus tres hijos,) ella (Cristina), su cabeza, y su alma.
T: Ya míralo bien, y ve donde está tu alma...en este escenario…Donde queda con todo esto.
C: mmm mi alma! uf lejos… no sé.
T: bien elige otro cristal y ponlo como tu alma… ¿Dónde lo pondrías?
C: Aquí… ( la pone cerca de la cabeza alejada de ella).
Lo que hasta ahora se ha realizado con objetos intermediarios se lleva la acción.
T: bien… eso ahora nos vamos a poner de pie… (se reproduce el mismo diseño de átomo pero en
más grande) vas a mirar este escenario … y vamos a ir recorriendo… cada uno de estos lugares..
¿Por dónde te gustaría partir?
C: aquí (Espacio de lo “que quiero ser”)
T: bien parte aquí entonces... cierra los ojos conéctate con este espacio ¿qué es lo que quieres ser?
Puedes decir una sola palabra si quieres.
C: Liviandad…
De esta forma se va vinculando con cada uno de los elementos que han aparecido dentro de la
configuración, a través de soliloquios, dobles, esculturas, concretizaciones y rol playing.
A través de las asociaciones que establece se llega a una creencia instalada, a uno de sus
comportamientos cristalizados.
T: (doble) estoy cansada, ya no doy más, es mucho tiempo que estoy así… ya no doy más. Quiero
explotar….
C: si es eso... (Con lagrimas en los ojos) es como que necesitan ir a mi ritmo... ( las piernas)
Siempre andan al ritmo de los demás…
T: eso muévelas a tu ritmo siente ese movimiento… bien como está el resto del cuerpo...de este
tótem.., ( imagen que surge anteriormente cuando ocupa el lugar de “ella”) te surge alguna otra
sensación..
C: (silencio).
T: eso que estas sintiendo…
C: es que como que no puedo sentir…
Una vez que este aspecto de Cristina se ha expresado su imagen y sensación de “Tótem”, se le pide
que se des identifique de esta imagen y pueda hacer un intercambio de roles entre ella y el Tótem, lo
que finalmente a lleva a empatizar sus dos opuestos, “el de víctima y victimario”.
T: A ver, vamos a dar un paso al lado, y este tótem le va a hablar a cristina qué le va a decir?
C: bruta…
T:( le hace espejo maximizando...).Que más
C: bruta como te permitiste llegar hasta esto.
C: (en el rol de ella), son todas las circunstancias las que me han llevado hasta acá (Aquí se
queda un buen rato en silencio, con dificultad de expresar)
Se realiza el rol playing en donde asume los pesos, la culpa que siente y que carga,
psicodramáticamente con ayuda del director como doble comienza a quitarse los pesos que no le
corresponden a través de la utilización de cojines, comienza a lanzarlos de forma reiterada y cada
vez con mayor intensidad, acompañada de soliloquios. Hasta que alivia la tensión acumulada.
Descubriendo que detrás del estado depresivo de bloqueo había mucha rabia.
T: ¿qué creencia hay acerca de sentir?
C: que no se puede sentir, que no está bien… no es correcto.
T:¿quién te dice que no es correcto… esa cabeza que está allá? ( señala la configuración de
cristales)
C: si ella.
Rematrización
En esta fase se le insta a entrar en contacto con el espacio dado para el alma, a diferencia de la
imagen que tiene de si misma y de su cabeza y de lo que quiere ser, con el propósito de que pueda
identificarse con un aspecto más profundo de ella misma y pueda encontrar alguna respuesta mas
espontánea.
T: a ver… vamos a ir a tu alma... ¿te das cuenta donde queda tu alma cuando no te permites sentir?
C: si lejos… Esta lejos… no puede entrar.
T: ya a ver párate en tu alma… respira .siente…
C: ¿que necesita tu alma?
C. volar
T: si el alma le digiera algo a Cristina.
C: que la dejen ser…
T. eso a ver dilo-
C: déjenme ser!
T: dile a la cabeza…
C: déjame ser…
T: hazme una escultura que represente tu alma, lo que estas sintiendo.
C:( saca todas la piedras las arrastra hacia un lado rápidamente,..se tira al suelo con los brazos y
pies abiertos y se queda ahí….con cara de tranquilidad.)
T: eso y necesitas hacer o decir algo.
C: siento que todo el peso de mi cuerpo se mueve y se acumula en mi pecho…
C. voy a abrir mi boca para que salga.
T: eso hazlo inténtalo.
C: si ahí está saliendo…ya no lo siento…me siento más liviana…
Sharing: se comparte desde la emoción y se da posteriormente un espacio para la elaboración
cognitiva tomando la configuración hecha con los cristales, rediseñando el primer átomo.
T: vamos a mirar todo este escenario y los vas a rehacer..Guiándote por lo que sientes ahora y por
lo que quieres ser.
C: (saca la mayoría de los cristales, deja el cristal que simboliza su alma, al que simboliza lo que
quiere ser, y luego de unos momentos pone a su hija Gabriela.)
C: la pongo a ella porque quisiera que me convidara un poco de lo que es .
T: su determinación, su voluntad para conseguir lo que quiere.
C: si… el que no le importe nada lo que digan los demás…
T: eso muy bien, mira bien ese diseño..Incorpóralo… siéntelo y ponle un nombre.
C: sinceridad.
Para cerrar se habla sobre la importancia de validar las emociones, ya sea esta pena o rabia u otra
ya que si no se validan se vuelven contra uno mismo paralizándonos o auto destruyéndonos.
Análisis de Resultados
Los ejes temáticos a través de los cuales se realizó el análisis de esta tesina fueron la Técnica
psicodramática vinculada a la Dimensión de Trascendencia en el proceso psicoterapéutico. Como
indicadores se consideró la triada psicodramática, es decir los aspectos cognitivos, afectivos y
corporales que surgen en el proceso, junto con los roles y vínculos.
Durante el desarrollo del proceso psicoterapéutico en los casos presentados, se trabajó a partir de
dos líneas de intervención. Una desde la metodología clásica del psicodrama, la que denominamos
plataforma “Vincular” para referirnos a los fines específicos de este análisis, en la cual la persona se
identifica con sus roles y vínculos, y a partir de ellos, da cuenta del funcionamiento que establece el
paciente con su mundo interior y con su mundo exterior.
Paralelamente se incluyó desde la metodología el elemento “Alma”, lo que posibilitó acceder a
una segunda plataforma la cual denominamos “Trascendental”. Los pacientes, al situarse en ella,
vivencian el elemento Alma “como si fuese un rol más” y desde ahí exploran “la calidad del
vínculo” con este aspecto del Sí mismo.
Del diálogo entre ambas plataformas, se pudo observar en los tres casos, una tendencia a la
integración tanto de aspectos intra-psíquicos como de aspectos inter-psíquicos. Esto se posibilitó ya
que el trabajo paralelo de dichas plataformas generó un insight dramático en ambos niveles, lo que
trae como consecuencia una percepción de completitud del proceso.
En los tres casos trabajados con esta metodología, en la que se incluye la Dimensión de
Trascendencia simbolizada en el Alma, se puede observar que la inserción de este elemento resuena
de forma natural y que de ella se desprenden las asociaciones personales que develan la calidad del
vínculo que cada uno establece con la Dimensión de Trascendencia.
Frente a la pregunta técnica que facilita la simbolización de este elemento “¿y dónde está tu alma?,
¿dónde queda tu alma cuando esta creencia sigue actuando en ti? o ¿dónde está tu alma en este
escenario, dónde la pondrías?” la respuesta es “lejos”(Cristina),“afuera”(Danilo),
perdida”(Kena), estas verbalizaciones son emitidas con una carga emocional que denota nostalgia,
añoranza y asombro, manifestado en el tono de voz, en la gestualidad y en el ritmo de la respuesta.
De esta manera, queda en evidencia la pre-existencia de un vínculo con este aspecto del Sí mismo
simbolizado como Alma, ya que no se puede “sentir” lejos o cerca un vínculo inexistente, aunque es
necesario explicitar que éste se desarrolla en diferentes niveles de significación según el caso. Esto
ocurre de forma independiente de la particular cosmovisión y contexto de la persona.
Una vez terminadas las sesiones y comprendiendo desde el psicodrama que cada una de ellas son
una unidad en sí mismas en medio de un proceso transversal, los pacientes reportan en el sharing
que al profundizar en el vínculo con el alma, la experiencia resulta muy agradable generando un
inmediato bienestar y alivio lo que posibilita posteriormente, la elaboración de lo sucedido desde
una mirada más amplia, “es lo que me faltaba, integrarme aceptar que mis dos partes pueden vivir
juntas” (Kena) “T: ponle un nombre a este nuevo átomo C: sinceridad (…) sinceridad conmigo
misma”.
En los tres casos analizados la inclusión del Alma es tomada como un recurso personal dado que los
situó en un plataforma diferente, tanto en el sentir como en el pensar, permitiendo así que la
situación conflictiva en la que se encontraba cada uno, se re-significara en lo intra como en lo inter
psíquico, es decir en sus vínculos y roles.
En el caso de Cristina, mientras se realizaba el átomo, ella se representa a sí misma con la imagen
de un tótem, rígida, paralizada, sin manos y piernas que posibilitaran acciones e incapaz de sentir.
Al configurarse esta concretización se facilita que tome distancia de dicha representación de sí
misma, para que la observe y reconozca. Al establecer un diálogo entre “ella” y el “tótem” intra
psíquicamente están conversando dos roles, el de tótem enjuiciador “¡Bruta! ¿¡Cómo te permitiste
llegar a esto?!” y el de Cristina víctima, “son todas las circunstancias las que me han llevado a
esto”
En ambos, esta activa la triada psicodramática, y desde esta figura se vuelve compleja la
interacción entre sus distintos aspectos internos, ya que se encuentra situada desde sus defensas, lo
que sigue perpetuando su matriz y con ello los comportamientos rígidos derivados en ambos roles,
el de enjuiciador y el de víctima.
Desde el punto de vista del psicodrama clásico, mediante la intervención técnica de un doble se
facilita la expresión de emociones congeladas en este caso la rabia, acompañada de la acción
dramática de tirar cojines al suelo, dando espacio así a dichos sentimientos contenidos, lo que da
por resultado en Cristina una acción liberadora de energía. Posteriormente se elabora desde lo
cognitivo esta defensa que racionaliza, que en principio fue concretizada como una piedra en
representación de su cabeza.
En este punto los elementos presentados no son suficientes para una rematrización dado que dan
vueltas sobre el mismo funcionamiento ya instalado, están teñidos y se atrapan desde lo cognitivo,
desde las emociones y desde la acción corporal, dado que ya hay una pre-disposición
“contaminada” por tanto no surge la espontaneidad. Es aquí cuando se acude a la dimensión de
Trascendencia.
Una vez que se exploró la dimensión “vincular” se incluye el elemento Alma como un recurso que
no es condicionado por las circunstancias, ni por la matriz existente. Se presenta como Nuevo,
como una real posibilidad ya que la ubica a “ella misma” (como rol) en una plataforma diferente
que trasciende a esta triada anquilosada.
Al respirar físicamente desde el lugar en que ha situado al elemento Alma, se produce un cambio en
la percepción del conflicto. Se observa a nivel físico relajación de la musculatura, se liberan
suspiros y la respiración se vuelve más profunda y pausada, luego a nivel afectivo comienzan a fluir
las necesidades reales, de “ser” más allá de los roles que ejerce, desde lo cognitivo surgen
expresiones tales como “déjame ser” (dirigido al rol de Cristina) “necesito volar”, “alivio y calor en
el corazón”. En cuanto a la acción dramática cuando se le pregunta qué necesita hacer desde este
lugar (desde su Alma) Cristina hace a un lado todos los objetos intermediarios que han
representados a sus hijos y objetos internos, y se lanza al suelo con los brazos y piernas abiertas, en
esta postura, espontáneamente ella dice “todo el peso que sentía en mi cuerpo se había concentrado
en el pecho” acto seguido surge de ella la idea de abrir la boca para que salga por ahí lo que ha
acumulado, experimenta durante un tiempo la liviandad de estar desde su Alma, en lo físico en lo
emocional y en lo cognitivo. Posteriormente cuando se le pidió que reformulara el átomo, sacó
todos los elementos y dejó lo que representa aquello que “quiere ser” y su Alma. Antes de finalizar
decide integrar a una de sus hijas, (con la cual manifestaba en sesiones anteriores estar en conflicto
y no saber cómo tratarla debido a su carácter e independencia) ya que dice ver en ella la
independencia, determinación, voluntad e indiferencia ante la opinión de los demás, que ella
necesita integrar.
A partir de estas tres experiencias, se pudo observar que una vez incorporado el elemento Alma en
el trabajo, aparece lo que en algunas corrientes se ha denominado “el observador.” Se muestra de
forma explícita, lo que se manifiesta en un estado extra cotidiano de conciencia, en cuanto al sentir,
al pensar y al actuar. Se accede a un nuevo lugar y nuevas resultan las respuestas y comprensiones
que desde ahí ocurren.
En el caso de Kena se integraron aspectos de la sombra con aspectos luminosos “T: cómo ves tu
corazón desde ahí K: es como que recién lo estoy sintiendo (se levanta de a poco, mira hacia fuera
(…) se abraza a sí misma) T:¿qué sientes? K: libertad, integración T: quédate ahí ¿tu alma puede
estar contigo de esta manera? K: ahora sí”.
En el caso de Danilo, hubo una mejora en su autoimagen, en función de sus recursos personales y
en el vínculo que es capaz de establecer consigo mismo: “T: siente donde está tu alma D: siento
como una pequeña luz que va entrando, no sé por dónde T: quédate ahí, respira, ¿qué sientes?
D: como un calor en el pecho T: respira ese calor, esa pequeña luz hacia tu espalda, a tus hombros
T: ¿te dan ganas de hacer algo desde el lugar de tu alma? D:(estira los brazos, respira profundo)
me siento bien, es raro(…) siento mucha energía
En el caso de Cristina (madre “sola” de siete hijos, micro empresaria) ella logra permitirse una
reacción espontánea coherente a sus necesidades y no a sus funciones adquiridas. “T: ¿qué creencia
hay acerca de sentir? C: que no se puede sentir, que no está bien… no es correcto (…) T: ¿te das
cuenta dónde queda tu alma cuando no te permites sentir? (…) Realiza una escultura, saca los
objetos intermediarios y se lanza al suelo con los brazos y piernas abiertas, se queda un tiempo
respirando y registrando esta vivencia. Lo anterior se podría asemejar a lo que Moreno llama
experiencia oceánica, a partir de la experimentación de la espontaneidad y creatividad en una acción
integradora.
En el siguiente cuadro se muestran las preguntas y consignas que desde la técnica facilitaron la
emergencia de la Dimensión de Trascendencia simbolizada en el “alma” y algunas de las
respuestas verbales y no verbales dadas por los pacientes. Se puede observar que las consignas
apuntan a diferentes dimensiones de la triada psicodramática teniendo como resultado la
experiencia de trascendencia en estos tres niveles
Para los fines técnicos y metodológicos que tiene este estudio, consideramos pertinente establecer
una analogía entre las fases de una sesión psicodramática y la mirada evolutiva que presentan
algunos autores que consideran la dimensión de trascendencia dentro de sus postulados. Esta
mirada plantea que necesariamente para acceder a una experiencia de trascendencia deben estar
resueltas necesidades a nivel físico, de sobrevivencia, a nivel afectivo de contención y resguardo, y
a nivel intelectual en cuanto a la formulación de un discurso personal. Del mismo modo para
acceder a esta plataforma “Trascendental” en una sesión psicodramática, hemos observado que es
necesario atender primeramente, los aspectos formulados en la triada. Una vez que ellos se han
trabajado puede surgir naturalmente este otro espacio de entendimiento, o bien puede el director
facilitar el paso a esta otra Dimensión, a través de las consignas.
Observamos en este punto de la intervención, que el paciente puede tomar distancia de sus roles y
vínculos, una vez que los ha procesado y madurado desde la plataforma vincular. Lo anterior da
espacio, y permite una meta comprensión en la que se experimenta la “realidad” desde el cuerpo,
los afectos y la cognición, pero en esta segunda instancia es comprendida a partir de la plataforma
Trascendental.
Lo anterior da cuenta de alguna de las formas en las que se articularon las diferentes técnicas,
incluyendo el elemento Alma desde la plataforma Trascendental.
Conclusiones
Aunque estos tres casos son diferentes en su contexto de vida, diferentes en sus motivos de consulta
y tomados en diferentes fases del proceso psicoterapéutico, se desprende de lo analizado factores
comunes en cuanto a las consecuencias de la utilización técnica que esta investigación propone.
Cuando la persona toma contacto con la experiencia de Trascendencia simbolizada en el Alma
aparece otra mirada, una mirada que surge naturalmente y que se presenta en los pacientes exenta
de las conservas culturales que han ido adquiriendo durante su vida. Esta mirada se vuelve concreta
y tangible al observar cómo se comportan los indicadores de la triada psicodramática en dicha
intervención, dado que se modifican y presentan nuevas tendencias que promueven el insight
dramático y con ello la rematrización.
Sabemos que en un proceso psicodramático el campo de acción está remitido a la matriz, y explorar
desde la matriz, desde el comportamiento enquistado puede resultar en ocasiones redundante,
dependiendo del grado de rigidez de ésta. Frente a esta situación como terapeutas, nos preguntamos
cómo y desde dónde situar a la persona que tenemos en frente, para que pueda encontrarse
genuinamente consigo misma, sin estar entorpecida por los velos de la matriz y las conservas
culturales. En este sentido la inclusión de la Dimensión de Trascendencia desde la técnica y desde
el paradigma, resulta en los pacientes un “nuevo/ancestral” registro a través del cual si pueden
acceder a otros niveles de conciencia desde la misma triada, es decir, acceder a una comprensión
Espiritual desde lo corporal, lo afectivo y lo cognitivo.
De lo anterior podemos inferir que cuando se incorpora de forma explícita esta Dimensión de
Trascendencia, el proceso de transformación psicoterapéutico se intensifica, ya que al tomar estos
cuatro aspectos, es decir la tríada más la Dimensión de Trascendencia, se completa en primera
instancia, la estructura del Ser, a partir del paradigma psicodramático planteado por Moreno.
Dentro de los estudios que han seguido los planteamientos de Moreno, se ha cuestionado si existe
un “Centro de la Espontaneidad”, y aún comprendiendo que ésta inherentemente es la conjunción
de factores inasibles, como conclusión podemos desprender de lo analizado que al considerar la
Dimensión de Trascendencia, dentro del paradigma y técnica psicodramática, el elemento Alma es
en sí mismo el centro de la espontaneidad y creatividad, dado que al experimentar sus cualidades
Sat- Cit- Ananda, eterna, plena de alegría y conocimiento, nos permite ejecutar actos espontáneos y
creativos.
Comentarios
A partir de la experiencia, nos surge una reflexión que ha estado implícita durante todo el trabajo
práctico y de análisis. El psicodrama invoca constantemente nuestra Dimensión Trascendental, en
cada intervención que hacemos ya sea como terapeuta o como participante, convivimos con ella,
porque no podemos evitar ser lo que somos.
Muchas veces surge espontáneamente, dando destellos de conciencia, momentos de iluminación,
los cuales pasamos por alto, sin comprender que en ellos se oculta la esencia de la transformación,
dado que en esta dimensión podemos encontrar el proceso y la meta.
El factor Tele, en sí mismo trasciende el funcionamiento lógico y material, y a partir de él podemos
acceder a esa otra realidad, al Encuentro, “Un encuentro de dos: ojo a ojo, cara a cara” porque no
decir entonces un Encuentro de Alma a Alma. No hablamos de un descubrimiento ni algo nuevo,
sólo proponemos dimensionar aquello con lo que en cada sesión estamos trabajando. Psique, en su
raíz etimológica es alma, y Drama, movimiento… por tanto El Psicodrama, no es sino, poner el
Alma en movimiento.
Bibliografía
Moreno J.L 2003 “Psicodrama”, Ediciones Hormé, 6 edición, Buenos Aires, Argentina.
Bello María Carmen, 2002, Introducción al Psicodrama: Guía para leer a Moreno", Editorial Pax
México, México
Salatino Alejandra , 2010, Editorial: Kier Editorial, La terapia con Cristales tomo I
Bello, C. (2000). Introducción al Psicodrama: Guía para leer a Moreno. México:
Editorial Colibrí.
Moreno, J.L. (1978) Palabras del Padre. Buenos Aires: Editorial Vancu.
Emunah, R. (1994). Acting for Real: Drama Therapy, Process, Technique and Performance.
Levittown, PA: Brunner Mazel
Bustos, Dalmiro M. ; De Ferella, Sara Alardi ; Alegre, Carlos Alberto ; Alonso, Rosa ; Bini,
Mercedes ; De Sangiácomo, Raquel Brocchi ; Calvente, Carlos Fidel ; Depetris, Rafael ; De Bustos,
Elena L. Noseda ; De Veláustegui, Blanca Romé, El psicodrama : diferentes aplicaciones de la
técnica psicodramátic, Buenos Aires : Plus Ultra, 1974
Boria G. et al. Metodología de acción para una existencia creadora – El Psico- drama Clásico,
México, Itaca, 2001
Bhaktivedanta Swami Prabhupada, Bhagavad-Gita Tal Como Es, sexta edición 1992 España
Bhaktivedanta Book Trust España S.L.