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Cultura Paisa

Paisas son todas aquellas personas que han nacido en cualquier rincón de
Antioquia sin importar su región, color, religión creencia o condición.

El término paisa está delimitado por una división territorial que ha sufrido grandes
modificaciones en el último siglo. En términos generales paisas son los
Antioqueños, los Caldenses, parte del Tolima y una pequeña porción del Valle del
Cauca que en su tiempo hicieron parte de Antioquia la Grande Al dividirse
Antioquia La grande en diferentes departamentos sólo Antioquia sigue
identificándose como la raza paisa

SOLO PAISAS

El feudalismo presente en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Popayán


y la mayoría de la Colombia del Siglo XIX, ocurrió en menor medida en la región
paisa, dado su aislamiento histórico, tanto así que en las batallas y esfuerzos
independentistas no participaron. Es por eso que un “paisa” se considera
fundamentalmente así, paisa, sin prácticamente distinción de clase u origen. Es
escaso escuchar los gentilicios “medellinense”, "risaraldense", "manizalita" o
"quindiano", como sí es fácil oír “bogotano”, “caleño”, “cartagenero”, “payanés”,
“bumangués”, etc. La prueba está en que para muchos los genticilios en la región
se confunden (hasta no hace muchas generaciones no se sabía si era
"medellinense" o "medellinita", "manizalita" o "manizaleño", etcétera). Se conocen
más los emblemas departamentales que municipales, por ejemplo.

Las personas de la región paisa se identifican primero como paisas, y después


especifican de qué departamento o ciudad son. Verdaderamente la gente paisa
son aquellas nacidas en los departamentos de Antioquia, Risaralda, Caldas,
Quindío, el Norte del Valle y el Norte del Tolima.

Actividad tradicional del Paisa[editar]

La dificultad para ejercer la agricultura en la alta montaña desarrolló entonces una


economía que se tornó esencialmente comercial y minera, desarrollando así una
cultura de caminantes, de arriería, que produjo una economía privada de
monoproducción y exportación del oro, acompañada de una incipiente producción
agrícola de subsistencia que nacía alrededor de pequeños poblados3Todo esto
produjo paralelamente una clase social financiera y sosteniblemente sólida, la cual
radica en propiedades y fortunas democratizadas, tal como sucede con el GEA, o
Grupo Empresarial Antioqueño, también conocido como El Sindicato Antioqueño,
la cual es una propiedad repartida entre miles de personas. Debido a su estructura
accionaria y financiera este grupo económico se constituye en el primer Keiretsu
colombiano.

Religión[editar]

La ciudad es por tradición católica, uno de los elementos que caracteriza la cultura
paisa, pero con la Constitución Política de Colombia del año 1991 y el derecho a la
libertad religiosa en el país, la ciudad ha visto el crecimiento de nuevos grupos
religiosos y la proliferación de sus templos o centros de reunión, por ello en la
ciudad se pueden encontrar igualmente centros protestantes, testigos de Jehová,
mormones, centros de hinduismo, taoísmo, budismo, astrología, esoterismo e
incluso una iglesia ortodoxa.

Música[editar]

Tango[editar]

En cuanto a la música popular, la ciudad es llamada la "Capital colombiana del


tango", lo cual se debe a que en esta localidad murió en 1935, en un accidente
aéreo, el "Rey del tango", Carlos Gardel. Desde entonces, el tango forma parte del
alma popular de Medellín con una profunda raigambre.2

Desde la muerte de Gardel se generó en Medellín la leyenda del "Zorzal Criollo".


En "la legendaria Medellín", como la motean en Buenos Aires, Argentina, hay
muchas leyendas sobre el fallecimiento de la singular superestrella. El tango
constituye, sin duda, uno de los elementos culturales más profundos de la urbe
antioqueña de su pueblo.3

Véase también Casa Museo Gardeliana

Música raizal antioqueña[editar]

Otras expresiones raizales de la música tradicional paisa, como la música de


carrilera, la trova paisa, la serenata, la música de cuerdas, el bolero, la música
guasca y la música de despecho, se pueden apreciar en las fiestas y retretas
populares, así como en muchos centros de diversión. La famosa "Serenata" del
canal televisivo local Teleantioquia se escucha nacional e internacionalmente,
interpretada por inesperados artistas de máximo nivel: bambucos, pasillos,
canciones, toda la música andina colombiana está presente.

Música compartida, importada e internacional[editar]

También diversas manifestaciones musicales colombianas hacen parte de la vida


musical de la ciudad, entre las cuales se destaca el vallenato. La salsa, el rock en
español, el reggaeton , el rock y sus diferentes manifestaciones como el metal, la
música andina y suramericana, y otros géneros como la "música vieja", tienen
además en Medellín su espacio muy importante. El Festival anual de Jazz
convoca anualmente exponentes de primer orden mundial en este género. Artistas
como Juanes, el Grupo Suramérica, Darío Gómez u Octavio Mesa demuestran la
importancia que tiene la música en Medellín. Adicionalmente, el reggaeton es una
tendencia fuerte en la ciudad, lo que la ha convertido en la meca desde donde
este género se expande por Colombia con más de 300 grupos conformados.4

Música culta y clásica[editar]

Por otra parte, en cuanto a la música culta, existen orquestas sinfónicas y


filarmónicas, y grupos de Ballet, Danza y Canto clásicos5 Entre las agrupaciones
de música culta son notables el Estudio Polifónico de Medellín6 y la Orquesta
Filarmónica de Medellín.7

Realmente no es una raza, más bien una identificación de costumbres,


idiosincrasia y comportamiento, pues todos somos Colombianos y como tales no
son una raza, si eso fuera así, existiría la raza Pastusa, la Boyacense, la Valluna o
la costeña entre otras.

Ese regionalismo casi enfermizo que sufren, el arribismo desmedido, ha traído


malquerencias entre los compatriotas colombianos.

La amabilidad del paisa, el empuje para trabajar y salir adelante, el


desprendimiento por ayudar a los necesitados, la iniciativa para los negocios, la
facilidad de expresión, el clima de nuestra ciudad, el civismo de sus gentes, los
eventos culturales y todas esas cosas que gritan con orgullo a los cuatro vientos
como únicos poseedores, ha hecho que en los tiempos modernos nos traiga otros
problemas de carácter social, como la incubación del narcotráfico, el sicariato, los
grupos de bandas antisociales, y como si esto fuera poco, los pordioseros de otras
ciudades aterrizan en Medellín ilusionados por las bellezas que siempre están
ofreciendo ante propios y extraños.

Siguen gritando que tienen las mujeres más lindas del mundo, el mejor clima del
país, que Medellín es la tacita de plata, que son la gente amable por excelencia y
que nadie les gana en los negocios, en fin un montón de cosas como si realmente
esto solo existiera en Antioquia a sabiendas que en Colombia u otras regiones del
mundo tiene cosas mejores que las suyas, pero el orgullo paisa, su sentido de
pertenencia y el amor por su tierra los vuelven egocentristas incurables ante los
ojos del pueblo colombiano.
Seguirán siendo paisas igual que hace 50 ó 200 años. La historia o el pueblo lo
dirá.

Siguen cargando con orgullo esa chapa de Paisa y el "He avemaría pues mi Don"
aunque llueva o truene, caigan rayos y centellas o se parta el mundo.

Si se hiciere una encuesta en todo el país... ¿Qué es un paisa?

Un 70% contestaría:

Gente emprendedora, trabajadora y amable.

Es un tipo que quiere más a su tierra que su madre.

Es la persona servicial y honesta en todos sus actos.

Es un hombre que cree mucho en Dios y por eso siempre dice: ¡Dios se lo pague!,
por cualquier servicio recibido.

Antioqueño... Ni grande, ni pequeño, pero dicen que son el putas para negociar y
montar empresas.

Esos tipos son la verriondera pa' trabajar y hacer negocios.

Esa gente es una berraquera, no se vara ni en la punta de una vara.

Los paisas tienen negocios en todas las ciudades de Colombia.

A cualquier parte del mundo donde vayas se encontrará con un paisa.

Los paisas son muy solidarios en casos de tragedias y desgracias.

Es un tipo echado para adelante, no se arruga ante nada.

El paisa no echa pa' tras ni pa coger impulso.

Es tan católico que se echa la bendición hasta para echar bala y matar.

La comida paisa es una de las más sabrosas del país.

Los paisas tienen un gran sentido del humor.

Son músicos y poetas por naturaleza.


Las anteriores afirmaciones la hacen como testigos de que cualquiera de los
enunciados anteriores.

Después de ojo sacao no vale Santa Lucía que valga.

La mierda entre más se pise más se ensancha y peor huele.

Arrieros somos y en el camino nos encontraremos .

Amor de lejos, amor de pendejos.

Al perro no lo capan dos veces.

A caballo regalado no se le mira el colmillo.

A cada marrano le llega su noche buena.

El que para arriba escupe en la cara le cae.

Mató al tigre y le sigue corriendo al cuero.

Entre el amor y el odio solo hay un paso.

A Dios rogando y con el mazo dando.

Haz el bien y no mires a quien.

A gato viejo, ratón tierno.

A perro dormido no se le toca la cola.

A la sombra de los buenos, viven los malos.

Cría cuervos y te sacarán los ojos.

A mal tiempo, buena cara.

A quien madruga, Dios le ayuda.

Pájaro que madruga se encuentra la lombriz.

A veces el remedio es peor que la enfermedad.

Al buen entendedor, pocas palabras bastan.


Fundamentalmente, un paisa auténtico posee un espíritu productivo, ahorrativo,
emprendedor y andariego. Asimismo es muy apegado a su tierra y su cultura, pero
al tiempo audaz para la exploración y la innovación, irreverente cuando de inventar
se trata, y disidente. El paisa ama mucho la libertad, concepto emblema de uno de
sus himnos departamentales, el sonado Himno de Antioquia.

La personalidad del paisa es jovial, le gusta hablar, es alegre y vivaz. A los paisas
se les conoce por su habilidad para hacer negocios. Citando la crónica escrita por
el poeta Fidel Torres: "El Paisa todo lo vende, lo cambalachea todo, lo juega todo,
todo lo "quema", menos la navaja de barba. Y recorre todos los caminos del
mundo cantando, "descrestando", envolatando a media humanidad".

El paisa posee también un carácter un tanto francote, arisco y de talante


igualitarista, es decir, paisa es paisa dondequiera que esté. Esta población es
peculiar en Colombia en cuanto a su historia. Al haber sido pobladores de
regiones casi imposibles de colonizar debido a una de las geografías más
montañosas y abruptas del mundo, los paisas se mantuvieron encerrados en sí
mismos durante muchos siglos y generaciones, a diferencia de las demás
poblaciones colombianas que alcanzaron a inter-comunicarse y mezclarse entre
sí, y a desarrollar modelos feudales de la colonia española

Comida Típica: Son famosos entre nuestros platos típicos: la "arepa" (pan de
maíz), alimento fundamental para las gentes de Antioquia, en sustitución del "pan
de trigo". (Por eso a los antioqueños, además de "paisas" se les dice familiarmente
"maiceros"); la "mazamorra", especie de sopa de maíz que, generalmente, se
toma con leche y se acompaña con "panela" (chancara). La bandeja paisa
conformada por, frijoles, arroz, chorizo, chicharrón (lonjas fritas de tocino de
cerdo), huevo entero, patacón de plátano verde plátano maduro frito y la ensalada,
constituyen uno de los más apetecidos platos básicos de nuestra alimentación.
Tenemos además, el "mondongo" y los embutidos de cerdo, tales como la morcilla
y el chorizo.

Por las épocas navideñas se acostumbra que las familias de este departamento,
reunidas en sus casas de campo, consuman la natilla, buñuelos con almíbar,
hojuelas, manjares blancos y otros exquisitos productos de la repostería paisa
decembrina.

Finalmente, debemos mencionar un plato especial, no exclusivamente antioqueño,


pero sí muy acreditado y tradicional entre nosotros: el "sancocho". Constituye la
delicia de la familia y de sus invitados y, para describirlo, se requeriría mucho más
espacio del que disponemos. Por eso nos limitamos a transcribir lo que de este
plato dijo un ingenioso antioqueño: se toma una olla de tamaño heroico, se pone al
fuego y se introduce en ella todo lo que se pueda; resultado "el sancocho".

MITOS Y LEYENDAS

Antioquia se destaca por tener una amplia tradición mítica, existen mitos dejados
por los españoles, otros introducidos por los esclavos africanos y mitos
típicamente regionales.

La Madremonte

Es la reina de los bosques espesos. La describen como una mujer corpulenta,


elegante, vestida de hojas y musgo. A los hombres perversos los castiga: los
embolata en el monte y los pone a caminar durante horas. Cuando se baña en la
parte alta de los ríos siembra en ellos enfermedades y plagas. El mito es conocido
en Brasil, Argentina y Paraguay con nombres como: Madreselva, Fantasma del
monte y Madre de los cerros.

El Mohán

Tiene el cuerpo cubierto con una larga caballera, manos largas, uñas largas y
afiladas. Dicen los campesinos que el Mohán vive en los montes o a la orilla de los
ríos. Le gusta devorar niños, les chupa la sangre y luego come su carne asada.
Algunos lo consideran un duende familiar que se apodera de los tesoros. El mito
parece ser universal porque en la literatura se refiere a él en muchas ocasiones
sobre todo en espesos bosques, lugares sombríos e inaccesibles montañas.

La Patasola

Es el mito más común en toda América. Es amiga y defensora de los animales de


monte, los defiende de los cazadores. Vive entre la maraña de la selva, en las
cumbres de las cordilleras y en los bosques solitarios. Hay tres palabras que no
puede oír la Patasola: el hacha, la odia lo mismo que al machete porque el marido
le cortó la pierna. La hoguera, porque a las brujas se las quemaba en la hoguera.
Y las tres tusas, porque con tusas se atizaba la hoguera.

La Llorona

Es el alma en pena de una madre soltera que para esconder su deshonra ahogó a
su hija en una quebrada. La describen como una mujer de larga caballera, rostros
cadavérico y brazos largos en los cuales sostiene a la pequeña. Es temida por
trasnochadores y caminantes porque sus lamentos los persiguen. Sale por la
noche y en lugares solitarios. Se presume que el mito fue traído de España porque
coincide con la historia de la viuda desconsolada doña Juana de Castilla.

El Sombrerón

Fue famoso en Medellín en 1837 cuando recorría todas sus calles vestido de
ruana negra, sombrero grande y montado en una mula negra. Perseguía a los
borrachos y trasnochadores diciéndoles: "si te alcanzo te pongo este sombrero".
Aparecía los viernes de cuaresma y cabalgaba con un par de perros
encadenados. El Sombrerón fue el espanto propio de Medellín.

El cura sin cabeza

Dicen que se trataba del alma en pena de un sacerdote que mataron porque no se
dejó robar la custodia llena de hostias consagradas y que luego apareció con una
sotana tan blanca que resplandecía. Muy mentado desde la época colonial, la
mayoría de cronistas se referían a un cura o fraile que se aparecía a la
medianoche y en el amanecer. En Medellín afirman que es el Padre Serna,
fundador del convento de los Franciscanos.

Las ferias reflejan la tradici�n cultural de la poblaci�n paisa, promueven el


desarrollo social del departamento y transmiten alegr�a a todo un pa�s.

Feria de las flores: este evento se celebra entre julio y agosto de cada año en
Medellín desde 1957. Nace por iniciativa de Arturo Uribe Arango, y es un motivo
para que quienes quieren visitar la ‘ciudad de la eterna primavera’. Uno de los
eventos más representativos que se destacan en el marco de esta celebración es
el Desfile de Silleteros, que este año cumplió su versión número 56 en la que
participaron 500 silleteros que exhibieron sus silletas tradicionales en temas como:
la innovación, la Madre Laura y otros mensajes. que representanla historia del
departamento.

Además se destacan otras actividades como el desfile a caballo y el desfile de


autos clásicos y antiguos.

Feria Taurina de la Macarena: congrega a los amantes de la ‘fiesta brava’. Este


año cumplió su versión número 22 y se celebra entre los meses de Enero y
Febrero en la Plaza de Toros La Macarena, Medellín. El evento reúne a los más
importantes exponentes de la Tauromaquia a nivel nacional e internacional y es
reconocida como una de las más importantes de Colombia. Dentro de sus eventos
sobresalen actividades como las cinco corridas de abono, una novillada con
picadores y el tradicional festival taurino nocturno.

Festival Nacional Antioquia le canta a Colombia: se celebra en Santa Fe de


Antioquia, del 12 al 14 de octubre. Este año cumplió su versión número 38. El
festival se considera patrimonio cultural de la nación y tiene como objetivo difundir
y promocionar la música andina de Colombia y de sus intérpretes.

Festival de los diablitos: se celebra en Santa Fe de Antioquia en diciembre. Esta


fiesta inició en 1653 cuando los municipios estaban divididos en grandes
haciendas. El evento surgió cuando los esclavos se disfrazaban de sus amos con
largas capas, trajes coloridos y máscaras con hermosos rostros, y luego cantaban,
danzaban y recitaban versos. En el departamento se realizan mascaras
artesanales con la expresión del diablo picaresco y juguetón.

Fiesta de la Juventud: espacio para reflexionar sobre las capacidades y talentos


que tiene los jóvenes antioqueños y conocer la oferta de oportunidades que hay
en el departamento. Hace parte de la apuesta Antioquia Joven.

Festival Nacional de la Música Guasca: se celebra en el municipio de Betania,


ubicado al suroeste del departamento, durante el primer puente del mes de
noviembre. En el evento se premia a exponentes de la música campesina. La
Música Guasca recoge influencias de los corridos mexicanos de comienzos del
siglo XX, trata el lenguaje de la vida diaria, toma elementos locales y genera
además un interés particular sobre el amor, el trabajo, la tierra y los amigos. Entre
las actividades relacionadas a este festival se destaca el desfile de mitos y
leyendas.

Festival Internacional de Poesía: se realiza en el mes de julio, este año cumplió su


vigésima tercera edición. Fue fundado por Fernando Rendón en 1982. En el
evento se reúnen poetas de todo el mundo para leer sus poemas en los
escenarios dedicados al festival como: parques, auditorios y barrios populares. Es
declarado patrimonio cultural como semilla de paz para la ciudad.

Festival de Cine: se celebra en Santa Fe de Antioquia los últimos días de agosto,


este año se cumple su trece edición. La muestra dedicada exclusivamente al cine
se realiza por ciclo temáticos y se presenta al aire libre. Entre las actividades se
destaca el cineclub en el que se presentan películas seleccionadas para el público
infantil y adulto.

Su objetivo es fortalecer la cultura audiovisual y la formación de ciudadanía a


través del cine en el departamento.

Fiesta del Arriero: se celebra en varios municipios del departamento como en el


corregimiento de El Jordán, San Carlos y Ciudad Bolívar. Fue creada en homenaje
a los arrieros, hombres trabajadores que construyeron un pueblo a fuerza de
manos y sangre. Entre las actividades se realiza la carrera de ciclismo.

Fiesta de la Rosa (Ciudad Jardín): en enero de este año cumplió su décimo octava
versión. La celebración se hace en honor a la rosa para exaltarla como una de las
más bellas flores. En el evento se realiza la celebración de un delicioso postre que
tiene como base la mermelada elaborada con pétalos de rosa. Entre las
actividades se destaca la cabalgata de Reyes Magos en la que participan
caballistas de los municipios del suroeste antioqueño.

Fiesta de Nuestra Señora de la Candelaria: se celebra el dos de febrero en


Medellín, en la que se consagra a la Virgen de La Candelaria como Patrona de la
ciudad. En la capital existe un templo en honor a esta advocación que fue
proclamado en la Basílica Menor por el Papa Pablo VI en diciembre de 1970. Esta
fiesta también se conmemora en Cartagena.

Fiesta de la Virgen del Carmen: se celebra el 16 de julio en Frontino, municipio


ubicado al occidente de Antioquia. Se le conmemora como sinónimo de protección
e intersección en situaciones de peligro. En Frontino se encuentra la basílica de
culto católico Nuestra Señora del Carmen.

El sentido del humor en Antioquia


En la evolución de la cultura paisa -antioqueña, en este caso-, el sentido del buen
humor ha constituido un rasgo fundamental de supervivencia. Con tinturas muy
particulares, Antioquia es un pueblo que se sabe reír y que sabe hacer reír. En su
humor se enjuagan penas y dramas, es cierto, pero también este humor se cultiva
por sí mismo: tiene personalidad, carácter y derecho propio.

Si bien el humor antioqueño no es catalogado como fino -y no lo es por lo general-


, es sin embargo un humor eficaz, un humor "al grano" que "funciona o no", y que
constituye un magnífico rival para concursar con otros tintes regionales
colombianos y del exterior, con otros estilos de humor ciertamente diferentes, todo
lo cual añade variedad y risa al contexto de marras.

En una síntesis general, hoy día no existe en Colombia nada parecido a un "humor
colombiano". En Colombia el humor es la suma de los humores regionales, cada
uno con su tinte especial, y está caracterizado por la diversidad en la riqueza del
chiste o el chispazo locales.

El humor antioqueño, en particular, y como hecho grupal y comunitario, puede


observarse, durante el siglo XX, como una especie de experimento pionero u
original, según el cual se generó en el país a partir de formatos radiales como el
de "Montecristo" y otros, un primer tipo de humor regional comunitario
perfectamente distinguible de los demás, sin necesidad de calificar su calidad.

A partir, entonces, de los humoristas antioqueños de la época, exagerados pero


eficaces al hacer reír, que generaron un estereotipo claro y definido de "humor
antioqueño" en la segunda mitad del siglo pasado, se crearon otros estereotipos
en otras regiones, para "competirle" al antioqueño, todos verdaderas muestras
humorísticas de muchas zonas de Colombia.

Antioquia, con sus peculiaridades que a muchos disgustan pero que a otros
gustan en buen grado, caracterizó así a su región mediante elhumor, masivamente
y durante décadas a través de la radio y la televisión, y a partir de entonces se
fueron formando otros elencos humorísticos en diversas zonas regionales,
caracterizando muy sanamente las diferentes regiones del país en este
imprescindible aspecto de la cultura.
Comenzando el siglo XXI, la matriz pionera, el humor antioqueño, había sido
complementada y aun desplazada de los medios por el humor boyacense, el
humor caleño, el humor costeño, el humor santandereano... Sólo hasta hace muy
poco, el humor antioqueño ha vuelto por sus fueros, y hoy día en 2007 está
"contraatacando" con su personalidad propia y obviamente muy distintiva y
divertida.

Entre los muchos voceros del humor antioqueño, algunos ya fallecidos y otros
destacados actualmente en los diversos medios masivos y escenarios, hay que
mencionar al popular dúo Tola y Maruja, al insuperableMontecristo, así como a
Cosiaca, Salvo Ruiz, Crisanto Vargas (Vargasvil), Fosforito y Mario Betancur, "El
Preso".El teatro de humor antioqueño sobresale el grupo El Águila Descalza.

Entre los personajes femeninos del humor antioqueño sin duda se destaca la
Nena Jiménez, una campeona del "chiste verde" o "picante" quien, con un sentido
estilo popular paisa, ha hecho reír a millones de personas con sus ocurrencias, las
cuales nunca prepara; Jiménez siempre ha preferido la improvisación

ROL FEMENINO

Tal vez fue en los noventa que las paisas se pusieron de moda, Natalia París
sobre poblaba los cuadernos y se creó poco a poco una iconografía de la mujer
antioqueña como sex-symbol.

La fama es terriblemente injusta y ha tenido graves consecuencias sociales. Sin


demeritar la belleza de las antioqueñas, hay que decir que lo menos importante es
que sean bonitas. Las antioqueñas son y han sido siempre mujeres fuertes y
emprendedoras, decididas y valientes. La fama de ‘sex-symbols’ es un arma de
doble filo y además de simplificar el encanto de las paisas, ha ayudado a convertir
a Medellín ‘la más educada’, en un destino de turismo sexual, donde las redes de
trata están sofisticadas y fortalecidas, y donde vivir de su cuerpo es el único
destino posible para muchas jovencitas.

Natalia tiene 14 años y cuando tenía 13, en vísperas de la Feria de las Flores en
Medellín, perdió su virginidad a manos de un macancán rubio —que Natalia
supone gringo— y que pagó para violarla. Llevaba varios días detenida en una
finca, o en lo que suponía que era una finca, porque oía pajaritos que
acompasaban el llanto de otras niñas, retenidas en otros cuartos. La secuestraron
cuando fue a la casa de una compañera del colegio, que al parecer colaboraba
con la banda de trata. La vendaron y la encerraron en una camioneta con otras
niñas, le dijeron que su familia estaba amenazada. A su familia le dijeron que de
su silencio dependía la vida de la niña. Hoy en día Natalia y su familia se sienten
vigilados y en peligro. Por eso su testimonio es un gesto de tremenda valentía y de
solidaridad con otras niñas para quienes ser víctimas de trata empieza a volverse
riesgo inminente.

Aunque la práctica data de tiempos de Pablo Escobar, y a pesar de que en los


últimos 10 años ha habido varias denuncias al respecto, el problema solo llegó a la
agenda pública hace unos meses, cuando la Corporación C3 lo denunció en un
informe que fue reseñado por El Colombiano. La noticia de las subastas de
vírgenes en Medellín le dio la vuelta al mundo. El titular, espectacular sin duda,
sirvió para voltear las miradas hacia una realidad cruel que viene creciendo desde
hace rato a la sombra de las autoridades que, aunque claramente saben del
fenómeno (es indignante ver a la policía, tan campante, cuando a metros, niñas se
ofrecen en el parque Berrío), despliegan una incompentencia tal que algunos
podrían llamarla complicidad.

Las mujeres antioqueñas son víctimas de una cultura machista que les dice que su
valor está en la belleza que poseen. Algunas se ponen tetas y se vuelven devotas
del gimnasio con tal de llenar el estandar de su fama. Para otras, la cosa es más
literal, y ser bonitas puede significar violación y secuestro. Prohibir los reinados en
los colegios públicos fue una medida importante, pero el problema es profundo y
grave y falta mucho por hacer desde las políticas públicas. Los esfuerzos por
mostrar a la ciudad como innovadora y progresistas parecen cosméticos cuando
suceden este tipo de crímenes amparados en el silencio de una sociedad goda,
rezandera y pacata cuyo indulgente placebo está en enorgullecerse de la belleza
de las mujeres.

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