En la industria alimentaria se ha empezado a intensificar
el uso de estos compuestos naturales, ya que la mayoria de
antimicrobianos usados son sintetizados quimicamente y han mostrado problemas de salud que ha ocasionado la prohibicion de los mismos en diferentes paises (Seydim y Sarikus, 2006).
El estudio de compuestos antimicrobianos
obtenidos de fuentes naturales, ha aumentado por su interesante potencial de aplicacion. En la naturaleza existe una gran variedad de frutos comestibles con propiedades activas que actuan como antimicrobianos y antifungicidas. Ademas de retardar el crecimiento microbiano, pueden conferir al alimento deseables caracteristicas sensoriales dando un valor agregado. Estos compuestos se pueden obtener en polvo, extracto o aceite, este ultimo siendo el mas utilizado por su mayor concentracion de componentes activos y aromaticos (Aguirre et al., 2013).
Actualmente, hay nuevas preocupaciones sobre la inocuidad en los alimentos
debido a la creciente aparición de brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos causadas por microorganismos patógenos (L. monocytogenes, Salmonella typhimurium, Escherichia coli O157:H7, Shigella dysenteriae, Bacillus cereus y Staphylococcus aureus), así como por el uso de aditivos sintéticos para prevenir la oxidación como butilhidroxianisol (BHA), Butilhidroxitolueno (BHT) y Terbutil hidroquinona (TBHQ) (Holley, 2004; Tajkarimi et al., 2010; Kishk, 2013, Lammie et al., 2016). Debido a la mayor conciencia de los consumidores y la preocupación con respecto a los aditivos químicos sintéticos así como la creciente demanda por productos naturales, los antimicrobianos y antioxidantes naturales están recibiendo mucha atención por los beneficios que pueden proporcionar. Entre estos beneficios destacan: la reducción de la necesidad de antibióticos, el control de la contaminación microbiana en los alimentos, así como la mejora en las tecnologías de extensión de vida útil eliminando patógenos indeseables y/o retrasando el deterioro microbiano. Por su parte los antioxidantes de origen natural mejoran la estabilidad de los alimentos que contienen lípidos evitando así la pérdida de calidad sensorial y nutricional (Holley, 2004; Tajkarimi et al., 2010). En general, existen especies vegetales que poseen propiedades bactericidas, insecticidas y fungicidas. Entre ellos figura el genero schinus, que es ampliamente utilizado para fines culinarios e industriales por su sabor y color característicos.
Las oleorresinas contienen los compuestos activos liposolubles de sus correspondientes
especies en su forma más concentrada, que las hacen más estables, conteniendo componentes tanto no volátiles como volátiles, siendo estos últimos varios grupos de compuestos químicos, como los carotenoides, esteroides, alcaloides, glucósidos, etc. Esta fracción puede ser esencial para el sabor, el color, sensación en la boca, la textura y las propiedades antioxidantes y antimicrobianas de los alimentos, lo que las hace una excelente opción para el uso en alimentos